Clarice Lispector y La Escritura Como Razón de Ser
Clarice Lispector y La Escritura Como Razón de Ser
Clarice Lispector y La Escritura Como Razón de Ser
Coronado
Escribir es una maldicin, pero una maldicin que salva
Clarice Lispector
Hay diferentes maneras de hacerse escritor, muchos llegan a la literatura por estrategia, toman
esa decisin como quien elige ser mdico o poltico, motivados casi siempre por un espritu de
provecho. Algunos llegan a la literatura impulsados por las circunstancias, no deciden ser
escritores, la vida los lleva a escribir como a otros lleva a ser obreros o funcionarios; no
encuentran otra cosa para ganarse el sustento y se entregan a ello con la dedicacin del que va
a una oficina. Tambin hay escritores que llegan a la literatura por necesidad, no por una
necesidad material o de prestigio, sino por necesidad vital. Escribir es para ellos como respirar.
Este tipo de autores deja en sus obras una marca, un estigma que se descubre al explorar lneas
y prrafos, porque sus textos tienen algo ms que palabras unidas y enlazadas de forma
coherente. Al leerlos se siente un trasfondo que inquieta y atrae como un abismo, una puerta
abierta al misterio que se crea cuando la literatura se practica como razn de ser. Son escritores
por naturaleza y viven la literatura como una condena que, casi siempre, cumplen con
satisfaccin porque son conscientes de que slo a travs de la palabra escrita pueden encontrar
el sentido de su existencia.
Entre esta clase escritores se encuentra Clarice Lispector. La narradora brasilea confiesa que,
para ella, escribir es una maldicin porque obliga y arrastra como un vicio penoso del cual es
casi imposible librarse, pues nada lo sustituye. Y es una salvacin. Salva el alma presa, salva a la
persona que se siente intil, salva el da que se vive y que nunca se entiende a menos que se
escriba.
Literatura de introspeccin
Escribo para m, para sentir mi alma hablando y cantando, a veces llorando
Clarice Lispector
Clarice Lispector (1920-1977) es una escritora por naturaleza que muy pronto siente la
necesidad de escribir. Desde nia enviaba sus cuentos a la pgina infantil del Diario de
Pernambuco pero no se los publicaban porque ninguno contaba realmente un cuento con los
hechos necesarios para un cuento. Yo lea los que publicaban ellos, y todos relataban un
acontecimiento. Las historias de Clarice, aunque todas empezaban con el acostumbrado Haba
una vez, no posean un hilo narrativo, slo describan sensaciones. Esta tendencia a la
introspeccin es el eje fundamental de una obra literaria que busca transcribir el lenguaje
interno, me adiestr desde los siete aos para tener un da la lengua en mi poder.
La narrativa de Clarice Lispector se enfoca en examinar la esencia ntima y profundizar la
vivencia interna. Esta decisin conlleva la difcil tarea de encontrar las palabras que materialicen
en el plano literario el intangible mundo interior: Hay muchas cosas por decir que no s cmo
decir. Faltan las palabras. Pero me niego a inventar otras nuevas: las que existen deben decir lo
que se consigue decir y lo que est prohibido.
Una literatura de introspeccin que trasciende lo psicolgico para transformarse en metafsica;
sorprende que la autora apueste por la sencillez, por la palabra sobria: Escribo muy simple y
muy desnudo. Por eso hiere; que exige, sobre todo, claridad y prctica: No se equivoquen: la
sencillez slo se logra a travs del trabajo duro. El resultado, un producto extrao difcil de
encasillar en un estilo determinado, posee una fuerza literaria que nos atrae desde el primer
momento. Adems, a travs de ese no-estilo siempre inquisitivo, sus libros se convierten en
verdaderos tratados poticos de educacin existencial.
Confluencias
Nosotros los que escribimos, apresamos en la palabra humana un gran misterio
Clarice Lispector
Ante una manera de escribir tan personal, resulta difcil especular sobre las influencias que haya
podido tener la obra de Clarice Lispector. Sabemos de su libro preferido en la infancia, Reinaes
de Narizinho, de Monteiro Lobato, y de los autores ledos en la adolescencia: Rachel de Queiroz,
Machado de Assis, Ea de Queiroz, Jack London, Dostoievski Al indagar ms a fondo,
encontramos que la propia autora manifiesta que entr en contacto con la gran literatura al
leer El lobo estepario, y comenta: De los trece a los catorce aos fui germinada por Hermann
Hesse.
Posteriormente se sinti identificada con Katherine Mansfield que, sin duda, fue su maestra en el
relato breve, gnero en el que Lispector consigue sus mejores pginas. La crtica apunta otros
nombres como James Joyce, Virginia Wolf y Julien Green. De Joyce, adems de compartir la
fascinacin por el monlogo interno, la autora toma el ttulo de su primera novela del Retrato del
artista adolescente; con la escritora inglesa, confluye en el enfoque introspectivo y la visin de
que los sucesos ordinarios pueden ser determinantes; y con el autor francs, converge en la
profunda preocupacin por la vida interior. Tambin ha sido comparada con Chjov, Sartre o
Graciliano Ramos y enmarcada dentro de la literatura existencialista.
La obra de Lispector es muy particular y de difcil clasificacin. La crtica la ubica en la tercera
fase del modernismo, en la generacin brasilea del 45. Si bien es una escritora cada vez ms
estudiada y valorada, falta enmarcarla dentro de un contexto internacional. Clarice Lispector no
fue, en vida, una autora muy leda fuera de Brasil y aunque ella siempre manifest estar
enamorada de su idioma, esta es una confesin de amor: amo la lengua portuguesa, hay quien
dice que escribir en portugus supuso una barrera para conseguir la proyeccin internacional
que su obra mereca.
El problema no fue tanto la lengua como ser una escritora brasilea. Los autores brasileos
fueron olvidados por el denominado Boom de la literatura latinoamericana, que ms bien fue
hispanoamericano. Un suceso cultural auspiciado por editoriales espaolas, mexicanas y
argentinas, que dej de lado a la literatura brasilea y a muchos autores fundamentales del
continente que quedaron ocultos bajo la sombra que produjo ese fenmeno literario. Entre los
olvidados brasileos estn Joo Guimares Rosa y Clarice Lispector que podra haber sido el
componente femenino de calidad que tanto se echaba de menos. Sus novelas representativas,
Gran Sertn: Veredas (1956) y La pasin segn G.H. (1964), reunan las caractersticas
narrativas y generacionales para formar parte del suceso. El problema real es que siempre ha
existido una falta de comunicacin entre las literaturas iberoamericanas, que parece ir
solventndose con el creciente inters editorial, sobre todo en Argentina y Espaa, por la
literatura brasilea.
Actualmente, gracias a las excelentes traducciones de sus libros y a ese esfuerzo editorial,
Clarice Lispector es una autora reconocida entre los lectores de habla hispana y su obra ha
influido en muchos escritores latinoamericanos.
Manifiesto literario
Escribo como si fuese a salvar la vida de alguien. Probablemente mi propia vida
Clarice Lispector
Clarice Lispector nos dej muchos textos y algunas entrevistas que revelan su visin literaria. En
sus libros descubrimos un verdadero manifiesto sobre su relacin con la palabra escrita, un
vnculo que cambia a medida que su obra cobra madurez. De la admiracin: Al escribir me doy
las ms inesperadas sorpresas. Es en la hora de escribir que muchas veces me vuelvo
consciente de cosas que no saba que saba; y el entusiasmo: Escribo porque me resulta un
placer que no puedo traducir; pasa al desnimo: En cuanto al hecho de escribir digo, si le
interesa a alguien, que estoy desilusionada. Escribir no me ha trado lo que yo quera, es decir,
paz; y la confusin: Dnde est lo que quiero decir, dnde est lo que debo decir?. Un
proceso que evidencia su relacin ambivalente con la literatura.
En la novela La hora de la estrella, publicada meses antes de su muerte, Clarice Lispector dej lo
que podramos clasificar como su testamento literario. Valindose de un alter ego masculino,
tambin escritor, nos habla del cansancio que siente despus de toda una vida buscando las
palabras para trasmitir algo que muchas veces era imposible comunicar. A pesar de todo,
mantuvo hasta el final su lucha por encontrar la palabra precisa porque la escritura fue siempre
su razn de ser: Estoy absolutamente cansada de la literatura; slo la mudez me hace
compaa. Si todava escribo, es porque no tengo nada ms que hacer en el mundo mientras
espero la muerte. La bsqueda de la palabra en la oscuridad