22 Poetas Mexicanos
22 Poetas Mexicanos
22 Poetas Mexicanos
igual al pndulo
unos y otros
como los hombres
como las historias que cuentan al hombre
y que los hombres cuentan a sus descendientes
Audomaro Ernesto
Vine aqu
y me doy cuenta que la frialdad de los parisiens
es intraducible al calor de nosotros
hermano
Es raro que de todas las casas del mundo
hayas escogido sta
En nuestros pases an florece la miseria
tiempo
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archipilago
Rodrigo Castillo
Anti-beatle
Que me declare anti-beatle
no quiere decir
que me declare sumiso
he puesto a prueba
mi hombra
escribiendo versos
a escondidas
padre:
deja de escribir puteras
(Cuernavaca, Mxico, 1983). Licenciado en Docencia (rea humanidades). Entre sus libros figuran: Oraciones Temblorosas (2005),
Ciudad Insomne (2005) y Tiempo Azul (2005). Compilador de
Muestra de Poesa Morelense Contempornea (2005). Becario en el
rea de literatura del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de
Morelos (2004-2005). Ha participado en numerosos encuentros
literarios nacionales e internacionales en Mxico, Canad, Cuba,
Per, Ecuador, Colombia y Uruguay.
ni me declaro
anti-beatle por el gusto
de la fauna.
Fauna*
tiempo
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archipilago
Carlos Conde
Lopezvelardeano
atilaico mnchur en praderas
de leves y tempranas flores
velardeano
florismarte de todas las Hircarias
urbi et orbi
con un cierto sutil sabor a sexo
que acompaa mis lances
mis victorias y blande
asimismo
algunos de mis ms catastrficos versculos.
Antonio Escobar
Al Caldern
Amanec lopezvelardeano
enamorado incontinente de mis primas
maculando en cada singular atisbo
el honor de todas las Fuensantas mis cercanas
transentes nias inocentes
y mujer cualquiera que delata invariable
a cada paso
iris pupila y globos oculares de flica falicidad rampante.
amanec lopezvelardeano
con la faz de mis mujeres sus facciones
tatuadas al genital en dulcedumbre.
tiempo
iY t, Ezra!
le pides a tu celador putas para Eleusis
porque sabes que esta vez no llegarn las vrgenes.
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archipilago
Rubn Mrquez
(Puebla, Mxico, 1981). Poeta y ensayista. Es licenciado en Lingstica y Literatura Hispnica y Maestro en Literatura Mexicana por
la Benemrita Universidad Autnoma de Puebla. Ha publicado en
libros colectivos, revistas literarias como Alforja, Crtica y Cultura de
Veracruz y en diversos suplementos culturales. Ha sido antologado
en La luz que va dando nombre (1965-1985): Veinte aos de la poesa
ltima en Mxico. Su primer poemario Pleamar en vuelo est por
aparecer en Ediciones Alforja, Arte y Literatura.
Ausencia
Hay maanas en que despertamos
sintiendo an el peso de la noche
su humedad aletargada
y respirar el mar no es suficiente.
Hay maanas en que algo se nos ha ido
algo ha descendido a lo profundo de los cuerpos
dejando un sabor amargo entre los labios.
scar de Pablo
Ivn Cruz
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archipilago
Antonio Rodrguez
Jair Corts
Enfermedad de talking
Para G.G.G.
La ventana de su librero
dejaba entrar la caja vieja de zapatos
que das antes haba visto envuelta en el diciembre agrio
[tostado del vaso.
T no sabes, Yoko
que yo soy un cacto triste
-miserableuna nube de huesos remendados
un tractor pidiendo permiso
para despegar.
T no sabes, Yoko
que una cancin es un charco de tiempo
un rbol errante
y que montado en mi potro
de trapo y estopa
cantando mis himnos
cabalgo dejando un rastro de lodo
en las alfombras del rey.
En cambio, mi Yoko, t sabes
hacerle el amor a una silla
cantar al comps de las puertas
cerrar las ventanas
en vsperas del huracn
T, Yoko
tienes los brazos de luna
que busca Cosette
por eso te canto
sin despertarte.
Entrate nia
este arrullo
de letras
es tuyo.
tiempo
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archipilago
Tanya de Fonz
Hugo de Mendoza
(Guadalajara, Mxico, 1976). Poeta y editor. Ha publicado el poemario Danzarina y mantiene varios libros inditos de poesa, entre
ellos Sebastin, de prxima aparicin. Algunos de sus textos han sido
traducidos al portugus. Ha sido publicado en diarios y revistas de
divulgacin cultural, y participado en diversos eventos literarios,
entre los que destacan Feria del libro del Zcalo y Feria del libro del
Palacio de Minera. Fundador del colectivo Literajen. Actualmente
dirige la revista literaria El glem.
Cicatriz
Piscina sirenaria
Al parecer
Con su limpia densidad
La piscina atrae a las muchachas.
Corro dentro de m
como juda en el holocausto
como mujer embarazada de Acteal
como nia quemada de Hiroshima
como poeta en el gulag
corro dentro de m
me encuentro con otros
que tambin van corriendo
sin saber a dnde vamos
a dnde acudir
en dnde guarecer nuestras manos
nuestra boca desdentada
nuestros cuerpos hechos hilo
corremos dentro de nosotros
somos nosotros mismos quienes nos perseguimos
no nos alcanzamos
cuando nos alcanzamos
ya estamos a un paso de ser nuevamente polvo
cicatriz del alba
cicatriz del tiempo
cicatriz de siglos
Cicatriz encerrada
clausurada
cicatriz en la mejilla
golpeada
de Dios
En un grito caluroso
De un ambiente primavera
Tal vez comience el alborotar de nadadoras.
Una pequea
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archipilago
Se aleja.
Roco Cern
Y en un consuelo
La piscina crea una artificial marea.
La pequea
Habitacin 413
lvaro Sols
Styx
Largo, lo que se dice hondo,
es el cauce de los ros que no llegan al mar
y llevan en sus aguas a todos nuestros muertos.
Hondo, lo que se dice largo,
es el ro que no abandona su cuenca.
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archipilago
Manuel Cuautle
Claudia Posadas
Xxxx
Lapis Aurea
A Jorge Eduardo Eielson
Existe un pasillo
de ladrillos rojos
donde
en noches de lluvia
los caracoles
corren en el
tiempo
son fieles al desplazamiento
los excita
recuerdan
que son hermafroditas
la almenara
su triste combustin de magma oculto magma indmito
rubledo en su derrotada manifestacin los electrones
giran giran alrededor de un corazn incandescente
la vorgine sublimar o fusionar el odio hasta levarse
las almenas almenadas las murallas y el corazn estalle
supernova el miedo y nazca el alba
albedo
se vuelven
parte de las suelas
especialmente
en la de los nios
para que sientan
el primer dolor
de la muerte
tiempo
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archipilago
es preferible
decir
qu oscura la memoria
y qu hueca
mi voz.
iii
Qu oscura la memoria
y qu hueca
mi voz
en aquel sueo
en donde t, gacela,
de pie sobresalas
con una flor abierta entre los dedos.
la matriz celeste
iv
Qu negra la memoria
y qu oscura raz
y qu amarga
y qu doliente.
Mario Bojrquez
v
Con una flor
abierta entre los dedos
sobresalas
de pie
y haba un abismo
entre tu vientre frtil de gacela
y la caricia ansiosa de mis manos.
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archipilago
Es bella la asesina:
tiene su mirada el filo de un diamante
y de su piel emana una toxina alucingena;
su cuerpo es una parvada de aves ciegas
que vuelan hacia el mar por puro instinto.
Es bella: de sus pasos brotan rboles de sombra,
y alrededor la luz llovizna y quema el suelo.
Es poca cosa compararla con la sangre,
pero es hermosa como el brillo de una herida,
como una pequea dosis de suicidio.
Es bella: su palabra forma huecos en lo oscuro.
Es hermosa y lleva entre los dedos,
como ramo de flores palpitante,
un agujero negro en expansin.
ii
tiempo
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archipilago
(Ciudad de Mxico, 1965). Poeta y ensayista. Entre sus libros destacan: Resurreccin (Premio Internacional de Poesa Jaime Sabines),
El cristal, Los hbitos de la ceniza (Premio Nacional de Poesa Aguascalientes) y Principio de incertidumbre (Premio Iberoamericano de
Poesa Carlos Pellicer). Ha publicado la antologa de la obra potica
de Jos Emilio Pacheco La fbula del tiempo (Era, 2005). Fue becario del Centro Mexicano de Escritores y del Sistema Nacional de
Creadores de Arte. Parte de su obra ha sido traducida al ingls, al
francs y al chino. Tambin ha sido incluido en diversas antologas
de poesa hispanoamericana.
Ms tarde, ya cansados
los pocos rezagados en La Luna,
sin sueo y con nostalgia de horizonte,
fuimos a buscar el mar:
la sonata del agua, el apetito de su hechizo,
en esa vigilia donde el lmite
del cielo y el ocano es todava tiniebla.
Los peces
Fuimos bajando hasta el fondo
por las calles del puerto. La noche
remaba en el abismo de los ojos. No recuerdo qu tanto
la brisa nos cubri de sal y estrellas.
Es conveniente dormir a menos que amanezca, dijo,
pero ramos legin para esas horas ya rancias de cantinas.
El ron junt a los peces
y a todas las criaturas que no duermen
esa noche de pescadores y viajantes, de grasa y aguacero.
Emigramos a La Luna,
que era una carpa improvisada en los
dudosos territorios del suburbio.
Sudores y cervezas, baile, sedimento
de gneros grotescos de alegra,
se fueron combinando con torpeza
hasta temblar en una sombra, un amasijo
de danza, alcohol y extraas vidas.
Sobre el antologador
Mario Melndez. Poeta, ensayista y promotor cultural chileno residente en Mxico. Ha colaborado en nmeros anteriores de Casa del Tiempo. Correo electrnico:
mariomelendez71@hotmail.com
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