Teoría de La Entonación. Tesis Doctoral. Arturo García
Teoría de La Entonación. Tesis Doctoral. Arturo García
Teoría de La Entonación. Tesis Doctoral. Arturo García
DE MADRID
DEPARTAMENTO DE MÚSICA
DOCTORADO EN HISTORIA
Y CIENCIAS DE LA MÚSICA
TESIS DOCTORAL
TEORÍA DE LA ENTONACIÓN.
SOBRE EL PROCESO DE FORMACIÓN
DE LA MÚSICA EN LA VIDA Y OBRA DE
BORIS V. ASAF’EV (1884-1949)
DIRECTORA
CLAUDIA COLOMBATI
MADRID 2007
TESIS DOCTORAL
TEORÍA DE LA ENTONACIÓN.
SOBRE EL PROCESO DE FORMACIÓN
DE LA MÚSICA EN LA VIDA Y OBRA
DE BORIS V. ASAF’EV (1884-1949)
DIRECTORA
CLAUDIA COLOMBATI
MADRID 2007
A la memoria del
Dr. Antonio García Gómez
(1956-2003) ‡
vi
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
pág. 1
CAPÍTULO I
De los Estudios a la Primera Década
de la Revolución (1884-1928)
pág. 41
CAPÍTULO II
Primeros Ensayos Teórico-Estéticos
Sobre el Arte Musical (1917-18)
pág. 101
CAPÍTULO III
Ensayos Teórico-Estéticos
Sobre el Arte Musical (1923)
pág. 165
CAPÍTULO IV
Primeras Obras Sobre
la Entonación (1925-26)
pág. 213
CAPÍTULO V
Al Inicio de la Segunda
Década Revolucionaria
pág. 255
CAPÍTULO VI
La Forma Musical como Proceso I
pág. 309
CAPÍTULO VII
La Forma Musical como Proceso II
pág. 385
CAPÍTULO VIII
La Revolución Cultural
pág. 481
vii
ÍNDICE
CAPÍTULO IX
Los Años Treinta y
la Gran Guerra Patria
pág. 527
CAPÍTULO X
Entonación
pág. 589
CAPÍTULO XI
Moscú. Los Últimos Años
y la Ždanovščina
pág. 697
CAPÍTULO XII
El Pensamiento Estético-Musical
de Boris Asaf’ev
pág. 771
CONCLUSIONES
pág. 925
BIBLIOGRAFÍA
pág. 933
ABREVIATURAS Y
CRITERIOS BIBLIOGRÁFICOS
pág. 975
ÍNDICE ONOMÁSTICO
pág. 981
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
pág. 992
ÍNDICE SUMARIO
pág. 997
Los sonidos en la melodía no actúan
solamente sobre nosotros como sonidos,
sino como signos de nuestras afecciones,
de nuestros sentimientos; así es como se
excitan en nosotros los movimientos que
expresan y cuya imagen reconocemos en
ellos.
J. J. Rousseau
J. W. Goethe
INTRODUCCIÓN
1 ASAF’EV, B.: Muzykal’naja forma kak process. Kniga pervaja i vtoraja. Intonacija.
Leningrad, «Muzyka» 1971, p. 214.
Justificación
El Marco Teórico
tičeskoj akademii. 1926, kn. XV (ahora en: Lunačarskij, A.: V mire muzyki. Stat’i i reči.
M. Sov. Kom. vtoroj izd. 1971, pp. 201-228)
15 GLIER, P.: «Učënyj, muzykant i patriot» en: [KABALEVSKIJ, 1951a] pp. 5-6.
16 GRABAR’, I.: «Krupnejšij muzykoved našich dnej» en: [KABALEVSKIJ, 1951a]pp. 7-8.
17 KABALEVSKIJ, D.: «B. V. Asaf’ev ― Igor’ Glebov» en. [KABALEVSKIJ, 1951a] pp. 9-34
№ 3, 1957, pp. 73-82 (ahora como: O nekotorich storonach koncepcii B. V. Asaf’eva. M.,
Sovetskij kompozitor, 1982)
34 KORNIENKO, V.: Formirovanie i evolucija estetičeskich vsgljadov B. V. Asaf’eva.
pp. 148-168.
49 SIEGMUND-SCHULTZE, W.:«Rol’ melodii v muzyke socialističeskogo realizma» en:
Dissertation presented for the Degree Doctor of Philosophy in the Graduate School
of the Ohio State University, 1976.
narodnoj muzyki» en: GURKOV, V., ed. Kritika i Muzykoznanie. Sbornik statej,
vypusk 2, Leningrad «Muzyka» 1980, pp. 184-198.
76.
78 ŠČERBAKOVA, T.: «”Obichodnaja reč’” muzyki i rukopisnye al’bomy xix veka» en:
[KOLOVSKIJ, 1985a] pp. 77-90.
79 KON, J.: «Asaf’ev i Tynjanov (o nekotorich analogijach v muzykoznanii i
Aesthetics and Sociology of Music, IRASM, Vol. 17, № 2, December 1986, pp. 215-222.
82 KEL’DYŠ, J., ed. B. V. Asaf’ev i sovetskaja muzykal’naja kul’tura. Materialy vsesojuznoj
83 KON, J.: «B. Asaf’ev i problema vsaimootnošenija muzyki i jazyka» en: TITOVA, N.
ed. Problemy sovremennogo muzykoznanija v svete idej B. Asaf’eva. Sbornik naučnich
trudov. Leningrad, Leningradskaja gosudarstvennaja konservatorija im. N. A.
Rimskogo-Korsakova, 1987, pp. 6-20.
84 MILKA, A.: «B. Asaf’ev i B. Javorskij (Ob oppozitivnosti i komplementarnosti
por B. Asaf’ev como el estilo gótico, que jugó un papel muy importante en el
establecimiento del sistema armónico tonal.
El siguiente ensayo escrito por S. Naumovič, trata sobre el concepto del
sinfonismo determinado por Asaf’ev. El artículo se titula: El concepto asafiano
del sinfonismo y algunos aspectos de su desarrollo en la ciencia musical soviética.87
El ensayo se propone seguir la evolución del concepto de Asaf’ev, y a través
de esto, mostrar la diversidad del concepto, es decir, como éste se estructura.
El sexto ensayo, titulado: B. V. Asaf’ev sobre el sinfonismo austro-alemán del siglo
xix, y principios del xx (hacia el problema de la poética del género sinfónico),88
pertenece a N. Degtjarëva. En éste, la autora afirma que el tema del
sinfonismo austro-alemán está presente a todo lo largo de la obra teórica y
crítica de B. Asaf’ev. El ensayo se propone subrayar una serie de cuestiones
relacionadas con la concepción de Asaf’ev sobre la sinfonía como género, es
decir, como determinado tipo de unidad musical que organiza las
propiedades entonativas, procesal-dinámicas y compositivas. Una especie de
estructura interna estable, que se repite en innumerables obras musicales.
El séptimo ensayo es titulado: La herencia de Asaf’ev y el problema del estudio de
la historia de la música rusa antigua.89 S. Frolov realiza en este ensayo un
estudio de la división de los periodos de la historia de la música rusa de los
siglos x al xx, desde el punto de vista de la teoría de la entonación y
partiendo del concepto asafiano de la reentonación, como la práctica constante
de reapreciación de los cantos traducidos a un nuevo estado emocional.
O. Bočkarëva es la autora del octavo ensayo de la colección, titulado: Las
anotaciones de Asaf’ev sobre Ljadov como fuente para la característica del
compositor.90 B. Asaf’ev dedicó varias obras a su maestro Anatolij K. Ljadov.
Objetivos
Planteamiento
Metodología
Criterios Bibliográficos
94 ECO, U.: Como se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de estudio, investigación y
escritura. Barcelona, Editorial Gedisa, 2000.
Estructura de la Obra
――――――――――――――――――――――
Los Estudios
3 Cfr. RIMSKIJ-KORSAKOV, N. A.: Letopis’ moej muzykal’noj žizni. M., 1980, p. 111 (trad.
cast.: Diario de mi vida musical. Barcelona, José Janés, 1947)
4 Cikl romansov na slova V. A. Žukovskogo. 1. Pesnja (iz Vetcelja). 2. Priznanie. 3.
los tramites burocráticos que su padre había iniciado, B. Asaf’ev pudo asistir
a la Universidad exento del pago de cuotas. Durante el primer curso en la
Universidad, B. Asaf’ev asiste a las conferencias de lógica del profesor A. I.
Vvedenskij, muy concurridas en la Universidad. A. Vvedenskij era un
conocido filósofo representante del neokantismo en Rusia. En estas
conferencias B. Asaf’ev estudia las principales corrientes filosóficas de su
época. Entre éstas, la teoría del energetismo del filósofo y químico alemán
Wilhelm Ostwald, quien tendrá posteriormente una gran repercusión en su
teórica estética sobre el arte musical.
En el verano de 1904, al concluir el primer curso en la Universidad, Boris V.
Asaf’ev conoce al escritor y crítico musical Vladimir Vasil’evič Stasov. Figura
central de la cultura musical rusa de la época. Vladimir V. Stasov había sido
el libretista e ideólogo de los compositores del grupo de los cinco, que el
mismo Stasov bautizara con el nombre de Magučaja Kučka [El montoncito
poderoso], mejor conocido en occidente como El grupo de los cinco. Asociación
de compositores representantes del nacionalismo musical ruso, fundada por
M. A. Balakirev con el propósito de crear la escuela rusa de composición. El
grupo lo constituían: N. A. Rimskij-Korsakov; M. P. Musorgskij; A. P.
Borodin; C. A. Kjui; y el mismo Balakirev.
V. V. Stasov fue amigo y compañero de P. I. Čajkovskij en la Escuela de
Jurisprudencia en S-Peterburg. Inició su carrera de escritor en 1847. Entre sus
escritos se encuentran las biografías de Glinka (1857); Dargomyžskij (1875);
Musorgskij (1881); y Borodin (1889). Fue el promotor y libretista de las
óperas: El príncipe Igor’ de Borodin; Boris Godunov y Chovanščina de M.
Musorgskij; Cuento sobre el Zar Sultan, Sadko y La Doncella de Pskov de Rimskij-
Korsakov; y del poema sinfónico Manfred de Čajkovskij. 5
Las ideas de Vladimir Stasov sobre el nacionalismo ruso y el realismo en el
arte, particularmente en la música, tuvieron una gran influencia sobre el
5Cfr. CAMPBELL, S.: «Stasov, Vladimir Vasil’evich» Grove Music Online ed. L. Macy;
KELDYŠ, Ju.: «V. V. Stasov-Plamennyj tribun russkogo iskusstva» Sovetskaja Muzyka,
№ 1, 1949, pp. 79–82.
6 Cfr. ASAF’EV, B.: «Iz moich zapisok o Stasove ― Slušatele russkoj muzyki» en:
Vladimir Vasil’evič Stasov, 1824-1906. K 125-letiju so dnja roždenija. M. - L. Izkusstvo,
1949, pp. 47-61.
7 ASAF’EV, B.:«Vstreči i razdum’ja» Sovetskaja Muzyka, № 8, 1954, p. 42, n. 2. (ahora
como: «O sebe» en: KRJUKOV, A., ed.: Vospominanija o B. V. Asaf’eve. L. 1974, p. 380).
* Staraja oranžereja [El viejo invernadero]: nombre de la casas de campo de los
padres de Irina Chozjaševoj, prometida de Boris V. Asaf’ev, situada en el parque
Šuvalovskij en los suburbios de S-Peterburg.
8 Ibíd., p. 387.
10 “O sebe” [Sobre mí], es el título del manuscrito que formó parte del proyecto
inconcluso titulado “Moja žizh’” [Mi vida]. Estas memorias se publicaron en 1974 en
la edición de A. Krjukov, Vospominanija o B. V. Asaf’eve. Algunos fragmentos del
manuscrito se editaron inicialmente en la revista Sovetskaja Muzyka, (1954 № 8 y 11;
1955, № 1; 1959, № 8), y en la colección de artículos: N. A. Rimskij-Korsakov i
muzykal’noe obrazovanie. L., 1959; las páginas dedicadas al ballet se editaron en:
Asaf’ev, B.: O balete. Stat’i, recenzii, vospominanija. L., 1974. Cfr. ASAF’EV, B.: «O sebe»
en: [KRJUKOV, 1974] p. 316. (v. infra, cap. IX, Sobre mí, p. 575)
11 Ibíd., p. 390.
12Cfr. GOODWIN, N.: «Ballet; (i) Diaghilev and the Russian exiles to 1930» Grove.
13Cfr. DMITRIEVOJ-MEJ, T.: «Bibliografija i notografija sočinenij B. V. Asaf’eva» en:
[ASAF’EV, 1957a] pp. 352-354.
14 El original se encuentra en: CGALI, f. 2658, op. 1, ed. 716. Publicada en: KRJUKOV,
A., ed.: Materialy k biografii B. V. Asaf’eva. Leningrad, Muzyka, 1981, pp. 75-76.
15 Cfr. ASAF’EV, B.: «O sebe» op. cit., pp. 317-375, 376-420, 386-435; [KRJUKOV, 1981]
pp. 20-21, 25, 27-28; ORLOVA, E./KRJUKOV, A.: Akademik Boris Vladimirovič Asaf’ev. L.
1984, pp. 18-32, 33-55, 56-61; KABALEVSKIJ, D. D.: B. V. Asaf’ev. M. 1954. p. 8.
16 El original se encuentra en: CGALI f. 2658, op. 1, ed. 621. El año se establece por el
17 Cfr. KOVNATSKAYA, L.: «St. Petersburg. 2. 1800-1918 (ii) Opera and ballet» Grove
18 Cfr. GOODWIN, N.: «Ballet; (i) Diaghilev and the Russian exiles to 1930» Grove
19 Cfr. SPENCER, J.: «Drigo, Riccardo» Grove.
20Cfr. GOODWIN, N.: «Ballet; (i) Diaghilev and the Russian exiles to 1930» Grove.
21El club aristocrático. Actualmente es la sala Filarmonija D. D. Šostakovič, sede de la
orquesta filarmónica de Sankt-Peterburg, fundada en 1802. [A. G.]
crítico en los diarios Russkie vedomosti [Revista rusa] y Russkij listok [Cartelera
rusa]. Fue el fundador y editor de la revista Muzyka (1910-16), y el
organizador de la Asociación de Música Contemporánea ASM, sección de la
Internacional Society for Contemporary Music ISCM en Moscú. Además,
Deržanovskij participó en la edición de las revistas, K novym beregam [Hacia
nuevos puertos] (1923, ed. V. Beljaev), Muzykal’naja kul’tura [Cultura musical]
(1924) y Sovremennaja muzyka [Música contemporánea] de la ASM (1924-28).24
B. Asaf’ev había sido invitado a participar en la revista Muzyka en sustitución
de su antiguo compañero del Conservatorio, Nikolaj Jakovlevič Mjaskovskij,
quien se encontraba en servicio militar. N. Mjaskovskij escribía para la
revista desde su aparición en 1911. En Muzyka colaboraban además de
Nikolaj Mjaskovskij, los compositores Leonid L. Sabaneev y Víctor M.
Beljaev. La revista, en palabras de su editor, estaba dedicada a “luchar contra
toda manifestación de hostilidad hacia el desarrollo del arte musical” y a
actuar como abogado de la música contemporánea de Europa occidental y de
Rusia. B. Asaf’ev escribe al respecto en sus memorias:
«Desde 1911 en Moscú comenzó a publicarse una revista musical nueva, no
muy grande en volumen pero desafiante...Aparecieron interesantes artículos
por sus ideas, firmados por nombres nuevos para mí. Pronto comenzó a
colaborar en la revista N. J. Mjaskovskij. El redactor era V. V. Deržanovskij, el
cual estaba destinado a introducir en mi vida la palabra definitiva. Leyendo
los artículos de Mjaskovskij nunca pensé que podría escribir así tan juiciosa y
convincentemente. Por eso cuando él me pidió probar me negué. Finalmente
en la primavera de 1914, no recuerdo como sucedió (parece ser que
Mjaskovskij me convenció de respaldar esta buena causa), acepté enviar mi
artículo ― panorama de la temporada, total de observaciones y conclusiones,
― pero me advirtió que si el artículo se aceptaba, no debía publicarlo en
ningún caso con mi firma.» 25
Efectivamente, el primer artículo de Boris Asaf’ev publicado en Muzyka
1974a] p. 33.
20 de octubre de 1918.
En base al decreto sobre la educación gratuita en las escuelas de todos los grados en la
presente se declara, que la educación en las escuelas de educación musical regionales
populares es gratuita para todos los estudiantes.
Una de las obras más importantes de Boris V. Asaf’ev de los años veintes,
son los Estudios sinfónicos.56 Obra escrita en 1921 y publicada por la Editorial
Estatal Filarmonija de Petrograd en 1922. Durante ese mismo año se publican
nueve artículos de B. Asaf’ev en otra versión de los estudios sinfónicos
titulados, Cartas sobre la ópera y el ballet ruso,57 en la revista semanal de la
Academia Estatal de Teatros de Petrograd. Cada Carta-artículo correspondía a
publicado en: [ASAF’EV, 1952a] pp. 344-347, [ASAF’EV, 1954a] pp. 169-175, 327-328, y
[ASAF’EV, 1954b] pp. 281-290 (ahora en: [ASAF’EV, 1970]).
57 Ídem. Pis’ma o russkoj opere i balete: pis’mo 1-e «Rusland y Ljudmila» Ežened. petr.
gos. akad. teatrov, № 3, 1922, pp. 23-28 (ahora en: [ASAF’EV, 1952a] pp. 333-338;
[ASAF’EV, 1976a] pp. 104-107); pis’mo 2-e «Chovanščina» № 4, pp. 38-43 (ahora en:
[ASAF’EV, 1976a] pp. 141-148); pis’mo 3-e «Spjaščaja krasavica» № 5, pp. 28-36
(ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 175-180); pis’mo 4-e «Knjaz’ Igor’» № 6, pp. 31-
37(ahora en: [ASAF’EV, 1954b] (fragmenty) pp. 276-281; [ASAF’EV, 1976a] pp. 150-
158); pis’mo 5-e «Rusalka» № 7, pp. 22-29 (ahora en: [ASAF’EV, 1954a] (fragmenty)
pp. 318-320; [ASAF’EV, 1976a] pp.114-119); pis’mo 6-e «Balety Glazunova» № 9, pp.
30-39 (ahora en: [ASAF’EV, 1954a] (fragmenty) pp. 320-327); pis’mo 7-e «Skazanie o
nevidnom grade Kiteže» № 10, pp. 12-16; pis’mo 8-e «Eščë o “Kiteže”» № 12, pp.
25-29 (ahora en: [ASAF’EV, 1976a] pp. 191-197); pis’mo 9-e «Pamjatka o “Ruslane”»
№ 13, pp. 32-37, (ahora en: [ASAF’EV, 1952a, 1954a, 1954b]).
A. Glazunov,64 etc.
Otro de los aspectos relacionados con la obra de Boris V. Asaf’ev, es su
interés en estos años por la interrelación del lenguaje oral y el musical, entre
la música y la poesía. Esta cuestión Asaf’ev la analiza desde distintos
aspectos. Se interesa por el origen musical en al misma poesía, por las formas
poéticas como estímulo de la creación musical, y por lo que hay de común
entre la poesía y la música, ambos artes relacionados con la entonación.
En 1921 B. Asaf’ev escribe, Dante i muzyka. 1321-1921.65 Y en febrero de 1922
publica la obra titulada: En los orígenes de la vida. En memoria de Puškin.66 En el
primero de estos dos artículos, B. Asaf’ev analiza la obra poética de Dante A.
La divina comedia. El artículo está estructurado en 3 partes. 1. La música de “La
divina comedia”; 2. La poesía de Dante en la música; y 3. Dante y los compositores
rusos.
Esta obra fue publicada por primera vez en el anexo al
programa del concierto sinfónico del 14 de noviembre
de 1921, dedicado a la memoria de Dante A. El segundo
artículo está dedicado a la obra poética de Aleksandr S.
Puškin. En estas dos obras B. Asaf’ev observa un
principio musical, y explica la presencia de imágenes
musicales surgidas en la asociación con las imágenes de la sonoridad oral.67
13 i 20. XII 1922. Pr., Gos. Filarmonija, 1922, pp. 6-11 (ahora en: [ASAF’EV, 1967] pp.
55-62)
63 Ídem. «Grieg» Priloženie k programme simfonič. koncertov 8. I. 1922. Pr., Gos.
Filarmonija, 1922, pp. 7-12 (ahora en: ASAF’EV, 1967] pp. 47-52)
64 Ídem. «Glazunov» Priloženie k programme simfonič. koncertov 29 XI, 6, 13 i 20. XII
pp. 3-50.
66 Ídem. «U istokov žizn’. Pamjati Puškina» en: “Orfej” Knigi o muzyke, kn. 1. Pb.,
68 EVANS, E.: «The Prague Festival» The Musical Times, Vol. 65, № 977 (Jul. 1, 1924),
pp. 611-612.
69 EVANS, E.: «Venice Festival» The Musical Times, Vol. 66, № 992 (Oct. 1, 1925), pp.
920-922.
70 Cfr. DEAN, W.: «Edward J. Dent: A Centenary Tribute» Music & Letters, Vol. 57, №
4. (Oct., 1976), pp. 353-361.
71 Cfr. HAEFELI, A.: «International Society for Contemporary Music» Grove;
WELLESZ, E.: «E. J. Dent and the International Society for Contemporary Music»
MR., vii (1946), pp. 205-8; DANILEVIČ, L.: «”Sovremenničestvo”― oplot formalizma»
Sovetskaja Muzyka. № 1 Janvar’ 1949, pp. 71-78.
72 Cfr. MCALLISTER, R.: «Sabaneyev, Leonid Leonidovich» Grove.
76 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Nebo i zemlja» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 6 aprelja 1925
(ahora en: [ASAF’EV, 1985] pp. 291-292)
77 Maksimilian Oseevič Steinberg (1883-1946) ― compositor ruso. Se gradúa en 1907
84 Ídem. «Salamanca peščera» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 26 aprelja 1928 (ahora en:
[ASAF’EV, 1985] pp. 286-287)
85 Ídem. «Krisis muzyki (nabroski nabljudatelja leningradskoj muzykal’noj
muzyka 1. [K koncertam Gos. in-ta ist. isk. 18, 24 i 31. V 1924 g.] L., 1924, pp. 1-17
87 Ídem. «Novaja muzyka (Kratkie charakteristiki tvorčestva F. Malipiero, A. Casella,
90 Ídem. «Pryžok čerez ten’» en: GLEBOV, I., ed. Ernst Krenek i ego opera “Pryžok čerez
ten”. Novaja Muzyka II, Leningrad, Triton, 1927, pp. 14-22.
91 Ídem. «Sovremennyj instrumentalizm i kul’tura ansamblja» en: GLEBOV, I., ed.
Sovremennyj instrumentalizm. Novaja Muzyka III, Leningrad, Triton, 1927, pp. 5-9.
92 Ibíd., p. 5.
93 Ídem. «Muzyka Wozzeck’a» en: GLEBOV, I., ed. ”Wozzeck” Alban’a Berg’a. Novaja
Muzyka IV, Leningrad, Triton, 1927, pp. 29-39.
94 Ibíd., p. 29.
95 Ibíd., p. 31.
96 Ídem. «Bytovaja muzyka posle Oktjabrja» en: GLEBOV, I., ed. Oktjabr’ i novaja
sustituir las diferencias entre las categorías que se han ido dando en el
desarrollo histórico de la música, ya que las categorías acostumbradas ya no
definen con exactitud los fenómenos musicales contemporáneos. Asaf’ev
afirma:
«Nosotros ahora decimos: la música de la ciudad y del pueblo, la música de
los castillos y los palacios, la música de las calles. La vieja contraposición de lo
popular y la música artística ha desaparecido definitivamente, por cuanto han
cambiado la comprensión del concepto de “pueblo”, y porque sabemos que
podemos hablar sobre los elementos artísticos en la música de las diferentes
capas sociales, como también de los factores artísticos que determinan el valor
estético de la obra musical, pero no es posible hacer del concepto de la música
artística una categoría limitada, en este caso, en contraposición de otra
categoría (tan inexacta) ― como es el de la “música popular”.»97
En el sexto y último tomo de la serie Novaja
muzyka, titulado: La obra de P. Hindemith, Asaf’ev
escribe los Elementos estilísticos de Hindemith.98 En
unas cuantas páginas, Asaf’ev caracteriza la obra
de Hindemith como una de las más completas y
brillantes expresiones de la cultura musical alemana, con su gran tradición y
sus profundas raíces basadas en la obra popular. Su música se expresa sin
estilizaciones ni copias razonadas. Su música reúne una energía viva con la
búsqueda creativa del artista, y el constante trabajo del maestro que intenta
siempre la perfecta utilización de las cualidades del material sonoro dado.
«Es necesario buscar la causa de la sensación de totalidad y organicidad, de la
sensación constante que se experimenta al contacto con la música de
Hindemith, por un lado en la armónica fusión del talento y la experiencia, del
instinto y la maestría, y por otra parte, en la asombrosa relación de su música
con la precedente evolución de la música germana, pero no en su aspecto de
sucesión pasiva, sino a través de una profunda y gradual selección de todo el
Ibíd., p. 17.
97
Ídem. «Elementy stilja Hindemith’a» en: GLEBOV, I., ed. Tvorčestvo P. Hindemith’a.
98
99 Ibíd., p. 7.
100 Ídem. Alfredo Casella. Leningrad, Triton, 1927; Ídem. Sergej Prokof’ev. L., Triton, 1927
101 CASELLA, A.: Politinal’nost’ i atonal’nost’. Per. I. Ginzburg, pod. red. i s
106 «Kratkij otčët o dejatel’nosti Rossijskogo instituta istorii iskusstv» en: Zadači i
metody izučenija iskusstv. Pb., 1924, p. 174. Citado en: [VUL’FIUS, 1969] p. 214.
107 Ibídem.
p. 313, № 438a.
112 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Sovremennoe russkoe muzykoznanie» op. cit., p. 6.
113 Ibíd., pp. 6-10.
114 Ídem. «Ob issledovanii russkoj muzyki XVIII veka i dvuch operach Bortnjanskogo»
en: Muzyka i muzykal’nyj byt’ staroj Rossii. Materialy i issledovanija. Leningrad,
Academia. 1927, pp. 7-29 (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 25-34)
115 Ídem. «Pamjatka o Kozlovskom» en: Muzyka i muzykal’nyj byt’ staroj Rossii. op. cit.
int., ist., isk. Academia, 1930. (v. infra, cap. V, El Romance Ruso)
122 SCHERING, A.: Tabellen der Musikgeschichte Leipzig, 1914 (trad. rus. Istorija muzyki v
Leningrad, Gos. inst. ist. isk., Academia, 1925). August Hermann Kretzschmar
(1848-1924) ― musicólogo y director alemán. Estudió musicología en la U. de
Leipzig. En 1871 se doctoró con la tesis escrita en latín: De signis musicis … sobre la
notación y Guido da Arezzo. Fue egresado y profesor del Conservatorio de Leipzig.
A partir de 1904 es profesor de musicología de la U. de Berlín y director de la
Hochschule für Musik (1909-20). En 1919 escribe Geschichte der Oper. Cfr. JONES, G.:
«Kretzschmar, (August Ferdinand) Hermann» Grove
124 BEKKER, P.: Die Sinfonie von Beethove bis Mahler. Berlin, 1918 (trad. rus. Simfonija ot
Boris Asaf’ev fue profesor del Instituto de Historia de las Artes hasta 1928,
cuando el Comité de musicología del Instituto se traslada definitivamente al
Conservatorio Estatal de Leningrad.127
12 de julio de 1918
El consejo de comisarios del pueblo establece: Los conservatorios de Moscú y Petrograd
pasan a la dirección del Comisariato Popular de Educación en condición de igualdad
de derechos con todas las instituciones de educación superior y con la eliminación de
su dependencia de la Sociedad Musical Rusa. Todos los bienes e inventario de estos
conservatorios, necesarios y útiles para los objetivos en la construcción musical del
estado, se declaran propiedad estatal de pueblo.
Predc. SNK V. Ul’janov (Lenin)
Narkom po prosv. A. Lunačarskij
Al recibir la noticia sobre los acontecimientos de la revolución, el Consejo del
Conservatorio de Petrograd propuso en una junta ordinaria, no determinar
su posición y mantenerse a la espera. Sin embargo, pronto la dirección del
Conservatorio tuvo que dirigirse al Narkompros, debido a las dificultades
económicas.130 Al poco tiempo el Conservatorio recibe el comunicado oficial
de la sección de música de Narkompros, sobre el traspaso del Conservatorio.
delegacii konservatorii 29 julja 1918 g. » Original: GAORSS. 7441. 1. 36. 121 i ob.
Publicado en: [VUL’FIUS, 1969] pp. 218-223.
Segunda gráfica:
Cursos especializados 139
№ Nombre Cursos y Histórico- Teorético- Físico- Metódico-
de la seminarios sociológico compositivo matemá- pedagó-
Materia tico gico
Años Años Años Años
III IV III IV III IV III IV
I 2 3
1 Fundamentos acústicos de la Curso y 2
melódica y la armonía seminario
2 Fundamentos acústicos del arte Curso 2
vocal
3 Acústica, mecánica y fabricación Curso 2
de instrumentos
4 Sistema de temperación Seminario 2
5 Instrumentos mecánicos Curso y 2
seminario
6 Acústica arquitectónica Curso y 2
seminario
7 Fundamentos matemáticos de la Curso y 2
música seminario
139 Ibíd., pp. 250-251. * Anotación con lápiz. Las horas no se indican. [N. del E.]
143 ASAF’EV, B.: «Včera i sevodnja leningradskoj konservatorii» en: [TIGRANOV, 1987]
pp. 29-31.
144 Cfr. [ORLOVA, 1984b] pp. 129-30,133; [TIGRANOV, 1987] pp. 28-30, 79-93, 109-110,
148-150.
Opernaja Studja
7441. 1. 330. 52-54. Copia. Publicado en: [VUL’FIUS, 1969] pp. 240-243.
147Bernhard Paumgartner (1887-1971) ― musicólogo, director y compositor austriaco.
6, 1960, p. 49.
149 Cfr. EISEN, C.: «Salzburg. 4. The Salzburg Festival.» Grove.
150 ASAF’EV, B. V.: «Das Musikgewordene Theater» Musikblätter des Anbruch. Wien,
1928. X. Jahrg. Oct., Heft № 8, S. 275-277.
151 GLEBOV, I. (Asaf’ev):«Na mocartovskich toržestvach» Krasnaja gazeta (več. vyp.)
152 KAPLAN, E.: «Na mocartovskich toržestvach» en: [TIGRANOV, 1988] pp. 244-246.
* Max Reinhardt (1873-1943) ― director de teatro austriaco. Comenzó como actor en
Salzburg. Desde 1903 se dedicó a la dirección escénica. Su trabajo responde al gusto
de las nuevas ideas y métodos del espectáculo en la escena, generalmente con
efectos extravagantes y grandes producciones como Oedipus rex (1910) en un circo
en Viena. Como Djagilev, Reinhardt fue un remarcable empresario con el talento
para escoger al actor ideal, los diseñadores, coreógrafos y compositores. En 1937 fue
obligado a exiliarse a America. Cfr. SHEREN, P.: «Reinhardt, Max» Grove.
153 El Berliner Phonogramm-Archiv, fue fundado en 1900 por C. Stumpft, junto con sus
―――――――――――――――――――――――
154 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «O reforme opernogo teatra» Žizn’ iskusstva. № 5, 1929, pp.
4-6 (ahora en: [ASAF’EV, 1985] pp. 35-43).
155 Cfr. [ORLOVA, 1984b] pp. 129-138; ASAF’EV, B.:«Otčet o zarubežnoj komandirovke
Superación y tentaciones
Muzyki. Kniga pervaja, S-Peterburg, 1917, pp. 28-34. (v. supra, cap. I, p. 49)
3 SABANEEV, L.: «Ritm» en: GLEBOV, I., ed. Melos. op. cit., 1917, pp. 35-72. (v. supra,
cap. I, p. 69)
102 Teoría de la Entonación
4 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Soblazny i preodolenja» en: GLEBOV, I., ed. Melos Kiniga
pervaja. S-Peterburg, 1917, pp. 3-27; «Vpečatlenija i mysli» Ibíd., pp. 78-100.
5 Ídem. «Puti v buduščee» en: GLEBOV, I., ed. Melos Kinigi o Muzyki. Kniga vtoraja, S-
9Factura: término utilizado por la teoría musical rusa para designar al tejido
musical, es decir, a sus distintas maneras y formas que adopta. [A. G.]
10FUBINI, E.: El siglo XX: entre música y filosofía. Universitat de València, Co-lecció
estètica & crítica, 2004, p. 152.
11 ADORNO, Th. W.: Gesammelte Schriften in zwanzig Bänden. 12. Philosophie der neuen
Musik. Tübingen, 1949 (trad. cast. Filosofía de la nueva música. Obra completa, 12.
Madrid, Akal, 2003); Asthetische Theorie. (Gesammelte Schriften, 7). Frankfurt,
Suhrkamp Verlag, 1970 (trad. cast. Teoria estetica. Madrid, Taurus, 1971)
12 Cfr. PADDISON, M.: «Adorno, Theodor (Ludwig) W(iesengund)» Grove.
13Cfr. RADICE, M.: «”Futurismo:” Its Origins, Context, Repertory, and Influence» The
Musical Quarterly, Vol. 73, № 1. (1989), pp. 1-17; PAYTON, R.: «The Music of
Futurism: Concerts and Polemics» The Musical Quarterly, Vol. 62, № 1. (Jan., 1976),
pp. 25-45; NEST’EV, I.: «Iz istorii russkogo muzykal’nogo avangarda. Stat’ja pervaja»
Sovetskaja Muzyka, Janvar’, № 1, 1991, pp. 75-87; Ídem. Stat’ja vtoraja. Sovetskaja
Muzyka № 3, 1991, pp. 68-73; DENNIS, F.: «Futurism» Grove; LOBANOVA, M.:
«Avraamov, Arseny Mikhaylovich» Grove; (v. infra, cap. VIII, Proletkul’t II, p. 504)
14Se refiere a: Skazanye o nevidimom grade Kiteže i deve Fevronij [Leyenda de la ciudad
invisible de Kitež y el hada Fevronija]: Ópera en cuatro actos de N. Rimskij-
Korsakov sobre libreto de Vladimir N. Bel’skij. Cfr. Taruskin, R. «Legend of the
Invisible City of Kitezh and the Maiden Fevroniya» Grove.
17 Se refiere a Francesca da Rimini. Sinfonía fantasía sobre Dante A. (1876) [A. G.]
18“Artista libre”, es el nombre del título que se otorgaba a los egresados del
conservatorio de S-Peterburg hasta la revolución. [A. G.]
19 Asaf’ev se refiere al culto por la obra de M. Glinka Ruslan i Ljudmila. [A. G.]
GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Puti v buduščee» en: GLEBOV, I., ed. Melos. Kinigi o Muzyki.
20
siglo XIX, que dio a la libertad su personalidad propia. Fue el primer analítico
y pensador en la música, apartándose de la atmósfera aristocrática de salón,
del elemento popular, e incluso de la naturaleza. Su sexta sinfonía es una
estilización del programa, llena del sentimentalismo literario rousseauniano.
Al igual que Schumann y Schubert, Beethoven fue un citadino, con sus
sentimentales suspiros sobre la naturaleza. Pero la tragedia de la creación
beethoveniana está en la lucha por reproducir en sonidos a sí mismo y sólo
su mundo íntimo espiritual, y su separación sensible instintiva, apartado del
elemento popular en su amarga soledad. La titánica valentía de Beethoven se
sintetiza en la forma sonata, ya que en nadie esta forma es tan diversa.
Los más grandes representantes del individualismo post-beethoveniano son
Liszt y Wagner. Ambos tuvieron que buscar los impulsos fuera de la música,
para no sentirse aislados en su existencia puramente musical.
«La máscara de Liszt engañó a muchos: su fortepiano suntuoso todos lo
aceptaron, su ideología de la música de programa se difundió por todos lados,
sus construcciones formales sedujeron a espíritus pobres y ricos. Pero el
pianismo de Liszt, su sinfonismo sarcástico, el poema musical de su quasi
poema sinfónico, por mucho tiempo no se percibió y estuvo cerrado a los
compositores.» [p. 53]
Y sobre Wagner:
«Así mismo se dio, y nadie comprendió a Wagner, el gran mago de dos caras,
que parecía el punto límite del agotamiento en el individualismo, en su
disipación a la transformación sonora humeante del poema medieval sobre
“Tristan e Isolde”, y tras éste, inesperadamente renace del hilo roto, el
fenómeno de la naturaleza musical en su genial comedia burguesa “Die
Meistersinger”» [Ibídem]
Para Asaf’ev, los epígonos de Beethoven tomaron la forma por el contenido,
componiendo una innumerable cantidad de sinfonías, cuartetos, etc., en la
inevitable forma sonata, muy cómoda para ocultar y ofrecer una apariencia
de profundidad y falso sinfonismo, en lugar de la intuición perdida de una
verdadera corriente de la poesía musical. Únicamente la fuerte personalidad
logró apartarse de Beethoven y trató de crear en sus propias formas.
una visión errónea de la fuga, ya que se ha visto tan sólo como un hecho post
factum por sus propiedades simétricas, a consecuencia de la concepción
racionalista de la forma sonata. Al ser tomada la forma sonata por algunos
teóricos (sobre todo Ebenezer Prout,22 ― afirma Asaf’ev), como un ideal
perfecto, como una forma que ha llegado al final de su evolución, la fuga no
fue vista como un todo indivisible que percibe cada momento sonoro en
relación a la totalidad, sino como la suma de tres partes, al igual que en la
exposición, la razrabotka, y la reprisa de la forma sonata, divididas más o
menos claramente por cadencias. Además, en la primera parte de la
exposición de los temas, se reafirma la tonalidad fundamental, en la segunda
predomina la modulación, y en la tercera se repite lo ya dado al principio del
equilibrio mono-tonal. Pero así como no existen dos personas idénticas, así
también no hay dos fugas que sean idénticas. En este sentido, esto se hace
evidente sobre todo en las fugas sobre un mismo tema de distintos autores. Y
es aún más claro en el experimento Kunst der Fuge de Bach, en donde de un
sólo tema surgen 15 fugas completamente distinguibles una de otra. Sin
mencionar la 48 fugas del Wohltemperiertes Klavier.
Únicamente el tratamiento erróneo de una época posterior, obligó a entender
a la fuga como una adición mecánica, como un vestigio petrificado, o ver en
ésta los ideales de la forma sonata. No hay nada parecido a esto. La fuga no
es un eslabón en la evolución de las analogías espaciales, presentes en las
formas musicales racionalistas, sino pertenece por completo a otra corriente
de pensamiento, que responde a la cuestión de la concretización de la música
en las mismas construcciones sonoras sensibles del tejido musical.
Boris Asaf’ev afirma que la fuga colinda con el principio entonativo de la
música, que viene desde los conjuros religiosos hasta la lírica popular. En la
fuga predomina el canto, la acción y el dramatismo presente en las piezas.
Cada fuga es un organismo individual, pero esta individualidad no se
expresa por medio de influjos emocionales, sino puramente musicales, cada
vez diferente dependiendo de las propiedades del tema dado. Cada fuga se
23En la terminología musical rusa, se utilizan los términos “jefe” o “principal” para
designar al tema principal o sujeto, y “satélite” para el tema secundario o
contrasujeto. Estos términos (sujeto y contrasujeto) fueron introducidos por Johann J.
Fux (1660-1741) ― compositor y teórico austriaco ― en su obra sobre la teoría clásica
de la fuga Gradus ad Parnassum (1725), el tratado sobre composición más influyente
en la música europea desde el siglo XVIII. La obra está escrita en latín como un
diálogo entre el autor (como discípulo) y Palestrina (como el maestro), el cual se
dedica a la fuga barroca con dos temas. J. Fux ha sido el pedagogo más famoso por
su sistematización en especies del contrapunto a la fuga, y la popularización de los
términos “sujeto” y “contrasujeto” para designar los temas de la fuga. Cgr. WHITE,
H.:«Fux, Johann Joseph» Grove.
sólo los enaltecemos, porque ambos dejaron otra herencia mejor que sus
sinfonías. En Mendelssohn no existe el sinfonismo. Su pensamiento
desmenuza aquellas formas en que quiso invertir. Las formas de sus sinfonías
son intachables, pero su material no lo mueve la energía, porque de éstas más
bien se percibe el oficio que la creación. Solamente en Rusia, el único
verdadero sinfonista que lo logró en su vida la creación de sinfonías fue
Čajkovskij, en las cuales pudo revivir, por medio del desplazamiento del
centro de gravedad hacia su esencia psicológica, la forma sonata y sinfónica en
su totalidad en base a otra distribución del material. Es como si él nuevamente
hubiera construido todo el mecanismo, invirtiendo en éste otros impulsos
creativos.» [p. 75]
§
sedentaria cultura espiritual... [...] Nuestra música no es del pueblo.» [p. 75]
Boris Asaf’ev asegura que los compositores rusos no han sabido sentir y
mostrar el verdadero rostro de la creación popular. Esto será así, mientras el
mismo pueblo ruso no comience a crear por él mismo los valores culturales.
Para poder determinar la verdadera naturaleza de la música rusa, Boris
Asaf’ev afirma que sólo es posible bajo las siguientes condiciones:
1. Su naturaleza se capta sólo con el sentido, con el instinto, y no por métodos
que son ajenos a nuestro estado psicológico del espíritu creativo.
2. Su naturaleza no se caracteriza por ser la del pueblo, ya que a la fecha
conocemos y amamos únicamente el arte de la intelectualidad rusa.
Boris Asaf’ev afirma que la intelligencija rusa siempre ha personificado
espiritualmente a Rusia. A esto es lo que estamos acostumbrados y es lo que
conocemos de Rusia en occidente. Pero añade que el pueblo puede decir
aquello que no comprendemos, y todo lo que parecía ser ruso, resultará ser
sólo un sueño, sugerido ante la bella y lejana vista sobre Rusia. Significa que
nuestra visión se basa en dos condiciones: en la convicción conciente de que
la música rusa es una provincia con respecto a la metrópoli occidental, y
posiblemente, en la visión engañosa de que el arte musical de la intelligencija
rusa es el reflejo verdadero de la creación popular, en la cual se revela el
original espíritu del pueblo y no un estilizado hálito populachero.
Pero después de todo, en la música rusa se puede distinguir aquellos mismos
principios que han estado presentes en la música europeo-occidental. B.
Asaf’ev se refiere básicamente a la sensación viva del ímpetu de tensión y
prolongación sonora, que fluye y se fija en el tiempo por medio de la creación
de construcciones abstracto-espaciales, o que se determinada por los hitos del
pensamiento poético. Esta se vierte ya sea en la dirección del canto, de la
entonación, o en la métrica instrumental, mutuamente interrelacionadas.
Pero aquí se encuentra una diferencia fundamental con respecto a occidente.
Así como en occidente la pieza popular arcaica en su aspecto original ya hace
mucho que desapareció, en Rusia se ha conservado hasta la fecha el canto
antiguo, además, en Rusia no hubo un desarrollo de la música instrumental,
ya que ésta fue tomada de occidente y consecuentemente junto con esta, las
formas en las cuales se desarrolló, es decir, las formas periódico-dancístico-
métricas. De todo esto surgió una interesante combinación. En la pieza rusa
comenzaron a utilizarse la armonía occidental y los esquemas de tres partes,
y al contrario, en el esquema típico europeo de verticales, se colocaron
melodías rusas de horizontal planicie. El resultado fue el estilo preferido del
diletantismo ruso, del cual a la fecha los compositores rusos no se han
liberado y que cultivaron ávidamente Glinka y Rimskij-Korsakov. En este
estilo se perdió el sinfonismo de la pieza popular rusa, su principio cántico,
su µέλος, el cual creó la tensión y mantenía así de esta manera a la conciencia
musical ininterrumpida. En occidente el canto ya había caído hace mucho
bajo el dominio del metro dancístico, de la correlación tónico-dominante y de
la pálida alternación mayor-menor.
Apareció entonces la sinfonía rusa, en la que mecánicamente se colocaban los
“residuos” de la pieza rusa; y se creó la ópera rusa, en donde bajo la
estilización y el gusto personal, se mezclaron piezas de distintos estilos y
épocas, acompañadas de armonizaciones haydnianas y beethovenianas. Y al
contrario, la naturaleza melódica contagió con su ímpetu vivo al pálido
esquema, creando un espejismo seductor del verdadero arte popular. B.
Asaf’ev se refiere a la óperas: Kitež de Rimskij-Korsakov, El Principe Igor’ de
Borodin, y Kikimora de Ljadov. Rimskij-Korsakov no tuvo el instinto del
desarrollo ininterrumpido. Con su juego cristalino, bellamente dividía y
contraponía, pero no cantaba. Lo mismo se puede decir de Glazunov, típico
pupilo y el más evidente heredero de las visiones sinfónicas de Rimskij-
Korsakov. Tanto Glazunov como M. Steinberg no tuvieron la capacidad de
salir del círculo de los desarrollos racionalistas, y las redistribuciones del
material fácilmente fundido, pero psicológicamente indiferente.
Čajkovskij y Musorgskij están en la dirección del canto, en la horizontalidad
de la naturaleza musical, con predominio de diferentes tensiones líricas. En
Čajkovskij el camino es doble: el melos lírico en la esfera vocal, y el melos
dramático en la esfera instrumental. Como ejemplo de la esfera vocal, Boris
ante la neblina a-modal, amorfa y sin osamenta. «Lo ilimitable del cromatismo
en las condiciones de la temperación engañosa, es quimérica e infértil!» [p. 90]
El diatonismo en S. Prokof’ev resulta especialmente amplio, ya que mueve de
su lugar los marcos de las escalas, de la estructura, y del modo, introduciendo
infinidad de contraposiciones acordo-tonales instantáneas, que admiran por
su frescura, originalidad y lógica. El acorde más común resulta ser un
fenómeno en una nueva luz imprevista, en una relación poco común. Esto es
debido a que cada voz se consume en su propio modo, lo que lleva a
introducir otros sonidos sin tomar en cuenta los acordes en su inmovilidad,
aisladamente, sino en relación con uno u otro movimiento de las voces, que
enriquecen la percepción auditiva.
A continuación, Boris Asaf’ev caracteriza brevemente tres aspectos más de la
música rusa, que son la ópera, el ballet, y el romance ruso. En su análisis,
Asaf’ev afirma que además de las óperas de Musorgskij (Boris Godunov y
Chovanščina), de Čajkovskij (Evgenij Onegin y La Dama de Picas), de Glinka (La
vida por el Zar), y de Rimskij-Korsakov (La novia del Zar), la escena rusa no
conoce el verdadero drama musical. El wagnerismo en Rusia se injertó
superficialmente, y la tendencia italiana y francesa del melodrama, con sus
argumentos llevados por las características de los personajes le fueron ajenas.
Para Asaf’ev, las óperas de Čajkovskij son los modelos basados en la unidad
del discurso musical libre y fluyente propio del personaje dado. Čajkovskij
comprende el secreto del desarrollo del tejido musical sin los rótulos leitmotif
de Rimskij-Korsakov. Al superara su agudo subjetivismo, Čajkovskij crea en
la conciencia contemporánea el principio fundamental de su música operística,
esto es, la ininterrumpida acción interna, que fue su más grande y
productivo logro. Para poder caracterizar no es necesario objetivar hasta la
infinidad, ya que de la diversidad de los momentos añadidos, no se crea la
unidad dramática. Musorgskij supo finamente comprender el mundo
espiritual ajeno, sin identificarse con éste y permaneciendo en la subjetividad
de su percepción. En esta fina diferencia se encuentra su esencia, y es por eso
que en sus óperas, a pesar de su subdesarrollo, se encuentra la conciencia
ENSAYOS TEÓRICO-ESTÉTICOS
SOBRE EL ARTE MUSICAL (1923)
El valor de la música
1 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Cennost’ muzyki» en: GLEBOV, I. ed. De musica. Sbornik statej.
Filarmonija, Petrograd, 1923, pp. 5-34.
2 Ídem. «Process oformlenija zbučaščego veščestva» en: Ibíd., pp. 144-164.
166 Teoría de la Entonación
4 Cfr. DESSOIRE, M.: «Art History and Systematic Theories of Art» The Journal of
Aesthetics and Art Criticism, Vol. 19, № 4. (Summer, 1961) pp. 463-469; Ídem. Ästhetik
und allgemeine Kunstwissenschft. Berlin, 1906.
5 GLEBOV, I.: «Cennost’ muzyki» op. cit., pp. 9-10. [Asaf’ev cita a Lichtenstadt, en su
obra sobre Goethe, titulada: Goethe. Bar’ba za realističeskoe mirovozzrenie. Gos. Izd.
Peterburg, 1921.]
otnocitel’nosti Einštejna. Ptr. „Nauka i škola“ 1922; (trad ingl. «Einstein’s Theory of
Relativity» en: Substance and Function. op. cit., (Dover, 1953) pp. 351-456)
9 Cfr. OESTERREICHER, J.: «Introducción» en: BERGSON, H.: Las dos fuentes de la moral y
de la religión. México, Porrúa, 1997, p. ix. (título original: Les deux sources de la morale
et de la religion. Paris, 1932)
« ¿Que es la música después de todo esto? Creo que no un arte o, en todo caso
algo más que un arte: si es un arte en el sentido de lo musical, deberá ser
tomado no como una actividad sólo contemplativa, estética, sino conocedora e
incluso reveladora. La música exige una enorme tensión de fuerzas activas. El
conocimiento de su lenguaje y medios de expresión dan la posibilidad de
desenvolverse en otras esferas de la actividad espiritual del ser humano, pero
no al contrario: como lo demuestra las observaciones a los artistas de otras
ramas del arte, que les es muy difícil comprender la música. La música es una
actividad creativa y al mismo tiempo siempre es dada en la percepción. El
pensamiento nos ayuda a distinguir y valorar, en el sentido de conocer la
percepción dada, es decir, que se adhieren a nuestro conocimiento sobre el
mundo.» [p. 19]
Cualquier diferencia en la valoración presupone lo concreto, es decir, el
contenido del pensamiento. El objeto de la música no es visual ni asible, sino
la personificación o la reproducción de los procesos sonoros. Partiendo de la
percepción, la música es la entrega al estado de la audición. ¿De que? ― se
pregunta Asaf’ev. De los complejos sonoros en sus interrelaciones, ya que la
música en ningún lugar tiene que ver con la suma de las partes, sino con las
correlaciones o unión de los elementos.
A partir de aquí, es importante definir el significado y el sentido de la
música, en su comprensión como sensación de la realidad. En otras palabras,
¿es la música un deleite, o es un conocimiento? ― se cuestiona Asaf’ev. El
carácter hedonista de la música es indiscutible, como lo es en relación a las
necesidades cotidianas de la vida, y así también es el sentido de la sensación
placentera que se percibe de la combinación de refinadas sonoridades
aisladas. Pero generalizar el predominio hedonista en la percepción musical
no es posible, ya que el deleite no es únicamente sensible sino también
espiritual, y tiende hacia la sustracción de su inevitable matiz de satisfacción,
de saciedad. El elemento emocional ante la percepción de la música es
esencial, pero su influjo hipnótico (“mágico”) en nuestra psique es mucho
más importante. Este influjo de la música sobre nosotros, es dependiente de
la disposición de la persona que escucha. La música transforma la energía
«...no es posible pensar de otra manera que partiendo de una percepción, pero
la función de lo ‘lógico dentro de nosotros’ consiste no en sumar las
percepciones separadas, sino en la diferenciación y juicio de la percepción
dada (la propiedad del pensamiento). “ No toda percepción y observación
provoca de la misma manera la actividad crítica y de discernimiento del
pensamiento. Entre éstas se encuentra también aquellas que no provocan más
el juicio en la reflexión, ya que la simple sensación ya no les ofrece ninguna
satisfacción, pero hay otras que de cualquier forma llaman al pensamiento”...
“Lo que no es estimulante es precisamente aquello que no se contrapone a la
percepción. Lo pasajero yo lo considero provocativo... y de esta manera en la
percepción este resulta sugestivo (paracleto) para el pensamiento, de otra
manera no, sino precisamente este pensamiento llamativo, es aquello que cae
bajo lo sensible en la percepción junto con su contrario; y fuera de esta
propiedad no se provoca el pensamiento” (La República, 523-524)*...”Por
todos lados en donde las percepciones están en calma una al lado de la otra,
en donde no hay entre ellas una tensión interna, el pensamiento también se
calma. Sólo en donde se contradicen mutuamente, en donde se amenazan
mutuamente de destrucción, aparece el postulado fundamental del
pensamiento, su exigencia incondicional de unidad exige la transformación,
incluso una nueva formación de la misma experiencia” (p. 28)** 10»[pp. 22-23]
10* Cito este párrafo de “La República” de la traducción del alemán, porque en ruso
la traducción de Karpov (Sočinenija Platon’a 2 izd. SPB. 1863 t. III, pp. 366-367) suena
muy viscosa, más aún en los diálogos (en relación al original) [N. de Asaf’ev].
** E. Cassierer excede un poco en su explicación (no en la idea, sino) en el tono, es
decir, la tensión del diálogo de Platón. Karpov en la cita de la página 367
anteriormente indicada, expone esta idea más tranquila y, tal vez, mas simple, más
sobria: “El pensamiento de Sócrates consiste en que al sentido le es propio ver al
objeto solo en sí mismo, y ponerlo en relación con otros objetos o compararlo con
otros objetos en general no le es propio. Por eso, ningún objeto mientras no sea el
sentido de una cosa, por si mismo, naturalmente no provoca el pensamiento” [N. de
Asaf’ev].
Boris Asaf’ev cita a Cassierer de la traducción al ruso, titulada: Teorija otnocitel’nosti
Einštejna. Petrograd, „Nauka i škola“, 1922. Con el objeto de tener otra referencia de
los pasajes citados, en lo sucesivo incluiremos los mismos fragmentos de la
traducción al inglés: «...the proposition holds that it is not possible to think save on
the basis of some perception: ού δυνατόν έννο εν ή έκ τινος αίσΰήσεως. But the
function of the “logic in us” consists indeed not in finding the sum of the particular
perceptions, not in deriving and deducing the “idea of the equal” from the “equal
pieces of wood and stone,” but the “logic in us” is revealed in discriminating and
13«...necessarily
through the “relativization” of the spatial and temporal magnitudes,
that hold within the individual system; to take these as changeable, as
transformable, means to press through to the true invariance of the genuine
universal constants of nature and universal laws of nature.» Ibíd., p. 375.
14 «The object is thus not gained and known by our going from empirical
15 «For one fact, according to Leibniz, expresses another when there exists between
what can be said of the one and of the other a constant and regular relation. [...]
expresses a definite figure, a drawn model a machine; not as if there existed
between them any sort of factual likeness or similarity, but in the sense that the
relations of the one structure correspond to those of the other in a definite conceptual
fashion» Ibíd., p. 392; «Thus it is shown most distinctly that the new physical view
proceeds neither from the assumption of a “space in itself,” nor of “matter” nor of
“force in itself” ― that it no longer recognizes space, force and matter as physical
objects separated from each other, but that for it exists only the unity of certain
functional relations, which are differently designated according to the system of
reference in which we express them.» Ibíd., p. 398; «Each point is referred, not to a
rigid and fixed system of reference outside of it, but to a certain extent only to itself
and to infinitely close points. » Ibíd., p. 407; «In place of such a sensuous congruence
we must substitute a more complex and more thoroughly mediate relational system.
There can be no copy or correlate in the world of sensation and presentation for
what the pints, the straight lines and the planes of pure geometry signify. » Ibíd., p.
433; «by proceeding from the dynamic dependency of phenomena upon each other,
2e, p. 233.
18 Otto Jahn (1813-1869) ― filólogo, arqueólogo y musicógrafo alemán. Su obra más
19 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Process oformlenija zbučaščego veščestva» op. cit., pp. 144-
145. Asaf’ev cita el fragmento en alemán de la obra de Otto Jahn:
«“....eine richtige, umfassende und klare Einsicht in das Schaffen und Arbeiten einer
genialen Künstlernatur zu gewinnen bleibt eine Schwierige Aufgabe. “[Primečanie:
Rochlitz hat öfter und besonders in dem Aufsatz Ein guter Rath Mozarts (A. M. Z.
XXII S. 297. Für Freunde der Tonk. II S. 281 ff.) über Mozarts Art zu arbeiten
richtigere Ansichten ausgesprochen]. Indessen so wenig Mozart auch geneigt war
über sich und seine Compositionen viel zu reden, so sind doch charakterische
Aeusserungen und Züge genug überliefert, um uns seine Eigenthümlichkeit auch
nach dieser Seite hin zu vergegen wärtigen.“ [Primečanie: Ein Zuerst von
gedrückter Brief Mozarts an einen Baron V. P. ist, wie ich aus unabweisbaren
äusseren Gründen dargethan habe, in dieser Gestalt erfunden. Da sich nicht
ermitteln lässt, ob und wie weit echte Überlieferung dabei benuzt ist, muss er ganz
aus dem Spiel bleiben].» JAHN, O.: W. A. Mozart. Band II. Leipzig, 1867, pp. 103-104.
estados de nuestra conciencia que llamamos piedras, y las cuales tomamos con
la mano, y a otros que llamamos sueños. La piedra y el sueño están hechos de
la misma materia, y ambos son igualmente reales. Solamente tienen diferente
posición en nuestra conciencia. Mi contemplación de la piedra es un proceso
psicológico, que culmina en el tiempo presente y tiene una posición central en
la esfera de mi conciencia. El sueño es un proceso que culmina en el tiempo
futuro, es la contemplación del objeto (el proceso) separado de nosotros por
un espacio mayor o menor de tiempo, y por eso se nos representa con rasgos
poco claros, como el contorno de un objeto alejado de nosotros. El sueño no
realizado es el objeto lejano y desconocido” (p. 179. Anotaciones de Skrjabin,
― Russkie Propilei, t. VI)» [p. 146]
Este atrevido pensamiento y malabarismo metafísico, ― nos dice Asaf’ev, ―
sobre el significado del material y sobre estas inesperadas asociaciones, nos
lleva a realizar una analogía de los principios constructivos entre el arte
musical y el arte arquitectónico. Esta comparación sería como una especie de
elisión20 del síntoma esencial de la comparación. Un tretium comparationis,
parecido al de las secuencias musicales que se contraponen mutuamente,
cambiando el eslabón que las une. Pero, ¿que podría ser en el caso dado este
tretium comparationis buscado? En la arquitectura, ― afirma Asaf’ev, ― reina
la ley mecánica de la gravitación, y, consecuentemente, la correlación entre el
peso y la elevación del material. ¿Pero en la música? ¿Actúa en ella la ley de
la gravitación? ¿Se percibe en ella la presión del peso que se contrapone al
crecimiento? ― se pregunta Asaf’ev. Esta gravitación existe, pero de acuerdo
con la naturaleza del movimiento musical. Éste se revela no solamente de
manera vertical, sino básicamente en dirección horizontal, llevando al sonido
hacia adelante. Asaf’ev califica esta gravitación musical como una tendencia
centrípeta hacia un nuevo centro. Desde el punto de vista de la mecánica, este
concepto resulta paradójico, pero en la música esto es así. El ímpetu hacia el
centro se desarrolla bajo la acción del alejamiento (de la fuerza centrífuga)
20Elisión: acción y efecto de elidir, suprimir algún elemento lingüístico del discurso,
sin contradicción con las reglas gramaticales. Cfr. «elisión» Diccionario de la Lengua
Española. Madrid, Editorial Espasa Calpe, 2001.
21B. Asaf’ev cita la versión en ruso de la obra de Kuno Fisher, titulada: Geschichte der
neuern Philosophie. VI. Band. Heidelberg, Universitätabuchhandlung, 1872. Cfr.
THILLY, F.: «Geschichte der neuern Philosophie. by Kuno Fisher» The Philosophical
Review, Vol. 2, № 6. (Nov., 1893) pp. 724-728.
22B. Asaf’ev cita la obra de W. Worringer como uno de los mejores estudios sobre la
complejidad de los impulsos psicológicos que realizaron este cambio al Gótico en la
Edad Media. WORRINGER, W.: Formprobleme der Gotik, (trad. cast. García Morente. El
espíritu del arte gótico. Madrid, Revista de Occidente, 1924; Buenos Aires, 1947)
expresividad del gótico, ya que la ruptura con las ideas sobre la unión
orgánica de los elementos en su armónica proporcionalidad, y del equilibrio
visual de las partes, promueve la insubordinación de la conciencia del ser
humano sobre la naturaleza. Aquí se encuentran cara a cara la contraposición
entre las ideas sobre el equilibrio y el crecimiento; el equilibrio sobre la
orgánica y clara racionalidad de la composición, dentro de la cual se encubre
la subordinación resignada a la causalidad mecánica, y la rica idea del
crecimiento, que desarrolla orgánicamente el sentido de la composición, de la
movilidad, y de la racionalidad.
Indudablemente que la lógica de la construcción orgánica, exige de la
arquitectura el equilibrio de los elementos en un claro esquema, y en la
división funcional de las partes, ya que la lógica del proceso de formación
mecánica, sigue la estática preestablecida por las leyes de correlación de
fuerzas, como un destino inevitable y sin contar con la voluntad del hombre.
Aquí la lógica del gótico se presenta como una brillante excepción en la
historia de la arquitectura. Para la música es innatural ser piedra, para la
arquitectura es ser la imitación del movimiento. Ser como una masa de
material sonoro disuelto, ya que la lógica orgánica de la construcción en la
arquitectura, se basa en la estática, y la lógica orgánica de la construcción en
la música, exige indudablemente el equilibrio inestable, que se percibe como
una creciente tención ininterrumpida de elementos sonoros, o, de unión
indivisible de estados sonoros.
La arquitectura, al violar su naturaleza estática, se acerca a la música. Y la
música, violando su naturaleza dinámica y aspirando a las proporciones
espaciales y al equilibrio de las partes, se acerca a los principios de la
arquitectura; hacia la formación en la estática. En este agudo punto de
convergencia de dos tendencias artísticamente contrapuestas, sucede el
encuentro o la coincidencia simultánea de realizaciones heterogéneas y
homogéneas. En este punto convergen Skrjabin y el gótico arquitectónico.
1 ASAF’EV, B.: Obosnovanie russkoj muzykal’noj intonacii. Sin publicar. Una copia
mecanografiada de 22 páginas se encuentra en el Archivo de B. V. Asaf’ev en
Leningrad. Cfr. [DMITRIEVOJ-MEJ] p. 314, № 460.
2 Ídem. «Sovremennoe sostojanie nauki o muzyke v Zapadnoj Evrope» en: Materialy
kursov prepodavatelej muzykal’nych technikumov RSFSR; 5-15 sept 1926. Tezisy doklaov i
rezoljucij. Izd. Len. gos. konservatorii, 1927 (v. infra, cap. V, Crisis de la musicología de
Europa Occidental, n. 70)
3 Ídem. «Osnovy muzykal’noj intonacii» en: [ASAF’EV, 1930/1971] pp.195-208.
214 Teoría de la Entonación
sensible en el arte por medo de un invernadero, que aísla al esteta de todo lo banal,
lo cotidiano, insignificante y mezquino que representa para él. Cfr. ABBAGNANO, N.:
«Esteticismo» op. cit.; Filisteo, del lat. Philistaeus. En el sentido aquí utilizado:
persona de espíritu vulgar y poca sensibilidad artística o literaria. Cfr. «filisteo»
Diccionario de la Lengua Española. op. cit.
7 KURTH, E.: Grundlagen des linearen Kontrapunkts: Einfürung in Stil und Technik von
Bachs melodischer Polyphonie. Berne, 1917; 5te. 1956 (trad. rus. EWALD, Z. Pod
redakciej ASAF’EVA, B. Osnovy Linearnogo Kontrapunkta. Melodičeskaja polifonija
Bach’a. Moskva, Muz. Izd., 1931) v. infra, cap. XII, La Natur-Philosophie.
8 Ídem. Romantische Harmonik und ihre Krise in Wagners “Tristan”. Berne, 1920; 2te
Ausgabe, Berlin, Max Hesses Verlag, 1923 (trad. rus. Walter, H. Romantičeskaja
garmonija i eë krizis v “Tristan’e” Wagner’a. Moskva «Muzyka» 1975)
9 STUMPF, C.: Die Anfänge der Musik. Leipzig. 1911. (trad. rusa. Proischoždenie muzyki.
Knigi po muzyke. Pod obščej redakciej Igorja GLEBOVA. Leningrad, Triton, 1927) v.
infra, cap. XII, El Origen de la Música.
1. La distancia (Distanz-Prizip)10
2. La dirección (en los límites de las alturas)
3. El grado melodioso, la distribución de la fuerza de respiración en la
sonoridad dada, es decir, el factor de orden dinámico condicionado por los
dos anteriores.
Utilizando hasta el momento el concepto de la entonación solamente en
relación con los calificativos: exacta; desafinada; afinada; e inexacta, que
señalan únicamente sobre la desviación de la norma de entonación, los
musicólogos y teóricos determinaron en esencia las cualidades y propiedades
de los fenómenos, ignorando absolutamente a los fenómenos mismos.
Consecuentemente, cualquier producción de sonido musical para que sea
entonación, no puede quedarse aislado; o es el resultado de una correlación
ya dada, o éste provoca con su aparición el siguiente sonido, ya que
solamente entonces surge el movimiento musical con todas sus propiedades.
¿Cómo se reconoce este movimiento? ― se pregunta Asaf’ev. Todo
conocimiento es una comparación. El proceso de percepción de la música es
la comparación y la diferenciación de los momentos que se repiten y se
contrastan. La asimilación y memorización de la música se fundamenta sobre
esta actividad de la conciencia. En general, oír poco, es decir, no estar sordo,
es poder escuchar la música y asimilarla incluso en sus formas más
primitivas. La entonación provoca otra entonación, y se compara con ésta en
relación al parecido y la diferencia. El momento de completa identidad nos
da solamente la REPETICIÓN, que es el fundamento de la forma musical.
Vemos que cualquier entonación para que sea asimilada, exige el regreso a
ésta. Después de la repetición, cualquier pequeña desviación de la identidad
agudiza el momento de la comparación de la entonación, y nos lleva a la
sensación del contraste. Esta fase nos da un mayor desarrollo del movimiento
musical, o más exactamente, ésta misma crea las posibilidades para ello. Pero
precisamente por esto, la creación musical no es una igualdad cerrada, de
donde a + a surge a + a + b . Esta serie puede complicarse. En la medida
punto de partida:
«...por ejemplo: do (varias veces repetido), después el ascenso a re y el
descenso a do; do (algunas veces repetido), después el descenso a si y ascenso a
do. O, si se combinan el descenso de la voz y el ascenso en la fase conclusiva,
ó
Nos encontramos aquí con un movimiento de dirección aún más complejo y
combinación de entonaciones.
«...en el primer caso es evidente el cambio del fundamento de sol2 a sol1, así
como es evidente dos sistemas, do2 ― sol2 y re2 ― sol1, unidos en la octava sol2 ―
sol1; en el cual en este caso se tiene un tipo de movimiento complicado del
punto de apoyo dado (do2) con el regreso a éste mismo. En ambos ejemplos los
sonidos son tomados en la relación rítmico-neutral mutua (cantus planus!).* Si
los ponemos en la misma relación rítmica que escogió Rimskij-Korsakov en
Sneguročka y Kitež,** entonces la posición de los fundamentos se acentúan más.
La primera de las octavas tomadas nos da un ejemplo característico de
fórmula de entonación arcaica, cuya dinámica (la unión de las fuerzas
presentes en ésta) esta condicionada por el movimiento o el cambio de la voz
de una división de la octava a otra, además que el primer momento es una
oscilación o elección entre uno de los dos tonos del sistema de la serie de
11 * Del lat. canto plano (llano). Canto homofónico unísono oficial de la liturgia
cristiana. En un sentido más restringido, el repertorio del canto franco-romano
(canto gregoriano). Cfr. LEVY, K. et al.: «Plainchant» Grove.
** Sneguročka «Vesennjaja skazka» [Blanca nieves “Cuento de primavera”]. Ópera en
cuatro actos y prólogo. Libreto del compositor sobre una pieza homónima de
Ostrovskij, compuesta en 1880-81; y, Kitež: Skazanie o nevidnom grade Kiteže i deve
Fevronii [Leyenda sobre la ciudad invisible de Kitež y la doncella Fevronija], ópera
en cuatro actos (seis escenas) compuesta en 1904. Libreto de Bel’skij sobre motivos
de leyendas antiguas rusas. Cfr. RIMSKIJ-KORSAKOV. Letopis’. op. cit. pp. 429-30.
12Los términos prima pratica y seconda pratica surgieron durante la controversia entre
Claudio Monteverde y G. Artusi a principios del siglo XVII, sobre el nuevo estilo de
la composición y en particular, del tratamiento de la disonancia. Cfr. PALISCA, C.:
«Prima pratica» Grove.
1. 2a.
¿Como puedo encontrar su casa? ¿Como puedo encontrar su casa?
2.b 3.
4. 5.
El tempo de la entonación interrogativa, ― afirma Asaf’ev, ― generalmente es
una aceleración tensa en el arranque, después una “dilación” en el acento y
un paso apresurado hacia el final. De vez en cuando el final se disuelve en el
diminuendo. En unión con la admiración, la entonación inquisitiva forma
una especie de carrera intermitente. Un ejemplo de esto B. Asaf’ev lo ilustra
En el texto Don Juan pregunta: ¿Doña Ana de Solva? ¿Como? ¿La esposa del
comendador asesinado no recuerdo por quien?
b) Pregunta-reflexión:
17 Cfr. PUŠKIN, A.: «Kamennyj gost’» en: Izbrannye sočinenija v dvuch tomach. t. II,
Moskva, «Chudožestvennaja literatura», 1978, pp. 264-291. El poema de Puškin
(1830), se basa en la obra de Tirso de Molina, El burlador de Sevilla, de 1630.
18 La cifra al final de cada ejemplo indica la página de la reducción al piano. (Los
ejemplos son tomados de las siguientes ediciones: “Rusalka”. Muzgiz, M., 1960;
“Kamennyj gost’”. Muzgiz, M., 1932) [N. del E.]
En el texto Don Juan pregunta: ¿Así que aquí está enterrado en comendador?
En el texto Laura pregunta: ¿De donde eres? ¿Hace mucho que estás aquí?
d) Pregunta curiosa (carrera interrumpida; sin final):
En el texto Don Juan pregunta: Y ¿no esta mal?...Ud. ¿en su alma alimenta el
odio hacia él?
e) Pregunta-invocación:
En el texto Don Juan pregunta: ¿Que, si fuese Don Juan Usted le recibiría?
i) Pregunta de admiración, mezclada con desprecio:
En el texto Nataša exclama y pregunta: Padre! ¿Que padre has sido para mí?
Si pues, lo había olvidado.
En el ejemplo “e”, ― nos dice Asaf’ev, ― la tensión entonativa se intensifica,
porque la pregunta de Don Juan, que termina la frase con el acento en la
sensible, Leporello responde si en la tónica. Como si él tradujera la pregunta
a la afirmación resuelta, pero en realidad en ese mismo instante se desvía,
entonando evasivamente y alejándose hacia una nueva tonalidad. Este es uno
de los muchos admirables ejemplos en Dargomyžskij. A continuación Boris
Asaf’ev cita más ejemplos del Convidado de Piedra de Dargomyžskij, como los
momentos más expresivos de entonaciones afirmativas.
a) Exclamación (entusiasmo, admiración, horror, llamado, respuesta, orden,
etc.):
En el texto Don Juan pregunta y exclama: Doña Ana, ¿donde está tu puñal?
He aquí mi pecho!
En el texto Don Juan exclama: Que gente! Que tierra! ¿Y el cielo? Es humo!
En el texto Laura dice: Como el cielo quieto, y el aire tibio. La noche huele a
limón y a laurel.
En el texto Don Juan pregunta: ¿Él la elegió a Ud.?; Doña Ana contesta: No,
mi madre me ordenó ceder mi mano a Don Álvaro. Éramos pobres, y Don
Álvaro rico.
d) abrupta agitación (improperios, rabia, gritos, aceptación):
En el texto Don Carlos dice: Tu Don Juan es un desgraciado sin Dios. Y tú, tú
tonta; Laura responde: Estas loco!
En el texto Laura exclama: Don Carlos, cese. Usted no está en la calle, está en
mi casa! Tenga la amabilidad de retirarse!
En el texto Don Juan dice: Así que, yo no soy un monje... a sus pies le pido
perdón.
En el texto Don Juan dice: Soy Don Juan, el que ha matado a tu marido y no
me arrepiento de ello. Y no tengo remordimientos!
Para el tercer punto del plan de ejercicios, B. Asaf’ev cita varios ejemplos de
la segunda fase de la entonación musical, en los que aparece un motivo breve
y repetitivo de dos notas sobre una sílaba, y de vez en cuando un ornamento.
En esta fase la línea en su totalidad es determinada por la palabra. Ejemplo:
En el cuarto punto del plan, Boris Asaf’ev señala que para esta fase de
evolución del melos, se tienen modelos característicos en Musorgskij, sobre
todo en los recitativos de Pimen (Boris Godunov). Estos recitativos se
encuentran en la frontera entre las entonaciones épicas (de culto), y las
habituales. Entre las entonaciones del severo recitativo medido de la
salmodia, y el casi brotar del melos. Además, la influencia de los cantos y de
algunos sencillos motivos corales, pertenece así mismo a esta fase del
desarrollo melódico. B. Asaf’ev cita varios ejemplos para esta etapa de
formación del melos, con pasos de cuarta y quinta y breves giros melódicos.
Entre éstos:
En el quinto punto del plan, Boris Asaf’ev señala que el motivo, como el
elemento entonativo constructivo de la melodía, forma al grupo de tonos
unidos que constituyen la elocución melódica o el relieve. De la alternación
de las correlaciones melódicas preferidas, se teje el hilo de la pieza. El
2. La línea tiene un aspecto roto de línea angulada con abruptos dobles, ante
los ascensos y descensos desde el eje y de regreso.
En cuanto a la tendencia en las líneas melódicas, a pesar de su infinita
variedad constructiva, es posible localizar una serie de fórmulas
características del movimiento. Estas son únicamente una orientación, en las
cuales se habitúa al oído hacia la libre comprensión de la música en su estado
natural de torrente sonoro, y no en su abstracción del material, cuando los
esquemas constructivos son lo principal, y lo que los llena, que es el propio
sonido, son como un fenómeno secundario.
La música contemporánea, ― nos dice Asaf’ev, ― hace mucho que se separó
de la armonía estática. Ahora, el oído debe ante todo de pescar la lógica del
movimiento y su dirección entre los complejos tejidos lineales y “nudos”,
entre el ininterrumpido movimiento del tejido armónico, y no la construcción
de cada correlación aislada.
En la base de la construcción de correlaciones aisladas, Boris Asaf’ev
considera se encuentra la constante atracción hacia el bajo, herencia del siglo
XVIII. Hacia las premisas racionales deductivas, construidas sobre las leyes
“eternas” e inmutables de la conducción de voces en base al bajo-general.
Reglas que fueron constantemente negadas por Bach, y genialmente
desmentidas por Beethoven. Boris Asaf’ev insiste en que la razón es siempre
un fenómeno post factum, que todo lo explica y generaliza. Así siempre ha
sido. La psicología moderna justamente califica al intelecto como una
herramienta de la pasión, y demuestra que a pesar de la vieja tradición, al
principio no fue la palabra, sino el hecho, tras el cual llegó la palabra como
símbolo del hecho, “y solo entonces finalmente apareció el pensamiento
sobre el hecho”. 19
Boris Asaf’ev hace una breve cita de la traducción al ruso de la obra de L. Jamson.
19
Očerk psichologii. pod red. prof. P. P. Blonskogo. Gosizdat, M., 1924, p. 97.
7 Ibíd., p. 3.
mayo de 1914.
El cuarto capítulo está dedicado a los años de 1913 a 1917, periodo que
dedicó Stravinskij a pequeñas piezas vocales e instrumentales: Tri pesenki iz
vozpominanijach žunošeskich godov: Soročen’ka, Vorona, y Čičer-Jačer [Tres
pequeñas piezas de mis recuerdos de juventud: La urraca, el cuervo, y chova]
(1913); Pribautki, cuatro piezas para voz y ocho instrumentos, Kornilo,
Nataška, Polkovnik [El coronel], Starec i zajac [El viejo y la liebre] (1914); Košač’i
kolybel’nye pesni: Spi kot, Kot na peči, Baj-baj, U kota kota (Berceuses du chat)
[Canciones de cuna gatunas: Duerme gato; El gato sobre la estufa; Bay bay;
El gato, gato tiene], para voz femenina y tres clarinetes (1915-16); Tri istorii
dlja detej [Tres historias para niños] para voz y piano (1917); Četyre russkich
pesnjach: Selezen’ (Chorovodnaja), Zapevnaja, Podbljudnaja, Sektantskaja (Quatre
chants russes) [Cuatro piezas rusas: El pato (Coro); Canto solo; Canto de sobre
mesa; Canto sectario] (1918-19); Tres piezas para cuarteto de cuerdas (1914);
Trois pièces faciles a cuatro manos, Marche, Valse y Polka (1914-15); Cinq pièces
faciles para piano a cuatro manos, Andante, espagnola, Balalaika, Napolitana y
Galop (1917).
El quinto capítulo lo dedica a la obra Bajka. Pro lisu, petucha da barana [Fábula
de la zorra, el gallo, el gato y el chivo], representación burlesca con canciones
y danzas sobre texto de A. N. Afanas’ev. La obra fue compuesta en 1917, y
representada en la Opera de París el 18 de mayo de 1922.
En el sexto capítulo B. Asaf’ev analiza las escenas coreográficas rusas con
canciones y música, titulada Svadebka (Les noces). Obra en dos actos y cuatro
escenas sobre tradiciones rusas. Texto de P. V. Kireevskij. Compuesta entre
1917-23 y estrenada en París el 13 de junio de 1923. Primer Acto: Kosa [La
trenza]; U ženicha [El novio]; Provody nevesty [La entrega de la novia].
Segundo Acto: Krasnyj stol [El banquete].
El séptimo capítulo se titula Cennost’ Tvorčestva Stravinskogo [El valor de la
creación de Stravinskij], en donde se analiza la evolución del lenguaje en la
obra de Stravinskij, y se define su estética. Asaf’ev escribe: «Stravinskij sacó a
la música rusa del callejón sin salida “de la escuela técnica de composición”,
8 Cfr. PUŠKIN, A. S.: «Domik v Kolomne» en: [PUŠKIN, 1978a] pp. 581-591.
Hindemith y otros. Sobre todo, y más que nunca, se interpretaron las obras de
Stravinskij. La propaganda de esta música intensamente se llevaba a cabo por
la Asociación Internacional de Musica Contemporánea, que era el centro del
formalismo y cosmopolitismo beligerante, y que encontró un fuerte apoyo con
las actividades de la Asociación de Música Contemporánea, poniendo de
hecho una filial de esta Asociación en nuestro país.»12
D. Kabalevskij afirma que Asaf’ev no supo reconocer inmediatamente, en la
nueva e inexplorada obra de los compositores formalistas burgueses, su
esencia reaccionaria, al promover y apoyar esta música a través de la ASM.
Finalmente, sobre el Libro sobre Stravinskij, Kabalevskij afirma:
«El periodo del interés a-crítico de Asaf’ev por la música contemporánea
europeo-occidental, culmina al final de los años 20s (en los subsiguiente
encontramos reminiscencias de estos arrebatos, solamente en trabajos aislados
de Asaf’ev, por ejemplo, en su investigación teórica “La Forma Musical como
Proceso”), con un pequeño artículo sobre Hindemith y el “Libro sobre
Stravinskij” (1929). Sin embargo, publicando este libro apologético y
completamente erróneo, Asaf’ev escribe en su prólogo: “Stravinskij puede
quedarse sin público...”, “por las cualidades de su talento Stravinskij se
encuentra sobre aquel contenido, el cual exige su pedido social (Asaf’ev se
refiere al nuevo ‘patrón’ de Stravinskij, después de que abandonara París, ― el
imperialismo americano. ― D. K.), pero éstos son más fuertes que él...”, “por
todos los síntomas, la crisis se acerca”*» 13
D. Kabalevskij continúa apocalípticamente y sin misericordia, afirmando que
a pesar del callejón sin salida al que ha llegado Stravinskij [¡!], Asaf’ev
erróneamente lo califica sólo como un signo de crisis. Pero queda muy claro
para Kabalevskij, que Asaf’ev ya en ese entonces percibía la completa falta de
perspectiva de la música contemporánea burguesa, que refleja la decadencia
general de toda la cultura del mundo capitalista! Kabalevskij se pregunta
¿que es lo que le atrajo de Stravinskij a B. Asaf’ev?
12 Ibíd., p. 14.
13 Ibíd., p. 15.* Kabalevskij cita: GLEBOV, I. Kniga o Stravinskom. L., Triton, 1929, p. 2.
«Lo más creíble es que Asaf’ev haya sido engañado, parece ser, por la relación
formal de las obras de Stravinskij con el canto popular ruso. Precisamente
esto, y no otra cosa es lo que obligó a Asaf’ev a enfrascarse en el estudio de
Stravinskij.»14
Según Kabalevskij ― Asaf’ev fue una víctima de su propio espejismo. Esto se
explica en la esfera de los intereses fundamentales de Asaf’ev, es decir, en la
música rusa. Kabalevskij concluye:
«Pero Asaf’ev reconoció su profundo error y acertadamente califico a
Stravinskij de “martillador de la melodía rusa”. “ Hubo un tiempo, ― decía
Asaf’ev en su ponencia del Primer congreso de toda la unión de compositores
soviéticos en 1948, ― en que escribí mucho sobre Stravinskij, y debo de decir
que muchas otras cosas reconocía en la obra de Stravinskij como progresivas,
y que en realidad era solamente una sedición individualista. Stravinskij
terminó como terminaron muchos otros “sediciosos” pequeño burgueses,
pasándose al campo de la más negra reacción”*.» 15
Como afirma Boris Schwarz, Kniga o Stravinskom no se incluyó en la edición
de las obras escogidas del académico B. Asaf’ev, y sólo se reeditó hasta 1977.
En el prefacio a esta segunda edición, B. Jarustovskij (su editor) afirma que
después de casi medio siglo, la obra resultó ser una rareza bibliográfica.
«Naturalmente, “recordemos” primeramente sobre las investigaciones
asafianas enterradas por décadas gracias a la RAMP, y más tarde, al final de
los años 30 y 40, por sus descendientes, ― los amantes de la simpleza que
“reducen” los complejos fenómenos del arte mundial, y que no simpatizan
con los libros escritos desde otras posiciones.» 16
Sin embargo, B. Jarustovskij agrega que esta obra no está exenta de
exageraciones, y de la hipertrofia en la valoración de algunas obras, y, más
aún, sobre el papel histórico del mismo artista.
14 Ibídem.
15 Ibíd., pp. 15-16. *Kabalevskij cita: Pervyj vsesojuznyj s’’ezd sovetskich kompozitorov.
Stenografičeskij otčët. Izd. SSK SSSR, M., 1948, pp. 16-17. (v. infra, cap. XI, Primer
Congreso de Compositores de la URSS)
16 JARUSTOVSKIJ, B.: «Predislovie» en: [ASAF’EV, 1977] p. 3.
Boris Godunov
21 Cfr. KARAMZIN, N. M.: Predanija vekov. Moskva, Izd. «Pravda» 1989, Tom XI, pp.
685-739.
22 Cfr. TARUSKIN, R.: «Boris Godunov» Grove.
[DMITRIEVOJ-MEJ] p. 321.
vo, Muz. sektor, 1928. (ahora en: [ASAF’EV, 1954b] pp. 26-31, 32-37, 68-77, 78-99)
37 Ídem. «Opyt obosnovanija prirody i charaktera tvorčestva Musorgskogo» en: K
Es por eso que Asaf’ev define al “melos” de Musorgskij como la esfera de las
entonaciones vocales, que constituye el elemento más importante de su
material musical. Estas entonaciones vocales, como producción sonora y
como esfuerzo empleado en esta producción sonora, está directamente
relacionado con la respiración humana. En la creación de Musorgskij, estas
entonaciones se perciben no a través del instrumento que se encuentra fuera
del organismo humano, es decir indirectamente, sino a través del sonido
realizado por la fuerza del mismo organismo, en él mismo.
El segundo de estos artículos se tituló: Porque hay que interpretar al “Boris
Godunov” de Musorgskij en su versión original. En el artículo se plantea y
desarrolla toda una justificación del trabajo realizado por P. Lamm, y el
Teatro Académico de Leningrad, en el restablecimiento de Boris Godunov.
Asaf’ev comienza diciendo:
«Pareciera que esta pregunta carece de todo sentido. Hace más de cincuenta
años en Rusia la época populista* condicionó la creación de la ópera “Boris
Godunov”, genial por su novedad y fuerza de expresión. El experimento de
Musorgskij resultó tan avanzado a su tiempo, que en veinte años
aproximadamente después de su realización, fue necesario la intervención de
Rimskij-Korsakov para adaptar, mediante una nueva redacción de la partitura
de M. Musorgskij, a los gustos del público teatral y al estilo barroco y pomposo
del “último imperio”.»38
B. Asaf’ev afirma que la obra de Musorgskij fue sometida a una severa
observación pedagógica. Peinada y barnizada con la visión músico-teórica y
los medios técnicos propios, de un compositor con una fuerte y brillante
personalidad.
El tercer artículo de este volumen se tituló: La orquesta operística de Musorgskij.
El romance ruso
Entre 1924 y 1925, como resultado de los seminarios dedicados al estudio del
romance ruso clásico en el Instituto de Historia de las Artes, B. Asaf’ev edita
una colección dedicada a este género. La obra es posteriormente publicada
en 1930 por la editorial Academia, bajo el título: Russkij romans. 44
B. Asaf’ev escribe en el prólogo de esta edición, la historia del romance ruso
y el objetivo del seminario. En su ensayo, Las etapas más importantes del
desarrollo del romance ruso,45 B. Asaf’ev analiza la evolución entonativa del
romance, y su interrelación con el lenguaje ruso. La investigación se establece
cronológicamente de 1820 a 1890, y se limita a la obra de Mijail Glinka,
Aleksandr Dargomyžskij, Milij Balakirev, Aleksandr Borodin, Nikolaj
Rimskij-Korsakov y Modest Musorgskij. Otro de los trabajos que B. Asaf’ev
dedica a la cultura musical rusa, es la monografía de Anton G. Rubinstein en
su actividad musical y en las opiniones de sus contemporáneos (1829-1929).46 Obra
escrita en ocasión del centenario de su nacimiento.
Otra de las obra de Asaf’ev que surgen directamente del trabajo pedagógico
en el Conservatorio de Leningrad, es el libro escrito en 1928, titulado: La
música Rusa desde el comienzo del siglo XIX. Su contenido es significativamente
más amplio de lo que su título indica. Además de las características del siglo
clásico ruso, se tratan aspectos relacionados con épocas anteriores, así como
54Cfr. FROLOVA-WALKER, M.: «Russian Federation, §1: Art music 1. 988-1730 (i)
Sacred music» Grove; GLEBOV, I. (Asaf’ev) ed.: Muzyka i muzykal’nyj byt staroj Rosii.
Leningrad, 1927; PROTOPOPOV, V.: «Značenie partesnogo stilja v istorii russkoj
muzyki» Sovetskaja Muzyka, № 1, 1991, pp. 88-92.
58 ASAF’EV, B.: Russian Music from the Beginning of the Nineteenth Century. Ann Arbor,
Mich., 1953, viii, 329 pp.
59 Alfred Julius Swan (1890-1970) ― compositor y musicólogo americano de origen
63 Ibíd., p. 426.
64 ASAF’EV, B.: «Istorija muzyki i muzykal’noj kul’tury (važnejšie etapy). Kratkij
konspekt lecij» en: Gosudarstvennyj obedinënnyj rabočij universitet. Muzykal’noe
otdelenie, vypusk 1. Izd. Gos. boskresn. rabočego universiteta (1929), pp. 7-23 (ahora
en: [VUL’FIUS, 1969] pp. 280-284)
65 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Moj nabljudenija (Rabočaja konservatorija)» Krasnaja gazeta,
B. Asaf’ev plantea que este tipo de escuela musical para obreros, debería de
enfocarse más en la formación de un futuro público que sea capaz de percibir
el arte musical, y no solamente en la formación de músicos profesionales.
«...elevar el nivel culturo-musical por medio de la formación de nuevas capas
de público en el medio más amplio posible. ¿No debería este conservatorio de
ser proyectado en su base como un caso especial ― no solamente con el
objetivo en la composición y la interpretación, sino sobre la asimilación de la
música por medio de la obtención de las habilidades creativas e
interpretativas mínimas?»67
Al escribir B. Asaf’ev este libro de historia de la música para la Universidad
Obrera, su intención era relacionar la ilustración del proceso musical histórico
con los problemas filosóficos y sociológicos, y comprender dialécticamente una
serie de fenómenos concretos en el desarrollo de la cultura musical rusa y de
Europa. El libro se estructuró en trece lecciones, cada una de las cuales al
final se formulan algunas preguntas de control, con el propósito de
relacionar al arte musical con otros aspectos de la cultura y otras artes. Por
ejemplo, entre la música y las artes plásticas o la literatura. En el resumen de
las 13 lecciones B. Asaf’ev determinó de manera breve y clara las principales
corrientes del pensamiento musical desde la antigüedad, la edad media y el
Renacimiento, en relación con la cosmovisión de cada época pasando por las
sucesivas etapas históricas hasta la actualidad.
Citamos algunos fragmentos del resumen del curso:
«I. Introducción (las tareas fundamentales de la sociología de la música ― la
dialéctica del proceso Musical-histórico). Las hipótesis sobre el origen de la
música (Bücher: Arbeit und Rhythmus; Stumpf: Die Anfänge der Musik). Las
culturas musicales más antiguas. Las fuentes de la cultura musical de Europa
occidental [...]
II. La formación de los epicentros de la cultura musical en relación con el
desarrollo del capital mercantil y el crecimiento del estado. La estratificación
de la música por grupos sociales [...]
67 Ibídem.
68ASAF’EV, B.: «Istorija muzyki i muzykal’noj kul’tury...» op. cit. [VUL’FIUS, 1969] pp.
280-284.
Wirtschaft und Gesellschaft. J. C. B. Mohr, Tubinge, 1922 (trad. ingl. The Rational and
Social Foundations of Music, Carbondale, IL., 1958, 2/1969; trad. cast.: «Fundamentos
racionales y sociológicos de la música» en: Economía y sociedad. México, FCE, 1964, pp.
1118- 1183; trad. rus. «Racional’nye i sociologičeskij osnovy muzyki.» en: Izbrannye
proizvedenija. M. 1994) (v. infra, cap. XII, La Teoría Evolutiva de la Música)
72 LUNAČARSKIJ, A.: «O sociologičeskom metode v teorii i istorii muzyki (Kniga o
muzyke M. Weber’a)» Pečat i revolucija. maj, kn. III, 1925 (ahora en: LUNAČARSKIJ,
1971] pp. 158-177)
73 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Kriza zachidn’oevropejs’kogo muzykoznavstva» en: Muzično-
75 Cfr. ANGELL, R.: «Congresses in Musicology, 1900-1939» Notes, 2nd Ser., Vol. 1, № 2.
(Mar., 1944), pp. 36-40; EVANS, E.:«The Liège Festival» The Musical Times, October 1,
1930, pp. 898-902.
76 GLEBOV, I.: «Krisis zapadnoevropejskogo muzykovedenija» op. cit., pp. 226-227.
77 BLESSINGER, K.: Die musikalischen probleme der Gegenwart und ihre Lösung. Stuttgart,
1920. Karl Blessinger (1888-1962) ― musicólogo y compositor alemán. Estudió
musicología en la U. de Munich con Sandberger. Se doctoró en 1913 con la tesis:
Studien zur Ulmer Musikgeschichte im 17. Jahrhundert, insbesondere über Leben und Werke
Sebastian Anton Scherers. De 1920 a 1945 enseñó teoría musical, musicología y
educación musical en la Akademie der Tonkunst en Munich. En el periodo nazi fue
aclamado por sus escritos anti-semíticos, condenando a los compositores judíos del
siglo XIX por infiltrarse en Europa, destruyendo la esencia de la música europea.
Como su escrito de 1944: Judentum und Musik: ein Beitrag zur Kultur und Rassenpolitik.
Cfr. POTTER, P.: «Blessinger, Karl» Grove.
78 Los reportes de los respectivos festivales son los siguientes: Bericht über del
Musikwissenschaftlichen Kongress in Basel, veranstalte anlässlich der Feier des 25
jährige Bestehens der Ortsgruppe Basel der neuen Schweizerischen Musikgesellschaft.
Leipzig, Breitkopf & Härtel, 1925; Bericht Úber den 1. musikwissenschaftlichen
Kongress der Deutschen Musikgesellschaft. Leipzig, Breitkopf & Härtel, 1926;
Burnham, Plainsong and medieval music society, Liége, 1931. Al parecer Asaf’ev
comparó solamente los informes de Basel y Leipzig con el programa de Liège, ya que
el informe de Liège sólo fue editado hasta 1931. Cfr. ANGELL, R.: «Congresses in
Musicology, 1900-1939» op. cit.
B. Asaf’ev cita como ejemplo del análisis de la historia del desarrollo de las
formas musicales, la obra de Arnol Schering, Musikgeschichte Leipzigs,79 en
donde se clasifica y sistematiza los productos musicales bajo los conceptos
tales como: Stadtfeifer (músico profesional empleado por las autoridades
cívicas). Este término ha sido usado en los países de germanos desde el siglo
XIV (der statt pfiffer, 1378, Berne). En la obra se analizan otros términos como:
Ratsmusicus (Ratmusicant); Stadtmusicus (Stadtmusikant); Instrumentist;
Kunstfeifer; Kunstgeiger (violinista); Freiluftmusik (música al aire libre. En
francés le corresponde el término, Plein air ; Au plein air ; en plein air, que en la
pintura se utilizó para designar al impresionismo pictórico l’école du plein air.
En la música se utilizó en las expresiones: Orchestre de plein air; musique de plein
air, etc.); Hausmusikpflege (la música en casa); Die akademischen Collegia musica
(música académica, en la universidad y los colegios); Nachtwächter und
Postillionmusik (la música del correo y música de los carteros).80 Arnold
Schering había ya escrito en 1921 sobre la música municipal o estatal, en su
artículo titulado: Die Leipziger Ratsmusik von 1650 bis 1775.81
En cuanto a la forma musical, Boris Asaf’ev afirma en su artículo que:
«El concepto de la forma, entendido como leyes determinadas y anticipadas de
la estética en los bellos esquemas establecidos de antemano, comienza a ceder
su lugar a los distintos intentos de revelar la esencia dinámica de las formas
musicales, de su organismo, de su condicionamiento social-histórico, y su
dependencia del contenido.» [p. 233]
La superación del formalismo abstracto era uno de los principales obstáculos
en la resolución del problema de la forma musical. Como ejemplo de esto, B.
Asaf’ev cita la obra de Walter Harburger, titulada: Form und Ausdrucksmittel in
der Musik, publicada en Stuttgart en 1926. B. Asaf’ev prosigue:
«Allá, en donde la historia del desarrollo de las formas musicales se junta con el
estudio de los géneros de la música y los tipos y maneras de su revelación social
79 SCHERING, A.: Musikgeschichte Leipzigs, II: Von 1650 bis 1723. Leipzig, 1926.
80 Cfr. SCHWAB, H.: «Stadtpfeifer» Grove; RASTALL, R. : «Turmmusik» Grove ; «Plein
air» TLFI Trésor de la Langue Française Informatisé.
81 SCHERING, A.: «Die Ratsmusik von 1650 bis 1775» Archiv für Musikwissenschaft, 3.
Jahrg., H. 1. (Jan., 1921), pp. 17-53. (Sobre Schering v. supra, cap. I, n. 122.)
(“Las formas de hacer música”), ante nosotros se abre toda una serie de trabajos
de investigación [...] y la posibilidad de una construcción de la historia de la
música sobre una firme base sociológica.» [pp. 233-34]
Como ejemplo de los estudios sobre la evolución de los géneros y las formas
musicales, B. Asaf’ev cita una serie de obras de autores alemanes que
muestran esta evolución. Las obras ilustran los cambios y transformaciones de
los elementos musicales, de los cuales se conforman las mismas formas
musicales en su esencia expresiva. En primer lugar Asaf’ev cita la obra del
musicólogo alemán Friederich Blume, en la edición de 1925 de su tesis
doctoral de la Universidad de Leipzig (1921), titulada: Vorgeschichte der
Orchestersuite im XV-XVI jahrhundert.82 Le sigue la tesis doctoral defendida en
1924 en la Universidad de Erlangen por el musicólogo Werner Dankert,
titulada: Geschichte der Gique.83 Finalmente, la tesis de J. M. Müller-Blattau,
defendida en la U. de Freiburg en 1920, titulada: Grundzüge einer Geschichte der
Fuge.84 Sin embargo, B. Asaf’ev señala que por supuesto el análisis en estos
trabajos, se ha realizado fuera de la dialéctica y la teoría de la evolución, por lo
cual muchas de las posibles conclusiones se les escapan de las manos.
Sobre el estudio de la historia y las formas de hacer música en la edad media,
B. Asaf’ev cita varios importantes trabajos de investigación sobre este tema.
Primeramente, cita la obra del musicólogo Friedrich Ludwig, titulada: Die
geistliche nichtliturgische und weltliche einstimmige und die mehrstimmige Musik des
Mittelalters bis zum Anfang des 15. Jahrhunderts.85 La obra fue publicada en
Hadbuch der Musikgeschichte, bajo la edición de Guido Adler en 1924. Esta obra
es un amplio análisis de la música de la edad media. Entre 1902 y 1924 F.
mehrstimmige Musik des Mittelalters bis zum Anfang des 15. Jahrhunderts» en:
ADLER, G., ed. Hadbuch der Musikgeschichte. Frankfurt, 1924, pp. 157-295 (2a ed. 1930)
Cfr. HILEY, D.: «Ludwig, Friedrich» Grove.
pp. 361-370.
89 BESSELER, H.: «Studien zur Musik des Mittelalters I. Neue Quellen de 14. und
chrétienne, Paris, Payot, 1928 (Tesis doctoral de la U. de París, Essai sur les formules
usuelles de la musique occidentale (des origines à la fin du XVe siècle); en 1955 se edita
como : Genèse de la tonalité musicale classique de origines au XVe siècle). Cfr. «Machabey,
Armand» Grove.
91 STUMPF, C.: Die Anfänge der Musik Leipzig, 1911 (trad. rus. Proischoždenie muzyki.
Leningrad, Triton, 1927) Sobre Stumpf v. supra, cap. I, Instituto de Historia de las Artes,
n. 125; sobre su obra v. infra, cap. XII, El origen de la Música.
92 SACHS, C.: Geist und Werden der Musikinstrumente. Berlín, 1929.
93 Ídem./Hornbostel, E.:«Systematik der Musiknstrumente» Zeitschrift für Ethnologie,
xlvi (1914), 553–90, (trad. ingl. «Classification of Musical Instruments» The Galpin
Society Journal, Vol. 14. (Mar., 1961) pp. 3–29) Cfr. BROWN, H.: «Sachs, Curt» Grove.
94 KURTH, E.: Die Voraussetzungen der theoretischen Harmonik und der tonalen
Darstellungssysteme. Habilitationsschrift, U. of Berne, 1912; Berne, 1913.
95 Ídem. Grundlagen des linearen Kontrapunkts: Einführung in Stil und Technik von Bachs
melodischer Polyphonie. Berne, 1917. 5te. 1956 (trad. rus. Ewald, Z. Pod redakciej
Asaf’eva, B. Osnovy Linearnogo Kontrapunkta. Melodičeskaja polifonija Bach’a. Moskva,
Muz. Izd., 1931).
96 Ídem. Romantische Harmonik und ihre Krise in Wagners ‘Tristan’. Berne, 1920 (trad. rus.
los factores que los organizan. Naturalmente que él se dirige hacia el lenguaje
psicológico y metafísico, tan común entre los alemanes.» [Ibídem.]
En esencia, Asaf’ev considera la obra monumental de Kurth, como la cúspide
en el campo teórico-cognoscitivo de la musicología europea basada en la
historia. Pero en el campo de la filosofía de la música, Asaf’ev reserva un lugar
especial a Paul Bekker, contraponiendo su obra con la de Ernst Kurth, y
mostrando sus resultados parecidos en el campo de la sociología de la música,
y de la estética sociológica que colinda con ésta. La obra de Paul Bekker es
caracterizada por B. Asaf’ev, como el pensamiento que vino a sustituir a la
estética formal. Su obra Das deutsche Musikleben (Berlín, 1916), es considerada
por Asaf’ev como el inicio en la sistematización de los fenómenos de la vida
musical y de la cultura, sobre su base nacional. Un intento de reforma social
dentro de los límites de un estado democrático.
«Pero esta sociología europea occidental se detiene. Ésta no sabe del criterio de
clase. Ésta se aparta del materialismo dialéctico y es sumamente unívoca, e
inconsecuentemente (me refiero al orden metodológico, y no a afirmaciones
separadas, en donde se pueden encontrar sin lugar a dudas formulaciones
dialécticas) se utiliza la dialéctica idealista.» [p. 243]
El objetivo de P. Bekker en su Das deutsche Musikleben, era dibujar la vida
musical alemana en toda su diversidad y con todas sus ventajas y desventajas.
Como un todo que se arraiga en la cultura general y que se determina por la
visión del entorno social dado. (v. supra, cap. I, n. 124.)
B. Asaf’ev concluye su artículo con la caracterización de la obra de Matzke,
Musikökonomik und Musikpololitik, y de Hans Moser, Musik und Staat.
Al final de su artículo, B. Asaf’ev realiza una larga y retórica exposición de sus
conclusiones, en las que dogmáticamente y sin miramientos, resume su severa
crítica sobre la musicología de Europa.
«La musicología europea occidental contemporánea es el fruto directo de la
ciencia y de toda la cultura burguesa. Sobre las “ventajas” se ha hablado. Sobre
las “desventajas” también ha sido dicho. La crisis está, en primer lugar, en la
división de las áreas; en segundo lugar, en la ausencia de una dirección
principal, la cual concentraría la dispersión de fuerzas, no solamente criticando,
libro: Mendelssohn, Meyerbeer, Mahler: drei Kapitel Judentum in der Musik als
Schlüssel zur Musikgeschichte des 19. Jahrhunderts. En 1944 escribe una versión
aumentada del mismo libro titulado: Judentum und Musik: ein Beitrag zur
Kultur und Rassenpolitik. En 1939 escribe el artículo Englands rassischer
Niedergang im Spiegel seiner Musik, y en 1941 Der Weg zur Einheit der deutschen
Musik.97 Otro de los musicólogos citados, Werner Dankert, había sido
nombrado lector de la U. de Jena en 1937 y trasladado a Berlín en el mismo
año. Fue director del departamento de musicología en Graz de 1942 hasta el
fin de la guerra. Posteriormente fue juzgado en el sector soviético de la
ocupación de Alemania, por sus servicios a la sección musical de las operaciones
culturales del ideólogo cultural nazi Alfred Rosenberg, declarándolo inaceptable
para el trabajo académico. No pudo obtener ningún puesto académico en
Alemania oriental. En 1941, W. Dankert había escrito en la publicación
mensual nazi Nationalsozialistische Monatshefte el artículo Deutsches Lehngut im
Lied der skandenavischen Völker. Arnold Schering, de 1928 hasta su muerte en
1941, fue director del departamento de musicología de la U. de Berlín. En 1933
supervisó la reorganización de la Deutsche Musikgesellachft bajo los principio
del Nacional Socialismo, y autorizó la dimisión del musicólogo judío Alfred
Einstein, director de la revista.98 Friederich Blume en su ponencia de la
primera conferencia de musicología del tercer Reich, el Reichsmusiktage en
1938, elabora el tema adoptado por la conferencia “Música y Raza”. Desde
1938, Blume se afilió al Staatliches Institut für Deutches Musikforschung, instituto
central de musicología establecido por el ministerio de educación Nazi. De
1939 a 1945, fue secretario de la publicación Das Erbe Deutscher Musik, y editor
del Deutsche Musikkultur. En 1937 escribe su primer artículo racista, Musik und
Rasse: Grundfragen einer musikalischen Rasseforschung, en la revista Die Musik. En
1939 escribe el artículo Deutsche Musikwissenschaft, publicado en la revista
Deutsche Wissenschaften; número que fue dedicado al 50 aniversario del Führer
und Reichkanzler. Ese mismo año, Friederich Blume escribe el artículo Das
Rasseproblem in der Musik, reeditado en 1944.99
La lista de musicólogos nazis por desgracia no termina aquí. Solamente
quisiéramos agregar que la musicología alemana recibió significativos
beneficios y un amplio financiamiento del gobierno alemán Nazi. A través del
ministerio de educación se brindó apoyo económico a las publicaciones de
musicología. Entre éstas, a la Deutsche Musikgesellschaft, y a la Zeitschrift für
Musikwissenschft (ahora Archiv für Musiwissenschaft). Además se creó una
nueva revista de musicología, la Deutsche Musikkultur. Todos los proyectos del
Denkmäler der Tonkunst eran supervisados por H. Besseler y F. Blume, para se
subscritos bajo los principios editoriales del ministerio de educación, y
publicados en la serie Das Erbe Deutscher Musik. A través del Bureau de Alfred
Rosenberg, que subvencionaba las publicaciones y se enlistaban musicólogos
para la propaganda Nazi, que empleaban como consultantes de las actividades
musicales.100 Para concluir, diremos que las “proféticas críticas” de B. Asaf’ev
dirigidas a marcar los errores de la musicología europea occidental,
específicamente sobre «la ausencia de una dirección principal, la cual
concentraría la dispersión de fuerzas, no solamente criticando, sino claramente
contraponiéndose a la ideología enemiga de clase» fueron irónicamente
corregidas y rectificadas por el régimen Nazi. La supuesta crisis que describe
Asaf’ev en su artículo, no era la crisis de la musicología europeo occidental,
sino el preámbulo de una profunda crisis social en el siglo XX. El surgimiento
del totalitarismo en Europa.
Introducción
2 MACHABEY, A.: Histoire et évolution des formules musicales du I-er au XV-e siècle de
l’ère chrétienne. Paris, Payot, 1928. Originalmente esta obra fue la tesis doctoral de
Armand Machabey (1886-1966) defendida en la U. de París bajo el título: Essai sur les
formules usuelles de la musique occidentale (des origines à la fin du XVe siècle). En 1955
ésta se reedita bajo el título: Genèse de la tonalité musicale classique de origines au XVe
siècle). Su obra abarca distintos temas: La musique des Hittites (1945); La vie et l’oevre
B. Asaf’ev inicia este primer capítulo, reiterando que son dos los fenómenos
fundamentales que nos ayudan a comprender la naturaleza del proceso de
formación musical. El primero es el movimiento musical; el seguimiento de
los sonidos uno tras otro como una interrelación de alturas. El segundo son
las condiciones de memorización de la música o sus medios, los cuales han
elaborado nuestra conciencia para la retención del torrente sonoro.
La naturaleza temporal de la música condiciona las maneras de
memorización, que inevitablemente influye sobre la forma en que se fija el
movimiento musical. En toda clase de música se revelan fenómenos similares
d’Anton Bruckner (1945); Ravel (1947); Le bel canto (1948); Gerolamo Frescobaldi (1952);
Guillaume de Machault (1955); La cantillation manochéenne (1956); La notation musicale
(1960); La musique de danse (1966). Colaboró en la redacción del Larousse de la
Musique, y publicó numerosos artículos en diversas revistas, tradujo al francés y
comentó el Terminorum musicae diffinitorium de Tinctoris, editó los textos musicales
de la Messe de Machault, y él mismo compuso en 1912 Six préludes brefs pour le
concert. Cfr. RAUGEL, F.: «Armand Machabey (1886-1966)» Acta Musicologica, Vol. 40,
Fasc. 1. (Jan.-Mar., 1968), p. 1. (v. supra, cap. v, pp. 302-303)
3 BESSELER, H. op. cit., (v. supra, cap. v, n. 89)
4 HELFERT, V: «Zur Entwicklungsgeschichte der Sonatenform» Archiv für
Musikwissenschaft, 7. Jahrg., H. 1. (apr., 1925), pp. 117-146. (v. infra, cap. xii, El
Racionalismo Esquemático del Sistema Armónico Tonal Europeo)
más evidente ― las repeticiones de toda la exposición en el allegro sonata. » [p. 39]
Los tipos más simples de repetición inexacta, que resultan de una misma y
única fórmula de unión en su aspecto de variación instrumental, permanecen
inalterados en toda su relación constructiva. Lo mismo resulta ante la
división rítmica de los sonidos, la inversión de los acordes en su forma
arpegiada y así sucesivamente. En una palabra, en todos los cambios posibles
decorativos y figurativos de la correlación sonora fundamental. En esencia,
incluso la repetición exacta de la música en distintas tonalidades pertenece al
tipo de repeticiones inexactas simples. Sólo bajo la condición de que sea a
una tonalidad cercana. Pero mientras más lejanas sean las tonalidades una de
la otra, y mientras más agudo sea el contraste del colorido tonal, el oído
tendrá una mayor base para sus juicios comparativos. Además de una
percepción más intensa de las diferencias tonales en el material similar.
En las sinfonías sin embargo, el método de repetición de grandes episodios
en el desarrollo sobre grandes distancias, no siempre resulta y se reduce la
sensación de tensión del movimiento en el dramatismo y la dinámica del
desarrollo, en su calidad de formación paralela en distintas tonalidades,
comúnmente en relación de tercera. Sobre esto B. Asaf’ev cita varios
ejemplos:
«Esto se observa en Schumann (por ejemplo, en la primera parte de la Cuarta
sinfonía en la razrabotka ― la repetición de un largo episodio en relación de
tercera, o en la primera parte de la Primera sinfonía, también en la razrabotka
― la repetición también de un gran episodio en relación de quinta). Beethoven
utiliza un método similar de desarrollo en el primera parte de la Sexta sinfonía
(Pastoral). Rimskij-Korsakov supo emplear este tipo de construcción como
medio de desarrollo sinfónico en la música teatral, principalmente en la
música estático-decorativa y en los momentos descriptivos (representativos).
Él sigue los pasos de Lizst. Sobre esto volveremos más adelante.» [p. 40]
La razrabotka es un término empleado en la teoría musical rusa para designar
a la parte del desarrollo después de la exposición, de la forma sonata allegro.
En castellano no existe tal distinción, por tal motivo emplearemos el término
ruso en nuestra exposición de la obra de Asaf’ev, para distinguirlo
claramente del concepto de “desarrollo” como tal (v. supra, cap. II, n. 8).
Pero el empleo de la repetición de una misma música en distintos modos en
los clásicos, en mayor-menor o menor-mayor, lo percibieron como un vivo
contraste. Esto lo atestiguan sus variaciones, en donde por ejemplo la
ejecución del tema menor servía de medio necesario para romper la
monotonía tonal. La variación menor en el centro de las mayores se percibía
como algo muy relevante, y según Asaf’ev, se percibe así aún ahora. Esto se
debe a que nuestro oído posee remarcables cualidades reguladoras de la
percepción, y el grado de su agudeza es de acuerdo al estilo de la música.
Mucho de lo que en la música contemporánea nos parece flácido, suena
como un atrevido contraste en la música de otro tipo de pensamiento.
Después de la serie de los temas mayores, más comúnmente en sus variantes
decorativo-ornamentales, el modo menor crea la sensación de un
rompimiento del movimiento, y a consecuencia de esto se preferirá la
ejecución del tema en el mismo modo, pero en otras tonalidades.
La historia del desarrollo de las formas de tema con variaciones, en los cuales
el principio de similitud domina ante todo sobre el principio de contraste,
nos da la posibilidad poco a poco de seguir la evolución de más lejanas y
atrevidas distancias y desviaciones, desde las repeticiones cercanas y
parecidas, hasta las repeticiones contrastantes. En ellas el reconocimiento de
la similitud resulta ser de un largo camino de adaptación del oído, hacia los
elementos ajenos estratificados en el proceso de variabilidad.
En las complejas variaciones contemporáneas se observa mucho menos el
constante y lento alejamiento de los temas originarios, como lo es en las
variaciones clásicas. Un fuerte desarrollo de variación se perfila. Éste incluye
en sí muchas nuevas formaciones contrastantes que se perciben por el oído
como un fuerte empujón hacia el movimiento ulterior, y hacia la búsqueda
de una síntesis completamente alejada de su predecesor. Pero precisamente
esta circunstancia nos da el derecho de continuar cualquier otro movimiento
de variación y variabilidad sin límite, es decir, de considerar esta forma como
abierta. Asaf’ev cita algunos ejemplos notables por su maestría y
del siglo XVII, la variación era una breve improvisación que el guitarrista
tocaba entre las estrofas de una canción, y es en esencia este mismo principio.
También la chacona, que es una danza ejecutada en un tempo tranquilo
enérgico, generalmente usaba variaciones, aunque no necesariamente en
variación de ground-bass (basso ostinato). 7
La siguiente fase es cuando el compositor rechaza la repetición exacta y
monótona de las fórmulas de variación en el bajo, pero mantiene intacto la
construcción del tema o de toda la pieza, recargándola con la repetición de
ornamentos, este es el doubles francés. Finalmente, la tercera fase son las
variaciones con un constante descubrimiento de las posibilidades de los
temas, desde los simplemente decorativos hasta el desarrollo sinfónico.
«Desde Händel y Bach hasta Mozart y Beethoven, y desde éste a las
variaciones románticas y hasta los compositores contemporáneos, el camino se
hace cada vez más complejo. Una demostración histórica extrema, que es
como un parte aguas entre las variaciones de estilo canónico contrapuntístico
y las variaciones de tipo homófono-harmónico, son las 30 variaciones de J. S.
Bach en C-dur (Aria con xxx Variazioni), aparecidas cerca de 1742. Todas las
fases antes descritas no sucedieron una después de la otra en estricto orden
cronológico, y por ejemplo, el material de formación de variaciones sobre un
bajo fijo (como la passacaglia y la chacona) tiene una larga vida. En 1885 en su
Cuarta sinfonía, Brahms crea un final monumental, basándose en un ligero
ostinato del tema en ocho compases en e-moll, notable por su tensión melódica,
en el cual alcanza mediante un medio tono en el quinto compás (el IV grado
elevado), introduciendo de esta manera una brillante “asimetría entonativa”
en el movimiento del tema, y rompiendo su tendencia a la paridad: e1 : fis1 : g1
: a1 : ais1 : h1 : h . e1 » [p. 42]
En cuanto a los más simples motivos de repeticiones no exactas o temas de
factura monódica, B. Asaf’ev señala aún sobre algunos tipos de movimiento
contrario, que son percibidos como una repetición simétrica. Esta fórmula
simétrica es: (a: b) + (b: a). Sus tipos son en extremo diverso.
8 Cfr. BESSELER, H.: Dos Epocas de la Historia de la Música: Ars Antiqua-Ars Nova.
Barcelona, 1986 ( trad. cast. Ma del Carmen Gómez Muntané); FALLOWS, D.: «Ars
Nova» Grove; KNAPP, J.: «Conductus» Grove; TISCHLER, H.: «The Structure of
Notre-Dame Organa» Acta Musicologica, Vol. 49, Fasc. 2 (Jul. – Dec., 1977), pp. 193-
199; HANDSCHIN, J.: «Zur Geschichte von Notre Dame (Nachtrag)» Acta
Musicologica, Vol. 4, Fasc. 3 (Jul. – Sep., 1932), pp. 104-105.
9 Cfr. JEPPESEN, K.:«On Countrepoint» The Musical Quarterly, Vol. 21, № 4 (Oct.,
concepto de tono sensible puede ser, desde el punto de vista del estudio de la
forma musical, como una consolidación de las fuerzas activas, analizadas
precisamente en el sentido de apertura en éste de sus propiedades
estimulantes del movimiento.
«El lugar del tono sensible en el sistema europeo de entonaciones nos permite
verlo como una de las fuerzas evidentes que han provocado una intensa
gravitación sonora. Para el oyente no europeo, acostumbrado a otros sistemas
de unión sonora, la energía del tono sensible no tiene el mismo influjo como
en el europeo, que percibe la música en el marco de la temperación igual y las
relaciones tonales. Sin embargo el significado objetivo del tono sensible, como
fuerza motora o del significado de otros factores de formación, como por
ejemplo el de la RETENCIÓN de la cadencia “ficticia” (resolución de la
dominante al IV grado) como fenómeno, que retarda el momento de aparición
del equilibrio, en nada disminuyen.» [p. 52]
Sin el estudio de los estímulos que provocan el movimiento y el de sus
fuerzas activas, es imposible el estudio de los procesos de formación. Sin el
estudio de estos procesos, cualquier estudio sobre la forma deja de ser una
investigación de las cualidades concretas de la formación musical, y se
convierte en un estudio de esquemas solamente. El esquema del allegro
sonata por supuesto que es sólo uno, pero las formas de su aparición son
tantas como sonatas existen. Para comprenderlas no esquemáticamente, es
necesario clasificarlas por principios de formación de similitud, partiendo de
la dinámica de la sonoridad y no rechazando en ellas, como excepción, todo
aquello que la hace una música viva. Así mismo es en cuanto a los conceptos
de consonancia y disonancia. Asaf’ev escribe:
«Los conceptos de consonancia y disonancia observadas en el plano dinámico-
musical (no en el acústico ni en el psico-fisiológico), se estudian exactamente
igual, como causas que contienen o refuerzan el movimiento, es decir, como
fuerzas. En este caso se aclara el equívoco apilado en torno a éstos. La
consonancia y la disonancia se convierten así en FACTORES DE ESTILO, es decir,
medios expresivos concretos de la música, ya que el estilo como complejo de
medios de expresión de una época determinada, o como artífice, se condiciona
por la acción de las leyes de selección, las cuales por un lado refuerzan los
medios y métodos más vivos de influjo artístico, y por el otro, establecen los
criterios artísticos característicos para el medio determinado y el mismo
concepto de lo ARTÍSTICO. Así se supone la relación entre la dinámica musical
inmanente en los procesos de formación musical y la estructura de la sociedad
circundante, del medio que engendra la música.» [pp. 52-53]
El proceso de percepción de la música, lo organiza la actividad de la
conciencia en la comparación y el juicio de lo símil y lo disímil. Pero al
mismo tiempo esto no niega el contenido de la música y su influjo emocional.
La fuerza de cualquier golpe físico se puede sentir como dolor, pero también
es posible pensarlo como una causa que provoca una u otra acción, y así una
energía. Pero el concepto de energía no puede ser añadido simplemente al
fenómeno de unión de sonoridades, por que de otra manera se destruye
completamente el concepto de material musical, el de materia sonora, es
decir, la presencia física de la música. En la investigación de los procesos de
formación en la música, es imposible excluir el hecho mismo de la sonoridad.
Pero al mismo tiempo esto es una expresión de estados espirituales, o de un
placer experimentado por las combinaciones de sonidos agradables. Estos
son hechos de transición de una especie de fuerza generada (de energía) a
una serie de movimientos sonoros y de sensaciones, y como consecuencia, de
esta misma transición a la percepción de la música.
Si el compositor en su creación produce un trabajo y gasta en este aquella
misma porción de su energía vital, entonces este trabajo que es la obra
musical será la energía del compositor. Mientras la obra no suene, no se
entone, la obra no existe. Las formas de su entonación, comenzando desde su
audición mental o lectura de la partitura, pasando hasta su ejecución en
trascripción o en su forma original, transforman la energía potencial de la
música entonada por el compositor, en energía cinética de sonido. Ésta es
transmitida a su vez en el acto de audición de la música en un nuevo aspecto
de energía, que es la vivencia espiritual. Esta serie de transformaciones
constituye el camino necesario de la música desde sus primeras etapas de
gestación en la imaginación del compositor, hasta la percepción del refinado
oyente. Si se considera que el compositor concientemente “contagia” al
SEGUNDA PARTE
ESTÍMULOS Y FACTORES DEL PROCESO DE FORMACIÓN MUSICAL
10 Cfr. COLE, M.:«1. Origins and development of the formal concept. Rondo» Grove.
11 Término usado al final del siglo xvii, e inicio del xviii por François Couperin y sus
contemporáneos, para designar las secciones intermedias del rondo (rondeau), y
para distinguirlo del refrán que recurrentemente abre la sección. Cfr. Cole, M.:
«Couplet» Grove.
12 Cfr. TILMOUTH, M. «Vorspiel» Grove.
13 *Esta es una de las fórmulas entonativas de tono eclesiástico (el ejemplo es tomado
de G. Adler. Handbuch der Musikgeschichte. F a. M., 1924. p. 90) [N. de B. Asaf’ev]
14 Cfr. ROHLOFF, E.: Der Musiktraktat des Johannes de Grocheo. Leipzig, 1943, p. 55;
15 *En Coriolan este tono introductorio suena directamente antes del tema, en Egmont
este es un llamado al inicio de la música. Lo mismo que en la tercera Leonore y la
Segunda sinfonía. [N. de Asaf’ev]
** La cadencia cumple aquí una función contraria a su esencia: ésta se convierte en el
movimiento de entonación de partida, en otras palabras, pasar a su lado contrario.
Sobre este fenómeno es necesario continuar más adelante. [N. de Asaf’ev]
*** Noč’ pered roždestvom [Noche de navidad]. Ópera en cuatro actos (nueve escenas),
libreto del compositor sobre la obra homónima de N. V. Gogol. Compuesta en 1894-
95. Cfr. RIMSKIJ-KORSAKOV, N.: Letopis’ moej muzykal’noj žizni. op. cit. pp. 257-260.
20Sobre el Distanz-Prinzip, v. supra, cap. IV. n. 10; cap. V, n. 71; e infra, cap. XII, La
Teoría Evolutiva de la Música.
23It. Passacaglia (Fr. passacaille; Cast. pasacalle): Danza originalmente española del
siglo XVII, que era una breve improvisación que el guitarrista tocaba entre las
estrofas de una canción. El término de “pasar” la “calle”, posiblemente se deriva de
la ejecución al aire libre por músicos populares durante estos interludios.
Posteriormente se convierte en una serie de variaciones de ground-bass, o basso
ostinato, usualmente de carácter serio; Chacona (It. ciaccona; Fr. chaconne): danza
ejecutada en un tempo tranquilo enérgico, generalmente usando variaciones,
aunque no necesariamente en variación de ground-bass (basso ostinato). Cfr. SILBIGER,
A.: «Passacaglia», y «Chacone» Grove.
24Gk. tropos. giro, giro de frase. Nombre dado desde el siglo IX a una serie de
géneros cercanos que consisten esencialmente en adicionarse a un canto
preexistente. Cfr. PLANCHART, A. «Trope (i) » Grove.
Asaf’ev escribe:
«Movida del punto de apoyo y alcanzada la sonoridad más expresiva (en el
caso dado), la entonación continúa por inercia mientras exista la reserva de
respiración, que aquí es hasta la pausa, y se renueva nuevamente después.
Toma el tono superior de re como culminación en el momento del “corte” del
movimiento, que es necesario para que se mantenga en la altura
correspondiente, y para no caer desde el tono. Este es pues un elemento de
contraste, de “señal” de algún límite entre las repeticiones monótonas de un
sólo tono. La proyección visual del tipo de movimiento dado de la música nos
da una figura simétrica. Por supuesto que incluso cualquier línea musical más
prolongada y sinuosa nos da un dibujo más complejo, generalmente ondulado
(ya sea “detenido” en un tono, en caso extraordinario), pero con
combinaciones orgánicas de dirección. Arriba, abajo, o al contrario, primero
abajo y después arriba. Con elevación deslizada y constante o con un salto, un
“brinco” abrupto o pausado. Con el salto y la permanencia larga de la voz en
la esfera alcanzada o con un regreso más rápido.» [pp. 79-80]
A continuación B. Asaf’ev ofrece como ejemplo de directrices del proceso de
formación del melos, en la overtura Prometeo de Beethoven.
«Apartándose del c1, el movimiento (por octavos) por algún tiempo gira
alrededor de este tono: éste se dirige por saltos al registro bajo en g, sube, por
el impulso arrastrándose por todos los escalones, en e1 y desde éste se vierte
en c1 (el “arranque” y “la caída de regreso al punto”). En este girar se acumula
la energía de la subida y en la tercera vez la voz no se mueve después de e1 a
c1, sino alcanza a g1, lo contornea (fis1 y a1) y poco a poco desciende a c1, pero
tocando este tono en el tiempo débil del compás. El punto de apoyo, el acento
llega al d1, y el movimiento análogo comienza de nuevo pero desde otro
punto. Éste dos veces gira cerca de d1, y a la tercera vez no baja en salto de
cuarta sino toma el vuelo de una escala de C-dur desde el d1 a una octava
arriba, donde tampoco se detiene sino toma e2, y se dirige levemente abajo. En
esta ocasión el apoyo llega al e1. En este momento cambia la dirección: se
repite (incluyendo la bajada mencionada) tres veces la escala hacia abajo (de e2
a e1 todo en C-dur), después de lo cual el movimiento se queda en el registro
central entre e1 y a1 (repeliéndose desde e1 primeramente hasta g1, después
desde e1 hasta a1, y desde a1 cae en fis1, se levanta hasta a1 y en una secuencia
descendente tonal baja hacia el c1 etc.):
[...]
Ante todo observamos que Beethoven escogió el movimiento REGULAR e
ININTERRUMPIDO. En la relación dada éste sucede sin contrastes. De las dos
maneras de llenar el espacio (musical como atracción entre las fronteras
sonoras c1 y e2) ― con entonaciones regulares, CONSTANTES y con SALTOS ―
predomina el primer tipo. Los saltos de cuarta hacia abajo (5 veces), de octava
hacia arriba (2 veces) y de tercera hacia abajo (5 veces) momentáneamente se
RELLENAN y sirven para un mayor realce de la regularidad y el ritmo. La
correlación entre las líneas DE SUBIDA y PENDIENTES se distribuyen
equitativamente, pero el proceso de ELEVACIÓN es más largo que el de
DESCENSO (8 y 4 compases), de aquí el reforzamiento de la precipitación.
Consecuentemente, en el descenso fue suficiente sólo una escala tres veces
repetida, y los dos últimos compases suman, o más bien, reflejan como un eco
todo el proceso, pero en límites más estrechos (e1 ― a1 ― c1) que al mismo
tiempo lo CIERRAN. La completa correspondencia de entonaciones entre el
primero, cuarto, quinto, y el octavo compases se evade: esquemáticamente
éstos son casi similares, pero el contraste tonal (C-dur y d-moll) de las subidas,
por supuesto agudiza la intensidad de la subida y la precipitación de la
caída.25» [pp. 80-81]
Asaf’ev dice que si se comparan los arranques de los temas beethovenianos
con las entonaciones primitivas medievales, observamos aquellos mismos
elementos pero en diferentes correlaciones entre ellos. En primer lugar
vemos una doble elevación, y en cada uno, un momento de repulsión y un
momento de roce con el punto superior. Después del punto culminante hay
(más corto que el ascenso). La bajada llega hasta gis y a, después de lo cual
comienza el segundo ascenso sintetizado en una especie de coda melódica
después del desarrollo de la melodía. Es aún necesario poner atención en que
el descenso desde cis4 se fundamenta en un motivo que se repite en tres
octavas y en contraste al ascenso intenso que termina como por inercia. El
motivo de tónica se escucha todo el tiempo como apoyo en la bajada.
Solamente hacia abajo, para no detener el movimiento por completo, la parada
se hace no en el h (tónica) sino en a1, de donde comienza la etapa conclusiva de
todo el episodio ― un nuevo ascenso con cambio de funciones, a desde la
séptima del acorde de séptima de h a la tercera de la triada de quinta de fis y a
la conclusión ― en la quinta de la triada de d-moll, exactamente como sucedió
en la gran subida con el tono g. En otras palabras, durante el ascenso se
completó una “metamorfosis” tonal. El compás (10) en el momento en que
suena el tono g3 se convierte en la quinta del tono c4 (como después el tono a ―
quinta de d-moll ― en la coda), pero precisamente la parada en g3 es algo
anticipada para esto, y al mismo tiempo, cuando el oído enarmónico crea la
triada C-dur después de his2, dis3, e3, g3, h3, c4, en este instante g3 resulta
llevado a h3 y después a c4, y en la armonía aparece c-moll enarmónico
(compases 10-12)
[pp. 82-83]
26 *Heterofonía (del Gr. heteros: otro, diferente y phōnē: voz). Término acuñado por
Platón (Las leyes, VII) en la discusión sobre lo inadecuado en la educación musical
por el contraste de melodías entre la lira y la voz. Actualmente el término es
frecuentemente usado en la etnomusicología para describir las variaciones
simultáneas, accidentales o deliberadas, de un mismo canto o melodía. Cfr. COOK,
P.: «Heterophony» Grove.
** Plenernij, del fr. Plein air. Au plein air; en plein air: Relativo a lo exterior, que está
situado al exterior. Actividades, juegos, espectáculos al aire libre. Expresión francesa
utilizada en varias acepciones. En la pintura se utilizó para designar al
impresionismo pictórico l’école du plein air. En la música se utilizó en las expresiones:
Orchestre de plein air; musique de plein air, etc. Cfr. TLFI Trésor de la Langue Française
Informatisé. (v. supra, cap. V, p. 300)
27Fariseo (Del lat. pharisaeus, este del arameo pĕrīšayyā y éste del hebr. pěrūšīm):
separado [de los demás]. Hombre hipócrita. En el sentido aquí utilizado. Formas
correctamente hipócritas. Cfr. Diccionario de la Lengua Española, op. cit.
[p. 93]
Asaf’ev afirma que la cadencia es la esfera de la entonación más muscular. La
cadencia perfecta puesta sobre la base de la osamenta constructiva, es la
30*El pasaje citado por Asaf’ev, es tomado de RIMSKIJ-KORSAKOV, N.: Letopis’ op. cit.,
p. 112, y se refiere a la obra Chovanščina (v. supra, cap. IV, n. 16) de M. Musorgskij. El
término Raskol’niki, se refiere a los miembros del raskol: escisión o cisma.
Movimiento social-religioso en Rusia surgido en el siglo XVII y dirigido contra la
iglesia oficial ortodoxa, que terminó con la formación de una serie de sectas como la
Staroobrjadčestvo, que aspiraba a mantener las antiguas reglas eclesiásticas y una
vida conservadora. Cfr. OŽEGOV, S.: «Raskol» Slovar’ russkogo jazyka. op. cit.
B. Asaf’ev afirma que este fue el curso natural de las cosas, la consecuencia
natural de la evolución de la armonía europea y de la exposición de la
cadencia. La “melodía sin fin” de Wagner, el principio lineal propuesto en
nuestra época y el renacimiento del melos, fueron la reacción natural a la
crisis de los románticos. Al mismo tiempo, desechados como herencia del
racionalismo y del romanticismo, los criterios de la correlación disonancia y
consonancia se traducen en nuestra época a un plano dinámico en completa
interrelación con las entonaciones que estimulan y reafirman el apoyo y el
final del movimiento. Consecuentemente, la clasificación funcional-armónica
de la cadencia plagal y dinámica, pasó a una nueva etapa de su existencia, al
estilo dinámico-constructivo.
El fenómeno de la consonancia-disonancia se percibe ahora como algo útil. El
estudio sobre los intervalos consonantes y disonantes se transforma por eso,
en una base firme de la teoría elemental de la música y de su edificio
armónico, sobre la base de la entonación. Por eso no es de extrañar que los
compositores en el umbral del siglo XVIII al XIX comenzaran a entonar, en
calidad de primer impulso, no a la tónica, sino a un intervalo disonante.
«...como Beethoven en la Primera sinfonía, o como Mozart en su famoso adagio
en la introducción del cuarteto en C-dur, en donde graciosamente se vela la
función de tónica (ésta desde le primer compás suena en ostinato en el
violoncello, pero en el tercer cuarto del compás, as en la viola y las posteriores
entradas de las voces en los siguientes compases, “despista” al oído y le
“asegura” que ésta no era la tónica), estos ejemplos realmente se percibieron
como un salto a lo desconocido y fueron sin lugar a dudas “revoluciones
entonativas”, y por supuesto, un brillante estímulo del movimiento sonoro en
su “dinamización”.» [p. 100]
Además de señalar sobre la exageración en el uso de las secuencias, B.
Asaf’ev señala sobre la “hipertrofia de la secuencia” en la música romántica
del siglo XIX y principios del XX. Las secuencias como un medio de avance y
cómodo método del paso de una fase de movimiento a otra, es también una
propiedad de la polifonía clásica. Es suficiente con nombrar las fugas e
invenciones de Bach. La secuencia descendente diatónica frecuentemente
―――――――――――――――――
TERCERA PARTE
LOS PRINCIPIOS DE SIMILITUD Y CONTRASTE.
SU DESCUBRIMIENTO EN LAS FORMAS CRISTALIZADAS
1 Virelai: una de las tres formas fijas (las otras son la ballade y el rondeau) que dominó
la canción y la poesía francesa en los siglos XIV y XV. Cfr. WILKINS, N.: «Virelai»
Grove.
Rondel Willame d’Amiens paignour (2a mitad del siglo XIII., pp. 37-38):
2GENNRICH, F.: Rondeaux, Virelais und Balladen aus dem Ende des XII., dem XIII., und
dem ersten dritteldes XIV Jahrhunderts. Band i, Dresden, 1921; Band ii, Göttingen,
1927.
El siguiente ejemplo es una pieza del Roman de Fauvel (1310-1314),3 entre las
cuales se tiene una serie de ejemplos curiosos de melos de canciones en
variaciones (pp. 292-93):
3 Roman de Fauvel. Conocido poema medieval en dos libros, de los cuales por lo
menos el segundo fue escrito por Gervès du Bus, presentando una elaborada
alegoría del régimen real y del estado en Francia en la segunda década del siglo XIV.
Cfr. WATHEY, A.: «Fauvel, Roman de» Grove; MACHABEY, A.: Histoire et évolution des
formules musicales du Ier au XVe siècle de l’ère chrétienne. op. cit., pp. 147-48, 210-11.
4 Idée fixe Fr. idea fija, obsesión: término acuñado por Berlioz para denotar la idea
musical usada obsesivamente. En 1830 Berlioz aplicó el término al tema principal de
la Simphonie fantastique, y se convirtió en un nuevo término de la lengua francesa.
Cfr. MACDONALD, H.: «Idée fixe» Grove.
La exposición, parecida a la
bachiana (el inicio del
Quinto Brandenburg concerto)
tiene muchas variantes y se
encuentra en la sonata
preclásica, en los concertos,
en las allemande etc., con una multitud de utilidades sobre distancias más o
menos cercanas y lejanas. Se puede decir que la correlación de sujeto-
contrasujeto se amplió hasta la correlación contrastante de esferas tonales y
sobre la base del complejo temático general. El contraste de esferas tonales se
estableció antes de que se apartara sutilmente el tema contrastante de la esfera
contrastante: esta separación es aquel “salto” que determinó la forma de la
sonata allegro en su proceso de formación dialéctico. Y aquí, como en la
aparición de la imitación en el surgimiento de la ópera y en la formación de la
fuga clásica, tenemos ante nosotros la cadena de acontecimientos que nos han
llevado al “descubrimiento” dado, pero este mismo “descubrimiento” se
presenta como un paso de la cantidad a la calidad, como un salto afirmativo y
al mismo tiempo como un rompimiento en el proceso natural evolutivo.» [p.
120, n.]
Esta correlación surgió de las largas y constantes búsquedas y experimentos
en el aumento del movimiento de los complejos de tónica-dominante. En la
continuidad del movimiento de la exposición de la sonata, se logró el proceso
de formación temático contrastante e ininterrumpido, en el cual incluso el
momento de cierre del movimiento, el de la cadencia, al mismo tiempo
aparece como un freno y como un poderoso motor de la música. La cadencia
simultáneamente lo reafirma y lo agudiza provocando inevitablemente la
continuidad del movimiento.
El desarrollo de la exposición de la sonata allegro está dirigido hacia la
agudización de la inestabilidad en un grado cada vez mayor. El principal
medio que sirve a esto, es la introducción del contraste en todas las
correlaciones de elementos del proceso de formación; es la provocación del
conflicto en su misma esfera inicial, en la exposición de la parte principal, de
la transición, y de la parte secundaria. En la medida de un mayor desarrollo
sobre su impulso inicial (los cornos: f1, des1, c1, b). A este impulso-cadencia se
suma la tonalidad de b-moll (tonalidad principal del concierto), y se completa
con tal convicción (como si a la cadencia le antecediera alguna fase de música
en b-moll, o como si estuviera entre paréntesis), que la siguiente etapa (inicial)
del proceso de formación del concierto no se lleva en b-moll, sino en Des-dur.
En general es necesario decir que la finura de Čajkovskij en la forma musical
como proceso de formación y cristalización, y no como un esquema
mecánicamente rellenado de sonidos, se muestra a cada paso en sus obras.»
[p. 127]
A esto, Boris Asaf’ev agrega el cambio periódico de la dirección, la elevación
y de la caída de la entonación. Los cambios contiguos y por saltos vacíos, las
subidas y caídas que crean complejos de uniones de sonidos mutuo
contradictorias, y al mismo tiempo mutuo equilibrantes, condicionando
consigo el estado ininterrumpido de inestable equilibrio.
El ritmo del proceso de formación aparece en los cambios de los fenómenos
contrastantes. El contraste hace avanzar la cadena de modelos sonoros. B.
Asaf’ev subraya que el contraste se percibe sólo con la presencia de los
elementos similares, y que sin éstos, este principio se revelaría anárquico.
Sólo en la constante correlación del complejo-tesis y su antítesis, reconocemos
las fuerzas activas o los estímulos del proceso de formación musical.
«Se puede observar a las obras musicales como un conocimiento en el
movimiento total, en el cual todos los eslabones (todas las fases, todos los
momentos) se relacionan uno con otro dialécticamente, así que cada momento
de cambio de tesis y antítesis (del complejo sonoro dado y su complejo
contrapuesto) se percibe por el oído doblemente: en el proceso del primer
descubrimiento de estos complejos ― como contraste, pero inmediatamente
cómo estas contraposiciones se perciben tras éste ― y en relación a la siguiente
etapa del movimiento, se transforman en su momento en una UNIDAD, es
decir, en un complejo-tesis contrapuesto a un nuevo complejo, y así
sucesivamente, etc. Consecuentemente, el complejo ― tesis y antítesis como
combinación de contrarios ― en su apertura (en su entonación) se transforma
para el oído en síntesis tras su descubrimiento. Una nueva (y esto significa,
más larga) correlación de sonidos genera una nueva contraposición y una
nueva síntesis. Y así hemos llegado a lo más difícil en el análisis del proceso de
formación musical; hemos llegado a la revelación de las correlaciones de
sucesiones y simultaneidades en la obra musical, como proceso de formación
dinámico saturado de contradicciones, y como unidad que es finalmente el
resultado de este proceso.» [pp. 127-128]
Los clásicos frecuentemente comienzan la razrabotka con repeticiones de la
frase conclusiva de la exposición, pero mueven esta frase a otra esfera tonal.
El estímulo inicial de la razrabotka frecuentemente sirve de parte principal
transformada. Ésta no pocas veces entra como elemento integrante
afirmativo a la parte conclusiva, y de esta manera se considera en una nueva
esfera tonal y en un nuevo medio, como antítesis de su primera aparición.
Posiblemente así también es la participación activa de algún elemento
fundamental de la parte principal, en todas sus etapas de formación como
cimiento, como una especie de cantus firmus. Haydn, nos dice Asaf’ev,
construye en este mismo principio de desarrollo de un sólo tema en sus
sinfonías, anticipando así mismo el monotematismo de Liszt.
En la razrabotka, al interior de la frase conclusiva de la exposición, no hay
cambios constructivos, pero a pesar de la existencia de material similar en
ambos casos de la entonación de la frase, su significado funcional cambia
repentinamente. En el primer caso éste es el terminus, en el segundo el
initium, el impulso. Asaf’ev incluye varios ejemplos:
«Mozart. Quartet № 7 (transición a la razrabotka):
[pp. 130-132]
Finalmente, cualquier de los elementos conectores, los eslabones de la
fórmula (i : m : t), que entran en m, pueden presentarse también en calidad de
» [pp. 134-136]
Boris Asaf’ev afirma que con este tipo de análisis, tenemos ante nosotros uno
de los ejemplos más simples y evidentes de distinción, entre la visión formal
abstracto-arquitectónica sobre la forma musical como esquema sordo y fuera
del proceso entonativo, fuera de la sonoridad, y el estudio de la forma como
un proceso en todo momento sentido y comprobado por el oído. La
investigación de las interrelaciones sólo espaciales, fuera de la percepción de
la atracción-mutua entonativa, separa los morfo-esquemas de la música y
forma un precipicio entre el discurso musical vivo y sus formas. Como si este
discurso musical vivo por alguna razón rellenara los morfo-esquemas
arquitectónicamente impecables y ya listos, como agua o vino vertido en
envases de diferentes medidas y tipos, cuando esta misma música puede
perfectamente existir sin ningún de estos esquema. Sin embargo, era
necesario convencerse que el complejo (I : V ― V : I) arquitectónicamente
cerrado y equilibrado al ojo, exige un desarrollo. Boris Asaf’ev continúa con
el análisis de la sonata en C-dur, op. 2 № 3 de Beethoven.
«Beethoven en los siguientes dos compases, “toma” la sexta no rellena, le da el
significado de punto de partida “local”, y cierra la correlación I : V (tónica:
dominante) transformándola de dos compases (v. los compases 1 y 2, 3 y 4 del
ejemplo citado), en una construcción de un solo compás (v. los compases 5 y 6)
y así mismo repitiendo dos veces esta nueva formación concisa. El oído
percibe una correlación extraordinariamente inestable. Ésta se refuerza aún
más por que la sexta se queda hasta el final del relleno melódico. El relleno se
realiza en las siguientes fases del movimiento (compases 7 y 8 del ejemplo), y
En las overturas, las fases de transición son más lacónicas y una razrabotka
más concisa que en las sinfonías. Pero incluso en las más diversas razrabotkas,
señala B. Asaf’ev, se pueden dividir por su carácter en tres etapas cambiantes.
1. El momento de partida y la preparación al ascenso.
2. En una o varias etapas de ascenso, la revelación de ideas en la exposición
con diferentes puntos de vista, su contraposición, su cruzamiento, y división.
3. Finalmente el momento de reunión, de concentración, que es generalmente
un pedal sobre el cual se construye el paso hacia la recapitulación, hacia el
regreso del tema dirigente.
Si en la exposición sucede la colocación de las principales posiciones, en la
razrabotka se realiza su desarrollo y su lucha, lo que en la reprisa se llevan a la
unidad. Realmente por su posición, la reprisa es una síntesis que se
encuentra en aquel momento, cuando de la contraposición entre la
exposición y de la razrabotka debe surgir a una nueva unidad. En la reprisa
debe de realizarse un proceso parecido a la formación de esta una nueva
cualidad. Al mismo tiempo, el esquema del allegro-sonata sinfónico deja de
ser solamente una construcción racional.
Beethoven mucho tiempo luchó con el problema de la reprisa. La dificultad,
nos dice Asaf’ev, se encuentra en que solamente la unión tonal de la parte
principal y secundaria no realizaba la síntesis, sino únicamente cerraba
mecánicamente un proceso de formación. Lo cerraba firmemente, pero no era
posible obtener conclusiones de todos los conflictos entonativos anteriores.
Esto significaba que, o todos los desarrollos anteriores a nada conducían y la
reprisa era un callejón sin salida, un muro, un freno mecánico, o la reprisa no
era una etapa culminante del movimiento, sino sólo un poderoso punto de
apoyo naturalmente contrapuesto a la razrabotka. En la overtura Egmont
(1810) se encontró la solución ya dictada por el programa. Pero un poco antes
Beethoven ya había ampliando los límites del allegro sinfónico. Bajo la
presión de la necesidad en el desarrollo extremo y tempestuoso de las ideas-
tema, comenzó intensamente a ampliar la coda, es decir, a la música después
de la reprisa. Esto se refleja ya en la Segunda sinfonía (1802), y en la Tercera
12 SCHERING, A.: Das Symbol der Musik. Leipzig, 1941. (v. supra, cap. I, n. 122; cap. V,
nn. 79, 81)
13 Ídem. Beethoven und die Dichtung. Berlin, 1936; Cfr. SCHNAPPER, E.: «Schering,
Arnold» Grove.
14 RIEMANN, H.: Musikgeschichte in Beispielen. Lpz., 1912. Beispiel N. 31 (S. 58).
o dordiglione (en castellano turdión), fue una popular danza viva en metro
triple del siglo XVI que comúnmente seguía a la Basse danse. El Pass’e mezzo o
Passamezzo, fue una danza italiana en doble metro, popular en el siglo XVII.
Secondo modo
Quinto modo
Saltarello.
Secondo modo.
Cuarto modo.
Reprisa
» [pp. 149-151]
instrumental, las sonatas de iglesia y las de cámara, que son obras de los
siglos XVI-XVII, y de las cuales poco a poco se construyeron las composiciones
cíclicas de las épocas clásica y romántica (ss. XVIII-XIX).
Primeramente las seis canzoni del virtuoso organista italiano Girolamo
Frescobaldi (1583-1643),20 que representan curiosos modelos de formación
cíclica. La canzona es un tipo de música instrumental de los siglos XVI y XVII
20 Boris Asaf’ev cita: «Girolamo Frescobaldi. Sei canzoni per l’organo o il cembalo (“I
Classici della Musica Italiana”, № 12 Milano) tres de ellas en Torchi: “L’arte
musicale in Italia”. (T. III)» [p. 152, n.]. Las canzoni pertenecen al Secondo libro di
toccate (1627), publicadas en CASELLA, ed., I Classici della Musica Italiana, № 12
Milano, 1919, y publicadas posteriormente como. «Girolamo Frescobaldi: Opere
complete» en: DARBELLAY, E., et al, Monumenti musicale italiani. Milan, 1975-; Sobre
la edición de Torchi véase supra, cap. VI, n. 21. Cfr. HAMMOND, F.:«Frescobaldi,
Girolamo Alessandro» Grove.
21 Cfr. CADWELL, J.: «Canzona» Grove.
22 Cfr. PRAETORIUS, M.: Sintagma musicum. De organographia. Wonfenbüttel, 1618.
entona uno nuevo, exactamente así como a una octava se entona la voz media
y baja, etc., etc., en una palabra, a la manera de una fuga doble. El segundo
eslabón es mesurado en un movimiento calmado en (32), igualmente de
melodía imitada; esto se termina con la cadencia (improvisada, violando la
métrica del episodio) y después pasa al último allegro fugado (e
inmediatamente se realiza el tema con contraposiciones). Esta primera
formación así mismo se interrumpe con la cadencia, en parte parecida a la
anterior. Tras ésta le siguen las variantes del tema, pero con nuevas
contraposiciones que se desarrollan con gran amplitud hasta su plena
sonoridad. Los elementos de los motivos en general penetran en todo el tejido.
Ante nosotros tenemos una composición cíclica polifónica estrictamente
formada con predominio de los elementos de identidad. La inercia se supera
de manera fundamental a través de la contraposición del movimiento de
diversos modos y en la unidad métrica del tiempo, a través del “juego” de
sustitución de medidas y la implantación de la cadencia en la estructura
métrica de la música (el factor más contrastante).
La segunda canzona (en C) ― también de cuatro voces ― contiene así mismo
tres eslabones que se diferencian por el predominio en cada uno de ellos de
distintas medidas, y por el carácter de los motivos imitados. En el primer
eslabón rítmicamente mesurado (en base al impulso dáctilo E♫E. ♪ etc.),
nuevamente aparece el avance imitativo, que se dispersa a la manera de una
cadencia en la cadencia, después de que todas las voces se concentraron en un
ensamble sonoro. El segundo eslabón (en 32) se interrumpe con una cadencia
amplia. El tercero (en 4
4) incluye en sí dos realizaciones figuradas del tema,
que es la variante del tema del primer eslabón (identidad). En la relación
rítmica, aquí como en la primera canzona, los eslabones extremos binarios
enmarcan a los ternarios de en medio. De otro tipo ― también a cuatro voces ―
es la tercera canzona (G): el primer eslabón (44) se transforma emanado de
aquel primer tema-impulso así como del movimiento figurado en 3
4. Éste se
interrumpe con una breve cadencia de la cadencia, después de lo cual va a una
nueva transformación del tema principal con figuraciones más rápidas. Este
eslabón pasa nuevamente al movimiento ternario del tema que (también se
realiza imitativamente) se forma así mismo del primer impulso. El último
eslabón ― una nueva variante del tema principal con nuevas contraposiciones
c) Allegro moderato
d) Adagio
e) Allegro moderato
[pp. 152-155]
Enérgica por su modo, prosigue Asaf’ev, la cuarta canzona (en F) está
constituida de un fresco movimiento en 44, uno tranquilo en 64, otro en forma
de marcha en 4 ,
4 y otro conclusivo nuevamente con movimiento en 6
4 y
breves giros de cadencia conclusiva en ritmo binario.
La quinta canzona (C) consiste en una alternación periódica de movimientos y
motivos lentos, suaves e inquietos, y se podría decir, de una contraposición
de la música contemplativa con la dancística (32 + 3
4 + 3
2 + 3
4 ― con
predominio ternario). De los cambios dados se forma como un contraste de
los estados de ánimo. La sexta canzona (C-dur) es una música clara construida
con firmeza. Los dos eslabones extremos en 3
1 con movimiento suave
enmarcan los dos centrales en 32, con aire dancístico de ritmos “saltarines”:
q. e q ee h q. e q q h
Los eslabones divididos por las cadencias: el acorde C-dur en 4
4 termina el
primer eslabón, F-dur 4
4 al segundo eslabón, C-dur 4
4 al tercero y cuarto
eslabones. Esta canzona es un fino ciclo en cuatro partes. Partiendo de la
correlación de la métrica, se puede determinar la velocidad del movimiento
de las canzoni.
A continuación B. Asaf’ev muestra la estructura de los ciclos de todas las seis
canzoni, en donde los términos de movimiento abreviadamente son
designados como: r. = rápido, y l. = l e n t o .
I. canzona r. 4
4 + l. 3
2 : r. 4
4
II. canzona r. 4
4 : l. 3
2 : r. 4
4
III. canzona r. 4
4 : r. 3
4 + r. 4
4 : l. 3
4 : r. 4
4
IV. canzona r. 4
4 : r. 6
4 : r. 4
4 : r. 6
4
V. canzona m. 3
2 + r. 3
4 : l. 3
2 : r. 3
2 : l. 3
2 : r. 3
4
VI. canzona l. 3
1 + r. 3
2 : r. 3
2 + l. 3
1.
cuyo tema es con siete variaciones sobre un basso ostinato. Esta es una cadena
de ocho compases figurados. El principio de identidad predomina en ellos.
Le sigue la paduana a cinco voces y la galliarda (№ № 82-83 en Riemann) del
compositor alemán Bartholomaeus Praetorius (1590-1623). Estas danzas
solamente se mezclan, sino que sin duda se desarrollan en cada una de las
partes paralelas. Este es un gran paso en comparación con el grupo de danzas
señaladas anteriormente de la pavana y la gagliarda de 1530. Pero en éstas y en
aquellas el material en general da para ambas danzas el predominio del
principio de identidad. El contraste es en los ritmos, en los tempos, en las
líneas de diferentes longitudes y en el tejido armónico. Las diferentes
cadencias en las partes centrales (en la paduana el acorde G-dur, en la galliarda
el acorde A-dur) también provocan la sensación de contraste.» [p. 157]
alcune corrente, 3–4 instrumentos, op. 1 (Venecia, 1644).29 Sobre esta sonata,
Asaf’ev describe:
«La sonata consiste de contraposiciones periódicas de movimiento rápido y
lento con un claro apoyo en el centro sobre un mesurado y suave largo. En
indicaciones de tempo y de compases contemporáneas, resulta una cadena de
este tipo: allegro (44 y 2 ),
4 adagio (C), aquí en contraste con las líneas ágiles del
allegro se presenta una especie de secuencia de alternación de verticales, allegro
(34), adagio (22) como transición al largo central (24), repetición del adagio y el
largo una quinta baja (aquí se hace necesario un curioso método organizativo
de formación) y de nuevo el allegro (34) sobre ese mismo tema, como los
anteriores pero más desarrollado y amplio. Resulta en dos grandes partes: la
primera el allegro como introducción y el firme centro orlado con movimientos
rápidos del largo.» [p. 158]
Típico de esta época, afirma Asaf’ev, es La Torriana, un trío-sonata (1655) de
Giovanni Legrenzi (1626-1690). Influyente compositor en el desarrollo del
estilo Barroco tardío en el norte de Italia, en la segunda mitad del siglo XVII.
Ésta sonata con sus consecuentes eslabones, consiste primero del allegro
figurado (c-moll), le sigue el majestuoso adagio con predominio de verticales y
una breve transición (también adagio, pero en 3
4) a un gracioso allegretto de
carácter dancístico (34). La sonata cierra con una concentrada exposición del
material del primer allegro.
No tanto por su plasticidad como por su rico desarrollo como ciclo, afirma
Asaf’ev, es el trío-sonata en g-moll del compositor alemán Johan Rosenmüller
(1619-1684), quien fue organista de la Nicolaikirche en Leipzig y trombonista
columnas que rodea un edificio. Atrio.). Cfr. «propileo» y «peristilo» en: Diccionario
de la Lengua Española., op. cit.
forma dancística. El primero es una allemande con una división en dos partes
repetidas, característico para la sonata allegro de la época: en la primera está la
exposición del tema, en la segunda su desarrollo (esencialmente es una
formación paralela) y la reprisa. El segundo movimiento es un tipo de
rigaudon 37 (según Einstein) que también sigue el esquema del allegro sonata
de la época. Para esta formación es característico: la alternación de dos piezas
rápidas después del adagio; el cambio de factura dancística por la de sonata (la
allemande recibió en este sentido una posición fundamental en los ciclos de las
suites del siglo XVIII, ocupando su lugar el allegro sonata-sinfónico), y al
mismo tiempo el acercamiento a la sonta da chiesa y de cámara.» [p. 159]
A continuación Boris Asaf’ev se dirige hacia el “laboratorio experimental” de
los concerti grossi y de las sonatas de cámara solo. En las formas cíclicas, la
atención de los compositores se centraba en el allegro sonata. A Juzgar por la
gran cantidad de piezas para clave de Domenico Scarlatti,38 cada nueva
formación de la sonata, en la interrelación de similitud y contraste, se fue
acercando hacia el proceso de formación dialéctico de la sonata clásica con su
triunfal desarrollo temático. En Scarlatti comienza a distinguirse el segundo
tema contrastante y el movimiento melódico que sintetiza la cadencia.
Los conciertos instrumentales de Joh. Seb. Bach se encuentran en el límite del
pensamiento dialéctico, y la sonata casi estaba lista para salir de los límites
del monotematismo o del politematismo psicológicamente aún no diferenciado.
Boris Asaf’ev señala sobre la diferencia entre el politematismo prebachiano o
bachiano, y el politematismo beethoveniano y posterior. En el primer caso
l. 4
4: r. 4
4 + r. 4
4 + r. 3
2: r. 4
4 = tres partes
l. 4
4: r. 4
4 (s) + l. 3
1: r. 4
4 (s)
l. 4
4: r. 4
4 + l. 4
4: r. 4
4 + l. 3
4
l. 4
4 + l. 3
4: r. 4
4 (Sinfonia a sei)
Tres ciclos de movimientos de sonatas de Giovanni Battista Bassani: 42
l. 4
4: r. 4
4 + l. 3
2 + r. 3
4
l. 4
4: r. 4
4 + l. 4
4: l. 3
2 + r. 6
4
r. 4
4 + l. 4
4 + r. 12
8 (gigue) + l. 4
4 + r. 4
4
r. 4
4 (24): l. 4
4: r. 3
4 (s): l. 2
2( 4):
2 r. 3
4 (s)
Una sonata de Nicolaes a Kempis44 (Riemann, Musikgeschichte in Beispielen)
l. 2
2( 4):
4 r. 4
4: l. 3
4: r. 4
4
Boris Asaf’ev aclara que aquí no debe de haber ningún conteo estático. Se
han citado estas correlaciones para mostrar como varían los esquemas del
movimiento cíclico. Y si se pone atención en el material melódico, continúa
Asaf’ev, éste contiene en sí muchísimos cantos parecidos (generalmente de
figuras cortas), que a pesar de su aparente mezcla, se puede apreciar que el
proceso de formación de esta época, consistió en una gran variedad de
reacomodos del material similar. En gran parte tonalmente unido y en la
contraposición de diferentes velocidades, que resultan a consecuencia del
contraste de los tempos, y de los cambios proporcionales de la métrica de las
notas ante el movimiento regular. Esta regularidad del movimiento es casi
un conditio sine qua non del estilo imitativo. Este estilo tan enraizado en la
música, sirvió como un factor esencial de formación de las correlaciones
contrastante. Estas correlaciones surgieron ante la sustitución de medidas y
cantidad de las notas, siendo así un medio para la superación de la pasividad
en el movimiento, algo parecido a lo que en nuestro tiempo se hace por
medio de ritmos sincopados que aspiran a debilitar la monotonía de la
métrica de los compases.
En el siglo XVII de esta manera, el estímulo principal de formación fue la
escansión45 regular del juego libre de ritmos de la música, es decir, la
descomposición de ritmos y métricas musicales. En nuestro tiempo un
estímulo no menos importante, es el conflicto entre el compás sincopado y la
tendencia a liberarse del apresurado rubato romántico, y consecuentemente,
de la constante oscilación nerviosa de la métrica del tempo musical.
45Del lat. scansĭo, -ōnis. Métr. Medida de los versos. Med. Trastorno neurológico
consistente en hablar descomponiendo las palabras en sílabas pronunciadas
separadamente. Cfr. Diccionario de la Lengua Española., op. cit.
La Suite y la Sinfonía
Muchos ciclos de suites del siglo XVII representan en sí las más diversas
combinaciones de piezas dancísticas y de caracteres. La diversidad en este
aspecto nos lo ofrece especialmente la música para teclado, y principalmente
las ordre46 de los clavecinistas franceses, con sus intentos de incluir en esta
serie a los bosquejos psicológicos de género y de paisaje. Al mismo tiempo,
en las suites se encuentra como eje central, la contraposición de cuatro partes
de la allemande (44), courante (34), sarabande o menuet y gigue con variantes.
El preludio es como parte introductoria, y el aria al interior de la suite, como
contraposición de la música contemplativa a los movimientos dancísticos. Lo
mejor de la contraposición de los ciclos de suites se descubre en las suites de
Bach. Boris Asaf’ev realiza una comparación entre las suites francesas e
inglesas para clave, y las cuatro suites orquestales de J. S. Bach.
Las suites francesas
Primera (d): allemande (44), courante (32), sarabande (34),
menuet I (34) y II (34), gigue (22).
Segunda (c): allemande (C), courante (34), sarabande (34),
aria (22), menuet (34), gigue (38).
Tercera (h): allemande (C), courante (64), sarabande (34), menuet I
y II (trio) (34), anglaise (C, vivace), gigue (38).
Cuarta (Es): allemande (C), courante (34), sarabande (34), gavotte
(22), menuet (34), aria (C), gigue (68).
Quinta (G): allemande (C) courante (34),sarabande (34), gavotte
(22), bourrée (22), loure (64,moderato), gigue (1216).
Sexta (E) : allemande (C), courante (34), sarabande (34),
gavotte (22), polonaise (34), bourrée (22), menuet (34), gigue (68).
46Ordre (Fr.) Término usado por los clavecinistas franceses para designar a un grupo
de piezas en la misma tonalidad. Para François Couperin (1713-30) ordre significaba
algo más grande que una suite. Cfr. FULLER, D.: «Ordre» Grove.
DANCKERT, W.: Geschichte der Gigue. Leipzig, 1924. Cfr. KATZ, I.: «Dankert,
48
49B. Asaf’ev cita en alemán el fragmento de Danckert (DANCKERT, W.: Geschichte der
Gigue. op. cit.) En la edición de 1963, su editora E. Orlova, introduce la traducción al
ruso de la cita.
Tras el ejemplo de Haydn, Boris Asaf’ev realiza una comparación con uno de
los cuartetos de Beethoven. El allegro del cuarteto en F-dur op. 59 № 1, en
donde se explica la esencia del pensamiento beethoveniano.
«La distribución graciosa del material hecha por Haydn nos parece como una
casita de cartón de un juego divertido, en comparación con la REVELACIÓN de
las ideas beethovenianas. De otras proporciones, de otra envergadura, en otro
tono es su discurso, y a cada paso la aparición de esta u otra posición a través
de la contraposición, a través del contraste y la contradicción. El mecanismo
de juguete haydniano, con sus rueditas bien puestas una junto a la otra, y en
donde todo está en su lugar y en su momento suena, es completamente otro
mundo junto a los organismos beethovenianos con su complicado proceso de
formación funcional. En éste por todas partes se percibe la severa corriente
que experimenta la razón, al sobrepasar el valor expresivo de cada instante del
movimiento, y ― al mismo tiempo ― el latido exacto y profundo del corazón
que siente (el adagio beethoveniano).» [pp. 174-175]
Los románticos por supuesto que enriquecieron la forma de la sinfonía en el
pensamiento psicológico. Encontraron muchos nuevos ejemplos y medios de
expresión brillantes; ampliaron el círculo de ideas y argumentos; elaboraron
en la música programática-sinfónica la correspondiente entonación semántica,
con lo que aligeraron el reconocimiento del contenido; y finalmente
ampliaron el marco y los límites del ciclo sinfónico. Pero todo esto es sólo el
desarrollo de aquellas posibilidades que fueron descubiertas por Beethoven.
Todo esto fue un descubrimiento de la dialéctica beethoveniana, la cual en la
misma medida fecundó a la conciencia musical y se dirigió hacia la
materialización de los sentimientos e ideas de la humanidad; a la
contemplación de la vida emocional del compositor; y a la visión del proceso
de formación sinfónico como el reflejo de la intimidad humana, que fue una
tendencia característica de las sinfonías líricas del siglo XIX.
51 * Lettres de Claude Debussy à son èditeur (Paris, 1927, p. 58). [N. de Asaf’ev]. La
Japaner» SIMG, iv (1902-3), pp. 302-60, (ahora en: Sammelbände für Abhandlungen zur
vergleichende Musikwissenschaft. op. cit., pp.179-231) v. supra, cap. V, n. 93.
60 Boris Asaf’ev cita a Bekker en alemán. La traducción de las citas al ruso son de la
edición de 1963, realizadas por E. Orlova. (Sobre Bekker v. supra, cap. I, p. 84, n. 124;
y, cap. V, p. 305)
61 BUECHER, K.: Arbeit und Rhythmus. Leipzig, Hertzel, 1896. (trad. rus. Rabota i ritm.
I. Construcciones cíclicas
1. Las suites, que son contraposiciones de piezas dancísticas contrastantes
completadas con piezas lírico-contemplativas (arias) en un plano descriptivo
de características, de retratos, de estados de ánimo sonoros o intelectual-
sinfónico, por ejemplo, los preludios de las suites inglesas de Bach.
2. Las sonatas, sinfonías, conciertos etc., que son contraposiciones de
movimientos contrastantes, cada uno de los cuales es una construcción
cerrada. El allegro sonata-sinfónico, el adagio, el andante, o un movimiento
aún más movido como el scherzo o la danza en tempo rápido, y el rondo
común o de tipo sonata-sinfónico. Este conjunto al mismo tiempo sirve a la
aparición de la idea de la sonata o la sinfonía como unidad, que se destaca
en lo común del material temático de todas las partes o en la formación de
algún leitmotif, a través de todos los movimientos.
3. Las variaciones, que son desde la simple alternación de episodios del
tema diversamente ornamentado, hasta la transformación compleja de los
temas, con la distinción de las nuevas formaciones contrastantes y la
introducción de métodos del desarrollo sinfónico.
4. Las formas de construcción cíclica diversa, condicionadas por el libreto
operístico de diferentes tipos de programa o de textos poéticos personificados.
Todos estos tipos de procesos de formación se relacionan al interior de sí
mismos, a través de la interacción de los principios de contraste y similitud.
De la superación del último principio surgen las variaciones, y se desarrollan
en un constante acercamiento hacia el máximo contraste entre el punto de
partida y el punto de llegada. El ciclo sonata-sinfónico se basa sobre la
superación del principio dramático de contrastes, pero cada uno de éstos
aspira en la conclusión de su proceso de formación a ser una unidad, a
expresar su propia idea fundamental. Los ciclos de la suite ocupan un puesto
intermedio en la relación dada.
y el segundo:
[p. 190]
LA REVOLUCIÓN CULTURAL
La cuestión de la intelligencija
1 Cfr. WALICKI, A.: «Alexander Bogdanov and the Problem of the Socialist
Intelligentsia» Russian Review, Vol. 49, № 3, Special Issue (Jul. 1990), pp. 293-304.
482 Teoría de la Entonación
2 Cfr. MAROT, J.: «Alexander Bogdanov, Vpered, and the Role of the Intellectual in
the Workers’ Movement» Russian Review, Vol. 49, № 3, Special Issue on Alexander
Bogdanov. (Jul. 1990), pp. 241-264.
3 ULAM, A.: The Bolsheviks. New York: Collier Books, 1965, p. 213. Citado en:
WALICKI, A. op. cit. p. 296.
4 BOGDANOV, A.: Empiriomonizm. Spb. 1905/2a ed. Moskva, Respublika, 2003.
5 Ídem. Nauka ob obšestvennom soznanii. M., 1914.
Lenin hace una crítica de la filosofía de Ernst Mach, calificándola como una simple
repetición de la filosofía de G. Berkeley, quien en 1710 escribe su obra Tratado sobre
los principios del conocimiento humano. (trad. cast. Gredos, Madrid, 1982). En ésta,
Berkeley afirma que la sensaciones son las cosas mismas, la realidad así se reduce a
una collections of ideas, llegando así al solipsismo, es decir, a la negación de la
realidad independiente de la conciencia. El objetivo final de Lenin era criticar las
ideas de su rival teórico, A. Bogdanov y su facción: Bazarov; Lunačarskij; Berman;
Helfond; Juškevič; y Surov, a quienes calificaba de “Machavistas”. Éstos en 1908
habían publicado la colección de artículos Očerki po filosofii marxism’a, en la que se
expone la crítica del empirismo y el rechazo al concepto de la “verdad absoluta”.
Esta obra fue el detonante de la crítica de Lenin. Cfr. LENIN, V. I.: Materializm y
Empiriokriticizm. M. OGIZ, 1948 (trad. cast. Obras completas, 40 vols. Madrid, Akal,
1974-78).
8 Cfr. BOGDANOV, A.: Novy mir. Stat’i (1904-1905) M. 1905/ 3-e izd. M., 1920; Iz
psichologii obščestva. Spb. 1906; «Strana idolov i filosofija marksizma» en: Očerki po
filosofii marksizma. Spb. 1908, pp. 215-42. Citados en: WILLIAMS, R.:«Collective
Immortality: The Syndicalist Origins of Proletarian Culture, 1905-1910» Slavic
Review, Vol. 39, № 3. (Sep., 1980) p. 391.
9 Cfr. BOGDANOV, A.: «Vera i nauka» en: Padenie velikogo fetičizma. Moskva, 1910. pp.
Para Bogdanov, una de las principales tareas del proletariado era la abolición
final del dualismo autoritario entre espíritu y materia. Esto aunado por
supuesto a la abolición de la inteligentcija como estrato separado y exclusivo
de los propietarios del “capital intelectual”, o productores de ideas. Por eso
Bogdanov se habría opuesto a toda concepción sobre el papel conductor de la
intelligencija en el movimiento obrero. A. Bogdanov creía que la clase
trabajadora desarrollaría una nueva conciencia, en la cual la especie humana
se liberaría de la esclavitud personal autoritaria y del fetichismo impersonal.
Esta utópica creencia en la creatividad de la clase obrera, combinada con su
rechazo al cientificismo social demócrata y a la vanguardia proletaria
leninista, fue el aspecto distintivo de su “colectivismo”.
Sin embargo Bogdanov no mostró hostilidad a la intelligencija ni proclamó su
eliminación del movimiento obrero. Por el contrario, conociendo la falta de
disciplina intelectual de los trabajadores, los intelectuales podrían ayudarlos
en expresar su visión de clase sin distorsionar el contexto. Pero el
proletariado debería de dirigir y no ser sustituido por la intelligencija técnica
(burocracia). En cuanto a las perspectivas pedagógicas, no hay duda de que
Bogdanov no creía en el total y automático desarrollo de la conciencia, y por
eso puso énfasis en la necesidad de la actividad pedagógica. Bogdanov
concebía la pedagogía como una mayéutica que ayudara a la clase
trabajadora a su desarrollo cultural, y no como una conciencia impuesta
desde afuera. La noción de la conciencia introducida desde fuera, como un
satisfactor del dualismo autoritario, era profundamente ajena a la filosofía de
Bogdanov. Para él era necesaria la educación de la clase trabajadora,
elevándose al nivel de conciencia adecuado que le permitiera producir su
propia cultura, y comenzar por lo tanto su hegemonía de clase en la sociedad.
Como teórico del papel de la intelligencija en la educación del proletariado,
Bogdanov no era ni leninista ni social demócrata. Rechazó la noción del
socialismo científico como cuerpo objetivo del conocimiento, el cual podía ser
impuesto al movimiento obrero. Por eso no podía ver a los intelectuales
como a la nueva clase dirigente. Sin embargo para la transformación de la
conciencia del proletariado en una nueva visión del mundo, desde su punto
de vista, debería ser hecha con la ayuda de filósofos profesionales, teóricos
sociales e historiadores. Pero esta concesión a los intelectuales no tenía nada
en común con el deseo de perpetuar su papel tutelar, su “dictadura
pedagógica” sobre los trabajadores. Al contrario, el objetivo final de su
colectivismo era abolir el “dualismo autoritario entre espíritu y materia”, y
poner fin a la existencia de una intelligencija como estrato autónomo.15
Proletkul’t
Aleksandr Bogdanov fue sin duda uno de los teóricos más críticos de la
cultura proletaria. Siendo un estudiante de medicina, Bogdanov (seudónimo
de Malinovskij) se inicia como miembro del partido de la social democracia,
conduciendo un círculo propagandístico entre los trabajadores.16
En 1897 Bogdanov publica un tratado de economía política que fue bien
recibido por Lenin y muchos otros social demócratas.17 En 1904 emigra a
Suiza donde se une a Lenin, siendo la segunda figura más prominente de la
pequeña facción Bol’ševik. Después de la revolución de 1905, Bogdanov se
distancia de Lenin, votando en contra de la participación de la social
democracia en la Tercera Duma (el parlamento ruso).
En 1908 junto con Lunačarskij, Pokrovskij, y Gor’kij, A. Bogdanov forma una
facción independiente llamada Vperëd. Junto con Gor’kij, Bogdanov organiza
una escuela especial para trabajadores rusos en Italia. En Capri (1909), y en
Bologna (1910). Así surge el concepto de “cultura proletaria” como parte del
programa de Vperëd.18
15 Cfr. BIGGART, J.: «Alexander Bogdanov and the Theory of a “New Class”» The
Russian Review, Vol. 49, 1990, pp. 256-82; WALICKI, A. op. cit.; MAROT, J. op. cit.
16 Cfr. ANDREEV, A./Maslin, M: «A. A. Bogdanov kak filosof i social’nyj myslitel’»
Policy: The Proletarian Culture Debate» Slavic Review, 39. № 3 (1980), pp. 403-425.
(Mc Clelland cita del programa Vperëd en: Sovremennoe položenie i zadači partii:
Platforma vyrabotannaja gruppoj bol’ševikov. Paris, 1910).
19 BOGDANOV, A.: O proletraskoj kul’ture, 1904-1924 (M ― L, 1924), p. 208.
20 LENIN, V.:«Predislovie ko vtoromu izdaniju» en: Materializm i empiriokriticizm.
organizacii 15-20 sentjabrja 1918 g. Moskva, 1918, p. 31. Citado en: MC CLELLAND, J.
op. cit., p. 410.
23 Ibíd., p. 42
24 Ibíd., p. 34.
25 Cfr. BOGDANOV, A.: «Naša kritika: O chudožestvennom nasledstve» op. cit, p. 21.
27LUNAČARSKIJ, A.: Religija i socializm, 2 t. S-Peterburg, 1908/1911, 1-e t., pp. 48-49.
Citado en: MC CLELLAND, J. op. cit., p. 413.
Narkompros
35Cfr. FITZPATRICK, S.:«The “Soft” Line on Culture and Its Enemies: Soviet Cultural
Policy, 1922-1927» Slavic Review, Vol. 33, № 2. (June., 1974), pp. 267-287.
37 Cfr. FITZPATRICK, S.:«The “Soft” Line on Culture and Its Enemies» op. cit., p. 267.
38 Departamento de agitación y propaganda del comité central del partido.
39 FITZPATRICK, S.:«The “Soft” Line on Culture and Its Enemies» op. cit., p 268-70.
40 Cfr. Carta del Comité Central RKP(b), «O Proletkyl’tach» Pravda, Dek. 1. 1920, p.
1. Citado en: FITZPATRICK, S.:«The “Soft” Line on Culture and Its Enemies» op. cit.,
p. 279.
La Revolución Cultural
partido, sino por otras organizaciones del comité central del partido como el
Agitprop, el Konsomol, la Academia Comunista, y la organización de escritores
proletarios RAPP. Su agresión en contra de la intelectualidad burguesa y la
burocracia gubernamental no era nada nuevo. La diferencia es que en 1928-
32 (que fueron los años de la colectivización y del primer plan quinquenal),
estas erupciones constantes en contra de la intelligencija se dejaron actuar
libremente por el partido. 42
La revolución cultural fue vista por sus protagonistas como la confiscación
del poder en el frente cultural. Esta campaña como otras campañas políticas
era descrita en términos militares, a esto se debe el término de “frente”
cultural, que se extendía desde la educación hasta la investigación científica y
las artes. El objetivo de la revolución cultural en la ciencia y en el arte, era la
proletarización a través de la subordinación de las instituciones a las
organizaciones proletarias comunistas, sobre todo a la Academia Comunista
y a la RAPP. ¿Pero que significaba la proletarización? Si la dictadura del
proletariado era de hecho la dictadura del partido, entonces la proletarización
de la cultura significaba la politización y la extensión del control del partido.
En términos de organización, el partido extendió el control usurpando
formalmente las fusiones de estado, cuya ejecución siempre había estado en
manos de los miembros del partido (Kalinin). Esto fue el producto de la
campaña en contra del ala derecha del partido y su administración estatal.
Fue una extensión del control del partido eludiendo la maquinaria estatal, y
discriminando a la intelligencija en favor del proletariado. Stalin utilizó el
arma proletaria sólo el tiempo que ésta le fue útil en su campaña contra el ala
derecha del partido. El periodo de su utilidad, que se podría llamar como el
periodo proletario del stalinismo, comenzó con el juicio a los 55 ingenieros de
la mina de Donbass, acusados bajo los cargos de sabotaje y conspiración en la
primavera de 1928.
El abrupto final de la utilidad del arma proletaria ocurre en abril de 1932, con
el decreto del comité central del partido que disolvía a la RAPP y otras
organizaciones proletarias en el arte. Hasta el momento la “burguesía
especialista” había estado bajo el control del partido, pero también bajo la
protección del partido, ya que sus conocimientos eran necesarios a todos los
niveles de la industria y la administración. Con el juicio de los mineros,
ahora era oficial que la intelligencija estaba bajo sospecha como potencial
saboteador y agente del capitalismo internacional. La vieja intelligencija debía
ahora ser reemplazada por jóvenes proletarios comunistas, entrenados en las
escuelas soviéticas, y la guerra de clases declarada en el frente cultural.
Las revelaciones del sabotaje de los especialistas burgueses, renovó la
cuestión de la proletarización de las instituciones educativas. La posición del
ala derecha del politburó, consideraba que era irrelevante la cuestión de la
lucha de clases, en el problema general de la expansión de la educación
técnica para afrontar las necesidades industriales. El departamento de
agitación y propaganda Agitprop, del comité central del partido, abrió la
discusión sobre el trabajo cultural. Krinitskij que encabezaba Agitprop,
redactó el documento principal:
«Sería un grave error imaginar que la revolución cultural se podría lograr
fuera de la lucha de clases: la construcción cultural en el periodo de transición
se desarrolla en la conducción de la lucha de clases por el proletariado, en
contra de los elementos burgueses que confían en las tradiciones y costumbres
que sobreviven de la sociedad prerrevolucionaria. [...] Insurgencia burguesa
en la cultura, manifiestos ataques al marxismo por profesores universitarios y
formación de asociaciones “declaradamente burguesas” en las artes, hace
inevitable la guerra de clases. Los comunistas que trabajan en el frente cultural
deben seguir la más estricta línea de clase. Pero he notado que algunos
comunistas han perdido vigilancia y sensibilidad revolucionaria hacia la clase
enemiga, y se han desviado de la línea del partido. Estas distorsiones
individuales de la línea del partido surgen de concepciones antirrevolucionarias
y oportunistas, de la revolución cultural como “pacífica”― un proceso de
Proletkul’t II
51 Cfr. NELSON, A.: «The Struggle for Proletarian Music: RAPM and the Cultural
Revolution» Slavic Review 59, № 1 (Spring 2000), pp. 101-132.
52 «Assocjacija proletraskich muzykantov» Pravda, 26 Avgusta 1923, p.5. Citado en:
NELSON, A.: «The Struggle for Proletarian Music» op. cit., p.105, n. 14.
1926, № 6, pp. 75-78. Citado en: NELSON, A.: «The Struggle for Proletarian Music»
op. cit., p. 108.
Cfr. KOREV, S.: Naš muzykal’nyj front. Materjaly Vserossijskoj muzykal’noj konferencii.
58
p. 37; SUTYRIN: «Prenija po dokladu tov. Obolenskogo» Ibíd, p. 21. Ambos citados
en: NELSON, A.: «The Struggle for Proletarian Music» op. cit., p. 114, n. 47.
61 Cfr. OBOLENSKIJ, L.: «K otkrytiju Vserosiiskoj muzykal’noj konferencij» en: KOREV,
S. op. cit., p. 5.
62 Cfr. KREŽENSCEV, P: «Doklad» Puti razvitija muzyki. op. cit. p. 6; OBOLENSKIJ, L.:
«Doklad» Ibíd., p. 10; KREŽENSCEV, P.: «Zaključitel’noe slovo» Ibíd., p. 52. Citados en:
NELSON, A.: «The Struggle for Proletarian Music» op. cit., p. 114, n. 50.
63 Cfr. NELSON, A.:«The Struggle for Proletarian Music» op. cit., pp. 107-116.
64 Cfr. KREŽENSCEV, P.: «Zaključitel’noe slovo» Puti razvitija muzyki. op. cit., pp. 53-
54. Citado en: NELSON, A.:«The Struggle for Proletarian Music» op. cit., p. 115, n. 54.
65 Cfr. LUNACHARSKAJA, Irina/Schultz, K.: «Why Did Commissar of Enlightenment
A. V. Lunacharskii Resign? » Russian Review, Vol. 51, № 3. (Jul., 1992), pp. 319-342;
FITZPATRICK, S.:«Lunacharsky» Soviet Studies, Vol. 20, № 4. (Apr., 1969), pp. 572-535.
En el frente musical
Ithaca, 1992, p. 189. (Sobre Lady Macbeth v. infra, capítulo IX, Cuestiones Preocupantes;
sobre la Ždanovščina v. infra, cap. XI)
69 ASAF’EV, B.: Muzykal’naja forma kak process. op. cit. p. 89 [Cursivas mías ― A. G.]
70 Ibíd., p. 182.
71 [ORLOVA, 1964] p. 223.
Proletraskij muzykant, 1929, № 7-8. Citado en: [ORLOVA, 1964] pp. 429-30.
75 KELDYŠ, J.: «Za leninskij etap v muzykal’noj teorii» Proletarskij muzykant, № 1.
cultural del naciente estado soviético. Esto lo llevó a una intensa actividad en
la realización de proyectos culturales en Rusia y en colaboración con Europa.
Gracias a esto, B. Asaf’ev mantuvo una fructífera correspondencia y un
intercambio de ideas con una serie de eminentes musicólogos y compositores
de occidente. Entre ellos figuraban: Bernhard Paumgartner; Guido Adler;
Alfredo Casella; y, Alban Berg.
Esto hace evidente el porqué se le acusó a B. Asaf’ev de agente de la música
“burguesa” de occidente. Pero los cargos ya eran lo de menos. Sólo el
dogmatismo marxista y la paranoia “berkeleyana” leninista de los rapmovskij,
llegó incluso al absurdo de interpretar en un simple y “desafortunado”
término de practicismo al machavismo?! Esto no era una lucha de ideas, ni la
búsqueda de la verdad en las ciencias sobre el arte y la música. Esto fue el
surgimiento de un tribunal cultural constituido por la ineptitud “proletaria”,
y utilizado como instrumento de lucha por el poder en la revolución cultural.
S. Bogojavlenskij menciona en sus memorias una carta de B. Asaf’ev dirigida
a Lunačarskij en la primavera de 1929. Sabemos por otra breve carta del 10
de diciembre de 1928, que B. Asaf’ev ya se había dirigido anteriormente a
Lunačarskij, pidiéndole entrevistarse. Citamos ambas cartas.
111. A. V. Lunačarskij ― B. V. Asaf’evu 87
10 de Diciembre de 1928.
Querido camarada,
He leído con gusto su carta del 8 del xii y estaré encantado de verle, pero debo de
advertirle que hoy viajo a Siberia, regreso hasta enero, hasta entonces nos veremos. ∗
Un fuerte saludo de mano.
Narkom de Educación A. Lunačarskij
87 Original en: CGALI, f. 2658, op. 1, ed. 629. Sobre un impreso del Comisariato
Popular de Educación. Sello y firma autografiada. Publicada en: [KRJUKOV, 1981] p.
142.
∗
El 19 de febrero de 1929, Asaf’ev le informa a Lunačarskij sobre su comisión al
extranjero. Otčët o zarubežnoj komandirovke 1929. Ibíd., pp. 63-65. [N. de A.
Krjukov] El reporte de B. Asaf’ev de su comisión al extranjero correspondía a la gira
de la Opernaja Studja del Conservatorio de Leningrad al Festival de Música de
Salzburg en 1928, v. supra, cap. I, Opernaja Studja.
88 Copia del original en: CGALI, f. 2658, op. 1, ed. 445, l. 6-8 ob. Copia. Fecha
determinada por el contenido. Publicada en: [KRJUKOV, 1981] pp. 144-45.
∗
Se refiere al artículo «Očag formalizma v muzykal’noj nauke» Proletarskij muzykant,
1929 № 2 [N. de A. Krjukov]
∗∗
En el artículo se señala «…la ineptitud ideológica de los directores de la sección de
música de apartarse de las concepciones idealistas» y se subraya que «la situación
de los ideólogos de la sección de música es necesario reconocerla completamente
inaceptable: formalista y antimarxista» (Proletarskij muzykant, 1929, № 2, pp. 28, 31).
[N. de A. Krjukov] (v. supra, n. 73).
la técnica y de la formación en mi arte, porque yo en esto soy fuerte, ¿pero acaso con
esto mismo yo niego las bases mater[iales] y sociales de la génesis, de la evolución y de
todo el contenido de la música? Yo nunca he sido un idealista abstracto en la música y
no puedo serlo, ya que he crecido en la práctica musical y ahora me cocino en la
realidad musical viva. Acaso yo, que he sido un ferviente propagandista de la música
más emocional del realista Čajkovskij, actuado en contra de las tendencias
“miroiskusstničeskij” ∗∗∗ que rebajan su significado, ¿puedo ser un formalista? Sí, por
supuesto, cuando yo analizo la forma y el material, yo soy un formalista involuntario.
Pero es pues ridículo que: al tiempo que en el conservatorio me injurian por la
actividad destructora precisamente en el campo de los problemas formales, la eminente
asociación ideológica me inculpa de formalismo reaccionario. En Europa soy un
extraño, un “bol’ševik”, ∗∗∗∗ aquí soy un elemento nocivo. ¿Qué pues puedo hacer? En
este momento está por salir a la luz una obra grande sobre Stravinskij ― la he
detenido, ya que temo a los reproches en mi occidentalismo y en mi interés hacia la
música “emigrante”. Para el otoño debo de entregar al Muzsector un trabajo sobre la
forma, que es el resultado de muchos años de trabajo, pero le pediré a Jurovskij dé una
sustitución de este trabajo por algún otro práctico musical, porque de todas maneras
mi libro provocará solamente irritación. ¿Qué hacer? Yo no quiero trabajar en
Occidente, y para el trabajo aquí soy un elemento indeseable. ¿Es posible que mis
conocimientos, mi actividad emprendedora ya no se necesiten en mi propio país?
Anatolij Vasil’evič, todo esto que le escribo a UD, es el resultado de la inquietud
vivida y sufrida en relación con las manifestaciones de todo tipo en mi contra y con las
promesas de nuevas campañas. Temo por mi familia, si es que no soporto la lucha. El
objetivo de mi carta es solamente uno: saber si puedo aún contar con su confianza,
como personalidad que dirige al Narcompros, o si algo ha sucedido y mis servicios ya
∗∗∗
Se refiere a Mir iskusstva [El mundo del arte]. Asociación artística formada en
Sankt-Peterburg en 1898 y constituida por Aleksandr Benois; Sergej Djagilev; Bakst;
Mikolajus Čiurlionis; Vladimir Ščerbačev; Igor’ Stravinskij, etc. De 1908 a 1914 Mir
iskusstvo organizó las ahora célebres temporadas de ópera y los ballet rusos de
Djagilev en París. Cfr. BOETZKES, M.: «Benois, Alexandre» Grove; BENOIS, A.:
Vozniknoveniye ‘Mira iskusstva’: Aleksandr Benois. Leningrad, 1928.
∗∗∗∗
«…Algunos de nuestros enemigos políticos por ignorancia o por temor anotaron
en una rúbrica “Los bol’ševik de Leningrad” (Die Bolschewiken aus Leningrad)
Musorgsky, Dargomyschky, Rimsky-Korsakow und Asafiew”. Literalmente así se
había impreso en uno de los periódicos vieneses.» ― escribió, recordando la gira
europea de la Opernaja Studja LGK en 1928, E. Kaplan (en: Vospominanija o B. V.
Asaf’ev, p. 199). [N. de A. Krjukov]. (v. supra, cap. I, Opernaja Studja, p. 98, n. 152)
∗∗∗∗
Más adelante sigue la palabra «yo espero» y en esto la copia se interrumpe.
Como se sabe, los aspectos erróneos de la actividad de la RAMP en varias ocasiones
se sometieron a crítica. En 1932, en base a la resolución del CK VKP (b) [Comité
Central del Partido Comunista de Toda Rusia] «Sobre la reconstrucción de las
organizaciones artístico-literarias» esta asociación fue deshecha. De parte de los
órganos partidistas y gubernamentales Asaf’ev constantemente encontró apoyo. [N.
de A. Krjukov]
89 v. supra, n. 65.
Con el encargo del ballet París en llamas, Asaf’ev encuentra una salida a la
crisis de su estado emocional en esos años. En sus memorias, escritas durante
el bloqueo de Leningrad en la segunda guerra mundial, Asaf’ev termina la
obra con estas palabras:
«Aproximadamente hasta 1931-1932 de manera estoica mantuve mi
multifacética actividad, simultáneamente escribiendo libro tras libro en la
persona de Igor’ Glebov. Pero desde el momento de comenzar el trabajo sobre
el ballet “Plamja Pariža”, sentí una aguda e inolvidable añoranza por la
creación musical, que poco a poco comencé a apartarme del trabajo
organizativo, pedagógico y de asesoría (el administrativo siempre me fue
ajeno), principalmente a favor de la composición paralelamente con la
investigación “para sí”. Considero que tenia a esto el derecho <…> »93
―――――――――――――――――――――――――
Los ballet(s)
1ASAF’EV, B.: «Muzyka “tret’ego soslovija”» Sovetskoe iskusstvo, ot 21. X. 1932. (ahora
en: [ASAF’EV, 1957a] p. 138)
y los modelos de los héroes resultan ser sólo un boceto general, y de aquí
surge una especie de pancarta o rótulo de la dramaturgia musical del ballet. 3
El primer acto es una especie de exposición dramática de los estados de
ánimo revolucionaros en las provincias, y el levantamiento de las aduanas en
Marsella. La primera escena sucede en los suburbios de París en el año de
1792. En la guerra con Austria las tropas francesas dirigidas por generales
traidores sufren varias derrotas. Al llamado de los revolucionarios se celebra
el 14 de febrero el tercer aniversario de la toma de la Bastille, siendo el
primer día de la revolución de 1789. El destacamento revolucionario de
marselleses dirigido por Philippe se dirige a París. El destacamento se
detiene a descansar en la casa del campesino Gaspar, cerca del castillo del
marqués de Beauregard, allegado del Rey. Ahí se conocen Philippe y Gérôme
con los hijos de Gaspar: Jeanne, Pierre y Jack. Al regresar el marqués de
Beauregard de cacería, ve a Pierre con la bandera de los marselleses en la
mano y lo manda arrestar. Gaspar retoma la bandera y los sirvientes de
Beauregard lo golpean y se lo llevan al castillo. La segunda escena del primer
acto inicia en las puertas del castillo del marqués de Beauregard. Los
marselleses expresando abiertamente su indignación llaman al pueblo al
levantamiento. El pueblo armado resuelve tomar el castillo y liberan a
Gaspar. El marqués huye y el pueblo festeja danzando la farandola,
enmarcada en la suite de varias danzas que ejecutan varios de los personajes
de la acción: danza colectiva de Jeanne, Pierre y dos marselleses pas-de-quatre;
danza de Jeanne; danza de dos niños. Jeanne y su hermano Pierre se unen al
destacamento de marselleses y parten a París. Por el camino cantan con un
espíritu resuelto y heroico la Marseillaise.
El segundo acto inicia en la sala del palacio de Versailles. El Rey ofrece un
banquete en honor del regimiento de la guardia flamenca, con el propósito
de preparar un golpe contrarrevolucionario. La música se distingue de los
anteriores actos. En calidad de símbolo, Asaf’ev utiliza en este acto la música
3 Cfr. RIBNIKOVA, M.: Balety Asaf’eva. Moskva, Gos. Muz. Izd. 1956, pp. 24-25.
11VOLKOV, N.: «O Libretto» en: Bachčisarajskij fontan. M., Muzyka, 1936 (ahora en:
POPOV, L., ed. “Bachčisasajskij Fontan” B. V. Asaf’eva. op. cit., p. 5.)
se defienden sin éxito. Vaclav lucha con los tártaros defendiendo a María,
pero cae bajo el ataque de Girej, el Xan tártaro. Éste, al ver a María queda
prendido de su belleza y se inclina ante ella. De nuevo se escucha la señal de
los tártaros y el castillo queda en llamas y en silencio.
El segundo acto inicia en el harem del Xan Girej en el palacio de Bachčisaraj.
A lo lejos se oye el regreso del Xan con una marcha que dibuja el salvaje y
bárbaro oriente. Lo espera sin paciencia su bella georgiana Zarema. La
aparición de María en el harem pone en alerta a Zarema, quien no cree que
Girej pueda preferir a otra. La imagen de María con su belleza espiritual aquí
es relacionada con la lírica de una música pensativa y triste, que se
contrapone a la imagen de Zarema, la belleza oriental nacida para el placer.
Zarema baila para el Xan, quien siempre sabe atraer su atención, pero Girej
permanece indiferente ante la apasionante danza de la georgiana, quien teme
ya no ser su preferida y se dirige a él. La música del final de esta escena
expresa el sufrimiento y la pasión de Zarema.
Como introducción al tercer acto, B. Asaf’ev inserta al final
del acto anterior, un número vocal con los versos de
Recompensa el cielo al hombre, del poema de S. Puškin. Este
entreacto, titulado pieza tártara, es una especie de repliegue
lírico vocal en suaves tono orientales sobre un fondo rítmico
ostinato. En la pieza, la bella Zarema canta al amor como dicha suprema para
el hombre. Con esta misma pieza se abre el tercer acto, en el que María, triste
y sola, pensativamente se encuentra en un rincón del harem del palacio de
Bachčisaraj. Recordando su hogar, María toca en el arpa una
pieza polaca. Después aparece Girej, quien en una gran
escena de pantomima declara su amor a María, no como
poderoso Xan, sino como caballero conquistado por su
belleza. Al retirarse Girej, María se queda sola con sus
recuerdos sobre Polonia y Vaclav, expresado en su danza-elegía, cuando ésta
fue un vals y una mazurca. Finalmente, se queda dormida.
En el silencio de la noche Zarema se acerca a María. La aparición de Zarema
P. I. Čajkovskij
13 ASAF’EV, B.: «Lirika “Pikovoj damy”» Sovetskoe iskusstvo, 11. I. 1935 (ahora en:
ASAF’EV, 1976a] pp. 214-218)
14 Ídem. «O lirike “Pikovoj damy» en: Pikovaja dama. Sb. Statej i materialov k
postanovke opery “Pikovaja dama” v Gos. Akad. Malom opernom teatre. L., Gos.
Ak. Malyj opernyj teatr, 1935, pp. 20-24.
17 Ibíd., p. 507.
18 Ibíd. p. 510.
19 Cfr. TARUSKIN, R.: «Queen of Spades, The [Pikovaya dama (Pique Dame)]» Grove.
21 ASAF’EV, B.: «O lirike “Pikovoj damy» op. cit., p. 20. Citado en: ORLOVA, p. 259.
22 Ibíd., p. 260.
23 Ibídem. * Decabritas: movimiento libertario aristocrático del levantamiento de 14
de diciembre de 1825. Cfr. OŽEGOV, S.:«Dekabrist» Slovar’ Russkogo Jazyka. op. cit.
letiju so dnja pervoj postanovki na scene v Mariinskogo teatra. 1890-1935. Sb. Len. Gos.
Akad. teatra opery i baleta, L., 1935, pp. 10-22. (ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 52-56)
26 Ibíd., p. 54.
27 Ibíd., p. 55.
Cuestiones Preocupantes
31 ASAF’EV, B.: Pamjati Petra Il’iča Čajkovskogo. 1840-1940. M. ― L., Muzgiz, 1940, 32
pp. (ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 31-47)
32 Ibíd., pp. 43-44.
33 ASAF’EV, B.: «Volnujuščie voprosy» Sovetskaja muzyka, № 5, 1936, pp. 24-27 (ahora
34 Ídem «O tvorčestve Šostakoviča i ego opere “Ledi Makbet”» en: Ledi Makbet
Mcenskogo uezda. Sb. L. Gos. Akad. Malogo opernogo teatra. L., 1934, pp. 27-31
(ahora en: [ASAF’EV, 1976a] pp. 310-319)
35 SOLLERTINSKIJ, I.:«Ledi Makbet Mcenskogo uezda: opera Šostakoviča» en: Ledi
1956.
Sonetka. Luchando entre las olas, ninguna de las dos aparece nuevamente.39
D. Šostakovič y A. Preis hicieron pequeños pero significativos cambios a la
historia de N. Leskov, humanizando al personaje central de Katerina, y
tratando de encontrar una justificación a sus crímenes, haciendo de ella un
personaje positivo. Šostakovič califica a su obra como una tragedia-sátira, en
la que se gana la simpatía del espectador para la heroína, ridiculizando a
todo su entorno con música grotesca. Con excepción de los convictos en el
acto final, Katerina es el único personaje tratado musicalmente con un
genuino sentimiento lírico. El canto que fluye libremente es aplicado
exclusivamente al papel de Katerina. D. Šostakovič crea para ella un perfil
musical lírico pasional, que constantemente socava su record criminal. La
orquesta está siempre del lado de Katerina, que funciona como el narrador y
la conciencia del relato.40
En su artículo Sobre la creación de Šostakovič y su ópera Lady Macbeth, Asaf’ev
señala sobre este narrador orquestal, libre de la estreches de la palabra. La
palabra sinfonizada. La insuficiencia de la palabra para expresar la música, y
de la música para expresar las palabras. Asaf’ev escribe sobre esta ópera:
«No perdiendo de vista en ningún instante la palabra, Šostakovič no se distrae
con tendencias naturalistas, superficiales y descriptivas: él no imita el sentido
de las palabras con la música, él no ilustra, sino sinfoniza la palabra como si
desplegara en la música la emoción no dicha por las palabras.»41
Uno de los aspectos de más peso en la crítica de la ópera, fue la ausencia de
un héroe positivo. La autoridad es satirizada sin misericordia; el clero es
estigmatizado; y los convictos, en el mejor de los casos son presentados como
pasivos, y degenerados en el peor. Sólo Katerina tiene energía, y la utiliza
para fornicar y matar. Enfrentándose con esta barbarie moral, B. Asaf’ev
42 Ibíd., p. 313.
43 Ibíd., pp. 314-315.
L’vovna un callado diálogo con sigo misma, la música logra sus mejores
cualidades emotivas y verídicas del sufrimiento humano. Para Asaf’ev los
mejores pasajes de la ópera son los monólogos de Katerina L’vovna, sobre
todo la última escena en el bosque. Katerina L’vovna es la heroína que
representa a todas las mujeres inocentes que sufren, y que su única salida es
solamente en la “libertad erótica”.
«La imagen de Katerina L’vovna fue dibujada por el compositor con un
indudable interés en su lírica y su espiritualidad. Esta imagen introduce en la
música de Šostakovič una nueva cualidad, que hasta el momento casi había
estado en la sombra: la cantinela, el desarrollo melódico, el calor, y al mismo
tiempo la feminidad, las caricias.»44
Todos los cambios que introdujo D. Šostakovič en la caracterización de su
heroína, estaban destinados a atrapar la inocencia y a la purificación a través
del sufrimiento. Para Asaf’ev una de las cualidades del estilo musical
dramático, es la selección al máximo de los medios expresivos artísticos y el
no perder de vista la dirección entonativa de cada palabra. Por eso
Šostakovič no va tras los detalles naturalistas, ni los desarrollos exacerbados
que exageran los momentos líricos.
«No es a través de la exageración del efecto, sino a través de la concentración y
la tensión más breve que busca Šostakovič en el reforzamiento de la acción. En
este sentido se puede hablar sobre el realismo incondicional de su discurso
musical: contenido (en cantidad y cualidad) de la música que en él se
determina, no en una orientación interno psicológica sobre la contemplación
(análisis) de cada estado, sino en una dirección activa (de voluntad de
funciones) de estos estados. No es una paradoja pronunciar esta afirmación: el
sentido de la medida en la música de Šostakovič se determina, no en la
cantidad del tiempo utilizado en la comprensión de las vivencias por medio
del la reflexión (“en la sensación”), sino en la cantidad del tiempo necesario en
el gesto, en el movimiento reflexivo, en una palabra ― en la “entonación del
cuerpo”. De ahí el predominio en la música de una especie de gesticulación,
44 Ibíd., p. 316.
de conductas.»45
Asaf’ev concluye su artículo prediciendo que la tragedia social, en la terrible
violencia de la realidad prerrevolucionaria, volverá a llamar la atención de
los compositores soviéticos. Sus predicciones no se hicieron esperar. Tan sólo
dos años después, esta obra de Šostakovič llamó primero la atención del
Comité Central del Partido, y después, la de los compositores.
Desde su estreno la ópera tuvo un gran éxito. Su natural aproximación al
sexo, su lenguaje y su extrema violencia le dio un poder llamativo. En los dos
años siguientes la ópera tuvo más de 200 representaciones en Leningrad y
Moscú. En ese mismo periodo se representó en muchas otras ciudades de
Europa occidental y de América. Para 1936 había ya dos representaciones
simultáneamente de Lady Macbeth en Moscú. La producción del Malyj Opernij
Teatr de Leningrad en el Bol’šoj Teatr de Moscú, y la del Teatro Musical
Nemirovič-Dančenko.46 Sin embargo este sería su último año de representación
en la Unión Soviética hasta después de su rehabilitación en 1958.
El 18 de enero de 1936 en el diario oficial Pravda, la agencia de prensa
soviética TASS emitió un comunicado de prensa, en el que se comentaba
sobre la conversación sostenida durante el espectáculo de ópera en el Bol’šoj
Teatr de Moscú, entre los camaradas Stalin y Molotov, y los artistas de la
ópera: el compositor I. Dzeržinskij, autor la ópera Tichij Don; el director
musical del espectáculo S. A. Samosud; y su director de escena M. A.
Tereškovič. El comunicado decía:
Conversación de los camaradas
STALIN y MOLOTOV
con los autores de espectáculo de ópera “Tichij Don” 47
El 17 de enero en Moscú se llevo a cabo el último espectáculo de la gira del Teatro
Académico Estatal de Leningrad. En ese día se ofrecía la ópera “Tichij Don” de I.
45 Ibíd., p. 317.
46 Cfr. Fay, L.:«Lady Macbeth of the Mtsensk District» Grove.
47 «Beseda tovariščej STALINA I MOLOTOVA s avtorami opernogo spekteklja “Tichij
51Ibíd., p. 5.
52Editorial: «Baletnaja fal'š» Pravda, ot 6 ii, 1936. (ahora en: Sovetskaja Muzyka № 2,
1936, pp. 6–8)
54Ibíd., p. 26.
55 Ibídem. * Se refiere a la primera ópera de Šostakovič, La nariz, sobre la obra
homónima de Nikolaj V. Gogol. [A. G.]
56GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Wozzeck» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 15 junja, 1927. (ahora
en: [ASAF’EV, 1976a] pp. 277-279)
para 1936 sólo había escrito tres. Uno de estos tres artículos era precisamente
Cuestiones preocupantes. Obviamente aquí surge la pregunta. ¿Por qué Asaf’ev
escribe este artículo? Pudo no haberlo escrito, y de hecho, su crítica se hacía
con un retraso de tres meses. En la respuesta a esta pregunta se encuentra
una de las premisas de la fuerza social del stalinismo. El miedo y los
prejuicios.
El comunicado de prensa de TASS con la conversación de los camaradas
Stalin y Molotov, y la publicación de los dos artículos editoriales en Pravda,
provocaron una avalancha de declaraciones y de artículos que corroboraban
lo acertado de las críticas, y repudiaban la obra de D. Šostakovič. Nadie debía
quedarse callado. Esta era la manera de permanecer a salvo tras la línea
política “correcta” del frente musical.
Tras las publicaciones del 26 y 28 de enero de 1936, se realiza una asamblea
general extraordinaria de compositores y musicólogos de la Unión de
Compositores Soviéticos SSK, publicando una resolución en el № 2 de la
revista Sovetskaja Muzyka.57 Al mes siguiente, en el № 3 se publica la
resolución del pleno ampliado de la Unión de Compositores Soviéticos de
Leningrad.58 En ambas resoluciones se reafirmaba la lucha de todos los
miembros de la Unión, en contra de las excentricidades formalistas pequeño
burguesas, y de las degeneraciones burdo-naturalistas reveladas en las obras
de D. Šostakovič.
En el № 3 de Sovetskaja Muzyka se publicaron también dos artículos más,
dedicados a la crítica de la ópera y el ballet de Šostakovič. El primero
pertenecía al presidente de la SSK, N. Čeljapov, titulado: Conclusiones de la
discusión en el frente musical.59 El segundo de G. Chubov, La lucha por el sincero
hacia este nuevo lenguaje. Con este mismo punto de vista se valoraba
positivamente a la ópera de Šostakovič, en el cual el autor de hecho aparece
como uno de los epígonos de Stravinskij.»63
El siguiente artículo de la avalancha de críticas en contra de Šostakovič, fue
publicado en el № 4 de Sovetskaja Muzyka, titulado: La discusión creativa en
Leningrad,64 de V. Ëchelson. El artículo era un resumen de las discusiones de
la SSK de Leningrado, y que en esencia repite todo lo ya antes dicho en
Moscú, en una especie de interminable tema con variaciones.
Finalmente, en mayo de 1936 se publicaron en el № 5 de Sovetskaja Muzyka
los tres últimos artículos de la avalancha de repudio a la ópera Lady Macbeth.
El primero de éstos del camarada L. Kulakovskij, titulado: Anotaciones sobre
las fuentes del formalismo.65 El segundo del camarada Rjazanov, titulado: Las
tareas del compositor soviético.66 El tercero, Cuestiones preocupantes de B. Asaf’ev.
En las Anotaciones sobre las fuentes del formalismo, nuevamente el camarada L.
Kulakovskij arremete contra Asaf’ev, diciendo:
«El triste papel de nuestra crítica en los elogios a la obra de Šostakovič y con
esto la desorientación del compositor, nos obliga ante todo recordar a la
“plataforma creadora” de los ideólogos de la “Asociación de Música
Contemporánea”, en la atmósfera en la cual creció tanto el mismo Šostakovič
como su apologista ― Sollertinskij. [...] Y es completamente natural que la
evolución de los puntos de vista de la ASM, sea inseparable del análisis en la
visión de su más grande ideólogo, Igor’ Glebov, cuya actividad teórica en el
curso de varios años, llevó claramente hacia la propaganda de la teoría
formalista. El primer paso de la ASM, su “llamada a misa”, era como es sabido
una apología abierta de la música de Krenek, Hindemith, Alben Berg, Casella
y otros.»67
63 Ibíd. Vystuplenie tov. Kel’dyša. p. 57. (v. supra, cap. VIII, nn. 75-77)
64 ËCHELSON, V.:«Tvorčeskaja diskussija v Leningrad» Sovetskaja Muzyka. № 4, 1936,
pp. 5-15.
65 KULAKOVSKIJ, L.:«Zametki ob istokach formalizma» Sovetskaja Muzyka № 5, 1936,
pp. 3-15.
66 RJAZANOV, P.:«Zadači sovetskogo kompozitora» Sovetskaja Muzyka № 5, pp. 16-23.
67 KULAKOVSKIJ, L.:«Zametki ob istokach formalizma» op. cit. pp. 3-4.
El Sitio de Leningrad
72 Cfr. KRYPTON, C.: «The Siege of Leningrad» Russian Review, Vol. 13, № 4. (Oct.,
1954), pp. 255-256.
73 ASAF’EV, B.: «Moja tvorčeskaja rabota v Leningrade v pervye gody Velikoj
74 Ibídem.
75 Ibíd., p. 146.
76 BOGDANOV-BEREZOVSKIJ, V.:«Kompozitiry osaždennogo Leningrada» Sovetskaja
cual mostraban a “mi Asaf’ev”. [...] Desde las primeras escenas se hizo el
silencio: vimos a la gente tras el anillo del bloqueo de Leningrad, casas
semidestruidas y destruidas [...] la gente trabajando en las fábricas, sacando
agua del rió Neva, llevando cadáveres en trineos, apagando incendios,
componiendo los tanques, rifles, ametralladoras, [...] Y de pronto el locutor
pronunció el nombre de Boris Vladimirovič. Y en la pantalla apareció Asaf’ev
aún en su departamento № 23 edificio № 6 de la Plaza del Trabajo. Vestía de
abrigo, gorro de piel y botas de fieltro. Estaba sentado y escribía algo. Después
se paró y vimos a una persona muy delgada. [...] Asaf’ev avanzó dos o tres
pasos hacia el piano, tomó el lápiz en la boca y liberando de esta manera la
mano, tocó algunos compases. Después comenzó a escribir.» 77
En enero de 1942 B. Asaf’ev y su familia tuvieron que abandonar el teatro
Puškin, que fue ocupado por la compañía de comedia musical, única
compañía de teatro que continuaba ofreciendo espectáculos durante el
bloqueo. Aleksej Maširov, director del Instituto de Teatro y Música, albergó
a B. Asaf’ev y su familia en el edificio del Instituto, ubicado en la plaza de la
catedral de San Isaak. Asaf’ev escribe:
«Pronto nos mudamos de la oscuridad a los salones de Instituto de Teatro y
Música, en la plaza de Isaakija. Nos llevaron del teatro en la noche en trineos y
literalmente nos salvo el ahora fallecido director del instituto, el inolvidable
Aleksej Ivanovič Maširov.» 78
En la primavera de 1942, Boris Asaf’ev y su familia regresaron a su
apartamento de la Plaza del Trabajo. Aunque esporádicos, los bombardeos y
tiroteos continuaban en el barrio, pero la población se había acostumbrado a
ellos como a un mal inevitable. La distribución de alimentos había mejorado,
y por el camino de la vida a través del lago Ladoga, avanzaba la columna de
camiones con alimentos desde tierra firme.
«...pudimos ya en la primavera regresar a nuestro viejo apartamento en la
plaza del Trabajo. La primavera era benigna, y en una parte del apartamento
DMITRIEV, A.: «Moj dorogoj učitel’» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 130-131.
77
78ASAF’EV, B.: «Moja tvorčeskaja rabota v Leningrade v pervye gody Velikoj
Otečestvennoj Vojny» op. cit., p. 146.
79 Ibíd., p. 148.
80 EVLACHOV, A.: «O B. V. Asaf’ev» en: [KRJUKOV, 1974] p. 230.
SOBRE MÍ Y LO MÍO
Libro 1. Mi vida
Libro 2. Encuentros
Libros 3/4. «1001 noches» en reflexiones sobre la música (La música de Šecherezada,
81Ibíd., p. 150
82Cfr. [ORLOVA, 1984b] pp. 208-211
83 ASAF’EV, B.: Mysli i dumy. Publicado en: DMITRIEVOJ-MEJ. T.: «Bibliografija i
Sección IV
1. Argumentación de la entonación musical
Ensayo de investigación de las causas de las capacidades vitales de las obras
musicales y de los procesos de formación de los elementos de la música. 2a parte del
libro «La Forma Musical como Proceso».
2. Fundamentos de una breve enciclopedia musical (diccionario crítico de los conceptos y
significados técnicos musicales importantes. Manual para el público de conciertos.
Sección VII
1. Argumentación y bases de la armonía rusa.
2. El melos popular presente en sus formaciones regulares (ensayos y observaciones de los
procesos creativos en el llamado folklore)
3. El ritmo en la pintura rusa antigua (restauración de un trabajo perdido)
4. Los principios fundamentales de la dramaturgia musical (ópera y ballet), principalmente
en la creación rusa.
5. Cuestiones sobre la polifonía contemporánea y homenaje a S. I. Taneev.
Sobre mí
Ibíd., p. 78.
90
91ASAF’EV, B.: «Bctreči i razdumija» Sovetskaja Muzyka, 1954, № 8, pp. 42-52 i № 11,
pp. 35-42 (ahora como: «O sebe» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 317-508)
92 Ídem. «Mysli i dumy» Sovetskaja Muzyka, № 8, 1959, pp. 58-70 (ahora como: «O
sebe» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 317-508)
93 Ídem. O balete. Stat’i, recenzii, vospominanija. A. Dmitriev. ed. L. «Muzyka» 1974.
94 Ídem. «O sebe» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 317-508.
95 Ídem. «Moja tvorčeskaja rabota v Leningrade v pervye gody Velikoj Otečestvennoj
Ruslan i Ljudmila
La cuarta obra escrita por Asaf’ev en el periodo del sitio de Leningrad, fue el
segundo libro de los trabajos monográficos del plan temático Pensamientos y
Reflexiones. La obra lleva el título de la ópera de Glinka Ruslan i Ljudmila. 96 El
manuscrito se terminó el 17 de marzo de 1942. La obra se publicó en 1947
junto a una biografía de M. Glinka escrita en 1940 y la obra Por los caminos de
M. I. Glinka, escrita en agosto de 1944. En 1950 se realiza la segunda edición
de Ruslan i Ljudmila, y una tercera edición por la Academia de Ciencias de la
URSS en 1952. La obra contiene una introducción, cinco capítulos y un anexo.
Al igual que en Evgenij Onegin, Asaf’ev realiza un análisis entonativo del
proceso creativo de M. Glinka, y en particular sobre su obra Ruslan i Ljudmila;
ópera “mágica” en tres actos sobre el libreto de Valerjan F. Širkov, basado la
obra homónima de A. Puškin (1820).97 La ópera se estrenó el 27 de noviembre
(9 de diciembre) de 1842, en el Bol’šoj Kamennyj Teatr de S-Peterburg.98
En su artículo, B. Asaf’ev parte de los testimonios de los contemporáneos de
M. Glinka: Senkovskij, Odoevskij, Serov, Laroš y Stasov. Y su obra se define
como una creación de gran sencillez. Esta sencillez dificulta el análisis de su
método creativo, de su lenguaje, de su discurso, y de su estilo y forma.
«...que sencillez!, ― con admiración, ya que lo más complejo en el arte del
sonido se logra con “tal sencillez”, para que el escucha no sospeche sobre las
dificultades de la creación musical y los aspectos técnicos. [...] “He aquí a
Glinka!” Su estilo no es “extravagante” ni presuntuoso, sin pretensiones de
originalidad. Pero como el estilo de Mozart, él es muy individual. Y al igual
que Mozart y Beethoven, Glinka utiliza libremente todo el “diccionario
musical-entonativo” de su época, sin esforzarse por crear en ningún caso, su
“propia palabra”.» 99
inseparable del tono de la voz humana. Para explicar este proceso más
claramente, supongamos que para expresar cada pensamiento que viene a la
cabeza, la persona, tras el hallazgo de las palabras, corriera hacia algún
instrumento “productor de palabras” y buscara en éste las combinaciones
correspondientes con éstas. La idea de la composición musical como una
búsqueda de combinación de sonidos relacionados en el piano, es una
concepción inocente, aunque algunos compositores dan motivo para pensar así.
En realidad la música se crea por la conciencia y en la conciencia.»102
Según Asaf’ev, el intelecto dirige la selección de las combinaciones sonoras y
sólo el talento y el desarrollo auditivo definen el resto. Asaf’ev lo compara
con las personas que saben dibujar pero no son pintores (artistas), así
también hay personas que escriben música, pero no son compositores.
«El verdadero compositor compone como un orador, digamos, pronuncia un
discurso tomando en cuenta no sólo los aspectos constructivo-retóricos, sino
también la calidad de sus entonaciones en su influjo sobre el público.
Solamente el compositor dentro de sí escucha aquello que entona, y repite sus
ideas-sonido.» 103
El proceso de fijación de lo compuesto se realiza en muchos casos con la
ayuda del piano. Para un fino y desarrollado oído, una hoja pautada y un
lápiz para escribir lo escuchado, son más provechosos que el mismo
instrumento.
«Lo importante aquí es que el compositor que piensa entonativamente, en su
música siempre se refleja el tono orgánico presente del discurso humano
(sonoro, es decir, de intervalos exactos y oral), del proceso de cantinela, de la
sonoridad ininterrumpida (con cesuras para la respiración), y que no depende
de si compone música vocal o sinfónica.» 104
E. Grieg (1843-1907)
105 ASAF’EV, B.: Grieg (1843-1907). Issledovanie. M., Muzgiz, 1948 (ahora en: [ASAF’EV,
1955a] pp. 240-306; 3a ed. Grieg. Leningrad, «Muzyka» 1984)
106 Ibíd., p. 5.
1946, Listopad ― posinec (2ª ed. Sovetskaja Muzyka, № 2, 1949, pp. 62-65; 3a ed.
[ASAF’EV, 1952b] pp. 2-12; 4ª ed. en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 17-21.)
1, pp. 94-103 y № 2, pp. 66-76 (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 336-356)
118 Ídem. «Muzyka Rimskogo-Korsakova v aspekte narodno-poetičeskoj slavjanskoj
mismo año y una segunda redacción del mismo Asaf’ev, editada en el tomo I
de sus Obras escogidas en 1952. La obra es una biografía de M. Glinka y está
dedicada al centenario del estreno de su ópera Ruslan i Ljudmila, el 27 de
noviembre (9 de diciembre) de 1842.
Entre septiembre y diciembre de 1942, Asaf’ev escribe el ciclo de artículos
titulado A través del pasado hacia el futuro, 124 como parte de la sección VII
Patriótica del plan temático Pensamientos y Reflexiones. El ciclo consta de diez
artículos y un prólogo: En Lugar de prólogo; Lo alemán y lo “alemán” en la
música rusa y la cultura musical; La importancia internacional de la música rusa;
Las bases populares del estilo de la ópera rusa; De las tradiciones orales y mis mejores
encuentros y conversaciones (del libro “Patriotica”); Sobre el folklore musical ruso
como creación musical popular en la cultura musical de nuestra realidad; Tres
nombres (S. Prokof’ev, A. Chačaturjan, D. Šostakovič); Eran tres (de la época del
auge social de la música rusa 50-60s del siglo pasado); En el campo “Notas” de M. I.
Glinka; “El Príncipe Igor’” ― ópera de Borodin; y Nikolaj Jakovlevič Mjaskovskij. 125
Salvo el artículo La importancia internacional de la música rusa, todos los demás
artículos fueron publicados en Sovetskaja Muzyka y reeditados en forma
separada y en distintas publicaciones.
En noviembre de 1942, B. Asaf’ev escribe tres artículos de carácter patriótico
que fueron publicados en el diario Literatura y arte de Leningrad. El primero
titulado, La idea de la defensa nacional en la música rusa 126 (v. supra, sección VII.
Patriótica), publicado el primero de enero de 1943 bajo el título La idea
124 Ídem. «Čerez prošloe k buduščemu. Cikl statej» Sovetskaja Muzyka, № 1, 1943, pp.
7-30; «Čerez prošloe k buduščemu (vtoroj)» Sovetskaja Muzyka, № 2, 1944, pp. 3-24.
125 Ídem. «”Knjaz’ Igor’” ― opera Borodina» 2 a ed bajo el título (Russkaja opera) en:
Literatura i iskusstvo, 13- III- 1943; 2 a ed. de los artículos: «Narodnye osnovy stilja
russkoj opery», «Ich bylo troe», «O russkom muzykal’nom folklore...», «Na poljach
“Zapisok” M. I. Glinki», y 3a ed. de «”Knjaz’ Igor’” ― opera Borodina» en: [ASAF’EV,
1952a] pp. 3, 14, 31, 62, 74; 3a ed. de «Ich bylo troe» y 44 de «”Knjaz’ Igor’” ― opera
Borodina» en: [ASAF’EV, 1954b] pp. 245-253; 3a ed. de «O russkom muzykal’nom
folklore...» en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 22-24.
126 Ídem. «Nacional’naja oboronnaja ideja v russkoj muzyke» Literatura y iskusstvo, 1.
I. 1943.
patriótica en la música rusa. El segundo artículo La fuerza viva 127 (v. Ibídem.),
trata sobre la importancia de la música rusa en la cultura musical mundial,
publicado el 19 de noviembre de 1942. Y el tercero titulado Canto a la Patria,128
sobre la música rusa en el arte mundial, publicado el 12 de diciembre.
En diciembre, B. Asaf’ev escribe dos artículos relacionados con el tema eslavo
dentro del plan temático Patriótica. El primero de éstos, escrito el 4 de
diciembre es titulado: De la música popular sur-eslava y su relación con la música
rusa y eslava (excursión).129 El segundo titulado: Compositor de la pléyade de los
bardos eslavo-rusos,130 es una biografía del compositor Aleksej N. Vertovskij
(1799-1862). Ambos artículos fueron publicados en Sovetskaja Muzyka en 1946.
En el primer artículo, B. Asaf’ev escribe sobre la interrelación de la cultura
musical rusa con la cultura de los pueblos eslavos del sur, desde los tiempos
remotos. En el siglo XVIII y XIX, por primera vez en un entretejido con las
entonaciones clásico-europeas, la cultura musical cortesana rusa acentuaba
sobre la estilística de las entonaciones ruso eslavas.
«En la medida en que el sentimentalismo se desarrollaba en la literatura, y
después de la oleada romántica de estilización eslavo-rusa provocada por
causas políticas, se transformaba cada vez más sobre un terreno concreto en
aquel estilo de entonación y ritmos de las piezas populares rusas, que ya en
Vertovskij se suma en un cierto complejo entonativo de significado y
comprensión general, en una especie de diccionario del cual extraen la
mayoría de los compositores. Lo eslavo (más bien, lo ruso-eslavo) en Glinka
ocupa un lugar preponderante, y en “Ruslan” se revela como una brillante
síntesis ― creo que intencionalmente resaltada ― en toda la temática épica de
Kiev.» 131
slavjanskoj muzyki (ekskursy)» Sovetskaja Muzyka, № 5-6, 1946, pp. 53-55 (ahora en:
[ASAF’EV, 1955a] pp. 307-309).
130 Ídem. «Kompozitor iz plejady slavjano-rossijskich bardov» Sovetskaja Muzyka, №
8-9, 1946, pp. 69-72 (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 59-62).
131 Ídem. «Iz oblasti jugo-slavjanskogo muzicirovanija i ...» op. cit., pp. 307-308.
Para Asaf’ev este es sólo uno más de los aspectos del fenómeno musical ruso.
Otro de los más esenciales, es la milenaria y multifacética cultura del melos
mediterráneo de la antigüedad, que se revela en su nuevo aspecto a través de
la interrelación de la música Bizantina con la música eslava, y los lenguajes
musicales del Caucazo y Armenia.
En ese mismo invierno de 1942, Asaf’ev escribe Cuatro diálogos dramáticos con
prólogo (v. supra, Trabajos monográficos, sección VI). El primero de estos
diálogos dedicado a M. Musorgskij, titulado: La Muerte de Musorgskij. La obra
consiste de cinco breves escenas-novela, que dibujan episodios de la vida de
Musorgskij. En el prólogo (primer diálogo), es la conversación de Musorgskij
con una Dama al final de los años sesenta, ante el inicio de la primera
redacción de Boris Godunov. En el primer diálogo titulado: La noche anterior a
la premier de “Boris Godunov”, se representa la conversación de Musorgskij
con el príncipe Goleniščev-Kutuzov ante la premier del espectáculo. El
segundo diálogo, es con un grupo de admiradores del compositor en una
taberna, titulado La taberna “Malojaroslavec”. El tercer diálogo, es sobre el
encuentro de Musorgskij con Borodin en el apartamento de la cantante D. M.
Leonovaja, titulado: Final del ciclo “Piezas y danzas de muerte”. La mañana del
12. II 1881 en el apartamento de D. M. Leonovaja. El último diálogo representa
las últimas horas de vida del compositor en una conversación con el pintor I.
Repin, titulado: Musorgskij. Sala separada en un hospital militar. El prólogo de la
obra fue escrito en marzo de 1947, posiblemente motivado por su
participación en la puesta en escena de Boris Godunov, en el Bol’šoj Teatr de
Moscú en 1946. La obra se publicó parcialmente. Primero algunos fragmentos
“seleccionados” en el № 3 de Sovetskaja Muzyka en 1956, bajo el título: De los
diálogos sobre Musorgskij.132 Y sólo hasta marzo de 1989 se publican parte de
los fragmentos censurados de la primera publicación y el primer diálogo bajo
el título: Musorgskij ― Cuatro diálogos dramáticos. 133
132 Ídem. «Iz Dialogov o Musorgskom» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1956, pp. 80-87.
133 Ídem.«Musorgskij―četyre dramatičeskich dialoga» Sovetskaja Muzyka, № 3,1989, pp. 2-9
134 Ídem. «Mysli i dumy. Kniga 3. 1001 noč (skazki muzyki)» Sovetskaja Muzyka, № 2,
1983, pp. 20-35.
135 Ídem. «Mysli i dumy. Kniga 4. 1001 noč (skazki muzyki)» Sovetskaja Muzyka, № 3,
ENTONACIÓN
1 ASAF’EV, B.: Muzykal’naja forma kak process. Kniga vtoraja. Intonacija. M. Muzgiz,
1947 (ahora en: [Asaf’ev, 1957a] pp. 163-277; [Knigi I i II, ASAF’EV, 1963/R 1971] pp.
211-376.
2 ASAFIEW, B.: Die musikalische Form als Prozess. Berlin, Verlag Neue Musik, 1976.
590 Teoría de la Entonación
entonativa constante del teatro. Estos son los fenómenos sociales que
pudieron separar de la palabra un complejo sonoro de dos tonos y llegar a
formar un primer intervalo musical.
«La historia de la fundación de los intervalos de nuestro modo europeo en la
conciencia social, se revela muy claramente en su esencia vocal. La
“gravitación” cualitativa, es decir, los diferentes grados de superación de los
intervalos por la voz, testifican sobre su naturaleza entonativo-muscular
parecida a la articulación oral. En el instrumentalismo la sensación de
“gravitación”, es decir, la diferencia cualitativa de los intervalos, tiene otra
naturaleza, que después se reveló de distintas “maneras” y tonalidades en la
conducción de las voces: por decir, en la música para laúd en comparación con
la de órgano, y en nuestro tiempo, por lo menos en la guitarra y en el piano en
comparación con la conducción de voces clásica orquestal.» [p. 213]
La constante e inevitable distribución de las cuatro voces evidencia los
límites entonativos del ritmo-palabra-tono-unidad. En la entonación oral el
intervalo de cuarta y de quinta (como inversión de la cuarta), son muy
estables en la cúspide entonativa de la voz en un discurso de tono
emocionalmente elevado, sobre todo en el diálogo. El coral gregoriano es un
arte típico de ritmo-palabra-tono-entonación. Es un fenómeno musical que
incluso define a la entonación.
«...pero solamente con el establecimiento y reforzamiento en la conciencia
social europea de los intervalos en su esencia musical, comienza realmente la
historia de la música en Europa, y el arte ritmo-entonación con su unidad
palabra-tono en parte permanece sólo como culto, otra parte poco a poco se
deforma en la polifonía desarrollada, y otra complejamente se transforma en
la lírica de los trovadores y troveros, en la declamación-monodia, y en la
música instrumental.» [p. 214]
En su introducción, Asaf’ev concluye diciendo que la primacía del contenido
en la música siempre ha existido para él.
«Pero estoy acostumbrado a escuchar aquel contenido en la obra musical que
puso el compositor, y no ‘escuchar una sinfonía’ bajo una opinión preseñalada
fuera de ésta, que puede ser filosófica y valiosa, pero la cual en determinada
obra y de determinado compositor no puede ser, y no será.» [p. 215]
5Troqueo (Del lat. trochaeus, y este del gr. τροχαῖος) En la poesía griega y latina, pie
compuesto de dos sílabas, la primera larga y la otra breve. Yambo (Del lat. iambus, y
este del gr. ἴαµβος) Pie de la poesía griega y latina, compuesto de dos sílabas, la
primera, breve, y la otra, larga. Cfr. Diccionario de la Lengua Española. op. cit.
Uno de los intervalos más importantes del clasicismo, ― nos dice Asaf’ev, ―
es la quinta disminuida (ó cuarta aumentada) en los límites del tetracorde. En
el sistema de la armonía mecánica del “bajo cuarta-quinta”, es decir, el
llamado bajo general ó bajo cifrado (continuo), se contradice la melodía con su
estructura de distribución de los acordes (indiferentes a la melodía), y con los
ornamentos por medio de arpegios. Sobre el sistema de la armonía de mutua
contradicción entonativamente surgida de la polifonía arcaica, y la armonía
mecánica surgida de la práctica del continuo, se construye toda la evolución
de la armonía europea desde Rameau hasta Scarlatti.
El meollo de la disputa entre Rousseau y Rameau, afirma Asaf’ev, se
encuentra en la contradicción primordial de la armonía “de factura
clavecinística”, y de la armonía “del melos”, de la respiración, de la sensación
del grado de “tensión” de uno u otro intervalo. De aquí parte el oído pasivo
o activo, de aquí la forma-esquema y la forma-proceso, de entonación, de
sonorización conciente del espacio entre el sonido inicial y final. De aquí la
aparición de las fórmulas cadenciales mecanizadas en lugar de las cadencias
melódicas. De aquí la esclavitud del pensamiento musical atrapado en un
estrecho corsé del periodo cuadrado de simetría formal, etc.
Boris Asaf’ev afirma que la negación del papel del oído humano por la
mayoría de los teóricos de la música, del oído que evoluciona como la mano,
como el ojo, como un órgano de trabajo que evoluciona junto al progreso de
la organización de la actividad social, conlleva a los sistemas de abstracción
“sorda”, y de éstos, a la practica pedagógica. Los esquemas, los movimientos
mecánicos de las manos, la memoria visual, la perspectiva plástica creada
por el ojo en la lucha con los planos bidimensionales, mecánicamente son
llevados a la música.
Hay que aprender a escuchar, y a escuchar tímbrico y entonativamente. La
música es una riqueza natural, y la palabra es frecuentemente una moneda
común. La palabra se puede pronunciar sin entonar sus cualidades, que es su
verdadero sentido. La música siempre se entona, o de otra manera es
“inaudible”. Los musicólogos que no perciben la música como un proceso
de uno u otro instrumento, del complejo armónico, del timbre, etc. Lo más
difícil es aprender a escuchar. Percibir la música concientemente y
atentamente en la captación instantánea de todos sus componentes.
Reconocer a cada instante de movimiento sonoro en su relación con el
anterior y el siguiente, y en ese mismo momento determinar lógica o
ilógicamente esta relación. Determinar directamente con el sentido, con la
intuición, sin realizar un análisis técnico. Este tipo de desarrollo del oído
interno no tiene nada que ver con el análisis formal.
Al liberarse los compositores de la métrica poética y de la reproducción
naturalista de los actos humanos, o de los procesos del trabajo muscular que
evolucionaron hacia la arquitectónica del movimiento por periodos de la
música dancística, con sus postulados rítmicos exactos, sus ideas poco a poco
fueron tentando las posibilidades de un proceso de formación puramente
musical, como nuevo método de comprender la realidad. A través de
complejas etapas creativas de búsqueda, los compositores llegan a una
especial capacidad de expresión de los sentimientos e ideas, y hacia el
establecimiento de la música como desarrollo. Así mismo como la sensación
del tono sensible y el sistema sonoro arqueado de contraposición de
entonaciones, el desarrollo musical se convierte en un nuevo hecho objetivo.
Este desarrollo se puede imaginar como un espacio sonoro en el cual en
perspectiva se dispone la música, o se puede imaginar la prolongación de la
música como una longitud sonoro-temporal, como un tiempo rellenado de
materia sonora, pero todo esto no explica en sí el fenómeno inagotable del
desarrollo en la música.
La historia del desarrollo ― nos dice Asaf’ev, ― como esencia del sinfonismo
europeo o como forma musical agrandada, es muy compleja y prolongada,
ya que el camino de búsquedas y experiencias fue sinuoso. Las dificultades
en esta búsqueda fueron provocadas por diversas causas. El oído humano
cedió el paso a la vista y a las leyes ópticas, como consecuencia de un
complejo proceso social que suministró a la pintura la perspectiva, y ésta
determinó la perspectiva del “espacio sonoro” de la música. Es posible que
10Sobre la teoría de las “señales auditivas” de C. Stumpf, v. supra, cap. I, n. 125; cap.
V, n. 91; cap. IV, n.9; e, infra, cap. XII, El Origen de la Música.
ajena la armonía vertical que se alinea por el bajo muerto. Pero ésta no niega
la armonía como la esfera de las voces que se mueven, siempre en el cúmulo
del torrente melódico formado por el ritmo organizado. El melos crea esta
armonía como entonación, ya que sólo la entonación viva revive y
espiritualiza a la música.
La música entonada exige del que crea y el que escucha la actividad
incesante de su oído. La armonía “preestablecida”, fijada y memorizada por
la razón, exige del oído únicamente el recuento pasivo de acordes y su
mecánica contraposición y resolución. Entonarlos no es necesario, ya que
todo está dado y contado. Boris Asaf’ev caracteriza así tres momentos en el
“funcionalismo” armónico:
1. La armonía mecanizada del bajo general y la práctica del continuo.
2. El establecimiento de la independencia de la armonía como vertical,
autosuficiente y al mismo tiempo predeterminada funcionalmente.
3. De aquí surge la práctica de la armonización por “manchas”, es decir,
llevando las voces de los acordes hacia puntos separados de la melodía, y
consecuentemente la fragmentación de la entonación melódica en momentos
abstraídos, y al mismo tiempo el abrupto aislamiento de los elementos que
constituyen el tejido musical. Normalmente el oído percibe este tejido en el
cúmulo de elementos en movimiento, formado por la conducción de voces y
disciplinado por el ritmo. La armonía clásica mozartiana es un modelo de
esta naturalidad. La música se percibe en su totalidad y no en “manchas”
armónicas. Los elementos no se diferencian, a menos que esta sea la idea del
compositor.
4. Al resaltar “puntos” de la melodía, el funcionalismo contradice a la
conducción de voces polifónico-armónica y a la armonía “heterofónica”
tímbrico-compleja, ya que éste sujeta al timbre con su predeterminación
racionalista.
Pero la crítica al “funcionalismo” como método de sujeción de la conciencia
del compositor, en ningún caso descarta el significado histórico de la práctica
de la armonía del bajo general, y la transformación de esta práctica en el siglo
Boris Asaf’ev inicia esta segunda parte con el análisis de los procesos
entonativos de los siglos XVIII y XIX, y las premisas hacia el siglo de oro de la
armonía clásico-romántica.
En la práctica polifónica del Renacimiento y posteriormente en la época del
pensamiento racionalista, la polifonía alcanzó una colosal altura intelectual.
La liberación de los sistemas modales de la edad media y la tendencia hacia
un modo único generalizado en dos inclinaciones, aumentaron su poderío
creativo. Sobre la base de la práctica polifónica entre los músicos artesanos de
La Obra Musical
refleja la realidad, pero pasará mucho tiempo antes de que ésta sea aceptada.
La presencia de síntesis entonativas ideo-emocionales y accesibles para todos
en el lenguaje musical de la obra, no significa que sea una vulgaridad, como
lo afirman los críticos desde posiciones abstracto-intelectuales del arte, los
estetas. El material entonativo cotidiano se vulgariza por las personas que
conciente y sensitivamente adornan a la música de trivialidades, o los
compositores admiradores de la “natura inspirada” y animados por los más
bellos sentimientos. Cuando la mente creadora finamente comprende el
significado ideo-emocional escuchado en la “entonación social”, y sobre esta
única base real el compositor desarrolla su concepción, la música se convierte
en algo propio para la mente y el corazón del público. Como pensamiento
formalmente abstracto, la obra se eleva a un valor, ya que ésta contiene
correlaciones sonoras reales de la época. El hacer de estas entonaciones un
arte elevado o una vulgaridad, depende de la inteligencia, conciencia,
maestría, gusto artístico, y genialidad del compositor.
«Cuando afirmo que la fuente y la raíz de lo realístico en la música, que se
funde en la relación entonativa entre las personas, y el reconocimiento de
estos elementos generalizadores de la música en las obras del pasado musical
y del presente, trato de fundamentar el problema del realismo en la música
sobre la indudable experiencia de la relación musical, sobre el constante
proceso de asimilación, de la valoración, y el reconocimiento o rechazo de la
música por el medio circundante. [...] Por realismo se toma ya sea el
concentrado emocionalismo, o el “esto me gusta”, y a veces el prometedor
título de la obra. [...] Además, la crítica musical de nuestro tiempo [...] no
distingue entre el concepto de realismo como método artístico, como escuela,
como tendencia, y las raíces reales, los fundamentos del arte sobre los cuales
con la experiencia creativa del artista dado, la música se convierte en
romántica, o si su cosmovisión no es realista, en abstracto académica.» [p. 269]
B. Asaf’ev especifica que las entonaciones acumuladas en la conciencia social,
como complejo característico de signos musicales de la época, exigen una
determinación clara de lo que es el realismo en la música y el realismo de la
música. En primer lugar hay una diferencia cualitativa, porque la selección
En esta tercera parte que hemos titulado La obra musical, Boris Asaf’ev ha
explicado lo más importante de la música, que es ante todo el arte de la
entonación, y fuera de la entonación, en la combinación de sonidos en la cual
los hanslickianos 13 “juegan su juego de palabras”, la música no existe. El
contenido no se vierte en la música como el vino en copas de diversa forma,
sino está fundido con la entonación como pensamiento sonoro, ya que el
pensamiento sin expresión en el movimiento es tan sólo una abstracción.
Pero también la ejecución en el instrumento musical fuera de la entonación,
es únicamente un pasatiempo, un entretenimiento, o una “señal servil”.
Crisis Entonativa
13Se hace referencia a Eduard Hanslick. Cfr. HANSLICK, E.: Vom Musikalisch-Schönen.
1854. (trad. cast. De la belleza en la música. Madrid, Medina, 1912) v. infra, cap. XII, La
Razón Ilustrada y el Positivismo Racionalista.
634 Teoría de la Entonación
14Del gr. δάκτυλος, dedo. Pie de la poesía griega y latina, compuesto de tres sílabas,
la primera, larga, y las otras dos breves. Cfr. «dáctilo» Diccionario de la Lengua
Española. op. cit.
de la época, sino una grandiosa realización de ideas: para cada uno la alegría
solo es posible en la armonía con la humanidad.» [p. 285]
Beethoven superó todo festejo abstracto, el “triunfo de la razón” en nombre
de la fiesta en unión con la humanidad. En su jubilosa y tensa “tonicidad”,
Beethoven alcanza con brillante influencia la entonación a uno de los géneros
de su época, el cantus.
El Cantus
Crisis Interpretativa
17ROUSSEAU, J.: Rêviere d’un promeneur soltaire (1777-78). Oeuvres Complètes, Paris,
Nouvelle Edition, 1852, Tome I, pp. 401-455 (trad. cast. Carlos Ortega. Las
ensoñaciones del paseante solitario. Madrid, Alianza, 1988)
vocales”. Por otra parte la limitación del repertorio interpretado y el brillo sin
sentido, provocan en el público el desinterés y la falta de atención hacia
nuevos hechos creativos. La ejecución repetida de un mismo “caballito de
batalla” al éxito seguro, por sí mismo lleva al oído y a la conciencia del
público hacia lo inerte. La música se convierte entonces en una h i p n o s i s , o
tan sólo, en una d i v e r s i ó n .
Cuando el arte de la improvisación aún estaba vivo y los compositores se
presentaban como maestros de ésta, surgió una más estrecha relación y una
mayor atención entonativa mutua entre los compositores y el público. Se
producía una revisión y valoración del influjo y significado de la música en
el oído, y el compositor en base a la reacción del público, podía percibir y
comprender el sentido y el grado de la importancia entonativa del “material
sonoro” utilizado, y de la riqueza del contenido en la interpretación.
Pero cuando esta grandiosa “creación oral” del arte de la improvisación cesó,
comienza un proceso de separación entre los compositores y el público, entre
la creación y la percepción; siendo una de las crisis entonativas internas que
dividieron a la música. Este proceso llevó a un virtuosismo interpretativo
autosuficiente, formal e independiente de la creación, que limitándose a un
estrecho repertorio que tomaba en cuenta las dificultades naturales de la
percepción musical, se convierte en el obstáculo de la creciente creación
musical contemporánea. En el arte entonativo como música, la interpretación
es la guía del compositor entre el público. La interpretación es el arte de la
entonación, y si esta misma está muerta, entonces mata al proceso de
acumulación de la “riqueza entonativa” en la conciencia social, y las reservas
de la memoria musical se agotan o se llenan cada vez más de entonaciones
baratas y divertidas, que son la plaga del urbanismo vulgar del cabaret. Éstas
mutilan la “memoria auditiva” de la percepción masiva y del gusto artístico
existente en las reservas entonativas, rebajando su valor para siempre en el
oído de multitud de personas. Apartarse de estas entonaciones es difícil para
los compositores, como al atractivo de la amplia demanda que garantiza el
éxito, si es que uno no se aparta a la soledad del intelectualismo orgulloso.
(v. supra, p. 601). Estas disputas sobre la música fueron en muy diversos
planos: sobre la ópera italiana y francesa; sobre su relación con el lenguaje y
la poesía, es decir, entre la entonación oral y musical en el teatro musical
lírico; sobre los géneros, etc. etc. A pesar de la cantidad de agrupaciones es
fácil distinguir la línea del conflicto en la querelle des bouffons, que inicia en
1752 con la representación de la Serva padrona de Pergolesi, y más tarde la
querelle entre gluckistas y piccinistas. Tan sólo en la correspondencia de F.
Grimm,19 se puede encontrar una multitud de hechos y juicios que revelan el
sentido de los procesos en la música que sucedieron hasta antes de la
revolución francesa. Así como en muchas de las obras de J. Rousseau,
incluyendo sus Confesiones. 20
Estos fueron tan sólo los conflictos que salieron a la superficie, y tras éstos se
ocultaba una lucha entre el arte musical aristocrático y democrático. La
música de construcción formal de la época, de “arquitectura sonora” en
donde el corazón humano no tiene cabida, provocó la reacción. Esta fue la
lucha de dos clases que se enfrentaron en todo, en la política, la economía, la
ideología, e incluso en la manera de vivir. Cada pequeño fenómeno en la
vida musical se convertía en un acontecimiento social en París. Cada
innovación de los compositores en el campo de los medios musicales de
expresión, se discutía seriamente, ya que ningún medio se realizaba
aisladamente ni se percibía como tal. Y así, para el pensamiento social de la
sobre la música como lenguaje. Entre éstas: Dissertation sur la musique moderne (1743);
Discours sur cette questio: Si le retablissement des sciences et des arts a contribué à épurer
les moeurs? (1750), (trad. cast. «Discurso sobre las ciencias y las artes» en: Escritos de
combate. Madrid, Alfaguara, 1979, pp. 1-45); Lettre d’un symphoniste de l’Académie
royale de musique à ses camarades de l’orchestre (1752); Lettre sur la musique française
(1753); Examen de deux principes avancés par M. Rameau dans sa brochure intitulée
(1755); Essai sur les origines des langues (trad. cast. Ensayo sobre el origen de las lenguas.
Madrid, Akal, 1980); Dictionaire de musique (1764); Les Confessions (1766-69) (trad.
cast. Las confesiones. Madrid, EDAF, 1980).
Beethoven tiene su base real en las entonaciones masivas de toda esta época
de crisis entonativa. Esta crisis creció en la medida en que aumentaba el
entusiasmo revolucionario en las masas del pueblo. El mismo J. Rousseau
sintió la necesidad de refrescar la música, y su convicción en el significado de
la melodía expresiva y natural, de la entonación, fue un descubrimiento de
su pensamiento filosófico para la vida de la música en los corazones del
público en esta etapa de la historia, aunque un tanto inocente en la
interpretación del canto expresivo como fundamento del progreso musical.
Rameau fundamentó teóricamente la posibilidad de evolución del modo y de
la armonía, pero sin un cambio en el ámbito de la entonación musical, y
basándose sobre una gastada fuerza de convicción emocional del material
sonoro, que incluso a Beethoven le hubiera sido difícil crear la música de tal
fuerza expresiva, y predominar sobre la inercia de los esquemas envejecidos.
Pero ni Rameau ni Rousseau, pudieron valorar el triunfo de la nueva fuerza
organizativa de la forma sonata allegro-sinfónica, el dinamismo en que sólo
se podría superar la lógica musical formal de construcción racionalista de la
época, y percibir la forma musical como un proceso orgánico de desarrollo.
El triunfo de esta nueva forma fue la perfección de una compleja crisis.
Melopeya
22Melopeya. Del lat. melopoeia, y este del gr. µελοποιϊα. 1. Arte de producir
melodías; 2. Entonación rítmica con que puede recitarse en verso o en prosa. Cfr.
Diccionario de la Lengua Española, op. cit.
cristiandad como religión, ajena a la riqueza y a los reyes del mundo. Este
movimiento atrajo a la música por su naturaleza emocional y su colorido
místico, como en los primeros siglos de la cristiandad, pero en una montura
melódica de entonación hímnica nueva, ya sea de entonación cándida e
ingenua, ya sea severa y varonil. En Italia los franciscanos colaboraron en
gran medida con su reivindicación de la alegría de vivir y su sentimiento de
la naturaleza, al nacimiento de nuevas entonaciones naturales de la música
en formas accesibles, no solamente para los intérpretes profesionales sino
también para los atraídos por su lirismo. Estas formas fueron el Lauda 24 y los
himnos líricos parecidos. Estos himnos eran cantados en lengua vernácula
(italiano), y esta fusión del canto con el idioma materno, potenció la
impresionabilidad entonativa.
La Reforma en Alemania y el estallido de las guerras religiosas en Europa,
suscitaron este crecimiento masivo de tres siglos de lírica emocional-sublime
hacia una tensión dramática y una valiente convicción. El triunfo del estilo
coral luterano del protestantismo rápidamente salió de los límites del culto,
con su poderoso contenido sonoro-emocional. En la música coral siempre se
mantuvo la respiración llameante de la entonación, nacida de la lucha del
pueblo por su derecho a pensar y sentir como nación, por sí misma, contra
Roma y el papado como opresores de la voluntad y comerciantes de alma
humana. En la historia de la música, esta época fue la más productiva de
todas las crisis entonativas que precedieron a la revolución francesa.
La melódica del coral protestante se constituye de los cantos gregorianos y
de las entonaciones de las piezas populares alemanas. En general el
El Canto-Aliento
concierto virtuoso vocal, sin necesitar casi del teatro como espectáculo ni del
teatro como poesía dramática, es decir, de la entonación oral. Comienza así el
periodo de equilibrio de las fuerzas activas, sin que cambiara la esencia de la
entonación musical ni el predominio de la melodía, como principio
constructivo de la dramaturgia. En Francia se genera la opéra comique, un
género en donde la entonación oral se conserva en forma de diálogos
intercalados con formas musicales de la ópera, y sin apartarse de todas las
conquistas del teatro como espectáculo.
Los compositores del siglo XIX y el XX trataron, y tratan aún de superar las
tradiciones académicas estancadas de los esquemas constructivos, por medio
de lo figurativo tímbrico y de la expresión tímbrica en menor medida. Las
normas constructivas son necesarias y propias tanto del arte temporal, como
del espacial. Pero en la música, ante la ausencia de “contrafuertes visuales”,
estas normas se dirigieron a una cualidad completamente distinta; hacia la
forma. Con esto se comenzó la mezcla de géneros, de tipos de práctica
musical, de construcciones, de esquemas teóricos, y de “formas” como
construcción, con el concepto de “forma artística” como unidad de contenido
y de concretización abstracta. En la música esta concretización se realiza en el
grado del modo con la elevación del IV grado, provoca muchas diferentes
“reconcepciones” entonativas al interior del modo. A través de todo el siglo
XIX, la tono-sensibilización recorre las cualidades expresivas en una multitud
de obras, que se contraponen al esfuerzo de acción de la diatónica por medio
del cruzamiento del modo mayor y su “metamorfosis tonal”, con modos
muy diversos de la antigüedad.
«La música de Chopin está impregnada de un complejo entrecruzamiento de
aguda tono-sensibilización y refinada dominante, con una diatónica popular
modal. Esta interacción que es realizada con admirable regularidad,
condiciona la excepcional capacidad de adaptación y expresión de todos los
elementos de la forma, siempre revelándose en un ininterrumpido proceso de
formación entonativo; y como resultado de la percepción, permanece en la
conciencia la sensación de claridad, finura, equilibrio, y “tonocidad” de la idea
musical, independientemente de la nerviosidad de su tono emocional. En
Chopin todo, cada detalle de la entonación organiza al modo, como si lo
oscilara.» [p. 335]
El Sinfonismo
El Arte de la Entonación
los tonos interrumpidos, así como los sonidos musicales separados pero en
una sucesión oral y musical de sonidos, son puntos entonados, “nudos” o
complejos en una ininterrumpida tensión de alturas sonoras en el tono de las
maderas, los metales, o en el arco de los violines. En este sentido, el
“discurso” oral y musical es incesante y sólo con pausas para la respiración.
Los puntos entonados que se encuentra en el arco sonoro se reafirman en la
conciencia como resultado de las repeticiones, tanto en la acción esperada
que se provoca, como en la impresión abstracto-sonora de calidad más o
menos parecida. Estas son las causas y los prototipos de los intervalos. Sólo
posteriormente, en su larga evolución surge el sistema de relaciones de los
arcos sonoros, parecido a un atlas celeste o a una red sonora imaginaria
lanzada sobre una formación sonora constante, entre los límites de las alturas
de los timbres y de las estructuras vocales dadas. En una palabra, una especie
de “tono del discurso”.
La entonación natural, el tono afectivo-emocional discursivo, es en esencia
un glissando, es decir, los tonos y sus correlaciones son indiferenciados. La
melodía es un reflejo intelectualizado de esta ininterrupción de revelaciones
sonoras. La indistinción de los tonos se convierte en una estrecha unidad
fundida, es decir, simultáneamente una ininterrupción e interrupción, lo que
viene siendo el arte de la vocalización, ya sea de la voz humana o del
clarinete indistintamente. La necesidad de la entonación exacta de las alturas,
y la constancia en las correlaciones sonoras, condiciona la utilidad de la
selección de los tonos expresivos y de sus relaciones, las escalas, lo que se
determina y explica la excepcional delicadeza entonativa-emocional de los
intervalos. En el reconocimiento de esta delicadeza, está la llave hacia la
comprensión de los fundamentos realístico-semánticos del arte musical.
Una cantidad significativa de tiempo transcurren en la historia de la música,
cuando la entonación musical gira al rededor de algún intervalo que es
característico de una época dada, literalmente un centro entonativo al
rededor del cual se estratifican las relaciones entonativas más simples y
complejas. Los ejemplos que cita Boris Asaf’ev son: la cuarta en el melos de la
seis medios tonos. En el siglo XIX la sexta mayor como “consonancia” lleva
hacia el renacimiento y la consolidación del hexacordo, ahora ya como modo.
En sus diversas transformaciones melódicas y en su entonación de influjo
emocionalmente fino, el hexacordo de la sexta mayor ha sido uno de los más
populares intervalos, desde los primeros románticos hasta la fecha. Los
melodistas del siglo xix lo percibieron perfectamente, componiendo en
diversos estilos melodías en base al hexacordo con medio tono hacia arriba o
abajo. El hexacordo con el medio tono sobre la sexta mayor representa una
de las más frecuentes apariciones del modo mixolidio.
Los así llamados modos medievales, que en esencia son la metamorfosis
interna de los “tetracordes de tres estructuras” de los modos (dependiendo
de la distribución de los medios tonos a su interior), nunca desaparecieron de
la música europea. Y en relación con las tendencias hacia lo popular en los
románticos, estos modos se combinaron con la diatónica de la música del
pueblo que nuevamente revivieron, superando su claridad y carácter estricto,
e incluso su severidad entonativa y sensibilidad exageradamente exaltada de
dominante cromatizada. El proceso de formación del modo siempre se
expresa en la alternación sucesiva, o en la combinación simultánea de sus
intervalos. Del salto de la voz hacia el relleno de la línea y a contrario, del
relleno al salto. Por sí mismo, el modo es una alternación continua de
regularidades por grados (cuarta, tercera, tono, medio tono ― dependiendo
del sistema de entonación). Guiándose por el intelecto, el hombre produce el
sonido, y la entonación oral y musical la encuentra en los límites de su tono
vocal, manteniendo la voz en un determinado nivel. Este proceso de
formación del discurso se dirige por la respiración, se dinamiza y matiza por
los resonadores, y se regula por el ritmo de longitudes y acentos de tonos
largos y cortos. El proceso tenso de la manifestación sonora ― la tonocidad ―
es reflejado en una diversidad de modos como “modelos musicales” del
proceso dado, que suman cada uno a su manera la ininterrupción, mientras
que el glissando primitivo, o alguna imitación de su gamma modal neutral,
sólo es espontánea y no reproduce semánticamente la base de la manifestación
26Sobre el Znamennyj rospev véase infra, cap. XII. El término Raskol’niki, se refiere a
los miembros del raskol: escisión o cisma. Movimiento social-religioso en Rusia
surgido en el siglo XVII y dirigido contra la iglesia oficial ortodoxa, que terminó con
Moscú. 1943
El Conservatorio de Moscú
2 RIŽKIN, I.: «Muzykal’naja žizn’ kak process» en: [KRJUKOV, 1974] p. 57.
3 Ibíd., p. 58.
4 KISELËV, V.: «Vstreči s B. V. Asaf’evym» en: [KRJUKOV, 1974] p. 237.
Glinki: samovospitanie slucha, ego rost i pitanie» en: LIVANOVOJ, T., ed. M. I. Glinka.
M. L., Muzgiz, 1950, pp. 41-93 (ahora en: [ASAF’EV, 1952a] pp. 289-325). Capítulo II
«S Glinkoj po Italii. Kratkij muzykal’nyj putevoditel’» en: [ASAF’EV, 1952a] pp. 325-
328). (v. infra, Sobre M. Glinka, nn. 66-71)
El Teatro Bol’šoj
pp. 56-65.
10 Ídem. «Iz moich besed s Glazunovym (k 10-letniju so dnja smerti)» en: Ežegodnik
Instituta istorii iskusstv, t. II. M., izd-vo AN SSSR, 1946, pp. 241-247 (ahora en:
[ASAF’EV, 1954a] pp. 208-225).
11 Sin publicar. El artículo fue escrito el 19 de marzo de 1946. La obra pertenecía al
13 POKROVSKIJ, B.: «O čeloveke, kotorij byl nam očen’ nužen» en: [KRJUKOV, 1974] pp.
10, 11, 16.
14 Ibíd., p. 16.
15 BOROME, J.: «The Bolshoi Theter and Opera» Russian Review, Vol. 24, № 1. (Jan.,
1965), p. 59.
16 ASAF’EV, B.:«Ivan Susanin. Spektal’ v Bol’šom teatre» en: [ASAF’EV, 1952a] pp. 284-
288.
17 Ídem. «”Boris Godunov” Musorgskogo kak muzykal’nyj spektakl’ iz Puškina» en:
18Ibíd., p. 100.
19Ídem. «Bol’šoj teatr» en: Bol’šoj teatr SSSR. M., 1947, pp. 29-108 (2a ed. abreviada en:
Sovetskaja Muzyka. № 5, 1951, pp. 21-26; 3a ed. en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 161-181).
20 EDITORIAL: «Shostakovich & the Guns» Time. The weekly newsmagazine. Vol. XL, №
3, July 20, 1942, p. 1. * The Symphony got its first hearing outside Russia in London
on June 29, before 5,000 enthusiastic listeners at Royal Albert Hall.
el 31 de julio de 1942, fue la primera obra que Asaf’ev envía a la VOKS desde
el sitio de Leningrad, en una copia mecanografiada. La colección incluía una
introducción y quince artículos, titulados: Compositor ― el pueblo lo nombra;
Mjaskovskij; Sergej Prokof’ev; Šostakovič; Šaporin; Šebalin; Rerato por contraste
(Knipper-Kabalevskij); Chačaturjan; Paščenko; Michail Judin; Dzeržinskij; Gavril
Popov; Vladimir Ščerbačev; La lírica de leningrad; y, Final (tema de dos mundos).
Sólo cuatro de estos artículos fueron publicados (v. supra, cap. IX, p. 582).
En 1943 ya en Moscú, Boris Vladimirovič escribe para la VOKS su artículo
titulado Rachmaninov,25 publicado en inglés en el № 5-6 del VOKS Bulletin, y
reeditado en 1954 en sus Obras escogidas. Posteriormente se publicó en el
VOKS Bulletin, la traducción al inglés de su artículo: Nikolaj Andreevič Rimskij-
Korsakov. Al centenario de su nacimiento,26 originalmente escrito para el boletín
de la Academia de Ciencias en 1944.
La música de mi patria
25 ASAF’EV, B.: «Rachmaninov» VOKS Bulletin. № 5-6, 1943, pp. 55-59 (ahora en:
[ASAF’EV, 1954a] pp. 309-311)
26 Ídem. «N. A. Rimsky-Korsakov. To the centenary of his birthday» VOKS Bulletin.
Cada uno de los capítulos (con excepción del séptimo) fue publicado por
separado en Sovetskaja Muzyka. Posteriormente el segundo y tercer capítulo
en la edición de Artículos Selectos de 1952, y del segundo al sexto en la edición
de Obras Escogidas de la Academia de Ciencias en 1955, bajo el título: La gran
tradición de la música rusa. Del libro “La música de mi patria”.28
El primer capítulo, Recomendaciones 29 (Napustvie: palabras que se pronuncian
para el camino de viaje) esta dedicado a la música antigua rusa (Kiev-Moscú-
Novgorod). Al llamado Znamennyj rospev, que se podría traducir como el
canto de los signos (o de las banderas). Cantos bizantinos escritos en neumas
que servía más como una ayuda nemotécnica que como un indicador preciso
de las notas. El capítulo también trata sobre la polifonía rusa de los siglos
XVI-XVII, y sobre el estilo barroco ruso del siglo XVIII, hasta antes de la
revolución francesa, en la obra de Bortnjanskij, Berezovskij, y Kozlovskij,
además de la primera mitad del siglo xix, en la obra de Verstovskij y Glinka.
El segundo capítulo, Canciones, publicado posteriormente bajo el título: Sobre
la canción rusa,30 trata sobre la canción popular rusa y el carácter nacional del
melos en la música de M. Glinka, fundamentalmente en su ópera Ivan
Susanin, y de la música de A. Borodin, en El Príncipe Igor’.
El tercer capítulo, Naturaleza, publicado posteriormente bajo en título: Sobre la
naturaleza y la música rusa, 31 Boris Vladimirovič escribe sobre el tema de la
naturaleza en la obra de los compositores rusos de la segunda mitad del siglo
XIX. Sobre la obra Žavoronok (Alondra) y Una noche en Madrid de M. Glinka;
sobre la obra teatral del dramaturgo Ostrovskij Sneguročka (Blanca nieves) en
las óperas homónimas de Čajkovskij y Rimskij-Korsakov. El tema de la
naturaleza, Asaf’ev la asocia prácticamente a todas las óperas de Korsakov y
28 ASAF’EV, B.: «Velikie tradicii russkoj muzyki. Iz knigi “Muzyka moej Rodiny”» en:
[ASAF’EV, 1955a] pp. 69-143.
29 Ídem. «Napustvie» en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 69-75.
30 Ídem. «O russkoj pesennosti» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1948, pp. 22-30 (ahora en:
39 (ahora en: [ASAF’EV, 1952c] pp. 41-60; y en: [ASAF’EV, 1955a] 84-97)
32 Ídem. «Russkaja muzyka o detjach i dlja detej» Sovetskaja Muzyka, № 6, 1948, pp.
22-32 (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 97-109).
33 Ibíd., p. 103.
34 Ídem. «Russkij narod, russkie ljudi» Sovetskaja Muzyka, № 1, 1949, pp. 59-70 (ahora
en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 109-122.
35 Ídem. «O čužich stranach i ljudjach» Sovetskaja Muzyka, № 12, 1953, pp. 39-46.
36Ibíd., p. 123.
37Ibídem.
38 Ibíd., p. 124. [Cita de la carta de M. Glinka del año de 1845. GLINKA, M.:
39 Ibíd., p. 125. (Glinka, M.: Literaturnoe nasledie. op. cit., t. II, pp. 340-341) [N. del E.]
40 Cfr. PUŠKIN, A.:«Kamennyj gost’» en: [PUŠKIN, 1978b] pp. 264-291.
Sobre Čajkovskij
Čajkovskij de los años cuarenta, escrito bajo las terribles condiciones del
bloqueo de Leningrad, B. Asaf’ev realiza un análisis entonativo general en su
obra, Evgenij Onegin. Escenas Líricas de P. I. Čajkovskij. En ésta, Asaf’ev
caracteriza el proceso de formación de la ópera Evgenij Onegin, como un claro
ejemplo de la dramaturgia musical, que surge de las secuencias musicales
como sistema de asociaciones entonativas, o de señalizaciones sonoras psico-
realistas. (v. supra, cap. IX). En La música de mi patria, B. Asaf’ev analiza la
obra de Čajkovskij desde distintos ángulos y bajo distintas enfoques
temáticos. La naturaleza, la infancia, las imágenes, y las entonaciones de
España, Italia, y del Oriente.
En 1943 se cumplían los 50 años de la muerte de P. I. Čajkovskij. Para el
aniversario se realizaron en Moscú, bajo las precarias condiciones de la
guerra, una serie de actos conmemorativos en los que Boris Vladimirovič
participó escribiendo una serie de artículos. Éstos fueron escritos bajo un
clima de elevado sentimiento patriótico, en donde Čajkovskij es representado
como el compositor ruso universal, que se eleva por encima de la barbarie
alemana Nazi. Los artículos son de carácter biográfico y propagandístico de
la cultura rusa. El primer artículo de esta serie se publicó en el diario Pravda,
el 15 de noviembre de 1943, bajo el titulado: Čajkovskij (al 50 aniversario de su
muerte).44 El segundo artículo, prácticamente con el mismo título, P. I.
Čajkovskij. Al 50 aniversario de su muerte,45 se publicó en el № 17-18 de la
revista Krasnoflotec. Éste mismo se publicó nuevamente como: Homenaje a
Čajkovskij,46 en la revista Slavjane.
En noviembre de 1943, se realiza una ceremonia de aniversario en la Casa-
museo de P. I. Čajkovskij en Klin, dedicada al jubileo de los 50 años. Para esta
ceremonia, Boris Vladimirovič escribe el discurso de inauguración, titulado:
44 ASAF’EV, B.: «Čajkovskij (k 50-letiju so dnja smerti)» Pravda, del 15, xi, 1943 (ahora
en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 21-23).
45 Ídem. «P. I. Čajkovskij. k 50-letiju so dnja smerti» Krasnoflotec, № 17-18, 1943, pp.
pp. 26-30).
47 ASAF’EV, B.: «Velikij russkij compositor» en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 17-20.
48 Se conserva copia mecanografiada de ambos informes en la Casa-museo de P. I.
Čajkovskij en Klin. Cfr. DMITRIEVOJ-MEJ, op. cit., pp. 335, 337, № 852, y № 876.
49 Ídem.«Kompozitor dramaturg Petr Il’ič Čajkovskij» en: Teatr. M., VTO, 1944, sb. 1.
50 Ídem. Prednaznačenie formy u Čajkovskogo. [Publicado bajo el título] «O
51 Ibíd., p. 64.
52 Ibídem.
Sin tomar en cuenta los nudos emocionales, los puntos de atención que
ayudan a no perder el interés, los hilos conductores, la unión de importantes
momentos de enunciación y de sentido, y...
«...para redistribuir en la música los centros de atención, en la medida que esto
lo permita la instrumentación y la construcción, para hacer de la obra algo
completamente alcanzable a la atención (un organismo artístico), abarcado por
el oído como un unidad en contrates. Así son precisamente las cualidades
presentes en la forma de Čajkovskij en su grado más alto (si es que no el
mayor) que en cualquiera de los compositores clásicos rusos.» 53
Está claro que la música vive y se nutre en la audición, y Boris Vladimirovič
aclara que desde el punto de vista histórico, fuera de la construcción musical
no se justifica el contenido, lo que desde el punto de vista estético, sin la
forma no existe la comprobación de la experiencia auditiva colectiva.
«Y así, cada esquema [musical] es siempre una experiencia y
consecuentemente, existe no por si mismo y no como una “montura
pedagógica”, sino en la superación de su entonación viva, es decir, en una
especie de finalidad.» 54
Es la correspondencia entre la entonación y la forma. La entonación que se
hace forma y viceversa. En Čajkovskij se observa casi constantemente el
entrecruzamiento de los planos musical-dramático con el constructivo
sinfónico, en una insistente unión con la entonación viva. En él está siempre
presente la sensación de la pronunciación interna de su música.
Čarodejka
53Ibíd., p. 65.
54Ibíd., p. 68.
55 ASAF’EV, B.: Čarodejka. Opera P. I. Čajkovskogo (Opyt raskritija intonacionnogo
soderžanija). M. ― L., Gos. muz. izd-vo, 1947 (ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 142-168)
58 Ibíd., p. 147.
59 Ibíd., p. 153.
60 Ibíd., p. 157.
61 ASAF’EV, B.:«Paterja melodii» Voprosy filosofii. № 1, 1948, pp. 144-149.
62 Ídem. «O melodizme muzyki Čajkovskogo» en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 71-72.
63 Ibíd., p. 71.
Sobre M. Glinka
64 Ibíd., p. 72.
65 ASAF’EV, B.: «Vsegda živoj» Sovetskaja Muzyka, № 6, 1954, pp. 3-10.
66 Ídem. «Sluch Glinki. Intonacionnaja kul’tura Glinki» en: LIVANOVOJ, T., ed. M. I.
Glinka. M. ― L., Muzgiz, 1950, pp. 41-93 (ahora en: [ASAF’EV, 1952a] pp. 289-325)
73 Ibíd., p. 59.
74 v. supra, La música de mi patria, n. 27, y nn. 35-38.
75 Ibíd., p. 125. (Findejzen, N., ed. Polnoe sobranie pisem Michaila Ivanoviča Glinki. SPb.,
cuarto ensayo se titula: Prólogo imaginado para los romances de Glinka. El quinto
es un análisis de la instrumentación de su música, titulado: M. I. Glinka.
Anotaciones sobre la instrumentación. El sexto y último ensayo, Los últimos
consejos de Glinka (Glinka y Taneev). El anexo final de la obra, La cuestión sobre
los hilos que entretejen el método creativo de Glinka con el método de las
composiciones musicales creadas entre los siglos xvii-xix en el conservatorio de París,
entre la práctica entonativa de la época revolucionaria, consta de dos partes. La
primera dedicada a los tratados de armonía del siglo XIX, que formaron parte
de la educación teórica de M. Glinka en Alemania y Francia: El Theoretisch-
praktische Harmonielehre (Berlin, 1840) de Siegfried Wilhelm Denh; el Traité
d’harmonie (París 1802) de Ch-S. Catel; y el Cours de contrepoint et de fugue
(1835) de Luigi Cherubini. Esta parte además trata sobre la relación entre
Siegfried Denh y Bernhard Klein en Berlin, y entre L. Cherubini y Charles-
Simon Catel en París. La segunda parte del anexo está dedicado a la overtura
clásica francesa y en especial a las overturas de L. Cherubini: Medea; Hotellerie
portugaise; y Les deux journées. Y de Méhul: Joseph; Le trésor supposé; y L’irato.
En los últimos años de su vida, después de la guerra, Boris Vladimirovič
escribió una serie de artículos dedicados a la vida y obra de otros
compositores rusos del siglo XIX y del XX. Artículos sobre A. Rubistein, N.
Rimskij-Korsakov, M. Musorgskij, K. Ljadov y S. Rachmaninov. En 1945 B.
Asaf’ev escribe, Los compositores de la primera mitad del siglo XIX. 76 Obra que
analiza el ambiente musical de la época, y la obra de los compositores rusos
de la primera mitad del siglo XIX: A. Aljab’ev (1787-1851); A. Varlamov (1801-
1848); A. Vertovskij (1799-1862); M. Viel’gorskij (1788-1856); A. Gurilev (1802-
1856); S. Davydov (1777-1825); y A. Dargomyžskij (1813-1869).
Otro de los trabajos de 1945 sobre la música rusa, es el titulado: Las Grandes
Tradiciones de la Música Rusa.77 En éste, Boris Vladimirovič analiza la historia
76 ASAF’EV, B.: Kompozitory pervoj poloviny XIX veka. M., Mosk. filarmonija.
Muzykal’nyj universitet, 1945, vyp. 1. (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 39-58)
77 Ídem. «Velikie tradicii russkoj muzyki» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1952, pp. 6-10
78 Ibíd., p. 64.
79Cfr. FITZPATRICK, S.: «Culture and Politics under Stalin: A Reappraisal» Slavic
Review, Vol. 35, № 2. (Jun., 1976), pp. 211-214.
80 STALIN, I.: Sočinenija. Vol. 1 (14), pp. 364-66. Citado en: [FITZPATRICK, 1976] p. 217.
81 Cfr. [FITZPATRICK, 1976] pp. 214-220
Nadie estaba exento de ser condenado por sus faltas y de enfrentar las
consecuencias, con el aislamiento o el rechazo a su trabajo en el mejor de los
casos. Este era el precio que había que pagar por los privilegios recibidos.
Durante la guerra, el partido mantuvo una relativa actitud liberal y alentó el
contacto de la inteligencja cultural con el extranjero, como parte de la
estrategia aliada en la segunda guerra mundial (v. supra, La Asociación de
Relaciones Culturales de la Unión Soviética VOKS). Muchos intelectuales soviéticos
La Ždanovščina
que se han dado en el Comité para asuntos artísticos del Consejo de Ministros
SSSR, y en el Comité organizativo de la Unión de compositores soviéticos, no
se tolerarán en el futuro, ya que éstas son un enorme daño para el desarrollo
de la música soviética. [...] El pueblo soviético espera de los compositores
obras de alta calidad en todos los géneros [...] En nuestro país se ofrece a los
compositores las condiciones necesarias para un verdadero florecimiento de la
cultura musical. [...]
CK VKP(b) resuelve:
Juzgar la tendencia formalista en la música soviética como impopular y que
lleva de hecho a la liquidación de la música.
Proponer a la Dirección de propaganda y agitación del CK y al Comité para
asuntos artísticos, lograr la corrección de la situación en la música soviética, la
liquidación de los defectos señalados en la presente resolución del CK, y llevar
al desarrollo de la música soviética en la tendencia realista.
Llamar a los compositores soviéticos a reflexionar sobre las peticiones que le
presenta el pueblo soviético hacia la creación musical, y descartar todo aquello
que debilita nuestra música y obstaculiza su desarrollo [...]
Aprobar los eventos organizativos de los órganos soviéticos partidarios
correspondientes, dirigidos al mejoramiento del asunto musical.
La resolución fue redactada en base al informe inicial y la intervención final
de A. Ždanov, en la reunión previa que tuvo el Comité Central con los
representantes de la música soviética. En esta reunión estuvieron presentes la
directiva de la Unión de Compositores Soviéticos y el Comité para asuntos
artísticos. El informe de Ždanov inicia con la visita del Comité Central del
Partido Comunista al espectáculo de la ópera del camarada Muradeli,
Velikaja dryžba, en el Teatro Bol’šoj. En su documento, A. Ždanov enfoca su
crítica hacia el “formalismo” de la música de la ópera, dejando en un
segundo plano al argumento de la misma, siendo que este a nuestro parecer,
era el motivo real de la crítica, es decir, la “falsedad histórica”. En el informe
Ždanov señala como responsable de estas desviaciones al director del Comité
para asuntos artísticos, el camarada Chrapčenko, por permitir y alentar la
puesta en escena de la ópera de Muradeli en varias ciudades, y del excesivo
gasto de 600, 000 rublos sólo en el montaje de la ópera en Moscú. Gasto
inadmisible para una obra que no correspondía con las expectativas del
pueblo soviético. De una reunión previa, básicamente con los trabajadores
del Teatro Bol’šoj y Vano Muradeli, A. Ždanov cita en su informe las excusas
expuestas por el mismo Muradeli durante la reunión, en donde éste culpa al
conservatorio y a sus propios maestros de sus “pecados”. Ellos ― según
Muradeli ― son los responsables de sus errores que lo condujeron por la
senda equivocada del “formalismo”. Más adelante A. Ždanov hace un
paralelismo entre la ópera de Muradeli, y el caso de la ópera Ledi Makbet del
distrito de Mcensk de Šostakovič. Básicamente en estas dos críticas, con 12
años de diferencia, se basan en el mismo argumento de traición al pueblo
soviético, por el “cosmopolitismo” y “formalismo” en su música. 90
En su discurso final, después de la intervención de algunos miembros de la
Unión de Compositores Soviéticos, Andrej Ždanov realiza un balance de
estas intervenciones, reclamándoles el no haber cumplido (a diferencia de
los escritores) con las tareas encomendadas por el pueblo soviético. La
música se ha quedado atrás. La situación es claramente anormal en la Unión
de Compositores y en el Comité para asuntos artísticos. Haciendo a un lado
las excusas de orden organizativo por parte de algunos compositores,
Ždanov señala sobre la cuestión central del problema, que es la existencia de
dos corrientes ideológico-estéticas al interior de la Unión de Compositores.
«Aquí no existen dos opiniones, y sobre esto señalaron todos los oradores, que
en la actividad creadora de la Unión de Compositores el papel principal ahora
lo tiene un determinado grupo de compositores. Estamos hablando de los
camaradas Šostakovič, Prokof’ev, Mjaskovskij, Chačaturjan, Popov, Kabalevskij,
Šebalin. [...] Consideraremos a estos camaradas las principales figuras de la
corriente formalista en la música. Y esta corriente en su raíz es incorrecta » 91
En la música soviética ― prosigue Ždanov ― existe una lucha secreta de dos
92 Ibíd., p. 20.
93 Ibíd., p. 25.
y sobre las tareas por realizar para corregir los errores cometidos.
Es interesante observar como en la ponencia del delegado de Leningrad, M.
Čulaki, se vislumbraban ciertos destellos de pensamiento independiente que
diferían de la línea del partido, y de la masa de fieles súbditos compositores.
M. Čulaki criticaba en su intervención la “miopía” de sus camaradas
leningradences, por considerar la lucha contra el formalismo sólo como una
campaña temporal. En su ponencia, Čulaki relataba como en las discusiones
sobre la resolución del Comité Central, (indignado de lo que se decía) se
alzaban algunas voces diciendo:
«― Vamos, ― hablaba uno de ellos, ― primero retiramos todo lo valioso que se
a creado por Šostakovič, por Prokof’ev y por otros, para que estas obras no
sean injustamente criticadas, conservémoslas en la reserva de oro de la música
soviética. ― Vamos, ― decían otros, ― luchemos primero contra el diletantismo
y después contra el formalismo, etc.» 95
Varios de los ponentes expresaron su indignación por la posición antisocial
de los compositores “formalistas”. Entre ellos, dos de los compositores
acusados que no presentaron ponencia en el congreso: S. Prokof’ev y N.
Mjaskovskij (curiosamente los más favorecidos por los premios Stalin), y los
dos compositores que enviaron sus declaraciones por escrito en rechazo a sus
propias posiciones formalistas: V. Šebalin (director del conservatorio de
Moscú) y G. Popov.
A diferencia de estos cuatro compositores “formalistas”, los camaradas A.
Chacaturjan y D. Šostakovič asistieron al congreso y presentaron con un
carácter serio sus ponencias. A. Chačaturjan pidió perdón por los errores
artísticos cometidos en sus obras, y prometió corregirlos con todas sus
fuerzas, para así corresponder con las exigencias del Comité Central del
Partido, en la creación de obras accesibles a millones de ciudadanos
soviéticos. Pero desafortunadamente en su calidad de administrador, el
camarada Chačaturjan no cumplió con su responsabilidad, al cometer serios
№ 2, 1948, p. 69.
96 Ibíd., p. 71.
97 Cfr. Ibíd., pp. 74-75.
98Chronika. «Pervyj Plenum Pravlenija SSK SSSR» Sovetskaja Muzyka. № 2, 1948, p. 77.
99ASAF’EV, B.: «Tridcat’ let sovetskoj muzyki i zadači sovetskich kompozitorov.
Doklad na Pervom vsesojusnom s’ezd sovetskich kompozitorov.» Estenograma. M.,
Izd-vo SSK, 1948, pp. 7-23.
publicado en Sovetskaja Muzyka, bajo el título: Por una nueva estética musical,
por un realismo socialista.100 El discurso está directamente relacionado con
otros dos artículos escritos en 1948; el primero sobre la obra de Čajkovskij,
titulado: La Pérdida de la Melodía,101 y el segundo titulado: Las tradiciones
clásicas en el desarrollo de la música soviética.102
Esta obra, por su situación social y en parte por su contenido, es muy similar
al artículo que B. Asaf’ev escribiera en 1936, en el caso Lady Macbeth contra
Šostakovič, titulado: Cuestiones Preocupantes (v. supra, cap. IX).
Después de unas cuantas líneas introductorias sobre el significado y la
importancia del primer congreso de compositores, B. Asaf’ev inicia su
discurso con la resolución del Comité Central del Partido, afirmando que...
«...la intervención del camarada A. A. Ždanov en la reunión de los
representantes de la música soviética, con cabal claridad y profundidad,
descubre el verdadero programa del desarrollo estético y florecimiento del
arte musical soviético.» 103
Desarrollando la tesis central de A. Ždanov, sobre las dos corrientes estéticas
en lucha de la música soviética, B. Asaf’ev señala que efectivamente, algunos
compositores soviéticos han resultado infectados de la nociva influencia de la
música burguesa decadente. El “formalismo”.
«Los compositores-formalistas se apartaron de las nobles tradiciones de la
música clásica rusa y occidental, en nombre de la falsa “innovación”;
entusiasmados por las “novedades” puramente formales de la música atonal y
politonal, con sus caóticas combinaciones sonoras “neuropatológicas”,
perdieron lo más importante, lo mas valioso, la clara expresividad melódica y
su relación viva con la creación popular, con las fuentes eternas e inagotables
de la inspiración del artista.» 104
106 Ibídem.
107 Cfr. FAY, L.: «Muradeli, Vano Il’ich» Grove.
108 ASAF’EV, B.: «Vos’maja simfonija Šostakoviča» Moskovskaja filarmonija, M.,
Iskusstvo, 1945, oktjabr’, pp. 5-9 (ahora en: [ASAF’EV, 1982] pp. 115-118)
109 Ídem. «Redkij talant» Sovetskaja Muzyka, № 1, 1959, pp. 19-23.
110 Ídem. «Sergej Prokof’ev» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1958, pp. 44-51.
111 Bertrand Arthur William Russell (1872-1970) ― filósofo y matemático inglés. Fue
un prolífico escritor quien popularizó la filosofía sobre una gran variedad de tópicos
desde temas muy serios hasta temas mundanos. Fue un político liberal de ideas
socialista y un antibelicista. Russell fue un vigoroso promotor del desarme nuclear y
crítico de la invasión americana a Vietnam. En 1950 Russell recibe el premio Nobel
en Literatura en reconocimiento de su variedad y significativos escritos, mostrando
ser el campeón de los ideales humanitarios y de la libertad de pensamiento. Cfr.
«Bertrand Russell» Wikipedia, the free encyclopedia; REALE, G.: Historia del
Pensamiento Filosófico y Científico. op. cit., Tomo III, capítulo XXIII.
112 ASAF’EV, B.:«Za novuju muzykal’nuju estetiku, za socialističeskij realizm» op. cit.,
p. 16.
de cosmopolitas sin patria como él: “Esta gente sólo por nacimiento son
ciudadanos, en pensamiento ellos ven como patria a cualquier país, en donde
ellos encuentran su beneficio, ya que su patria no es el estado, sino su
propiedad”» 113
A diferencia de la Unión Soviética, ― prosigue Asaf’ev, ― la filosofía y la
estética de la sociedad contemporánea burguesa esta infestada de pesimismo.
Y la ideología de esta sociedad descompuesta, conlleva a las doctrinas
muertas y a las fantasías filosóficas de Hartmann, Ostwald, Spengler,
Bergson y Nietzsche.
«Buscan tranquilizarse en las sombras de la teoría freudiana del subconsciente
y en la mística demente de Swedenborg, etc. En tal sociedad el espíritu
creativo cede el lugar a la disgregación del espíritu. La época de la decadencia
burguesa en el pleno sentido de la palabra es la época de las “proezas heroicas
estratosféricas” en el arte. Aquello que sólo se insinuaba en la “pintura
absoluta” de Cézanne, en los lienzos de Matisse, se encontraba ya por
completo en el formalismo de Picasso con sus principios de la disgregación del
volumen, y en la pintura de los expresionista alemanes. La predicación del
ilogismo en la poesía iniciado por los manifiestos de Marinetti, posteriormente
académico fascista, culminaron en todas las abominaciones del surrealismo, en
las monstruosidades de Cocteau, y en las vilezas de los gangsters literarios
americanos.» 114
En la música ― continúa Asaf’ev ― lo que fue iniciado en la escuela de A.
Schönberg y desarrollado en el expresionismo de A. Berg y A. Webern, fue
continuado por E. Krenek, P. Hindemith, y hasta nuestros días con el
compositor francés O. Messiaen y muchos otros.
«El así llamado neoclasicismo y neoromanticismo con su pasado de
galvanización, es un fenómeno de profunda decadencia y crisis. No es nada
casual que en la filosofía y la estética burguesa, de nuevo surja la oscura
sombra de Henri Bergson [...] Ahora Henri Bergson es también el “profeta”
del modernismo musical. En la guerra contra el principio ideológico en el arte,
121 ASAF’EV, B.:«Za novuju muzykal’nuju estetiku, za socialističeskij realizm» op. cit.,
p. 18.
122 STRAWINSKY, I.: Poétique musicale. París, Janin, 1945 (trad. cast. Grau, E. Poética
Fue suscitada por los escándalos que provocó la ópera de Shostakówich Lady
Macbeth de Mtzensk, sobre un asunto de Léskoff, y su ballet El límpido arroyo,
sobre temas koljosianos. La música de Shostakovich y los motivos de sus
composiciones fueron severamente juzgados, puede que no del todo
erróneamente, esta vez. Se les tachó, entre otras cosas, de formalismo
decrépito. [...] Hay que decir que esta guerra contra la música llamada difícil
tenía sus motivos.»125 (v. supra, cap. IX, Cuestiones preocupantes)
Stravinskij afirma que la intelligencija, por motivos políticos y sociales, rompió
bruscamente con el constructivismo y el futurismo, para abrirse camino en la
“simplificación”, por un nuevo populismo y el folklore.
«El éxito del compositor Dzerjinsky, apoyado por la aprobación personal de
Stalin, [...] revelaron esta tendencia hacia el folklore, que se dijo ser nueva,
pero que en realidad era cosa familiar desde hace mucho tiempo a la música
rusa; tendencia que persiste hasta hoy. Intencionalmente, no me detengo en
las obras y en las actividades de compositores que ya se habían revelado y
formado antes de la revolución y que no han sufrido después ninguna
evolución notable (por ejemplo, Miaskowsky, Stéinberg y otros que no son
sino continuadores de las escuelas de Rimsky-Korsákoff y de Glazúnow). Se
pretende hoy en Rusia que los nuevos auditores de la masa exigen una música
simple y comprensible. La consigna para todas las artes es el “realismo
socialista”. Si los dirigentes de la música soviética confunden, expresamente o
quizá por ignorancia, los problemas etnográficos con los de la creación,
cometen el mismo error cuando se refieren a la ejecución, pues la elevan
tendenciosamente al nivel del fenómeno creador y de la verdadera cultura
musical.»126
Stravinskij realiza una clara distinción entre los compositores de la escuela de
Rimskij-Korsakov (su escuela), Steinberg, Glazunov, e incluso a Mjaskovskij;
y los compositores populistas, caracterizando a éstos como el fundamento
del “realismo socialista” en la música. No obstante, al igual que muchos otros
musicólogos de occidente, Stravinskij identifica solamente al simplismo de la
127 ASAF’EV, B.:«Za novuju muzykal’nuju estetiku, za socialističeskij realizm» op. cit.,
p. 19.
128 Ibídem.
129 Ibíd., p. 20
130 Ibídem.
131 Ibíd., p. 22
132 WERTH, A.: Musical Uproar in Moscow. London, Turnstile Press, 1949.
133 Cfr. MONTAGU-NATHAN, M.:«The Strange Case of Professor Assafiev» Music &
Letters, Vol. 38, № 4. (Oct., 1957), pp. 335-340; Ídem. «Musical Uproar in Moscow»
The Musical Times, Vol. 90, № 1277. (Jul., 1949), p. 231; SLONIMSKY, N.:«Realistic
Music; 25 Soviet Composers; Musical Uproar in Moscow» Notes, 2nd Ser., Vol. 8, №
1. (Dec., 1950), pp. 165-167; POSTON, R.:«Musical Uproar in Moscow» International
Affairs (Royal Institute of International Affairs 1944-), Vol. 25, № 4. (Oct., 1949), p. 536.
134 Cfr. ORLOVA, E./Krjukov, A.: Akademik B. V. Asaf’ev.[ORLOVA, 1984b] pp. 260-261.
135 Cfr. ORLOVA, E.: «Iz pamjatnych dnej i besed» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 268-285.
136 Cfr. Chronika. «Pervyj Vsesojuznyj s’ezd sovetskich kompozitorov» Sovetskaja
Muzyka, № 2, 1948, p. 75
137 WERTH, A.:«The Strange Case of Professor Assafiev» op. cit., Citado en:
MONTAGU-NATHAN, M.:«The Strange Case of Professor Assafiev» op. cit., p. 338.
138 Cfr. [ORLOVA, 1964] p. 392.
Epílogo
142 Ibíd., p. 6.
143 Ibíd., p. 7.
144 Ibíd., p. 8.
147 Ibídem.
148 Ibídem.
149 Stenograma «Vystuplenie tov. A. A. Ždanova na soveščanii dejatelej sovetskoj
154 Ibíd., p. 24
――――――――――――――――――――――――――
155 ASAF’EV, B.: «Za novuju muzykal’nuju estetiku, za socialističeskij realizm» op.
cit., p. 20
Oriente y Occidente
6VICENTINO, N.: L’antica musica ridotta alla moderna prattica. Roma 1555 (Ed, facsímil
en: Documenta Musicologica, Kassel, 1959).
7 GALILEI, V.: Dialogo della musica antica et della moderna. Florencia, 1581 (Milán,
Minuziano, 1947).
8 FUBINI, E.: La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX. op. cit., p. 140.
9 GALILEI, V.: Dialogo della musica antica et della moderna. op. cit., pp. 45-46. Citado en:
Henry Glarean; Frances Berry Turrel. «The “Isagoge in Musicen” of Henry Glarean»
Journal of Music Theory, Vol. 3, № 1 (Apr., 1959) pp. 97-139.
13 Ídem. Dodecachordon. Basel 1547. New York, Broude Brothers, Monumets of Music
Literature in Facsimile, 2nd ser., 65, 1967 (trad. ingl. Clement A. Miller: Heinrich
Glarean Dodecachordon. Musical Studies and Documents 6. American Institute of
Musicology, 1965).
de la Colegiata de San Isidoro de León. Venetiis, 1499. Trad. cast. María Asunción
Sánchez Manzano. León, Universidad. 2002.
3 4 6
Términos dobles
Diferencias triples
1 3
2 3 6
Términos triples
Boecio explica que mientras la proporción aritmética divide las cantidades
solamente por diferencias iguales, la geométrica relaciona términos en una
proporción equivalente, y la armónica relaciona ambas proporciones a la vez,
por sus diferencias y por sus equivalencias.
«También encontrarás frecuentemente en esta medida y casi en ella sola las
proporciones de las consonancias musicales que llaman sinfonías. Pues el
acorde de cuarta, que es el principal y en cierto modo adquiere el valor de
principio elemental ― se establece en proporción epitria, como es la de cuatro
respecto de tres ― se encuentra en las medidas armónicas de esta clase. Pues
sean términos de este género de medida armónica, cuyos extremos son dobles,
y por otra parte, otra serie cuyos extremos son triples.
3 4 5 2 3 6
El seis es el doble respecto de tres, y lo mismo en la otra serie el seis respecto
del dos es el triple. Si hallamos las diferencias y las comparamos unas con
otras, resulta una proporción epitrita, en la que resuena un acorde de cuarta.
Porque entre el dos y el seis está el tres, y entre el tres y el seis, el cuatro, que
comparamos entre sí dan una proporción sesquitercia.» 27
Y así, las tres medidas básica, aritmética, geométrica, y subcontraria llamada
armónica, se expresan en términos modernos de la siguiente manera:
Comenzando con que a > b > c > (a es mayor que b, y b que c), se denota que b
es el medio entre a y c.
a = 3; b = 2; c = 1; entonces 3 – 2 / 2 – 1 = 3 / 3 = 1; ó, 3 + 1 = 2 (2) = 4.
a = 4; b = 2; c = 1; entonces 4 – 2 / 2 – 1 = 4 / 2 = 2 ; ó, 4 x 1 = 22 = 4.
en donde a = 6; b = 4; c = 3; entonces 6 – 4 / 4 – 3 = 6 / 3 = 2;
Ibíd., p. 159. Por qué se ha llamado a la que hemos deducido, medida armónica. Capítulo
27
XLVIII, 19r.
31 Ibíd., p. 201.
32 RAMEAU, Jean-Philippe: Traité de l’harmonie réduite à ses principe naturels, avec des
regles de composition & d’ accompagnement; divisé en quatre livres. París, 1772.
33 Ibíd., Livre Premier. Chapitre premier. De la Musique & du Son. p. 1.
es posible que la influencia del Aria Da Capo sobre la forma sonata vaya aún
más allá. Las formas vocales dependen del progreso del canto, que es
condicionado a su vez por la manera de la respiración, del apoyo del sonido.
La imperiosa necesidad en la expresión de las emociones que liberaron a la
personalidad como consecuencia del humanismo renacentista, llevó al estilo
virtuoso vocal del Aria da Capo. Las posibilidades de esta forma contienen en
sí las premisas de la forma sonata. El aria incluía en sí a la exposición, el
desarrollo y la reprisa (da capo). Como forma lírica el aria no pudo
desarrollarse hasta la dialéctica presente en la forma sonata, pero las
premisas esenciales del allegro sonata en el Aria da Capo ya se habían notado.
La cristalización del allegro-sonata sinfónico en su aspecto más típico, se
logra en las sinfonías de J. Haydn y en la de los hijos de J. S. Bach. La rápida
evolución y crecimiento de este tipo de proceso de formación musical en
ascenso, coincide con el movimiento cultural que generó el romanticismo en
Alemania en los años setentas del siglo XVIII. Particularmente con la obra de
los poetas alemanes Friedrich Gotlieb Klopstock, Gotthold Ephraim Lessing
y los Strümer, en la época de aspiraciones impetuosas en Alemania. 37
A partir de las obras de los compositores románticos, sobre todo Beethoven,
se desarrolla un proceso de racionalización y de esquematización de la forma
sonata. La primera descripción completa de la forma sonata fue realizada por
Heinrich Christoph Koch, en el volumen III de su obra Versuch einer Anleitung
zur Composition (1793). En su análisis de la forma sonata, Koch la describe
como una expansión del minueto, y da la primera descripción adecuada de la
doble división de la segunda mitad entre el desarrollo y la recapitulación,
describiendo varios tipos de secciones de desarrollo. En esta misma década
aparecen otros trabajos teóricos menos detallados como: Elementi teoricopratici
di musica, ii (1796), de Francesco Galeazzi; An Essay on Practical Musical
Composition (1799), de A. F. C. Kollmann; Betrachtungen der Mannheimer
Tonschule, ii (1779), de Abbé Vogler; y, La scuola della musica (1800), de Carlo
37Cfr. REALE, G.: «El romanticismo y la superación de la ilustración» en: Historia del
pensamiento filosófico y científico. op. cit., t. III, p. 30.
Como hemos señalado al inicio de este capítulo, las fuentes filosóficas del
pensamiento estético-musical de Boris Asaf’ev, y las ideas que a su vez se
contraponen a éstas, las hemos agrupado en la contraposición de dos
cosmovisiones sobre la ciencia y el arte, representadas básicamente en el
enfrentamiento entre la razón y la intuición.
43Cfr. SWAN, A.: «Harmonization of the Old Russian Chants» Journal of the
Musicological Society, Vol. 2, № 2 (Summer, 1949), pp. 83-86.
44 Cfr. CASSIRER, E.: Philosophie der Aufklärung. Tübingen, J. Mohr, 1932 (trad, cast. La
filosofía de la Ilustración. México, FCE, 1950); REALE, G.: «La Razón en la Cultura de la
Ilustración» en: Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. op. cit., pp. 563-582.
45 Cfr. REALE, G.: «El Positivismo» en: Historia del Pensamiento Filosófico y Científico.
46 HANSLICK, E.: Vom Musikalisch-Schönen. Ein Beitrag zur Revision der Ästhetik der
Tonkunst. Leipzig, Rudolph Weigel, 1854. (trad. cast. De la belleza en la música.
Madrid, Medina, 1912; 2a De lo bello en la música. Buenos Aires, Ricordi Americana,
1947)
47 Ibíd., p. 2 (de la primera traducción al castellano de 1912).
sean los dibujos en la medida. [...] Si ahora se nos pregunta qué debe
expresarse con estos medios, responderemos: ideas musicales. La idea musical
completamente formulada, es ya una belleza independiente de ninguna otra
condición: no tiene más fin que ella propia, y no es en modo alguno medio ó
materia que sirva para expresar sentimientos ni pensamientos.»48
¿Que contiene, pues, la música?
«Nada más que formas sonoras y movibles. La manera con que puede hacer
gala de hermosas formas sin tener por tema un sentimiento determinado,
guarda material analogía con un ramo de la arquitectura de ornamentación: el
arabesco.» 49
Y más adelante la otra imagen asociativa:
«El juego de formas y colores en el caleidóscopo nos ha divertido á todos en
nuestros primeros años. La música es también un caleidóscopo de altura
incomparablemente más elevada en la escala de los fenómenos. Nos presenta
continua y variada sucesión de hermosas formas y colores que pasan poco á
poco ó contrastan entre sí con violencia, aun quedando simétricas y
proporcionadas.»50
Para Hanslick el ritmo es la esencia de la música, pero es un ritmo “mudo”,
es el ritmo fuera de la entonación, es el ritmo del movimiento corporal de la
danza, de la percusión, táctil, y es el ritmo de la armonía de la construcción
espacial simétrica. Es por eso que las imágenes con que Hanslick pretende
evocar la música son visuales, de formas plásticas “ornamentales”, y aplica al
sonido categorías del arte plástico-espacial, como la belleza de la simetría, las
proporciones, los colores, etc., además de apelar constantemente a la “belleza
propia de los sonidos” y a la “belleza de la música pura”.
«Los estéticos no han sabido reconocer en toda su plenitud la belleza de la
música pura, y es en gran parte por haber rebajado con exceso lo sensual,
enalteciendo lo moral y lo sentimental, como Hegel lo rebaja para enaltecer la
idea. El arte viene de los sentidos, y se mueve en esta esfera: la teoría del
sentimiento desconoce esta verdad; para ella oír es muy poco, lo desdeña, y en
El Genio Creador
54 Ibíd., p. 162.
55 Ibíd., 169.
56 LOSSKIJ, N.: Osnobnye učenija psichologii s točki zrenija voljuntarizma. Spb. 1911.
(v. supra, cap. III, n. 17)
57 Cfr. LEVITZKY, S. «Vospominanija: Zhizn i filosofskii put’» Russian Review, Vol. 29,
817.
59 SOLOMON, M.: «On Beethoven’s Creative Process: A Two-Part Invention» Music &
60NOVALIS. Gesammelte Werke. ed. Carl Seelig, Zurich, 1945, pp. 247-8, citado por:
SOLOMON, M. op. cit., p. 277.
61 NOHL, L.: Mozarts Briefe. Zalsburg, 1865 / Leipzig, 1877/Stuttgart 1997 (trad. ingl.
WALLACE, L. The Letters of Wolfgang Amadeus Mozart (1769-1791), in two volumes.
New York, 1866; trad. rus. Wolfgang Amadeus Mozart. Pis’ma. M. «Agraf» 2000)
62 SCHIEDERMAIR, L.: Die Briefe W. A. Mozarts und seiner Familie. 1914 (trad. ingl.
ANDERSON, E. ed., The Letters of Mozart and his Family. London, 1938/1966/1985)
63 BAUER, W./DEUTSCH, E., eds: Mozart, Briefe und Aufzeichnungen. Gesamtausgabe,
IV, 1963. Cfr. LANG, P.: « Mozart, Briefe und Aufzeichnungen by Wilhelm A. Bauer;
Otto Erich Deutsch: Wolfgang Amadeus Mozart» The Musical Time, Vol. 49, № 1
(Jan., 1963) pp. 111-114.
65 Cfr. F. W. S.: « Mozart. Briefe und Aufzeichnungen. Bd. IV: 1787-1857 by Wilhelm A.
Bauer; Otto Erich Deutsch» Music & Letters, Vol. 45, № 3 (Jul., 1964) pp. 272-273.
3/1912)
68 SCHULTZ, J.: «An Unpublished Letter of Mozart» Harmonicon, III, 1825 pp. 198-200.
69 Cfr. SOLOMON, M.: «On Beethoven’s Creative Process: A Two-Part Invention»
Music & Letters, Vol. 61, № 3/4. (Jul. ― Oct., 1980) p. 275. Sobre Moscheles v.
HOLMES, E.: The Life of Mozart. op. cit., p. 320 n; JAHN, O.: Mozart, op. cit., t. III, p. 497
n. 3.
añade con excesivo cuidado «Yo no asumo que toda la carta es inventada;
probablemente esta fue una carta de Mozart la cual posteriormente fue
retocada» 70
En la edición reestructurada y ampliada de la biografía de
Mozart de Otto Jahn, realizada por Hermann Abert en
1919-21, la carta no se incluyó, afirmándose que Mozart
nunca comentó sobre el proceso de la creación artística. H.
Abert señala que la supuesta carta al “gentil Barón”
contiene una estúpida habladuría sobre el proceso
creativo.
«Estas historias de manera típica y caprichosa combinan la admiración y la
pasión por el sensacionalismo, al igual que las personas comunes tratan de
explicarse la creación del genio, pareciéndoles admirable y extraña. [...]
Constantemente se revela la inevitable trivialidad tras la creación de la imagen
de Mozart ― “del prodigio”, que se demuestra aún antes de que Rochlitz
mostrara la célebre carta de Mozart al “gentil y buen señor Barón”, la cual
constantemente fue publicada como “inédita” en una multitud de copias que
se distribuían de mano en mano. Con las cualidades que aquí se le atribuyen a
Mozart, podría ahora mostrarse en cualquier teatro de feria como un
“fenómeno musical”.» 71
Para el musicólogo Maynard Solomon, J. Rochlitz podría muy bien ser el
autor de la carta, ya que ― como también señala B. Asaf’ev sobre el posible
autor, ― Rochlitz estaba idealmente calificado para realizar esta tarea. Johann
Rochlitz había conocido a Mozart el 22 de abril de 1789 en Leipzig,72 durante
el viaje de Mozart por el norte de Alemania. Nueve años más tarde, Rochlitz
escribe la serie de Verbürgte Anekdoten aus Mozarts Leben73 para los primeros
70 JAHN, O.: Mozart, op. cit., t. III, p. 505. Citado en: SOLOMON, M. op. cit., p. 276.
71 ABERT, H.: W. A. Mozart. Neubearbeitete und erweiterte Ausgabe von Otto Jahns
Mozart. Zweiter Teil 1783-1791. VEB Breitkopf & Härtel. Leipzig, 1921 (trad. rus.
Sakvy, K. Hermann Abert. W. A. Mozart. M. Muzyka, 1978; 2e izd. 1989, t. III, p. 115)
72 Cfr. Ibíd., t. IV, p. 173.
73 ROCHLITZ, J. ed.: «Vebürgte Anekdoten aus Wolfgang Gottlieb Mozarts Leben, ein
Beytrag zur richtigern Kenntnis dieses Mannes, als Mensch und Künstler» en:
Allgemeine musikalische Zeitung, Okt. 1798 ― Mai 1801. Leipzig, Breitkopf & Härtel.
Musical Journalism» Notes, 2nd Ser., Vol. 5, № 3 (Jun., 1948) pp. 325-337; BRUCKNER-
BIGENWALD, M.: Die Anfänge der Leipziger Allgemeinen Muskalischen Zeitung. Knuf,
Hilversum, 1938.
75 ROCHLITZ, J.: «Vebürgte Anekdoten... op. cit., p. 85. (de la traducción rusa)
76 Cfr. HERTZMANN, E.: «Mozart’s Creative Process» The Musical Quarterly, Vol. 43,
have mentioned. For this reason, the committing to paper is done quickly
enough, for everything is, as I said before, already finished; and it rarely
differs on paper from what it was in my imagination.»78
Al no existir un verdadero original, las diferentes reimpresiones de la carta
contienen notables diferencias. Por ejemplo, comparando el fragmento en
claudato con la edición de la carta de E. Holmes, notamos las siguientes
divergencias:
«[my subject enlarges itself, becomes methodized and defined, and the
whole, though it be long, stands almost complete and finished in my mind, so
that I can survey it, like a fine picture or a beautiful statue at a glance. Nor do
I hear in my imagination the parts successively, but I hear them, as it were,
all at once...]» 79
Este mismo fragmento en el texto original en alemán de Rochlitz dice:
«...da wird es immer weiter und heller aus: und das Ding wird im Kopfe
wahrlich fast fertig, wenn es auch lang ist, so dass ichs hernach mit einem
Blick, gleichsam wie ein schönes Bild oder einen hüschen Menshen, im Geiste
übersehen, und es auch gar nicht nach einander, wie es hernach kommen
muss, in der Einbildung höre, sondern, wie gleich alles zusammen.» 80
En 1983, el musicólogo Peter Kivy escribe en su artículo sobre la carta espuria
de Mozart, que lo más intrigante de ésta es como podría la mente pensar un
evento temporal a-temporalmente, como lo muestra el último fragmento
citado de la carta.
«”Escuchar” una obra musical “en la cabeza”, se supone sería “escuchar”
mentalmente justamente de la manera en que se escucharía en la ejecución.
Cuando un tono “corre a través de mi mente”, que sucede si lo “escucho”
desde el principio hasta el final en mi imaginación, desde el íncipit hasta la
cadencia, justamente como si lo escuchara interpretado por un oboe o una
78 SCHULTZ, J.: «An Unpublished Letter of Mozart» op. cit., pp. 198-200. Citada en:
SOLOMON, M. op. cit., p. 275.
79 HOLMES, E.: The Life of Mozart; including his Correspondence. New York, 1868, p. 329.
Citado en: KIVY, P.: «Mozart and Monotheism: An Essay in Spurious Aesthetics» The
Journal of Musicology, Vol. 2, № 3 (Summer, 1983) p. 322.
80 ROCHLITZ, J.:«Mozarts Brief zu Baron von...» op. cit., p. 563-64. Citado en: KIVY, P.:
81 KIVY, P.: «Mozart and Monotheism: An Essay in Spurious Aesthetics» op. cit., p.
322.
82 Ibíd., p. 323. [Cursivas y negritas mías]
en un instante, al mismo tiempo, o como Spinoza podía haber dicho, sub specie
eternitatis, “bajo una cierta especie de eternidad”. Este, yo supongo, es la
fuente de la excéntrica e intrigante idea del seudo-Mozart. No es ni el
resultado de un reporte introspectivo de un compositor, ni la clarividencia
filosófica de un genio ― esto es una simple decoración de lo que ha llegado a
ser casi un cliché estético, con la corona de Domingo de la escuela teológica.»84
Según Mr. Kivy, es obvio que las fuentes literarias y filosóficas manipuladas
por el seudo-Mozart, descartan incluso la más tímida sospecha de que
Mozart, o cualquier otra persona, pudieran concebir la música de la manera
en que éste la describe. De hecho, ― señala Mr. Kivy, ― es muy discutible si
Dios, si es que existe, pueda concebir los eventos temporales de la manera en
que Severino Boecio y Tomás de Aquino los describen, y de hecho incluso, si
lógicamente es posible que Dios perciba los eventos temporales fuera del
tiempo. Pero lo que definitivamente no es posible para Mr. Kivy, es creer que
Mozart pudiera hacerlo. Se sabe que la carta es apócrifa, y lo que sugiere su
autor sobre el pensamiento musical es imposible. Las conclusiones de Mr.
Kivy son en concreto, que la carta no es el reporte introspectivo de un
compositor no reconocido, ni tampoco el producto de un genio o de un
filósofo desconocido, ya que el linaje de sus fuentes filosófica, según Mr.
Kivy, él mismo las ha revelado.
Sin adentrarnos en la frivolidad del pensamiento filosófico de Mr. Kivy, si
creemos necesario esclarecer la superficialidad de su pensamiento musical.
Como habíamos expuesto en el tercer capítulo sobre El proceso de formación de
la materia sonora, B. Asaf’ev explica que aún en el caso de que esta carta haya
sido el producto de la leyenda, la cita como prefacio de su artículo, porque en
ella se revela la síntesis orgánica que abarca al proceso de todas las
correlaciones sonoras en su unidad. B Asaf’ev afirma que la carta es
característica de Mozart. Él pudo y tenia el derecho a erigir así su propio
proceso creativo. Pero señala que es aún más interesante, ― si es que la carta
es apócrifa, ― que la persona que la escribió haya podido comprender tan
86 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Process oformlenija zbučaščego veščestva» op. cit., pp. 144.
imaginación y la fantasía.88
En el análisis del desarrollo de las formas basadas por el principio de
contraste, la sonata y el allegro sinfónico, Boris Asaf’ev relaciona la idea del
desarrollo musical con el movimiento cultural que generó el romanticismo en
Alemania. En su obra La Forma Musical como Proceso, Asaf’ev describe el
proceso del desarrollo de la sonata en Beethoven, el cual en la exposición y la
razrabotka generalmente desenvuelve un complicado juego de combinaciones
sonoras contrastantes, que constituyen una especie de construcción con
tendencias en constante lucha, y con ideas y modelos de caracterización
dramaturgica. Al mismo tiempo, el esquema del allegro sonata sinfónico deja
de ser únicamente una construcción racional.
Las sinfonías escritas por los compositores de la corte electoral de Mannheim,
aproximadamente de 1740 a 1778, cuyo rasgo principal era la tendencia a
explotar los efectos dinámicos, son el punto de partida de la formación del
ciclo sonata-sinfónico. La rápida evolución y crecimiento de este tipo de
proceso de formación musical en ascenso, coincide con el movimiento
cultural que generó el romanticismo en Alemania. Esta fue una época de
audacias, y aspiraciones impetuosas en Alemania (v. supra, pp. 790-92).
Asaf’ev escribe en La Forma Musical como Proceso.
«Cuando leemos los ataques vehementes de Johann Georg Hamann* contra el
formalismo racional, y conocemos la majestuosas concepciones de Herder; **
cuando sufrimos los arrebatos tempestuosos e inquietos ― fruto del exceso de
fuerzas y sed de acción ― de los héroes del drama de Klinger*** (Sturm und
Drang, 1776) y de Friederich Müller; ****y finalmente, cuando caemos bajo la
influjo de las frenéticas manifestaciones de Wilhelm Heinse***** y
desenfrenada fantasía de Bürger, entonces comprendemos que la música
debió de seguir las huellas de su época y que ésta realmente siguió creando la
forma, en la cual el principium concidentiae oppositorum y el conflicto ― como
fuerzas activas, que se revelan a sí mismas en los modelos contrastantes ― son
88Cfr. SCHELLING, [Friedrich Wilhelm Joseph von]: Philosophie der Kunst. 1803 (trad.
cast. López-Dominguez, V. Filosofía del arte. Madrid, Tecnos, 1999, pp. XVI-XXXV)
89ASAF’EV, B.: Muzykal’naja forma kak process. op. cit., pp. 144-145.
* Johann Georg Hamann (1730-1788) ― escritor alemán nacido en Königsberg. Sus
escritos se caracterizan por la crítica a la razón ilustrada. A la razón abstracta
Hamann contrapone la vida y la experiencia concreta. Sus obras fundamentales son:
Los Memorables socráticos y Gólgota y Scheblimini. Cfr. REALE, op. cit., t. III, pp. 54-56.
** Johann Gottfried Herder (1744-1803) ― filósofo alemán. Discípulo de Kant. Formó
parte de los Strümer. Sus principales escritos son: Tratado sobre el origen de la lengua;
Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad; Otra filosofía de la historia. En cast.
se puede consultar Obra selecta. Madrid, Alfaguara, 1982. Cfr. REALE, op. cit., t. III,
pp. 59-61.
*** Friederich Maximilian Klinger (1752-1831) ― dramaturgo alemán. Miembro de
los Strümer. En 1776 escribe una pieza teatral originalmente titulada Wirrwarr
[Confusión caótica] que posteriormente se conocerá con el título de Sturm und
Drang. A. Schlegel toma de aquí este concepto para llamar al movimiento cultural
romántico alemán Sturm und Drang ― de ahí Strümer. ― Ambos términos expresan
una única noción cuyo sentido sería: ímpetu tempestuoso; o, tempestad de
sentimientos; o, caótico hervor de sentimientos. Las ideas principales de este
movimiento son la exaltación de la naturaleza como fuerza creadora de vida; el
genio como fuerza originaria, ligado íntimamente con la naturaleza; y un panteísmo
que se contrapone a la concepción deísta de la Ilustración. Cfr. REALE t. III, pp. 29-30.
**** Conocido como ‘Maler’ Müller. Dramaturgo alemán, autor de la pieza titulada
Doctor Fausts Leben und Tod (1778). Cfr. LONGYEAR, R. M.: «Musical Portraits in
‘Sturm und Drang’ Drama» Music & Letters, Vol. 46, № 1 (Jan., 1965), p. 42.
***** Wilhelm Heinse (1746-1803) ― escritor alemán. Figura importante en el Sturm
und Drang. Poseía conocimientos musicales empíricos y técnicos bastante
considerables. Su obra principal es la novela Ardinghello. En su novela posterior
Hildegard von Hohenthal (1795-96) en forma de diálogo, trata sobre cuestiones
estético-musicales. Cfr. NEUBAUER, J.: The Emancipation of Music. Yale University,
1986. (ed. cast. La emancipación de la música. Madrid, Visor, 1992, pp. 242-44.
90 HERDER, J. G.: Auch eine Philosophie der geschichte zur Bildung der Menschheit. Berlin,
1774 (trad. cast. Pedro Ribas: «Otra filosofía de la historia» en: Obra selecta. Madrid,
Alfaguara, 1982, pp. 273-368)
91 Ibíd., p. 320.
92 Cfr. REALE, op. cit., t. III, pp. 59-61; RIBAS, P.: «Introducción. VII “Otra filosofía de
la historia”» en: Herder, J.: Obra selecta. op. cit., pp. xxxii-xxxvii.
93 GLEBOV, I. (Asaf’ev): «Process oformlenija zbučaščego veščestva» op. cit., p. 159, n.
del caos mismo, abstraídas aún de lo corpóreo, y es por eso que, siendo éste el
arte más primitivo, sin embargo se le atribuye una espiritualidad y una
inmaterialidad cercana a la del lenguaje.» 94
Después de la pintura, le corresponde a la plástica la tercera potencia de la
naturaleza que es el organismo, la síntesis y culminación de las otras artes
figurativas, ya que incorpora la tercera dimensión. La esencia se identifica
con la forma, la perfecta configuración de lo ideal en lo real. Es la plenitud
simbólica. Al igual que en la música, los tres aspectos de la plástica son: la
arquitectura de orden real; el bajorrelieve de orden ideal; y la escultura su
síntesis. La arquitectura se relaciona así con la música. La arquitectura es la
música hecha plástica, que es fijada en el espacio y convertida en piedra.95
Queda claro el por qué Schelling equipara la música con la arquitectura.
Ambas se sitúan bajo las artes figurativas. La música es el orden real de las
artes figurativas que manifiesta lo absoluto en la materia sonora, y el ritmo es
su aspecto real en la unidad y oposición de lo ideal y lo real, como ley
fundamental del universo. La arquitectura es el orden real de la plástica, que
manifiesta lo absoluto en la materia física de la síntesis entre música y
pintura en el arte figurativo. Ritmo y arquitectura se identifican.
Al situar Schelling a la música entre las artes figurativas, se revela el rastro
de su pitagorismo neo-platónico, que concibe a la música como la sabiduría
de lo físico. Para Schelling la música representa el movimiento depurado de
los objetos, como reflejo de la armonía de la naturaleza visible, como
trascripción del movimiento de los cuerpos celestes, y el ritmo, en cuanto que
es su esencia, está necesariamente ligado a las formas naturales primigenias,
a los cuerpos inorgánicos, cuya sonoridad depende de su cohesión, y por
tanto, de la gravedad primordial del universo físico. Sin embargo, siendo éste
el arte más primitivo, Schelling le atribuye una espiritualidad y una
inmaterialidad cercana a la del lenguaje.
La Natur-Philosophie
Journal of the History of Ideas, Vol. 28, № 3. (Jul.― Sep., 1967) p. 373.
98 Cfr. WELLS, G.: «Goethe and Evolution» Journal of the History of Ideas, Vol. 28, № 4.
Jahre 1830 un seine leitenden Gedanken» Biologisches Cetralblatt, xxxviii (1918) pp.
368-369. Citado en: WELLS, G.: «Goethe and Evolution» op. cit., p. 540.
100 Goethe, J.: «Bildungstrieb» en: Schriften. Weimar Ausgabe, VII, p. 71. Citado en:
WELLS, G.: «Goethe and Evolution» op. cit., p. 547.
101 Cfr. REALE, op. cit., t. III, p. 764.
102 OSTWALD, W.: Vorlesungen über Naturphilosophie. Leipzig, 1901 (trad. rus. Natur-
Filosofija. Lekcii čitannyja v Leipcigskom universitet. Moskva, Efimova, 1902)
103 Cfr. ABBAGNANO, N.: «Energética» en: Diccionario de Filosofía. México, FCE, 2000;
SADOVSKIJ, V., ed.: «Primečanija» en: BOGDANOV, A.: Empiriomonizm. 2ª. ed. M.
Respublika, 2003, p. 379; [ORLOVA, 1984b] pp. 36-37.
todos nuestras vivencias, nos queda por resolver sobre las particularidades
de estas vivencias, es decir, de aquellas propiedades de los fenómenos que
nos hacen posible diferenciar el espacio y el tiempo. Pero en los conceptos
del espacio y tiempo no encontramos las posibilidades de esta diferencia, ya
que el espacio y el tiempo son uniformes, es decir, en sus partes no hay
diferencias.
El concepto de sustancia sufre en la filosofía y en las ciencias naturales un
largo y diverso desarrollo. W. Ostwald caracteriza brevemente su curso de la
siguiente manera: mientras más se avanzaba, más se dependía del accidente,
y lo que antes se llamaba sustancia de las cosas, finalmente llegó con Kant al
estado de la "cosa en sí", la cual no tenía ninguna propiedad. La propiedad
de las cosas, es aquella relación directa e indirecta entre la cosa y el sujeto
que la percibe. Si se quita de la cosa este componente de estado subjetivo,
entonces lo que queda, sin depender del sujeto, será la “cosa en sí”. Sobre
esta cosa en sí no sabemos nada, aparte de que existe, ya que todo lo que
sabemos ésta en la experiencia, y representa aquella cosa que a nosotros nos
parece, y no aquella que realmente es en sí.
De que manera sabemos que tras la cosa de la experiencia se encuentra otra
cosa, sobre la cual no podemos saber nada por medio de la experiencia.
Cuestión importante para Kant, sobre la cual dio diferentes respuestas. La
fisiología y la psicología se inclinaron hacia la visión de Kant, reconociendo
que "una misma cosa" puede parecernos en la experiencia hasta cierto grado
distinta, dependiendo del tipo de influjo sobre nuestros sentidos. Existen por
lo tanto dos concepciones. Las que afirman que la cosa en realidad es como
nos parece, y los que no están de acuerdo con ello.
Ostwald afirma que la energía es la sustancia más universal, es el accidente
(accidens, inesse, inherencia) general, ya que la energía es lo que se puede
distinguir en el tiempo y el espacio. Sólo la energía se encuentra sin
excepción en todos los fenómenos de la naturaleza, o en otras palabras, todos
los fenómenos de la naturaleza pueden ser subordinados al concepto de la
energía. Pero la energía no sólo está presente en todos los fenómenos de la
naturaleza, sino que los determina. Cada proceso sin excepción puede ser
exactamente representado y descrito, si se señala sobre los cambios de
energía que se experimentan en el tiempo y el espacio. El concepto de energía
es el más amplio concepto de la ciencia, este contiene no sólo el problema de
la sustancia sino también el problema de las causas. Sólo a través del gasto de
energía, o del trabajo, conocemos como está construido el mundo externo y
cuales son sus propiedades. Toda la naturaleza se nos representa desde este
punto de vista, como una distribución de distintos tipos de energía que se
transforman en el espacio y en el tiempo. Conocemos el mundo en la medida
en que percibimos la energía en nuestros sentidos, especialmente diseñados
para la percepción de determinados tipos de energía.
La energía en la actividad humana es trabajo, o todo lo que del trabajo resulta
se transforma en energía. Todos los tipos de energía se subordinan a la ley de
la conservación de la energía: toda cantidad de energía existente permanece
inalterable en sus transformaciones. Esta ley fue descubierta por el médico y
físico de Heilbronn Julius Robert von Mayer (1814-1878) en su obra titulada:
Die organische Bewegung im Zusammenhang mit dem Stoffwechsel (1842). En 1847
Herman von Helmholtz realiza la demostración matemática de la ley de
conservación de la energía.
La actividad de nuestros sentidos, por los cuales particularmente depende
nuestra concepción del mundo externo, sucede siempre y únicamente porque
en éstos se produce el trabajo, es decir, la transformación de la energía. La
comunicación, el movimiento de las manos, el canto, etc., producen un cierto
trabajo. Todo lo que escuchamos está condicionado por el trabajo, el cual
producen las oscilaciones del aire sobre el tímpano del oído interno. Gracias
a la gran velocidad de dispersión de las ondas sonoras y una mínima
cantidad de energía, son suficientes para la formación de la sensación
auditiva. Con la sensación auditiva conocemos el mundo externo, pero no
podemos determinar con exactitud el lugar, el cuadro del mundo, y el
espacio se nos presenta borroso. Sólo la visión mediante la energía de los
rayos de luz, nos dan un cuadro completo del mundo externo.
La primera ley sobre las sensaciones fue formulada por Johann Müller, y es
la ley de la energía específica de los órganos de los sentidos que dice: el tipo
de sensación depende solamente de la propiedad del nervio excitado y no del
tipo de excitación. Desde el punto de la energía esto es correcto, porque el
nervio transforma cualquier otra energía en energía nerviosa, y esta
transformación depende de las propiedades del transformador, del órgano
de sentido. Entre la excitación y la sensación, existe en muchos casos una
relación cualitativa, que se expresa en la ley llamada Weber-Fechner. La ley
afirma que el cambio relativo, y no el absoluto de excitación, determina la
diferencia en la sensación. Mientras más excitación, más deberá ser su
cambio para que ésta provoque un cambio igual en la sensación. Esta
relación no proporcional surge en el paso de la energía externa a la nerviosa.
La energía de la impresión creada en la excitación en diversas cantidades, no
es proporcional a la excitación misma, sino a su algoritmo. La claridad y
conciencia de las sensaciones depende de su utilización en los objetivos
prácticos para la conservación y desarrollo de la vida. Esta claridad sin
embargo no se encuentra en relación con el significado de estas sensaciones
para la conservación de la vida, y se determina en esencia en su relación
hacia las acciones volitivas. Un ejemplo de esto son las personas de la ciudad
que no perciben conscientemente el ruido constante de la calle, y sin
embargo cualquier tono inhabitual en este ruido aún siendo mucho más
débil que el mismo ruido, excita la atención, es decir, llega hasta la
conciencia. Existe por lo tanto un paso ininterrumpido entre las sensaciones
conscientes y las menos conscientes, y las que se convierten en conscientes
con los cambios o violaciones. Es el paso ininterrumpido de la sensación al
sentimiento.
La mayoría de los sentimientos se agrupan en los sentimientos de
satisfacción e insatisfacción. Toda acción de la tensión de energía provoca
agrado, y toda violación de esta acción el desagrado. El sentimiento de
satisfacción e insatisfacción son los medios por los cuales actúa el sentido de
conservación de los organismos y el desarrollo por el cual se explica su
energía excedente del organismo. Así, en los primeros intentos del arte
primitivo, el ritmo temporal y espacial resultaron ser un momento decisivo
de excitante satisfacción. La repetición del signo primitivo se transforma en
el ornamento. La sensación de fácil ejecución de la repetición, está en la base
de la impresión artística. La contemplación del ornamento consiste en la
sensación de la frecuente repetición de la forma. A este respecto Ostwald
señala que una relación entre el ritmo y el trabajo fue señalada por K. Bücher
en su obra Arbeit und Rhythmus, Leipzig 1900 (v. infra, El Origen de la Música).
En su desarrollo posterior las artes temporales y espaciales se distancian
significativamente. En la música europea junto con el ritmo, la armonía y la
melodía juegan un papel muy importante. La armonía tiene una mayor
importancia, ya que la formación de la melodía depende en grado sumo de
las condiciones de la armonía. Los tonos que constituyen la armonía suenan
uno tras otro de tal manera que forman una melodía primitiva. El desarrollo
de la melodía posteriormente depende de las armonías relacionadas
mutuamente en base a las leyes de la armonía. Los tonos son sonoridades
armónicas relacionadas mutuamente de acuerdo a la cantidad de sus
oscilaciones. La causa de la satisfacción de este tipo de combinación así
mismo consiste en la exitosa transformación de la energía. Ya que en la
relación armónica los tonos se caracterizan exclusivamente por la cantidad
de sus oscilaciones, y la única posibilidad de establecer las distintas
combinaciones simultáneas de tonos, consiste en la existencia de tales
sencillas relaciones. En tal caso surge casi siempre como en el caso del
ornamento, una sola y compleja onda de tonos, mientras que los tonos
disonantes forman siempre diferentes combinaciones de ondas.
La música sirve para la representación y el despertar de los sentimientos.
Pero el material para su representación se encuentra en una insignificante
relación directa con los fenómenos de la naturaleza, y permanece limitado a
un estrecho círculo de posibilidades. El ritmo de este material consiste en el
tempo binario, ternario, y sus combinaciones. Un poco más complicadas son
las relaciones armónicas, ya que además de la de cantidad de oscilaciones, se
utilizan junto con éstas las que resultan de la multiplicación de estos factores,
de dos octavas, de tres quintas, y de cinco terceras mayores. A este material
orgánico se añade la diversidad de timbres y matices, que conforman todas
las obras del arte musical. No existe ninguna duda de que la música excita
nuestros sentimientos, principalmente porque la obra musical representa el
curso temporal e intenso del desarrollo de los mismos.
La poesía representa en cierto sentido un contraste con la música. En la
música la diversidad de la experiencia del mundo externo no juega ningún
papel, mientras que en la poesía esta diversidad es su fuente principal. La
música puede representar los procesos externos sólo con extremo cuidado,
ya que su verdadero campo es representar nuestra vida interna. Por eso en la
música existe el peligro de ser puramente racional ante el exceso del gran
desarrollo de la forma (contrapunto y fuga), mientras que a la poesía le
acecha el peligro de demasía de pensamiento y de contemplación. Así como
las tareas de la ciencia son el estudio de los conceptos, correspondientes a la
formación de la infinita diversidad de los fenómenos, así mismo es en el arte,
su diferencia sólo está en que la ciencia forma el concepto abstracto, y el arte
el concreto.
De los conceptos sobre el proceso de formación orgánica en la filosofía
romántica de naturaleza, y del concepto de energía espiritual en el
energetismo de W. Ostwald, Boris Asaf’ev parte para el desarrollo de sus
ideas en la teoría evolutiva de la entonación musical. A continuación
presentamos en un resumen de diez puntos, los conceptos básicos que
surgieron en la teoría asafiana a partir de la Natur-philosophie.
1. La determinación del todo y las partes en la formación artística, en donde
el todo es algo más que la simple suma de sus partes. La forma artística no es
la simple suma de partes aisladas y predeterminadas a priori. La unidad de la
obra se determina por la relación de cada una de sus partes en el torrente
ininterrumpido del proceso de formación.
2. La concepción de la música como un organismo vivo. La analogía entre la
entonación musical con las formas orgánicas básicas de la naturaleza (las
110 KURTH, E.: Grundlagen des linearen Kontrapunkts: Einführung in Stil und Technik von
Bachs melodischer Polyphonie. Berne, 1917. 5te. 1956 (trad. rus. Ewald, Z. Pod redakciej
Asaf’eva, B. Osnovy Linearnogo Kontrapunkta. Melodičeskaja polifonija Bach’a. Moskva,
Muz. Izd., 1931)
111 Ídem. Romantische Harmonik und ihre Krise in Wagners ‘Tristan’. Berne, 1920 (trad.
«Este estado de tensión psíquico al cual llamo energía cinética, actúa en las
más amplias y diversas formas de fenómenos estudiados por la teoría musical,
y por la cual se presenta como el estudio sobre el desarrollo energético, y
refleja el papel de este último en la construcción y desenvolvimiento del
fenómeno sonoro. La acción de la energía cinética se relaciona con todo los
componentes de la música estudiados por la teoría: la armonía, la melodía, el
contrapunto linear, y, hasta cierto punto la rítmica, así como al arte de la
forma. Finalmente, a través de la teoría ésta se relaciona con la estética y la
psicología del estilo en particular, porque la tensión del movimiento tiene un
significado fundamental para la simbólica de los sonidos.»115
Como podemos observar, muchos de estos conceptos parecen ser tomados de
la teoría energética de W. Ostwald. Sin embargo E. Kurth inicia en su teoría
musical con la afirmación de que “la armonía es el reflejo del inconsciente”.
W. Ostwald afirmaba en sus Lecciones sobre la Naturphilosophie, que el
pensamiento inconsciente, cuyo cambio de energía sucede internamente, no
nos brinda ninguna prueba de su existencia, si no es a través de la misma
conciencia. Bajo el concepto de pensamiento, Ostwald entiende un proceso
exclusivamente de relaciones de experiencias internas conscientes, y en
consecuencia el concepto del pensamiento inconsciente señala sobre las
contradicciones internas. La repetición de los procesos inconscientes se
relacionan con la formación de nuestros hábitos, y sólo los fenómenos
experimentados conscientemente pueden ser nuevamente provocados en
nuestra memoria.
Esta concepción del inconsciente y de la dualidad del contenido espiritual y
sensible en la música, hace evidente el hecho de que Kurth no parte de la
teoría energética de W. Ostwald. La base filosófica de sus escritos lo debe en
gran medida a la obra del filósofo alemán Arthur Schopenhauer. Existe una
obvia relación entre las concepciones de este último, como la representación
directa de la Voluntad y la noción de la energía como fuerza preliminar al
fenómeno físico, el cual es crucial para el pensamiento de E. Kurth.
Para A. Schpoenhauer la música mantiene la posición más alta entre las artes,
porque ésta es la completa encarnación de la Voluntad que ha generado el
mundo y su cultura.
«Por lo tanto, la música es una objetivación tan inmediata y una imagen tan
acabada de la voluntad como el mundo mismo, y hasta podemos decir como
lo son las Ideas, cuya varia manifestación constituye la universalidad de las
cosas singulares. Por consiguiente, la música no es, en modo alguno, la copia
de las Ideas, sino de la voluntad misma, cuya objetividad está constituida por
las Ideas; por esto mismo, el efecto de las música es mucho más poderoso y
penetrante que el de las otras artes, pues éstas sólo nos reproducen sombras,
mientras que ella esencias.» 116
En la opinión del musicólogo Ernst Bücken, una de las principales fuentes de
las ideas de Kurth se encuentra en el concepto romántico del arte. E. Bücken
comparó la noción del arte de Kurth como el movimiento, el esfuerzo, el
impulso y voluntad, con las afirmaciones de Schiller de que la creatividad
artística es el resultado de "un impulso indefinible hacia el torrente de la
emoción". 117
La idea de energía física en la obra de Kurth, le permite ver a la música en
términos de una total impresión (der Ganzheitseindruck). La música no es
considerada meramente como la acumulación de sonidos, sino debe ser
concebida primeramente como una totalidad, como un "todo". Estas ideas
aproximaron a Kurth a las teorías de la Gestalpsychologie. En su última
publicación, titulada: Musikpsychologie, sus teorías sobre la psicología de la
música encuentran su más clara expresión.
«La psicología de la música elabora aquellas funciones básicas en todos los
fenómenos que primero transforman las impresiones sonoras, y que pueden
darles forma y extenderse al mundo interno de la escucha.»118
121 Ibíd, p. 29
122 v. supra, cap. V, Crisis de la Musicología de Europa Occidental, pp. 304-305, nn. 94-96.
123 MAZEL’, L.: «O muzykal’no-teoretičeskoj koncepcii Asaf’eva» Sovetskaja Muzyka,
№ 3, 1957, pp. 73-82 (ahora como: O nekotorich storonach koncepcii B. V. Asaf’eva. M.,
Sovetskij kompozitor, 1982)
124 Ibíd., p. 74.
130 MACH, E.: Análisis de las sensaciones. Daniel Jorro, Madrid, 1925, p. 20
131 Ibíd., p. 24
132 Ibíd., p. 28.
El Intuicionismo
138 LOSSKIJ, N.: Osnobnye učenija psichologii s točki zrenija voljuntarizma. Spb. 1911. (v.
supra, n. 56, y cap. III, n. 17)
139 LOSSKY, N.: The Intuitive Basis of Knowledge. Authorised translation by Nathalie A.
su tesis en 1889 con el Essai sur les données immédiates de la conscience y una pequeña
tesis sobre Aristóteles. En 1896 escribe Matière et mémoire. En 1900 aparece Le rise en
la Revue de Paris. En ese año fue nombrado miembro del Colegio de Francia. La
Évolution créatrice es de 1907. En 1914 es elegido a la Academia Francesa. En 1919
publicó una compilación intitulada L’Énergie spirituelle. En 1928 recibió el Premio
Nobel de Literatura, y publicó por último en 1932 Les deux sources de la morale et de la
religión. Muere en 1941 bajo la ocupación nazi. Cfr. YANKÉLÉVITCH, V.: Henri
Bergson. PUF, París, 1959 (trad, cast. Xalapa, U. Veracruzana, 1962).
143 Cfr. ABBAGNANO, N.: «intuicionismo» en: Diccionario de Filosofía op. cit.; REALE,
Este “pensar la materia” se realiza a través de relacionar los objetos entre sí.
«…nuestros conceptos han sido formados a imagen de los sólidos; que nuestra
lógica es, ante todo, la lógica de los sólidos […] nuestra inteligencia triunfa en
la geometría…» 145
De esta manera, Henri Bergson nos dice que la evolución humana ha sido la
adaptación de nuestra mente a través de la asimilación de las relaciones
espaciales entre los objetos, necesarios para la supervivencia.
«Nuestra inteligencia, tal como la ha moldeado la evolución de la vida, tiene
como función esencial esclarecer nuestra conducta, preparar nuestra acción
sobre las cosas, prever, […] Aísla, pues, nuestra inteligencia, instintivamente,
en cada situación, lo que se parece a lo ya conocido; busca lo igual a fin de
poder aplicar su principio de que “lo mismo produce lo mismo” […] La
ciencia lleva esa operación al mayor grado posible de exactitud y de precisión,
mas sin alterarle su carácter esencial.» 146
Así, la ciencia es el resultado de este mismo proceso del “pensar la materia”,
en un sistema de interrelaciones fuera de la intuición del tiempo real.
«…la ciencia sólo retiene de las cosas el aspecto repetición. Si el todo es
original, se las arregla para analizarlo en elementos o en aspectos que sean
aproximadamente la reproducción del pasado. Sólo puede operar sobre lo que
se supone que se repite, es decir, sobre lo que por hipótesis se sustrae a la
acción de la duración.» 147
La repetición. La certeza en la unidad de universo a través de la inevitable
réplica de los fenómenos, es por donde nuestra inteligencia transita.
«La repetición sólo es, pues, posible en lo abstracto; lo que se repite es tal o
cual aspecto que nuestros sentidos, y sobre todo nuestra inteligencia ha
desprendido de la realidad precisamente porque nuestra acción, hacia la cual
va dirigido todo el esfuerzo de nuestra inteligencia, no se puede mover más
que entre repeticiones.» 148
Así, entre repeticiones la mente humana reinventa el tiempo y con éste a la
ciencia...
«...concentrada en lo que se repite, preocupada únicamente en soldar lo
mismo a lo mismo, la inteligencia se desvía de la visión del tiempo. Le
repugna lo fluyente, y solidifica todo lo que toca. No pensamos el tiempo real.
Pero lo vivimos, porque la vida desborda a la inteligencia.» 149
Henri Bergson afirma que el tiempo abstracto, el de la ciencia, exigen
apartarse del mundo de las sensaciones, ya que la única realidad para la
ciencia, es la que se expresa en las fórmulas de su cosmovisión. Esta
cosmovisión en su esencia no son las cosas, sino sus leyes y sus relaciones.
«…el tiempo abstracto, t, atribuido por la ciencia a un objeto material o a un
sistema aislado, sólo consiste en un número determinado de simultaneidades o,
de un modo más general, de correspondencias, y que ese número permanece
invariable sea cual sea la naturaleza de los intervalos que separan las
correspondencias entre sí.» 150
En La Evolución Creadora, Henri Bergson nos dice que esta búsqueda de las
leyes de formación se ha iniciado ya desde la antigüedad.
«Platón fue el primero en erigir en teoría que conocer lo real consiste en
hallarle su Idea, es decir, en hacerlo entrar en un marco preexistente que
estaría ya a nuestra disposición ― como si poseyésemos implícitamente la
ciencia universal ―» 151
Para Bergson, este marco preexistente es el resultado de un finalismo que
pretende predeterminar a la vida misma.
«En vano se querrá asignar a la vida un fin […] Hablar de un fin es hallar de
un modelo preexistente que no tiene más que realizarse. Por lo tanto equivale,
en el fondo, a suponer que todo está dado, que el futuro podría leerse en el
presente.» 152
H. Bergson ejemplifica a este modelo preexistente que pretende atrapar al
proceso vivo de la evolución.
«Si vierto en un vaso primeramente agua y después vino o al revés, ambos
149 Ibídem.
150 Ibíd., p. 21
151 Ibíd., p. 54.
152 Ibíd., p. 56.
153 Ibíd., p. 62
154 Ibídem.
155 Ibíd., pp. 243-44.
156 Ibíd., p. 264.
La Teoría de la Relatividad
Audio mentis
170 CASSIRER, E.: Zur Einstein’schen Relativitäts-theorie. op. cit., [Dover, 1953] p. 357.
171 Ibíd., p. 388.
puede ser pensada en las cosas como tal, sino en la construcción intelectual
que elegimos de acuerdo a las peculiaridades del campo a ser estudiado. La
teoría de Cusa sobre las relaciones dialógicas entre las “contradicciones”, es
identificada por el análisis filosófico como el principio alusivo al punto de
vista heterónomo referido a la mente. La llave de los conceptos que especifica
las operaciones de la mente, es entre las antinomias, en donde el análisis ha
reconocido el verdadero lugar del pensamiento.172
Su rechazo del principio aristotélico de contradicción, es la clave en la
elaboración de su sistema filosófico. La coincidencia de los contrarios, es el
punto al rededor del cual se organiza la filosofía en De docta ignorantia.173 Para
Cusa los opuestos coinciden, no se contradicen. En lugar de la polaridad de
la lógica tradicional, Cusa ofrece una incorporación y reconciliación de las
contradicciones. Su estética matemática lo constituyen sus dos maneras de
"ver". Para explicar la intensidad de la experiencia visual, Nicolai de Cusa
nos habla de la combinación que liga la observación y la intuición. Esta
observación hace un espacio para el discurso que siempre pone objetos. Por
otra parte, la intuición es concentrada en la distinción de las visiones de la
mente (visus mentis). Estas dos formas de ver constantemente se interceden.
Sus puntos de coincidencia se encuentran en la figura visible en la cual la
mirada toma el elemento invisible activo entre la figura. El instrumento para
el paso (transsumptio) de una “vista” a otra, es el espejo. Esta intuición
intelectual ha transformado a todas las cosas en posibles espejos.
«Digo, pues, que si hubiera una línea
infinita, sería recta, sería triángulo, sería
círculo y también esfera.»174
Entre las dos formas de videre, las matemáticas de Cusa constituyen un
espacio de coincidencia, una geometría. La clase de operaciones mentales que
172 Cfr. CASSIERER, E.: Individuum und Kosmos in der Philosophie der Renaissance. 1927.
Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1962. (trad. cast. Individuo y cosmos
en la filosofía del Renacimiento. Buenos Aires, Emecé Editores, 1951)
173 CUSA, [Nicolai de]: De docta ignorantia. 1440. (trad. cast. La docta ignorancia.
175Cfr. CERTEAU, M. De: «The Gaze Nicholas of Cusa» Diacritics, Vol. 17, № 3.
(Autumm, 1987) pp. 6, 8-10; MCDERMOTT, P.: «Nicholas of Cusa: Continuity and
Conciliation at the Council of Basel» Church History, Vol. 67, № 2. (Jun., 1998) p. 256.
Lo Visual
Algunos autores de esta tendencia como Max Dessoir, Emil Utitz y Wilhelm
Worringer, afirman que los problemas de la creación artística y de la obra de
arte pueden separarse por completo de la estética, y constituir una ciencia
especial, la ciencia general del arte llamada Allgemeine Kunstwissenschaft.176
El escultor Adolf Hildebrand fue uno de los promotores, junto con otros
artistas, de la teoría de la “visibilidad pura”. Las condiciones a priori de la
sensibilidad imponen a cada arte un límite y una coherencia propia. El ojo
del artista no ve de manera distinta que el ojo de cualquier otra persona. En
el artista, su función visual sólo se desarrolla y se especializa en un
conocimiento de la realidad de una naturaleza particular, y en un sentido
exclusivamente visual. La síntesis artística tiene su valor en el conocimiento.
Partiendo de estas premisas, en la historia de las artes plásticas no deben
considerarse sólo las obras de los artistas como la expresión de una época,
sino la historia del conocimiento de lo real bajo el aspecto de la visibilidad,
que constituye la verdadera naturaleza de la actividad artística. Esta teoría de
la visibilidad ha afirmado la necesidad de fundar el juicio sobre la obra de
arte en elementos formales, en valores efectivos de estilo. A. Hildebrand
toma estas ideas de la obra de Conrad Fiedler, Schriften über Kunst, para
profundizar en el problema de la forma artística. En su teoría expuesta en
Das Problem der Form in der bildenden Kunst (1893), Hildebrand afirma que la
forma artística debe ser entendida no como una reproducción inerte de los
aspectos naturales, sino como una expresión de su esencial ley estructural.
«El material adquirido a través de un estudio directo de la naturaleza es
transformado en una unidad artística por el proceso arquitectónico. Cuando
hablamos del aspecto imitativo del arte, nos referimos a un material que
todavía no ha sido desarrollado en este concepto [...] Al revisar la producción
artística de épocas pasadas, encontramos que la estructura arquitectónica de
una obra de arte sobresale dondequiera como el factor preeminente, en tanto
176Cfr. DESSOIRE, M.: «Art History and Systematic Theories of Art» The Journal of
Aesthetics and Art Criticism, Vol. 19, № 4. (Summer, 1961) pp. 463-469; Ídem. Ästhetik
und allgemeine Kunstwissenschft. Berlin, 1906.
177 HILDEBRAND, A.: Das Problem der Form in der bildenden Kunst. 1893 (trad. ingl. The
Problem of Form in Painting and Sculpture. New York, E. Stechert, 1932) pp. 11-12.
178 Cfr. LANGER, S.: Feeling and Form. New York, Ch. Scribner’s Sons, 1953 (trad. cast.
Sentimiento y Forma. México, UNAM, 1967, pp. 72-73); AGARWAL, B.:« Langer,
Hildebrand, and Space in Art» The Journal of Aesthetics and Art Criticism, Vol. 31, №
4. (Summer, 1973) pp. 513-516; BAYER, R.: Histoire de l’Esthétique. París, A. Colin, 1961
(trad. cast. J. Reuter. Historia de la Estética. México, FCE, 1998) pp. 423-424.
179 RIEGL, A.: Spätrömische Kunstindustrie. Wien, 1901 (trad. cast. El arte industrial
aquí se trata de la belleza de las formas visibles del exterior humano, tenemos
que considerar estos movimientos expresivos en primer término. Y, sobre
todo, he de hacer mención brevemente, pero en primera línea, de los sonidos,
especialmente de aquellos en los cuales se anuncia, de una manera la más
inmediata y originaria, algo interior. Me refiero a los sonidos que expresan
afectos. Nosotros expresamos inmediatamente, por medio de sonidos, afectos,
movimientos del ánimo, formas de excitación interior, el espanto, la alegría, el
asombro. Y no hacemos esto porque lo hayamos aprendido, sino originariamente,
por medio de un instinto nativo. Y cuando yo oigo un sonido, semejante a
éstos, en los cuales expreso o doy salida a mis afecciones, encuentro y
reconozco este mismo afecto, no unido a dicho sonido, sino inmediatamente a
él. Este “hallar” parece al principio un mero e inmediato representarse
conjuntamente. De hecho es algo más. No sólo percibo la representación, que
sirve de fundamento al sonido afectivo, sino que yo la vivo. Yo le comparto
íntimamente, con tanta más regularidad y plenitud, cuanto más atento a él
estoy en mi interior. Me siento inclinado a alegrarme con la alegría de otro, y,
por consiguiente, a coincidir con ella interiormente. Y esto lo hago de hecho, si
no hay nada que me impida entregarme a lo que oigo. Este proceso, este co-
deleitarme con el sonido escuchado, le expresaremos con el concepto, que
hemos de encontrar a menudo en el resto de la obra y que ha de ser el
concepto fundamental de nuestras consideraciones, a saber: el concepto de
“proyección sentimental” (Einfühlung).»184
Theodor Lipps afirma que en cierto modo todos nuestros movimientos son
movimientos de expresión, aun los sonidos del lenguaje son signos de
expresión de los afectos. Los movimientos son movimientos de expresión,
como los ademanes en los que se encuentra algo característico que indica el
estado interior. Los movimientos en los distintos modos de hablar, etc.
«Y en consecuencia, tales movimientos, con otros que no tienen el carácter
específico de movimiento de expresión, me dan la clave de ciertos estados
interiores y me hacen convivir con ellos.»185
La humanización es para Th. Lipps no sólo una proyección sentimental, es
189 Cfr. HOLDHEIM, W.: «Wilhelm Worringer and the Polarity of Understanding»
boundary 2, Vol. 8, № 1, The Problems of Reading in Contemporary American
Criticism: A Symposium. (Autumn, 1979), pp. 339-358; GLUCK, M.: «Interpreting
Primitivism, Mass Culture and Modernism: The Making of Wilhelm Worringer’s
Abstraction and Empathy» New German Critique, № 80, Special Issue on the
Holocaust. (Spring- Summer, 2000), pp. 149-169.
190 WORRINGER, W.: Formprobleme der Gotik, (trad. cast. García Morente. El espíritu del
arte gótico. Madrid, Revista de Occidente, 1924; Buenos Aires, 1947); RIEGL, A.: Die
Entstehung der Barockkunst in Rom. Wien, Anton Schroll, 1912.
que el gusto griego por lo orgánico dominó muy pronto la tendencia hacia la
abstracción, que, como en todos los pueblos, fue rectora del incipiente
ejercicio artístico. En su análisis, Worringer define al arte de la ornamentación
griega como una conciliación extraordinariamente venturosa entre la
tendencia abstracta y la naturalista. Esta conciliación se realiza a través de la
evolución psíquica del arte de la ornamentación que inicia con el estilo
geométrico, el adorno lineal geométrico que es común al arte de casi todos
los pueblos. La interpretación del arte por Worringer parece ser estrictamente
estético-formal, es decir, como una creación que apela a nuestros
sentimientos estéticos elementales. El impulso artístico sólo es aquello que
brotando de las necesidades psíquicas, satisface necesidades psíquicas. Por
este motivo Worringer no considera los productos prehistóricos de Europa y
Egipto (de la Dordoña; la Madeleine; de Thüngen, etc.) propiamente como
obras de arte. El estilo geométrico es pues para Worringer, el primer estilo
artístico. Los principios del afán estético del hombre primitivo tienden hacia
lo lineal-inorgánico, hacia lo ornamental-abstracto. Este afán hacia la
abstracción lineal-inorgánica de los pueblos, se relaciona con el estado
anímico y no con las posibilidades técnicas y métodos determinados. La
aparición del ornamento vegetal en la línea evolutiva, no se debe a una
tendencia imitativa de tipo naturalista, sino a la observación de la simetría.
En la simetrización y estilización del ornamento vegetal griego casi no hay
una significación objetiva.
Un ejemplo de esto está en los más antiguos motivos
del ἄκανθος (acanto), 191 que carecen de las
características esenciales de esta planta, y su
designación debe datar de tiempos muy posteriores,
cuando el ornamento se fue acercando en su evolución al aspecto del acanto
mismo.
191Acanto. Del lat. acanthus, y este del gr. ἄκανθος. Planta de la familia de las
acantáceas, perenne, herbácea, con hojas anuales, largas, rizadas y espinosas. Como
ornato, este es hecho a imitación de las hojas de esta planta, característico del capitel
del orden corintio. Cfr. Diccionario de la Lengua Española, op. cit.
contribución del sujeto. Pero esto no significa que toda regularidad del
trazado apele al afán de proyección sentimental, o surja de éste. No obstante
también es posible que esté latente desde un principio en el estilo geométrico,
y sólo la evolución lo hace consciente. Este lento proceso en que se hacen
conscientes las posibilidades de proyección sentimental se manifiestan a
través de líneas de expresión. La sujeción a la ley de abstracción es a priori
inexpresiva, mientras que en la regularidad existe una expresión. El estilo
geométrico alcanza en su madurez un equilibrio entre los elementos de
abstracción y proyección sentimental.
Ornamentos como el Μαίανδρος (meandro) 193 y el tipo griego de la espiral,
marcan el apogeo de este proceso. La evolución del ornamento vegetal en el
arte griego, se halla fuera de la voluntad artística geométrica de los egipcios.
Entre el ornamento vegetal micénico y la ornamentación
griega clásica se encuentra el estilo geométrico del
Dipylon.194 Éste es un estilo geométrico que muestra una
madurez y un refinamiento que lo distinguen claramente
del estilo geométrico general. Sus formas carecen de todo
elemento que pueda reducirse a la imitación de objetos
naturales. Con las figuras animales disueltas en el
esquema lineal, y rechazando todo acercamiento a lo orgánico en una clara
intensión estilística que es enfocada hacia la abstracción, el estilo despliega
un máximo de riqueza decorativa.
El fenómeno que sigue al Dipylon, es la ornamentación clásica. La
conciliación entre el estilo micénico y el Dipylon, produjo el arte ornamental
193 Meandro. Del lat. Maeander, -dri, y este del gr. Μαίανδρος, río de Asia Menor de
curso muy sinuoso. El término se usa para designar cada una de las curvas que
describe el curso de un río. En la arquitectura es un adorno de líneas sinuosas y
repetidas. Cfr. Diccionario de la Lengua Española. op. cit.
194 El estilo geométrico Dipylon alcanzó su cúspide en los colosales jarrones erigidos
clásico griego. De acuerdo a esta teoría sobre el proceso evolutivo del arte de
la ornamentación, que va desde el principio puramente geométrico hasta el
gótico, en el ámbito del arte griego este carácter se va perdiendo paulatinamente
y acaba en el pámpano195 ondulado. Ornamento movido y lleno de vida que
se desarrolla eurítmicamente, y es creado libremente por la fantasía del
espíritu del arte griego. Además del pámpano se puede considerar como
creación exclusiva griega el acanto, ya citado, que aparece en la segunda
mitad del siglo v. Éste no es una reproducción inmediata del modelo natural
de la planta, sino un proceso evolutivo puramente artístico.
En la arquitectura, la transición de lo inorgánico a lo orgánico, de lo abstracto
a la proyección sentimental naturalista, se ve en la comparación entre el
templo dórico y jónico. El dórico es producto de la voluntad de abstracción,
sujeto a la ley inexpresiva puramente geométrica y estructural de la materia,
de carácter pesado. El templo jónico se halla en la transición hacia lo
orgánico, que gracias a los capiteles y esculturas, guarda una relación más
íntima con el hombre. Las leyes de su estructura siguen siendo las de la
materia, pero su expresión y armonía es la sujeción a la ley orgánica.
La historia de la evolución del arte plástico, es la búsqueda de medios y
recursos para representar y perpetuar la abstracción dentro de los límites de
la materia. Esta ley fundamental de la plástica no ha cambiado desde las
primeras estatuas arcaicas hasta el arte de Miguel Ángel, en el que dentro de
un ámbito cúbico cerrado existe un máximo de movimiento. Pero la estatua
arcaica tenía una forma geométrica, que se puede reducir a algunos tipos
muy sencillos. Estos fueron los elementos fundamentales del desarrollo de
las primeras estatuas griegas. Los primeros símbolos de la divinidad fueron
pues abstracciones puras, sin ninguna conexión con la vida. Las formas
geométricas se distancian del mundo animal y vegetal, que encauza al
crecimiento y a la vida, es decir, a la temporalidad. Lo geométrico representa
lo infinito, lo eterno y lo divino. La representación de los seres orgánicos
Cfr. SEMPER, G.: Der Stil in den technischen und tektonischen Künsten, oder Praktische
199
Stilfragen. Grunlegung zu einer Geschichte der Ornamentik. Berlin, Verlag von Georg
Siemens, 1893 (trad. cast. Saller, F. Problemas de estilo. Fundamentos para una historia de
la ornamentación. Barcelona, Gustavo Gili, 1980).
hacia los objetos, sino hacia el sujeto. Es una voluntad artística por captar y
entonar el incesante cambio de los fenómenos del mundo interior, para
cristalizarlo en la mutación de la belleza orgánica, el equilibrio inestable. Este
afán de proyección sentimental (Einfühlung) es condicionado por la comunión
romántico-panteísta entre los hombres, a través de ininterrumpido torrente
orgánico de la sonoridad. Tanto el afán de abstracción del primero, como el
afán de expresión del segundo, son consecuencia del mito.
En el siglo XX la voluntad artística se manifestará nuevamente por su afán de
abstracción, ante la inquietud del hombre hacia lo trascendental en toda
representación artística. Esta Kunstwollen se manifestará en la música como
“la ciencia de los sonidos”, al concebir la música como un objeto sonoro
contrapuesto a la conciencia. Pero para Boris Asaf’ev el arte musical seguirá
siendo un Einfühlung, una voluntad artística a priori en su afán de expresión a
través de la música. En su obra, Boris Asaf’ev se manifestó en contra de las
tendencias del formalismo en la música. Tanto en su obra teórica como en su
actividad política, B. Asaf’ev luchó en contra de la concepción de la música
como un arte inorgánico e inmóvil, esquemático y abstracto. Como un arte
arquitectónico visual de esquemas racionalmente preconcebidos. Es por eso
que para Asaf’ev el punto de convergencia en la analogía entre la
arquitectura y la música, sólo era posible entre la arquitectura gótica como
apoteosis de la dinámica del mecanismo, de lo inorgánico, y la música, como
el cúmulo de unión de sonoridades en su inestabilidad en equilibrio. La
música como un organismo vivo en su ininterrumpido movimiento.
Pero el afán de abstracción en la música avanzaba ya en el siglo XX, y la
Kunstwollen de Riegl se convierte en la Wissenschaftwollen de Varèse, como la
nueva ciencia de los sonidos. La música es ahora ciencia, matemática,
arquitectura. Un arte plástico de materia acústica inorgánica, en donde la
respiración y el melos no existen. La entonación muere y surge el imperio
tecnológico de la máquina de sonidos.
En 1916, el compositor norteamericano de origen francés Edgard Varèse,
expone sus ideas sobre el futuro. La música entendida como “arte-ciencia”.
202 Cfr. STRAWN, J.: «The Intégrales of Edgard Varèse Space, Mass, Element, anf
Form» Perspectives of New Music, Vol. 17, № 1 (Autumm-Winter, 1978) pp. 138-160;
GRIFFITHS, P.: «Varèse, Edgard (Victor Achille Charles)» Grove; CHOU WEN-CHUNG:
«Varèse: A Sketch of the Man and His Music» The Musical Quarterly, Vol. 52, № 2
(Apr., 1966) pp. 151-170.
203 VARÈSE, E./Chou Wen-chung: «The Liberation of Sound» Perpectives of New
Century Music» Journal of Music Theory, Vol. 17, № 1 (Spring, 1973) pp. 110-148;
POWELL, N.: «Fibonacci and the Golden Mean: Rabbits, Rumbas, and Rondeaux»
Journal of Music Theory, Vol. 23, № 2 (Autumn, 1979) pp. 227-273.
206 Cfr. GRIFFITHS, P.: «Xenakis: Logic and Disoder» The Musical Times, Vol. 116, №
1586 (Apr., 1975) pp. 329-331; HOFFMANN, P.: «Xenakis, Iannis» Grove
207 XENAKIS, I.: «Towards a Metamusic» Tempo, New Ser., № 93 (Summer, 1970) p. 3.
*Cfr. Gravesaner Blatter, № 1 & 6, and the score of Metastaseis (1954) and Pithoprakta
(1956) (Boosey & Hawkes) [N. de Xenakis]
El Origen de la Música
208 STUMPF, C.: Die Anfänge der Musik. Leipzig. 1911. (trad. rusa. Proischoždenie
muzyki. Knigi po muzyke. Pod redakciej s predisloviem S. GINSBURGA. Leningrad,
Triton, 1927)
209 Cfr. WELLEK, A.: «Stumpf, (Friedrich) Carl» Grove; «Autobiography of Carl
Stumpf» en: Murchison, C., ed. History of Psychology in Autobiography. Vol. 1, 1930,
pp. 389-441.
210 DARWIN, Ch.: The Descent of Man and Selection in Relation to Sex. 1871. Great Books
of the Western World. Robert Maynard Ed., t. 49. Darwin. Encyclopaedia Britannica.
London, William Benton, Publisher, pp. 253-600.
211 Ibíd., p. 567. * Dr. Scudder, "Notes on Stridulation" in Proc. Boston Soc. of Nat.
Studie», SIMG, iii (1901–2), pp. 1–86; viii/3 (1907), pp. 486–91.
216 ROUSSEAU, J.: Essai sur l’origine des langues où il est parlé de la mélodie et de
l'imitation musicale. 1753 (trad. cast. Ensayo sobre el origen de las lenguas. Madrid, Akal,
1960)
que alcanzan nuestros ojos que nuestros oídos y las figuras tienen mayor
variedad que los sonidos; son también más expresivas y dicen más en menos
términos.»217
Pero el influjo emocional de los sonidos, ― nos dice Rousseau, ― es mucho
más poderoso para nuestra imaginación.
«La pantomima sola, sin discurso, os dejará casi tranquilo; el discurso sin
gesto os arrancará lloros. Las pasiones tienen sus gestos, pero también tienen
sus acentos, y estos [...] nos hacen sentir lo que oímos. Concluyamos que los
signos visibles vuelven la imitación más exacta, pero que el interés se excita
mejor mediante los sonidos. [...] Esto me hace pensar que si nunca hubiéramos
tenido otra cosa que necesidades físicas, muy bien habríamos podido no
hablar jamás y entendernos perfectamente con la sola lengua del gesto.»218
Rousseau afirma que las necesidades dictaron los primeros gestos y las
pasiones arrancaron las primeras voces.
«Así debió ser. No se empezó por razonar, sino por sentir. [...] No es ni el
hambre ni la sed, sino el amor, el odio, la piedad, la cólera los que les han
arrancado las primeras voces. Los frutos no se sustraen a nuestras manos, uno
puede nutrirse sin hablar, se persigue en silencio la presa con que uno quiere
alimentarse; pero para conmover un corazón joven, para rechazar a un agresor
injusto, la naturaleza dicta acentos, gritos, quejas: he aquí las palabras más
antiguas, y he ahí por que las primeras lenguas fueron melodiosas y
apasionadas antes de ser simples y metódicas.»219
En los primeros tiempos, ― afirma Rousseau, ― los hombres no tenían más
sociedad que la de la familia, ni más leyes que las de la naturaleza, ni más
lengua que el gesto y algunos sonidos inarticulados.
«Con las primera voces se formaron las primeras articulaciones o los primeros
sonidos, según el género de la pasión que dictaba las unas o los otros. La
cólera arranca gritos amenazadores que la lengua y el paladar articulan; pero
la voz de la ternura es más dulce, es la glotis la que la modifica, y esta voz
deviene en sonido. Sólo que los acentos son en ella más frecuentes o más
raros, las inflexiones más o menos agudas según el sentimiento que se les una.
Así, la cadencia y los sonidos nacen con las sílabas, la pasión hace hablar a
todos los órganos, y adorna la voz en todo su esplendor; de este modo, los
versos, los cantos y la palabra tienen un origen común.»220
Según Rousseau, los primeros discursos fueron las primeras canciones. El
ritmo y las inflexiones melodiosas de los acentos hicieron nacer la poesía y la
música con la lengua.
«Las primeras historias, las primeras arengas, las primeras leyes fueron en
verso, la poesía fue hallada antes que la prosa, así debía ser puesto que las
pasiones hablaron antes que la razón. Lo mismo ocurrió con la música: no
hubo al principio más música que la melodía, ni más melodía que el sonido
variado de la palabra: los acentos formaban el canto, las cantidades formaban
la medida, y se hablaba tanto mediante los sonidos y el ritmo como por las
articulaciones y las voces.»221
En su teoría sobre el origen de la lengua, J. Rousseau admirablemente intuyó
la naturaleza de la semiosis musical como signo de nuestras afecciones, y
sienta las bases para la teoría musical de la entonación.
«Los sonidos en la melodía no actúan solamente sobre nosotros como sonidos,
sino como signos de nuestras afecciones, de nuestros sentimientos; así es como
se excitan en nosotros los movimientos que expresan y cuya imagen
reconocemos en ellos.»222
En 1772 Johann Gotfried Herder escribe su Ensayo sobre el origen del
lenguaje,223 premiado por la Academia de Berlín. A diferencia del abate
Condillac224 y de Rousseau, en su obra Herder afirma que el lenguaje no tiene
origen, en sentido estricto, sino que es connatural al hombre. Este se
distingue del animal precisamente por su carácter hablante. La lengua es un
órgano del alma. Preguntar por el origen del lenguaje es preguntar por el
Pedro R. Ensayo sobre el origen del lenguaje. en: Obra selecta. Madrid, Alfaguara, 1982,
pp. 131-232).
224 CONDILLAC, E.: Essai sur l'origine des connoissances humaines. 1746.
230 Ibídem.
231 SPENCER, H.: «The Origin of Music» Mind, Vol. 15, № 60 (Oct., 1890), pp. 449-468;
«On the Origin of Music» Mind, Vol. 16, № 64 (Oct., 1891), pp. 535–537.
232 SPENCER, H.: «The Origin of Music» Mind, op. cit., p. 450.
233WALLASCHEK, R.: «On the Origin of Music» Mind, Vol. 16, № 63 (Jul.,1891), pp.
375–88; «The Origin of Music» Mind, New Series, Vol. 1, № 1 (Jan., 1892), pp. 155–
156; «On the Difference of Time and Rhythm in Music» Mind, New Series, iv (1895),
pp. 28–35; Primitive Music. London, 1893/2a ed. Anfänge der Tonkunst. Leipzig, 1903.
caso entre los salvajes una melodía fija ― al menos de acuerdo a los principios
musicales; las cadencias melódicas, en donde estas ocurren, sirven sólo como
señales o como un conveniente acompañamiento de ciertas actividades, tales
como el remo, o la lucha. Incluso entre las tribus salvajes hay ciertas canciones
que en el curso del tiempo se convierten en tradicionales, las palabras y la
melodía son variadas después de unas cuantas repeticiones por diferentes
cantantes, o incluso por el mismo ejecutante.» 234
R. Wallaschek afirma que en general el significado del ritmo es "mantener el
tiempo", es la esencia de la música en su más simple forma.
«De estas cuantas anotaciones concluyo que el origen de la música debe ser
visto en el impulso rítmico del hombre. Con esto no quiero decir que los
efectos musicales consisten en movimientos rítmicos como tal; innumerables
ideas y sentimientos están asociados con ésta, y se elevan a aquellas
emociones que experimentamos en la audición. [...] Si se me pregunta
entonces el sentido del surgimiento del ritmo, mi respuesta es, del apetito
general por ejercitarse. Que este apetito recurre a la forma rítmica es debido a
las condiciones sociales así como a las psicológicas.»235
R. Wallaschek señala que los fundamentos de nuestra estructura mental para
la expresión son en forma rítmica. Pero ¿de donde proviene el apetito general
por ejercitarse? ― se pregunta Wallaschek. Su respuesta es el Spieltrieb, el
impulso al juego.
«Este es el vigor sobrante en los organismos más complejos, que excede lo que
es requerido para las necesidades inmediatas, en el que surgen toda clase de
juego; manifestándose a sí mismo por medio de la imitación o repetición de
todos aquellos esfuerzos y ejercicios que son esenciales para el mantenimiento
de la vida (e. g. la danza de guerra).» 236
C. Stumpf nos dice en su obra que R. Wallaschek encontró los gérmenes de la
música en los cantos de guerra y en las danzas de cacería. En la regularidad
rítmica del canto colectivo. A estas mismas conclusiones llegó el economista
alemán Karl Bücher, pero partiendo de otras causas completamente distintas
234 WALLASCHEK, R.: «On the Origin of Music» Mind, op. cit., p. 375.
235 Ibídem.
236 Ibíd., p. 376.
237 BÜCHER, K.: Arbeit und Rythmus. Leipzig, 1896 (trad. rus. Zajaickij, S.: Rabota i
Ritm. M. «Novaja Moskva» 1923)
238 Cfr. SELIGMAN, E.: «Arbeit und Rhythmus. by Karl Buecher» Political Science
factores del proceso de formación musical (v. supra, cap. VI), Boris Asaf’ev realiza
el estudio sobre el impulso como fuente del movimiento musical; el estudio
sobre los motores o fuerzas activas, organizadoras y directoras de este
movimiento. Estas fuerzas surgen y se generan en el proceso mismo de
formación de las correlaciones sonoras. B. Asaf’ev señala como el primer
principio que rige las fuerzas del proceso de formación de las correlaciones
sonoras, a la distancia dinámica entre los sonidos, el llamado Distanz-Prinzip,
que condiciona su movimiento.
El Distanz-Prinzip fue expuesto por el sociólogo y economista alemán Max
Weber, en su obra titulada: Die retionalen und soziologischen Grundlagen der
Musik. La obra fue originalmente publicada en 1921, y posteriormente editada
como apéndice de su obra Wirtschaft und Gesellschaft.242 Boris Asaf’ev realiza
en los años veinte una traducción al ruso de esta obra, que nunca se publicó.243
Max Weber es visto como el fundador de una importante sociología que
surge a partir de las teorías sociales de F. Hegel, A. Comte y K. Marx. Además
de la filosofía de la historia de W. Dilthey, W. Windelband y G. Simmel.244
En Los fundamentos racionales y sociológicos de la música, Weber inicia con un
análisis de las proporciones numéricas de la armonía musical.
«Toda música armónicamente racionalizada parte de la octava (proporción de
oscilaciones de 1 : 2) y la divide en los dos intervalos de la quinta (2 : 3) y de la
cuarta (3 : 4), o sea en dos fracciones del tipo n/n+1, llamadas fracciones
propias que son también las que están en la base de todos nuestros intervalos
musicales por debajo de la quinta.»245
Weber afirma que la octava se divide por medio de fracciones propias en dos
intervalos siempre desiguales, y constituye el hecho fundamental de la
242 WEBER, M.: «Die retionalen und soziologischen Grundlagen der Musik» en:
Wirtschaft und Gesellschaft. Tübinge, 1922 (trad. cast. «Los fundamentos racionales y
sociológicos de la música» en: Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva.
México, FCE, 1944; trad. rus. «Racional’nye i sociologičeskij osnovy muzyki» en:
Izbrannye proizvedenija. M. 1994) v. supra, cap. IV, n. 10; cap. V, n. 71; y cap. VI, n. 20.
243 Cfr. ASAF’EV, B.: Muzykal’naja forma kak process. op. cit., pp. 72, n.; y, p. 366, n. 6.
244 Cfr. Bohemer, C.: «Weber, Max» Grove.
245 WEBER, M. op. cit., p. 1118. (de la traducción al cast.)
246Cfr.HELMHOLTZ, H.: Die Lehre von den Tonempfindungen als physiologische Grundlage
für die Theorie der Musik. Brunswick, 1863 (trad. ingl. On the Sensations of Tone. 1875)
Cfr. HAUPTMANN, M.: Die Natur der Harmonik und der Metrik: zur Theorie der
247
Después de su muerte, su obra teórica fue objeto de una doble mistificación. Por
un lado la “apologética-marxista”, que intenta fundamentar la estética musical
del realismo socialista en base a su teoría. Por el otro, la visión “etnográfica y
populista” de la musicología de occidente, que intenta explicar su teoría sólo
en relación a la etnomusicología, o en base a la teoría leninista del reflejo,
quedando ésta atrapada por ambos lados en el dogmático entramado teórico
del marxismo.
Como hemos visto en el último capítulo, la teoría de la entonación surge y se
desarrolla en base a la contraposición de una serie de teorías filosóficas,
estéticas, científicas, y musicológicas que han surgido hasta el umbral del siglo
XX. Su obra no se ciñe a los estrechos marcos de la teoría marxista. La
contraposición entre materia y consciencia del materialismo, no es de ningún
modo la base gnoseológica de la teoría asafiana de la entonación, como
pretende demostrar la musicología marxista de la posguerra. Este dualismo, o
paralelismo psico-fisiológico del marxismo, contradice la idea central de la
teoría, que concibe a la música como un fenómeno único. La estética soviética,
al quedar atrapada en la dicotomía del inevitable reflejo de la realidad por el
arte a través de su “idea artística”, fue incapaz de superar el paralelismo entre
materia y conciencia, firmemente anclado como dogma metafísico. No
obstante, la musicología soviética le impuso su camisa de fuerza, despojando a
la teoría de la entonación de su estética original, e identificando su concepto de
la “entonación” con el “ideal artístico”.
Debido a la politización de su obra, y por salvaguardar su vida de los proceso
policiales del stalinismo, el mismo Boris Asaf’ev llegó al extremo de criticar
sus postulados teóricos, rebajando su crítica a un patriotismo exacerbado de
ataque irracional y absurdo, condenando tanto a sus propios camaradas
soviéticos como al formalismo. En este sentido Boris Asaf’ev fue una víctima, y
paradójicamente, un verdugo de la política cultural del comunismo. Pero a
pesar de estos desafortunados acontecimientos, y tras el velo oficial de la
musicología soviética, su pensamiento original aún persiste.
FUENTES
DOCUMENTOS**
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1928 ―: «Pis’mo A. V. Lunačarskij ― B. V. Asaf’evu (10 dekabrja 1928) »
CGALI, f. 2658, op. 1, ed. 629. Sobre un impreso del Comisariato Popular
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1929
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№ 2, 1936, p. 3).
1936b ―:«Rezoljucija obščego sobranija kompozitorov i muzykovedov,
prinjata 15/II 1936 g.» Sovetskaja Muzyka. № 2, 1936 [s. pág.]
∗∗
OBRAS DE B. ASAF’EV PUBLICADAS
1914
1914a ―: «Obzor chudožestvennoj dejatel’nosti Mariinskogo teatra (sezon
1913/14)» Muzyka № 173, 1914, pp. 232-237, i Muzyka № 174, pp. 251-256
(ahora en: [ASAF’EV, 1976a] pp. 75-83).
∗∗
Las obras de B. V. Asaf’ev (seud. Igor Glebov), se listarán en el orden cronológico
de su primera publicación.
1917
1917a ― GLEBOV, I., ed.: «Melos» Kinigi o Muzyki. Kiniga pervaja, S.
Peterburg, 1917, 134 pp.
1917b ―: «Soblazny i preodolenja» en: [ASAF’EV, 1917 a] pp. 3-27.
1917c ―: «Vpečatlenija i mysli [Muzykal’naja žizn’ Petrograda] » en:
[ASAF’EV, 1917a] pp. 78-95.
1917d ―: «Mariinskij teatr (fakty i sluchi) » Chronika žurnala Muzykal’nye
sovremennik. № 16, 1917, pp. 1-7.
1917e ―: «Zolotoj petušok (Nebylica v licach Rimskogo-Korsakova) »
Ruskaja volja. ot 12. IX. 1917.
1917f ―: «Put’ k radost (O namečajuščemsja v russkoj muzyke novom puti
razvitija) » Novaja žizn’ ot 26. VII 1917.
1918
1918a ― GLEBOV, I., ed.: «Melos» Kinigi o Muzyki. Kniga vtoraja, S-Peterburg,
1918, 160 pp.
1918b ―:«Puti v buduščee» en: [ASAF’EV, 1918a] pp. 50-96.
1918c ―: «Vpečatlenija i mysli [«Sneguročka» Rimskogo-Korsakova] » en:
[ASAF’EV, 1918a] pp. 142-159.
1918d ―:«Vmesto obzora (Zatiše v muzykal’noj žizni. Neobchodimost’ i
vozmožnost’ eë oživlenija) » Žizn’ iskusstva ot 31. X 1918 g.
1919
1919a ―: Putevoditel’ po koncertam. Vyp. 1. Pb., MUZO NKP, 1919; 2a ed. M.
Sovetskij Kompozitor, 1978.
1919b ―: «A. K. Ljadov. Igor’ Stravinskij» Priloženie k programme
simfoničeskich koncertov 17 i 24. IX 1919. Pg., Muzo NKP, 7 str (ahora
como: «Igor’ Stravinskij i ego belety» en: [ASAF’EV, 1922d] pp. 227-247)
1921
1921a ―: Skrjabin. Opyt charakteristiki. Pg., «Svetozar», 1921.
1921b ―: «Franz Liszt (1811-1886) » Priloženie k programme simfonič.
koncertov 5 i 9 VII, 1921. Pr., Gos. Filarmonija, 1921, pp. 4-7 (ahora en:
[ASAF’EV, 1967]; [ASAF’EV, 1981] pp. 69-75)
1921c ―: «Dante i muzyka» en: Dante Aligieri. 1321-1921. Priloženie k
programme simfonič. koncertov Pg., Gos. filarmonija, 14. IX. 1921, pp. 3-50
(ahora como: «Poezija Dante v muzyke» en: [ASAF’EV, 1981] pp. 169-179)
1922
1922a ―:«U istokov žizn’. Pamjati Puškina» en: “Orfej” Knigi o muzyke, kn.
1. Pb., 1922, pp. 7-34.
1923
1923a ―: De musica. Sbornik statej. Filarmonija, Petrograd, 1923.
1923b ―:«Cennost’ muzyki» en: [ASAF’EV, 1923a] pp. 5-34.
1923c ―:«Process oformlenija zbučaščego veščestva» en: [ASAF’EV, 1923a]
pp. 144-164.
1924
1924a ―:«Teorija muzykal’no-istoričeskogo procesa kak osnova
muzykal’no istoričeskogo znanija» en: Zadači i metody izučenija iskusstv.
Petrograd, Academia, 1924, pp. 63-80.
1924b ―:«Zadači i metody sovremennoj muzykal’noj kritiki» Muzykal’naja
kul’tura, № 1, 1924, pp. 20-36 (ahora en: GRIGOR’EV, V., ed. Kritika i
Muzykoznanie. Sbornik statej. Vypusk 3. Leningrad «Muzyka» 1987, pp.
219-233)
1924c ―:«Krisis muzyki (nabroski nabljudatelja leningradskoj muzykal’-
noj dejstvitel’nosti)» Muzykal’naja kul’tura, № 2, 1924, pp. 99-120.
1924d ―:«Novaja muzyka. Sovremennaja nemeckaja muzyka, Schesterk’a»
en: Novaja muzyka 1. [K koncertam Gos. in-ta ist. isk. 18, 24 i 31. V 1924 g.]
L., 1924, pp. 1-17.
1924e ―:«Novaja muzyka (Kratkie charakteristiki tvorčestva F. Malipiero,
A. Casella, B. Bartok’a, A. Schönberg’a, E. Krenek’a, P. Hindemith’a, A.
Honegger’a) » en: Novaja muzyka, vyp. 2. [K koncertam Gos. in-ta ist. isk.
11, 18 i 25. XII 1924 g.] Leningrad. Gos. Akad. filarmonija i Gos. in-t ist.
isk., 1924, 16 p.
1925
1925a ―: De musica. Vremennik Razrjada Istorii i Teorii Muzyki. Vypusk
pervyj Leningrad, 1925.
1925b ―: «Sovremennoe russkoe muzykoznanie i ego istoričeskie zadači»
en: [ASAF’EV, 1925a] pp. 5-27.
1925c ―:«Nebo i zemlja» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 6 aprelja 1925 (ahora
en: [ASAF’EV, 1985] pp. 291-292)
1926
1926a ―:«Predislovie» en: [CASELLA]
1926b ―: Krest’janskoe iskusstvo Severa. L., Academia, 1926 (ahora como:
«Na russcom severe» Sovetskaja Muzyka, № 2, 1954, pp. 63-69)
1926c ―:«Ljubov’ k trëm apel’sinam» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 17 febralja
1926 (ahora en: [ASAF’EV, 1985] pp. 301-303)
1926d ―: «Predislovie» en: [BEKKER]
1927
1927a ― «Pryžok čeres ten’» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 20 maja 1927 (ahora
en: [ASAF’EV, 1985] pp. 264-266)
1927b ―:«Dve opernye premery» Žizn’ iskusstva, 24 maja 1927 (ahora en:
[ASAF’EV, 1985] pp. 272-276)
1927c ―:«Po povodu spektaklja “Prižok čeres ten’″» Krasnaja gazeta (več.
vyp.), 24 maja 1927 (ahora en: [ASAF’EV, 1985] pp. 266-267)
1927d ―: «Wozzeck» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 15 ijunja 1927 (ahora en:
[ASAF’EV, 1985] pp. 277-279)
1927e ―: «Krenek i Berg kak opernye kompozitory» Sovremennaja muzyka,
№ 17-18, 1927 (ahora en: [ASAF’EV, 1985] pp. 267-272)
1927f ―: Muzyka i muzykal’nyj byt’ staroj Rossii. Materialy i issledovanija. L.,
Academia. 1927.
1927g ―:«Ob issledovanii russkoj muzyki XVIII veka i dvuch operach
Bortnjanscogo» en: [ASAF’EV, 1927f] pp. 7-29, (ahora en: [ASAF’EV, 1955a]
pp. 25-34.)
1927h ―: «Pamjatka o Kozlovskom» en: [ASAF’EV, 1927f] pp. 117-122,
(ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 35-38)
1927i ―: «Moj nabljudenija (Rabočaja konservatorija)» Krasnaja gazeta, 13
xii, 1927.
1927j ―: «Ot “novoj muzyki” k novomu muzykal’nomu mirovozzreniju»
en: GLEBOV, I., ed. Pjat let novoj muzyki. Novaja Muzyka I, Leningrad,
Triton, 1927. pp. 20-28.
1927k ―:«Pryžok čerez ten’» en: GLEBOV, I., ed. Ernst Krenek i ego opera
“Pryžok čerez ten”. Novaja Muzyka II, Leningrad, Triton, 1927, pp. 14-22.
1927l ―:«Sovremennyj instrumentalizm i kul’tura ansamblja» en: GLEBOV,
I., ed. Sovremennyj instrumentalizm. Novaja Muzyka III, Leningrad, Triton,
1927, pp. 5-9.
1927m ―:«Muzyka Wozzeck’a» en: GLEBOV, I., ed.”Wozzeck” Alban’a Berg’a.
Novaja Muzyka IV, Leningrad, Triton, 1927, pp. 29-39.
1927n ―: «Wozzeck» Krasnaja gazeta (več. vyp.), 15 junja, 1927, (ahora en:
[ASAF’EV, 1985] pp. 277-279).
1927ñ ―:«Bytovaja muzyka posle Oktjabrja» en: GLEBOV, I., ed. Oktjabr’ i
novaja muzyka. Novaja Muzyka V, Leningrad, Tritom, 1927, pp. 17-32.
1927o ―:«Elementy stilja Hindemith’a» en: GLEBOV, I., ed. Tvorčestvo P.
Hindemith’a. Novaja Muzyka VI, Leningrad, Triton, 1927, pp. 7-23.
1927p ―: Alfredo Casella. Leningrad, Triton, 1927.
1927q ―: Sergej Prokof’ev. Leningrad, Triton, 1927.
1940c ―: Pamjati Petra Il’iča Čajkovskogo. 1840-1940. M.- L., Muzgiz, 1940
(ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 31-47).
1942 ―: M. I. Glinka. OGIZ, Gospolitizdat, Leningrad, 1942 (ahora en:
[ASAF’EV, 1952a] pp. 41-57)
1943
1943a ―: «Narodnye osnovy stilja russkoj opery i O russkom
muzykal’nom fol’klore, kak harodnom muzykal’noj kul’ture našej
dejstvitel’nosti. Iz cikla “Čerez prošloe k buduščemu”» Sovetskaja Muzyka,
№ 1, 1943, pp. 7-30 (ahora en: [ASAF’EV, 1952b] pp. 62-80)
1943b ―: «Rachmaninov» VOKS Bulletin. № 5-6, 1943, pp. 55-59 (ahora en:
[ASAF’EV, 1954a] pp. 309-311)
1943c ―:«P. I. Čajkovskij. k 50-letiju so dnja smerti» Krasnoflotec, № 17-18,
1943, pp. 52-53 (ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 26-30; [ASAF’EV, 1972] pp.
37-38)
1943d ―:«Pamjati Čajkovskogo» Slavjane. № 2, 1943, p. 40 (ahora en:
[ASAF’EV, 1954a] pp. 26-30; [ASAF’EV, 1972] pp. 38-57)
1943e ―:«Čajkovskij (k 50-letiju so dnja smerti)» Pravda, del 15, xi, 1943
(ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 21-23; [ASAF’EV, 1972] pp. 34-36)
1944
1944a ―:«N. A. Rimsky-Korsakov. To the centenary of his birthday» VOKS
Bulletin. № 6, 1944, pp. 40-42.
1944b ―:«Na poljach “Zapisok M. I. Glinki”. ”Knjaz’ Igor’”― Opera
Borodina. i “Ich bylo troe...” Iz cikla “Čerez prošloe k buduščemu”»
Sovetskaja Muzyka, № 2, 1944, pp. 3-24 (ahora en: [ASAF’EV, 1952b] pp. 3-40)
1944c ―: Nikolaj Andreevič Rimskij-Korsakov. K 100-letiju so dnja roždenija.
Vestnik Akademii nauk SSSR, 1944, № 6, pp. 4-10 (ahora en: [ASAF’EV,
1952b] pp. 51-61; [ASAF’EV, 1954b] pp. 229-234)
1944d―:”Evgenij Onegin”― liričeskie sceny P. I. Čajkovskogo. Opyt
intonacionnogo analiza stilja i muzykal’noj dramaturgii. M ― L., Muzgiz, 1944
(ahora en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 73-141; [ASAF’EV, 1972] pp. 73-161)
1945
1945a ―:«O napravlennosti formy u Čajkovskogo» Sovetskaja Muzyka, № 3,
1945, pp. 5-9 (ahora en: [ASAF’EV, 1952b] pp. 41-50; [ASAF’EV, 1954a] pp.
64-70; [ASAF’EV, 1972] pp. 67-72)
1945b ―: «S. I. Taneev (K 30-letiju so dnja smerti). Muzyka. Chronika
sovetskoj muzyki» VOKS, № 6, 1945, pp. 1-6 (ahora en: [ASAF’EV, 1954a]
pp. 280-288)
1945c ―: Kompoitory pervoj poloviny XIX veka. M., Mosk. filarmonija.
Muzykal’nyj universitet, 1945, vyp. 1 (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 39-58;
[ASAF’EV, 1959c])
1952
1952a ―: Akademik B. V. Asaf’ev. Izbrannye trudy. t I. Izbrannye raboty o M.
I. Glinke. AAVV. Redakcionnaja Kollegija. Izd-vo Akademii Nauk SSSR,
Moskva, 1952.
1952b ―: B. V. Asaf’ev. Izbrannye stat’i. Vypusk I, M., Muzgiz, 1952.
1952c ―: B. V. Asaf’ev. Izbrannye stat’i. Vypusk II, M., Muzgiz, 1952.
1952d ―: «S Glinkoj po Italii. Kratkij muzykal’nyj putevoditel’» en:
[ASAF’EV, 1952a] pp. 325-328.
1952e ―:«Ivan Susanin. Spektal’ v Bol’šom teatre» en: [ASAF’EV, 1952a] pp.
284-288.
1952f ―:«Mysli o sovetskoj muzyke» Sovetskaja Muzyka, № 11, 1952, pp. 12-
14.
1952g ―:«Velikie tradicii russkoj muzyki» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1952,
pp. 6-10 (ahora en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 63-68).
1953
1953a ―:«O čužich stranach i ljudjach» Sovetskaja Muzyka, № 12, 1953, pp.
39-46.
1953b ―: Russian Music from the Beginning of the Nineteenth Century. Trad.
A. Swan. Ann Arbor, Michigan, Published for the American Council of
Learned Societies, 1953, 329 pp. [ASAF’EV, 1930a]
1954
1954a ―: Akademik B. V. Asaf’ev. Izbrannye trudy. t II. Izbrannye raboty o P.
I. Čajkovskij, A. G. Rubinstein’e, A. K. Glazunove, A. K. Ljadove, S. I.
Taneeve, S. V. Rachmaninove y drugich russkich kompozitorach. AAVV.
Redakcionnaja Kollegija. Izd-vo Akademii Nauk SSSR, Moskva, 1954.
1954b ―: Akademik B. V. Asaf’ev. Izbrannye trudy. t III. Kompozitory
„Mogučej kučki“ V. V. Stasov. AAVV. Redakcionnaja Kollegija. Izd-vo
Akademii Nauk SSSR, Moskva, 1954.
1954c ―:«Vsegda živoj» Sovetskaja Muzyka, № 6, 1954, pp. 3-10.
1954d ―:«Vstreči i razdum’ja» Sovetskaja Muzyka, № 8, 1954, pp. 42-52
(ahora como: «O sebe» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 317-508)
1954e ―:«Vstreči i razdum’ja II» Sovetskaja Muzyka, № 11, 1954, pp. 35-42
(ahora como: «O sebe» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 317-508)
1954f ―:«Velikij russkij compositor» en: [ASAF’EV, 1954a] pp. 17-20.
1954g ―:«”Boris Godunov” Musorgskogo kak muzykal’nyj spektakl’ iz
Puškina» en: [ASAF’EV, 1954b] pp. 100-159.
1955
1955a ―: Akademik B. V. Asaf’ev. Izbrannye trudy. t IV. Izbrannye raboty o
russkoj muzykal’noj kulture i zarubežnoj muzyke. AAVV. Redakcionnaja
Kollegija. Izd-vo Akademii Nauk SSSR, Moskva, 1955.
1955b ―:«Iz knigi “Muzyka moej Rodiny”» en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 69-
143.
1955c ―:«Russkaja muzyka o detjach i dlja detej» en: [ASAF’EV, 1955a] pp.
97-109
1955d ―:«O čužich stranach i ljudjach» en: [ASAF’EV, 1955a] pp. 122-144.
1956 ―:«Iz Dialogov o Musorgskom» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1956, pp. 80-87.
1957
1957a ―: Akademik B. V. Asaf’ev. Izbrannye trudy. t. V. Izbrannye raboty o
sovetskoj muzyke. „Muzykal’naja forma kak process“. Bibliografija i
notografija. AAVV. Redakcionnaja Kollegija. Izd-vo Akademii Nauk SSSR,
Moskva, 1957.
1957b ―: «Muzykal’naja forma kak process. Kniga vtoraja Intonacija.» en:
[ASAF’EV, 1957a] pp. 163-277. [1a ed. ASAF’EV, 1947f] [Knigi I i II, ASAF’EV,
1963/R 1971] [trad. alem. ASAF’EV 1976b]
1958 ―:«Sergej Prokof’ev» Sovetskaja Muzyka, № 3, 1958, pp. 44-51.
1959
1959a ―:«Redkij talant» Sovetskaja Muzyka, № 1, 1959, pp. 19-23.
1959b ―:«Mysli i dumy» Sovetskaja Muzyka, № 8, 1959, pp. 58-70.
1959c―: Kompoitory pervoj poloviny XIX veka. M. Sovetskij Kompozitor 1959
1963 ―: Muzykal’naja forma kak process. Kniga pervaja i vtoraja (Intonacija).
Leningrad, Muzgiz. 1963. [Kniga I, ASAF’EV, 1930b] [Kniga II, ASAF’EV,
1947f; 1957b] [R/Kniga I i II, ASAF’EV, 1971] [trad. alem. ASAF’EV, 1976b]
1965 ―: Rečevaja intonacija. M. ― L., «Muzyka» 1965.
1967 ―: Kritičeskie stat’i, očerki i recenzii. M.― L., «Muzyka» 1967.
1970 ―: Simfoničeskie etjudy. «Muzyka», Leningrad, 1970, 264 pp. [ASAF’EV,
1922d]
1971 ―: Muzykal’naja forma kak process. Kniga pervaja i vtoraja (Intonacija). L.,
«Muzyka» 1971. [Kniga I, ASAF’EV, 1930b] [Kniga II, ASAF’EV, 1947f;
1957b][Knigi I i II, ASAF’EV, 1963] [trad. alem. ASAF’EV, 1976b]
1972 ―: O muzyke Čajkovskogo. Izbrannoe. L., «Muzyka», 1972.
1973 ―: Izbrannye stat’i. O muzykal’nom prosveščenii i obrazovanii. Redaktor, E.
Orlova. Leningrad, «Muzyka» 1973.
1974
1974a ―: O balete. Stat’i, recenzii, vospominanija. A. DMITRIEV. ed. L.
«Muzyka» 1974.
1974b ―: «O sebe» en: [KRJUKOV, 1974] pp. 317-508.
1976
1976a―: Ob Opere. Izbrannye Stat’i. L. PABLOVA-AR’ENINA. ed. Leningrad,
«Muzyka» 1976. [ASAF’EV, 1985]
1976b ―: Die musikalische Form als Prozess. Berlin, Verlag Neue Musik, 1976,
412 S. [Kniga I, ASAF’EV, 1930b][Kniga II, ASAF’EV, 1947f; 1957b][Knigi I i
II, ASAF’EV, 1963/R 1971]
1977 ―: Kiniga o Straviskom. B. JARUSTOVSKIJ. ed. Leningrad, Muzyka, 1977.
1981 ―: O simfoničeskoj i kamernoj muzyke. Pojasnenija i priloženija k
programmam simfoničeskich i kamernich kocertov. A. DMITRIEV. ed.,
Leningrad, Izd-vo. Muzyka, 1981.
1982 ―: O muzyke XX veka. A. DMITRIEV. ed. Leningrad, «Muzyka» 1982.
1983 ―: «Mysli i dumy. Kniga 3. 1001 noč (skazki muzyki) » Sovetskaja
Muzyka, № 2, 1983, pp. 20-35.
1984 ―: Grieg. Leningrad «Muzyka» 1984.
1985 ―:Ob Opere. Izbrannye Stat’i. Leningrad «Muzyka» 1985. [ASAF’EV, 1976a]
1989 ―:«Musorgskij ― četyre dramatičeskich dialoga» Sovetskaja Muzyka, №
3, 1989, pp. 2-9.
1990 ―:«Mysli i dumy. Kniga 4. 1001 noč (skazki muzyki)» Sovetskaja Muzyka,
№ 3, 1990, pp. 40-46.
1998 ―: Die Musik in Russland: (vo 1800 bis zur Oktober revolution 1917):
Entwicklungen, Wertungen, Übersichten. Hrsg. und aus dem Russischen
übersetzt von Ernst Kuhn. Berlin, 1998. [ASAF’EV, 1930a]
LESKOV, N.: «Ledi Makbet Mcenskogo uezda» en: Sobranie sočinenii. Moskva,
I., 1956.
LEVIT, S.: «Naučnaja sessija pamjati akademika B. V. Asaf’eva» Sovetskaja
Muzyka, № 3, 1950, pp. 81-84.
LISSA, Z.:«Problema vremeni v muzykal’nom proizvedenii» en: [JARUSTOVSKIJ
1965a] pp. 321-352.
LIVANOVA, T.
1951 ―: «B. V. Asaf’ev ― issledovatel’ russkoj muzykal’noj klassiki» en:
[KABALEVSKIJ, 1951a] pp. 35-54.
1975 ― ed. Iz prošlogo sovetskoj muzykal’noj kultury. M. Sovetskij Kompozitor
1975.
LOSSKIJ, N.
1911 ―: Osnobnye učenija psichologii s točki zrenija voljuntarizma. Spb., 1911.
1917 ―: «Zbuk, kak osoboe carstvo bytija» en: [ASAF’EV, 1917a] pp. 28-34.
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TABLA DE TRASCRIPCIÓN DE
CARACTERES DEL ALFABETO CIRÍLICO RUSO
AL ALFABETO LATINO1
А а A а З з Zz П п Pp Ч ч Čč
Б б Bb Й й Jj Р р Rr Ш ш Šš
В в Vv И и Ii С с Ss Щ щ ŠČ šč
Г г Gg К к Kk Т т Tt Э э Ee
Д д Dd Л л Ll У у Uu Я я Ja ja
Е е Ee М м Mm Ф ф Ff Ы ы Y y
Ё ё Ëë Н н Nn Х х Ch ch Ю ю Ju ju
Ж ж Žž О о Oo Ц ц Cc Ь ь ‘
1 Cfr. ECO, Umberto: Como se hace una tesis, Técnicas y procedimientos de estudio, inves-
tigación y escritura. Barcelona, Editorial Gedisa, 2000.
976 Teoría de la Entonación
SIGLAS RUSAS
ABREVIATURAS LATINAS
núm. número
Achmatova, Anna A.(1889-1966): 512, 729. Beethoven, Ludwig van (1770-1827): 84,
112-114, 121, 131, 132, 136, 140-142,
Adler, Guido (1855-1941): 99, 301, 520.
149, 150, 154, 169, 188, 254, 314, 316,
Adorno, Theodor W. (1903-1969): 84, 109. 325-327, 329, 330, 335, 344, 347-349,
351, 354, 355, 356, 359, 363, 364, 365,
Alhazen, Alí al-Hasan (965-1039): 609.
367, 371, 380, 386, 390, 408, 411, 413,
Aljab’ev, Aleksandr (1787-1851): 575, 727. 414, 416-423, 425, 452, 453, 457, 458,
460, 461, 462, 476, 516, 544, 571, 577,
Andersen, Hans Christian (18051875): 48,
603, 625, 626, 633-643, 648, 651, 652,
58, 262, 265.
661, 665, 668, 671, 674, 675, 676, 692,
Aquino, Tomás de (1221-1274): 812, 813. 695, 714, 792, 793, 796, 803, 806, 819,
Arapov, Boris A. (1905-1992): 582. 820.
Arenskij, Anton S. (1861-1906): 53, 56, 285, Bekker, Paul (1882-1937): 78, 84, 305, 467,
713, 794. 468.
Aristóteles (384-322 a. c.): 653, 785, 863. Belière (s. xvi): 428.
Averbach, Leopold: 498. Berg, Alban (1885-1935): 70, 71, 74, 75, 267,
520, 554, 556, 562, 563, 752.
Avraamov, Arsenij M. (1886-1944): 111,
112, 504, 505. Bergson, Henri Louis (1859-1941): 11, 26,
173, 174, 752, 753, 772, 797, 862- 871.
Auer, Leopold S. (1845-1930): 89.
Beria, Lavrenti P. (1899-1953): 762, 765.
Auda, Antoine (1879-1964): 296.
Berkeley, George (1684- 1753): 484, 860.
Bach, Johann S. (1685-1750): 113, 131, 144,
145, 147-149, 218, 254, 304, 314, 330, Berlioz, Hector (1803-1869): 112, 130, 392,
331, 332, 334, 369, 381, 390, 398, 399, 393, 395, 422, 424, 473, 648, 669, 726.
401, 421, 441, 442, 448, 462, 475, 478, Beršadskaja, Tatjana S. (1921- ): 21.
544, 620-622, 661, 692, 792, 850.
Besseler, Heinrich (1900-1969): 217, 302,
Bachmet’ev Nikolaj I. (1807-1891): 795. 308, 317, 320, 337.
Bacon, Roger (1214-1292): 609. Birnbach, Heinrich: 793.
Balakirev, Milyj A. (1837-1910): 10, 43, Bizet, Georges (1838-1875): 669.
115, 116, 119, 120, 129, 131, 279, 287,
Blessinger, Karl (1888-1962): 100, 298, 299,
571, 584, 603, 713, 795.
306, 307.
Balzac, Honoré de (1799-1850): 532.
Blume, Friedrich (1893-1975):301, 307, 308,
Bardi, Giovanni de’ (1534-1612): 662. 426, 428.
Bartók, Bela (1881-1945): 68, 72, 73. Blumenfeld, Felix M. (1863-1931): 44, 98,
Bauer, Wilhelm A.: 805. 262, 272, 505, 584.
Galilei, Vincenzo (1520-1591): 662, 779, Gor’kij, Maksim (1868-1936): 44, 61, 481,
780, 781. 488, 532, 730, 731, 734, 741, 742, 777.
Jiránek, Jaroslav (1922- ): 13, 857. Köhler, Wolfgang (1887-1967): 84, 899.
Odoevskij, Vladimir F. (1804-1869): 577, Popov, Gavril N. (1904-1972): 26, 582, 707,
701, 711, 724. 737, 740, 744.
Ordžonikidze, Sergo (¿?-1937): 753. Poulenc, Francis (1899-1963): 73.
Orlov, Genrich A. (1926- ): 16. Praetorius, Bartholomaeus (1590-1623):
436, 437.
Orlova, Elena M. (1908-1985): 10, 12,14, 18,
20, 21, 26, 82, 233, 458, 460, 760, 761. Praetorius, Michael (1571-1621): 431.
Osborne, Nigel (1948- ): 23. Pratella, Francesco Balilla (1880-1955): 111.
Ossovskij, Aleksandr V. (1871-1957): 79, Preobraženskij, Antonin V. (1870-1929):
89, 90, 568. 79.
Ostrecov, Aleksandr A. (1903-1964): 559. Prokof’ev, Sergej S. (1891-1953): 26, 48, 57-
59, 68, 71, 74, 77, 99, 157, 159, 160, 161,
Ostrovskij, Aleksandr N. (1823-1886): 225,
255, 256, 285, 288, 540, 582, 585, 614,
532, 708, 762.
705, 707, 731, 732, 735, 737, 738, 740,
Ostwald, Wilhelm (1853-1932): 43, 486, 744, 750, 760, 763.
752, 797, 830, 831, 834, 835, 837, 840-
Protopopov, Sergej V. (1893-1954): 10, 286,
846, 852, 856-858, 861, 868.
714, 716.
Ovidio (43 a. c – 17 d. c.): 71, 663.
Prout, Ebenezer (1835-1909): 144.
Palestrina, Giovanni Perluigi (1525-1594):
Puni, Cezare (1802-1870): 54.
145, 212, 228, 337.
Pouplinière, Alexandre J. J. Le Riche de La
Pasternak, Boris L. (1897-1960): 512, 729.
(1693-1762): 473.
Paščenko, Andrej F. (1883-1972): 582, 707.
Pustyl’nik: 561.
Paumgartner, Bernhard (1887-1971):72, 97,
Puškin, Aleksandr S. (1799-1837): 27, 35,
520.
67, 117, 123, 237, 259, 264, 271, 272, 383,
Pavlov, Ivan P. (1849-1936): 731. 528, 529, 532-535, 537, 540, 541, 545,
565, 566, 577, 703, 712, 724, 748, 754.
Pavlova, Anna (1881-1931): 52.
Quarenghi, Giacomo (1744-1817): 85, 777,
Pecham, John (¿? -1292): 609.
778.
Pekalickij, Simeon: 286.
Raaben, Lev N. (1913- ): 17.
Peri, Jacopo (1561-1633): 663.
Raaben, Peter (1872-1945): 78.
Perrault, Charles (1628-1703): 45.
Rabinovič, Isaak S. (1897-¿?): 559, 561.
Petrov, Aleksej A. (1875-1937): 50.
Rachmaninov, Sergej (1873-1943): 10, 56,
Petrov, Avvakum (1620-1682): 795. 113, 119, 122, 123, 157, 159, 162, 163,
285, 287, 288, 705, 707, 712, 713, 727,
Pfitzner, Hans (1869-1949): 84.
733, 775, 796.
Picasso, Pablo (1881-1972): 752.
Rameau, Jean Philipe (1683-1764): 473,
Phalèse, Pierre (1505-1573-6): 426, 428. 571, 583, 601, 650, 652, 692, 701, 789,
Phalèse, Pierre (hijo) (1545-1629): 427, 428, 790, 798, 919.
437. Rastrelli, Francesco B. (1700-1771): 777.
Pitágoras (s. iv a. c.): 208, 784, 785, 822. Rebikov, Vladimir I. (1866-1920): 54, 285.
Planck, Max Karl E. (1858-1947): 173, 772, Reger, Max (1873-1916): 128, 391.
874.
Repin, Il’ja E.(1844-1930): 44, 587.
Plechanov, Georgij V. (1856-1918): 482.
Réti, Rudolf (1885-1957): 68.
Plutarco de Chaeronea (c. 50- c. 120): 921.
Reinhardt, Max (1873-1943): 97, 99.
Pokrovskij, Boris: 488, 701, 702.
Renzin, Isaj M. (1903-1969): 561.
Poljanovskij, Georgij A. (1894-1972): 558.
Smolenskij, Stepan Vasil’evič (1848-1909): Stumpf, Carl Friedrich (1848-1936): 84, 93,
794. 99, 219, 293, 303, 465, 468, 612, 899-902,
907-909, 912-914.
Sofronickij, Vladimir V. (1901-1961):566.
Suk, Josef (1874-1935): 581.
Solženitcin, Aleksandr (1918- ): 729.
Suvčinskij, Petr P. (1892-¿?): 101.
Sollertinskij, Ivan I. (1902-1944): 546, 553,
559-562. Swan, Alfred J. (1890-1970): 291, 794, 795.
Solomon, Maynard (1930- ): 803, 804, 806, Swedenborg, Emanuel (1688-1772): 752,
807, 809, 810, 814. 753.
Somis, Giovanni Battista (1686-1763): 441. Sychra, Antonín (1918-1969): 13.
Sokolov, Nikolaj A. (1859-1922): 50. Šalamov, Varlam (1907-1982): 729
Spencer, Herbert (1820-1903): 93, 902, 907, Šaljapin, Fedor I. (1873-1938): 44, 272.
908.
Šapiro: 561.
Spendiarov Aleksandr A. (1871-1928): 713.
Šaporin, Jurij A. (1887-1966): 71, 582, 707.
Spengler: 752.
Ščerbačëv, Vladimir V. (1887-1952): 71, 94,
Spinacino (ss. xv-xvi): 436. 285, 522, 559, 582, 707,
Spinoza, Baruch de (1632-1677): 797, 813, Ščerbakova, Taisija A. (1932- ): 23.
837, 841.
Šebalin, Vissarion J. (1902-1963): 582, 699,
Stalin, Iosif V. (Džugašvili, 1879-1953): 2, 707, 737, 738, 740, 744.
38, 51, 500, 501, 503, 545, 551, 552, 557,
Šilovskij, Konstantin S.: 573.
697, 729, 730-732, 735, 742, 744, 748,
756, 757, 759, 761-764, 776, 925. Šneerson, Grigorij M. (1901-1982):705, 706.
Stamitz, Johann (1717-1757): 421, 473, 791. Šostakovič, Dmitrj D. (1906-1975): 2, 7, 26,
37, 53, 71, 512, 542, 545, 546, 548, 549-
Stanislavskij, Konstantin S. (1863-1938):
555, 557-563, 566, 582, 585, 704-707,
512, 731.
732, 733, 737, 738, 740, 743, 744, 745,
Stasov, Dmitrj V. (1828-1918): 49, 50. 747, 749, 750, 757, 760, 763.
Stasov, Vladimir V. (1824-1906): 10, 43, 44, Špažinskij, Ippolit V.: 719.
45, 47, 49, 58, 115, 118, 129, 233, 234,
Šul’gin, Lev V. (1890-1968): 508.
271, 352, 423, 529, 577, 603.
Švarc, Lev A. (1898-1962): 558
Stein: 561.
Taneev, Sergej I. (1856-1915): 10, 53, 56-58,
Steinberg, Maksimilian O. (1883-1946): 71,
69, 119, 121, 122, 163, 164, 285, 287, 294,
79, 96, 129, 153, 276, 285, 561, 757.
329, 504, 572, 615, 701, 724, 727.
Steinmann: 561.
Tereškovič, M. A.: 551, 552.
Steinpress, Boris S. (1908-1986): 558.
Tigrini, Orazio (1535-1591): 789.
Stendhal (Marie Henri Beyle, 1783-1842):
Tinctoris, Johannes (1435-1511): 317, 639.
544.
Titov, Vasilij P. (c. 1650- c. 1710): 286.
Stravinskij, Igor’ F. (1882-1971): 9, 12, 27,
35, 48, 52, 57, 59, 61, 63, 64, 68, 70, 73, Tjulin, Jurij N. (1893-1978): 561.
74, 120, 125-129, 159, 162, 255-270, 285,
Tolstoj, Lev N. (1828-1910): 544, 720, 734.
288, 309, 401, 516, 518, 522, 559, 560,
604, 614, 705, 750, 753-758, 770, 775, Tomilin, Viktor K. (1908-1941): 582.
776, 803.
Torchi, Luigi (1858-1920): 353, 431, 443,
Strauss, Richard (1864-1949): 70, 78, 374, 445.
378, 393, 396, 461, 479, 540.
Trezzini, Domenico A. (c. 1670-1734): 777.
Streicher: 561.
Trotskij, Leon (1879-1940): 542.
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Boceto de la obra Otkroj tvoë uško [Abre tu orejita] de A. Šemjakin. Tomado del libro
de S. Sigitov Monografičeskie očerki po filosofii muzyki. Sankt-Peterburg, «Kanon»
2001................................................................................................................................................ ix
Vista de la avenida Nevskij Prospekt. Litografía de Andre Durand, 1843. Museo del
Hermitage. S-Peterburg.............................................................................................................. 41
La cenicienta. Cartel del espectáculo de ópera del 15 de marzo de 1909. Tomado del
libro de E. Orlova: Akademik Boris Vladimirovič Asaf’ev. Monografija. op. cit....................... 45
B. V. Asaf’ev, 1908. Foto tomada del libro: NEST’EVOJ, M., ed. S. S. Prokof’ev. Moskva,
«Muzyka» 1981............................................................................................................................ 49
Interior del teatro Mariinskij de S-Peterburg. Foto tomada del The New Grove
Dictionary of Music and Musicians. Kovnatskaya, L.: «St. Peterburg» Grove Music
Online ed. L. Macy. [Accessed 04-02-06] <http://www.grovemusic.com>...................... 51
El bailarín Vaclav Fomič Nižinskij. Foto tomada del libro de E. Orlova: Akademik Boris
Vladimirovič Asaf’ev. Monografija. op. cit................................................................................... 51
La bailarina Anna Pavlova. Foto tomada de libro: KONNOV, A.: Gosudarstvennyj Ordena
Lenina Akademičeskij Teatr Opery i Baleta Imeni S. M. Kirova. op. cit...................................... 52
Portada del libro de Igor’ Glebov (Asaf’ev), Sinfoničeskij Etjudy [Estudios Sinfónicos].
Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg........................................................................... 64
Petr I. Čajkovskij.......................................................................................................................... 65
Portada del libro de Igor’ Glebov (Asaf’ev) Dante i muzyka. 1321-1921. Biblioteca del
Conservatorio de S-Peterburg................................................................................................... 67
Ejemplar del segundo tomo de la serie Novaja muzyka (1927) de la ASM, dedicado a la
obra de Ernst Krenek y su ópera Der Sprung über den Schatten. Biblioteca del
Conservatorio de S-Peterburg................................................................................................... 74
Ejemplar del sexto tomo de la serie Novaja muzyka (1927) de la ASM. Biblioteca del
Conservatorio de S-Peterburg................................................................................................... 76
Foto de la fachada del edificio del Instituto de Historia de las Artes de S-Peterburg....... 79
Ejemplar de los Anales del Centro de Historia y Teoría de la Música del Instituto de Historia
de las Artes, De Musica, 1925. Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg........................ 80
Dibujo de E. Bem, 1881. Perfil de Anton Rubistein al piano. Tomado de Barenboim, L.:
Anton Grigorevič Rubinstein. Tom votroj 1867-1894. Leningrad, Gos. muz. isd-vo, 1962.... 85
Diseño del arquitecto Giacomo Quarenghi del Bolšoj Kamennyj Teatr de S-Peterburg.
Museo del Hermitage, S-Peterburg........................................................................................... 85
El Conservatorio de S-Peterburg en 1900. Foto tomada del libro: NEST’EVOJ, M., ed. S.
S. Prokof’ev. op. cit....................................................................................................................... 87
B. Asaf’ev con S. Prokof’ev en Francia, 1928. Foto tomada del libro de E. Orlova:
Akademik Boris Vladimirovič Asaf’ev. Monografija. op. cit......................................................... 99
Portada de Melos. Knigi o Muzyke, 1917. Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg..... 102
Portada de Melos. Knigi o muzyke, 1918. Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg...... 130
Dibujo de Marc Chagall. Igor’ Stravinskij. Tomado del libro: NEST’EVOJ, M., ed. S. S.
Prokof’ev. op. cit............................................................................................................................ 255
Portada del Libro sobre Stravinskij, 1929. Biblioteca Pública de Pskov. Rusia...................... 257
I. Stravinskij y Vaclav Nižinskij (vestido de Petruška), 1913. Foto tomada del libro:
NEST’EVOJ, M., ed. S. S. Prokof’ev. op. cit................................................................................... 270
Dibujo de Deni, 1915. Fedor I. Šaljapin en el papel de Boris Godunov. Ibíd.......................... 270
Portada de la traducción al ruso del libro Einfürung in die Musikgeschichte, de Karl Nef.
Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg........................................................................... 280
Portada del libro Russkaja Muzyka ot Načala xix Stoletija, de Igor’ Glebov (Asaf’ev).
Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg........................................................................... 282
Retrato de Catterino Cavos. Tomado del libro: KONNOV, A.: Gosudarstvennyj Ordena
Lenina Akademičeskij Teatr Opery i Baleta Imeni S. M. Kirova. op. cit...................................... 283
Escena final del tercer acto del ballet Paris en Llamas, de Boris Asaf’ev. Tomada del
libro: Akademik B. V. Asaf’ev. Izbrannye trudy. t. V. Moskva, Akademii Nauk SSSR, 1957. 527
Teresa. N. Anisimova. Paris en Llamas. Tomado del libro: KONNOV, A.: Gosudarstvennyj
Ordena Lenina Akademičeskij Teatr Opery i Baleta Imeni S. M. Kirova. op. cit......................... 529
Dibujo de Platon Čeliščev. A. S. Puškin, 1830. Tomado del libro: Alexander Pushkin and
His Time in the Fine Arts of the First Half of the 19th Century. Leningrad, Khudozhnik
RSFSR, 1987................................................................................................................................... 553
Primera escena del primer acto del ballet Bachčisarajskij Fontan, de B. Asaf’ev. Tomado
del libro: POPOV, L., ed. “Bachčisasajskij Fontan” B. V. Asaf’eva. Leningrad, Gos. Muz.
Izdatel’stvo, 1962......................................................................................................................... 534
Zarema. N. Veceslova, Bachčisarajskij Fontan. Tomado del libro: POPOV, L., ed.
“Bachčisasajskij Fontan” B. V. Asaf’eva. Leningrad, Gos. Muz. Izdatel’stvo, 1962............... 535
Escena del cuarto acto de Bachčisarajskij Fontan. Teatro Kirov, 1934. Ibíd........................... 536
Vsevolod Meyerhold. Meyerhold Speaks. Foto tomada de la revista: The Drama Review.
Vol. 18 Number 3 (T-63) September, 1974............................................................................... 540
Portada del libro de B. Asaf’ev: Evgeni Onegin. Escenas Líricas de P. I. Čajkovskij (1944).
Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg........................................................................... 572
Acuarela de N. Kuz’min. Evgeni Onegin. Tomado de: Puškin, A. S.: Izbrannye sočinenija
v dvuch tomach. op. cit.................................................................................................................. 573
Portada de la revista Time. The Weekly Newsmagazine. Vol. XL, № 3, July 20, 1942........... 706
P. I. Čajkovskij. Foto tomada del folleto: Pervaja russkaja konservatorija. op. cit.................. 713
Sergej Prokof’ev y Sergej Eisenstein en el estudio de cine. Foto tomada del libro:
NEST’EVOJ, M., ed. S. S. Prokof’ev. op. cit................................................................................... 732
Resolución del Comité Central del Partido Comunista, sobre la ópera Velikaja družba
de V. Muradeli. Sovetskaja Muzyka, № 1, 1948, p. 3................................................................ 736
Boris V. Asaf’ev, 1948. Foto publicada en su necrología. Sovetskaja Muzyka. № 2, 1949. 762
Portada del libro: Isagoge in Musicen (1516), de Henricus Loritis Glareanus. Tomada de
la revista Journal of Music Theory, Vol. 3, № 1 (Apr., 1959).................................................... 782
Portada del libro de Gioseffo Zarlino: Institutioni harmoniche, Venetia, 1558. Gallica,
bibliothéque numérique de la Bibliothéque National de France, <http://gallica.bnf.fr/>............. 783
Cuadro representativo de las diez medidas. Tomado del libro de Boecio: Institutio
Arithmetica. Incunable de la Colegiata de San Isidoro de León. Venitiis, 1499................... 785
Ejemplar del libro de Jean-Philippe Rameau: Traité de l’harmonie réduite à ses Principe
naturels, avec des regles de composition & accompagnement. Paris, 1772. Gallica, bibliothéque
numérique de la Bibliothéque National de France, <http://gallica.bnf.fr/>................................. 789
Wolfgang Amadeus Mozart. Retrato tomado del libro de Herman Abert: W. A. Mozart.
Neubearbeitete und ereiterte Ausgabe von otto Jahns Mozart. Leipzig, B & H. 1921................. 807
Acanto. Ornamento. Dibujo tomado de la obra de Alois Riegl, Stilfragen, 1893................. 884
Ejemplar de la traducción al ruso de la obra de Carl stumpf: Die Anfänge der Musik.
Leipzig, 1911. Biblioteca del Conservatorio de S-Peterburg................................................. 899
Nippon Sankai maibutsu Zuye, 1799. Grabado japonés de cacería de ballenas. Tomado
de la obra de Karl Bücher: Arbeit und Rythmus. Leipzig, 1896. Biblioteca del
Conservatorio de S-Peterburg.................................................................................................... 911
INTRODUCCIÓN............................................................................................ 1
Justificación....................................................................................................... 4
El Marco Teórico.............................................................................................. 6
Objetivos............................................................................................................ 28
Planteamiento................................................................................................... 29
Metodología...................................................................................................... 30
Criterios Bibliográficos.................................................................................... 31
Estructura de la Obra...................................................................................... 34
CAPÍTULO I
DE LOS ESTUDIOS A LA PRIMERA DÉCADA
DE LA REVOLUCIÓN (1884-1928)
Los estudios...................................................................................................... 41
El Teatro Imperial Mariinskij......................................................................... 51
El inicio de la crítica musical......................................................................... 54
Los primeros años posrevolucionarios (1917-1922).................................... 60
Los Estudios Sinfónicos...................................................................................... 63
Dos ensayos sobre Petr Il’ič Čajkovskij. Poesía y música............................ 65
La cultura musical soviética (1924-1926)...................................................... 68
Instituto de Historia de las Artes................................................................... 79
Conservatorio Estatal de Leningrad.............................................................. 85
Opernaja Studja.................................................................................................. 96
CAPÍTULO II
PRIMEROS ENSAYOS TEÓRICO-ESTÉTICOS
SOBRE EL ARTE MUSICAL (1917-18)
CAPÍTULO III
ENSAYOS TEÓRICO-ESTÉTICOS
SOBRE EL ARTE MUSICAL (1923)
CAPÍTULO IV
PRIMERAS OBRAS SOBRE LA ENTONACIÓN (1925-26)
CAPÍTULO V
AL INICIO DE LA SEGUNDA DÉCADA REVOLUCIONARIA
CAPÍTULO VI
LA FORMA MUSICAL COMO PROCESO I
Introducción...................................................................................................... 309
Primera parte
Como se efectúa el proceso de formación musical.
Hechos y factores del movimiento musical y su formación....................... 317
El principio de similitud o repetición (‘reconocimiento de la simili-
tud’). Tipos de repetición. Imitación, canon y fuga. El concepto de te-
ma. La dinámica y la estática musical........................................................... 324
Estudio sobre la acción de las fuerzas en la formación musical y el con-
cepto de energía. La dinámica del impulso. Determinación del concep-
to de forma musical.......................................................................................... 335
Segunda parte
Estímulos y factores del proceso de formación musical
El impulso y cierre del movimiento (cadencia)............................................ 345
El Desarrollo del Movimiento (las fases del avance entre el impulso y
el cierre); El Movimiento Regular e Ininterrumpido y Otros Tipos de
Movimiento: a) mediante la inclusión de otros elementos, b) mediante
la interrupción del movimiento y su giro hacia un nuevo camino (evi-
tando la inercia.................................................................................................. 362
La Disonancia y Consonancia, la Secuencia, la Modulación, la Cons-
trucción Paralela y Otros Estímulos y Factores de Formación.................. 377
CAPÍTULO VII
LA FORMA MUSICAL COMO PROCESO II
Tercera parte
Los principios de similitud y contraste.
Su descubrimiento en las formas cristalizadas.
Las Formas Basadas en el Principio de Similitud (Variaciones, Canon,
Fuga, Rondo etc.).............................................................................................. 385
Las Formas Basadas Sobre el Principio de Contraste (1)............................ 398
La Dialéctica del Proceso de Formación Musical. Sucesión y Simulta-
neidad. La Forma Consolidándose y la Forma Cristalizándose................ 404
Las Formas Basadas en el Principio de Contraste (2).................................. 415
CAPÍTULO VIII
LA REVOLUCIÓN CULTURAL
CAPÍTULO IX
LOS AÑOS TREINTAS Y LA GRAN GUERRA PATRIA
CAPÍTULO X
ENTONACIÓN
CAPÍTULO XI
MOSCÚ. LOS ÚLTIMOS AÑOS Y LA ŽDANOVŠČINA
CAPÍTULO XII
EL PENSAMIENTO ESTÉTICO-MUSICAL DE BORIS ASAF’EV
Conclusiones..................................................................................................... 925
Bibliografía........................................................................................................ 933
Acceso Electrónico a Base de Datos............................................................... 970
Abreviaturas y Criterios Bibliográficos......................................................... 975
Tabla de Traducción de Neologismos........................................................... 978
Índice Onomástico............................................................................................ 981
Índice de Ilustraciones..................................................................................... 992