Mario Bravo-Legislador y Poeta
Mario Bravo-Legislador y Poeta
Mario Bravo-Legislador y Poeta
Legislador, mdico y
escritor,
Bernardo
m*
Movsichoff ha sido
Profesor de Higiene
^^^^
en la Universidad Nacional de Cuyo; Presidente de la Federacin Mdica de la provincia de San Luis; Presidente del 6
COLECCION
Publicacin del
Crculo de Legisladores de la Nacin Argentina
con el auspicio de la
Secretara de Cultura de la Presidencia de la Nacin
COLECCIN
"VIDAS, IDEAS Y OBRAS DE LOS LEGISLADORES ARGENTINOS"
Secretara de Cultura de la
Crculo de Legisladores de la
Presidencia de la Nacin
Nacin Argentina
Secretaria de Cultura
Asesor
Honorario
Enriqueta Muiz
Coordinacin Editorial
MARIO BRAVO
Legislador y P o e t a
Prlogo de
Bernardo
Movsichoff
Coleccin
"VEDAS, IDEAS Y OBRAS DE LOS
LEGISLADORES ARGENTINOS"
l propsito del Crculo de Legisladores de la Nacin Argentina al presentar esta Coleccin de libros dedicados a
la vida y la obra de los legisladores argentinos, con el auspicio y el apoyo de la Secretara de Cultura de la Presidencia de
la Nacin, se asienta en tres pilares : fortalecer la conciencia nacional, refirmar nuestra fe en la Democracia e informar, ensear,
persuadir en Libertad.
En tiempos de crecimiento, que son tiempos de crisis, en
los que un pueblo cuestiona su modo de ser, es decir, su identidad, surge una posibilidad de renovacin a partir de una autoconciencia crtica. Es sabido que n circunstancias traumticas, la sociedad es conmocionada por actitudes nihilistas, que
en el campo poltico se manifiestan como un nuevo anarquismo romntico en el que la justificacin de la violencia puede
aparecer como una crtica pblica frente a las disposiciones legales. Ello disminuye la confianza en las instituciones y, fundamentalmente, en lo que es singular de la Democracia, la representatividad, generndose as un descreimiento colectivo respecto de los hombres que asumen la representacin poltica y
parlamentaria.
Por esos motivos, y porque es en la poltica donde se da,
ms que en cualquier otro campo de la realidad, la sensibilidad
para predecir el cambio y actuar en consecuencia, creemos conveniente llevar a cabo una accin programada de "reparacin"
de la imagen del poltico. El primer paso es renovar la importancia que se le concedi al Legislador desde los inicios de la
historia argentina revelando, especialmente ante las nuevas generaciones, aquellas personalidades parlamentarias que son paradigmticas a partir de su cultura, su pensamiento y su accin.
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juramos, sobre la losa de tu sepulcro, defenderla, porque es una exigencia de nuestro destino y vale ms que la vida.
Y hemos cumplido nuestra palabra".
Mario Bravo se preocup especialmente de definir la Constitucin que el pas necesitaba, y estas son sus palabras, que constan en su libro"La Revolucin de Ellos" :
"La Constitucin no es buena ni mala. Esto quiere decir, con
toda evidencia, que la Constitucin acta conforme sea la fuerza mental y moral que la dirige. No es ni buena ni mala, sino en
cuanto est en buenas o malas manos".
"Ese es el punto esencial que nos interesa establecer. Debemos librar a la mentalidad popular del profundo error en que
caera si creyera que por modificarse la clusula de la Constitucin sobre impuestos o sobre apertura del Congreso o sobre
destitucin de magistrados, se habr adquirido el grado de capacidad y de cultura cvica indispensable para depurar la democracia y determinar nuevas corrientes en el progreso social
del pas".
"Tan grave sera este error, como pensar que han de corregirse los errores del pueblo, cercenando sus derechos, l i m i tando la accin de sus libertades, mutilando su personalidad
cvica. Se tendr, con ello, menos pueblo, en cantidad, en calidad, en capacidad. Los vicios intestinos no se habrn corregido y gravitarn en una u otra forma sobre los intereses pblicos".
"Con la misma Constitucin se ha hecho lo bueno y lo malo".
"Con esta Constitucin, ennoblecida por el esfuerzo de las
generaciones ms ilustres de la Nacin se ha consolidado la paz
interior, se ha legislado para los contemporneos y para la posteridad, se ha asegurado el beneficio de la libertad y la conquista del derecho para todos los hombres del mundo; se ha levantado la escuela y se han abierto las primeras sendas para la democracia".
"Con ella se ha hecho el progreso material del pas, se ha
acrecentado su poblacin, se han hecho navegables sus ros, se
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"El Socialismo para m estaba unido a la historia argentina escribe-. Vena de la Asamblea del ao 13 que proclam la igualdad de los hombres y aboli la esclavitud".
"Vena de los das de Rivadavia, con la revisin filosfica y
los fundamentos de la reforma agraria".
"Vena del seno ardoroso de la Asociacin de Mayo y era el
dogma de la libertad social".
"Vena de las pginas de 'Las Bases', donde Alberdi haba escrito en 1852, con respecto a los problemas de propiedad y poblacin: 'El Socialismo europeo es el signo de un desequilibrio
de cosas, que tarde o temprano tendr en este continente su rechazo violento, si nuestra previsin no emplea desde hoy los
medios de que esa ley se realice pacficamente y en provecho de
ambos mundos...'".
"Vena de la revolucin contra la tirana, con Urquiza; vena
de la revolucin contra lo orgnico, lo disperso, lo anrquico, en
la pluma y la espada de Mitre".
"Vena de la Constitucin, donde se abrieron los caminos para
todo progreso, para toda evolucin, para toda transformacin".
"Vena presentido en su esencia, en la concepcin cristiana de
la tierra que ha de dividirse y poblarse, del elocuente Avellaneda".
"Vena en alas de la prensa de ideas, del panfleto de combate, de la polmica en el Parlamento, de la reforma de la enseanza, de la inmigracin pobladora y productora, del impulso de
los gobiernos de la navegacin ultramarina, del puerto, del ferrocarril triunfante sobre la carreta y la diligencia; del correo
contra el chasque, del telgrafo interno y exterior que acerca a
los hombres y que Sarmiento anticipara desde el Senado en la
actual realizacin de la radiotelefona".
Para afirmar estas ideas le obsequi a los estudiantes que lo
visitaban un autgrafo escrito por su puo y letra que deca:
"Rivadavia, Sarmiento, Alberdi han dado a democracia argentina, con su clarividencia, la solucin de grandes problemas.
Tal por ejemplo, el impuesto sobre la Tierra, la instruccin pblica, la inmigracin sana y puesta a la paz sin sables ni caones.
Realizar esos propsitos es ya una gran tarea para un partido
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que a un movimiento tan complejo y tan vasto y tan mltiple como ste de la emancipacin de los trabajadores, le hace falta la
idealidad del soador, tanto como la dialctica de la ciencia emprica; le hace falta la emocin que eleva, dignifica, ennoblece
las acciones, tanto como la acumulacin de experiencias cargadas de insensibilidad, en la fra, en la adusta, en la desolada estepa del realismo poltico".
Agradecimientos
A mi esposa;
Anglica Araceli Affranchino de Movsichoff
A la Biblioteca Juan B. Justo.
Bibliografa
Mario Bravo: "La Revolucin de Ellos", Editorial La Vanguardia, Buenos Aires, 1932.
- "La Ciudad libre", Ferro y Gnoatto Editores, Buenos Aires,
1917.
- "Captulos de Legislacin Obrera", Imprenta A. Garca, Buenos Aires, 1927.
Ramn Columba: "El Congreso que yo he visto", Editorial Ramn Columba, 4a edicin, Buenos Aires, 1983.
Juan B. Justo: "Teora y Prctica de la Historia", Editorial La
Vanguardia, Buenos Aires, 1932.
Bernardo Movsichoff: "Ideario de Sarmiento", Seleccin y Prlogo, Torres Agero Editor, Buenos Aires, 1988.
Alfredo L. Palacios: "Estadistas y Poetas", Editorial Claridad,
Buenos Aires, 1951.
Juan A. Solari: "Hombres de la Repblica", Editorial Afirmacin, Buenos Aires, 1966.
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CANCIN DE LA PAZ
El sol fecunda las campias,
los sembradores sembrando van.
Grandes cosechas colman el mundo:
Esa es la paz.
A la distancia en la llanura
se eleva el humo del dulce hogar.
Vuelan en torno las golondrinas:
Esa es la paz.
En los jardines floridos
desgrana perlas el fontanal.
Hay un idilio junto a la fuente:
Esa es la paz.
Diez mil navios en las drsenas,
diez mil navios van a zarpar.
Por el mar vienen diez mil navios:
Esa es la paz.
Por los senderos en tumulto
los campesinos vienen y van;
pasan cantando los campesinos:
Esa es la paz.
Vibra la vida en las metrpolis,
destruye y crea sin descansar.
Vibra la vida! Triunfa la vida!
Esa es la paz.
Y en las aldeas y ciudades,
y en las montaas y en las campaas
ninguno falta, todos estn:
Estn los viejos y los jvenes,
estn los hijos y estn las madres!
Esa es la paz.
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Nace en Tucumn.
Se recibe de abogado en la Facultad de Derecho de
Buenos Aires.
Director de "La Vanguardia".
Diputado Nacional.
Diputado Nacional.
Diputado Nacional.
Miembro del Consejo Directivo de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Senador Nacional.
Viaja a Europa
Senador Nacional.
Director de "La Vanguardia".
Diputado Nacional.
Fallece en Buenos Aires.
Obras
1909191019181920192319251926192719291932-
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Proyectos de Ley
Amnista a los infractores de la Ley de Arrendamiento.
Reforma del Cdigo Civil
Homenaje a Juan B. Alberdi
Tramitacin de cartas de ciudadana
Discusin
Accidentes de trabajo en reparticiones nacionales
Incompatibilidades parlamentarias
Modificacin de la Ley Orgnica del Ejrcito
1914
Proyectos de Resolucin
Juicio poltico al juez letrado de Misiones, Dr. Severo
Gonzlez.
Irregularidades en las crceles y en la administracin de justicia.
Discusin
Venta de los barcos de guerra "Rivadavia" y "Moreno".
Prerrogativas y fueros parlamentarios.
Multas por transgresiones a las leyes del trabajo.
Presupuesto para 1915.
1915
Proyectos de Ley
Reforma de la Ley Orgnica municipal.
Reglamentacin del trabajo en la industria azucarera de la
Repblica.
Discusin
Jubilacin de empleados ferroviarios
Establecimiento de un frigorfico en la provincia de Corrientes.
Pensiones.
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1916
Discusin
Proyecto de declaracin referente a mejoras del personal de
Correos y Telgrafos.
Rgimen municipal en la ciudad de Buenos Aires.
Cuentas de la Administracin del ao.
Presupuesto para 1917.
1917
Proyectos de Ley
Divorcio
Procedimiento para la obtencin del ttulo de ciudadana.
Rgimen municipal de las provincias.
Pago de mejoras y plazos de arriendos.
Exencin del impuesto de contribucin directa a escuelas
particulares.
Represin a la trata de blancas.
Impuestos a la exportacin de carnes.
Ley bsica de Seguro Nacional.
Higiene y seguridad en los lugares de trabajo.
Discusin
Renuncia como miembro de la Comisin Administradora de
la Biblioteca del Congreso.
1918
Proyectos de Ley
Reglamentacin del trabajo en la industria azucarera.
Divorcio.
Abolicin del derecho de la matrcula escolar.
Jornada legal de trabajo.
Reforma de la Ley de Accidentes de Trabajo.
Discusin
Presupuesto para 1919.
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1919
Proyectos de Ley
Subsidio de desmovilizacin
Impuesto progresivo a la tierra y al mayor valor.
Ley de Inmigraciones.
Discusin
Preguntas respecto al estado de los proyectos sobre el
divorcio y reformas de la Ley de Matrimonio.
Sueldos de los Expedicionarios al Desierto.
1920
Proyectos de Ley
Jornada legal de trabajo.
Trabajo en da sbado.
Reglamentacin del trabajo de mujeres y menores.
Reforma de la Ley de Accidentes de Trabajo.
Descanso dominical.
Asociacin de trabajadores.
Prohibicin de la venta de licores
Proyecto de Ley
Reglamentacin de agencias bancarias y martimas.
Discusin
Control del mercado de carnes.
Ley general de Presupuesto.
Proyecto de Ley de Armamentos.
Mocin sobre Ley de Alquileres.
Jubilacin de empleados ferroviarios.
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1925
Proyectos de Ley
Reforma a la Constitucin Nacional, para separar al Estado
de la Iglesia Catlica.
Divorcio
Modificaciones a la Ley N 2.873 (General de Ferrocarriles).
1926
Discusin y Mociones
Derechos civiles de la mujer.
Asociaciones obreras y patronales.
Rgimen de las sociedades cooperativas.
Fomento de cooperativas.
Interpelacin
Al seor Ministro de Hacienda, sobre la deuda flotante de la
Nacin.
1927
Proyectos de Ley
Divorcio (reproduccin).
Reforma de la Constitucin Nacional, para separar al Estado
de la Iglesia Catlica (reproduccin).
1928
Solicitud
Licencia para faltar a las sesiones del perodo.
1929
Proyectos de Ley
Censo general de la poblacin de la Repblica.
Derechos polticos de la mujer.
Divorcio (reproduccin).
Pensiones a la vejez.
Sociedades colectivas de responsabilidad limitada.
Discusin
Aplicacin de las leyes del trabajo.
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Arrendamientos agrcolas.
Construccin de lneas frreas en Salta y Jujuy.
Ley general de Presupuesto para 1930.
1930 - 1932
Proyectos de Ley
Derechos polticos de la mujer (reproduccin).
Divorcio (reproduccin)
Pensiones a la vejez (reproduccin)
Derogacin a la Ley de Extraamiento para extranjeros.
Subsidios a poblaciones perjudicadas por la lluvia de
cenizas.
Registro Nacional de Identificacin.
Discusin
Censo de desocupados.
Impuesto a las herencias.
Impuesto a los rditos.
Tarifas postales y telegrficas.
Amnista de delitos polticos y militares.
1933
Proyectos de Ley
Impresin de las obras de Joaqun V. Gonzlez.
Proteccin a la maternidad.
Reglamentacin del Estado de Sitio.
Subsidio mensual a los ciegos que carezcan de recursos.
Discusin
Proteccin a la propiedad cientfica, literaria y artstica.
Reformas al Cdigo de Comercio.
Reformas al Cdigo Penal.
1934
Proyectos de Ley
Censo general de la poblacin.
Divorcio (reproduccin).
Pensiones a la vejez (reproduccin).
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Discusin
Monumento a la memoria de Juan Bautista Alberdi.
Reglamentacin de los juicios de indemnizacin por accidentes de trabajo.
1935
Proyectos de Ley
Derechos polticos de la mujer.
Subsidio a la Liga Argentina contra la Tuberculosis.
Discusin
Fondo permanente de la Comisin Nacional de Cultura.
Investigacin del comercio de carnes.
1936
Proyectos de Ley
Inembargabilidad de cosas u objetos de uso indispensable
del deudor.
Represin de delitos electorales.
Discusin
Extincin de la langosta.
Obras de riego en la provincia de Salta.
Represin del comunismo.
1937
Proyectos de Ley
Entrega de fondos a la Junta encargada del monumento en
homenaje a Juan Bautista Alberdi.
Pensiones a la vejez (reproduccin).
1942-1943 (Vuelve por breve lapso a la Cmara de Diputados)
Proyectos de Ley
Aumento de los sueldos y salarios de los obreros y empleados de la industria, el comercio, el transporte y tareas rurales.
Caducidad de la concesin o prrroga de la misma otorgada
a la CADE y CIADE.
Caja Nacional de Seguros de Enfermedad, desocupacin y
pensiones a la vejez.
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TEXTOS PARLAMENTARIOS
DE MARIO BRAVO
Discursos y Proyectos de Ley*
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REFORMA MUNICIPAL
Cmara de Diputados. Proyecto de Ley
Sesin del 15 de septiembre de 1913
(Se propone la aplicacin a la eleccin del Concejo Deliberante
de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, de las disposiciones de la Ley Nacional de elecciones, y otras reformas a
la ley orgnica municipal).
das y las calles sin luz; la ciudad higinica y la ciudad que recibe tardamente los beneficios de la limpieza publica, que se
paga, no obstante; los barrios donde la mortalidad es de un
17.61 por m i l , como en la seccin obrera de San Bernardo, y
donde es de 9.75 por m i l como en la parroquia cuidada del Socorro; barrios asegurados contra el avance de las aguas y barrios que claman peridicamente contra las inundaciones; barrios ocupados por extensos latifundios inhabitados, y barrios
donde la poblacin debe aglomerarse en casuchas miserables
y en conventillos horribles.
Esta desigualdad en la distribucin de la accin municipal
asume proporciones ms odiosas cuando la administracin del
sufragio calificado construye avenidas diagonales y resuelve el
ensanche de calles, descuidando la atencin de las necesidades
ms elementales de gran parte de la ciudad, para aplicar los d i neros pblicos a la ejecucin de obras cuya demora a nadie perjudicara. Como documento ilustrativo, entrego para su publicacin en el Diario de Sesiones, una planilla conteniendo el precio
pagado por la municipalidad en las ultimas expropiaciones para apertura de diagonales y para ensanche de calles, publicacin
que adquiere nuevo inters en el momento actual, cuando una
extensa zona de la capital se encuentra bajo las aguas y miles de
familias en la miseria.
La intervencin de las fuerzas populares en el gobierno municipal de los pases extranjeros, ha permitido orientar la poltica de las comunas hacia fines esencialmente sociales y colectivos. Las municipalidades han dejado de ser entidades encargadas por exclusivo del ornato de las ciudades para convertirse en
verdaderas administraciones de los intereses del pueblo, dando
a la esttica urbana, no obstante, el sitio que le corresponde. Inglaterra, Alemania y Suiza muestran al respecto ejemplos notables y todas las ciudades europeas, sin distinciones, han sido en
estos ltimos tiempos de serias dificultades para la vida del
pueblo, las encargadas de abaratar los consumos mediante la
municipalizacin de los suministros y de aumentar sus propias
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rentas, en franca competencia con el capital privado, por una inteligente y provechosa explotacin de los servicios pblicos.
Como una garanta del recto ejercicio de la soberana popular en el poder ejecutivo -deca Alberdi en sus "Elementos del derecho publico provincial argentino"- la ciencia ha subdividido este
poder en "poltico" y "administrativo ", entregando el primero,
como ms general, ms arduo y ms comprensivo, al gobierno o
poder ejecutivo propiamente dicho; y el segundo, a los cabildos
o representaciones departamentales del pueblo, como ms inteligentes y capaces de administrar los asuntos locales que interesan a la justicia inferior, a la polica, a la instruccin, a la beneficencia, a los caminos, a la poblacin, etc. Segn esto -agregabason los cabildos o municipios unos pequeos poderes econmicos y administrativos elegidos directamente por el pueblo, para
ejercer la soberana que delega constitucionalmente en ellos, en
orden a dirigir y administrar, sin injerencia del poder poltico o
gobierno general de la provincia, los intereses propios de cada
localidad o vecindario, en los citados ramos de polica, justicia,
instruccin, beneficencia, caminos, poblacin y mejoras materiales e inteligentes de todo gnero.
En estas pocas lnea condensbase el pensamiento de la autonoma de los municipios, de su carcter popularmente electivo
y de su funcin social como administradores de los intereses pblicos y como distribuidores de los servicios sociales. Estas ideas
patrocinaron la clusula constitucional del artculo 5, ampliada
en fundamentos en las "Bases", y estas ideas se tradujeron en las
disposiciones de la constitucin de la provincia de Mendoza que
entrara a regir en 1855 y sirviera de modelo a las constituciones
que en esa poca dictaran San Luis, Santa Fe, Catamarca, Tucumn, San Juan, Salta, Jujuy La Rioja, Corrientes.
El rgimen municipal de la repblica, sometido tcitamente
al control del poder central por el mismo artculo 5 de la constitucin vigente, hubiera tenido siempre la tendencia democrtica que le imprimiera el concepto modernsimo de Alberdi, si la
convencin reformadora, para mantener inclume la constitu35
cin de Buenos Aires, no hubiera aceptado la reforma de la constitucin del ao 1853, podando el referido artculo, al suprimirle lo que era su complemento indispensable: la revisin de las
constituciones provinciales, antes de su vigencia por el congreso nacional.
La falta de esta clusula complementaria hace de difcil contralor el cumplimiento del artculo 5 por el poder central. Cmo puede saber ste, si el rgimen municipal de una provincia
es el que exige la constitucin, si el Congreso no ha dado en forma de ley la pauta del rgimen para la repblica entera: y si el
Congreso no puede, porque sus facultades estn mutiladas por
la reforma, intervenir en las disposiciones constitucionales de
las provincias? A esto tenda el proyecto que presentara el ao
pasado el seor diputado Lisandro de la Torre: a fijar el criterio
del poder central en cuanto a rgimen municipal, para poder
apreciar, en un momento dado, si las provincias cumplan los requisitos constitucionales, estando dentro de la ley general, o si
no lo cumplan, permaneciendo fuera de la ley.
La experiencia poltica de cincuenta aos ha demostrado que
las provincias son incapaces de asegurar la instruccin primaria,
y el gobierno central ha debido ir a llenar esta funcin por las
subvenciones escolares primero -sancionadas contra la opinin
de los federales del Congreso- y por medio de la ley Linez ms
tarde. La administracin de justicia ser tarde o temprano funcin de la nacin en todo el territorio, y en cuanto al rgimen
municipal, si es que se desea constituir el pas sobre bases democrticas profundas, ser al Congreso de la nacin a quien le corresponda la tarea de organizarlo.
La marcha del sufragio ha ido en sentido inverso al desarrollo
de la capacidad cultural y material del pueblo de la capital. Cuando la ciudad ha adquirido el desenvolvimiento de que dan cuenta los censos y las estadsticas, menos se tiene en consideracin la
capacidad de sus habitantes y el progreso de la metrpoli.
Se observa por igual que mientras el Congreso encuentra lgico implantar el rgimen municipal amplio en el territorio na36
cional del Chaco (ley de 18 de octubre de 1872, numero 576, concepto de gobierno municipal que ha sido mantenido en todas las
leyes hasta la vigente en los territorios nacionales) no lo cree posible en 1882 en la capital de la repblica, y lo estima menos posible en 1907, manteniendo hasta hoy la ley prohibitiva del voto
municipal sancionada en este ao de 1907.
La tendencia est, pues, en contradiccin no slo con los precedentes de las leyes municipales para las capitales provisorias
(leyes de mayo de 1853 y de septiembre de 1860), sino tambin
con las propias leyes del Congreso para los territorios nacionales y ciudad de Buenos Aires.
Distinta evolucin ha sufrido la legislacin municipal en
otros pases. Estudiando esas leyes, se observa como una manifestacin constante de treinta aos a esta parte, la tendencia a
ampliar los derechos ciudadanos en el rgimen municipal, consagrando el sufragio amplio y universal, como Francia, incorporando a la vida electoral de las comunas a las mujeres, como en
Inglaterra o Noruega, o como se proyecta, actualmente, para la
provincia de Crdoba.
En sntesis, seor presidente, la reforma que propicio, tiende
a dar a la capital de la repblica el rgimen municipal de que gozan, desde hace cuarenta aos, las poblaciones de ms de mil
habitantes del territorio nacional del Chaco.
Nuestra ciudad de Buenos Aires, deca el seor diputado
Saavedra Lamas en su estudio sobre el rgimen municipal de esta ciudad, tiene privilegios inmutables que nacen de las condiciones que la naturaleza misma le ha dado en su posicin geogrfica y sean cuales sean las evoluciones del progreso de la repblica, ha de tener siempre en la situacin de sta, un papel y
una funcin preponderantes. Es exacto. Esta ciudad es ahora y
lo ser cada vez ms el laboratorio de las grandes experimentaciones sociales, ser el centro de irradiacin del pas, ser el teatro de nuevos y provechosos ensayos del pueblo. Falta slo que
demos al pueblo la posibilidad legal de realizar el gobierno propio, modalidad substancial en la repblica, acordndole la capa37
cidad que precisa para poner en juego la gran fuerza del progreso y de la democracia: el sufragio consciente, universal y libre.
Por estos fundamentos y sin creer necesario detenerme a explicar el alcance de otras reformas que propicio, pido el apoyo
de la honorable Cmara para que mi proyecto pase a estudio de
la comisin respectiva.
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REGLAMENTACIN D E L TRABAJO EN
LA INDUSTRIA AZUCARERA
Cmara de Diputados. Proyecto de Ley
Sesin del 6 de agosto de 1915
Sr. Bravo - Nuevamente someto a la consideracin de la honorable Cmara la iniciativa que presentramos los diputados
del grupo socialista parlamentario, en 1913, reglamentando el
trabajo en la industria azucarera.
No voy a entrar a refutar las argumentaciones con que suele
fundarse el amor al proteccionismo capitalista, respecto a los beneficios directos que de l recibe la clase trabajadora. Es un hecho demostrado ya que las ganancias que el rgimen proteccionista da a los industriales, no tienen influencia ni repercuten directamente sobre los salarios de los trabajadores empleados. Un
estudio muy documentado de escritor belga, sobre los salarios y
la proteccin, ha confirmado acabadamente que los salarios de
los empleados no aumentan con las ganancias los patrones; que
si hubiera correlacin entre los beneficios y los salarios seran
ms elevados en las industrias prsperas que en aquellas cuya
situacin no lo es; que no existe tampoco ninguna relacin directa entre la tasa de los salarios y los beneficios industriales; que
los salarios dependen de la productividad del trabajo y del acrecentamiento del capital industrial; que los salarios altos cuestan
menos al patrn que los salarios bajos; que la proteccin detiene
el desarrollo de la tcnica industrial, y finalmente, para no mencionar otras conclusiones, el mismo escritor ha demostrado con
ejemplos concluyentes, cmo dentro de las mismas clasificaciones industriales, es mejor la situacin de los obreros que trabajan en una industria no protegida, que la de los obreros que trabajan en la misma industria protegida.
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PROYECTO D E L E Y D E DIVORCIO
Cmara de Diputados
Sesin del 15 de junio de 1917
(El proyecto de ley, de 53 artculos, lleva la firma de Mario
Bravo, quien lo fundamenta, y de nueve legisladores ms, entre ellos Juan B. Justo y Nicols Repetto).
Sr. Bravo - No tendra necesidad de explicar el motivo poltico de la presentacin de este proyecto de ley reformando el cdigo civil, sabindose que lo hago en nombre del Partido Socialista cuyo programa constituye nuestro mandato parlamentario;
pero debo expresar los motivos de orden jurdico y social determinantes de las otras firmas no socialistas, por cuanto una coincidencia de propsitos las justifica y porque la efectividad de esta iniciativa en nuestra legislacin estamos dispuestos a bregar
sin tregua.
Nuestro proyecto de divorcio es la renovacin de una antigua
idea en cuanto idntico mvil la inspira hoy, como hace treinta
aos; pero nuestro proyecto es una nueva iniciativa, en cuanto
avanza sus alcances a lmites ms amplios, ponindose en contacto con las realidades de la vida social argentina, sin pretender
comprender todas las de su orden, aunque aspirando a no descuidar ninguna.
Deseamos completar la obra legislativa del Congreso que
sancionara el registro civil y el matrimonio civil, porque estamos
hondamente convencidos por la experiencia de la ley de matrimonio en sus treinta aos de vigencia, que ella aparecer cada
vez ms incompleta y que cada vez sern ms graves las consecuencias de su inflexibilidad.
El cuerpo legislativo de aqul tiempo, despus de la lucha
que tuviera que realizar para sancionar el proyecto del Poder
Ejecutivo, pudo pensar que un gran paso se haba dado en el orden de las ideas y de las relaciones jurdicas. Sin duda as resultaba a travs de los debates parlamentarios, de la polmica periodstica y de la controversia popular. Hoy, contemplando con
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siglos en el pasado y ha de serlo a travs de los siglos en el porvenir, la unin efectiva deliberada y consciente del hombre y de la
mujer para la formacin de la familia mediante la vida en comn,
el legislador no puede dejar de contemplar los hechos que llegan
a quebrantar los fundamentos del matrimonio as concebido en su
esencia, para destruir la funcin fundamental de la reproduccin
de la especie, en su perpetuacin por el adulterio o en su aniquilamiento por la prostitucin. El legislador no puede ignorar que la
ley actual fomenta la pasin delincuente que puebla las crceles, la
degeneracin fsica que alista los planteles de los hospicios y de los
asilos, en la desorbitacin de hombres y mujeres, sin amparo en la
ley, que cruzan como valores morales reducidos a cero, por todos
los caminos de la abyeccin. El legislador no puede desentenderse de la formacin de proles irresponsables de su existencia, que
sobreviven a la ruina del hogar para maldecir a los que diranles
el ser o murmurar desde la tiniebla de su rencor contra el fardo de
la vida o reaccionar contra la cobarda que les impide la existencia,
en nombre de la mentira convencional.
Por lo que se refiere a las situaciones de hecho, la ley contempla las dos nicas situaciones legalmente posibles:
a) o la separacin personal de los esposos, conservando los
cnyuges el vnculo matrimonial como lo establece actualmente
el cdigo civil;
b) o el divorcio volviendo los cnyuges a su libertad originaria con la disolucin del vnculo matrimonial en forma absoluta, como lo dispone nuestro proyecto.
Los cnyuges que por razones de ndole personal, religiosa,
social, de intereses materiales, etctera, entienden que necesitan
disociarse sin destruir su matrimonio, se acogern a las prescripciones del cdigo, mediante la separacin personal judicialmente decretada. Los cnyuges que entiendan que les es necesario disociar su hogar destruyendo el vnculo del matrimonio,
acudirn a las prescripciones de la ley de divorcio.
(Pasa el proyecto a la Comisin de Legislacin).
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Pero fuera de este marco estrecho de la legislacin, en el orden de las actividades de la mujer soltera, de la mujer legalmente separada del marido o divorciada en consideracin a lo que
puede contribuir al desarrollo complejo de la mujer como parte
integrante de la sociedad, las leyes no la han tenido en cuenta sino cuando las condiciones del estado social obligaron a fijarse
en ella como fuerza de trabajo, utilizable en provecho del capitalismo. Para que pudiera soportar con menos protesta su condicin de explotada, ms que por considerarla indispensable para la existencia de la humanidad, se dieron las primeras leyes reglamentando su trabajo.
De los factores que ha impulsado el progreso legislativo en
orden a los derechos de la mujer, el ms importante es el que se
refiere a las funciones cada da ms complejas que debe realizar.
Ha ido incorporndose a las actividades del trabajo y ha llegado
a ser como el hombre, obrera o empleada en la industria, en el
comercio, en la administracin, en el campo y en la ciudad, realizando en el dominio de las ciencias y de las artes la demostracin irrefutable de su capacidad.
En 1823 Rivadavia inici entre nosotros la guerra contra el
prejuicio, llamando a la mujer a colaborar en las primeras tareas de la asistencia social, dando ocupacin a su inteligencia en la docencia pblica, dotndola de la preparacin cientfica que debe servirle para las tareas fundamentales de la
maternidad.
El articulado del proyecto que someto al Senado es sencillo,
y su simple lectura informar de sus alcances. Lo que interesa a
mi partido, como primera cuestin, es que la ley consagre la
igualdad de derechos civiles como regla, y que, en mrito de esta regla, la mujer pueda encontrar la posibilidad de ejercer, para
su elevacin y en provecho social, las mismas actividades sanas
que el hombre. Cuanto a la mujer casada, aspiramos a que pueda ejercer su profesin, disponer de sus salarios, administrarlos
y usar de sus derechos fundamentales de asociacin, sin estar
sujeta a la autorizacin del marido o del juez.
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INVESTIGACIN D E L CUMPLIMIENTO DE LA L E Y
DE ADQUISICIN DE ARMAMENTO
Cmara de Senadores
Sesin del 25 de septiembre de 1934
(El siguiente debate dur tres das).
Sr. Bravo - La ltima parte de la sesin de ayer, seor presidente, fue dedicada por m a considerar las relaciones entre la
Comisin de Adquisiciones en el extranjero y la fbrica de municiones de Hirtenberg. Di los datos oficiales que tena a mi alcance del anticipo, a mi juicio inmotivado, por la suma de
150.000 dlares, hecho por el presidente de la Comisin de A d quisiciones, General Belloni, a la fbrica de municiones, a cuenta de un contrato que el general Belloni deca que no estaba
aprobado, cuando en realidad, a la fecha en que l ofreci ese d i nero a la fbrica, tena ya la comunicacin oficial y l mismo la
haba contestado de estar ese contrato aprobado por el Poder
Ejecutivo.
Hice referencia tambin, a las intervenciones ante el directorio de la fbrica de municiones, del sobrino del general Belloni,
seor Jonghi, y le la declaracin prestada ante el teniente coronel Montes, por el director de la fbrica, seor Mandl, haciendo
constar que el seor Jonghi, se haba presentado invocando parentesco con el seor presidente de la Comisin de Adquisiciones, para patrocinar una supuesta gestin de un emprstito en
favor de la provincia de Buenos Aires, por la suma 50.000.000 de
dlares. Destaqu la circunstancia de haber sido rechazados los
servicios de este seor Jonghi, ofrecidos al director de la fbrica
para obtener la representacin de la misma en los negocios con
la Repblica Argentina.
Dije que la comisin se haba dirigido al gobierno de Buenos
Aires, solicitando antecedentes sobre esta gestin financiera y
que el gobierno de la provincia nos haba contestado, hacindonos saber que se careca de todo antecedente al respecto.
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Y cit que en la tramitacin de un contrato para adquirir municiones para pistolas Colt, el presidente de la Comisin de A d quisiciones autoriz al jefe del detalle, teniente coronel Falcato,
para someter a la fbrica, con anticipacin a la fecha en que deba decidirse la adquisicin y con "carcter confidencial" - dice
la comunicacin - los documentos que la fbrica necesitaba para hacer su propuesta.
Estos hechos y las actividades del sobrino del presidente
de la comisin de Adquisiciones han constituido para m un
motivo de honda preocupacin, y debo decir al Honorable
Senado que he puesto todo mi empeo para seguir los pasos
de este caballero en sus incursiones por las fbricas a objeto
de poder traer al Honorable Senado la comprobacin de sus
vastas, de sus extensas, de sus provechosas vinculaciones con
las empresas que estn haciendo un negocio con el gobierno
argentino.
Se ha dicho que deba apartarse completamente del conocimiento de estos hechos al entonces presidente de la Comisin de
Adquisiciones, general Belloni. Yo no tengo elementos para formular una acusacin, para hacer una aseveracin precisa y categrica de que el presidente de la Comisin de Adquisiciones, general Belloni, haya tenido participacin o intervencin de una
manera consciente en los actos de este personaje adherido a las
actividades de l, como presidente.
Pero todo hace suponer que en alguna forma, por el largo
perodo de tiempo en que este seor ha ejercitado sus actividades, en alguna forma deba haber filtrado el conocimiento
de stos, al presidente de la Comisin, dado su carcter desgraciado de pariente. Y en mi afn por atestiguar o comprobar las sospechas, dir as, puse al servicio de esta investigacin una larga paciencia para averiguar los actos de un sujeto que no ha tenido nunca nada que hacer, de una manera oficial, con los actos de la Comisin de Adquisiciones. Para llegar a esas comprobaciones he esperado algn tiempo y he obtenido, felizmente, los resultados que voy a hacer conocer a la
Honorable Cmara.
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pitas de latn. Todava no he contestado este pedido no teniendo su respuesta. Muchos saludos . Fritz'".
Tengo en mi poder la copia fotogrfica de la carta dirigida del
seor Mandl a Tito Jonghi.
Pero es que no se relacionaron los asuntos nicamente con la
tramitacin del contrato, porque antes de esta fecha, 2 de noviembre de 1927, ya el seor Mandl estaba en relacin con el
doctor Tito Jonghi para el arreglo de las cuentas de las comisiones y para la preparacin de contratos por municiones especiales que ms tarde aprobara la Comisin con el nmero 227, adicional 1".
La carta de 25 de agosto de 1927, dirigida por el director de
la fbrica al seor Tito Jonghi, dice lo siguiente: " M u y honorable seor doctor: En la revisin del ltimo arreglo hecho en comn en Hirtenberg he comprobado, a mi pesar, que se haba
cometido por nosotros un error de adicin al sumar los 3,5%
que alcanzan a 51.905 pesos - se entiende dlares - y el excedente de precio de 16.275 pesos. El resultado de esta suma era
de 78.180 pesos - se entiende siempre dlares - en lugar de
68.180; en el control de su carnet, donde usted ha anotado el
descuento, usted encontrar este error. Tengo el pesar por deber informarle, pero he descubierto este error recin ahora, al
revisar mis cuentas. Me interesa mucho el demostrarle que yo
quiero hacer lo que me sea posible para arreglar esta omisin
y le formulo la proposicin siguiente: En razn de nuestro convenio, usted tendra que recibir 63.180 pesos -se entiende dlares - por una parte y 2.870 florines holandeses por otra, lo que
hace en conjunto cerca de 70.000 pesos. Yo deseo pagar sobre
estos contratos, por todo 74.000 dlares, asegurndole no contarle el embalaje de valor de 1 peso del pedido prximo que recibiramos sobre las municiones SS SMK o luminosa, hasta que la diferencia de 10.000 pesos est pagada. Yo espero que
usted quiera ver aqu mi buena voluntad y sobre todo, el deseo
de eliminar cualquier aspereza entre usted y yo, y para mostrarle que deseo hacer todo a fin de que reconozca la sinceridad de mis esfuerzos. Por esta razn hago remitir para su
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cuenta en el Ostenrreichischen Creditanstalt fur Handel v. Gewerbe en Viena dlares 30.000 a cuenta de su crdito. Si usted
lo desea, y yo lo querra mucho, deseara verlo otra vez antes
de su partida para Amrica. Yo podra estar en Bruselas el 3
4 de septiembre, pues estar en Pars el 5 y 6 de septiembre; as
podramos encontrarnos en Pars o Bruselas, y si usted quiere
hacer lo posible para que nos veamos en Pars o Bruselas, me
causara gran placer. Quiera aceptar, seor doctor, la seguridad
de mis sentimientos ms distinguidos. Firmado: Mandl - Seor
doctor Jonghi. - Bruselas".
Tengo aqu tambin la copia fotogrfica de esta carta.
Y para establecer la forma descarada en que se hacan las tramitaciones entre el sobrino del presidente de la Comisin y el
director de la fbrica municiones, quiero leer una comunicacin
del presidente de la Comisin, seor general Belloni, y otro documento relacionado con las vinculaciones entre le director de la
fbrica y el seor Jonghi.
El 24 de noviembre de 1927, el presidente de la comisin, general Belloni, se dirige al director de la fbrica Hirtenberg, d i cindole lo siguiente: "Referencias. Municiones especiales. General de divisin, Jos Belloni, al director de fbrica. Seor d i rector: despus de la conversacin tenida en presencia del seor teniente coronel Molina con usted, encargamos a su casa,
bajo las condiciones del contrato nmero 227, 5.000.000 de cartuchos luminosos perforantes y 5.000.000 de cartuchos perforantes y adems 5.000.000 de cartuchos de reglaje, estos ltimos
al precio de 185 dlares, c.i.f., Buenos Aires. Este pedido le ser
pasado cuando usted haya aceptado la proposicin formulada
por m sobre la patente de fabricacin sobre la patente de fabricacin de la municin luminosa y la de tiro de reglaje. Quiera
aceptar, seor director, mi saludo distinguido - Jos E. Belloni,
general de divisin".
Dos das antes de la comunicacin de este contrato a la fbrica, el Banco Creditanstalt de Viena dirigi al seor Tito Rodolfo
Jonghi en Bruselas, 65 ru de la Valle, que es el mismo domicilio que tena con su pariente, el presidente de la Comisin, una
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Y fuera de esto, la fbrica tiene capacidad de ganancia suficiente como para dar al sobrino del general Belloni una comisin reconocida 31/2 %, que yo no s si ser exactamente las sumas liquidadas en la correspondencia que acabo de leer.
Qu podamos esperar, seor presidente, de las condiciones
tcnicas de la fbrica, de la benevolencia de la fbrica al ofrecer
gratuitamente sus servicios a la Comisin argentina, del empeo de la fbrica en preparar municiones especiales de cuyo xito no hay todava una constancia definitiva, exacta? Todo esto,
seor presidente, llev a mi espritu la conviccin de que, aparte de lo que podra ser la operacin comercial entre la Comisin
de Adquisiciones en el extranjero y la fbrica de municiones de
Hirtenberg, habra algunas otras cosas, y esas cosas han resultado, desgraciadamente, de la magnitud que acabo de sealar, con
los documentos que en copia fotogrfica he ledo.
Sr. Ministro de Guerra - Me permite el seor senador una
interrupcin?
Sr. Bravo - S seor ministro.
Sr. Ministro de Guerra - En primer lugar, seor presidente,
vuelvo a tener que hacer una observacin a la Comisin. Es absolutamente inexplicable que un senador de la Nacin traiga a
la Cmara lo que ha debido presentar a la Comisin.
Sr. Bravo - No insista, seor ministro, en ese aspecto, porque
si yo ocultara documentos, el seor ministro tendra derecho a
hacerme un cargo.
Sr. Ministro de Guerra - Los trae tapados!
Sr. Bravo - Los traigo a la Cmara!
Sr. Ministro de Guerra - Los trae bajo el poncho!
Sr. Bravo - Los traigo bajo el poncho, es exacto, porque no le
voy a entregar ni a la polica de la Capital, ni al presidente de la
Repblica la investigacin de estos hechos. Y va a saber el seor
ministro por qu no puedo entregar ni a la polica de la Capital,
ni al presidente de la Repblica la investigacin de estos hechos.
Sr. Ministro de Guerra - Si me permite seor senador...
Sr. Bravo - Deseo, seor presidente, no ser interrumpido. El
seor ministro sabe que esta es la quinta sesin que yo ocupo la
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El 2 de noviembre de 1927 el director de la fbrica de municiones de Hirtenberg arregla una entrevista con el seor Tito
Jonghi en Bruselas, para concertar lo relativo a un futuro contrato con la Comisin de Adquisiciones en el extranjero por materiales, que ms tarde aparecieron en el contrato nmero 362.
El 4 de noviembre de 1927, el general Belloni, presidente de
la Comisin, paga a la fbrica de municiones el saldo de 636.375
dlares del 50% del contrato 227.
El 10 de noviembre de 1927 la comisin resuelve celebrar otro
contrato por municiones especiales con la fbrica de Hirtenberg,
sin concurrencia previa de otras fbricas, por valor de 2.145.000
dlares.
El 22 de noviembre de 1927 el Banco Creditanstalt, de Viena,
deposita en la cuenta del seor Jonghi la suma de 40.000 dlares, por orden de la fbrica de municiones de Hirtenberg.
El 24 de noviembre de 1927 el general Belloni, presidente de
la Comisin de Adquisiciones, comunica al director de la fbrica de municiones de Hirtenberg que despus de la conferencia
sostenida con l le encargan las municiones "especiales". Este
contrato comprende el material de que se habla ya el 27 de agosto de 1927 en la carta del director de la fbrica. Este material es
objeto del contrato 227 adicional uno.
El 12 de diciembre de 1927 el general Belloni, presidente de la
Comisin, comunica a la fbrica de municiones de Hirtenberg
que se le ha adjudicado el contrato por elementos para fabricar
municin. A esta negociacin se refiere la carta del director de la
fbrica a Jonghi, de fecha 2 de noviembre de 1927. El material de
esta operacin corresponde al contrato 362.
Sr. Snchez Sorondo - Me permite el seor senador?
Sr. Bravo - S, seor senador.
Sr. Snchez Sorondo - Yo quiero hacerle notar que la mayora de la Comisin, en su despacho que corre impreso en la orden del da nmero 26, se refiere, especialmente, en el Captulo
de Cargos, que ha comprobado el gobierno, y no la Comisin, a
la intervencin del doctor Jonghi. De manera que este punto estamos de acuerdo la mayora con la minora.
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Sr. Bravo - S, seor senador; pero como el seor senador estaba en su banca cuando comenc la referencia de estos hechos,
quiero hacerle notar, a mi vez, que no obstante tratarse de asuntos que ya fueron indagados por el gobierno, he debido valerme
de medios particulares de informacin para poder comprobar
las actividades del seor Tito Jonghi en estos asuntos.
Sr. Snchez Sorondo - Yo lamento que el seor senador no haya llevado al seno de la Comisin el conocimiento de esas informaciones particulares tenidas por l, porque tal vez se hubiera
ampliado el dictamen de la mayora.
Sr. Bravo - Voy a dar ms tarde las razones con alguna detencin. Est comprobado su intervencin en las investigaciones
levantadas por los oficiales argentinos que han seguido muy de
cerca los rastros de este sujeto en la actividad de la Comisin,
sin haberse podido, en muchos casos, tener una prueba material, por la resistencia sistemtica de las fbricas a hacer revelaciones. Se ha comprobado que el sobrino del presidente de la
Comisin, - porque es innegable la influencia que ha de haber
tenido en las fbricas el hecho de la convivencia de ambos -, este grado de parentesco y la exhibicin en pblico que ambos
hacan para influir sobre los directores de aquella negociacin,
a fin de que se le reconozca comisin. En esos expedientes hay
algunas comprobaciones interesantes, comprobaciones interesantes que yo he completado en alguna parte: las compras a la
Fbrica Nacional de Armas de Guerra, de Lieja. Una informacin registrada en alguno de los papeles informativos llegados
a la Comisin, papeles oficiales, da cuenta de algunas operaciones hechas con la Fbrica Nacional de Armas de Lieja. Voy a citar a dos contratos, dos adquisiciones, para que se vea la diferencia de los precios de las contrataciones hechas por el presidente de la Comisin, general Belloni, y por el presidente de la
Comisin, general Costa.
El 25 de noviembre de 1927, se adquiri a la fbrica de municiones citada 5.000.000 de cartuchos muser, calibre 7.65, sin cargadores, por 152.000 dlares, y ocho meses despus, el 7 de
agosto de 1928, se adquiere a la fbrica la misma cantidad de
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La copia fotogrfica de esta carta que acabo de leer, la tengo aqu, en mi poder, y la pongo a disposicin de los seores
senadores.
Va a conocer la Cmara, ahora, una contratacin de tipo especial, hecha sin duda con el refinamiento con que las personas
dedicadas a esta clase de negocios y que andan por estos caminos, acostumbran a hacer. Desde luego, cuando lea la copia fo62
togrfica de este documento, a primera vista, no podra descubrirse la clase de asunto y qu clase de firmas son las que participan en l".
Pero las referencias dadas en el cuerpo de este convenio, los
anuncios precisos del mismo, permiten descubrir que se trata de
la firma en abreviatura de la conocida casa Svenska que es la
Svenska Atkietbolaget Tradlos Telegraph de Estocolmo.
Con esta casa se firm en Europa el contrato - me parece que
lleva el nmero 19 - de fecha 21 de octubre di ao 1925, por material telegrfico y telefnico. Se firma ms tarde el contrato nmero 35; las contrataciones se suspenden hasta el 4 de septiembre de 1926, en que el presidente de la Comisin de Adquisiciones firma el contrato nmero 143, que fue aprobado el 14 de octubre, es decir, un mes y diez das despus de haber sido firmado el contrato en Europa, fue aprobado en Buenos Aires, y era
por 24.000 dlares.
Y en enero 7 de 1928, se firm el contrato que lleva el nmero 321, por valor de 345.000 dlares, contrato que fue
aprobado aqu el 3 de mayo de 1928, y el 15 de febrero se firma el contrato nmero 350, aprobado aqu el 4 de mayo de
1928, por valor de 820.000 dlares. Sobre estos contratos, a
estar al convenio del que voy a dar lectura, el seor Jonghi
perciba su comisin de 6% por la mayora del material, contratos que tienen en sus precios, establecido como base, los
precios dados en el contrato nmero 19 de fecha 21 de octubre de 1925.
El texto de este convenio, que est subscripto con iniciales,
unas de las cuales pertenecen al seor Jonghi, dice los siguiente:
"En presencia de dos amigos como testigos, se ha estipulado lo
que sigue a continuacin: La fbrica concede una comisin de:
a) 6% de los precios en usina de todas las entregas sobre material de seales, comprendidos vehculos y accesorios, exclusivamente material de ptica:
b) 3% sobre los cables de los telfonos y de los telgrafos
de los diversos tipos, que se le encargarn en relacin con la
ley 11.266.
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gurado la intervencin de Jonghi. Deca que este hombre desarrollaba sus actividades en el centro mismo de la Comisin
de Adquisiciones. Esto lo demuestra su participacin en la
negociacin fracasada con la casa Cockerill, con respecto al
contrato nmero 363, que no fue aprobado; era una negociacin importante y era un asunto tratado con tanta franqueza,
con tanto desenfado, con tanto cinismo, diramos as, por la
fbrica, que la lectura de las declaraciones hechas por el d i rector general de la fbrica ante la Comisin Militar Investigadora en Bruselas, comisin a cargo del mayor Trejo, lo pone de manifiesto.
Dice la declaracin: "A tres das del mes de noviembre de
mil novecientos veinte y ocho, se present en el escritorio del
seor presidente de la Comisin Militar argentina. (62 Avenue
du Midi), el seor Rene Gase, secretario general de la Sociedad
Cockerill, y en presencia del jefe comisionado, declar al seor
presidente de la comisin, general Manuel J. Costa, lo que sigue: I Que el doctor Jonghi haba estado dos o tres veces en la
casa Cockerill, diciendo ser el sobrino del seor general Belloni, entonces presidente de la Comisin de Compras en Europa,
y solicitando la representacin de la sociedad Cockerill para la
Repblica Argentina. Que la sociedad Cockerill aun cuando rehus de acordar su representacin general al seor doctor
Jonghi, acogi, sin embargo, su proposicin en lo que concerna al asunto en negociacin con la misin, pensando que el
doctor Jonghi poda ser til ms tarde para las operaciones de
expedicin, de recepcin, a la llegada, entrega de fondos, etc.
2 Que la casa Cockerill se encontraba en ese momento en tratos con la Comisin por la provisin de 494 carros para el
transporte de ametralladoras pesadas, (contrato nmero 363),
y tena en fabricacin dos carros modelos. Que durante el curso de la fabricacin de los carros modelos se haban hecho algunas modificaciones para satisfacer a los pedidos de los oficiales encargados del control, razn por la cual la fabricacin
de esos carros se haba retardado. Que en tales circunstancias
se present el seor doctor Jonghi y durante la conversacin el
o
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carse de inmediato y telegrficamente desde Buenos Aires, pero como el precio de los materiales haba subido desde abril y
yo no tena ninguna duda de lo manifestado por ambos seores, que para no perder dinero sobre este contrato, yo no poda demorar la compra de los materiales; que una parte de la
provisin deba ser entregada con suma urgencia, a fin de que
pudiera ser ensayada en las prximas maniobras, yo me d i r i g verbalmente y por escrito, refirindome a la aclaracin de la
aprobacin del contrato y supe que el seor general Belloni
haba vuelto a telegrafiar a Buenos Aires en agosto para solicitar dicha aprobacin. Cuando en agosto los seores oficiales
vinieron a Berln para recepcionar la parte de provisin urgente, me refer de nuevo a la aprobacin y le expliqu que nosotros ya no podramos sostener los precios de los contratos debido a la enorme suba de los materiales, mientras el tiempo
transcurra y que se traduca en prdida de dinero. Durante la
larga incertidumbre de esta tramitacin apareci un da el
doctor Jonghi y despus de una larga conferencia me manifest que l por intermedio de sus relaciones en Buenos Aires,
posiblemente podra acelerar la aprobacin del contrato y que
gustosamente estaba dispuesto a hacerme este favor".
Interrumpo la lectura para decir que la casa Reinhardt estaba
representada en la Repblica Argentina por la compaa Coaric, de modo que dentro del precio que la casa Reinhardt deba
cobrar a la Repblica Argentina estaba implcita la comisin correspondiente a su representante legal en Buenos Aires y adems la comisin correspondiente a su representante ilegal que
era el seor Jonghi.
"Usted comprender - contina la carta - que esto representaba para mi firma una importantsima oportunidad", etctera.
No quiero continuar leyendo para no fatigar la atencin de la
Cmara. Contina dando en esta carta explicaciones sobre los
motivos que indujeron a valerse de las gestiones del doctor
Jonghi a fin de obtener la aprobacin del contrato, carta que demuestra que la fbrica le daba alguna importancia a la persona
de este sujeto en la negociaciones, pues si las gestiones del seor
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tando los servicios de este caballero, y por esa razn negaba toda clase de vinculaciones con l, y como veremos ms adelante,
neg por escrito cualquier informacin relativa a sus relaciones
con el seor Jonghi.
Fue por eso que la fbrica, despus de nuevas gestiones entreg, para ser enviada a la Comisin de Adquisiciones , una nota que dice lo siguiente: "Seor: Su nota de fecha 14 de agosto de
1928, dirigida a los directores de la fbrica de Estados Unidos
nos ha sido presentada por su representante el mayor Juan Carlos Bassi. En su respuesta comunicamos que ninguna comisin
u otra compensacin ha sido pagada ni ser pagada a otra persona que no sean nuestros representantes debidamente acreditados en conexin con los contratos recibidos del Gobierno Argentino - Samuel Stone, presidente".
Pero esta contestacin no era el reflejo de la verdad y el mayor Bassi insisti ante los directores para que quedaran debidamente establecidas las relaciones entre la fbrica y Jonghi. Fue
entonces que los directores de la compaa Colt pasaron a la
Comisin de Adquisiciones una nota concebida en los siguientes trminos: "El seor T. J. Jonghi, a quien usted se ha referido
en la nota anterior dirigida al mayor Bassi, estaba entre los representantes arriba referidos. Durante los aos precedentes a la
adjudicacin de los contratos las negociaciones y pruebas tuvieron lugar en la Argentina y como ellas progresaban estimaron oportuno el tener un ciudadano argentino para ayudarnos
en las negociaciones. En consecuencia se hicieron arreglos con
el seor Jonghi para llevar ms adelante las transacciones. Ahora dicho seor es nuestro representante comisionado para negociar con los gobiernos de varios pases sudamericanos incluso la Argentina.
Aqu tuvieron lugar las experiencias con las ametralladoras
Colt, de modo que, como se ve, la compaa se refiere de una
manera concreta a las experiencias que estaban realizndose en
el pas, y para vigilar estas experiencias fue designado aqu el
doctor Jonghi, "para ayudarnos" en la negociacin. La compensacin por sus servicios - agregaba la carta - es a base de una co73
brica Fritz Werner de Berln, que tiene tambin como su representante legal en Buenos Aires a la compaa Coaric y que est unificada para la representacin de sus asuntos en Alemania
en la oficina tcnica o casa Staudt.
Con la Fritz Werner hemos hecho varios contratos: el nmero 218, que importa 145.000 libras esterlinas, que se firm en Europa el 21 de marzo de 1927. El 31 de marzo, es decir, 10 das
despus de haberse celebrado el contrato anterior, el presidente
de la comisin subscribi con la misma casa otro contrato, el
221, por la suma de 165.000 libras esterlinas.
El contrato nmero 218 fue enviado a Buenos Aires, como el
otro, y oportunamente, recibieron su aprobacin.
Tambin se firm con la casa Fritz Werner el contrato nmero 314, el 20 de diciembre de 1927, por 39.000 libras esterlinas;
el 25 de enero de 1928, el contrato 342, por 17.000 libras esterlinas; y el contrato 347, firmado el 8 de febrero de 1928, por 21.000
libras esterlinas; y el 25 de febrero de 1928, el contrato 358, por
25.000 libras esterlinas.
Al aprobarse estos contratos por la Comisin en Europa y ser
remitidos al Ministerio de Guerra para su consideracin por el
gobierno, el presidente de la comisin, general Belloni, hablando del primer contrato, del nmero 218, por 145.000 libras esterlinas, o su equivalente, que alcanza a 1.743.000 pesos, deca al f i nal de su comunicacin: "Me permito aconsejar su pronta aprobacin por considerar que se trata de una adquisicin de primer
orden, y cuyo costo total resulta muy ventajoso, si se toma en
cuenta los rendimientos de las instalaciones y la calidad de todos los elementos que se contratan".
El gobierno aprob este contrato en trminos normales,
pero sin duda la comunicacin demor algn tiempo, acaso
por la importancia de la remisin de fondos que deba hacerse, y entonces, como la comunicacin de la aprobacin del
contrato por el Poder Ejecutivo tardaba, el general Belloni cablegrafi al Ministerio de Guerra diciendo lo siguiente: "Varios contratistas anuncian no poder mantener precios. Solicito aprobacin contratos, especialmente nmeros 218 y 221",
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trua la prevencin sumaria, la tuviera en cuenta en las investigaciones a realizarse, a cuyo efecto deba llamar al jefe investigador a su presencia y decirle: "Vea lo que se dice en Buenos A i res, busque, investigue, hurgue". Y tanto se busc y hurg, seor presidente, que creo que fue el motivo para que el teniente
coronel Bassi, encargado de ello, descubriera la actividad del seor Jonghi en la comisin de Estados Unidos".
Esa es la verdad que el seor senador estaba ocultando.
Agrego, seor senador, por ltimo: (alzando la voz) si yo fuera el general Belloni y resultaran exactas las cosas que usted afirma, esta misma noche me pegara un tiro. Pero, seor senador,
por el hecho de que un seor Jonghi haya podido cometer un
delito o una irregularidad o lo que fuere, no lo autoriza al seor
senador a echar sombras, como lo est haciendo, sobre los oficiales de nuestro ejrcito!
Sr. Bravo - No acostumbro a hablar fuerte, porque el ruido de
la voz suele apagar el resplandor del razonamiento.
Sr. Ministro de Guerra - Tengo costumbre de hablar fuerte,
es mi modo de ser.
Sr. Bravo - El seor ministro podr tener la costumbre de hablar fuerte; ser su costumbre, la del comando, pero yo no tengo la costumbre del asistente!
Sr. Ministro de Guerra - Disculpe, seor senador, no ha sido
mi intencin tratarlo como asistente - a los que no grito - sino
que pongo pasin, como la pone el seor senador, por el bien
pblico, y es lo que me hace hablar, tal vez, un poco ms fuerte
de lo que deba.
Sr. Bravo - Digo, seor presidente, que el ministro de Guerra
tena la informacin oficial del jefe de Polica.
Sr. Ministro de Guerra - Particular.
Sr. Bravo - Pero, seor ministro, no se puede conocer particularmente la existencia de un hecho de esta naturaleza, que tiene
una relacin de esta ndole; estn de por medio los intereses de
la Nacin. La polica avis que este seor cometa actos en perjuicio de la Nacin. No puede haber informes confidenciales; el
jefe de Polica no le pudo haber ido a decir al ministro de Gue82
La multiplicidad de contratos para la adquisicin de las partidas integrantes de un mismo material, acusara en el presidente de la Comisin de Adquisiciones en el extranjero, imprevisin
en la preparacin de esos contratos.
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Las reglamentaciones dictadas por el Poder Ejecutivo y el M i nistro de Guerra no incluyeron el asesoramiento de la Comisin
Tcnica, la intervencin asesora de las grandes reparticiones del
ministerio en la confeccin de los planes de adquisiciones, ni en
el estudio de los contratos antes de ser aprobados por el Poder
Ejecutivo, salvo en algunos casos.
Se ha imputado a la ley 11.266 gastos que por su naturaleza
no corresponda imputar; y se han hecho adquisiciones en el
pas de algunos materiales de cuya adquisicin estaba encargada la Comisin Especial en Europa.
Se ha adquirido por orden del ministro de Guerra, autos blindados, descalificados para el uso del ejrcito por el jefe del Estado Mayor.
Se adquiri un campo en Villa Mara, provincia de Crdoba,
para fbrica de explosivos, abonndose el precio de 175.00 pesos, superior en mucho al valor fiscal del mismo que era de
37.000 pesos.
Se ha comprobado el uso de fondos de la ley de armamentos
por el ex embajador en Francia para fines ajenos a los de la ley.
(Ocupa la Presidencia el seor vicepresidente provisorio, doctor Carlos A. Bruchmann).
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92
Indice
Mario Bravo, Legislador y Poeta
Prlogo de
Bernardo Movsichoff
"Yo, con mis propias manos..."
Mario Bravo Legislador
"La Ciudad libre"
Educador, periodista, conferenciante
La renuncia
Bibliografa
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