Octavio Paz Sin Concesiones. Quince Miradas Criticas.
Octavio Paz Sin Concesiones. Quince Miradas Criticas.
Octavio Paz Sin Concesiones. Quince Miradas Criticas.
cio-
Nacio
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Institu
Campinas
revista
M
como
pro
extensa
o
idiomas
y
transicin
(2008),
La
revuelta
s
ciudadan
dad
del
or
mexicano
SIN CONCESIONES
Csar Cansino, Omar Mayorga Gallardo
y Germn Molina Carrillo (coords.)
GERMN
/G
Es
licenci
en
Admin
Derecho
p
Constituci
cargo
de
Derecho
Primer
V
Humanos
investigad
de
varios
Cambio
y
Director
G
de
Direct
Vinci,
plan
llo-
un
las
de
mo-
cas
mo,
al
y
de
OCTAVIO PAZ
CSAR C
EL
NDICE
PRLOGO
|
11
Agapito Maestre
PRESENTACIN
|
11
Csar
Cansino/Omar
Mayorga
Gallardo/Germn
Molina
Carrillo
PRIMERA
PARTE:
Octavio
Paz
entre
nosotros
|
27
1.
Un
espritu
excepcional
|
55
Gabriel
Zaid
2.
Octavio
Paz
o
la
cultura
moderna
|
65
Enrico
Mario
Sant
3.
Reyes
y
reinos
de
Paz.
De
la
conversacin
entre
las
generaciones
|
75
Braulio
Hornedo
SEGUNDA
PARTE:
La
dimensin
potica
en
Octavio
Paz
|
89
4.
La
estacin
violenta
y
su
poema
inicial
Himno
entre
ruinas
|
91
Anthony
Stanton
5.
Los
cinco
soles
en
La
casa
de
la
mirada
de
Octavio
Paz
|
110
Luis
Roberto
Vera
6.
La
libertad
del
amor
y
el
erotismo.
La
propuesta
potico-poltica
de
Octavio
Paz
Sebastin
Pineda
Buitrago
TERCERA
PARTE:
La
dimensin
ensaystica
en
Octavio
Paz
|
125
7.
El
ensayo
en
busca
de
la
presencia
|
171
Liliana
Weinberg
EPLOGO
|
371
Pstuma
paceana
Armando
Gonzlez
Torres
SOBRE
LOS
AUTORES
|
237
PRLOGO
Yo
vengo
aqu
en
una
doble
condicin:
soy
el
concejero
de
educacin
de
la
embajada
de
Espaa,
por
lo
que
vengo
en
calidad
de
poltico,
naturalmente,
un
poltico
inusual,
pero
poltico
al
fin;
y,
en
segundo
lugar,
vengo
en
calidad
de
catedrtico,
pues
soy
el
poseedor
inmerecido
de,
ni
ms
ni
menos,
la
Ctedra
Patrimonial
de
Pensamiento
Hispanoamericano
Agapito
Maestre,
radicada
en
la
Benemrita
Universidad
Autnoma
de
Puebla,
lo
cual
es
algo
muy
serio.
Esto
me
obliga
a
hacer
un
discurso,
aunque
sea
muy
breve,
sobre
la
actividad
que
nos
convoca
en
esta
ocasin.
Para
empezar,
tengo
que
reconocer
que,
tanto
en
Espaa
como
en
Mxico
y
en
todas
partes,
la
universidad
sufre
una
crisis,
quiz
la
ms
grande
de
los
dos
ltimos
siglos,
que
se
define
de
modo
muy
sencillo:
es
una
crisis
de
universalidad,
pues
la
universidad
ha
abandonado
su
objetivo
fundamental,
su
razn
de
ser,
o
sea
crear
un
saber
universal.
De
ah
que
organizar
unas
jornadas
dedicadas
a
la
figura
y
la
obra
de
Octavio
Paz,
el
escritor
ms
universal
de
la
tradicin
hispanoamericana
del
siglo
XX,
dentro
de
un
recinto
universitario
en
crisis
es
una
autntica
proeza
de
la
mayor
importancia
simblica.
Creo
que
despus
del
ao
1989
slo
hay
dos
posibilidades
de
volver
a
reconstruir
esa
universalidad
del
saber.
Por
un
lado,
la
universidad
tiene
que
vincularse
a
la
empresa,
al
mercado.
Naturalmente,
todas
las
perversidades
que
se
generen,
o
que
vengan
derivadas
de
esa
vinculacin,
tienen
que
estar
controladas
por
el
otro
gran
organizador
de
la
sociedad
contempornea:
el
Estado.
Mercado
y
Estado
son
las
dos
nicas
vas,
o
mediaciones
para
salir
del
atasco
en
el
que
est
la
universidad
mundial.
Y
hay,
naturalmente,
un
tercer
pivote:
la
cultura
humanstica.
En
la
cultura
humanstica
ha
habido
muchas
escuelas,
muchas
corrientes,
muchos
pensadores
en
el
mundo
occidental,
pero,
naturalmente,
slo
algunos
son
modelos
de
universalidad.
Ese
modelo
de
cultura
en
lengua
espaola
con
valor
universal
tiene
un
nombre
y
un
Premio
Nobel
en
el
siglo
XX:
Octavio
Paz.
PRESENTACIN
Lleg
el
2014,
ao
del
centenario
del
natalicio
del
gran
escritor
mexicano
Octavio
Paz,
y
con
l
una
serie
interminable
de
homenajes
y
elogios,
de
reconocimientos
y
alabanzas
pstumas,
o
sea
la
frmula
perfecta
para
terminar
por
enterrar
al
poeta,
pues
entre
ms
idealizamos
a
un
autor
ms
lo
alejamos
de
los
mortales,
entre
ms
lo
veneramos
ms
lo
sacralizamos,
entre
ms
lo
adoramos
ms
lo
momificamos
Al
final,
todos
seremos
cmplices
de
este
crimen,
unos
por
prohijar
ad
nauseam
los
elogios
encendidos
y
el
resto
por
abrazarlos
a
pie
juntillas.
El
resultado
es
el
abandono,
una
obra
pstuma
que
se
apolilla
en
la
medida
que
se
sacraliza
a
su
autor.
Octavio
Paz
es
un
santo,
no
un
hombre;
un
iluminado,
no
un
poeta;
un
elegido,
no
un
observador
de
su
tiempo
Pero
he
ah
que
el
verdadero
escritor,
ya
sea
vivo
o
muerto,
siempre
buscar
lectores,
el
sentido
de
su
existencia
o
metaexistencia
es
ser
ledo
y,
por
ello,
confrontado,
criticado,
aplaudido,
repudiado
El
escritor
genuino
no
quiere
ser
mitificado,
slo
quiere
ser
ledo,
quiere
participar
con
su
voz
de
la
voz
de
su
tiempo,
de
su
momento,
de
su
pedazo
de
historia
compartida
con-los-dems.
El
escritor
busca
afanosamente
lectores,
busca
encantar
y
ser
encantado
con
las
palabras,
desentraar
misterios
y
compartir
sus
intuiciones.
El
escritor
no
le
teme
a
la
crtica,
la
necesita
para
sentirse
vivo,
para
saberse
ledo.
Por
ello,
contrariamente
a
los
muchos
intelectuales
que
terminarn
por
embalsamar
al
poeta
con
el
frenes
de
los
homenajes,
los
coordinadores
y
colaboradores
de
este
libro
colectivo
hemos
querido
rendir
el
nico
reconocimiento
dable
a
un
escritor
de
la
estatura
de
Paz:
la
crtica.
una
obra,
pues
entre
ms
se
enaltece
a
un
autor
menos
se
leen
sus
obras.
Lo
que
queda
en
la
memoria
y
el
imaginario
colectivos
es
el
personaje,
el
autor
sacralizado,
no
sus
poemas
y
ensayos.
Por
esta
va
Paz
ser
convertido
en
un
profeta,
y
su
obra
en
una
biblia
que
slo
se
empolva
en
los
cajones
de
los
hoteles;
las
obras
completas
de
un
escritor
al
que
slo
recurren
los
iniciados
con
complejo
de
sabios
para
destacarse
de
la
plebe.
Triste
destino
para
una
obra
que
pide
a
gritos
ser
leda
no
consagrada,
que
quiere
ser
ldica
y
doliente
al
mismo
tiempo
pero
nunca
etrea,
que
quiere
ser
sacrlega
nunca
un
dogma,
que
quiere
salir
a
la
calle
y
no
quedarse
enmohecida
en
la
rotonda
de
los
inmortales,
que
quiere
ser
vida
no
religin.
Por todo ello, quienes colaboramos en esta obra colectiva hemos querido
bocetar
un
Octavio
Paz
sin
concesiones,
un
Paz
para
ser
ledo
con
mirada
crtica,
un
Paz
confrontado,
o
sea
un
Paz
vivo.
Todos
los
autores
que
nos
damos
cita
en
esta
obra
compartimos
al
menos
dos
cosas:
una
profunda
admiracin
por
la
obra
de
Paz,
y
la
necesidad
de
criticarla,
pues
slo
as
honramos
a
su
autor,
fomentamos
su
lectura
entre
las
nuevas
generaciones,
le
damos
un
asiento
entre
los
vivos
para
dialogar
y
debatir
con
l
y,
por
esta
va,
para
aprenderle
algo
de
lo
mucho
que
aun
tiene
por
ensearnos.
Slo
as
Paz
permanecer
entre
nosotros,
como
uno
de
nosotros.
Precisamente con esto mente, convocamos a fines de 2013, mucho antes de que
CSAR
CANSINO,
OMAR
MAYORGA
GALLARDO
y
GERMN
MOLINA
CARRILLO