Trastornos de La Eliminación
Trastornos de La Eliminación
Trastornos de La Eliminación
INTRODUCCION
Alcanzar el control de los esfinteres anal y vesical permite que la miccion y la defecacion
sean voluntarias y se consideran hitos en el proceso madurativo infantil. La enuresis y la
encopresis son trastornos en el control voluntario tanto de la orina como de las heces;
pueden darse de forma aislada o combinadas y habitualmente son de causa funcional, a
diferencia de la incontinencia urinaria o fecal, que son debidas a causas organicas.
Pueden coexistir con diferentes enfermedades medicas o psiquiatricas, aunque rara vez
hay causas psicopatologicas subyacentes. Pero a veces la incomprension de los padres
hacia el problema o la existencia de otros factores de estres familiar pueden contribuir al
desarrollo de problemas emocionales y conductuales asociados.
ENURESIS
Definicion e incidencia
Se entiende por enuresis la emision involuntaria de orina. La enuresis nocturna es la
miccion involuntaria durante el sueno, despues de la edad en que se considera normal
para el control de esfinteres. La enuresis diurna hace referencia a la perdida involuntaria
de orina mientras se esta despierto, y es mas probable que se encuentre un problema
anatomico o biologico de fondo. El termino enuresis primaria se utiliza cuando no se ha
alcanzado la continencia por periodos prolongados, y secundaria cuando los episodios de
enu- resis se producen despues de un periodo de por lo menos seis meses de un control
completo. Actualmente la enuresis que aparece duran- te el sueno, que suele ser
primaria, se denomina enuresis nocturna monosintomatica (ENM).
Aproximadamente el 15% de ninos de 5 anos presentan enuresis nocturna
monosintomatica. Cada ano cerca del 15% de los ninos resuelve sus sintomas, de modo
que a la edad de 10 anos continua con enuresis entre un 5-10% y en la adolescencia,
solo un 1%.
La mayor parte de autores y clasificaciones internacionales establecen por consenso la
edad de 5 anos como normal para controlar la miccion durante el sueno. Algunos autores
situan el problema por encima de los 7 anos, pues consideran que hasta entonces no
interfiere con el establecimiento de los lazos sociales.
Etiopatogenia
La habilidad para orinar o inhibir la miccion es un proceso evolutivo que esta
condicionado por multiples factores geneticos, organicos o funcionales. Entre el ano y los
dos anos de edad, los ninos adquieren la sensacion consciente de la plenitud vesical y,
durante el segundo o tercer ano logran la habilidad para orinar o inhibir la miccion. Hacia
los cuatro anos, casi todos los ninos tienen el patron miccional del adulto. En diferentes
pasos de este proceso se pueden aprender comportamientos incorrectos. A medida
que la capacidad vesical aumenta durante el entrenamiento del control de esfinteres, se
comienza a retener orina por periodos mas prolongados y se aprenden maniobras de
retencion para inhibir el deseo de orinar. En algunos casos, estas practicas de retencion
de orina, en ninos predispuestos, pueden originar un vaciado incompleto de la vejiga o
disfuncion miccional. Con el tiempo se produce una hiperactividad del musculo detrusor
y un fun- cionamiento no coordinado con el esfinter uretral externo. El nino, por una
parte, intenta reprimir las ganas de orinar, pero tambien cuando quiere orinar encuentra
dificultades, porque no se relaja bien el esfinter externo y ademas la vejiga no se vacia
del todo, favoreciendo el reflujo vesico-ureteral y las infecciones. Es frecuente que la
disfuncion miccional vaya asociada con estrenimiento y/o encopresis y entonces se
denomina sindrome de eliminacion disfuncional. Cuando hay una disfuncion miccional,
mas que una enuresis lo que ocurre es una incontinencia urinaria, por lo que suelen
estar continuamente moja- dos. En el caso de la enuresis nocturna monosintomatica, son
muchos los factores propuestos en su etiopatogenia:
Factores geneticos: si ambos padres tienen historia anterior de enuresis el 77% de los
hijos la tendra tambien. Cuando hay ante- cedentes solo en uno de los padres el 44% de
los hijos tendra enuresis. Si no han estado afectados ninguno de los dos, solo el 15% de
los ninos tendra enuresis.
Factores vesicales: los ninos con enuresis presentan una capacidad vesical funcional
mas pequena en comparacion con los controles y en relacion con su capacidad vesical
anatomica. Por esto, una finalidad terapeutica seria incrementar esta capacidad
funcional.
Secrecion de hormona antidiuretica (ADH): es un tema en controversia. En la decada
de los 70 se publicaron algunos estudios en los que se describia la falta de variacion
circadiana normal en la excrecion de ADH en ninos enureticos durante la noche, aunque
en posteriores investigaciones no se ha podido comprobar este extremo. Se ha podido
relacionar la distension vesical con la expresion de ADH, por lo que la capacidad vesical
funcional, mas pequena en los ninos enureticos, puede disminuir la secre- cion de ADH,
asi como despues de una crisis de enuresis.
Relacion con el sueno: la hipotesis de que la enuresis es una alteracion del sueno no
REM no ha sido demostrada. De hecho puede haber emision involuntaria de orina en
todas las fases del sueno.
Problemas del desarrollo: los ninos con retrasos madurativos tienen con mayor
frecuencia enuresis. Las convulsiones durante el sueno pueden ir asociadas a enuresis
nocturna.
Factores psicologicos: en algunos ninos la enuresis diurna pue- de ser solo la
manifestacion de unos rasgos de personalidad que no les permite tomarse el tiempo
necesario para orinar duran- te las actividades cotidianas. Habitualmente los ninos con
enu- resis no tienen alteraciones emocionales subyacentes. A pesar de que el estres
pueda exacerbar o contribuir a la enuresis, no es un factor etiologico primario.
Enfermedades organicas: las alteraciones estructurales del aparato genitourinario,
infecciones urinarias, anomalias neurologicas y enfermedades que produzcan poliuria
(diabetes mellitus, diabetes insipida) pueden manifestarse con una enuresis. Las ninas
con ureteres ectopicos que puedan abocar a vagina, tienen una emision constante de
orina, estan la mayor parte del tiempo mojadas y no tienen, a lo largo de su vida,
periodos de tiempo en los que hayan sido capaces de contener la orina.
Evaluacion clinica
Es importante una correcta anamnesis y hacer la distincion entre enuresis nocturna
monosintomatica (no precisa de exploraciones complementarias) y enuresis diurna o
secundaria (en las que deberemos investigar causas subyacentes).
Historia clinica
Hay que establecer el momento en que se inicia la enuresis. Es primaria, o ha tenido el
nino intervalos previos sin enuresis? Cuantas crisis ocurren cada noche, y con que
frecuencia se encuentra mojado el nino? Se queja de necesidad urgente de orinar,
inconti- nencia diurna, miccion frecuente o chorro lento o intermitente? El nino tiene
evacuaciones intestinales normales o encopresis acom- panante o, de manera
alternativa, estrenimiento? Es consumidor de bebidas con cafeina? Hay que investigar
sintomas relacionados con otras enfermedades medicas y aspectos basicos del
desarrollo para valorar el retraso de este. Sera de utilidad identificar la edad en la que
los padres y los hermanos del paciente lograron la continencia urinaria nocturna.
Tambien las posibles tensiones en el hogar y las actitudes hacia el problema, asi como el
tipo de tratamiento recibido previamente a la consulta actual.
Intervenciones usadas
monosintomatica
en
el
tratamiento
de
la
enuresis
nocturna
veces los excrementos son totalmente liquidos, aparentando una falsa diarrea. Puede
que no se les escape deposicion en el colegio y cuando vuelven a casa, bien mientras
estan entretenidos jugando o bien durante el sueno, se hacen la deposicion encima. Los
padres pueden interpretar que se le escapan las heces de forma deliberada, pero en la
mayoria de los casos no es un acto hostil hacia los padres, sino que es en su casa donde
el nino se siente mas relajado y deja de luchar contra la dificultad real e involuntaria que
tiene para el el control esfinteriano (el nino con encopresis no tiene una percepcion
certera sobre el estado de su ampolla rectal, no sabe exactamente si la contraccion que
esta haciendo consigue retener las heces o justo lo contrario, que se le esten
escapando). Tambien puede rechazar sentarse en el inodoro y defeca de pie en el bano,
sobre unos panales o escondido en cual- quier otro sitio de la casa. Este comportamiento
va asociado a metodos inapropiados por parte de los padres en el manejo del trastorno
y/o en el adiestramiento de la defecacion, es muy posible que se le haya castigado o
ridiculizado por ensuciarse. El nino a veces nie- ga lo evidente: dice que el no ha
manchado los calzoncillos, por ocultar el accidente esconde la ropa interior, o puede
manchar zonas del bano o sus manos. Tambien se queda con las heces en la ropa
interior sin cambiarse incluso durante todo un dia comportandose como si nada, sin
darse cuenta de que lleva heces encima, y ademas sin detectar el olor que las heces
producen. El olor a deposicion suele provocar rechazo y es a veces el causante del
aislamiento que padecen estos ninos. No se comprende como no notan que tienen las
heces en la ropa interior y como no perciben el olor, pero el propio nino no distingue el
olor de las heces porque esta muy acostumbrado a el, es el mismo efecto que produce
utilizar siempre la misma colonia, que quien la percibe es el otro, no quien la lleva.
Son frecuentes infecciones secundarias del ano, por candidas y estreptococos,
favorecidas por el contacto continuado de las heces sobre la zona perianal y tambien las
dermatitis de dicha zona.
Encopresis retentiva
Esta asociada a estrenimiento. Puede ser debida a una causa fisica que provoque dolor o
bien dificultades para un adecuado vaciamiento de las heces del intestino grueso. Una
fisura anal provoca una defecacion dolorosa, el nino intentara evitar el dolor reteniendo
las heces y esto puede desencadenar un estrenimiento. Tambien puede ser debida a
enfermedades menos frecuentes como una enfermedad de Hirschprung, malformaciones
anales, mielomeningocele y otras.
Los factores emocionales estan peor perfilados que los fisicos, pero tambien estan
relacionados con el estrenimiento y con la encopresis. Son factores importantes: el modo
de entrenamiento de la defecacion y la calidad de las relaciones con los padres. Se
considera que una mala relacion paternofilial puede provocar que se viva el
entrenamiento del control de esfinteres como coercitivo provocando en el nino una
respuesta oposicionista que le conduce a evitar defecar cuando se le dice, reteniendo las
heces. Si el nino se niega a defecar y retiene las heces, por el efecto acumulativo el
recto se distiende y se dejan de notar las ganas de expulsar las heces. Si persiste la
retencion, se termina produciendo un alargamiento y dilatacion del intestino grueso que
puede llegar a ser indistinguible, excepto a traves de una historia detallada, de un
dolicomegacolon de causa organica. Pueden producirse episodios de impactacion fecal
con dolor abdominal y cuadros pseudoobstructivos, que necesitan ser tratados mediante
ingreso e incluso llegar a requerir una resolucion quirurgica. Las heces pueden ser
semiliquidas y se escapan por rebosamiento, escurriendose entre la pared intestinal y la
masa seca y compacta de las heces retenidas. Ademas de los manchados intermitentes
de heces en las ropas, pueden tener de vez en cuando depo- siciones inmensas duras
con el moldeado del intestino grueso mega- deposicciones, que pueden llegar a
atascar el inodoro.
En las formas retentivas, el nino se mancha por igual tanto en su casa como en el
colegio. El subtipo retentivo de causa emocional en la actualidad ha disminuido
ostensiblemente, porque ha mejorado la forma de adiestrar a los ninos en el control de
esfinteres, se hace de mejor manera y atendiendo a la madurez del nino.
Encopresis no retentiva
Estos ninos no tienen estrenimiento. Las heces suelen ser de consistencia normal. Sobre
las ropas hacen todo o parte de la deposicion. Podemos encontrarla en ninos
deficientemente cuidados y atendidos, que no han sido educados en el control de los
esfinteres. En ninos escolares puede asociarse a alteraciones en el aprendizaje. En ninos
con retraso mental moderado y grave pueden no alcanzar nunca el control de la
defecacion.
Cuando un nino lleva poco tiempo controlando esfinteres, una situacion que le provoque
una tension en las emociones puede pro- vocar un fallo en el control de esfinteres. Asi, la
separacion de los padres, un cambio en el colegio o el nacimiento de un hermano
pueden ser el punto de partida de una encopresis. Tambien puede haber episodios
aislados de perdida del control de la defecacion que se encuadrarian dentro de una
reaccion adaptativa a un estres agudo. Seria parecido a la diarrea que puede aparecer
ante situaciones como un examen o hablar ante mucha gente.
Los ninos con formas agresivas de encopresis pueden ser de subtipo retentivo o no.
Utilizan de forma deliberada las deposiciones como instrumento hostil dirigido a padres o
educadores. Se asocia a conducta oposicionista y desafiante. La interaccion familiar
tambien puede influir, ocurre bien en familias desorganizadas o caoticas, o bien en
familias con funcionamientos obsesivos y excesivamente rigidos. Otro aspecto a
investigar es si el nino puede estar siendo objeto de abuso sexual o violencia por parte
de los iguales. De todas formas la clinica no siempre es tan clara y con frecuencia
ocurren formas de encopresis mixtas, retentivas y no retentivas, en el curso evolutivo del
trastorno.
Etiopatogenia
La encopresis es de causa funcional pero una serie de factores ambientales pueden estar
presentes y promover el desarrollo de la misma asi como su perpetuacion.
Estrenimiento y encopresis
El organismo tiene mecanismos de control para evitar la salida involuntaria de gases,
heces y orina. De forma inconsciente desde el nacimiento hay una regulacion de la
defecacion. Aproximadamente a los 2 anos y medio se puede alcanzar el control
voluntario de la defecacion.
La continencia fecal es la capacidad del organismo para saber el momento en que esta
llena la ampolla rectal y para retener el con- tenido de la misma hasta que sea
conveniente su expulsion. Las estructuras principales que gobiernan la continencia y la
defecacion son: el esfinter anal externo, el musculo puborrectal, el esfinter anal interno y
el recto. El bolo fecal puede ser detenido de forma voluntaria, evitandose que salgan las
heces, mediante la contraccion del esfinter externo y del musculo puborrectal. En la
expulsion de las heces hay que distinguir las siguientes etapas: 1) mediante acciones
voluntarias se provoca un aumento de la presion intraabdominal: la glotis se cierra y el
diafragma queda fijo, 2) se contraen los musculos puborrectales, se continua con 3) la
contraccion sincronizada del esfinter interno del ano y de la relajacion del esfinter
externo del ano, seguido de 4) la contraccion del recto. Cualquier lesion que dane alguna
de estas estructuras puede provocar retencion de heces, o una incapacidad para
retenerlas. Diversos estimulos de la esfera emocional pueden producir una descarga de
neurotrans- misores de tipo noradrenergico, con capacidad para estimular la
Sucesos estresantes (miedo intenso, divorcio, enfermedad fisica, etc.) en un nino que
lleva poco tiempo controlando la defecacion pueden provocar un retroceso y escaparsele
los excrementos.
Factores familiares
En las familias podemos encontrar un ambiente tenso e incluso hostil. O tambien una
deficiente comunicacion entre sus miembros. Con frecuencia el nino con encopresis es la
oveja negra, el que estropea todo. En otras familias puede haber entre sus miembros
una lucha constante por obtener el poder, siendo ese el estilo de interaccion y el nino
utilizar el propio control de la defecacion como un arma frente a los conflictos familiares.
Familias muy desorganizadas o caoticas, que son incapaces de establecer rutinas de
adiestramiento a sus hijos.
Aspectos psicologicos
Hay que saber como y a que edad se inicio el entrenamiento esfinteriano. Si existen
factores desen- cadenantes fisicos (experiencias dolorosas) o emocionales. Como esta
interpretando la familia el problema del nino con la defeca- cion y como se encaja que el
nino ensucie la ropa o no quiera hacer deposicion (castigarle, ponerle en ridiculo para
que se estimule y cambie, creer que lo hace para estar encima de todos, enfocarlo como
un problema madurativo, etc.). Debemos evaluar si tiene, ademas, otros retrasos en el
desarrollo. Como vive el nino el problema (se averguenza, es rechazado por los ami- gos,
se porta mal, es agresivo, esta mal adaptado en la familia o en el colegio, tiene
dificultades de aprendizaje, etc.)
Tratamiento
Lo mas deseable es asociar medidas fisicas y psicologicas con el fin de evitar el
estrenimiento y sus complicaciones asi como estimular habitos de defecacion regular.
Hay que explicar que al nino se le escapan las heces, no porque tenga una alteracion
psiquiatrica ni psicologica ni tampoco por- que los padres sean la causa. La expulsion de
las heces es involuntaria y ocurre sin que el nino se percate de ello. Explicar a los padres
y al propio nino mediante dibujos sencillos lo que ocurre cuando el recto esta lleno a
rebosar de heces y porque entonces el ano no infor- ma correctamente sobre si tenemos
que empujar o retener, sera de gran utilidad. Si los padres entienden bien estas
explicaciones, podran colaborar de manera eficaz con el tratamiento que en general es
duradero y plagado de parones y retrocesos, sobre todo en los casos moderados y
graves. Una vez que se ha establecido una relacion de aceptacion y confianza, hay que
pasar a un tratamiento a largo plazo, cuyo objetivo sera: la desaparicion del dolor al
defecar, hacer deposicion todos los dias y, finalmente, que no se escapen las heces.