Casería de Los Cipreses de Granada
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E-mail. joseantoniofernandez@ugr.es
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NDICE
PRESENTACIN ................................................................................................................................................. 5
CAPTULO 1. EL CONCEPTO DE CASERA Y SU UBICACIN EN LA CIUDAD DE GRANADA: LOS CIPRESES ................................. 7
CAPTULO 2. HISTORIA DE LA CASERA DE LOS CIPRESES Y DE SUS PROPIETARIOS .......................................................... 19
CAPTULO 3. DATACIN, CATALOGACIN Y NIVEL DE PROTECCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES .................................. 59
CAPTULO 4: RUINA Y DETERIORO DE LAS CASERAS DE LOS CIPRESES Y DE LA TRINIDAD ................................................. 65
CAPTULO 5. DATOS URBANSTICOS Y TCNICOS DE LA CASERA DE LOS CIPRESES ........................................................ 72
CAPTULO 6. LOS USOS DE LOS SUELOS DE LA CASERA DE LOS CIPRESES SEGN EL PGOU DE 2001................................. 78
CAPTULO 7. SEGREGACIN DE LAS PARCELAS DE LOS CIPRESES Y ORGANIZACIN DE SUS SUELOS SEGN EL CATASTRO ....... 81
CAPTULO 8. EMPLAZAMIENTO DE LA CASERA DE LOS CIPRESES EN LA CARRETERA DE JAN ........................................... 87
CAPTULO 9. DESCRIPCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES: ORGANIZACIN DE LA CONSTRUCCIN ............................... 92
CAPTULO 10. DESCRIPCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES: ASPECTO EXTERIOR DE LA FACHADA OESTE...................... 107
CAPTULO 11. DESCRIPCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES: ASPECTO EXTERIOR DE LA FACHADA SUR ......................... 119
CAPTULO 12. DESCRIPCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES: ASPECTO EXTERIOR DE LA FACHADA ESTE ........................ 140
CAPTULO 13. DESCRIPCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES: ASPECTO EXTERIOR DE LA FACHADA NORTE ..................... 164
CAPTULO 14. MATERIALES PRINCIPALES EMPLEADOS EN LA CONSTRUCCIN DE LA CASERA DE LOS CIPRESES ................. 169
CAPTULO 15. ICONOGRAFA DE LA CASERA DE LOS CIPRESES Y SU SIGNIFICADO: LA FORJA ......................................... 179
CAPTULO 16. ICONOGRAFA DE LA CASERA DE LOS CIPRESES Y SU SIGNIFICADO: LA CERMICA.................................... 190
CAPTULO 17. ICONOGRAFA DE LA CASERA DE LOS CIPRESES Y SU SIGNIFICADO: EL JARDN. ....................................... 196
BIBLIOGRAFA CONSULTADA ............................................................................................................................ 206
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PRESENTACIN
Resulta paradjico que en una ciudad universitaria e ilustre como Granada, tan
slo algunas voces aisladas hayan intentado revalorizar el inters por la arquitectura
ligada al entorno rural. En cualquier caso, estas aportaciones slo han centrado su
objeto de anlisis en las viviendas prximas a la ribera del Genil. Pocos o muy escasos
han sido los trabajos que han tratado de evaluar y describir el rico patrimonio agrcola
que existi en las vegas altas, que en Granada eran conocidas como Pago de
Almanjayar.
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que proliferaron en los primeros siglos de nuestra, las cuales estaban organizadas
modo muy similar al de algunos cortijos y caseras contemporneos. Estas
edificaciones contaban, como sucede en la actualidad, adems de las dependencias
agrcolas, con una vivienda para el propietario, la cual con frecuencia dispona de
grandes lujos y comodidades.
Esos planteamientos enlazaran bien con la propuesta realizada por Asn en 1945,
quien plante que tras la cada de los Visigodos, muchas de estas explotaciones
agrarias habran sido asimiladas por los propios musulmanes, que pasaron a llamarlas
machares, alijares, alqueras o almunias. As lo constatara el viajero, orador,
historiador, y poeta Andrea Navagero en su descripcin de Granada realizada en el ao
1526 y cuyo relato forma parte de la Descripcin del Reino de Granada realizada en
1860 por D. Francisco Javier Simonet:
Toda la cuesta donde se asienta Granada por aquella parte (hacia la Cartuja), y
lo mismo hacia la parte contraria, es bellsima, llena de muchas casas y jardines,
todos con sus fuentes, arrayanes y bosquecillos, y en algunos hay grandes y
hermossimas fuentes. Y aunque toda esta parte exceda en hermosura a las
dems, no es desemejante todo el resto de los contornos de Granada, as los
cerros como el llano que llaman la Vega. Todo ello es vistoso, todo placentero a
maravilla, todo abundante en aguas, que no podra ser ms; todo tan lleno de
rboles frutales, como ciruelas de todas clases, melocotones, higos,
membrillos, albrchigos, albaricoques, guindas, y tantos otros frutos, que
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apenas se puede ver el cielo por la espesura de los rboles [], [Navagero,
1526, en Descripcin del Reino de Granada, de Simonet (1860), pp.185-186]
[] por todas partes en torno de Granada, entre los muchos jardines que hay,
as en la llanura como en los cerros, se encuentran, aunque no se vean por los
rboles, tantas casitas de moros esparcidas ac y all, que si se pudiesen juntar,
compondran otra ciudad no menor que Granada. Y aunque en verdad las ms
sean pequeas, tienen todas ellas sus aguas, sus rosales, mosquetas, y mirto, y
toda gentileza, manifestando que en el tiempo en que la dominaban los moros,
esta tierra era mucho ms hermosa que lo es hoy da. Actualmente son muchas
las casas que se van arruinando y los jardines destrozados: porque los moriscos
ms bien van faltando que no creciendo, y ellos son los que tienen todo este
terreno labrado y plantado con tanta copia de rboles como aqu se ve. Porque
los espaoles, no slo en este suelo de Granada, sino en todo el resto de
Espaa igualmente, no son muy industriosos, ni plantan, ni cultivan
voluntariamente la tierra, sino que se dan a otras cosas [] [Navagero, 1526, en
Descripcin del Reino de Granada, de Simonet (1860), pp. 186]
[] y ocupando los valles que hay entre ellos, se extiende largamente por un
espacio llano a la parte de poniente, donde est una hermossima vega llana y
cuadrada, llena de muchas arboledas y frescuras, entre las cuales hay muchas
alqueras pobladas de labradores y gente del campo, que todas ellas se
descubren desde las casas de la ciudad []
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Cortijo: finca dedicada al cultivo extensivo con casa establecida en ella, estando
dedicadas la mayora de las construcciones a funciones agrcolas (cuadras para
ganado, graneros, secaderos, almacenes de aperos).
La variedad del rico patrimonio agrario de la ciudad de Granada que fue descrita
por los viajeros que visitaron nuestra ciudad qued plasmada en algunos de los mapas
ms relevantes de Granada, entre los que es obligado mencionar aquellos que fueron
elaborados por la plataforma Ambrosio Vico en 1795 y por Francisco Dalmau en 1796.
Estos planos de finales del siglo XVIII ya lograron representar numerosas haciendas
acotadas con cercas en los terrenos comprendidos entre el ro Beiro y la puerta del
Arco de Elvira.
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Ilustracin 1. El plano confeccionado por la Plataforma Ambrosio Vico en 1795 evidencia el amplio nmero de haciendas agrcolas
que exista extramuros de la ciudad.
Ilustracin 2. Plano topogrfico de Granada elaborado por Francisco Dalmau en 1796 que ilustra algunas de las grandes haciendas
existentes ms all de las Heras del Christo.
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Para ubicar con precisin esos terrenos en mapas antiguos, deberemos tomar
como referencia el crucero del patio del Hospital Real. Desde ah, proyectando una
lnea imaginaria hasta las Eras del Cristo alcanzaremos el antiguo Camino de Jan cuyo
trazado dividi posteriormente en dos partes ese antiguo pago. Segn planimetras
clsicas que representan la ciudad, el pago Almanjayar comenzaba aproximadamente
a la altura del puente de la Campana del ro Beiro y finalizaba en el arroyo del
Barranquillo de Maracena, accidente geogrfico que marca el lmite del trmino
municipal de Granada.
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Ilustracin 3. Croquis acotado de Caminos que llegan a Granada desde la Vega de Granada. Trazado por Toms Lpez en el ltimo
cuarto del siglo XVIII.
La confeccin de diferentes mapas militares a finales del siglo XIX, permiti trazar
definitivamente una delineacin topogrfica mucho ms exacta de los espacios
periurbanos comprendidos entre el ro Beiro y el trmino municipal de Maracena.
Estos planos, inventariados en un brillante trabajo elaborado por Calatrava y Ruz en
2005, constituyen un instrumento bsico para poder investigar y describir
grficamente el patrimonio arquitectnico que existi en Almanjayar y que ha sido
someramente estudiado hasta la fecha.
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De esos planos, slo dos recogen con exactitud los contornos de la ciudad de
Granada, aunque tan slo uno detalla con exhaustividad los bienes comprendidos
entre los caminos de Jan (Ctra. Jan), Maracena, Atarfe (Av. Andaluca) y Santa F
(antigua Ctra. De Mlaga). Nos referimos concretamente, al Plano de Granada y sus
alrededores, que fue confeccionado en 1887 por el Cuerpo de Estado Mayor del
Ejrcito y que posteriormente fue divulgado por Calatrava y Ruiz (2005)
en su
El elevado grado detalle de esos planos del siglo XIX y el estudio pormenorizado del
Mapa Nacional Topogrfico Parcelario del trmino Municipal de Granada elaborado en
1970, y conservado en el Archivo Provincial de Granada, me permiti inventariar en el
verano de 2012 todos aquellos inmuebles que an permanecan erigidos a finales del
siglo XIX en los terrenos que hoy ocupan los barrios de La Cruz, Albayda y Parque de
Almunia, espacios conocidos hasta 1970 como parte del pago de Almanjayar Baja.
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Ilustracin 4. Fotografa area tomada en el ao 1957 que muestra la presencia a principios del siglo XX de fincas
rurales en la zona de Fuente Nueva y Avenida de la Constitucin. Fuente: Archivo Municipal de Granada.
Casera de la Ermita.
Casera de la Sartenilla.
Casera de Camao.
Casera de Morene.
Casera de la Mercedilla.
Casera de la Merced.
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Casera de la Tia.
Casera de la Trinidad.
Casera de la Cerda.
La Caserilla.
Casera de Alfaro.
A esto hay que aadir adems lo somero de algunos de los anlisis de datacin
practicados, que incluso han evidenciado divergencias a la hora de datar las
construcciones que an permanecen en pie. Como veremos ms adelante las fechas de
datacin aportadas por el Instituto de Patrimonio Histrico y las establecidas por la
comisin que elabor el Catlogo Municipal del Ayuntamiento de Granada son en
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contemporneos,
D.
Manuel Mara Torres Rojas, ahora filntropo y fiel amante de las Artes, fue presidente durante ms de
treinta aos la Asociacin Espaola de la Banca Privada. Prcticamente desaparecido del panorama
financiero, diversos peridicos de la poca recogen las trascendentes negociaciones colectivas y actos
institucionales en los que particip entre los aos 1977 y 1998.
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Tres aos ms tarde, en el mes de junio de 2012 dieron comienzo mis indagaciones
documentales y archivsticas sobre la vivienda. Mis primeras aportaciones en esta
temtica estuvieron sustentadas en la obra de Torices y Zurita (1994/2003) y en
diversos planos depositados en los Archivos Histrico Provincial y Municipal de
Granada. Ese breve estudio introductorio me llev a publicar una pequea resea en la
enciclopedia virtual Wikipedia que titul Cortijo de Los Cipreses (Granada), la cual
recibi la aprobacin de los distintos moderadores de este recurso digital quedando
recogida en: http://es.wikipedia.org/wiki/Cortijo_de_los_Cipreses
Soler
Cervantes,
quien
tambin
en
2012
aport
en
su
web
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Aun as he de reconocer que uno de los primeros aspectos que ms nos sorprendi
al abordar el estudio de la vivienda fue que la investigacin realizada por Torices y
Zurita obviara la existencia en la finca de un ramal de la acequia de la Madraza. A pesar
de que esta antigua infraestructura contribuye a incrementar el valor historiogrfico
del asentamiento, fue omitida sin considerar que esta es una de las canalizaciones que
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Len (op. cit.) seal en su investigacin que Ibn al-Jatib en su obra Al-Ihata fi ta'rif
Garnata explica que la acequia de Aynadamar fue construida en tiempos del reinado
de Badis ben Habs o el de Abd Allah aprovechando las canalizaciones romanas
previamente existentes. Por ese motivo, resultara hasta cierto punto lgico plantear
que muchos de los asentamientos agrarios de estos pagos podran haber surgido al
amparo del crecimiento agrcola propiciado por esa infraestructura. Esta hiptesis
quedara reforzada al examinar el Esquema de distribucin de agua de la acequia de
Aynadamar elaborado en el siglo XVI y que est incluido en la coleccin de la facultad
de Teologa de Granada. ste rudimentario plano muestra las diversas ramificaciones y
repartos de riego que descienden desde la acequia de Aynadamar en direccin a
Pulianas, Pulianillas, el pago del Beiro y al pago de Almanjayar, lo que pone de
manifiesto que los huertos existentes en la finca de Los Cipreses bien podran haber
sido regados y explotados desde antes del siglo XVI. La presencia en la finca de esta
canalizacin y la ausencia de movimientos de tierras significativos en estos terrenos
habran de ser razn suficiente para justificar un estudio arqueolgico pormenorizado
de la propiedad que determine la antigedad del asentamiento, antes de que
comience su futura urbanizacin.
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Ilustracin 6. Distribucin de las Aguas de la Acequia de Aynadamar. Finales del siglo XVI. Granada. Facultad de
Teologa. Fuente: Universidad de Granada.
Ilustracin 7. Acequia de la Madraza. Plano del Instituto Geogrfico y Catastral, (1970). Mapa nacional topogrfico
parcelario. Polgono 7. Fuente: Archivo Histrico Provincial de Granada.
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Ilustracin 8. Pleito por propiedad en el Pago del Beyro del ao 1776. Fuente: Archivo de la Real Chancillera de
Granada, 1776, Caja: 1957, pieza: 7.
Ilustracin 9. Pleito por propiedad en el pago de Almanjaya del ao 1811. Fuente: Archivo de la Real Chancillera de
Granada, 1811, Caja: 2782, pieza: 6.
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Ilustracin 10. Juicio por aguas del ao 1791 relativo a la casera de Los Cipreses. Archivo Municipal de Granada,
1791, legajo 3449, pieza 30.
Actualmente rehabilitada, la casera de la Merced est localizada al borde del antiguo camino de
Maracena.
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Ilustracin 11. Denuncia presentada por Diego Hernndez, contra el capataz de la casera de San Juan de Dios. Legajo 3449, pieza
30 del AMGR.
Este legajo demostrara que los orgenes de la conocida como casera de Los
Cipreses se remontan al ao 1791, momento en el que era propiedad del Convento
Hospital de San Juan de Dios, lo que evidenciara que la datacin de Torices y Zurita
(op. cit.) habra sido parcial y basada en los elementos ms modernos de la estructura
de la vivienda.
En lnea con los datos mencionados, otra de las referencias documentales que
hacen referencia directa a la casera de Los Cipreses corresponde con el legajo 3450,
pieza 21, que est depositado en el Archivo Municipal de Granada y que est datado
en 1809. Este expediente es otra querella por sustraccin de aguas presentada por D.
Jos Rafael Velzquez al Juzgado de las Aguas, como representante de D. Manuel
Martnez de Arroyo, a quien cita en las primeras glosas como dueo de la casera de
Los Cipreses, situada en el camino de Jan:
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como mejor proceda digo: teniendo m Sr. una Casera en el Camino a Jan
trmino de esta ciudad, que llaman Los Cipreses, que riega con agua de la
Fuente Chica de Alfacar. En las horas que correspondan, ha experimentado un
despojo en su uso y aprovechamiento en este da 21 de agosto de 1809, por D.
Diego Sez Carmona, capataz de otra casera en su mismo trmino, que por
medio de un hijo suyo la sustrajo en el sitio que llaman la Toma del Nogal y la
llev a regar a un melonar que tiene en su casera, por debajo del Camino de
Pulianas, en donde he tenido conversaciones por otras actividades similares de
usurpacin por las personas destinadas a la custodia del agua, evidenciando un
exceso de culpabilidad, como tambin de osada en el empeo de reincidir en el
acto, suplico que se acometa una querella que a su Sr. ofrezco. (Archivo
Municipal de Granada, 1809, legajo 3450, pieza 21)
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Para el arriero []
Granada, 22 de julio de 1809
Firmado: Antonio Guerrero.
(Archivo Municipal de Granada, 1809, legajo 1916, pieza 31)
Las tropas napolenicas invadieron Espaa a principios de 1807 y la abandonaron despus de 1814.
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Ilustracin 12. Cuerpo del Estado Mayor del Ejrcito (1887). Plano de Granada y sus alrededores. Fuente: Centro
Geogrfico del Ejrcito.
La
particular
denominacin
vivienda
de
esta
contigua
catalogaciones,
durante
la
Guerra de Independencia Norteamericana, que como sabemos tuvo lugar entre 1775 y
1783. Esta mencin podra indicar que algunas de las familias que residan en esos
terrenos gozaban de vinculaciones comerciales o simpatas con las ideas afrancesadas
que sustentaron la rebelin norteamericana. Este escenario hipottico podra ser hasta
cierto punto lgico, si tenemos en cuenta que Felices de la Fuente (2012) seal que
tras la guerra de sucesin de 1714 los Borbones se vieron forzados a instituir a una
nueva nobleza titulada que fuera leal al nuevo rgimen. Por ese motivo, no resultara
extrao que muchos de los latifundistas de esas grandes fincas de la Vega de Granada
accedieran a la propiedad tras estas reformas sociales y polticas.
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En definitiva, en los mapas del ao 1887 podemos comprobar que el predio estaba
organizado aproximadamente como lo est en la actualidad, aunque no deberamos
descartar que propietarios ms recientes lo hubieran sometido a ampliaciones y
remodelaciones posteriores que, de haberse llevado a cabo, podran haber
aprovechado muy seguramente la configuracin inicial de la hacienda.
Fotografa 1
Fotografa 2
Ilustracin 14. Vistas muro perimetral que fue topografiado en el plano de 1887, hoy convertido en un simple
murete y con sus lienzos Sur y Este muy daados. Fuentes: fotografa 1. Google Earth y fotografa 2. Urbiceg.
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Ilustracin 15. Arriba, restos del muro perimetral original. Abajo tapia que cerraba el espacio comprendido entre el
secadero y la vivienda de labor. Fuentes: Urbiceg y fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Gracias a una antigua fotografa area del ao 1950 que est depositada en el
Instituto de Estadstica y Cartografa de Andaluca, pudimos apreciar que la nica
variacin que ha sufrido la finca de Los Cipreses ha sido el baldo de sus huertas y la
desaparicin, en la parte de levante, de un paseo que discurra en paralelo al famoso
carril de acceso al recinto.
Ilustracin 16. Ortofoto realizada en el ao 1950 en la que podemos observar el Cortijo de los Cipreses, un carril
principal, otro auxiliar y dos grandes huertas de riego. El Cortijo de los Estados Unidos est situado en las
inmediaciones. Fuente: Instituto de Estadstica y Cartografa de la Junta de Andaluca.
Ilustracin 17. Supuesto incendio de la Casera de Los Cipreses en el ao 1888. Fuente: Diario de Crdoba, 4 de julio
de 1888.
D. Enrique Rojas Gonzlez, vecino de Granada con domicilio en Gran Va 46, con
cdula personal de clase 6 en Granada a 11 de Junio de 1926 expone: que
teniendo necesidad de construir un muro de cerca colindante con la Carretera
de Bailn a Mlaga, en el punto kilomtrico 428,800, a V.E. (Vuestra Excelencia)
suplica: que por quien corresponde me fije la lnea para la mencionada
edificacin. (AMGR, ao 1927, legajo 2231)
La solicitud que fue elaborada durante el verano del ao 1926 qued registrada
con el nmero 287, el 24 de febrero de 1927, incluida en los folios 499/500. Llama la
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El ao 1928 queda incluido dentro de periodo histrico conocido como dictadura de Primo de Rivera
(1923-1930)
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El arquitecto que suscribe debe manifestar a V.E. que para poder informar
debidamente debe acompaar a la presente instancia de una memoria tcnica
en la que se detalle la clase de cerca que se pretende construir, as como
describir en la misma la situacin del emplazamiento de dicha cerca o tapia.
En Granada, a 25 de mayo de 1928.
El Arquitecto Municipal: Manuel Lutre.
El Alcalde: Joaqun Dvila y Cea
(AMGR, 1928, legajo 3006, pieza 292)
Ilustracin 18. La casera de Los Cipreses y de Los Estados Unidos. Servicio Geogrfico del Ejrcito. (1950). Mapa
topogrfico de la Zona de Atarfe, Peligros, Pulianas, Maracena y Granada. Fuente: Archivo Municipal de Granada,
caja 6, legajo 4, pieza 74.
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Un matiz a estos datos lo constituyen las aportaciones que D. Manuel Mara Torres
Rojas realiza entre los aos 2008 y 2009 su blog Venezia-La Habana. Segn el nieto de
D. Enrique Rojas Gonzlez, la vivienda fue inaugurada en 1927 por su abuelo con la
intencin de acoger los festejos de la boda de su hija Josefina Rojas Ballesteros. De las
supuestas obras que afectaron al predio para adecuarlo a dicha efemrides no hemos
conseguido localizar documentacin o licencia de obras que arroje luz sobre el grado
en que D. Enrique Rojas Gonzlez ejecut o remodel Los Cipreses. A pesar de ello, s
tenemos la certeza de que en 1926 tena la necesidad de construir un muro perimetral
en la hacienda, pero nada se menciona en relacin con un posible derribo o
construccin de una nueva vivienda. Por lo que salvando la remota posibilidad de que
el derribo fuera parcial y las edificaciones nuevas carecieran de licencia, la casera
podra estar organizada aproximadamente como en sus orgenes.
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La presencia de ste ilustre invitado bien merece realizar un breve inciso histrico.
Segn las precisas aportaciones de Cabrera (2009), D. Antonio Puchol Camacho era el
padre de Da. Mara Luisa Puchol, cuada del novio por parte de su hermano
Valeriano Torres Lpez, jurista militar. Este invitado haba ejercido su actividad como
impresor de diversos boletines oficiales y peridicos hasta que un buen da decidi
reconvirtindose en notario por la provincia de Madrid. Situado en la rbita de
personas vinculadas a la masonera y el progresismo republicano, Cabrera (op. cit.),
indica que su hermanastro, D. Lorenzo Puchol Alonso, lleg a ser uno de los grados
ms relevantes en la lgica masnica granadina Alianza de 1817, num.112 que
perteneca al Gran Oriente Nacional de Espaa.
Este pequeo apunte habr que tenerse presente en siguientes apartados, pues
como iremos comprobando en determinados casos la decoracin de la vivienda
atesora profusas alegoras y smbolos de estilo clsico que son propios de este tipo de
logias e incluso de hermandades y cofradas religiosas. Asimismo, la asistencia de otras
personalidades, tales como el alcalde de la ciudad podra sugerir que ciertos invitados
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acudieron al acto por guardar algn tipo de vinculacin con la supuesta inauguracin
del seoro, cuyo aniversario tambin es celebrado el 12 de septiembre de 1927.
Para aclarar, como pudo llegar la vivienda a manos de Enrique Rojas Gonzlez,
conviene revisar las explicaciones que el locutor y periodista de Maracena, Emilio
Morales (2012), refiere sobre los Rojas en el diario Ideal. Segn, sus aportaciones, la
saga de los Rojas era una de las tres familias pudientes de Maracena, junto a los
Ballesteros y los Martnez-Caavate. Sus prsperas industrias crnicas de elaboracin
de embutidos y chacinas florecieron en el ltimo cuarto del siglo XIX. As, lo acredita
tambin la noticia incluida en el Peridico Independiente decano de Crdoba, de 24 de
enero de 1914, segn la cual D. Enrique Rojas Gonzlez era considerado un acaudalado
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Ilustracin 20. Recorte del peridico Independiente decano de Crdoba de 24 de enero de 1914. Fuente: Ministerio
de Cultura.
Al parecer, segn Morales (op. cit.) la historia industrial de los Rojas comienza en
1876 cuando D. Jos Rojas Jimnez6 aval el coste de la subasta de un puesto de
postor de consumos que su primo D. Jos Yllescas Morales, no haba podido satisfacer
en la cantidad solicitada por el Ayuntamiento de Maracena. El impago que ya le haba
supuesto el embargo de una propiedad materna que ste haba presentado como aval,
fue la oportunidad para que los Rojas presentaran el aval. Tal como narra Morales (op.
cit.) para poder hacer frente a esta adquisicin Jos Rojas Jimnez decidi asociarse
capitalmente con Francisco Martnez Gmez, padre de Francisco Martnez-Caavate7,
otra de las familias ilustres de Maracena. En poco tiempo, segn palabras de Morales,
el esfuerzo de ambos socios lograra rentables beneficios que invertiran en grandes
piaras de cerdos que fueron acumulando en la Era Baja de Maracena hasta que en el
ao 1876, el consistorio les oblig a estabularlos a 300 metros de los muros de la
ciudad. Veinte aos despus de realizar este lucrativo negocio, Antonio Rojas llegara a
ser el alcalde de Maracena.
Algunos textos lo citan como Jos Rojas Gimnez, aunque en el dintel de entrada al panten familiar
en el cementerio de Maracena consta como Jos Rojas Jimnez.
7
Recordemos que el apellido Martnez ya aparece vinculado al primer propietario de la vivienda, D.
Manuel Martnez de Arroyo.
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del
siglo
XX,
probablemente aprovechando la
posicin
privilegiada
que
los
construir
socios
dos
Ilustracin 21. Fbrica de embutidos de las familias MartnezCaavate y los Rojas. Estaba situada al pie del camino de Albolote.
Fuente: Morales, E. (2012) en IDEAL Granada.
Ilustracin 22. Fundacin Rojas, hoy Colegio Sagrado Corazn, situado en el nmero 19 duplicado de la calle Horno
de Maracena, justo frente al nuevo Ayuntamiento. Fuente: fotografa propia tomada el 09 de febrero de 2013.
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Ilustracin 23. Fachada principal de la Fundacin Benfica Rojas, hoy Colegio Sagrado Corazn, situado en el
nmero 19 duplicado de la calle Horno de Maracena. Fuente: fotografa propia tomada el 09 de febrero de 2013.
Ilustracin 24. Puerta principal de la Fundacin Benfica Rojas y escudo del Colegio Sagrado Corazn. Fuente:
fotografa propia tomada el 09 de febrero de 2013.
Pgina | 44
de
crnicas
se
vio
obtendran
considerables
Lejos de limitar sus beneficios a los procurados a travs del sector crnico, D. Jos
Rojas, como buen emprendedor, supo aprovechar los contactos sociales logrados
gracias a su posicin como prestigioso alcalde y empresario para diversificar su capital
en otras industrias emergentes de la poca, como fueron: la electrificacin, el
telfono, los tranvas y el azcar de remolacha. Los beneficios y repercusin social
obtenidos a travs de estos nuevos sectores de inversin acrecentaron notablemente
su fortuna y lo convirtieron en una de las personas ms influyentes de la ciudad de
Maracena.
Pgina | 45
al
incipiente
Guerra Mundial.
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dos hermanos varones y que casualmente lindaba con a las tierras que ocupan Los
Cipreses.
en
los
lotes
inslita, pues la mayor parte de las propiedades que los Rojas tenan en Maracena
estaban concentradas en el conocido como pago del Zarate, emplazamiento donde
haban establecido sus fbricas al abandonar el municipio en 1876. De ah que nos
parezca inslito que, por su cuenta y riesgo, invirtiera una importante suma monetaria
en adquirir las que haban sido propiedades de D. Manuel Martnez de Arroyo o bien
de alguno de sus herederos. Mucho ms extraordinario resulta an, si consideramos
que los terrenos de Los Cipreses estaban ubicados en el pago de Almanjayar dentro del
trmino municipal de Granada, lugar donde D. Jos Rojas Jimnez poda ejercer una
menor influencia sobre sus propiedades, por ser alcalde de Maracena. Llegados a este
punto, conviene recordar que en sus inicios como empresario uno de sus principales
socios capitalistas fue justamente D. Francisco Martnez Gmez, iniciador de la dinasta
Martnez-Caavate, apellidos que bien podran corresponder a los de un descendiente
del segundo titular documentado de la finca. De ser correcta esta hiptesis, la
transaccin patrimonial tuvo lugar entre viejos conocidos, de ah que fueran obviados
esos inconvenientes.
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carecer
D.
Jos
Rojas
Jimnez
de
Rojas
Gonzlez,
ya
que
fue
consigui
un
empuje
hermanos,
legndole
una
de
las
Torres Rojas, M. M. (28 de diciembre de 2012). Granada: casera de los cipreses. Recuperado de:
http://cuentosencarneviva.blogspot.com.es/2008/06/granada-casera-de-los-cipreses.html
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Da. Josefina Rojas Ballesteros, con el culto abogado del Estado D. Miguel Torres
Lpez10.
Ilustracin 30. Fotografa del enlace matrimonial de D. Miguel Torres Lpez y Da. Mara Jos Rojas Ballesteros
celebrado en la Casera de Los Cipreses el 12 de septiembre de 1927. Fuente: Archivo fotogrfico personal de D.
Manuel Mara Torres Rojas
10
Manuel Torres Lpez y Josefina Rojas Ballesteros son padres del autor Manuel Mara Torres Rojas.
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vivienda, ya que de esa manera podramos dilucidar con cierta seguridad cual era el
patrimonio que exista cuando visitaron la propiedad.
el que pas su vida la ta Emilia Rojas, y otros por fin botn de ladrones. Creo
que tambin hubo algn incendio y que los centenarios cipreses ardieron
fulminados por los rayos. (Torres, op. cit.)
Los abuelos maternos vivan an y, claro est, no haba herencia de por medio,
por lo que la mutua ojeriza no poda tener races econmicas, que luego
vendran, aunque sin pasar a mayores. Supongo que eran rivalidades antiguas,
provincianas e irracionales (Torres, op. cit.)
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Tras ese periodo de alejamiento de sus propietarios, la finca fue adquirida por un
misterioso constructor de Maracena del que tan slo ha trascendido en versiones ya
desaparecidas de los relatos familiares de Los Cipreses, que durante el acto notarial
exclam la emotiva frase: Hoy, mi madre, de estar viva, hubiera sido feliz!, La finca de
los Rojas en mis manos! (Torres, op. cit.)
Esas extraas palabras, hoy lamentablemente apcrifas, nos dan a entender que
Los Cipreses haban sido una propiedad codiciada por diferentes familias pudientes de
Maracena, llegando a suponer la transmisin de la propiedad para su nuevo
propietario la materializacin de un antiguo sueo materno. La identidad de este
intrigante comprador jams fue mencionada en los relatos de D. Manuel Mara Torres
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Rojas. Tampoco lo fueron los motivos subyacentes que llevaron a este misterioso
personaje a pronunciar aquella frase que tiempo despus habra de ser suprimida al
reunir todos los relatos de su blog en una nica entrada con fecha 28 de diciembre de
2012. Pero que, an a da de hoy, puede encontrarse en la copia que existe de dichas
narraciones en la web www.culturaandalucia.com
Pero, por qu D. Nicols Osuna Garca adquiere Los Cipreses? Para responder a
sta pregunta, hemos de revisar la entrevista realizada a ste mtico personaje por
Antonio de La Torre, y que public el diario de Economa de ABC el 02 de julio de 1991.
El cuarto y ltimo propietario privado identificado de la casera naci en Albolote en
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1940. Perteneciente a una familia de origen humilde, pas su infancia recorriendo los
campos de su pueblo y posiblemente los de la localidad cercana de Maracena.
en
Albolote,
que
portentosas
habilidades
el
negocio
creci
Cabra plantear por tanto, que en ese frenes urbanstico que afect al pago de
Almanjayar entre los aos setenta y principios de los noventa su empresa pudo tener
conocimiento de que la familia Rojas deseaba desprenderse de Los Cipreses, que sin
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lugar a dudas eran una de las fincas ms representativas y valiosas de esa zona11. Lo
que podra refrendar adems un matiz expresado en la entrevista realizada por
Antonio de la Torre (op. cit.), y en el que casualmente, ste personaje dejaba entrever
el amor y devocin que senta hacia la figura de su madre, quien lamentablemente
haba fallecido un ao antes de aparecer su historia recogida en prensa en 1991:
11
Conviene reiterar, que desconocemos si en ese periodo la propiedad an la mantena la familia Rojas
o ya haba sido adquirida por un tercero, por lo que en todo caso dichas afirmaciones han de ser
consideradas meras hiptesis sin sustento documental.
12
Da. Josefina Rojas Ballesteros muri el 28 de julio de 1977. Su esposo, D. Miguel Torres Lpez
fallecera casi dos aos despus, el 18 de julio de 1979.
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Aunque realmente, desde la venta realizada por los Rojas, en fecha indeterminada,
hasta el ao 2007, pudieron existir otros propietarios de la finca, por lo que el nico
hecho acreditable es que a fecha 25 de mayo de 2007, la casera era propiedad del
Grupo de Inversiones Noga S.A.U. y por tanto de D. Nicols Osuna Garca, cuarto
propietario documentado de Los Cipreses y ltimo titular privado. El resto son meras
especulaciones.
Los suelos ocupados en base al expediente 8315/2007 corresponden a la finca 4 del Plan Parcial N3,
correspondiente con la 13.614, inscripcin 9, folio 131, libro 1.200, tomo 1.865 del Registro de la
Propiedad N 1 de Granada, destinada a SGEL05, en ella estaba incluida y es descrita la casera de Los
Cipreses.
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Figurando como
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Fecha documentada
1791
Desconocido
1791-1809
1809
1809-18??
1888?
18??-1916
1916?- 1926- ?
?-1958-1979
1979-1989-1990?
2007
Ayuntamiento de Granada
Actualidad
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Pueden distinguirse dos grandes reas funcionales, una ocupada por la vivienda
principal o seoro y otra compuesta por las dependencias agrcolas y de
transformacin, junto a una zona de residencia auxiliar. El seoro recibe un
tratamiento formal que lo asimila a los modelos de casas perirubanas o quintas,
enmarcndose estilsticamente en modelos prximos al regionalismo de inicios
del siglo XX. Consiste esencialmente en un volumen prismtico de dos alturas
con porche que cuenta en un ngulo con una torre cuyo cuerpo superior de
arcos est abierto para secadero y mirador; cuenta con un jardn en su parte
delantera. El resto de dependencias configura el segundo sector, que se separa
del seoro por un espacio sin formalizar ante la casa auxiliar de labor, la cual
tambin formaliza su esquina con una torre secadero de menores dimensiones
que la del seoro. El acceso al cortijo se produce por un camino delimitado a
ambos lados por sendas filas de cipreses. (Torices y Zurita, 2003, p. 242)
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Ilustracin 34. Seccin de la tabla del Catlogo de Bienes e Inmuebles protegidos del Ayuntamiento de Granada. Fuente: Web del
Ayuntamiento de Granada. ste inventario fue eliminado de la web municipal y en su lugar y misma direccin se incluy otro del
ao
2005
en
el
que
slo
constan
los
bienes
ubicados
en
el
Albaycin:
http://www.granada.org/pepri/H_%20CATALOGO_INVENTARIOS_DE_BIENES_INMUEBLES_PROTEGIDOS.pdf
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Esta divergencia en los datos y fechas habra de ser argumento suficiente para
impulsar un nuevo estudio de catalogacin de esta propiedad y de su asentamiento, ya
que las evidencias documentales que este trabajo aporta, demuestran que el predio
exista, quizs en una configuracin muy similar a la actual, ya entre los aos 1791 y
1809, siendo incluso topografiado en el ao 1887. Asimismo, convendra aclarar cules
fueron las obras realizadas en el predio en 1927, pues en dicha fecha tan slo existe
constancia documental de una obra realizada en el muro perimetral de la finca.
Esto significara, tal como establece el artculo 11.2.9.2.3, de dicha normativa indica
que: Los elementos y construcciones catalogadas en este Nivel 2, de proteccin
integral, debern ser objeto de restauracin y/o reconstruccin total si por cualquier
circunstancia se arruinasen o demolieran (Ayuntamiento de Granada, 2001); situacin
que hasta ahora nunca se ha producido y que llevado a la vivienda a mostrar evidentes
signos de ruina y deterioro derivados de ms de veinte aos de inaccin desde que fue
abandonada.
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con planos y fotografas que sealen elementos que quieran repararse; tcnicas
constructivas empleadas, etc.
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Ilustracin 36. La Casera de Los Cipreses, a pesar de existir evidencias de que el asentamiento data de 1809, su suelo careca en
julio de 2009 de cualquier nivel de proteccin arqueolgica. Fuente: PGOU 2001. Ayuntamiento de Granada.
La Sartenilla
Los Cipreses
La Trinidad
La Merced
Ilustracin 37. Planos de Edificaciones Catalogadas. Plan General de Ordenacin Urbana 2011. Fuente: Ayuntamiento de Granada.
Recuperado
de:
[1]
http://www.granada.org/inet/wpgo.nsf/xwplanos/catal_15?opendocument
[2]
http://www.granada.org/inet/wpgo.nsf/xwplanos/catal_08?opendocument
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El
artculo
132
de
la
negociado
catlogos
que
confeccionar
faciliten
un
inventario de todos aquellos inmuebles que poseen valor histrico y etnogrfico para
la ciudad, estando obligados por ley a determinar en cada caso su estado de
conservacin y actuaciones necesarias para mantenerlos. A ste rea corresponder
en cualquier caso promover todas las acciones que sean necesarias para la proteccin
y defensa de esos bienes que son considerados de inters pblico para la ciudadana, y
entre los cuales, estn incluidos la casera de Los Cipreses y la, ya casi totalmente
derruida, casera de La Trinidad.
Sorprende por ello que tras veinte aos de abandono, haya tenido que ser
recientemente cuando el municipio ha decidido aplicar este tipo de medidas
preventivas dirigidas a rectificar todos los deterioros que han venido ocasionndose a
lo largo de stos ltimos aos en ambas edificaciones, y que las han llevado como en el
caso de La Trinidad a su prctica ruina.
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cuando
ambas
viviendas
de
Granada.
Para
el
centro
comercial
tal
como
establece
el
de
Urbanismo
Obras
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custodiar y recuperar los antiqusimos bienes agrarios que existen en Granada y cuya
importancia es vital para comprender como se organizaba la vida en la ciudad.
Ilustracin 43. Serie fotogrfica que evidencia el abandono y notables deterioros que afectan a lo que queda de la casera de La
Trinidad. Fuente: elaboracin propia, mayo de 2012.
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La alarmante situacin que padecen estas dos viviendas, originada por su tarda
inclusin en los catlogos, exige de la Administracin Municipal y de la Junta de
Andaluca un sobreesfuerzo que permita evaluar y emitir los informes tcnicos
preceptivos que determinen de un lado el estado objetivo de conservacin y de otros,
el valor histrico de los bienes desaparecidos por negligencia o demolicin
incontrolada. Ambas administraciones deben admitir con carcter de urgencia,
cualquier medida que conduzca a una recuperacin y rehabilitacin de estas ltimas
fincas, para rescatarlas de la barbarie urbanstica de la cual han sido objeto.
Podemos concluir, que una de las consecuencias de incluir tardamente estas dos
caseras en el Catlogo de Bienes Inmuebles Protegidos por el Ayuntamiento, ha sido
llevar el estado de conservacin de este patrimonio a su prctica ruina.
De
situacin,
continuar
la
omisin
obligado
deber
conservacin
de
esta
del
de
todas
como
empleado
un
mecanismo
por
la
A este posible escenario habra que aadir que entre finales del mes de enero y
principios de febrero del ao 2013 fue retirado de la web municipal el Catlogo de
Inmuebles Protegidos donde figuraban incluidas ambas viviendas. Esta situacin
impide desde entonces al ciudadano, conocer cules son exactamente los bienes
protegidos por dicho catlogo pblico y las intenciones de la administracin respecto
a los mismos. Cuestin esencial, pues los inmuebles que constan en el mismo, si son
declarados en ruina no pueden ser totalmente demolidos, ya que slo se observara la
posibilidad de desmontar parcialmente las partes de la vivienda cuya situacin de
deterioro sea irreversible.
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La finca donde se ubica la casera de Los Cipreses corresponde con las parcelas 55 y
97 del polgono 5 del Catastro de Fincas Rsticas. No obstante, el Mapa Nacional
Topogrfico Parcelario elaborado a mediados del siglo XX por el Instituto Geogrfico y
Catastral inventariaba en el polgono topogrfico N 8 del municipio de Granada la
finca con el nmero 4a del pago de Almanjayar Baja. De este modo, la parcela quedara
incluida en lo que Dalmau (1786) denomina Almanjayar Alta, es decir en el margen el
margen Oeste del camino a Bailen.
Ilustracin 45. Mapa topogrfico de la ciudad de Granada. Instituto Andaluz de Estadstica y Cartografa, elaborado por Francisco
Dalmau en el ao 1786. Si partimos del camino que bordea el Hospital Real encontraremos rpidamente el antiguo Camino a
Bailen, hoy da Carretera de Jan. Fuente: Archivo Municipal de Granada.
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Ilustracin 46. Mapa Nacional Topogrfico Parcelario. Termino Municipal de Granada. Polgono 8. Escala 1:5.000. Obsrvese que la
finca nm. 4a. est incluida en el pago de Almanjaya Baja. Fuente: Archivo Provincial de Granada.
Ilustracin 47. Distribucin de los polgonos parcelarios en la zona Norte de Granada. Fuente: Instituto Andaluz de Estadstica y
Cartografa.
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Por otro lado, en mayo del ao 2007, la finca figuraba tambin inscrita en el
Registro de la Propiedad nm.1 de la ciudad de Granada con el nmero registral
13.614, inscripcin 9, folio 131, libro 1.200, tomo 1.865. En su ficha registral constaba
una superficie de 98.605,5m2.
Ilustracin 48 Consulta descriptiva y grfica de datos catastrales de Bienes Inmuebles de naturaleza urbana de la Casera de Los
Cipreses. Obsrvese que el edificio no aparece reflejado en la consulta catastral. Fuente: Sede Electrnica del Catastro. Consulta
realizada el 15 de marzo de 2012.
14
Ministerio de Hacienda y Administraciones Pblicas. Sede Electrnica de la Direccin General del Catastro (SEC).
Consultado el 5 de junio de 2012.
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Ilustracin 49. Consulta descriptiva y grfica de datos catastrales de Bienes Inmuebles de naturaleza urbana de la Casera de Los
Cipreses. Obsrvese que el edificio est ausente en la consulta catastral. A pesar de todo, ya se ha procedido a realizar la
reparcelacin de la finca. Fuente: Sede Electrnica del Catastro. Consulta realizada el 30 de noviembre de 2012.
Evidentemente,
resulta
clasificados
con
un
obviando
de
esta
Ilustracin 50. Plano descriptivo del PP-N3 incluido en la pp.155 del Plan
General de Ordenacin Urbana (2001). Fuente: Ayuntamiento de
Granada. PGOU 2001
en sus terrenos.
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Ilustracin 51. Pgina 155 incluida en el Plan General de Ordenacin Urbana 2001 del Ayuntamiento de Granada correspondiente
al Borde Norte, PP-N3. Fuente: Ayuntamiento de Granada.
El anlisis pormenorizado de la ficha de zona edificable del PP-N3 del Plan General
de Ordenacin Urbana (2001) indica que la finca de la casera de Los Cipreses est
incluida en el SG-EL04 del Distrito Norte del Municipio de Granada.
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Extraamente a lo que cabra esperar, a pesar de la proximidad del SG-EL04 al PPN3 y de que la gran parte de los antiguos terrenos agrcolas de la hacienda estn
afectados por ese plan parcial, el SG-EL04 no aparece descrito en la ficha del Borde
Norte PP-N3, tan slo consta en los sistemas generales adscritos a las condiciones
urbansticas correspondientes a la ficha descriptiva de la Extensin Norte PP-N4,
incluida en la pgina 156 del Plan General de Ordenacin Urbana 2001.
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algunos
de
los
usos
los
terrenos
aquellos
Ilustracin 52. Usos de los suelos del Borde Norte PP-N3. Plan General de
Ordenacin Urbana 2001 del Ayuntamiento de Granada.
Como hemos explicado, el primero de los plantes que afectarn a los terrenos
agrcolas de Los Cipreses, ser el desarrollo el Plan Parcial N3, referido en las
planimetras como PP-N3. Su superficie de 137.860m2 albergar en un futuro prximo
el crecimiento residencial del borde norte de la ciudad de Granada. Incluido dentro de
l, este plan establece una reserva de suelo vinculada a los trazados del viario y a los
espacios libres, que como ya indicamos, slo incluiran los 24.835m2 del SG-EL05.
A este Sistema General de espacios libres EL-05 perteneceran una parte de los
antiguos terrenos agrcolas de esta casera. Concretamente, las parcelas que estn ms
prximas a la va de ff.cc. de Moreda y a la parroquia de San Juan de Dios del Cerrillo
de Maracena, espacios que prximamente sern ocupados por la futura Estacin de
Alta Velocidad.
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Ilustracin 53. Pgina 156, incluida en el Plan General de Ordenacin Urbana 2001 del Ayuntamiento de Granada correspondiente
a la Extensin Norte, PP-N4.
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Como hemos advertido, la descripcin grfica del Borde Norte PP-N3 representa la
casera de los Cipreses en su mbito de aplicacin. Concretamente, la leyenda grfica
los refiere como SGEL-04. El problema es que sta reserva de suelo no consta en el
apartado de condiciones urbansticas de la ficha descriptiva del PP-N3, sino tan slo en
su apartado grfico. En su lugar, incluye exclusivamente el SGEL-05, reserva que
corresponde con buena parte de los terrenos de labor asociados a la vivienda. El SGEL04, donde est incluida la edificacin, slo es descrito en la Ficha de la Extensin Norte
PP-N4 del PGOU, de 9 de febrero de 2001, sin que conste en este caso, representacin
grfica alguna de la casa.
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Parcela
A1:
de
Segn
el
expediente
8315/07,
la
Almanjayar Alto (Baja si es citada por mapas catastrales de los aos 50). Los suelos de
esta finca, objeto de la ocupacin, estaban adscritos a la acequia de La Madraza y al
borde del Camino de Jan. Sus linderos eran: por el Norte, con el SGEL04; por el Sur,
con finca propiedad de Promociones Verona, S.A. incluida en el PPN3; por el Este, con
el resto de la finca matriz; y por el Oeste con otra finca segregada del SGEL05. No
constando construcciones en su terreno.
Parcela A2: de 54.246,40m2 de superficie, sus suelos fueron segregados de la finca
matriz A y corresponden en su prctica totalidad a tierras de labor de la antigua
hacienda. El titular de la propiedad es el Grupo de Inversiones Noga, S.A.U. con CIF
A2824195. Al igual que la anterior parcela segregada, esta finca est situada en el
Camino de Jan, pago de Almanjayar Alta y afectada tambin por la acequia de La
Madraza. Sus lindes son: por el Norte, con el SGEL04; por el Sur, con la finca propiedad
de Promociones Verona, S.A. y con la finca de propiedad de Navarro y Machado, S.A.
incluidas en el PPN3; al Este, con finca propiedad de Inonsa, S.A.; incluida en el PPN3; y
al Oeste con la finca segregada para el SGEL05.
El resto de la finca origen A: que tiene una superficie de 43.570,18m2 y constituye
la finca de ms valor histrico y patrimonial. En estos suelos estn incluidos la vivienda,
el secadero y la casa de los guardeses. En el ao 2007 constaba tambin como
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Ilustracin 55. Cartografa catastral de los terrenos pertenecientes al PPN3 y calificacin del suelo segn sus usos urbansticos.
Fuente: Elaboracin propia sobre cartografa catastral.
Empleando las fichas descriptivas que constan en la Sede Electrnica del Catastro
del Ministerio de Hacienda y Administraciones Pblicas hemos procedido a inventariar
la totalidad de las parcelas que actualmente componen los antiguos terrenos
asociados a la casera de Los Cipreses y sus entornos. Estos terrenos que pronto sern
segregados de la finca matriz, tienen un uso mayoritario de suelos sin edificar, obras
de urbanizacin y jardinera. A todos ellos les corresponden un coeficiente de
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participacin del 100%. A nivel registral, las diecinueve parcelas en que se ha dividido
la finca original son:
2. Finca catastral 447780VG4147E001BJ (SGEL05): localizada en el LGSG-EL-05, esta parcela tiene una superficie catastral de 17.979m2. Se
trata de suelo sin edificar que aparece recogido en los planos como
Sistema General de Espacios Libres, SGEL-05.
la
leyenda
EQSOC1
por
estar
relacionados
sus
perteneciente
al
BO
PP-N3
Borde
Norte.
Su
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(MC-2): terreno de
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La casera de Los Cipreses est emplazada en el lmite del Borde Norte del trmino
municipal de Granada. Ubicada en el margen Oeste del Camino de Jan, la vivienda
queda muy prxima a la ribera del arroyo del Barranquillo de Maracena, estando
incluida en la parte inferior del conocido como Pago de Almanjayar Alto, que desde los
aos cincuenta, es denominado Pago de Almanjayar Baja.
La edificacin ocupa el bancal ms elevado de la finca y desde sus dos torres puede
dominarse gran parte de las tierras de la hacienda. Esta disposicin garantiza que la
vivienda disfrute de un microclima muy agradable. En verano la elevada cota de la
vivienda sobre el terreno le beneficia de las brisas frescas procedentes de poniente lo
que mejora la sensacin de confort en sus estancias. Esos mismos vientos pudieron ser
aprovechados para aventar el grano en su era.
Ilustracin 56. Casera de Los Cipreses. Situada en uno de los bancales ms elevados de toda la finca.
Fuente: fotografa propia tomada en noviembre de 2012
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esta
circunstancia
lo
Campanas, al Camino de Jan, buscando seguro puerto en una de las plazoletas que en
la Casera de La Sartenilla existan para recreo de los infinitos adoradores de Baco
(Afn de Rivera, 1889, p.58).
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En 1885 ste mismo autor describa como muchos romeros acudan a la ermita de
San Isidro empleando precisamente ste camino, que en aquel momento an era un
rido vial desde el que podan contemplarse en su margen Este La Cartuja y en el Oeste
todas las vias de las caseras que salpicaban el paisaje de Almanjayar Alta:
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Ilustracin 58. Carretas tiradas por bueyes en la romera granadina de San Isidro del ao 1928. Fuente: Revista Ilustrada. rgano
Regional del Turismo. Ao 09. Nmero 97-1928.
[] reunirse en las calurosas tardes del verano, prefiriendo los das festivos,
para ir a los manantiales que brotan en las fincas de Talla-carne, la Golilla, las
Peuelas, y otras de accidentado terreno en que el agua es pursima, y el
arbolado y los vientos refrescan la atmsfera. Es una romera contnua, que
viene a terminar con las primeras lluvias (Afn de Rivera, 1885, p. 169).
Otra de las virtudes constructivas de sta vivienda es que su fachada principal est
orientada al Sur, mientras que el resto lo estn mirando al Este y al Oeste. Esta
orientacin protege a sus dependencias del riguroso invierno granadino y de las
condiciones climatolgicas desfavorables. Aunque convendra plantearse tambin si
eventualmente esta configuracin puede responder a que el seoro pudiera haberse
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erigido sobre la base del antiguo trazado de otra edificacin previa. Esto explicara que
la entrada a la casa no se halle orientada al carril que accede a la finca por el Este, sino
en paralelo al camino, mirando al Sur.
Juan de Dios en el Cerrillo deberan dirigirse los esfuerzos futuros que pretendan
documentar la historia de la vivienda mediante referencias que estn depositadas en
los archivos eclesisticos. Asimismo, los Libros de Apeos y del Catastro del Marqus de
la Ensenada constituirn en el futuro otra de las fuentes documentales donde puede
resultar plausible localizar nuevos datos histricos acerca de sta construccin.
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Ilustracin 60. Croquis en planta de la casera de Los Cipreses. Fuente: elaboracin propia.
Las dos viviendas que componen la casera estn dispuestas en torno a un patio
cerrado, consistente en un corraln de planta rectangular que separa fsicamente el
seoro de la vivienda de labor. Las dependencias de ambas viviendas giran en torno a
este patio central en el que existen un pozo, un armonioso tramo de arquera de
medio punto que emula un acueducto y un pequeo jardn interior que es compartido
por ambas viviendas. Este espacio comn que surge al yuxtaponer la parte noble del
reciento a la vivienda de labor queda cerrado al exterior por una tapia perimetral en
cuyo lienzo oriental existen tres pequeos y rudimentarios portones. Este recinto
comunal era el lugar donde probablemente el propietario y el labrador comentaban la
jornada de trabajo y organizaban las tareas del da siguiente.
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Cabe por tanto la posibilidad de que la portalada Sur pudiera ser demolida al
anexar el seoro al antiguo recinto. De este modo, el uso del patio principal habra
quedado reorientado ms ms al ocio y esparcimiento que a las labores propiamente
agrcolas.
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Ilustracin 61. Fachada Oeste de la vivienda de labor y del seoro. Fuente: fotografa propia tomada en junio de
2012
Ilustracin 62. Vista Oeste del predio en la que podemos apreciar la gran cantidad de vegetacin y rboles que
existieron hasta 1994-1995. Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histrico.
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Ilustracin 63. Vista area en la que apreciamos los dos patios que organizan la vivienda. Fuente: Ortofotografa
tomada mediante el sistema Google Earth.
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Ilustracin 64. Vivienda de labranza, al fondo cubierta semiderruida del secadero. Fuente: fotografa propia tomada
el 06 de diciembre de 2012.
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Bien distinta es la edificacin principal, que podra catalogarse como palaciega. Tal
y como constaba en una placa conmemorativa en la puerta de entrada del seoro
aparentemente fue construida en 1927 por el ilustre empresario D. Enrique Rojas. Su
intencin era disponer de una lujosa vivienda de recreo dirigida a acoger la boda de
una de sus hijas y las vacaciones estivales de la familia durante los veranos. Esto
explica que muchos elementos decorativos de la vivienda tengan por objeto dejar
constancia de la posicin econmica y social que este personaje histrico haba
alcanzado. Los detalles ornamentales fueron encargados a capricho por el mismo
propietario de la hacienda. Esto le proporciona a la vivienda el aspecto de un pequeo
y hermoso palacio que emerge entre la austeridad caracterstica del entorno rural de la
Vega granadina. Los suntuosos detalles decorativos de la nave Sur del seoro evocan
en el espectador la sensacin de encontrarse ante una monumental edificacin de
carcter solariego.
Ilustracin 65. Vista de la fachada Sur del seoro. Fuente: fotografa propia tomada en noviembre de 2012.
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flanco suroeste como una robusta aguja que destaca sobre el resto del recinto, siendo
visible desde cualquier punto de la finca.
Los grandes ventanales de doble hoja evidencian que los dueos consideraban
imprescindible garantizar suficiente iluminacin en las habitaciones y defender las
estancias contra los rigores del verano granadino.
El elegante porte de la casa queda rematado en su perfil por una gran torre
mirador con arquera. Esta gran atalaya pudo ser utilizada por el propietario para
recrearse con las vistas de la finca o bien para vigilar a los jornaleros mientras ejercan
sus faenas. Bajo esta gran torre mirador est una de las estancias principales, segn
pudimos observar dispone de chimenea, una gran estantera y un techo rematado con
grandes vigas de madera.
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El
recinto
tambin
un
patio
interior
que
historiadores
arquelogos
dilucidaran
cuales
fueron
las
A parte de las viviendas, otro de los elementos principales de la hacienda son sus
dos patios. El primero, que consideramos fue parte del patio del asentamiento original,
consta de un pozo con aljibe que dispone de un brocal ejecutado en fbrica de ladrillo
cocido sin vidriar de forma octogonal. Este brocal carece tanto de un cigeo o polea
para extraer el agua como de una tapadera para evitar que entre suciedad al interior
del aljibe. El brocal permite el acceso a un aljibe que recepciona las aguas freticas,
pluviales y de la acequia. No se tratara pues de un pozo al uso sino de una estructura
destinada al almacenamiento hidrulico que proporciona el caudal suministrado por el
ramal de la acequia de La Madraza que riega toda esta finca. La presencia de esta
infraestructura hidrulica y el anlisis del ramal de la acequia sern claves para
determinar desde cuando es explotada realmente esta finca.
Torres Rojas (op. cit.) detalla en sus relatos que el patio estaba ajardinado con
hileras de naranjos, una morera y dos tilos de gran porte. Las sombras generadas con
estas arboledas permitan que los propietarios almorzaran frescos en el patio durante
el verano.
Ilustracin 68. Secadero de la casera de Los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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de
la
acequia,
delimita la finca en su
Ilustracin 69. Muralla que rodea la Casera de los Cipreses. Fuente: Fotografa
propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
borde
oriental.
estructura
sta
est
camuflada por una espesa capa vegetal de zarzales y granados asilvestrados, que
confunden al observador hacindole pensar errneamente que se trata de un bancal
convencional. En cualquier caso, aunque consta que una licencia de construccin para
un muro perimetral en 1927, convendra datar la antigedad de algunos tramos de
este lienzo ya que en algunos sectores est ejecutado mediante la tcnica del tapial.
Desde este muro, parte el carril que conduce al seoro. La entrada del carril carece
de una puerta monumental para acceder a la finca. En su lugar existen dos pilares y
una cerca metlica que restringen el paso a la hacienda.
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Ilustracin 70. Acceso a la finca. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
En el pasado este carril estaba escoltado a ambos lados por cipreses, lamos y
algunas palmeras asiticas. Estos rboles fueron en su mayora fulminados por rayos,
quemados intencionadamente o talados sin razn aparente.
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Ilustracin 71. Fotografa del carril de acceso a Los Cipreses tomada en el ao 1995. Fuente: Instituto Andaluz de
Patrimonio Histrico.
Ilustracin 72. Vivienda y carril vistos desde la muralla. Obsrvese la prdida de los cipreses, lamos y palmeras
asiticas que flanqueaban el carril. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 73. Lo que antes era un jardn con pequeos parterres es hoy da un erial donde brotan sin control
hierbas salvajes. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
Ilustracin 74. Vista Suroeste del seoro. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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La
casera
est
de
dimensiones
linealmente
amplias
dispuestas
sobre
un
considerable espacio de la
finca. Dentro de esas tres
estructuras
Ilustracin 75. Disposicin de las fachadas segn su orientacin. Fuente:
imagen obtenida con Google Earth.
estn
principales
dispuestas
dependencias
las
necesarias
Ilustracin 76. Organizacin de la Casera de los Cipreses. Vista de la fachada Oeste obtenida mediante vuelo en
parapente por la empresa constructora Urbiceg. Fuente: Constructora Urbiceg.
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Las fachadas de mayor tamao del predio estn orientadas al Este y al Oeste,
contando ambas viviendas de dos alturas y del nivel adicional correspondiente a los
dos torreones de cada casa. Si observamos con detenimiento podemos reconocer
cierto grado de simetra entre ambas viviendas, tanto en el nmero de ventanas del
lienzo de la fachada, como en la disposicin y nmero de arcos de cada una de las
torres. En este sentido, parece que la parte noble de la vivienda imita la disposicin de
los elementos estructurales que componen la vivienda de labor. No obstante, la parte
seorial y su torre maestra causan un mayor impacto visual debido principalmente a la
menor altura de la vivienda de labranza y a la austeridad de los elementos
ornamentales que la conforman.
Esta organizacin a dos alturas resulta extraa en una construccin rural donde lo
habitual es que predomine la horizontalidad y la funcionalidad. Es evidente que esta
disposicin debi complicar y encarecer bastante la construccin del predio, lo que nos
sugiere que desde sus orgenes los propietarios gozaban de una posicin econmica lo
suficientemente holgada para permitirse este tipo de desarrollos constructivos.
Ilustracin 77. Fachada Oeste de la Casera de los Cipreses. Fuente: ampliacin fotogrfica de fotografa
proporcionada por la empresa constructora Urbiceg.
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Ilustracin 78. Lienzo Oeste de la Casera de Los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 8 de diciembre de
2012.
Ilustracin 79. Ventanales de la fachada Oeste de la vivienda seorial. Fuente: fotografa propia tomada el 8 de
diciembre de 2012
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magnficos
ventanales
de
negra
de
hierro
estilo sevillano. Cuentan tambin con pequeas balconadas protegidas por barandillas
ribeteadas en forja de hierro templado con pomo y unos minsculos faldoncillos azules
de madera que embellecen el dintel del vano y ejercen de parteluz para el montante.
La repisa de estos balconcillos queda enmarcada y protegida por la forja
embelleciendo la imposta del voladizo con placas metlicas que se han desprendido en
su mayora. La parte inferior de la repisa est decorada con un arcidriche o damero
cermico de color azul y blanco. Asimismo, podemos observar que dos de los vanos
superiores han sido modificados con posterioridad, construyendo un antepecho para
impedir el acceso a la terracilla. En estos dos casos, las ventanas inglesas de hojas
abatibles con entrepaos han sido sustituidas por ventanas con persianas venecianas o
celosas de lamas orientables. Todo el nivel superior del ala Oeste de la vivienda
seorial est rematado por un tejado a tres aguas cuya cumbrera superior presenta
signos evidentes de hundimiento visibles desde levante.
diferentes
blasones
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Una de las funciones del enrejado es cerrar la mesilla del alfeizar o bufarda del
vierte aguas para salvaguardar los poyetes interior y exterior de la ventana. Los
grandes ventanales de la vivienda seorial que hemos descrito contrastan con las ocho
ventanas mucho ms humildes y reducidas de la vivienda de labor. En este caso, las
cuatro ventanas situadas en el entresuelo constituyen meras troneras o ventanucos
rematados con mosquiteras y forja embutida, lo que pone de manifiesto el carcter
mucho ms humilde y funcional de la casa donde resida el eremita de la finca y su
familia.
Ilustracin 82. Detalles en forja situados sobre los guardapolvos de los ventanales. En este caso, ya han
desaparecido el remate superior de la urna y una de las cabezas de dragn. Fuente: fotografa propia tomada el 8
de diciembre de 2012.
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comprendido
entre
el
de
planta
cuadrada
situadas
Pgina | 112
La parte superior de estos arcos est finalizada con una arquivolta y su friso queda
decorado en cada lado con cuatro ribetes circulares de cermica azul esmaltada que,
segn Gustavo Morales Mas (2012), maestro ceramista de Fajalauza, son conocidos en
Granada como medias bolas de remate de pared. El mirador cierra la luz entre sus
arcos con una balaustrada perimetral en terracota, compuesta por seis balaustres
redondos por vano. Adosado a uno de los laterales de la torre existe un antiguo
depsito que suministraba agua corriente a la vivienda. La torre queda cubierta con un
tejado a cuatro aguas de un amplio alero en voladizo y que est sostenido por
canecillos moldurados o modillones que corresponden al remate exterior de las vigas
que forman el dintel de la cubierta. El tejado inclinado est realizado en tejas rabes
con cuatro aristas de cumbreras de cuyo vrtice ha desaparecido el remate con aguja
que decoraba la cubierta. Las cuatro vertientes o aguas de este tejado estn en buen
estado de conservacin.
Ilustracin 86. Torre maestra de la Casera de los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 8 de diciembre de
2012.
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Fotografa
Fotografa
Fotografa
Fotografa
Ilustracin 87. Detalles de los zcalos de cermica de estilo sevillano que ornamentan la torre y el dintel
de los ventanales superiores. Debajo canecillos de madera que sustentan el alero del tejado. Fuente:
fotografas 1 y 2 de elaboracin propias tomadas el 8 de diciembre de 2012. Fotografas 3 y 4,
corresponden a ampliaciones pertenecientes a la web www.culturandaluca.com.
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La
torre
de
flanqueo
de
menor
dimensiones
principal.
En
presencia
que
peor
el
torren
estado
de
de
ladrillo
cuyo
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El alero o voladizo del tejado, a imitacin del gran torren, permite apreciar el
remate de los canecillos que ornamentan su cornisa apoyndose sobre la viga del
dintel de la torre. Llama la atencin que el faldn Oeste de la cubierta ha sido
perforado para introducir un tubo cilndrico de fibrocemento. Esta canalizacin hace
las veces de rudimentaria chimenea y rompe la homogeneidad de un estilo
arquitectnico rural con evidentes influencias neomudjares y andaluzas.
Otra singularidad de esta torre menor es que su reducido alzado contribuye a que
el caballete de la cubierta de la vivienda de labor ciegue parcialmente los arcos que
estn adosados al mismo. La prolongacin del alero de ste tejado a dos aguas, remata
la parte inferior de la torre a modo pequeo faldn elaborado con teja cermica a un
agua. sta pequea visera hace las veces de cornisa y est decorada con ladrillos
organizados crestera o en dentculos teidos de azul ail o ndigo.
Ilustracin 90. Vista de la cara Oeste del secadero. Obsrvese la fractura que evidencia la viga cumbrera y como se
ha hundido gran parte de la cubierta. Fuente: fotografas propias tomadas el 8 de diciembre de 2012.
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Si continuamos nuestro recorrido visual por el lienzo Oeste observamos que la casa
de labor est separada del secadero por una rudimentaria tapia que, al menos
aparentemente, ha sido reconstruida en algunos de sus tramos con bloques de
hormign de 20cm. La funcin de este muro es cerrar las caballerizas y corrales de la
vivienda. Algunos restos de fbrica observados en el pao nos permiten inferir que el
material original empleado en su construccin fue el ladrillo cermico. A esta tapia le
han sido practicados unos pequeos portones auxiliares en latn verde y unas
reducidas troneras que han sido cegadas.
Ilustracin 91. La fachada Oeste se encuentra rodeada por un rudimentario cercado construido con lminas de
uralita probablemente extradas de la cubierta del secadero. Fuente: fotografa de elaboracin propia tomada el 08
de diciembre de 2012.
El recorrido visual por el muro nos conduce finalmente al gran tabique palomero
del secadero. Con una longitud aproximada de doce metros, sus ladrillos estn
dispuestos de forma alterna dejando huecos en forma de cruz para contribuir a
ventilar la cosecha que en el pasado almacen en su interior. Muchas de estas
pequeas aperturas de ventilacin han sido cerradas con cemento hasta media altura
de la fachada con la intencin de impedir que personas ajenas a la finca puedan
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escalar por la pared. El secadero est rematado por una cubierta de dos vertientes
fabricada en fibrocemento. La viga cumbrera de la armadura de madera que sostiene
las planchas de uralita est totalmente fracturada. Esto ha dado lugar al hundimiento
de parte del tejado dejando a la vista las alfardas, contrapares y correas que
componen la cercha interna. Los siete pilares laterales que mantienen la estructura
estn encamisados y reforzados con intencin de robustecer los elevados muros deben
sostener la cubierta. La amplia luz queda abierta por los laterales superiores
incrementando as la circulacin del aire.
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Ilustracin 92. Vista frontal de la fachada Sur de la Casera de los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 08
de diciembre de 2012.
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Ilustracin 93. Fachada Sur de la Casera de Los Cipreses. En este lienzo de la hacienda encontramos el acceso
principal de la vivienda, el ala Sur de la vivienda seorial, la torre maestra y los dos nicos cipreses del carril que
da acceso a la finca. Fuente: la fotografa superior corresponde a una ampliacin de una fotografa cedida por la
empresa Urbiceg. La inferior es una fotografa de elaboracin propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 94. La torre maestra destaca entre la espesa vegetacin. El prtico apenas es visible. Fuente: fotografa
de elaboracin propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
Ilustracin 95. Vista cercana de los vanos que componen parte de la fachada y daos en el arrimadero de las
esquinas de la torre. Fuente: Fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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fachada
presenta
esquinas
fachada. Este aparejo correspondera con un estilo gtico sencillo o aparejo flamenco.
Lamentablemente, tambin hay algunas fisuras y grietas que son visibles sobre
todo en el arrimadero o volapi con moldura que recorre, a modo de gran zcalo, el
paramento de la vivienda seorial. Los daos estructurales estn ubicados
principalmente en las juntas de unin de la torre con la vivienda pudiendo estar
originadas por las tensiones generadas por la proyeccin imaginaria de las cargas
distribuidas por las jambas de los ventanales de la primera planta.
En total, la fachada Sur consta de doce vanos. Cuatro corresponden a los grandes
ventanales de amplias jambas y alfeizares con dos hojas batientes a la inglesa en el
nivel inferior; cinco a las ventanas de hojas batientes con pequea balconada en la
parte superior; y otros dos a unas pequeas ventanas de una sola hoja batiente a la
inglesa que, al estilo veneciano, flanquean la puerta tapiada de acceso a la vivienda.
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Ilustracin 97. Hermoso ventanal en forja ornamentada, con dos hojas batientes en cuarterones de
madera, guardapolvos y amplio alfeizar. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
El diseo de las ventanas del lienzo Sur es semejante al del ala Oeste de la casera.
En la planta baja los ventanales cuentan con amplias mesillas protegidas por un
enrejado artstico cuyos barrotes rectos y retorcidos delimitan el espacio comprendido
entre el sobradillo y el alfeizar. Esta forja negra voleada, muy similar a la que existe en
el antiguo Colegio Notaria de Granada, cuenta con cuatro pletinas, realces artsticos,
dibujos de fundicin y escudos nobiliarios con iconografa local y mtica. De claro estilo
eclctico, en ella encontramos granadas, urnas con gallones y helechos, una placa
labrada en forja que recorre el perimetralmente el enrejado de la cerrajera y en la que
podemos observar hojas de acanto, zoomorfos, animales quimricos, esfinges,
personas con colas de pez, dragones o serpientes enroscadas. Todos estos motivos
fueron muy usados durante el periodo renacentista y hacan alusin a supersticiones
cretenses, micnicas y romanas.
cuidadosamente
de
propietarios.
merecer
sus
En
antiguos
este
la pena
sentido,
realizar un
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Ilustracin 99. Boquetes y aperturas en los carcomidos cuarterones de los postigos del ventanal. A travs de ellos es
posible observar el interior de la vivienda. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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que,
mediante
dos
hojas
metlicos
en
forma
de
que sostienen y enmarcan la repisa del balcn. La pequea imposta del permetro de
este voladizo cuenta con un zcalo de placas metlicas labradas con motivos artsticos
y realces, la mayora de los cuales se han desprendido. Finalmente, la superficie
inferior del voladizo est revestida con un mantel adamascado de pequeos dameros o
teselas en cermica esmaltada de color azul y blanco.
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Ilustracin 101. Arriba balconada de la torre con ornamentos cermicos y barandilla de forja. Abajo fotografa de
la fachada Sur en la que observamos la espesa vegetacin y cercado que rodean la fachada principal la vivienda.
Fuentes: fotografas propias tomadas el 08 de diciembre de 2012.
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con
slidos
pilares
cuadrados
pequeo equino labrado que, a modo de moldurilla, remata como imposta de cuarto
bocel la arcada. Estos pilares
cuadrados revestidos de una
capa de enfoscado de color
beis distribuyen la carga de la
cubierta a travs de arcos
decorados en arquivolta. La
luz
entre
protegida
los
arcos
con
es
una
fuste cuadrado disponen de una pequea basa y capitel, quedando reducidos sus
ornamentos a un pequeo equino labrado que, a modo de moldurilla, remata como
imposta de cuarto bocel la arcada.
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El espacio entre las enjutas o algbenas generado por los distintos arcos est
decorado con botones cermicos ornamentales de cermica vidriada azul, con forma
semiesfrica. Estas piezas son denominadas medias bolas de remate de pared. Esta
galera sustenta un tejado de estructura de madera y cubierta en teja rabe, dispuesto
a cuatro aguas y con amplio voladizo o alero del que sobresalen los canecillos del
envigado.
Pero, como ya hemos avanzado, el elemento arquitectnico ms representativo
del frontispicio es el portal o porche de entrada a la vivienda que emula claramente
una stoa de estilo toscano y al que se accede por una escalinata de estilo imperio de
dos tramos en cuarto de elipse con amplia entabladura y losa con una pendiente
inferior a veinte grados.
Ilustracin 104. Vistas del prtico o portal principal de entrada a la vivienda coronado por una terraza a modo
de tribuna. Obsrvense tambin los dos brazos de la escalera, las columnas, la ausencia de voladizo y cubierta
a un agua en el dintel Sur, la desaparicin del chapado cermico del porche y como los brazos del rbol se
introducen en el soportal. Tambin puede apreciarse la cubierta de estircol del suelo inmediato a la vivienda.
Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 105. La prdida de parte de la cubierta a un agua que rodeaba el permetro de la imposta del voladizo
permite apreciar la viga maestra sobre la que descansa el envigado del atrio. La higuera de la derecha cubre
completamente las ventanas del ala Sur. Fuente: fotografa propia tomada en diciembre de 2012.
Ilustracin 106. Bonita estampa de la fachada Sur de la Casera de Los Cipreses al atardecer. En la fotografa
constatamos la gran cantidad de hierbas y rboles que crecen sin control en la finca. Fuente: fotografa propia.
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Los
tramos
compuestos
por
de
escalera
seis
estn
escalones
Ilustracin 108. En esta imagen pueden apreciarse la balaustrada, los escalones moldurados de la escalera, restos
del zcalo cermico azul, restos de cemento cuadriculares de los azulejos que chapaban la plataforma del porche y
las columnas toscanas que descansan sobre la cornisa del pedestal. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de
diciembre de 2012.
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La
balaustrada
de
la
escalera
envuelve
Ilustracin 110. Fotografa del porche de la vivienda con la superficie de su meseta recubierta completamente de
estircol. El balaustre del lado Este parece haber sido arrancado por traccin mecnica de los animales que fueron
encadenados a las columnas y que han ocupado este soportal a modo de corral. Debajo de la higuera an pueden
encontrarse esparcidos algunos de los balaustres. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 111. Las imgenes muestran la escalinata Oeste de acceso a la vivienda, los escalones moldurados en
piezas de cantera, el pilarote labrado y la ausencia del chapado cermico, que deja al descubierto la fbrica de
ladrillo y el hueco de una toma de agua. Las ramas del rbol se han introducido bajo la techumbre. Fuente:
fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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El entablamento o cornisa de
la
tribuna
superior
est
completamente
apuntalamiento
parecen
simple
vista
puede
Sur
lo
que
permite
del dintel, cuya longitud es de aproximadamente cuatro metros. En este dintel reposan
todas las vigas que sostienen la terraza formando lo que viene en denominarse un
amplio arco a regla. Este deterioro nos permite comprobar que la viga solera de
madera de la imposta ha sido sustituida por una viga de metal y reforzada con ladrillos.
Curiosamente han desaparecido otros ornamentos de la cornisa como unas hermosas
mnsulas o cartelas de madera que remataban las columnas y que pueden verse en las
fotografas antiguas de la vivienda. De las cuatro mnsulas de estilo jnico que
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sostenan la terraza, tan slo quedan dos actualmente. Coronando esta estructura est
el palco de la terraza superior protegido tambin por una bonita balaustrada que hace
las veces de pretil o antepecho y que est rematada en sus esquinas por dos pilarotes
con acanaladura frontal. Bajo este soportal de entrada existe una pequea hornacina
donde antao estaba ubicaba una virgen en pedestal y varios nichos para las placas
cermicas que marcaban la fecha de inauguracin de la vivienda. Estos huecos, la
hornacina y la amplia puerta de entrada han sido cegados. Las piezas cermicas y la
virgen en pedestal han sido expoliadas y de ellas tan slo tenemos constancia por
antiguas fotografas que se conservan de la vivienda.
Ilustracin 114. Ampliacin de una fotografa del ao 1927 en la que pueden apreciarse los excepcionales
enrejados, dos mnsulas frontales, el revestimiento en material ptreo pulimentado de las columnas toscanas, el
envigado, las placas cermicas con el ao y la fecha, un farol en el porche, la hornacina central con una imagen
mariana, las ventanas laterales donde haba colocados dos grandes maceteros, las pilastras y dintel del vano de la
puerta, los arcos y el farol del recibidor. Fuente: fotografa proporcionada por el conocido financiero y escritor D.
Manuel Mara Torres Rojas, nieto del antiguo propietario de la vivienda.
Ilustracin 115. Envigado de madera voladizo del soportal. Obsrvense las dos mnsulas que rematan las jcenas
laterales, las pilastras molduradas y cornisa del dintel que embellecen el vano de la puerta y las ventanas laterales
completamente destrozadas. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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La puerta de entrada que ha sido tapiada est flanqueada por dos pilastras y dos
ventanas cuyos postigos presentan grandes boquetes a travs de los que puede
observarse el interior del zagun e incluso el pozo del patio.
Las dos pilastras que decoran la entrada de la casa son de fusta rectangular y
cuentan con un amplio canal o estra central. Su parte superior est rematada con un
capitel compuesto de amplio collarino, baco y equino. Estas pilastras acanaladas
reposan sobre un pequeo pedestal.
La vista desde las ventanas laterales del soportal nos permiti observar el bellsimo
interior del zagun de la casa. Esta sala est dividida en dos grandes espacios mediante
un muro de arriostramiento en el que se han practicado tres vanos en forma de arco
de medio punto. Dos de ellos estn dispuestos a modo de pequea ventanas a media
altura y hacen las veces de repisa. El otro, de mayor tamao, est en el centro,
flanqueado por stos dos. Este arco constituye una pequea bveda de can
reforzada con tirantes y por ella accedemos al distribuidor de la vivienda que
conducira al patio con pozo, a las dos alas de la vivienda y al corredor, en cuyo
extremo estn ubicadas las escaleras de interiores de la casera.
Ilustracin 116. Interior del zagun de la vivienda. Sus paos estn chapados con cermica sevillana. Fuente:
Fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Este paramento de azulejos esmaltados est decorado con ricos mosaicos cuyos
minuciosos motivos estn trazados en una policroma blanca, azul, celeste y amarilla.
Este tipo de tracera u ornamentacin es de estilo eclctico y est basada
principalmente en motivos geomtricos. Los dibujos cermicos forman preciosas ovas,
diamantes orlados, tringulos, octgonos estirados, bandas de trenzas, crculos y urnas
que rematan superior e inferiormente el mosaico. Todo ello muy acorde con los estilos
cretense y micnico que aparecen en otras partes de la vivienda.
Ilustracin 117. Arcos de medio punto en el muro de arriostramiento de la entrada. Fuente: fotografa propia
tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 118. Bellsimos azulejos del recibidor de la vivienda. Al fondo, el pozo octogonal del patio en fbrica de
ladrillo. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
farol
de
madera.
Este
elemento
en casas de campo. Su presencia es un signo del claro origen urbano y burgus de los
propietarios.
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Los escalones de esta escalera contaban con un rellano intermedio y tenan sus
peldaos revestidos de mrmol blanco y su contrahuella o frentines decorados con un
precioso mantel adamascado de teselas cermicas azules. Su zanca estaba rematada
con un zcalo blanco con moldura cermica azul. Esta decoracin proporcionaba un
aspecto lujoso al interior de la vivienda.
la vivienda.
Al lado de la torre encontramos una alberca de siete por tres metros y medio. Este
estanque parece haber hecho las veces de abrevadero para las bestias que pacan en el
interior de la cerca.
Ilustracin 121. La alberca completamente llena de barro y excrementos. Al fondo el rudimentario vallado que
cerca el permetro de la vivienda. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Tambin en las inmediaciones del portal de la vivienda, pero ya fuera del permetro
cercado, encontramos un tramo de una acequia y restos de algunos arriates. En estos
suelos adyacentes a la entrada de la casa debieron existir pequeos huertos en los que
los propietarios cultivaban hortalizas y frutas.
Ilustracin 122. La abundante vegetacin impide ver el tramo de la acequia que discurre en la parte Sur de la
finca. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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La fachada de levante
tiene
sesenta
metros
de
En un examen lineal de
esta
gran
pueden
de
corresponde
tapia
al
patio
que
que
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aparejos
en
cubiertos
Ilustracin 125. Aparejos dispuestos en pandereta en el muro que
delimita la finca. Fuente: fotografa propia, tomada el 06 de diciembre de
2012.
tradicional
la
por
de
fachada
una
capa
cal
Ilustracin 126. Vista de la fachada oriental de la casera de Los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de
diciembre de 2012.
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El lienzo Este de la vivienda seorial tiene once metros de longitud que consta de
tres amplios ventanales. El primero de ellos es similar al de la fachada Sur y
corresponde con un gran ventanal de amplio alfeizar, con dos hojas batientes
rematadas con postigos y contraventanas en cuarterones de madera de tipo ingls que
estn rematados externamente con una persiana veneciana y un toldillo de madera. Al
igual que ocurre en el resto del recinto, los cuarterones y piezas de madera estn
carcomidos debido al descuido y al paso del tiempo. Como en los ventanales de los
dems muros, esta gran ventana dispone de un enrejado en forja voleada de cuatro
pletinas con iconografa religiosa que delimita el espacio comprendido entre el
guardapolvo y el alfeizar.
Ilustracin 127. Fachada Este de la vivienda seorial. Obsrvese la cruz que corona la forja de la ventana de la
primera planta. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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actuaran
como
elemento
de
el carril.
Ilustracin 129. Cipreses, torren y segundo nivel del seoro visto desde la carretera de Jan. Fuente: fotografa
propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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Los dos ventanales del nivel superior son en este caso diferentes. Mientras el
primero responde al mismo diseo que existe en toda la vivienda y est compuesto
por un gran ventanal hasta el suelo que da acceso a una pequea terraza.
Ilustracin 130. Segunda planta del seoro de la casera de Los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de
diciembre de 2012.
El otro ventanal del segundo nivel de esta fachada Este es un amplio vano
rematado superiormente por un arco de medio punto. Esta ventana corresponde a una
preciosa vidriera policromada que proporcionaba luz a la escalera interior de la
vivienda. Su cuerpo est formado por pequeas piezas de cristal con finas almas que se
hallan unidas por plomos. Este elemento decorativo surge de la necesidad de cerrar el
vano pero a la vez de proporcionar luz mediante un medio translucido en cuya
composicin iconogrfica predomina el blanco grisalla que es combinado con cenefas
formadas por pequeas teselas de vidrio soplado de color azul y forma cuadrada que
se organizan formando un mosaico o mantel adamascado a imitacin de los motivos
cermicos que recorren la vivienda.
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Esta es una solucin esttica y simblica modela la luz que recibe el hueco de la
escalera evitando la monotona cromtica y diafanidad que se obtendra haciendo uso
de un cristal transparente. La gran cantidad de polvo que tiene adherido el vidrio
contribuye adems a amortiguar los colores evitando as que la gama cromtica se
aplane al ser iluminada y observada desde el interior.
Ilustracin 131. Balconada y vidriera rematadas por almenetas de cermica policromada sevillana. Fuente:
fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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que decoran la ventana. Esta rica ornamentacin denotara, si cabe ms, el estatus
burgus y acomodado de la familia del constructor de la vivienda.
En este mismo ventanal, y casi podramos decir que cubriendo la vidriera, existe
una magnfica reja artstica encastrada. Esta forja est decorada con hermosos motivos
vegetales y un arco de medio punto de estilo colonial. Esta reja es en mi opinin la ms
compleja de toda la vivienda. El arco de medio punto que cierra el espacio entre
ambas jambas est profusamente decorado con blasones, ornatos simtricos que
emulan ramas de acanto, cpides, urnas, etc. Este enrejado cuenta con cuatro pletinas
y est recorrido en su zona central por un zcalo metlico compuesto por motivos
artsticos y realces en muy buen estado de conservacin. En su parte superior destaca
una vasija flamgera sostenida por ramas que sujetan dos tritones -hombres con torsos
humanos y cola de un pez-.
Todo el vano de este hermoso ventanal est enmarcado con piezas de cermica
sevillana en colora azul, blanco y amarillo que son dispuestas formando almenetas y
merlones. Este elemento decorativo es mucho ms rico en este ventanal puesto que el
espacio entre las enjutas y el zcalo cermico est rematado con este tipo de
ornamentacin cermica que est decorada con traceras de ovas, orlas y cuadrados
armonizados con claro oscuros.
La planta superior cuenta con una cubierta de amplio alero en voladizo similar a la
del resto de la vivienda. Estas amplias cornisas quedan rematadas con canecillos de
madera.
Otro de los elementos que encontramos en la parte Este del predio es la gran tapia
de fbrica de ladrillo que cierra los aproximadamente diecisiete metros de largo que
existen entre las fachadas de las dos viviendas. Este tapial est coronado por un
pequeo tejado a dos aguas rematado en su parte superior por un caballete en teja de
cermica rabe. Asimismo, este muro dispone de una pequea cornisa cuyo trazado
est decorado con ladrillos organizados formando cresteras o dentculos.
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Ilustracin 133. Distribucin y vanos practicados en el lienzo Este de la tapia de la Casera de Los Cipreses. Fuente:
fotografa propia tomada en mayo de 2012.
El objeto de esta tapia es delimitar y proteger el patio interior que existe entre las
dos viviendas. El lienzo dispone de al menos de cuatro pequeos y rudimentarios
portones auxiliares, que parecen haberse realizado con posterioridad a su
construccin. En ellos son visibles ladrillos ms recientes y parte de sus vigas
adinteladas. Finalmente este muro queda recubierto por una capa de cemento y
encalado en color blanco.
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Ventanas de la vivienda
seorial que dan al patio
Ilustracin 134. Torre, fachada Este y ventanas de interiores del seoro. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de
diciembre de 2012.
Sobre la parte superior de esta tapia son visibles tres ventanas de menor entidad.
Estos vanos corresponden a estancias de la parte posterior de la fachada Oeste del
seoro que estaran orientadas hacia el patio interior de la vivienda. Estas ventanas
carecen de remates cermicos y forja artstica. Cuentan adems con un pretil o
antepecho en obra de fbrica que es bastante elevado y la mesilla parece ser bastante
reducida. Tambin son visibles otros tres ventanales correspondientes a la parte
trasera de la nave Sur del seoro. De estos, slo uno dispone de balconcillo al que se
accede a travs de una ventana hasta el suelo carente de cualquier elemento de
decoracin. Observamos tambin que una de estas ventanas aparece cegada con
bloques de hormign y que el resto cuentan con persianas venecianas de madera muy
deterioradas. Estas fachadas interiores del patio estn pintadas de color beis.
Ilustracin 135. Caja de la escalera del seoro y zonas de hundimiento del caballete del tejado del ala Oeste.
Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
La tapia que cierra el patio comn est adosada al nfimo tramo de la fachada
lateral de la nave Norte de la vivienda de labranza. En esta ridcula fachada existe una
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pequea puerta que, contrariamente a lo que cabra esperar para una vivienda de esas
caractersticas, es una de las formas principales de acceso a la casa. Esta anmala
disposicin de la entrada, el reducido tamao de su puerta y la rudimentaria ejecucin
de la misma sugiere que posiblemente esta vivienda existiera antes de ser construida
la vivienda seorial, debiendo readaptarse los accesos a la misma una vez fue edificado
el seoro. Su orientacin en forma de ele invertida reforzara la idea de que
inicialmente la vivienda de labor estaba delimitada perimetralmente por una tapia
cuyo acceso principal al patio estara en su lienzo Sur, hoy ocupado por una de las
naves de la vivienda noble. Esta circunstancia justificara que la vivienda agrcola
careciera de un acceso de dimensiones y ejecucin significativas en su fachada Este y
Oeste.
Lo que s parece claro, es que los accesos y vanos practicados en el pao Este de la
tapia y en la propia fachada de la casa de los guardeses son claramente posteriores y
tienen una misin de carcter ms auxiliar que funcional, pues sus reducidas
dimensiones no permitiran el paso de bestias y aperos al patio donde est el pozo.
Sobre el tramo de tapia que existe entre ambas viviendas pueden apreciarse
tambin las dos ventanas del segundo nivel de la vivienda del eremita. Corresponden
concretamente a la fachada trasera de su ala Oeste. Como ya comentamos, estos
vanos estn situados a una cota inferior a los de la vivienda seorial. Esta
heterogeneidad en los volmenes y en las alturas refuerza si cabe ms la idea de que
ambas viviendas fueron erigidas en periodos temporales distintos.
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Ilustracin 136. Fachada oriental de la vivienda de labor y tapia del patio. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de
diciembre de 2012.
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Las ventanas de este lienzo Este estn tambin orientadas al patio pero son de
menor tamao a las de la vivienda seorial careciendo de cualquier tipo de ornatos y
enrejado. Se trata de ventanas a media altura con dos hojas batientes, sin faldoncillos
de madera, ni embellecedores y en donde es visible algunos travesaos de sus
dinteles.
Ilustracin 137. Ventanas del lienzo Norte y Este del seoro. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre
de 2012.
La
observacin
desde
cubierta
a
por
un
una
vertiente,
adosada
tambin
precisamente a la torre.
interseccin
del
perfil
La
del
hastial que mantiene la cubierta de la caja de la escalera que da acceso a este mirador
est aparentemente en buen estado de conservacin. Sus guardaguas y limahoyas no
presentan signos de deterioro aunque, aunque la solucin arquitectnica de la caja de
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la escalera cubre parcialmente los arcos de la cara Este del torren generando una
solucin arquitectnica que perjudica la esttica de esta pequea torre.
Ilustracin 139. Torre menor de la vivienda de labor. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
Desde el Este tambin son visibles las tres chimeneas que posee el conjunto. Dos
de ellas estn ubicadas en la vivienda del eremita. La primera la encontramos sobre la
cubierta a tres vertientes de su ala Norte. Se tratara de una chimenea en fbrica de
ladrillo revestida de una capa de cemento en color blanco. Carece de sombrerete y el
tiro de la chimenea es regulado con chapas y tablones colocados sobre su apertura.
Esta pequea estructura carece de un babero como remate en su interseccin con el
plano inclinado del tejado rabe. La segunda de las chimeneas tiene, como ya citamos,
un carcter auxiliar y muy probablemente fue ejecutada a medida que las necesidades
de la casa variaban tiempo despus de su construccin. Ello justificara que la cubierta
del pequeo torren sea atravesada precisamente por una canalizacin. En este caso,
la chimenea consiste en un rudimentario tubo cilndrico de fibrocemento conocido en
Espaa como Uralita. La presencia de este material compuesto de amianto fue
frecuente desde principios de siglo hasta 1990 cuando se hicieron patentes los
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La ltima de las chimeneas est ubicada en la cubierta del ala Oeste del predio.
Construida en fbrica de ladrillo y revestida de cemento de color beis, carece tambin
de sombrerete estando cegada su apertura mediante tablones y chapas. Al igual que
en el caso anterior carece de babero lo que, de no haberse resuelto bien la cubierta,
puede haber dado lugar a humedades.
viviendas.
la
parte
Este
muro
del
predio
pequeo establo cubierto por un tejado de fibrocemento a dos aguas. Este recinto
tiene un acceso lateral a travs de un amplio portn. La fachada Oriental de este
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pequeo recinto cuenta con un rudimentario vano hasta el suelo, que parece ser una
ventana abatible de dos hojas.
Ilustracin 141. Secadero y caseta de aperos de la vivienda de labor. Fuente: fotografa propia tomada el 06 de
diciembre de 2012.
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Ilustracin 142. Cubierta semiderruida del secadero. Fuente: fotografa propia tomada 06 de diciembre de 2012.
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que la cumbrera de esta parte del tejado del secadero est completamente hundida y
entraa un serio peligro para las personas que acceden al mismo.
Ilustracin 143. Fachada Este del secadero de la casera de Los Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada en mayo
de 2012.
Ilustracin 144. Portada de acceso al secadero. Obsrvese los tabiques en palomar y el portn de entrada. Fuente:
fotografa propia tomada el 06 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 145. Alberca y fachada Norte del secadero. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de
2012.
90 metros
Ilustracin 146. El tramo de carril de la vivienda mide aproximadamente 90 metros. Fuente: fotografa propia
tomada el 08 de diciembre de 2012.
Este muro, erigido supuestamente en 1926, fue levantado con la tcnica del tapial
y est compuesto de tierra y mortero que han sido encofrados y apisonados. Algunos
tramos parecen haber sido rehabilitados con posterioridad empleando hormign. La
presencia de materiales constructivos extrados del propio terreno tena por objeto
minimizar el coste de la construccin.
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Esta
cerca
es
bastante
La
ausencia
del
una
cuyo
franja
aparejo
colocado
Tambin,
como
de
est
panderete.
remate
cubierta
protectora,
el
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Acequia
Ilustracin 148. Perfil del muro perimetral visto desde el Norte. En la fotografa podemos observar la acequia que
discurre paralela al muro y parte del lienzo Norte. Ntese por la diferencia cromtica, que los materiales originales
que componan el lienzo estn recubiertos por una capa de cemento. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de
diciembre de 2012.
Desde el aire es visible tanto su trazado como las diferentes compuertas y tomas
que distribuyen el agua por la finca. Uno de los bocales principales est situado en el
margen oriental de la finca y tiene forma de gran crucero. Construido en hormign
este elemento tiene por objeto facilitar la entrada del agua a la propiedad a menor
velocidad. Para ello, redirige el caudal a una pequea cmara, lo que disminuira su
velocidad y provocara la sedimentacin de los limos arrastrados por el agua. Por otro
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lado, las prdidas de rasante son resueltas con saltos escalonados que pliegan la
acequia al terreno, mientras que el paso del carril se soluciona empleando un sistema
de sifones. Este ltimo mecanismo hidrulico consiste en abrir dos pozos comunicados
por un tubo de suficiente dimetro para impedir atascos y reducir la prdida de carga
pero que cuente con la suficiente profundidad para que el paso de vehculos no lo
deteriore.
Finalmente, en la parte
oriental
del
encontramos
los
predio
noventa
Este
camino
estuvo
ubicados
en
la
cabecera ms cercana a la
vivienda. El resto, incluida una
palmera
asitica,
Curiosamente, a pesar de la
riqueza de este conjunto arquitectnico y de la existencia de un tapial perimetral la
hacienda carece de la tpica portalada. En su lugar existen dos recios pilares que
rematan el lienzo del tapial del muro.
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Ilustracin 151. Troncos carbonizados por rayos o incendios intencionados son los nicos restos de los cipreses que
otorgaron nombre a la propiedad. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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metros
de
longitud.
de
la
cosecha
almacenada en su interior. Es
posible que el cambio de usos
del secadero procurara que esos
Ilustracin 152. Lienzo Norte del secadero de la casera de Los
Cipreses. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de
2012.
pequeos
orificios
fueran
La presencia del guards de la finca no ha impedido que este gran lienzo haya sido
objeto de grafiteros y vndalos. Desde esta vertiente norte son visibles los ocho
enormes pilares encamisados que dorsalmente sostienen la cubierta a dos aguas del
cobertizo. En su parte superior, estos grandes vanos generan una amplia luz sin tapiar
que facilitan la circulacin del aire bajo la cubierta.
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Ilustracin 153. El lienzo est realizado en palomar con pequeos huecos con forma de cruz. Obsrvese como los
ocho pilares sostienen sobre elevada la cubierta para permitir la circulacin del aire. Fuente: fotografa propia
tomada el 008 de diciembre de 2012.
Ilustracin 154. El lienzo del secadero est construido en aparejo de fbrica de ladrillo dejando huecos en forma de
cruz. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
Justo delante de esta gran fachada hay situada una gran alberca de escasa
profundidad y aproximadamente diecisiete metros de largo que era utilizada para
realizar la putrefaccin del lino antes de llevarlo a procesar a la fbrica.
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Ilustracin 155. Gran alberca situada en la parte Norte del predio. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de
diciembre de 2012.
Precisamente en la esquina formada por los tramos Este y Norte de este muro est
ubicada una toma por la que accede a la finca la acequia de la Madraza. No obstante,
la espesa vegetacin impide observar las compuertas que conforman esta estructura
hidrulica con cierta claridad.
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Ilustracin 156. Valla de alambre de espino que rodea el permetro Norte de la finca. Fuente: fotografa propia
tomada el 08 de diciembre de 2012.
Ilustracin 157. Tramo del muro que cierra el permetro Norte de la finca. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de
diciembre de 2012.
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del
seoro
que
Estos vanos disponen tambin de dos hojas batientes de estilo ingls con postigos
de cuarterones y persianas venecianas muy deterioradas. El nico elemento
ornamental de estos ventanales es el color albero que, a juego con los arcos de la
torre, tie las dos fachadas del seoro que cierran su patio. En todo caso, esta fachada
carece de los bonitos zcalos cermicos y de los elementos de forja artstica que
embellecan las fachadas exteriores.
Ilustracin 159. Las fachadas interiores del seoro orientadas al patio estn pintadas en tono albero. Fuente:
fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Tras la descripcin general que hemos expuesto parece evidente que determinadas
construcciones realizadas en la casera de Los Cipreses no fueron erigidas para
satisfacer las demandas de una explotacin agrcola. En muchos casos, ms bien
pretenden reflejar el propio podero econmico de sus propietarios, algo que tendra
cierto sentido dado que parte del predio fue construido para acoger la celebracin de
una boda. Este hecho explicara que muchos de los materiales y acabados empleados
en la construccin de la vivienda sean de una calidad superior a la que cabra esperar
para una casa de campo.
Ilustracin 160. Imagen del seoro obtenida desde carretera de Jan. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de
diciembre de 2012.
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Ilustracin 161. Ladrillos cermicos usados en la fachada de la torre. Fuente: fotografa propia obtenida el 08 de
diciembre de 2012.
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Ilustracin 162. Remates en fbrica de ladrillo de los pilares que sostienen la terraza del porche. Fuente: fotografa
propia tomada el 08 de diciembre de 2012. Fuente: fotografa propia obtenida el 08 de diciembre de 2012.
Ilustracin 163. Fbrica de ladrillo utilizada en la fachada de entrada al secadero de tabaco. Fuente: fotografa
propia obtenida el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 164. Las zonas descantilladas de la fachada oriental de la vivienda de labor permiten observar el uso de
ladrillo cermico en la construccin de la vivienda. Fuente: fotografa propia tomada en mayo de 2012.
Ilustracin 165. Las zonas descantilladas del lienzo de la tapia del corral permiten apreciar que estaba construido en
fbrica de ladrillo. Fuente: fotografa propia obtenida el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 166. Balaustrada del porche realizada en terracota y piedra arenisca. Fuente: fotografa propia tomada el
08 de diciembre de 2012.
El muro perimetral parece haber sido construido empleando la tcnica del tapial.
En algunos tramos de su pao son visibles pequeos depsitos de cantos
heteromtricos que posiblemente fueron extrados del cauce de algn arroyo prximo.
En algunos tramos, la parte superior de esta cerca est rematada con ladrillo cermico.
Si realizamos una inspeccin ocular completa de este murete encontramos que en
algunas partes de su recorrido le fue aadida una capa de enfoscado de cemento con
la que el constructor trato de proteger aquellas partes de la cerca que poda
experimentar mayores esfuerzos debido al empuje natural de la tierra del bancal,
consiguiendo as un efecto de muro de contencin.
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Ilustracin 167. Pao del muro perimetral de la finca en el que es visible un zcalo y remate superior de ladrillo.
Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
Respecto a las pinturas utilizadas en estos grandes muros y tapias, la vivienda est
en su mayora encalada en color blanco. Slo el gran torren y el lienzo Norte del
predio estn pintados de color albero u ocre que pudo ser obtenido con una mezcla de
calcoarenitas miocenas. El encalado como elemento tradicional de la arquitectura
andaluza predomina en las fachadas de ambas viviendas. Este color blanco tradicional
protegera el interior de las viviendas de los intensos rigores estivales. La capa de
encalado rematara el enlucido de cemento de la vivienda.
Ilustracin 168. Las fachadas interiores del patio, a juego con las arquivoltas del torren mayor, estn pintadas de
color albero. Fuente: fotografa propia obtenida el 08 de diciembre de 2012.
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las
estructuras
de
las
las
cerchas
es
visible
que
por
su
textura,
de
aliso,
petibir,
tilo
Otro de los materiales que predominan en todo el predio es la cermica bien sea
en forma de teja o azulejo cermico. Como tejas es empleado principalmente para
recubrir las cubiertas de toda la vivienda, excepto el tejado del secadero que hace uso
de placas de uralita.
Ilustracin 170. Cubierta de teja rabe del torren secadero de la vivienda del capataz. Fuente:
fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
Ilustracin 171. Cubierta de uralita a dos aguas sostenida por estructura de madera. Los pilares y
fachada estn realizados en fbrica de ladrillo. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de
2012
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en
el
patio,
donde
combinados con
terrizo
cuadras.
Por su parte, los azulejos cermicos son empleados en las paredes del vestbulo
aunque no descartamos su presencia en otras salas de la vivienda. El chapado de
azulejo policromado sevillano recorre todo el zagun formando mosaicos en diferentes
tonos de azul, amarillo y blanco.
Ilustracin 173. Solera de cermica del vestidor y del saln bajo la torre. Fuente: fotografas propias
tomadas el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 175. Decoraciones tpicas de los enrejados. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de
2012.
Pgina | 178
decorativos.
de
carcter
Estos
menor
suministran
una
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el
Sol.
Esa
iconografa
Esta iconografa recordara que cada noche acaece la resurreccin de las fuerzas
sobrenaturales y peligrosas que amenazan al ser humano en la oscuridad y que antao
fueron controladas por los dioses.
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La cabeza de len: smbolo del poder y de la soberana del sol, el len aparece
situado en las ventanas situadas hacia poniente para tratar de proteger la vivienda de
la oscuridad que acontece al llegar la noche. El len est considerado como un animal
divino relacionado con la proteccin y la justicia. Aunque en la Edad Media tambin
qued vinculado a la naturaleza divina de Cristo, por lo que al ser ubicado en esos
ventanales estara protegiendo a los propietarios frente a las tinieblas y a las pulsiones
humanas.
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Parejas de Cpides con brazos alzados al cielo: los cpides son un monstruo hbrido.
En esencia se trata de hombres con una sola pierna y una cola de pez. En la casera
suelen aparecer con los brazos levantados sosteniendo escudos. En s mismos
representaran un smbolo de lo sagrado. Por un lado su tronco superior de forma
humana suele considerarse la parte ms noble, pura y sagrada de cada uno de
nosotros; mientras que el tronco inferior con forma de animal representara los
instintos y los impulsos animales que rigen al ser humano. Esa dualidad del cpide
evocara una metfora relativa a la propia racionalidad e irracionalidad que nos afecta.
Aunque su uso en la vivienda podra estar asociado a las creencias de las antiguas
sacerdotisas cretenses que los consideraban una representacin de la masculinidad y
del dios Hermes. Estaramos pues ante una nueva alegora al hijo de los cielos y a la
fertilidad de los campos, o lo que es igual, ante un smbolo de bonanza agrcola.
Ilustracin 179. Los cpides coronan la cornisa de los guardapolvos de las ventanas. Fuente: fotografa
propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Estos ornamentos aludiran tambin al sagrado grial. Es decir, al corazn del ser
humano que debe realizar una transmutacin espiritual que le permita ser salvado. La
urna o copa contiene en su interior el man, el principio de la vida que todo hombre
debe alcanzar y que le har renacer. Interpretada como una simple copa podra
tratarse de otra metfora referida a la abundancia de los campos que los propietarios
siembran y de los que esperan recibir una cosecha por gracia de Dios. Como alusin al
grial, implicara el acceso a una sabidura suprema e inaccesible a los humanos
comunes que al estar presente en las ventanas sealara la adquisicin de cierto grado
de conocimiento e iluminacin por los propietarios de la vivienda. Las llamas que
descienden desbordando el cliz son todos los dones celestes que fecundan la vivienda
y que seran un blsamo para adquirir conocimiento. La copa derrama la luz o fuego en
las ventanas para otorgar la gracia a los dueos de la vivienda. Esta luz hara renacer el
ciclo de la vida a travs del conocimiento. La copa sera en esencia una revelacin.
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advirtindonos
de
la
dicha
sociedad
hermtica.
A pesar de todo, desde el punto de vista agrcola la copa vendra a ser un smbolo
lunar relacionado con la lluvia que fecunda los campos. Aunque la utilizacin
recurrente de este smbolo por toda la vivienda posiblemente est relacionado con un
significado ms relevante para sus moradores que la mera produccin agraria.
invierno.
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de
la
actividad
viento o del destino. No obstante, en la mayora de los casos las flores en este tipo de
viviendas advierten de la consagracin de la tierra a la diosa de la fecundidad Demter
que junto a Persfone hace renacer la vegetacin despus del invierno. Insertada en el
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mbito agrario estara muy relacionada con la fertilidad y con la regeneracin de los
campos.
de
los
motivos
ornamentales tradicionales en
arquitectura
clsica.
antiguas
medievales.
funerarios
la
vestimenta de los grandes hombres. A aquellos que lo portaban se les supona que
haban triunfado sobre las dificultades de la vida. Simboliza la victoria de las cosas
humildes.
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Aun as, se trata de un smbolo histrico que traspasa nuestras propias fronteras ya
que era el emblema que llevaban los barcos que descubrieron el nuevo mundo. Segn
cuenta la leyenda, el len que figura en ese escudo es el smbolo ms antiguo de ese
animal que consta en cualquier escudo de Europa. Se cuenta que durante la conquista
romana de la pennsula ibrica el len simboliz a las mismas legiones pues su palabra
legionis y leonis era muy similar fonticamente. Su presencia en la vivienda podra
aludir a que los propietarios o algn miembro influyente de la familia sean originarios
de Castilla y Len.
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de
ornamentacin
ms
correspondera
travesao
horizontal y el
con
el
mundo
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A pesar de todo, su
orientacin hacia el carril nos
estara
sealando
que
mal.
Otro detalle que no hemos de dejar pasar desapercibido, es que bajo la cruz existe
de nuevo un escudo con una granada, pero en este caso est rematado lateralmente
con dos cordones o borlas dentadas que sugieren la vinculacin de algunos de los
miembros de la familia a una orden o hermandad de carcter religioso o hermtico. La
borla dentada representara el lazo que agrupa a todos los hermanos de una
fraternidad.
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Uno de los elementos figurativos que aparece con frecuencia por toda la casera de
Los Cipreses son las cermicas esmaltadas y los azulejos sevillanos. Los encontramos en
formas diversas, pero siempre cargados de connotaciones geomtricas y simbolismo.
Entre esos elementos ornamentales cermicos destacan:
estas
piezas
azules
blancos
casos
los
ciclos
damero simboliza los diferentes grados corporativos que existen en una orden. En
nuestro caso particular, los cuadros ajedrezados que forman pavimentos estaran ms
vinculados a la idea del enfrentamiento entre las dos polaridades existentes en el
universo, idea que se vera reforzada con la presencia adicional de cpides. Se tratara
de que adquiriera una mayor connotacin la lucha existente entre la racionalidad y los
instintos.
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todas
disponen
las
de
ventanas
que
balconada.
El
vivienda
fue
utilizado
azulejera
tambin
los
formas
geomtricas
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Entre los elementos grficos que observamos en las piezas cermicas se observan:
que
modificaciones
era
de
expresada
cuatro
en
las
elementos
El cuadrado es una de las figuras bsicas del espacio y el orden del mundo por lo
que en ocasiones puede verse acompaado de espirales, crculos o lazos que
representaran el paso del tiempo.
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tienen que superar los miembros de las logias masnicas. Una interpretacin adicional
en este sentido afirmara que el cuadrado representara la doble escuadra.
El diamante: es el brillo y la luz que otorga a quien lo posee invencibilidad.
Representa tambin la posesin de riquezas y tesoros como la moral y el conocimiento
intelectual. Su forma es una alegora a la perfeccin alcanzada a travs de la madurez
humana y su dureza estara asociada con la invencibilidad del poder espiritual y del
conocimiento.
Su
utilizacin
vivienda
en
la
simbolizara
la
incorruptibilidad
de
los
propietarios, su constancia,
la inocencia y otras virtudes
heroicas
divino
como
y puro
el
que
amor
fue
entregado en matrimonio a
otra persona. A su vez, este
Ilustracin 192. Pao de azulejos que decora el vestbulo de la vivienda.
Fuente: fotografa propia tomada el 09 de diciembre de 2012.
Ilustracin 193. Representaciones valos o huevos encadenados en el azulejo. Fuente: fotografa propia tomada el
08 de diciembre de 2012.
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formando
un
zcalo
la
perfeccin,
la
grados
jerarquas
que
trasciende a todo.
Ilustracin 195. Crculos entrelazados y concntricos presentes en el zcalo de azulejo sevillano. Fuente: fotografa
propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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muerte. Se tratara de una manera de representar las dos tensiones que enfrentan al
mundo. Segn la tradicin, todos los lugares de reunin francmasnicos de Occidente
disponen de dos columnas de entrada al templo, que aludiran al templo de Jerusaln
erigido por el rey Salomn.
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Ilustracin 197. Prtico de entrada a la vivienda. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
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Ilustracin 198. Escalera de acceso a la vivienda. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre de 2012.
Asociado al agua podra interpretarse como una fuente bautismal, cuya forma es
precisamente octogonal. En este caso, para la tradicin cristiana, simbolizara la
resurreccin tras la muerte. Evocara la vida eterna que alcanzan los nefitos mediante
la inmersin en las fuentes bautismales o de conocimiento.
Pgina | 198
Sus ocho lados evocaran el equilibrio, la rosa de los vientos, los radios de la rueda
y a los ptalos de la flor de loto. Ese sentido de equilibrio podra ser interpretado como
la Justicia, ya que ms all del sptimo da viene el octavo, da que seala la vida de los
justos y la condenacin de los impos.
Adems, el hecho de que se trate de un pozo alimentado por una acequia aludira a
la unin del hombre y la mujer, motivo que determin la construccin del predio.
Ilustracin 199. Pozo de forma octogonal situado en el patio. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de diciembre
de 2012.
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ornamentales
El ciprs: es la especie
arbrea que mayoritariamente
adornaba los jardines y paseos
existentes
alrededor
de
la
permita
inmortalidad
alcanzar
procur
la
que
ornamento
de
sus
que el ciprs es un rbol protector que permite prolongar la vida- De ah, que tambin
fuera un smbolo muy extendido entre ciertas logias hermticas.
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El intenso olor que desprende este tipo de rbol debi impregnar todos los jardines
de la casa con la intencin de santificar y purificar el seoro. Dispuestos alrededor de
la vivienda, estos rboles rodeaban el seoro formando un anillo lo que nos sugiere
que muy posiblemente los propietarios conocan el carcter protector que las leyendas
prehelnicas atribuan al ciprs, al que se le consideraba un rbol capaz de repeler el
mal de ojo y los hechizos. En este sentido, resulta desconcertante que la mayora de
los cipreses que ajardinaban la vivienda hayan desaparecido en una serie de avatares
cada cul ms inslito. Fuegos intencionados, rayos y talas annimas e injustificadas
han reducido su nmero tan a slo tres, lo que nos hizo aventurar que exista la
intencin de desproteger a los antiguos moradores frente a los malos espritus. Esta
supersticin imperante en las inmediaciones de la vivienda la corrobor al encontrar
en el interior de un hueco practicado en uno de los cipreses una pequea estatuilla de
San Martn de Porres (quien era casualmente hijo de un espaol que perteneca a la
Orden de Alcantara) representado con una escoba bajo el brazo.
madre
horrorizada
rechazo
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otorgara una gran sabidura mdica a Quirn. El tilo representa pues la independencia
necesaria para desarrollar la intelectualidad, ya que tras ser abandonado el centauro
nicamente se dedic a cultivar su conocimiento y a reprimir sus impulsos animales.
Con el paso del tiempo Quirn se convirti en sabio, mdico, profeta y msico siendo
el mentor de los grandes hroes griegos como Aquiles, Hrcules y Asclepio. Pero la
suerte de Quirn cambiara de nuevo al ser herido en una pata por Hrcules,
precisamente con una flecha fabricada por l mismo e impregnada de un veneno
incurable. Quirn al ser inmortal no falleci, pero la herida quedara abierta, motivo
por el cual tuvo que dedicarse a seguir buscando un remedio para su herida. Pero en
esa bsqueda Quirn encontrara remedios para aliviar otras dolencias y no para sanar
su propia herida. Este mito referira pues a un conocimiento y sabidura tan profundos
que terminara por convertirse en un talento curativo que slo podra aplicarse a los
dems. La existencia del tilo en la vivienda expresa la sabidura, la compasin hacia los
dems, el conocimiento y el camino que hemos de recorrer en la vida hasta alcanzar
nuestros destinos. Es por tanto un smbolo del poder divino, del valor y la victoria, que
los griegos consideraban morada del amor y del conocimiento. Asimismo, est
considerado un rbol capaz de alejar los relmpagos y de curar a los enfermos cuando
lo tocan. La gran sombra que brinda es muy apreciada para colocarlo delante de las
viviendas.
La
higuera
simbolizara
tambin la abundancia.
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Resulta muy curioso que los propietarios de esta vivienda decidieran que la
entrada al seoro estuviera flanqueada a un lado por el rbol de la vida eterna y a otro
por el rbol del conocimiento.
Ilustracin 204. Detalle de la higuera que flanquea la entrada a la vivienda. Fuente: Fotografa propia tomada el 08
de diciembre de 2012.
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Ilustracin 206. Dos lamos flanquean el carril de acceso a la vivienda. Fuente: fotografa propia tomada el 08 de
diciembre de 2012.
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que existan estn secos o hayan sido talados para hacer obtener madera; esa madera
era empleada en los sacrificios a Zeus.
Es curioso como los nicos rboles que han pervivido en el camino hacia la vivienda
son justamente aquellos que simbolizan la muerte pero a la vez la inmortalidad de un
ser querido. Son rboles asociados al dolor, a los infiernos y a las lgrimas. Es un rbol
por tanto funerario que nos seala las fuerzas regresivas de la naturaleza, situado al
margen de un camino podra representar la esperanza en el pasado.
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