Sobre El Origen de Las Lenguas Indoeuropeas Prerromanas
Sobre El Origen de Las Lenguas Indoeuropeas Prerromanas
Sobre El Origen de Las Lenguas Indoeuropeas Prerromanas
17 Es obvio que en la escenografa que se nos propone, en trminos histricos (y lingsticos, creemos
nosotros) el papel de agricultores cuadrara mucho mejor a los iberos (precisamente no indoeuropeos!).
18 Ilustrativo ejemplo es el del denominado Hombre de Cheddar, esqueleto de unos 9.000 aos
procedente de una localidad as llamada del suroeste britnico zona, pues, cltica, por cierto y a
quien se le extrajeron 300 fragmentos de ADN, 299 de los cuales vinieron a coincidir con los de un
asombrado vecino actual de esa zona. Por otra parte, algunos arquelogos han hecho notar que la
agricultura fue desarrollada por poblaciones indgenas, no por inmigrantes. Naturalmente, si quedara
fehacientemente demostrado que en Europa la expansin de la agricultura se debiera bsicamente a una
difusin cultural y no a un movimiento dmico, la teora de RENFREW perdera su fundamentacin. Por
otra parte, es curioso que la polignesis de la agricultura se produce cuando todo el planeta habitable ha
quedado ya ocupado por nuestra especie. En cierto sentido, pues, y pace RENFREW, la agricultura no
slo es causa de aumento demogrfico, sino tambin su consecuencia.
tundra. Europa no fue una excepcin. En la fase ms glida, la mayor parte de las Islas
Britnicas estaba cubierta de hielo y la parte restante estaba conectada con el continente.
El Adritico apenas exista. Muchas islas en el Mediterrneo estaban o separadas por
pequeos brazos de mar o conectadas directamente entre s o con el continente. El Mar
Negro era un lago de agua dulce casi la mitad de grande que en la actualidad, pues
Europa y Asia estaban ampliamente unidas, dejando el Mar de Mrmara reducido a un
lago interior o a un canal. Parecidamente frica y Europa estaban mucho ms cerca, no
slo por Gibraltar, sino tambin por Tnez y Sicilia. Al cambiar el ecosistema algunos
animales (mamutes, rinocerontes lanudos...) desaparecieron, mientras otros (ciervos,
bisontes o jabales...), siguieron la expansin de los bosques caducifolios que desde la
entonces templada Europa mediterrnea se iban extendiendo hacia el norte. Una buena
parte de Europa, como Escocia o el conjunto de Escandinavia, fue poblada entonces por
primera vez en trminos absolutos, y una gran parte de Europa lo fue por primera vez
por miembros de nuestra especie. Es as perfectamente lgico suponer que fueron estos
quienes pusieron nombres a los ros, elemento de la naturaleza bsico para ellos, y para
su subsistencia y para sus desplazamientos. A la pregunta de qu lengua hablaban estos
cazadoresrecolectrices que viajaban hacia el norte y que apenas podan dejar otros
testimonios lingsticos (fidedignos) que hidrnimos u otros nombres de la naturaleza
(ya que, naturalmente, no disponan de ciudades, siendo campamentos estacionales sus
residencias ms estables), hay que responder que, puesto que la hidronimia que
encontramos es paleoeuropea, ergo...
Hacia el 13.000 a.C. lo peor de la glaciacin haba pasado. Con el aumento de las
temperaturas los glaciares comenzaron a derretirse, las lluvias se hicieron ms
abundantes y el nivel del agua en los ocanos comenz a subir. Extensos vados quedaron
inundados, como el Mar del Norte (e istmo de Bering, golfo de Siam, plataforma de
Sahul...). Por accin de la lluvia los desiertos decrecieron, como en el caso del Sjara,
crendose incluso condiciones hmedas, aunque por un perodo relativamente breve.
Hacia el 8.000 a.C. las temperaturas eran como las de hoy en da y la geografa como la
actual, pero para entonces en la Pennsula ibrica...
Indoeuropeos en la Pennsula Ibrica
Pequeos grupos de cazadores y recolectrices (y recurdese que el grupo incluye
especialmente a pescadores y marisqueros) y hablantes de lo que despus seran lenguas
clticas debieron penetrar en la Pennsula Ibrica en el Paleoltico Superior, y antes,
pues, del 8.000 a.C. Probablemente arribaron desde frica e indudablemente cruzando el
mar, ya que la Pennsula nunca estuvo unida al continente africano, aunque en poca
glacial la distancia era mucho menor y, en concreto, por su tramo ms corto, el Estrecho
de Gibraltar, pudieron emerger uno o dos islotes. Si fue as, los recin llegados,
siguiendo sus objetos de alimentacin, avanzaran por las costas o por el interior,
sirvindose aqu preferentemente de las cuencas fluviales, para ir extendindose
progresivamente hacia el Norte poniendo nombre a ros y otros lugares. La hidronimia
paleoeuropea sera hoy nuestra primera documentacin de su presencia. A la espera de
un mayor conocimiento del sudlusitano, la hiptesis ms simple hace compatibles los
datos con una nica entrada de indoeuropeos, los cuales, al menos en la zona occidental
no encontraron otros pueblos. Como el resto de los indoeuropeos primeramente no
distinguan /a/ de /o/ y mantenan la consonante cardinal /p/, esa fase sera la
documentada por el testimonio paleoeuropeo, de lo que podemos deducir que ocuparan
tambin al menos las regiones valenciana y catalana. Posteriormente, la lengua de los
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indoeuropeos peninsulares habra fonematizado las alofonas [o] y [O]31 para distinguir
/a/ de /o/, esa fase estara documentada por el testimonio lusitano.
El elemento /p/ fue perdido en la Pennsula Ibrica, el fenmeno, por tanto, es
espacial, ya que ni el antiguo aquitano32 ni el ibrico disponen de /p/ en absoluto33, y en
la mayora de los pocos casos donde aparece documentada para esas lenguas, esa /p/ se
deja explicar bien como alofnica (de /b/) o como xenofnica. Por fin, aqu s (y no junto
a los Alpes) encontramos causas objetivas para tan singular tratamiento. Hoy por hoy, no
podemos delimitar cul si es que slo uno fue el motivo primario del cambio, si el
propio cltico o bien el aquitano34 o bien el ibrico, pero las opciones exgenas parecen
objetivamente superiores por razones obvias. Adems, ello es congruente con el hecho
de que el lusitano, sin contacto con las dichas lenguas, mantuviera la /p/. Las dems
lenguas clticas procederan de aquel estadio de lengua, de aquella aduana peninsular,
pirenaica o cispirenaica, aquitana y/o ibrica sin /p/ y atravesada en una fecha antigua
que hoy desde la Lingstica no podemos precisar. El contacto con lenguas
anindoeuropeas ya del grupo afroasitico o de otro pudo producirse bien en la
misma Pennsula (o Europa), bien anteriormente en frica. Actualmente no es posible
dar una respuesta concreta a esta cuestin, ya que ni el testimonio indoeuropeo, por una
parte, ni, mucho menos, el testimonio anindoeuropeo prerromano de la Pennsula Ibrica
permiten por el momento precisar sus caractersticas. Ha de notarse, no obstante, que
hactenus el material indoeuropeo reconocible y, en concreto, celtibrico no presenta las
caractersticas a lo afroasitico35 de las lenguas clticas extrapeninsulares. En ese
contexto la hiptesis ms simple presentara al menos la zona aquitnicaibrica, la
misma tambin sin /p/, como el lugar del posible contacto lingstico afroasitico36 o,
por lo menos, anindoeuropeo37. Ntese tambin que en la hiptesis de un contacto en
31 Como para la mayor parte de las lenguas europeas procediendo probablemente en muchos casos [O] de
// y /ua/ o de /u/ ante consonantes continuas, y [o] sobre todo de /au/.
32 J. GORROCHATEGUI, Estudio sobre la Onomstica Indgena de Aquitania, Bilbao 1984, 374; en
UntermannVillar, Lengua y cultura...616.
33 A ttulo de inventario ntese que en rabe, como en general en semtico meridional, la */p/
protosemtica pas a /f/, por lo que el rabe clsico, como en general las lenguas bereberes, no dispone de
/p/, sino de /f/.
34 Tericamente esta parece la opcin mejor. El aquitano ocupa un territorio que ofrece mayores
posibilidades de contacto a grupos que se dirigieran hacia el norte, geogrficamente aparece, pues, ms
obiter, ms en el camino. Asimismo la general coincidencia espacial entre el territorio aquitnico
(PirineosGarona) y el de la pintura rupestre de poca glacial (Pirineos/CantbricoGarona) y la
continuidad cultural de la regin favorecen la idea de una mayor antigedad aquitnica en la zona,
mientras que, como se mencion, algunos indicios sugieren que la presencia ibrica pueda no ser tan
antigua en la Pennsula Ibrica, donde histricamente son una cultura an en expansin cuando
desembarcan los romanos.
35 Scilicet caractersticas que vemos tambin en el conjunto afoasitico, sin que, lgicamente, por ello
tengan que ser exclusivas de dicho conjunto.
36 En esa lnea pero en concreto para el vascuence incidi el ltimo A. TOVAR (Estudios de Tipologa
Lingstica, Madrid 1997, 47144, esp. 62 y 113). Marginalmente ntese que no hay indicios para el
aquitano de procedencia meridional en la Pennsula Ibrica, sino evidencias de su procedencia
septentrional
37 En efecto, puesto que los tipos lingsticos cambian y hasta substancialmente con el paso del
tiempo, la afinidad con el afroasitico o con cualquier otro conjunto lingstico, puede ser estrictamente
tipolgica, lo trascendente, en efecto, es la deteccin de un elemento exgeno, anindoeuropeo, y la
existencia de un fenmeno de contacto.
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