Alessandro Baricco - Querios Jóvenes Es Mejor No Leer
Alessandro Baricco - Querios Jóvenes Es Mejor No Leer
Alessandro Baricco - Querios Jóvenes Es Mejor No Leer
Alessandro Baricco
No tengo ninguna duda que el placer de leer, as como la cultura del libro, estn
fuertemente relacionados a una derrota. A una herida y a una derrota. Sobre los
libros, no tengo dudas. Sobre la msica, teatro, cine, puede ser ms
problemtico.
Leer es siempre la revancha de alguien que en la vida fue ofendido, herido. Me
parece que leer libros es una manera inteligentsima de perder. Relacionado a
una especie de renuncia a combatir sobre el campo. No s si esto tiene alguna
relacin con la "humanidad ofendida", de la cual escriba Adorno. S que la
gente de libros es, por lo general, gente que sufre.
Existe una tendencia a ser sumergido por esta sensacin de desequilibrio. Y es
verdaderamente peligrosa.
Lo que pensaban de la novela en el siglo 19 las personas de buen sentido, es
decir, que era peligrosa, es verdad; y est bien que en el origen de la novela as
haya sido percibido. Lo entendieron rpidamente los mdicos que prohiban a
sus esposas la lectura de novelas, en la pureza urea de aquel objeto --la
novela-- entendan una cosa que a nosotros actualmente nos parece ridcula.
Pero era verdadera en aquel entonces y permanece como algo que tiene que ver
tambin hoy con la experiencia de leer.
Para ser prcticos, veo a estos muchachos de 16 aos que pasean, y que han
ledo todos mis libros, o bien demasiado Kafka o demasiado Dostoievsky. Los
veo. Y cuando me preguntan qu deben hacer, slo una cosa me llega a la
cabeza: "Vyanse a jugar con el baln, tiren los libros, paseen. Crtense los
cabellos, pntenselos de verde. Hagan algo. Busquen estar en el adentro. No
afuera. Despus de ello, regresen a los libros, por caridad, pero no se dejen
imbuir".
Si pienso en los jvenes de hoy, en lo que leen y lo que no leen, y si desde
nuestra experiencia de Ttem puede surgir alguna luz sobre esto, me vienen a la
cabeza algunas cosas.
Antes que nada, se necesita una gran disposicin de nuestra parte para entender
que la geografa del sentido de estos jvenes es objetivamente distinta de la
nuestra. Y no por un proceso de "vulgarizacin" o "denigracin" de aquello que
es noble. En lo absoluto. Ser noble como la nuestra, pero ser distinta.
No se puede pretender que los Quartetti de Beethoven cubran, en la geografa
de la inteligencia de estos jvenes, la misma parte que han cubierto en la
geografa de nuestra inteligencia. Y no precisamente por un proceso de
degradacin. No, simplemente porque la geografa cambia.
Si nosotros, cada vez que se pierde un pedazo de la geografa que nos ha
generado, nos ponemos a pensar que sta es una prdida estril del mundo, y si
nosotros debiramos ser as de idiotas para pensar esto en un modo apriorstico
y dogmtico, no se abrir jams un dilogo con estos jvenes.
Debemos entender que su geografa ser igual de noble que la nuestra, y adems
podra ser ms noble, si no existiera ningn vestigio de la nuestra.
All donde en nosotros exista un puerto, en ellos no existe nada. Han dejado
todo al nivel del suelo para dar vida a un gran estacionamiento. Y nosotros