VICTIMICIDAD Wps1de1
VICTIMICIDAD Wps1de1
VICTIMICIDAD Wps1de1
ii
LA VICTIMIDAD
Una aproximacin desde el proceso de
resarcimiento en la regin Ixhil del
noroccidente de Guatemala
iii
iv
Agradecimientos
Son muchas las personas a quien debo agradecer, ya que sin ellos este trabajo
no se hubiera podido realizar. Quiero empezar por Lupicinio Iiguez, Flix
Vzquez, Ana Garay, Carlos Silva, Miguel Sahagn, Jos Alvarado, Antonio
Stecher. Mi admiracin y respeto a cada uno de Uds. por las charlas en los
pasillos, despachos y bares de la Universidad.
Este agradecimiento es particularmente especial hacia Juan Muoz Justicia,
quien en todo momento me apoy, debati y discuti las propuestas realizadas
para la construccin de este documento.
Adems, mi estancia en Barcelona no hubiese sido tan enriquecedora sin
personas como Antonio Snchez Taus, Mlida & Toni Valor, Marc Folch, Ange,
Carola Parterrieu, Carol Gellosi, Jaime Barcia, Sergio De Miguel, Laura Lpez,
El Tincho, Marcos Moreno, Milena Gamero, Luca Capani, Francisco Bez,
Willy & Silvia Vera y Javier. A todos Uds. mil gracias.
En la elaboracin de la tesis debo reconocer los aportes, paciencia y confianza
que tuvieron hacia mi persona Henrik Ronsbo, Susana Navarro y Judith Erazo.
Gracias al apoyo de las instituciones a las que representan (RCT y ECAP) pude
terminar este documento fuera de Barcelona. De igual forma agradezco al
equipo del Ixhil conformado en ese entonces por Lidia, Adder, Bruce, Jacinta,
Ana, Santos y Pedro.
Finalmente, quiero agradecer a la Wendy y el Checho, quienes me han
demostrado que el amor supera cualquier frontera.
NDICE
Prlogo
Introduccin
Captulo 1.
Antecedentes
10
1.1.
Captulo 2.
Marco Referencial
Aportes desde la Psicologa Social para la
problematizacin de las vctimas como concepto
2.1.1. El surgimiento de la categora vctima
2.1.2. Identidad de vctima? son el sufrimiento y la
debilidad las dos supuestas constantes de las vctimas?
2.1.3. Implicaciones del lenguaje en la construccin de identidades
2.2. La Memoria como prctica de reparacin
2.3. La victimidad
2.3.1. Problemas derivados de la nocin de victimidad
12
13
21
30
33
36
39
46
52
54
2.1.
Captulo 3.
Aspectos metodolgicos, epistemolgicos y ticos
de la investigacin
3.1.
3.2.
3.3.
56
57
64
68
71
75
79
83
85
89
90
vi
Captulo 4.
Sufrimiento y dinmica en las comunidades
Con ojos de Kaxln: un acercamiento al Ixhil desde las
anotaciones del cuaderno de campo
4.1.1. La negociacin con la comunidad: diferentes intereses
4.2. Nueva Concepcin Xolcuay: historia entre las trojas
4.2.1. De Xolcuay a Nueva Concepcin Xolcuay
4.3. El complemento al estudio de Xolcuay
4.3.1. Nueva negociacin: otra postura
4.4. Los Encuentros Amajchel: entre dos ideologas
4.5. La CPR de Santa Clara de la Sierra
4.5.1. Ejemplo de organizacin y resistencia
4.5.2. El hilo de la narracin
92
93
96
109
113
4.1.
Captulo 5.
Vivencia y construccin de la victimidad
5.1.
Captulo 6.
Redes de apoyo para acceder al resarcimiento
121
129
133
137
143
147
149
151
156
158
161
165
166
171
176
180
184
187
188
193
196
198
201
205
210
vii
6.1.
Captulo 7.
Implicaciones de la victimidad para la reparacin
en contextos de exclusin y desigualdad
213
218
219
221
224
227
230
231
231
232
240
251
254
257
258
260
266
269
7.1.
Reflexiones finales.
La victimidad como proceso psicosocial
291
Bibliografa
304
Anexos
312
viii
NDICE DE CUADROS
Cuadro No. 1 Comparacin de dictaduras militares y conflictos
armados en Latinoamrica
Cuadro No. 2 Total de la poblacin en la regin Ixhil
Cuadro No. 3 Edades de la poblacin en la regin
Cuadro No. 4 Poblacin total por niveles de pobreza para el departamento
del Quich
Cuadro No. 5 Indicadores Desarrollo Humano en la regin Ixhil
Cuadro No. 6 Indicadores de pobreza en la regin Ixhil
Cuadro No. 7 Muestra empleada para el estudio
Cuadro No. 8 Ruta de alivio para la cada del estmago de Ximena
Cuadro No. 9 Ruta de alivio para la bola que camina
Cuadro No. 10 Ruta de alivio para los padecimientos de Juan
Cuadro No. 11 Articulacin de la victimidad
Cuadro No. 12 Organizaciones involucrados en la red de alivio del Ixhil
12
40
40
41
42
43
96
174
180
183
266
316
NDICE DE FOTOGRAFAS
Foto No. 1 Calle cercana al pueblo
Foto No. 2 Familia Ixhil con su indumentaria indgena
Foto No. 3 Reunin en Nueva Concepcin Xolcuay
Foto No. 4 Estufa mejorada e infraestructura de la cocina
Foto No. 5 Pick-Up que viaja a la finca La Perla
Foto No. 6 Paisaje desde los Encuentros Amajchel a Santa Clara
Foto No. 7 Comunidad de los Encuentros Amajchel
Foto No. 8 Sistema de recoleccin de agua
Foto No. 9 Temascal en Nebaj
Foto No. 10 Medicamentos en una tienda
Foto No. 11 Ceremonia Maya
116
121
126
132
138
144
148
152
221
223
229
NDICE DE FIGURAS
Figura No. 0 Mapa de exclusin del desarrollo social 1996
Figura No. 1 Mapa de la regin Ixhil
Figura No. 2 Propuesta de anlisis de la victimidad
Figura No. 3 Red general de alivio en la regin Ixhil
Figura No. 4 Redes desplegadas para acceder al resarcimiento
Figura No. 5 Intervencin psicosocial y sus posibles aportes para la poltica
19
20
159
217
247
270
ix
PRLOGO
El trovador de la noche
Ranfer Aguilar (Alux Nahual)
En cualquier caso fue ese desencanto por las cuestiones tnicas lo que me
permiti tener un acercamiento y profundizar en las ideas sobre la victimidad,
pero tuve la gran suerte de contar con diversos recursos, tanto en trminos
personales, acadmicos y monetarios; empezando por el programa Maya
Competence Building (MCB) creado entre el Instituto de Estudios Intertnicos
(IDEI) de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), y la Universitet i
Tromso (Noruega) quienes financiaron los crditos docentes entre 2003-2006. En
este perodo pude compartir con diferentes profesores y estudiantes del
doctorado, lo cual me permiti acceder a nuevas orientaciones tericometodolgicas.
1
INTRODUCCIN
CAPTULO 1
Antecedentes
Ud. ha visto muy bien que la desgracia es, digamos,
ms tangible, quiz porque de ella nace el desdoblamiento
en objeto y sujeto. Por eso se fija tanto en el recuerdo,
por eso se pueden contar tan bien las catstrofes
Julio Cortzar (Rayuela)
10
4 Existen distintos debates sobre llamarle guerra al conflicto armado guatemalteco. En este texto
el uso de las palabras es indiscriminado ya que apelo a la definicin que hace la Real Academia
espaola sobre el trmino guerra: lucha armada entre dos bandos de una misma nacin.
11
1.1.
Argentina
Chile
El Salvador
Guatemala
Per
12,000 a
30,000
3,200
50,000
200,000
65,000
Estatal
Estatal
Contexto
violencia
Grupos
paramilitares
Violencia
mayoritaria
Violencia de
grupos tnicos
8 aos de
dictadura
No
17 aos de
dictadura
No
Urbana
Urbana
---
5% vctimas
mapuches
Tipo de
transicin
Ruptura
inicial
Negociacin
pblica
Personas
muertas o
desaparecidas
Responsabilidad
Estado 90%
FMNL 5%
10 aos de
guerra
Defensa
Civil
RuralUrbana
---
Estado 95%
URNG 3%
36 aos de
guerra
PAC
Acuerdos de
Paz
Acuerdos de
Paz
Rural
83% vctimas
indgenas
Estado 38%
Sendero 53%
10 aos de
guerra
Rondas
Campesinas
Rural
75% vctimas
Quechuas
Ruptura
inicial,
no
acuerdos de
paz
Por supuesto no estoy emitiendo un juicio de valor en tanto que sea una
tragedia mayor o menor. Cualquier conflicto blico es sin duda un suceso
nefasto para la humanidad completa. En este documento simplemente apelo a
12
poltico
econmico
travs
de
los
llamados
Gobiernos
5 Previo a estos informes existieron publicaciones como Masacres de la Selva escrito por Ricardo
Falla o Los fusiles de octubre de Mario Palleras en donde se explicita las vicisitudes que vivi la
poblacin durante el conflicto armado en la dcada de los 80, sin embargo no tuvieron el
alcance en trminos mediticos y cientfico de los informes mencionados.
13
parte por ex militares, las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), integradas por
estudiantes, y finalmente la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca
(URNG)6.
En la dcada de los sesenta y de los setenta se dieron enfrentamientos
entre el ejrcito y la incipiente guerrilla. Estas confrontaciones no afectaron a la
mayora de la poblacin, pero a finales de la dcada del setenta la situacin
cambi radicalmente. Los enfrentamientos no se daban de manera directa, ya
que las ofensivas se libraban en las montaas donde habitaban comunidades
indgenas (guerra de guerrillas). Los gobiernos de turno, en su afn por
contrarrestar a la insurgencia, crearon una campaa militar a gran escala
destinada a modificar el tejido social de ciertas comunidades indgenas que,
segn crean los militares, colaboraban con la guerrilla. Esta campaa
recrudeci en el perodo de 1979 a 1984 en donde la denominada poltica de
tierra arrasada, fue una de las ms usadas para desestructurar las poblaciones
que se consideraban afines a la insurgencia (CEIDEC, 1990; REMHI, 1998; CEH,
1999).
15
16
Algunas autoras como Spivak (1999) mencionan que hay una cierta idea
particular que presupone que las acciones de los campesinos frente a las
reivindicaciones reflejan una conciencia nica, y la solidaridad se puede
significar como el objeto de ese fin. Esta significacin puede ser entendida como
la apropiacin de una conciencia historizada y politizada: una conciencia
subalterna.
17
200.000 vctimas)8 y los mecanismos del terror utilizados por las fuerzas
estatales para reprimir a las poblaciones consideradas como subversivas.
18
Figura No. 0
Mapa de exclusin del desarrollo social en 1996-1997
Fuente: PNUD (1998) Los contrastes del desarrollo humano, Guatemala. El ndice de exclusin est
basado en los siguientes indicadores: muertes antes de los 40 aos de edad, analfabetismo entre
adultos, desnutricin de nuos menores de cinco aos de edad y accesos a ciertos servicios
bsicos.
19
Figura No. 1
Regin Ixhil
En el mapa no aparecen los nombres de las aldeas del municipio de San Juan Cotzal. Las
flechas indican las comunidades en donde se realiz el trabajo de campo por ms de tres meses
(negro) o entrevistas a beneficiarias del PNR (gris). Diseo de mapa: Jos Zamora Maldonado.
20
1.2.
En cualquier caso, Colby & Van Den Berghe (1977), Le Bot (1992) y Stoll
(1993) coinciden en que la regin Ixhil fue conquistada por los espaoles
aproximadamente en 1530, pero no hubo asentamientos forneos significativos
hasta los ltimos aos del siglo XIX. Segn Stoll (1993), tres incursiones fueron
necesarias para someter a los Ixhiles por parte de los espaoles, sin embargo la
regin no atrajo muchos forasteros por la falta de oportunidades para
enriquecerse y el aislamiento de sus comunidades (Stoll, 1993).
Desde esta poca, el pueblo Ixhil desarroll cierta fama de rebelde que
segn Le Bot (1992), ha permitido que sea una de las regiones guatemaltecas
ms fieles a sus tradiciones y cosmovisin. Durante la conquista los pocos
sacerdotes catlicos que llegaron a esta zona, lograron efectuar una importante
transformacin en la religin Ixhil por medio de discursos demaggicos y
engaos. La victoria de las batallas libradas por la conquista, fue asociada al
favor sobrenatural o de un dios superior al que hubiese sido imprudente no
rendir culto (Colby & Colby, 1981). Por ello el catolicismo empez a formar
parte de las prcticas indgenas durante la colonia como herramienta de
sometimiento entre el repartimiento y la encomienda (Martnez, 1973).
21
22
Colby & Colby, (1981) Le Bot (1992) y Stoll (1993) afirman que las
comunidades de la regin Ixhil permanecieron en el anonimato hasta el decenio
de 1880. Colby & Van Den Berghe (1977) encontraron que hasta finales del siglo
XIX, los nicos habitantes que no perteneca a la etnia Ixhil parecen haber sido
un sacerdote y unos cuantos ladinos9 (mestizos) que vivan como si fueran
indgenas; es decir, compartiendo las tradiciones y modos de vida de los Ixhiles.
Esto cambiara con las migraciones que se daran unos aos despus y que
estableceran nuevas formas de relacin entre estos conjuntos sociales.
mayormente
por
indgenas
(otorgando
titulaciones
de
las
Este trmino refiere a una identidad, en este caso la del mestizo. Sin embargo no queda del
todo claro su origen. Lo nico que s ha sido estudiado es que a partir de 1871, cincuenta aos
despus de independizarnos de Espaa, la influencia de la modernidad lleg con toda su
fuerza a Guatemala. En este contexto, la oligarqua promueve la creacin de una nueva
categora identitaria: el ladino. Algunos autores guatemaltecos, entre ellos Dary (1994) y
Taracena (2002), mencionan que el vocablo ladino posee imprecisiones histricas en su
aparicin y registro; adems, son evidentes las muchas contradicciones que presenta el trmino
con el transcurso de los aos. Desde el origen de la categora identitaria en el siglo XVI, la
expresin ladino se ha utilizado como epteto peyorativo hacia los mestizos o indgenas que
aprendan el castellano (Dary, 1994). La diferencia entre indios y ladinos no se da por
condiciones raciales, sino ms bien por cuestiones culturales porque se puede devenir ladino
siendo originalmente indgena. El ladino hace referencia a todas aquellas personas que
comparten la creencia de formar una unidad nacional basada en ideas de progreso y desarrollo
que promova el Estado liberal (1871), para acercarse a la forma de vida europea. El objetivo con
que fue creada la categora del ladino, era el de funcionar como unidad de representacin para
todos/as los guatemaltecos/as sin distinciones de raza, etnia o religin (Esquit, 2002; Adams
y Bastos, 2003) pero lo paradjico de este proceso es que la posibilidad de ladinizacin refiere
no a un acercamiento entre ambos colectivos, sino a la renuncia de las tradiciones de uno de los
grupos (la del indgena) sin que la posibilidad sea inversa. Adams & Bastos (2003) mencionan
que la dicotoma indgena-ladino es, en la actualidad, una estructura con fallas, pero sigue
siendo una realidad en la economa, la poltica y la mentalidad de los guatemaltecos/as.
9
23
As pues, a los ladinos les trajo ventajas que los indgenas tuvieran la
necesidad de patronos que les protegieran de las leyes liberales de trabajo. El
mejor ejemplo se encuentra durante el gobierno de Jorge Ubico (1931-1944) en
donde la ley contra la vagancia cre malestar en la poblacin Ixhil. La
matanza de un grupo de lderes en Nebaj durante este perodo es uno de los
sucesos ms recordados por los nebajenses: durante el ao de 1936 la exigencia
26
Segn Ellian Elliot (citada por Stoll, 1993) 2,343 hectreas fueron
expropiadas de la finca la Perla en beneficio de las familias Ixhiles que vivan en
los alrededores. De igual forma este autor afirma que de la finca San Francisco,
perteneciente al entonces ministro de agricultura Nicols Brol, tambin se
27
expropiaron 3,879 hectreas (Stoll, 1993). Adems, durante el tiempo que dur
el Decreto 900 muchos indgenas kiches llegaron a la regin Ixhil en bsqueda
de tierras productivas para el cultivo, asentndose principalmente en las tierras
de San Gaspar Chajul.
construccin
de
infraestructura,
compra
de
abono
10
28
Adams & Bastos (2002) mencionan que la violencia se dispar cuando el plan de la
guerrilla de incorporar a los indgenas a la revolucin estuvo bastante maduro como
para ponerse en prctica en el noroccidente (Adams, R, & Bastos, S., 2002, p. 245).
Este sera el bastin necesario o base social para que los planes de la guerrilla se
pudieran llevar a cabo.
Colby & Colby (1981) sealan que de vez en cuando aparecan grupos
guerrilleros en la zona en la dcada de los setenta pero, al principio, no
contaban con la cooperacin de los ixhiles, salvo algunas excepciones en Nebaj.
De hecho, dentro de los indgenas guatemaltecos esta etnia era considerada
como una de las menos politizadas en Guatemala (Colby & Van Den Berghe,
1977). Sin embargo el trabajo realizado en torno a la organizacin comunitaria
por la Accin Catlica increment el inters de los grupos ixhiles en la
emancipacin econmica (Le Bot, 1992).
Este evento estn registrados dentro del Caso Ilustrativo No. 59 de la CEH (1999).
31
1978 el clima de violencia en las reas urbanas y rurales se haca sentir, pero no
fue sino hasta 1979 en que la lucha guerrillera se extendi por gran parte del
pas con grupos que afectaban los intereses del sector empresarial agrcola
(REMHI, 1998; CEH, 1999).
traumticas que, poco a poco, fueron desarticulando las formas de vida de las
comunidades ixhiles. La violencia de las actuaciones del ejrcito iba desde
enfrentamientos hombre a hombre, hasta bombardeos de zonas especficas
donde consideraban que estaba escondida la poblacin.
Gran parte de las personas que fueron afectadas por las polticas
contrainsurgentes pertenecan a la etnia Ixhil, sin embargo tambin se
encontraban algunos ncleos de la etnia Kiche y un pequeo sector de ladinos
(mestizos) en los cascos urbanos. Igualmente en algunas comunidades se
pueden encontrar familias de la etnia Qanjobal pero no se presentan como un
nmero significativo comparado con el total de la poblacin que habita en la
regin.
Estos eran grupos de resistencia civil no armada que huan del ejrcito.
La mayor parte de poblacin que habita en estos departamentos se auto adscriben como
indgenas de diferentes etnias mayenses.
12
13
33
Los discursos que giraban alrededor de este tipo de acciones por parte
del ejrcito eran que la gente necesita una nueva vida, que de forma paradjica
sera en un clima de paz y confianza, alejada de los guerrilleros y sus ideas de
emancipacin. Las primeras crticas que se hicieron a este modelo de aldeas por
parte de diferentes sectores de la sociedad civil, iban enfocadas a su brutal
parecido con los campos de concentracin, por lo que la idea de desarrollo
fue catalogada como un sarcasmo de muy mal gusto (CEIDEC, 1990).
La tierra que usaron los militares para la creacin de las aldeas era
propiedad de unas cuantas familias, las cuales fueron expropiadas o les fue
entregada una mnima cantidad de dinero, bajo amenazas de muerte, para
construir la nueva aldea. El modelo que sigui el ejrcito para la creacin de la
nueva aldea fue de tipo rejilla o de trazos cuadrados para tener una mejor
organizacin y control de la comunidad.
Para una explicacin ms detallada de este tpico el lector/a puede referirse directamente a
CEIDEC (1990).
14
34
Durante el gobierno del FRG (2000-2004) liderado por el Gral. Efran Ros Montt, los
miembros de las PAC recibieron tres pagos por servicios prestados al Estado durante el
conflicto armado, pero no se les reconoce como vctimas de la guerra, es decir, el PNR no los
toma en consideracin como vctimas, al menos para el resarcimiento econmico
15
35
Gran parte de la gente que hua de las masacres que haca el ejrcito lo hizo
hacia las Sierras Ixhiles, al Ixcn, e incluso hacia comunidades fuera del
36
16
37
38
1.3.
Este es uno de los principales argumentos que utiliza la Comisin del Esclarecimiento
Histrico (CEH) para afirmar que en Guatemala hubo genocidio. Los dramticos casos que se
presentan en el Informe de la CEH de asesinatos por uso del idioma o el traje regional tpico
Ixhil forman parte de las evidencias para formular esta acusacin. Sin embargo el Estado de
Guatemala no ha reconocido formalmente esta figura legal en su cdigo penal.
18 Las masacres son violaciones colectivas al Derecho a la vida, en las que generalmente
concurren elementos de extrema crueldad (CEH, 1999). Segn el informe REMHI (1998) el
nmero de masacres en Guatemala fue de 422 en todo el pas. Segn la CEH (1999) el nmero se
eleva a 664, pero estos informes no hacen la especificacin de la autora. Segn el texto de Sichar
(2000) el nmero se eleva a 1112 tomando en cuenta las masacres efectuadas por el ejrcito, las
PAC y los grupos guerrilleros.
17
39
siguen los kiches y en un menor nmero los qanjobales. Los ladinos no son
significativos en trminos de poblacin, y representan la minora tnica en la
zona.
Cuadro No 2
Total de poblacin en la Regin Ixhil
Total
Grupo etnolingstico
Ixhil
95,315
Sexo
rea
Hombres
Mujeres
Urbano
Rural
46,690
48,625
37,504
57,811
Mujer
15-24 aos
Varn
Mujer
25-39 aos
Varn
Mujer
40-60 aos
Varn
Grupo
23,632 23,835
8,077
8,565
7,437
8,320
5,255
Ixhil
Fuente: Censos Nacionales XI poblacin y VI de habitacin, 2002.
> de 60 aos
Mujer
Varn
Mujer
5,693
2,289
2,212
Las cabeceras municipales de Santa Mara Nebaj, San Juan Cotzal y San
Gaspar Chajul son las que cuentan con ms desarrollo en trminos tecnolgicos
e infraestructura. No obstante, persisten ciertos problemas con el flujo elctrico
y la mayor parte de las comunidades fuera de los cascos urbanos no poseen luz
ni servicios bsicos como agua potable y servicios de drenaje. Existen caminos
que llegan a muchas comunidades, pero no estn asfaltados y el acceso a las
aldeas es an complicado en invierno (cuando llueve).
40
Poblacin
total
NIVELES DE POBREZA
Todos los
pobres
Pobres
extremos
Pobres no
extremos
No pobres
Total a nivel
12,987,829
6,625,891
1,976,604
4,649,287
6,361,938
nacional
% a nivel
100.0
51.0
15.2
35.8
49.0
nacional
Total Depto.
769,364
623,282
197,241
426,041
146,082
del Quich
% respecto al
100.0
81.0
25.6
55.4
19.0
total Deptal.
% respecto al
5.92
9.41
9.98
9.16
2.30
total nacional
Fuente: Instituto Nacional de Estadstica, INE. Encuesta Nacional de condiciones de vida,
ECOVI-2006.
19
41
IDH
ndice salud
ndice
educacin
ndice de
ingresos
Ixhil
0.429
0.401
0.360
0.527
42
POBREZA
2003
COEFICIENTE DE GINI
Total
Extrema
Poblacin
Rural
Poblacin
indgena
Fincas
mayores 1
Mz.
Todas las
fincas
Chajul
92.8
40.6
68.2
92.5
0.583
0.633
Cotzal
83.9
29.1
54.9
97.4
0.517
0.584
0.533
0.621
Nebaj
85.5
29.5
65.5
94.7
Fuente: Informe Nacional de Desarrollo Humano, 2005 PNUD
20
43
Shotter (1993) afirma que muchos de los aspectos de lo que denominamos realidad son
imaginarios, pero no en el sentido de que sean cosas reales que se encuentren localizadas en un
lugar especial, es decir la imaginacin o en la mente de los individuos, sino de forma que existe
slo en los procedimientos que se desarrollan en interaccin entre personas (Shotter, 1993).
21
45
46
El informe de la CEH (1999) era muy claro con respecto a los ejes a
contemplar dentro del resarcimiento, as como de la iniciativa poltica que deba
guiar la reparacin por parte del Estado a travs de este programa. Luego de un
largo proceso de negociacin entre asociaciones de vctimas y el Estado, el 7 de
mayo de 2003 fue emitido el acuerdo gubernativo 258-2003 que crea el
Programa Nacional de Resarcimiento (PNR). Posteriormente el acuerdo de
creacin del PNR sufri dos reformas, la primera mediante Acuerdo
Gubernativo 188-2004 y, la segunda, mediante Acuerdo 619-200523.
sobre
autonoma,
patrimonio,
personalidad
jurdica
ni
La palabra adecuada para utilizar en el texto sera crmenes, sin embargo por la naturaleza del
programa, se habla de daos ya que el PNR no busca la Justicia como elemento de reparacin.
23 Estos acuerdos bsicamente excluyen a la sociedad civil dentro de la toma de decisiones para
el programa. Sin embargo, debo resaltar que las asociaciones que participaron durante este
proceso no pudieron ponerse de acuerdo por distintos motivos.
24 Comisin Nacional de Resarcimiento.
22
47
Por supuesto, los mismos trabajadores del PNR tienen claro las
limitaciones y alcances de un programa de este tipo, ya que solamente abarca
uno de los aspectos del Resarcimiento en trminos de reconciliacin: el intento
de reparacin a los daos sufridos, mas no comprende el aspecto de imparticin de
justicia ni puede atender las garantas de no repeticin de violaciones a los derechos
humanos (PNR, 2007b, p. 19)
48
con
deficiencias
logsticas
tanto
como
materiales.
Esta
49
50
Le Mesa Regional Ixhil actuara como una especie de auditora ticosocial en el trabajo del PNR y, de esta forma, el programa se evitara
problemas para empezar la ejecucin del presupuesto asignado para el
resarcimiento econmico (entrega de cheques por aproximadamente 2400).
Nuevamente se presentaba otro problema para el PNR. La entrega de cheques
dio paso a una serie de situaciones confusas dentro de la poblacin, as como
dentro del programa mismo.
profundizar en el objetivo principal que era conocer las percepciones sobre este
programa. En cualquier caso, el documento demuestra la existencia de
problemas en torno a esta medida, tanto a nivel de procedimientos y
evaluacin, como de inclusin de las vctimas que no haban sufrido27
verdaderamente o no haban vivido la guerra.
1.3.2. El costo humano de la tragedia es simplemente incalculable.
27
52
muertos o pagar la vida de los muertos para entender el sentido del pago.
Aunque las autoridades del PNR en ese entonces, especialmente doa Rosalina
Tuyuc, eran enfticas y aseguraban pblicamente en las actividades del
programa que las vidas de las vctimas no tenan precio (PNR, 2007b), fue una
postura inevitable que se evidenci en algunas personas.
53
CAPTULO 2
Marco Referencial
Una generacin no se caracteriza por la edad de sus miembros,
sino por la contigidad de sus protestas
Silvia Bleichmar (Conferencia en Buenos Aires)
54
Har la diferencia entre vctimas sobrevivientes y vctimas mortales, ya que son las primeras
quienes buscarn al Programa Nacional de Resarcimiento. Adems, es necesario aclarar que el
concepto de vctima refiere a todas aquellas personas que durante el conflicto armado les fue
violado o negado algn Derecho Humano. Esta acotacin es necesaria ya que hablar de vctimas
del conflicto armado abarcara a un nmero mayor de vctimas indirectas, entre las cuales se
podran contar las nuevas generaciones y los efectos de la violencia actual.
28
55
2.1.
56
los sesenta, acompaado por tres circunstancias muy puntuales, dio paso a que
se cuestionaran los modelos propuestos por la Victimologa, entre ellos: Los
marcos tericos creados a partir de los estudios de la Psicologa Social y su
aplicabilidad en distintos mbitos. Por otro lado, tambin contribuy el inters
que despierta el asesinato de Kitty Genovese (1964) sobre las vctimas de
violencia en Estados Unidos, as como las primeras encuestas de
victimizacin31.
Fattah (2006) seala que en los aos setenta los estudios individuales de vctimas de delitos
especficos fueron eclipsados por estudios de victimizacin. Estos estudios transformaron las
caractersticas de los primeros estudios de la Victimologa, es decir, se pas de un acercamiento
micro, centrado en el grado de participacin de las vctimas en los delitos, a uno macro que
apuntaba a determinar la cantidad de vctimas, identificar la poblacin vulnerable y establecer
las caractersticas socio-demogrficas de la poblacin. Una de las ventajas que produjeron los
estudios de victimizacin fue evidenciar las tendencias y pautas de la produccin de vctimas
en tanto distribucin social y espacial. Sin embargo fue muy limitado su aporte en cuanto al
entendimiento psicosocial de la conducta criminal, el proceso de seleccin de la vctima, las
interacciones entre la vctima y el delincuente, etc. (Fattah, 2006).
31
58
Estas
construcciones
tericas
cuestionan
el
modelo
positivista-
Si bien el Estado vela por el bien pblico y por el de las vctimas, tambin
es cierto que impone una pena (derivada del bien pblico) donde las vctimas
tienen muy poca, o mejor dicho, ninguna participacin en la resolucin del
conflicto. La vctima pasa automticamente a la situacin de dbil, se
convierte en una prueba y no en participante ni agente de la resolucin de su
conflicto (Albertn, 2006), deja de ser duea de lo que ocurri y pasa a ser duea
simplemente de su sufrimiento (Retamal, 2002, p. 225)
desde los setenta hasta llegar a una postura diferente dentro de la interpretacin
de las vctimas en los aos noventa (Larrauri, 1991). Puede ser que la violencia
que vivieron muchos pases en la dcada de los ochenta (particularmente en las
dictaduras militares latinoamericanas) haya propiciado la construccin de esta
tendencia.
Los estudios analizados por Larrauri (1991) muestran que existe cierta
correlacin entre las personas que acuden, por ejemplo, a la polica a causa de
algn delito, y que buscan algn tipo de resarcimiento.
32 Ejemplos muy claros son los casos de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, la
Agrupacin de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Chile y la Coordinadora Nacional de Viudas
en Guatemala
61
33
62
El anlisis del impacto del trabajo psi sigue siendo un tema pendiente a
tratar dentro de las organizaciones que se dedican a la intervencin psicosocial,
y es un aspecto que analizaremos en los captulos posteriores ya que otorga
posibilidades a la nocin de victimidad que propondr.
Este autor utiliza la metfora de fuerzas oscuras para referirse al crimen organizado que
puede estar ligado a estructuras de poder poltico y militar en Guatemala.
34
63
de
Derechos
Humanos
en
dictaduras
latinoamericanas,
en
mbitos
que
trasciendan
lo
clnico,
pues
el
contenido
35
64
36
65
Piper (2005b) lo enuncia como que el hecho de ser vctima puede ser
considerado como aquello que determina la vida y define la propia
subjetividad, diferenciando en la interaccin, quines son vctimas de quienes
no lo son: Al sujeto vctima se le atribuyen caractersticas comunes que hace que
quienes se sepan vctimas se reconozcan en ellas sintiendo la afinidad de las vivencias y
dolores compartidos (Piper, 2005b, p. 166). Este argumento sugiere la idea de
cierta mismidad de vivencias entre las personas que se consideran o perciben
como vctimas, y que representa un elemento importante entre el grupo.
Pero ms que una seal del pasado, la marca parece ser un hecho
actual que opera en el presente, que trasciende el cuerpo y se expande
incluyendo a toda la red que lo sostiene. Nunca ha dejado de sentirse,
de doler, de daar; ni de sealar insistentemente la precariedad de las
condiciones actuales; ni de recordar que la vida pudo haber sido
distinta y no lo fue, que el futuro podra estar abierto a mltiples
posibilidades pero no lo est (Piper, 2005b, p. 229)
37
66
acciones
sociales
creando,
manteniendo,
reproduciendo
De aqu, en adelante, se debe interpretar discurso desde la lgica que propone Foucault
(1969).
38
68
diagnsticos
acerca
de
las
subalternidades
39
69
Es una posibilidad, lo cual no quiere decir que sea la nica o la que mejor
se adapte a los intereses de las vctimas sobrevivientes del conflicto armado
interno guatemalteco. Estas supuestas identidades de vctimas no se arraigan
exclusivamente en una mera contemplacin reflexiva de los sucesos del grupo,
sino que se desarrollan en el encuentro oral, en nuestro discurso mutuo.
Hablamos, discutimos, argumentamos lo que apreciamos como real y
nuestras acciones estn en gran medida, relacionadas con eso que hablamos de
nosotros/as y los/as dems (Shotter, 1993).
Las identidades, al igual que los sujetos, no son esencias sino formas que
cambian y nunca se mantienen idnticas a s mismas: se juegan, se truecan, se
establecen respecto a nosotros/as mismos/as como oportunidades de
relaciones diferentes (Butler, 1997a), en especial, cuando forman parte de
procesos de reparacin y recuperacin de la Memoria Histrica por el carcter
persuasivo que se le adjudica a la condicin de vctima (Bayley, 1991).
70
2.2.
presentado por Espinoza, Ortz, & Rojas (2001) da cuenta de las diferencias y
similitudes de las Comisiones de la Verdad en varios pases de Amrica Latina.
Este informe seala que entre los resultados de las comisiones se concluye de
forma constante que los Estados estn obligados a: por una parte, la
recuperacin de la memoria y el esclarecimiento de los crmenes cometidos, y
por otra, la urgente necesidad de resarcir o reparar las secuelas de la poblacin
afectada (Espinoza, Ortz, & Rojas, 2001).
40
72
73
partir de otras visiones y los acuerdos que se dan entre ellas (Gadamer, 1975). A
partir de nuestro hacer memoria tambin vamos construyendo nuestra
condicin de vctima (victimidad) y las diferentes posiciones de sujetos que nos
permiten criticar, interrogar o subvertir significados (Haraway, 1995; Butler,
1997a; Montenegro & Pujol, 2003). Pero lo ms importante es que a travs de la
memoria podemos decidir cmo queremos, como poblacin afectada, recordar
a los fallecidos y las implicaciones que tenan las distintas luchas en las que
estbamos (o no) involucrados.
74
2.3.
La victimidad
42
76
43
77
lugares del mundo, pero tienen como factor comn la exclusin de programas
asistenciales.
Otros autores como MacDonald & Bernardo (2006), Osch (2006) y Bag
(2009) emplean trminos como polticas de la victimidad (politcs of victimhood)
en donde se emplea esta categora para definir los Derechos que adquieren las
vctimas sobrevivientes ante los Estados desde la perspectiva jurdica. El
estudio de Bag (2009) enfatiza en que no se puede negar el hecho que los
partidos polticos como el partido de Bahujan Samaj en India, han utilizado la
condicin de vctima de los Dalit para su propia ventaja (acceso a curules en el
congreso), enfatizando en las manipulaciones polticas que se hacen de las
identidades de vctima de los Dalit.
Das (1995) menciona que el dolor puede ser un medio disponible para
que un individuo, o varios, a travs de un mal histrico (los residuos de la
guerra) puedan tomar las formas de sntomas a travs de lo que los individuos
describen. Sin embargo, otras veces tambin puede tomar la forma de memoria
inscrita en el cuerpo. El dolor puede considerarse como la posibilidad de
conformacin de nuevas relaciones, en especial por los juegos de lenguaje
(Wittgenstein, 1953) que otorgan sentido a las acciones comunicativas entre los
afectados y el resto de agentes que se involucran en la red de alivio. Al final de
cuentas no es lo mismo enunciar: Yo pobre a pobre Yo.
78
79
Por ejemplo para el primer caso, ser vctima puede referir a lo que he
desarrollado en este captulo sobre las posibles identidades o posiciones de
vctima (Piper, 2004 y 2005b). El ser vctima no necesariamente refiere a una
caracterstica ontolgica, de ah que desde las posturas postmodernas de la
Psicologa Social se pueda hablar de agencia.
44
80
82
CAPTULO 3
Aspectos metodolgicos, epistemolgicos y ticos
de la investigacin
No hay forma de impedir el ser parcial, en la medida
que la neutralidad implica tomar partido
Slavoj iek
(Estudios culturales: reflexiones sobre el multiculturalismo)
Para el caso que planteo del PNR en la regin Ixhil, se puede pensar que
es una entidad que contribuye a que los discursos y prcticas en torno a la
victimidad sean explcitos; ya que las personas deben demostrar objetivamente
83
este
programa.
En
este
captulo
explicitar
los
aspectos
84
3.1.
Hablar sobre los efectos del conflicto armado y las polticas de reparacin para
las vctimas sobrevivientes en Guatemala conlleva, necesariamente, a una
revisin escrupulosa del trabajo que ha realizado el PNR. Este programa Estatal
ha tenido a su cargo desde el ao 2003 la puesta en marcha de los criterios de
reparacin y resarcimiento para las vctimas sobrevivientes del conflicto interno
en todo el pas. Sin embargo, el trabajo del PNR se ha visto salpicado por una
serie de anomalas y confusiones durante los primeros aos de su gestin (PDH,
2006; ODHAG, 2009).
de
calificacin
evaluacin
de
las
vctimas
y/o
posibles
85
ser consideradas como parte de los beneficiarios/as del programa. Esta labor es
llevada a cabo por un grupo de juristas quienes determinan, bajo los parmetros
legalistas del Estado, quines pueden formar parte de los beneficiarios/as y a
quines se deja fuera.
huida. En otros casos, las personas pedan favor a vecinos para que registraran
a sus hijos en la municipalidad, lo que hace que aparezcan en los libros de
registro como hijos de quien lleg a inscribirlos. De cualquier manera los
documentos exigidos por el PNR funcionan como aval para las personas y de
esta manera pueden demostrar, con pruebas concretas, su condicin de vctimas
ms all de testimonios o criterios subjetivos que se expresan en las entrevistas
que realiza en personal del programa.
otras
miradas
de
ndole
cultural,
histricas,
polticas
87
pero, mayormente, por cuatro situaciones muy concretas que fortalecan la idea
de considerarse vctimas de forma colectiva:
88
3.2.
3.3.
objetividad. De hecho, el
construccionismo se presenta como una postura fuertemente desreificante, des-naturalizante, y des-esencializante, que radicaliza al
mximo tanto la naturaleza social de nuestro mundo, como la
historicidad de nuestras prcticas y de nuestra existencia. (Ibez,
1994, p. 250)
Desde esta perspectiva no existen esencias para los sujetos, los objetos y el
conocimiento, sino que se dan como resultado de las prcticas sociales
histricamente situadas y propias de una sociedad determinada (Garay,
Iiguez, & Martnez, 2001). Por otro lado, se enfatiza en que la realidad no existe
con independencia de lo que decimos de ella (Rorty, 1979) lo cual supone pensar que
construimos la realidad y lo que decimos de ella es una cuestin de
convenciones (Gadamer, 1975; Shotter, 1993).
90
evaluacin
poltica-moral
del
contexto
donde
nos
desenvolvemos.
en
cada
sociedad,
el
conocimiento
(categorizacin
91
de
resarcimiento.
Estas
prcticas
fueron
enfocadas
94
El total de personas con las que trabaj fue de ochenta y cinco, tomando
en cuenta las tres comunidades, trabajadores/as del PNR y las entrevistas con
beneficiarias/os como muestra el siguiente cuadro.
Cuadro No. 7
Muestra empleada para el estudio.
Origen de datos
Localidades
Acercamiento comunitario
30
Entrevistas con
beneficiarias/os
45
Entrevistas con
trabajadores/as del PNR
10
Nebaj,
Cotzal,
Chajul,
Turanza, Xecotz, Xix, La
perla,
Acul,
Parramos,
Xecoyeu, Antiguo Xonc,
Jacan,
Vipech,
Vicotz,
Estrella Polar, Santa Clara,
Los Encuentros Amajchel,
Mirador, Parramos grande,
Xonca, Batzul, Xeucalvitz,
Pulay, Vivitz, Xeo, Acul,
Janlay. (Ver mapa)
Ciudad de Guatemala, Nebaj.
47
95
Por esta razn decid utilizar el mtodo etnogrfico para tener una
aproximacin a la construccin de la victimidad en las aldeas de estudio, ya que
el mtodo involucra al investigador y sus relaciones con las comunidades a
travs de la misma situacin metodolgica (Hammersley & Atkinson, 1995;
Velasco & Daz, 1997).
96
de
los
fenmenos
las
experiencias,
creencias,
actitudes,
Para
construir
desarrollar
esta
comprensin
profunda,
el/la
101
datos antes que los efectos del PNR se hicieran presentes dentro de las
narraciones y prcticas de las vctimas sobrevivientes de las localidades.
48
como en la violencia o escuchar las expectativas de futuro que tienen hacia sus
hijos/as.
103
49
105
50
106
108
3.4.
Una de las caractersticas que se har evidente a lo largo del desarrollo capitular
es la interaccin y tensiones entre las diferentes posturas ideolgicas de las
instituciones que apoyaron este trabajo. Tanto RCT como ECAP son
instituciones que se dedican a trabajar con vctimas directas de tortura y/o que
han sufrido violaciones flagrantes a sus Derechos; pero con distintas formas de
intervenir y entender las problemticas relacionadas con el sufrimiento. Por esta
razn los aspectos ticos relacionados con la investigacin y el trabajo de campo
fueron temas recurrentes mientras se diseaba y ejecutaba el estudio.
De hecho, y tal como menciona Goslinga & Frank (2007), por mucho que
logremos sentirnos e identificarnos con la poblacin que estudiamos, hay
muchas cosas ms que se ponen en juego: relaciones de poder, posicin de
109
obtenida y el anonimato. Por esta razn a lo largo del texto utilizar nombres
ficticios, tanto de la gente entrevistada como de las personas que mencionan en
sus relatos.
Con respecto a este caso, no se respetaron los tiempos de la comunidad y, hasta cierto punto,
la presencia de un extranjero (Henrik) potencio que la gente pensara que podran acceder a
recursos fuera del Estado por medio de su influencia. Adems, mi inexperiencia en el campo
fue evidente, llegando incluso a ciertos roces con algn aldeano por situaciones que atentaban
contra mis creencias de igualdad en las relaciones de gnero e incluso violencia intrafamiliar.
51
112
CAPTULO 4
Sufrimiento y dinmica en las comunidades
Escribir es, por tanto, mostrarse, hacerse ver,
hacer aparecer el propio rostro ante el otro
Michel Foucault
113
hombres en sociedad (Frazer, 1973. Citado por Velasco & Daz, 1997,
p. 43)
114
4.1.
La
conquista
del
territorio
Ixhil
por
los
espaoles
se
dio
115
Los tuc tucs son una especie de motocicletas adaptadas para llevar pasajeros. El caso es que
producen mucho ruido y hacen imposible hablar por el mvil si uno est en la calle,
especialmente por la tarde.
55 Todas las fotografas fueron tomadas por m, a menos que indique su autora.
54
116
117
Una vez concluido el tema del campo de estudio pasamos a los aspectos
ticos de la metodologa. Bruce deca que no podamos sacar datos sin el
conocimiento ni la aprobacin de los informantes. Henrik por su parte, se
118
Alguien
deca
que
esto
podra
servir
para
tratar
de
apoyar
en
donde
pudiramos
realizar
observaciones,
aplicar
los
119
Foto No. 2
Una familia Ixhil con su indumentaria indgena en un meeting poltico previo a las
elecciones, Nebaj 2007
Como suele suceder con la gente del rea Ixhil don M. nos atendi muy
amablemente. Dej de trabajar y le preguntamos si tena tiempo para explicarle
el motivo de la visita. Dijo que s. Henrik empez a explicar lo que hacamos en
la Regin Ixhil y el trabajo de las instituciones que representbamos; pero
121
enfatiz en un aspecto que sirvi para que don M., empezara a hablar de forma
espontnea: las historias de las vctimas del conflicto armado.
122
Dios cuando ya hay una prueba ah s Seor, Seor yo hice esto Seor aydame pap
qu he hecho yo? Mira a este tu hijo pap, ellos no saben lo que hacen, perdnalos
Seor y perdname a mi Seor. Lstima tus hijos pap, yo s tal vez que ellos estn
aconsejados, mira en dnde me dejaron, las hormiga ya me van a terminar a piquetes,
piquetes ac, piquetes ac, en la frente, en todos lados. Despus empec a moverme.
Gracias a Dios, solo tenan puesto unos bejucos saber de donde los trajeron. Se desat a
mis lados pero mi mano se qued tiesa, como que se hubieran dormido los brazos. Quera
jalar pero ya no tena fuerzas pero Dios es tan grande, me mov as mi cabeza y se
desat.
Empec a quitar el nylon y de repente apareci mi pap porque me estaban
buscando hace unos das. Hijo donde estas? o la voz de mi pap y grit: pap casi
llorando hijo que pas?, mi pap llevaba militares. Pap! dije yo, los militares me
queran matar pap, apenas poda hablar. Unos seores me agarraron por aqu, no los
conozco, saber de dnde son. Pero conociste a uno para que lo reconozcamos?
Ellos tomaron los datos, ahorita te llevamos al hospital me dijeron y yo contest no
seores, no me voy gracias. Mi pap que era el comisionado me llev a Chajul, me llev
en helicptero y me llevaron a Huehuetenango. Estuve cuarenta das all, a los cuarenta
das me dijeron ahora qudate como militar con nosotros, vas a mostrar quienes
son los guerrilleros. Miren seores dije yo, a los guerrilleros no los conozco. A m me
pareci que estas personas que me preguntan eran los que me haban hecho las cosas a m
y les dije: miren como estoy, ustedes fueron los que me golpearon. No, no, no, no
nada ms estamos diciendo qu nos mostraras a los guerrilleros nada dijeron los
militares, despus cuando me di la vuelta vi gente muerta atrs del hospital, despus me
llegaron a dejar al hospital militar, que montn de gente estaban muertos ah! baleados
acuchillados, degollados con machetes, me vine para la casa otra vez.
A los pocos das encontr al seor don S., l es de Xix. Un da lunes baj aqu al
cementerio de la comunidad. M. me dijo. Muy buenas tardes don S. le contest. Hijo
no vayas a tu casa, tu casa ya va terminar, ya no vays, tu familia est gritando
en tu casa. Qu pas? Qu hay? le pregunt angustiado ya. El me dijo tu casa ya
la quemaron quera pasar en la casa de mi compadre pero ya no me dio
tiempo. No te vas hijo. Ah! dije yo, algo tengo que hacer. Se vea el humo desde un
bordito en donde me sub y mi casa se termin, me fui a mi casa. Yo tena un montn de
caa en mi casa, mi patojo61 estaba escondido bajo la caa. Pap me dijo qu pas
hijo? le pregunt. Mire pap, mire mi mam est all Fui corriendo a donde estaba
sealando mi hijo y vi a mi seora ahorcada, un mi patojito en el fuego cuando cuento
mi historia me pongo a llorar, me duele lo que me hicieron ya no tena casa, ya no tena
mis animales ni maz, todo lo quemaron y por eso me pongo a llorar. Mi hijo me cont
que pas mire pap vinieron los seores, primero llevaron a mi mam no s que
le hicieron a mi mam, uno por uno pasaron, a mi hermanita lo levantaron en el
fuego. Mi patojito estaba todo quemado, slo tena una camiseta puesta y estaba
escondido en las caas, sino no se hubiera salvado>>
Cuando don M. termin de contar su historia se hizo un silencio muy
incmodo. A m en lo particular me afect muchsimo la historia porque nunca
61
Chaval
123
haba estado tan cerca de una persona que vivi, en carne propia, el conflicto
armado. Tampoco haba escuchado un testimonio donde se explicitara lo
inhumano del conflicto. Lo haba ledo, s, pero nunca antes lo haba escuchado
mirando a los ojos a las personas que lo contaba. En la etnografa, el trabajo de
campo puede pensarse como el momento en donde se desarrollan procesos de
socializacin en que el investigador adopta el papel de aprendiz (Velasco &
Diaz, 1997). Mientras don M. iba narrando lo que sucedi en Xolcuay me
recorran escalofros por todo el cuerpo. Bruce, que era el que ms experiencia
tena en acompaamiento psicosocial, se adelant a decirle a don M. que por
eso nos interesaban las historias de Xolcuay, para que no se olvidaran y
quedaran plasmadas en un documento que sera dado a conocer en muchos
sitios. Pero mayormente la idea era entender cmo vive la gente ahora despus
de lo que pas y las necesidades que tienen.
Una vez reunidos con los miembros del comit (todos varones) Henrik
empez a explicar el porqu de nuestra visita. Nuevamente se mencion el
quehacer de las instituciones, as como el inters que tenamos en las historias
de la comunidad. Los miembros del comit estuvieron de acuerdo pero dijeron
que tendra que ser el total de la comunidad quienes tenan que decidir si esto
se haca o no, porque haban llegado otras personas que no haban dejado nada
a la comunidad. Salimos de la reunin y se convoc al resto de personas que
componan la aldea por medio de un megfono. Una persona suba a la azotea
de la iglesia evanglica (que es el edificio ms alto de la comunidad) y desde ah
se realiz el aviso a los cuatro puntos cardinales.
Cuando la milpa est seca los hombres van al campo a quebrar el tallo y quitar las mazorcas.
A esto se le conoce como tapiscar.
63 En la regin Ixhil suele ser comn que en las aldeas se organicen grupos de hombres quienes
toman decisiones para resolver o hablar de los problemas comunes de la poblacin.
62
125
En este punto abrir un parntesis para explicar quin era Ana y cul era
su papel en la investigacin. Ana es una mujer Ixhil que haba trabajado en
algunos proyectos de desarrollo, sin embargo lo ms llamativo es su
posicionamiento como mujer maya. Posiblemente llamarle feminista no es lo
ms correcto, no le pregunt cmo le denominaba a esa postura desde su
126
para
buscar
una
categora
analtica
que
superara
las
127
Bruce argumentaba que este tipo de actividades podan servir para dar a
conocer la situacin en la que se encontraban actualmente y que haba que ver
las ventajas y/o beneficios que podra traer una actividad como la que
proponamos. Este argumento tuvo mucho ms peso que el anterior y algunas
personas empezaron a discutir que haba que tomarlo como una oportunidad
porque, si nosotros no traamos proyectos productivos, podramos dar a
conocer las historias y as tal vez alguien podra traer proyectos a la
comunidad. Estrategia?, Sin duda. Casualmente ese da llevamos un libro que
haba publicado Bruce y don M. lo cogi como ejemplo para decirle a la
comunidad que el Licenciado Bruce Osorio tena un libro y que posiblemente
haramos un documento similar con la historia de la comunidad.
4.2.
Una troja es un pequeo cuarto de madera que se encuentra generalmente fuera del hogar, y
en donde la gente guarda sus mazorcas y otros brtulos. Es una especie de bodega muy comn
en la regin.
65 Se denomina mozo a las personas que no poseen tierras en propiedad y que por lo tanto
deben trabajar en parcelas de otras personas a cambio de cosechas para subsistir.
66 Revisar el primer captulo.
64
129
por lo que las aguas negras no pasan por las calles. Las mujeres suelen ir al ro
para lavar la ropa o, si poseen una pila, el agua termina en las calles de la
comunidad. Por esta razn las veredas suelen estar hmedas y en algunos casos
el agua se drena por cadas de agua que terminan en el ro.
Para cocinar la gente suele emplear las llamadas estufas mejoradas que
son construcciones simples de ladrillo en donde se puede meter lea o madera
para cocinar. Sobre la construccin colocan una plancha de metal que tiene
agujeros de diferentes dimetros para poder ubicar las cacerolas u otros tiles
que utilizan para la preparacin de alimentos. A veces suelen tener un tubo de
132
metal que lleva el humo fuera de la casa, pero muchos hogares no lo tienen por
lo que es evidente el rastro de holln en las paredes. Los hogares que no poseen
estufas mejoradas suelen hacer fuego para cocinar juntando algunas piedras.
Las personas suele tener una radio de transistores que utilizan para escuchar
programas, y en los casos donde la familia posee ms recursos se puede hablar
de estreos (mini cadenas). Sin embargo es la tecnologa de los mviles la que
desde hace un ao ha tenido un xito sin precedentes dentro de la poblacin
puesto que han colocado una antena a unos pocos kilmetros de ah67.
4.2.1. De Xolcuay a Nueva Concepcin Xolcuay.
67
133
Xolcuay, pero hacen nfasis en que es diferente al antiguo Xolcuay que existi
antes del conflicto. El encargado de formar esta nueva aldea fue una persona de
la comunidad de Vatzul, don D., a quien el ejrcito solicit directamente la
creacin de un lugar para que albergara los refugiados o personas que eran
capturadas en las montaas:
<<el capitn me dijo mira vos D. ven para ac. Mira, vos sos buena gente. Los de
la aldea de Xolcuay vos, all est la cosa vos, tal vez est bueno porque all est
con la gente, mira vos me dijo, yo te voy a autorizar para que los vaya a traer.
Bueno si lo autoriza [Ud.] yo voy a ir a traer, porque yo no puedo auto mandarme para
ir a traerlos a ellos. Si usted lo autoriza bueno, yo los voy a ir a traer a ellos. Est bien
vaya a ver, y les decs que vengan a sus lugares, que se vengan, me da lstima
lo que les est sucediendo, y le decs que no vayan a tomar alcohlico, porque
aqu en sus tierras ya no tienen sus pertenencias, toda sus lugares y sus tierras
fue lavado, ya no existe nada, las casas ya no hay, ni casas, nada, les decs que
no tomen, que ellos guarden su dinero, ya ellos van a ver qu es lo que van
hacer, si ellos quieren venir que se vengan. Ahora si dicen ellos que se sienten
bien en donde ellos estn entonces nosotros vamos a buscar a personas quienes
vienen a vivir en sus tierras, porque hay muchas personas que estn sin tierra,
despus ellos no se vayan a quedar sin tierra Si usted me autoriza yo me voy.
Est bien me dijo68
Una vez que don D. tuvo el permiso para la construccin de la nueva
aldea por parte del alcalde de Chajul, as como de los mandos militares para
poder transitar libremente por el pas, contact a algunos camioneros para ir en
bsqueda de las personas que se haban refugiado en la Costa Sur (Pacfico) en
busca de trabajo y paz para sus familias:
llegue en la costa pues, all estaban los compaeros de Xolcuay, llegue en la costa, el
lugar que se llama Mi tierra Suchitepquez, porque yo conozco all antes, yo he ido a
trabajar en ese lugar, conozco bien el lugar porque all trabajaba antes, yo les llam por
sus nombres, me escucharon [y] me contestaron. Yo les dije estn ustedes much?69
Empezaron a decir es D. quien est aqu decan, ellos salieron. Hay algunos [que]
empezaron a llorar. Vos me dijeron, ests vivo D.! me dijeron. Si, estoy vivo. Ellos ya
llevan como unos dos aos de haber salido en la aldea de Xolcuay, entonces estn ellos
all, Qu dicen por all? Nos contaron que te haban matado, yo les dije que
no, estoy bien. Ahora como est la situacin de la violencia?. Todava siguen
68 Entrevista con D. Varn, 69 aos en Nueva Concepcin Xolcuay, 2006. Entrevista en Kiche
realizada por Santos A. Castro.
69 Esta expresin se utiliza para referirse a un grupo de personas que son conocidos.
134
pero ya nos les hacen mucho dao a la gente, como antes les dije. Lo nico [es que] los
que estn en la montaa si les van a hacerles dao, pero los que estn en el pueblo no,
as como estn ustedes no les van hacerles dao, porque estn trabajando, ustedes estn
bien en cambio los que se fueron por all, a ellos les van hacerles dao, yo quiero platicar
con ustedes, si lo permiten, yo vengo por parte de los soldados70
Las personas que sobrevivieron a la masacre de Xolcuay el 28 de febrero
de 1982 que se encontraban en la costa, valoraron la idea y decidieron regresar.
Sin embargo se mostraban desconfiados a que la violencia surgiera de nuevo.
La falta de costumbre en un clima de costa y la valoracin de la tierra en donde
nacieron tambin form parte de la valoracin que efectuaron los desplazados
internos.
Entrevista con D. Varn, 69 aos en Nueva Concepcin Xolcuay, 2006. Entrevista en Kiche
realizada por Santos A. Castro.
70
135
136
4.3.
137
que estaba bastante retirada de Nebaj, se llamaba Santa Clara. Busqu Santa
Clara en el mapa y me di cuenta que, en efecto, se encontraba muy lejos.
Adems, en el mapa no haba carretera lo que implicara caminar mucho. Me lo
pens un par de das y decid que podra ser ah. Para el mes de octubre de 2006
recib un e-mail de RCT en donde deca que el proyecto haba sido aprobado.
Lo primero que hice fue contactar a uno de las personas que trabajaba
con el grupo de exhumaciones en Estrella Polar. Para ello habl con Lidia y
Adder (dos psiclogos de ECAP que trabajan en exhumaciones) para fondear
las posibilidades. Ellos me dijeron que era muy probable que hablando con J.F.
pudiera acceder a la comunidad de Santa Clara, y que si quera poda
acompaarlos a la siguiente reunin. Salimos un sbado a la estacin de pickups del pueblo. Ese da no tenamos coche as que tendramos que viajar de la
forma en que habitualmente viaja la gente hasta las comunidades.
Foto No 5.
Pick-up que viaja a la finca La Perla Chajul, 2007
138
139
<<Yo soy originario de la aldea Chel ah nac, nac en el ao 1968 en el mes de febrero, 4
de febrero. Ah fue donde mi mam y mi pap se ubicaron para vivir, en esta finquita
que se llama Rancho Escondido, ah estbamos viviendo en el ao 1980 cuando el
ejrcito lleg a asesinar a la gente en Estrella Polar.
Los soldados venan de noche a meterle miedo a la gente. Mis familiares y yo nos
retiramos de Chel, ah estbamos cuando entr el ejrcito a las cinco de la maana.
Entonces mi finada mam iba a escuchar qu hacia el ejrcito, pero yo le deca que no,
no mam porque el ejrcito va a matarla, los va a matar ellos tambin, peor ellos que
conocen a nosotros que no somos de aqu somos de la aldea, entonces nos pueden
asesinar. No, le dije yo. Nos fuimos de ah, pero nosotros estbamos observando para
ver que estaban haciendo. De repente escuchamos que empezaron a disparar, y nosotros
observando uno por uno les disparaban a ellos, y los iban a dejar abajo de la iglesia.
Tuvimos que pasar la noche en la montaa. Cuando amaneci mi mam empez a llorar
por sus hermanos, su mam, mis hermanos.
Como estbamos intentando alejarnos del ejrcito nos metimos en la orilla de un
terreno alambrado, arribita de La Estrella, lo que hicimos fue pasarnos abajo del
alambre, nos metimos en medio y llegamos a la iglesia. Lo que vimos ah era toda la
sangre empozada, como una laguna, los animales estaban ya alimentndose de la sangre
de los seores que haban sido masacrados. Haba otras personas ah que estaban
organizndose para ir a la montaa, nosotros nos queramos ir con ellos porque no
queramos que nos pasara nada. Seora Juana dijeron qu est haciendo?,
quers que el ejrcito te vaya a matar, vmonos en la montaa, escndase Ud.
porque el ejrcito puede bajar en Santa Clara y los va a matar. Vmonos.
Entonces mi mam nos dijo que nos bamos, empaquen las chamarras. Entonces
empezamos a empacar las cobijas y otras cosas que an tenamos ah y nos fuimos ya a
la montaa. As fue como empezamos a meternos en la montaa, pero el ejrcito siempre
cortaba la milpa, entonces empezamos ya a desplazarnos, sin embargo las patrullas
civiles venan persiguiendo a la gente, poco a poquito nos venimos a ubicar en esta
comunidad que actualmente se llama Santa Clara. Ah fue donde empezamos a formar
ya las comunidades de poblacin en resistencia, CPR que se llaman.
Primero la gente hizo una asamblea. Ah fue donde la gente empez a analizar el
porqu de que el ejrcito nos tratara como animales, as que empezbamos a
organizarnos para que as el gobierno nos reconociera como poblacin civil no
combatiente. En la asamblea se hicieron consultas con mujeres, con ancianos, jvenes, y
todos. Ah fue donde formaron las sedes de las asambleas regionales, empezaron a hacer
la asamblea general y se eligieron a dos representantes para que salieran a Mxico, y de
Mxico se juntaron con las organizaciones, con las otras organizaciones campesinas,
entonces empezaron a contar su situacin.
En esta poca empez a cambiar la situacin para nosotros, donde el ejrcito ya
no nos vena persiguiendo, ah fue donde se habl de los acuerdos de Paz, donde las
patrullas civiles tienen que entregar las armas, la URNG tiene que entregar las armas
71
La gente nos miraba con mucha curiosidad porque es muy raro ver
extranjeros por esos sitios. Siendo realistas llevbamos demasiado equipaje
como para poder cargarlo solos. Nos detuvimos un momento a comer y a
pensar las opciones que tenamos para llegar a Santa Clara a esa hora de la
tarde. An haba luz solar pero nos quedaba una hora de camino, al paso de las
personas de la comunidad, o sea dos horas de camino para m. Esto supona un
inconveniente porque era invierno y oscureca a las 6 de la tarde. Llevbamos
linternas, pero no me quera arriesgar a quedarme en medio de la selva sin luz y
con una gran probabilidad de lluvia durante la noche.
(Aprox. 7.50) nos llevara hasta Santa Clara. Tanto P. como yo estbamos
contentos por el trato. En un principio no quera por la hora, adems, luego me
enterara que tena problemas en las piernas como secuela del conflicto armado.
Empezamos nuestra caminata por las sierras Ixhiles con un paisaje selvtico
impresionante.
Este sistema funciona en base a videos en donde los alumnos aprenden las lecciones de la
educacin secundaria. En la comunidad de Santa Clara cuentan con una televisin de 21 y un
reproductor de VHS para que los alumnos que terminen la primaria tengan opcin de seguir
estudiando.
72
145
146
4.4.
Inmediatamente dije que s. Que lo hara con mucho gusto, pero tendra que ser
en aproximadamente un mes porque tena que entregar un informe de lo que
estaba haciendo en la comunidad de Encuentros Amajchel. Casualmente ese da
regresaban varias personas de buscar su papelera (certificados de defuncin,
147
148
4.5.
Al igual que los pobladores de las dems aldeas Kiches del rea de
Chajul, los primeros pobladores venan en busca de tierra por la carencia de la
misma en sus aldeas originarias. Algunas familias se agruparon para investigar
las tierras y llevaron la informacin a los dems en otros departamentos.
Despus regresaron para comenzar a cultivar la tierra, pero no fue sino hasta
seis aos despus, que los cultivos se empezaron a dar. Por esta razn la gente
habla que la comunidad se fund casi diez aos despus de que llegaran las
primeras familias a la regin Ixhil.
73
El relato fue construido en gran parte por los ancianos/as de Santa Clara.
149
Encuentros, llegamos a Santa Clara. Al hablar con el Alcalde, don I, nos dijo que
estaban arrepentidos por no habernos dejado trabajar haca algunos meses, pero
fue porque los pobladores de la comunidad estaban cansados que nunca se
dejara nada a la comunidad y se sentan usados.
Don I. me dijo que haban realizado una lista de los ancianos y ancianas
que podan contarme sus experiencias durante la violencia. Este punto me
llam la atencin, porque era diferente a lo que dispusieron las autoridades de
Xolcuay. Eran incluyentes en tanto que decidan que tambin era importante lo
que las mujeres tenan que aportar.
151
152
A travs de las lminas de zinc las personas encausan el agua hasta los
canales hechos de lmina o madera, y de ah el agua cae en los depsitos. Este
sistema es efectivo en poca de lluvia, sin embargo en poca seca tienen que
esperar a que llueva para acceder al agua si no poseen reservas en los depsitos.
Al igual que la gente de Los Encuentros Amajchel, los habitantes de Santa Clara
recolectan agua en depsitos de agua con capacidad para 1700 litros ms o
menos.
Las extensiones de tierra que fueron repartidas para cada uno fueron
relativamente generosas. Al igual que pasa con la comunidad de Los
Encuentros Amajchel, los habitantes de Santa Clara debern legar sus terrenos a
varios de sus hijos, por lo que muchas personas mencionan que no podrn dejar
mucho terreno a cada uno de sus hijos, lo que crea la sensacin de
incertidumbre dentro de la poblacin.
Esta comunidad cuenta con una escuela primaria que fue construida
gracias a la colaboracin de agencias internacionales. Esta escuela fue uno de
los primeros proyectos que lleg a Santa Clara y, hasta hoy da, las instalaciones
funcionan en colaboracin con los padres de familia de la comunidad. La
comunidad ha tenido problemas con el Ministerio de Educacin puesto que no
asignan maestros lo que retrasa el ciclo escolar. Por otro lado existe un local en
donde la comunidad pretende hacer que funcione de manera formal la telesecundaria.
Con este trmino hago referencia a la recuperacin de las prcticas religiosas indgenas.
155
157
CAPTULO 5
Construccin y vivencia de la victimidad
La puerilidad del racionalismo reside en que siempre quiere parecer muy grave,
relevante y altamente especializado, y por eso sus adeptos siempre quieren
hablar de cosas que ni le suceden a nadie ni nadie sabe de qu estn hablando,
para que no se equivoquen y para que se vea que ellos s estudiaron
Pablo Fernndez (La sociedad Mental)
necesidades bsicas como agua, luz, carreteras, etc. Es ms, las prcticas de
alivio ms recurrentes en estas comunidades eran los procedimientos
aprendidos por las experiencias tradicionales de curacin o lo que haban
aprendido durante su estancia en las sierras Ixhiles.
159
160
5.1.
Una prctica observada durante mi estancia en la regin Ixhil, fue que las
personas solan hablar, y a veces de forma espontnea, sobre cmo sobrellevan
y luchan con las secuelas del conflicto armado. Era particularmente interesante
descubrir que las diferentes formas en que la gente narra sus experiencias no
slo vienen de ellos, sino que tambin estn condicionadas por agentes
externos. La gente interpela al Estado y las organizaciones de la sociedad civil,
que necesitan ayuda por su condicin de vctimas, o por cualquier situacin que
creara desasosiego en su vida, pero siempre y cuando tuviera alguna relacin
directa o indirecta con la guerra. Aunque no tenga la caracterstica de ser una
elaboracin conjunta de demanda formal, se presenta como una estrategia
dentro de las comunidades Ixhiles.
161
Las diferentes entrevistas que tuve con J.F. mostraban dos puntos que
guiaran mis preguntas con otras vctimas del conflicto armado: la percepcin
sobre la desestructuracin del tejido social y las categoras que se emplean
desde los trabajadores psi para temas de reparacin78.
77
78
162
163
Algunos se organizaron [y] se fueron del pueblo. Saber cmo los encontraron de
contactar con las patrullas, con sus hermanos que han quedado en el pueblo [donde] si
se permita o sea, se respeta la vida, se organizaron algunos que se fueron; pero se van,
no se van unos grupitos unos cinco, seis, se van unos 30, 40 personas se van ya ellos
[de las sierras Ixhiles], pero viene otra vez entre unos 20 das. Ellos que ya conocen
dnde estn los dems, ya ellos vienen con el ejrcito a matar o a capturar. Hay unos
que los matan, otros se van quedando, entonces solo as est pasando en ese tiempo; pero
a muchos los encuentra el ejrcito, o patrulleros, o cuando salen de las aldeas. Si los
encuentran pues los matan, si uno corre lo matan, aunque no corremos nos matan, solo
as pasamos nuestra vida79.
El testimonio hace evidente la incertidumbre y el desasosiego que vivi
la poblacin al salir de las Sierras Ixhiles. Como exponen gran parte de los
79
realizan
constantemente
producciones
narrativas
de
sus
enfermedades, desde donde pretenden crear algo coherente y racional para con
sus elecciones en bsqueda de salud. Pero lo ms significativo fue que estas
narraciones convertan los padecimientos en producciones histricas, como
inscripciones de la memoria en el cuerpo (Das, 1995, 2007), hacindolas
inteligibles dentro de la trayectoria de vida de quienes haban vivido el
conflicto armado.
compartido por una parte del personal mdico y otras personas que basen sus
saberes en una lgica Ilustrada. Debo recordar que la razn, al igual que la
verdad y el sujeto, posee determinada historia que est enmarcada en relaciones
de poder y legitimidad (Cabruja, 2005). La ciencia mdica desde el siglo XVII,
era quien posea legitimidad para estimar o desestimar procedimientos en la
bsqueda de alivio. El conocimiento se constitua as como una nueva forma de
poder desde donde se podan desarrollar nuevas relaciones.
167
168
169
No considero correcto denominar este tipo de malestares, y sus abordajes, como tradicionales.
Sin embargo, no ser sino hasta en el siguiente captulo en donde explicar el porqu y dar una
propuesta para denominarle de otra manera, la cual est basada en los trabajos realizados desde
la antropologa mdica.
80
170
5.1.1.2.
Ximena naci en el casero Batz Matil cerca de Xolcuay en el ao 1976. Ella y sus
hermanos eran pequeos cuando recrudeci la guerra en el rea Ixhil, as que
los padres decidieron refugiarse en las montaas. De cinco hermanos que tena,
dos murieron de hambre ya que tenan que alimentarse de plantas como Santa
Catarina, raz de Xetiak o races de frijol. Segn Ximena estuvieron durante
ms o menos 13 aos viviendo en las montaas como CPR hasta que el ejrcito
los captur y los llev a una aldea modelo.
Hoy da est casada, es catlica82, tiene dos hijas y un hijo (el primer
embarazo fue a sus 19 aos), sin embargo a partir del ltimo parto tiene
problemas con su estmago (matriz)83. Segn la comadrona se le cay el
estmago a causa del nacimiento del nio, sin embargo Ximena asegura que la
cada del estmago es slo un sntoma de algo que no logra explicar del todo:
ENT: Y la enfermedad que tiene, hace cunto tiempo la padece? O es desde que naci
el nio?
E: S, desde que naci [el nio], aunque esa enfermedad ya la traa en el cuerpo desde
hace mucho tiempo porque aguantamos hambre, no vimos alimento y a veces a cada
Todos los nombres de los casos son ficticios para mantener la confidencialidad y el anonimato
de los y las entrevistadas.
82 Como ms adelante se ver, la religin a la que se adscriben las personas pueden determinar
de forma decisiva el uso de determinados sistemas de alivio en el rea Ixhil, por ejemplo guas
espirituales, hueseros, sobadores etc.
83 En Ixhil, no existe una palabra que defina la matriz as que las dolencias son referidas al
estmago. La palabra que usan los ixhiles para referirse a la matriz es txutx uul y literalmente
significa: madre del estmago. La traduccin fue consensuada con las compaeras ixhiles que
trabajan en ECAP.
81
171
quince das comamos un poco de hiervas que buscbamos debajo de los rboles y ni se
conseguan84
Para este caso la victimidad se evidencia dentro de la narracin de la
entrevistada cuando explica que sus padecimientos se deben a los efectos de la
guerra. El nexo que se establece entre el parto y la comida me resulta
interesante puesto que la enunciacin comienza afirmando que la cada del
estmago se dio por el parto del nio; sin embargo contina el argumento
afirmando que aguantaron hambre durante la guerra dejando de lado 24 aos
de vida. Lo que quiero decir con esto es que la mujer hace conexiones sobre su
salud (hambre = desnutricin) y el estado de debilidad en que da a luz a su
ltimo hijo.
Es
frecuente
escuchar
dentro
de
las
comunidades
indgenas
172
cuando las mujeres hacen algn esfuerzo o cuando quedan muy dbiles luego
de los partos86.
El anlisis de Mosquera (2006) se basa en una etnografa en el rea de las Varapaces al norte
de Guatemala. Ella trabaj con la etnia Qeqch pero sus hallazgos son aplicables para el caso que
proponemos del rea Ixhil. Esta autora tambin ha trabajado en el rea Ach y sus hallazgos son
muy similares.
87 Ximena aseguraba no recordar su infancia. En varias ocasiones preguntaba al marido sobre su
niez. Los detalles del RESV son muy vagos y a lo largo de toda la entrevista repite con
asiduidad que no recuerda muchos aspectos del pasado. Este no es un caso aislado, muchas
entrevistadas argumentaban de la misma forma el olvido del pasado y apelaban al criterio de
los varones para dar una respuesta. Las reflexiones que hicimos con Ana y con Santos sobre este
aspecto estaban enfocadas en la desigualdad en las relaciones de poder.
86
173
enfermedad lo que hace que los residuos de guerra se liguen a la cada del
estmago:
mi esposo ha comprado algunas inyecciones pero no siento mejora, viene la comadrona
a levantarme el estmago pero tampoco siento mejora, y dicen que quizs no sea mi
mero estmago, [sino que] quizs sea una enfermedad.88
Aqu la entrevistada establece una diferencia entre su estmago (matriz)
y las enfermedades que pueden afectarlo. La narracin de Ximena da cuenta de
la existencia de cierta lgica que separa la cada del estmago (algo frecuente
dentro de las mujeres de la comunidad) de las enfermedades que le afectan, es
decir, un patologa bioqumica. Este anlisis puede parecer contradictorio al
afirmar que las enfermedades no son algo natural e inherente a los seres
humanos; no obstante quisiera enfatizar en la lgica que se establece desde los
procedimientos de alivio en los saberes de la propia comunidad. Para entender
este contraste es necesario revisar la ruta que sigui Ximena para intentar
mitigar su padecimiento:
Cuadro No. 8
Ruta de alivio para la cada de estmago de Ximena
Suceso
Persona o Proveedor
Parto
Comadrona
Cada de estmago
Comadrona
Cada de estmago
Ego
Cada de estmago
Centro de convergencia
(promotor de salud)
Cada de estmago
Suegro
Cada de estmago
Mdico
Alivio
Asiste el parto y descanso de
actividades cotidianas
Levanta el estmago por
medio de masajes (sobar)
Uso frecuente del temascal89 y
una planta llamada Yantn
Pastillas para el apetito y el
dolor
Sugiere visitar al mdico en
Nebaj
Suero y Vitaminas
(Neurobion90)
174
Durante las visitas del RDE pude observar que en el hogar No. 5 uno de los
principales problemas era la preocupacin por la salud de Mara. Los
entrevistados de este hogar fueron la cuada y el esposo de Mara, por lo que el
caso se basa en las descripciones de estas personas quienes actuaron como Ego91
y Alter92 en la investigacin.
176
Mara siente como una bola que le camina desde el estmago al corazn, no
saben definir exactamente qu dolencia es, pero evidencian que desde hace dos
o tres aos ha empeorado. Adems, no es el nico caso en la comunidad con
estos sntomas sino que existen ms personas, segn los familiares, que tambin
presentan este cuadro sintomtico.
177
prcticas se procuran los medios simblicos y prcticos para buscar alivio con
las medicinas particulares que cada sociedad elabora (Le Breton, 1995).
As pues, aunque exista una lgica biomdica para los sntomas de Mara
(llmese gastritis, reflujo gasofarngeo o hernia epigstrica)93, es ms respetuoso
enfocar el padecimiento desde la lgica de las personas de esta comunidad,
No niego que los padecimientos que presento en este documento tengan una base biolgica o
que estos diagnsticos no sean los correctos. Simplemente apelo a estos ejemplos para mostrar
el vnculo entre memoria y padecimientos que origina la victimidad.
93
178
Suceso
Persona o Proveedor
Alivio
Comadrona
Ego
Ego
Farmacia
Mdico privado
Ego/Iglesia
Asiste el parto
Uso frecuente del temascal
Dieta de grasas
Neurobion
Medicina (no recuerda)
Temascal, dieta y Oracin
180
94
181
Ahora bien, para el caso de la dolencia de los pies el anlisis puede ser
enfocado desde el sentido que adquiere la movilidad restringida para el
entrevistado. La afirmacin Uno no poda andar en ningn lugar por los soldados
es articulada por Juan como una explicacin para su dolencia. Fue a travs de
correr de un lado a otro que logr defender la vida durante la guerra.
El tratamiento para la sanacin de su dolencia gira en torno al autocuidado mediante uso de pomadas, masajes y descanso. El siguiente cuadro da
cuenta de la bsqueda de alivio que ha seguido Juan:
Cuadro No. 10
Ruta de alivio para los padecimientos de Juan.
Suceso
Persona
Alivio
Ego
Ego
Plantas medicinales
Descanso
Ego
Temascal
Ego
Ungento (Cofal)
Vendedor ambulante
Complejo B
Descanso
Salud Mental
vctimas
sobrevivientes
de
forma
espontnea,
sino
que
llevan
Los casos enfatizan en que las diversas formas de significacin que las
personas hacen de sus dolencias, se asocia directamente con la forma en que
narran su victimidad. No obstante tambin existen intereses de tipo poltico y
econmico que ejemplificar a travs de las formas organizativas de estas
comunidades.
184
anlisis de estos casos permite afirmar que las experiencias con la enfermedad y
los diferentes sistemas de alivio se articulan con la produccin de la victimidad
de las comunidades dando paso as, a las caractersticas performartivas del
considerarse vctima que se explicita en las relaciones que mantienen las
personas de las comunidades y el resto de la red de alivio.
186
5.2.
188
190
95
191
por las construcciones narrativas que la gente realiza en sus interacciones, por
ejemplo, con padecimientos de enfermedades, infraestructura precaria o difcil
acceso a recursos proporcionados por el Estado. Ser pobre es an ms
evidente cuando los elementos que permiten representar la pobreza se
presentan en lo cotidiano, desde las propias categorizaciones que realizan las
personas. En este sentido la visibilizacin de la pobreza expresada como la falta
de lea para el consumo, la carencia de tierras para la siembra96, la necesidad de
migracin por parte de los jvenes97, o la incapacidad para poder dotar de
alimentacin a los miembros del hogar, permite un acercamiento a la
problemtica desde la propia vivencia del fenmeno. Pero tambin posibilita
que pueda ser intervenido a partir de esa racionalidad y desde las posiciones
que las personas asumen con relacin a esta problemtica.
Es posible pensar que desde las carencias se crean posibilidades para que
el ser humano se constituya como tal (Murillo, 2008). Por ello apelo a la
victimidad como producto de la pobreza puesto que permite entender la
actualizacin del sufrimiento desde las privaciones materiales.
192
respecto a este fenmeno. As por ejemplo, los discursos empleados por las
Comunidades de Poblacin en Resistencia (CPR) de Santa Clara daban cuenta
que eran vctimas sobrevivientes en estado de precariedad, pero sentan orgullo
por haber resistido98 los ataques del ejrcito, haberse organizado99 para
defender la vida, y haber aprendido cosas nuevas que antes no hacan100 como
estrategia de la organizacin.
He decido tomar los aportes de Midr (2005) para mostrar que existe
cierta articulacin entre los posicionamientos en torno a la pobreza y las
categorizaciones que se emplean en las comunidades. Por ello me centrar en la
importancia de intervenir los fenmenos psicosociales como la victimidad
desde la experiencia de quien los vive. Esto por supuesto siguiendo la
necesidad de una desesencializacin y despatologizacin de la categora de
vctima desde la Psicologa Social (Dineen, 1996; Pupavac, 2004; Wessely, 2005;
Stolkiner, 2008). El ejemplo del susto como categora da cuenta de esta
separacin que vive la poblacin y las categorizaciones de sufrimiento que se
emplean desde las ciencias de la salud en Guatemala.
5.2.2. El susto como herramienta para la desencializacin y despatologizacin de las
categoras empleadas en las ciencias de la salud.
Segn el Manual diagnstico y estadstico de las enfermedades mentales en su
cuarta revisin (DSM-IV-TR) el susto est catalogado dentro del glosario de
sndromes dependientes de la cultura. Este trmino denota ciertas experiencias
Hogar No. 21, Santa Clara, Entrevista en castellano.
Hogar No. 24, Santa Clara, entrevista en castellano.
100 Hogar No. 26, Santa Clara, entrevista en castellano.
98
99
193
Adems, apelar al susto posiciona a las personas desde su lgica y saberes los
cuales son distintos a los que se suelen emplear desde las sociedades
occidentales para darle sentido a sus experiencias y que, precisamente, forman
parte de eso que denominamos victimidad:
mucho miedo nos dejo el helicptero, mucho miedo nos dejo el bombardeo, y hay
mucho miedo, [eso] dej con la gente, como se pusieron como pusieron susto ante la
bala, vinieron a corretear [a] nuestra gente de la montaa101
En aquel tiempo utilizamos plantas y cortezas para medicinas porque no tenemos
mdicos; pero el susto no lo pudimos evitar. Muchas personas murieron por el susto.102
Estos extractos muestran cmo el susto aparece dentro de las
experiencias de la guerra en las comunidades de Santa Clara de la sierra. Sin
embargo, lo ms importante es que los saberes contenidos dentro del susto
adems de ser el espacio en el que los sujetos pueden tomar posiciones para
hablar de los fenmenos (el trauma), tambin se pueden definir por la
posibilidad de su utilizacin y apropiacin ofrecida por su discurso (Foucault,
1969). Siguiendo esta lnea de pensamiento, es legtimo reflexionar que saberes
como el susto dan paso a prcticas sociales que abren la posibilidad de nuevos
conceptos, nuevas tcnicas y por sobre todo, dan paso a formas nuevas de
constitucin de sujetos (Foucault, 1970).
Gua espiritual, Hogar No. 30 Santa Clara Varn 83 aos.. Entrevista en Kiche realizada por
Santos Castro.
102 Gua espiritual, Hogar No. 26 Santa Clara. Varn, 41 aos. Entrevista en Kiche, realizada por
Santos Castro.
101
195
de la guerra entre la poblacin. Esto es, cmo las vctimas sobrevivientes narran
la pobreza en la que viven, abordan sus problemas de salud, e interpretan la
produccin de polticas alrededor de la reparacin y resarcimiento.
significa que las personas estn motivadas nicamente por sus intereses
materiales o econmicos sino que tambin hay elementos axiolgicos,
ideolgicos y estticos que pueden llegar a potenciar la victimidad o las
estrategias para reproducirla o superarla.
El Gral. Efran Ros Montt fue presidente de facto entre 1982 y 1983. Aunque no particip
directamente durante el golpe de Estado a Romeo Lucas Garca, fue nombrado como jefe de
Estado por la cpula militar que propici la insurreccin. Tres meses despus disolvera la junta
militar que l mismo diriga aduendose del poder de forma dictatorial hasta un nuevo golpe
de Estado dirigido por su Ministro de defensa Gral. Oscar Meja Vctores en 1983. Durante los
16 meses que gobern puso en marcha las patrullas de autodefensa civil (PAC) y el programa
Trabajo, techo y tortilla que seguan la idea fundamental de las aldeas modelo, es decir,
mantener en control a la poblacin. En 1990 y 1995 intent inscribirse como candidato a la
presidencia, pero dentro de la constitucin guatemalteca existe un artculo que impeda su
inscripcin en los comicios por haber participado en un golpe de Estado. Sin embargo encontr
amparo en la Corte de Constitucionalidad (CC) gracias al artculo 14 de la Constitucin que,
segn algunas interpretaciones jurdicas, lo habilitaba para participar. As lo hizo en 2003, pero
no gan las elecciones por el desgaste poltico que sufri para su inscripcin. Sin embargo ha
logrado ser presidente del congreso de la Repblica y obtener un curul con aproximadamente
250.000 votos que, paradjicamente, fueron generados en las zonas mayormente afectadas por
el conflicto.
104 El Gral. Prez Molina estuvo en la regin Ixhil entre julio de 1982 a abril de 1983. Segn sus
propias declaraciones, el tipo de poltica al cual apelaba durante su estancia en la regin Ixhil
fue la del acercamiento a la poblacin. Adems usaba el pseudnimo de Gral. Tito. En 1993 fue
nombrado como el director de inteligencia militar de Guatemala (G2) y form parte del
personal castrense que firm los acuerdos de Paz en 1996. Esta fue la primera vez que se
presentaba como candidato presidencial. Recientemente se le ha involucrado en el Plan Sofa
que presuntamente desapareci de los archivos del ejrcito junto al plan operacin Ixhil.
http://www.prensalibre.com/pl/2009/marzo/13/301401.html
103
199
Entrevista 0010907Neb-res. Mujer 83 aos. Entrevista en Ixhil realizada por Ana Laynez.
Nebaj 2007.
105
201
vida. Fue muy enftica al afirmar que el Estado guatemalteco fue quien emple
estrategias para eliminar a la poblacin y este elemento propici el punto de
partida para que empezara a hablar sobre las elecciones que estaban por
efectuarse.
Las dudas sobre las personas que dirigiran el pas me sugieren pensar
que la entrevistada posee cierto conocimiento de los candidatos, ms no de sus
valores y propuestas de los programas de gobierno como partido poltico.
Aunque enfatiza que no sabe cmo son las personas, arguye que la situacin de
la guerra se puede volver a producir. Sin embargo lo que me pareci ms
llamativo del extracto es que apele a la figura del padre de familia para hacer
justicia.
Ya Fromm (1941, 1947) haba teorizado sobre cmo los sujetos se hallan
dispuestos a someterse a aquellas nuevas autoridades valoradas como capaces
de ofrecerles seguridad y alivio a la incertidumbre mediante tres mecanismo de
evasin: a) el autoritarismo b) la destructividad c) la conformidad automtica
(Fromm, 1941).
106 Los testimonios que aluden a que la guerrilla enga a la poblacin son muy frecuentes
dentro de las entrevistas porque les ofrecan tierras y una vida con mayores ingresos. Tambin
existe bibliografa (Le Bot, 1992) en donde se enfatiza que el engao no slo funcion en base a
la ideologa, sino tambin a la inexistencia de las armas para combatir al ejrcito.
203
Son precisamente conos como los padres, la iglesia o el Estado los que
aportan las bases morales y ticas a seguir dentro del contexto social donde nos
desenvolvemos. Freud le llam Sper Yo o Ideal del Yo. Por ello la figura del
padre de familia no es casual en el discurso de la entrevistada. Debo hacer notar
que dentro de la jerarqua de los hogares ixhiles el padre adquiere un papel
trascendental como proveedor, cabeza de hogar, as como modelo a seguir, por
lo que se le asignan la potestad, facultad y legitimidad de gobernar en el
hogar y fuera de l107.
Por ello las figuras de los militares como el Otto Prez Molina o el Gral.
Ros Montt funcionan de manera en que se proyecta en ellos la necesidad de
La nota al pie No. 87 da cuenta de la investidura que se realiza en los jefes hogar. Son ellos
quienes deciden qu hablar y qu olvidar. No es casual que los hijos varones sean tan valorados
en las distintas localidades que componen el Ixhil porque suponen, en un futuro no muy lejano,
el acceso a mejoras en la vida de las personas.
108 La discusin en torno a la complementariedad entre varones y mujeres que se da en la
cultura maya ha sido poco debatida en los crculos acadmicos de Guatemala. Sin embargo,
Enma Chirix (2003) ha realizado una fuerte crtica en donde habla que esta complementariedad
no est basada en la igualdad, as que debera de hacerse una revisin crtica de los discursos
que integran la multiculturalidad y el gnero en Guatemala, especialmente desde los mbitos
acadmicos.
107
204
Yo sigo siempre en la pobreza y voy a seguir siempre pobre y por el ejrcito pues.110
nosotros como poblaciones que fuimos afectadas por la guerra seguimos pobres y
seguimos siendo pobres111
Por supuesto se debe entender que las respuestas se encuadran dentro
del marco de la bsqueda del resarcimiento econmico, pero esto no resta peso
al argumento de la pobreza como (re)productora de victimidad en estas
comunidades.
109 0060907Xec-proEc Mujer, 75 aos. Entrevista realizada por Santos A. Castro en Ixhil.
Traduccin al castellano por Teresa Guzmn.
110 0130907Xec-noresEc Varn 61 aos. Entrevista realizada por Santos A. Castro en Ixhil.
111 0150907Xec-proEc Mujer 67 aos. Entrevista realizada por Santos A. Castro en Ixhil.
205
familiares.
Para
intentar
encontrar
una
explicacin
esta
y yo me quede a un lado, y es por eso [que] me duele mucho por todo estos sufrimiento
que hoy en da estoy viviendo, todos mis familias se murieron durante el conflicto112.
Si el duelo supone saber algo que se perdi, entonces ste se puede
extender por su dimensin enigmtica (Butler, 2004b). Esta entrevistada es una
mujer de la tercera edad que al momento de ser entrevistada se encontraba en el
proceso de resarcimiento, es decir, haba entregado su papelera para que se le
tomara en cuenta dentro del resarcimiento econmico (entrega de cheques). El
anlisis inicial muestra de forma evidente la valoracin de la entrevistada ante
el rol de los varones frente al que realizan las mujeres en la comunidad: el
hombre trabaja, la mujer desempea papeles pasivos o al menos no
remunerados.
112
207
all
que
el
conflicto
armado
haya
producido
diferentes
113
209
CAPTULO 6
Redes de apoyo para acceder al resarcimiento
Dolerse y convertir la afliccin en un recurso poltico
no es resignarse a una simple pasividad o impotencia.
Judith Butler (Deshacer el gnero)
Adems, no se puede obviar que dentro de estas luchas por formar parte
de los/as beneficiarios/as del programa, la victimidad aparece como estrategia
210
Empezar por las redes que despliegan las vctimas sobrevivientes para
formar parte de los beneficiarios/as del programa. Entre los hallazgos de la
investigacin se encontr que, adems de los proveedores de salud como
mdicos/as, enfermeros/as, o promotores/as de salud, la gente emplea las
relaciones sociales para buscar soluciones a las problemticas individuales y/o
sociales que se presentan da a da. La bsqueda de alivio por medio de ONGs,
programas Estatales y diferentes asociaciones locales, da cuenta de la
importancia de las redes en el rea Ixhil. Las relaciones humanas se conforman
como entramados participativos entre los miembros de cada comunidad que
proporcionan
ayuda
mutua
en
las
situaciones
consideradas
como
212
6.1.
213
Desde los casos que analic en las tres comunidades pude reflexionar que
el despliegue de competencias diarias que usa la gente para solucionar
problemas vara dependiendo de la cantidad de recursos e informacin que se
maneje en el hogar, as como las redes que despliegan para acceder a estos
recursos. Aunque no necesariamente la poblacin con mayores ingresos
La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado en los ltimos aos en tpicos
relacionados con la pertinencia cultural en las prcticas de salud/enfermedad/atencin, sin
embargo no es sino hasta entrados los aos noventa del siglo XX en que existe una
aproximacin ms sistematizada en Guatemala. Los pueblos indgenas se han convertido en un
foco de preocupacin por el limitado acceso a servicios sanitarios, las condiciones de vida y la
escasa participacin econmico-poltica que tienen estos conjuntos sociales.
114
214
1. Pragmtica,
2. Se relaciona con la amplitud e intervencin de la fe en los aspectos
sobrenaturales y espirituales,
3. Determina su coexistencia con varias tradiciones o sistemas de alivio,
4. Determina su existencia con la de sus propios especialistas, ideologas
y prcticas, as como
5. Una combinacin indistinta de frmacos de patente, con remedios
caseros elaborados a partir de plantas medicinales (Mosquera, 2006).
115 Entrevista Ego, Hogar No. 5, Mujer 19 aos. Nueva Concepcin Xolcuay, 2006. Entrevista
realizada por Ana Laynez en Kich.
116 Entrevista Alter, Hogar No. 5, Hombre 64 aos. Nueva Concepcin Xolcuay, 2006. Entrevista
realizada en castellano.
216
Pues solo un dolor de mi cuerpo. S, solo un dolor de mi cuerpo lo que lo que me est
chingando y siempre me padezco, no es que estoy, no estoy bueno no que por eso estoy
diciendo seguro por el, por el conflicto pues porque ya no tenamos de que comer y
seguro es una enfermedad se me quedo de una vez en el cuerpo y hasta ahora a veces que
estoy buena y veces que me, me agarra. Ya busqu as varios remedios pero no, no pasa.
Yo ya fui as con los, los promotores de salud ya fui con los enfermeros no, no
encuentran qu es la enfermedad, lo que yo tengo, no lo encuentran117.
Por supuesto en cada caso cambian los vnculos que componen la red,
sin embargo el anlisis de los 30 hogares visitados me permiti hallar ciertas
regularidades en la bsqueda de alivio, las cuales se aprecian mejor a travs de
este modelo:
Figura No. 3
Red general de alivio regin Ixhil
Tienda
Farmacia
ONG
lia
mi a
Fa ndid
te
ex
na
adro
Com
EGO
Esposo
Mdico
privado
Centro de
salud
Vecin
Gua o
terapeutas
os
edor
Vend nte
ula
a mb
Iglesias
ZONA DE PRIMER
ORDEN
ZONA DE SEGUNDO
ORDEN
ZONA DE TERCER
ORDEN
Entrevista Ego, Hogar No. 21 Mujer, 35 aos. Santa Clara, 2007. Entrevista realizada en
castellano.
117
217
Para
evidenciar
estas
lgicas
he
decidido
colocar
tres
zonas
La prctica inicial que emplean las personas en las comunidades para paliar las
enfermedades o padecimientos es la auto-atencin, es decir, el cuidado por s
mismos a base a remedios caseros y otros procedimientos que corresponden al
espacio familiar, y que es manejado fundamentalmente por las mujeres que
componen el hogar, es decir madres, abuelas o hijas que hayan entrado en la
pubertad. Esta prctica
218
Las plantas suelen ser cultivadas en los pequeos huertos que poseen los
hogares, aunque a veces tambin salen a buscar las plantas fuera de la
comunidad y en muy raras ocasiones las compran en el mercado. En las huertas
de cultivo identificamos varias plantas que tenan propiedades curativas. Era
frecuente encontrar en las siembras plantas como la Verbena (Verbena
officinalis), la Ruda (Ruta graveolens), el tabaquillo (Solanum mauritianum), el
Chanac, y otras ms, con las cuales las personas producen remedios caseros o
insumos para su aseo personal.
Los varones tambin poseen conocimientos en torno al uso e identificacin de las plantas
medicinales pero son las mujeres quienes se dedican a realizar los remedios dentro del hogar.
118
219
Este fenmeno puede ser explicado a partir del acceso a los centros de
convergencia o Puestos de Salud del Ministerio. A menor acceso a este tipo de
servicios la gente tiene que ingenirselas para poder contrarrestar los efectos de
las enfermedades. Es por ello que la recurrencia a la auto-atencin haya sido
ms explcita en comunidades en donde el acceso de los servicios de salud del
Estado es casi nulo119.
En el hogar No. 21 era fcil observar las plantas que crecan en los
alrededores de la casa, las cuales, usaban para curar fiebres, diarreas y mitigar
procesos gripales. En otros hogares como el No. 26 tambin era frecuente el uso
de Verbena para ciertos malestares de la gripe. En el hogar No. 22 el huerto era
cultivado exclusivamente con plantas medicinales para el uso del gua
espiritual.
220
En el hogar No. 1, tanto los hijos y los padres han visitado al Centro de
Salud de la comunidad, as como el hospital de Nebaj y mdicos privados, pero
slo lo hacen cuando los nios se ponen muy enfermos, de lo contrario
compran medicinas en la tienda. De la misma forma doa J. del hogar No. 3,
hace suero para sus hijos cuando tienen mucha fiebre. Lo prepara con agua
hervida, limn, azcar y sal que compra en la tienda. Habitualmente los hijos se
enferman de fiebre o diarrea por lo que, adems del suero, les administra
Acetaminofen (paracetamol) en jarabe que compra en la tienda y pastillas para
la diarrea (alka-d).
Doa J. del hogar No. 7 suministra Tabcin (antigripal) a sus hijos para la
gripe, y en el hogar No. 9 doa M. recurre frecuentemente a la tienda para
obtener Bebetina121. Ella utiliza los conocimientos adquiridos de las
enfermedades de los otros hijos, por ejemplo administra Acetaminofn
(paracetamol) para bajar la fiebre o aspirinas para quitar el dolor. Para la gripe
no puede hacer mayor cosa: ms que esperar, ya que no se puede hacer nada nos
La Bebetina no se prescribe en los hospitales guatemaltecos y ha sido fuertemente criticada
por los altos niveles de plomo que contena. Es un analgsico y antipirtico que se encuentra
generalmente en las tiendas de la regin Ixhil.
121
222
Por supuesto tambin se debe tomar en cuenta que es una estrategia de mercadeo de las
tiendas pero que indirectamente ayuda a solucionar ciertos problemas de salud.
122
223
Las iglesias son las instituciones que con ms frecuencia son utilizadas para el
alivio de la poblacin en trminos psicosociales. El problema surge cuando se
intenta catalogarlas en los sistemas que he descrito, porque no entra en los
criterios de auto-atencin pues se basa en determinado tipo de saberes, pero
que no estn basados en la lgica especfica de la comunidad, ni tampoco en
racionalidad biomdica. Sin embargo, forma parte importante de la
cotidianeidad de las poblaciones y las personas que viven en las comunidades
suelen acudir a ellas de manera asidua.
224
Dary (2007) hace un recorrido por cinco tesis bsicas para entender el problema del cambio
religioso en Guatemala. La primera, que denomina el plan contrainsurgente que lleg del
norte, apela a que la guerra interna jug un papel importante en tanto que las conversiones
seran el resultado del xito de los planes contrainsurgentes y anticomunistas diseados desde
los Estados Unidos, en los cuales se conceba como un ideal la vida alejada de la poltica. La
autora afirma que si bien es innegable la vinculacin entre poltica y religin, y la confrontacin
entre el fundamentalismo norteamericano y la teologa de la liberacin; la citada tesis resulta
simplista porque no permite entender otras motivaciones personales y comunitarias que
desembocaban en la conversin. Para complementar la primera tesis propone la opcin del
bread and dollars que a diferencia del argumento anterior enfatiza en la situacin de pobreza
en la que se encontraban (y se encuentran) las comunidades indgenas. La idea fundamental de
esta tesis radica en una administracin ms austera de los gastos del hogar, en tanto que el
consumo de bebidas alcohlicas y otros vicios era visto como algo inmoral dentro de las
celebraciones y formas de vida propuestas por las iglesias evanglicas. Es por ello que mediante
una buena planificacin de los gastos las personas podra llegar a acceder a un modo de vida
moral y econmico ms beneficioso. La tercera tesis, de corte marcadamente antropolgico,
remarca la vinculacin de dos aspectos: la modernizacin y el abandono de los cargos en la
organizacin social en torno a las fiestas patronales y las formas tradicionales de autoridad en
los pueblos indgenas. Dary se refiere a la modernizacin en trminos de una apertura global en
donde los relatos de progreso y emancipacin a travs de la razn adquieren cada vez ms
vala. Esto, menciona la autora, se hace evidente en el uso de tecnologa para la agricultura, el
espaciamiento de los embarazos, pero principalmente del cambio de forma de vestir. El cuarto
aspecto matiza en el carcter moral de los cargos polticos ms que los costumbristas. En la
jerarqua de las cofradas y/o puestos de poder dentro de la comunidad tena que pasar mucho
tiempo para que alguien nuevo pudiera acceder a estos puestos, sin embargo, por la separacin
que hicieron los misioneros evanglicos, as como algunos de la accin catlica, de las
costumbres y la poltica ya no se necesitaba necesariamente ser principal y costumbrista para
estar en el crculo de los poderosos del pueblo (Dary, 2007). Por ltimo, se plantea la tesis de la
flexibilidad y solidaridad en donde las iglesias, por medio de los pastores, abren la puerta a la
gente que no sabe leer. A diferencia de las iglesias histricas, las nuevas iglesias evanglicas no
exigen que los fieles sepan leer y escribir. Adems, tienen una estructura menos jerrquica que
hace de la participacin de la gente un asunto ms fcil: quienes no pueden leer el mensaje lo
escuchan, adems pasan a dar su testimonio.
123
225
Don J. del hogar No. 1 mencion que haba ido a un huesero, pero
afirmaba que slo los catlicos iban porque ellos estaban con lo de los mayas,
pero el resto de personas prefera no ir porque sus creencias se lo impedan. Al
parecer, el catolicismo es mucho ms flexible en cuanto a probar alternativas
diferentes a la fe cristiana evanglica, por lo que se entremezclan las prcticas
catlicas con cierto tipo de habilidades atribuidas a ciertas personas que poseen
el don de curar (comadronas o guas espirituales). Pero esta discusin abre
precisamente el prximo sistema, es decir, la mal llamada medicina tradicional
la cual se integra con las prcticas de auto-atencin, las tiendas e iglesias.
6.1.2. El modelo mdico alternativo subordinado: la medicina indgena.
Si los procedimientos empleados en la auto atencin no tienen los efectos
esperados, las personas apelan al conocimiento de sus expertos dentro de la
227
comunidad, los cuales podramos definir como modelo mdico alternativo pero
que est subordinado. He decidido colocar estos especialistas en la zona de
segundo orden puesto que suelen ser las opciones creadas desde la comunidad.
Tal y como proponen Eder & Car (2004), el concepto regulador que se da
dentro de la teraputica indgena es la espiritualidad. Estas autoras sostienen
que la funcin social de la espiritualidad ayuda a encontrar un medio de
entendimiento entre los padecimientos humanos y el equilibrio del universo. A
diferencia de la auto-atencin, en este sistema de alivio se presentan
conocimientos especficos y especializados en los proveedores de salud, los
cuales no son empleados por el resto de poblacin ya que no ha sido instruidos
en estos procedimientos de alivio, por ello he decidido dedicarles un espacio
diferente.
histrico
de
estas
actividades,
en
especial
porque
conlleva
229
Esta prctica se suele presentar si los ingresos econmicos del hogar son
ms o menos altos, es decir, si la gente no tiene dinero para comprar medicinas
no asisten a las farmacias. Por ejemplo, el caso de las personas que viven en los
Encuentros Amajchel y Santa Clara el acceso a farmacias es muy limitado,
adems la farmacia ms cercana se encuentra a una hora en pick up, en Chel, y
las personas no poseen los suficientes recursos como para comprar las
medicinas. Esta farmacia lleva aproximadamente dos aos en esta comunidad
(2007) y ha sido creada por medio del Ministerio de Salud.
232
Puede resultar paradjico que siendo los mdicos personas con altas
competencias en el entendimiento y funcionamiento de los seres humanos, al
menos a nivel biolgico, dejen por un lado la intersubjetividad que se establece
con sus pacientes. En el contexto de la sociedad Ixhil se debe tomar en cuenta
que cuando un mdico y un paciente interactan en el hospital, la clnica, el
Centro de Salud o incluso en los puestos de convergencia en la comunidad,
poseen visiones de la salud y enfermedad muy diferentes como se ha explicado
a lo largo del texto.
125
233
234
235
J.F. es una persona que vive en la comunidad de Santa Clara (hogar 21),
ha asistido a diferentes capacitaciones en distintos tpicos con ONGs y
organizaciones de Derechos Humanos. Su esposa tambin ha asistido a varias
127 Las condiciones en las que trabajan la mayora de mdicos en las comunidades de San
Gaspar Chajul son realmente lamentables. Un mdico puede atender una poblacin de 30,000
habitantes, situacin muy desventajosa para el mdico y su quehacer como profesional.
236
128
237
239
6.2.
La recuperacin del tejido social fue una labor que se dio dentro de las
mismas comunidades, sin ayuda del Estado y hasta cierto punto, sin las ONGs.
Por esta razn debo insistir en que el PNR debera de seguir esta lgica basada
en la resolucin de conflictos y redes sociales propias de las comunidades desde
su cotidianeidad, por muy complejo que esta pueda ser.
242
Qu
entender
el
PNR
por
participacin
democrtica
si
los
131 La experiencia de las trabajadoras del diplomado en Salud Mental de ECAP ha dado luces
sobre la apropiacin por parte de la poblacin con trminos como salud mental o trabajo
psicosocial. As, los promotores aplican los conocimientos adquiridos de forma que sea
entendible y aplicable para las comunidades en donde trabajan.
243
244
finalmente pedimos que nos dejaran platicar unos diez minutos solo
las autoridades del la Procuradura General de la Nacin, del
Congreso de la Repblica y del PNR, para poder darles una respuesta,
fue cuando los representantes de las comunidades indicaron que solo
lo podamos hacer en el aula en que estbamos y que si no haba una
respuesta concreta, ellos lo comunicaran a la general y no podramos
salir de dicha comunidad aunque se entrara la noche, en dicha aula,
estuvimos encerrados por espacio de una hora, amenazados de que si
no dbamos una respuesta satisfactoria, no podramos salir de la
comunidad aunque entrara la noche. (Documento MP238/2009/1212
del Ministerio Pblico, p. 6)
las instituciones del Estado, sino tambin como alteracin de las redes que
guan las prcticas o abordajes en estas comunidades. La transcripcin de la
denuncia es clara en cuanto que el PNR negocia nicamente con la
Procuradura de la Nacin y los representantes del Congreso, pero excluye a los
representantes de las aldeas.
Farmacia
ONGs
Familia
extendida
Comadrona
Mdico
privado
EGO
PNR
Esposo
Gua o
terapeutas
Centro de
salud
Vecinos
Iglesias
ZONA DE PRIMER
ORDEN
ZONA DE SEGUNDO
ORDEN
Vendedor
ambulante
ZONA DE TERCER
ORDEN
Muchos de los agentes que aparecen en esta red pueden no estar relacionados directamente
con la bsqueda del PNR, pero sirven para que el modelo de red sea ms evidente.
137
247
presenta cuando estas mujeres deben repartir el dinero entre sus hijos y a ellas
les queda solamente un parte del total que recibieron.
249
He mencionado que las redes sociales son uno de los recursos humanos
ms importantes dentro de las comunidades y este efecto permite visualizar
cmo ha cambiado este concepto de solidaridad con la aplicacin de la primera
medida de resarcimiento. Tambin se han presentado casos en donde las
relaciones con los vecinos se ven afectadas por el resarcimiento econmico,
porque las personas ocultan su trabajo en la bsqueda de papelera.
La idea de los memoriales de agravio no es casual sino que surge precisamente de esta idea.
Entrevista PNR0020606Neb. Varn, 35 aos. Entrevista en castellano.
252
Por
supuesto,
este
tipo
de
problemticas
tambin
cambiaban
Ya hemos visto en el primer captulo que esta zona fue olvidada durante
muchos decenios, y no fue sino hasta que las diversas violaciones a los
Derechos Humanos fueron explcitas, que las organizaciones nacionales e
internacionales decidieron intervenir. Este conjunto de situaciones propici que
el sufrimiento encontrara paliativos en las actividades que desarrollaban estas
organizaciones, ya que el Estado era totalmente inexistente.
Ellos aprueban los expedientes, los documentos, luego vamos al programa [ ]lo
que ellos nos piden es la partida de nacimiento de la vctima, una declaracin jurada
sobre desaparicin forzada y fotocopia de cdula. Si por lo menos yo soy el denunciante y
coincide mi nombre completo, igual est aprobado la papelera, si est desviado el
apellido no la reciben141.
En este caso la ASOMOVIDINQ hace el acompaamiento legal con las
vctimas sobrevivientes, ya que argumentan que su base social como
organizacin son las personas que llegan con ellos. Este caso en particular ha
levantado algunas sospechas entre la poblacin ajena al proceso que lleva la
asociacin, porque uno de los directivos de la organizacin, Diego Rivera, ha
estado involucrado muy de cerca con algn partido poltico. En las ltimas
elecciones estuvo del lado de la UNE, pero el desgaste que ha tenido ese partido
y las poca ayuda que han recibido del gobierno han hecho que pierda cierta
credibilidad dentro de las comunidades que no trabajan con esta asociacin.
255
256
6.3.
Uno de los aspectos considerados como positivos por el PNR a partir del
2006 es la ejecucin de la mayor parte del presupuesto asignado por el Estado.
Sin embargo, y como ya hemos visto, fue por la ejecucin de la medida de
resarcimiento econmico. En cualquier caso, la poblacin depositaba sus
esperanzas en formar parte de los beneficiarios para, en alguna medida, paliar
la pobreza en la que estn sumidos.
Me va ayudar mucho en mi vida as como a mi hijo. Mi suegra me deca <<tienen que
ayudar a mi nieto porque yo miro como que si es mi hijo quien vive todava>> deca ella,
lo dice pero llorando por mi hijo. A l lo tienen que ayudar como mi hijo tena 8 meses
cuando se qued sin pap, yo estoy muy triste. Gracias a Dios nos encontramos! por
eso mi nieto siempre me visita, yo miro como que si es mi hijo, como si vive todava
porque es idntico a l deca mi abuela por mi hijo ya que l ya tiene 20 aos ahora.142
Este caso ejemplifica claramente las esperanzas que crea la entrega del
cheque y la ilusin con respecto al resarcimiento integral. En este caso la
beneficiaria y su suegra apelan a que el dinero ayudar a su hijo, pero an
quedan ms cosas por solucionar porque su hijo qued hurfano desde muy
pequeo. La victimidad aparece explcitamente cuando estas mujeres hablan de
las oportunidades que perdi su hijo, pero que pueden ser compensadas de
alguna forma por el programa. El carcter dignificante del dinero hace que la
respuesta de la medida econmica propuesta por el PNR sea vista como
positiva. Este otro caso muestra los sentimientos expresados por las personas de
las comunidades:
pues creo que est muy bien porque en la realidad sufrimos mucho y esperamos que
cumplan lo que la necesidad de la comunidad o por tanta tristeza que sufrimos por la
muerte de nuestras familias. Ojal que el dinero nos ayude un poco tan siquiera por
medicina porque nos enfermamos mucho sobre todo por miedo, tristeza y el hambre que
sufrimos143.
142
143
Estos casos dan cuenta que el dinero y los aspectos materiales adquieren
un papel importante dentro del resarcimiento, pero principalmente para
mejorar el modo de vida de los hijos. Por ello, muchas de las entrevistadas
hablaban que el dinero percibido por el programa sera empleado para que sus
hijos estudiaran y as pudieran tener mejores oportunidades para el futuro.
ojal con la ayuda del dinero puedo yo ayudar con la educacin porque es lo primordial
en la vida para que ellos mismos se puedan mantener cuanto ya estn grande y que no
sufran como yo sufr.144
Dado que el proyecto de vida de las vctimas sobrevivientes no puede ser
reconstruido o recuperado del todo, proyectan sus expectativas en un futuro
mejor directamente en sus hijos (especialmente varones). Esto es precisamente
lo que abre las posibilidades de la integracin de los aspectos psicosociales que
debera trabajar la reparacin en Guatemala.
144
Ibidem
259
Al inicio del captulo escriba que la victimidad puede ser parte importante
dentro de la re-significacin, apropiacin y luchas de los sobrevivientes del
conflicto armado guatemalteco; no obstante el proceso de resarcimiento ha
posibilitado, en varios casos, que esta lucha tenga un fuerte contenido de
frustracin. As, lo que se pens de parte del programa como reparador, result
ser revictimizante como lo muestran los siguientes extractos:
Veo que se aprovechan de las personas, si no exigen es bueno para ellos, si uno lo deja
abandonado sin exigir al programa para ellos los conviene porque para uno es difcil
trabajar todos los papeles, porque hay personas de mayor de edad que ya son ancianos,
les cuesta trabajar sus papeles145.
Ah todo est descontrolado, ah no se est controlando la gente. Estn cobrando
demasiado caro las papeleras y ellos tienen un sueldo ah porque el gobierno est
pagando su sueldo y todava nos cobran dinero, porque en el caso de ah de la
municipalidad habra que ver e investigar con los trabajadores146.
pues yo lo que veo es que casi no hay ningn avance de sus trabajos, no hay
acompaamiento para los grupos pues el beneficiario es el que insiste y pregunta cmo
van las cosas, tenemos algunos vecinos o personas que han entregado su papelera y
ellos ya fallecieron y no aprovecharon, entonces lo que queremos es que se hagan rpido
las cosas y que se trabaje luego, porque lo que vemos es que casi no caminan las cosas y
pensamos muchas veces que no estn trabajando con buena mente.147
El carcter dignificante de cualquier programa de reparacin inicia con
un trato adecuado para las vctimas (Beristain, 2008b). Durante el trabajo de
campo tuve contacto con muchas personas que intentaban obtener algn tipo
de resarcimiento por las violaciones a los Derechos Humanos que sufrieron
durante la guerra. Como muestran los prrafos anteriores, el resarcimiento ha
sido un camino difcil para la gente Ixhil porque deben demostrar que son
vctimas. Adems las personas que buscan el programa se arriesgan a un trato
inadecuado a la hora de exponer su testimonio, y en el caso de mujeres que
Entrevista 0020907Tur-res realizada en Ixhil por Santos Castro.
Entrevista 0050907Xix-pro realizada en Kiche por Santos Castro.
147 Entrevista 0080907Xix-pro realizada en Kiche por Santos Castro.
145
146
260
sufrieron violencia sexual, exponerse ante mecanismos que tiene como premisa
cuestionar o dudar de lo que ellas dicen produciendo de esta forma una
segunda victimizacin148.
148 El PNR ha impuesto a sus psiclogos/as el papel de verificador con las vctimas de violencia
sexual. El procedimiento consiste en que estos profesionales observan a la persona mientras
narra su testimonio y, por medio de la observacin de sus conductas (verbales y no verbales)
ellos/as dictaminan si es verdad o mentira. He accedido a esta informacin por conversaciones
con algunos profesionales del PNR.
261
149
Algunos apellidos de origen maya suelen ser cambiados o traducidos con la lgica castellana.
262
150
Este tipo de anlisis slo puede ser concebido desde cierta sensibilidad
social que permite entender la integracin de problemticas psicosociales
151
Ibdem
264
265
6.4.
Para finalizar este captulo integrar las diferentes nociones de victimidad que
arrojaron los datos de las entrevistas. He mostrado como el considerarse
vctima se construye desde distintas posiciones y formas de entenderla en los
actores que conforman la red de alivio del Ixhil. El PNR como entidad estatal se
convierte entonces en ese ensamblaje mvil que toma distintos conceptos
provenientes de las ONGs y las comunidades en relacin a la condicin de
vctima y que puede ser resumido de la siguiente forma:
Cuadro No. 11
Articulacin de la victimidad
Posicionamiento
Visibilizacin de la victimidad
Enfermedades
Pobreza
Posibilidades perdidas
Organizaciones No gubernamentales
Sufrimiento
Trauma
Derechos de las vctimas
Objetividad burocrtica
Compromiso adquirido por los
acuerdos de Paz
Estado
266
Puede ser que los mismos trabajadores psi seamos los responsables de
que los procedimientos no sean del todo conocidos o entendidos, pero tambin
hay que responsabilizar al Estado por no tomar en cuenta con seriedad estos
procesos. Si bien es cierto que el gasto aumenta con este tipo de procedimientos,
es una herramienta necesaria para llevar a cabo el resarcimiento de forma
integral.
Es por medio del PNR que el Estado debe de integrar las experiencias
provenientes de las ONGs o las comunidades. Pero no solamente como
discursos polticamente correctos como el modelo Maya Kem, sino que debe ser
un ensamblaje de los saberes que se han producido previo a la entrada del
programa en la regin. En mi opinin, es la forma ms sensata de integrar los
procedimientos y experticia que surgen de las comunidades, lo cual dara paso
a que la gente, con sus propias herramientas, se apropie del programa y de esta
forma puedan exigir la inclusin y mejoramiento de las medidas de
resarcimiento que se han propuesto desde el Estado.
267
268
CAPTULO 7
Implicaciones de la victimidad para la reparacin
en contextos de exclusin y desigualdad
No quera decirse a s mismo que no era bella,
pero saba que su cara no era la cara
por la que Miguel Furey desafi la muerte
James Joyce (Los muertos)
En algn momento quise titular esta tesis como la vida poltica de los
muertos por los distintos significados que adquiere la muerte y desaparicin
de familiares en las vctimas sobrevivientes de la regin Ixhil. No obstante el
ttulo quedaba corto, ya que si bien la construccin de la victimidad como
fenmeno psicosocial propicia distintos agenciamientos en las personas dentro
de la bsqueda de resarcimiento, no es el nico aspecto relevante para las
personas.
La siguiente figura da cuenta de la ruta que podra seguir los aportes que
se presentan desde este documento en la incidencia de polticas pblicas,
particularmente relacionadas al tema de resarcimiento.
Figura No. 5
Intervencin psicosocial y sus aportes para la incidencia en la Poltica Pblica
EFECTOS
VIOLENCIA
POLTICA
POLTICAS
DE
REPARACIN
INTERVENCIN
PSICOSOCIAL
HERRAMIENTAS
TERICO
METODOLGICAS
la falta de recursos, hacen que las personas otorguen mayor importancia a las
medidas tangibles.
7.1.
272
Las dimensiones del caso Rosenberg llegaron a tal grado que el gobierno
de Colom recurri a contra-manifestaciones para desacreditar las peticiones de
dimisin, argumentando que su gobierno trabajaba por los ms pobres y
153El
necesitados, los cuales apoyaban su gestin. Esta problemtica lleg a tal punto
que poda pensarse que se trataba de un enfrentamiento de clases, que polariz
durante algunas semanas la ciudad.
Del otro lado estn las vidas para las que no cabe ningn duelo (al menos
pblico) y que, en cierta forma, son vidas (des)realizadas. En este sentido,
podran ser consideradas como vidas carentes de utilidad para la sociedad o
que por lo menos, no le son atractivas a la misma por no estar realizadas bajo
algn parmetro meritorio.
274
sin embargo mi familia, tambin fue vctima de estas injusticias que de parte del
Estado y de parte de grupos en conflicto que muchos de nosotros muchos de ustedes, no
tenan absolutamente nada que ver; sin embargo, eh... pues situaciones que se
vivieron y que debemos olvidar. Y es por eso que el Estado acept la responsabilidad, y
es una muestra de pedir perdn y de hecho, eh... pblicamente a nivel internacional el
Estado reconoci y pidi perdn a toda la comunidad internacional y especialmente a los
habitantes de nuestro pas. En este programa, eh... creo que es algo fundamental. Y debe
tomarse de esa manera, como una muestra de poder colaborar con las familias que
sufrieron eh... esas horrendas, eh situaciones en ese, en ese momento. Como
275
expedientes tienen carcter legal, y que si no coinciden con los hechos, el Estado
puede juzgar a las personas por perjurio. Adems de cuestionar lo que las
vctimas sobrevivientes han dicho (victimizacin secundaria) se intenta
persuadir a la poblacin a no meterse en los.
Segn Cabrera (2006) los pocos procesos judiciales que han formado
parte de casos legales por enjuiciamiento de violaciones a Derechos Humanos
en Guatemala, nicamente han confirmado la arbitrariedad del sistema de
justicia del pas puesto que no se juzga los hechos sino a quienes han cometido
el delito.
Por ello, muchas de las vctimas sobrevivientes han decidido llevar sus
casos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica para optar
La defensa de los altos mandos del ejrcito suele estructurarse en torno al desconocimiento
de estos hechos. En este sentido, los militares no niegan que pudo haberse producido violencia
desmedida en ciertas regiones, pero que no fueron las rdenes que ellos emitieron, sino que fue
el actuar individual de unos cuantos. Este tipo de argumentos resultan insulsos ya que no se ha
hecho un reconocimiento pblico por parte del Ejrcito de los delitos cometidos por sus
efectivos.
158
277
Ahora bien, y para retomar el hilo argumental con que abr este
apartado, Cul es el factor comn entre las muertes del conflicto armado y las
muertes de la violencia en la Guatemala de hoy? La no realizacin de estas
vidas? Son acaso estas vidas las condenadas a no dejar rastro? Al no haber sido
nadie en la historia, al no haber intervenido en los acontecimientos, o no haber
tenido un papel en la vida de las personas importantes durante este perodo,
al ser indios estn condenados a que nunca se les reconozca como personas
valiosas para el pas?159
159 Es innegable que el racismo en Guatemala es un fenmeno que se estructura en todos los
sectores de la sociedad, pero es ms evidente entre la clase alta y los sectores pudientes del pas.
Esto no quiere decir que entre los mismos indgenas no se presenten estratificaciones y
diferenciaciones de clase y etnia.
278
Algunos prrafos atrs argument que las personas del rea Ixhil no han
dejado de ser vctimas por las condiciones en las que viven actualmente
(pobreza, enfermedad, posibilidades perdidas, etc). Es una exposicin que
sufren constantemente las poblaciones que conforman la regin Ixhil, las cuales
estn arbitrariamente sujetas a la indiferencia del Estado, aunque claro, no con
los matices calificativos del cuestionamiento inicial qu vidas valen la pena ser
vividas?, sino ms bien relacionados a los procedimientos que surgen a partir
de la produccin y gestin de polticas pblicas relacionadas con el
resarcimiento. Pero esto da cuenta de la valoracin de las vidas por parte del
Estado.
160 Me estoy refiriendo a la reproduccin de discursos y prcticas en los hijos de las vctimas
sobrevivientes. Si bien en algunos casos los vstagos no creen las experiencias de los padres, en
otros se presentan como una apropiacin de la victimidad.
279
involucrada
debe
reconocer
su
responsabilidad
para
con
los
acontecimientos de la guerra.
280
Es cierto que no existe una ruptura definida con el Estado, pero circula
permanente la sensacin de exclusin de los ixhiles por parte de los diferentes
gobiernos. Por ello cada vez que llega un candidato presidencial habla que
ahora s sern tomados en cuenta. Este proceso, aunado a la historia de
desigualdades e injusticias que se dieron desde la conquista permite que la
victimidad se asocie tambin a la poca asistencia que llega de las instancias
gubernamentales. Pero no solamente como falta de ayuda, sino tambin como
desinters en mejorar las condiciones de vida de esta poblacin. Desinters o
incapacidad por parte del Estado? Me parece que ambas.
283
Otro aspecto que debe ser tomado en consideracin es que la apuesta por
la educacin concentra la fuerza laboral en un sector (siempre y cuando tenga
salida). Y ser por medio de las competencias que los estudiantes logren
desarrollar
que
puedan
insertarse
en
el
reducido
mercado
laboral
departamental.
284
285
7.2.
El recorrido que he realizado a travs de los distintos captulos de esta tesis han
mostrado las diferentes problemticas que entorpecen el funcionamiento del
Programa Nacional de Resarcimiento, y por tanto del proceso de reparacin en
Guatemala. He insistido en que, si bien la victimidad puede posibilitar
diferentes formas de agencia, tambin se debe entender que produce frustracin
e impotencia en contextos que, da la impresin, no toman con seriedad el valor
de la reparacin ms all de la implementacin de las cinco medidas de
resarcimiento.
En este segundo perodo, del ao pasado para ac [2008-2009], cuando se hizo el diseo
del PNR no se lleg a dimensionar la gran problemtica que exista con respecto a la
documentacin. Ayer incluso escuchaba por las noticias que el RENAP que considera
que el 1% de la poblacin guatemalteca tiene el problema de identificacin personal, o
286
sea no tienen cdula, o sea no han nacido en la vida jurdica pero nosotros hemos
logrado determinar, por ejemplo en el norte de Huehuetenango, donde de cada 10 casos,
6 tienen problemas de documentacin. O sea estamos hablando del 60% de los casos. En
promedio en el PNR un 30% de los casos que se han presentado tienen problemas de
documentacin, y eso conllev a que el PNR llegara a determinar que la documentacin
personal es una medida de reparacin y resarcimiento por s misma. Hoy por hoy en el
convenio que existe entre PNR y RENAP ya da la pauta sobre la base que el PNR
levanta una declaracin jurada donde la persona determina que es guatemalteca o la
vctima fue guatemalteca y muri por X circunstancia del conflicto armado interno,
RENAP extendera el documento correspondiente, esto ya es un convenio firmado por
RENAP 163
Los trabajadores del PNR son conscientes que los esfuerzos que se han
llevado a cabo por resarcir a la poblacin han sido muy limitados, pero en parte
se debe a la falta de voluntad poltica que existe alrededor de la construccin de
una ley de resarcimiento. El extracto da cuenta de lo que se est empezando a
implementar como resarcimiento, es decir, el derecho de existencia como vidas
valiosas, y no slo como expedientes que se acumulan en los archivos.
Esto puede ser planteado como uno de los aciertos de esta segunda
administracin del PNR, ya que se toma en consideracin que se debe seguir la
lgica de un programa de Derechos Humanos, ms que de comprobacin
jurdica Estatal.
163
Se han cometido muchos errores por parte del PNR durante el proceso
de resarcimiento, lo cual han propiciado que la confianza en el programa
disminuya por parte de la sociedad civil y las vctimas sobrevivientes, ms no la
esperanza de ser resarcidos.
Esto en cierta medida se ha tratado como de enmendar o de corregir ese procedimiento
este comportamiento porque es incluso una posicin ideolgica de los funcionarios del
PNR y creo que estuvo muy determinado por las personas que estuvieron al frente del
departamento legal del departamento jurdico que impusieron, digamos, esta lgica
legalista en atencin de los casos, si bien esto no est resuelto al 100% pienso que en este
perodo se ha ido como abriendo y flexibilizando un poco164
En este sentido, las demandas de las vctimas sobrevivientes deben ser
uno de los principales pilares para entender el proceso que se debe llevar a cabo
dentro del resarcimiento, ya que lo reparador del resarcimiento es el proceso que se
lleva a cabo, y no las medidas en s. Beristain (2008b) afirma que la forma en que se
lleven a cabo las medidas podr hacer del proceso algo ms o menos reparador.
De esta forma, no slo se deben enfocar los daos desde una perspectiva
parcializada desde la burocracia y la experticia de las ciencias sociales, sino que
debe entenderse desde una conciencia historizada (Spivak, 1999) desde donde
se toman en cuenta aspectos relacionados con la desigualdad, la exclusin y los
daos sufridos por el conflicto armado y que conforman lo que he denominado
victimidad.
Estos son aspectos que tambin debe reflexionar el PNR como parte de la
perpetuacin de victimidad entre los grupos que fueron afectados por el
conflicto armado interno en Guatemala, y que en muchos casos se invisibilizan
por la falta de sensibilidad de un buen nmero de pobladores de este pas para
con los otros no considerados como iguales (los indgenas). Richar Rorty (1994)
lo explica muy bien al referir que el aprecio que podemos sentir los unos por los
otros, permite superar ideas fundamentalistas en el momento que podamos
manipular nuestros sentimientos desde cierta educacin sentimental, sin
embargo, es un proceso que debe cuestionar la constitucin de este pas de
forma integral, y no solamente quedar en cuestiones cosmticas.
290
REFLEXIONES FINALES
La victimidad como proceso psicosocial
de
exclusin
vulnerabilidad
los
que
son
sujetos/as
constantemente.
291
evidenciar
la
victimidad
como
proceso
psicosocial,
pero
292
principalmente
por
la
expropiacin
de
tierras,
pero
Pero ms all de que exista una relacin entre las enfermedades y los
sucesos del conflicto armado, o con el cambio en el proyecto de vida de los/las
sobrevivientes; es importante resaltar que el proceso de victimidad se instaura e
instala en los mbitos relacionales de la poblacin. Es a partir de los
posicionamientos (por ejemplo formar parte de las CPR o las aldeas modelo)
que se evidencia de mayor forma la valoracin del considerarse como vctimas.
Los datos presentados desde este documento permiten establecer contrastes en
torno a la produccin de subjetividades que surge de los eventos traumticos.
Al respecto, las personas pueden denominarse como vctimas sobrevivientes,
pero esa condicin no necesariamente los inhabilita para organizarse, exigir, y
luchar por sus Derechos.
As pues, cuando las personas afirman que siguen siendo vctimas del
conflicto por las enfermedades que padecen en sus cuerpos, o por la situacin
de pobreza en que quedaron luego de las distintas masacres y expropiacin de
tierras, buscan contextos en donde puedan interpelar al Estado o a las ONGs
nacionales y extranjeras, que necesitan ayuda para aliviar las secuelas de la
guerra.
294
Pero ms all del rol que pueden desempear las ONGs en la regin, me
centr en las divergencias en torno a la concepcin de sufrimiento entre las
comunidades y estas organizaciones. Si bien las ONGs han sido las
responsables de cierto grado de normalidad en el Ixhil, funcionan en base a su
propia lgica y experiencia. Por ello la victimidad es percibida desde otro plano,
con otra lgica, y generalmente desde la visin de expertos/as.
296
297
Inicialmente el PNR opt por que fueran las mismas personas de las
comunidades quienes se organizaran para definir a los/as posibles
beneficiarios/as, pero surgieron problemas en algunas comunidades donde
ciertas personas se intentaban aprovechar del desconocimiento de los
procedimientos y la edad de los/as posibles beneficiarios/as.
Por esto el PNR decidi que la bsqueda del resarcimiento tendra que
efectuarse a travs y exclusivamente de ellos. Cualquier tipo de organizacin
proveniente de las comunidades no sera tomada en cuenta por el programa.
Esto llev a que cada persona que buscara el resarcimiento encontrara un
sinnmero de trabas burocrticas para acceder a la medida econmica.
299
Considero que este modelo puede ser implementado pero con varios
cambios, los cuales deben partir de la misma lgica de reparacin propuesta por
los expertos de la comunidad como las comadronas, guas espirituales y lderes
para fortalecer los sentidos y las redes de alivio a los que las personas estn
acostumbrados. Esto por supuesto, sin negar la necesidad de incorporar el
sistema de Salud del Estado. Pero esto ms que resarcimiento es una obligacin
del Estado.
Las personas que han heredado esta profesin dentro de las aldeas son
quienes poseen mayor legitimidad para conducir los procesos de sanacin, por
ejemplo las comadronas, los terapeutas o guas espirituales (incluidas las
iglesias). En general suelen ser personas respetadas y conocen los
procedimientos de alivio que se han utilizado por generaciones. Estos
procedimientos suelen ser efectivos y las personas varan de sistema cuando no
ha funcionado el anterior.
301
302
viven. Todas estas luchas estn articuladas y tienen como factor comn que se
les excluye de las tomas decisiones importantes.
303
BIBLIOGRAFA
AA.VV. (1994). Acuerdo Global sobre Derechos Humanos (AGDH). En Congreso de
la Repblica de Guatemala. Extrado el 15 de febrero de 2010 de
http://www.congreso.gob.gt/Docs/PAZ/ACUERDO%20GLOBA
L%20SOBRE%20DERECHOS%20HUMANOS.pdf
Adams, R., & Bastos, S. (2002). Las relaciones tnicas en Guatemala 1944-2000.
Guatemala: CIRMA.
Albertn, P. (2006). Psicologa de la victimizacin criminal. En M. Soria, & D.
Diaz, Psicologa Criminal (pgs. 245-274). Madrid: Pearson
Educacin.
Alvarado, H; Quinto, R. (2009). Plan Sofa cita a Prez Molina. En Diario Prensa
Libre 13 de marzo. Extrado el 20 de junio de 2009.
http://www.prensalibre.com/pl/2009/marzo/13/301401.html.
American Psychriatric Association. (2005). DSM-IV-TR. Barcelona: Masson S.A.
Austin, J. (1962). Cmo hacer cosas con palabras: palabras y acciones. Barcelona:
Paids, 1998.
Ba Tiul, M. (2007). Pueblos Indgenas: Estado, democracia y partidos polticos
en el continente de Abya Yala. Reflexiones, 41-44.
Bag, A. (2009). Psychology and Politics of Victimhood: A Case Study of Dalits in
India. Recuperado el 15 de enero de 2010, de Social Science Research
Network: http://ssrn.com/abstract=1409054
Bajtn, M. (1934). La palabra en la novela. En M. Bajtn, Teora y esttica de la
novela (pgs. 77-236). Madrid: Taurus.
Bayley, J. (1991). The concept of Victimhood. En D. Sank, & D. Caplan, To be a
Victim (pgs. 53-62). New York: Insight books.
Berger, P., Luckman, T. (1968). La construccin social de la realidad. Barcelona:
Paids.
Beristain, C. (2008a). Dilogos sobre la reparacin. Experiencias del sistema
Interamericano de Derechos Humanos (Vol. I). Costa Rica: IIDH.
Beristain, C. (2008b). Dilogos sobre reparacin. Experiencias en el sistema
interamericano de Derechos Humanos (Vol. II). Costa Rica: IIDH.
Beristain, M., & Riera, F. (1992). Afirmacin y resistencia: la comunidad como apoyo.
Barcelona: virus.
304
305
307
308
Kordon, D., Edelman, L., Lagos, D., & Kersner, D. (2005). Efectos psicolgicos y
psicosociales de la represin poltica y la impunidad. Buenos Aires:
Ediciones Madres de Plaza de Mayo.
Kymlicka, W. (1995). Ciudadana multicultural. Barcelona: Paids.
Laclau, E., & Mouffe, C. (1995). Hegemona y estrategia socialista. Hacia una
radicalizacin de la democracia. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Econmica.
Laplanche, J. (1990). "El inconsciente y la clnica psicoanaltica: trabajar sus
fundamentos. Encuentro con Jean Laplanche" . (O. Sotolano,
Entrevistador)
Larrauri, E. (1991). La herencia de la criminologa crtica. Madrid: Siglo XXI.
Le Bot, I. (1992). Guerra en tierras mayas. Mxico: Fondo de cultura econmica.
Le Breton, D. (1990). Antropologa del cuerpo y modernidad. Buenos Aires: Nueva
visin.
Le Breton, D. (1995). Antropologa del dolor. Barcelona: Seix Barral Los Tres
Mundos.
Lincoln, J. (l945). "An Ethnological Study on the Ixil Indians of the Guatemala
Highlands."
Microfilm Collection of Manuscripts on Middle
American Cultural Anthropology No. 1, University of Chicago
Library.
MacDonald, R., & Bernardo, M. (2006). The politics of victimhood. Historical
Memory and peace in Spain and the Basque region. En Journal of
International Affairs (pgs. 173-196).
Martn-Bar, I. (1990). Psicologa social de la guerra: trauma y terapia. San Salvador:
UCA.
Martnez, S. (1973). La patria del criollo. Ensayo de interpretacin de la realidad
colonial guatemalteca. Mxico: Fondo de cultura econmica.
McLean, A., & Leibing, A. (2007). The shadow side of fieldwork. Exploring the
blurred borders between etnography and life. UK: Blackwell.
Menndez, E. (1990). Antropologa mdica: orientaciones, disigualdades y
transacciones. Mxico: Centro de Estudios Superiores en
Antropologa Social, Cuadernos de la casa Chata No. 179.
Midr, G. (2005). Opresin, espacio para actuar y conciencia crtica. Guatemala:
F&G editores.
Midre, G., & Flores, S. (2002). Elite ladina, polticas pblicas y pobreza indgena.
Guatemala: Magna Terra.
310
311
OEA. (1994). Informe especial sobre la situacin de los Derechos Humanos de las
llamadas "Comunidades de Poblacin en Resistencia". Recuperado el 5
de febrero de 2010, de Comisin Interamericana de Derechos
Humanos:
http://www.cidh.oas.org/countryrep/CPR.94sp/Indice.htm
Osch, J. (2006). The politics of victimhood and it internal exegetes: Terro victims
in Israel. History and antropology , 14 (4), 355-368.
Osorio, B. (2005). Nimlaha'kok: lucha y resistencia: geografa humana y anlisis
psicosocial. Guatemala: ECAP.
Paniagua, W. (2007). De indgena a maya: efectos y potencia de la
transformacin discursiva. Athenea Digital (No. 11), 300-306 Espaa:
Universitat Autnoma de Barcelona.
Paniagua, W., & Hernndez, A. (2008). Desde otro punto de vista. (IDEI, Ed.)
Reflexiones (3), 32-35.
Paniagua, W., & Hernndez, A. (2007). Intervencin en idioma Kaqchikel de
profesionales de salud. Una aproximacin a la salud intercultural.
Recuperado el 2 de mayo de 2008, de Direccin General de
Investigacin
USAC:
http://digi.usac.edu.gt/programas/proyectos/2007/index_archiv
os/archivos/rapidos/idioma.pdf
PDH. (2006). Aspectos sustantivos de la poltica de reparaciones ejecutada por el
programa nacional de resarcimiento. Recuperado el 30 de abril de 2009,
de
http://www.pdh.org.gt/files/inf_especiales/PNRConsolidado.pdf
Prez, P. (2006). Trauma, culpa y duelo. Hacia una psicoterapia integradora. Madrid:
Descle Brouwer.
Prez, P., & Navarro, S. (2007). Resistencias contra el olvido: trabajo psicosocial en
contextos de exhumaciones. Barcelona: Gedisa.
Piper, I. (2005a). Memoria y Derechos Humanos. Chile: Clacso.
Piper, I. (2005b). Obstinaciones de la memoria: la dictadura militar en chilena en las
tramas del recuerdo. Recuperado el 20 de enero de 2008, de Tesiteca
Universitat
Autnoma
de
Barcelona:
http://www.tesisenxarxa.net/
Piper, I. (2004). Trauma y reparacin: elementos para una retrica de la marca.
Recuperado el 14 de mayo de 2008, de The Institute of Social
Psychology.
London
School
of
economics:
http://www.psych.lse.ac.uk/socialpsychology/Events/200405/fleshandblood/documents/trauma_r_isabelShafir_Esp.pdf
312
313
Shackt, J. (2002). Los mayas: origen del trmino y creacin del pueblo. En J.
Shackt, De indgena a maya: identidades indgenas en Guatemala y
Chiapas (pgs. 6-26). Guatemala: Magna Terra.
Shotter, J. (1993). Realidades conversacionales. Buenos Aires: Amorrortu.
Sichar, G. (2000). Masacres en Guatemala. Los gritos de un pueblo entero.
Guatemala: GAM.
Simon, H. (1989). Naturaleza y lmite de la razn humana. Mxico: Fondo de
cultura econmica.
Smith, G. (1989). Livelihood and Resistence. Los Angeles: University of California
Press.
Soria, M. (2002). Manual de Psicologa Forense. Barcelona: Atelier.
Spiker, P. (2009) Definiciones sobre pobreza. Doce grupos de significados (pags
291-306). En Spicker, P., Leguizamn, S. A., & Gordon, D. Pobreza:
un glosario internacional. Buenos Aires: Clacso.
Spivak, G. (1999). Los estudios subalternos: la deconstruccin de la
historiografa. En N. Carbonell, & M. Torras, Feminismos literarios.
Madrid: Arco.
Stolkiner, A. (2008). Las dimensiones polticas de la investigacin en psicologa.
Buenos Aires: JVE ediciones.
Stoll, D. (1993). Entre dos fuegos: en las comunidades ixiles de Guatemala. Ecuador:
Abaya-Yala.
Taracena, A. (2002). Etnicidad, Estado y Nacin en Guatemala 1808-1944.
Guatemala: CIRMA.
Truo i Salvad, M. (2008). Fijarse en el lugar de la vctima. Deshilando etiquetas
para tejer otras relaciones. Barcelona: Universitat Autnoma de
Barcelona, tesina.
Urra, J., & Vzquez, B. (1993). Manual de Psicologa Forense. Madrid: Siglo XXI.
Valdz, A. (2002). Las identidades tnicas y el Estado-Nacin. (J. Schackt, Ed.)
De indgena a maya: identidades indgenas en Guatemala y Chiapas , 2745.
Vzquez, F. (2005). Ensayo sobre sabios, necios, espejos y dunas. La memoria
como construccin social. En I. Piper (Ed.), Memoria y Derechos
Humanos (pgs. 205-247). Chile: Clacso.
Vzquez, F. (2001). Le memoria como accin social. Barcelona: Paids.
Velasco, H., & Diaz, A. (1997). La lgica de la investigacin etnogrfica. Madrid:
Trotta.
314
315
ANEXOS
Cuadro No. 12
Organizaciones involucradas en la red de alivio de la regin Ixhil
No.
Organizacin/Institucin
Actividad
Localidad
ADAI
Desarrollo y Atencin a
Discapacitados
Vipila
ADIK - Kumool
Xemamatze
Movimiento
discapacitados
Capacitacin y atencin a
discapacitados
Xolacul
ADECOPADEZ
Fortalecimiento de la capacidad
de las mujeres
Municipalidad
APAPTIX
Xolacul
APEDIBIMI
Educacin
Batzbaca
ASAUNIXIL
Simocol
ASIES
Educacin
Batz Calvario
Asociacin
Qanil
Juvenil
No
10
Asociacin
promotores
especfico
de
plan
Educacin
Batz Calvario
11
ASODILT
Xolacul no
12
Auxiliatura de Derechos
Humanos
Derechos Humanos
Vipila
13
AVANT
14
Bomberos Voluntarios
Servicios de emergencia
Jatzal
15
Bufete Popular
Simicol
16
CALDH
Batzbaca
316
Cuadro No. 12
Organizaciones involucradas en la red de alivio de la regin Ixhil
No.
Organizacin/Institucin
17
Centro de Mediacin
Servicio de mediacin de
conflictos
Simicol no
18
Comisin Departamental
de Discapacitados
Asesora a discapacitados
Municipalidad
19
CONTIERRA
Vitzal
20
Cooperativa
Nebajenses
Vipila
21
Defensora Maya
Batzbaca Chajul
22
Direccin
Salud
Salud
Xolacul
23
FONTIERRA
Vitzal
24
FUNCEDESCRI
Proyectos de saneamiento
ambiental, crditos, y centro de
acopio para comercializacin
Vitzal
25
Salud
Vicotz
26
Salud
Hospital
27
ASOMOVIDINQ
Batzbaca
28
MOVDES
Jatzal
29
Seguridad
Municipalidad
30
PNR
Resarcimiento a
conflicto armado
31
PROMASA
Seguridad alimentaria
Xolacul
32
SER
Batzbaca
33
Utz Kaslemal
Salud mental
Santa
Quich
34
Fundacin
hambre
Salud y educacin
Vipila no
35
PRONADE
Educacin
Vitzal
Todos
de
rea
contra
de
el
Actividad
vctimas
Localidad
del
Vitzal
Cruz
del
317
Cuadro No. 12
Organizaciones involucradas en la red de alivio de la regin Ixhil
No.
Organizacin/Institucin
36
37
ECAP
Salud mental
38
Liga guatemalteca
Higiene mental
39
CONAVIGUA
Asesora legal a
conflicto armado
40
FUNDAMAYA
3 municipios
41
Vipila
42
AEPREQ
Educacin
Batz Calvario
43
Juzgado de Paz
Simocol
44
Ministerio Pblico
Simocol
45
Parroquias
Equipo
de
psicosocial
46
Tucampo
47
Fortalecimiento organizacional
Vitzal
48
Salud reproductiva
Simocol
de
Actividad
Localidad
Batzbaca
Salud mental
vctimas
del
acompaamiento
Cotzal
Fuente: Elaboracin propia con datos del equipo de trabajo de Nebaj, ECAP, 2009.
318
Accin Catlica
Acuerdo Global sobre Derechos Humanos
Asociacin Movimientos de Vctimas para el
Desarrollo Integral del Norte del Quich
Centro de Anlisis Forense y Ciencias Aplicadas
Corte de Constitucionalidad de Guatemala
Comisin para el Esclarecimiento Histrico
Central of Intelligence Agency
Comisin Internacional contra la Impunidad en
Guatemala
Comunidades de Poblacin en Resistencia
Comisin Nacional de Resarcimiento
Comit de Unidad Campesina
Empresa Campesina Asociativa
Equipo de Estudios Comunitarios y Accin
psicosocial
Encuesta Nacional de condiciones de vida
Ejercito Guerrillero de los pobres
Frente Republicano Guatemalteco
Grupo de Apoyo Mutuo
Servicios de Inteligencia del Estado de Guatemala
Instituto Interamericano de Derechos Humanos
Instituto Geogrfico Nacional
Instituto Nacional de Ciencias Forenses
Instituto Nacional de Estadstica
Instituto Nacional de Transformacin agraria
International Rails of Central America
Movimientos Desarraigados
Ministerio Pblico
Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de
Guatemala
Organizacin Mundial de la Salud
Organizacin del Pueblo en Armas
Patrullas de Autodefensa civil
Partido Patriota
Programa Nacional de Resarcimiento
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Registro diario de eventos
Informe de la Recuperacin de la Memoria Histrica
Registro de eventos significativos de vida
Registro Nacional de las Personas
Rehabilitation and research centre for torture victims
319
SI
SIAS
SIDH
UFCO
URNG
Solidaridad Internacional
Sistema Integral de Atencin en Salud
Sistema Interamericano de Derechos Humanos
United Fruit Company
Unidad Revolucionaria Nacional guatemalteca
320
GUA DE ENTREVISTA
Objetivo:
Conocer los procesos y elementos fundamentales que han llevado a las vctimas
en la bsqueda de resarcimiento sean estos de tipo social, discursivo o material.
1. Por qu ha buscado al Programa Nacional de Resarcimiento?: Esta
pregunta pretende que las personas cuenten de forma ms o menos
espontnea, el relato de porqu consideran que son o fueron vctimas
durante el conflicto armado. Aunque en muchas narraciones ser
explcito el porqu fueron vctimas, es de inters para la investigacin
cmo narran los sucesos.
2. Cmo se enter del Programa Nacional de Resarcimiento?: En esta
pregunta se pretende recolectar informacin acerca de cmo lleg la
informacin a las vctimas. No en todos los casos ha llegado de la misma
forma y esto puede ser un indicador de por dnde (al respecto de
organizaciones de vctimas, ONGs, radio, etc.) acceden las personas a la
informacin.
3. Qu ha tenido que hacer y/o presentar para poder acceder al
resarcimiento?: Una de las principales formas para justificar la
victimidad de las vctimas por parte del PNR es la presentacin de
pruebas que puedan constatar esa victimidad. Por esta razn se
enfatizar en qu recursos (acciones) sociales y materiales se llevaron a
cabo para poder ser beneficiario del programa, esto es, presentacin de
documentacin, bsqueda de documentos en municipalidades,
acompaamiento por organizaciones, etc.
4. Qu sentimientos le provoca el Programa Nacional de Resarcimiento?
O Qu espera del resarcimiento? Aqu se pretende conocer todos
aquellos sentimientos que pueda despertar el PNR. Cuestiones como la
esperanza o la desesperanza son necesarios para entender el proceso de
la victimidad y la victimizacin.
5. En qu va a ayudarle a Ud. Como vctima el resarcimiento? Con esta
pregunta se pretende conocer las expectativas de la gente al obtener el
resarcimiento.
6. Ha tenido alguna dificultad para acceder al Programa Nacional de
Resarcimiento? En esta pregunta es de inters conocer las principales
limitaciones para acceder al programa.
7. Desea hacer algn comentario para las personas que an no han
recibido el resarcimiento?: Esta pregunta est enfocada de forma que la
gente sepa que su testimonio es til y que le podr servir a otras
personas.
321
QU
A QUIN
QU
BSQUEDA DE ALIVIO
CUNDO
A QUIN
322
Edad
Nombre
Aldea
Cabecera o
pueblo
Ciudad
Historia familiar
Movimien
to
restringid
o
Historia
educativa
Defunciones en
la familia
Causa
Enfermedad
Forma
de alivio
Ocupacin y
migraciones
estacionales
Participacin
Adquisiciones
importantes
Iglesia
Productiva
323
Otra