La Usucapión en Favor de La Herencia Yacente
La Usucapión en Favor de La Herencia Yacente
La Usucapión en Favor de La Herencia Yacente
TESIS DOCTORAL
TIJANIYA SAGHIR
DIRIGIDA POR:
Sumario
Abreviaturas
y
Siglas
INTRODUCCIN
CAPTULO
PRIMERO
ORGANIZACIN
JUDICIAL
Y
SISTEMA
DE
DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
MARROQUES
I. DERECHO
ISLMICO
Y
DERECHO
DE
FAMILIA
MARROQU
1. FUENTES
DEL
DERECHO
ISLMICO
Y
ESCUELAS:
UNA
APROXIMACIN..28
A. Breve
aproximacin
al
Islam
y
al
Derecho
islmico28
a) Religin
islmica28
b) Origen
del
Derecho
islmico...30
B. Fuentes
del
Derecho
islmico38
a) El
Corn..38
b) La
Sunna....44
c) Al-
iytihad..48
C. Principales
escuelas
del
Derecho
islmico..52
a) Escuela
hanaf.52
b) Escuela
malik.56
c) Otras
escuelas..............57
D. Especialidades
de
la
escuela
malik........................................................59
2. INFLUENCIA
DEL
DERECHO
ISLMICO
EN
EL
DERECHO
POSITIVO.
EL
CASO
DE
MARRUECOS
Y,
EN
ESPECIAL,
DEL
CDIGO
DE
FAMILIA.61
A. Aspectos
destacados
de
la
referencia
islmica
en
el
ordenamiento
marroqu.61
a) Relacin
entre
la
ley
islmica
y
el
Derecho
positivo.61
causas
de
disolucin
del
matrimonio
por
tatliq
procedimiento.231
a) Por
incumplimiento
de
la
obligacin
de
manutencin230
b) Por
ausencia
del
marido..236
c) Por
la
causacin
de
un
perjuicio..240
d) Por
la
existencia
de
un
defecto.244
e) Por
la
existencia
de
un
juramento
de
continencia
por
abandono..245
f) Procedimiento247
2. LA
DISOLUCIN
DEL
MATRIMONIO
EN
EL
ORDENAMIENTO
ESPAOL249
A. Extincin
de
la
relacin
matrimonial
mediante
la
nulidad
y
la
separacin..249
a) Presentacin249
b) Nulidad
del
matrimonio:
causas
y
procedimiento250
c) Separacin
matrimonial.252
B. Disolucin
del
matrimonio
por
divorcio255
C. La
disolucin
del
matrimonio
en
las
situaciones
privadas
internacionales:
el
nuevo
Reglamento
1259/2010259
CAPTULO
TERCERO
RECONOCIMIENTO
DEL
MATRIMONIO
CELEBRADO
EN
EL
EXTRANJERO
Y
DE
LAS
DECISIONES
EXTRANJERAS
DE
SU
DISOLUCIN
I. PERSPECTIVA
DEL
RGIMEN
JURDICO
DEL
RECONOCIMIENTO
DE
DECISIONES
EXTRANJERAS
EN
MARRUECOS
1. SISTEMAS
Y
CONDICIONES
PARA
RECONOCER
DECISIONES
EXTRANJERAS265
A. Rgimen
jurdico
anterior
al
Cdigo
de
Procedimiento
civil
de
1974..265
B. Rgimen
jurdico
actual.270
C. Delimitacin
normativa.274
2. DE
LA
PERSONALIDAD
A
LA
TERRITORIALIDAD
DE
LAS
NORMAS
PROCESALES...278
A. Situacin
anterior
al
Cdigo
de
Procedimiento
civil
de
1974278
B. Aplicacin
de
la
ley
procesal
con
carcter
territorial....281
II. MATRIMONIOS
CELEBRADOS
EN
EL
EXTRANJERO.
LOS
NUEVOS
ARTCULOS
14
Y
15
DEL
CDIGO
DE
FAMILIA
1. FINALIDAD
DE
LOS
ARTS.
14
Y
15
DEL
CDIGO
DE
FAMILIA.283
A. Su
relacin
con
el
Cdigo
de
Procedimiento
civil
de
1974..283
B.
Reconocimiento
de
la
regla
lex
loci
actus?..........................................286
C. Inscripcin
en
plazo
del
matrimonio
en
el
Consulado
marroqu.286
2. REQUISITOS
QUE
HAN
DE
REUNIR
LOS
MATRIMONIOS
CIVILES
CELEBRADOS
EN
EL
EXTRANJERO289
A. Capacidad
y
consentimiento.289
B. Inexistencia
de
impedimentos,
en
especial,
la
disparidad
de
cultos.291
C. Presencia
de
testigos
musulmanes..293
D. Que
no
se
haya
suprimido
la
dote...296
para
realizar
el
control
de
la
competencia
internacional.323
C. Control
del
carcter
religioso
de
la
autoridad
extranjera?..................327
2. FIRMEZA
DE
LA
DECISIN
EXTRANJERA..331
A. Interpretacin
jurisprudencial
flexible331
B. Su
interpretacin
tras
la
entrada
en
vigor
del
Cdigo
de
Familia..333
10
b) Anlisis
de
la
jurisprudencia372
c) Soluciones
y
propuestas.376
d) Recursos
que
cabe
interponer..377
3. EFECTOS
DEL
RECONOCIMIENTO378
A. Efectos
anteriores
al
exequtur....378
a) Introduccin..378
b) Efecto
probatorio
y
de
tipicidad
de
la
decisin
extranjera380
B. Efectos
del
exequtur.384
a) Efectos
derivados
del
exequtur.384
b) Momento
a
partir
del
cual
produce
efectos
de
la
decisin
extranjera385
CONCLUSIONES388
BIBLIOGRAFA.402
11
12
Abreviaturas y Siglas
ADDE
ADN
ADIJJ
BOE
BORM
Cc
CDN
CE
Constitucin Espaola
CEP
CF
CHM
COC
CLH
Convenio de La Haya
CP
Cdigo Penal
CPC
CM
Constitucin Marroqu
CMJ
CN
Cdigo de Nacionalidad
CT
Cdigo de Trabajo
CIE
CS
Consejo Superior
CSC
DCC
DCE
DGCPM
13
DGRN
DOC
DOCE
DOUE
DIPr
Exp.
Expediente
EEUU
Estados Unidos
JDI
JPI
MAE
MF
MI
Ministerio Interior
MJ
Ministerio de Justicia
MP
MRE
MRM
MS
Ministerio de Sanidad
ONU
OPIJ
REDI
RC
Registro Civil
RCADI
RCDIP
RCE
RMDC
RMD
RJPEM
RRC
RTDF
RIDIP
SGM
STSJ
TA
Tribunal Administrativo
14
TAA
TA
TAC
TC
Tribunal Comercial
TC
Tribunal de Casacin
TC
Tribunal Constitucional
TF
Tribunal de Familia
TF
Tribunal Financiero
TGI
TM
Tribunal Militar
TM
Tribunal Municipal
TP
Tribunal Provincial
TPI
TPJI
TS
Tribunal Superior
UE
Unin Europea
URSS
LEC
LDDF
LOPJ
IP
Investigadora Principal
ISJ
15
16
INTRODUCCIN
temas
pendientes
de
estudio
por
las
personas
que
se
dedican
al
campo
del
DIPr
(desde
la
perspectiva
espaola),
a
pesar
de
su
actualidad
e
inters,
derivado
de
las
crecientes
relaciones
entre
particulares
que
se
entablan
entre
las
dos
orillas
del
Mediterrneo
(y
entre
ambos
pases)1.
Es
sabido
que,
cada
vez
con
ms
frecuencia,
las
estancias
de
personas
de
nacionalidad
marroqu
en
este
pas
con
ocasin
de
unas
vacaciones,
de
la
visita
a
familiares,
etc.
son
empleadas
para
tramitar,
al
mismo
tiempo,
el
reconocimiento
de
los
matrimonios,
as
como
de
las
decisiones
relacionadas
con
otras
circunstancias
personales,
y,
entre
ellas,
en
particular,
la
disolucin
de
estos
enlaces
y
sus
consecuencias
con
respecto
a
los
hijos
o
al
patrimonio
de
estas
personas2.
De
otro
lado,
el
anlisis
del
rgimen
jurdico
del
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
(y,
en
particular,
en
el
campo
del
Derecho
de
familia,
con
exclusin
del
fenmeno
sucesorio)
requiere,
previamente,
comparar
(empleando
esta
expresin
en
un
sentido
amplio,
no
tcnico)
las
instituciones
del
Derecho
de
familia
de
ambos
ordenamientos,
el
espaol
y
el
marroqu,
en
la
medida
en
que
no
cabe
1
17
pretender
que
sean
homologadas
por
las
autoridades
marroques
decisiones
espaolas
relativas
al
amplio
campo
del
Derecho
de
familia
sin
saber
de
qu
instituciones
se
trata
y
si
existe
en
el
referido
ordenamiento
un
parangn
con
ellas3.
El
diverso
origen
histrico
de
ambos
ordenamientos
as
como
la
diversa
influencia
que
tienen
en
la
actualidad
hacen
que
las
divergencias
an
sean
apreciables
y,
muy
en
particular,
en
el
campo
del
Derecho
de
familia,
a
pesar
de
que,
al
mismo
tiempo,
en
algunos
casos,
estas
instituciones
cumplen
en
ambos
pases
una
misma
funcin
social4.
As
sucede,
muy
en
particular,
con
el
caso
de
la
conocida
kafala,
que
no
es
ni
una
adopcin,
ni
una
tutela,
ni
ninguna
de
las
modalidades
de
acogimiento
existentes
en
el
Derecho
espaol
o
de
otros
pases
del
entorno
europeo
u
occidental5.
3
Para
un
estudio
del
Derecho
de
Marruecos
y,
en
concreto,
del
actual
CF,
ponindolo
en
relacin
con
el
Derecho
espaol,
vase,
en
particular,
M
D.
CERVILLA
GARZN/
I.
ZURITA
MARTN.,
El
Derecho
de
familia
marroqu.
La
mudawana
2004
desde
el
Derecho
espaol,
Difusin
Jurdica,
Madrid,
2010.
4
Vase,
S.
FERRARI.,
El
espritu
de
los
derechos
religiosos.
Judasmo,
Cristianismo
e
Islam,
Herder,
Barcelona,
2004,
pp.
25-32;
N.
J.
COULSON.,
Historia
del
Derecho
Islmico,
Bellaterra,
Barcelona,
1998,
pp.
28-36.
Puede
decirse,
en
este
sentido,
que
la
hadana,
conocida
en
el
Derecho
islmico
y
que
regula
expresamente
el
actual
CF
de
Marruecos,
coincide,
en
parte,
con
las
funciones
propias
de
la
custodia
o
de
la
guarda,
que,
como
se
sabe,
integran
-en
parte-
las
especficas
de
la
patria
potestad.
Sin
embargo,
no
puede
identificarse
la
hadana
con
la
custodia,
ni
con
el
derecho
de
visita,
sino
que
se
trata,
ms
bien,
de
una
figura
destinada
a
conceder
las
funciones
de
crianza
del
nio
durante
determinada
etapa
de
su
vida,
sin
que
la
persona
(usualmente,
la
madre)
a
la
que
se
le
atribuye
(salvo
que
exista
alguna
causa
de
exclusin)
tenga
las
facultades
para
determinar
el
lugar
que
constituye
la
residencia
habitual
del
menor,
ni
tampoco
para
decidir
cuestiones
relacionadas
con
su
formacin,
educacin
(incluida
la
religiosa),
que
corresponden
a
la
persona
que
ejerce
la
wilaya,
que
es
usualmente,
el
padre.
Vase,
en
concreto,
G.
ESTEBAN/K.
OUALD
ALI/T.
SAGHIR.:
El
derecho
de
hadana
de
la
mujer
marroqu
con
respecto
a
sus
hijas
e
hijos
en
relacin
con
el
Derecho
espaol,
AAVV,
La
sitaucin
jurdico-familiar
de
la
mujer
marroqu
en
Espaa,
Estudios
del
IAM,
vol.
25,
Sevilla,
2008,
pp.
269
y
ss.
5
Siendo
muy
numerosos
los
estudios
que
se
han
realizado
acerca
de
la
figura
de
la
kafala
del
Derecho
islmico,
se
citan
a
continuacin,
tan
slo,
algunos
de
ellos,
de
entre
los
que
tratan
esta
medida
de
proteccin
desde
la
perspectiva
de
su
significa
en
el
Derecho
islmico
y
en
cada
una
de
sus
escuelas,
as
como
aqullos
que
dan
cuenta
desde
una
perspectiva
positiva,
de
su
regulacin
en
el
actual
Derecho
de
familia
de
Marruecos.
Vase,
en
particular,
P.
DIAGO
DIADO.:
La
kafala
islmica
en
Espaa,
AAVV,
Derecho
islmico
e
interculturalidad,
Iustel,
Madrid,
2011,
pp.
121
y
ss;
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA,
El
acogimiento
internacional
de
menores.
Rgimen
jurdico,
Comares,
Granada,
2000,
pp.
280
y
ss;
T.
SAGHIR.:
Regulacin
de
la
kafala
en
el
Derecho
marroqu,
J.V.
Gavidia
Snchez
(coord.),
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
Marcial
Pons,
Madrid,
2011,
pp.
315
y
ss.
18
Por
el
contrario,
se
trata
de
una
institucin
que
cuenta
con
unas
races
muy
profundas
en
el
Derecho
islmico
y
que
entronca
con
la
conocida
prohibicin
de
la
adopcin
que
estableci
el
Profeta
y
que
se
recoge
en
el
Corn
desde
entonces6.
El
Derecho
marroqu
recoge
esta
prohibicin
en
el
momento
actual,
as
como
lo
ha
hecho
histricamente,
a
diferencia
de
otros
pases
de
influencia
islmica,
en
los
que
se
admite,
al
realizar
una
interpretacin
distinta
de
las
expresiones
que
se
emplean
en
el
Corn
en
relacin
con
la
adopcin
de
las
personas
menores
de
edad7.
Para
ello,
para
facilitar
el
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras
y,
en
particular,
las
espaolas
en
Marruecos
en
el
mbito
del
Derecho
de
familia,
se
ha
dedicado
el
captulo
segundo
a
explicar
la
regulacin
de
las
principales
instituciones
del
Derecho
de
familia
que
se
estn
presentando
en
el
momento
actual
con
mayor
frecuencia
en
las
relaciones
hispano-marroques,
para
establecer
las
similitudes
y
diferencias
entre
ellas.
Y
ello,
con
la
finalidad
de
verificar
hasta
qu
punto
ha
de
impedirse
o,
por
el
contrario,
permitirse
la
homologacin
de
las
decisiones
espaolas
sobre
estas
materias
en
Marruecos.
Ahora
bien,
el
correcto
desarrollo
de
esta
investigacin
ha
requerido
centrar
su
objeto
en
el
matrimonio
y
su
disolucin,
esto
es,
en
el
rgimen
jurdico
del
reconocimiento
en
Marruecos
de
los
matrimonios
celebrados
en
el
extranjero,
as
como
la
homologacin
de
las
decisiones
judiciales
extranjeras
de
disolucin8.
6
Vase,
Y.
LINANT
DE
BELLEFONDS.,
Trait
de
Droit
musulman
compar,
vol.
II,
Paris/La
Haye,
1965,
pp.
106-108.
7
Vase,
T.
SAGHIR/K.
OUALD
ALI.:
Acercamiento
a
la
adopcin
en
los
pases
del
Magreb,
AAVV,
Regulacin
de
la
adopcin
internacional.
Nuevos
problemas,
nuevas
soluciones,
Aranzadi,
Pamplona,
2007,
pp.
84
y
ss;
y
M.
BORRMANS.:
Le
nouveau
Code
algrien
de
la
famille
dans
lensemble
des
Codes
musulmans
de
Statut
personnel,
principalement
dans
les
pays
arabes,
RIDC,
1986,
pp.
133
y
ss.
8
No
se
ha
podido
recoger
en
este
trabajo
la
cuestin
del
rgimen
jurdico
del
reconocimiento
en
Marruecos
de
las
cuestiones
relacionadas
con
los
efectos
del
matrimonio
ni
con
los
efectos
de
su
disolucin,
al
requerir
cada
una
de
ellas
un
estudio
detenido
y
exhaustivo
que
no
se
ha
podido
llevar
a
cabo
en
el
marco
de
la
realizacin
de
esta
investigacin.
Ahora
bien,
en
el
Cap.
Segundo
se
da
cuenta
de
la
regulacin
(material
o
sustantiva)
de
algunas
cuestiones
relacionadas
con
los
citados
efectos,
tanto
del
matrimonio
como
de
su
disolucin
(en
los
ordenamientos
marroqu
y
espaol),
en
la
medida
en
que,
usualmente,
la
homologacin
en
Marruecos
de
los
matrimonios
o
de
las
decisiones
de
disolucin
entraan
o
conllevan
tambin
la
solicitud
de
reconocimiento
de
algunos
aspectos
vinculados
con
cada
una
de
estas
19
En
tercer
extremo,
en
la
medida
en
que
esta
investigacin
se
centra
en
el
mbito
del
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras
en
Marruecos,
se
explican
y
se
exponen
en
lengua
castellana
las
condiciones
y
el
sistema
de
reconocimiento
existente
en
Marruecos,
as
como
su
organizacin
judicial
y
el
actual
sistema
de
DIPr
de
este
pas,
para
orientar
la
labor
de
los/as
operadores/as
jurdicos
espaoles/as,
que
se
ocupan
de
estas
relaciones
de
familia,
que
transcurren
entre
Espaa
y
Marruecos9.
De
esta
forma,
puede
aportarse
claridad
acerca
del
rgimen
jurdico
del
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras
en
Marruecos,
con
la
finalidad
adicional-
de
que
esta
cuestin
sea
tomada
en
cuenta
desde
el
momento
en
que
se
inicia
un
procedimiento
en
Espaa10.
De
este
modo,
la
decisin
que
pronuncien
las
autoridades
espaolas
no
encontrar
un
lmite
en
el
momento
de
su
homologacin
en
Marruecos,
pas
del
que
probablemente
son
nacionales
las
personas
que
inician
el
procedimiento
o,
al
menos,
de
una
de
ellas11.
Es
sabido
que
la
falta
de
continuidad
de
decisiones
(falta
de
instituciones.
Vase,
con
carcter
general,
sobre
las
cuestiones
que
se
plantean
desde
la
perspectiva
del
sistema
espaol
de
DIPr,
A.
RODRGUEZ
BENOT.:
El
estatuto
personal
de
los
extranjeros
procedentes
de
pases
musulmanes,
AAVV,
Derecho
islmico
e
interculturalidad,
Iustel,
Madrid,
2011,
pp.
89
y
ss;
A.
QUIONES
ESCMEZ.:
La
reception
du
nouveau
Code
de
la
famille
marocain
(Moudawana)
en
Europe,
RDIPP,
2004,
nm.
33,
pp.
877
y
ss.
9
En
concreto,
como
se
indica
infra,
el
rgimen
general
o
de
condiciones
se
recoge
en
el
actual
CPC
de
1974,
en
concreto,
en
los
arts.
430-432.
Y,
en
particular,
el
art.
430
prev
que
no
se
reconocen
las
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
hasta
que
se
les
d
efecto
por
el
Tribunal
de
Primera
Instancia
del
lugar
de
residencia
del
demandado
o
del
lugar
de
ejecucin
de
la
decisin,
en
su
defecto.
El
tribunal
ante
el
que
se
presente
la
solicitud
de
reconocimiento
debe
verificar
la
validez
de
la
decisin
y
la
competencia
del
tribunal
extranjero,
as
como
que
la
decisin
no
sea
contraria
al
orden
pblico
marroqu.
10
Para
una
significativa
aportacin
sobre
el
mtodo
en
DIPr
y,
en
particular,
sobre
la
necesidad
de
interpretar
el
actual
sistema
de
DIPr
espaol
de
tal
forma,
que
permita
el
reconocimiento
de
las
decisiones
que
pronuncien
las
autoridades
de
este
pas,
en
el
lugar
de
origen
o
procedencia
de
las
personas
que
emigran
vase,
en
particular,
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA.,
Inmigracin
y
Derecho
internacional
privado,
Difusin
Jurdica,
Madrid,
2009.
11
Vase,
en
particular,
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA.:
El
nuevo
Derecho
internacional
privado
de
la
inmigracin,
REDI,
2007-1,
pp.
103
y
ss.
20
21
Vase,
en
particular,
P.
DECROUX.,
Droit
international
priv.
Tome
I:
Les
sources
du
Droit.
Tome
II:
Droit
international
priv.
Col.
Manuels
de
Droit
et
deconomie
du
Maroc,
Ed.
La
Porte,
Rabat,
1963
(ambos
volmenes).
14
Vase,
en
particular,
A.
MOULAY
RCHID.,
Les
conflits
de
jurisdictions.
Cours
polycopi,
Facult
de
Droit,
Universit
Mohamed
V,
Rabat,
1989-1990.
15
El
estatuto
personal
es
el
conjunto
de
normas,
que
organizan
los
vnculos
de
la
familia,
es
decir,
las
relaciones
jurdicas
que
les
consideran
miembros
de
una
clula
familiar
amparada
por
los
lazos
de
parentesco
y
consanguinidad.
Vid.,
A.
ALKHAMLICHI.:
Attaliq
Aala
Qanun
Alahwal
Achajssiya:
Azzawaye
Wa
Attalaq,
Alyuze
Alawal,
Tabaa
1984,
pp.
5
y
ss.
16
El
legislador
marroqu
regul
la
nacionalidad
en
virtud
de
Dahir,
de
6
de
septiembre
de
1958,
que
ha
sido
modificado
en
varias
ocasiones
con
posterioridad.
En
cambio,
los
derechos
de
los
extranjeros
y
el
mbito
del
conflicto
de
leyes
(DIPr)
se
recogi
en
el
Dahir,
de
12
de
agosto
de
1913,
as
como
concretas
disposiciones
en
el
mbito
del
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras.
Y,
en
concreto,
el
art.
19
del
citado
Dahir
dispona
que:
les
jugements
rendus
ltranger
par
les
tribunaux
des
puissances
qui
auront
renonc
leur
privilge
de
jurisdiction
dans
le
protectorat
franais
du
Maroc
seront
dclars
excutoires
sans
rvision
au
fond,
sous
la
seule
condition
de
la
rciprocit.
Texto
en
francs
reproducido
por
A.
OUNNIR.:
La
reconnaissance,
loc.
cit.,
pp.
469
y
ss.
22
Como
se
sabe,
el
actual
CF
ha
recogido
dos
disposiciones
que
se
centran,
en
especial,
en
los
matrimonios
civiles
celebrados
por
MRE,
que
tienen
la
finalidad
(ms
terica
que
real),
de
facilitar
que
tales
matrimonios
sean
vlidos
en
Marruecos.
As,
los
arts.
14
y
15
del
CF
son
dos
disposiciones
nuevas,
que
se
han
recogido
por
vez
primera
en
el
sistema
marroqu
de
DIPr17.
De
otro
lado,
el
art.
128
del
CF
tambin
presenta
inters
en
el
mbito
del
reconocimiento,
en
especial,
en
relacin
con
la
homologacin
en
Marruecos
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio18.
No
obstante,
la
cooperacin
internacional
en
materia
de
estado
personal
y
familiar,
es
otro
aspecto
o
faceta
imprescindible
de
todo
sistema
de
DIPr
en
el
momento
actual
para
dar
respuesta
a
las
citadas
situaciones
privadas
internacionales,
y
con
la
finalidad
de
superar
las
dificultades
que
se
presentan,
habida
cuenta
de
su
vinculacin
con
una
pluralidad
de
ordenamientos.
Tomando
en
cuenta
la
importancia
de
la
cooperacin
internacional,
cabe
decir
que
en
Marruecos
se
ha
consagrado
desde
la
independencia
la
cooperacin
internacional,
a
travs
de
la
adhesin
y
aplicacin
de
numerosas
convenciones
internacionales19.
Se
trata,
bsicamente,
de
convenios
firmados
en
materia
personal
y
familiar,
con
los
pases
europeos
de
destino
de
las
personas
procedentes
de
Marruecos20.
Cabe
citar
17
23
24
Debe
citarse
en
este
sentido
una
interesante
decisin
del
TS
marroqu
sobre
este
particular.
La
cuestin
se
centr
en
que
la
sentencia
francesa
haba
concedido
la
custodia
del
hijo
a
la
madre,
tras
la
separacin,
lo
que
va
frontalmente
en
contra
del
orden
pblico
marroqu.
Si
bien
el
TA
de
Agadir
decide
que
la
esposa
debe
residir
en
el
mismo
lugar
que
el
marido,
y
por
consiguiente,
la
custodia
corresponde
a
ambos,
la
decisin
del
esposo
de
instalarse
junto
a
los
hijos
en
Marruecos,
influy
en
la
sentencia
del
TA,
que
decidi
la
entrega
de
los
hijos
a
la
esposa
marroqu
residente
en
Francia,
de
conformidad
con
el
art.
25
del
Acuerdo
franco-
marroqu
de
1981.
Y
ello,
a
pesar
de
que
esta
decisin
se
opona
claramente
al
art.
99
de
la
Mudawwana.
El
TS
desestim
el
recurso
de
casacin
y
reenvi
el
caso
al
TA
[vase,
STS
n
451,
de
15/10/2003
(exp.
n
66/2/1/2002)].
24
Cabe
hacer
referencia,
muy
en
particular,
a
la
monografa
recientemente
aparecida,
que
es
el
resultado
de
las
contribuciones
realizadas
por
un
nutrido
grupo
de
especialistas
del
campo
del
Derecho
privado,
as
como
del
Derecho
internacional
privado,
sobre
el
Derecho
de
familia
en
las
nuevas
sociedades
multiculturales.
Vase,
en
particular,
J.
V.
GAVIDIA
SNCHEZ
(coord.).,
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
Marcial
Pons,
Madrid,
2011.
25
Ha
sido
imprescindible
para
ello,
tratar
la
organizacin
judicial
en
Marruecos,
en
especial,
tras
la
independencia,
as
como
tras
la
aprobacin
de
un
conjunto
de
reformas
legislativas,
tendentes
a
eliminar
la
dualidad
de
jurisdicciones
existentes
hasta
el
1
de
enero
de
1966,
fecha
25
En
este
sentido,
tuvo
un
importante
impacto
en
la
actual
configuracin
del
sistema
marroqu
de
DIPr
la
aprobacin
del
Cdigo
de
Procedimiento
civil
de
1974,
en
la
medida
en
que
no
slo
introdujo
la
actual
regulacin
del
denominado
rgimen
de
mnimos
(de
condiciones)
para
reconocer
las
decisiones
judiciales
extranjeras
(arts.
430-432),
sino
que
aport
algunas
modificaciones
de
cuestiones
relacionadas
con
el
sistema
de
DIPr
con
carcter
general,
como
se
indica
de
forma
ms
detenida
en
el
Captulo
Primero26.
En
todo
caso,
cabe
hacer
hincapi
en
la
importancia
que
tuvo
para
el
nacimiento
del
citado
sistema
de
DIPr
marroqu
la
propia
historia
del
pas,
as
como,
muy
en
particular,
la
etapa
en
la
que
estuvo
bajo
la
dominacin
extranjera,
de
un
lado,
y,
de
otro,
el
perodo
posterior
a
la
independencia,
que
tuvo
lugar
en
195627.
Y,
por
ltimo,
cabe
indicar
que,
si
bien
la
finalidad
de
las
legislaciones
y
las
leyes
aprobadas
en
un
territorio
es
regular
determinadas
relaciones,
expresan
al
mismo
tiempo,
la
soberana
de
un
pas,
que,
en
el
caso
de
Marruecos
es
dual,
en
la
medida
en
que
no
slo
se
extiende
la
accin
de
sus
disposiciones
a
determinado
territorio
(nacional),
sino
que
tambin
rige
sobre
un
grupo
de
personas,
cuya
relacin
poltica
y
jurdica
con
el
Estado
es
de
nacionalidad,
pero,
al
mismo
tiempo,
de
pertenencia
a
una
comunidad
religiosa
(musulmana)28.
en
la
que
entr
en
vigor
la
reforma
de
la
organizacin
judicial
en
Marruecos,
llevada
a
cabo
tras
la
adopcin
del
Dahir
de
26
de
enero
de
1965
(BORM
de
3
de
febrero
de
1965),
que
suprimi
la
dualidad
de
jurisdicciones
existente
hasta
el
momento
(para
marroques
y
para
extranjeros).
26
Aprobado
por
Dahir,
de
28
de
septiembre
de
1974
(BORM
de
30
de
septiembre).
Vase,
muy
en
particular,
J.
DEPREZ.:
La
reforme
de
lorganisation
judiciaire
et
la
procdure
au
Maroc
(Dahirs
de
15
juillet
et
26
septembre
1974)
et
le
Droit
international
priv,
RJPEM,
1977,
vol.
3,
pp.
45
y
ss;
id.,
La
reforme
de
lorganisation
judiciaire
et
la
procdure
au
Maroc
et
le
Droit
international
priv
(deuxime
partie),
RJPEM,
1978,
vol.
4,
pp.
49
y
ss.
27
Vase,
M.
BOURELY:
Le
Droit
international
priv
du
Maroc
indpendant,
RCDIP,
1962,
pp.
210
y
ss.
28
Vase,
entre
otros,
N.
YASSARI:
Die
Rechtsquellen
des
islamischen
rechts;
eine
Einfhrung,
ZfRV,
1999/3,
pp.
103
y
ss;
B.
BOTIVEAU,
Loi
islamique
et
droit
dans
les
socits
arabes,
Karthala,
Pars,
1993;
id.,
Derecho
islmico:
de
lo
poltico
a
lo
antropolgico,
AAVV,
El
islam
jurdico
y
Europa,
Icaria,
Barcelona,
1998,
pp.
45
y
ss;
A.
OURKIA.:
Las
fuentes
del
Derecho
Malek
y
su
influencia
en
el
Cdigo
de
familia
de
Marruecos
en,
AAVV,
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
Jan
2009-2011,
Comares,
Granada,
2013
(CD).
26
De
ah
que
el
actual
art.
2
del
CF
disponga
que:
las
disposiciones
del
presente
Cdigo
se
aplican
a:
1.
toda
relacin
entre
dos
personas
de
nacionalidad
marroqu,
cuando
una
de
ellas
sea
musulmana;
2.
todos
los
marroques,
aunque
ostenten
otra
nacionalidad;
3.
los
refugiados,
comprendiendo
tambin
a
los
aptridas,
de
conformidad
con
el
Convenio
de
Ginebra,
de
28
de
julio
de
1951,
relativo
al
estatuto
de
los
refugiados;
4.
toda
relacin
entre
dos
personas
cuando
una
de
ellas
posea
la
nacionalidad
marroqu.
Los
marroques
de
confesin
juda
se
someten
a
las
reglas
del
estatuto
personal
hebreo29.
Si
bien
el
art.
2
del
CF
no
se
recoga
en
la
antigua
mudawwana,
su
contenido
no
puede
considerarse
nuevo,
dado
que
Marruecos
es
un
Estado
musulmn
y
el
objetivo
del
Cdigo
ha
sido
regular
las
relaciones
homogneas
que
tienen
lugar
entre
musulmanes
marroques,
refugiados
y
aptridas30.
De
otra
parte,
no
hay
que
minusvalorar
su
importancia
en
el
mbito
del
reconocimiento,
pues,
si
bien
no
se
centra
especficamente
en
este
tipo
de
cuestiones,
las
condiciona
en
gran
medida,
porque
a
los
MRE
se
les
habr
tenido
que
aplicar
el
CF
(por
las
autoridades
espaolas)
si
desean
que
sean
homologadas
en
su
pas
de
origen
las
decisiones
pronunciadas
en
los
pases
(extranjeros)
de
residencia.
29
Traduccin
recogida
en,
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA
(dir.),
Cdigo
marroqu
de
la
Familia,
Blanca,
Jan,
2009.
30
Sobre
el
alcance
y
sentido
del
citado
art.
2
del
CF
vase,
en
particular,
M-C.
FOBLETS/J.-Y.
CARLIER.,
Le
Code
marocain
de
la
famille.
Incidences
au
regard
du
droit
international
priv
en
Europe,
Bruylant,
Bruxelles,
2005,
p.
6
(y
pp.
7
y
ss).
27
CAPTULO
PRIMERO
ORGANIZACIN
JUDICIAL
Y
SISTEMA
DE
DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
MARROQUES
I.
28
31
32
29
el
Islam
supera
una
mera
religin
que
ordena
los
asuntos
de
culto,
para
constituirse
en
una
forma
de
entender
la
vida
y
desenvolverse
en
ella35.
En
efecto,
el
Islam
como
religin
y
modo
de
vida
abarca
al
ser
humano
en
su
totalidad,
lo
que
implica
un
enorme
caudal
normativo,
que
se
organiza
en
torno
a
una
serie
de
escuelas
que,
desde
los
primeros
siglos
de
la
historia
islmica,
vienen
regulando
los
citados
aspectos.
Como
se
sabe,
la
religin
Islmica
naci
en
al
ao
622
d.
C.
Sin
embargo,
conviene
remontarse
en
el
tiempo
para
comprender
algunas
de
sus
tradiciones.
En
primer
lugar,
hay
que
saber
que,
cuando
se
habla
del
Islam,
no
se
trata
slo
del
aspecto
religioso,
sino
que
dicha
referencia
se
extiende
a
otras
facetas,
que
no
deben
ser
vistas
como
reas
aisladas,
sino
como
un
conjunto,
que
representa
a
esta
religin36.
De
otro
lado,
el
Islam
es
una
realidad
nica
e
indivisible
para
entender
que
el
conocido
principio,
de
que
el
hecho
religioso
no
existe
en
estado
puro,
sino
que
es
-al
mismo
tiempo-
un
hecho
histrico,
sociolgico,
cultural
y
psicolgico,
que
alcanza
en
el
Islam
su
mxima
vigencia.
As,
en
el
mundo
islmico,
todos
los
mbitos
de
la
vida
aparecen
regulados
en
el
Derecho
Islmico,
que
est
constituido
por
el
conjunto
de
pautas
y
normas,
que
ordenan
todos
los
asuntos
y
materias,
desde
la
forma
de
vivir
hasta
el
diseo
de
las
estructuras
polticas.
b) Origen
del
Derecho
islmico
Dada
la
importante
figura
del
Profeta
Mohammed
como
representante
y
smbolo
de
la
nacin
musulmana,
tras
su
fallecimiento,
hubo
una
gran
confusin
por
35
Vase,
entre
otros
M.
M.
CHALABI,
Ahkam
Alusra
Fi
Alislam,
Attabaa
4
Addar
Alyamieya
Beirut,
1983,
pp.
89-90;
y
M.
EL
AYAD:
La
jeunesse
et
lislam
tentative
danalyse
dun
habitus
religieux
cultiv,
les
jeunes
et
les
valeurs
religieux
EDIFF/CODESRIA
2003,
pp.
75
y
ss.
36
Por
ello,
puede
hacerse
referencia
a
este
hecho
religioso
omnicomprensivo
de
todos
los
aspectos
de
la
vida,
como
cultura,
refugio
espiritual,
esbozo
de
un
sistema
econmico,
realidad
poltica,
etc.
Lo
que
se
percibe
en
el
mundo
occidental
por
separado,
es
vivido
por
los
musulmanes
como
unidad,
que
recuerda
la
solidaridad
latente
bajo
mltiples
divisiones
y
cuya
alma
es
una
fe
comn.
30
motivo
de
las
primeras
conquistas,
en
Chaame
(Siria,
Lbano,
Palestina),
Egipto,
Irak,
y
Fares.
Durante
este
perodo,
tuvo
lugar
una
ola
de
mestizaje
entre
los
rabes
musulmanes
y
otras
razas,
que
dio
lugar
a
nuevas
situaciones
y
nuevos
sistemas
polticos
y
sociales.
Ha
de
tomarse
en
cuenta,
de
otro
lado,
que
lo
espiritual
(el
milagro)
ha
llegado
a
su
fin
con
la
muerte
del
Profeta
y
la
resolucin
de
las
cuestiones
religiosas
se
traslad
a
los
Califas
Arrachidine
(los
sucesores)
y
a
los
seguidores
del
Profeta.
Desde
esta
etapa,
el
Ijtihad
se
ha
convertido
en
una
fuente
del
Derecho,
en
la
que
se
han
apoyado
los
eruditos
y
doctores.
Posteriormente,
la
diversidad
de
las
fuentes
ha
generado
controversia
de
opiniones.
De
hecho,
los
habitantes
de
la
ciudad
de
La
Meca
resuelven
los
conflictos
mediante
la
presencia
de
un
testigo
y
el
juramento
del
demandante,
mientras
que
en
Egipto,
Chaame
y
en
Irak
se
exige
el
testimonio
de
dos
hombres
o
de
un
hombre
y
dos
mujeres.
No
obstante,
estas
cuestiones
cobraron
poca
importancia
a
la
hora
de
resolverlas.
Ha
de
sealarse
que
entre
las
caractersticas
ms
importantes
del
Iytihad
figura
su
tendencia
realista
y
prctica37.
Es
ms,
los
fieles
del
Profeta
fueron
totalmente
conscientes
de
la
responsabilidad
que
pesaba
sobre
ellos
en
cuanto
a
la
adopcin
de
la
legislacin,
de
forma
que
procuraban
eludir
cualquier
situacin
supuesta.
De
otro
lado,
los
asuntos
religiosos
y
profanos
han
permanecido
unidos
durante
la
primera
Repblica
islmica
en
Almadina
Almunawarra
o
Meca.
En
la
poca
del
Profeta
y
los
cuatro
Califatos
sucesores
aparece
el
Estado
Amauye,
primer
Rgimen
real
sucesorio
en
el
Islam.
Comienza
la
primera
distincin
entre
los
asuntos
religiosos
y
profanos,
a
pesar
de
que
el
Presidente
del
Estado
conservara
su
apodo
como
el
Prncipe
de
los
Creyentes,
Amir
Almueminin.
Se
trata
de
la
era
del
Imperio
con
la
extensin
de
su
territorio,
de
su
poder
y
de
su
potencial
militar.
De
otro
lado,
se
trata
del
periodo
marcado
por
el
nacimiento
de
las
diferentes
escuelas
y
tendencias
y
la
37
Vase,
J.
JAMIL
AHMED
NASER,
Ahkam
Alhwal
Achajsiyya,
Fi
dawe
Achariaa
Alislamiya
Algharae
wa
Alqawanin
Alhaditha,
1994,
Omane,
p.
15,
y
W.
AZZAHILI:
Alfiqh
Alislami
Wadilatuh
Alyuse
Aljamis,
Dar
Alfikre,
pp.
764
y
ss.
31
inscripcin
de
los
principios
de
la
Shariaa
y
las
reglas
generales
que
emanan
del
Islam38.
As,
en
estas
reglas
figuran
los
principales
pilares
del
Islam,
enumerados
en
cinco,
que
conforman
una
de
las
materias
que
ha
suscitado
-y
sigue
planteando-
dudas
entre
los
musulmanes
y
es
causa
de
divisin
de
los
eruditos,
pues
cada
uno
los
interpreta
segn
sus
criterios39.
Indudablemente,
el
pensamiento
doctrinal
islmico
ha
culminado
su
desarrollo
en
la
poca
que
comienza
a
partir
del
fallecimiento
del
ltimo
acompaante
del
Profeta,
en
los
ltimos
das
del
Amayuien
y
sigue
a
lo
largo
de
la
edad
de
oro
o
del
avance
Alaabassi,
en
concreto,
del
s.
VII
al
X
d.
C.
Por
tanto,
se
establece
la
doctrina
islmica
como
materia
cientfica
independiente,
a
la
cual
se
dedic
una
nueva
generacin
de
eruditos
su
tiempo
y
38
39
32
40
Vase, MAYYALAT ALMADHAB ALMALIK, Aadad Jass Bifiqh Alusra, n 6, 2008, pp. 23 y ss.
33
41
Es
ms,
han
rechazado
cualquier
autoridad
emanada
de
las
escuelas
clsicas/antiguas,
que
restringe
o
no
permite
la
interpretacin
libre,
e
independiente
de
la
anterior
derivada
de
los
primeros
Ulemas.
En
efecto,
los
fuqaha
modernos
han
reclamado
el
derecho
de
deduccin
e
interpretacin
de
los
textos
religiosos
a
la
luz
de
la
nueva
situacin
social
e
intelectual.
Vase,
J.
JAMIL
AHMED
NASER,
Ahkam
Alhwal
Achajsiyya,
op.
cit,
p.
20;
M.
M.
CHALABI,
Ahkam
Alusra
Fi
Alislam,
Attabaa
4
Addar
Alyamieya,
Beirut,
1983,
pp.
89-90.
42
Se
trata
de
una
tendencia,
que
ha
alcanzado
un
record
en
la
promulgacin
de
la
Revista
relativa
a
las
sentencias
jurdicas,
conocida
como
el
Cdigo
de
los
tratos
civiles
Otomano,
que
se
compone
de
1501
materias,
inspirado
en
la
escuela
Hanafita
sin
limitarse
por
la
opinin
mayoritaria,
tomando
en
cuenta
los
intereses
de
los
dems
y
el
Istihsane.
El
mismo
constituy
el
Cdigo
civil
de
Siria,
Jordania
e
Irak,
hasta
que
se
aprobaron
nuevas
leyes.
43
Pese
a
que
el
Derecho
islmico
no
incluye
una
teora
de
contratos
stricto
sensu,
contiene
reglas
en
las
que
se
han
basado
Cdigos
civiles
actuales.
Entre
otros,
consltese
H.
KHALID/A.
NAJA:
Ahkam
Alahwal
Achajsiya
Fi
Ashariaa
Alislamiya
Attabaa
Aloula,
Dar
Alfikre,
Beirut
Lubnan,
pp.
356
y
ss.
34
44
Es
sabido
que
el
difunto
Mohammed
Qadri
Bacha
redact
hace
ms
de
un
siglo
un
libro
llamado
Gua
del
desconcentrado
en
el
conocimiento
de
la
situacin
de
la
persona,
conformado
de
941
materias,
que
siguen
la
interpretacin
de
escuela
hanafita
en
las
cuestiones
civiles,
al
estilo
del
Cdigo
civil
egipcio.
Anteriormente,
el
Sultn
otomano
elabor
la
Revista
de
las
decisiones
judiciales.
En
general,
los
primeros
fuqaha
dejaron
numerosas
obras
sobre
el
Derecho
internacional,
debiendo
destacarse:
Las
disposiciones
sultanas
y
las
provincias
religiosas
de
Mawridi
Abi
Alhassan
Albasri
y
La
poltica
legislativa
en
la
mejora
del
pueblo
y
del
gobernante
de
Ibn
Taymiya.
Vase,
J.
JAMIL
AHMED
NASER,
Ahkam
Alhwal
Achajsiyya,
op.
cit,
p.
20.
35
45
36
Tras
el
fallecimiento
del
Profeta
Mohammed,
un
grupo
de
musulmanes
han
concluido
que
la
persona
ms
habilitada
para
sustituir
al
Profeta,
o
la
que
puede
ocupar
el
puesto
del
Califato,
es
su
sobrino
y
yerno
Ali
Ibn
Abi
Taleb,
incluso
han
aconsejado
que
la
candidatura
no
salga
del
entorno
familiar
del
Profeta.
Aunque
ms
adelante,
han
aceptado
a
Abi
Bakr
Assadiq
para
el
citado
puesto,
y
despus
a
Omar
Ibn
Alkhattab,
por
decisin
del
propio
Ali.
No
obstante,
reaparece
la
controversia
tras
elegir
a
Otman
Ibn
Affan
como
Prncipe
de
los
Creyentes,
hasta
el
punto
de
llegar
a
una
matanza
entre
los
seguidores
de
Ali
y
sus
enemigos,
que
queran
a
Muaawiya
Ibn
Abi
Sufian,
y
por
ello
terminaron
con
la
vida
de
Ali.
49
Vase,
J.
JAMIL
AHMED
NASER,
Ahkam
Alhwal
Achajsiyya,
op.
cit,
p.40.
37
50
Los
Ahadith/Hadith
eran
poderosas
armas
en
las
luchas
polticas,
y
pronto
se
vio
la
necesidad
de
evitar
su
continua
manipulacin,
atribuyndoles
un
valor
en
funcin
de
quin
hubiera
transmitido
la
tradicin
y
quin
estuviera
en
el
origen
de
sta.
No
obstante,
se
lleg
a
la
conclusin
por
medio
a
otro
Hadith
transmitido
por
caysha
(la
madre
de
los
creyentes)
cuando
se
le
pregunt
que
cmo
era
la
conducta
del
ilustre
Profeta
del
Islam
y
ella
respondi:
"el
Corn".
Vase,
I.
HAYYAN,
Crnica
de
los
emires
Alhakam
I
y
Abdarrahman
II
entre
los
aos
796
y
847
(traduccin,
notas
e
ndices
de
M.
Ali
Makki
y
F.
Corriente),
Instituto
de
Estudios
Islmicos
y
del
Oriente
Prximo,
Zaragoza,
2001,
p.120.
51
La
interpretacin
de
Hadithes
en
los
pases
islmicos
ha
sido
desviada
en
algunas
ocasiones
a
favor
de
los
intereses
de
un
grupo
de
personas
o
de
una
persona
para
justificar
un
acto
o
un
comportamiento.
La
poligamia
sirve
de
ejemplo
en
este
sentido,
dado
que
en
determinadas
ocasiones
se
sacan
a
colacin
los
matrimonios
del
Profeta
para
contraer
matrimonio
con
varias
mujeres.
Sin
embargo,
no
se
suele
hacer
referencia
a
las
virtudes
del
Profeta
Mohammed,
cuando
se
cas
con
Khadija
quince
aos
mayor
que
l,
con
la
que
mantuvo
una
relacin
sentimental
muy
slida,
que
le
impidi
casarse
con
otras
mujeres
y,
tras
su
muerte,
se
qued
viudo
durante
cuatro
aos,
desarrollando
el
papel
de
padre
y
madre,
a
la
vez.
52
Vase,
A.
CUKAR/I.
ZABALETA,
Islam,
La
religin,
op.
cit,
p.
10-14.
En
el
mismo
sentido
vase,
A.
BORRS
RODRGUEZ/
S.
MERNISSI
(eds.),
El
Islam
Jurdico
y
Europa,
Icaria,
ICM,
Barcelona,
1998,
p.
97.
38
53
sta
era
la
idea
primitiva
del
Profeta
y
as
se
encuentra
expresado
en
el
Corn.
Vanse,
entre
otras,
las
azoras
(Surat)
II
263,
III
134,
IV
149,
XVI
126,
XXIV
22,
XLII
37,
40
y
LXIV
14
del
Sagrado
Corn.
P.ej.,
la
insistencia
en
proclamar
las
virtudes
del
perdn,
en
su
ms
amplio
sentido;
la
renuncia
a
los
derechos
en
virtud
de
la
generosidad;
el
trato
discriminatoriamente
positivo
a
favor
de
viudas
y
hurfanos,
etc.
Vase,
M.
ABDEL
HAMID,
Ahkam
al-iytihad
fi
a-charici
al-
islamiyati,
Dar
al-kitab
al-jamici,
El
Cairo,
1978,
p.
192.
54
Vase,
S.
MERNISSI
:
Quelques
Aspects
de
la
codification
du
Statut
Personnel
Marocain,
Le
Statut
Personnel
des
musulmans,
Droit
compar
et
droit
international
priv.
Travaux
de
la
Facult
de
Droit,
Univ.
Catholique
de
Louvain,
1992,
pp.
112
y
ss.
55
Para
los
musulmanes,
el
Corn
es
Kalam
Qadim,
discurso
fuera
del
devenir,
mientras
que
el
del
Profeta
es
Kalam
Hadiz,
un
discurso
surgido
en
tiempo.
Vase
A.
CUKAR/I.
ZABALETA,
Islam
la
religin,
op.
cit,
p.
106.
39
56
Vase
A.
OURKIA:
Las
fuentes
del
Derecho
Malek
y
su
influencia
sobre
el
Cdigo
de
Familia
de
Marruecos
en,
J.
MENOR/G.
ESTEBAN
(coords.):
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
la
provincia
de
Jan
2009-2010,
Comares,
2011,
pp.
355
y
ss.
57
El
Corn
o,
en
una
denominacin
ms
arcaica,
Al-Quran,
tambin
escrito
al-
Qurcn
en
rabe
literalmente
"la
recitacin";
el
nombre
completo
es
Al-Quran
Al-Karm
(el
noble
Corn)
es
el
libro
sagrado
de
los
musulmanes
que
contiene
la
palabra
de
Allah
revelada
a
Mohammed,
quien
recibi
estas
revelaciones
por
medio
del
ngel
Gabriel
(Yibril).
Durante
la
vida
del
profeta
Mohammed,
las
revelaciones
eran
transmitidas
oralmente
o
escritas
en
hojas
de
palmeras,
trozos
de
cuero
o
huesos,
etc.
A
la
muerte
del
profeta,
en
632
Hiyriya
sus
seguidores
comenzaron
a
reunir
estas
revelaciones,
que
durante
el
Califato
de
Utman
iban
cffan,
tomaron
la
forma
que
hoy
conocemos,
114
captulos,
cada
uno
dividido
en
versculos
Ayat.
58
Vase,
A.
JWIYED,
Mayyala
li-dirasat
a-sarica
al
islamiyati,
kuliyat
al-huquq
bi
fes,
Fs,
1995,
p.
134.
40
espiritualista
que
las
Medinenses,
que
se
centran
en
temas
relacionadas
con
el
campo
jurdico59.
Abarca
todas
las
relaciones
de
la
persona
con
Dios,
consigo
misma
y
con
los
dems
como,
p.
ej.,
las
normas
de
la
familia,
las
normas
sociales,
econmicas,
polticas,
etc.
El
Corn
toma
muchos
personajes
que
aparecen
en
los
libros
sagrados
del
judasmo
y
el
cristianismo
como
el
Toral
y
Biblia
y
en
la
literatura
devota,
p.
ej.,
los
libros
apcrifos,
con
muchas
diferencias
en
detalle.
Personajes
bblicos
muy
conocidos
como
Adn,
No,
Abraham,
Moiss,
Jess
de
Nazaret
y
Juan
Bautista
aparecen
mencionados
como
Profetas.
Para
los
musulmanes,
el
Corn
es
la
palabra
"eterna
e
increada"
de
Allah,
por
ello,
su
transmisin
debera
realizarse
sin
el
menor
cambio
en
la
lengua
originaria,
el
rabe
clsico,
lengua
-en
consecuencia-
considerada
sagrada
a
todos
los
efectos.
El
Corn
ha
sido
traducido
a
varios
idiomas,
principalmente
pensando
en
aquellos
creyentes
cuyas
lenguas
no
son
rabes.
An
as,
en
la
liturgia
se
utiliza
exclusivamente
el
rabe,
ya
que
la
traduccin
nicamente
tiene
valor
didctico,
como
instrumento
para
ayudar
a
entender
el
texto
original.
De
hecho,
una
traduccin
del
Corn
ni
siquiera
se
considera
que
sea
un
Corn.
Hoy
en
da,
no
cabe
duda
de
la
autenticidad
del
Corn,
concretamente,
de
que
procede
directamente
de
la
revelacin
del
Profeta
Mohammed,
que
qued
cerrada
con
su
muerte
en
el
ao
632,
la
puesta
por
escrito
de
esta
revelacin
fue
ordenada60.
59
Vase,
I.
ABI
ZAID
ALQAYRAWANI,
Compendio
de
Derecho
Islmico,
Ed.
de
Jess
Riosalido,
Trotta,
Madrid,
1993,
p.
24.
60
La
fase
de
compilacin
de
todos
los
testimonios
del
texto
cornico
existente
comenz
bajo
el
califato
de
Abu
Bakr
(632-634),
aunque
fue
el
califa
Utman
(644-654),
quien
orden
el
inventario
de
Mushafde
los
ejemplares
del
Corn
existentes,
a
fin
de
confrontarlos
y
acordar
el
texto
legtimo
en
el
caso
de
que
hubiera
diferencia.
As
pues,
partiendo
de
unos
quince
cdices
principales
y
doce
secundarios,
se
conform
el
Corn
definitivo,
cuya
canonicidad
fue
legitimada
con
el
aval
de
Zayd
b.
Tabit
(m.
665),
el
ms
joven
de
los
secretarios
medinenses
del
Profeta,
y
de
Hafsa,
una
de
las
esposas
del
Profeta
(vase,
S.
QUTB,
41
Vase, S. QUTB, Ataswir al-fanni fi al quran, Dar al-ma3crif, El Cairo, 1980, p. 120.
62
42
religiosos
(oraciones,
peregrinacin,
sacrificios,
etc.),
que,
en
total,
suman
unos
ciento
cuarenta
versculos
o
Surat,
y
el
resto,
de
temtica
ms
claramente
legal63.
Las
prescripciones
de
corte
marcadamente
jurdico
son
relativamente
poco
numerosas,
unas
130,
a
saber:
las
relativas
al
Derecho
de
familia
estn
enunciadas
en
70
Ayat,
las
relacionadas
con
el
Derecho
civil
en
otras
70,
a
las
que
hay
que
sumar
30
aproximadamente,
que
se
refieren
al
Derecho
penal,
13
para
los
procedimientos
jurdicos,
10
para
temas
relacionados
con
el
Derecho
constitucional,
25
para
las
relaciones
internacionales
y,
por
ltimo,
10
para
el
sistema
econmico
y
financiero64.
Por
supuesto,
se
trata
de
una
enumeracin
aproximada,
pues
los
expertos
cornicos
y
los
ulemas
an
discuten
sobre
ello,
ya
que,
el
contenido
jurdico
de
algunas
Ayats
es
discutible
y,
con
frecuencia,
un
mismo
precepto
concierne
simultneamente
a
varios
mbitos
del
Derecho.
Las
prescripciones
relativas
al
Derecho
de
familia
estn
enunciadas
en
unos
70
versculos;
en
los
que
se
hace
referencia
al
matrimonio,
el
divorcio,
la
dote,
la
guarda
de
nios,
el
amamantamiento,
los
lazos
de
parentesco,
el
periodo
de
luto,
el
testamento
y
la
herencia.
Las
reglas
relacionadas
con
el
mbito
econmico
tratan,
sobre
todo,
de
las
transacciones
comerciales,
como
la
venta,
los
alquileres,
los
depsitos,
los
prstamos,
etc.
Incluso
en
este
mbito
tan
objetivo
judicialmente,
se
respira
el
aire
moral
cornico
cuando
sugiere
soluciones
generosas.
Los
preceptos
relativos
al
Derecho
penal
se
refieren
al
homicidio,
al
robo,
a
la
corrupcin,
al
adulterio,
a
la
difamacin,
etc.,
todo
ello,
en
una
treintena
de
versculos.
En
cuanto
a
los
preceptos
sobre
las
relaciones
internacionales,
tratan
en
su
63
64
Vase, M. IBN ABD AL WAHHAB, L'unicit de Dieu, Dar al qalam, El Cairo, 1992, p.180.
43
mayora
sobre
la
guerra
y
la
paz,
las
condiciones
de
la
misma
para
los
dirigentes,
de
la
obligacin
y
necesidad
de
buscar
-ante
todo-
el
entendimiento,
de
la
justicia
e
igualdad
con
las
que
hay
que
tratar
al
vencido,
etc.
Por
ltimo,
se
encuentran
en
el
Corn
versos,
que
sirven
de
base
para
la
organizacin
de
la
vida
social
y
de
las
relaciones
entre
ricos
y
pobres,
as
como
normas
para
el
trato
con
los
trabajadores65.
Ha
de
tener
en
cuenta
que
la
Shariaa
islmica
se
instaura
como
pieza
clave
para
las
sociedades
musulmanas.
A
pesar
de
ser
cada
vez
ms
numerosos
los
puntos
comunes
entre
los
textos
jurdicos
actuales
de
pases
islmicos
y
Estados
occidentales,
no
es
menos
cierto
que
las
aportaciones
del
Islam
continan
estando
omnipresentes
en
los
Estados
islmicos
y
preponderan
por
encima
del
resto
de
las
normativas.
Para
un
musulmn,
el
Islam
establece
todo
aquello
en
lo
que
se
debe
tener
fe
y
en
lo
que
se
ha
de
creer.
En
la
sagrada
Shariaa
(o
ley
del
Islam)
se
recogen
los
comportamientos
que
deben
tener
o
dejar
de
tener66.
Actualmente,
la
mayora
de
los
pases
islmicos
han
elaborado
su
propio
Derecho
de
familia
basndose
en
el
Corn
y,
en
muchos
casos,
en
la
Sunna,
teniendo
cada
vez
ms
en
cuenta
las
fuentes
legislativas
modernas.
El
Derecho
de
Familia
islmico
cobra
la
nomenclatura
de
CEP
y
recoge,
entre
otros
aspectos,
la
reglamentacin
del
matrimonio,
la
patria
potestad,
la
tutela,
la
herencia,
y
la
obligacin
de
alimentos
(vase
infra).
b) La
Sunna
La
Sunna
est
constituida
por
la
suma
de
frases,
hechos
y
confirmaciones
atribuidas
al
Profeta
Mohammed,
constituyendo
la
segunda
fuente
del
conocimiento
65
En
su
recopilacin
definitiva,
hay
que
tomar
en
cuenta
que
el
Quran
est
ordenado
de
acuerdo
a
las
necesidades
internas
del
mensaje
en
su
conjunto
y
no
en
el
orden
cronolgico
en
el
que
fueran
reveladas
las
Surat
o
los
pasajes
individuales.
66
Vase
otras
obras
respecto
a
las
fuentes
del
Islam,
J.
VERNET,
Introduccin
a
El
Corn,
plaza
y
Jans.
Barcelona,
2000,
p.
75;
M.
ASAD/A.
PREZ
(traduccin
al
espaol),
El
mensaje
del
Quran,
Traduccin
del
rabe
y
comentario,
Crdoba,
2001,
p.
145.
44
religioso
y
de
Derecho
del
Islam
despus
del
Corn.
Se
trata
de
normas
constituidas
por
la
suma
de
frases,
hechos
y
confirmaciones
atribuidas
al
Profeta
Mohammed,
que
representan
la
segunda
fuente
del
conocimiento
religioso
y
del
Derecho
del
Islam
despus
del
Corn.
La
Sunna
es
de
tres
tipos.
El
Corn,
redactado
en
un
estilo
muy
conciso,
no
suele
entrar
en
detalles
ms
que
en
raras
ocasiones,
por
eso
las
palabras
(Sunna
dicha
o
Hadith)
y
los
ejemplos
de
(Sunna
hecha)
de
Mohammed
han
servido
para
ilustrar
esa
legislacin67.
Estos
ejemplos
y
palabras
han
sido
recogidos
sistemticamente
bajo
una
forma
estereotipada,
que
han
representado
un
papel
muy
importante
en
la
Ley
Islmica;
la
tercera
es
la
Sunna
confirmada,
que
es
la
que
proviene
de
la
confirmacin
de
palabras
y
hechos
de
los
propios
compaeros
del
Profeta
Sahaba.
Esta
confirmacin
puede
provenir
del
silencio
del
Profeta
ante
tales
palabras
e
hechos,
no
rechazndolas
o
incluso
mostrando
su
aceptacin.
Esta
confirmacin
se
considera
como
si
procediese
del
propio
Profeta.
Dicha
Sunna
se
transmitira
oralmente
por
narracin
de
hombre
honesto
a
hombre
honesto
y
constara
de
un
Isnad,
o
relacin
de
los
nombres
de
sus
transmisores,
desde
el
inmediato
hasta
el
propio
Mohammed,
y
de
un
texto
o
relato,
que
puede
contener
algn
Hadith
o
dicho
literal
del
enviado
de
Dios68.
La
Sunna
alcanza
dos
funciones
en
la
legislacin
islmica:
la
primera
es
aclarar
y
explicar
lo
que
regula
el
Corn,
y
la
segunda
es
reglamentar
lo
que
no
est
establecido
en
el
Corn69.
67
Vase, TABARRA, cumq a-sarica al islamiya, Vol. 12, Dar al cilm lilmalayin, Beirut, 1974, p. 64.
68
69
Vase, H. IRAQUI, Tarij a-charica al- islamiyati, Fedala, Casablanca, 1958, p. 21.
45
Las
partes
escogan
un
hakam
por
cualidades
personales,
atendiendo
a
su
reputacin,
por
pertenecer
a
una
familia
conocida
por
su
habilidad
para
resolver
los
litigios.
71
Vase,
P.
MANDIROLA
BRIEUX,
Introduccin
al
Derecho
musulmn,
Marcial
Pons,
Barcelona,
1998,
p.
63.
72
46
La
Sunna
significa
va,
costumbre,
modo.
Designa
la
manera
de
actuar
y
conducirse
de
Mohammed.
Por
tanto,
se
refiere
ms
a
su
accin.
Puesto
que
la
definicin
de
Sunna
puede
ser
un
tanto
ambigua,
a
veces,
se
utiliza
el
trmino
como
sinnimo
de
Hadith
o
para
referirse
en
exclusiva
a
los
Ahadith
que
describen
actos
del
Profeta.
Lo
ms
frecuente
es
que
se
utilice
en
sentido
general,
como
tradicin
que
ha
legado
Mohammed,
su
modo,
que
tiene
como
opuesto
la
Bidaa,
la
ruptura
con
esta
tradicin73.
De
otra
parte,
cabe
sealar
la
diferencia
entre
Ahadith
particulares,
denominados
Hadith
Qudsi,
que
no
se
toman
como
revelacin,
porque,
en
ocasiones,
Mohammed
transmita
a
sus
compaeros
palabras
que
atribua
a
Allah,
pero
que
no
defina
como
revelacin
(Wahy),
esto
es,
no
se
sitan
en
la
categora
del
Corn
ni
lo
sustituyen.
Se
trata
-ms
bien-
de
frases
inspiradas,
en
las
que
se
detecta
un
estilo
distinto,
a
la
vez,
diferente
del
Corn
y
al
de
los
Ahadith
normales.
Dichos
Ahadith
empiezan
habitualmente
por
la
frase,
el
Profeta
dijo
que
Allah
dijo,
mientras
que
en
el
Corn
se
cita
siempre
diciendo
Allah
ha
dicho.
Son
los
llamados
Ahadith
Qudses
(de
Quds,
lo
inefable,
lo
insondable),
tambin
conocidos
por
Hadith
Ilah
o
Rabban,
mientras
a
los
Ahadith
del
Profeta
se
le
llama
Hadith
Nabaww
o
Hadith
Sharif.
Un
sector
de
los
representantes
de
los
ulemas
(sabios
del
Islam)
opinan
que
tanto
la
expresin
con
el
sentido
del
Hadith
Qudsi
procede
de
Allah,
pero
la
mayora
piensa
que
el
sentido
viene
de
Allah
y
las
palabras
son
del
Profeta.
La
definicin
ms
admitida
indica
que
el
Corn
es
palabra
y
su
significado
proveniente
de
Allah,
mientras
que
en
Hadith
Qudsi
el
sentido
viene
de
Allah,
pero
el
enunciado
viene
del
Profeta
Mohammed74.
73
47
c) Al-
iytihad
En
tercer
lugar,
Aliytihad
son
juicios
emitidos
por
los
juristas
sobre
aspectos
no
contemplados
en
el
Corn
o
la
Sunna.
Aliytihad
consiste
bsicamente
en
crear
jurisprudencia
en
casos
nuevos
sobre
los
que
no
aparezca
nada
ni
en
el
Corn
ni
en
la
Sunna.
Dicha
jurisprudencia
queda
en
manos
de
los
juristas
musulmanes,
que
discuten
el
problema
hasta
alcanzar
un
juicio.
Este
juicio
o
sentencia
se
conoce
como
Ijmac
y
siempre
tendr
en
cuenta
los
preceptos
del
Corn
y
la
Sunna.
El
esfuerzo
creador
de
la
norma
jurdica,
va
a
continuar
en
el
siglo
X
de
la
era
cristiana,
es
la
labor
que
dar
lugar
a
la
constitucin
de
ritos
o
escuelas
jurdicas,
de
las
cuales
cuatro
son
consideradas
Hanaf,
Malik,
Shafie,
y
Hanbal-
como
ortodoxas.
Si
bien
hay
divergencias
doctrinales
entre
las
distintas
corrientes,
a
la
vez
dentro
de
cada
una
de
ellas
existen
diferencias.
Durante
esta
era,
se
ha
impuesto
de
modo
progresivo
una
regla
llamada
conformismo/imitacin
Taqlid,
cuyo
significado
consiste
en
que
la
norma
jurdica
no
debe
de
ser
deducida
por
una
interpretacin
independiente
del
Corn
y
de
la
Sunna,
pero
recibida
tal
como
est
transmitida
por
una
u
otra
de
las
grandes
escuelas
de
derecho.
Desde
entonces,
resultado
del
esfuerzo
creador
y
divergencias
doctrinales
trazan
la
fisonoma
de
Derecho
Islmico.
Es
una
teora
que
cabe
aplicar
o
que
adquiere
veracidad,
en
particular,
para
el
estatuto
personal
que
est
vinculado
con
la
religin,
mientras
que
el
Derecho
positivo
de
los
pases
islmicos
se
ha
transformado
en
el
74
Las
tres
primeras
generaciones
del
Islam
(los
Sahaba
o
Compaeros
del
Profeta,
los
discpulos
y
continuadores
de
los
Tabiien)
conforman
un
grupo
al
que
se
le
llama
Salaf
(los
Antepasados).
Vase
A.
HUBSCH,
Los
Profetas
del
Islam,
mensajes
y
visiones
sobre
el
futuro
del
mundo,
Ed.,
Tikal,
Madrid,
1999,
p.
178,
y
M.
ISMAIL,
Les
causes
de
la
Rvelation
Du
saint
Coran,
Beirut,
2005,
p.
130.
48
75
76
Vase,
B.
AGUILERA
BARCHET,
Iniciacin
historia
al
Derecho
musulmn,
Dykinson,
Madrid,
2007,
p.
123.
49
general
de
esta
figura
jurdica.
De
la
cual
los
textos
originales
tienen
slo
carcter
particular.
Por
su
parte,
el
Qiyas
consiste
en
la
aplicacin
de
un
juicio
para
casos
que
carezcan
de
ste
en
el
Derecho
islmico,
pero
que
muestren
similitud
con
otros
que
s
lo
tienen.
As,
p.
ej.,
el
alcohol
est
prohibido
por
la
legislacin
islmica,
pero
qu
sucede
con
el
asunto
de
las
drogas,
las
cuales
no
existan
en
tiempos
del
Profeta?
Es
sencillo,
pues
la
similitud
entre
ambos
supuestos,
se
atribuye
la
misma
condena
tanto
para
el
alcohol
como
para
las
drogas,
que
no
estricta
prohibicin,
sin
poder
entrar
aqu
en
detalles
sobre
las
sanciones77.
En
definitiva
el
estudio
de
estas
fuentes
es
el
objeto
de
una
ciencia
especial
llamada
cilm
al-usul.
Ello
conlleva
Al-iytihad,
es
decir,
el
esfuerzo
o
intento
por
interpretar
las
fuentes
legales
y
encontrar
soluciones
apropiadas.
Al-iytihad
era
entonces-
un
factor
importante
en
la
Historia
del
Derecho
en
el
Islam,
adaptando
las
normas
a
las
necesidades
de
la
civilizacin
y
fue
una
de
las
causas
del
florecimiento
de
la
jurisprudencia
islmica
en
el
perodo
cabbas.
Sin
embargo,
tras
la
cada
de
Bagdad
en
el
s.
XII,
la
civilizacin
islmica
empez
a
perder
su
esplendor
y
los
juristas
Sunnes
acordaron
que
era
suficiente
con
las
cuatro
escuelas
conocidas
-Hanif,
Malik,
Shaf,
y
la
Hanbal-.
Entonces
clausuraron
Al-iytihad.
A
consecuencia
de
ello,
se
prohibieron
las
nuevas
interpretaciones
y,
consecuentemente,
se
generaliz
como
norma
la
imitacin
(Taqlid)
por
inercia.
Los
cuatro
aspectos
sealados
pueden
agruparse
bajo
la
nocin
Ahl-fiqh.
Posteriormente,
se
desarroll
otro
grupo
llamado
Ahl-hadith.
Los
chis,
del
mismo
modo,
desarrollaron
77
Vase,
M.
MOUTAWALI
CHA3RAOUI,
Miat
sual
wa
jawab
fi
al
fiqhi
al
islami,
Maktabat
atourath
al.islami,
El
Cairo,
1984,
p.
165.
50
78
Vase,
A.
GHAMIJA,
Mawqif
al
maylis
alaela
min
thunaiyati
alqanuniyi
wa
alfiqhi
fi
masaili
alahwali
achajsiya,
Manchurat
Yamiiat
nachr
almaeluma
alqanuniya
wa
alqadaiya,
Rabat,
2007,
p.
12.
79
En
este
aspecto
parece
imprescindible
sealar
que
la
resolucin
de
algunos
juicios,
o
pronunciarse
acerca
de
una
cuestin
puede
diferenciarse
de
un
pas
a
otro,
o
incluso
en
un
solo
pas
puede
surgir
que
un
tema
se
resuelve
de
manera
distinta,
en
funcin
de
la
ideologa
y
la
filosofa
de
cada
uno
de
los
ulemas,
a
los
que
afectan
diferentes
circunstancias
sociales
y
personales,
lo
que
influye
lgicamente
en
su
decisin
definitiva.
80
Vase,
H.
IBN
AHMAD
AL
HAKMI,
Miatay
soual
wa
jawab
fi
al-3aqida
al
islamiyati,
Dar
al-
i3tisam,
1982,
p.
89.
51
De
otra
parte,
la
tarea
de
los
telogos
es
bastante
compleja,
concretar
las
leyes
para
cada
poca
y
cada
situacin,
exige
un
esfuerzo
de
interpretacin
y
aplicacin
de
los
principios
legislativos,
que
suele
promover
controversia,
puesto
que
dicha
labor
de
interpretacin
es
falible,
y
puede
traducir
los
intereses
de
un
grupo
determinado.
En
todo
caso,
pronunciar
juicios
acerca
de
cuestiones
importantes
en
la
sociedad,
conlleva
la
asuncin
de
una
gran
responsabilidad
de
los
ulemas
para
adoptar
la
decisin
ms
adecuada
y
eficaz,
partiendo
de
un
fundamento
razonable,
lgico
y
objetivo81.
C) Principales
escuelas
del
Derecho
islmico
a) Escuela
Hanaf
La
gran
aspiracin
unitaria
del
Islam
comunidad
islmica
Umma-
se
frustr
poco
despus
de
la
muerte
del
Profeta,
cuya
sucesin
provoc
el
cisma
poltico
entre
la
ortodoxia
(Sunn),
ganadora
en
el
enfrentamiento
y
mayoritaria,
y
la
heterodoxia
(Shiaa),
rama
minoritaria,
que
agrupa
a
los
que
creen
que
Al,
primo
y
yerno
de
Mohammed
era
el
sucesor
legtimo
para
convertirse
en
Califa.
Las
pugnas
por
la
sucesin
determinaron
el
surgimiento
de
diferentes
opiniones
y
divisiones
internas
en
el
pueblo
musulmn,
lo
que
dio
lugar
al
nacimiento
de
escuelas
que
aplican
diversos
modos
de
interpretar
la
Ley
Islmica.
Eso
nos
permite
hablar
de
una
variedad
dentro
del
mundo
islmico
sin
alejarse
de
la
unidad
del
Islam82.
81
Vase,
entre
otros,
K.
MOSTAFA
MOHAMED,
Introduccin
al
comentario
de
los
captulos
del
sagrado
Corn.
Ed.
La
Casa
del
Libro
rabe,
1999,
p.
85.
82
Existen
en
rabe
ocho
palabras,
que
resumen
la
creencia
central
de
los
musulmanes
de
todo
el
mundo:
no
hay
ms
Dios
que
Allah
y
Mohammed
es
su
Profeta.
El
mismo
Corn
habla
de
una
comunidad
islmica,
que
trasciende
las
fronteras,
los
lugares
y
las
razas,
de
un
modo
que
la
unidad
se
evidencia
en
todos
los
aspectos.
Si
bien
en
esta
comunidad
no
hay
lugar
a
jerarquas
religiosas,
los
jefes
de
las
distintas
comunidades
polticos
antes
eran
los
Califas,
no
obstante,
no
se
pueden
comparar
con
el
sacerdocio,
simplemente
porque
todos
los
musulmanes
son
iguales
ante
Allah.
52
El
primo
y
yerno
de
Mohammed,
Al,
se
autoproclam
Califa,
reclamando
sus
derechos
sucesorios.
Motivo
que
origin
una
divisin
en
el
seno
de
la
comunidad
musulmana,
conformndose
dos
grandes
ramas
islmicas:
la
Suniyen
y
la
Shiaa.
Los
que
posteriormente
pasaron
a
denominarse
Sunitas
(tradicionalistas
y
musulmanes
ortodoxos),
que
integran
al
grupo
ms
numeroso,
no
reconocieron
a
Al
como
sucesor,
al
considerar
que
los
lazos
de
sangre
no
era
suficiente
motivo
para
proclamarlo
como
Califa.
Por
otro
lado,
los
Sunitas,
haciendo
honor
a
su
nombre,
se
basan
en
la
Sunna
y
el
Corn
como
las
directrices
que
guan
su
prctica
religiosa.
En
cambio,
los
Shiitas,
considerados
como
el
grupo
protestante
del
Islam,
apoyaron
a
Al
como
iniciador
de
la
lnea
sucesoria
del
Profeta.
En
el
seno
del
grupo
de
los
Sunitas,
aparecieron
varias
escuelas
jurdicas
musulmanas,
fundadas
por
eminentes
estudiosos
del
Islam,
de
las
cuales
hoy
da
slo
perduran
cuatro,
Hanafi,
proveniente
de
Abu
Hanifa
Numn
ibn
Tabit,
se
trata
de
la
escuela
ms
antigua
y
una
de
las
ms
tolerantes,
liberales
y
flexibles.
Luego
est
la
escuela
Maliki,
fundada
por
Malik
ibn
Anas
Ibn
Shafi,
rama
que
acepta
tambin
los
Ahadith,
hechos
que
tuvieron
lugar
en
tiempos
del
Profeta
que
fueron
interpretados
por
el
mismo.
En
cuarto
lugar,
figura
Shafii,
instituida
por
Mohammed
ibn
Idris
al-Yaf,
alumno
de
Malik,
que
conforma
uno
de
los
grupos
menos
rgidos,
admite
el
razonamiento
lgico
individual
(Qiyas)
y
el
consenso
entre
los
sabios
(ijmae)
como
fuentes
de
derecho.
Por
ltimo
est
la
tendencia
Hanbali,
constituida
por
Ahmad
ibn
Hanbal,
discpulo
del
anterior,
sin
embargo
su
escuela,
es
considerada
como
la
ms
rigurosa,
rgida
e
intolerante
del
Islam
Sunni.
Sus
seguidores
abogan
por
una
interpretacin
y
una
aplicacin
literal
de
los
principios
del
Islam83.
Las
distintas
escuelas
tienen
como
fundamento
principal
el
Corn
y
la
Sunna,
y
basan
su
metodologa
de
trabajo
en
el
llamado
Iytihad
o
esfuerzo
intelectual
tal
como
83
53
84
Vase,
N.
IBN
MOHAMMED
ABU
HANIFA,
Kitab
al-ijtisar,
texto
presentado
por
M.
WAHID
MERZA,
institucin
francesa,
Damas,
1457,
p.174.
54
califican
a
la
Shariaa
como
la
Ley
de
Dios,
y
que
los
Cdigos
de
derecho
son
el
esfuerzo
humano
para
comprenderla85.
Por
ello,
los
pases
islmicos
tienen
su
particularismo
y
su
diversidad
con
relacin
al
Derecho
de
la
familia,
debido
no
solo
a
la
escuela
elegida
oficialmente,
sino
tambin
a
la
influencia
que
el
mundo
occidental
ha
tenido
en
ello.
La
diferencia
es
obvia
entre
las
escuelas
Malikita,
Chaffita,
Hanbalita
y
Hanafita.
Por
todo
ello,
evidentemente
el
Islam
no
conforma
un
grupo
completamente
homogneo,
y
no
solo
tras
la
muerte
del
Profeta,
cuando
el
pueblo
empez
a
cuestionarse
su
sucesin,
sino
que
en
la
sociedad
islmica
siempre
habido
y
hay
divergencia
en
torno
a
distintos
temas
de
inters.
Como
se
ha
sealado,
a
lo
largo
de
la
historia
del
Islam
han
sido
varias
las
escuelas
que
se
han
desarrollado,
por
diversas
circunstancias
histricas
y
de
otra
ndole.
Algunas
de
ellas
no
han
sobrevivido
hasta
hoy
da,
mientras
que,
otras,
se
han
mantenido
activas
hasta
la
actualidad.
En
cuanto
a
la
escuela
Hanafi86,
aunque
sigue
vigente,
los
juristas
de
la
Meca
y
de
la
Medina
le
criticaban
la
segn
ellos-
exagerada
importancia
que
daba
a
la
opinin
personal
Raye
y
la
deduccin
analgica
Qiyas.
Esta
es
la
razn
de
que
sus
discpulos
hayan
sido
conocidos
con
el
sobrenombre
de
Ahl
arraye
(los
seguidores
de
la
opinin
personal).
Abu
Hanifa
acept
tambin
el
consenso
Ijmae
de
los
doctores
de
la
ley,
sin
restringirlo
a
los
de
la
Medina,
ech
tambin
mano
del
Istihsan.
El
Hanafismo
cuya
flexibilidad
dio
lugar
a
toda
una
literatura
casustica,
es
la
escuela
jurdica
ms
proclive
a
introducir
en
su
metodologa
el
uso
de
las
fuentes
menores
o
secundarias,
citada
anteriormente.
Esta
escuela
fue
adoptada
por
el
Imperio
Otomano
y
en
la
actualidad
domina
en
Turqua,
Siria,
parte
de
Egipto,
Asia
Central,
China
y
buena
parte
de
Afganistn,
Pakistn
y
la
India.
En
Tnez
tiene
valor
85
86
Sigue las enseanzas del persa Abu hanifa (699-767 d.c/ 80-150 d. h)
55
88
Vase, Z. CHACBAN, Usoul al-fiqh al islami, Dar a-talif, El Cairo, 1956. p. 211.
89
Vase, B. AGUILERA BARCHET, Iniciacin histrica al Derecho musulmn, op. cit, p. 101.
56
c) Otras
escuelas
En
tercer
lugar,
se
encuentra
el
fiqh
shafic,
fundado
por
Mohammad
ibn
Idris
al-Yaf
que
naci
en
Ghaza
(Palestina)
en
150
H
y
muri
en
Egipto
en
204
H.
El
nombre
completo
de
este
Imam
es
Mohammad
Ibn
Idris
Achafii.
Hurfano
de
padre,
su
primera
instructora
fue
su
madre,
con
la
que
estuvo
hasta
los
diez
aos,
a
esa
edad
parti
a
Meca
para
aprender
a
leer
y
escribir
el
Corn.
Pas
17
aos
con
los
beduinos
en
el
desierto,
y
despus
decidi
ir
a
la
Medina
a
estudiar
ms.
Fue
discpulo
Muslim
ibn
khalid
al
Majzumi
y
el
Imam
Malik,
estudio
con
este
ultimo
Al
muwatac,
hasta
la
muerte
del
Imam
Malik,
volvi
a
Yemen,
donde
desempe
cargos
oficiales.
Por
desavenencias
con
el
Califa,
ya
que
fue
acusado
de
apoyar
a
los
enemigos
del
Califa
(Ahl
el
Beit),
a
causa
de
ello,
fue
deportado
a
Bagdad.
Pudo
escapar
de
la
sentencia
de
muerte
y
se
exili
a
Egipto,
donde
morira.
Su
enseanza
se
basa
en
el
Hadith.
Este
Madhab
fue
propagando
por
Egipto,
Asa
Central,
pases
de
frica
Oriental,
Indonesia
y
Filipinas,
as
como
ciertas
regiones
de
Oriente
Medio90.
Y,
por
ltimo,
est
el
fiqh
hanbal,
fundado
por
Ahmed
ibn
Hanbal
que
naci
y
muri
en
Bagdad
en
los
aos
164
H
y
241
H.
respectivamente,
su
nombre
completo
es
Ahmed
ibn
hanbal.
A
los
15
aos
comenzaron
los
estudios
de
este
Imam,
que
fue
alumno
del
Imam
achafi
y
del
Imam
abu
yousuf.
El
Imam
ibn
Hanbal,
su
ideologa
es
mucho
ms
rigorista
y
basada
en
la
literalidad
cornica
que
los
dems,
es
decir,
que
no
recurre
al
uso
del
Qiyas
como
los
hanafis,
la
prctica
de
Medina
como
los
Malikes,
o
al
hadith
como
los
chafi'is.
Este
Madhab
es
el
de
Arabia
Saudita,
y
se
encuentra
extendido
un
poco
por
todo
el
mundo
islmico.
90
Vase,
A.
ABUALWALID,
Ihkam
Alfusol
Fi
Ahkam
Alusol,
revisin
Abdelmayid
Turqu,
Beirut,
Dar
Algharb
Alislami,
1986.
57
91
Vase,
I.
KATHIR,
Al-Bidayah
wa
A-Nihayah,
Dar
al-Kutub
al-Ilamiciya,
1
ed.,
Beirut
1985,
pp.
380-386.
92
A
pesar
de
toda
diferencia
y
disidencia
detectada
en
los
grupos
de
musulmanes,
nadie
niega
que
personajes
pertenecientes
a
la
cultura
islmica
hicieron
importantes
aportes
a
la
filosofa,
a
la
ciencia,
a
la
arquitectura
y
al
arte
que,
si
bien
trascendieron
al
resto
de
las
civilizaciones
y
58
Esta
limitacin
ha
hecho
que
la
metodologa
jurdica
de
esta
escuela
se
haya
apoyado
en
un
estudio
exhaustivo
del
Hadith,
tratando
de
extraer
conclusiones
legales
a
partir
de
la
amplia
casustica
reflejada
en
los
relatos
profticos.
La
escuela
Hanbal
tiene
en
la
actualidad
su
mayor
implantacin
en
la
Pennsula
Arbiga,
donde
sirvi
de
inspiracin
para
el
wahabismo,
corriente
ideolgica
surgida
en
el
siglo
XVIII
que
tiene
hoy
una
influencia
decisiva
en
el
Gobierno
de
Arabia
Saud,
el
cual
ha
tratado
de
exportar
su
ideologa
a
lo
largo
y
ancho
del
mundo
islmico93.
D) Especialidades
de
la
Escuela
Malik
La
escuela
Maliki,
sigue
-como
se
seala
arriba-las
directrices
de
Malik
Ibn
Anas
(713-795
d.c/95-179
d.
h),
autor
de
la
ms
antigua
compilacin
de
Derecho
del
Islam
Sunn.
Adems
de
emplear
el
Corn,
como
el
resto
de
las
escuelas,
se
basa
en
la
Sunna
y
el
derecho
consuetudinario
(aamal)
de
ciudad
(Medina)
donde
se
form
la
primera
comunidad
islmica
bajo
la
direccin
del
Profeta
Mohammed.
Aunque
sin
concederle
la
importancia
que
los
hanafes,
esta
escuela
acepta
la
fuente
racional
del
Raeye,
tambin
admite
la
deduccin
analgica
Qiyas,
y
el
consenso
Ijmae
de
los
doctores
de
la
ley
(Alfuqahae),
dando
preeminencia
a
los
de
Medina
y,
en
segundo
trmino,
al
resto.
Malik
Ibn
Anas
es
autor
de
un
libro
llamado
Almuwatae,
una
de
las
primeras
recopilaciones
de
Hadith,
todava
hoy
muy
utilizado
en
todo
el
mundo
islmico,
y
en
especial
en
los
pases
del
Magreb94.
forman
parte
del
patrimonio
de
la
humanidad,
ayudaron
de
un
modo
u
otro
a
dar
homogeneidad
al
mundo
islmico.
93
Vase,
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA/E.
GMEZ
VALENZUELA:El
Cdigo
de
Familia
de
Marruecos
(2004)
y
la
religin
islmica,
Revista
de
la
Facultad
de
Derecho
de
la
Universidad
de
Granada,
2008,
pp.
193
y
ss,
y
otras
obras
SH.
NASR,
La
vida
y
el
pensamiento
islmicos,
Nueva
York,
1978,
p.
178;
S.
MERNISSI:
El
estatuto
de
la
mujer,
loc.
cit,
pp.
112
y
ss;
y
J.
COULSON
NOEL,
Historia
del
derecho
islmico,
Barcelona,
1998,
p.
95.
94
En
este
aspecto
hay
que
destacar
que
en
el
grupo
de
los
Sunnies
surgieron
cuatro
corrientes
interpretativas
entre
ellas
la
Maliki,
con
independencia
de
la
Hanbali,
Hanafi,
y
Chafie.
59
Si
bien
la
Malik
es
una
escuela
menos
proclive
que
la
Hanafi
a
introducir
ciertas
fuentes
ms
subjetivas,
como
el
Istihsan,
fundamenta
la
bsqueda
de
soluciones
a
casos
jurdicos
no
regulados
en
las
tres
condiciones
sealadas
anteriormente
ser
indudable
Qatii,
general
Kulli-
dando
lugar
a
una
nueva
fuente
de
derecho,
el
Istislah
que
la
caracteriza.
Se
trata
de
la
escuela
jurdica
ms
extendida
en
el
Al-ndalus
y,
en
la
actualidad,
est
arraigada
en
la
mayor
parte
de
los
pases
del
Norte
de
frica,
excepto
en
Egipto.
Es,
as
mismo,
la
ms
implantada
en
frica
Sudsahariana
sobre
todo,
en
frica
Occidental-
quedando,
de
otro
lado,
trazas
de
ella
en
el
Este
de
la
Pennsula
Arbiga.
El
Madhab
Maliki
es
una
de
las
cuatro
escuelas
de
Derecho
y
religin
que
existen
dentro
del
Islam
Sunn.
Esta
escuela
es
predominante
en
el
Magreb
y
es
seguida
por
aproximadamente
el
15%
de
los
musulmanes.
El
Madhab
fue
fundado
por
Malik
Ibn
Anas,
el
Imam
en
Medina,
Faqih
de
la
Umma
y
lder
de
Ahl
Al
Hadith.
Estudio
con
ms
de
novecientos
sabios
y
muchos
compaeros
influenciados
por
l,
ms
adelante
han
tenido
una
carrera
personal
independiente,
entre
ellos
el
Imam
Shafii,
fundador
del
Madhab
Chafie.
La
jurisprudencia
Maliki
se
diferencia
fundamentalmente
de
otras
tres,
por
las
fuentes
de
derecho
que
utiliza,
las
cuatro
escuelas
utilizan
el
Corn,
la
Sunna
as
como
el
consenso
de
los
expertos
Iymae
y
la
analoga
Qiyas.
Sin
embargo,
los
Malikies
recurren
adems-
a
las
prcticas
seguidas
por
los
habitantes
de
la
Medina
(Aamal
Ahl
Almedina)
como
fuente
de
la
jurisprudencia
Fiqh95.
Hay
que
poner
de
relieve,
en
este
sentido,
que
el
modo
de
vida
de
los
habitantes
de
la
Medina
se
contempla
como
una
Sunna
aplicada,
ya
que
es
all
donde
se
refugiaron
los
seguidores
del
Profeta
Mohammed.
Otra
caracterstica
del
rito
Maliki
es
su
flexibilidad.
De
hecho,
las
normas
se
ajustan
a
las
diferentes
situaciones
de
cada
pas,
por
lo
que
han
conocido
un
gran
xito
en
todos
los
lugares
donde
han
sido
aplicadas.
95
Vase A. OURKIA: Las fuentes del Derecho Malik y su influencia loc. cit, pp. 355 y ss.
60
2. INFLUENCIA
DEL
DERECHO
ISLMICO
EN
EL
DERECHO
POSITIVO.
EL
CASO
DE
MARRUECOS
Y,
EN
ESPECIAL,
DEL
CDIGO
DE
FAMILIA
A) Aspectos
destacados
de
la
referencia
islmica
en
el
ordenamiento
marroqu
a) Relacin
entre
la
ley
islmica
y
el
Derecho
positivo
El
estudio
del
Islam
revela
la
importancia
del
Derecho,
que
ha
conocido
una
elaboracin
y
un
desarrollo
muy
avanzados
en
el
seno
de
la
civilizacin
islmica.
Generalmente,
el
Derecho
Islmico
se
ocupa
de
la
explicacin
de
los
objetivos
morales
de
la
comunidad96.
Pues
bien,
la
influencia
del
Derecho
islmico
en
el
Derecho
positivo
de
los
Estados
rabes
musulmanes
tiene
un
carcter
diverso
vinculado
a
cada
caso.
Siguiendo
a
RAMDANE
BABADJIL,
cabra
distinguir
cuatro
niveles
de
relacin
o
de
influencia.
En
primer
lugar,
aquellos
Estados
que
confieren
al
Derecho
islmico
un
papel
primordial
(Arabia
Saudita,
Omn,
Libia,
y
el
ex
-Yemen
del
norte).
En
estos
pases
la
Sharica
es
el
equivalente
de
la
Constitucin
en
los
pases
occidentales.
En
segundo
extremo,
en
un
grupo
de
pases
la
Sharica,
sin
tener
tal
rasgo
constitucional,
constituye
la
fuente
principal
de
la
legislacin
(Siria,
Bahrein,
Sudan
y
Qatar).
En
un
tercer
grupo,
es
simplemente
una
fuente
(entre
otras)
de
las
fuentes
principales
(Egipto,
Emiratos
rabes
y
Kuwait).
Por
ltimo,
algunos
pases
del
Magreb,
96
61
62
63
otros
mbitos.
En
relacin
con
el
Derecho
privado,
se
han
adoptado
leyes
civiles,
penales
y
comerciales
tambin
inspiradas
en
el
Derecho
positivo
de
los
pases
europeos.
En
la
misma
lnea,
como
otras,
las
reglas
del
estatuto
personal
islmicos
han
experimentado,
a
su
vez,
importantes
cambios.
Sin
embargo,
el
resultado
de
dichas
reformas
ha
variado
de
un
Estado
a
otro,
en
funcin
de
distintos
factores,
entre
ellos,
la
recepcin
que
tuvo
en
cada
pas102.
En
materia
internacional
se
han
establecido
normas
partiendo
del
DIPr
comparado
aplicado
en
el
Occidente
y
se
ha
recurrido
a
la
aprobacin
de
cdigos
de
nacionalidad
basados
en
el
criterio
de
la
secularizacin/laicismo,
principio
totalmente
desconocido
en
el
Derecho
islmico.
Si
bien
los
ordenamientos
de
los
pases
citados
se
han
esforzado
para
modernizar
sus
leyes,
la
huella
de
la
religin
es
innegable,
no
slo
en
los
textos
jurdicos
sino
tambin
en
su
aplicacin
judicial
e,
incluso,
en
las
grandes
tendencias
polticas
y
econmicas
de
los
pases
del
Magreb103.
b) Referencia
en
el
Cdigo
de
Familia
de
Marruecos
a
la
interpretacin
del
Derecho
islmico
de
conformidad
con
la
escuela
Malik
El
Islam
constituye
una
referencia
importante
en
los
sistemas
jurdicos
de
los
Estados
islmicos,
en
general,
y
de
los
pases
magrebes,
en
particular.
Como
se
ha
indicado
supra,
el
Islam
no
es
slo
una
religin,
sino
una
civilizacin,
una
cultura
y
unos
principios,
y
evidentemente
ser
muy
difcil
deshacerse
de
catorce
siglos
de
la
historia
islmica.
Es
ms,
la
religin
islmica
representa
la
identidad
y
la
personalidad
nacional
y
la
pertenencia
a
la
civilizacin
islmica104.
Antes
de
la
codificacin,
Marruecos,
como
102
103
Es
interesante
aadir
que
se
trata
de
textos
que
reflejan
la
influencia
del
Islam
de
forma
intencionada,
por
el
hecho
de
que
el
legislador
no
va
a
abandonar
totalmente
las
fuentes
religiosas,
dada
la
grave
influencia
que
ello
tendra
para
la
sociedad.
104
Ha
de
sealarse,
en
este
sentido,
que
en
algunos
pases,
el
propio
legislador
ha
fomentado
la
aplicacin
de
las
reglas
de
Derecho
islmico,
como
sucede
en
el
caso
del
art.
2
del
Cdigo
civil
argelino,
que
prev
en
caso
de
ausencia
de
un
texto
legislativo,
que
el
Juez
resuelva
en
virtud
de
la
Shariaa.
Exceptuando
a
Tnez,
que
no
ha
realizado
en
su
Revista
del
estatuto
64
65
CF108.
Destaca
por
la
influencia
directa
del
rito
Maliki
y,
como
se
sabe,
deroga
el
Estatuto
Personal
y
de
las
Sucesiones
o
la
Mudawwana,
vigente
desde
1957109.
Se
trata
de
una
legislacin,
que
regula
los
distintos
aspectos
de
la
vida
personal
y
familiar,
conformada
de
400
artculos
repartidos
en
seis
Libros:
el
matrimonio
(Libro
I),
las
formas
de
disolucin
del
contrato
matrimonial
(Libro
II),
el
nacimiento
y
sus
efectos
(Libro
III),
la
capacidad
y
la
representacin
legal
(Libro
IV),
el
testamento
(Libro
V)
y
las
sucesiones
(Libro
VI).
Por
ltimo,
el
Libro
VII
recoge
un
conjunto
de
disposiciones
transitorias
y
finales110.
La
nueva
coyuntura
poltica
y
econmica
del
pas,
-y
de
otros
pases
cercanos-
ha
exigido
poner
en
marcha
mecanismos
y
medios
para
su
mejor
comprensin111.
De
otro
lado,
partir
de
la
idea
de
que
el
Estado
marroqu
pertenece
al
mundo
islmico
obliga
a
que
toda
interpretacin
deba
respetar
el
contenido
religioso
que
preside
el
CF.
Es
ms,
se
trata
de
una
caracterstica
destacada
por
el
propio
Rey
del
Reino
en
su
aparicin
ante
el
Parlamento112.
Si
bien
la
referida
legislacin
forma
parte
del
Derecho
positivo
marroqu,
que
tras
la
independencia,
siguieron
vigentes
en
ella,
algunos
de
los
Cdigos
que
haban
sido
adoptados
durante
la
dominacin
extranjera
108
109
66
Imarat
Almueminin
o
comandante
de
los
creyentes,
la
otra
faceta
de
la
institucin
Real
que
gestiona
el
marco
religioso,
y
el
Ministerio
de
Habous
y
Asuntos
Islmicos
es
la
institucin
ejecutiva
de
toda
acta
aprobada
al
nombre
del
Rey.
114
En
este
ltimo
caso,
la
aplicacin
extraterritorial
de
sus
disposiciones
permite
que
las
relaciones
de
Derecho
de
familia
que
estn
reguladas
en
el
nuevo
CF
disciplinen
tambin
las
relaciones
de
los/as
marroques,
a
pesar
de
que
residan
en
el
extranjero,
porque
el
Derecho
religioso
se
aplica
a
toda
persona,
con
indiferencia
de
su
nacionalidad,
por
el
hecho
de
ser
creyente
o
fiel.
115
Partiendo
de
este
principio,
ha
de
tomarse
en
cuenta
que
las
revelaciones
del
Profeta
constituyeron
realmente
un
cambio
de
gran
envergadura,
en
la
comprensin
de
las
relaciones
sociales
y
pueden
servir
hoy
en
da,
como
punto
de
partida
para
desarrollar
y
fomentar
el
proceso
de
reconocimiento
de
los
derechos
vinculados
a
las
relaciones
familiares,
en
especial,
al
estado
de
la
mujer.
67
la
configuracin
de
las
instituciones
del
Derecho
de
familia,
tal
como
estn
reguladas
por
el
legislador
en
el
actual
CF116.
De
otro
lado,
no
hay
que
olvidar
que
Marruecos,
tras
la
independencia,
rompi
con
el
sistema
judicial
tradicional.
Los
tribunales
de
Shrae
han
sido
objeto
de
una
reorganizacin
en
1956.
De
hecho,
han
perdido
su
autonoma
para
transformarse
e
integrarse
en
una
jerarqua
judicial
marroqu.
Esta
reforma
judicial
explica
-en
parte-
la
codificacin
del
estatuto
personal.
En
paralelo
a
esta
reforma,
el
CN
de
6
de
septiembre
de
1958,
ha
introducido
una
tendencia
en
la
territorialidad
del
estatuto
personal
marroqu117.
Pese
a
esta
ruptura
post-independencia
en
la
Constitucin
de
Marruecos
de
1996,
se
ha
tomado
en
cuenta
explcitamente
el
factor
del
Islam
para
establecer
que
es
la
religin
del
Estado118.
En
este
aspecto,
la
codificacin
del
estatuto
personal
en
cada
uno
de
los
pases
islmicos
genricamente-
ha
venido
siempre
precedida
de
un
intenso
debate,
incluso
de
impetuosas
controversias,
entre
las
diferentes
tendencias
polticas
acerca
de
si
la
Shariaa
haba
de
respetarse
escrupulosamente
tal
y
como
qued
fijada
hace
un
milenio
o
si,
por
el
contrario,
deba
completarse
o,
incluso,
modificarse
para
adaptarla
a
las
nuevas
circunstancias.
116
Vase, A. OURKIA: Las fuentes del Derecho Malek loc. cit, pp. 325 y ss.
117
De
conformidad
con
el
art.
3
de
este
Cdigo,
el
estatuto
personal
islmico
se
aplica
a
los
nacionales,
excepto
a
los
marroques
de
confesin
juda,
con
la
siguiente
limitacin:
sin
embargo,
las
disposiciones
infra
no
se
aplican
a
los
marroques
musulmanes
ni
israeles,
1;
la
poligamia
se
les
prohbe,
2;
las
reglas
que
rigen
la
lactancia
no
se
les
aplican,
3;
su
divorcio
debe
de
pronunciarse
judicialmente
despus
de
un
intento
de
conciliacin
que
permanece
infructuoso
y
una
averiguacin
de
los
motivos
de
la
demanda
de
separacin.
En
caso
de
conflicto,
la
ley
del
marido
o
aquella
del
padre
prevalecer.
Vase,
S.
MERNISSI:
El
estatuto
de
la
mujer
en
Marruecos,
AAVV,
El
islam
jurdico
y
Europa,
Icaria,
Barcelona,
1998,
pp.
114
y
ss.
118
Asimismo,
la
Constitucin
mauritana
de
1991
prev
que
el
Islam
es
la
religin
del
pueblo
y
del
Estado.
Se
ha
consagrado
la
importancia
del
Islam
en
la
Convencin
de
Unin
del
Magreb
rabe,
corroborando
que
entre
los
objetivos
de
dicha
unin
est
la
conservacin
de
los
principios
espirituales
inspirados
en
la
religin.
Vase,
J.
SCHACHT,
An
introduction
to
islamic
law,
Oxford,
Clarendon
Press,
1964.
68
Prueba
de
ello
es
la
ltima
reforma
del
CF
-que
requiri
ms
de
tres
aos-,
tras
un
largo
debate
y
varias
peticiones,
reclamaciones
y
protestas
ha
visto
la
luz,
aunque
hoy
en
da,
tras
ocho
aos,
an
existen
lagunas
y
disposiciones
ambiguas119.
Por
tanto,
el
sistema
marroqu
reivindica
una
doble
legitimidad,
de
un
lado,
la
relativa
a
una
institucin
Real
fundada
en
la
historia
del
pas
encarnando
el
estado,
apoyndose
en
un
consenso
del
pueblo
acerca
de
ella,
renovada
y
confirmada
anualmente
por
la
Alienacin
Bayeaa,
hecha
al
Rey,
segn
la
tradicin
marroqu120.
De
otro,
la
institucin
parlamentaria,
que
permite
la
expresin
democrtica
del
pueblo
para
elegir
a
aquellos/as
que
asumen
las
grandes
orientaciones,
en
particular,
el
inters
general
de
los
ciudadanos121.
69
mismo
puede
apoyarse
en
otros
ritos,
siempre
que
se
encuentre
ante
una
situacin
imprevista
en
el
CF.
De
otra,
el
legislador
indica
al
Juez
los
criterios
que
debe
tener
en
cuenta,
en
el
esfuerzo
de
interpretacin
o
de
creacin
de
derecho.
Criterios
como
la
justicia,
igualdad
y
buenas
relaciones
en
el
seno
de
pareja,
los
mismos
valores
acreditados
por
el
Islam.
Siendo
sta
la
va
trazada
por
el
legislador,
conviene
garantizar
la
ampliacin
del
campo
de
investigacin,
e
integrar
en
su
referencia
otras
fuentes
tales
como
los
acuerdos
internacionales
ratificados
por
Marruecos122.
En
el
mismo
sentido
deben
interpretarse
las
palabras
del
Rey,
en
el
discurso
pronunciado
ante
los
representantes
de
la
nacin
(el
10
de
octubre
de
2003),
con
el
fin
de
ampliar
el
mbito
de
intervencin
del
Juez
en
esta
materia.
Se
puede,
igualmente,
leer
en
la
introduccin
del
nuevo
CF
que:
no
deben
de
ser
percibidos
como
textos
perfectos,
ni
comprendidos
con
fanatismo.
Se
trata
ms
bien
de
abordarlos
con
realismo
y
perspicacia,
desde
el
momento
que
finalizan
con
un
esfuerzo
de
Aliytihad
vlido
para
Marruecos
de
hoy,
abierto
al
progreso
que
seguimos
con
sabidura,
de
manera
progresiva,
pero
decidida.
Una
decisin
tomada
con
la
finalidad
de
adaptar
el
nuevo
CF
a
la
evolucin
de
los
distintos
mbitos.
Por
otra
parte,
se
trata
esencialmente
de
averiguar
si
el
Juez
aplica
para
fundamentar
sus
decisiones
el
CF
o
an
le
resulta
difcil
deshacerse
de
la
moral,
la
religin
o,
incluso,
el
contexto
social.
Si
bien
la
referencia
al
CF
es
suficiente,
el
anlisis
de
la
jurisprudencia
revela
que,
junto
con
magistrados
que
muestran
cierta
apertura
de
espritu,
se
encuentran
otros,
que
utilizan
una
pluralidad
de
argumentos,
dando
la
impresin
de
que
no
es
suficiente
la
cita
del
CF
para
fundamentar
sus
decisiones,
sino
que
aaden
otras
explicaciones,
en
especial,
de
carcter
religioso.
En
efecto,
ms
all
del
versculo
35
de
la
Surat
Annisae
(las
mujeres)
relativo
a
Chiqaq,
ciertos
magistrados
citan
Ahadith,
e,
incluso,
en
ocasiones,
llegan
a
citar
al
122
70
Imam
Malik,
o
la
abreviacin
del
Imam
Khalil123.
Esta
necesidad
de
inspirarse
en
las
fuentes
es
destacable,
por
la
referencia
religiosa
de
muchos
magistrados.
En
este
sentido,
conviene
realizar
algunas
indicaciones
para
verificar
con
mayor
exactitud
cmo
practican
los
magistrados
su
nueva
labor
asignada
por
el
legislador
marroqu
en
el
CF
de
2004124.
En
esta
lnea,
ciertas
leyes
conceden
al
Juez
un
poder
de
intervencin
en
las
relaciones
entre
esposos,
en
particular,
en
materia
patrimonial125.
Se
trata
de
que
el
Juez
marroqu,
junto
con
la
funcin
general
de
garantizar
los
intereses
familiares
que
puede
ser
desempeada
en
Marruecos
por
el
TPI-,
pueda
actuar
como
Juez
de
derecho
comn
en
materia
de
estatuto
personal,
a
pesar
de
que
el
Derecho
marroqu
no
conozca
este
tipo
intervencin
en
las
relaciones
entre
esposos
marroques.
El
Juez
no
se
desva
ciertamente
de
su
papel
a
la
hora
de
desempear
una
tarea
que
no
es,
habitualmente
la
propia,
cuando
los
litigantes
sean
marroques.
Debe
-sin
duda-
realizar
cierta
reconversin
de
espritu,
de
manera
que
introduzca
tcnicas
y
prcticas
judiciales
diferentes,
de
aquellas
a
las
que
est
habituado.
B) Escuela
Malik
y
su
vnculo
con
el
Derecho
marroqu
de
familia
a) El
nuevo
art.
400
del
Cdigo
de
Familia
de
2004
En
Marruecos,
la
prctica
del
Islam
est
regulada
mediante
la
escuela
Malik,
cuyas
reglas
fueron
recogidas
tras
su
independencia
en
el
CEP,
conocido
como
Mudawana,
as
como
en
el
actual
CF
de
2004,
en
concreto,
en
el
art.
400.
Una
tendencia
fuertemente
asentada,
a
la
cual
dedican
varias
instituciones
estatales
su
123
71
72
129
73
131
74
El
hombre,
p.ej.,
desempea
la
funcin
de
cabeza
de
familia,
para
proteger
y
velar
por
la
esposa,
le
entrega
la
dote,
vela
por
su
sustento
econmico
y
el
de
sus
hijos.
Por
su
parte,
la
mujer
es
la
beneficiaria
de
las
obligaciones
que
corresponden
al
hombre
(manutencin,
dote,
etc),
pero
a
la
vez
asume
otras
responsabilidades
(p.ej.,
el
cuidado
del
marido
y
de
los
hijos).
134
En
ellas
se
reconocieron
importantes
derechos
a
la
mujer,
reconocerse
por
vez
primera
su
personalidad.
Atrs
se
dejaba
a
la
mujer
concebida
como
un
objeto,
sometida
a
su
padre
o
a
su
marido
tras
el
matrimonio,
para
convertirla
en
un
miembro
de
la
sociedad
con
capacidad
de
tomar
decisiones
y
administrar
su
propio
patrimonio.
135
Esta
unin
llega
hasta
tal
punto
que,
en
mltiples
ocasiones,
las
limitaciones
entre
uno
y
otro
no
se
distinguen
con
claridad.
136
Vase
estos
cambios
en,
S.
ALAJRASSI:
Min
mudawwanat
Alhawal
Achajssiya
ila
mudawwanat
Alusra:
masar
Attaadilat
Wamataleb
Alharaka
annisaiya,
Tabatu
I,
Rabat,
2005,
75
Tras
nuevas
y
constantes
reclamaciones
sociales,
tal
como
se
menciona
arriba,
se
aprueba
en
2004
la
vigente
Mudawwana,
que
an
conservando
determinados
aspectos
que
mantienen
a
la
mujer
en
situacin
de
desventaja
respecto
al
hombre,
no
cabe
menospreciar
los
logros
de
esta
nueva
disposicin,
constituyndose
en
uno
de
los
primeros
marcos
legales,
que
tratan
de
equilibrar
la
posicin
de
la
mujer
respecto
al
hombre137.
Ahora
bien,
para
que
sean
una
realidad
todas
estas
peticiones
procedentes
de
la
sociedad
civil,
es
imprescindible
el
rol
de
la
institucin
ms
importante
del
estado
Alau,
denominada
Imarat
Al
Mueminin,
considerada
como
fuente
de
la
legislacin
de
toda
accin
religiosa
en
el
seno
de
la
sociedad,
y
presidida
por
el
Rey
que
ha
heredado
el
calificativo
de
Amir
Almueminin
de
sus
antepasados.
Es
ms,
la
institucin
nica
que
confiere
la
estabilidad
religiosa
al
pas
y
sita
la
cuestin
sensible
del
Islam
lejos
de
las
crticas
polticas
e
ideolgicas.
Por
ltimo,
ante
la
multitud
de
expresiones
polticas
en
nombre
de
la
religin
y
con
el
fin
de
proteger
la
unidad
cultural
del
Reino,
el
soberano,
en
su
discurso,
de
30
de
abril
de
2004,
record
que
le
corresponde
nicamente
a
l
conciliar
poltica
y
religin
para
la
salvaguardia
de
la
cultura
islmica,
que
debe
permanecer
ajena
a
la
influencia
de
la
disidencia
de
los
diversos
grupos138.
pp.
82
y
ss,
y
A.
N.
AIT
ZAIT:
Rvolution
tranquille
au
Maroc:
le
principe
dgalit
consacr
en
partir
dans
la
Mudawwana,
en
CIDDEF
magazine
n1,
janvier-mars
2004,
pp.
4
y
ss.
137
Vase,
V.
COBANO
DELGADO
PALMA,
Repercusiones
Socioeducativasop.
cit,
p.
401.
138
Vase,
H.
EL
GHISSASSI,
Regard
sur
le
Maroc
de
Mohammed
VI.
Ed.
Michel
Lafon,
Neuilly-sur-
Seine,
France,
2006,
p.
35.
76
77
II.
1.
FUNDAMENTOS
Y
PRINCIPIOS
GENERALES
DEL
DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
MARROQU
A) Estudio
histrico
del
Derecho
internacional
privado
marroqu
a) Antecedentes
La
gnesis
del
actual
sistema
de
DIPr
de
Marruecos
no
es
distinta
de
la
de
otros
pases,
en
la
medida
en
que
todos
parten
del
mismo
tipo
de
consideraciones
histricas
y
de
una
evolucin
parecida
desde
la
perspectiva
de
la
poltica
jurdica,
as
como
de
la
filosofa
poltica141.
Ahora
bien,
un
rasgo
caracterstico
del
citado
sistema
es
el
derivado
de
la
supeditacin
de
Marruecos
a
una
potencia
extranjera,
sealadamente,
durante
la
poca
del
Protectorado
francs.
Por
tal
motivo,
cabe
decir
que
existe
un
DIPr
marroqu
anterior
a
la
colonizacin,
durante
la
vigencia
del
Protectorado
y
tras
la
independencia,
que
se
comenta
de
forma
breve
a
continuacin142.
Antes
de
exponer
de
forma
sucinta
cada
uno
de
estos
perodos
de
la
evolucin
del
sistema
marroqu
de
DIPr,
es
preciso
realizar
una
aproximacin
histrica
a
sus
antecedentes
remotos,
que
-como
se
ha
sealado-
comparte
con
otros
sistemas
del
entorno.
Si
bien
la
unin
musulmana
a
nivel
territorial
no
dur
mucho
tiempo,
en
los
primeros
siglos
del
Islam
se
constituyeron
varios
Estados
independientes
polticamente
-entre
ellos
figura
Marruecos-.
Sin
embargo,
a
los
musulmanes
no
les
afect
dicha
141
78
divisin
territorial,
porque
el
musulmn
all
donde
se
desplazara
en
Dar
Alislam
-los
pases
en
los
que
prevaleca
el
Islam-
fue
tratado
como
un
ciudadano
ms,
gozando
de
los
derechos
y
asumiendo
las
responsabilidades
propias
de
cualquier
habitante.
Sin
embargo,
respecto
a
las
personas
no
musulmanas,
se
distingua
entre
Harbi,
aqul
cuyo
Estado
estuvo
en
guerra
con
los
musulmanes
y,
por
consiguiente,
no
se
le
reconocan
derechos;
y
Almustaman,
cuyo
pas
mantena
una
relacin
de
paz
y
gozaba
de
determinados
derechos
privados.
A
los
anteriores
se
aaden
dos
minoras,
que
seguan
viviendo
en
el
Oriente
medio
y
que
fueron
tratadas
de
forma
especial:
los
cristianos
y
los
judos
denominados
Addimiene143.
As,
el
trato
de
las
personas
de
distintas
confesiones
fue
regido
por
un
estatuto
especial,
diferente
al
de
los
musulmanes.
Es
un
rgimen
cuyas
reglas
consistan
en
que
el
musulmn
no
poda
someterse
a
un
Juez
no
musulmn.
Los
conflictos
entre
los
no
musulmanes
de
similar
confesin
se
resolvan,
en
principio,
por
los
jueces
religiosos
(Chrae),
de
conformidad
con
su
legislacin
religiosa.
Sin
embargo,
esa
regla
no
era
aplicada
de
forma
rigurosa,
sobre
todo,
en
los
llamados
delitos
de
sangre.
Los
no
musulmanes,
aunque
pertenezcan
a
la
misma
religin,
pueden
acordar
litigar
ante
un
Juez
musulmn
que
tiene
la
opcin
de
resolver
el
caso.
En
cuanto
al
conflicto
cuyas
partes
son
de
distintas
religiones,
la
competencia
para
su
resolucin
corresponde
al
Juez
musulmn.
Por
tanto,
un
Juez
no
puede
imponer
su
religin
a
la
otra
parte
de
religin
diferente144.
143
Antiguamente,
en
la
doctrina
Islmica
no
existan
reglas
de
DIPr,
tal
y
como
se
conoce
hoy
en
da.
Segn
esta
doctrina,
el
mundo
estaba
dividido
en:
Dar
Alislam,
y
Dar
Alharb.
El
primero
es
el
pas
del
Islam
y
de
los
musulmanes,
una
zona
unida
territorialmente
y
se
aplican
a
su
poblacin
las
reglas
de
la
Shariaa.
En
cambio,
los
judos
y
cristianos
se
someten
a
sus
respectivas
religiones
en
todo
lo
que
dispongan
con
respecto
al
estatuto
personal.
144
Lgicamente,
no
se
abordaban
los
litigios
entre
los
musulmanes,
porque
se
aplicaba
en
todo
caso
la
ley
islmica
(Shariaa),
sin
excepcin.
Sin
embargo,
con
posterioridad
a
esta
poca,
tras
la
divisin
de
los
pases
y
determinacin
de
las
fronteras
polticas,
cada
pas
musulmn
ha
optado
por
un
sistema
jurdico
distinto.
En
esta
materia
se
observa
que
todos
los
estudios
tratan
la
relacin
con
los
Estados
occidentales,
en
concreto,
la
situacin
jurdica
de
la
poblacin
musulmana
en
dichos
Estados.
En
cambio,
no
existen
apenas
estudios
sobre
el
funcionamiento
de
los
sistemas
de
DIPr
en
los
pases
rabes
y
musulmanes.
79
Se
trata
de
un
relato
general
de
la
situacin
jurdica
en
los
pases
islmicos,
que
ayuda
a
entender
la
gnesis
de
las
leyes
actuales
de
DIPr
aplicadas
en
los
citados
Estados.
Vase
de
forma
detenida,
M.
ABOUD,
Alwajize
fi
alqanoune
addawli
aljasse
almaghribi,
Ed.
Almarkaze
Athaqafi
Alarabi,
1994,
p.
181.
146
Por
ello,
no
poda
contraer
matrimonio,
ni
adquirir
un
inmueble,
ni
tan
siquiera
demandar
ante
los
tribunales
una
indemnizacin
a
consecuencia
de
haber
sufrido
un
dao
o
un
perjuicio,
entre
otras
cuestiones.
147
En
la
medida
en
que
el
extranjero
no
comparta
la
religin
de
los
habitantes
de
la
ciudad,
estaba
desposedo
de
los
derechos
bsicos.
148
P.ej.,
los
convenios
concluidos
entre
diferentes
ciudades
griegas
o
entre
Roma
y
las
ciudades
latinas,
etc.
80
De
otro
lado,
si
bien
la
configuracin
poltica
del
Estado
moderno,
que
tiene
reminiscencias
de
la
tradicin
romana,
ha
mejorado
el
trato
hacia
los
extranjeros,
como
es
sabido,
el
Derecho
romano
distingua
tres
grupos
o
categoras
de
personas,
en
funcin
de
cul
fuese
su
relacin
con
el
imperio:
en
primer
lugar,
los
ciudadanos
romanos
sujetos
al
Derecho
civil,
que
disfrutaban
de
todos
los
privilegios;
en
segundo
extremo,
los
latinos,
a
los
que
se
les
aplicaba
dicho
Derecho,
pero
no
se
les
reconocan
otros
derechos;
y,
finalmente,
los
extranjeros,
habitantes
de
las
provincias
del
imperio,
que
se
sometan
a
su
derecho
de
origen.
La
nota
ms
destacable
de
aquel
momento
fue
la
creacin
del
Juez
de
extranjeros
(ao
242
a.C.)149,
que
tena
la
obligacin
de
aplicar
las
distintas
leyes
de
cada
cual
en
funcin
del
origen
de
la
persona
a
los
litigios
en
los
que
intervena.
Puede
considerarse
que
se
trata
genricamente
del
momento
histrico
en
el
que
puede
situarse
la
gnesis
del
DIPr,
en
la
medida
en
que
se
trat
de
la
primera
ocasin,
en
la
que
se
plante
la
necesidad
de
otorgar
una
respuesta
(de
fondo)
distinta
a
las
situaciones
privadas
en
las
que
se
encontraban
presentes
personas
que
no
ostentaban
la
ciudadana
romana150.
No
obstante,
como
es
sabido,
el
emperador
Karakala
promulg
en
el
ao
212
un
edicto
que
reconoci
el
estado
de
la
ciudadana
a
todas
las
personas
que
residiesen
en
el
imperio.
De
otro
lado,
ms
adelante,
con
el
emperador
Justiniano
(ao
528)
tuvo
lugar
la
redaccin
del
Derecho
romano.
As,
se
logr
una
unidad
jurdica,
que
fue
generalizada
en
todas
las
provincias
del
imperio.
Sin
embargo
los
estatutos
de
Justiniano
no
incluyeron
las
soluciones
aplicadas
por
el
Juez
de
extranjeros.
Por
149
81
Vase H. SADEQ, Tanazue Alqawanin, Attabaa Athalitha, Manchaat Almaarif 1974, p. 165.
82
152
Vase
entre
otros,
P.
BONASSIES:
Structure
Fdrale
et
Conflits
interne
de
lois,
RCDIP,
1953,
pp.
289
y
ss.
153
Vase,
M.
ABOUD,
Alwayize
fi
alqanoune
addawli
aljasse
almaghribi,
Almarkaze
athqafi
alaarabi,
1994,
p.
174,
y
tambin,
F.
GARCIMARTN
ALFREZ,
Sobre
la
norma
de
conflicto
y
su
aplicacin
judicial:
cinco
cuestiones
clsicas,
Madrid,
Tecnos,
1994,
p.
190.
83
emigradas,
su
funcin
poltica
y
sus
efectos
prcticos
se
han
ido
modificando
a
lo
largo
del
tiempo.
De
ah
que
la
vieja
regla
de
conflicto,
que
emplea
la
conexin
nacionalidad,
atraviese
en
el
momento
actual
una
etapa
de
crisis,
tras
haber
conocido
una
edad
de
oro.
Se
encuentra
cada
vez
ms
desgastada
y,
por
ello,
no
se
emplea
con
tanta
frecuencia,
porque
permite
que
se
apliquen
reglas
materiales,
que
pueden
ser
incompatibles
con
el
ordenamiento
del
foro.
De
otro
lado,
su
aplicacin
hace
que
se
plantee
de
una
forma,
quizs,
ms
aguda,
el
denominado
conflicto
de
civilizaciones154.
b) Formacin
del
DIPr
marroqu
Ante
todo
para
tratar
el
tema
de
DIPr,
hay
que
tener
en
cuenta,
que
para
la
aplicacin
de
una
ley
perteneciente
a
otro
pas,
es
imprescindible
su
reconocimiento
en
el
lugar
donde
se
pretende
aplicar.
Se
trata
en
concreto
del
respeto
de
las
fronteras
polticas,
y
del
reconocimiento
internacional
de
soberana
de
otro
pas.
La
misma
condicin
que
fallo,
indudablemente
en
Marruecos
cuando
tuvieron
lugar
las
primeras
reglas
de
este
derecho,
-ya
que
no
se
puede
hablar
de
un
DIPr
en
su
ltima
fase-,
lo
que
se
analizar
infra155.
Si
bien
las
condiciones
necesarias
para
la
formacin
de
un
DIPr
marroqu
moderno
no
se
encontraron
reunidas
con
la
aparicin
del
imperio
Cherifi156,
como
miembro
de
la
comunidad
de
naciones,
tampoco
fue
el
caso
con
la
presencia
de
las
autoridades
extranjeras
Protectorado-.
154
84
Adems
en
esta
poca
en
todos
los
pases
islmicos,
as
como
en
el
Magreb,
no
se
haba
dado
cuenta
del
efecto
o
de
la
reaccin,
que
pueda
tener
el
orden
jurdico
interno
sobre
el
orden
jurdico
externo.
La
idea
de
comunidad
en
s,
revestida
lgicamente-
de
un
carcter
religioso,
no
era
suficiente
para
el
desarrollo
de
la
nocin
del
Estado
en
el
sentido
actual
de
la
palabra.
As,
toda
persona
ajena
a
la
creencia
quedaba
excluida
tanto
de
la
vida
religiosa,
como
de
la
vida
jurdica.
No
tena
derecho
ni
al
reconocimiento
ni
a
la
proteccin
que
brindaba
la
ley
cornica/islmica,
no
obstante,
la
situacin
de
los
llamados
infieles
no
genero
ninguna
complicacin
sea
en
lo
que
concierne
a
la
nacionalidad
o
al
domicilio,
y
por
tanto
la
cuestin
de
su
condicin
civil
no
se
planteaba,
y
por
consiguiente,
la
ausencia
absoluta
de
trminos
y
conceptos
propios
del
DIPr,
como
puede
ser
el
conflicto
de
ley
o
el
conflicto
de
jurisdiccin.
Cabe
mencionar
en
este
sentido,
que
la
infidelidad
a
los
ojos
del
derecho
islmico
primitivo,
no
tena
existencia,
y
no
constituyo
un
tema
de
derecho157.
Haba
que
esperar
varios
siglos
para
que
una
concepcin
institucional
del
Estado
empiece
a
tener
cierta
existencia
y,
ms
adelante,
autonoma
para
que
su
aplicacin
est
siempre
vinculada
con
los
extranjeros.
Con
lo
cual,
en
el
desarrollo
paralelo
de
las
relaciones
comerciales
incluidos
los
conflictos
armados-
con
Europa,
los
pases
islmicos
concibieron
la
necesidad
de
crear
un
estatuto
especifico
para
los
infieles,
por
no
ser
susceptibles
de
someterse
a
la
ley
islmica,
por
tanto,
deben
de
sostener
su
estatuto
personal.
La
evolucin
de
esta
etapa
termina
cuando
este
principio
se
apoya
en
un
fundamento
contractual,
mediante
la
conclusin
de
los
primeros
tratados
de
comercio
entre
los
pases
islmicos
y
los
cristianos.
As,
dos
principales
sectores
de
DIPr,
la
nacionalidad
de
una
parte,
y
la
condicin
civil
de
otra,
fueron
establecidos
en
el
156
157
Vase
A.
ABEL,
Ltranger
dans
lIslam
classique,
Recueil
de
la
Socit
Jean
Bodin,
t.
X,
Ltranger,
1
er
partie,
Bruxelles,
Librairie
Encyclopdique,
1958,
pp.
331-351.
85
86
Protectorado.
Es
una
situacin
que
afect,
en
especial
a
los
asuntos
extranjeros,
cuya
gestin
y
decisin
correspondi
por
completo
a
Francia,
en
todo
el
territorio
del
Imperio
Cherifi.
Pese
a
esta
situacin
ficticia
de
que
Marruecos
segua
existiendo
como
un
Estado
soberano,
anunciada
por
el
Protectorado,
no
se
excluy
el
asentamiento
de
un
sistema
marroqu
de
DIPr.
As,
los
principios
anteriores,
basados
en
la
nocin
de
personalidad
de
leyes,
se
han
prosperado
durante
este
periodo,
para
dar
paso
a
una
intervencin
del
Protectorado,
que
ha
tomado
un
conjunto
de
medidas
con
el
fin
de
renovar
las
instituciones
del
Estado
Cherifi,
y
dotarles
de
una
legislacin
equiparable
a
aqulla
adoptada
en
los
pases
europeos160.
Evidentemente,
se
trata
de
un
proyecto
cuya
realizacin
se
consigue
mediante
la
subordinacin
del
orden
jurdico
neo-
Cherifien
al
de
los
pases
extranjeros,
a
quien
le
pertenezca
su
organizacin.
Por
ello,
la
principal
originalidad
del
DIPr
durante
el
Protectorado,
se
deriva
de
su
carcter
convencional.
As
mismo,
la
voluntad
de
las
potencias
extranjeras
en
reformar
algunas
instituciones,
alcanza
la
institucin
del
Makhzan,
de
modo
que
convierten
a
Marruecos
en
un
pas
de
puertas
abiertas
(BURELAY),
al
cual
todos
los
extranjeros
tendrn
libre
acceso,
es
ms,
estarn
situados
a
pie
de
igualdad,
sea
en
el
plano
jurdico,
o
en
el
plano
econmico
con
los
nacionales.
Para
que
el
objetivo
diseado
por
el
Protectorado
tenga
eficacia,
necesita
un
marco
legislativo
legal,
en
el
cual
podr
alcanzarse.
De
hecho,
Francia
fue
la
primera
en
tomar
la
iniciativa
de
elaborar
un
texto
legislativo
cuya
aplicacin
fue
restringida
a
su
zona
geogrfica,
para
permitir
as
a
Espaa
ms
adelante-
seguir
el
mismo
camino,
pero
en
su
caso
va
a
inspirarse
en
las
normas
legisladas
por
el
Protectorado
francs,
y
que
aplicar
tambin
en
la
zona
que
domina.
En
definitiva,
Marruecos
se
encontraba
bajo
un
rgimen
legislativo
pluralista,
-sin
olvidar
las
reglas
tradicionales
internas,
que
rigen
a
los
marroques
musulmanes-.
160
87
Para
concluir,
sin
lugar
a
duda
la
construccin
del
sistema
marroqu
actual
es
fruto
del
conjunto
de
circunstancias
y
antecedentes
relevantes.
Ahora
bien,
si
se
considera
que
el
Dahir
aprobado
en
1913,
puede
llamarse
el
Cdigo
marroqu
de
DIPr
(BOURELEY),
es
una
declaracin
atrevida,
puesto
que
Marruecos
no
fue
libre
de
edificar
un
DIPr
equiparado
a
los
estndares
internacionales.
As
mismo,
se
critica
a
la
citada
legislacin
su
carencia
de
unos
principios
esenciales,
-en
cualquier
Derecho
internacional-,
como
puede
ser
la
teora
de
conflicto
de
leyes.
c) Importantes
novedades
tras
la
adopcin
del
Cdigo
de
Procedimiento
Civil
de
1974
La
independencia
de
Marruecos
en
1956
supuso
un
importante
hito
en
la
configuracin
del
sistema
de
DIPr,
en
la
medida
en
que
dej
de
tener
la
marcada
impronta
colonial
para
comenzar
a
desarrollarse
un
sistema
propio
y
particular
del
nuevo
pas161.
Tras
la
unificacin
de
la
jurisdiccin
marroqu
en
virtud
de
la
Ley,
de
26
de
enero
de
1965,
se
derogaron
(a
partir
del
1
de
enero
de
1966)
los
dos
Cdigos,
y
entr
en
vigor
el
Dahir
de
1913
en
todo
el
territorio
marroqu162.
Por
ello,
se
parta
de
la
aplicacin
del
Dahir
de
1913,
con
la
citada
reforma163.
Se
trata
de
una
norma
ms
amplia
de
lo
que
indica
su
ttulo,
dado
que
no
slo
se
refera
o
regulaba
el
goce
de
derechos
por
los
extranjeros
en
Marruecos,
sino
que
recoga
algunas
reglas
de
DIPr
y,
en
concreto,
normas
de
conflicto.
161
Vase,
M.
BOURELY:
Le
Droit
international
priv
du
Maroc
indpendant,
RCDIP,
1962,
pp.
212
y
ss.
162
Si
bien
el
MJ
en
los
primeros
aos
tras
la
independencia
puso
en
marcha
un
nuevo
proyecto
de
ley
respecto
a
la
situacin
civil
de
extranjeros
y
despus
lanz
el
segundo
proyecto
(entre
los
aos
1967
y
1968,
adems
de
la
aprobacin
de
otro
Dahir
en
1973)
el
legislador
marroqu
no
ha
regulado
este
tema
de
forma
concisa
que
a
partir
de
Dahir
promulgado
en
2003.
163
Vase,
entre
otros,
A.
SALAMA,
Mabadie
Alqanun
Addawli
Alkhasse
Alislami
Almuqaran.
Dar
Annahda
Alarabiya,
Alqahira
1989,
p.
87;
A.
BELMIR:
Alahwal
Achaksiya
Lilajanib
Fiattachrie
Almaghrebi;
Arrawabit
Alaailiya
Manchurat
Jamiyat
Tanmiyat
Albuhuth
Waddirasat
Alqadaiy,
Matbaat
Assahil,
Rabat,
1989,
pp.
2
y
ss.
88
164
89
Se
deduce
de
ste
apartado
que,
a
la
espera
de
una
reforma
del
CPC,
la
antigua
legislacin
se
ha
mantenido
por
tanto
tiempo.
Vase,
entre
otros,
CH.ALMADKURI:
Markaz
Alqanun
Alaynabi
Amam
Alkadae
Almagrebi,
Mayyalat
Alqanun
wa
Aliqtisad,
Kuliyat
Alhuquq,
Fs,
n
6,
1990,
pp.
81-115.
169
Tras
la
independencia,
este
principio
no
apareci
ms
que
de
forma
puntual,
as
como
en
forma
de
tendencia
durante
los
aos
sesenta
del
pasado
siglo,
tanto
en
el
plano
legal
como
jurisprudencial.
No
obstante,
no
ha
de
olvidarse
que
la
transicin
se
realiz
mediante
soluciones
puntuales
y
fragmentarias,
al
mismo
tiempo
que
subsistieron
en
ms
de
un
mbito
posiciones
tradicionales
herederas
de
la
poca
del
Protectorado.
170
En
otras
materias,
la
asimilacin
se
haba
realizado
desde
la
unificacin
de
jurisdicciones
introducidas
en
1965.
90
171
172
91
174
92
93
94
179
95
180
181
Para
una
visin
general
acerca
de
la
evolucin
del
DIPr
marroqu
tras
la
independencia
del
pas
vase,
entre
otros,
J.
DEPREZ,
Bilan
de
vingt
cinq
annes
de
Droit
international
priv
au
Maroc,
RJPEM,
1981,
vol.
10,
pp.
125
y
ss;
A.
ABDELLAH,
Alqanun
Addawli
Aljass,
Alyuse
Athani,
Tabe
Alhaya
Alaamma
Lilkitab,
1986,
p.
56.
182
Tales
reglas
no
pertenecen
al
Derecho
privado,
sino
al
pblico,
al
vincular
al
Estado
con
los
particulares
de
forma
directa.
Del
mismo
modo
sucede
en
el
caso
de
la
extranjera,
dado
que
el
96
normas
de
Derecho
privado,
como
sucede
cuando
se
trata
de
las
relaciones
entre
particulares
en
las
que
existe
un
elemento
extranjero,
que
se
resuelven
en
cuanto
al
fondo,
por
el
sector
del
Derecho
aplicable.
Se
plantea
el
denominado
tradicionalmente-
conflicto
de
leyes,
al
ser
preciso
determinar
la
ley
que
ha
de
aplicarse
en
un
concreto
caso,
como
sucede
cuando
se
trata
de
la
celebracin
de
un
matrimonio,
la
conclusin
de
un
contrato
de
compra-venta,
el
otorgamiento
de
un
testamento
ante
autoridad
marroqu
por
personas
extranjeras
o
por
marroques
en
el
extranjero.
En
este
sentido,
si
bien
la
doctrina
propone
sustituir
la
expresin
DIPr
por
Cdigo
de
derechos
personales
en
diferentes
pases,
se
critica
esta
propuesta,
por
inducir
a
confusin,
al
permitir
pensar
que
existe
cierta
primaca
del
DIPr
sobre
el
sistema
internacional
(sin
precisar,
de
otro
lado,
los
criterios
que
permiten
concretar
la
aplicacin
de
las
legislaciones
interna
e
internacional
en
un
concreto
caso)
183.
Y,
en
segundo
extremo,
porque
tal
expresin
no
concuerda
con
las
caractersticas
del
DIPr
y,
en
concreto,
con
su
carcter
internacional
(vase
infra).
Otros
autores
utilizan
la
expresin
Derecho
de
naturaleza
privada
aplicable
a
los
particulares
en
sus
relaciones
jurdicas
internacionales.
No
obstante,
a
pesar
de
incluir
el
DIPr
en
el
Derecho
privado,
no
se
salva
de
crticas,
al
no
haberse
concretado
las
relaciones
privadas
a
las
que
se
aplica,
lo
que
puede
generar
dudas
respecto
a
las
mismas.
De
otra
parte,
este
conjunto
de
propuestas
ha
conducido
a
otro
sector
doctrinal
a
considerar
que
las
normas
del
sistema
de
DIPr
forman
parte
del
Derecho
pblico
y,
por
ello,
se
define
este
mbito
como
el
conjunto
de
normas
que
disciplina
las
relaciones
entre
individuos
de
diferentes
nacionalidades.
Estado
reconoce
el
goce
por
el
extranjero
de
un
conjunto
de
derechos
en
el
pas
de
su
residencia.
183
La
doctrina
considera
que
es,
realmente,
cuando
se
trata
de
este
tipo
de
situaciones
cuando
es
preciso
acudir
a
las
reglas
del
Derecho
(internacional)
privado,
en
concreto,
al
Derecho
civil
o
al
CEP.
Vase
entre
otros
N.
MTIWI
MACHKOURI,
Mabadie
Alqanun
Addawli
Aljass,
Kuliyat
Alhuquq,
Fs,
1997-1998,
p.
78;
A.
L.
CALVO
CARAVACA
y
J.
CARRASCOSA
GONZLES,
Introduccin
al
Derecho
Internacional
Privado,
Granada,
Comares,
1997,
pp.
455-456.
97
98
Junto
a
ello,
el
DIPr
determina
la
competencia
de
las
autoridades
de
los
Estados
para
resolver
las
situaciones
en
las
que
est
presente
el
elemento
internacional,
al
tener
lugar
en
presencia
de
personas,
fsicas
o
jurdicas,
extranjeras.
Asimismo,
forman
parte
de
su
contenido,
las
cuestiones
relativas
al
goce
de
derechos
de
los
extranjeros,
la
determinacin
de
la
ley
aplicable
a
una
concreta
situacin
privada
internacional
y
el
tribunal
competente,
as
como
el
reconocimiento
(eficacia
extraterritorial)
de
las
decisiones
pronunciadas
por
autoridades
extranjeras
(en
Marruecos)185.
b) Fuentes
del
sistema
marroqu
de
Derecho
internacional
privado:
caracterizacin
En
este
estudio
se
analizarn
dos
temas
importantes
vinculados
con
el
DIPr,
el
origen
de
las
nomas
de
DIPr
marroqu,
y
la
relacin
entre
las
normas
de
distinta
procedencia
o
mbito
material
(fuente,
entendida
en
sentido
material).
Cabe
sealar,
en
primer
lugar,
la
independencia
de
las
normas
pertenecientes
al
sistema
de
DIPr,
pues
como
se
ha
sealado-
la
doctrina
ha
fracasado
en
su
intento
de
catalogarlo
dentro
del
Derecho
pblico
o
del
privado.
Es
ms,
se
comenz
a
prestar
especial
atencin
a
las
fuentes
del
sistema
marroqu
de
DIPr
a
partir
del
momento
en
el
que
el
legislador
puso
en
tela
de
juicio
la
aplicacin
de
las
normas
en
relacin
con
su
fuerza
obligatoria,
que
recogi
el
Dahir
de
6
de
septiembre
de
1958186.
De
hecho,
en
el
mencionado
Dahir
se
indica
que
prevalecen
los
acuerdos
internacionales
(especial
fuerza
de
resistencia)
sobre
la
legislacin
interna,
cuando
se
contradicen
sus
disposiciones
(de
ambas
fuentes).
Ello
significa
que
la
legislacin
interna
no
es
la
nica
referencia
en
cuanto
al
origen
de
las
normas
del
ordenamiento
185
Vase,
entre
otras
referencias
A.CHAFIQ,
Alaalaqat
Addawliya
Fi
Alasr
Alhadith,
Rabat,
1985,
pp.
24-26;
H.
SEFROUI,
La
condition
des
trangers
au
Maroc,
Dar
Alkitab,
1973.
186
Dahir
nm.
1-58-250
relativo
a
la
nacionalidad
marroqu,
en
este
sentido
consltese
M.
ATTEGDWINI,
Anadariya
Alaamma
Lilqanun
Addawli
Aljasse
Alyinsiya-
2002.
99
marroqu,
sino
que
sta
integra
el
referido
sistema,
pero
junto
con
las
normas
que
proceden
de
los
convenios.
Por
ello,
de
otro
lado,
en
cuanto
a
su
aplicacin,
no
cabe
aceptar
que
el
Juez
marroqu
aplique
tan
slo
las
normas
aprobadas
por
el
Estado
marroqu
(de
origen
autnomo),
sino
que
las
situaciones
privadas
internacionales
tambin
pueden
regularse
por
normas
de
origen
internacional.
Por
tanto,
el
Juez
marroqu
no
puede
decidir
de
forma
sistemtica
la
aplicacin
de
su
propio
ordenamiento
a
un
concreto
caso,
sin
tomar
en
cuenta
el
contenido
de
las
legislaciones
extranjeras.
Si
bien
puede
decidir
la
aplicacin
de
las
normas
que
proceden
de
ambas
fuentes,
de
origen
nacional
o
internacional,
no
puede
aplicar
-de
forma
arbitraria-
unas
con
preferencia
a
otras,
sino
que
la
autoridad
judicial
ha
de
proceder
de
la
manera
en
la
que
cada
ordenamiento
establece
la
citada
relacin
entre
las
normas
de
origen
interno
(autnomo)
y
las
de
origen
convencional.
Tal
criterio
no
puede
incumplirse
para
dar
preferencia
a
las
reglas
de
origen
interno,
sean
del
campo
del
Derecho
pblico
o
privado187.
Ahora
bien,
ha
de
tomarse
en
cuenta
la
concepcin
existente
en
Marruecos
acerca
de
la
funcin
del
sistema
de
DIPr,
que
no
tiene
la
finalidad
de
lograr
la
justicia
entre
los
extranjeros
en
un
pas
que
no
es
el
propio,
lo
que
requerira
establecer
de
forma
clara
la
relacin
entre
las
normas
de
distinto
origen
(esto
es,
el
criterio
que
delimita
su
aplicacin
en
un
concreto
caso),
sino
que
consiste
en
brindar
una
tranquilidad
o
seguridad
a
las
personas
que
no
sean
nacionales
en
el
Estado
en
el
que
residen.
Por
ello,
cuando
se
recurre
en
un
pas
a
la
aplicacin
de
la
ley
de
otro,
no
se
considera
violacin
de
los
principios
fundamentales
del
ordenamiento
marroqu,
sino
que
se
est
en
presencia
de
la
funcin
propia
del
sistema
de
DIPr188.
187
Vase
Almayyalat
Addawliya
Lilqanun
Addawli
Aljasse
1981,
R.I.D.I.P,
p.
50;
M.
KAMAL
FAHMI,
Osoul
Alqanun
Addawli
Aljass,
Attabaa
Athaniya,
Aliskandariya,
1980,
p.65.
188
Vase
entre
otros
P.
DECROUX,
Lapplication
des
lois
nationales
au
Maroc,
LGDJ,-
Institut
des
Hautes
tudes
marocaines-
Centre
dtudes
juridiques
tome
XLIII,
1955,
p.
185;
I.
ADDAHAK,
Tatawer
Fikrat
Alyinsiya
Bilmagreb,
Mayyalat
Almuhamat,
Assadira
Aan
Yamiayat
Hayat
Almuhamina
Bilmagreb,
n8-9,
mars-yuliouz,
1971,
pp.
53
y
ss;
N.
LAHLOU,
La
condition
de
la
loi
trangre
en
Droit
international
priv.
Essai
dtude
comparative
du
Droit
international
priv
100
En
tercer
lugar,
se
predica
del
DIPr
su
carcter
internacional,
lo
que
significa
que
cuando
el
legislador
aprueba
una
ley
que
regula
las
situaciones
privadas
internacionales,
no
parte
de
las
circunstancias
locales,
como
es
el
caso
de
una
ley
interna
privada
o
pblica,
sino
que
parte
del
contexto
internacional
para
proteger
los
derechos
de
los
extranjeros
y
conseguir
regular
sus
relaciones
y
sus
intereses
de
forma
satisfactoria.
Esta
operacin
se
realiza
de
una
forma
que
no
es
objetiva,
lo
que
permite
indicar
que
no
existe
un
DIPr
nico
en
todos
los
pases,
porque
sus
normas
no
se
basan
en
las
mismas
fuentes,
salvo
excepciones,
que
se
refieren
a
concretos
casos.
De
otro
lado,
segn
lo
sealado,
la
aprobacin
de
las
normas
del
sistema
de
DIPr
no
es
tarea
exclusiva
del
legislador
nacional,
sino
que
corresponde
tambin
al
legislador
internacional,
a
travs
de
la
conclusin
de
convenios,
que
regulan
mbitos
concretos
o
especficas
parcelas
del
ordenamiento.
Es
ms,
en
ocasiones,
puede
suceder
que
los
Estados
que
firman
los
citados
convenios
no
hayan
participado
en
su
elaboracin.
Para
concluir
y
destacar,
al
mismo
tiempo,
el
carcter
internacional
de
las
normas
del
sistema
de
DIPr,
indudablemente,
en
diferentes
Estados
se
recurre
a
la
jurisprudencia
y
al
esfuerzo
jurisdiccional
internacional
y
que
hoy
da
se
ha
convertido
en
una
fuente
imprescindible.
En
definitiva,
el
DIPr
es
un
Derecho
nuevo,
que
est
en
proceso
de
desarrollo
tras
su
reciente
aparicin189.
c) Relacin
entre
las
normas
procedentes
de
distinta
fuente
fuentes
tanto
nacionales
como
internacionales.
Son
bsicamente
las
mismas
fuentes
de
otras
ramas
del
Derecho:
legislacin,
uso
o
costumbre
como
fuentes
originales,
y
jurisprudencia
y
doctrina
como
fuentes
complementarias,
adems
de
las
fuentes
franais
et
marocain,
Doct.
dEtat
en
droit
priv,
Paris
II
1981,
cit
en
Le
droit
international
priv
dans
les
pays
Magrbins,
Vol.
I,
Janvier-Juin,
1995,
p.
166.
189
Vase
M.
ISSAD,
Droit
international
priv,
I-
les
rgles
de
conflits,
ditions
publisud,
Paris
1986,
p.
174
;
M.
ATTEGDWINI,
Alwasit
Fi
Alqanun
Addawli,
op.
cit,
pp.
8-14.
101
Respecto
a
esta
cuestin,
cabe
sealar
que
la
Constitucin
espaola
de
1978,
establece
la
prioridad
de
la
regla
convencional
sobre
el
Derecho
interno
de
forma
clara
(art.
96).
191
Para
un
sector
de
la
doctrina,
el
orden
pblico
est
constituido
por
conjunto
de
ideas
flexibles
difciles
de
determinar
de
forma
minuciosa,
refleja
generalmente
los
principios
102
2006,
tras
la
reforma
operada
en
2011
indica
la
primaca
de
las
normas
de
origen
internacional
con
respecto
a
las
normas
de
origen
interno192.
De
otro
lado,
en
cuanto
a
las
fuentes
formales,
la
falta
de
un
criterio
normativo
general
hace
necesario
recurrir
a
las
decisiones
judiciales
para
verificar
qu
indica
la
jurisprudencia
marroqu
sobre
las
fuentes
de
las
normas.
Cuando
se
consulta
la
jurisprudencia
del
TS
sobre
este
particular,
se
observa
que
se
trata
el
tema
de
las
fuentes
formales
del
ordenamiento
de
modo
radicalmente
distinto
al
que
es
propio
de
los
pases
occidentales.
Segn
la
jurisprudencia
marroqu,
dichas
fuentes
son:
en
primer
lugar,
la
ley;
en
segundo
extremo,
los
principios
y
las
reglas
de
la
Shariaa,
en
tercer
trmino,
el
esfuerzo
jurisprudencial;
en
cuarto
lugar,
la
costumbre,
y
por
ltimo,
los
principios
generales
del
Derecho.
Junto
a
ellas,
figuran
otras,
de
carcter
internacional,
constituidas
por
los
convenios,
la
jurisprudencia
y
la
costumbre
internacionales193.
2.
ORGANIZACIN
JUDICIAL
MARROQU
ANTERIOR
Y
POSTERIOR
A
LA
INDEPENDENCIA
A) Organizacin
judicial
antes
y
durante
la
poca
del
Protectorado
Pueden
citarse
tres
etapas
trascendentales
en
la
organizacin
jurisdiccional
marroqu:
la
primera
se
sita
antes
de
la
instauracin
del
Protectorado,
poca
en
la
que
se
aplicaba
exclusivamente
el
Derecho
islmico
o
el
Fiqh
Alislami,
salvo
para
el
econmicos,
sociales
y
ticos
en
los
cuales
se
basa
el
orden
social.
Considerada
la
idea
del
orden
pblico
y
la
moralidad
pblica
como
elementos
relevantes
de
la
formula
flexible
de
las
reglas
jurdicas.
Ahora
bien,
no
se
refiere
necesariamente
a
las
reglas
vinculadas
con
el
orden
pblico,
a
las
creadas
por
el
orden
social,
o
las
que
tienden
a
conseguir
el
inters
general,
porque
todas
las
reglas
de
derecho
se
aprueban
en
este
sentido.
Sin
embargo,
son
las
que
aspiran
al
alcance
del
derecho
bsico
al
que
no
se
puede
renunciar,
vase
detenidamente
el
Captulo
tercero.
192
Eje
III,
de
la
CM
aprobada
el
29
de
julio
de
2011.
193
Vase
K.
BARJAWI,
Alqanun
Addawli
Aljass
Fi
Maddat
Alhwal
Achajsiyya,
Univ.
Mohammed
V,
Rabat,
2001,
p.
36,
y
A.
ZOUGARI,
Ahkam
Alqanun
Addawli
Aljasse
Fi
Attachrie
Almaghrebi,
I
Alayinsiyya.
Ed.
Dar
Tubqal
Linnachre,
Casablanca,
1996,
p.
26.
103
caso
de
una
minora
de
personas,
a
las
que
se
les
aplicaban
reglas
especiales,
como
suceda
en
el
caso
de
los
judos
o
de
los
cristianos194.
La
segunda
etapa
comienza
cuando
Francia
suprime
la
jurisdiccin
consular,
para
la
constitucin
de
tribunales,
que
concuerdan
con
su
estructura
jurisdiccional,
en
concreto,
la
creacin
de
los
tribunales
Shareiya,
de
los
tribunales
hebreos,
de
los
tribunales
Majzaniya
y
de
los
tribunales
franceses.
La
tercera
y
ltima
etapa
comienza
tras
la
independencia,
que
supone
una
transformacin
en
la
estructura
de
los
tribunales,
que
comenz
por
la
abolicin
de
todas
las
instancias
incompatibles
con
la
soberana
e
independencia
de
Marruecos.
En
efecto,
se
constituyeron
tribunales
nuevos,
como
los
tribunales
ordinarios,
los
tribunales
modernos,
los
tribunales
laborales
y
el
Tribunal
Superior.
Ello
antes
de
la
promulgacin
de
la
Ley
de
Unificacin
(o
marroquinizacin),
de
26
de
enero
de
1965,
y
que
ha
suprimido
implcitamente
los
tribunales
modernos,
los
tribunales
Shareiya
y
los
tribunales
hebreos,
para
que
la
organizacin
judicial
incluya
el
tribunal
de
Assadad195,
los
tribunales
regionales,
los
tribunales
de
apelacin
y
el
TS.
No
obstante,
tuvo
lugar
una
destacada
evolucin
tras
la
aprobacin
del
Dahir,
de
15
de
julio
de
1974,
mediante
el
cual
se
anulan
todos
los
tribunales
existentes
en
aquel
tiempo,
para
la
constitucin
de
los
tribunales
de
las
comunidades,
los
tribunales
provinciales,
los
tribunales
de
primera
instancia,
los
tribunales
de
apelacin
y
el
TS.
Junto
a
los
sealados,
dado
el
desarrollo
de
la
sociedad
marroqu,
en
general,
y
la
jurisdiccin
marroqu,
en
particular,
el
legislador
ha
creado
dos
nuevas
instancias,
194
104
196
105
un
derecho
comn,
como
puede
ser
un
derecho
civil
unificado,
aunque
esto
es
cierto
para
Addimiene,
que
conservan
su
estatuto
propio,
y
para
extranjeros
que
no
se
someten
nunca
al
Derecho
islmico,
incluso
antes
de
las
capitulaciones.
Sin
embargo,
ello
no
impide
que
el
mencionado
Derecho
tenga
una
vocacin
terica
de
derecho
comn,
en
la
cual
la
unin
mixta
entre
musulmn
y
no
musulmn
poda
ser
regida
perfectamente
por
el
mismo.
De
hecho,
no
se
presenta
ninguna
imposibilidad
en
aplicar
el
Derecho
islmico
a
las
personas
cuya
confesin
no
sea
la
musulmana.
La
observacin
es
de
una
destacable
importancia,
en
especial,
en
la
actual
reflexin
sobre
la
aplicacin
del
citado
derecho
en
su
relacin
con
el
DIPr
marroqu.
B) Organizacin
judicial
actual
a) Unificacin
de
jurisdicciones
Con
la
Ley,
de
26
de
enero
de
1965,
que
realiz
una
unificacin
de
la
jurisdiccin
en
Marruecos,
mediante
la
instauracin
de
una
nueva
organizacin
judicial,
habr
aportado
el
final
de
un
sistema
de
competencia
-incompatible-,
basado
en
la
nacionalidad
del
litigante199.
Ninguna
razn
justifica
ms,
a
partir
de
la
fecha
de
promulgacin
de
dicha
ley,
la
distincin
emanada
de
un
espritu
capitular
como
herencia
de
la
era
del
Protectorado.
De
otro
lado,
en
el
seno
de
un
Estado
moderno
e
independiente
no
puede,
salvo
en
casos
particulares
-que
no
existen
en
el
actual
Marruecos-,
instituir
jurisdicciones
para
el
uso
exclusivo
de
extranjeros,
o
ms
exactamente
como
fue
el
caso
antes,
elaborar
ciertas
competencias
jurisdiccionales
edificadas
en
el
criterio
de
nacionalidad200.
La
unificacin
tanto
de
jurisdiccin,
como
de
condicin
de
los
pleitistas
ante
la
justicia
sin
distincin
de
nacionalidad,
constituy
la
lgica
de
una
poltica
que
se
emple
no
solo
para
deshacerse
de
las
secuelas
del
pasado,
sino
tambin
para
199
200
Entre
otros,
consltese
en
esta
materia,
A.
SALAMA,
Mabadie
Alqanun
Addawli
Aljasse
Alislami
Almuqaran,
Dar
Annahda
Alaarabiya,
Alqahira,
1989,
pp.
55-75.
106
107
As
la
organizacin
judicial
actual
destaca
la
configuracin
de
los
TPI
en
Secciones,
cada
una
competente
en
una
determinada
materia,
bien
del
mbito
de
los
extranjeros,
bien
de
los
musulmanes,
hacen
que
aparezca
ligeramente
preterida
la
accin
de
la
norma
de
conflicto,
dado
que
la
competencia
legislativa
aparece
fuertemente
ligada
a
la
competencia
judicial
y,
por
ende,
cuando
autoridades
religiosas
aplican
el
Derecho
islmico
(en
cuyo
mbito
estn
comprendidas
las
materias
que
regula
el
nuevo
CF)
y
a
la
inversa.
Ha
de
destacarse
que
desde
principios
del
siglo
XX
la
estructura
judicial
o
jurisdiccional
en
Marruecos
ha
experimentado
varias
modificaciones.
Las
mismas
tuvieron
lugar
cuando
Francia
ha
logrado
su
colonizacin
tras
numerosas
negociaciones,
la
ms
importante
el
acuerdo
franco-alemn,
de
4
de
noviembre
de
1911,
cuyo
art.
9,
2
estableci
la
supresin
de
los
diferentes
tribunales
consulares,
que
se
constituyeron
en
virtud
del
rgimen
de
privilegios
impuesto
durante
aos
sobre
el
Estado
marroqu,
y
la
sumisin
a
un
sistema
jurisdiccional
unificado
como
el
modelo
europeo.
Sin
duda,
ha
influido
en
la
organizacin
jurisdiccional
el
conjunto
de
las
evoluciones,
que
se
tradujo
en
una
dualidad
de
reglas,
algunas
inspiradas
de
los
principios
del
Islam,
y
otras
de
las
normas
europeas
en
concreto
el
Derecho
francs.
Lo
que
refuerza
dicha
influencia,
es
que
la
reforma
en
s
de
la
organizacin
jurisdiccional
se
incluy
dentro
de
la
poltica
general
del
Protectorado
francs
en
virtud
del
art.1
de
la
Convencin
del
Protectorado,
de
30
de
marzo
de
1912,
su
Majestad
Sultn
y
el
Estado
de
la
Repblica
francesa
han
acordado
la
constitucin
de
un
rgimen
nuevo
en
Marruecos
incluye
las
reformas
administrativas,
judiciales,
de
educacin,
econmicas,
etc.205.
205
108
206
109
Cualquiera
que
sea
la
exactitud
de
la
formula
jurisdiccin
religiosa,
se
deduce
que
el
Qadi
aplica
solamente
el
Derecho
islmico
y
el
tribunal
rabnico
el
Derecho
hebraico.
Partiendo
de
las
primeras
funciones
de
estos
tribunales,
no
estaban
suficientemente
preparados
para
convertirse
en
jueces
de
Derecho
internacional
privado
habilitados
para
aplicar
las
leyes
extranjeras.
210
Vase
J.
DEPREZ:
La
rforme
de
lorganisation
judiciaire
et
de
la
procdure
au
Maroc
(Dahir
de
15
juillet
et
28
septembre
1974)
et
le
Droit
International
Prive,
RJPEM,
1977,
vol.
3,
pp.
57
y
ss.
110
Lo
que
pone
de
relieve
que
el
sistema
marroqu
de
DIPr
se
basa
en
la
premisa
de
la
visin
religiosa
del
Derecho.
Ahora
bien
-como
se
ha
sealado-,
tras
la
entrada
en
vigor
de
la
Ley
nm.
73-03,
todas
las
secciones
del
TPI
tienen
competencia
para
reconocer
decisiones
extranjeras,
sin
que
se
tome
en
cuenta
la
distincin
entre
que
se
trate
de
un
asunto
que
se
refiere
a
un
extranjero
o
a
una
persona
que
profesa
la
religin
islmica211.
b) Consecuencias
con
respecto
al
estatuto
personal
Si
bien
la
distincin
basada
en
la
nacionalidad
haba
desparecido
en
cualquier
otra
materia,
el
estatuto
personal
continuaba
de
dependerse
de
un
Tribunal
diferente
en
funcin
de
la
nacionalidad
de
los
litigantes,
Tribunal
de
Sadad
para
juzgar
el
estatuto
personal
de
marroques,
y
el
Tribunal
regional
para
conocer
de
estatuto
familiar
de
extranjeros212.
Sera,
sin
embargo,
impropio,
valorar
esta
situacin
como
una
conservacin
del
antiguo
criterio
de
nacionalidad
-en
principio
abandonado
a
partir
de
1965-.
Ahora
bien,
la
jurisdiccin
de
Sadad
no
fue
exclusivamente
representada
en
un
Tribunal
para
marroques,
y
el
Tribunal
regional
no
fue
concretamente
una
jurisdiccin
para
extranjeros.
211
111
112
Para
concluir,
el
Tribunal
de
Sadad
no
representa
al
Juez
de
marroques,
sino
al
Juez
de
todos,
similar
a
toda
jurisdiccin
unificada.
La
limitacin
de
su
competencia
respecto
a
litigantes
nacionales
en
materia
de
estatuto
personal
no
poda
analizarse,
bajo
ningn
concepto
como
voluntad
de
separar
extranjeros
y
marroques
ante
la
justicia.
Por
ello,
se
explicaba
ms
bien
por
razones
relacionadas
con
la
estructura
de
los
tribunales
de
1965,
y
a
las
condiciones
en
las
cuales
se
ha
efectuado
la
transicin
a
un
nuevo
orden
judicial,
que
por
otros
motivos.
En
cuanto
al
Tribunal
regional,
que
ha
heredado
numerosas
competencias
antes
atribuidas
a
los
tribunales
modernos
-los
mismos
sucesorios
de
tribunales
franceses-,
se
le
han
confiado
entre
otras,
aquellas
competencias
relativas
al
estatuto
personal
extranjero,
tal
como
figuraba
entre
las
atribuciones
de
sus
predecesores.
Finalmente,
con
la
instauracin
en
1974
del
TPI
y
de
la
funcin
del
Juez
de
derecho
comn
en
materia
civil,
comercial,
administrativa
y
social,
la
etapa
de
evolucin
habr
llegado
a
su
fin,
subrayando
en
materia
de
estatuto
personal
como
en
otras,
la
eficacia
de
que
los
extranjeros
se
recojan
a
la
misma
jurisdiccin
que
los
marroques214.
III.
1.
DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
DE
INSPIRACIN
ISLMICA
A) Influencia
del
Derecho
islmico
en
la
elaboracin
del
Derecho
internacional
privado
La
presencia
del
Islam
como
referencia
existe,
en
realidad,
en
todos
los
ordenamientos
de
los
pases
islmicos
y
no
slo
en
los
del
Magreb.
El
Islam
representa
no
slo
una
religin,
sino
un
conjunto
de
principios
a
los
que
resulta
difcil
renunciar
214
113
(como
se
ha
sealado
supra).
Si
bien
los
pases
rabes,
tras
su
independencia,
han
intentado
llevar
a
cabo
una
serie
de
reformas
para
revestir
sus
leyes
de
un
aspecto
ms
moderno
y
actualizado,
es
innegable
el
carcter
religioso
de
esas
normas215.
As,
los
pases
magrebes,
en
general,
han
aprobado
normas
en
materia
de
DIPr
y
las
han
incluido
en
los
Cdigos,
entre
ellos,
en
el
Cc,
como
sucede
en
el
caso
de
Argelia,
Libia
y
Mauritania,
o
en
textos
especiales,
como
en
el
caso
de
Tnez
y
Marruecos.
La
incidencia
de
las
circunstancias
histricas,
econmicas,
sociales
y
polticas
es
bastante
evidente
en
la
codificacin
de
DIPr,
en
especial,
en
materia
de
estatuto
personal
en
todos
los
pases
del
Magreb
y,
en
particular,
en
Marruecos.
En
un
principio,
estos
textos
han
establecido
la
sujecin
de
los
extranjeros
respecto
a
su
estatuto
personal
a
su
ley
nacional,
una
respuesta
que
ha
resuelto
el
conflicto
en
el
DIPr
comparado
entre
el
Derecho
nacional
y
el
de
origen
en
esta
materia
a
favor
del
primero.
Esta
opcin
no
fue
casual,
sino
que
se
trataba
de
una
tradicin
bien
arraigada
en
el
pensamiento
del
mundo
islmico.
As
mismo
del
principio
de
la
personalidad
de
leyes,
que
dispone
que
los
extranjeros
se
sujetan
a
su
ley
nacional,
conocido
en
algunas
etapas
tambin
por
el
derecho
de
la
nacionalidad
en
las
reglas
del
Derecho
marroqu.
Los
pases
islmicos
no
han
sometido
nunca
los
extranjeros
a
la
ley
de
origen,
de
modo
que
la
religin
es
el
elemento
que
determina
la
ley
aplicable
a
cada
persona.
La
razn
de
la
aplicacin
de
este
principio
tiene
su
inspiracin
del
Derecho
francs,
y
despus
se
sita
el
fenmeno
de
la
inmigracin,
por
el
hecho
de
que
los
pases
magrebes
tienden
a
reservar
la
identidad
de
sus
ciudadanos
en
la
lucha
contra
la
poltica
de
captacin
o
de
integracin
que
aplican
los
pases
europeos.
Independientemente
de
los
sustantivos
mencionados,
ha
de
corroborar
una
cuestin
interesante,
aparte
de
la
atribucin
principal
al
derecho
nacional,
los
sistemas
de
DIPr
magrebes
han
incluido
una
regla
de
carcter
nacional-y
religiosa
tambin-,
que
exige
la
aplicacin
del
Derecho
local
en
exclusiva
en
todas
las
relaciones
en
las
cuales
una
parte
sea
ciudadana.
215
Vase, K. BARJAWI: Taqiim Mudawwanat Alusra Min Zawiat loc. cit, pp. 34 y ss.
114
Esta
regla
es
conocida
por
la
preferencia
del
privilegio
de
la
nacionalidad,
que
permite
la
aplicacin
de
las
normas
de
su
estatuto
personal.
Sin
embargo,
el
legislador
marroqu
y
tunecino
no
ha
escogido
esta
regla
explcitamente,
aunque
se
lee
en
las
obras
de
la
jurisdiccin
o
el
esfuerzo
intelectual
de
los
jueces
en
varias
ocasiones.
Inciden
en
la
aplicacin
de
dicha
regla
consideraciones
histricas
y
religiosas,
cuyo
origen
se
encuentra
en
el
Fiqh
Alislami
y
que
obliga
la
sumisin
de
todas
las
relaciones
de
estatuto
personal
entre
musulmanes
y
no
musulmanes
a
las
reglas
del
Derecho
islmico.
Hay
que
resaltar
que
los
jueces
magrebes
intervienen
para
decidir
sobre
el
privilegio,
que
exige
-a
su
vez-
la
preferencia
de
la
aplicacin
de
un
Derecho
cuyo
origen
es
islmico,
en
las
relaciones
mixtas
cuya
parte
sea
musulmana.
Probablemente,
los
jueces
no
recurren
en
algunas
ocasiones
a
las
reglas
de
atribucin,
cuando
se
trata
de
la
resolucin
de
un
asunto
de
estatuto
personal
de
extranjeros
musulmanes.
Es
ms,
descartan
totalmente
el
uso
del
anlisis
conflictual,
y
acaban
aplicando
directamente
las
reglas
del
Derecho
local216.
La
actitud
de
los
jueces
tiene
su
fundamento
respecto
al
trato
de
los
casos
citados
anteriormente,
en
los
criterios
del
Derecho
islmico,
que
distingue
entre
musulmanes
y
no
musulmanes
por
religin
y
no
por
nacionalidad.
Por
ello
cuando
se
trata
de
musulmanes,
no
valora
recurrir
al
anlisis
conflictual,
sino
que
se
resuelve
como
cualquier
caso
interno.
A
partir
de
lo
sealado,
es
notable
que
la
respuesta
del
conflicto
de
leyes
magreb
pueda
variar
en
funcin
del
Juez
que
instruye
el
caso,
y
en
funcin
tambin
de
la
nacionalidad
o
religin
de
los
litigantes217.
216
Vase,
A.
BELQASEM,
Alqanun
Addawli
Aljass
Aljazairi,
Tanazue
Alqawanin,
Dar
Huma
Aljazair,
2001,
p.
63.
217
Esto
es,
las
respuestas
son
distintas
en
cada
uno
de
los
ordenamientos
de
los
pases
magrebes,
Vase,
K.
BARJAWI,
Alqanun
Addawli
Aljass
Fi
Maddat
Alahwal
Achajsiya,
Alhulul
Almuqarrara
Litanazue
Alqawanin
Fi
Addawal
Alislamiya
Bayna
Manteq
Alintisab
Ila
Alumma
Alislamiya
Wamanteq
Alintimae
Ila
Alyamaa
Addawliya,
Dirasa
Muqarana
Fi
Arrawabit
Addawliya
Alkhassa
Almagharibiya,
Kulliyat
Mohamed
V,
Rabat,
2001,
p.
45.
115
Vase,
A.
MOULAY
RCHID,
Les
grandes
lignes
du
droit
international
priv
marocain
en
matire
de
statut
personnel
Revue
de
droit
et
dconomie,
n7,
1997,
pp.
45
y
ss;
K.
BARJAWI,
Alqanun
Addawli
Aljass
Fi
Maddat
Alahwal
Achajsiya,
op.cit,
p.
14.
116
117
220
118
Obviamente,
tras
la
independencia,
dej
de
justificarse
una
concreta
opcin
poltica,
que
haba
llevado
a
permitir
la
constitucin
de
instituciones
desconocidas
para
el
foro.
Si
bien
la
situacin
anterior
se
mantuvo
hasta
1974,
la
reforma
del
CPC
no
fue
realizada
muy
pronto.
Esta
prolongacin
del
antiguo
estado
durante
un
periodo
de
dieciocho
aos
tras
la
independencia
contribuy
tambin
a
mantener
vivo
en
el
Derecho
positivo
de
Marruecos
figuras
que
desaparecieron
posteriormente
en
la
nueva
codificacin,
elaborada
en
una
coyuntura
poltica
diferente
a
la
de
1913.
As,
los
procedimientos
de
estatuto
personal
preparados
por
el
CPC
de
1974
se
refieren
a
instituciones
familiares
que
existen
actualmente
en
el
Derecho
del
foro.
Ha
de
indicarse,
en
este
sentido,
que
un
sistema
crea
reglas
de
procedimiento,
ante
todo,
para
el
orden
interno
y
en
funcin
de
instituciones
existentes
en
el
Derecho
interno221.
No
asombra
que
el
legislador
marroqu,
tomando
su
distancia
respecto
a
la
personalidad
de
la
ley,
haya
querido
borrar
todo
lo
que
estuvo
ligado
a
un
pasado
que
se
desea
olvidar222.
La
posicin
adoptada
por
el
legislador
adquiere
una
gran
importancia,
en
especial,
por
el
efecto
que
tendr
ms
adelante
sobre
la
labor
del
Juez
marroqu,
que
resolver
un
conjunto
de
dificultades,
las
cuales
escapaban
bajo
el
imperio
del
antiguo
CPC,
como
suceda
con
la
constitucin
de
instituciones
extranjeras
desconocidas.
Una
dificultad
que
no
es
nueva
en
DIPr,
pero
s
en
Marruecos,
porque
las
disposiciones
del
CPC
antiguo
lo
resolvan
de
un
modo
original.
221
119
Por
ltimo,
con
independencia
de
la
incompatibilidad
con
el
orden
pblico,
todo
sistema
jurdico
est
tcnicamente
preparado
para
recibir
las
instituciones
extranjeras,
calificarlas
y
reconocerlas.
Por
tanto,
todo
sistema
posee
un
aparato
jurisdiccional
y
procesal
para
responder
a
las
diferentes
necesidades,
que
no
sera
posible
solo
mediante
el
juego
de
la
equivalencia
y
de
la
analoga,
que
permiten
a
menudo
las
transposiciones
necesarias223.
2.
CONFIGURACIN
DEL
SISTEMA
MARROQU
DE
DERECHO
INTERNACIONAL
PRIVADO
A) Sectores
del
Derecho
internacional
privado
a) Sistema
ajeno
al
tradicional
conflicto
de
leyes
Como
es
sabido,
en
el
momento
actual,
los
sistemas
de
DIPr
tienen
una
fuerte
impronta
conflictualista,
resultado
de
una
concreta
concepcin
nacida
en
un
momento
histrico
determinado
(s.
XIX)
y
recogida
en
la
obra
de
F.K.
von
Savigny224.
Y,
en
particular,
procede
de
la
adopcin
de
la
norma
de
conflicto
como
paradigma
para
dar
respuesta
a
las
situaciones
privadas
internacionales225.
As,
la
construccin
de
Savigny
223
120
226
Dicha
localizacin
es
objetiva,
esto
es,
tan
slo
existe
un
ordenamiento
con
el
que
la
concreta
situacin
se
encuentre
ms
estrechamente
relacionada,
en
la
concepcin
del
autor
(vase
P.G.
VALLINDAS:
La
structure
de
la
rgle
de
conflit,
RdC,
1960-III,
vol.
101,
pp.
333
y
ss).
De
otro
lado,
la
norma
de
conflicto
habra
logrado
la
armona
de
decisiones,
esto
es,
que
las
autoridades
de
cada
pas
otorguen
la
misma
solucin
a
un
concreto
caso,
en
la
medida
en
que
todas
ellas
contarn
con
las
mismas
normas
de
conflicto,
que
emplearn
los
mismos
criterios
como
puntos
de
conexin.
Sin
embargo,
el
mito
de
la
armona
de
decisiones
result
ser
una
falacia,
pues
cada
legislador
es
libre
de
elegir
los
criterios
para
realizar
la
citada
remisin
o
localizacin.
227
En
el
marco
del
DIPr
moderno,
el
mtodo
localizador
de
la
relacin
es
una
aportacin
que
se
atribuye,
como
es
sabido,
al
erudito
alemn
F.K.
von
Savigny
en
el
siglo
XIVIII,
a
pesar
de
que
se
haba
ya
creado
con
anterioridad
por
el
jurista
alemn
Wchter.
Su
aplicacin
requera
la
pertenencia
de
los
distintos
sistemas
jurdicos
a
la
misma
civilizacin
jurdica,
esto
es,
que
existiese
entre
ellos
cierta
identidad,
entendida
en
trminos
de
su
participacin
a
la
misma
comunidad
jurdica
(rbita
jurdica).
Entre
otros,
vase,
R.
FRANAIS,
Droit
International
Priv
T
I
thorie
gnrale,
1
d.,
1977,
n
511,
p.
178.
121
228
229
Vase,
B.
ALAOUI,
La
loi
personnelle
dans
les
relations
franco-marocaines
en
DIP
franais
et
marocain,
thse
pour
le
doctorat
dtat,
Paris
II,
1978;
A.
FELLOUS,
Ahkam
Alusra
Lilyaliya
Almaghrebiya
,
op.
cit,
p.
4.
230
Dar
Al
islam
es
la
tierra
en
la
que
rige
el
Islam
y
en
la
que
viven
los
musulmanes,
en
la
que
se
aplica
la
ley
islmica
(Shariaa).
Permite
a
los
cristianos
y
judos
regirse
por
las
normas
de
su
credo
respecto
a
los
asuntos
de
estatuto
personal.
En
cambio,
Dar
Alharb,
es
la
tierra
de
las
personas
ateas
o
agnsticas,
con
los
que
no
existe
ninguna
relacin,
salvo
la
guerra
y
el
conflicto
continuo.
231
Ha
de
mencionarse
en
esta
sentido
la
diferencia
entre
la
Shariaa
y
el
Fiqh
como
fuentes
esenciales
de
Derecho
islmico.
La
primera,
como
se
ha
sealado,
se
basa
en
el
Corn
y
Sunna
como
fuentes
escritas
aceptadas
en
todos
los
pases
islmicos.
El
Fiqh
es
toda
obra
humana
positiva,
consecuencia
de
una
larga
evolucin
histrica,
aunque
hoy
en
da
su
interpretacin
se
est
siendo
superado
o
evitado,
dada
su
contradiccin
con
la
situacin
presente
de
los
hechos.
122
123
234
De
otro
lado,
los
arts.
1,
2,
6
y
7
regulan,
con
carcter
general,
los
derechos
y,
en
particular,
los
art.
1
y
2
abordan
asuntos
relacionados
con
las
personas
fsicas
y
los
arts.
6
y
7
se
refieren
a
las
personas
jurdicas.
Otras
disposiciones
se
ocupa
del
conflicto
de
leyes
y
del
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras.
Vase,
M.
ABOUD,
Alqanun
Addawli
Aljass,op.
cit,
p.
149.;
y
A.
BELMIR:
Arrawabit
Alailiya
Fi
Alqanun
Addawli
Aljasse
Almaghrebi,
Manchurat
Jamiyat
Tanmiyat
Albuhuth
Waddirasat
Alqadaiya,
1988,
pp.
50
y
ss.
235
Si
bien
el
conflicto
de
jurisdicciones
eclipsa
al
conflicto
de
leyes
o
-por
lo
menos-
condiciona
su
resolucin,
la
relacin
entre
la
competencia
judicial
y
legislativa
es
la
lnea
dominante
en
un
sistema,
que
ignoraba
en
un
principio-
la
nocin
moderna
de
conflicto
de
leyes.
Como
es
sabido,
dicha
nocin
conlleva
que
la
autoridad
competente
aplique
un
ordenamiento
extranjero
cuando
sea
reclamado
por
la
norma
de
conflicto
del
foro,
vase
R.
JAMBU
MERLIN:
Essai
sur
lhistoire
des
conflits
de
lois
au
Levant
et
en
Afrique
du
nord
R.C.D.I.P.
1958,
pp.
1-
35.
124
236
Ahora
bien,
el
privilegio
consular
se
aplicaba
habitualmente
en
los
litigios
mixtos
sea
respecto
a
los
extranjeros
o
sujetos
subordinados
del
Sultn,
los
mismos
hasta
el
final
del
siglo
XVIII
se
sometieron
siempre
a
la
competencia
de
la
jurisdiccin
marroqu.
Los
sbditos
del
Rey
o
del
Sltan
Raaya
Assultn,
es
la
expresin
usada
para
diferenciar
a
los
marroques
musulmanes
de
otros.
237
Vase, M. BOURELY: Le Droit international priv du Maroc, loc. cit, pp. 212 y ss.
125
sobre
esta
materia,
salvo
algunas
normas
que
reformaron
de
forma
parcial
cuestiones
puntuales.
Por
ello,
se
parta
de
la
aplicacin
del
Dahir
de
1913,
con
la
citada
reforma238.
Tal
como
se
ha
mencionado
anteriormente,
es
una
norma
ms
amplia
de
lo
que
se
entiende
de
su
ttulo,
dado
que
no
slo
se
refiere
o
regula
la
cuestin
del
goce
de
derechos
por
los
extranjeros
en
Marruecos,
sino
que
tambin
recoge
reglas
de
DIPr
y,
en
concreto,
normas
de
conflicto239.
Ahora
bien,
tras
la
independencia
de
Marruecos
en
1956
tuvo
lugar
de
forma
progresiva
la
normalizacin
del
sistema,
a
travs
de
un
retorno
a
la
territorialidad.
En
cuanto
a
las
cuestiones
relacionadas
con
el
estatuto
personal,
slo
se
utiliza
el
razonamiento
conflictual
cuando
se
trata
de
extranjeros,
que
no
profesan
la
religin
islmica,
porque,
si
estn
implicadas,
personas
musulmanas
y
no
musulmanas,
se
considera
que
prima
la
Umma
sobre
la
nacionalidad
y
su
aplicacin
trata
de
salvaguardar
los
principios
del
Islam,
tomando
en
cuenta
que
un
musulmn
no
se
someter
nunca
a
una
ley
extranjera
en
tierra
del
Islam240.
Otra
normativa
interesante
es
el
CPC
de
1974,
a
pesar
de
que
sus
disposiciones
sobre
el
estatuto
personal
tienen
carcter
genrico.
As,
los
arts.
179
a
268
se
aplican
a
todos
los
marroques,
con
independencia
de
su
confesin
(esto
es,
sean
o
no
musulmanes).
Con
independencia
del
rgimen
jurdico
del
exequtur,
que
se
analiza
infra
de
forma
ms
detenida
y,
en
particular,
en
el
Captulo
Tercero,
el
balance
de
las
novedades
que
aporta
al
actual
DIPr
el
citado
CPC
son
menos
profundas,
y
pueden
calificarse
incluso
de
superficiales.
238
Vase,
entre
otros,
A.
SALAMA,
Mabadie
Alqanun
Addawli
Alkhasse
Alislami
Almuqaran.
Dar
Annahda
Alarabiya,
Alqahira,
1989;
A.
BELMIR:
Alahwal
Achaksiya
Lilajanib
Fiattachrie
Almaghrebi
loc.
cit,
pp.
2
y
ss.
239
Ha
de
indicarse
que
dicho
Dahir
no
fue
el
resultado
de
un
proyecto
legislativo
previo
elaborado
en
Rabat,
como
sucedi
con
otras
leyes
promulgadas
en
1913,
sino
que
fue
preparado
ntegramente
por
el
Prof.
A.
Geauffre
de
Lapradelle
(Universidad
de
Paris).
240
Vase,
M.
ZOUGARI,
Ahkam
Alqanun
Addawli
Aljass
fi
Tachrie
Almaghrebi,
Aljuze
Athani
Tanazue
Alqawanin,
Dar
Tubqal
linachre,
Addar
Albida,
1992,
p.
80.
126
En
el
caso
de
la
competencia
internacional,
ha
desaparecido
la
diferencia
entre
marroqu
y
extranjero,
de
tal
forma
que
se
restablece
la
aplicacin
territorial
de
las
reglas
procesales.
De
otro
lado,
si
bien
se
mantiene
el
principio
de
personalidad
de
la
ley,
se
interpreta
de
acuerdo
con
otros
criterios,
ms
ajustados
y
adaptados
a
la
especificidad
de
la
ley
islmica,
en
la
que
tambin
ha
tenido
una
fuerte
impronta.
Se
trata
de
respuestas
que
siguen
perteneciendo
al
ncleo
de
las
cuestiones
que
an
proceden
del
pasado
colonial
y
que,
en
concreto,
en
el
caso
del
criterio
de
la
personalidad
de
la
ley,
constitua
claramente
una
subordinacin
exagerada
al
rgimen
colonial.
Si
bien
las
reformas
posteriores
no
modifican
directa
ni
fundamentalmente
el
citado
sistema,
se
introdujeron
algunas
enmiendas
de
forma
progresiva
tanto
por
va
legislativa
como
a
travs
de
la
jurisprudencia.
De
este
modo,
se
van
resolviendo
anomalas
heredadas
del
pasado
colonial
reciente,
en
la
medida
en
que
la
ley
extranjera,
en
especial,
en
materia
de
estatuto
personal,
gozaba
de
una
condicin
particularmente
favorable
y
un
respeto
casi
absoluto,
en
nombre
de
una
aplicacin
exorbitante
del
criterio
de
la
personalidad.
Dicho
criterio,
que
era
tradicional
en
el
Islam,
rega
en
Marruecos
a
consecuencia
de
un
concreto
contexto
poltico,
vinculado
a
la
dominacin
extranjera
durante
la
poca
del
Protectorado
y
con
el
estatuto
internacional,
que
tena
Marruecos
en
dicha
poca.
Tras
la
independencia,
este
principio
no
apareci
ms
que
de
forma
puntual,
as
como
en
forma
de
tendencia
durante
los
aos
sesenta
del
pasado
siglo,
tanto
en
el
plano
legal
como
jurisprudencial.
Hay
que
tener
en
cuenta
que
la
transicin
se
realiz
mediante
soluciones
puntuales
y
fragmentarias
(tal
como
se
analiza
supra),
al
mismo
tiempo
que
subsistieron
en
ms
de
un
mbito
posiciones
tradicionales
herederas
del
Protectorado241.
241
127
128
244
245
Entre
otros
consltese,
G.
STEFANI,
Leons
en
Droit
International
Priv,
Paris,
1974,
p.
65
;
M.
LOUKILI,
Durus
Fi
Alqanun
Addawli
Aljasse,
Matbua
Ala
Araqina,
Kuliyat
Aluulum
Alqanuniya
Waliqtisadiya
Waliytimaiya,
Rabat,
1991-1992,
p.2.
129
En
esta
lnea,
se
confirma
que
el
Derecho
nuevo
se
aleja
del
modelo
creado
con
anterioridad.
La
eliminacin
de
la
facultad
de
revisin
de
la
decisin
extranjera
supone
obviamente,
la
apertura
del
exequtur,
pero
constituye
tambin
un
alineamiento
con
el
Derecho
comn
de
la
mayora
de
los
sistemas
modernos
de
DIPr,
al
traducir,
en
definitiva,
el
sentido
profundo
de
las
actuales
tendencias
del
DIPr
marroqu
y
la
opcin
por
realizar
determinados
cambios
-recientemente
introducidos-
a
travs
de
las
nuevas
leyes
sobre
el
procedimiento
y
la
organizacin
judicial.
Y,
todo
ello,
con
un
objeto
clave
de
liberar
el
sistema
de
ciertas
reglas,
que
haban
llegado
a
ser
intiles
y,
por
consiguiente,
inaceptables,
conectando
con
el
Derecho
comn
de
los
sistemas
de
DIPr,
en
el
cual
se
resuelven
las
singularidades
que
recordaban
claramente
un
pasado
-en
adelante-
cumplido.
En
este
sentido,
hay
que
poner
de
relieve
que
las
novedades
introducidas
por
las
recientes
codificaciones
se
sitan
directamente
en
la
misma
lnea
de
la
tendencia
seguida
por
el
DIPr
marroqu,
desde
haca
una
veintena
de
aos,
y
reflejan
la
unidad
de
todas
las
fuerzas
creadoras
del
Derecho,
para
elaborar
un
sistema
independiente
y
libre
de
las
particularidades
de
antao,
que
se
considera
ahora
el
origen
de
la
incompatibilidad
con
las
actuales
bases
del
orden
jurdico
y
poltico
marroqu.
Razn
por
la
cual,
los
retoques
realizados
en
1974,
en
relacin
con
la
competencia,
el
procedimiento
y
el
tratamiento
de
la
ley
extranjera,
no
han
suscitado
complicaciones
particulares.
Ha
podido
realizarse
un
retorno
al
Derecho
comn,
sin
que
haya
sido
necesario
resolver
los
difciles
problemas
tericos,
que
plantea
la
normalizacin
del
DIPr
en
los
sistemas
jurdicos,
cuyo
estatuto
personal
es
religioso.
Habitualmente,
los
sistemas
vinculados
con
la
tradicin
de
la
personalidad
de
la
ley,
excluyen
toda
territorialidad
en
los
mbitos
en
los
que
se
afirma
y,
por
el
contrario,
el
predominio
de
la
ley
del
foro
en
el
caso
de
los
pases
de
Derecho
civil.
En
este
sentido,
se
ha
considerado
durante
bastante
tiempo
que
esta
particularidad
ha
sido
impuesta
por
la
naturaleza
religiosa
y
pluralista
de
los
estatutos
personales,
pero
no
se
considera
exorbitante.
Sin
haber
introducido
cambios
importantes
en
sus
legislaciones
internas,
ciertos
pases
islmicos
ponen
ahora
en
130
prctica
un
sistema
de
DIPr
ordinario,
en
el
cual
el
papel
que
juegue
la
lex
fori
es
una
cuestin
que
decide
el
Estado
islmico,
considerado
como
ordenamiento
comn
para
resolver
las
cuestiones
que
se
plantean
en
las
situaciones
privadas
internacionales.
Egipto,
en
particular,
como
pas-modelo,
ha
llevado
a
cabo
una
evolucin
en
este
sentido.
En
el
caso
de
Marruecos,
el
Presidente
del
TS
en
su
discurso,
de
5
de
octubre
1967,
seal
que
se
ha
modernizado
y
codificado
el
Derecho
islmico,
lo
que
hace
que
no
se
justifique
ya
su
exclusin
del
crculo
de
los
pases
que
cuentan
con
un
sistema
propio
de
DIPr.
La
afirmacin
que
realiza
sobre
el
papel
que
desempea
el
Derecho
islmico
respecto
al
estatuto
personal
apunta
hacia
un
rol
que
no
jug
anteriormente
y
que
hace
que
sea
necesario,
ahora
ms
que
nunca,
realizar
una
reflexin
doctrinal,
con
el
objetivo
de
crear
un
nuevo
DIPr
en
Marruecos.
Por
ltimo,
no
plantea
ninguna
dificultad
especfica
para
el
legislador
marroqu
abandonar
las
anomalas
del
pasado,
sino
que,
por
el
contrario,
no
ha
dejado
pasar
la
ocasin
para
realizar
un
retorno
a
la
normalidad246.
B)
Especial
alusin
a
la
situacin
de
los
extranjeros
en
Marruecos
La
situacin
de
los
extranjeros
est
regulada
actualmente
en
el
Dahir
1.03.196
aprobado
el
11
de
noviembre
de
2003,
en
aplicacin
de
la
Ley
nm.
02.03
respecto
a
la
entrada
y
residencia
en
el
Reino
de
Marruecos
y
a
la
inmigracin
ilegal.
El
concepto
de
extranjero
segn
el
art.
1-,
congrega
cualquier
persona
que
no
ostenta
la
nacionalidad
marroqu,
cualquiera
que
no
tenga
una
nacionalidad
conocida,
y
la
persona
cuya
nacionalidad
sea
difcil
de
conocer.
Se
concibe
a
partir
de
esta
definicin,
que
el
legislador
marroqu
ha
utilizado
la
nacionalidad
marroqu
en
la
delimitacin
del
concepto
extranjero,
y
no
lo
contrario.
246
Como
seala
la
doctrina,
cabe
esperar
que
se
pronuncien
otros
pases
islmicos
en
el
futuro,
porque
parece
que
se
trata
del
hilo
conductor
esencial
de
la
evolucin
seguida
por
el
DIPr
marroqu
a
finales
del
siglo
pasado
[vase,
J.
DPREZ,
La
reforme
de
lorganisation
judiciaire
et
la
procdure
au
Maroc
et
le
Droit
international
priv
(premire
partie),
RJPEM,
1977,
vol.
3,
pp.
45
y
ss].
131
Por
tanto,
ha
considerado
a
cualquier
persona
que
no
goce
de
la
nacionalidad
marroqu,
como
extranjero,
de
acuerdo
con
las
disposiciones
de
Dahir
de
6
de
septiembre
de
1958,
que
regula
la
nacionalidad.
La
lgica
de
esta
definicin
reside
en
que
el
legislador
ha
procurado
-en
la
medida
de
lo
posible-
simplificar
dicha
definicin,
para
evitar
que
la
comprobacin
de
la
nacionalidad
sea
por
medios
fraudulentos
y,
por
consiguiente,
desviar
el
control
de
las
autoridades
sobre
la
estancia
de
personas
extranjeras
en
su
territorio.
Asimismo,
si
el
vnculo
que
mantiene
el
extranjero
con
el
estado
marroqu
es
mediante
una
residencia
provisional
o
permanente,
no
cambia
su
estatuto
ni
su
nacionalidad
como
tal,
salvo
si
adquiere
la
nacionalidad
marroqu
de
conformidad
con
lo
previsto
en
el
art.
9
del
CN247.
Es
evidente
que
el
objetivo
primordial
que
quiere
obtenerse,
es
eludir
igualar
el
trato
de
un
extranjero
a
un
nacional,
de
modo
que
no
sea
equiparable248.
Si
bien,
en
la
regulacin
de
la
situacin
de
extranjeros
en
cualquier
pas,
se
parte
de
una
base
jurdica,
la
misma
est
revestida
de
un
carcter
poltico
y
social,
lo
que
tie
sus
reglas
de
un
sentido
particular.
La
importancia
de
destacar
el
carcter
poltico
y
social
de
dichas
normas,
consiste
en
que
la
era
de
privilegios
ha
llegado
a
su
fin,
y
no
tiene
ms
sentido,
que
un
extranjero
tenga
preferencia
sobre
un
autctono
sea
cual
fuere
el
caso249.
Por
tanto,
el
247
132
Estado
controla
y
posee
los
medios
suficientes
para
la
restriccin,
que
repercute
en
la
situacin
de
los
extranjeros,
mediante
la
fijacin
de
las
condiciones
que
se
les
exige,
sea
para
entrar
o
para
residir,
as
como
la
enumeracin
de
toda
causa
que
puede
conllevar
su
expulsin250.
pp.
63
yss.
Permanecen
excluidos
de
este
mbito
los
inversores
extranjeros
en
Marruecos,
que
gozan
de
determinados
privilegios.
250
Las
dos
condiciones
establecidas
que
permiten
la
entrada,
y
permanencia
de
los
extranjeros
en
Marruecos
son,
primero
que
la
finalidad
de
entrada
sea
licita,
y
segundo
que
se
efecte
en
los
puestos
fronterizos
habilitados
para
ello.
Para
ms
informacin
vase
M.
ATTEGDWINI,
Alwasit
Fi
Alqanun
Addawli
Aljass,
Matbaat
Anfou,
Fs
2009,
p.
566,
y
otra
referencia
del
mismo
autor
en
materia
de
la
nacionalidad,
Anadariya
Alaamma
Lilqanun
Addawli
Aljasse
Alyinsiya-
2002.
133
CAPTULO
SEGUNDO
MATRIMONIO
Y
SU
DISOLUCIN:
BREVE
ANLISIS
EN
LOS
DERECHOS
MARROQU
Y
ESPAOL
I. LA
CELEBRACIN
DEL
MATRIMONIO
EN
EL
DERECHO
MARROQU
Y
EN
EL
ORDENAMIENTO
ESPAOL
1.
CELEBRACIN
DEL
MATRIMONIO
EN
EL
NUEVO
CDIGO
DE
FAMILIA
DE
MARRUECOS
Y
EFECTOS
A) El
expediente
matrimonial
Como
se
ha
sealado
en
la
Introduccin,
en
la
realizacin
de
un
estudio
acerca
de
las
condiciones
y
sistemas
para
el
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
y,
en
especial,
en
las
relaciones
hispano-marroques,
hay
que
comparar
ambos
ordenamientos,
con
la
finalidad
de
indicar
cules
son
las
divergencias
y
similitudes
entre
sus
instituciones,
en
orden
al
examen
de
las
referidas
condiciones.
Y,
muy
en
especial,
cuando
se
trata
de
verificar
la
compatibilidad
con
el
orden
pblico
marroqu
de
la
decisin
extranjera,
como
se
ver
de
forma
ms
detenida
en
el
Captulo
Tercero.
Para
ello,
se
hace
a
continuacin
una
breve
incursin
en
el
mbito
del
Derecho
comparado,
que
se
emplea
de
forma
instrumental.
Atendiendo
a
uno
de
los
criterios
de
conformidad
con
los
que
se
clasifica
la
finalidad
de
la
comparacin,
se
trata
de
un
instrumento
de
poltica
jurdica
y
tambin
para
el
anlisis
estructural
del
Derecho.
En
este
caso,
se
trata
de
la
primera
funcin,
en
la
medida
en
que
es
preciso
conocer
la
regulacin
de
algunas
instituciones
del
Derecho
de
familia
(y,
en
particular,
el
matrimonio
y
su
disolucin)
en
ambos
ordenamientos,
como
opcin
de
poltica
del
Derecho.
Y
ello
para
realizar
el
anlisis
del
rgimen
jurdico
del
reconocimiento
de
decisiones
en
Marruecos,
tanto
su
normativa
como
su
aplicacin.
De
otra
parte,
para
realizar
un
134
251
Para
las
distintas
concepciones
sociolgicas
acerca
de
los
tipos
de
familia,
vase
una
reciente
aportacin
de
S.
DEL
CAMPO:
Matrimonios
y
tipos
de
familia,
J.
V.
GAVIDIA
SNCHEZ,
(coord.),
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
Marcial
Pons,
Madrid,
2011,
pp.
181
y
ss.
252
Ley
argelina
nm.
11
de
1984,
modificada
por
Decreto
nm.
05-02,
de
27
de
febrero
de
2005;
y
Cdigo
tunecino,
aprobado
por
Decreto
de
1956,
modificado
en
diez
ocasiones,
la
ltima
por
la
Ley
nm.
74,
de
1993.
253
La
traduccin
de
todas
las
disposiciones
que
se
citan
es
la
seguida
en
el
Proyecto
de
Investigacin:
Traduccin
anotada
del
Cdigo
de
familia
de
Marruecos,
concedido
por
la
DGCPM
(Consejera
de
Empleo)
de
la
Junta
de
Andaluca,
cuya
IP
es
G.
ESTEBAN.
Los
resultados
se
han
publicado
en
dos
obras,
en
las
que
se
reproduce
el
contenido
ntegro
del
CF,
traducido
al
castellano,
anotado,
concordado
y
acompaado
de
una
introduccin
y
un
glosario,
que
facilitan
su
comprensin,
as
como
amplan
su
contenido.
Vase,
G.
ESTEBAN
(dir.),
Cdigo
Marroqu
de
la
familia,
Ed.
Blanca,
Jan,
2009;
y
G.
ESTEBAN
(dir.):
La
nueva
Mudawwana
135
Si
otros
Cdigos
-incluido
el
Cc
francs-
no
definen
dicha
institucin,
simplemente
es
porque
el
legislador
en
cada
pas
interpreta
que
el
matrimonio
se
diferencia
y
vara
en
funcin
del
tiempo
y
del
lugar254.
Como
se
ha
sealado,
la
definicin
que
da
el
CF
no
es
superficial,
sino
que
se
trata
de
un
concepto,
al
mismo
tiempo
ambicioso
y
sutil,
que
traduce
un
compromiso
entre
dos
partes,
cuyos
efectos
son
regulados
por
la
referida
normativa255.
Se
analizan
a
continuacin
los
elementos
esenciales
para
la
vlida
celebracin
del
matrimonio
en
un
pas
islmico
como
Marruecos256.
A
ttulo
de
presentacin,
tal
y
como
dispone
el
CF,
es
un
pacto
regulado
por
el
Derecho
de
familia
y
no
por
el
Derecho
de
obligaciones
y
contratos-,
que
no
tiene
carcter
formal,
en
el
sentido
de
que
no
es
requisito
necesario
para
su
vlida
celebracin
que
se
renan
determinadas
exigencias
de
forma,
sino
que
tan
slo
se
requiere
la
expresin
del
consentimiento
en
los
trminos
que
indica
el
art.
10,
la
capacidad
de
ambos
contrayentes
(art.
19)
y
la
ausencia
de
impedimentos257.
136
258
La
antigua
Mudawwana
exiga
en
el
art.
42,
entre
otras
menciones
relativas
al
estado
de
la
esposa,
que
fuese
virgen.
Esta
exigencia
ya
no
se
recoge
en
el
CF,
sino
que
el
actual
art.
67
del
CF
ha
sustituido
al
art.
42
del
CEP.
137
En
ocasiones,
resulta
difcil
comprobar
esta
circunstancia
cuando
se
trata
de
personas
que
se
han
convertido
al
Islam,
al
tratarse
de
una
cuestin
personal.
En
algunos
casos,
la
conversin
tiene
lugar
tan
slo
con
el
fin
de
contraer
matrimonio
con
una
mujer
musulmana.
O
en
el
caso
de
la
kafala,
cuando
una
pareja
extranjera
desea
acoger
a
un
nio
marroqu,
debe
comprobar
su
conversin
al
Islam.
Sin
embargo,
recientemente
el
MJ
ha
emitido
una
Circular
que
exige
para
la
kafala
que
la
pareja
solicitante
tenga
residencia
en
Marruecos
(vase
Circular
n
40
S/2,
de
12/09/2012,
Ministerio
de
Justicia
y
Libertades
marroques).
260
Vase,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
p.
47.
Vase
tambin
de
forma
detenida,
M.
ACHAFIE,
Mudawwanat
Alusra
fi
aliytihad
alqadai,
Matbaat
Alwwaraqa
Alwataniya,
Murrakuch,
2011,
p.
18.
138
obligatorio
y
otras
no.
Entre
las
condiciones
hay,
que
citar
la
situacin
de
la
mujer
que
no
debe
estar
en
periodo
de
continencia
o
Idda,
sea
tras
una
disolucin
del
matrimonio
revocable,
irrevocable
o
fallecimiento
del
esposo.
Es
la
regla
adoptada
por
todas
las
escuelas,
cuyo
fundamento
se
encuentra
en
el
Corn261.
En
segundo
lugar,
figura
otra
condicin
inspirada
en
las
palabras
del
Profeta,
cuando
se
refiere
a
la
invalidez
del
compromiso
de
un
musulmn
despus
de
otro
anterior.
Hay
otros
requisitos
que
no
son
imperativos
para
ninguna
parte,
como
el
culto,
aunque
es
preferible
que
sea
una
mujer
u
hombre
practicante
del
Islam.
Tambin
el
Profeta
aconsej
elegir
fuera
de
la
familia
a
los
futuros
esposos/as,
para
evitar
el
riesgo
respecto
a
los
hijos,
tal
como
se
ha
comprobado
cientficamente262.
De
otro
lado,
el
compromiso
matrimonial
no
impide
que
alguna
de
las
partes
renuncie
a
la
celebracin
del
matrimonio,
con
motivo
o
sin
l
(art.
6
CF).
Si
bien
la
simple
renuncia
o
la
ruptura
del
compromiso
no
genera
derecho
a
una
indemnizacin,
en
el
supuesto
de
que
una
parte
realice
un
acto
que
cause
dao
a
la
otra,
sta
puede
reclamar
dicha
indemnizacin
por
el
perjuicio
producido
(art.
7
CF)263.
De
otro
lado,
en
cuanto
a
los
regalos
entregados
en
el
periodo
de
los
esponsales,
el
legislador
ha
establecido
la
misma
regla
conocida
en
la
escuela
Malik,
que
obliga
a
devolver
dichos
regalos
o
su
valor
econmico264.
261
262
139
Por
ltimo,
pueden
surgir
otras
cuestiones
durante
el
periodo
de
los
esponsales,
que
resultan
en
ocasiones-
difciles
de
resolver
desde
el
punto
de
vista
jurdico.
Entre
ellas,
en
particular,
si
la
joven
se
queda
embarazada
durante
este
tiempo.
La
jurisprudencia
se
basa
en
el
art.
156
del
CF,
que
fija
las
condiciones
precisas
para
dar
respuesta
a
esta
cuestin.
De
hecho,
el
TS
deniega
el
reconocimiento
de
la
filiacin
de
un
nio
nacido
durante
el
compromiso
matrimonial,
por
varias
causas,
entre
ellas,
la
negativa
del
hombre
de
realizar
la
prueba
de
ADN,
y
la
comprobacin
de
que
el
TA
de
Casablanca
no
ha
tomado
en
consideracin
el
artculo
citado265.
Sin
embargo,
aunque
el
hombre
o
el
novio
confiese
haber
tenido
una
relacin
ntima
y,
por
tanto,
reconoce
ser
el
padre
del
nio/nia,
la
mujer
no
tiene
derecho
a
solicitar
la
prueba
de
ADN266.
b) Oferta
y
aceptacin
Como
es
sabido,
el
contrato
matrimonial
exige
el
cumplimiento
de
determinados
requisitos
como
cualquier
contrato
(civil
o
mercantil).
Dichos
elementos
concurren
con
la
presencia
de
las
dos
partes
contrayentes
y
la
expresin
de
la
frmula
consagrada
para
ello
u
otras
expresiones
del
lenguaje,
admitidas
por
el
uso,
que
signifiquen
inequvocamente
el
citado
consentimiento.
No
obstante,
debido
a
que
la
expresin
de
la
frmula
requiere
evidentemente-
la
presencia
de
ambas
partes,
los
eruditos
de
las
distintas
escuelas-
se
conforman
con
que
la
oferta
y
la
aceptacin,
necesarias
para
la
vlida
celebracin
del
contrato
matrimonial,
se
expresen
-oralmente
o
por
escrito-
en
recuperar
la
dote
o
su
equivalente
econmico
tras
el
fallecimiento
del
prometido
(art.
9
CF).
Vase,
M.
ALMAHDI,
Almuqtadab
Fi
Ahkam
Alusra,
Aljuzae
Alawal
Azzawaj,
Fs,
2004,
p.
18.
265
Decisin
del
TS
nm.
584,
de
21
de
diciembre
de
2010
[Exp.
nm.
680/2/1/2009].
266
Vase
A.
BOUZIDI:
Ichkaliat
Aljibra
Fi
Ithbat
Annasab
Aw
nafih
,
en
I.
ALFAKHORI,
Mudawwanat
Alusra
Baeda
Thalath
sanawat
Mina
Attatbiq,
(Actas
del
Seminario
internacional
organizado
por
el
Grupo
de
Investigacin
en
Derecho
y
familia,
15
y
16
de
marzo
de
2007),
Uxda,
2007,
pp.
185-202;
STPI
nm.536
de
4
de
noviembre
de
2009
[Exp.
270/2/1/2008].
140
concomitancia,
sin
interrupcin,
y
han
de
ser
decisivas,
sin
que
estn
sujetas
a
un
plazo
o
a
una
condicin
suspensiva
o
resolutoria
(arts.
10
y
11
CF)267.
La
jurisprudencia
del
TS
interpreta
la
celebracin
de
la
boda
y
su
anuncio
como
una
prueba
de
la
oferta
y
la
aceptacin.
Asimismo,
se
reconoce
la
validez
del
matrimonio
en
circunstancias
excepcionales,
que
hayan
impedido
certificar
el
acta268.
Hay
que
subrayar
que
la
antigua
Mudawwana
no
prevea
la
penalizacin
del
fraude
ni
de
la
coaccin,
en
el
momento
de
redactar
el
acta
matrimonial.
En
cambio,
el
actual
art.
12
del
CF
ha
remitido
a
los
arts.
63
y
66
que,
a
su
vez,
condenan
cualquier
actuacin
fraudulenta,
que
debe
ser
castigada
de
acuerdo
con
lo
dispuesto
en
el
art.
366
del
CP.
De
hecho,
el
marido
o
la
mujer
pueden
solicitar
la
anulacin
del
contrato
matrimonial,
sea
antes
o
despus
de
la
consumacin,
en
un
plazo
no
superior
a
los
dos
meses
a
partir
del
da
en
que
se
conozca
el
fraude
o
del
da
en
que
desaparezca
la
coaccin.
La
legislacin
ha
reconocido,
incluso,
a
la
parte
vctima
de
dicho
fraude
o
coaccin,
el
derecho
a
solicitar
el
resarcimiento
por
los
daos
materiales
y
morales
ocasionados
una
vez
que
se
anule
el
matrimonio
(art.
63
CF).
De
acuerdo
con
el
Derecho
islmico
y
el
Derecho
moderno,
cualquier
medio
cuyo
objetivo
es
modificar/camuflar
la
realidad
es
interpretado
como
engao
y
fraude,
y
conlleva
la
nulidad
del
acta
de
matrimonio.
As,
la
discrecin
respecto
a
un
hecho
o
dicho
constituye
uno
de
los
motivos
que
suelen
llevar
a
la
discrepancia
y,
por
consiguiente,
a
que
el
matrimonio
se
disuelva
con
todos
los
efectos
que
se
derivan269.
267
141
270
Sent. nm. 149, del TS, de 5 de abril de 2011 [Exp. nm. 292/2/1/2009].
271
142
143
144
279
145
146
Vase,
entre
otros,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
pp.27-30.
El
citado
art.
31
dispone
que:
la
dote
se
pagar
al
vencimiento
del
plazo
acordado.
La
esposa
podr
pedir
el
pago
establecido
en
la
dote
antes
del
inicio
de
la
cohabitacin
conyugal.
Si
tiene
lugar
la
cohabitacin
conyugal
antes
del
pago,
la
dote
se
convertir
en
una
deuda
a
cuenta
del
esposo.
147
que
es
propiedad
de
la
futura
esposa.
De
conformidad
con
el
art.
29
del
CF,
la
dote
es
propiedad
de
la
mujer
y
puede
disponer
de
ella
como
quiera,
el
esposo
no
tiene
derecho
a
reclamarle
enseres
u
otros
bienes
a
cambio
de
la
cantidad
entregada284.
De
hecho,
tiene
libertad
para
gestionarla
segn
su
voluntad,
sin
estar
obligada
a
invertirla
en
los
gastos
del
hogar
o
en
los
muebles.
El
compromiso
de
invertir
la
dote
en
la
realizacin
de
tales
gastos
es
voluntario
para
la
mujer285.
No
obstante,
el
marido
no
est
obligado
a
compensarla
por
el
gasto
realizado
en
los
enseres
y
muebles,
que
compra
la
esposa
en
el
momento
de
su
boda
para
el
hogar
comn,
siempre
que
se
comprometa
a
hacerlo
por
escrito286.
e) El
tutor
matrimonial
Otro
requisito
para
la
celebracin
del
matrimonio
es
la
presencia
del
tutor
284
Cabe
sealar
la
posicin
del
TS,
que
corrobora
la
decisin
del
TA,
que
reconoci
a
la
mujer
divorciada
antes
de
la
consumacin
del
matrimonio
la
totalidad
de
la
dote,
empleando
el
argumento
de
la
prdida
de
la
virginidad
probada
a
travs
de
un
certificado
mdico
y
el
testimonio
de
doce
personas.
Decisin
nm.
226,
de
8
de
diciembre
de
1975
[Exp.
nm.
47508],
comentada
por
A.
ALKHAMLICHI,
Min
Mudawwanat,
op.
cit,
p.
198.
285
Vase,
M.
ALMAHDI,
Almuqtadab
Fi
Ahkam
Alusra,
Aljuzae
Alawal
Azzaway,
Fs,
2004,
p.
44.
Y,
entre
otros,
M.
ACHAFIE,
Mudawwanat
alusra
fi
aliytihad
alqadaie,
op.
cit,
p.
21.
286
STS
nm.
984,
de
18-10-2000
(Revista
de
jurisprudencia
del
TS
n
57,
58,
p.
164).
Vase
en
este
mismo
sentido,
la
STS,
de
8
de
octubre
de
2008
[Revista
de
jurisprudencia
del
TS
nm.
71-
2009,
p.
180].
148
Antiguamente,
el
wali
tena
una
autoridad
significativa.
De
hecho,
poda
aceptar
o
rehusar
casar
a
la
mujer
que
se
encontraba
bajo
su
Wilaya.
288
Vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra...,
op.
cit,
p.
86.
289
En
cambio,
la
mujer
en
las
sociedades
occidentales
(Europa
o
Estados
Unidos)
no
puede
disponer
de
informacin
veraz
respecto
al
hombre
que
ha
elegido
(si
est
perseguido
por
la
justicia
o
si
estaba
casado
anteriormente),
salvo
si
contrata
a
un
detective,
que
le
puede
ofrecer
este
tipo
de
servicios,
vase,
H.
ZEKRI:
El
nuevo
Cdigo
de
Familia
marroqu
a
la
luz
de
las
relaciones
bilaterales
hispano-marroques,
REDI,
2004-1,
Universidad
de
Granada,
pp.
310
y
ss
290
Art.
12
de
la
antigua
Mudawwana
tras
su
reforma
en
1993
estableca
que:
la
mujer
mayor
de
edad
hurfana
de
padre
tiene
el
derecho
de
concluir
ella
misma
el
matrimonio
o
de
delegar
con
esta
finalidad
a
alguno
de
los
tutores
matrimoniales.
291
En
este
sentido,
un
ndice
significativo
de
mujeres
no
est
al
corriente
de
las
novedades
introducidas,
sobre
todo,
de
los
derechos
que
ahora
se
reconocen,
que
no
existan
con
149
Por
tanto,
la
institucin
de
la
Wilaya
ya
no
es
obligatoria.
Sin
embargo,
no
se
ha
suprimido
del
CF,
sino
que
es
facultativa
para
la
mujer,
de
forma
que
le
corresponde
-
consciente
de
cules
son
sus
derechos-
decidir
si
desea
contar
con
la
presencia
de
un
Wali
en
el
momento
de
celebrar
el
matrimonio.
Y,
en
este
sentido,
cabe
decir
que
el
legislador
ha
optado
por
tomar
en
cuenta
la
diversidad
social,
puesto
que
la
supresin
de
la
Wilaya
hubiera
suscitado
las
crticas
del
colectivo
de
los
islamistas,
pero,
al
mismo
tiempo,
mantener
esta
figura
hubiera
supuesto
un
enfrentamiento
con
la
corriente
modernista.
No
obstante,
segn
las
costumbres
y
la
tradicin,
los
padres
continuarn
eligiendo
al
marido
que
estimen
conveniente
para
sus
hijas
o,
al
menos,
la
opinin
del
padre
seguir
siendo
importante
en
la
decisin
del
matrimonio,
y
tambin
seguir
ejerciendo
presin
sobre
la
joven,
aunque
no
sea
directa292.
Finalmente,
si
bien
en
Marruecos
la
polmica
de
a
favor
o
en
contra
de
la
figura
del
Wali
est
presente
desde
hace
varias
dcadas
y
lo
sigue
estando
en
la
actualidad,
es
un
Estado
en
cuya
poblacin
activa
existen
dos
tipos
de
jvenes:
las
emancipadas,
que
tienen
un
buen
nivel
intelectual
y
una
buena
posicin
social,
por
lo
que
no
utilizan
esa
figura;
y
las
tradicionales
ms
numerosas-,
sin
nivel
de
estudios
y
subordinadas
-a
menudo-
al
padre
y
al
hermano,
que,
lejos
de
ser
capaces
de
liberarse
de
la
tutela
familiar,
se
someten
voluntariamente
a
las
decisiones
patriarcales293.
anterioridad.
Por
ello,
es
importante
difundir
el
CF
en
rabe
y
en
francs,
as
como
en
los
distintos
dialectos
arraigados
en
Marruecos.
292
Pese
a
todo,
la
joven
marroqu
dispone
de
un
marco
legal
que
le
permite
un
margen
de
libertad
en
el
momento
de
elegir
al
futuro
marido,
pero
su
vecina
argelina
por
citar
un
ejemplo
cercano-
se
encontraba
al
igual
que
en
la
actualidad-
en
una
situacin
de
desamparo.
El
padre,
de
conformidad
con
el
art.
12
del
antiguo
Cdigo,
puede
imponer
el
matrimonio
a
su
hija.
La
ley
no
prev
ninguna
va
de
proteccin,
sino
que
socialmente
se
convierte
en
una
peso
para
el
padre,
en
caso
de
que
no
sea
virgen.
Si
bien
la
citada
disposicin
ha
sido
derogada,
el
actual
art.
11
dispone
que
la
mujer
mayor
de
edad
concluye
por
s
misma
el
contrato
matrimonial,
pero
siempre
en
presencia
de
su
tutor.
293
Vase,
C.
RUIZ
ALMODVAR,
El
Derecho
privado
en
los
pases
rabes,
Cdigo
de
Estatuto
Personal.
Ed.
Universidad
de
Granada,
Granada,
2005,
p.13.
150
295
151
Cabe
indicar
que,
cuando
el
tutor
matrimonial
de
la
futura
esposa
es
el
mandatario,
debe
cumplir
las
condiciones
exigidas
para
la
tutela
matrimonial.
En
cuanto
al
poder,
debe
incluir
la
identidad
de
la
esposa,
la
cantidad
de
la
dote
y
las
modalidades
de
pago,
as
como
las
condiciones
especiales
a
insertar
en
el
acta
de
matrimonio
y
las
admitidas
por
la
otra
parte
(art.
17
CF).
Respecto
a
la
posibilidad
de
que
el
matrimonio
tenga
lugar
por
apoderamiento,
el
CF
precisa,
que
no
corresponde
al
Juez
casar
a
quien
est
bajo
su
tutela,
sea
por
s
mismo,
sus
ascendientes
o
descendientes.
Un
tutor
debe
ser
designado
por
la
presidencia
del
Tribunal296.
g) Impedimentos:
temporales
y
perpetuos
296
Vase,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
pp.
38-40.
Para
ms
informacin
vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra,
op.
cit,
p.32.
297
Vase,
M.
ALMAHDI,
Almuqtadab
Fi
Ahkam
Alusra,
op.
cit,
p.
52,
y
V.
COBANO
DELGADO
PALMA,
Repercusiones
Socioeducativas
de
las
Reformas
del
Cdigo
de
Familia
en
Marruecos.
Foro
de
Educacin,
n
10,
2008,
Univ.
Sevilla,
p.
401.
152
matrimonio
del
hombre
con
las
ascendientes
de
su
esposa
desde
la
conclusin
del
matrimonio
y
con
las
descendentes
de
la
esposa
a
condicin
de
que
el
matrimonio
con
la
madre
se
haya
consumado
y,
en
todos
los
grados,
con
las
ex
esposas
de
ascendientes
y
descendientes
desde
la
celebracin
del
matrimonio).
Tras
un
largo
periodo
de
divergencia
entre
los
eruditos,
respecto
a
la
lactancia,
con
la
finalidad
de
clasificarla
como
impedimento
permanente
del
matrimonio
-haba
algunos
que
vinculaban
dicha
prohibicin
al
nmero
de
veces
en
las
que
el
nio
haba
tomado
la
leche
y
otros
a
su
absorcin-,
se
estableci
finalmente
en
el
Derecho
islmico,
que
efectivamente,
la
lactancia
constituye
un
impedimento
para
el
matrimonio
durante
los
dos
primeros
aos
antes
del
destete298.
Con
independencia
de
ello,
la
lactancia
en
los
pases
islmicos
tiene
una
importancia
relevante.
De
hecho,
amamantar
a
un
nio
crea
una
relacin
especial
entre
el
beb,
la
nodriza
y
su
marido,
hasta
llegar
a
situar
a
estos
dos
ltimos
en
calidad
de
padres
del
beb
y,
por
consiguiente,
se
prohbe
contraer
matrimonio
con
los
padres,
los
hermanos/as
y
con
los
hijos
por
lactancia299.
Respecto
a
los
impedimentos
temporales,
se
trata
principalmente
de
los
vinculados
con
el
matrimonio
y
duran
el
tiempo
que
ste
dure.
As,
el
art.
39
del
CF
prohbe
todo
matrimonio
simultneo
con
dos
hermanas
o
con
una
mujer
y
su
ta
paterna
o
materna,
sea
de
parentesco
o
de
lactancia.
Hay
que
destacar,
entre
dichas
prohibiciones
fijadas
en
el
Derecho
islmico,
que
no
se
permite
contraer
matrimonio
con
un
nmero
de
esposas
(poligamia)
superior
al
establecido
legalmente.
Y,
a
propsito
del
nmero
de
las
esposas
que
pueden
autorizarse,
el
legislador
de
la
Mudawwana
no
ha
precisado
que
puede
ser
un
mximo
de
cuatro,
sino
que
el
prrafo
segundo
del
art.
39
enumera
los
impedimentos
de
matrimonio,
en
concreto,
el
48
299
Para
evitar
cualquier
confusin
o
duda,
el
art.
38
del
CF
establece
que
la
lactancia
entraa
los
mismos
impedimentos
que
la
filiacin
y
el
parentesco
por
alianza.
De
hecho,
el
nio
amamantado
es
considerado
como
hermano
e
hijo
de
la
nodriza.
153
154
303
Si
bien
hoy
en
da
la
mujer
es
partcipe
en
las
cargas
econmicas
del
hogar
y
el
porcentaje
de
mujeres
que
se
han
incorporado
al
mercado
de
trabajo
ha
ido
en
aumento
-lo
que
ha
tenido
una
incidencia
muy
positiva
en
el
hogar
y
en
el
mbito
laboral-,
ello
no
ha
supuesto
liberar
al
marido
de
su
responsabilidad
en
relacin
con
la
manutencin
de
su
esposa.
Vase,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
pp.
38-40.
155
304
Vase,
Z.
ALHURR:
Azzawaye,
Alayyam
addirasiya
hawla
mudawwanat
alusra,
Rabat,
2004,
pp.
27
y
ss;
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat,
op.
cit,
p.
184.
305
El
CF
destaca
la
importancia
de
la
fidelidad
en
tres
ocasiones:
primero
de
forma
directa,
despus
por
la
expresin
pureza
y,
finalmente,
por
la
idea
de
la
preservacin
del
honor.
156
familiares
del
cnyuge,
entre
los
que
destacan,
los
impedimentos
para
el
matrimonio
por
razn
de
parentesco,
lactancia
o
por
simultaneo,
esto
es,
la
imposibilidad
de
que
el
hombre
contraiga
matrimonio
a
la
vez
con
dos
hermanas
o
con
la
sobrina
y
la
ta
materna
o
paterna,
sean
por
parentesco
o
por
lactancia307.
Hay
que
mencionar
que
el
legislador
ha
intentado
equilibrar
los
derechos
y
obligaciones
entre
los
esposos,
como
una
novedad
de
la
nueva
legislacin.
En
efecto,
ha
determinado,
en
primer
lugar,
los
derechos
recprocos
entre
los
esposos
y,
en
segundo
extremo,
los
derechos
de
la
esposa
hacia
el
esposo
y
viceversa.
As,
algunas
de
estas
disposiciones
han
sido
incorporadas
a
este
artculo
pero
se
han
mantenido
los
derechos
de
la
esposa,
como
la
pensin
alimenticia,
que
se
recoge
en
los
arts.
194
a
196
del
CF308.
En
el
marco
de
la
relacin
de
derechos
y
obligaciones
de
los
cnyuges,
figura
el
derecho
de
sucesin
recproco309.
Se
trata
de
una
cuestin
de
orden
pblico,
con
la
excepcin
de
la
esposa
no
musulmana.
As,
el
marido
tiene
derecho
a
heredar
a
su
esposa
si
fallece
estando
casada
con
l,
o
si
est
en
el
periodo
de
continencia
(Idda),
tras
la
disolucin
del
matrimonio
por
un
Talaq
revocable,
a
condicin
de
que
no
exista
306
En
el
sagrado
Corn,
varios
versculos
se
refieren
al
buen
trato
hacia
los
padres
(Wabilwalidayni
Ihsana,)
y
la
religin
musulmana,
en
general,
prev
el
respeto,
la
ayuda
y
el
buen
trato
a
cualquier
persona
mayor
de
edad,
sea
progenitor
o
no.
307
Vase,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
p.
51,
y
M.
ACHAFIE,
Mudawwanat
alusra
,
op.
cit,
p.
217.
308
Entre
las
novedades
aportadas
por
el
CF
figura
la
posibilidad
de
redactar
un
acta
independiente
del
matrimonio,
para
la
gestin
de
los
bienes
de
ambos
esposos,
que
poseen
en
el
momento
de
su
celebracin,
o
los
que
pueden
adquirir
en
el
futuro.
Independientemente
de
la
capacidad
plena
de
la
mujer
en
el
Islam
para
la
gestin
financiera
de
lo
adquirido
-por
su
trabajo
o
por
herencia-,
se
ha
intentado
regular
este
aspecto
para
evitar
los
conflictos
que
puedan
surgir
durante
la
relacin
matrimonial.
As,
en
el
art.
49
del
CF
se
ha
procurado
dar
una
respuesta
a
la
supuesta
diferencia
entre
los
esposos
acerca
de
los
bienes
comunes.
Para
ms
informacin
vase,
A.
ALMALKI,
Nidam
Alkadd
Wassiaaya,
Rabat,
2002,
p.
98.
309
Vase
detenidamente,
G.
ESTEBAN/K.
OUALD
ALI:
El
Derecho
de
sucesiones
en
las
relaciones
hispano-marroques,
S.
LVAREZ
GONZALES
(ed.),
Estudios
de
Derecho
de
familia
y
de
sucesiones,
Univ.
de
Santiago
de
Compostela,
2009,
pp.
159
y
ss.
157
ningn
impedimento
legal
para
la
sucesin,
como
sucede
en
el
caso
de
la
muerte
por
asesinato.
La
mujer
hereda
de
su
marido
la
cuarta
parte
de
sus
bienes
tanto
si
tiene
hijos
como
si
no
los
tiene.
No
obstante
la
esposa
que
tiene
un
hijo,
pero
no
es
musulmn,
queda
excluida
de
este
derecho.
En
caso
de
que
fallezca
el
marido
casado
con
varias
mujeres,
comparten
el
cuarto
de
su
fortuna.
No
obstante,
la
mujer
puede
heredar
el
octavo,
si
el
marido
tiene
un
hijo,
sea
varn
o
hembra.
Se
aplica
esta
misma
regla
si
tiene
varias
mujeres.
En
tal
caso,
comparten
el
octavo.
De
otro
lado,
cuando
fallece
la
esposa,
el
marido
tiene
derecho
a
la
mitad,
si
no
tiene
hijos,
o
los
tiene,
pero
permanecen
excluidos
por
una
razn
o
por
otra.
En
cambio,
tiene
derecho
al
cuarto
si
la
esposa
tiene
hijos310.
Si
bien
las
obligaciones
entre
los
esposos,
tal
como
se
han
definido,
traducen
en
realidad
una
cuestin
de
cortesa
y
de
buenos
modales,
constituyen
el
conjunto
de
compromisos,
cuyo
incumplimiento
puede
conducir
a
la
disolucin
del
matrimonio
por
desavenencias
(Chiqaq),
de
conformidad
con
los
arts.
94-97
de
la
actual
Mudawwana.
Otro
derecho
concebido
como
obligacin
y
al
cual
el
legislador
ha
reservado
un
artculo
completo
por
su
importancia,
es
el
derecho
a
no
ser
expulsado
del
hogar
conyugal
(art.
53
CF)311.
Se
trata
de
una
regla,
que
se
aplica
a
ambos312.
En
caso
de
expulsin
sin
razn,
interviene
el
MP
para
acompaar
al
esposo/a
expulsado
tomando
todas
las
medidas
necesarias
para
su
seguridad
y
proteccin.
Aunque
dicha
expulsin
puede
ser
justificada,
es
una
situacin
delicada
y
cuya
310
311
El
art.
53
del
CF
prev
que:
cuando
uno
de
los
cnyuges
expulsa
al
otro
de
la
residencia
conyugal
sin
justificacin,
el
Ministerio
Pblico
interviene
para
que
regrese
de
forma
inmediata,
adoptando
al
mismo
tiempo
las
medidas
que
garanticen
su
seguridad
y
su
proteccin.
312
Vase,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
p.
51;
A.
ALKHAMLICHI,
Min
Mudawwanat
Alahwal
Achajsiyya,
op.
cit,
p.
305.
158
apreciacin
est
en
manos
del
Juez,
que
debe
decidir
tras
examinar
una
serie
de
circunstancias
-sobre
todo,
si
la
pareja
tiene
hijos
menores
de
edad-313.
En
segundo
lugar,
los
efectos
del
matrimonio
ms
destacados
en
el
CF,
se
refieren
a
la
proteccin
de
los
derechos
del
nio,
de
modo
que
el
inters
del
menor
impregna
todo
el
Derecho
de
familia.
As,
los
derechos
que
enumera
el
art.
54
del
CF
respetan
bsicamente
la
proteccin
de
la
vida
y
de
la
salud
desde
el
estado
fetal
hasta
la
mayora
de
edad,
la
consolidacin
de
la
identidad,
en
particular,
respecto
al
estado
civil,
la
pensin
alimenticia,
la
lactancia,
el
crecimiento,
la
orientacin
religiosa
y
la
formacin
en
el
valor
de
la
buena
conducta314.
El
CF
presta
una
atencin
especial
al
nio
minusvlido,
de
modo
que
se
le
reconocen
los
mismos
derechos,
pero
acorde
a
sus
especiales
necesidades
y
su
desventaja,
con
el
objetivo
de
facilitar
su
insercin
social.
Se
trata
de
una
novedad,
que
se
suma
a
otras
respecto
a
la
situacin
de
la
mujer315.
Por
tanto,
la
proteccin
del
nio
est
garantizada
en
el
nuevo
CF
mediante
el
reconocimiento
de
varios
derechos,
como
el
derecho
a
la
lactancia.
Es
ms,
si
bien
es
una
labor
que
corresponde
313
Esta
cuestin
despierta
numerosas
dudas
por
el
hecho
de
que,
en
realidad,
cualquier
causa
no
justifica
la
expulsin
del
cnyuge
del
domicilio
conyugal
y,
por
consiguiente,
existen
actualmente
con
la
reforma
del
CF-
varias
alternativas
para
evitar
que
las
divergencias
lleguen
a
este
extremo.
Vase,
A.
ALMUMNI:
Taamulat
Hawla
Aamal
Wawaqie
Anniyaba
Alaamma
Min
Jilal
Alfasl
3
Min
Mudawwanat
Alusra,
Alqustas
Alaadad
5,
yuniyu
2005,
pp.
5
y
ss.
314
Marruecos
ratific
el
Convenio
de
la
ONU
sobre
los
Derechos
del
Nio
de
1989,
el
14
de
junio
de
1993.
315
Se
deduce
la
importancia
y
el
inters
con
el
cual
el
legislador
marroqu
ha
tratado
la
situacin
del
nio,
en
orden
a
consagrar
sus
derechos
y
brindarle
la
proteccin
que
sea
necesaria.
Ello,
tomando
en
cuenta
que
el
nio
de
hoy
ser
el
hombre
de
maana,
contribuir
a
la
construccin
de
una
sociedad,
avanzada
y
contempornea
en
todos
los
sentidos.
Vase,
P.
LAGARDE:
La
nouvelle
convention
de
La
Haye
sur
la
protection
des
mineurs,
Revue
critique
de
DIPr,
n2,
1997,
pp.
217
y
ss,
y
A.
SALIM:
Alhimaya
almaddiya
littifle
fi
mudawwanat
alusra
,
en
I.
ALFAKHORI,
Mudawwanat
Alusra
Baada
Thalath
Sanawat
Mina
Attatbiq,
(Actas
del
Seminario
internacional
organizado
por
el
Grupo
de
Investigacin
en
Derecho
y
familia,
15
y
16
de
marzo),
Facultad
de
derecho,
Uxda,
2007,
pp.
229-263.
159
160
319
Vase, A. SALIM: Alhimaya Almadiya Littfl, loc. cit, pp. 229 y ss.
320
Vase,
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit,
op.
cit,
p.
51,
y
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra,
op.
cit,
p.
217.
161
El
motivo
que
llevo
al
Profeta
Mohammed
a
permitir
al
prometido
visitar
a
la
mujer
con
quien
desea
casarse,
una
visita
condicionada
por
la
presencia
de
un
pariente
de
la
prometida.
Respecto
a
los
efectos
del
matrimonio
viciado,
consltese
I.
BAHMANI:
Maqal
Nasab
Alabnae
Fi
Azzaway
Alfasid,
Mayyalat
Alqadae
Walqanun,
n
149,
pp.
39
y
ss.
322
En
la
jurisprudencia
del
TA,
el
acta
se
considera
viciada,
cuando
la
contrayente
est
embarazada,
esta
acta
se
anula
sin
necesidad
de
pronunciar
el
talaq,
dado
que
el
estado
de
la
mujer
embarazada
es
un
impedimento
para
la
celebracin
del
matrimonio.
Sentencia
del
Tribunal
de
Kenitra
nm.
15/6/1990,
Revista
Ichaae,
n
5,
pp.
171
y
ss.
162
despliega
efectos,
de
conformidad
con
los
arts.
56
y
ss
del
CF.
En
este
sentido,
cabe
decir,
en
primer
lugar,
que
el
matrimonio
nulo
no
tiene
existencia
jurdica,
pero
s
de
hecho.
As,
la
existencia
jurdica
significa
que
el
matrimonio
despliega
todos
los
efectos
previstos
por
la
ley
y
por
los
principios
generales
del
Derecho.
No
obstante,
la
declaracin
de
nulidad
del
acta
es
competencia
exclusiva
del
Tribunal,
incluso
tras
la
consumacin
del
matrimonio,
de
un
lado.
Y,
de
otro,
conlleva
el
derecho
de
la
mujer
a
la
dote
e
implica
la
obligacin
de
observar
el
periodo
de
continencia
-siempre
que
se
haya
consumado
el
matrimonio-.
En
caso
de
buena
fe
(pero
slo
en
tal
caso),
el
matrimonio
nulo
permite
el
reconocimiento
del
vnculo
de
filiacin
paterno
y
del
impedimento
de
lactancia
(art.
58
CF).
Por
tanto,
es
posible
que
el
matrimonio
se
disuelva
por
talaq
o
por
tatliq
pronunciado
en
los
casos
sealados
antes
de
que
el
matrimonio
sea
anulado
(art.
61,
2
CF).
Por
ltimo,
la
disolucin
del
matrimonio
como
consecuencia
de
los
tres
casos
citados
requiere
que
la
mujer
est
en
el
periodo
de
continencia
antes
de
que
el
Tribunal
pronuncie
la
anulacin.
Si
bien
el
matrimonio
anulado
por
causa
de
un
vicio
no
conlleva
ningn
efecto
antes
de
la
consumacin,
despus
de
la
consumacin
despliega
los
mismos
efectos
que
el
matrimonio
vlido,
mientras
que
el
Tribunal
no
haya
pronunciado
la
anulacin323.
323
Vase
entre
otros,
N.
ALWAHLI:
Rasde
Libaede
Alichkaliyat
Alaamaliya
Allati
Afrazaha
Tafiile
Muqtadayat
Mudawwanat
Alusra
Aala
Mustawa
Almahkama
Alibtidaiya
Bi
Rramani
Baed
Sit
Sanawwat
Wa
Nisfe
Mina
Attatbiqe,
en
I.
BELMAHJUBE,
Mustayyadat
Mudawwanat
Alusra
wa
Tatbiqatuha
Alamaliya,
dicember,
2010,
pp.
90
y
ss,
y
O.
MOUNIR,
Le
nouveau
droit
de
la
famille,
op.
cit,
p.
55.
163
324
164
165
pasa
a
ser
familia
poltica
del
otro-.
Se
trata
de
la
familia-linaje
o
familia
en
sentido
amplio.
Actualmente,
est
en
proceso
de
modificacin
o
de
desaparicin,
estrechndose
los
lazos.
Ha
pasado
de
considerarse
a
la
familia
como
el
grupo
constituido
por
un
gran
nmero
de
miembros,
a
ser
representada
por
un
grupo
reducido,
es
decir,
la
formada
por
los
padres
e
hijos,
que
conviven
en
un
mismo
hogar.
En
concreto,
los
hijos
que
estn
bajo
su
potestad
o,
si
estn
emancipados,
pero
an
no
hayan
abandonado
el
hogar
paterno.
Es
la
llamada
familia
nuclear330.
Ahora
bien,
esta
familia
nuclear
-como
modelo
moderno-
no
significa
que
el
ordenamiento
haya
dejado
de
considerar
los
vnculos
familiares
ms
amplios.
Esto
es,
las
relaciones
entre
hermanos,
tos
y
sobrinos
no
han
dejado
de
desplegar
efectos
(legales).
As,
genricamente,
el
Derecho
de
familia
presenta
determinadas
caractersticas
de
naturaleza
peculiar,
sus
normas
estn
revestidas
de
un
carcter
tico,
procedentes,
ms
bien,
de
la
tica,
que
del
campo
del
Derecho.
Dada
su
constitucin
como
una
institucin
social,
que
el
Derecho
acepta
y
reconoce,
se
ha
convertido
paulatinamente
en
jurdica.
Es
ms,
es
un
Derecho
marcado
por
el
inters
pblico,
que
supone
una
intervencin
estatal
constante
a
travs
del
MF.
En
este
sentido,
el
art.
39
de
la
CE
establece
que:
los
padres
pblicos
aseguran
la
proteccin
social,
econmica
y
jurdica
de
la
familia.
Adems,
est
regulada
como
otros
derechos-
por
normas
imperativas331.
Junto
a
ello,
se
trata
de
una
legislacin
que
rige
tanto
las
obligaciones
como
los
derechos
de
las
personas
que
forman
parte
de
dicho
ncleo.
Por
ltimo,
330
Vase,
entre
otros,
B.
MORENO
QUESADA/
I.
BUSTOS
VALDIVIA/M.
I.
TRUJILLO
CALZADO,
Derecho
civil
de
la
persona
y
de
la
familia.
Comares,
Granada,
2006,
p.
119.
331
El
matrimonio
como
institucin
jurdica
es
de
carcter
complicado,
por
varias
causas:
primero
por
los
diferentes
significados
de
matrimonio,
a
veces
se
refiere
a
la
institucin
y
en
otras
al
vnculo
entre
los
cnyuges.
Segundo,
por
la
controvertida
naturaleza
jurdica
del
matrimonio,
el
matrimonio
como
acto
jurdico
en
l
concurren
tres
voluntades
diversas,
los
dos
cnyuges
y
la
institucin
jurdica.
Tercero,
la
existencia
de
diferentes
modelos
matrimoniales
en
el
mundo
en
funcin
de
la
cultura,
la
ley
y
situacin
de
cada
pas.
166
tanto
los
derechos
como
los
deberes
familiares
son
indisponibles,
esto
es,
no
cabe
renunciar
a
ellos,
ni
pueden
transmitirse.
El
Derecho
de
familia
espaol
comprende
el
Derecho
matrimonial,
el
Derecho
de
las
relaciones
paterno-filiales
y
el
Derecho
de
las
instituciones
protectoras
de
los
menores
e
incapacitados.
En
cuanto
a
los
principios
que
establece
este
Derecho
son:
la
igualdad
entre
los
cnyuges
(art.
32,1
CE)
y,
la
igualdad
de
los
hijos
ante
la
ley,
con
independencia
de
su
filiacin
(art.
39,
2
y
3
CE)332.
La
pertenencia
a
una
familia
y
la
integracin
en
ella,
ocupando
una
posicin
u
otra,
genera
un
conjunto
de
efectos.
En
este
marco,
el
matrimonio
constituye
(an)
una
de
las
clulas
de
la
familia.
Como
es
sabido,
la
relacin
conyugal
adquiere
gran
trascendencia
jurdica
como
consecuencia
de
que
genera
una
serie
de
derechos
y
obligaciones
mutuos
entre
las
partes.
De
otro
lado,
el
matrimonio
es
nico,
pero
la
expresin
del
consentimiento
puede
tener
lugar
de
una
pluralidad
de
formas:
civil
y
religiosa.
Por
ello,
cabe
decir
que
la
actual
regulacin
de
la
forma
de
celebracin
del
matrimonio
en
el
Cc
espaol
es
fruto
de
una
evolucin,
manifestada
tambin
en
el
plano
legislativo,
de
las
relaciones
Iglesia-Estado333.
Ambos
despliegan
los
mismos
efectos,
pero
el
primero
se
regula
por
la
normativa
del
Cc,
mientras
que
el
segundo
por
las
leyes
de
las
respectivas
Iglesias
correspondientes
a
los
prrocos
ante
los
que
se
celebra.
En
el
ordenamiento
espaol,
el
matrimonio
religioso
puede
celebrarse
con
arreglo
a
la
confesin
catlica,
musulmana,
juda
y
evanglica,
de
conformidad
con
lo
indicado
por
los
respectivos
Acuerdos
suscritos
por
el
Gobierno
con
estas
confesiones334.
En
todo
caso,
para
la
332
Estos
principios
han
propiciado
reformas
sucesivas
del
Cc,
siendo
el
sector
del
Derecho
de
familia
la
parte
del
referido
Cdigo
que
ms
modificaciones
ha
experimentado
hasta
la
actualidad.
333
Vase,
entre
otros,
F.
MARTI
GILABERT,
El
matrimonio
civil
en
Espaa.
Desde
la
Repblica
hasta
Franco,
EUNSA,
Pamplona,
2000,
p.
236;
R.
COLOMA,
El
matrimonio
y
sus
crisis
jurdicas:
problemtica
civil
y
procesal,
Barcelona,
1990,
p.
136.
334
En
concreto,
en
1979
con
la
Santa
Sede
y
en
1992,
con
las
representaciones
territoriales
de
cada
una
de
las
tres
ltimas.
Como
se
sabe,
hasta
el
momento
son
cuatro
las
confesiones
167
vlida
celebracin
del
matrimonio,
es
necesario
que
se
hayan
reunido
los
requisitos
que
requiere
el
Cc,
en
la
medida
en
que
sus
efectos
-como
se
ha
indicado-
son
los
que
establece
la
legislacin
civil
(sistema
matrimonial
nico
con
dualidad
de
formas
de
expresin
del
consentimiento).
De
otra
parte,
es
importante
hacer
una
breve
referencia
a
la
evolucin
de
la
institucin
matrimonial
en
el
Derecho
espaol,
como
comunidad
entre
los
cnyuges,
cuya
gestin
fue
atribuida
nicamente
al
marido,
de
modo
que
se
restringa
absolutamente
la
capacidad
de
la
mujer
casada.
De
hecho,
su
actuacin
jurdica
estaba
sometida
a
la
licencia
marital.
Una
situacin
que
perdur
hasta
que
el
Cc,
reformado
por
la
Ley,
de
2
de
mayo
de
1975,
declar
en
su
art.
62,
prr.
1
que:
el
matrimonio
no
restringe
la
capacidad
de
obrar
de
ninguno
de
los
cnyuges.
As,
se
consagra
en
la
CE
de
1978,
precisamente
en
los
arts.
14
y
32,
la
igualdad
entre
los
cnyuges,
en
cuanto
a
los
deberes
y
derechos335.
Antes
de
abordar
las
condiciones
del
matrimonio,
ha
de
sealarse
que
se
trata
de
una
institucin
(jurdica)
que
se
define
comnmente
por
la
doctrina
como
el
acto
por
el
cual
se
constituye
la
unin
estable
entre
dos
personas
y
que
tiene
por
objeto
formar
una
comunidad
de
vida.
religiosas
legalmente
reconocidas
por
el
Gobierno
espaol
en
virtud
de
acuerdo
con
las
Iglesias
respectivas.
Se
trata
del
Acuerdo,
de
3
de
enero
de
1979,
con
la
Iglesia
Catlica
(BOE
nms.
299
y
300,
de
14
y
15
de
diciembre
de
1979);
Acuerdos
de
Cooperacin
del
Estado
con
la
Federacin
de
Entidades
religiosas
Evanglicas
de
Espaa,
con
la
Federacin
de
Comunidades
Israelitas
de
Espaa
y
con
la
Comisin
Islmica
de
Espaa,
aprobados
por
Ley
nm.
24,
25
y
26
(respectivamente),
de
10
de
noviembre
de
1992
(BOE
nm.
272,
de
12
de
noviembre).
Vase
extensamente,
I.
GARCA
RODRGUEZ,
La
celebracin
del
matrimonio
religioso
no
catlico,
Tecnos,
Madrid,
1999,
p.
175.
335
La
reforma
del
Cc
supuso
la
supresin
de
la
representacin
de
la
mujer
por
el
marido,
de
forma
que,
hoy
en
da,
ninguno
de
los
cnyuges
puede
atribuirse
la
representacin
del
otro,
sin
que
le
haya
sido
conferida
de
forma
voluntaria
(art.
71
Cc).
Vase,
entre
otros,
B.
MORENO
QUESADA,
Derecho
civil...,
op.
cit,
p.
96.
Algunas
definiciones
del
matrimonio,
adems
de
considerarlo
un
negocio
jurdico,
lo
tratan
como
una
figura
social
cuyo
significado,
los
fines
que
le
son
atribuidos,
y
en
consecuencia,
su
regulacin,
son
determinados
en
funcin
de
la
particular
concepcin
que
exista
en
la
sociedad
de
cada
Estado,
en
cada
momento
concreto.
Y
aunque
la
situacin
de
los
contrayentes
se
caracterize
por
su
internacionalidad,
no
pueden
contraer
un
matrimonio
internacional,
sino
que
solo
pueden
ejercer
su
derecho
en
un
ordenamiento
determinado.
168
El
art.
32
de
la
CE
lo
define
como
derecho
reconocido,
tanto
a
la
mujer
como
al
hombre
con
plena
igualdad
jurdica,
y
establece
que
la
ley
regular
las
formas
del
matrimonio,
la
edad
y
capacidad
para
contraerlo,
los
derechos
y
deberes
de
los
cnyuges,
las
causas
de
separacin,
disolucin
y
sus
efectos336.
Como
puede
apreciarse,
este
concepto
de
matrimonio
coincide
en
algunos
aspectos
con
la
definicin
establecida
por
el
ordenamiento
marroqu337.
Dicha
relacin
tiene
genricamente
dos
caracteres
primordiales,
que
se
deducen
de
las
normas
que
regulan
las
relaciones
maritales.
El
primero
es
que
se
trata
de
un
derecho
que
recoge
la
CE
(art.
32)
y,
por
consiguiente,
ninguna
ley
puede
restringirlo
sea
cual
sea
el
motivo:
religin,
raza,
nacionalidad,
etc.
Otro
carcter
es
la
solemnidad,
que
consiste
en
que
la
validez
de
un
matrimonio
est
vinculada
con
el
cumplimiento
de
una
serie
de
requisitos
formales
establecidos
por
ley
y,
en
concreto,
que
se
celebre
en
presencia
de
una
autoridad.
Ahora
bien,
autorizada
doctrina
ha
puesto
de
relieve
que
la
forma
no
es
un
elemento
constitutivo
para
el
matrimonio,
sino
meramente
integrativo,
lo
que
significa
que
no
es
conditio
sine
qua
non
para
su
validez,
sino
que,
ms
bien,
expresa
que
en
el
Derecho
espaol
no
se
admiten
los
matrimonios
solo
sensu,
es
decir,
consensuales,
sino
que
el
consentimiento
es
preciso
prestarlo
en
todo
caso-
ante
una
autoridad,
sea
del
orden
civil
sea
religioso338.
En
cuanto
a
las
simples
uniones
o
uniones
de
hecho,
no
constituyen
naturalmente-
un
matrimonio339.
336
169
Si
bien
el
vnculo
matrimonial
tena
dos
caracteres
destacables,
la
unidad
y
la
indisolubilidad,
cuyo
sentido
era
la
unin
entre
un
hombre
y
una
mujer
mientras
viviesen,
desde
la
reforma
del
Cc
operada
por
la
Ley
30/1981,
de
7
de
julio
(denominada
Ley
del
Divorcio)
desapareci
la
indisolubilidad
en
vida.
De
manera
que,
desde
su
entrada
en
vigor
se
admite
el
divorcio340.
Es
ms,
la
reforma,
de
1
de
julio
de
2005,
ha
permitido
que
el
matrimonio
se
revista
de
un
tercer
carcter,
cuando
se
celebre
entre
personas
del
mismo
sexo.
B)
Los
esponsales
En
la
nueva
redaccin
del
Cc,
lo
que
tradicionalmente
haba
sido
denominado
esponsales,
se
llama
promesa
de
matrimonio.
Con
independencia
de
su
denominacin,
nadie
duda
de
que
se
trata
de
una
promesa
recproca
de
matrimonio
entre
los
novios
que,
pasarn
a
ser
tcnicamente
cnyuges
si
se
llega
a
celebrar
el
matrimonio.
Ha
de
subrayarse
que,
en
Espaa,
los
esponsales
tienen
un
pasado
glorioso,
un
presente
dudoso
y
un
porvenir
ceniciento,
dado
el
desarraigo
de
todo
lo
formal
y
ritual341.
339
340
BOE
nm.
172,
de
20
de
julio
de
1981.
Posteriormente,
este
rgimen
se
modific
por
Ley
35/1994,
de
23
de
diciembre,
en
materia
de
celebracin
del
matrimonio
civil
por
los
alcaldes
(BOE
nm.
307,
de
24
de
diciembre
de
1994).
Cabe
sealar
que
el
divorcio
existe
en
el
Derecho
estatal,
pero
no
as
en
el
Derecho
cannico.
De
hecho,
se
disuelve
el
matrimonio
en
el
Derecho
civil
por
el
divorcio,
y
es
matrimonio
tambin
la
unin
homosexual,
tras
la
entrada
en
vigor
de
la
Ley
de
1
de
julio
de
2005.
As
mismo,
se
disuelve
tambin
por
el
divorcio
el
matrimonio
cannico
(art.
85
Cc).
Sin
embargo,
para
el
Derecho
cannico,
el
divorcio
no
extingue
la
relacin
personal
entre
los
cnyuges,
sino
que
seguirn
ligados
hasta
que
sea
declarada
la
nulidad
del
matrimonio
por
la
Iglesia.
341
Como
seala
la
doctrina,
el
pasado
glorioso
se
manifiesta
en
su
continua
presencia
en
la
historia
y
en
el
desarrollo
normativo
y
doctrinal
de
que
han
sido
objeto,
sobre
todo,
por
los
canonistas
en
los
siglos
medievales,
as
como
por
distintas
disposiciones
de
la
Iglesia
Catlica
encabezadas
por
las
diversas
redacciones
del
Codex
iuris
canonici
(vase
C.
LASARTE,
Derecho
de
familia,
op.
cit,
p.
39).
170
342
171
Vase
en
la
doctrina,
entre
otros,
C.
LASARTE,
Derecho
de
familia,
op.
cit,
p.
38,
y
X.
OCALLAGHAN
MUOZ,
Cdigo
Civil
comentado
y
con
jurisprudencia,
6
ed.,
La
Ley,
Madrid,
2008,
p.
15.
346
De
otro
lado,
en
cuanto
a
la
competencia
internacional
de
los
jueces
espaoles
se
determina
por
el
Reglamente
n
44/2001(RCE
de
22
de
diciembre
de
2000,
relativo
a
la
competencia
judicial,
el
reconocimiento
y
la
ejecucin
publicado
en
el
DOUE
serie
L,
nm.
12,
de
16
de
enero).
En
estos
supuestos
la
ruptura
de
la
promesa
de
matrimonio
origina
responsabilidad
no
contractual.
En
defecto
de
la
aplicacin
del
Reglamento
44/2001,
se
aplica
el
art.
22
de
la
LOPJ.
172
caso,
la
ley
aplicable
ser
la
del
pas
donde
la
pareja
haba
fijado
su
primera
residencia
habitual
comn
en
el
caso
de
haberse
celebrado
el
matrimonio,
al
tratarse
del
pas
en
el
que
la
ruptura
de
la
promesa
produce
sus
efectos
principales.
Y
si
no
se
determina
el
pas
de
residencia
habitual,
se
acude
al
pas
en
el
que
realizaron
los
gastos
de
cuyo
resarcimiento
se
trata347.
una
mujer
marroqu
residente
en
Espaa,
habiendo
ambos
convenido
que
el
domicilio
conyugal
posterior
a
la
celebracin
del
matrimonio,
se
ubicara
en
Espaa.
Si
dicha
promesa
se
rompe
en
Alemania
por
el
sujeto
alemn
y
la
mujer
reclama
una
indemnizacin,
de
acuerdo
con
lo
establecido
en
el
art.
10.9.I
del
Cc,
se
resuelve
en
funcin
del
pas
en
el
que
se
ha
producido
el
hecho
del
que
deriva
la
responsabilidad
(Espaa).
Adems,
la
pareja
haba
acordado
fijar
su
residencia
habitual
en
Espaa348.
En
otros
casos
vinculados
con
la
promesa
de
matrimonio,
en
algunas
sentencias,
cuando
hay
arraigo
en
territorio
espaol,
a
efectos
de
declarar
procedente
la
suspensin
de
un
acuerdo
de
expulsin,
se
exige
que
exista
unin
marital
de
hecho,
estable
y
continuada.
Pero,
la
promesa
de
contraer
matrimonio,
unida
al
compromiso
de
sufragar
los
gastos
para
atender
a
la
prometida,
no
es
equiparable
a
la
convivencia
marital
estable
para
deducir
que
se
est
ante
una
unin
de
hecho
que,
al
igual
que
el
matrimonio,
supone
arraigo
familiar
y
justifica
la
suspensin
cautelar
de
la
orden
de
expulsin
de
Espaa349.
347
Vase,
entre
otros,
N.
BOUZA
VIDAL:
Los
problemas
que
plantea
el
Derecho
de
familia
y
sucesiones
en
el
Derecho
internacional
privado
espaol,
La
Notaria,
2007-1,
pp.
11-40,
y
A.
MOTILLA
(coord.),
El
matrimonio
islmico
y
su
eficacia
en
el
derecho
espaol,
Universidad
de
Crdoba
2003.
348
Vase,
A.
L.
CALVO
CARAVACA/
J.
CARRASCO
GONZLEZ
(dirs.),
Derecho
Internacional
Privado,
Vol.
II,
11
ed.,
2010-2011,
Comares,
Granada,
2010,
p.72.
349
Razn
por
la
cual
no
se
suspende
la
ejecucin
de
la
expulsin,
por
no
haberse
justificado
que
los
perjuicios
irrogados
a
la
recurrente
son
prevalentes
frente
al
inters
general
de
que
se
cumpla
la
orden.
De
otro
lado,
la
dificultad
de
defenderse
en
el
proceso
para
un
extranjero
obligado
a
salir
de
Espaa,
no
tiene
por
s
sola
un
valor
decisivo
para
suspender
la
ejecucin
de
la
orden
de
expulsin
o
la
conminacin
de
abandonarlo,
por
lo
que,
si
no
se
acreditan
otros
perjuicios,
el
mero
alejamiento
del
proceso
carece
de
relevancia
para
suspender
la
salida.
173
C) Expediente
previo
a
la
celebracin
del
matrimonio:
capacidad
y
ausencia
de
impedimentos
a)
Capacidad
La
vlida
celebracin
del
matrimonio
requiere
la
presencia
de
las
dos
partes,
as
como
el
cumplimiento
de
un
conjunto
de
requisitos,
que
establece
el
Cc
en
los
arts.
44
y
ss.
Y,
en
concreto,
se
trata
de
los
siguientes:
en
primer
lugar,
se
han
de
reunir
los
requisitos
de
forma
previa,
en
el
momento
en
el
que
se
inicia
la
tramitacin
del
expediente,
que
constituye
el
conjunto
de
actuaciones
tendentes
a
indagar
si
los
sujetos
que
desean
contraer
matrimonio
pueden
celebrarlo
vlidamente.
En
otros
trminos,
consiste
en
acreditar
que
los
futuros
esposos
renen
la
necesaria
capacidad
para
celebrar
un
matrimonio
civil
y
vlido350.
174
situaciones
en
las
que
se
renuncia
a
dicho
requisito,
como
sucede
en
el
caso
de
los
matrimonios
contrados
de
forma
religiosa
(art.
63
y
65
Cc)
y
de
los
celebrados
en
situacin
de
riesgo
de
muerte
(art.
52).
Por
ltimo,
cabe
mencionar
el
matrimonio
secreto
(art.
54
Cc),
en
l
se
requiere
la
presentacin
del
expediente
previo,
aunque
no
se
le
dar
publicidad
mediante
edictos
y
proclamas.
Es
interesante
este
requisito
en
el
caso
de
los
matrimonios
religiosos.
De
otra
parte,
las
autoridades
israelitas
y
evanglicas
estn
obligadas
a
diligenciar
el
acto
de
la
celebracin,
cuando
dispongan
del
certificado
de
capacidad
expedido
por
el
instructor
del
expediente.
Este
matrimonio
carecer
de
validez
civil
si
no
se
tramita
previamente,
y
por
consiguiente,
no
se
aporta
el
certificado
de
capacidad
matrimonial
correspondiente.
La
situacin
es
similar
a
un
matrimonio
celebrado
en
Espaa
ante
los
ministros
de
culto
de
cualquier
otra
religin
inscrita.
En
lo
que
al
matrimonio
islmico
se
refiere,
el
Acuerdo
con
la
CIE
suscita
numerosas
dudas,
en
cuanto
a
la
interpretacin
de
sus
disposiciones.
Por
ello
ha
sido
criticado
por
varios
motivos.
Entre
ellos,
est
el
hecho
de
que
hubiere
sido
preferible
la
equiparacin
de
los
requisitos
con
cualquiera
de
las
otras
formas
religiosas
no
351
El
expediente
matrimonial
constituye
un
requisito
formal
del
matrimonio
civil,
junto
a
las
reglas
de
competencia
y
lugar
de
celebracin.
175
cannicas352.
Sin
embargo,
el
Centro
Directivo,
en
vez
de
aclarar
los
trminos
de
una
normativa
de
por
s
confusa,
ha
aadido
ambigedad
a
la
situacin353.
Ello
mediante
la
interpretacin
consistente
en
que
los
contrayentes
que
profesan
la
religin
islmica
estn
dispensados
de
la
obligacin
de
tramitar
el
expediente
y,
por
consiguiente,
de
obtener
el
certificado
de
capacidad
matrimonial
con
carcter
previo
a
la
celebracin.
As,
cabe
concluir
que
el
Acuerdo
con
la
CIE
ha
asimilado,
en
cierto
modo
el
matrimonio
islmico
al
cannico.
Por
tanto,
ambos
desplegarn
efectos
desde
el
momento
de
su
celebracin
y
la
intervencin
obligatoria
de
la
autoridad
civil
solo
servir
para
el
mero
trmite
de
la
inscripcin
del
vnculo,
necesario
para
la
plena
produccin
de
efectos
jurdicos354.
Ahora
bien,
la
falta
de
tramitacin
del
expediente
por
parte
de
la
autoridad
civil
no
incide
en
la
eficacia
jurdica
del
matrimonio
cannico,
sus
efectos
civiles
surgen
desde
el
momento
de
su
celebracin,
lo
que
significa
que
no
est
sujeta
a
ninguna
formalidad
especfica.
Sin
embargo,
si
el
legislador
no
exige
el
expediente
prematrimonial,
no
se
puede
interpretar
como
que
se
prescinde
de
todo
control
previo
a
la
celebracin,
sino
que
se
trata
de
una
tarea
que
se
confa
a
las
autoridades
eclesisticas,
de
acuerdo
con
sus
normas.
353
Vase
en
este
sentido,
A.
MOTILLA
(coord.),
El
matrimonio
islmico
y
su
eficacia
en
el
derecho
espaol,
Universidad
de
Crdoba,
2003,
p.
125,
y
J.
C.
FERNANDEZ
ROZAS/S.
SNCHEZ
LORENZO,
Derecho
internacional
privado,
6
ed.,
Civitas,
2011,
p.
400.
354
Dicho
Acuerdo
firmado
en
1992
requiere
una
actualizacin
para
moldearlo
a
las
novedades
aportadas,
tanto
en
la
sociedad
espaola
como
en
la
marroqu
(a
modo
de
ejemplo,
sera
precisa
su
adaptacin
al
nuevo
CF,
as
como
a
las
reformas
operadas
durante
las
ltimas
dcadas
en
el
Cc
espaol).
Vase,
P.
OREJUDO,
La
celebracin
y
el
reconocimiento
de
la
validez
del
matrimonio
en
Derecho
Internacional
Privado
Espaol,
Aranzadi,
Pamplona,
2002,
p.
33.
Entre
otros,
vanse,
R.
RODRGUEZ
CHACN:El
matrimonio
religioso
no
cannico
en
Derecho
espaol,
ADEE,
X
(1994),
pp.
369-425,
y
J.
M.
PAZ
AGUERAS:El
matrimonio
en
forma
religiosa
en
los
Acuerdos
de
Cooperacin
del
Estado
con
las
confesiones
no
catlicas,
BIMJ,
nm.
1661
(1993),
pp.
714-722.
176
quiere
concluir
el
acta
matrimonial,
pero
siempre
previa
dispensa
motivada
y
otorgada
por
el
JPI
tras
la
audiencia
del
menor
y
sus
padres
(art.
48
Cc)355.
obtenerse
antes
de
haber
cumplido
diecisis
aos
(arts.
317,
319
y
320),
cuando
la
mayora
de
edad
se
encuentra
fijada
en
los
dieciocho
(arts.
12
de
la
CE
y
315
Cc).
La
circunstancia
de
que
la
reforma
de
1981
no
haya
optado
por
fijar
de
forma
positiva
una
edad
hbil
para
contraer
matrimonio,
debera
llevar
a
la
conclusin
de
que
la
edad
nbil
es
tendencialmente
la
de
dieciocho
aos,
adelantndose
a
los
diecisis
en
caso
de
que
se
d
alguno
de
los
supuestos
de
emancipacin356.
Para
el
sentir
actual,
representan
topes
cronolgicos
excesivos
por
defecto.
Si
bien
ha
de
presumirse
a
los
cnyuges,
como
parece
necesario,
la
formacin
intelectual
y
la
capacidad
de
vida
independiente,
as
como
la
iniciativa
de
generacin
de
una
familia
estable,
con
las
responsabilidades
de
todo
tipo
que
conlleva
su
creacin.
No
obstante,
el
requisito
de
la
edad
sigue
siendo
susceptible
de
dispensa
por
el
JPI,
siempre
que
el
menor
que
pretenda
casarse
(con
independencia
del
sexo)
haya
cumplido
catorce
aos,
tal
y
como
establece
el
art.
48.2
del
Cc.
b)
Ausencia
de
impedimentos
En
segundo
lugar,
se
exige
que
no
exista
un
vnculo
matrimonial
con
otra
persona,
de
acuerdo
con
el
art.
46,
2
del
Cc.
A
diferencia
de
los
pases
islmicos,
en
la
legislacin
espaola
contraer
un
segundo
matrimonio
con
otra
mujer
constituye
un
delito
de
bigamia,
tal
y
como
establece
el
art.
471
del
CP.
Se
incluye
tambin
la
355
Vase,
B.
MORENO
QUESADA,
Derecho
civil
de
la
persona
y
de
la
familia,
op.
cit,
p.
138,
y
J.
C.
ERDOZAIN
LPEZ/R.
B.
RODRGUEZ
CANO
(dir.),
Cdigo
civil,
Tecnos
2012,
p.
375.
356
Parece
que
el
mencionado
planteamiento
es
preferible
al
existente
con
anterioridad
a
la
reforma
de
1981,
cuando
el
derogado
art.
83.1
del
Cc
permita
el
matrimonio
a
los
varones
con
catorce
aos
y
a
las
mujeres
de
doce
aos
cumplidos,
discriminacin
sexual
aparte
(aunque
el
tema
sera
discutible
en
trminos
psquicos
y
fisiolgicos,
dada
la
anterior
formacin
sexual
de
la
mujer).
Vase
entre
otros
J.
L.
LACRUZ
BERDEJO/F.
DE
ASS
SANCHO
REBULLIDA/
A.
LUNA
SERRANO/J.
DELGADO
ECHEVERRA/F.
RIVERO
HERNNDEZ/J.
RAMS
ALBESA,
Elementos
de
Derecho
Civil
IV
Familia,
Dykinson,
Madrid,
2005,
p.
112.
177
relacin
con
los
parientes,
de
manera
que
el
Cc
impone
una
serie
de
prohibiciones
o
impedimentos
a
determinados
familiares,
como
los
parientes
en
lnea
recta,
por
consanguinidad
o
adopcin
y
los
colaterales
por
consanguinidad
hasta
el
tercer
grado.
Si
bien
en
el
parentesco
en
lnea
recta
por
consanguinidad
no
cabe
dispensa,
en
lnea
colateral
s
es
dispensable
solo
en
el
tercer
grado
p.ej.,
puede
contraer
matrimonio
el
to
con
la
sobrina
carnal-.
En
la
capacidad
o
la
aptitud
en
general,
se
incluyen
tambin
condiciones
de
orden
psquico.
As,
anteriormente
a
la
reforma
efectuada
en
1981,
el
derogado
art.
83.2
del
Cc
prohiba
el
matrimonio
a
cualquiera
que
no
estuviera
en
pleno
ejercicio
de
su
razn
en
el
momento
de
contraer
matrimonio.
Una
disposicin
que
provoc
una
importante
disputa
doctrinal
en
torno
al
rechazo
o
admisibilidad
del
matrimonio
contrado
por
las
personas
enfermas
mentales
en
intervalo
lcido357.
Por
ltimo,
se
recoge
como
prohibicin
o
impedimento
haber
sido
condenado
como
autor
o
cmplice
en
la
muerte
dolosa
del
cnyuge
de
cualquiera
de
ellos
(art.
47,
3
Cc).
Este
impedimento
tambin
es
dispensable
por
el
MJ,
a
peticin
de
la
parte
interesada.
No
pueden
contraer
matrimonio
entre
s
los
parientes
en
lnea
recta
por
consanguinidad
o
adopcin,
los
colaterales
por
consanguinidad
hasta
el
tercer
grado,
y
los
condenados
como
autores
o
cmplices
de
la
muerte
dolosa
del
cnyuge
de
cualquiera
de
ellos.
Con
anterioridad
a
la
reforma,
a
tales
supuestos
se
le
conoca
como
impedimentos
(calificacin
de
origen
cannico).
La
misma
denominacin
que
la
redaccin
del
Cc
anterior
se
utiliza
en
el
art.
48,
hablando
de
dispensa
de
impedimentos,
aunque
en
general
ha
tratado
de
evitarla.
La
doctrina
en
los
supuestos
del
art.
47
trata
las
prohibiciones
matrimoniales
u
obstculos
del
matrimonio.
357
178
Por
ltimo
el
parentesco
puede
ser
un
impedimento
y
hay
que
sealar
que
las
reglas
relativas
a
la
prohibicin
del
matrimonio
entre
parientes
cercanos
responden
tambin
a
parmetros
culturales
asentados,
tanto
en
el
Derecho
civil
como
en
el
cannico.
Histricamente,
est
comprobado
el
grado
de
parentesco
colateral
que
generaba
el
consiguiente
impedimento,
pero
era
mucho
ms
amplio
y
lejano
que
el
actualmente
establecido
por
el
Cc,
que
prohbe
casarse
a
cualquier
persona
con
quien
sea
su
to
o
sobrino
carnal,
salvo
que
exista
dispensa.
El
parentesco
en
lnea
recta,
sea
por
consanguinidad
o
por
adopcin,
determina
la
prohibicin
de
contraer
matrimonio
sin
lmite
de
grados358.
D)
El
consentimiento
matrimonial
El
nuevo
art.
45
del
Cc
prev
que
no
hay
matrimonio
sin
consentimiento
matrimonial,
pero
no
sera
lcito
deducir
de
ello
que
el
consentimiento
determina
por
s
solo
el
matrimonio.
As
mismo,
la
importancia
del
consentimiento
no
vale
por
s,
sino
la
forma
en
la
cual
se
presta,
porque
en
el
Derecho
espaol
no
puede
considerarse
matrimonio
aquel
que
carezca
completamente
de
forma.
Al
ser
elemento
esencial
y
bsico
el
consentimiento
matrimonial,
se
quiere
corroborar
tambin
que
son
irrelevantes
los
motivos
por
los
que
se
ha
llegado
a
su
prestacin,
y
que
no
se
exige
la
consumacin
como
requisito
del
matrimonio.
Se
trata,
en
realidad,
del
nico
requisito,
sin
el
que
el
matrimonio
no
es
vlido.
El
consentimiento
consiste
en
la
declaracin
de
voluntad
emanada
de
forma
explcita
de
ambas
partes,
que
desean
unirse
en
matrimonio.
Es
un
requisito
irrenunciable,
de
forma
que,
sin
su
realizacin,
no
hay
matrimonio.
Ahora
bien,
para
que
sea
vlido,
ha
de
ser
puro
y
libre
de
cualquier
condicin,
trmino
o
modo
(art.
45,
2
Cc).
Ha
de
haberse
formado
sin
ningn
vicio,
esto
es,
en
ausencia
de
error,
coaccin
o
miedo
grave.
Lgicamente,
tiene
que
ser
un
consentimiento
consciente,
sabiendo
los
efectos
y
las
consecuencias
que
genera
su
prestacin.
358
Vase,
C.
LASARTE,
Familia,
matrimonio
y
divorcio
en
los
albores
del
siglo
XXI
(Jornadas
Internacionales),
UNED-El
Derecho,
Madrid,
2006,
pp.
45-
47.
179
apoderado,
siempre
que
est
autorizado
por
el
contrayente.
Se
trata
del
denominado
matrimonio
por
poder
(art.
55).
La
sustitucin
opera
exclusivamente
en
la
fase
de
emisin
de
la
voluntad,
ya
formada
por
el
poderdante
de
una
manera
ntegra.
El
apoderado
viene
a
ser
su
mero
portavoz,
aunque
puede
gozar
de
iniciativas
en
el
ejercicio
de
su
misin
dentro
de
las
precisas
instrucciones
del
poderdante
(p.
ej.,
dar
el
359
Vase, F. J. FERNANDEZ URZAINQUI, Cdigo Civil, 12 ed., Aranzadi, Madrid, 2002, pp. 59-70.
360
180
181
363
182
Vase,
entre
otros,
C.
ODRIOZOLA
IGUAL,
La
celebracin
del
matrimonio
en
forma
ordinaria
en
el
sistema
matrimonial
espaol,
op.
cit,
p.
105;
D.
LLAMAZARES
FERNNDEZ,
El
sistema
matrimonial
espaol,
matrimonio
civil,
matrimonio
religioso
y
matrimonio
de
hecho,
Serv.
Pub.
Univ.
Complutense
de
Madrid,
1995,
p.
181.
368
El
art.
45
del
Cc
lo
indica
expresamente:
no
hay
matrimonio
sin
consentimiento
matrimonial.
Vase
en
este
mismo
sentido,
F.
AZNAR
GIL/M.
E.
OLMOS
ORTEGA,
La
preparacin,
celebracin
e
inscripcin
del
matrimonio
en
Espaa,
Serv.
Pub.
Univ.
Pontificia
de
Salamanca,
1996,
p.
207.
En
concreto,
se
ha
sealado
que
la
forma
de
celebracin
del
matrimonio
carece
de
valor
constitutivo,
en
el
sentido
de
que
nada
aade
al
consentimiento,
que
puede
exigirse
como
modo
normal
de
emitirlo
suficientemente,
con
posibilidad
de
dispensa
y
de
que
su
omisin
sea
subsanada
o
como
requisito
sine
qua
non
para
que
el
Derecho
reconozca
el
matrimonio.
Vase,
J.
L.
LACRUZ
BERDEJO,
Elementos
de
Derecho
civil,
vol.
IV,
Dykinson,
Madrid,
2002,
p.
53.
369
El
funcionario
competente
podr
ser
el
Juez
encargado
del
RC
o
el
alcalde
del
municipio
donde
se
celebre
el
matrimonio
o
el
concejal
en
quien
ste
delegue,
o
el
funcionario
diplomtico
o
consular
encargado
del
RC
en
el
extranjero.
370
Pese
a
que
el
consentimiento
debe
prestarse
por
cada
contrayente
que
concurre
al
acto
de
celebracin
del
matrimonio,
en
determinadas
situaciones,
de
acuerdo
con
el
art.
55
del
Cc,
se
183
En
el
Cc
espaol
-a
diferencia
del
CF
marroqu-,
junto
a
la
forma
civil
ordinaria
regula,
como
formas
excepcionales,
el
matrimonio
secreto
y
el
matrimonio
en
peligro
de
muerte.
Por
diferentes
razones,
los
contrayentes
quedan
dispensados
del
cumplimiento
de
alguno
de
los
requisitos
de
forma
expuestos.
Cuando
concurran
causas
suficientemente
probadas,
el
MJ
podr
autorizar
el
matrimonio
secreto
(art.
54
del
Cc).
En
este
caso,
el
expediente
ser
tramitado
reservadamente
sin
la
publicacin
de
edictos
o
proclamas.
Su
inscripcin
se
realiza
en
un
Libro
Especial.
Sin
embargo,
el
carcter
secreto
del
matrimonio
no
impide
que
se
desplieguen
entre
los
cnyuges
todos
los
efectos
y
no
perjudicar
los
derechos
adquiridos
de
buena
fe
por
terceras
personas,
sino
desde
su
publicacin
en
el
RC
(art.64)371.
De
otro
lado,
la
inscripcin
tiene
una
publicidad
restringida
a
los
propios
cnyuges
y
su
traslado
al
RC
correspondiente
ocurrir
en
los
casos
del
art.
79
de
la
LRC.
Constituye
una
obligacin
para
ambos
cnyuges
guardar
secreto
sobre
la
celebracin
e
inscripcin
del
matrimonio,
hasta
que
no
consientan
su
divulgacin
y
de
igual
forma
sucede
para
los
que
han
intervenido
en
el
acto372.
En
el
caso
del
matrimonio
en
peligro
de
muerte,
su
funcin
consiste
en
favorecer
que,
en
el
momento
de
la
muerte,
el
fallecido
y
otra
persona
se
consideren
casados,
tomando
en
cuenta
la
existencia
de
la
relacin
matrimonial.
De
acuerdo
con
el
art.
52
del
Cc,
el
matrimonio
del
que
se
halla
en
peligro
de
muerte
puede
ser
autorizado
por
el
Juez
encargado
del
RC,
por
el
delegado,
o
por
el
alcalde,
independientemente
de
que
los
contrayentes
residan
o
no
en
la
circunscripcin
respectiva.
Se
levanta
el
acta
de
matrimonio,
que
se
inscribe
posteriormente
en
el
RC,
siempre
que
no
haya
dudas
permite
que
en
el
expediente
matrimonial
se
autorice
que
uno
de
ellos
acte
mediante
un
apoderado,
siempre
que
asista
el
otro
contrayente,
Vase,
Compendio
de
Derecho
Civil,
Derecho
de
Familia
Tomo
IV,
Dykinson,
Madrid,
2005,
p.
80.
371
La
inscripcin
es
el
medio
por
excelencia
que
prueba
el
matrimonio
y
que
le
da
publicidad
frente
a
todos.
372
Como
fase
final,
la
celebracin
de
los
matrimonios
secretos
se
documenta
en
acta,
que
ser
remitida,
inmediata
y
reservadamente,
al
Registro
Central
(art.
267
RRC).
184
acerca
de
la
realidad
del
hecho
y
de
su
legalidad
(art.
256.1
RRC).
Tambin
puede
serlo
mediante
expediente,
si
no
se
ha
levantado
acta
(R.
de
18
de
febrero
de
1995)373.
Se
celebra
ante
dos
testigos
mayores
de
edad,
salvo
imposibilidad
acreditada,
para
encontrar
a
estos
ltimos.
Se
requiere
lgicamente-
el
consentimiento,
lo
que
significa
que
no
se
levantar
acta
cuando
el
enfermo
no
tenga
capacidad
para
expresar
su
voluntad
de
forma
inteligible
o
cuando
-ms
bien-
se
deduzca
su
voluntad
contraria374.
En
cuanto
a
la
forma
religiosa,
de
conformidad
con
la
ideologa
de
la
sociedad
y
con
la
CE,
el
art.
32
de
esta
ltima
prev
que:
los
poderes
pblicos
tendrn
en
cuenta
las
creencias
religiosas
de
la
sociedad
espaola
y
mantendrn
las
consiguientes
relaciones
de
cooperacin
con
la
Iglesia
Catlica
y
las
dems
confesiones.
Por
tanto,
para
la
regulacin
de
esta
cuestin,
se
han
firmado
varios
acuerdos.
Entre
ellos,
el
Acuerdo
del
Estado
Espaol
con
la
Iglesia
catlica,
cuya
finalidad
es
reconocer
los
efectos
civiles
al
matrimonio
contrado
de
conformidad
con
las
reglas
del
Derecho
cannico375.
b)
Inscripcin
del
matrimonio
en
el
Registro
civil
Tras
la
celebracin
del
matrimonio,
para
que
despliegue
efectos
frente
a
todos,
es
preciso
su
inscripcin
en
el
RC.
No
obstante,
se
diferencia
la
inscripcin
en
funcin
de
373
Cuando
se
trata
de
militares
en
servicio,
si
existe
peligro
de
muerte,
puede
ser
autorizado
por
el
oficial
o
jefe
superior
inmediato
si
falta
el
encargado
de
RC,
a
bordo
de
las
naves
o
aeronaves,
autoriza
el
matrimonio
al
capitn
o
el
comandante.
374
Vase,
L.
DIEZ
PICAZO,
Sistema
de
Derecho
Civil,
op.
cit,
p.
88,
y
A.
CARRASCO
PERRERA,
Derecho
de
familia,
casos,
reglas,
argumentos,
Ed.
Dilex,
2006,
p.
44.
375
Como
se
sabe,
se
suscribieron
otros
acuerdos
de
cooperacin
entre
el
Estado
espaol
con
otras
tres
confesiones
religiosas
ms.
En
concreto,
comunidades
evanglica,
israelita
e
islmica
(el
28
de
abril
de
1992,
publicados
en
al
BOE
nm.
272
de
12
de
noviembre
de
1992),
otorgando
efectos
civiles
a
los
matrimonios
celebrados
segn
las
normas
de
dichas
confesiones.
Para
ms
informacin
consltese,
A.
MOLINA
MELIA,
La
regulacin
del
matrimonio,
Acuerdos
del
Estado
espaol
con
los
judos,
musulmanes
y
protestantes,
Salamanca,
1994,
pp.
159-188.
185
la
forma
de
celebracin.
En
el
caso
del
matrimonio
civil
con
expediente
previo,
el
Juez
o
funcionario
extender
inmediatamente
al
mismo
tiempo
que
se
celebra,
la
inscripcin
correspondiente
con
su
firma
y
la
de
los
contrayentes
y
testigos
(art.
62).
Si
se
celebra
el
matrimonio
civil,
pero
sin
el
previo
expediente,
el
Juez
o
el
funcionario,
antes
de
su
inscripcin,
comprueba
que
rene
los
requisitos
legales
vinculados
con
la
celebracin
del
matrimonio376.
Si
el
matrimonio
se
ha
celebrado
de
forma
religiosa,
se
llevar
a
cabo
la
inscripcin
con
la
simple
presentacin
de
la
certificacin
de
la
Iglesia,
aunque
el
Encargado
del
RC
ha
de
comprobar
el
cumplimiento
de
los
requisitos
exigidos
por
el
Cc
supra
sealados377.
La
Doctrina
considera
que
el
matrimonio
cannico
no
es
un
matrimonio
civil
en
forma
cannica,
sino
un
matrimonio
al
que
se
le
requiere
el
cumplimiento
de
los
requisitos
del
Cc,
de
modo
que
rene
requisitos
por
partida
doble.
Y,
por
tanto,
desplegar
efectos
en
ambos
ordenamientos378.
En
definitiva,
el
matrimonio
puede
tener
lugar
en
forma
civil,
que
requiere
el
cumplimiento
de
una
serie
de
condiciones,
o
el
matrimonio
religioso,
que
tambin
conlleva
un
proceso
especial.
Como
observacin
final,
no
existen
grandes
diferencias
entre
la
celebracin
del
matrimonio
en
un
pas
cuya
confesin
es
el
Islam
(Marruecos)
y
otro
aconfesional
(Espaa),
sino
que
los
requisitos
bsicos
son
los
mismos,
aprecindose
la
diferencia
en
relacin
con
aspectos
secundarios379.
Ha
de
aadirse
que,
si
bien
Marruecos
es
un
pas
376
186
380
Vase,
A.
OURKIA:
Las
fuentes
del
Derecho
Malik
y
su
influencia
sobre
el
Cdigo
de
Familia
de
Marruecos,
J.
MENOR
TORIBIO
y
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA
(coords.):
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
la
provincia
de
Jan
2009-2010,
Comares,
2012,
pp.
353
y
ss.
381
En
principio,
el
matrimonio
ha
de
ser
reconocido
a
travs
del
procedimiento
de
exequtur,
en
el
que
se
verificar
que
la
decisin
extranjera
rene
las
condiciones
que
indican
los
arts.
430-432
del
CPC
de
Marruecos.
La
interpretacin
que
se
realiza
en
el
momento
actual
de
los
nuevos
arts.
14
y
15
del
CF
no
est
permitiendo
que
el
sistema
de
reconocimiento
sea
automtico.
Ahora
bien,
cabe
apreciar
cierta
tendencia
flexibilizadora
en
la
jurisprudencia
marroqu
en
el
momento
actual,
que
permite
homologar
los
matrimonios
celebrados
en
el
extranjero
sin
la
prueba
inmediata,
por
ejemplo,
de
la
confesionalidad
islmica
del
cnyuge
varn
al
contraer
matrimonio
con
la
mujer
marroqu
musulmana,
entre
otras
cuestiones.
Vase
de
forma
ms
detenida
el
Cap.
Tercero.
382
Cabe
indicar
que
los
eruditos
musulmanes
interpretan
las
disposiciones
del
CF
como
una
violacin
de
la
Shariaa.
Segn
este
planteamiento,
para
confeccionar
un
Cdigo
moderno
bastaran
las
fuentes
autnticas
del
Islam
y
del
Derecho
islmico,
en
palabras
de
K.
Meziou.
187
eleccin
del
cnyuge,
dicha
limitacin
sera
vlida
siempre
que
tenga
un
fundamento
constitucional383.
En
tercer
lugar,
en
la
medida
en
que
el
ordenamiento
espaol
contempla
la
posibilidad
de
contraer
matrimonio
de
distintas
formas,
se
facilita
la
integracin
de
los
inmigrantes
y
que
puedan
contraer
matrimonio
fuera
de
las
fronteras
de
su
patria384.
Una
situacin
semejante
a
la
existente
en
la
mayor
parte
de
los
pases
europeos.
De
hecho,
algunos
otorgan
eficacia
a
determinadas
formas
religiosas,
pero
en
otros
se
impone
un
sistema
de
matrimonio
civil
obligatorio385.
Tal
como
indica
el
art.
59
del
Cc,
el
Estado
espaol
otorga
efectos
civiles
a
la
celebracin
religiosa
del
matrimonio.
En
especial,
en
lo
que
respecta
a
la
poblacin
musulmana,
esta
va
se
ha
concretado
en
el
mencionado
acuerdo
con
la
CIE
de
1992.
Sin
embargo,
el
reconocimiento
de
algunas
instituciones
familiares
sigue
suscitando
383
Por
ello,
resulta
imposible
que
una
autoridad
judicial
espaola
reconozca
u
homologue
los
matrimonios
endogmicos
o
los
poligmicos,
de
acuerdo
con
lo
previsto
en
el
art.
32
y
39.1
CE.
Excluyendo
el
matrimonio
entre
quienes
integran
la
familia
nuclear,
el
legislador
hace
uso
de
un
gran
abanico
de
alegaciones
para
restringir
la
libertad
de
eleccin
del
consorte
por
motivos
eugensicos,
siempre
cuando
estas
restricciones
no
superan
la
lnea
de
legitimidad.
Vase,
J.
GAVIDIA
SNCHEZ:
Concepto
constitucional
de
matrimonio,
Cdigo
de
Familia
marroqu
y
orden
pblico
internacional
espaol,
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
loc.
cit,
pp.
196
y
ss
y,
J.
D.
GONZALEZ
CAMPOS:
El
paradigma
de
la
norma
de
conflicto
multilateral,
Estudios
jurdicos
en
homenaje
al
profesor
Aurelio
Menndez,
Madrid,
Civitas,
1996,
t,
IV,
pp.
5.239-5.270.
384
La
repuesta
del
actual
DIPr
espaol
respecto
al
matrimonio
polgamo
se
adapta
a
dos
supuestos
diferentes.
En
el
primero,
cuando
se
pretende
celebrar
un
matrimonio
polgamo
en
Espaa,
el
orden
pblico
internacional
espaol
impide
rotundamente
la
aplicacin
de
las
leyes
extranjeras
que
consideran
capaz
a
un
sujeto
ligado
por
un
anterior
matrimonio
no
disuelto,
contraer
otro
en
Espaa,
en
el
segundo
supuesto,
interviene
el
orden
pblico
atenuado
para
reconocer
en
Espaa
los
efectos
de
un
matrimonio
polgamo
celebrado
en
Marruecos,
Res.
DGRN
(1)
de
6
de
mayo
de
2010,
otra
respecto
a
este
tipo
de
matrimonio,
RDGRN
(2)
de
3
de
enero
de
2011,
en
este
sentido
vase,
S.
ALVAREZ
GONZALEZ:
La
aplicacin
judicial
del
Derecho
extranjero
bajo
la
lupa
constitucional,
REDI
2002-I,
pp.
205-223.
385
Vase,
J.
A.
ALBERCA
DE
CASTRO:
El
reconocimiento
del
matrimonio
islmico
por
el
ordenamiento
espaol,
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
loc.
cit,
pp.
209
y
ss;
A.QUIONES
ESCMEZ,
Derecho
e
inmigracin:
el
repudio
islmico
en
Europa,
Ed.
Fundacin
La
Caixa,
Barcelona,
2000,
p.
69.
188
dudas386.
De
otra
parte,
cabe
resaltar
la
riqueza
de
sentencias,
que
reflejan
el
complejo
procedimiento
que
conlleva
el
reconocimiento
de
una
institucin
perteneciente
al
ordenamiento
marroqu387.
As,
se
deniega
el
reconocimiento
de
un
matrimonio
cornico
celebrado
en
2002,
porque
la
esposa
estaba
en
esta
poca
vinculada
por
un
matrimonio
civil
celebrado
en
Espaa,
que
no
se
haba
disuelto
por
sentencia
de
divorcio
hasta
2004,
por
lo
que
dicho
matrimonio
debera
considerarse
nulo.
Cuando
los
contrayentes
pretenden
entonces
celebrar
nuevo
matrimonio
civil,
se
les
impide
porque
se
considera
la
eficacia
del
matrimonio
cornico,
cuya
validez
est
admitida
de
conformidad
con
la
ley
nacional
del
otro
contrayente,
que
reconoce
el
matrimonio
polgamo.
La
propuesta
de
la
DGRN
es
instarles
a
solicitar
la
nulidad
del
primer
matrimonio
para
luego
volver
a
contraer
matrimonio
entre
s388.
La
inscripcin
del
matrimonio
en
el
RC,
celebrado
conforme
a
la
ley
espaola
o
una
ley
extranjera
implica
una
presuncin
de
validez
del
matrimonio
que
puede
ser
impugnada
en
virtud
de
una
sentencia.
Si
se
trata
de
una
sentencia
extranjera,
sus
efectos
en
Espaa,
incluida
su
inscripcin
en
el
RC,
exigen
el
exequtur
(arts.
83
y
265
del
RRC),
con
excepcin
de
los
casos
en
que,
en
virtud
de
los
reglamentos
comunitarios
o
de
convenios
bilaterales
(Alemania,
Austria,
Rusia)
se
admite
el
reconocimiento
automtico.
Si
el
matrimonio
celebrado
en
el
extranjero
no
est
inscrito
o,
simplemente,
no
es
inscribible,
se
presumir
vlido
si
se
acredita
mediante
certificacin
del
RC
386
189
extranjero
u
otro
medio
de
prueba
admitido
por
ley
que
rige
su
forma,
con
independencia
de
que
su
validez
pueda
ser
impugnada,
en
cuyo
caso
la
sentencia
del
Juez
espaol
deber
declarar
su
validez,
principal
o
incidentalmente,
si
cumple
las
condiciones
de
consentimiento.
Ha
de
tomarse
en
cuenta
que
el
matrimonio
religioso
en
Espaa
celebrado
en
forma
islmica
no
necesita
expediente
matrimonial
previo
tramitado
ante
autoridades
civiles
espaoles
(sealado
supra),
ello
permite
la
celebracin
islmica
en
Espaa
de
dos
sujetos
no
domiciliados
en
este
ltimo.
De
otro
lado,
en
cuanto
a
los
matrimonios
mixtos
celebrados
en
el
extranjero
entre
un
espaol
y
un
contrayente
de
otra
nacionalidad
(marroqu),
su
inscripcin
est
supeditada
a
la
obtencin
del
certificado
de
capacidad
matrimonial.
As,
se
deniega
la
inscripcin
de
un
matrimonio,
porque
no
responde
a
la
forma
exigida
por
no
presentarse
el
certificado
de
capacidad
matrimonial389.
Esta
decisin
se
fundamenta
en
que
cualquier
espaol
puede
contraer
matrimonio
en
el
extranjero
con
arreglo
a
la
forma
establecida
por
la
ley
del
lugar
de
celebracin
(art.
49.
II
Cc).
Pero
para
practicar
la
inscripcin,
es
necesario
comprobar
que
han
concurrido
los
requisitos
de
fondo
exigidos
para
la
validez
del
vnculo,
que
puede
hacerse
mediante
la
calificacin
de
la
certificacin
expedida
por
autoridad
o
funcionario
del
pas
de
celebracin
(art.
65
Cc)390.
389
190
As,
con
la
finalidad
del
reconocimiento
de
un
matrimonio
celebrado
entre
espaol
y
marroqu
en
Marruecos,
se
ha
denegado
la
inscripcin
en
Espaa
por
la
falta
de
la
legalidad
de
forma,
en
especial,
la
ausencia
de
certificado
de
capacidad
emitido
por
la
autoridad
espaola
cuando
el
contrayente
es
espaol.
Ello
tomando
en
cuenta
la
importancia
que
la
inscripcin
adquiere
en
cuanto
al
reconocimiento
de
los
efectos
civiles
que
pueda
surtir
este
matrimonio
mixto
en
Espaa.
En
otro
caso,
el
TS
ha
reconocido
la
eficacia
de
una
sentencia
extranjera
de
divorcio
respecto
del
matrimonio
celebrado
en
dos
formas
civil
y
religiosa,
el
primero
no
est
inscrito
en
el
RC,
pero
el
segundo
s.
Por
tanto,
el
matrimonio
religioso
-inscrito
dos
aos
despus
de
su
celebracin-,
es
el
que
goza
de
pleno
reconocimiento
de
efectos391.
F) Efectos
personales
y
patrimoniales
del
matrimonio
El
matrimonio
es,
sin
duda,
una
de
las
relaciones
interpersonales
ms
intensas
y
complejas
en
la
experiencia
del
ser
humano
y,
en
consecuencia,
genera
toda
suerte
de
efectos
entre
los
cnyuges.
Los
aspectos
relativos
a
la
vida
cotidiana,
obviamente,
no
pueden
ser
regulados
y
recogidos
por
el
legislador.
As,
el
conjunto
de
reglas
dedicadas
a
la
regulacin
de
las
relaciones
entre
los
cnyuges
atiende
tanto
a
los
aspectos
puramente
personales
de
la
convivencia
matrimonial,
cuanto
a
aquellas
cuestiones
de
ndole
patrimonial
que,
de
una
forma
u
otra
y
con
mayor
o
menor
alcance,
se
plantean
en
cualquier
matrimonio392.
En
lo
que
concierne
a
los
efectos
que
despliega
el
matrimonio
celebrado
de
conformidad
con
la
ley
espaola,
sean
personales
o
patrimoniales,
el
principio
el
que
rige
todos
los
efectos
es
el
de
igualdad
entre
los
cnyuges,
que
recogen
los
arts.
32
de
la
CE
y
66
del
Cc.
De
hecho,
los
cnyuges
no
slo
son
iguales
en
derechos,
sino
tambin
(en
cifras
29.783
matrimonios),
y
en
2006,
alcanz
el
20%
(33.984
matrimonios).
Datos
registrados
por
el
INE
(18
de
octubre
2007).
Vase,
J.
M.
ESPINAR
VICENTE,
El
matrimonio
y
las
familias
en
el
sistema
espaol
de
Derecho
Internacional
Privado,
Madrid,
Tecnos,
1996,
p.
245.
391
ATS
(1)-13/04/1999-3361/1995
(EDJ
1999/19217).
392
Vase,
C.
LAZARTE,
Derecho
de
familia,
op.
cit,
p.
65.
191
393
192
396
Un
principio
establecido
en
el
art.
67
del
Cc,
pero
no
obliga
a
que
toda
actuacin
deba
estar
guiada
por
este
inters.
La
nica
consecuencia
que
contempla
la
ley
es
sobre
el
deber
de
fidelidad,
estimar
su
ruptura
como
causa
de
separacin
matrimonial
(art.
82
del
Cc)
pero
sin
establecer
en
contra
del
infractor
efectos
econmicos,
que
no
es
posible
comprender
en
la
pensin
compensatoria
(art.
97
del
Cc).
Otra
cosa
conducira
a
estimar
que
cualquier
causa
de
alteracin
de
la
convivencia
matrimonial
permite
solicitar
una
indemnizacin.
397
Vase,
M.
ALBALADEJO,
Compendio
de
Derecho
civil,
op.
cit,
p.
539,
y
C.
MARTNEZ
DE
AGUIRRE,
(dir.),
Novedades
legislativas
en
materia
matrimonial,
Madrid
CGPJ,
Centro
de
documentacin
judicial
D.L,
2008,
p.
156.
193
formas,
a
las
que
se
denomina
regmenes
econmicos
del
matrimonio,
que
son:
sociedad
de
gananciales,
separacin
de
bienes
y
participacin.
Los
cnyuges
disponen
de
total
libertad
para
elegir
cualquiera
de
ellos,
pues
existe
libertad
de
pacto
(art.
1315
Cc)
o
bien
pactar
uno
distinto.
Ahora
bien,
si
no
optan
por
ninguno,
el
Cc
establece
el
primero
como
supletorio
(art.
1316)398.
De
todos
modos,
la
opcin
por
uno
u
otro
se
realiza
a
travs
de
capitulaciones
matrimoniales
que
constituyen
un
negocio
formal
o
solemne.
Por
tanto,
para
su
validez,
es
necesario
cumplir
una
forma
especfica,
en
concreto,
la
escritura
pblica399.
Sea
uno
u
otro,
puede
alterarse,
modificarse
por
otro
o
introducir
cambios
en
el
antiguo.
Sin
embargo,
tal
como
es
lgico
y
dispone
el
art.
1.317
del
Cc,
la
modificacin
del
rgimen
matrimonial
realizada
durante
el
matrimonio
no
perjudicar
en
ningn
caso
los
derechos
ya
adquiridos
por
terceros.
Pero,
mientras
que
estn
casados
y
no
separados
legalmente,
si
ambos
no
acuerdan
cambiarlo
o
modificarlo,
se
ejecuta
el
elegido
en
el
momento
de
contraer
matrimonio.
Evidentemente,
el
sistema
que
sea
elegido
acaba
cuando
se
disuelve
el
matrimonio
y
tambin
cuando,
an
subsistiendo,
se
produce
la
separacin
legal
de
los
esposos,
porque
aunque
estn
todava
casados,
el
rgimen
pasa
a
ser
el
de
separacin
de
bienes,
si
no
se
decide
otra
alternativa400.
En
este
sentido,
el
TS
ha
admitido
que
los
cnyuges
pacten
lo
que
consideren
ms
conveniente
para
sus
intereses,
incluso
para
los
casos
de
separacin
y
divorcio,
complementando
los
pactos
del
convenio.
As,
se
ha
admitido
la
validez
del
documento
privado,
siempre
que
rena
las
condiciones
del
contrato
y
no
sea
contrario
a
las
normas
imperativas.
Cabe
citar
a
la
Sentencia,
de
15
de
febrero
de
2002,
que
admiti
398
Hay
que
sealar
que
se
trata
de
regmenes,
que
pueden
formalizarse
en
cualquier
momento,
incluso
antes
de
la
celebracin
del
matrimonio.
Pero,
si
no
se
celebra
en
el
plazo
de
un
ao,
las
capitulaciones
pierden
su
validez.
399
Vase,
B.
MORENO
QUESADA,
Derecho
civil
de
la
persona
y
de
la
familia,
op.
cit,
p.
140,
y
J.
R.
POLO
SABAU,
Matrimonio
y
constitucin
ante
la
reforma
del
derecho
de
familia,
Civitas,
Madrid,
2006,
p.
184.
400
Vase,
M.
ALBALADEJO,
Compendio
de
Derecho
civil,
op.
cit,
p.
541.
194
STC
19/90,
de
19-11
y
Auto
156/87
del
mismo
Tribunal.
Vase
de
forma
ms
detenida,
J.
A.
XIOL
RIOS
(dir.)
Cdigo
Civil,
comentado,
con
jurisprudencia
sistematizada
y
concordancias,
op.
cit,
p.
1472,
y
V.
CAMARERO
SUAREZ,
Las
uniones
no
matrimoniales
en
el
Derecho
espaol
y
comparado,
Tirant
lo
Blanch,
Valencia,
2005,
p.
378.
195
402
Vase,
entre
otros,
L.
MILLIOT/F.
P.
BLANC,
Introduction
ltude
du
Droit
musulman,
Dalloz,
Paris,
2001,
p.
345.
403
Vase,
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra,
Aljuze
Athani,
Inhilal
Mithaq
Azzawyjiya,
Casablanca,
2006,
pp.
23
y
116-125.
196
obstante,
antes
de
llegar
a
dicho
resultado
y
a
un
acuerdo
entre
todos,
habido
una
gran
divergencia
de
opiniones404.
As,
el
legislador,
tras
indicar
en
el
art.
71
del
CF,
las
situaciones
de
extincin
de
la
relacin
matrimonial
(que
se
indican
a
continuacin),
establece
en
el
art.
72,
que
los
efectos
de
la
disolucin
del
matrimonio
comienzan
a
partir
de
la
fecha
de
la
muerte
de
uno
de
los
esposos,
debidamente
declarada
mediante
sentencia
judicial,
anulacin
(Fasj)
del
matrimonio
o
su
disolucin
por
Talaq,
por
Tatliq
o
por
compensacin
(Jule).
As,
el
Libro
Segundo
del
CF
regula
la
disolucin
del
pacto
matrimonial
y
sus
efectos,
junto
con
la
nulidad
(art.
57)
y
la
anulacin
(Fasj)
del
matrimonio
por
las
causas
previstas
en
el
art.
61.
Prev
que
la
disolucin
del
matrimonio
puede
tener
lugar
a
travs
de
distintos
procedimientos,
atendiendo
a
si
es
solicitada
por
el
hombre
o
por
la
mujer,
atendiendo
a
la
diversa
funcin
que
este
ordenamiento
encomienda
a
ambos,
en
el
marco
de
la
vida
conyugal
y
familiar.
A
pesar
de
que
una
de
las
novedades
del
CF
ha
sido,
precisamente,
haber
situado
a
la
mujer
en
una
posicin
de
igualdad
-ms
bien
formal
que
real-
con
respecto
al
hombre
en
el
seno
de
la
familia
(art.
4),
es
imprescindible
para
comprender
el
sentido
de
la
reforma,
repasar
de
forma
sucinta
la
evolucin
del
contrato
matrimonial
en
los
pases
islmicos405.
De
hecho,
en
el
mundo
occidental
se
desconocen
muchas
realidades
creadas
en
la
poca
del
Profeta
Mohammed,
en
especial,
respecto
a
los
derechos
de
la
mujer.
Trat
de
situarla
como
parte
en
el
contrato
matrimonial
y
no
como
objeto,
tal
como
se
conceba
en
la
Arabia
pre-islmica,
en
la
que
la
intervencin
de
un
Juez
para
poner
fin
a
la
convivencia
de
los
esposos
fue
considerada
una
expropiacin
de
los
derechos
del
marido.
sta
es
la
gnesis
y
sentido
del
actual
art.
98
del
CF,
que
prev
los
supuestos
en
los
que
la
esposa
puede
solicitar
al
Juez
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq.
404
Algunos/as
autores/as
han
constatado
que
el
Talaq
se
permite
y
otros/as
consideran
que,
el
criterio
general
es
su
prohibicin,
salvo
caso
de
necesidad,
vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra...,
op.
cit,
p.
218.
405
Respecto
a
la
igualdad
de
la
mujer
en
la
Shariaa
y
en
la
ley
consltese,
M.
A.
ALHAJAWI,
Almaraa
Bayna
Achare
Walqanun,
Attabaa
Alula
1967,
pp.
5-115.
Vase,
I.
BAHMANI,
Alaamal
Alqadai
Fi
Qadaya
Alusra,
Murtakazatuh
Wamustayadatuh
Fi
Huduthihi,
Alahwal
Achajsiyya
Wamudawwanat
Alusra,
Maktabat
Dar
Assalam,
Rabat,
2008,
p.
189.
197
Cabe
decir,
por
ltimo,
que
si
bien
la
disolucin
del
matrimonio
en
el
Derecho
Islmico
es
una
actuacin
permitida
y
puede
realizarse
mediante
Talaq
o
Tatliq,
el
Corn
la
califica
de
abrade
alhalal
inda
Allah,
o
sea
de
lo
peor
permitido
por
Allah.
Por
ello,
el
art.
70
del
CF
refleja
dicho
principio,
que
prev
el
carcter
excepcional
de
la
disolucin
del
matrimonio,
de
modo
que
la
autoridad
judicial
ha
de
tomar
en
cuenta
que
su
ruptura
conlleva
un
perjuicio
para
los
hijos,
en
particular,
y
la
des-
estructuracin
de
la
familia.
Actualmente,
el
Talaq
en
el
CF
consiste
en
la
disolucin
del
matrimonio
solicitada
por
el
esposo
y/o
por
la
esposa,
de
conformidad
con
las
condiciones
establecidas
para
cada
caso.
Sin
embargo,
la
novedad
es
el
control
judicial,
al
cual
se
somete
la
decisin
de
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq,
que
limita
la
voluntad
arbitraria
del
marido
-
que
presida
la
regulacin
dada
por
la
antigua
Mudawwana-406.
Dicho
control
se
realiza
a
travs
de
la
necesaria
peticin
de
autorizacin
al
TPI,
para
que
los
adules
puedan
levantar
acta
del
Talaq
(art.138).
Si
el
Tribunal
no
concede
dicha
autorizacin,
previa
instruccin
de
un
expediente,
no
tendr
lugar
la
disolucin
del
matrimonio
de
conformidad
con
el
procedimiento
de
Talaq.
En
cuanto
al
uso
de
este
derecho
por
la
mujer,
puede
realizarse
de
tres
formas:
mediante
Talaq
por
Tamliq,
por
Jule
o
por
Ittifaq,
que
constituye
una
novedad,
que
se
analiza
a
continuacin407.
Como
cualquier
institucin
de
carcter
jurdico,
el
Talaq
encuentra
su
fundamento
en
el
Corn
y
en
la
Sunna.
Ambas
fuentes
coinciden
en
que
es
un
derecho
que
pertenece
al
hombre
y
puede
ejercer
de
forma
unilateral,
siempre
que
pronuncie
el
trmino
Talaq
u
otras
palabras
equivalentes.
Tambin
puede
expresarse
por
escrito,
en
caso
de
incapacidad,
mediante
signos
inequvocos,
que
indiquen
el
propsito
de
ste
(art.
73).
Dadas
las
caractersticas
de
esta
forma
de
extincin
del
contrato
406
198
409
Ibid., p. 19.
199
410
El
Juez
toma
en
cuenta
la
gravedad
de
los
daos
y
perjuicios
causados
para
pronunciar
la
sentencia.
411
Se
trata
de
una
cantidad
que
se
ofrece
a
la
esposa
(dote
de
consuelo)
tras
la
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq
en
concepto
de
indemnizacin
por
el
perjuicio
que
le
causa
dicha
disolucin.
Su
montante
lo
determina
el
Tribunal
en
atencin
a
los
aos
de
convivencia
de
los
cnyuges
y
los
motivos
que
alega
el
esposo
para
disolver
el
matrimonio
(art.
84
CF),
vase
STS
nm.
433,
de
21
de
septiembre
de
2010
[Dossier
623/211/2009].
200
La
doctrina
considera
que
se
ha
realizado
este
cambio
para
satisfacer
al
Juez
europeo,
cuya
posicin
es
totalmente
opuesta
al
Talaq,
que
considera
contrario
al
orden
pblico
(vase,
en
particular,
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat,
op.
cit,
pp.
116-125).
413
Vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra...,
op.
cit,
p.
20.
201
414
Vase,
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra,
op.
cit,
pp.
116-125,
y
M.
CHARFI,
Charhe
Mudawwanat
Alusra,
Addarlbida,
2011,
p.
78.
202
415
Vase
respecto
a
los
derechos
de
la
esposa
y
de
los
hijos
I.
ALFAKHORI,
Dawre
Alqadae
Fi
Tahdid
Mustahaqat
Azzawya
Walatfal,
en
I.
ALFAKHORI,
Mudawwanat
Alusra
Baeda
Thalath
Sanawat
Mina
Attatbiq,
loc.
cit,
pp.
104-127.
203
416
Vase,
A.
FATHAWI:
Qiraa
fi
alkitab
athani
min
mudawwanat
alusra
almutaaliq
binhilal
mithaq
azzawyia
wa
atharuh,
en
Alayyam
Addirassiya
Hawla
Mudawwanat
Alusra,
2004,
pp.
137-148.
417
La
reconciliacin
en
el
Derecho
marroqu,
iniciada
por
el
Tribunal,
se
considera
cuestin
de
orden
pblico
(procesal),
segn
cabe
deducir
del
art.
81
del
CF:el
Tribunal
convoca
a
los
cnyuges
para
realizar
un
intento
de
reconciliacin.
Esta
afirmacin
puede
tener
trascendencia
en
relacin
con
el
reconocimiento
en
Marruecos
de
decisiones
extranjeras,
en
las
que
se
declara
la
disolucin
del
matrimonio,
en
la
medida
en
que
no
sern
reconocidas,
si
no
ha
existido
fase
de
conciliacin
previa
al
momento
en
que
se
pronuncia
la
disolucin.
Esto
es,
la
conciliacin
matrimonial
tiene
la
consideracin
de
cuestin
del
orden
pblico
marroqu.
Vase
de
forma
ms
detenida
el
Cap.
Tercero.
418
El
legislador
ha
obligado
al
padre
a
mantener
a
sus
hijos
hasta
la
edad
de
25
aos
si
prosiguen
sus
estudios
y,
en
el
caso
de
la
hija,
hasta
que
contraiga
matrimonio.
204
Si
bien
puede
plantearse
la
duda
acerca
del
inicio
del
cmputo
del
plazo
de
treinta
das,
se
deduce
del
art.
83,
que
est
vinculado
con
el
tiempo
de
determinacin,
a
condicin
de
que
el
marido
est
presente.
En
caso
contrario,
a
partir
de
que
sea
notificado.
Vase,
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat
op.cit,
p.
52.
420
Si
bien
no
se
ha
fijado
-ni
en
el
Corn
ni
en
la
Sunna-
un
importe,
los
Hanafitas
han
determinado
en
la
Mutaa
un
mnimo
de
cinco
Drhams,
y
un
mximo
que
no
debe
superar
la
dote
de
sus
iguales.
La
Mutaa,
como
derecho
reconocido
a
la
mujer
segn
lo
establecido
en
el
Corn,
solo
se
permite
en
situaciones
especficas.
En
concreto,
cuando
no
se
fija
una
dote
y
el
matrimonio
no
llega
a
consumarse,
el
esposo
tiene
la
obligacin
de
pagar
a
la
esposa
la
Mutaa
(Surat
Al
Baqara
237),
vase
M.
TAZI:
Attabiaa
alqanuniya
Lilmutaa
min
jilal
Attaeliq
Aala
Qarar
Almaylis
Alaela,
Almayyala
Almaghribiya
Littifl
Walusra
Albalabil,
n443,
Fs,
2011,
pp.
143
y
ss.
421
El
legislador
establece
que
la
Idda
de
la
mujer
divorciada
debe
de
tener
lugar
en
el
domicilio
conyugal
(o
en
otro
lugar
conveniente),
en
el
cual
permanece
hasta
que
finalice
este
perodo,
lo
que
se
explica
por
el
hecho
de
que
la
esposa
estar
ms
cerca
del
marido,
cuya
obligacin
es
cuidarla
el
tiempo
que
duran
los
lazos
del
matrimonio
entre
ambos.
As
sucede
cuando
se
trata
de
una
de
las
modalidades
revocables
de
disolucin
del
matrimonio,
que
permite
la
posibilidad
de
conciliacin
y,
por
ello,
revocacin
de
la
decisin
extintiva
del
matrimonio.
422
Vase,
M.
ACHAFIE,
Qiraa
fi
almadda
49,
loc.
cit,
pp.
69
y
ss,
y
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat
Alusra,
op.
cit,
p.
240.
205
Como
fase
final,
tras
la
autorizacin
de
Talaq
-un
documento
emitido
por
el
Tribunal-,
que
permite
al
interesado
certificar
la
disolucin
del
matrimonio
ante
dos
adules
autorizados
para
ello,
el
Juez
lo
vlida,
para
que
adquiera
carcter
oficial.
Si
bien
el
Tribunal
puede
incrementar
la
cantidad
econmica
que
corresponde
a
la
esposa
como
estrategia
para
que
el
marido
renuncie
a
su
solicitud
de
divorcio,
sera
una
injusticia
y
una
contradiccin,
incompatible
con
el
principio
de
igualdad,
y,
por
consiguiente,
la
decisin
judicial
carecera
de
fundamento.
Por
ltimo,
la
aceptacin
de
la
solicitud
de
Talaq
se
supedita
a
la
entrega
por
el
esposo
de
la
cantidad
de
dinero
que
ha
de
entregar
a
la
esposa
en
concepto
de
derechos
econmicos
a
su
favor
as
como
a
favor
de
sus
hijos/as.
Si
no
la
entrega
en
un
plazo
de
treinta
das,
se
interpretar
como
una
renuncia
a
su
solicitud.
Por
tanto,
sea
por
no
depositar
el
importe
exigido,
o
por
otras
circunstancias
(entre
ellas,
que
no
tenga
en
su
posesin
dicha
cantidad
de
dinero)
el
legislador
indica
que
tales
casos
han
de
ser
interpretados
como
una
renuncia.
As,
el
esposo
habr
disuelto
la
relacin
matrimonial,
tal
como
se
indica
en
el
Derecho
islmico,
puesto
que
se
ha
presentado
la
solicitud
ante
el
Tribunal
y
la
esposa
ha
sido
notificada,
pero
desde
el
punto
de
vista
jurdico,
no
tiene
ningn
valor,
por
el
incumplimiento
de
los
trmites.
Por
tanto,
el
legislador
marroqu
en
la
Mudawwana
reformada
ha
hecho
prevalecer
el
inters
de
la
mujer
y
de
los
hijos/as
sobre
la
consideracin
religiosa
de
esta
cuestin423.
La
formalizacin
de
la
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq
por
los
dos
adules
y
su
posterior
validacin
por
el
Juez
se
regulan
en
el
art.
87
del
CF424.
Pese
a
su
claridad,
se
423
Vase,
A.
GHAMJA,
Mawqif
al
maylis
alaela
min
thunaiyati
alqanuniyi
wa
alfiqhi
fi
masaili
alahwali
achajsiya,
Manchurat
Yamiiat
nachr
almaeluma
alqanuniya
wa
alqadaiya,
Rabat,
2007,
p.
256,
y
M.
ALAZHAR,
Charhe,
op.
cit,
pp.
241-267.
424
El
acta
ha
de
incluir
la
fecha
en
la
que
se
contrajo
el
matrimonio
y
su
nmero
en
el
extracto
existente
a
tal
efecto
que
regula
el
art.
68
del
CF,
el
tipo
de
disolucin
de
matrimonio
por
Talaq
y
el
nmero
de
veces
que
sucede
(art.
139),
por
el
hecho
de
que
si
no
es
la
primera,
y
llega
a
ser
la
tercera,
el
marido
no
puede
volver
con
la
ex
esposa
hasta
que
contraiga
matrimonio
con
otro
hombre.
La
esposa
tiene
derecho
a
poseer
el
documento
por
el
que
se
establece
la
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq,
ha
de
tenerlo
en
el
plazo
de
los
quince
das
siguientes
a
la
206
fecha
en
la
que
se
certifica
la
disolucin
por
Talaq.
El
marido
puede
quedarse
con
una
copia
(art.
140).
425
La
fecha
de
certificar
la
disolucin
del
matrimonio
se
considera
el
dato
ms
importante
que
debe
incluir
la
decisin,
ello
porque
sirve
para
fijar
el
periodo
de
finalizacin
de
la
Idda
y
la
acreditacin
de
la
filiacin
en
caso
de
tener
hijos.
207
426
ALFAKHORI, Mudawwanat Alusra Baeda Thalath...., loc. cit, pp. 104-127, y M. ALAZHAR, Charhe...,
208
En
realidad,
Tamliq
es
una
oportunidad
que
brinda
el
CF
y
el
Derecho
Islmico
429
Vase,
S.
AYT
ARJDAL:
Assulhu
fi
Daawi
Attalaq
wa
Attatliq
wifqa
Mudawwanat
Alusra,
en
Mudawwanat
Alusra
bayna
annasi
wa
almumarasa,
Silsilat
anadawat
wa
alayam
addirasiya
n25,
los
das
27
y
28
de
enero,
Murrakuch,
2006,
pp.
251
y
ss.
430
Vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe...,
op.
cit.,
p.
248.
209
que
jurdico.
Como
nueva
modalidad
de
la
extincin
del
matrimonio,
el
art.
114
del
CF
permite
a
ambos
esposos
ponerse
de
acuerdo
sin
o
con
condiciones,
siempre
que
no
sean
incompatibles
con
las
disposiciones
del
CF,
sobre
todo,
que
no
perjudiquen
los
intereses
de
los
hijos.
Cuando
se
cierra
dicho
acuerdo,
ambas
partes
o
una
de
ellas
presenta
la
solicitud
de
Talaq
al
Tribunal
para
que
autorice
su
formalizacin.
Se
trata
de
una
forma
civilizada
de
extincin
del
matrimonio,
que
no
choca
ni
con
los
textos
sagrados,
ni
con
las
normas
jurdicas,
cuya
aplicacin
se
basa
en
el
contrato
como
ley
entre
los
contrayentes
que
prev
el
art.
230
del
COC.
Dicha
posibilidad
constituye
una
va
moderada
y
flexible,
incluso
liberal,
que
permite
un
margen
de
libertad
a
los
esposos
para
poner
fin
a
su
unin,
preservando
los
intereses
tanto
de
las
dos
partes
como
de
los
hijos.
Si
bien
la
frmula
consentimiento
mutuo
adoptada
por
el
Derecho
de
contratos
propone
que
el
acuerdo
entre
los
cnyuges
sea
equilibrado
y
sus
condiciones
no
favorezcan
a
ninguna
parte
sobre
la
otra,
el
art.
114
prrafo
1
del
CF
es
tpico
a
este
respecto431.
En
el
Talaq
Bilittifaq
puede
que
concurran
(o
no)
determinadas
condiciones,
en
el
primer
caso,
se
trata
esencialmente
del
respeto
de
ambas
partes
de
las
condiciones
de
contraer
un
contrato.
Si
bien
es
una
tcnica
contractual,
debe
emanar
de
una
voluntad
libre
e
integral,
que
no
contenga
ningn
vicio,
como
la
demencia,
o
un
defecto,
como
la
coaccin
o
el
fraude
(p.,
ej.,).
Hay
que
sealar
que
las
condiciones
de
contraer
un
contrato
forman
parte
del
COC
y
pueden
ser
a
favor
de
la
mujer,
del
esposo
o
de
los
nios432.
Sin
embargo,
cuando
el
Talaq
es
Bilittifaq
no
deben
acordarse
determinadas
condiciones
que
lo
convierten
en
Talaq
por
Jule,
como
que
la
mujer
acepte
entregar
al
431
210
433
211
436
212
CF.
Los
esposos
han
de
concluir
una
nueva
acta
de
matrimonio
para
volver
a
casarse,
que
rena
todos
los
requisitos
establecidos
en
los
arts.
10-34
del
CF440.
Por
ltimo,
el
art.
114
del
CF
no
remite
a
los
arts.
84-85
relativos
al
depsito
de
la
cantidad
de
dinero
en
concepto
de
derechos
econmicos
de
la
esposa
e
hijos,
ni
al
art.
86,
que
exige
su
depsito,
ni
al
art.
88
respecto
a
la
decisin
que
dicta
el
Tribunal,
despus
de
recibir
el
documento
de
Talaq
validado
por
el
Juez.
Se
trata
de
una
modalidad
de
Talaq,
que
presenta
ciertas
especificidades
con
respecto
al
Talaq
general,
pero
requiere
la
aplicacin
de
todas
estas
disposiciones,
pues,
en
caso
contrario,
no
tendr
eficacia
jurdica.
e) Disolucin
del
matrimonio
por
compensacin
Otro
tipo
de
Talaq
es
por
Jule,
que
consiste
en
que
el
matrimonio
se
disuelve
mediante
cualquier
trmino,
que
refleje
su
sentido,
a
cambio
de
una
cantidad
de
dinero
entregada
por
la
esposa
al
esposo.
El
Jule
es
un
contrato,
que
requiere
determinadas
condiciones
y
que
se
contrae
entre
el
esposo
y
la
esposa.
De
acuerdo
con
el
art.
115
del
CF,
los
cnyuges
podrn
convenir
la
disolucin
del
matrimonio
por
compensacin,
de
conformidad
con
el
art.
114.
El
Talaq
por
compensacin
es
un
acuerdo,
que
se
efecta
entre
las
partes
interesadas,
cuya
finalidad
es
poner
fin
al
matrimonio
por
la
esposa,
a
cambio
de
una
cantidad
de
dinero
que
entrega
al
esposo.
Esta
modalidad
de
disolucin
del
matrimonio
se
basa
en
una
participacin
dual,
no
nica,
como
sucede
en
el
Talaq
unilateral
del
esposo
o
el
Talaq
por
Tamlik,
que
es
un
derecho
exclusivo
de
la
mujer441.
As,
la
validez
de
Jule
depende
de
un
conjunto
de
requisitos:
en
primer
lugar,
debe
proceder
de
la
esposa
capaz,
no
siendo
vlido
cuando
es
menor
de
edad,
demente
o
deficiente
mental.
Si
es
demente,
deficiente
mental
o
prdiga,
se
anula
su
compromiso
440
441
No
obstante,
con
las
ltimas
modificaciones
introducidas
por
el
legislador
en
el
CF,
todo
tipo
de
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq
debe
someterse
al
TPI.
213
442
Vase,
K.
OUALD
ALI:
La
disolucin
del
matrimonio
en
el
Derecho
marroqu,
J.V.
GAVIDIA
SNCHEZ
(coord.),
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
Marcial
Pons,
Madrid,
2011,
pp.
289
y
ss,
y
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat
op.
cit,
pp.
116-125.
214
444
215
Se
deduce
que
la
esposa
puede
legalmente
aceptar
como
compensacin
los
derechos
econmicos
de
sus
hijos,
as
como
la
pensin
y
el
derecho
a
la
vivienda,
la
retribucin
de
la
lactancia
y
el
material
si
ella
es
capaz
de
mantenerlos.
De
otro
lado,
se
prohbe
que
la
compensacin
est
constituida
por
los
citados
derechos
si
no
es
capaz
de
mantener
a
los
hijos.
As,
si
es
insolvente,
se
anula
el
Jule,
para
que
los
nios
recuperen
su
derecho
nuevamente
hacia
los
padres,
siempre
que
los
propios
hijos
o
la
madre
compruebe
la
situacin
de
insolvencia
(art.
119
CF).
En
cuanto
a
la
tipologa
del
Jule,
en
la
escuela
Malik
consideran
que
es
una
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq
irrevocable.
En
cambio,
la
escuela
Hanafi
y
Chafie
la
califican
como
anulacin.
Una
de
las
cuestiones
que
presenta
discrepancia
es
la
existencia
de
un
principio
de
acuerdo
del
Jule,
pero
se
discute
cul
es
la
contrapartida
o
contraprestacin.
En
estos
casos,
el
art.
120
del
CF
indica
que,
si
las
partes
estn
de
acuerdo
sobre
la
disolucin
del
matrimonio,
pero
discrepan
sobre
la
contraprestacin,
el
Tribunal
realizar
un
intento
de
reconciliacin.
Si
no
da
resultado,
autorizar
el
Jule
tras
valorar
la
contrapartida445.
Ahora
bien,
el
Tribunal
goza
de
amplia
potestad
para
decidir
esas
cuestiones,
siempre
que
no
exista
abuso
ni
exceso446.
Finalmente,
tras
analizar
los
tipos
de
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq,
se
indican
a
continuacin
los
datos
que
elaboran
los
Tribunales
y
que
reflejan
-en
parte-
la
eficiencia
de
la
laboriosa
reforma
del
Derecho
de
familia,
sin
olvidar
las
dificultades
que
van
apareciendo
con
el
transcurso
del
tiempo447.
445
216
Los
datos
de
los
grficos,
que
se
corresponden
con
los
aos
2006
y
2007
permiten
apreciar
el
efecto
de
la
reforma
en
los
dos
aos
posteriores
a
su
entrada
en
vigor.
Indican
que
el
porcentaje
de
Talaq
por
Tamlik
es
el
menos
significativo,
lo
que
se
debe
a
que
los
contrayentes
raramente
optan
por
conceder
la
facultad
de
disolucin
del
matrimonio
a
la
esposa
y
sta
tampoco
la
reivindica.
En
cuanto
al
Talaq
por
mutuo
acuerdo
y
al
Jule,
los
casos
son
muy
parecidos,
lo
que
quiere
decir
que
hay
parejas
que
eligen
la
disolucin
del
matrimonio
mediante
un
acuerdo
para
el
beneficio
de
todas
las
partes448.
448
217
B) Extincin
de
la
relacin
matrimonial
por
disensin
(Chiqaq)
y
procedimiento
a) Nocin
de
desavenencias
Como
se
ha
sealado
supra,
el
actual
CF
establece
la
diferencia
entre
la
disolucin
del
matrimonio
que
solicita
el
hombre
(con
excepciones)
y
la
disolucin
del
matrimonio
que
pide
la
mujer
(con
excepciones).
En
este
ltimo
caso,
contrariamente
a
lo
que
indica
la
regulacin
de
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq,
las
que
regulan
el
Chiqaq
no
indican
el
significado
de
esa
nocin.
Se
trata
de
una
modalidad
de
disolucin
del
matrimonio
que
se
solicita
a
la
autoridad
judicial
(por
ambos
cnyuges
o
por
uno
de
ellos,
sea
el
hombre
o
la
mujer),
introducida
por
vez
primera
en
el
Derecho
de
familia
de
Marruecos
tras
la
aprobacin
del
CF
de
2004,
que
no
exige
la
prueba
de
las
circunstancias
que
alega
la
persona
que
lo
solicita,
sino
slo
la
existencia
de
las
desavenencias
o
problemas
profundos
en
la
vida
conyugal449.
En
este
sentido,
el
CF
atribuye
al
Juez
un
amplio
poder
de
apreciacin450.
Aunque
el
legislador
no
ha
determinado
en
el
CF
el
significado
de
la
disensin,
que
permite
iniciar
el
procedimiento
de
Tatliq,
la
gua
prctica
del
MJ
indica
lo
siguiente,
Chiqaq
es
el
conflicto
grave
y
continuo
entre
los
esposos
de
manera
que
dificulta
la
continuacin
de
la
relacin
matrimonial.
Segn
algunos
autores
(Alkachbour),
Chiqaq
significa
en
el
CF,
la
falta
de
respeto
y
de
cario
entre
los
esposos,
y
el
intento
de
abuso,
lo
que
conlleva
449
218
La lista de los motivos, para que los jueces argumenten sus decisiones de Tatliq
451
Vase,
K.
OUALD
ALI:
La
disolucin
del
matrimonio
en
el
Derecho
marroqu,
J.V.
GAVIDIA
SNCHEZ
(coord.),
Inmigracin,
familia
y
Derecho,
Marcial
Pons,
Madrid,
2011,
pp.
289
y
ss,
y
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat,
op.
cit,
pp.
116-125.
452
Vase,
M.
ALKACHBOUR/Y.
AZZAHIR/H.
FATTUKH:
Attatliq
Lichiqaq
Fi
Mudawwanat
Alusra
,
Silsilat
Addirasat
Alqanuniya
Attabaa
Aloula,
2006,
pp.
25
y
ss.
453
Vase,
H.
TUTA:
Attatliq
Bisabab
Achiqaq
fi
Mudawanat
Alusra,
en
Mudawwanat
Alusra
bayna
annasi
wa
almumarasa,
Silsilat
anadawat
wa
alayam
addirasiya
n25,
los
das
27
y
28
de
enero,
Murrakuch,
2006,
pp.
123
y
ss.
454
Nuevas
y
curiosas
causas,
junto
a
las
anteriores,
se
citan
en
las
sentencias,
como
el
esposo
que
denuncia
a
la
esposa,
que
no
aprecia
su
compaa,
o
su
nivel
social,
que
no
es
compatible
con
el
suyo,
o
incluso
l
mismo
confiesa
que
mantiene
una
relacin
con
otra
mujer.
Otras
causas
son:
la
falta
de
respeto,
maltrato
fsico
y
psquico,
golpes,
lesiones,
injurias,
amenazas,
difamacin,
incompatibilidad
de
carcter
entre
ambos,
divergencia
de
costumbres
y
de
modo
de
vida,
privacin
a
la
esposa
de
sus
derechos
legtimos,
imposibilidad
de
vivir
bajo
el
mismo
techo,
presin
sobre
la
madre
para
que
renuncie
sus
derechos
y
a
aquellos
de
sus
hijos,
esposa
expulsada
del
domicilio
conyugal
con
sus
hijos,
retirndole
sus
bienes
[STPI
de
Kenitra
nm.
219
220
obligacin
que
reitera
el
nuevo
art.
51
de
CF
pero,
a
diferencia
del
antiguo
texto
(que
se
conform
con
mencionar
la
cohabitacin),
el
nuevo
CF
la
califica
de
legal
y
precisa
todos
los
derechos
y
obligaciones
que
implica,
en
trminos
de
relacin
estable
de
pareja:
igualdad
de
trato
en
caso
de
poligamia,
castidad,
fidelidad
mutua,
preservacin
del
honor
y
descendencia.
El
Chiqaq
es
una
nocin
inspirada
en
el
Derecho
Islmico,
en
general,
y
en
la
escuela
Malik,
en
particular,
que
permite
a
la
mujer,
en
situaciones
difciles,
recurrir
a
la
justicia
si
desea
disolver
el
matrimonio
por
Tatliq
pese
a
la
oposicin
del
esposo,
siempre
que
se
aporte
un
motivo
aceptable458.
As,
el
trmino
Chiqaq
inspirado
en
el
Corn
(Wain
jiftum
chiqaqan
baynahuma)
se
menciona
en
ms
de
un
versculo
y
su
significado
es
amplio,
al
incluir
todo
desacuerdo
o
conflicto
continuo
y
profundo,
que
puede
producirse
entre
los
esposos459.
Basndose
en
el
versculo
35
de
la
Surat
IV
Anissae
(las
mujeres),
el
legislador
de
2004
ha
introducido
esta
nueva
forma
de
Tatliq
en
el
Derecho
de
familia
marroqu.
As,
el
versculo
citado
establece:
si
temis
que
haya
disensin
entre
los
esposos,
llamad
entonces
a
dos
rbitros
uno
de
la
familia
del
marido,
y
otro
de
la
familia
de
la
esposa.
Si
los
dos
rbitros
quieren
verdaderamente
reconciliarlos,
Allah
les
ayudar
en
su
tarea
y
har
alcanzar
sus
tentativas.
Esa
nueva
facultad,
que
constituye
para
las
mujeres
uno
de
los
logros
del
CF,
no
corresponde
slo
a
ellas,
sino
que,
tanto
el
ttulo
del
Captulo
Primero
del
Ttulo
IV,
que
trata
el
Tatliq,
como
el
art.
94
del
CF,
reservan
esa
posibilidad
a
ambos
o
a
uno
de
los
esposos,
en
funcin
del
estado
de
cada
uno460.
Su
base
legal
es
el
art.
94
del
CF,
que
prev
lo
siguiente:
si
ambos
esposos
o
uno
de
ellos
solicita
al
Tribunal
resolver
el
conflicto
existente
entre
ambos,
del
cual
se
teme
el
Chiqaq,
deben
tomarse
todas
las
medidas
para
reconciliarlos
de
acuerdo
con
el
art.
82.
La
idea
de
Chiqaq
se
basa
en
la
reconciliacin
entre
los
esposos
para
eludir
la
458
459
Vase, H.TUTA: Attatliq Bisabab Achiqaq, loc. cit., pp. 126 y ss.
460
221
En
la
actual
legislacin,
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
se
recoge
en
los
arts.
94-113
del
CF.
462
Vase,
H.
TUTA:
Attatliq
Bisabab
Achiqaq,
loc.
cit,
pp.
126
y
ss.
463
Se
trata
de
los
siguientes:
-
por
incumplimiento
del
marido
de
una
de
las
clusulas
estipuladas
en
el
contrato
matrimonial;
-por
la
causacin
de
un
perjuicio;
-
por
falta
de
manutencin;
-por
ausencia
del
cnyuge;
-
por
la
existencia
de
algn
defecto
y/o
enfermedad
de
uno
de
los
cnyuges
que
hacen
imposible
la
vida
ntima
entre
ambos;
y
-
por
juramento
de
continencia
por
parte
del
marido
o
desistimiento
y
abandono.
Se
deduce
que
estn
vinculados
con
el
perjuicio
en
su
concepto
amplio,
del
cual
puede
ser
vctima
la
esposa.
Vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat...,
op.
cit.,
p.
60.
464
Vase,
I.
ALFAKHORI,
Alaamal
Alqadae
Alusari,
Matbaat
Alamniya,
Rabat,
2009,
p.
162.
222
b)
Posicin
de
la
jurisprudencia
Es
interesante
citar
algunas
sentencias,
que
nos
acercan
de
la
prctica
del
Chiqaq.
As,
la
esposa
residente
en
Francia
presenta
una
demanda
de
Tatliq
por
razn
de
disensin,
por
incumplimiento
del
contrato
matrimonial
celebrado
en
Marruecos
y
de
viajar
para
vivir
junto
a
ella
en
el
mismo
pas.
Independientemente
del
incumplimiento
de
dicho
pacto,
la
esposa
alega
la
falta
de
manutencin
y
la
existencia
de
maltrato465.
En
la
reconciliacin,
en
presencia
del
marido
-tal
y
como
estaba
previsto-,
la
esposa
mantiene
su
posicin
declarando
que
la
vida
en
comn
es
imposible,
adems,
de
los
conflictos
continuos
entre
ambos,
por
su
negativa
constante
a
desplazarse
a
Francia.
Precisa,
de
otra
parte,
que
renuncia
a
todos
sus
derechos
que
derivan
del
Tatliq,
puesto
que
su
nica
peticin
ante
el
Tribunal
es
la
extincin
de
la
relacin
conyugal.
El
intento
de
reconciliacin
ha
fracasado
y
la
esposa
ha
declarado
que
la
disensin
persiste.
El
Tribunal,
reconociendo
que
el
objeto
del
matrimonio
es
el
afecto,
la
indulgencia
y
el
respeto
mutuo,
sin
que
se
cumplan
dichos
objetivos
en
esta
situacin,
pronuncia
el
Tatliq
por
disensin466.
El
Juez
no
exigi
en
cuanto
a
las
alegaciones
de
la
esposa
p.
ej.
maltrato-,
ningn
tipo
de
prueba,
lo
que
indica
la
flexibilidad
en
la
resolucin
de
este
tipo
de
disolucin
del
matrimonio.
Es
ms,
el
CF
propone
un
refuerzo
del
derecho
de
la
mujer
en
este
mbito,
reorganizando
ciertas
disposiciones,
tales
como
las
relativas
a
la
falta
de
manutencin,
en
especial,
introduciendo
nuevos
modelos
de
Tatliq
y
fijando
los
plazos
del
procedimiento.
Una
de
las
particularidades
del
Chiqaq
es
que
puede
ser
utilizado
por
la
esposa
o
por
el
esposo,
a
diferencia
de
otras
formas
de
disolucin
del
matrimonio
que
recoge
el
CF,
a
las
que
no
pueden
acogerse
la
mujer.
Junto
al
procedimiento
de
disolucin
del
matrimonio
por
discordia
o
disensin,
el
legislador
prev
que
el
465
223
468
224
c)
Procedimiento
El
Chiqaq
justifica
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq.
El
art.
94
del
CF
establece
que:
en
caso
de
que
los
dos
cnyuges,
o
uno
de
ellos,
pida
al
Tribunal
que
resuelva
una
controversia
entre
ellos
que
correra
el
riesgo
de
llegar
a
la
disensin
(Chiqaq),
incumbe
al
Tribunal
emprender
todos
los
intentos
para
que
tenga
lugar
la
reconciliacin
entre
los
cnyuges,
de
acuerdo
con
las
disposiciones
del
art.
82
(de
este
Cdigo).
El
art.
97
prev
que
cuando
sea
imposible
la
reconciliacin
y
la
discordia
(Chiqaq)
contine,
el
Tribunal
lo
har
constar
en
un
acta
y
declarar
la
disolucin
as
como
los
derechos
de
la
esposa
con
arreglo
a
los
arts.
83-85
del
CF.
A
tal
efecto,
el
Tribunal
tendr
en
cuenta
la
responsabilidad
de
cada
uno
de
los
esposos
para
determinar
las
causas
de
la
disolucin,
y
por
tanto,
evaluar
la
reparacin
del
perjuicio
sufrido
por
el
esposo
o
la
esposa.
El
procedimiento
llega
a
su
fin
mediante
la
sentencia
en
un
plazo
que
no
supere
los
seis
meses,
a
partir
del
momento
en
que
se
presente
dicha
demanda.
Se
observa
que
el
legislador
no
ha
exigido
ninguna
condicin
especial
respecto
a
Chiqaq
que
conlleva
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq.
En
relacin
con
esta
situacin,
se
han
planteado
tres
hiptesis:
la
primera,
quien
presente
la
demanda
de
Tatliq
por
causa
de
Chiqaq,
tiene
la
obligacin
de
acreditar
que
existe
realmente
la
disensin,
de
manera
que
la
discordia
entre
ambos
sea
insuperable
y
constante,
como
que
el
marido
acredite
la
negativa
de
la
esposa
para
ayudar
a
los
padres
o
para
mantener
buena
relacin
con
ellos.
La
segunda
hiptesis
consiste
en
que
se
deja
en
manos
de
las
autoridades
judiciales
de
familia
(a
su
potestad
valorativa)
la
constatacin
del
Chiqaq
entre
los
esposos,
partiendo
del
conflicto
y
de
sus
declaraciones
y
de
las
pruebas
presentadas
durante
la
reconciliacin.
Ha
de
motivarse
la
decisin.
La
tercera
hiptesis
se
basa
en
suponer
la
existencia
del
Chiqaq
por
el
hecho
de
interponer
la
demanda.
En
realidad,
parece
ser
225
469
226
esposo
insiste
en
solicitar
la
autorizacin
para
contraer
matrimonio
con
otra
mujer
y
la
primera
se
niega.
Por
tanto,
dicha
intervencin
judicial
no
est
sujeta
a
la
solicitud
de
la
esposa
(art.
45
del
CF).
Esta
ltima
prerrogativa
acordada
por
el
legislador
al
Juez,
constituye
un
progreso
real
e
innegable,
sobre
todo,
en
trmino
de
restriccin
implcita
de
la
poligamia473.
Ahora
bien,
el
nuevo
CF
establece
cierta
igualdad
entre
los
esposos
ante
la
disolucin
del
matrimonio,
incluso
ante
la
persistencia
de
la
peticin
de
Talaq474.
Si
bien
los
esfuerzos
iniciados
por
el
legislador
con
la
finalidad
de
reducir
la
desigualdad
entre
los
cnyuges
en
el
seno
de
la
clula
familiar
son
loables,
slo
se
pueden
alcanzar
sus
objetivos
si
el
Juez
se
suma
a
esta
misma
lgica.
Sin
embargo,
con
independencia
de
la
modalidad
a
travs
de
la
cual
el
Juez
trate
el
procedimiento
de
Chiqaq,
parece
interesante
interrogarse
sobre
la
utilizacin
de
esta
nueva
prerrogativa
por
las
mujeres,
que
ampla
su
derecho
de
solicitar
el
Tatliq475.
El
siguiente
asunto
se
resume
as.
El
marido
presenta
una
demanda
contra
su
esposa
por
abandono
del
domicilio
conyugal
con
sus
dos
hijos
menores,
al
instalarse
junto
con
su
familia
en
Francia,
sin
querer
volver
a
Marruecos.
El
marido
solicita
en
la
demanda
una
condena
con
multa
de
1000
Dh
por
da
de
ausencia,
por
no
regresar
al
domicilio
conyugal
con
los
hijos
comunes.
Por
su
parte,
la
esposa
hace
valer
que
desde
hace
cuatro
aos
la
vida
conyugal
ha
devenido
complicada
por
causa
del
mal
comportamiento
de
su
marido,
tanto
con
ella
como
con
su
familia.
Adems,
indica
que
el
marido
ha
sido
incapaz
de
facilitarle
un
domicilio,
de
hecho,
viva
con
los
padres
de
este
ltimo.
473
227
Aade
que
el
maltrato
del
que
fue
vctima,
la
ha
conducido
a
buscar
una
solucin
a
su
situacin
de
daos
materiales
y
morales,
puesto
que
es
ella
quien
sufraga
las
necesidades
de
sus
dos
hijos,
con
lo
cual
la
vida
en
comn
ha
llegado
a
ser
imposible
y
por
todas
esas
razones,
solicita
el
Tatliq
disensin.
A
pesar
de
que
el
marido
neg
las
declaraciones
de
la
esposa,
corroborando
que
el
procedimiento
de
Chiqaq
fue
infundado,
porque
no
exista
discordia
en
la
pareja
y
que
la
demanda
se
basaba
fundamentalmente
en
el
deseo
de
la
esposa
de
residir
en
Francia
(en
donde
trabajaba
en
un
local
de
venta
de
alcohol),
los
Jueces
declararon
la
disolucin
del
matrimonio
por
Chiqaq476.
Esta
decisin
representa
un
indicador
relevante
de
la
forma
en
la
que
resuelven
este
tipo
de
casos
las
autoridades
judiciales
y,
sobre
todo,
la
interpretacin
que
hacen
de
los
motivos
de
una
disolucin
del
matrimonio
por
Chiqaq477.
Por
el
hecho
de
que
la
mujer
sali
del
pas
junto
a
sus
hijos
menores
de
edad
y
rehus
regresar
a
Marruecos,
se
poda
haber
esperado
que
el
Tribunal
respondiese
de
forma
favorable
a
la
demanda
del
marido.
Sin
embargo,
hay
que
subrayar
la
comprensin
de
los
magistrados,
tanto
en
esa
sentencia
como
en
anteriores,
de
la
situacin
de
la
esposa,
en
especial,
su
vida
conyugal,
que
se
ha
convertido
en
un
calvario,
lo
que
pone
de
relieve
un
cambio
de
actitud,
cercana
a
la
deseada
y
esperada
por
la
mujer478.
476
228
En
otro
caso,
la
esposa
presenta
demanda
de
Chiqaq
haciendo
valer
que
el
marido
la
maltrataba479.
De
hecho,
fue
vctima
de
violencia
e
injurias,
junto
al
incumplimiento
de
las
obligaciones
del
hombre
como
marido
y
padre
de
sus
tres
hijos
y
que
la
vida
en
comn
era
imposible.
El
marido
afirma
que
la
demanda
no
tiene
fundamento
y
que
mantiene
a
su
familia
y
solicita
que
regrese
su
esposa
al
domicilio
conyugal.
La
reconciliacin
no
tuvo
resultado
positivo
y
el
marido
presenta
una
demanda
de
responsabilidad
civil
(indemnizacin
por
los
daos
causados
como
consecuencia
de
la
solicitud
de
la
disolucin
por
Chiqaq).
El
Tribunal,
tras
desestimar
la
demanda,
porque
el
procedimiento
de
Tatliq
se
ha
establecido
a
favor
de
los
dos
esposos
y,
por
ello,
la
esposa
no
es
responsable
de
haberlo
incoado,
declara
la
disolucin
del
matrimonio
por
Chiqaq
y
evala
los
derechos
de
la
esposa
e
hijos.
Sin
embargo,
pese
a
que
la
fase
final
de
la
mayora
de
las
demandas
de
Chiqaq
es
positivo,
hay
situaciones
en
las
que
se
procede
a
su
desestimacin
por
falta
de
prueba,
porque
el
Tribunal
deduce,
tras
la
etapa
de
investigacin,
de
que
el
marido
que
solicita
el
Tatliq
por
Chiqaq,
durante
el
proceso
de
conciliacin
ha
protagonizado
actuaciones
que
evidencian
su
aceptacin
implcita
de
la
continuidad
del
matrimonio480.
En
definitiva,
las
mujeres
no
dudan
en
recurrir
a
este
nuevo
modo
de
disolucin
de
matrimonio,
inexistente
en
la
antigua
legislacin.
Prcticamente,
en
un
caso
sobre
dos,
las
mujeres
renuncian
a
sus
derechos
derivados
del
Tatliq
por
Chiqaq,
con
sus
consecuencias.
Por
ltimo,
se
deduce
que
tras
la
entrada
en
vigor
del
CF,
los
Jueces
aplican
en
sentido
amplio
la
nocin
de
Chiqaq
y,
por
ello,
hacen
posible
a
un
importante
nmero
de
mujeres
su
empleo,
resultado
de
una
reforma
cuyo
impacto
se
observa
en
las
decisiones
y
que
est
cambiando
la
realidad
de
la
tortura
que
sufren
miles
de
mujeres
marroques481.
479
480
Demanda de Tatliq por Chiqaq el 3 de marzo de 2009 presentada ante el TPI de Agadir.
481
Efectivamente,
los
datos
reflejan
esta
nueva
realidad.
As,
en
2006
ha
llegado
la
resolucin
de
este
tipo
de
causas
a
10.313,
en
el
ao
2007
a
18.562,
y
en
2009,
33.959
expedientes
se
presentaron
por
las
mujeres.
Vase
Qadae
Alusra,
Mayyala
Mutajassisa,
Manchurat
Jamiayat
Nachr
Almaeluma
Alqanuniya
wa
alqadaiya
n
4,
5,
2009,
p.
318.
Vase
en
el
mismo
sentido,
229
De
otro
lado,
de
conformidad
con
el
art.
128,
pr.
1
del
CF,
la
sentencia
relativa
a
Tatliq
por
causa
de
Chiqaq
no
es
susceptible
de
apelacin
en
la
parte
que
pone
fin
a
la
relacin
matrimonial.
Hay
que
poner
de
relieve
que
la
sentencia
de
Tatliq
se
divide
en
dos
partes,
la
primera
ordena
la
extincin
de
la
relacin
conyugal
y
la
segunda
se
refiere
a
los
derechos
de
la
mujer
e
hijos,
segn
la
remisin
que
se
hace
en
el
art.
97
a
los
arts.
83-85
del
CF.
El
Tatliq
por
causa
de
Chiqaq
tiene
carcter
irrevocable
en
aplicacin
de
la
regla
general
que
establece
que:
toda
disolucin
del
matrimonio
por
Talaq
pronunciada
por
el
Tribunal
es
irrevocable,
salvo
Tatliq
por
juramento
de
continencia
y
por
falta
de
manutencin.
No
obstante,
los
derechos
de
la
esposa,
en
especial,
pueden
afectarse
positivamente
o
negativamente,
en
funcin
de
su
responsabilidad
y
el
grado
de
participacin
en
la
discordia
que
haya
causado
la
disolucin482.
De
hecho
el
TS
desetima
una
demanda,
despus
de
que
el
TA
haya
reconocido
el
derecho
a
la
Mutaa,
-en
virtud
de
una
sentencia
de
Chiqaq-,
infringiendo
las
disposiciones
del
art.
84,
puesto
que
la
mujer
goza
de
este
derecho
siempre
que
la
demanda
de
Talaq
o
Tatliq
sea
incoada
por
el
esposo
y
no
por
ella,
como
sucede
en
este
caso.
En
efecto,
el
TS
opta
por
no
reconocer
a
la
esposa
el
derecho
a
la
Mutaa,
puesto
que
la
demanda
ha
sido
presentada
por
ella
y
no
por
el
marido.
En
definitiva
el
derecho
a
la
Mutaa
corresponde
a
la
esposa
tras
la
disolucin
del
matrimonio
sea
por
Talaq
o
Tatliq,
siempre
cuando
la
demanda
sea
presentada
por
el
esposo.
Por
tanto,
el
TA
con
el
reconocimiento
de
la
Mutaa
a
la
esposa,
-que
ha
incoado
la
demanda
de
Chiqaq-,
habr
incumplido
el
art.
84
del
CF
y
expuso
su
resolucin
a
casacin483.
S.
ASBAN:
230
C)
Otras
causas
de
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
y
procedimiento
a)
Por
incumplimiento
de
la
obligacin
de
manutencin
El
art.
98
del
CF
indica
las
causas
que
puede
alegar
la
mujer
(y
excepcionalmente,
el
hombre)
para
presentar
una
solicitud
de
disolucin
del
matrimonio.
En
primer
lugar,
la
falta
de
manutencin
que,
como
se
sabe,
es
una
obligacin
del
esposo.
En
el
Derecho
Islmico,
la
consumacin
del
matrimonio
conlleva
la
obligacin
de
manutencin
de
la
esposa
de
acuerdo
con
lo
que
indica
el
art.
194
del
CF.
Dicha
manutencin
comprende
un
conjunto
de
obligaciones
como,
el
alimento,
el
vestido,
la
hospitalizacin
y
todo
lo
que
pueda
calificarse
como
necesario
para
el
sustento
de
una
persona.
Dada
la
importancia
de
este
derecho
exigido
por
ley,
el
art.
102
del
CF
ha
permitido
a
la
esposa
solicitar
la
disolucin
del
matrimonio
por
su
incumplimiento,
siempre
que
concurran
determinadas
condiciones.
El
Tatliq
por
falta
de
manutencin,
reconocido
por
la
escuela
Malik
y
Chafie,
fue
rechazada
por
la
escuela
Hanafi
y
Dahiri484.
El
Tatliq
por
falta
de
manutencin
est
regulado
en
los
arts.
102
y
103
del
CF,
as
como
otras
cuestiones
vinculadas
con
este
tipo
de
disolucin
del
matrimonio.
Se
incluye
la
ausencia
del
esposo485.
Si
bien
la
manutencin
de
la
esposa
es
un
derecho
y
un
privilegio,
debe
ser
ejercido
y
reclamado
en
el
marco
de
las
posibilidades
del
esposo.
El
Profeta
Mohammed
tuvo
un
enfrentamiento
con
sus
mujeres
por
este
tema,
cuando
le
pidieron
una
manutencin
superior
a
su
capacidad
econmica
y,
su
484
231
enfad
llego
al
punto
de
dejar
de
mantener
cualquier
tipo
de
relacin
con
ellas
por
un
perodo
de
un
mes.
Entre
los
seguidores
del
Profeta
haba
ricos
y
pobres,
pero
no
se
comprob
ninguna
consulta
al
Profeta
Mohammed
respecto
a
esta
cuestin.
As,
el
art.
102
del
CF
establece
expresamente
que
la
esposa
tiene
derecho
a
solicitar
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
cuando
el
esposo
incumpla
su
obligacin
de
manutencin
exigible
y
debida,
en
tres
casos
concretos:
en
primer
lugar,
por
falta
de
manutencin
cuando
el
marido
posee
bienes
conocidos.
En
este
caso,
el
Tribunal
no
admite
la
solicitud
de
Tatliq
pero
indica
la
manutencin
y
la
modalidad
de
obtencin
de
la
cantidad
determinada,
recurriendo
al
embargo,
o
cualquier
otro
medio
que
juzgue
el
Tribunal
adecuado.
Sin
embargo,
la
ejecucin
de
dicha
sentencia
requiere
la
colaboracin
de
la
esposa,
al
menos,
para
determinar
la
cantidad
en
funcin
del
tiempo,
de
convivencia
con
la
ayuda
del
MP.
En
segundo
extremo,
cuando
la
esposa
solicita
Tatliq
por
falta
de
manutencin
y
el
marido
convence
al
Tribunal
de
su
situacin
de
insolvencia,
consider
un
plazo
para
que
pague
y,
en
caso
contrario,
dicta
el
Tatliq486.
Asimismo,
se
deduce
del
texto
la
posibilidad
de
ampliar
dicho
plazo,
siempre
que
el
marido
acredite
una
circunstancia
de
fuerza
mayor
o
excepcional,
que
le
impide
mantener
a
la
esposa
y,
que
desaparecer
en
el
futuro.
Se
recuerda
que
dicho
plazo
en
la
antigua
Mudawwana
poda
prolongarse
hasta
tres
meses.
Si
bien
el
legislador
no
precisa
qu
significa
la
nocin
de
circunstancias
imperiosas
y
excepcionales,
el
Juez
goza
de
un
importante
margen
de
maniobra,
para
determinar
si
las
razones
invocadas
por
el
marido
para
justificar
la
falta
de
manutencin
pueden
ser
calificadas
como
tales.
En
definitiva,
el
Tribunal
tiene
que
supervisar
las
circunstancias
excepcionales
del
marido,
que
podrn
justificar
la
ampliacin
de
dicho
plazo.
Tras
el
vencimiento
de
los
plazos
establecidos
legalmente,
si
el
marido
no
entrega
la
cantidad
exigida,
el
Tribunal
disuelve
el
matrimonio
por
Tatliq.
En
ltimo
lugar,
cuando
la
esposa
solicita
el
Tatliq
por
falta
de
manutencin
y
el
marido
es
incapaz
de
acreditar
su
insolvencia,
a
486
Un plazo que no puede superar -de ninguna manera- los treinta das.
232
233
El
marido
no
se
present
a
la
sesin
de
reconciliacin,
pese
a
la
notificacin
del
Tribunal,
la
esposa
mantuvo
su
posicin,
y
el
condenado
se
abstuvo
de
conformarse
con
la
sentencia
que
le
orden
el
pago
de
la
pensin.
Por
tanto,
el
Tribunal
pronunci
el
Tatliq
revocable
por
falta
de
manutencin490.
Es
ms,
la
esposa
tras
su
expulsin
del
domicilio
conyugal,
present
una
demanda
por
la
misma
causa,
el
TPI
de
Rabat
conden
al
marido
a
la
entrega
de
una
pensin
alimenticia
(de
500
Dh
al
mes),
y
ste
reclama
su
indigencia.
Tras
este
suceso,
y
apoyndose
en
el
hecho
de
que
el
esposo
no
ha
acatado
la
sentencia
al
afirmar
su
insolvencia.
El
Tribunal
pronuncia
el
Tatliq
por
falta
de
manutencin.
Pese
a
la
resolucin
dictada
a
favor
de
la
esposa,
el
marido
fue
condenado
por
expulsar
a
la
mujer
del
hogar
conyugal491.
En
cuanto
a
las
tipologas
de
disolucin
del
matrimonio
resuelta
por
el
Tribunal
por
causa
de
insolvencia
del
marido,
o
simplemente
porque
se
ha
negado
a
ello
a
pesar
de
su
solvencia,
se
considera
revocable
si
sucede
despus
de
la
consumacin,
y
por
supuesto
se
exige
que
no
complete
el
pronunciado
tres
veces,
porque,
en
este
caso,
se
convierte
en
irrevocable,
como
prev
el
art.
122
del
CF
(toda
disolucin
del
matrimonio
declarada
por
el
Tribunal
(Tatliq)
ser
irrevocable,
excepto
dos
casos:
la
disolucin
por
juramento
de
continencia
y
por
incumplimiento
de
la
manutencin).
En
la
escuela
Malik,
la
esposa
no
puede
volver
con
el
esposo,
salvo
si
dispone
de
medios
para
mantenerla492.
La
falta
de
manutencin
que
figura
entre
las
causas
de
disolucin
del
matrimonio,
tanto
en
la
antigua
Mudawwana
(art.
53)
como
en
el
CF,
brinda
a
la
esposa
la
posibilidad
de
disolver
el
matrimonio,
si
l
no
dispone
de
medios
suficientes
para
mantenerla
(arts.
102
y
103).
Conviene
anotar
que,
el
nuevo
texto
mantiene
el
derecho
de
la
esposa
a
la
manutencin
(art.194)
y
esto
es,
aunque
el
CF
atribuye
en
otras
disposiciones
a
los
cnyuges
la
responsabilidad
de
la
gestin
conjunta
de
los
490
491
492
234
asuntos
del
hogar
(art.
51).
No
obstante,
se
plantea
la
cuestin
de
la
autoridad
del
Juez
para
compaginar
o
aproximar
ambas
disposiciones,
y
permitir
al
marido
exigir
a
su
esposa,
que
trabaja
fuera
de
casa,
su
propia
manutencin493.
Los
jueces
hacen
una
aplicacin
estricta
del
principio
enunciado
por
el
CF,
insistiendo
en
la
obligacin
del
esposo
hacia
su
esposa
en
cuanto
a
su
manutencin
desde
la
consumacin
del
matrimonio,
con
independencia
de
que
est
o
no
trabajando.
Solo
pierde
el
derecho
a
la
pensin
alimenticia
si
rehsa
volver
al
domicilio
conyugal,
despus
de
haber
sido
condenada
por
el
Tribunal.
Hay
que
mencionar,
que
contrariamente
al
Tatliq
por
razn
de
discordia
o
por
otras
causas
previstas
en
el
Cdigo,
el
Tatliq
por
falta
de
manutencin
es
el
nico
revocable,
y
el
nico
que
permite
al
esposo
volver
con
su
esposa
durante
el
periodo
de
continencia
(la
Idda),
lgicamente
despus
de
que
el
marido
acredite
disponer
de
medios
materiales
suficientes
para
sufragar
las
necesidades
conyugales494.
235
496
236
Por
otra
parte,
los
magistrados
de
primera
instancia
realizan
una
aplicacin
estricta
del
CF
en
lo
relativo
a
la
prueba
del
perjuicio
ocasionado,
mientras
que
el
legislador
en
la
definicin
de
la
nocin
del
perjuicio
en
el
art.
99
prrafo
2
del
CF,
invita
implcitamente
a
hacer
una
interpretacin
extensiva.
Este
artculo
considera
perjuicio
todo
acto
o
comportamiento
infamante
o
contrario
a
las
buenas
costumbres
emanantes
del
esposo,
causando
un
dao
material
o
moral
a
la
esposa,
la
cual
no
puede
tener
una
vida
conyugal
normal.
En
cambio,
las
decisiones
de
apelacin
se
distinguen
por
su
respeto,
en
funcin
del
trmino
y
del
espritu
del
CF497.
Puede
citarse
una
sentencia
que
desestim
la
demanda
de
la
esposa,
al
no
llegar
a
establecer
la
existencia
de
la
relacin
matrimonial
con
el
ausente498.
En
cuanto
al
procedimiento,
en
primer
lugar,
se
interpone
la
demanda
por
la
esposa.
A
continuacin,
se
procede
a
la
presentacin
de
la
prueba
relativa
a
la
existencia
del
lazo
matrimonial
con
el
ausente,
despus,
verifica
el
plazo
de
la
ausencia,
que
no
sobrepase
el
ao
(este
plazo
vara
entre
dos
y
seis
aos)
y,
por
ltimo,
se
indican
tres
fechas
de
difusin,
por
radio
de
la
demanda
de
la
esposa,
a
menudo,
con
la
aportacin
del
testimonio
de
testigos
que
atestiguan
la
ausencia
del
cnyuge499.
En
principio,
los
Jueces
deben
conformarse
con
la
reunin
de
estos
elementos
para
pronunciar
el
Tatliq.
No
obstante,
en
la
mayor
parte
de
los
casos,
exigen
otra
condicin,
que
es
el
juramento
de
la
esposa
confirmando
la
ausencia
del
marido,
de
conformidad
con
la
regla
que
establece
todo
hecho
cuya
apariencia
esta
atestada,
no
puede
serlo,
en
cuanto
al
fondo,
que
por
juramento.
Esa
exigencia
que
encuentra
su
497
237
fuente
en
la
frmula
utilizada
en
el
art.
104,
prrafo
2
del
CF,
cuando
permite
al
Tribunal
asegurarse
de
la
ausencia
por
todos
los
medios.
Parece
redundante
y
puede
ser
interpretado
como
una
desconfianza
hacia
la
esposa,
mientras
que
en
todos
los
casos
analizados,
la
ausencia
del
marido
est
siempre
comprobada.
Adems,
en
algunas
ocasiones,
se
establece
que
reside
en
el
extranjero
y
que
fue
debidamente
notificado.
Sin
embargo,
es
importante
sealar
un
fallo
que
no
menciona
esa
exigencia
y
parece
conformarse
con
la
declaracin
de
la
esposa.
La
esposa
presenta
una
demanda
de
Tatliq,
por
ausencia
ante
el
TPI
de
Sale,
pero
el
marido
manifiesta
su
desacuerdo.
Recurre
en
apelacin
ante
el
Tribunal
de
Rabat
y
refuta
la
decisin
de
los
jueces
de
Sale
por
violacin
del
art.
105
del
CF,
que
dispone
que
si
la
direccin
del
esposo
es
desconocida,
el
Tribunal
obliga
con
el
concurso
del
MP,
los
procedimientos
que
juzgue
tiles
para
hacerle
notificar
la
demanda
de
la
esposa,
e
incluida
la
designacin
del
curador.
Por
falta
de
comparecencia
del
esposo,
el
Tribunal
pronuncia
el
Tatliq.
La
esposa
reivindica
que
el
Tribunal,
ante
la
imposibilidad
de
notificar
al
esposo
ausente
la
demanda
de
instancia,
hubiera
encargado
al
MP
iniciar
el
procedimiento
de
bsqueda
necesario
y
que,
por
esa
razn,
solicita
al
TA
de
desestimar
la
decisin
del
TPI,
y
aceptar
su
demanda
de
Tatliq
por
ausencia
del
marido500.
Pero,
el
Tribunal
deniega
la
demanda
de
la
esposa,
porque
haba
fundado
su
accin
en
el
art.
105
del
CF.
Aade
que
los
procedimientos
planteados
por
el
Tribunal,
y
por
el
MP
en
las
acciones
de
Tatliq
por
ausencia,
no
tienen
lugar
ms
que
una
vez
que
la
esposa
haya
justificado
la
ausencia
de
su
esposo
por
todos
los
medios
de
prueba
admitidos
legalmente.
Su
simple
pretensin
o
declaracin
no
es
suficiente.
Adems,
debe
convocar
a
testigos
entre
sus
parientes
o
sus
vecinos,
que
atestiguan
la
ausencia
del
esposo.
No
obstante,
el
Tribunal
no
afirma
expresamente
que
estas
pruebas
deban
adjuntarse
con
juramento.
Puede
tratarse
simplemente
de
una
inadvertencia
o
puede
500
238
239
Ahora
bien,
pese
a
la
novedad
aportada,
hay
dos
exigencias:
la
primera,
la
esposa
no
puede
interponer
una
demanda
por
la
reclusin
de
su
marido,
salvo
si
ha
sido
condenado
a
ms
de
tres
aos
de
crcel.
La
segunda,
la
demanda
no
la
puede
presentar,
hasta
que
transcurra
un
ao
despus
de
la
sentencia.
De
otro
lado,
el
esposo
debe
estar
encarcelado
(no
en
libertad),
o
su
causa
en
proceso.
En
definitiva,
la
admisin
de
la
demanda
est
condicionada
a
que
el
marido
est
condenado
por
cualquier
causa,
en
sta
hiptesis,
la
esposa
puede
interponer
la
demanda
de
Tatliq
siempre
cuando
haya
una
sentencia
firme
de
la
reclusin
del
marido.
Hay
que
resaltar
que
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
por
ausencia
o
por
reclusin
del
marido
tiene
carcter
irrevocable504.
c)
Por
la
causacin
de
un
perjuicio
En
cuanto
al
Tatliq
por
incumplimiento
de
una
condicin
en
el
acta
de
matrimonio,
o
por
perjuicio,
hay
que
poner
de
relieve
que
es
una
causa
independiente
del
perjuicio,
aunque
el
legislador
las
consider
sinnimos,
como
indica
el
art.
99
del
CF.
Por
ello,
este
tipo
de
Tatliq
fue
criticado
por
algunos
autores
(Alazhar),
que
no
evalan
el
incumplimiento
de
una
de
las
condiciones
estipuladas
en
el
acta
de
matrimonio,
como
para
causar
el
divorcio.
Es
ms,
consentir
este
tipo
de
disolucin
contribuye
en
el
aumento
de
las
situaciones
de
conflicto
y
divergencia
en
la
pareja.
El
legislador
ha
regulado
el
Tatliq
por
incumplimiento
de
una
de
las
condiciones
del
acta
de
matrimonio,
o
por
perjuicio
en
los
arts.
99
a
101
del
CF.
Ha
definido
el
perjuicio
en
el
art.
99
del
CF,
de
forma
que
todo
incumplimiento
de
una
de
las
clusulas
estipuladas
en
el
contrato
matrimonial,
se
considerar
un
perjuicio
que
justificar
la
solicitud
de
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq.
Por
tanto,
cabe
plantearse,
constituye
un
perjuicio
todo
acto
o
conducta
ignominiosa,
o
que
atenta
contra
las
504
240
506
241
El
marido
desmiente
los
argumentos
de
la
esposa
y
la
acusa
de
abandono
del
domicilio
conyugal.
Adems,
recusa
la
declaracin
de
los
testigos,
por
la
existencia
de
parentesco
con
ella.
La
esposa
afirma
estar
dispuesta
a
apoyar
sus
declaraciones
por
juramento
y
niega
cualquier
tipo
de
relacin
con
los
testigos.
En
la
etapa
de
reconciliacin,
declara
que
mantiene
la
demanda,
pero
renuncia
a
sus
derechos.
No
obstante,
en
la
audiencia
cambia
su
posicin
y
manifiesta
querer
conservar
todos
sus
derechos.
Despus
de
haber
explicado
que
no
posea
ningn
bien
(aunque
trabaje
en
la
misma
empresa
que
la
esposa),
el
marido
acepta
la
disolucin
del
matrimonio
a
condicin
que
ella
renuncie
a
sus
derechos.
La
esposa
termina
por
aceptar
su
oferta508.
En
la
demanda
de
Tatliq
por
incumplimiento
de
las
condiciones
del
acta
o
por
la
causacin
de
un
perjuicio,
los
esposos
elaboran
un
acuerdo
sobre
el
inicio
de
una
va
para
poner
fin
a
su
unin.
La
posicin
del
Tribunal,
relativa
a
la
conversin
de
la
demanda
de
divorcio
por
incumplimiento
de
una
de
las
condiciones
estipuladas
en
el
acta
de
matrimonio
o
prejuicio,
iniciada
por
la
esposa,
en
demanda
de
Tatliq
por
consentimiento
mutuo,
es
relevante.
Las
declaraciones
de
la
esposa,
en
especial,
respecto
al
maltrato,
probadas
por
el
testimonio
de
dos
personas
y
por
su
predisposicin
para
prestar
juramento,
con
el
fin
de
comprobar
la
veracidad
de
dichas
declaraciones,
fueron
suficientes
para
constituir
un
prejuicio
en
el
sentido
del
art.
99,
pr.
2
del
CF.
La
respuesta
inestable
manifestada
por
la
esposa
cuando,
al
inicio,
declara
querer
beneficiarse
de
sus
derechos,
justo
en
el
momento
posterior
de
la
sesin
de
reconciliacin,
renuncia
a
los
mismos,
refleja
una
indecisin
cuya
nica
explicacin
es
haber
aceptado
forzada
por
el
esposo.
La
renuncia
de
los
derechos
para
obtener
la
disolucin
del
matrimonio,
es
una
prctica
conocida
por
los
jueces,
y
practicada
por
los
esposos.
Por
tanto,
la
posicin
frgil
de
la
mujer
la
conduce
a
rendirse
ante
dicha
508
El
abono
por
el
marido
de
una
pensin
alimenticia
de
1500
Dh
por
mes
a
contar
desde
diciembre
de
2003,
fecha
de
consumacin
del
matrimonio,
y
una
cantidad
de
2000
Dh
para
compensar
el
perjuicio
ocasionado.
242
presin.
Llama
la
atencin
que
despus
de
todas
las
reformas
efectuadas
la
mujer
sigue
siendo
vulnerable509.
Con
independencia
de
los
perjuicios,
la
jurisprudencia
-en
su
tarea
de
adecuacin-
aade
varios
ejemplos
como:
la
acusacin
a
la
esposa
de
infidelidad,
los
insultos,
maltrato
fsico,
las
injurias,
el
acoso
de
un
menor,
la
falta
de
equivalencia
religiosa
(por
el
hecho
de
que
la
mujer
es
religiosamente
practicante
y
el
marido
no),
etc.
Evidentemente,
la
prueba
del
perjuicio
y
su
valoracin
es
una
de
las
cuestiones
ms
complicadas
a
las
que
se
enfrentaba
la
esposa
en
el
marco,
tanto
de
la
antigua
Mudawwana,
como
del
actual
CF.
No
obstante,
la
ley
permite
a
la
esposa
que
no
consiga
probar
el
perjuicio
recurrir
al
procedimiento
de
Chiqaq,
que
establece
el
art.
100,
pr.
2
del
CF:
si
la
esposa
no
llegue
a
probar
el
perjuicio
y
persiste
en
su
peticin
de
disolucin
del
matrimonio
(Tatliq),
podr
recurrir
al
procedimiento
por
disensin510.
La
demanda
relativa
a
Tatliq
por
perjuicio
como
cualquier
otra
demanda-
exige
al
Tribunal
que
adapte
dos
procedimientos,
uno
obligatorio
y
otro
facultativo.
En
cuanto
al
primero,
consiste
en
el
intento
de
reconciliacin
entre
los
litigantes
de
acuerdo
con
el
art.
113
del
CF.
Respecto
al
segundo,
es
un
procedimiento
que
se
refiere
a
todas
las
medidas
que
puede
adoptar,
siempre
que
sea
necesario
(art.
121
CF).
El
Tatliq
por
perjuicio
es
irrevocable
(art.
122
CF)511.
509
243
a
los
defectos
que
afectan
a
la
estabilidad
de
la
vida
conyugal,
tiene
que
cumplir
determinadas
condiciones.
Los
defectos
que
permiten
la
presentacin
de
la
solicitud
de
disolucin
de
Tatliq,
son
de
dos
tipos:
los
que
impiden
la
cohabitacin
matrimonial.
El
legislador
marroqu
no
ha
determinado,
ni
en
la
Mudawwana
ni
en
el
CF
los
que
impiden
dicha
cohabitacin,
por
lo
hay
que
basarse
en
el
Derecho
Islmico
(art.
400
CF).
Sin
embargo,
las
cuatro
escuelas,
llegaron
a
un
acuerdo,
estableciendo
como
defecto,
las
enfermedades
graves,
que
afectan
tanto
a
los
rganos
sexuales
femeninos,
como
a
los
masculinos,
en
especial
las
patologas
que
impiden
a
ambos
mantener
relaciones
ntimas512.
Y
ello,
a
pesar
de
que
la
mayora
estn
siendo
superadas,
hoy
en
da,
por
los
avances
cientficos.
Otro
tipo
de
defecto,
determinado
por
ley,
es
la
enfermedad
grave,
que
amenaza
la
vida
de
uno
de
los
cnyuges.
A
diferencia
de
los
defectos
relativos
a
las
enfermedades
sexuales,
que
no
ha
mencionado
la
antigua
Mudawwana
(slo
se
determinaron
las
enfermedades
mentales
y
fsicas
como
la
demencia,
lepra,
elefantiasis
y
tuberculosis),
el
CF
ha
optado
por
definir
las
enfermedades
que
suponen
un
peligro
para
la
vida
de
la
esposa
o
del
esposo.
En
general,
dichas
enfermedades
graves,
la
demencia,
o
las
enfermedades
que
constituyen
un
peligro
para
la
salud
o
las
fsicas
contagiosas,
como
el
sida,
sfilis
o
la
elefantiasis.
El
legislador
ha
empleado
un
trmino
general
para
describirlas,
porque
se
supeditan
al
diagnstico
mdico.
A
las
sealadas,
se
aaden
enfermedades
consistentes,
en
especial,
en
la
accin
y
efecto
de
defecar
durante
el
coito,
que
impide
a
uno
de
los
cnyuges
el
disfrute
sexual.
La
esterilidad
constituye
tambin
una
512
244
enfermedad,
que
puede
afectar
tanto
a
la
mujer
como
al
hombre,
aunque
ste
puede
contraer
matrimonio
con
varias
mujeres513.
Para
admitir
una
accin
de
Tatliq
por
Ayeb,
se
exigen
condiciones
comunes
(art.
108
CF).
Se
diferencia
entre
el
desconocimiento
del
defecto
antes
del
acta
o
durante
el
matrimonio.
La
solicitud
puede
presentarse
por
una
parte
que
ha
comprobado
que
acept
el
defecto
tras
tener
conocimiento
de
su
existencia,
o
de
la
incurabilidad
de
dicha
enfermedad.
La
segunda
condicin
es
el
plazo
de
un
ao
respecto
a
las
enfermedades
peligrosas
relativas
a
la
vida
de
uno
de
los
esposos
o
a
su
salud514.
e) Por
la
existencia
de
un
juramento
de
continencia
o
abandono
La
siguiente
modalidad
de
Tatliq
es
por
juramento
de
continencia
y
abandono.
Legalmente,
el
juramento
de
continencia
se
incluye
en
las
situaciones
de
Talaq
de
acuerdo
con
el
art.
112
del
CF.
Por
tanto,
el
juramento
de
continencia
es
cuando
el
esposo
pronuncia
cualquier
juramento,
que
signifique,
no
mantener
relaciones
ntimas
con
su
esposa
por
un
periodo
suprior
a
cuatro
meses.
Este
hecho
supone
una
humillacin
para
la
mujer,
que
la
religin
islmica
ha
situado
en
una
posicin
muy
digna
en
la
sociedad.
El
origen
de
esta
prctica
procede
de
la
poca
pre-islmica,
cuando
el
marido
abandonaba
o
pronunciaba
el
juramento
de
continencia
para
un
ao
o
dos,
con
el
objeto
de
castigar
a
la
esposa.
Por
ello,
el
Islam
ha
restringido
este
trato
para
que
la
mujer
no
se
vea
perjudicada515.
513
Los
arts.
107-111
del
CF
regulan
las
condiciones
para
solicitar
la
disolucin
del
matrimonio
por
defecto
o
por
enfermedad.
Algunas
de
ellas
son
compartidas
entre
los
defectos
que
impiden
la
cohabitacin,
y
entre
las
enfermedades
graves
amenazantes
para
la
vida
o
para
la
salud
de
la
otra
parte,
y
otras
relativas
solo
a
estas
ltimas
enfermedades
sealadas.
En
todo
caso,
el
mdico
es
el
profesional
competente
para
su
diagnstico.
514
Vase,
N.
TURKI:
Baed
Alichkaliat
Almurtabita
Bimawdoae
Attalaq,
en
I.
BELMAHJUBE,
Mustayyadat
Mudawwanat
Alusra,
loc.
cit,
pp.
15-26;
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat,
op.
cit,
p.
151.
515
Vase,
M.
ALAZHAR,
Charhe
Mudawwanat,
op.
cit,
p.
305.
245
Tomando
en
cuenta
el
art.
112
del
CF
y
los
principios
del
Derecho
Islmico,
el
juramento
de
continencia
no
se
realiza
legalmente,
salvo
cuando
se
renan
un
conjunto
de
condiciones.
El
esposo
ha
de
ser
musulmn,
consiente
y
capaz
de
mantener
relaciones
con
la
esposa.
En
caso
de
que
sea
demente
o
deficiente
mental
o
que
sufra
una
enfermedad
grave,
su
juramento
no
es
vlido.
En
cuanto
a
la
esposa,
que
est,
todava
casada
con
el
esposo,
o
que
no
est
en
el
periodo
de
Idda,
tras
un
Talaq
revocable.
Si
es
irrevocable
por
cualquier
causa,
no
es
vlido
el
juramento
legalmente.
Respecto
al
esposo,
pronuncia
el
juramento
de
continencia
por
un
periodo
superior
a
los
cuatro
meses,
aunque
sea
de
un
da,
segn
la
escuela
Malik.
En
cambio
en
la
escuela
Hanaf
tiene
que
ser
dentro
de
cuatro
meses.
Existe
consenso
acerca
de
que
el
juramento
de
continencia
no
suceda
en
menos
de
cuatro
meses.
No
obstante,
cuando
el
juramento
de
continencia
surja
para
perjudicar
a
la
esposa
enferma
(lo
que
le
puede
afectar
negativamente)
no
hay
continencia.
Respecto
a
la
escuela
Malik,
las
disposiciones
de
continencia
se
aplican
tratndose
de
un
juramento
por
Allah
o
no,
incluso
aunque
el
esposo
no
haya
jurado,
sino
que
haya
recurrido
a
la
continencia
para
perjudicar
a
la
mujer.
El
juramento
de
continencia
como
causa
de
Tatliq
debe
tener
lugar
mediante
una
sentencia,
que
lo
resuelve
con
arreglo
al
art
112
del
CF516.
Pueden
citarse
varios
casos.
En
uno
de
ellos
la
esposa
presenta
una
accin
de
Tatliq,
contra
su
marido,
por
juramento
de
continencia
Aliaan,
abandono
Hayr,
y
perjuicio,
precisando
que
la
oblig
a
abandonar
el
domicilio
conyugal517.
El
marido
contesta
a
dichas
acusaciones,
afirmando
que
el
abandono
fue
por
su
voluntad,
y
sin
motivos
vlidos,
-para
instalarse
y
trabajar
en
Rabat-.
Aade
que
ha
presentado
previamente
una
demanda
de
Tatliq
por
perjuicio,
pero
fue
desestimada
por
falta
de
pruebas.
Tras
este
suceso,
ha
rechazado
regresar
al
domicilio,
pese
a
la
sentencia
516
Para
probar
la
existencia
del
juramento
de
continencia,
en
caso
de
conflicto
entre
la
esposa
y
el
esposo,
la
regla
que
se
toma
en
cuenta
es
que
prevalezca
lo
declarado
por
el
esposo
bajo
juramento,
salvo
si
la
esposa
aporta
pruebas
que
indiquen
lo
contrario.
517
Sent.
del
TA
de
Rabat
de
4
de
abril
de
2005.
246
dictada
en
su
contra.
Por
todo
ello,
solicita
una
indemnizacin
(de
10000
Dh),
por
perjuicio
provocado
consecuencia
de
abandono
y
negativa
a
regresar
al
domicilio
conyugal.
El
TPI
ha
desestimado
las
dos
demandas.
La
esposa
presenta
el
asunto
ante
el
TA
de
Rabat,
reprochando
a
los
jueces
de
primer
grado
haber
inadmitido
su
demanda
de
perjuicio
por
falta
de
pruebas,
mientras
que
dos
testigos
han
testificado,
que
su
marido
no
vive
con
ella,
hecho
confirmado
por
l
mismo
en
la
audiencia,
lo
que
constituye
una
prueba
irrefutable
de
su
abandono
y
de
su
dejadez.
Es
ms,
ha
declarado
ante
los
jueces
no
mantener
con
ella
ningn
tipo
de
relacin,
incluso
ha
solicitado
al
Tribunal
la
autorizacin
de
casarse
con
otra
mujer,
lo
que
constituye
en
s
un
gran
perjuicio
para
ella.
El
Tribunal
acepta
la
demanda
de
Tatliq
de
la
esposa
por
perjuicio
y
no
admite
la
demanda
de
reparacin
reclamada
por
el
marido.
Por
ltimo,
el
Tatliq
por
juramento
de
continencia
es
revocable,
y
la
demanda
de
Tatliq
se
somete
a
los
arts.
113,
121
y
128
del
CF.
f)
Procedimiento
En
cuanto
a
los
trmites
de
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
(arts.
94-112
CF),
si
bien
el
Tatliq
es
la
disolucin
del
matrimonio
pronunciada
por
el
Tribunal
mediante
sentencia,
la
regla
general
exige
la
presentacin
de
una
demanda
para
que
el
Juez
dicte
su
veredicto,
salvo
dos
casos
en
los
que
la
iniciativa
puede
proceder
del
esposo:
Tatliq
por
causa
de
Chiqaq
y
la
disolucin
del
matrimonio
por
la
existencia
de
un
defecto518.
518
Por
tanto,
la
demanda
de
Tatliq,
de
acuerdo
con
lo
establecido
en
el
art.
212
del
CPC,
es
aquella
que
se
presenta
de
conformidad
con
el
procedimiento
ordinario,
mediante
el
escrito
de
Tatliq
ante
el
TPI,
en
el
mbito
territorial
de
su
competencia,
esto
es,
la
residencia
matrimonial,
el
origen
del
esposo,
el
origen
de
la
esposa
o
donde
se
celebr
el
matrimonio.
El
citado
artculo
se
refiere
a
la
presentacin
del
escrito
por
el
demandante
o
su
representante
dirigido
a
la
seccin
de
la
jurisdiccin
familiar
del
Tribunal
y
de
la
competencia
territorial.
No
obstante,
la
causa
de
Tatliq
se
indica
en
el
CF.
Posteriormente,
se
practica
la
notificacin
a
ambos
esposos,
para
el
inicio
del
intento
de
reconciliacin,
de
acuerdo
con
las
reglas
generales
previstas
en
los
arts.
36-41
del
CPC.
Se
trata
de
un
trmite
inicial
establecido
tambin
en
el
art.
113
del
CPC
para
todos
los
tipos
de
disolucin
de
matrimonio.
Por
tanto,
es
necesaria
dicha
247
Hay
que
sealar
que
la
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
conlleva
la
adopcin
de
medidas
provisionales,
con
el
fin
de
proteger
tanto
a
la
mujer
como
a
los
hijos,
establecidas
en
el
art.
121
del
CF,
de
las
cuales
se
deduce:
primero
la
adopcin
de
las
medidas
provisionales,
condicionadas
por
la
imposibilidad
de
la
convivencia
entre
los
esposos.
Si
la
convivencia
no
es
imposible,
el
Tribunal
no
tendr
la
obligacin
de
aplicarlas,
en
funcin
de
la
solicitud
de
quien
est
interesado
o
perjudicado.
En
segundo
lugar,
si
bien
la
regla
formal
exige
la
intervencin
del
Tribunal
slo
cuando
se
solicite,
el
Tribunal
debe
tomar
las
medidas
adecuadas
de
oficio,
a
condicin
de
justificar
su
intervencin.
Tercero,
las
medidas
provisionales
que
deben
adoptarse
segn
el
art.
121
del
CF
tienden
a
proteger
a
la
esposa
y
a
los
hijos
o
a
ambos.
No
obstante,
el
legislador
no
ha
tomado
en
cuenta
la
proteccin
del
esposo.
En
cuarto
lugar,
entre
las
medidas
provisionales
establecidas
por
el
legislador,
se
encuentra
la
posibilidad
de
acoger
a
la
esposa
por
sus
parientes
o
por
los
parientes
del
marido,
en
funcin
de
cada
situacin
y
de
lo
que
valore
el
Tribunal
(aunque
permanezca
como
una
medida
opcional).
El
apartado
5
del
art.
121
del
CF
se
refiere
a
las
medidas
de
proteccin
previas
a
la
sentencia,
tomando
en
cuenta
que
no
tendr
sentido
la
adopcin
de
dichas
medidas
con
posterioridad
a
la
adopcin
de
la
sentencia.
Por
ltimo,
se
ejecutan
las
medidas
provisionales
adoptadas
por
el
Tribunal,
mediante
el
MP
inmediatamente.
No
obstante,
terminan
cuando
se
dicta
la
sentencia,
que
zanja
el
conflicto519.
La
sentencia
no
es
aceptable,
como
indica
el
art.
128,
2
del
CF
salvo
en
la
parte
relativa
a
los
derechos
econmicos
de
la
esposa
y
de
los
hijos.
Sin
embargo,
se
critica
este
artculo,
que
vulnera
un
principio
esencial
de
la
ley
procesal,
que
descarta
la
equivocacin
de
los
jueces520.
etapa,
salvo
en
el
caso
del
Tatliq
por
ausencia.
Sin
embargo,
se
parte
de
lo
dispuesto
en
el
art.
82
del
CF
para
la
regulacin
de
esta
materia.
519
Vase,
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawwanat,
op.
cit,
pp.
156-163.
520
Ibd.,
pp.
156-163.
248
521
La
nulidad
no
constituye
-en
realidad-
una
respuesta
a
una
crisis
conyugal,
la
cual
sus
causas
transcurren
desde
el
momento
de
la
celebracin
del
matrimonio.
Vase
S.
PANIZO
ORALLO/G.
GARCA
CANTERO/N.
GIRALT/S.
TAMAYO
HAYA,
Crisis
del
sistema
matrimonial?
Sobre
el
futuro
del
matrimonio
y
de
la
familia
CEU,
Ed.,
Madrid,
2009,
p.
141,
E.
LLAVADAR
RASCN,
Nulidad,
separacin
y
divorcio.
Comentarios
a
la
Ley
de
Reforma
del
matrimonio,
Madrid,
1982,
p.
234,
y
B.
MORENO
QUESADA,
Derecho
civil
de
la
persona,
op.
cit,
p.
148.
522
Los
aspectos
de
la
relacin
de
pareja
es
una
relacin
patolgica,
especialmente
difcil
de
gestionar
por
el
Derecho
cuando
la
patologa
dominante
es
el
odio.
En
ninguna
otra
relacin
de
derecho
es
tan
tpico
el
odio
como
entre
el
hombre
y
la
mujer
que
ya
no
conviven.
Sin
duda,
porque,
tal
como
lo
afirmaba
el
gran
moralista
francs
La
Rochefoucault,
es
mucho
ms
fcil
pasar
de
un
gran
amor
a
un
gran
odio,
y
viceversa,
que
pasar
a
un
odio
o
un
amor
profundo
desde
una
relacin
previa
de
indiferencia
emocional
o
de
simple
simpata.
Por
ello,
cuando
la
vida
en
comn
de
un
matrimonio
no
puede
llevarse
a
cabo,
por
desavenencias
entre
los
cnyuges,
tiene
lugar
una
crisis
matrimonial.
523
Vase,
F.
J.
SANCHEZ
CALERO
(coord.),
Curso
de
Derecho
Civil
IV,
Derechos
de
Familia,
op.
cit,
p.
88,
y
E.
VALLADAR
RASCN,
Nulidad,
separacin
y
divorcio.
Comentarios
a
la
Ley
de
Reforma
del
matrimonio,
Madrid,
1982,
p.
234.
249
b) Nulidad
del
matrimonio:
causas
y
procedimiento
La
nulidad
significa
la
cesacin
de
los
efectos
del
matrimonio.
Hay
que
sealar
que
existe
una
doble
naturaleza
del
matrimonio:
por
una
parte,
como
acto
jurdico
y,
por
otra,
como
relacin
social
continua,
en
la
que
se
intercambian
derechos
y
obligaciones
entre
las
partes.
Como
acto
jurdico,
el
matrimonio
est
sometido
a
los
avatares
propios,
entre
los
que
se
encuentran
los
que
inciden
sobre
su
validez,
la
nulidad
tanto
por
las
causas
generales
de
los
actos
jurdicos
manifestacin
de
la
voluntad-
como
por
incumplimiento
de
las
exigencias
impuestas
por
el
legislador,
tal
como
se
dispone
el
art.
6,
3
del
Cc.
Cuando
existe
un
incumplimiento
de
dichos
requisitos,
el
matrimonio
pierde
su
eficacia
jurdica524.
As,
la
nulidad
implica
una
anomala
en
el
acto
jurdico
matrimonial,
que
afecta
a
su
validez
y
eficacia,
aunque
a
veces
pueda
haberse
creado
una
apariencia
de
validez.
La
actuacin
jurdica
frente
a
ello
consiste
en
solicitar
la
declaracin
de
que,
efectivamente
el
matrimonio
fue
invlido
desde
el
principio
o
desde
su
celebracin.
De
acuerdo
con
el
art.
73
del
Cc,
existe
un
elenco
de
causas
de
nulidad,
estableciendo
que
el
matrimonio
es
nulo
independientemente
de
la
forma
de
su
celebracin525.
En
primer
lugar,
la
ausencia
del
consentimiento,
que
puede
ser
absoluta,
de
modo
que
el
consentimiento
es
inexistente
o,
por
el
contrario,
la
nulidad
se
deriva
de
la
existencia
de
vicios
del
consentimiento.
En
concreto,
en
caso
de
que
524
250
surja
un
error,
coaccin
o
miedo
grave.
Si
bien
la
ausencia
del
consentimiento,
provoca
la
nulidad
del
matrimonio,
en
los
casos
de
existencia
de
vicios,
cabe
su
convalidacin.
En
segundo
extremo,
el
defecto
de
forma.
El
incumplimiento
o
la
inexistencia
de
la
forma
legalmente
considerada
conlleva
la
nulidad
del
matrimonio.
Por
ello
el
art.
73.3
del
Cc
prev
que
es
nulo
todo
matrimonio
contrado
sin
la
preceptiva
intervencin
del
Juez,
Alcalde
o
funcionario
competente,
o
sin
la
de
los
testigos.
Si
bien
el
supuesto
anterior
conlleva
automticamente
la
nulidad,
en
caso
de
que
el
Juez
o
Alcalde
no
sea
competente,
ello
no
afectar
a
la
validez
del
matrimonio,
de
acuerdo
con
el
art.
53
del
Cdigo526.
Por
ltimo,
la
nulidad
puede
ser
por
la
existencia
de
impedimentos
y
de
convalidacin.
En
el
primer
caso,
el
art.
73
remite
a
los
arts.
46
y
47
del
Cc.
se
trata
de
reiterar
que
la
celebracin
del
matrimonio,
cuando
consta
algn
impedimento,
conlleva
la
nulidad
del
mismo,
salvo
que
siendo
dispensables
hayan
sido
objeto
de
dispensa
efectiva.
En
cuanto
a
la
convalidacin,
la
versin
actual
del
Cdigo
permite
que,
en
algunos
casos,
los
matrimonios
con
tacha
de
nulidad
sean
susceptibles
de
convalidacin,
siempre
y
cuando
lo
permita
la
ley.
As,
resultan
convalidados
los
matrimonios
celebrados
bajo
impedimentos
dispensables,
segn
el
art.
48:
muerte
dolosa
del
cnyuge
de
cualquiera
de
los
contrayentes,
tercer
grado
de
parentesco
colateral,
y
menores
de
ms
de
catorce
aos.
Aunque
la
dispensa
se
obtenga
antes
de
que
la
nulidad
haya
sido
instada
judicialmente
por
las
partes,
la
dispensa,
afirma
el
art.
48.3
del
Cc
convalida,
desde
su
celebracin,
el
matrimonio
y,
en
consecuencia,
tanto
la
dispensa
como
la
convalidacin
del
matrimonio,
tienen
efectos
retroactivos
a
la
fecha
de
su
celebracin.
De
otro
lado,
el
art.
75.2
del
Cc
prev
que,
al
cumplir
la
mayora
de
edad,
slo
podr
ejercitar
la
accin
de
nulidad
el
contrayente
menor,
salvo
que
los
cnyuges
hubieran
vivido
juntos
durante
un
ao
despus
alcanzada
aqulla.
En
este
caso,
se
526
Si uno de los cnyuges ha actuado de buena fe, el matrimonio seguir siendo vlido.
251
527
El
art.
76.2
del
Cc
dispone
que
la
accin
de
nulidad
caduca
y,
se
convalida
el
matrimonio,
cuando
los
cnyuges
hubieran
vivido
juntos
durante
un
ao
despus
de
desvanecido
el
error
o
de
haber
cesado
la
fuerza
o
la
causa
del
miedo,
vase
C.
LASARTE,
Derecho
de
familia,
op.cit,
p.
85.
528
Vase,
F.
J.
SANCHEZ
CALERO
(coord.),
Curso
de
Derecho
Civil
IV,
op.
cit,
p.
90.
El
TS
declara
la
nulidad
del
matrimonio,
al
amparo
del
artculo
citado
(73.1),
al
estimar
falta
el
consentimiento
de
uno
de
los
contrayentes,
considerando
que
el
matrimonio
se
produjo
en
plena
crisis
de
una
depresin
grave,
teniendo
en
tal
fecha
el
recurrido
sensiblemente
reducida
su
capacidad
de
conocer
y
de
querer,
con
pensamientos
negativos
e
ideas
autodestructivas
aptas
para
abocarle
a
tomar
decisiones
contrarias
a
sus
intereses.
La
Audiencia
alega
que
en
el
momento
de
contraer
matrimonio
prest
su
consentimiento
teniendo
gravemente
afectada
su
inteligencia
y
voluntad,
como
consecuencia
de
su
enfermedad,
con
lo
cual
es
difcil
que
conociera
el
acto
que
estaba
realizando,
pues
en
tal
momento
sobrepasaba
su
capacidad
[STS
(1)-14/07/2004-4141/2000-EDJ
2004/82650-].
529
Existe
en
la
mayor
parte
de
los
pases
europeos
y,
en
particular,
en
el
Derecho
de
familia
de
Marruecos,
podr
observarse
cierto
parecido
con
las
modalidades
de
disolucin
del
matrimonio
cuyo
carcter
es
revocable,
en
la
medida
en
que,
para
el
caso
de
que
se
desee
restablecer
la
convivencia
entre
los
esposos,
no
es
necesaria
la
celebracin
de
nueva
acta
de
matrimonio
(siempre
que
la
mujer
est
en
periodo
de
continencia,
idda).
Por
tal
motivo,
no
debera
impedirse
el
reconocimiento
en
Marruecos
de
esta
modalidad
de
disolucin
del
matrimonio
que,
sin
embargo,
pese
al
parecido
mencionado,
no
se
reconocen
en
Espaa
las
decisiones
marroques
de
disolucin
del
matrimonio
que
tienen
carcter
revocable,
al
252
considerar
la
DGRN,
que
son
incompatibles
con
el
orden
pblico
espaol
y,
en
concreto,
con
el
principio
de
estabilidad
y
certeza
del
estado
civil
de
las
personas.
530
Ley
30/1981,
de
7
de
julio,
por
la
que
se
modifica
la
regulacin
del
matrimonio
en
el
Cc
(BOE
nm.
172).
531
Vase,
L.
F.
RAGEL
SNCHEZ:
La
guarda
y
custodia
de
los
hijos,
RDPC,
nm.
15/2001,
pp.
75
y
ss
y
A.
CARRASCO
PERERA,
Derecho
de
Familia,
casos,
reglas,
argumentos,
Dilex,
Madrid,
2006,
p.
171.
253
254
Vase, L. DIEZ PICAZO/A. GULLN, Sistema de Derecho civil, op. cit, p. 98.
536
537
Vase
entre
otros,
M.
RAMREZ
GONZLEZ,
Cuando
los
padres
se
separan,
Madrid,
Biblioteca
Nueva,
2003;
p.
85
y
F.
J.
SNCHEZ
CALERO
(coord.),
Curso
de
Derecho
Civil
IV,
op.
cit,
p.
90.
538
En
el
Derecho
marroqu,
no
existe
la
separacin
matrimonial,
tal
y
como
se
regula
en
el
Derecho
espaol,
pero
puede
verse
algn
parecido
respecto
a
las
modalidades
de
disolucin
del
matrimonio
cuando
es
revocable
en
el
Derecho
marroqu,
que
determina
la
situacin
en
la
que
declara
esta
posibilidad.
255
256
Respecto
a
las
causas
del
divorcio,
la
reforma
de
15/2005,
8
de
julio,
aport
una
novedad
reivindicada
y
deseada
en
esta
materia,
dado
que
ya
no
es
imprescindible
que
haya
una
causa
para
poder
solicitar
el
divorcio.
Actualmente,
en
el
nuevo
art.
86
del
Cc,
el
Juez
ha
de
decretar
el
divorcio,
sea
solicitado
por
uno
o
por
ambos
cnyuges
cuando
se
renan
los
mismos
requisitos
que
se
exigan
para
la
separacin.
Bsicamente
el
transcurso
de
tres
meses
desde
la
celebracin
del
matrimonio,
salvo
circunstancias
de
riesgo,
en
cuyo
caso
no
es
necesario
cumplir
este
plazo,
que
se
aporte
un
convenio
regulador
cuando
lo
haya,
o
bien
propuesta
de
medidas
que
regulen
los
efectos
del
divorcio.
De
otro
lado,
la
accin
de
divorcio
adquiere
determinados
caracteres.
Es
una
pretensin
de
carcter
personalsimo,
que
corresponde
solo
a
los
cnyuges,
ya
sea
a
los
dos
indistintamente
o
a
uno
de
ellos.
Tal
como
indica
el
art.
86,
2
del
Cc,
est
legitimado
el
demandante
de
la
separacin
por
causa
legal
y,
si
lo
hay,
el
reconviniente.
En
el
art.
86,
3
del
Cc
se
prev
que
slo
el
que
est
en
curso
de
causa
legal
de
separacin,
es
el
cnyuge
agraviado
(art.
86,
5).
Dada
la
naturaleza
personal
de
la
accin,
no
se
transmite
a
los
herederos
cuando
fallecen
los
cnyuges,
de
manera
que
dicha
accin
permanece
extinguida
con
la
muerte
de
cualquiera
de
ellos,
sea
cual
fuese
la
fase
procesal
en
que
se
hallar.
Igual
sucede
con
la
declaracin
de
fallecimiento541.
Hay
que
aadir
que
la
accin
no
se
prescribe.
Esta
accin
da
lugar
a
un
nuevo
estado
civil,
extinguindose
el
anterior.
Por
ello,
se
denomina
pretensin
constitutiva.
De
otro
lado,
la
demanda
de
divorcio
puede
ser
convenida
entre
ambos
de
mutuo
acuerdo,
sea
originario
o
sobrevenido,
de
forma
contenciosa542.
541
Vase,
B.
MORENO
QUESADA,
Derecho
civil
de
la
persona,
op.
cit,
p.
148;
y
E.
VALLADAR
RASCN,
Nulidad,
separacin
y
divorcio.
Comentarios
a
la
Ley
de
Reforma
del
matrimonio,
Madrid,
1982,
p.
234.
542
En
el
caso
de
que
la
demanda
sea
convenida,
se
exige
la
presentacin
de
la
propuesta
del
convenio
regulador
(art.
86
Cc),
vase
F.
JAVIER
SNCHEZ
CALERO
(coord).,
Curso
de
Derecho
Civil
IV,
Derechos
de
familia
y
Sucesiones,
Tirant
lo
Blanch,
2009,
p.59.
257
En
la
misma
lnea
cabe
citar
una
sentencia
de
la
AP,
pone
de
relieve
que
al
apelarse
una
sentencia
de
divorcio,
sta
no
es
firme543.
Y
que
la
reconciliacin
en
cuanto
a
forma
extraordinaria
de
terminar
el
proceso
ha
sido
objeto
de
regulacin
con
mayor
amplitud
en
la
nueva
LEC,
de
tal
forma
que
la
facultad
de
renunciar
al
proceso
se
reconoce
a
los
litigantes
tambin
en
fase
de
recurso
(art.
19.1
y
3)544.
En
cualquier
caso,
carecera
de
todo
fundamento
obligar
a
los
litigantes
a
contraer
nuevo
matrimonio,
si
se
rechazar
su
pretensin
por
unos
motivos
formales.
Por
ltimo,
pese
a
los
perodos
determinados
para
el
cese
efectivo
de
la
convivencia
conyugal
en
relacin
con
las
causas
de
divorcio
en
el
rgimen
derogado,
el
Cdigo
no
se
pronuncia
respecto
al
plazo
de
ejercicio
de
dicha
accin.
La
alternativa
sera
interpretarlo
de
forma
genrica,
cuando
existe
y
persiste
causa
de
divorcio,
el
cnyuge
que
desea
incoar
la
accin
(por
lo
comn,
los
dos)
tendr
la
oportunidad
de
hacerlo
en
cualquier
momento,
aunque
se
hubieran
superado
ampliamente
los
plazos
previstos
en
las
causas
anteriormente
consideradas.
No
hay,
pues
plazo
de
prescripcin
sealado
para
la
accin
de
divorcio,
por
tanto,
puede
iniciarse
en
cualquier
momento.
Sin
embargo,
la
alternativa
propuesta
fue
motivo
de
divergencia
entre
algunos
autores
en
relacin
con
la
condena
penal,
propugnando
que
una
vez
extinguida
la
condena,
deba
considerarse
prescrita
la
accin
de
divorcio.
Aunque
pareca
ms
seguro
que,
una
vez
declarada
por
la
sentencia
penal
firme,
la
conducta
atentatoria
contra
el
cnyuge
o
sus
familiares
en
lnea
recta,
el
cnyuge
agraviado
pudiera
ejercitar
la
accin
de
divorcio
en
cualquier
momento545.
543
544
Ley
15/2005
de
8
de
julio
por
la
que
se
modifica
la
LEC
en
separacin
y
divorcio
(BOE
nm.
163),
los
arts.
770,
771,
775
y
777.
545
Vase,
C.
LASARTE,
Derecho
de
familia,
op,
cit,
p.
125.
258
546
El
nmero
de
marroques
residentes
en
Espaa
ocupa
desde
hace
aos
el
ranking
entre
los
inmigrantes
de
otro
origen.
J.
MENOR
TORIBIO,
Implicaciones
territoriales
y
demogrficas
de
la
inmigracin:
fuentes
y
anlisis,
AAVV,
Inmigracin
e
integracin
de
los
extranjeros
en
Espaa,
Madrid,
Difusin
jurdica
2009,
y
para
consultar
cifras
A.
RODRIGUEZ
BENOT,
El
ordenamiento
aplicable
al
estatuto
personal
de
los
extranjeros
en
Espaa:
a
propsito
de
la
inmigracin
marroqu
y
el
nuevo
Cdigo
de
Familia
(Mudawwana)
de
2004,
en
M.
BALADO
RUIZ-GALLEGOS
(dir.),
Inmigracin,
Estado
y
Derecho.
Perspectivas
desde
el
siglo
XXI,
Bosch,
Barcelona,
2008,
pp.
250
y
ss.
547
Vase,
S.
ALDEEB/A.
BONOMI,
(ds.),
Le
droit
musulman
de
la
famille
et
des
succesions
lpreuve
des
ordres
juridiques
occidentaux,
Zurich,
1999,
p.
120.
548
Vase
en
este
sentido,
A.
MORICE
ET
C.
RODIER:
Ces
migrants
indsirables
et
tellement
indispensables,
Monde
Diplomatique,
LAtlas,
2013,
pp.
24
y
ss.
259
549
260
552
Vase,
S.
ALVAREZ
GONZALEZ:
La
aplicacin
judicial
del
Derecho
extranjero
bajo
la
lupa
constitucional,
REDI
2002-I,
pp.
205-223.
553
En
tema
de
nacionalidad
marroqu
vase,
A.
ZOUGARI:
Alyinsiyya
Almaghribiya
Alasliya
Almabniya
Ala
Rabitat
Annasab
Min
Yihat
Alum,
Almayyalat
Almaghrebiya
Liliqtisad
waAlqanun,
Oujda,
2004,
pp.
17
y
ss.
554
Acuerdo
de
cooperacin
jurisdiccional,
reconocimiento
y
aplicacin
de
las
decisiones
jurisdiccionales
en
materia
de
hadana,
derecho
de
visita
y
la
devolucin
de
nios
(13
de
mayo
de
1999,
publicado
en
Qadae
Alusra
febrayer
2006).
555
Para
ms
informacin
consltese
A.
SAEF
(dir.):
Alalaqat
Almagrebiya
Alispaniya,
Attaqrir
Alistratiyi
Almagrebi,
2003-2005,
pp.
86
y
ss.
261
556
557
Vase,
J.
CARRASCOSA
GONZLEZ:
Divorcios
extranjeros
sin
intervencin
judicial:
prctica
del
Tribunal
Supremo,
A.
L.
CALVO
CARAVACA/J.
L.
IRIARTE
NGEL
(eds.):
Estatuto
personal
y
multiculturalidad
de
la
familia.
Madrid,
Colex,
2000,
pp.
39-63.
558
Vase,
A.
QUIONES
ESCMEZ,
Derecho
e
inmigracin:
el
repudio
islmico
en
Europa,
ed.
Fund.
La
Caixa,
Barcelona,
2000,
p.
69.
Vase
de
forma
ms
detenida
el
Captulo
Tercero.
559
Vase,
entre
otros,
C.
STAATH:
Excepcin
de
orden
pblico
internacional
como
fundamento
de
denegacin
del
reconocimiento
del
repudio
islmico,
Comunicacin
presentada
en
el
V
Seminario
Internacional
de
Derecho
Internacional
Privado,
Tendencias
en
la
evolucin
del
Derecho
Internacional
Privado,
Madrid,
24
y
25
de
marzo
de
2011,
pp.
378
y
ss.
262
263
563
DOUE,
Serie
L,
nm.
343,
de
29
de
diciembre
de
2010.
Por
ltimo,
cabe
mencionar
los
casos
que
se
han
planteado
en
Espaa,
relativos
con
la
solicitud
de
reconocimiento
de
la
pensin
por
viudedad
de
las
dos
esposas
del
causante.
Se
ha
considerado
que,
si
bien
el
matrimonio
poligmico
no
puede
ser
reconocido
en
Espaa
como
tal,
despliega
determinados
efectos
y,
en
particular,
los
relacionados
con
la
Seguridad
social,
en
concreto,
cuando
se
trata
de
estimar
el
cobro
de
la
pensin
de
la
viudedad.
La
amplitud
de
esta
cuestin
impide
que
pueda
ser
tratada
con
el
detenimiento
necesario
en
esta
sede.
264
CAPTULO
TERCERO
RECONOCIMIENTO
DEL
MATRIMONIO
CELEBRADO
EN
EL
EXTRANJERO
Y
DE
LAS
DECISIONES
EXTRANJERAS
DE
SU
DISOLUCIN
I.
1. SISTEMA
Y
CONDICIONES
PARA
RECONOCER
DECISIONES
EXTRANJERAS
A) Rgimen
jurdico
anterior
al
Cdigo
de
Procedimiento
civil
de
1974
El
anlisis
del
rgimen
jurdico
del
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
en
el
mbito
del
Derecho
de
familia
es
clave
en
orden
a
la
adecuada
gestin
de
la
inmigracin,
en
la
medida
en
que
va
en
aumento
el
nmero
de
peticiones
de
homologacin
de
sentencias
extranjeras,
en
especial,
durante
el
verano.
Los/as
marroques
aprovechan
los
perodos
de
vacaciones
para
solicitar
el
reconocimiento
en
su
pas
de
origen
de
las
relaciones
personales
y/o
familiares
que
se
han
constituido
en
el
extranjero564.
La
mayor
o
menor
flexibilidad
con
la
que
tenga
lugar
dicha
homologacin
facilitar
la
continuidad
de
las
relaciones
de
vida
de
los
MRE,
finalidad
sta
que
ha
tratado
de
propiciar
el
actual
CF,
como
se
ver
infra,
y
que
han
de
procurar
tambin
los
sistemas
de
DIPr
(en
especial,
de
los
pases
de
residencia
de
las
personas
que
migran)
para
dar
564
265
565
266
tras
ser
examinadas
por
los
tribunales
competentes,
que
en
aquel
momento
eran
los
franceses568.
Se
trataba
del
rgimen
general
u
ordinario,
en
virtud
del
cual
se
verificaban
todos
los
aspectos
de
la
sentencia
extranjera,
lo
que
permitira
a
la
autoridad
judicial
competente
(francesa)
la
realizacin
de
una
revisin
de
fondo.
En
la
zona
Norte
del
pas,
sometida
a
la
influencia
espaola,
se
adopt
este
mismo
rgimen569.
Junto
a
ste,
exista
un
rgimen
excepcional,
constituido
por
el
art.
19
del
DCC,
de
13
de
agosto
de
1913,
(que
aprob
el
Cdigo
marroqu
de
Derecho
Internacional
Privado,
obra
de
A.
Geouffre
de
la
Pradelle570),
as
como
por
el
art.
24
del
Dahir,
de
1
de
junio
de
1914,
relativo
a
la
condicin
civil
de
los
espaoles
y
de
los
extranjeros,
adoptado
por
la
zona
califal
ocupada
por
Espaa;
y
el
art.
20
del
Cdigo
relativo
a
la
condicin
civil
de
los
extranjeros
en
la
zona
de
Tnger,
de
16
de
febrero
de
1924.
Si
bien
el
CPC
de
1913
instaur
en
el
art.
290
un
rgimen
de
exequtur
basado
en
un
sistema
de
revisin
severo
y
rgido,
que
era
el
seguido
de
forma
ordinaria
en
la
poca
del
Protectorado,
el
art.
19
del
Dahir
de
1913
sobre
la
condicin
civil
de
los
franceses
y
de
los
extranjeros
en
Marruecos
(DCC)
prevea
un
sistema
de
control
ms
flexible
(rgimen
excepcional),
aplicable
a
las
decisiones
procedentes
de
pases,
a
los
que
les
hubiese
sido
concedido
el
denominado
rgimen
de
las
capitulaciones,
bajo
condicin
de
reciprocidad571.
568
569
570
267
572
268
como
la
legislacin
que
se
aplicaba
(en
cada
una
de
las
jurisdicciones
existentes)576.
Por
tanto,
se
derogaron
los
textos
vigentes
en
la
zona
khalifiya
(califal)
y
en
la
zona
internacional
de
Tnger,
cuya
vigencia
se
haba
mantenido
tras
la
independencia,
sustituyndose
por
las
normas
que
se
aplicaban
en
la
zona
del
Protectorado
francs
con
anterioridad
(DCC)577.
As,
el
Dahir
de
12
de
agosto
de
1913,
su
aplicacin
se
efectu
respecto
a
los
extranjeros
a
partir
del
1
de
enero
de
1966.
Su
funcin
fue
instaurar
el
principio
de
igualdad
entre
los
extranjeros
en
Marruecos.
Adems,
constituy
la
base
de
la
regulacin
de
la
situacin
de
los
extranjeros
mediante
la
regla
de
remisin
a
las
legislaciones
extranjeras578.
De
otro
lado,
el
Dahir,
de
27
de
septiembre
de
1957,
que
crea
el
TS,
establece
en
su
art.
13
pr.
1,
entre
los
motivos
de
casacin:
la
violacin
de
la
ley
extranjera
relativa
al
estatuto
personal
(vase
infra).
En
cuanto
al
Dahir,
de
24
de
abril
de
1959,
atribuye
la
competencia
a
los
tribunales
de
Sadad
respecto
a
los
litigios
vinculados
con
el
estatuto
personal
de
los
musulmanes
extranjeros
residentes
en
Marruecos.
Por
ltimo,
el
Dahir
de
4
de
marzo
de
1960
regula
la
celebracin
de
los
matrimonios
576
Tras
la
unificacin
de
los
tribunales
que
tuvo
lugar
en
1965,
al
Juez
marroqu
se
le
exigi
asumir
una
gran
responsabilidad:
dotar
de
un
nuevo
contenido
al
orden
pblico,
lo
que
condujo,
en
algunas
ocasiones,
a
dejar
de
lado
el
Derecho
extranjero
y,
en
su
lugar,
aplicar
el
Derecho
marroqu.
La
solucin
alternativa
que
se
propuso
fue
la
regla
convencional,
que
encuentra
su
fundamento
en
los
acuerdos
concluidos
por
Marruecos
sobre
cuestiones
de
Derecho
de
familia
y,
en
especial,
el
matrimonio
mixto.
Cabe
recordar
que
la
CM
incluye
reglas
de
Derecho
internacional.
En
el
Prembulo
se
proclama
que:
consciente
de
la
necesidad
de
inscribir
su
accin
en
el
marco
de
organismos
internacionales,
en
las
cuales
ha
devenido
un
miembro
activo
y
dinmico,
el
Reino
de
Marruecos
suscrito
en
los
principios,
derechos
y
obligaciones
que
conllevan
las
cartas
de
dichos
organismos.
Un
principio
que
se
mantiene
en
la
nueva
Constitucin.
Vase
Addustur
Alyadid
Lilmamlaka
Almaghribiya,
promulgada
por
Dahir
n
1.11.91,
de
29
de
julio
de
2011
(Dar
Alinmae
Athaqafi,
n
52,
1
ed.,
2011,
p.
17).
577
Vase,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
286
y
ss.
578
De
otra
parte,
si
bien
la
jurisprudencia
sigue
-de
forma
obligatoria-
las
reglas
internas,
en
virtud
de
los
convenios
o
en
aplicacin
de
la
norma
de
conflicto,
en
ocasiones,
se
requiere
la
aplicacin
del
Derecho
extranjero
cuando
se
trata
de
una
situacin
privada
internacional.
Dada
la
importancia
de
la
regla
convencional
en
la
resolucin
de
conflictos
de
distinta
ndole,
Marruecos
ha
procurado
canalizar
la
normativa
aprobada
en
materia
de
DIPr.
269
579
De
acuerdo
con
el
art.
1
y
2
del
citado
Dahir,
el
musulmn
puede
contraer
matrimonio
con
una
mujer
aunque
no
sea
musulmana
cristiana
o
hebrea-,
la
mujer
musulmana
no
se
casa
que
con
un
hombre
musulmn,
y
por
ltimo,
el
hebreo
no
puede
contraer
matrimonio
que
con
una
mujer
hebrea
(M.
BOURAMDANE,
Kayfiat,
op.
cit,
p.
24).
BORM
n
247,
p.
1031.
Vase,
M.
ATTEGDWINI,
Alwasit
Fi
Alqanun
Addawli
Aljass,
Fs,
2009,
p.
516.
580
BORM
de
3
de
febrero.
581
BORM
de
17
de
julio
de
1974.
582
BORM
de
30
de
septiembre.
270
competencia
judicial
se
haya
unificado,
correspondiendo
en
todo
caso
a
los
TPI.
Dicha
diferencia
religiosa
sigui
existiendo
y
se
manifestaba
en
las
distintas
secciones
del
TPI,
en
relacin
con
las
personas
musulmanas,
con
las
judas
y
tambin
en
las
materias
que
se
refieren
al
estatuto
personal
de
un
extranjero.
No
obstante,
ha
desaparecido
esta
distribucin
de
asuntos
tras
la
aprobacin
de
la
Ley
nm.
73-03,
que
modifica
la
ley
relativa
a
la
organizacin
judicial
del
Reino,
aprobada
por
Dahir,
de
3
de
febrero
de
2004583.
En
este
sentido,
cabe
subrayar
la
importancia
de
la
organizacin
judicial
actual,
en
especial,
por
la
configuracin
de
los
TPI
en
Secciones584,
cada
una
de
las
cuales
est
especializada
(de
hecho)
en
materias,
bien
del
mbito
de
los
extranjeros,
bien
de
los
musulmanes,
lo
que
hace
que
sea
ligeramente
preterida
la
norma
de
conflicto,
dado
que
la
competencia
legislativa
aparece
fuertemente
ligada
a
la
competencia
judicial
y,
por
ende,
cuando
conocen
autoridades
religiosas
aplican
el
Derecho
islmico
(en
cuyo
mbito
estn
comprendidas
las
materias
que
regula
el
nuevo
CF)
y
a
la
inversa585.
Lo
que
pone
de
relieve
que
el
sistema
marroqu
de
DIPr
se
construye
sobre
la
premisa
de
la
visin
religiosa
del
Derecho.
583
BORM
de
5
de
febrero
de
2004.
Ahora
bien
-como
se
ha
sealado-,
tras
la
entrada
en
vigor
de
la
Ley
nm.
73-03,
todas
las
secciones
del
TPI
tienen
competencia
para
reconocer
decisiones
extranjeras,
sin
que
se
tome
en
cuenta
la
distincin
entre
que
se
trate
de
un
asunto
que
se
refiere
a
un
extranjero
o
a
una
persona
que
profesa
el
Islam.
584
A
diferencia
de
la
opinin
que
propone
reconocer
la
competencia
para
resolver
el
exequtur
directamente
al
TA
como
lo
establece
el
Derecho
italiano
y
libans.
La
regla
es
que
la
causa
se
interpone
ante
los
TPI,
considerado
el
ms
apto,
siempre
que
sea
firme,
esto
es,
no
sea
susceptible
de
ningn
recurso
(cosa
juzgada
formal).
585
La
eleccin
de
la
ley
ms
vinculada
a
un
concreto
caso
a
travs
de
la
norma
de
conflicto
se
realiza
tomando
en
cuenta
el
criterio
de
la
nacionalidad.
As,
cuando
la
regla
de
conflicto
prev
la
aplicacin
del
Derecho
extranjero
en
materia
de
estatuto
personal,
se
plantea
la
cuestin
de
la
competencia
del
Juez
para
resolver
ese
asunto
y,
por
tanto,
del
control
que
ejerce
sobre
su
aplicacin.
Vase,
K.
BARJAWI,
Alqanun
Addawli
Aljass
Fi
Maddat
Alhwal
Achajsiyya,
Universidad
Mohammed
V,
Rabat,
2001,
p.
152,
y
A.
ABDELLAH,
Alqanun
Addawli
Aljass,
Alyuse
Athani,
Tabe
Alhaya
Alaamma
Lilkitab,
1986.
271
272
589
Si
bien
Marruecos
es
independiente
desde
1956,
las
relaciones
bilaterales
con
Espaa
no
han
llegado
a
tomar
un
cauce
ordinario
por
cuestiones
de
carcter
poltico
como
se
sabe-,
a
las
que
se
ha
sumado
la
emigracin
de
marroques
a
Espaa,
a
partir
de
los
aos
ochenta
del
pasado
siglo.
Algunos/as
autores/as
consideran,
incluso,
que
se
trata
del
retorno
de
los
moriscos
a
Al-ndalus,
vase
E.
MOHA,
Les
relations
hispano
marocaines,
op.
cit,
p.
25.
590
El
CF
ha
aportado
interesantes
novedades,
que
establecen
el
reconocimiento
de
decisiones
extranjeras.
Vase,
entre
otros,
G.
ESTEBAN/T.
SAGHIR:
Reconocimiento
en
Marruecos
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
(en
el
marco
de
las
relaciones
hispano-
marroques),
AAVV:
Inmigracin
e
integracin
de
los
extranjeros
en
Espaa,
Ed.
Difusin,
Madrid,
2009,
pp.
513
y
ss.
591
Ahora
bien,
se
critica
la
actual
redaccin
del
art.
128
del
CF,
por
permitir
a
los
jueces
en
algunas
ocasiones
interpretar
esa
situacin
para
aplicar
el
texto
de
forma
que
no
se
adecua
con
el
espritu
de
apertura
y
tolerancia
que
acompaaron
la
elaboracin
del
Cdigo
(vase
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
14
y
ss.).
273
la
notificacin
de
la
decisin,
certificado
del
Secretario
judicial
que
indica
que
se
trata
de
una
sentencia
firme,
esto
es,
que
no
es
susceptible
de
ulterior
recurso
(cosa
juzgada
formal)
y,
por
ltimo,
traduccin
jurada
al
rabe,
aportada
a
travs
de
documento
debidamente
legalizado
(traduccin
propia).
Por
ltimo,
como
se
ha
sealado,
Marruecos
ha
suscrito
con
Espaa
dos
acuerdos
en
el
mbito
del
reconocimiento:
los
Convenios,
de
30
de
mayo
de
1997,
que
prevn
el
procedimiento
y
condiciones
para
ello.
C) Delimitacin
normativa
El
rgimen
de
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
est
constituido
en
la
actualidad
por
los
convenios
internacionales
de
los
que
Marruecos
es
parte,
as
como
por
los
arts.
430-432
del
actual
CPC,
que
indican
el
procedimiento
y
las
condiciones
que
han
de
reunir.
Esto
es,
las
condiciones
que
prevn
estas
disposiciones
han
de
cumplirse
en
todo
caso,
con
independencia
de
lo
dispuesto
por
el
convenio
que
resulte
de
aplicacin.
Y,
en
este
sentido,
constituyen
un
rgimen
de
mnimos,
al
que
se
suman
las
condiciones
establecidas
en
los
convenios
en
vigor.
De
otro
lado,
ha
de
tomarse
en
cuenta
la
convivencia
en
el
momento
actual
en
el
Derecho
marroqu
de
dos
ordenamientos:
uno,
de
origen
religioso
(a
travs
de
la
revelacin
hecha
al
Profeta
Mohammed)
y
otro,
positivo,
que
regulan,
en
particular,
en
el
caso
del
Derecho
de
familia,
los
mismos
aspectos.
En
la
medida
en
que
no
est
prevista
la
primaca
de
ninguno
de
ellos
sobre
el
otro
por
la
CM,
deber
considerarse
que
tendr
preferencia
la
interpretacin
que
se
d
a
las
disposiciones
que
regulen
materias
que
sean
tratadas
por
el
primero
(a
ttulo
de
Derecho
natural)592.
592
Tal
convivencia
entre
ordenamientos,
sin
que
exista
entre
ellos
una
prelacin
especfica,
tiene
trascendencia,
no
slo
en
orden
a
la
interpretacin
del
CF,
sino
tambin
para
verificar
las
condiciones
a
las
que
se
supedita
el
reconocimiento
en
Marruecos
de
las
decisiones
extranjeras
y
que
ha
llevado,
en
ocasiones,
a
denegar
su
reconocimiento
por
el
hecho
de
que
no
haber
sido
pronunciadas
por
autoridades
musulmanas.
Vanse,
las
Sentencias
del
TA
de
Casablanca,
de
8
de
abril
de
2004
(Dossier
nm.
3401/03);
de
29
de
abril
de
2004
(Dossier
nm.
2877/03);
y
de
5
de
febrero
de
2005
(Dossier
nm.
1619/04)
(inditas).
Cit.
por
M-C.
FOBLETS/M.
LOUKILI
:
Mariage
et
divorce
dans
le
nouveau
Code
marocain
de
la
famille.
Quelles
274
En
este
sentido,
si
bien
no
puede
considerarse
que
las
materias
de
las
que
se
ocupa
el
CPC
estn
comprendidas
en
el
Derecho
islmico,
sino
que
constituye
Derecho
positivo
y,
por
tanto,
ajeno
al
mbito
religioso,
su
aplicacin
en
especial,
en
lo
que
concierne
a
las
condiciones
relativas
al
reconocimiento
de
decisiones
en
materia
de
Derecho
de
familia-
est
muy
relacionada
con
el
Derecho
sustantivo.
En
particular,
en
el
momento
actual,
en
el
que
puede
considerarse
que
el
art.
128,
as
como
los
arts.
14
y
15
del
CF
constituyen
disposiciones
especiales
relativas
a
la
homologacin
de
decisiones
extranjeras
en
el
mbito
del
Derecho
de
familia
o,
al
menos,
de
las
materias
ordenadas
en
el
referido
Cdigo593.
Como
se
sabe,
el
CF
recoge
normas
sobre
el
reconocimiento,
que
presentan
gran
inters
para
el
sistema
de
DIPr
marroqu.
En
primer
lugar,
el
art.
128,
que
determina
las
condiciones
a
las
que
se
supedita
la
homologacin
en
Marruecos
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio594.
Y,
en
segundo
extremo,
los
arts.
14
y
15,
que
facilitan
la
homologacin
en
Marruecos
de
los
matrimonios
celebrados
en
el
extranjero
en
la
forma
civil
prevista
por
la
lex
loci
(vase
infra)595.
implications
pour
les
marocaines
en
Europe?,
RCDIP,
2006,
pp.
545
y
ss.
Sin
embargo,
el
TS
marroqu
no
adopta
esta
postura,
como
se
ver
infra.
593
Para
una
explicacin
ms
detenida
de
esta
interpretacin
vase,
G.
ESTEBAN
DE
LA
ROSA/T.
SAGHIR,
Reconocimiento
en
Marruecos
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
(en
el
marco
de
las
relaciones
hispano-marroques)
en,
AAVV,
Inmigracin
e
integracin
de
los
extranjeros
en
Espaa,
Ed.
Difusin,
Madrid,
2009,
pp.
513
y
ss.
No
obstante,
la
doctrina
considera
que
no
se
trata
de
un
rgimen
especial
para
la
homologacin
de
sentencias.
Vase
en
este
sentido,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico
del
reconocimiento
en
Marruecos
de
las
sentencias
espaolas
relativas
al
estatuto
personal
y
familiar
en,
AAVV,
Inmigracin
e
integracin
de
los
inmigrantes
desde
una
perspectiva
hispano-francesa
(en
el
contexto
de
las
actuales
polticas
comunitarias
sobre
inmigracin),
Comares,
Granada,
2010,
pp.
298
y
ss.
594
Se
emplea
la
expresin
disolucin
del
matrimonio
de
forma
genrica,
dado
que
la
referida
disposicin
regula
concretas
formas
de
extincin
del
contrato
matrimonial.
Vase
de
forma
ms
detenida
el
Cap.
Segundo.
595
Como
ha
sealado
la
doctrina,
se
pretende
evitar
que
tales
matrimonios
no
tengan
efectos
en
Marruecos
y
que
los/as
marroques
tengan
que
desplazarse
a
su
pas
de
origen
con
la
nica
finalidad
de
contraer
matrimonio
que,
de
otro
lado,
va
a
tener
que
ser
homologado
en
el
pas
extranjero
de
residencia,
situacin
que
tena
lugar
en
la
prctica.
Vase,
P.
OREJUDO:
La
adecuacin
del
sistema
matrimonial
a
las
necesidades
de
la
inmigracin
en
el
Estado
espaol,
275
As,
el
sistema
de
reconocimiento
de
sentencias
extranjeras
que
estableci
el
legislador
marroqu
en
virtud
del
CPC
no
se
distingue
del
sistema
francs596.
Consiste
en
el
control
de
la
competencia
de
la
autoridad
extranjera
para
que
tenga
lugar
el
reconocimiento
de
la
sentencia.
Sin
embargo,
la
jurisprudencia
ha
dejado
de
lado
la
flexibilidad
que
el
legislador
ha
tratado
de
introducir
en
relacin
con
el
reconocimiento
de
las
sentencias
extranjeras
en
el
campo
de
las
relaciones
de
familia,
hasta
el
punto
de
considerar
su
homologacin
en
esta
materia
inalcanzable.
Lo
que
perjudica
la
idea
de
la
coordinacin
entre
sistemas
como
principio
del
DIPr
moderno597.
El
legislador
marroqu
se
basaba
-como
se
seal
anteriormente-
en
un
sistema
atenuado
y
flexible
en
materia
de
reconocimiento
de
sentencias
extranjeras,
en
general,
y
espaolas,
en
particular,
con
el
fin
de
reconocerlas
en
el
territorio
marroqu.
As,
cualquier
persona
que
pretende
homologar
una
sentencia
extranjera
de
cualquier
ndole,
civil,
comercial
o
administrativa
debe
presentar
ante
el
TPI
marroqu
competente
una
solicitud
denominada
demanda
de
exequtur.
Ahora
bien,
la
competencia
del
Tribunal
marroqu
se
limita
a
conceder
el
exequtur
o
denegarlo,
en
funcin
del
cumplimiento
de
los
requisitos
previstos
en
el
art.
430
del
CPC,
sin
que
tenga
lugar
ninguna
revisin
del
fondo
de
la
decisin
extranjera.
Cabe
la
posibilidad,
incluso,
de
que
la
reconozca
parcialmente.
De
otro
lado,
a
pesar
de
que
el
Convenio
hispano-marroqu
de
1997
establece
el
reconocimiento
de
las
decisiones
administrativas
pronunciadas
por
los
tribunales
de
uno
de
los
pases,
en
realidad,
se
refiere
a
las
pronunciadas
en
materia
de
Derecho
privado,
conforme
al
concepto
establecido
en
el
pas
en
que
se
solicita
el
F.J.
Garca
Castao/C.
Muriel
Lpez
(ed.),
La
inmigracin
en
Espaa.
Contextos
y
alternativas.
Vol.
II.
Laboratorio
de
Estudios
Interculturales,
Univ.
de
Granada,
2002,
pp.
323
y
ss,
y
A.
MOULAY
RCHID, Quelles
solutions
pour
le
statut
personnel
des
migrs
marocains
en
Europe?,
Cahiers
de
droits
maghrbins,
1995,
pp.
109
y
ss.
596
Desde
la
Sentencia
en
el
As.
Munzer,
del
TS
francs,
de
7
de
enero
de
1964.
597
Vase,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit.,
pp.
286
y
ss.
276
Se
trata
del
Convenio
entre
el
Reino
de
Marruecos
y
el
Estado
espaol
en
1997.
Es
uno
de
los
ms
importantes
entre
los
firmados
en
materia
de
Derecho
de
familia
y
en
diferentes
mbitos
hasta
la
actualidad.
599
En
cambio,
se
permite
el
reconocimiento
de
la
parte
civil
de
las
sentencias
penales,
sobre
todo,
en
lo
relativo
a
la
responsabilidad
civil.
Finalmente,
se
excluye
del
acuerdo,
las
decisiones
judiciales
relativas
al
testamento,
sucesiones
y
las
decisiones
judiciales
dictadas
con
la
finalidad
de
adoptar
medidas
precautorias
o
provisionales.
Por
tanto,
permanecen
sometidas
al
sistema
ordinario
previsto
en
el
CPC
en
ambos
pases.
277
600
601
278
279
Esta
regla,
que
ha
podido
ser
calificada
de
inslita
y
de
excesivamente
liberal,
se
explicaba
en
aquella
poca
-ms
bien-
por
la
idea
existente
sobre
la
personalidad
de
la
ley,
que
inspiraba
el
sistema
de
DIPr
del
Protectorado
en
el
fin
de
la
era
de
las
ms
recientes
capitulaciones.
El
principio
del
respeto
integral
del
estatuto
personal
extranjero
haca
que
las
leyes
extranjeras
se
mantuvieran
al
margen
de
las
normas
procesales
del
foro,
al
menos,
cuando
existiese
alguna
incompatibilidad,
de
la
misma
forma
en
la
que
tales
estatutos
extranjeros
se
mantenan
fuera
de
la
accin
del
orden
pblico
local
o
de
la
calificacin
lege
fori.
La
aplicacin
estricta
del
principio
de
personalidad
de
la
ley
exiga
derogar
-en
la
medida
de
lo
posible
y
todas
las
veces
que
fuera
necesario-
el
criterio
de
la
territorialidad
de
la
ley
del
foro606.
Esto
es,
el
criterio
de
la
personalidad
de
la
ley
no
tena
mala
reputacin,
incluso
en
un
Marruecos
que
lleg
a
ser
independiente,
y
su
influencia
ha
marcado
durante
muchos
aos
el
camino
hacia
un
sistema
de
DIPr
renovado.
En
todo
caso,
no
se
plante
la
derogacin
de
un
texto
(fcil
de
denunciar
por
ser)
poco
compatible
con
la
soberana,
sino
que
se
opt
por
esperar
a
la
reforma
general
del
CPC
de
1974.
En
otros
trminos,
se
trata
de
una
manifestacin
de
tolerancia,
que
caracteriz
la
evolucin
de
DIPr
marroqu
desde
la
independencia.
As,
el
nuevo
CPC
de
1974
incluye
tambin
un
Captulo
relativo
a
los
procedimientos
en
materia
de
estatuto
personal
(Ttulo
V,
Captulo
III,
arts
179-268).
inaplicacin
de
la
regla
marroqu
de
procedimiento
en
caso
de
que
fuese
incompatible
con
el
estatuto
personal
extranjero,
la
finalidad
del
texto
era
descartar
la
aplicacin
de
la
regla
procesal
marroqu.
606
Estas
disposiciones
de
carcter
extravagante
permanecieron
en
vigor
despus
de
la
independencia
del
Reino
en
1956,
durante
el
tiempo
en
el
que
el
Cdigo
estuvo
vigente,
es
decir,
hasta
1974.
Lejos
de
ser
excluidas,
se
han
aplicado
en
varias
ocasiones
por
el
TS,
que
no
dud
en
ampliar
su
mbito.
280
281
influencia
que
antes.
El
respeto
integral
de
la
ley
extranjera
del
estatuto
personal
ya
no
es
absoluto
y
ha
experimentado
limitaciones.
La
derogacin
del
art.
394
del
antiguo
CPC
traduce
un
retorno
al
Derecho
comn
en
DIPr
marroqu,
a
una
territorialidad
ordinaria
del
orden
jurdico
del
foro,
lo
que
se
detecta
actualmente
en
el
mbito
del
procedimiento,
como
se
apreciar
tambin
tarde
o
temprano
en
la
nocin
de
orden
pblico,
as
como
en
otros
expedientes
tal
como
sucedi
hace
unos
aos
en
el
mbito
de
la
jurisprudencia,
con
el
importante
fallo
del
TS,
de
5
de
julio
de
1967610.
La
evolucin
constatada
respecto
al
proceso
es
de
la
misma
ndole:
consagra
la
restauracin
de
la
lex
fori
en
su
funcin
ordinaria.
Habra
que
estar
realmente
muy
atado
al
criterio
de
la
personalidad
de
la
ley
para
aceptar
una
derogacin
del
principio
de
la
territorialidad
del
procedimiento
y
de
la
competencia,
tomando
en
cuenta
que
todos
los
ordenamientos
del
mundo
lo
consideran
un
principio
general.
Tras
la
reforma,
cuando
la
jurisdiccin
marroqu
es
competente,
no
solamente
la
ley
marroqu
regula
el
proceso
-lo
que
no
se
discuti
nunca,
ni
tan
siquiera
en
la
poca
en
la
que
estuvo
vigente
el
art.
394
del
antiguo
CPC-,
sino
que
se
aplica
ntegramente,
de
manera
que
no
es
posible
-como
suceda
hasta
hace
poco
tiempo-
derogar
la
regla
procesal
marroqu
si
entra
en
contradiccin
con
el
estatuto
personal
extranjero.
Ahora
bien,
aunque
esta
reforma
proporciona
soluciones,
tambin
suscita
dificultades.
Al
extranjero
que
presenta
una
demanda
en
Marruecos
se
le
aplican
las
reglas
locales
procesales,
pero
si
existe
incompatibilidad
con
la
ley
del
estatuto
personal,
no
son
de
aplicacin
todas
las
reglas
del
CPC,
porque
algunas
pueden
calificarse,
ms
como
reglas
de
fondo
pertenecientes
al
estatuto
personal
marroqu,
que
como
reglas
610
282
1. FINALIDAD
DE
LOS
ARTS.
14
Y
15
DEL
CDIGO
DE
FAMILIA
A) Su
relacin
con
el
Cdigo
de
Procedimiento
civil
de
1974
La
doctrina
seala
que
los
nuevos
arts.
14
y
15
del
CF
constituyen
una
novedad
importante
del
CF
de
2004612.
Habida
cuenta
de
la
emigracin
de
jvenes
marroques
al
extranjero
y
del
elevado
nmero
de
matrimonios
que
se
celebran
en
los
pases
extranjeros
de
residencia,
era
necesario
introducir
medidas
destinadas
a
facilitar
las
formalidades
del
matrimonio,
en
especial,
el
procedimiento
de
conclusin
de
las
actas
611
283
613
Y
ello
con
la
finalidad
de
evitar
la
incmoda
prctica,
que
consiste
en
celebrar
el
matrimonio
en
ambos
lugares,
esto
es,
en
el
extranjero
(pas
de
residencia)
y
en
Marruecos.
Esta
prctica
era
muy
habitual
hasta
la
entrada
en
vigor
del
CF
de
2004,
pero
las
nuevas
disposiciones
(arts.
14
y
15)
no
la
han
eliminado
por
completo,
como
se
ver
infra
de
forma
ms
detenida.
Para
la
situacin
existente
con
anterioridad
vase,
en
particular,
P.
OREJUDO
PRIETO
DE
LOS
MOZOS:
La
adecuacin
del
sistema
matrimonial
a
las
necesidades
de
la
inmigracin
en
el
Estado
espaol,
F.J.
GARCA
CASTAO/C.
MURIEL
LPEZ
(ed.),
La
inmigracin
en
Espaa.
Contextos
y
alternativas.
Vol.
II.
Laboratorio
de
Estudios
Interculturales,
Univ.
de
Granada,
2002,
pp.
323
y
ss.
614
Esto
es,
el
CF
simplifica
el
procedimiento
para
celebrar
el
matrimonio
por
los
MRE
y
admite
la
forma
civil,
reconociendo,
de
este
modo,
una
regla
esencial
de
DIPr,
que
es
la
sujecin
del
acto
a
la
ley
del
lugar
donde
se
realice.
Estos
preceptos
regulan
el
procedimiento
para
registrar
en
Marruecos
el
acta
del
matrimonio
celebrado
en
el
extranjero,
resolviendo
-en
parte-
cuestiones
procesales.
Vase,
E.
GMEZ
VALENZUELA/T.
SAGHIR:
Reconocimiento
en
Marruecos
de
los
matrimonios
celebrados
en
el
extranjero,
Actas
del
V
Seminario
sobre
la
investigacin
de
la
inmigracin
extranjera
en
Andaluca,
Consejera
de
Empleo,
Sevilla,
2009,
pp.
153
y
ss.
615
Se
trata
de
la
primera
vez
que
el
legislador
incluye
disposiciones
generales
relativas
a
las
actas
de
matrimonio
de
los
MRE.
La
antigua
Mudawwana
de
1957
(CEP)
no
se
ocup
de
este
tema,
porque
el
nmero
de
personas
de
esta
nacionalidad
que
emigraban
al
extranjero
era
poco
significativo.
Sin
embargo,
a
partir
de
los
aos
sesenta
del
siglo
pasado
aument
la
emigracin
por
razones
laborales
y
por
motivo
de
estudios.
Hoy
en
da,
como
se
sabe,
se
asiste
a
un
proceso
de
retorno
de
las
personas
que
emigraron
en
dicha
poca,
en
la
medida
en
que
las
condiciones
de
empleo
en
los
pases
destinatarios
se
han
deteriorado
a
consecuencia
de
la
persistencia
de
la
crisis
econmica
en
Europa
y,
en
general,
en
los
tradicionales
pases
prsperos
de
occidente.
Vase,
en
particular,
B.
BLZQUEZ
VILAPLANA
(ed.),
Actas
del
seminario
internacional
Retornos
de
los
inmigrantes
a
sus
pases
de
procedencia
u
origen.
Estado
de
la
284
Estas
disposiciones
han
sido
bien
recibidas
en
el
contexto
del
CF,
que
ha
pretendido
simplificar
los
trmites
que
han
de
seguir
las
parejas,
bien
de
personas
de
nacionalidad
marroqu,
bien
de
aqullas
en
la
que
uno
de
los
cnyuges
ostenta
esta
nacionalidad,
que
contraen
matrimonio
en
forma
civil
en
el
extranjero,
en
orden
a
su
posterior
reconocimiento
en
Marruecos.
Ahora
bien,
el
CF
recoge
las
condiciones
establecidas
en
la
antigua
Mudawwana,
de
manera
que
todo
matrimonio
celebrado
entre
musulmanes
deber
respetar
el
contenido
de
este
antiguo
Cdigo,
como
se
ver
infra
de
forma
ms
detenida,
lo
que
no
siempre
resultar
fcil
cuando
interviene
una
autoridad
civil
extranjera
en
su
celebracin.
As,
puede
decirse
que
los
arts.
14
y
15
del
CF
establecen
una
nueva
va
en
virtud
de
la
cual
los
matrimonios
civiles
contrados
en
el
extranjero
tendrn
acceso
al
RC
consular
marroqu
y,
por
tanto,
a
partir
de
dicho
momento,
tendrn
la
consideracin
de
matrimonios
marroques,
sin
que
sea
necesario
solicitar
su
homologacin
ante
el
TPI
(vase
infra).
Esto
es,
sin
que
sea
necesario
que
el
acta
matrimonial
rena
las
condiciones
que
establecen
los
arts.
430-432
del
CPC,
ni
incoar
el
procedimiento
declarativo
de
reconocimiento
que
prev
el
citado
Cdigo.
Por
tanto,
los
actuales
arts.
14
y
15
del
CF
no
presentan
ningn
tipo
de
relacin
con
las
disposiciones
relativas
al
exequtur
que
recoge
el
CPC
de
1974,
sino
que
constituyen
reglas
especiales
relacionadas
con
la
validez
en
Marruecos
de
los
matrimonios
celebrados
en
forma
civil
en
el
extranjero
por
personas
de
nacionalidad
marroqu.
Cuestin
distinta
es
la
celebracin
del
matrimonio
por
los
MRE
ante
el
cnsul
en
el
pas
extranjero
de
residencia,
que
est
prevista
en
el
Derecho
marroqu
y
tambin
en
el
Derecho
espaol
para
el
caso
de
que
alguno
de
los
contrayentes
tenga
esta
nacionalidad,
pero
siempre
que
no
se
trate
de
contrayentes
espaoles616.
cuestin,
celebrado
en
la
Universidad
de
Jan,
los
das
9
y
10
de
mayo
de
2012,
Serv.
Pub.
Univ.
de
Jan,
2013.
616
Si
bien
Marruecos
ha
aprobado
el
Tratado
de
Viena
(24
de
abril
de
1923)
que
reconoce
la
competencia
a
las
autoridades
diplomticas
y
consulares,
para
recibir
las
actas
de
matrimonio
y
divorcio,
de
acuerdo
con
la
ley
nacional,
la
constitucin
de
la
organizacin
de
los
Adules
en
285
B) Reconocimiento
de
la
regla
lex
loci
actus?
Cabe
indicar
que
los
arts.
14
y
15
del
CF
no
regulan
tanto
un
nuevo
procedimiento
(una
va
a
travs
de
la
que
se
permite
que
los
matrimonios
civiles
celebrados
en
el
extranjero
sean
considerados
matrimonios
celebrados
en
Marruecos
a
todos
los
efectos)
para
homologar
los
matrimonios
celebrados
en
el
extranjero
por
personas
de
nacionalidad
marroqu,
sino
que,
ms
bien,
recoge
en
el
sistema
de
DIPr
marroqu
la
conocida
regla
lex
loci
actus.
Esto
es,
la
validez
formal
del
acto
siempre
que
rena
las
exigencias
previstas
por
la
ley
del
lugar
de
celebracin
u
otorgamiento617.
Ahora
bien,
como
se
sabe,
se
trata
de
una
regla
que
se
refiere,
tan
slo,
a
la
forma
de
celebracin
del
matrimonio,
pero
que
no
se
ocupa
de
las
condiciones
o
requisitos
necesarios
para
su
validez.
El
legislador
marroqu
no
ha
dejado
claro
(como
se
indica
de
forma
ms
detenida
infra),
si
el
slo
hecho
de
la
aportacin
del
acta
de
celebracin
del
matrimonio
(ante
el
Consulado)
es
prueba
suficiente
del
cumplimiento
de
los
requisitos
que
exige
el
CF
para
su
vlida
celebracin.
C) Inscripcin
en
plazo
del
matrimonio
en
el
Consulado
marroqu
Como
se
ha
sealado,
la
verificacin
de
las
condiciones
exigidas
por
el
art.
14
del
CF
para
que
el
matrimonio
civil
celebrado
en
el
extranjero
sea
aceptado
en
el
Derecho
marroqu
interno
se
hace
por
los
cnsules
del
lugar
de
residencia
de
las
personas
los
Consulados
fue
en
virtud
del
art.
2
de
Dahir
de
20
de
octubre
de
1969,
cuya
potestad
se
ampli
para
incluir
las
actas
de
matrimonio
y
disolucin
del
matrimonio
relativas
a
los
MRE,
-
como
cualquier
autoridad
judicial
en
Marruecos-.
Vase
M.
AYT
ALHAJE:
Athare
tatbiq
mudawwanat
alusra
aala
alyaliya
almaghribiya
almuqima
biljariy
-mistarat
zaway
almaghariba
almuqimina
biljariy
namuthayan-,
en
I.
ALFAKHORI,
Mudawwanat
alusra
baada
thalath
sanawat
mina
attatbiq,
loc.
cit,
pp.
273-277.
617
En
este
sentido,
A.
QUIONES
ESCAMEZ:
La
reception
du
nouveau
Code
de
la
famille
marocain
(Moudawana)
en
Europe,
RDIPP,
2004,
nm.
33,
pp.
880
y
ss.
286
287
ocasin
de
indicar,
el
art.
14
del
CF
reproduce
las
condiciones
de
fondo
que
deben
reunir
los
matrimonios
de
marroques
celebrados
en
el
extranjero
conforme
a
los
procedimientos
administrativos
del
pas
de
residencia,
para
que
-llegado
su
momento-
aquellas
actas
de
matrimonio
sean
admitidas
en
Marruecos619.
La
doctrina
considera
que
esta
nueva
disposicin
se
refiere,
tan
slo,
a
la
transcripcin
del
acta
matrimonial,
pero
no
menciona
el
control
de
las
condiciones
que
establece
el
art.
14
como
se
ha
sealado
supra620.
La
nueva
regulacin
se
refiere
a
los
requisitos
de
capacidad,
consentimiento
y
la
presencia
de
dos
testigos,
pero
no
se
concreta
nada
ms
en
relacin
a
estas
condiciones,
por
lo
que
en
la
prctica
siguen
surgiendo
inconvenientes
cuando
se
pretende
que
estos
matrimonios
cobren
eficacia
en
Marruecos.
No
se
precisa
en
el
art.
15
del
CF
en
qu
momento
se
llevar
a
cabo
el
citado
control.
Por
este
motivo,
se
considera
que
no
puede
predecirse
cul
ser
la
prctica
de
las
autoridades
administrativas,
esto
es,
si
ser
suficiente
con
aportar
el
acta
matrimonial
otorgada
de
conformidad
con
la
ley
del
lugar
de
celebracin
del
matrimonio
o,
por
el
contrario,
ser
necesario
que
se
verifiquen
las
condiciones
que
establece
el
art.
14
del
CF.
Y,
por
ltimo,
tampoco
queda
clara
cul
ser
la
relacin
entre
el
matrimonio
consular,
que
tambin
regula
el
DIPr
marroqu,
y
los
nuevos
arts.
14
y
15
del
CF,
en
la
medida,
en
que,
en
ocasiones,
ser
aconsejable
que
los
MRE
celebren
sus
matrimonios
en
la
forma
consular621.
619
Vase,
Almuntaqa
Min
Aamal
Alqadae
Fi
Tatbiq
Mudawwanat
Alusra,
Alyuze
Alawal,
Manchurat
Yamiyat
Nachr
Almaeluma
Alqanuniya
Walqadaiya,
Silsilat
Achuruh
Wadalail,
n
10,
Fabrayer,
2009,
pp.
35
y
ss.
620
Vase
en
este
sentido,
M.
ACHATWI,
Aliyraat
alidariya
walqadaiya
litawtihiq
azzaway,
Matbaat
Alwwaraqa
Alwataniya,
Murakuch,
Attabaa
Alula
2004,
p.
145.
621
Para
el
matrimonio
consular
se
requiere
la
presentacin
de
los
mismos
documentos
previstos
en
el
art.
65
del
CF,
la
copia
del
pasaporte
y
de
la
tarjeta
de
residencia
en
caso
de
disponer
de
ella
de
conformidad
con
la
CMJ
de
2004.
288
Cabe
indicar
que
en
el
Derecho
marroqu
est
prevista
tambin
la
celebracin
del
matrimonio
por
los
MRE
de
forma
consular,
esto
es,
ante
el
representante
diplomtico
de
este
pas
en
el
extranjero.
Se
trata
sta
de
una
modalidad
de
celebracin
del
matrimonio
que
se
recoge
en
los
convenios
internacionales,
en
la
medida
en
que
su
validez
exige
que
sea
aceptada
la
competencia
de
la
autoridad
consular
por
el
Estado
anfitrin.
Vase,
M
-C.
FOBLETS/M.
LOUKILI
:
Mariage
et
divorce
,
loc.
cit,
pp.
539
y
ss.
623
La
STS
nm.
784,
de
27
de
diciembre
de
2011
[Dossier
n
755/2/1/2010],
publicada
en
la
Revue
de
la
Cour
dappel
de
Casablanca,
n
2,
2012,
pp.
283-285,
realiza
una
interpretacin
criticable
de
las
condiciones
que
indica
el
art.
14
del
CF.
624
Consltese
A.
ALMUTTAQI:
Zaway
Alqasirina
bayna
alqaida
walistithna,
halaqat
dirasiya
hawla
mudawwanat
alusra
wadawr
alwasata,
ayyam
5-8
dicember,
2005,
Tetun,
pp.
6
y
ss.
289
que
se
trata
de
un
matrimonio
vlido
(que
tiene
efectos,
como
tal,
en
el
Derecho
interno
marroqu).
Ahora
bien,
se
han
previsto
excepciones
a
esta
regla
general,
de
manera
que
el
Juez
puede
rebajar
la
edad
en
casos
justificados.
Precisamente,
se
prev
que
en
el
dossier
del
acta
del
matrimonio
figure
la
autorizacin
en
el
caso
de
matrimonio
antes
de
la
edad
de
la
mayora
legal
(art.
64.5).
Es
de
suponer
que,
en
este
caso,
la
presencia
del
wali
es
indispensable.
Como
consecuencia
del
hecho
de
que
se
haya
elevado
la
edad
de
la
mujer
para
contraer
matrimonio
y
en
la
lnea
de
modernidad
que
sigue
la
nueva
normativa,
tambin
han
tenido
lugar
novedades
en
la
regulacin
de
esta
institucin
tpica
del
Derecho
islmico:
el
tutor
matrimonial625.
ste
es
el
encargado
de
representar
a
la
mujer
y
de
expresar
su
consentimiento.
En
el
momento
actual,
tal
representacin
se
entiende
que
es
un
derecho
de
la
mujer
y
que
ser
ejercido
segn
su
eleccin
e
inters
(art.
24
CF).
Por
tanto,
podr
concluir
ella
misma
el
acta
de
matrimonio
o
delegar
-en
la
mayora
de
los
casos-
en
su
padre
(art.
25
CF).
Por
ltimo,
la
nueva
regulacin
debera
ser
rotunda
y
suficiente
para
poner
fin
a
la
prctica
de
convenir
matrimonios
en
contra
de
la
voluntad
de
la
mujer626.
Sin
embargo,
hay
quien
ve
en
la
presencia
obligatoria
del
wali,
en
cuanto
a
la
celebracin
de
un
matrimonio
en
el
extranjero,
una
disposicin
innecesaria
en
el
contexto
del
art.
14
del
CF.
Parece
que
la
exigencia
de
esta
condicin
fue
un
error,
puesto
que
se
ha
mencionado
en
el
Proyecto
de
la
Comisin,
cuando
todava
en
el
art.
25
se
requera
la
figura
del
wali,
para
el
matrimonio
de
la
mujer
aunque
sea
mayor
de
625
626
290
edad.
Por
tanto,
mantener
esa
figura
en
la
redaccin
definitiva
del
citado
artculo,
es
indebida627.
B) Inexistencia
de
impedimentos,
en
especial,
la
disparidad
de
cultos
Otro
requisito
que
ha
de
reunir
el
matrimonio
civil
celebrado
en
el
extranjero
es
la
inexistencia
de
disparidad
de
cultos
o,
dicho
de
otro
modo,
que
la
mujer
no
haya
contrado
matrimonio
con
un
hombre
que
no
profese
la
religin
musulmana.
Tal
matrimonio,
frecuente
en
el
caso
de
parejas
mixtas,
despliega
plenos
efectos
en
el
lugar
en
el
que
se
celebra,
pero
difcilmente
podr
reconocerse
en
Marruecos628.
Las
consecuencias
de
esta
limitacin
son
diversas
y
afectan
a
otros
aspectos,
como
la
nacionalidad.
En
relacin
con
ella
cabe
destacar
-entre
otras
cuestiones-:
la
transmisin
de
la
nacionalidad
por
filiacin
y
la
adquisicin
de
la
nacionalidad
por
matrimonio
y
residencia629.
627
Vase
M.
TAKMANT:
Zaway
Almaghariba
Fi
Aljariy
wainhilalih
Aala
Dawe
Alislah,
Aemal
Nadwat
Mustayyaddat
Mudawwanat
Alusra
Almunaqida
Biyamiat
Muhammed
V
Assiwisi,
november,
2003,
pp.
66
y
ss.
628
Tampoco
se
reconocen
estos
matrimonios
en
otros
sistemas
jurdicos,
que
recogen
este
impedimento
previsto
por
el
Derecho
islmico,
como
es
el
caso
p.ej.,
del
art.
31
del
Cdigo
argelino
de
la
familia,
que
dispone:
"la
musulmana
no
puede
contraer
matrimonio
con
un
no
musulmn".
En
Argelia
se
est
trabajando
en
el
proyecto
de
modificacin
de
su
CF.
Es
evidente
que
la
mujer
no
goza
de
la
misma
libertad
que
el
hombre,
que
podr
contraer
matrimonio
con
una
mujer
que
no
profese
la
religin
musulmana,
aunque
ha
de
profesar
una
religin
de
las
que
recoge
el
Antiguo
Testamento.
Una
de
las
razones
de
tal
prohibicin
para
la
mujer
estriba
en
que
los
hijos
siguen
(heredan)
la
religin
del
padre,
vase
S.
MERNISSI:
Quelques
Aspects
de
la
codification
du
Statut
Personnel
Marocain,
Le
Statut
Personnel
des
musulmans,
Droit
compar
et
droit
international
priv.
Travaux
de
la
Facult
de
droit
de
lUniversit
Catholique
de
Louvrain,
1992,
pp.
112
y
ss.
629
Segn
dispone
el
art.
6
de
la
Ley
de
1958
reguladora
de
la
nacionalidad
(tras
su
reforma
en
2007):
es
marroqu
el
hijo
de
padre
marroqu
y
el
hijo
nacido
de
madre
marroqu
y
padre
desconocido.
Sin
embargo,
no
se
estableci
que
la
mujer
marroqu
pudiese
transmitir
su
nacionalidad
al
hijo
hasta
una
reforma
posterior,
Qanun
Alhala
Almadaniya
Maa
Qanun
Alyinsiya,
Silsilat
Annusus
Attachrieya,
fabrayer
2010.
Algo
parecido
sucede
respecto
de
la
adquisicin
de
la
nacionalidad
por
el
cnyuge
extranjero.
El
art.
10
del
CN
establece
que
la
mujer
extranjera
casada
con
un
nacional
marroqu
pueda
solicitar
dicha
nacionalidad
tras
un
perodo
de
residencia
habitual
y
regular
en
Marruecos
de
cinco
aos.
La
solicitud
ha
de
dirigirse
al
MJ.
Sin
embargo,
no
se
ha
previsto
este
mismo
procedimiento
para
el
esposo
extranjero
casado
con
una
mujer
marroqu.
Vase,
M.
LAFROUJI,
Mudawwanat
Alusra
Walqawanin
Almusahiba,
Tabaa
Aluola,
Rabat,
2009,
p.
187.
291
630
631
632
Vase de forma detenida K. BARJAWI: Taqiim Mudawwanat Alusra, loc. cit, pp. 68 y ss.
292
634
293
637
El
TPI
de
Meknes
deniega
el
exequtur
de
una
sentencia
de
divorcio
del
TPI
de
Bordeaux,
porque
el
acta
de
matrimonio
presentada
no
cumple
la
condicin
prevista
en
el
art.
14
del
CF,
respecto
a
la
presencia
de
dos
testigos
musulmanes
y,
por
consiguiente,
dicha
acta
fue
considerada
contraria
al
orden
pblico
marroqu
[vase,
Sent.
nm.
3136
(Exp.
nm.
3315/06/5),
de
26
de
septiembre
de
2006].
En
cambio
se
acepta
la
solicitud
de
una
sentencia
procedente
del
el
Tribunal
alemn,
puesto
que
se
cumplen
las
condiciones
previstas
en
el
art.
14
del
CF
[Sent.
nm.
181
de
22
de
abril
de
2009].
638
639
294
640
STA
nm.
1041,
de
18
de
mayo
de
2007
[Exp.
494/2007],
en
otras
sentencia
se
admite
el
testigo
de
un
mujer
musulmana,
vase
STA
de
Casablanca
nm.
1041
de
18
de
abril
de
2007
[Exp.
109/2007].
641
Vase,
STS
nm.
460,
de
12
de
septiembre
de
2007
[Exp.
nm.
35/2/1/2007].
295
643
Deber
remitirse
una
copia
del
acta
a
la
autoridad
competente,
lo
mismo
que
ocurrir
respecto
de
las
actas
de
matrimonios
celebrados
en
Marruecos
y
que
debern
consignarse
en
un
Registro
previsto
a
estos
efectos
(art.
68
CF).
Vase
Qadae
Alusra,
Manchurat
Yamiat
Nachr
Almaeluma
Alqanuniya
Walqadaiya
n
1,
youliouz
2005,
p.
34.
296
297
musulmanes.
Ser
igualmente
difcil
incluso
imposible-
para
esta
autoridad
considerar
la
diferencia
de
la
religin
entre
los
dos
futuros
esposos
como
impedimento
para
la
celebracin
del
matrimonio.
Y,
en
este
sentido,
respecto
a
las
dificultades
que
plantea
en
la
prctica
el
art.14,
son,
en
particular,
que
no
ser
fcil
que
el
matrimonio
civil
celebrado
en
el
extranjero
rena
las
condiciones
exigidas
para
la
validez
del
pacto
matrimonial
por
la
ley
marroqu.
De
otro
lado,
tampoco
ser
posible
exigir
que
se
trate
de
testigos
musulmanes,
ni
constar
en
el
acta
del
matrimonio
su
confesin
religiosa.
Y,
por
ltimo,
no
ser
fcil
tampoco
indicar
que
no
se
ha
suprimido
la
dote646.
Por
todo,
ello,
cabe
decir
que
el
legislador
marroqu
ha
ignorado
la
realidad
y
ha
exagerado
la
aplicacin
de
las
exigencias
que
establece
el
Derecho
marroqu
para
que
sean
respetadas
en
un
pas
extranjero647.
El
legislador,
por
tanto,
se
ha
centrado
ms
en
los
detalles,
que
en
el
fondo.
Se
trata
sta
de
una
de
las
crticas
que
pueden
realizarse.
Adems,
se
prev
la
posibilidad
de
formalizar
el
acta
ante
las
autoridades
consulares,
pero
slo
cuando
se
concluyen
convenios
bilaterales.
Estas
actas
no
sern
susceptibles
de
reconocimiento,
salvo
si
son
compatibles
con
el
orden
pblico
del
pas
de
acogida648.
Por
ltimo,
si
bien
se
deduce
que
estos
preceptos
regulan
el
procedimiento
para
registrar
en
Marruecos
el
acta
del
matrimonio
celebrado
en
el
extranjero,
no
se
resuelven
cuestiones
de
fondo
acerca
de
646
298
los
requisitos
especficos
que
han
de
cumplirse
para
que,
posteriormente,
estas
uniones
accedan
al
RC
consular649.
III.
A) Sentido
del
art.
128
del
Cdigo
de
Familia
a) Presentacin
El
art.
128,
2
del
CF
indica
a
las
autoridades
marroques
competentes
para
homologar
las
decisiones
extranjeras
(TPI),
que
han
de
verificar
su
compatibilidad
con
las
causas
de
disolucin
del
matrimonio
previstas
en
el
CF.
En
concreto,
prev
que
las
sentencias
dictadas
por
los
tribunales
extranjeros
sobre
la
disolucin
del
matrimonio
por
talaq,
tatliq,
disolucin
por
compensacin
o
anulacin
del
matrimonio
sern
susceptibles
de
ejecucin
si
fueron
pronunciadas
por
un
Tribunal
competente
y
se
basaron
en
causas
que
no
fuesen
incompatibles
con
lo
establecido
por
este
Cdigo
para
la
finalizacin
de
la
relacin
conyugal;
as
mismo
los
actos
concluidos
en
el
extranjero
ante
los
oficiales
y
los
funcionarios
pblicos
competentes
despus
de
cumplir
los
procedimientos
relativos
al
exequtur,
conforme
las
disposiciones
de
los
artculos
430,
431
y
432
del
Cdigo
de
Procedimiento
Civil650.
649
Parece
que
en
los
Consulados
de
Marruecos
(en
concreto,
el
Consulado
de
Sevilla),
se
sigue
un
procedimiento
sencillo,
solo
se
exige
que
el
acta
celebrada
ante
las
autoridades
espaolas
est
inscrita
en
el
RC,
por
tanto,
el
resto
de
las
condiciones
estipuladas
en
el
art.
14
del
CF,
se
toman
en
cuenta
ante
el
Juez
de
familia
competente
en
el
Consulado
(ej.
la
dote
y
los
testigos
musulmanes).
Es
interesante
comentar
en
esta
lnea,
que
las
autoridades
consulares
han
percibido
el
grado
de
complejidad,
que
supone
el
cumplimento
de
las
disposiciones
del
art.
14
ante
las
autoridades
de
un
pas
extranjero
y
laico,
por
ello,
se
ha
intentado
ofrecer
un
procedimiento
acorde
con
la
necesidad
de
los
jvenes
marroques
residentes
en
Espaa.
No
obstante,
ello
no
significa
la
resolucin
definitiva
de
las
dudas
que
continan
plantendose
acerca
de
la
aplicacin
de
los
arts.
14
y
15
que
son
infinitas-.
299
Como
es
sabido,
la
finalidad
del
nuevo
CF
ha
sido
sustituir
un
texto
obsoleto,
inadecuado
e
inadaptado
al
desarrollo
de
la
sociedad
marroqu
(el
CEP)
en
distintos
aspectos,
como
el
reconocimiento
de
derechos
a
la
mujer
y
al
menor,
en
particular651.
Ahora
bien,
el
inters
del
legislador
ha
ido
ms
all
de
abordar
la
situacin
jurdica
de
los
MRM
en
materia
de
Derecho
de
familia,
puesto
que
se
refiere
tambin
a
los
MRE.
De
hecho,
se
regula
el
matrimonio
civil
celebrado
en
el
extranjero,
permitiendo
su
reconocimiento
en
Marruecos
(como
se
ha
sealado
supra)
y
la
homologacin
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
(art.
128
CF)652.
Para
explicar
cul
ha
sido
la
finalidad
del
legislador,
es
preciso
recordar
que,
sin
el
exequtur,
las
decisiones
extranjeras
no
tienen
efectos
en
Marruecos;
con
independencia
de
la
posibilidad
de
que
desplieguen
efectos
antes
de
su
homologacin
como
documentos
pblicos653.
De
otro
lado,
se
han
mantenido
tradicionalmente
dos
teoras
sobre
la
homologacin
de
decisiones
extranjeras
en
el
mbito
del
Derecho
de
650
Traduccin
del
texto
original
del
art.
128
del
CF
realizada
por
G.
Esteban
de
la
Rosa
(dir),
Cdigo
marroqu
de
la
familia,
Ed.
Blanca,
Jan,
2009.
651
En
efecto,
la
actual
Mudawwana
incluye
preceptos
que
reconocen
la
igualdad
entre
el
hombre
y
la
mujer
en
el
seno
de
la
familia
y
garantizan
los
derechos
del
nio
en
relacin
con
sus
padres.
Vase,
entre
otros,
J.
OUHIDA,
Del
Cdigo
del
Estatuto
personal
al
Cdigo
de
familia
de
2004
(de
la
preservacin
y
consagracin
de
los
valores
tradicionales
a
la
apertura
y
modernizacin
del
rgimen
jurdico
de
las
relaciones
de
familia),
G.
Esteban
de
la
Rosa
(dir.),
La
nueva
Mudawwana
marroqu
entre
tradicin
y
modernidad
(traduccin
anotada
del
Cdigo
de
familia
de
Marruecos
de
2004),
Ed.
Junta
de
Andaluca,
Sevilla,
2010,
pp.
19
y
ss.
652
Para
una
primera
valoracin
de
la
reforma
vase,
M-C.
FOBLETS/M.
LOUKILI:
Mariage
et
divorce,
loc.
cit.,
pp.
521
y
ss.
Consltese
tambin
I.
ALFAKHORI:
Baed
Madahir
Qiam
Huquq
Alinsan
Fi
Mudawwanat
Alusra
Alyadida,
Maqal
Manchur
Bimayyalat
Alichaae,
n
29,
ghucht
2004,
pp.
56
y
ss,
A.
BOUTALAB:
La
rforme
du
code
de
statut
personnel
renforce
linstitution
familiale
et
consolide
les
droits
de
lhomme
le
matin
du
Sahara
et
du
Maghreb,
dimanche
14
novembre,
1993,
pp.3
y
ss.
653
Si
bien
la
sentencia
es
inmediatamente
eficaz
en
el
foro,
incluso
si
las
partes
ostentan
una
nacionalidad
extranjera,
la
situacin
vara
si
una
de
ellas
se
traslada
a
otro
pas,
porque
tendr
que
solicitar
su
reconocimiento
para
que
tenga
efectos
en
el
lugar
de
residencia.
En
este
sentido,
consltese
M.
ACHAFIE:
Qanun
Alusra
Almagrebi
Bayna
Athabat
Wa
Attatawer,
Silsilat
Albuhuth
Alqanuniya,
n
8,
pp.
15
y
ss.
300
301
Son
factores,
que
pueden
comprometer
la
efectividad
del
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras,
en
general,
y
espaolas,
en
particular,
en
el
mbito
del
Derecho
de
familia.
Vase
en
este
sentido,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit.,
pp.
285
y
ss;
I.
BAHMANI,
Alaamal
Alqadai
Fi
Qadaya
Alusra,
op.cit,
p.
124.
658
Vase,
entre
otros,
en
este
sentido,
M-C
FOBLETS/J.-Y.
CARLIER,
Le
Code
marocain
de
la
famille.
Incidences
au
regard
du
droit
international
priv
en
Europe,
Bruylant,
Bruxelles,
2005,
p.
71.
659
Vase,
N.
CHAWQI:
Alahkam
Alqanuniya
Alyadida
Almutaalliqa
Bitanfid
Alhukm
Alaynabi
Wifqa
Qawaiid
Mudawwanat
Alusra,
Mayyalat
Risalat
Addifae
Matbaat
Alyusur,
Uxda,
n
5,
2004,
pp.
128
y
ss.
660
Vase
en
este
sentido,
K.
BARJAWI:
Mada
Istiyabat
Mudawwanat
Alusra
Limatalib
Almuytamae
Almadani
Wassiyasi
Almagrebi,
Dar
Alqalam,
2004,
pp.
145
y
ss.
661
Recoge
tambin
los
principios
declarados
en
los
convenios
suscritos
por
Marruecos
en
materia
de
reconocimiento
recproco
de
decisiones
judiciales
(sin
revisin
del
fondo).
Entre
ellos,
se
incluye
el
Convenio
concluido
con
Espaa,
de
30
de
mayo
de
1997.
302
662
303
663
664
Se
entiende
de
acuerdo
con
lo
establecido
en
la
jurisprudencia
del
TS,
que
dictar
una
sentencia
en
un
asunto
resuelto
anteriormente
por
un
juzgado
marroqu,
es
fraude,
es
ms,
se
considera
un
atentado
contra
la
soberana
del
Estado,
-como
se
comprueba
en
la
jurisprudencia
francesa,
y
egipcia-,
as
el
TS
afirma
que
(dictaminar
una
sentencia
de
talaq
por
un
tribunal
marroqu
respecto
a
una
solicitante,
y
rechazar
posteriormente
obedecer
esta
sentencia,
con
el
fin
de
recurrir
a
una
instancia
extranjera
y
volver
a
solicitar
el
divorcio
para
ampararse
en
la
ley
extranjera,
es
contrario
al
orden
pblico
marroqu).
STS
nm.
864
de
20
de
septiembre
de
2000
[Exp.
nm.
83/1/2/00
(indita)].
304
las
autoridades
judiciales
extranjeras665.
Cabe
citar
otra
sentencia
presentada
ante
el
TPI
de
Berkane,
para
que
se
reconozca
una
sentencia
dictada
por
el
TA
de
La
Haya,
que
resolvi
la
disolucin
del
matrimonio
de
dos
personas
marroques
por
tatliq.
El
TPI
verifica
el
cumplimiento
de
las
condiciones
establecidas
en
los
arts.
430-431-432
del
CPC
y
el
art.
128
del
CF.
En
la
medida
en
que
la
sentencia
extranjera
no
es
contraria
al
orden
pblico
y
procede
de
un
Tribunal
competente,
dicha
solicitud
se
resuelve
favorablemente666.
Y,
por
ltimo,
que
el
contenido
de
la
sentencia
extranjera
no
sea
contrario
al
orden
pblico
marroqu667.
Otra
de
las
condiciones
que
se
cumple
en
la
sentencia
del
TPI
de
Beziers
(Francia),
cuando
el
solicitante
presenta
su
demanda
ante
TPI
de
Berkane,
para
la
homologacin
de
la
sentencia
extranjera.
El
Tribunal,
una
vez
que
comprueba
el
conjunto
de
las
condiciones
establecidas
en
los
artculos
sealados
anteriormente,
y
el
respeto
del
orden
pblico,
reconoce
la
sentencia
extranjera668.
b) Sentido
del
apartado
1
del
art.
128
del
Cdigo
de
familia
Ahora
bien,
el
apdo.
1
del
art.
128
del
CF
tambin
ha
supuesto,
en
cierta
medida,
una
modificacin
del
rgimen
relativo
al
reconocimiento
de
las
decisiones
665
305
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio.
Su
tenor
literal
prev
que:
las
decisiones
judiciales
de
disolucin
del
matrimonio,
por
tatliq,
disolucin
del
matrimonio
por
talaq
por
compensacin
(julc)
o
anulacin
del
matrimonio,
conforme
a
las
disposiciones
de
este
libro,
no
sern
susceptibles
de
apelacin
en
el
pronunciamiento
relativo
a
la
extincin
de
la
relacin
conyugal.
El
legislador
ha
tratado
en
el
art.
128
del
CF
un
tema
que
no
regul
la
antigua
Mudawwana.
Las
sentencias
pronunciadas
por
tribunales
marroques
que
deciden
la
disolucin
del
matrimonio
no
son
susceptibles
de
recurso
en
su
parte
relativa
al
cese
del
matrimonio.
Ahora
bien,
no
debe
confundirse
la
sentencia
dictada
por
el
tribunal
marroqu
sobre
solicitudes
de
tatliq
y
talaq,
que
no
es
susceptible
de
recurso
en
su
parte
relativa
a
disolucin
de
matrimonio
prevista
en
el
CF,
con
la
sentencia
de
exequtur,
que
se
refiere
a
todas
las
sentencias
extranjeras,
sin
distincin
entre
las
pronunciadas
respecto
al
talaq,
tatliq
o
a
cualquier
otra669.
Por
ello,
la
decisin
que
culmina
el
procedimiento
de
exequtur
es
susceptible
de
recurso,
lo
que
puede
complicar
el
procedimiento
y
conducir
a
que
se
retrase
su
resolucin,
en
la
medida
en
que
es
necesario
que
sea
notificada
la
otra
parte
o
que
sta
o
el
MP
como
parte
en
los
autos
de
familia-
recurra
esta
decisin.
La
apertura
de
las
vas
de
recurso,
as
como
las
formalidades
y
los
plazos
exigidos
para
la
notificacin
al
demandado,
que
reside
en
la
mayor
parte
de
los
casos
fuera
de
Marruecos-
constituyen
trabas,
que
puede
condenar
al
fracaso
tanto
a
una
ley
ambiciosa
-el
CF-,
como
a
la
Circular
especial
del
MJ670,
dejando
nuevamente
a
este
colectivo
en
una
669
Vase,
A.
ZOUIR:
Taadiil
alahkame
wa
alouqoude,
loc.cit,
pp.
80-103,
y
O.
LAMIN:
Qiraa
fi
al
kitab
atthani
min
mudawwanat
alusra
almutaaliqa
binhilal
mithaq
azawyiya
waatharuh,
Alayyam
Adirrasiya
Hawla
Mudawwanat
Alusra,
Rabat,
2004,
pp.
137
y
ss.
670
Se
trata
de
la
CMJ,
nm.
13,
de
12
de
abril
de
2004,
sobre
la
aplicacin
del
CF
a
los
marroques
residentes
en
extranjero.
Seala
que:
es
sabido
que
las
sentencias
dictadas
por
los
tribunales
extranjeros
no
se
aplican
en
Marruecos
hasta
que
obtengan
el
exequtur,
por
ello
hay
que
lanzar
campaas
de
sensibilizacin
en
los
entornos
de
los
marroques
que
viven
en
extranjero
para
difundir
la
tendencia
del
CF,
respecto
a
reconocimiento
de
sentencias
extranjeras.
Con
la
finalidad
de
orientar
a
los
interesados
sobre
el
procedimiento
que
deben
de
seguir,
para
que
dichas
sentencias
adquieran
la
misma
validez
probatoria
que
en
Marruecos,
ello
mediante
informarles
de
dichos
trmites,
incluso
pueden
otorgar
a
otra
persona
en
Marruecos
iniciar
el
procedimiento.
Igualmente
pueden
dirigir
una
solicitud
al
MP,
con
el
306
307
propuesto
alguna
solucin
por
tratarse
de
una
cuestin
sensible
y
por
las
dificultades
que
ocasiona
en
la
prctica,
sobre
todo,
por
las
divergencias
observadas
en
la
jurisprudencia.
Ahora
bien,
la
mayora
de
la
doctrina
considera
que
la
competencia
judicial
se
determina
de
acuerdo
con
el
Derecho
del
pas
al
que
corresponde
su
reconocimiento,
como
establecen
los
convenios
suscritos
por
Marruecos673.
Asimismo
en
la
jurisprudencia
reciente
se
indica
la
condicin
de
la
competencia
del
Tribunal
extranjero
(TPI
de
Arnheem,
Holanda),
como
obligatoria
de
acuerdo
con
los
arts.
430-
432
del
CPC,
y
el
art.
128
del
CF674.
d) Compatibilidad
de
la
disolucin
del
matrimonio
con
las
causas
previstas
en
el
Derecho
marroqu
La
decisin
extranjera
ha
de
basarse
en
una
causa
que
no
sea
incompatible
con
las
establecidas
en
el
CF
para
la
disolucin
de
matrimonio675.
En
concreto,
se
trata
de:
disolucin
del
matrimonio
por
talaq,
tatliq,
disolucin
por
compensacin
o
anulacin
del
matrimonio.
Como
es
sabido
(y
se
expone
en
el
Captulo
Segundo),
la
disolucin
del
matrimonio
por
talaq
o
por
tatliq,
a
su
vez,
puede
tener
lugar
de
distinto
modo
y,
de
otro
lado,
existen
distintas
causas,
a
las
que
se
refiere
el
art.
128
del
CF,
as
como
a
la
anulacin
del
matrimonio676.
Es
una
condicin
nueva,
que
se
suma
a
las
previstas
en
el
CPC.
El
control
del
Juez
marroqu
no
se
extiende
a
la
ley
que
aplic
el
Juez
extranjero,
sino
que
se
conforma
con
el
resultado,
que
debe
ser
compatible
con
el
Derecho
marroqu,
aunque
la
ley
673
Vase,
M.
HATTABI:
Les
conventions
judiciaires
entre
le
Royaume
du
Maroc
et
les
Etats
maghrebins
africains
et
europens,
RMDC,
1983,
vol.
2,
pp.
95
y
ss.
674
STPI
de
Berkane,
de
10
de
enero
de
2013
[Exp.
12/2138,
Sentencia
nm.
79
(indita)].
675
Vase,
M.
LOUKILI,
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
285
y
ss.
676
Se
incluye
que
el
matrimonio
se
contrajo
sin
representante
(wali),
pese
a
la
obligacin
de
su
presencia,
en
caso
de
que
el
acta
de
matrimonio
haya
sido
firmada
bajo
coaccin
o
dolo
y
si
la
oferta
o
la
aceptacin
se
vincularon
con
otra
condicin.
Una
modalidad
reconocida
antes
de
la
entrada
en
vigor
del
CF,
por
Shariaa
es
la
disolucin
del
matrimonio
por
jul'e.
Vase
Y.
FARISI:
Qiraat
fi
almaddat
128
min
Mudawwanat
Alusra,
Mudawwanat
Alusra
baena
annasi
wa
almumarasat,
trabajos
de
Coloquio
Nacional
organizado
por
la
Universidad
y
Colegio
de
los
abogados
de
Marrakech
los
das
27
y
28
de
enero
de
2006,
pp.243
y
ss.
308
677
309
Una
tendencia
confirmada
en
la
decisin
del
TS,
de
15
de
junio
de
2005,
que
ratifica
la
decisin
del
TA
de
Nador
que
concedi
el
exequtur
de
una
sentencia
del
Tribunal
de
Outrikht
(Holanda)680.
Asimismo,
en
la
sentencia
del
TPI
de
Berkane
resuelve
favorablemente
la
peticin
de
exequtur
de
una
sentencia
de
disolucin
de
matrimonio
tatliq
dictada
por
el
TPI
de
Louvain
(Blgica),
sin
examinar
los
trminos
de
la
sentencia
sino
el
cumplimento
de
las
condiciones
establecidas
en
el
Derecho
marroqu681.
De
otro
lado,
el
TA
de
Rabat
ha
reconocido,
en
su
decisin
de
17
de
abril
de
2006
una
sentencia
belga
de
divorcio
de
una
mujer
marroqu
musulmana
de
su
marido
belga
no
musulmn,
a
pesar
de
que
el
matrimonio
no
es
vlido
en
el
Derecho
marroqu682.
Por
su
parte,
la
STS,
de
24
de
marzo
de
2004,
no
estima
el
recurso
contra
la
decisin
del
TA
de
Khribga,
que
haba
denegado
el
exequtur
a
una
sentencia
francesa,
por
resolver
el
divorcio
de
dos
esposos
marroques
a
peticin
de
la
esposa-
partiendo
del
hecho
de
que
el
esposo
tena
como
objetivo
contraer
matrimonio
para
residir
en
Francia683.
jurisprudencia
del
TS,
nm.
63.
p.
112.Vanse,
STS,
nm.
188,
de
30
de
marzo
de
2005
[Dossier
nm.
622/2004]
y
STS,
nm.
333,
de
15
de
junio
de
2005,
[Dossier
nm.
688/2004].
680
Aquella
sentencia
resolvi
el
divorcio
por
chiqaq
como
imposible
continuidad
de
la
vida
conyugal
entre
las
dos
partes.
Vase
la
Sent.
nm.
333,
[Exp.
nm.
668/2/1/2004],
jurisprudencia
del
TS
nm.
63,
p.
126.
681
STPI
de
Berkane
de
13
de
septiembre
de
2012
[Exp.
12/1379
Sentencia
nm.
1686(indita)].
682
El
TA
consider
que
la
decisin
extranjera
de
extincin
del
matrimonio
era
equiparable
a
la
anulacin
del
matrimonio,
al
tratarse
de
un
matrimonio
nulo
para
el
Derecho
marroqu,
que
prohbe
el
de
una
musulmana
con
un
hombre
que
no
profesa
esta
religin.
Vase,
en
este
sentido,
la
Sent.
nm.
106
(Exp.
nm.
30/2006/10),
Revista
de
jurisprudencia
de
familia,
nm.
3,
pp.
127
y
ss.
683
Argument
su
decisin
por
la
causa
del
divorcio
mencionada
en
la
sentencia
francesa,
y
que
fue
contraria
al
orden
pblico
marroqu,
por
basarse
en
que
el
esposo
solo
pretenda
mediante
el
matrimonio
regular
su
situacin
administrativa,
y
por
tanto,
obtener
la
documentacin
para
residir
en
Francia.
Sent.
nm.
156,
[Exp.
nm.
453/2/1/2003
(indita)].
310
Si
bien
el
Tribunal
extranjero
decidi
el
divorcio
bajo
control
judicial
entre
dos
esposos
marroques,
por
la
falta
de
intencin
de
los
esposos
(o
de
alguno
de
ellos,
al
menos)
de
formar
una
familia,
es
compatible
con
la
anulacin
del
matrimonio
por
falta
de
un
elemento
esencial
del
matrimonio
(la
constitucin
de
una
familia),
de
acuerdo
con
el
art.
4
del
CF.
Ahora
bien,
la
denegacin
del
reconocimiento
de
la
sentencia
extranjera
no
impide
la
extincin
del
matrimonio
por
tatliq
chiqaq
p.
ej.-,
siempre
que
las
dos
partes
en
el
matrimonio
de
conveniencia
no
deseen
convivir
por
la
existencia
de
desavenencias684.
Por
todo
ello,
la
jurisprudencia
marroqu
ha
de
revisar
su
posicin
respecto
a
las
sentencias
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio,
en
los
casos
de
matrimonio
de
conveniencia
para
evitar
las
dificultades
a
las
que
se
enfrentan
los
MRE685.
Ahora
bien,
los
tribunales
marroques
gozan
de
amplias
facultades
(de
conformidad
con
el
art.
128
del
CF)
para
denegar
la
homologacin,
si
los
hechos
o
la
fundamentacin
jurdica
de
la
decisin
extranjera
no
convencen
al
Juez
de
la
existencia
de
una
causa,
que
justifique
la
extincin
del
matrimonio
segn
el
CF.
Es
ms,
tras
la
entrada
en
vigor
del
CF,
el
TS
exige
-aunque
sea
de
forma
implcita-
que
sean
respetadas
las
reglas
de
la
doctrina
Malik
en
la
que
se
inspira
el
CF686.
As,
en
las
decisiones,
de
30
de
marzo
y
15
de
junio
de
2005
-supra
citadas-,
se
concede
el
exequtur
a
la
sentencia
extranjera,
porque
el
esposo
solicit
el
divorcio
y
su
peticin
fue
aceptada
ante
el
Tribunal
extranjero,
puesto
que
el
divorcio
es
una
facultad
del
684
Es
interesante
citar
una
Sent.
del
Juzgado
de
Familia
de
Tarragona
[Exp.
nm.
293/2008],
relativa
a
la
disolucin
del
matrimonio
de
dos
personas
de
mutuo
acuerdo,
cuyas
condiciones
se
han
fijado
anteriormente
en
un
acta
firmada
por
ambas.
Destaca
que
los
MRE
recurren
a
determinados
medios
el
acta
previa
al
divorcio-
para
evitar
que
no
sean
reconocidas
sus
decisiones.
Sin
embargo,
en
principio,
la
homologacin
en
Marruecos
de
esta
decisin
extranjera
de
divorcio
no
debe
tener
ningn
problema,
al
no
ser
incompatible
con
el
orden
pblico
y
haber
respetado
las
causas
de
disolucin
que
prev
el
CF,
en
concreto,
el
talaq
bilitifaq
(mutuo
acuerdo).
Recurdese
que
se
trata
de
una
modalidad
de
disolucin
del
tipo
talaq,
pero
no
puede
considerarse
un
repudio,
en
la
medida
en
que
se
solicita
por
el
acuerdo
de
los
cnyuges
(vase
el
Cap.
Segundo).
685
Vase,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
289
y
ss.
686
Vase
O.
ALJIDI,
Aluurf
Walaamal
Fi
Aladhab
Almaliki,
Matbaat
Fdala,
1982,
p.
225.
311
esposo,
y
que
manifest
por
el
abandono
del
domicilio
conyugal,
segn
se
desprende
de
la
sentencia
extranjera687.
De
otro
lado,
la
sentencia
del
TS,
de
1
de
noviembre
de
2006,
estima
que:
las
circunstancias
que
se
indican
en
la
sentencia
extranjera
se
refieren
a
validez
del
matrimonio,
sin
que
se
haya
declarado
su
disolucin
por
ninguna
de
las
causas
que
seala
el
CF688.
El
legislador
ha
expresado
de
forma
clara
en
el
art.
128
del
CF
que
ningn
Tribunal
podr
denegar
el
exequtur
de
una
sentencia
extranjera,
salvo
que
concurra
uno
de
los
siguientes
motivos:
que
sea
incompatible
con
el
orden
pblico
marroqu
o
haya
privado
a
una
de
las
partes
de
su
derecho
de
defensa.
Tampoco
puede
ponerse
en
tela
de
juicio
la
adecuacin
de
los
hechos,
la
suficiencia
de
la
argumentacin,
ni
los
medios
de
prueba
o
la
referencia
al
Derecho
marroqu
sobre
la
disolucin
del
matrimonio689.
Ahora
bien,
ser
preciso
que
la
decisin
extranjera
rena
las
condiciones
requeridas
en
los
arts.
430-432
del
CPC
y
se
siga
el
procedimiento
establecido.
Por
tanto,
tras
la
entrada
en
vigor
del
CF,
los
TPI
marroques
no
realizan
el
control
de
la
competencia
legislativa,
que
impide
el
reconocimiento,
porque
en
la
mayor
parte
de
los
sistemas
de
DIPr
de
los
pases
extranjeros
de
residencia
de
las
personas
marroques,
la
disolucin
del
matrimonio
se
regula
por
la
ley
de
la
residencia
habitual690.
687
Ello
se
interpreta
segn
el
concepto
del
TS
que
la
disolucin
del
matrimonio
que
resolvi
el
Juez
extranjero
en
estas
dos
situaciones,
es
un
tipo
de
talaq.
Aunque
esta
institucin
puede
ser
desconocida
o
no
reconocida
en
el
sistema
jurdico
del
pas
extranjero
cuya
sentencia
fue
pronunciada.
688
Por
ello,
no
se
casa
la
decisin
del
TA
de
Uxda,
que
haba
denegado
el
exequtur
de
la
sentencia
del
TPI
de
Rotterdam
[STS
nm.
605,
Exp.
nm.
253/2/1/2005
(indita)].
689
Vase,
Dalil
Aamali
limudawwanate
alusra,
Ministerio
de
Justicia,
publicaciones
de
la
Asociacin
de
publicacin
de
la
informacin
jurdica
y
judicial,
nm.
1,
Rabat,
2004,
p.87.
690
En
esta
lnea,
puede
criticarse
la
reforma
del
art.
107
del
Cc
operada
por
el
legislador
espaol
en
2003,
que
consisti
en
aplicar
la
ley
de
la
residencia
habitual
a
las
personas
extranjeras
para
presentar
las
demandas
de
disolucin
del
matrimonio,
porque
no
hubiera
sido
necesario
modificar
la
referida
norma
de
conflicto,
dado
que
la
ley
marroqu
se
estaba
312
B) mbito
de
aplicacin
restrictivo
Tras
la
entrada
en
vigor
del
CF,
por
vez
primera
se
toma
en
cuenta
en
el
art.
128
la
situacin
de
los
MRE
que
no
contemplaba
el
antiguo
CEP-
en
materia
de
reconocimiento
de
sentencias
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio.
Ahora
bien,
esta
disposicin
se
refiere
a
los
supuestos
que
prev
el
art.
71
del
CF
y,
por
ello,
no
permitira
reconocer
sentencias
extranjeras
respecto
a
cualquier
asunto
referido
al
estatuto
personal
y
familiar691.
El
CF
ha
delimitado
las
decisiones
que
pueden
homologarse
en
Marruecos
relativas
a
la
disolucin
del
matrimonio,
lo
que
no
conlleva
impedir
el
reconocimiento
de
la
decisin
extranjera
pronunciada
en
asuntos
distintos
(sentencia
extranjera
relativa
a
la
determinacin
de
la
filiacin
o
a
su
impugnacin,
sobre
la
pensin
alimenticia
o
la
atribucin
de
la
hadana),
sino
que
su
mbito
se
limita
a
las
sentencias
de
anulacin
o
disolucin
de
la
relacin
matrimonial
en
determinados
casos692.
Si
se
trata
de
una
decisin
extranjera
sobre
capacidad,
filiacin,
custodia,
testamento,
restitucin
de
menores
trasladados
de
forma
ilcita,
responsabilidad
parental
o
pensin
alimenticia,
se
someten
al
sistema
previsto
en
el
CPC
y
en
los
convenios,
en
particular,
en
el
caso
de
Espaa,
los
concluidos
el
30
de
mayo
de
modificando
tambin
en
ese
momento,
con
la
finalidad
de
ampliar
las
formas
de
disolucin
del
matrimonio.
Como
es
sabido,
en
Marruecos,
el
actual
CF
permite
a
la
mujer
solicitar
la
disolucin
de
su
matrimonio
por
mutuo
acuerdo
o
por
la
existencia
de
desavenencias
en
la
pareja
(vase
el
Cap.
Segundo).
Para
una
visin
crtica
de
la
reforma
del
art.
107
del
Cc
vase,
G.
ESTEBAN/T.
SAGHIR:
Reconocimiento
en
Marruecos,
loc.
cit.,
pp.
519
y
ss,
y
A.
RODRGUEZ
BENOT:
Trfico
externo
derecho
de
familia
y
multiculturalidad
en
el
ordenamiento
espaol
en
AAVV
La
multiculturalidad:
especial
referencia
al
Islam,
Madrid,
2002,
pp.
21-27.
691
Vase,
Y.
FARISI:Qiraa
fi
almaddat
128
min
Mudawwanat
alusrat,
loc.
cit,
pp.243
y
ss.
692
La
sentencia
extranjera
de
divorcio
por
chiqaq
y
por
acuerdo
de
ambas
partes
no
es
contraria
ni
al
art.
128
del
CF,
ni
al
orden
pblico
[STS
nm.
312,
de
17
de
mayo
de
2006
(Exp.
nm.
672/2/1/2005)].
313
1997693.
As,
el
art.
128
del
CF
ha
acotado
el
tipo
de
sentencias
extranjeras
que
pueden
reconocerse
en
Marruecos
sin
que
sea
necesario
realizar
el
control
de
la
competencia
legislativa,
que
son
slo
las
relativas
a
la
disolucin
del
matrimonio
(por
las
causas
que
establece
el
CF)
y
no
otras,
cuya
homologacin
ha
de
realizarse
de
conformidad
con
el
CPC,
as
como
los
convenios
relativos
al
estatuto
personal
y
familiar694.
C) Relacin
del
art.
128
del
Cdigo
de
Familia
con
el
Cdigo
de
Procedimiento
civil
y
con
los
convenios
Llama
la
atencin
la
relacin
que
presenta
el
art.
128
del
CF
con
los
arts.
430-432
del
CPC,
as
como
con
los
convenios
suscritos
por
Marruecos
en
materia
de
reconocimiento
y,
en
particular,
con
respecto
al
Convenio
hispano-marroqu,
de
30
de
mayo
de
1997,
sobre
cooperacin
judicial
en
materia
civil,
mercantil
y
administrativa695.
Si
bien
un
sector
de
la
doctrina
seala
que
el
art.
128
del
CF
no
es
de
aplicacin
en
las
relaciones
hispano-marroques,
sino
el
referido
Convenio
bilateral696,
693
Vase,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
287
y
ss.
Entre
otros,
consltese
S.
ADRIWACH:
Kayfa
Naqrae
Muqtadayat
Tanfid
Alahkam
Alaynabiya
Aala
Dawe
Almadda
128
Min
Mudawwanat
Alusra,
Mayyalat
Alqadae
Walqanun,
n
152,
pp.
60
y
ss.
694
Vase,
I.
BAHMANI,
Alaamal
Alqadai
Fi
Qadaya
Alusra,
op.
cit,
p.
161
y
Y.
FARISI:Qiraa
fi
almaddat
128
min
Mudawwanat
alusrat,
loc.
cit,
pp.
243
y
ss.
695
BORM,
de
25
de
junio.
Si
bien
Espaa
y
Marruecos
tienen
suscrito
otro
Convenio
sobre
asistencia
judicial,
reconocimiento
y
ejecucin
de
resoluciones
judiciales
en
materia
de
derecho
de
custodia,
derecho
de
visita
y
devolucin
de
menores,
tambin
de
30
de
mayo
de
1997,
se
analiza
el
primero,
al
tratarse
de
un
convenio
general,
en
comparacin
con
el
convenio
especial
en
el
mbito
del
reconocimiento
de
los
derechos
de
guarda
y
visita,
que
no
se
analizan
de
forma
especfica
en
esta
investigacin
(BORM,
de
24
de
junio).
Vase
en
materia
de
reconocimiento,
S.
ADERIWACH:
Kayfa
Naqrae
Muqtadayat...,
loc.
cit,
pp.
65
y
ss.
696
Desde
su
independencia,
Marruecos
ha
suscrito
un
importante
nmero
de
convenios
y
se
ha
incorporado
a
una
multitud
de
tratados
en
el
mbito
del
Derecho,
entre
ellos,
el
Acuerdo
relativo
a
la
prestacin
de
alimentos
(BORM
n
2467,
de
7
de
mayo
de
1960)
y
el
Acuerdo
respecto
a
la
responsabilidad
parental
y
proteccin
de
menores
de
La
Haya
de
1996
(BORM
n
5108,
de
15
de
mayo
de
2003).
Asimismo,
entre
otros
acuerdos
bilaterales,
cabe
citar
la
convencin
entre
Marruecos
y
Francia
de
1981
respecto
al
estatuto
personal
y
familiar
y
la
convencin
entre
Blgica
y
Marruecos
sobre
reconocimiento
de
decisiones
judiciales,
de
26
de
junio
de
2002.
314
hay
que
destacar
que:
en
primer
lugar,
si
se
toman
en
cuenta
las
particulares
relaciones
entre
el
Derecho
islmico
y
Derecho
positivo
en
el
caso
del
ordenamiento
marroqu,
el
Derecho
revelado
tendr
preferencia,
pues
las
materias
reguladas
por
el
CF
estn
comprendidas
en
la
Shariaa697.
De
otro
lado,
la
normativa
convencional
no
desplaza
a
la
estatal,
sino
que
el
procedimiento,
as
como
las
condiciones
para
reconocer
decisiones
extranjeras
que
prevn
los
arts.
430-432
del
CPC
constituyen
un
rgimen
de
mnimos
(vase
infra)698.
Y,
en
este
marco,
el
art.
128
del
CF
es
norma
especial,
no
slo
en
orden
a
eliminar
el
control
de
la
competencia
legislativa,
sino
que
permite
realizar
una
interpretacin
de
la
nocin
de
orden
pblico,
que
estar
constituido
por
los
principios
que
inspiran
el
CF
y
no
tanto
por
un
orden
pblico
islmico699.
En
tercer
extremo,
el
art.
128
del
CF
se
refiere
a
las
actuales
modalidades
de
extincin
de
la
relacin
conyugal
(art.
71
CF).
Y,
por
ltimo,
se
relaciona
con
los
arts.
430-432
del
CPC,
cuya
aplicacin
exige
la
no
susceptibilidad
de
apelacin/casacin
de
acuerdo
con
lo
establecido
en
la
Ley,
salvo
casos
especiales
previstos
en
los
arts.
130
y
134
del
CPC700.
697
315
701
Por
tanto,
todo
depende
de
su
perspectiva
de
los
hechos
y
de
los
fundamentos
de
Derecho,
para
valorar
el
caso
y
decidir
reconocer
o
denegar
la
decisin
extranjera.
Por
ello,
la
demanda
de
reconocimiento
es,
ms
bien,
una
nueva
demanda.
702
Vase,
M.
ALKHADRAWI,
(Juez
del
TPI
de
Abi
Aljad):
Taadil
alahkam
alajnabiyat
bisighat
attanfidiya,
Mayyalat
Muhakama,
nm.
1,
september
de
2006,
pp.
60
y
ss.
316
703
317
La
evolucin
real
del
sistema
marroqu
de
DIPr
se
mide
en
la
apertura
eficiente
hacia
la
ley
extranjera
y
no
en
el
control
de
su
interpretacin.
La
tendencia
es
hacia
la
atenuacin
de
la
tradicin
de
la
personalidad
de
la
ley
que
hacia
su
incremento705.
Ahora
bien,
el
control
del
TS
sobre
la
aplicacin
de
la
ley
extranjera,
que
se
present
en
doctrina
como
un
perfeccionamiento,
no
ha
durado
ms
de
diecisiete
aos
y
desapareci
en
la
primera
ocasin
ante
el
silencio
del
legislador706.
B) Interpretacin
del
art.
430
del
Cdigo
de
Procedimiento
civil
El
recuerdo
de
una
tradicin
personalista
permite
afirmar
que
los
litigios
en
el
mbito
del
estatuto
personal
exigen
el
respeto
del
Derecho
extranjero
cuando
es
el
declarado
aplicable.
Cualesquiera
que
sean
las
razones
que
han
conducido
al
cambio
que
tuvo
lugar
mediante
el
CPC
de
1974,
el
legislador
puso
fin
a
un
privilegio
reconocido
a
la
ley
extranjera.
En
palabras
de
M.
Rachid,
el
CPC
de
1974
no
aporta
mayor
innovacin
a
la
teora
de
exequtur
en
Marruecos,
excepto
-precisamente-
la
supresin
del
poder
de
revisin707.
Las
condiciones
generales
del
exequtur
enumeradas
en
el
art.
430
del
CPC
no
plantean
dudas,
salvo
la
expresin
utilizada
por
el
legislador
al
referirse
a
la
condicin
ms
clsica.
Se
observa
tambin
que
la
dualidad
de
textos
consagrados
al
exequtur
(art.
19
del
DCC
y
290
del
antiguo
CPC),
situados
en
adelante
en
un
nico
y
mismo
rgimen,
no
excluye
evidentemente
la
existencia
de
regmenes
particulares
derivados
de
los
convenios.
La
principal
consecuencia
relacionada
con
la
antigua
distincin
es
la
posible
705
318
revisin
que
fue
establecida
en
el
caso
del
exequtur
en
el
art.
290
del
CPC,
cuando
fue
expresamente
descartada
del
art.
19.
Ahora
la
distincin
puede
subsistir
en
el
rgimen
eventualmente
diferente,
resultado
de
una
u
otra
convencin,
pero
su
significado
no
sera
el
mismo,
debido
a
que
el
Juez
marroqu
no
puede
proceder
a
la
revisin
del
fondo
de
la
decisin
extranjera.
Sin
lugar
a
duda,
la
codificacin
de
1974
es
una
novedad
legislativa
en
materia
de
reconocimiento,
pese
a
que
el
poder
de
revisin
no
permanece
formalmente
excluido,
puesto
que
el
sistema
anterior
lo
admita
y
lo
prevea
en
el
art.
19.
El
actual
art.
430
del
CPC,
limita
los
poderes
del
Juez
a
lo
que
establece
explcitamente,
al
descartar
toda
facultad
de
revisin
respecto
al
fondo.
Si
bien
el
cambio
es
importante
a
nivel
terico,
no
se
efecta
a
nivel
prctico,
porque
el
poder
de
revisin
no
fue
nunca
empleado
por
los
tribunales
marroques,
y
no
ha
dejado
secuelas
en
la
jurisprudencia.
Es
significativo,
porque
marca
el
abandono
de
una
concepcin
introducida
bajo
el
Protectorado
y
bajo
la
influencia
del
modelo
francs
en
una
poca
en
la
cual
la
teora
francesa
del
exequtur
permita
un
gran
margen
para
la
revisin
de
fondo708.
Sin
embargo,
es
sabido
que,
desde
aquel
tiempo,
la
jurisprudencia
francesa
excluy
la
posibilidad
de
revisar
la
decisin
extranjera.
No
es,
por
ello,
sorprende
que
el
legislador
marroqu,
a
su
vez,
se
prescinde
de
dicho
control
con
ocasin
de
la
derogacin
del
CPC
de
1913.
Esta
evolucin
legislativa
podr
explicarse,
no
slo
por
un
cambio
en
la
filosofa
del
sistema,
sino,
ms
bien,
por
la
preocupacin
de
reducir
la
funcin
del
TS
de
un
cierto
nmero
de
apelaciones
y
de
la
ardua
tarea
de
interpretacin
del
Derecho
708
319
709
Pero,
cualquiera
que
sea
la
explicacin
real,
se
integra
fuertemente
en
la
evolucin
general
del
sistema
marroqu
de
DIPr
desde
hace
una
quincena
de
aos,
es
decir,
la
tendencia
para
abandonar
la
singularidad
y
las
anomalas
ligadas
a
una
concepcin
particularmente
amplia
de
personalidad
de
leyes
ahora
en
retroceso.
710
Vase
M.
ABOUD:
Zaway
Alayanib
Bilmagreb,
Mayyalat
Almuhamat
Tusdiruha
Hayeat
Almuhamin
Bilmaghreb,
n
1,
november,
1968,
pp.
9-14.,
y
Mayyalat
Alqadae
Walqanun
nm.
135
y
136,
1986,
p.
137.
320
extranjera
del
estatuto
personal
un
rgimen
particular,
que
no
tienen
otros
mbitos
en
el
sistema
de
DIPr
marroqu711.
Por
ltimo,
si
bien
la
teora
del
orden
pblico
marroqu
en
el
seno
de
la
doctrina
del
Protectorado
fue
restringida
e,
incluso,
rechazada,
hoy
en
da
es
un
principio
ms
del
que
dispone
el
Juez
siempre
que
valore
oportuna
su
utilizacin.
Para
poner
de
relieve
as,
que
no
existen
motivos
que
puedan
justificar
la
negacin
de
un
orden
pblico
propio
(de
Marruecos).
IV.
1. COMPETENCIA
DE
LA
AUTORIDAD
EXTRANJERA
A) Control
de
la
competencia
general
y
especial
El
reconocimiento
en
Marruecos
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
se
supedita
al
cumplimiento
de
un
conjunto
de
condiciones,
que
se
indican
en
los
arts.
430-432
del
CPC
de
1974
y
que
son
verificadas
por
el
TPI
en
el
procedimiento
correspondiente
(vase
infra)712.
Ahora
bien,
a
estas
condiciones
se
711
Si
bien
la
ley
personal
haba
perdido
paulatinamente
los
privilegios
reconocidos
respecto
al
orden
jurdico
del
foro
ya
no
se
justifica
que
se
continu
beneficiando,
ante
el
TS,
de
aspectos
que
en
otra
parte
le
han
sido
rechazados.
Por
tanto,
esa
ley
ya
no
puede
continuar
a
regirse
bajo
la
condicin
comn
exigida
por
la
ley
extranjera
y
por
el
sistema
interior.
Libremente
interpretado,
un
control
al
ms
alto
nivel
sobre
la
interpretacin
del
Derecho
extranjero
hubiera
permitido
asegurar
una
mejora
de
la
justicia.
Ahora
bien,
el
argumento
no
es
propio
de
la
materia
de
estatuto
personal,
inaceptable
por
toda
ley
extranjera,
sea
cual
sea
su
mbito
de
aplicacin.
Vase,
J.
DEPREZ:
La
reforme
de
lorganisation
judiciaire
et
la
procdure
au
Maroc
et
le
Droit
international
priv
(deuxime
partie),
RJPEM,
1978,
vol.
4,
pp.
49
y
ss.
712
El
sistema
marroqu
de
DIPr
no
prev
que
el
reconocimiento
de
los
matrimonios
celebrados
por
autoridades
extranjeras
(con
la
excepcin
de
lo
dispuesto
por
los
nuevos
arts.
14
y
15
del
CF)
ni
la
homologacin
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
tenga
lugar
de
forma
automtica,
sino
mediante
un
procedimiento
especfico,
a
travs
del
cual
se
verifica
el
cumplimiento
de
las
condiciones
establecidas
en
los
arts.
430-432
del
CPC
de
1974.
Vase
en
este
sentido,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
et
lexcution
des
jugements
etrangers
au
Maroc,
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
la
provincia
de
Jan
(2005-2006),
OPIJ,
Comares,
Granada,
2008,
pp.
451
y
ss.
321
322
717
Loi
de
25
mars
1981
relative
au
rglement
des
conflits
de
lois
en
matire
de
dissolution
du
mariage
et
de
sparation
de
corps
et
de
la
reconnaissance
de
celui-ci,
Staats
blad
1981
n166
(texte
franais,
RCDIP,
1981)
(Ley
de
25
de
marzo
de
1981
relativa
al
reglamento
de
conflicto
de
leyes
en
materia
de
disolucin
del
matrimonio,
de
separacin
de
cuerpos
y
del
reconocimiento
de
ste).
323
En
Marruecos,
el
Dahir
de
1913
no
recoge
criterios
de
competencia
internacional
de
los
tribunales
marroques.
Asimismo,
el
nuevo
CPC
de
1974
no
ha
incluido
ninguna
disposicin
sobre
este
tema.
No
obstante,
en
el
Derecho
marroqu
las
reglas
internas
relativas
a
la
competencia,
previstas
en
los
arts.
27
a
30,
constituyen
reglas
de
carcter
general
susceptibles
de
aplicarse
-en
materia
de
DIPr-,
para
determinar
la
competencia
del
Tribunal
extranjero.
Esto
es,
se
adoptan
las
reglas
de
la
competencia
internacional
aplicadas
en
Marruecos718.
As,
se
establece
que
el
demandante
ha
de
litigar
en
el
lugar
en
el
que
tenga
domicilio
el
demandado
y
en
el
mbito
de
los
bienes
inmuebles,
es
competente
el
Tribunal
del
lugar
en
el
que
estn
situados.
Tambin
se
admite
la
competencia
en
virtud
del
criterio
de
la
autonoma
de
la
voluntad
(sumisin
expresa
y
tcita)719.
Se
trata
de
foros
que
tienen
carcter
exclusivo
o
concurrente,
pero
el
hecho
de
que
sean
competentes
los
tribunales
marroques
no
supone
ineluctablemente
la
incompetencia
de
los
tribunales
extranjeros
(desde
la
perspectiva
del
reconocimiento
en
Marruecos
de
sus
decisiones)720.
No
obstante,
el
control
de
la
competencia
interna
plantea
dificultades
mayores
que
la
internacional,
con
independencia
de
que
es
normal
que
la
competencia
objetiva
o
territorial
corresponda
al
Juez
extranjero,
de
conformidad
con
su
propio
ordenamiento
procesal.
Ahora
bien,
el
Juez
marroqu
(del
exequtur)
tiene
que
comprobar
la
competencia
del
Tribunal
extranjero
tanto
objetiva
como
territorial
e
internacional,
a
718
324
pesar
de
que,
en
los
dos
primeros
casos,
no
pueden
aplicarse
las
reglas
establecidas
por
el
legislador
marroqu.
Si
bien
el
art.
430
del
CPC
no
ha
dado
respuesta
clara
y
definitiva
a
esa
cuestin,
la
jurisprudencia
admite
el
control
de
ambas
competencias.
Ahora
bien,
la
tendencia
moderna
se
basa
en
que
el
Tribunal
al
que
se
pide
el
reconocimiento
no
deniegue
la
solicitud,
aunque
sea
evidente
el
incumplimiento
de
una
norma
relativa
a
su
competencia
interna,
porque
es
una
cuestin,
que
ha
de
resolver
el
ordenamiento
del
pas
en
el
que
se
dict
la
sentencia,
esto
es,
lo
importante
es
que
tenga
existencia
jurdica
en
dicho
pas721.
Se
trata
de
una
condicin
que
puede
ser
resumida
en
que
el
Tribunal
extranjero
que
pronunci
la
sentencia
debe
ser
competente
en
virtud,
tanto
de
las
reglas
relativas
a
la
competencia
judicial
internacional
aplicadas
en
Marruecos,
como
conforme
a
las
reglas
de
competencia
internas
del
ordenamiento
extranjero722.
Como
indica
el
CHM
de
1997
en
el
art.
24,
las
resoluciones
()
tendrn
autoridad
de
cosa
juzgada
en
el
territorio
de
la
otra
parte
contratante,
si
la
resolucin
emana
de
un
rgano
jurisdiccional
competente
segn
las
normas
aplicables
en
el
pas
en
el
que
ha
sido
dictada723.
721
Sin
embargo,
la
mayor
parte
de
las
legislaciones
toman
en
cuenta
el
asunto
y
la
autoridad
del
pas
que
la
ha
dictado
e,
incluso,
algunas
controlan
como
Marruecos-
si
el
Juez
extranjero
es
el
competente
en
su
propio
pas.
En
el
momento
actual,
determinar
la
competencia
del
Presidente
del
tribunal
comercial
se
realiza
cuando
la
competencia
para
resolver
el
objeto
de
la
demanda
en
origen-
es
del
tribunal
comercial.
As,
cuando
se
trate
de
una
materia
cuyo
conocimiento
haya
correspondido
al
tribunal
de
comercio
de
origen,
la
competencia
para
reconocer
la
decisin
extranjera
corresponde
en
Marruecos
al
tribunal
comercial.
Vase,
A.
DARMICH:
Qimat
alhukm
alajnabiye
bilmaghreb
fi
dawae
atachriae
wa
alitifaqiyate
alqadaia
allati
sadaqa
aalayha
almaghreb,
Mayyalat
Almuhamat,
nm.
20,
1982,
pp.
48
y
ss.
722
Adems,
ha
de
tratarse
de
una
autoridad
judicial
de
un
pas
reconocido
por
Marruecos.
En
este
sentido
vase,
M.
LAHSSAYNI/M.
ALWARDI,
Alqanun
Addawli
Aljasse
Lilmagreb
Almustaqel,
Kuliyat
Alhuquq
Rabat
1991-1992,
p.
137;
y
A.
ZOUIR:
Taadiil
alahkame
wa
alouqoude,
loc.cit,
pp.
80-103.
723
El
CHM
no
recoge
criterios
de
competencia
indirectos,
lo
que
sucede
en
muchos
otros
convenios
firmados
por
Espaa
en
el
mbito
del
reconocimiento,
que
recogen
un
catlogo
de
foros,
que
tienen
la
finalidad
de
verificar
la
competencia
de
la
autoridad
extranjera
de
origen
cuando
se
solicita
el
reconocimiento
de
sus
decisiones
en
el
Estado
requerido.
Como
destaca
la
doctrina,
el
hecho
de
que
la
autoridad
marroqu
competente
para
el
reconocimiento
tenga
que
325
Cabe
citar
un
interesante
asunto,
en
el
que
se
plantea
el
control
de
la
competencia
de
la
autoridad
extranjera
de
origen
belga,
ante
la
que
la
madre
marroqu
de
los
menores
haba
presentado
una
demanda
en
reclamacin
de
la
prestacin
de
alimentos
a
favor
de
sus
hijos
contra
el
padre
de
los
mismos.
La
ex
esposa
del
padre
de
los
menores
present
la
demanda
ante
el
TPI
de
Bruselas
(Blgica),
que
resuelve
de
forma
favorable
el
derecho
de
los
hijos
a
la
referida
pensin,
pero
es
preciso
que
dicha
decisin
sea
reconocida
en
Marruecos,
al
encontrarse
el
padre
en
dicho
pas.
La
interesada
solicita
el
exequtur
de
la
decisin
ante
el
TPI
de
Nador,
que
la
desestima.
Sin
embargo,
recurre
la
decisin
ante
el
TA,
que
reconoce
la
primera
sentencia
del
Tribunal
extranjero.
No
obstante,
la
decisin
es
recurrida
en
casacin
por
el
marido724.
El
TS
casa
la
decisin
del
TA,
porque
la
sentencia
belga
se
dict
por
una
autoridad
incompetente
territorial
y
objetivamente,
al
haber
abandonado
el
demandado
Blgica
para
vivir
de
forma
definitiva
en
Marruecos.
Por
tanto,
la
autoridad
belga
no
tiene
competencia
para
condenar
a
una
persona,
que
reside
fuera
de
dicho
pas,
ni
tampoco
para
obligarla
al
pago
de
una
pensin
alimenticia
a
favor
de
los
hijos
y
privarla,
incluso,
del
derecho
de
visita725.
verificar
la
competencia
internacional
e
interna
de
la
autoridad
judicial
de
origen
es
una
de
las
principales
causas
del
retraso
en
la
homologacin
de
las
decisiones
extranjeras
[vase,
R.
RUEDA
VALDIVIA:
Las
decisiones
de
divorcio
y
de
separacin
matrimonial
en
el
trfico
jurdico
entre
Espaa
y
Marruecos
en,
S.
SNCHEZ
LORENZO
(ed.),
La
integracin
de
los
extranjeros.
Un
anlisis
transversal
desde
Andaluca,
Atelier,
Barcelona,
2009,
pp.
715
y
ss].
724
STS
nm.
35,
de
13
de
febrero
de
2006
[Dossier
nm.
20/2005/10,
(indita)].
725
326
C) Control
del
carcter
religioso
de
la
autoridad
extranjera?
La
valoracin
de
la
competencia
de
la
autoridad
extranjera
se
realiza
en
el
momento
de
la
homologacin
de
la
decisin
en
Marruecos.
Si
se
trata
de
una
decisin
espaola,
su
competencia
se
controla
de
conformidad
con
el
Derecho
extranjero,
sin
que
la
autoridad
marroqu
deba
poner
limitaciones
u
obstculos,
previstos
en
el
Derecho
marroqu
para
denegar
el
reconocimiento
bajo
la
consideracin
de
falta
de
competencia
internacional
del
tribunal
espaol.
Sin
embargo,
la
jurisprudencia
marroqu
ha
tratado
de
limitar
la
competencia
de
las
autoridades
judiciales
extranjeras
para
pronunciar
sentencias
en
el
mbito
de
las
cuestiones
pertenecientes
al
estatuto
personal
de
los
marroques
musulmanes
residentes
en
el
extranjero.
Si
bien
la
jurisprudencia
no
se
centra,
en
particular,
en
las
decisiones
espaolas,
ilustra
la
mentalidad,
que
lleva
al
Juez
marroqu,
genricamente,
a
denegar
el
reconocimiento
de
las
sentencias
pronunciadas
por
los
tribunales
extranjeros726.
Es
ms,
los
tribunales
marroques
han
denegado
el
reconocimiento
por
el
mero
hecho
de
que
los
jueces
que
las
pronunciaron
no
eran
musulmanes.
726
327
En
efecto,
una
decisin
del
TS
resuelve
el
recurso
contra
la
sentencia
del
TA
de
Nador,
que
confirm
la
sentencia
del
TPI
para
el
exequtur
de
una
sentencia
alemana,
alegando
que
el
reconocimiento
de
la
sentencia
extranjera
instituye
un
caso
relacionado
con
el
orden
pblico
marroqu,
se
trata
de
la
disolucin
del
matrimonio
por
talaq
que
condiciona
el
legislador,
por
testificar
ante
dos
adules,
y
que
no
lo
resuelva
un
Juez
extranjero
cuya
confesin
no
es
la
musulmana.
Adems,
la
decisin
anulada
no
averigu
la
falta
de
competencia
del
Juez
extranjero
para
resolver
la
demanda
presentada
por
la
demandante
marroqu
en
la
que
hace
constar
el
perjuicio
causado
por
el
solicitante,
pero
sin
acreditar
dicho
perjuicio
alegado727.
Cabe
citar
otras
decisiones
en
la
misma
lnea,
entre
ellas,
las
pronunciadas
por
el
TA
de
Casablanca
(de
8
de
abril
de
2004
y
29
de
abril
de
2004),
en
las
que
se
deniega
el
exequtur
a
dos
sentencias
extranjera,
una
procedente
de
Francia
y
otra
de
Blgica,
porque
la
sentencia
extranjera
declara
la
disolucin
del
matrimonio
por
talaq
de
la
apelante
de
su
marido
(el
apelado),
en
un
caso
relativo
a
talaq,
que
el
legislador
exigi
testificar
ante
dos
adules
y
requiri
su
pronunciacin
por
un
Juez
musulmn,
con
lo
cual
la
disolucin
del
matrimonio
por
este
ltimo
afecta
directamente
al
orden
pblico
marroqu728.
727
Vase
el
discurso
con
ocasin
de
la
apertura
del
TS
al
comienzo
del
ao
judicial
1967-1968,
que
analiza
Bahnini,
cuya
importancia
reside
en
que
el
Presidente
del
Tribunal
incide
en
la
construccin
de
un
nuevo
concepto
de
orden
publico
marroqu
independiente
e
inspirado
en
la
Shariaa,
para
aconsejar
el
abandono
de
la
tendencia
existente
durante
la
poca
del
Protectorado.
Por
ltimo,
llama
al
uso
de
la
norma
de
conflicto
como
reflejo
de
la
independencia
del
DIPr
marroqu.
Vase,
A.
BAHNINI:
Jitab
Arrais
Alawal
Lilmaylis
Alaela
Bimunasabat
Iftitah
Assana
Alqadaiya,
Mayyalat
Qdae
Alusra
n
2,
1968,
pp.
20
y
ss;
y
Sent.
nm.
90
[Exp.
nm.
212/2/1/2000],
jurisprudencia
del
TS,
nm.
59-60,
de
24
de
enero
de
2001.
728
Sent.
nm.
1765/1
[Exp.
nm.
3401/1/3,
indita].
Sent.
nm.
1221/1,
[Exp.
nm.
2877/1/03
(indita)].
Vase,
N.
LAHLOU,
La
condition
de
la
loi
trangre
en
Droit
international
priv.
Essai
dtude
comparative
du
Droit
international
priv
franais
et
marocain,
Doct.
dEtat
en
Droit
priv,
Paris
II,
1981,
cit
en
Le
droit
international
priv
dans
les
pays
Magrbins,
Vol.
I,
Janvier-
Juin,
1995,
p.
166.
328
Es
patente
la
postura
de
algunos
Jueces,
incluso
tras
la
entrada
en
vigor
del
CF,
respecto
a
las
sentencias
de
tribunales
europeos,
que
resuelven
los
conflictos
en
los
que
una
de
las
partes
es
marroqu.
Por
ello,
correspondera
exclusivamente
a
los
jueces
musulmanes,
resolver
la
disolucin
de
relaciones
matrimoniales
entre
marroques
musulmanes,
as
como
otros
aspectos
de
la
vida
personal
y
familiar.
Sin
embargo,
el
TS
ha
percibido
la
gravedad
de
esa
tendencia
judicial
y
ha
corregido
esta
postura729.
As,
despus
de
que
una
sentencia
del
TA
de
Rabat
denegara
el
exequtur
a
una
sentencia
de
divorcio
pronunciada
por
el
TPI
de
Bruselas,
basndose
en
que
al
TA
no
se
le
consta
el
cumplimiento
de
la
condicin
del
Islam
en
el
Tribunal
que
la
pronunci,
y
por
consiguiente,
la
contrariedad
con
la
norma
que
no
permite
la
representacin
de
un
no
musulmn
a
un
musulmn730,
el
TS
respondi
que:
el
Derecho
marroqu
manifest
las
condiciones
que
deben
cumplirse
para
acordar
el
exequtur
de
una
sentencia
extranjera,
y
no
excluy
las
sentencias
dictadas
en
materia
de
estatuto
personal.
Lo
que
significa
que:
el
TA,
al
aadir
la
condicin
de
que
se
haya
pronunciado
la
sentencia
extranjera
por
un
Juez
musulmn,
ha
infringido
la
ley
y
expuso
su
decisin
a
casacin731.
Para
valorar
esta
actitud,
conviene
relacionarla
con
dos
cuestiones
esenciales:
en
primer
lugar,
la
creencia
religiosa
o
laica
del
Juez
extranjero
no
es
una
condicin
establecida
por
el
Derecho
marroqu,
ni
en
los
convenios
de
cooperacin
judicial.
En
segundo
extremo,
se
concibe
perfectamente
la
dificultad
de
comprobar
la
creencia
de
un
Juez
extranjero
que
instruye
un
determinado
caso,
incluso
cuando
se
trata
de
una
729
Vase
CH.
CARDAHI:
La
conception
et
la
pratique
du
DIP
dans
lIslam
,
RCADI
1937,
T
;
II,
pp.
518
y
ss,
y
A.
AFAZZAZ:
Alyinsiya
Min
Mandour
Alfiqh
Alislmi
Wattachre
Almagrebi
,
Mayyalat
Almayadin
n
1,
1986,
pp.
95
y
ss.
730
Sent.
nm.
97/2393
(indita).
731
Sent.
nm.
180
[Exp.
nm.
277/2/99],
jurisprudencia
del
TS,
nm.
63,
de
24
de
abril
de
2003.
En
efecto,
el
TA
se
comprometi
a
esa
nueva
posicin
del
TS,
de
forma
que
mencion
en
la
decisin
dictada
en
la
misma
causa,
tras
la
remisin,
que
el
legislador
se
refera
con
el
exequtur
a
toda
sentencia
pronunciada
en
un
pas
extranjero,
sea
islmico,
cristiano
o
judo.
Por
supuesto,
los
jueces
belgas,
en
principio,
no
se
les
exige
la
religin
islmica
para
desempear
su
funcin
judicial.
329
persona
nacional
de
un
pas
islmico,
al
ser
el
Islam
la
religin
oficial.
Por
ltimo,
el
hecho
de
supeditar
el
reconocimiento
de
una
decisin
a
que
haya
sido
pronunciada
por
una
autoridad
competente,
considerando
que
ha
de
profesar
la
religin
musulmana,
es
una
condicin
que
carece
en
la
actualidad
de
lgica
y
razn.
Por
ello,
ha
de
considerarse
superada
en
la
prctica
judicial,
debido
a
la
percepcin
que
tienen
los
Jueces
marroques
de
la
voluntad
del
legislador,
que
evidentemente
no
es
compatible
con
esta
tendencia.
Por
tanto,
para
admitir
el
exequtur
de
una
sentencia
extranjera
no
se
requiere
cuestionar
las
creencias
religiosas
de
quien
la
pronuncia,
sino
el
cumplimiento
de
determinadas
condiciones
requeridas
en
el
sistema
de
DIPr,
as
como
la
compatibilidad
con
los
principios
del
Islam
y
el
orden
pblico.
Esta
posicin
merece
respaldo,
porque
se
adapta
a
los
principios
del
DIPr,
cuya
funcin
es
coordinar
diferentes
sistemas
jurdicos
respecto
a
todo
tipo
de
causas.
An
as,
la
jurisprudencia
exige
que
la
autoridad
extranjera
respete
el
Derecho
marroqu
relativo
al
estatuto
personal
en
las
causas
relacionadas
con
los
marroques
musulmanes
residentes
fuera
del
territorio
marroqu
(vase
infra)732.
En
todo
caso,
el
DIPr
en
los
pases
islmicos
se
ha
marcado
tradicionalmente
por
la
religin,
en
la
resolucin
de
diferentes
litigios
-en
especial
del
estatuto
personal-.
Como
se
ha
sealado,
al
principio,
en
el
mundo
islmico
no
existan
reglas
de
DIPr
equiparables
a
las
del
Derecho
europeo,
sino
se
aplicaba
la
Shariaa.
Sin
embargo,
en
dichos
pases
se
ha
constatado
la
necesaria
incorporacin
de
normas
propias
de
DIPr,
conocidas
en
las
diferentes
legislaciones
de
los
pases
occidentales,
para
dar
respuesta
a
nuevas
situaciones
de
carcter
internacional.
Por
ltimo,
la
necesidad
de
incluir
reglas
de
DIPr
surgi
cuando
empez
el
proceso
de
la
colonizacin,-aunque
anteriormente
existieron
tribunales
en
los
Consulados
que
se
encargaban
de
resolver
los
litigios
entre
los
extranjeros-.
Hasta
entonces
no
se
haba
detectado
esta
necesidad,
puesto
que
las
relaciones
personales
y
familiares
se
732
Vase
A.
MOHAMMED,
Qanun
Alachjass
Aljassa
Aabra
Adduwal
Aw
Alqanun
Addawli
Aljass,
Fs,
Kuliyat
Aluulum
Aqanuniya
Waliqtisadiya
Waliytimaiya,
1983,
H.
SADEQ,
Tanazue
Alqawanin,
Attabaa
Athalitha,
Manchaat
Almaarif
1974,
p.
165,
y
P.
DECROUX:
Exequtur
et
excution
des
dcisions
de
justice
au
Maroc,
RMD,
1956,
pp.
56
y
ss.
330
733
Vase,
F.
RIAD/H.
SADEK:
Les
conflits
de
lois
en
droit
international
Egyptien
dans
les
matires
de
statut
personnel,
Le
statut
personnel
des
musulmans,
droit
compare
et
droit
international
prive,
Travaux
de
la
Facult
de
Droit
de
lUniversit
catholique
de
Louvain,
Bruylant,
Bruxelles,
1992,
pp.
39
y
ss,
y
H.
ALI
SADEQ,
Tanazue
Alqawanin,
dirasa
muqarana
fi
almabadie
alamma
walhulul
alwadiya
almuqarrara
fi
attachrie
almisri,
Munchat
Almaarif
Biliskandariya,
1993,
p.
230.
734
Vase,
I.
BAHMANI,
Alaamal
Alqadai,
op.
cit,
p.
34.
735
El
legislador
tunecino
establece
en
el
art.
11
de
la
Ley
de
DIPr
de
1998
que
si
la
decisin
no
es
susceptible
de
ejecucin,
no
puede
adquirir
el
exequtur.
Vanse
M.
BENMOUSA,
Charhe
Almayyala
Attunsiya
Lilqanun
Addawli
Aljass,
tafsir
fiqhi
taesili
lisair
Ahkam
Almayyala,
Dar
Almizan
Linnachr,
Attabaa
Alula
2003,
p.
189
y
H.
QATRAN:
Mayyalat
Aalqanun
Addawli
Aljass
Wa
Huquq
Alachjas,
Alaemal
Alkamila
Lilmultaqa
Aladi
Nadamahu
Markaz
Addirasat
331
Para
ello,
el
art.
431
del
CPC
exige
que
figure
entre
los
documentos
que
se
presenten
junto
con
la
demanda
de
exequtur,
un
certificado
de
la
Secretara
Judicial
del
Tribunal
extranjero,
que
indique
que
la
decisin
es
firme
y
no
es
susceptible
de
ulterior
recurso
de
conformidad
con
el
ordenamiento
extranjero736.
El
CHM
indica
tambin
como
condicin
para
el
reconocimiento
que
la
resolucin
haya
adquirido
autoridad
de
cosa
juzgada
y
haya
llegado
a
ser
ejecutiva
conforme
a
las
leyes
del
Estado
en
el
que
haya
sido
dictada.
La
jurisprudencia
ha
puesto
de
relieve
que
no
pueden
reconocerse
las
decisiones
que
no
son
definitivas,
ni
siquiera
las
que
se
han
pronunciado
en
procedimientos
que
tienen
el
carcter
de
urgencia737.
La
excepcin
tiene
lugar
cuando
exista
una
norma
convencional.
Ahora
bien,
se
observa
que
esta
condicin
se
analiza
con
cierta
flexibilidad,
permitiendo
de
este
modo-
al
colectivo
de
MRE
obtener
la
homologacin
de
las
decisiones
extranjeras
que
se
refieren
a
sus
circunstancias
personales
y
familiares.
Se
acepta
la
firmeza
de
la
sentencia
extranjera
mediante
la
inscripcin
de
talaq
en
el
libro
de
familia738.
El
demandante
recurri
la
decisin
del
TA
de
Alhucemas,
que
haba
denegado
el
exequtur,
al
no
ser
la
sentencia
definitiva,
ante
el
TS739.
En
otro
Alqanuniya
Walqadaiya
Yawm
12
mars
1999,
Hawla
Almayyalat
Attunsiya
Lilqanun
Addawli
Aljass,
Manchurat
Markaz
Addirasat
Alqanuniya
Walqadaiya,
2000,
pp.
76
y
ss.
736
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
et
lexcution
des
jugements
trangers
au
Maroc,
Primer
Congreso
Internacional
Hispano-Marroqu
sobre
La
inmigracin
extranjera
en
Jan,
problemas
y
soluciones
en
el
horizonte
del
II
Plan
Andaluz,
Universidad
de
Jan,
8
y
9
de
mayo,
2006,
pp.
8
y
ss.
737
En
concreto,
la
decisin
del
TA
de
Uxda,
nm.
489,
de
17
de
noviembre
de
1993,
exigi
que
se
presentasen
junto
a
la
solicitud
de
exequtur
de
una
decisin
pronunciada
en
un
juicio
rpido
celebrado
en
Blgica,
todos
los
documentos
necesarios,
tal
como
se
establece
en
el
CPC
y
en
el
Acuerdo
entre
Blgica
y
Marruecos.
Vase
sobre
este
tema,
A.
A.
SALAMA,
Aistieyal
Fi
Alqanun
Addawli
Aljass
Min
Qanun
Almurfaat
Addajili
Ila
Almurafaat
Almadaniya
Addawliya,
Dar
Annahda
Alaarabiya,
1989,
p.
69.
738
STS
nm.
52
de
8
de
febrero
de
2011
[Exp.
nm.492/2/1/2009].
739
STS
nm.
18,
de
10
de
enero
de
2007
[Exp.
nm.
49/2/1/2006].
332
740
Sent.
nm.
163,
de
11
de
octubre
de
2004
[(Dossier
nm.
254/2003/10,
indita)].
Vase,
M.
ALKHADRAWI:
Taadiil
alahkam
alajnabiyat,
loc.
cit,
pp.
60
y
ss.
333
que
no
sean
incompatibles
con
las
establecidas
en
el
CF.
Esto
es,
la
consecuencia
que
establece
el
apartado
2
del
citado
art.
128
del
CF
no
slo
en
su
aplicacin
a
las
decisiones
marroques,
sino
que
se
extiende
tambin
a
las
extranjeras,
que
no
sean
contrarias
a
las
causas
previstas
en
el
CF.
Por
tanto,
se
deduce
la
desaparicin
de
la
obligatoriedad
de
la
presentacin
del
certificado
que
acredite
la
firmeza
de
la
decisin
extranjera.
Este
tratamiento
se
justifica
puesto
que
la
decisin
extranjera,
a
pesar
de
no
ser
firme
(y,
por
ello,
aunque
no
se
haya
presentado
el
certificado
que
lo
acredite),
est
correctamente
fundada741.
Este
argumento
aparece
en
la
STA
de
Rabat,
referida
al
exequtur
de
una
sentencia
dictada
por
el
Tribunal
sueco,
para
el
que
se
prescinde
del
certificado
de
la
Secretaria
judicial,
pero
garantizando
por
otros
medios
que
procede
de
un
Tribunal
competente,
y
que
ha
disuelto
el
matrimonio
por
acuerdo
entre
las
partes,
que
tambin
prev
el
Derecho
nacional
y,
por
consiguiente,
no
se
opone
al
orden
pblico742.
3. CONTROL
DE
LAS
GARANTAS
PROCESALES
A) Respeto
del
derecho
de
defensa
del
demandado
Junto
a
las
condiciones
sealadas,
es
preciso
que
el
procedimiento
que
se
ha
seguido
en
el
extranjero
haya
respetado
el
derecho
de
defensa
del
demandado,
esto
es,
que
se
trate
de
un
procedimiento
regular743.
Por
tanto,
el
DIPr
protege
un
conjunto
741
Vase, entre otros, L. MESAOUIDI, Muhadarat Fi Alqanun Addawli Aljass, 1990-1991, p. 123.
742
743
334
744
335
art.
23,
2
del
CHM
de
1997,
al
sealar
que
se
verificar
por
la
autoridad
del
Estado
requerido
que
las
partes
hayan
sido
legalmente
citadas,
representadas
o
declaradas
rebeldes.
Si
bien
la
norma
se
refiere
especficamente
a
la
notificacin,
no
ha
de
ser
interpretado
este
requisito
de
forma
estricta,
en
la
medida
en
que
el
apartado
3
del
mismo
art.
23
hace
referencia
de
forma
genrica
al
orden
pblico
como
condicin
para
el
reconocimiento,
as
como
a
los
principios
de
Derecho
internacional
que
sean
aplicables
en
el
Estado
requerido.
746
Sent. nm. 605 del TA de Uxda, de 1 de noviembre de 2006 [Exp. nm. 253/2/1/2005].
747
Sent. nm. 616 del TS, de 22 de diciembre de 2004 [Exp. nm. 673/2/1/2003].
336
4. CONTROL
DE
LA
LEY
APLICADA
POR
LA
AUTORIDAD
DEL
ESTADO
DE
ORIGEN
A) Diferencia
entre
el
control
del
fondo
y
el
control
de
la
ley
aplicada
En
primer
lugar,
no
puede
identificarse
el
control
o
revisin
del
fondo
con
el
control
de
la
ley
aplicada
por
la
autoridad
extranjera
para
pronunciar
la
sentencia,
en
la
medida
en
que
el
primero
es
mucho
ms
gravoso,
al
poder
la
autoridad
competente
para
el
reconocimiento,
entrar
en
la
propia
decisin
o
pronunciamiento
de
la
autoridad
extranjera.
Como
se
ha
sealado
con
anterioridad,
en
este
mismo
Captulo,
el
control
o
revisin
del
fondo
estuvo
vigente
en
Marruecos
durante
la
poca
del
Protectorado,
al
tratarse
de
una
condicin
que
exiga
el
antiguo
CPC
de
1913,
adoptado
en
la
zona
de
Marruecos
bajo
dominacin
francesa.
Si
bien
dicho
control
sobrevivi
incluso
tras
la
independencia
del
pas,
-en
concreto
cuando
se
aprueba
el
Dahir
de
1957-,
su
aplicacin
se
elimina
completamente
una
vez
que
entra
en
vigor
el
CPC
de
1974748.
B) El
control
de
la
competencia
legislativa
En
cuanto
al
control
de
la
competencia
legislativa,
como
se
sabe,
la
solucin
ofrecida
en
Francia
desde
la
decisin
Munzer,
es
que
las
decisiones
extranjeras
no
pueden
ser
reconocidas,
salvo
si
la
ley
que
fue
aplicada
al
litigio
es
la
designada
por
la
regla
francesa
de
conflicto.
Lo
que
significa
que
los
tribunales
franceses
no
admiten
el
exequtur,
si
el
Juez
extranjero
no
ha
aplicado
la
ley
que
el
Juez
francs
considere
apropiada
para
decidir
el
asunto.
La
duda
en
el
Derecho
marroqu
se
cifra
en
torno
al
748
Cabe
recordar
que,
si
bien
dicho
control
ya
no
tiene
cabida
en
el
sistema
marroqu
de
DIPr,
se
practicaba
desde
1957
hasta
1974,
fecha
de
aprobacin
del
CPC.
337
art.
430
de
CPC,
que
guarda
silencio
sobre
esta
cuestin,
limitndose
a
exigir
la
validez
de
la
decisin
extranjera.
Esta
expresin
que
despierta
distintas
interpretaciones.
Un
sector
doctrinal
considera
que
se
requiere
que
se
haya
aplicado
por
la
autoridad
extranjera
la
ley
determinada
por
la
norma
de
conflicto
marroqu.
Otro
entiende
que
la
nocin
de
validez
hace
referencia
a
que
ha
de
tratarse
de
una
sentencia
extranjera
firme
(definitiva),
lo
que
requiere
el
respeto
de
las
reglas
del
proceso
y,
en
particular,
el
derecho
de
defensa
del
demandado
en
el
procedimiento
extranjero749.
Ha
de
ponerse
de
relieve
que
la
jurisprudencia
marroqu
en
su
conjunto
est
revestida
de
un
carcter
religioso,
sea
respecto
a
las
reglas
del
antiguo
CEP,
como
del
nuevo
CF,
que
las
convierte
en
intocables,
cuya
modificacin
no
es
fcil,
ni
siquiera
en
su
relacin
con
otros
sistemas
jurdicos,
en
los
que
no
est
el
componente
religioso.
Por
exigir
a
los
jueces
extranjeros
respetar
el
CEP
marroqu,
los
tribunales
marroques
han
denegado
el
exequtur
a
las
sentencias
que
no
aplican
las
reglas
del
CEP
(antigua
Mudawwana),
las
partes
eran
marroques
musulmanes.
As,
el
TS
de
Rabat
deneg
el
exequtur
de
una
sentencia
holandesa,
porque:
el
Juez
aplic
el
Derecho
holands
que
no
tiene
autoridad
sobre
el
estado
personal
de
dos
marroques
casados
conforme
a
su
Cdigo
personal
y
a
las
normas
de
Derecho
islmico750.
En
otra
ocasin
se
deniega
el
exequtur
de
la
decisin
extranjera,
porque
el
divorcio
bajo
control
judicial
o
el
tatliq
entre
dos
musulmanes
marroques
se
realiza
749
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
et
lexcution
,
loc.
cit,
pp.
5
y
ss.
Vase
tambin,
entre
otros,
S.
CHAKIR
CHALAL:
Alwayize
Fi
Ielm
Alaalaqat
Addawliya,
Muhadarat
Ulqiat
Fi
Kuliyat
Alhuquq
Birrebat
Fi
Alam
Alyamie,
1978-1979,
Maktabat
Attaleb,
pp.
45
y
ss.
750
Este
mismo
Tribunal
deneg
el
reconocimiento
de
una
sentencia
del
TPI
de
Rotterdam
por
no
incluir
los
acontecimientos
de
la
demanda,
as
como
no
proceder
a
justificar
lo
que
se
pronunci:
asimismo,
no
mencion
la
causa
que
acredita
su
resolucin
de
un
divorcio
bajo
control
judicial
de
la
esposa,
el
fundamento
del
Tribunal
reside
en
que
este
tipo
de
sentencias
puede
conllevar
la
prdida
de
control
por
la
jurisdiccin
marroqu
sobre
el
respeto
de
orden
pblico
en
la
sentencia
extranjera.
Sents
.
de
30
de
abril
de
2001;
y
31
de
diciembre
de
2001
[Exp.
nm.
29/10/2001-146/10/2001,
(inditas)].
338
752
753
339
marroqu
por
el
Juez
holands,
que
aplic
el
Derecho
holands,
y
disolvi
el
matrimonio
entre
dos
esposos
marroques,
que
contrajeron
matrimonio
conforme
a
los
preceptos
del
Derecho
islmico.
Otro
motivo
para
denegar
el
reconocimiento
es
el
incumplimiento
de
las
disposiciones
relativas
al
tatliq
por
perjuicio,
previstas
en
el
art.
54
del
CEP,
cuya
aplicacin
es
imprescindible754.
Como
puede
observarse,
la
jurisprudencia
marroqu
en
general
ha
sido
reacia
a
aceptar
el
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras,
en
especial,
aquellas
relacionadas
con
el
Derecho
de
familia
y,
en
concreto,
de
disolucin
del
matrimonio,
cuando
no
se
haba
aplicado
el
antiguo
CEP
o
incluso
el
actual
CF755,
lo
que
remite
a
la
nocin
de
orden
pblico,
que
se
analiza
infra.
Sin
embargo,
el
actual
art.
128
del
CF
incide
en
la
lnea,
que
consiste
en
impedir
que
dejen
de
reconocerse
las
decisiones
extranjeras,
por
el
solo
hecho
de
que
no
se
haya
aplicado
el
Derecho
marroqu,
tomando
en
cuenta
lo
normal,
que
es
la
aplicacin
de
la
autoridad
extranjera
de
su
propio
sistema
de
DIPr,
incluso
en
el
caso
de
que
se
trata
de
dos
personas
de
nacionalidad
marroqu.
Es
importante
matizar
que
las
relaciones
de
carcter
internacional
se
regulan
por
las
normas
de
conflicto,
cuya
funcin
es
aplicar
el
ordenamiento
ms
estrechamente
vinculado
a
la
relacin
de
que
se
trate
(principio
de
proximidad).
Se
han
creado
normas
generales,
que
permiten
resolver
ciertas
situaciones,
cuya
utilidad
se
extiende
a
otros
casos
parecidos756,
con
la
finalidad
de
evitar
la
complicada
tarea
que
supone
legislar
sobre
todas
y
cada
una
de
las
relaciones
de
DIPr
que
pueden
plantearse.
754
340
341
En
todo
caso,
al
igual
que
ha
sucedido
en
el
sistema
espaol
de
DIPr,
el
orden
pblico
ha
devorado
de
forma
progresiva
el
fraude
de
ley,
de
forma
que,
en
el
momento
actual,
dejan
de
reconocerse
las
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
por
razn
del
orden
pblico,
sin
que
se
emplee
la
figura
del
fraude,
que
resulta
ms
difcil
probar.
La
jurisprudencia
no
toma
en
cuenta
la
posible
existencia
de
fraude
por
la
falta
de
pruebas,
que
permitan
demostrar
las
intenciones
reales
de
la
persona,
al
cambiar
de
nacionalidad,
al
convertirse
a
otra
religin
para
evitar
una
consecuencia
o
acogerse
a
un
derecho
de
forma
ilegal.
Como
es
sabido,
las
decisiones
judiciales
han
de
fundamentarse
en
pruebas,
a
pesar
de
que
exista
una
tendencia
en
el
Derecho
comparado
que
todo
derecho
adquirido
por
fraude
es
nulo.
Sucede
en
el
caso
de
las
personas
que
no
son
musulmanas,
pero
que
se
convierten
al
Islam,
no
por
conviccin,
sino
para
contraer
matrimonio
con
una
mujer
de
esta
confesin.
Si
bien
es
fraude
ante
el
Derecho
marroqu,
resulta
complicado
probarlo
ante
el
tribunal.
Por
tanto,
ste
tan
slo
comprueba
que
tienen
lugar
los
trmites
administrativos
necesarios
y
previos
a
la
celebracin
del
matrimonio.
Sin
embargo,
si
los
particulares
han
alterado
o
manipulado
el
punto
de
conexin
de
la
norma
de
conflicto
con
la
finalidad
de
que
dejen
de
aplicarse
normas
imperativas
del
ordenamiento,
que
hubiese
resultado
aplicable
en
el
caso
de
que
no
se
hubiese
producido
dicha
alteracin,
est
presente
el
fraude.
760
Se
trata
de
un
retorno
hacia
el
Islam,
especialmente
por
la
va
de
la
nocin
de
orden
pblico
claramente
revelada
en
el
discurso
de
Bahnini,
en
el
informe
de
Allal
El
fassi
y
en
las
obras
de
otros
jvenes
juristas.
En
este
sentido
vase,
J.
DEPREZ:
La
reforme
de
lorganisation,
loc.cit,
pp.
67
y
ss;
y
P.
GRAULISH,
Principes
de
droit
International
priv,
Dalloz,
Paris,
1961,
n
1,
p.
157.
761
Durante
la
poca
del
Protectorado
fue
constantemente
rechazada
la
accin
delorden
pblico,
hasta
llegar
a
dudar
acerca
de
la
existencia
de
esa
nocin
en
el
sistema
de
1913.
Adems,
el
DCC
afirm
que
el
orden
pblico
no
puede
tener
ningn
efecto
en
Marruecos,
y
por
consiguiente,
se
descarta
por
completo
en
la
construccin
del
sistema,
cuyo
punto
de
partida
fue
la
personalidad
de
la
ley.
Sin
embargo,
este
punto
de
vista
no
fue
absoluto.
La
jurisprudencia
descart
en
ms
de
una
ocasin,
por
incompatibilidad
con
el
orden
pblico,
ciertas
leyes
extranjeras
en
materia
de
matrimonio.
Estas
intervenciones
-en
definitiva-
excepcionales,
han
dado
lugar
al
nacimiento
de
una
teora
original
del
orden
pblico
en
el
DIPr
marroqu.
Consltese
entre
otros
E.
JAYME:
Ordre
public,
droit
de
lhomme,
et
diversit
de
religin
en
VVAA
Islamic
Law
and
its
reception
by
Courts
in
the
west,
Congres
form
23
to
24
342
En
efecto,
la
Shariaa
es
parte
fundamental
del
orden
pblico
en
Marruecos
y
cualquier
sentencia
extranjera
contraria
a
sus
principios
no
ser
susceptible
de
reconocimiento762.
La
sentencia
dictada
en
un
pas
extranjero
puede
ser
contraria
al
orden
pblico
en
Marruecos,
como
puede
suceder
cuando
se
trate
de
una
decisin
relativa
al
matrimonio
de
una
mujer
musulmana
con
un
hombre
no
musulmn,
o
que
determine
la
obligacin
de
la
mujer
de
pago
de
la
pensin
de
alimentos
al
marido
musulmn,
o
que
el
objeto
de
la
sentencia
extranjera
se
vincule
con
un
derecho,
que
encuentra
su
fuente
en
la
lotera
o
en
una
relacin
ntima
ilcita.
El
orden
pblico
constituye
una
condicin
esencial
del
exequtur
y
principal
motivo
para
denegar
el
reconocimiento
en
Marruecos
de
la
mayor
parte
de
las
sentencias
extranjeras.
Sin
embargo,
su
definicin
es
amplia.
En
la
doctrina,
Abdearrazaq
Ahmed
Asnhouri
lo
define
como
la
moralidad
pblica
en
una
comunidad
y
generacin
concreta,
un
conjunto
de
reglas
que
las
personas
se
encontraron
obligados
a
seguir
conforme
a
la
ley
de
tica
en
sus
relaciones
sociales763.
Segn
un
sector
de
la
doctrina,
se
explica
el
carcter
islmico
del
orden
pblico
en
Marruecos
-reflejado
as
mismo
en
el
CF-,
como
admisible,
siendo
el
Islam
la
religin
oficial
del
Estado.
Una
admisibilidad
que
tiene
dos
facetas
(la
interna
y
la
internacional),
para
llegar
a
deducir
que,
en
la
mayora
de
los
casos,
la
parte
de
la
tica
y
religin
del
orden
pblico
se
traduce
en
la
moralidad
pblica764.
october
1998
in
Osnabruck,
Bonn,
1999,
pp.
221-230,
en
especial
Identit
culturelle
et
Droit
de
lhomme,
p.
224.
762
Entre
otros,
consltense
M.
ABOUD:
Annidam
Alaam
Kasabab
Listibaad
Alqanun
Alaynabi,
Mayyalat
Almuhamat
n
19,
1979,
pp.
45
y
ss;
y
A.
HADDOUCH:
Alfiqh
Alislami
Wanizaat
Dat
Alunsur
Alaynabi,
Rabitat
Alqudat,
n
4,
pp.
120
y
ss.
763
Vase
A.
AHMED
ASANHOURI,
Alwasit
fi
Charh
Alqanoun
Almadani,
Alyuze
Attasie,
Asbab
Kasb
Almilkiya.,
Dar
Annahda
Alaarabiya
Bialqahira,
1968,
p.
267.
764
Lo
sealado
con
respecto
a
la
Chrae
se
aplica
igualmente
a
la
religin
juda.
Si
el
orden
pblico
en
Marruecos
tiene
contenido
islmico
para
el
caso
de
las
personas
musulmanas,
est
revestido
de
un
carcter
hebreo
respecto
a
los
marroques
judos.
As
lo
indica
el
TA
de
Rabat,
con
respecto
al
matrimonio
celebrado
en
Francia
entre
un
judo
marroqu
y
una
francesa
cristiana;
cualquier
violacin
del
derecho
de
estatuto
personal
se
considera
violacin
de
343
El
criterio
de
la
tica
o
la
ley
tica
no
es
personal,
esto
es,
no
es
el
que
cada
uno
aplica
segn
su
valoracin
personal,
sino
un
criterio
social
de
carcter
general,
tomado
como
referencia.
No
obstante,
evoluciona
conforme
al
desarrollo
de
la
idea
tica
en
una
civilizacin
concreta.
El
orden
pblico
y
la
tica
reflejan
los
factores
sociales,
econmicos
y
ticos,
que
afectan
al
Derecho,
cuya
funcin
es
adecuarlos
a
la
evolucin
social,
econmica
y
tica
en
generacin
y
entorno765.
En
este
sentido,
la
jurisprudencia
se
ha
pronunciado
sin
ambigedad,
especialmente,
en
materia
de
estatuto
personal766.
De
otra
parte,
en
el
sistema
de
DIPr
se
diferencia
entre
el
orden
pblico
interno
y
el
orden
pblico
internacional,
que
debe
prevalecer,
en
principio,
siempre
que
el
litigio
planteado
requiera
la
aplicacin
del
Derecho
extranjero
o
el
reconocimiento
de
una
sentencia
extranjera
en
Marruecos767.
En
cuanto
al
orden
pblico
relativo
al
DIPr
en
especial,
el
Juez,
en
ausencia
de
orden
pblico
interno
y
conlleva
que
el
matrimonio
celebrado
en
un
pas
extranjero
de
forma
contraria
al
Derecho
de
estatuto
personal
de
la
parte
marroqu
sea
nulo.
[Sent.
de
18
de
mayo
de
1962,
Revista
de
Jurisprudencia
y
Derecho,
nms.
59/61
conjuntas,
pp.
550
y
ss].
765
Vase,
M.
ALKACHBOUR,
Charhe
Mudawannat
Alusra,
Alyuze
Alawwal
Azzaway,
op.
cit,
p.
88,
y
M.
LAABI:
Fikrat
Annidam
Alaam
Fi
Alqanun
Addawli
Aljass,
Mayyalat
Alqadae
Walqanun,
n
96,
1969,
pp.
35
y
ss.
766
El
TPI
de
Casablanca
ha
denegado,
en
sentencia
de
23
de
noviembre
de
1962,
el
exequtur
a
una
decisin
de
un
Tribunal
alemn,
que
declar
el
derecho
a
la
pensin
de
alimentos
de
una
mujer,
cuyo
hijo
ha
nacido
de
su
relacin
con
un
marroqu
musulmn,
porque
el
Derecho
islmico
no
reconoce
la
paternidad
biolgica.
Es,
igualmente,
el
uso
de
la
nocin
de
orden
pblico
marroqu,
el
que
llevar
al
Juez
marroqu
a
denegar
el
reconocimiento
de
una
decisin
extranjera,
que
atribuye
la
tutela
de
un
nio
marroqu
musulmn
a
una
persona
cuya
confesin
no
es
la
musulmana.
767
Si
bien
en
materia
de
conflicto
de
leyes
la
idea
del
orden
pblico
aspira
a
la
percepcin
de
aquel
objetivo,
pero
de
otra
manera.
El
orden
pblico
en
el
Derecho
interno
se
interesa
ms
por
la
regla
judicial
nacional,
es
parte
en
ella
y
protector
de
la
misma.
Sin
embargo,
en
el
conflicto
de
leyes
es
defensor
de
la
regla
nacional,
de
forma
que
se
opone
a
travs
del
orden
pblico
a
la
aplicacin
del
contenido
del
Derecho
extranjero,
que
es
contrario
a
los
principios
y
valores
econmicos,
sociales
y
polticos
de
la
sociedad.
Por
tanto,
el
orden
pblico
en
este
sentido
es
tanto
el
vigilante
de
la
regla
jurdica
respecto
al
Derecho
extranjero,
que
se
debe
aplicar,
como
el
protector
de
la
regla
jurdica
nacional,
sea
sustantiva
o
procesal.
344
769
Ibid., p. 197.
345
solicitud
de
exequtur
de
talaq
de
una
mujer
marroqu
casada
con
un
belga,
poniendo
de
relieve
no
el
acta
de
matrimonio,
sino
su
disolucin770.
De
otra
parte,
para
concretar
el
alcance
del
orden
pblico
marroqu
(de
corte
islmico),
en
especial,
en
el
mbito
de
la
disolucin
del
matrimonio,
cabe
sealar
que,
en
ningn
caso
se
reconocern
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
en
las
que
no
se
haya
brindado
a
los
cnyuges
la
posibilidad
de
reconciliarse,
al
menos,
en
una
ocasin
durante
la
tramitacin
del
procedimiento
de
divorcio.
Esto
es,
la
conciliacin
constituye
un
elemento
del
orden
pblico
internacional
marroqu
en
el
momento
actual
cuando
se
trata
de
reconocer
las
decisiones
extranjeras
de
divorcio,
como
lo
ha
indicado
con
rotundidad
la
jurisprudencia771.
De
otro
lado,
forma
parte
tambin
del
contenido
del
orden
pblico
la
configuracin
de
la
disolucin
del
matrimonio
en
el
momento
actual
en
el
CF
de
Marruecos.
Esto
es,
no
se
trata
de
la
aplicacin
de
las
disposiciones
del
CF,
sino
de
que
se
haya
respetado
el
sentido
en
el
que
se
regula
la
disolucin
del
matrimonio,
tomando
en
cuenta
que,
como
se
ha
indicado
en
el
Cap.
Segundo,
se
permite
la
disolucin
del
matrimonio
por
la
existencia
de
desavenencias
as
como
por
mutuo
acuerdo772.
770
771
Por
ello
las
sentencias
de
Tatliq
de
la
mujer
marroqu
despus
del
fracaso
del
procedimiento
de
conciliacin
de
parte
del
Juez
extranjero
por
el
motivo
de
ausencia
del
marido
del
pas
en
el
cual
reside
la
esposa,
no
son
contrarias
al
orden
pblico
marroqu,
y
por
consiguiente
su
rechazo
no
est
justificado.
Vase,
STS
nm.
474
[Exp.
social
nm.
45/2001],
Revista
Qasre,
nm.
11,
pp.
232
y
ss.
772
Se
plantea
la
duda
de
si
sera
posible
reconocer
en
Marruecos
la
disolucin
del
matrimonio
solicitada
por
uno
de
los
cnyuges,
sin
que
se
pueda
aportar
la
existencia
de
tales
desavenencias,
ni
el
consentimiento
del
otro
cnyuge.
La
respuesta
ha
de
ser
afirmativa,
porque
la
nueva
regulacin
de
la
disolucin
del
matrimonio
en
el
CF,
por
la
existencia
de
desavenencias,
no
requiere
la
prueba
de
tales
disputas
o
los
problemas
que
existan
en
la
pareja.
De
hecho,
la
autoridad
judicial
no
exige
demostrar
las
causas
o
razones
de
las
citadas
desavenencias,
de
forma
que,
si,
realizado
un
intento
de
conciliacin,
una
de
las
partes
persiste
en
su
voluntad
de
disolver
el
matrimonio,
la
autoridad
judicial
lo
declara
[STS
nm.
190,
del
22
de
marzo
de
2006
(Exp.
244/2/1/2005)
y
STS
nm.
312,
de
17
de
mayo
de
2006
(Exp.
672/2/1/2005)].
346
Sent. nm. 339 [Exp. nm. 303/04, de 7 de junio de 2005, del TA de Nador].
774
347
Por
ello,
se
desestima
el
argumento
del
demandado
que
se
basa
en
la
aplicacin
del
convenio
franco-marroqu,
porque
su
art.
4
permite
claramente
el
recurso
al
orden
pblico
para
denegar
las
decisiones
que
sean
incompatibles
con
los
principios
o
valores
del
ordenamiento
del
Estado
requerido.
STS
nm.
658,
de
30
de
diciembre
de
2004
[Dossier
03.1.2.556].
Ha
de
tomarse
en
cuenta
en
esta
sentencia
la
aplicacin
de
la
Mudawwana,
pese
a
la
entrada
en
vigor
del
CF.
777
Vase
M.
ALKHADRAWI:
Taadiil
alahkam
alajnabiyat
bisighat
attanfidiya...,
loc.
cit,
pp.
107
y
ss,
y
A.
DARMICH:
Qimat
alhukm
alajnabiye
bilmaghreb
,
loc.
cit,
p.65
y
ss.
778
Respecto
al
orden
pblico
internacional
consltese
entre
otros,
F.
NIBOYET,
Lordre
public
matrimonial,
Paris
L.G.D.J
2008,
A.
RODRGUEZ
BENOT:
La
unificacin
del
derecho
de
familia
en
los
procesos
de
integracin
regional:
la
experiencia
europea,
en
N.
GONZALEZ
MARTIN/A.
RODRIGUEZ
BENOT
(coord.),
El
Derecho
de
familia
en
un
mundo
globalizado,
Mxico,
ed.
Porra,
Universidad
Nacional
Autnoma
de
Mxico,
2007,
pp.
93-121,
H.
AGUILAR
GRIEDER:
Multiculturalidad,
reconocimiento
en
Espaa
de
repudios
islmicos
pronunciados
en
el
extranjero
y
actuales
tendencias
del
orden
pblico
en
el
DIPr.,
en
G.
MORN
GARCA
(dir.),
Cuestiones
actuales
de
derecho
comparado,
La
Corua
Universidade
da
Corua,
servicio
de
publicaciones
2003,
pp.
235-264,
y
E.
ZABALO
ESCUDERO:
Relaciones
internacionales
de
familia
y
derecho
de
los
extranjeros
a
vivir
en
familia,
Revista
de
derecho
migratorio
y
extranjera,
nm.
18,
2008,
pp.
45-81.
779
Vase,
R.
ZEIDGUY
:
Analyse
de
la
jurisprudence,
Le
code
de
la
famille,
loc.
cit,
pp.
264
y
ss.
348
780
349
Por
tanto,
debe
limitarse
la
utilizacin
del
orden
pblico,
sin
ampliar
su
aplicacin,
porque
puede
conducir
a
resultados,
que
sean
absolutamente
incompatibles
con
la
propia
funcin
del
sistema
de
DIPr.
Por
ello,
se
ha
comenzado
a
analizar
la
actuacin
del
orden
pblico
de
una
forma
ms
matizada
por
la
jurisprudencia
y
la
doctrina
de
otros
pases,
para
delimitar
su
intervencin
en
el
mbito
del
exequtur
y
optan
por
el
concepto
atenuado,
con
el
objeto
de
garantizar
la
coordinacin
entre
los
ordenamientos
y
sembrar
la
confianza
entre
las
instituciones
extranjeras
occidentales783.
El
efecto
atenuado
del
orden
pblico
en
situaciones
planteadas
en
pases
como
Francia,
parte
de
dos
hiptesis:
la
primera
se
refiere
a
las
relaciones
que
se
quieren
constituir
en
el
pas,
como
sucede
en
el
caso
del
matrimonio,
divorcio
o
reconocimiento
de
la
filiacin784.
En
tales
casos,
el
efecto
del
orden
pblico
es
pleno,
sea
en
su
sentido
negativo
o
positivo,
de
tal
forma
que
se
descarta
el
Derecho
cuya
aplicacin
conlleva
su
violacin.
La
segunda
hiptesis
consiste
en
permitir
que
desplieguen
ciertos
efectos
en
el
foro
las
relaciones
constituidas
en
el
extranjero
de
acuerdo
con
el
Derecho
nacional,
que
sean
contrarias
al
orden
pblico
francs785.
El
efecto
atenuado
del
orden
pblico
se
aplic
en
la
jurisprudencia
francesa
desde
la
mitad
del
s.
XIX,
cuando
se
planteaban
asuntos
de
divorcio
bajo
control
judicial,
en
el
783
350
786
351
En
este
sentido,
consltese
entre
otras
RDGRN
(1)
de
6
de
mayo
de
2010,
y
RDGRN
(2)
de
3
de
enero
de
2011.
790
Se
trata
de
la
legislacin
de
la
Seguridad
Social
(normativa
de
Derecho
pblico
espaol),
vase
el
art.
23
del
Convenio
hispano-marroqu
de
8
de
noviembre
de
1979,
(BOE
nm.
138/1985).
791
Sent.
del
Juzgado
Social
nm.
6
de
Barcelona,
de
10
de
octubre
de
2001,
STSJ
de
Andaluca
de
30
de
enero
de
2003.
352
figura
otra
condicin,
siempre
que
no
conste
ningn
otro
proceso
pendiente
de
resolucin
entre
las
mismas
partes
y
por
el
mismo
objeto
ante
algn
rgano
jurisdiccional
del
Estado
requerido,
antes
de
iniciarse
la
accin
ante
el
Tribunal
que
haya
dictado
la
resolucin
que
deba
ejecutarse
(art.
23,
5).
Sin
embargo,
destaca
el
carcter
genrico
de
sus
disposiciones,
de
modo
que
no
ha
contribuido
a
solucionar
las
dudas
que
se
plantean
en
torno
al
reconocimiento.
Por
tanto,
ha
sido
objeto
de
fuertes
crticas,
que
pueden
resumirse
en
las
siguientes:
de
un
lado,
el
convenio
emplea
una
terminologa
genrica.
De
hecho,
en
caso
de
conflicto
o
de
divergencia
entre
las
leyes
de
ambos
pases,
no
se
delimita
la
ley
aplicable,
si
es
la
ley
del
pas
del
solicitante,
o
de
la
parte
solicitada.
Este
tipo
de
ambigedades
no
permiten
conocer
la
respuesta
que
se
puede
dar
a
un
conflicto
que
concierna
a
los
ciudadanos
de
ambos
pases
o
de
uno
de
ellos.
De
otro
lado,
los
casos
que
tuvieron
lugar
antes
de
la
entrada
en
vigor
de
este
Por
ltimo,
suscita
dudas
la
norma
que
se
refiere
a
la
posibilidad
de
recurrir
a
la
353
1. SISTEMA
DE
RECONOMIENTO
Y
TIPOS
A) Sistema
automtico
versus
procedimiento
de
reconocimiento
cauce
a
travs
del
cual
obtiene
en
el
foro
los
efectos
pretendidos793.
Dicho
cauce
792
Vase
I.
BAHMANI,
Alaamal
Alqadai
Fi
Qadaya
Alusra,
op.
cit,
p.
65,
y
CH.
ALMADKURI,
Almayyalat
Almagribiya
Liqanun
Waiqtisad
Attanmiya,
n
17,
p.
174.
793
Cabe
indicar
que
el
Derecho
marroqu
sigue
la
teora
de
la
extensin
de
los
efectos
que,
como
se
sabe,
consiste
en
entender
que
la
decisin
extranjera
despliega
en
Marruecos
los
efectos
propios
que
tiene
de
conformidad
con
el
ordenamiento
del
Estado
de
origen.
Vase,
en
particular,
F.F.
GARAU
SOBRINO,
Los
efectos
de
las
resoluciones
extranjeras
en
Espaa,
Tecnos,
Madrid,
1992,
p.
29.
Ahora
bien,
existen
excepciones,
en
virtud
de
las
que
la
decisin
extranjera
despliega
en
Marruecos
los
efectos
que
se
aparejan
a
ese
tipo
de
decisiones
en
el
ordenamiento
marroqu,
como
sucede,
en
particular,
en
el
caso
de
las
sentencias
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
que,
como
se
ha
sealado
supra,
no
son
susceptibles
de
recurso
en
la
parte
que
se
refiere
a
la
extincin
de
la
relacin
conyugal,
de
conformidad
con
lo
que
indica
el
art.
128,
1
del
CF.
Ahora
bien,
no
se
trata
de
una
cuestin
que
se
haya
resuelto
an
con
claridad,
en
la
medida
en
que,
en
principio,
tras
la
homologacin
en
Marruecos
de
la
decisin
extranjera
de
disolucin
del
matrimonio,
pueden
interponerse
todos
los
recursos,
tanto
ordinarios
como
extraordinarios
que
regula
la
normativa
procesal
marroqu
(como
se
ver
infra
de
forma
ms
detenida).
Ello
conduce
a
que
sean
tratadas
de
distinta
forma
las
decisiones
marroques
de
disolucin
del
matrimonio
y
las
decisiones
extranjeras
de
extincin
del
vnculo
matrimonial,
a
pesar
de
que
afecten
igualmente
a
marroques.
Y,
por
tal
motivo,
puede
ser
ms
interesante
en
este
momento
litigar
en
Marruecos,
porque,
de
otro
lado,
existe
la
modalidad
de
disolucin
del
matrimonio
por
la
existencia
de
desavenencias,
que
puede
alegar
tanto
el
hombre
como
la
mujer,
sin
necesidad
de
presentar
ms
prueba,
que
el
hecho
de
la
existencia
de
conflictos
profundos
en
la
pareja
que
hacen
imposible
o
muy
difcil
la
convivencia.
De
otro
lado,
la
teora
de
la
equiparacin
tambin
se
sigui
cuando
la
prisin
por
deudas
an
exista
en
Marruecos.
Las
decisiones
extranjeras
ejecutorios
en
materia
de
deuda
contractual
podan
ser
ejecutadas
mediante
la
pena
de
prisin,
a
pesar
de
que
no
existiese
esta
medida
en
el
Derecho
extranjero
y
estuviese
prohibida
por
el
Pacto
de
derechos
civiles
y
polticos,
ratificado
por
Marruecos
(vase,
la
STA
de
Fes,
de
17
de
mayo
de
1966).
354
794
En
el
caso
espaol,
es
sabido
que
el
exequtur,
que
pervive
en
los
arts.
951
y
ss
de
la
LEC/1881,
ha
sido
el
procedimiento
tradicionalmente
empleado
para
el
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras,
cuya
competencia
correspondi
inicialmente
al
TS,
pero
es
competencia
en
la
actualidad
de
los
Juzgados
de
primera
Instancia.
En
la
actualidad,
se
trata
de
un
rgimen
que
tiene
carcter
residual,
en
la
medida
en
que
Espaa
comenz
a
suscribir
desde
mediados
del
siglo
pasado
un
conjunto
de
convenios
para
facilitar
la
homologacin
en
este
pas
de
las
decisiones
extranjeras
(y
viceversa).
De
otro
lado,
la
pertenencia
de
Espaa
a
la
UE
ha
hecho
que
el
sistema
se
renueve
y
que
se
trate
de
agilizar
en
la
medida
de
lo
posible
la
homologacin
de
efectos
de
las
decisiones
pronunciadas
por
autoridades
de
pases
de
la
UE.
De
este
modo,
se
emplea
con
preferencia
el
sistema
automtico,
incluso,
en
determinados
casos,
sin
que
sea
preciso
el
control
de
determinadas
condiciones.
As
sucede,
en
concreto,
en
el
caso
del
Reglamento
805/2004/CE
del
Parlamento
Europeo
y
del
Consejo,
de
21
de
abril
de
2004,
por
el
que
se
establece
un
ttulo
ejecutivo
europeo
para
crditos
no
impugnados
(DOCE
L
n
143,
de
30
de
abril
de
2004).
Para
el
mbito
del
reconocimiento
de
decisiones
vase,
en
particular,
J.C.
FERNNDEZ
ROZAS/S.
SNCHEZ
LORENZO,
Derecho
internacional
privado,
5
ed.,
Cvitas,
Madrid,
2009;
F.J.
GARCIMARTN
ALFREZ,
Derecho
internacional
privado,
Cvitas,
Madrid,
2012,
p.
345.
795
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
et
lexcution
des
jugements
trangers
au
Maroc,
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
la
provincia
de
Jan
(2005-2006),
OPIJ,
Comares,
Granada,
2008,
pp.
461
y
ss.
Como
se
ha
sealado
supra,
cuando
se
trata
de
la
homologacin
de
efectos
en
Maruecos
de
los
matrimonios
civiles
celebrados
ante
autoridades
extranjeras,
los
nuevos
arts.
14
y
15
del
CF
permiten
que
sean
invocados
de
forma
directa
ante
las
autoridades
consulares
del
pas
extranjero
de
residencia,
de
tal
forma
que
se
ha
recogido
un
sistema
automtico
de
reconocimiento
en
tales
casos.
Ahora
bien,
las
dudas
que
siguen
suscitando
estas
disposiciones
permiten
pensar
que
el
sistema
de
reconocimiento
habitual
seguir
requiriendo
la
presentacin
de
una
demanda
a
tal
fin.
Esto
es,
el
inicio
de
un
procedimiento
declarativo
de
reconocimiento
de
los
efectos
en
Marruecos
del
matrimonio
civil
celebrado
en
el
extranjero,
de
conformidad
con
lo
que
indica
el
actual
CPC
de
1974.
Cabe
citar
en
este
sentido
la
Sent.
nm.
455
(asunto
205-06),
del
Tribunal
de
Familia
(Primera
Instancia)
de
Tnger,
de
28
de
febrero
de
2007,
que
deneg
el
reconocimiento
de
un
acta
matrimonial,
otorgada
ante
el
representante
de
un
centro
islmico
en
Espaa
conforme
a
lo
previsto
en
los
arts.
430
y
ss
del
CPC,
al
considerar
el
Tribunal
marroqu
que
la
autoridad
celebrante
careca
de
la
competencia
que
prev
el
art.
432.
Ahora
bien,
de
prosperar
esta
exgesis,
se
arruinara
la
posibilidad
de
articular
la
eficacia
transfronteriza
de
este
tipo
de
actos
as
como
el
objeto
del
nuevo
art.
14
del
CF.
355
Ahora
bien,
como
se
indica
infra
de
forma
ms
detenida,
el
TS
marroqu
ha
considerado
que
la
decisin
extranjera
tambin
despliega
efectos
al
margen
del
exequtur,
en
la
medida
en
que
se
trata
de
un
documento
pblico,
que
permite
probar
determinados
extremos.
797
En
concreto,
el
Convenio
de
cooperacin
judicial,
en
materia
civil,
mercantil
y
administrativa,
entre
el
Reino
de
Espaa
y
el
Reino
de
Marruecos,
hecho
en
Madrid,
el
30
de
mayo
de
1997,
dispone
en
su
art.
25
que:
la
autoridad
competente
(el
Tribunal
de
Primera
Instancia
de
cada
uno
de
ambos
Estados)
conceder
el
derecho
de
homologacin
de
la
resolucin,
a
solicitud
de
la
parte
interesada,
conforme
a
la
legislacin
del
Estado
en
que
se
solicite
dicha
homologacin
()
(BORM,
n
4700,
de
17
de
junio
de
1999).
798
Para
el
anlisis
de
uno
de
los
convenios
bilaterales
suscritos
por
Marruecos
con
Francia
vase,
P.
DECROUX,
La
Convention
franco-marocaine
du
10
aot
1983
relative
au
statut
des
personnes
et
de
la
famille
et
la
coopration
judiciaire,
JDI,
1985,
pp.
49
y
ss.
799
La
reciprocidad
derivaba
de
la
existencia
de
un
convenio
bilateral
o
multilateral
o
de
la
existencia
de
una
disposicin
como
el
art.
19
del
DCC
en
la
legislacin
extranjera.
Tambin
podra
demostrarse
la
existencia
de
la
reciprocidad
a
travs
de
la
Embajada
o
el
Consulado
del
pas
extranjero,
siempre
que
estuviese
confirmada
o
corroborada
por
un
jurista
con
el
objeto
de
acreditar
que
dicha
jurisprudencia
sea
aplicable
en
el
pas
para
aplicar
la
reciprocidad-,
se
comprobaba,
en
particular,
la
posibilidad
de
reconocer
las
decisiones
extranjeras
sin
proceder
356
Tras
la
adopcin
del
CPC
de
1974,
se
puso
en
tela
de
juicio
el
sistema
heredado
del
Protectorado
y
entre
las
principales
novedades
se
encuentra
la
unificacin
del
rgimen
del
exequtur800.
Dos
artculos
relevantes,
el
430
y
el
431
del
CPC,
indican
las
condiciones
que
han
de
reunir
las
decisiones
extranjeras,
con
la
excepcin,
por
supuesto,
de
lo
previsto
por
los
convenios
concluidos
por
Marruecos801.
De
otro
lado,
cabe
recordar
la
posibilidad
de
que
el
reconocimiento
tenga
lugar
de
forma
parcial
(vase
infra)802.
Por
tanto,
la
homologacin
en
Marruecos
de
una
decisin
extranjera
no
plantea
dificultades
particulares.
Basta
con
que
sea
firme
(cosa
juzgada
formal),
esto
es,
que
se
trate
de
una
decisin
definitiva
y
rena
las
dems
condiciones
para
ello803.
De
otro
lado,
como
se
ha
sealado
supra,
los
arts.
430-432
del
CPC
constituyen
un
rgimen
de
mnimos,
de
tal
forma
que,
con
independencia
de
lo
que
indique
el
rgimen
convencional,
las
decisiones
extranjeras
habrn
de
reunir
las
siguientes
condiciones:
en
primer
lugar,
que
sea
competente
la
autoridad
extranjera;
en
segundo
lugar,
que
se
haya
aplicado
el
Derecho
indicado
por
la
norma
de
conflicto
del
foro;
en
tercer
extremo,
la
regularidad
de
la
decisin
extranjera;
en
cuarto
trmino,
que
no
sea
a
realizar
una
revisin
de
fondo.
Vase,
I.
BAHMANI,
Alaamal
Alqadai
Fi
Qadaya
Alusra,
op.
cit,
p.
22.
800
Esto
es,
deja
de
existir
un
rgimen
ordinario
y
un
rgimen
excepcional
(rgimen
de
las
capitulaciones).Como
se
ha
sealado
supra,
este
rgimen
consista
en
reconocer
las
decisiones
extranjeras
en
Marruecos
bajo
condicin
de
reciprocidad.
801
Vase,
J.
DEPREZ:
La
reforme
de
lorganisation
judiciaire
et
la
procdure
au
Maroc
et
le
Droit
international
priv
(deuxime
partie),
RJPEM,
1978,
vol.
4,
pp.
49
y
ss.
802
Vase,
entre
otros,
M.
BOURAMDANE,
Kayfiat
Tafiil
Qawaid,
op.
cit,
p.
65;
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
et
lexcution
des
jugements
etrangers
au
Maroc,
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
la
provincia
de
Jan
(2005-2006),
OPIJ,
Comares,
Granada,
2008,
pp.
451
y
ss.
803
Salvo
en
el
caso
de
que
se
trate
de
una
decisin
extranjera,
que
ponga
fin
al
matrimonio
por
alguna
de
las
causas
que
prev
el
art.
128
del
CF,
pues,
como
se
ha
sealado
supra,
se
interpreta
esta
disposicin
en
el
sentido
de
que
permite
que
se
reconozcan
decisiones
extranjeras
que
no
revistan
el
carcter
de
firmeza
(cosa
juzgada
formal).
357
incompatible
con
el
orden
publico
y,
por
ltimo,
que
rena
las
condiciones
particulares
previstas
por
los
convenios804.
Por
ltimo,
el
legislador
ha
tratado
la
homologacin
de
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
en
el
CF
demostrando
su
inters
por
la
situacin
personal
y
familiar
de
los
MRE.
As,
el
nuevo
art.
128
del
CF
traduce
el
deseo
del
legislador
para
tratar
el
exequtur
de
manera
flexible
y
ofrecer
soluciones
a
las
dificultades
a
las
que
se
enfrenta
este
colectivo805.
B) Tipos
de
reconocimiento:
global
y
parcial
Los
tribunales
marroques
pueden
reconocer
parcialmente
la
sentencia
extranjera,
si
consideran
que
una
parte
es
contraria
al
orden
pblico,
como
conceder
el
exequtur
a
la
sentencia
espaola
que
pronuncia
el
divorcio,
pero
no
homologar
la
parte
relativa
a
la
prestacin
de
alimentos
a
la
esposa
tras
finalizar
la
relacin
matrimonial
o
la
parte
relativa
a
la
atribucin
de
la
custodia
de
los
hijos
a
la
madre,
en
casos
distintos
a
los
que
establece
el
CF806.
Podra
tambin
reconocerse
la
parte
de
la
decisin
extranjera
que
decide
el
pago
de
los
alimentos
a
favor
de
un
nio
ilegtimo,
a
pesar
de
que
no
se
reconocera
en
Marruecos
en
ningn
caso
esta
relacin
paterno-filial
entre
el
progenitor
y
su
hijo807.
804
358
808
809
810
En
aplicacin
del
art.
431
del
CPC,
se
adjunta
a
la
demanda,
copia
de
la
decisin
extranjera
traducida
por
un
traductor
jurado
y
el
original
de
la
notificacin
traducida,
con
un
certificado
de
la
firmeza
de
la
decisin
(cosa
juzgada
formal),
esto
es,
que
no
es
susceptible
de
recurso
de
apelacin
o
casacin
otorgada
por
el
MP
competente.
Vase
infra
de
forma
ms
detenida.
811
El
Juez
marroqu
tiene
la
obligacin
de
comprobar
que
la
sentencia
procedente
de
los
rbitros
no
es
contraria
al
orden
pblico
marroqu,
o
cuando
el
arbitraje
tiene
lugar
respecto
a
las
cuestiones
que
no
contempla
la
Ley
marroqu,
determinadas
en
los
arts.
309
y
310
del
CPC
reformado
por
la
Ley
08-05
aprobada
por
Dahir
de
30
de
noviembre
de
2007,
(BOEM
nm.
5584).
359
Tribunal
extranjero
internacionalmente
competente
(art.
430
CPC);
que
de
otro
lado-
ha
de
respetar
las
reglas
de
competencia
interna
del
pas
extranjero812.
La
instancia
competente
es
el
propio
TPI813.
As,
la
resolucin
la
asume
el
Tribunal
competente,
por
la
claridad
del
art.
430
del
CPC,
que
seala
al
Tribunal
y
no
al
Presidente
del
Tribunal814.
El
Tribunal
de
Primera
Instancia
resuelve
determinados
asuntos
a
travs
de
un
Consejo
comn
formado
por
tres
jueces
(p.ej.,
casos
de
disolucin
del
matrimonio,
validez
del
matrimonio,
filiacin,
etc).
En
cambio,
se
resuelven
los
casos
por
un
nico
Juez
(en
los
asuntos
sobre
la
pensin
de
alimentos,
estado
civil,
etc.).
812
360
815
816
La
novedad
es
que
el
legislador
ha
impedido
a
otras
Cmaras
del
TPI
resolver
los
asuntos
que
son
competencia
de
las
secciones
de
familia.
Por
ello,
falta
saber
la
posibilidad
de
considerar
la
demanda
de
exequtur
de
una
sentencia
extranjera
dictada
en
algn
tema
de
familia
entre
los
asuntos
pertenecientes
en
exclusiva
a
la
competencia
de
las
secciones
de
familia
o
si
cualquiera
de
las
cmaras
del
TPI
puede
resolver
estas
demandas.
Parece
ser
difcil
confirmar
este
planteamiento
por
la
inexistencia
de
Ijtihad
en
el
tema.
817
Vase,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
285
y
ss.
361
362
822
363
b)
Notificacin
al
demandado
El
TS
ha
insistido
en
considerar
la
demanda
de
exequtur
como
cualquier
otro
tipo
de
demanda,
siendo
por
ello
necesario
citar
al
demandado824.
Sin
embargo,
deben
aplicarse
las
reglas
que
regulan
la
prctica
de
la
notificacin
de
forma
flexible,
en
especial,
cuando
se
trata
de
cualquier
otra
modalidad
de
extincin
del
vnculo
del
matrimonio,
sobre
todo,
si
hay
una
parte
extranjera,
que
no
puede
personarse
durante
el
proceso
y
la
parte
marroqu
es
la
perjudicada
en
dicho
proceso825.
La
flexibilidad
mencionada
se
refleja
en
una
doctrina,
que
establece
la
diferencia
entre
dos
tipos
de
sentencias:
las
pronunciadas
en
presencia
de
las
dos
partes,
que
se
han
puesto
de
acuerdo
previamente.
En
este
caso,
cualquier
parte
-aunque
la
solicitud
de
disolucin
del
matrimonio
sea
unilateral-
puede
solicitar
el
exequtur,
sin
necesidad
de
citar
a
la
otra826.
Del
mismo
modo
sucede
cuando
la
sentencia
extranjera
se
pronuncia
en
presencia
del
demandado
o
a
peticin
suya,
de
forma
que
la
otra
parte,
Mudawwanat
Alusra
wa
Tatbiqatuha
Alamaliya,
Dicember
2010,
pp.147
y
ss,
y
M.
BADEN:Mudawwanat
alusra
bayna
alahdaf
loc.
cit,
pp.
70
y
ss.
824
Seala
el
TS
que:
en
virtud
de
los
arts.
32
y
36
y
ss
del
CPC
debe
de
incluir
en
el
escrito
de
demanda
los
nombres
y
apellidos,
profesin
y
origen
o
lugar
de
residencia
del
demandado
y
demandante,
el
Juez
cita
las
dos
partes
en
una
sesin
previamente
determinada.
Se
observa
en
una
sentencia
que
el
escrito
de
incoacin
de
la
demanda
supra,
que
la
demandante
solicitada
en
casacin,
se
ha
conformado
con
mencionar
el
nombre
del
demandado-
su
marido-
sin
sealar
su
origen
o
el
lugar
de
su
residencia,
por
tanto
no
se
ha
dirigido
al
demandado
para
que
tenga
la
oportunidad
de
responder
y
as
el
tribunal
podr
citarlo
para
que
est
presente
en
la
sesin.
El
tribunal
cuya
sentencia
fue
recurrida,
cuando
confirma
la
decisin
anterior
-que
reconoci
la
sentencia
a
pesar
de
lo
expuesto
y
decidi
reconocer
la
misma
que
fall
el
divorcio
entre
las
dos
partes
sin
convocar
al
marido
demandado,
concernido
directamente,
que
hubiera
respondido
si
as
lo
deseaba-,
habr
incumplido
los
arts.
32
y
36
y
ss.
del
CPC
lo
que
expone
su
decisin
a
casacin
[Sent.
nm.
211
(Exp.
nm.
75/2/1/2004),
de
la
Cmara
de
estatuto
personal
y
sucesiones,
de
21
de
abril
de
2004].
825
Ahora
bien,
en
el
caso
del
divorcio
obtenido
en
el
extranjero
por
mutuo
acuerdo
o
a
peticin
del
demandado,
no
se
precisa
la
citacin
del
demandado.
826
As
lo
dispone
el
art.
11
del
Convenio
hispano-marroqu
sobre
cooperacin
judicial,
reconocimiento
y
ejecucin
de
las
decisiones
judiciales
en
materia
de
custodia,
derecho
de
visita
y
devolucin
de
los
nios
de
1997
(aprobado
por
Dahir
nm.
4700,
de
17
de
agosto
de
1999).
364
828
Vase, M. BADEN:Mudawwanat alusra bayna alahdaf almuaalana, loc. cit, pp. 50-72.
829
P.ej.,
una
sentencia
extranjera
ha
declarado
el
divorcio
a
favor
de
la
esposa
francesa,
puede
ser
revestida
de
exequtur
a
peticin
de
la
misma
si
existe
la
intencin
de
volver
a
contraer
matrimonio.
830
Ahora
bien,
es
inadmisible
dirigir
dicha
solicitud
contra
personas
que
no
fueron
parte
en
el
proceso
de
origen,
salvo
si
se
trata
de
causas
a
titulo
universal.
Vase,
S.
ALAJRASSI,
Min
365
B) Documentos
que
es
preciso
adjuntar
con
la
solicitud
El
art.
431
del
CPC
dispone
que
el
demandante
de
exequtur
con
carcter
general-
debe
adjuntar
a
su
solicitud
una
copia
original
de
la
sentencia,
el
original
de
la
notificacin
o
todo
documento
que
la
sustituya,
certificado
de
la
Secretara
Judicial
en
el
que
conste
que
no
es
posible
apelar
ni
recurrir
en
casacin
la
decisin
extranjera
y,
por
ltimo,
la
traduccin
completa
a
la
lengua
rabe
de
los
documentos
mencionados,
cuando
sea
necesaria,
realizada
por
un
traductor
jurado831.
Si
el
demandante
presenta
la
traduccin
al
rabe
de
dichos
documentos
y
no
el
original,
la
demanda
no
se
acepta832.
Se
aade
la
exigencia
de
que
dichos
documentos
sean
legalizados
por
va
diplomtica,
concretamente,
por
el
MAE
marroqu833.
Sin
embrago,
la
exigencia
de
presentar
una
copia
original
de
la
sentencia
cuyo
reconocimiento
se
solicita
se
debe
a
que
el
Juez
ha
de
tener
una
referencia
del
caso
que
resuelve
para
volver
a
consultar
sus
disposiciones.
Por
ello,
se
justifica
que
se
requiera
presentar
el
original
de
la
notificacin
y
del
certificado
de
la
Secretara
Judicial,
que
acredita
la
no
oposicin
o
apelacin
y
no
haber
recurrido
a
casacin834.
366
Otro
caso
relevante
se
plantea
cuando
el
solicitante
del
exequtur
presenta
una
copia
del
acta
de
nacimiento
en
el
extranjero,
refirindose
a
que
se
ha
adjuntado
a
la
documentacin
relativa
al
divorcio,
su
partida
de
nacimiento.
Ello
incluso-
sabiendo
que
no
se
adjuntan
actas
de
nacimiento
en
la
sentencia
hasta
que
sean
definitivas835.
367
840
368
As,
el
Tribunal
en
este
caso
como
el
matrimonio
es
nulo,
porque
la
mujer
musulmana
estaba
casada
con
un
no
musulmn,
pronuncia
su
nulidad
aplicando
los
arts.
57
y
58
del
CF.
[Sent.
nm.
106,
de
17
de
abril
de
2006,
Dossier
30.2006.10].
Vase
comentario
de
M.
BOURAMDANE,
Kayfiat
Tafiil
Qawaid
Alqanun
Alaynabi,op.
cit,
p.
65.
842
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
et
lexcution
des
jugements
etrangers
au
Maroc,
Estudios
e
Informes
sobre
la
inmigracin
extranjera
en
la
provincia
de
Jan
(2005-2006),
OPIJ,
Comares,
Granada,
2008,
pp.
451
y
ss.
369
843
370
localizar
a
una
persona,
es
otro
factor
que
dificulta
el
funcionamiento
del
sistema
de
notificacin.
Conforme
al
citado
Dahir,
los
agentes
judiciales
disponen
de
todas
las
actas
requeridas
para
la
ejecucin
de
disposiciones,
juicios
y
sentencias.
Las
mujeres
temen
no
poder
llegar
a
reconocer
la
decisin
relativa
a
la
prestacin
de
alimentos
a
su
favor,
a
pesar
de
ser
firme,
o
no
poder
recibirla
con
regularidad.
Y
ello,
porque
el
ex
cnyuge
emplea
usualmente
una
pluralidad
de
estrategias
para
liberarse
de
la
obligacin,
de
un
lado,
y,
de
otro,
por
la
inercia
de
los
agentes.
Por
esta
circunstancia,
las
mujeres
perjudicadas
acreedoras
de
una
pensin
alimenticia
deciden
compensar
a
los
agentes
los
gastos
de
transporte,
de
bsqueda
y
de
la
jornada
laboral.
Los
abogados
acusan
a
ciertos
agentes
de
estar
en
total
conveniencia
con
los
deudores,
en
concreto,
de
la
pensin
de
alimentos,
porque
se
contentan
con
dirigirles
un
acta
en
la
que
consta
la
negativa
al
pago,
abstenindose
de
practicar
un
embargo,
incluso
cuando
el
deudor
cuenta
con
un
importante
patrimonio.
Adems,
ciertos
agentes
participan
afirman
los
abogados-
en
el
cese
del
procedimiento
penal,
de
abandono
de
familia
y
ocasionar
el
cese
del
proceso
por
una
duracin
mnima
de
cuatro
meses
(llamado
cementerio
de
dossier).
Una
vez
que
se
obtenga
el
juicio
de
condena,
se
cae
en
el
crculo
interminable
de
su
ejecucin845.
Las
audiencias
que
tienen
lugar
durante
el
exequtur
son
pblicas,
similares
a
las
que
tienen
lugar
en
otros
asuntos
(pensin
alimenticia,
guarda,
etc).
Sin
embargo,
algunas
veces
hay
divergencia
de
opinin
entre
las
diferentes
secciones
de
justicia
de
familia
en
el
seno
de
una
misma
wilaya846.
Un
documento
que
suscita
multitud
de
problemas
cuando
es
difcil
encontrar
al
demandado
para
la
prctica
de
la
notificacin,
845
Ibid.
846
371
a
partir
de
la
fecha
del
transcurso
del
plazo
de
apelacin.
Con
lo
cual
es
un
deseo
para
los
justiciables
agilizar
el
procedimiento,
que
permanece
sin
efecto
cuando
se
comprueba
que
el
acta
de
notificacin
est
trabada847.
b) Anlisis
de
la
jurisprudencia
El
anlisis
de
las
siguientes
decisiones
muestra
que
los
jueces
marroques
de
apelacin,
as
como
los
asesores
del
TS
aplican
estrictamente
el
procedimiento
de
exequtur,
sin
que
se
le
plantee
ninguna
duda
cuando
desestiman
las
demandas
presentadas
contra
las
decisiones
pronunciadas
en
instancia,
que
deniegan,
sin
razn
vlida,
el
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras.
Tampoco
dudan
en
denegar
el
exequtur
de
toda
decisin
contraria
al
orden
pblico848.
A
nivel
prctico,
el
sistema
presenta
disfunciones.
As,
varios
obstculos
impiden
el
funcionamiento
ordinario
del
procedimiento:
por
la
inexistencia
de
instituciones
extranjeras
anlogas
en
el
Derecho
marroqu,
por
la
incompetencia
de
los
tribunales
extranjeros
o,
incluso,
por
emplear
expresiones
que
el
Juez
marroqu
no
considera
convenientes.
Ante
el
TPI
de
Rabat,
la
esposa
presenta
una
demanda
de
exequtur
de
disolucin
pronunciada
por
el
TGI
de
Lyon
(Francia).
La
decisin
determina
la
cantidad
de
la
pensin
alimenticia
de
la
hija.
Ante
la
denegacin
del
exequtur,
la
esposa
interpone
recurso
ante
el
TA
de
Rabat
haciendo
valer
que,
en
primera
instancia,
se
ha
justificado
la
denegacin
en
el
hecho
de
que
la
decisin
extranjera
no
ha
calificado
las
agresiones
que
haba
sufrido.
Las
expresiones
empleadas
son
amplias
y
no
permiten
al
tribunal
847
372
Se
trata
de
una
solicitud
de
exequtur
de
una
sentencia
resuelta
basndose
en
los
perjuicios
ocasionados,
por
tanto,
la
demandante
presenta
ante
el
tribunal
las
pruebas
de
las
agresiones
fsicas
[Sent.
de
31
de
mayo
de
1999].
850
Otras
sentencias
en
este
sentido,
vase,
Sent.
nm.
8,
de
3
de
enero
de
2005
[Dossier
nm.
107/2004/10
(indita)],
y
sent.,
nm.
81,
de
26
de
abril
[Dossier
nm.
147/2002/10
(indita)].
373
Por
consiguiente,
todas
las
demandas
que
incluyen
dicha
atestacin
fueron
inadmitidas,
es
el
caso
en
los
juicios
del
TPI
y
del
TA
de
Alhucemas,
en
las
cuales
las
mujeres
son
las
perjudicadas
pese
a
ser,
declaradas
divorciadas
en
Holanda,
en
Alemania
y
Blgica
se
encuentran
ante
la
imposibilidad
de
tener
este
estatuto
en
Marruecos,
por
el
motivo
de
no
presentar
un
documento
considerado
imprescindible
en
el
Dossier.
STPI,
de
15
de
mayo
de
2004;
TA,
de
26
de
abril
de
2005;
de
17
de
mayo
de
2005;
y
de
24
de
mayo
de
2005
(inditas).
852
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
,
loc.
cit,
pp.
451
y
ss.
374
competente,
como
puede
ser
el
correspondiente
al
lugar
en
el
que
se
hallan
los
bienes
del
demandado,
al
tratarse
del
Tribunal
ms
apto
para
el
control
del
trmite
relacionado
con
la
ejecucin.
Por
ltimo,
no
hay
razn
para
impedir
que
la
parte
condenada
por
la
decisin
extranjera
presente
la
demanda
de
exequtur,
si
la
beneficiaria
no
ha
tomado
esta
iniciativa
y
tiene
inters
en
regularizar
su
situacin
en
Marruecos.
As,
la
mujer
puede
solicitar
la
homologacin
de
la
sentencia
espaola
de
divorcio
pronunciada
a
peticin
del
esposo,
para
poder
contraer
un
nuevo
matrimonio
en
Marruecos.
As
lo
indic
el
TA
de
Fes,
(en
sentencia
de
11
de
julio
de
2005),
al
reconocer
-a
solicitud
de
la
esposa-
una
sentencia
francesa
de
Talaq853.
El
Tribunal
argument
su
resolucin
por
el
hecho
de
que
la
sentencia
francesa
se
pronunci
despus
de
la
presentacin
de
la
solicitud
por
el
apelado,
apoyndose
en
la
demanda
que
inco
contra
la
apelante,
y
el
Tribunal
pronunci
el
Talaq
bajo
control
judicial,
debido
a
que
esa
ltima
le
interesa
la
resolucin
del
fallo,
y
por
tanto,
la
solicitud
de
exequtur
porque
le
brinda
la
oportunidad
de
volver
a
contraer
matrimonio
si
as
lo
desea.
Es
la
misma
tendencia
que
sigue
el
TS
(en
la
decisin
de
28
de
junio
de
2006)854.
La
mujer
que
solicita
el
reconocimiento
de
la
decisin
de
Talaq
tambin
puede
presentar
una
nueva
demanda
ante
los
tribunales
marroques,
de
pensin
alimenticia
o
custodia
de
hijos
si
el
marido
no
cumple
con
sus
obligaciones
materiales
o
entregarle
los
hijos.
Sin
embargo,
el
TS
ha
resuelto
contrariamente
a
esa
tendencia
en
virtud
de
su
decisin
de
2011,
porque
la
esposa
que
eligi
acudir
a
la
jurisdiccin
belga
y
la
aplicacin
del
derecho
belga
para
resolver
la
demanda
de
Tatliq
y
todos
los
derechos
consecuentes
no
puede
reivindicar
sus
derechos
nuevamente
en
Marruecos,
tras
haber
obtenido
la
disolucin
del
matrimonio
en
el
extranjero855.
853
854
855
375
c) Soluciones
y
propuestas
Como
se
ha
sealado,
los
principales
obstculos
a
los
que
pueden
enfrentarse
las
demandas
de
reconocimiento
de
sentencias
extranjeras
en
Marruecos
se
refieren
a
la
notificacin
al
demandado,
sobre
todo,
si
reside
fuera
de
Marruecos
o
si
se
desconoce
su
direccin.
Por
ello,
la
prctica
de
los
Tribunales
permite
que
se
dirija
la
demanda
contra
quien
tenga
el
derecho
o
contra
quien
debe.
A
pesar
de
que
esta
tendencia
facilita
la
resolucin
de
la
demanda
y
dictar
la
respectiva
sentencia,
se
contradice
con
el
principio
de
respeto
de
derecho
de
defensa
y
con
el
CPC
marroqu,
que
obliga
a
que
se
determine
la
identidad
del
demandado
y
su
direccin
en
el
escrito
de
incoacin
de
la
demanda
(art.
32).
Tal
vez,
la
solucin
adecuada
consista
en
presentar
la
demanda
de
exequtur
contra
la
fiscala
o
el
MP,
una
de
las
formas
originales
(en
virtud
del
CHM
en
materia
de
custodia,
derecho
de
visita
y
devolucin
de
nios
concluida
el
30
de
mayo
de
1997)
en
algunos
casos
de
familia,
como
las
demandas
respecto
a
la
custodia,
derecho
de
visita
y
devolucin
de
hijos
desplazados
de
manera
ilegal856.
Razn
por
la
cual,
el
MP
actualmente
puede
presentar
la
demanda
para
conceder
el
exequtur
de
sentencias
espaolas,
como
puede
presentarse
en
su
contra
si
resulta
difcil
la
determinacin
del
domicilio
del
condenado
o
el
respeto
de
los
trmites
relativos
a
la
notificacin
de
los
documentos
de
la
demanda.
Finalmente
la
fiscala
puede
apelar
o
apelan
en
su
contra
por
la
va
de
apelacin
o
casacin
en
la
sentencia
dictada
respecto
a
la
demanda
de
exequtur
de
la
sentencia
extranjera857.
856
376
Ibd.
377
Un
informe
sobre
la
aplicacin
del
CF,
dos
aos
despus
de
su
entrada
en
vigor,
presentado
el
26
de
abril,
en
Casablanca,
demuestra
claramente
que
el
CF
est
lejos
de
haber
solucionado
los
problemas
ms
urgentes.
Se
trata
de
un
proyecto
realizado
de
forma
conjunta
por
la
Liga
democrtica
de
los
derechos
de
la
mujer,
en
colaboracin
con
el
Centro
de
informacin
y
de
observacin
de
las
mujeres
marroques,
que
se
ha
comentado
en
el
Captulo
Segundo
de
forma
ms
detenida.
Economiste,
28
de
abril
de
2006.
860
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
,
loc.
cit.,
pp.
451
y
ss.
861
Cabe
recordar
la
jurisprudencia
francesa,
que
se
sigue
tambin
en
Marruecos,
en
virtud
de
la
cual:
las
sentencias
pronunciadas
por
un
Tribunal
extranjero
respecto
al
estado
de
las
personas
y
su
capacidad
segn
el
TS-
tienen
efectos
en
Francia
(p.ej.),
con
independencia
de
que
se
haya
homologado
el
efecto
ejecutivo,
salvo
cuando
se
trate
de
la
ejecucin
de
bienes
u
obligaciones
emanantes
de
estos
juicios.
Vase
la
Sent.
de
la
Cmara
de
demandas
(TS
3/3/1930).
En
el
caso
de
Marruecos,
el
art.
20
de
DCC
estableca
que:
cuando
tiene
lugar
una
declaracin
de
quiebra
fuera
de
Marruecos,
la
liquidacin
judicial
sobrevenida
permite
al
liquidador
o
al
responsable,
segn
las
reglas
del
pas
donde
fue
declarada
la
situacin,
sin
necesidad
de
orden
de
ejecucin,
tomar
todas
las
medidas
conservatorias
o
administrativas
oportunas
relativas
a
la
quiebra.
378
862
El
TS
afirma
que:
cuando
el
derecho
francs
aplicado
en
este
caso
segn
el
art.
18
del
Dahir,
de
12
de
agosto
de
1913,
relativo
a
la
situacin
civil
de
los
extranjeros
en
la
ciudad
de
Tnger
-en
aquel
momento-,
exige
la
acreditacin
de
la
condicin
de
heredero
y
no
litigar
a
travs
de
un
juicio
dictado
por
un
Tribunal
de
estatuto
personal,
por
la
validez
de
los
documentos
oficiales
concedidos
por
los
servicios
competentes
como
los
extractos
de
estado
civil
y
las
actas
de
herencia
redactadas
por
notarios
competentes
[STS
nm.
54,
de
2
de
marzo
de
1979
(Dossier
civil
nm.
55336)].
863
Vase,
M.
BOURAMDANE,
Kayfiat
Tafiil
Qawaid
Alqanun,
op.
cit,
p.
65.
864
As,
en
el
asunto
Bukley,
el
Tribunal
de
Casacin
francs
considera
a
una
mujer
francesa
divorciada
por
sentencia
extranjera,
una
vez
que
present
el
acta
del
estado
civil
obtenida
en
el
extranjero
en
la
que
consta
el
divorcio
justificado
ante
el
oficial
del
estado
civil
francs-,
no
se
le
exige
el
procedimiento
del
exequtur.
Vase,
A.
OUNNIR,
La
reconnaissance
,
loc.
cit.,
pp.
451
y
ss.
Dicha
jurisprudencia
fue
confirmada
y
actualizada
mediante
la
decisin
de
la
Cmara
de
demandas,
de
3
de
marzo
de
1930,
que
sistematiza
la
jurisprudencia
anterior
de
este
modo:
las
decisiones
pronunciadas
por
un
Tribunal
extranjero
relativas
al
estado
y
a
la
capacidad
de
personas,
producen
sus
efectos
en
Francia
con
independencia
de
toda
declaracin
de
exequtur,
salvo
los
casos
en
los
que
estos
juicios
deben
dar
lugar
a
actas
de
ejecucin,
material
sobre
los
bienes
o
de
coercin
sobre
las
personas.
865
El
tribunal,
apoyndose
en
la
sentencia
extranjera
presentada
por
la
solicitante,
para
acreditar
el
perjuicio
justificante
del
tatliq
por
ausencia
del
marido
durante
un
periodo
que
sobrepase
el
ao,
as
mismo
que
el
maltrato
ocasionado,
con
independencia
de
que
dicha
sentencia
sea
definitiva,
habr
fundado
su
resolucin
sobre
argumentos
suficientes.
Sent.
nm.
896
[Exp.
nm.
311/2/1/96,
de
27
de
septiembre
de
2000].
379
867
868
380
869
381
Ahora
bien,
slo
puede
adquirir
la
autoridad
de
cosa
juzgada
material
si
la
decisin
extranjera
es
firme
(cosa
juzgada
formal)
y
se
ha
concedido
el
exequtur873.
Sin
embargo,
ello
no
significa
que
dichas
decisiones
no
se
sometan
a
ningn
control,
sino
que
se
trata
del
mismo
que
el
establecido
para
el
exequtur,
pero
no
se
revisten
de
la
frmula
ejecutiva874.
Por
tanto,
las
decisiones
extranjeras
sobre
estado
y
capacidad
despliegan
efectos
sin
exequtur,
salvo
si
se
ha
de
proceder
al
embargo
sobre
bienes,
porque,
en
tal
caso,
debe
solicitarse
el
exequtur875.
La
decisin
extranjera
constituye
un
hecho
ineludible
y
la
situacin
creada
es
una
realidad
que
el
Juez
marroqu
ha
de
tomar
en
cuenta
y
no
puede
ignorar
o
descartar876.
La
sentencia
extranjera
tambin
puede
constituir
prueba
de
la
interrupcin
de
la
prescripcin.
El
TS
ha
confirmado
este
efecto
en
varias
ocasiones,
tal
y
como
puede
apreciarse
en
su
decisin,
[de
4
de
octubre
de
2000]:
las
demandas
de
Tatliq
por
dao
puede
apoyarse
en
ellas
en
lo
que
incluye
la
sentencia
extranjera
de
hechos
acreditativos
del
dao
que
justifica
el
Tatliq,
con
independencia
de
si
esa
sentencia
es
definitiva,
siempre
que
no
conste
un
recurso877.
En
otra
decisin
resolvi
que
el
divorcio
de
mutuo
acuerdo
se
considera
un
documento
oficial,
de
forma
que
no
puede
impedirse
que
surta
los
efectos
873
La
cosa
juzgada
material
consiste
en
el
efecto
que
surte
el
derecho
sobre
las
sentencias
que
resuelven
un
conflicto
y
que
impide
al
Juez
resolver
nuevamente
el
mismo
caso,
con
lo
cual
est
obligado
a
denegar
cualquier
demanda
que
se
contradiga
con
ella,
si
se
trata
de
las
mismas
partes,
objeto
y
causa.
Vase,
F.
F.
GARAU
SOBRINO,
La
declaracin
de
ejecutividad
,
loc.
cit.,
pp.
40
y
ss.
874
Vase,
A.
OUNNIR:
La
reconnaissance
,
loc.
cit.,
pp.
467
y
ss.
875
Evidentemente,
las
sentencias
espaolas
se
incluyen
en
este
marco,
antes
de
obtener
el
exequtur,
pues
pueden
tener
efectos
y,
en
particular,
gozar
de
la
autoridad
de
cosa
juzgada
material
siempre
que
renan
las
condiciones
del
art.
23
del
CHM.
876
Por
ello,
una
persona
perseguida
por
poligamia
puede
alegar
para
que
sea
excluida
su
responsabilidad
penal
una
decisin
extranjera,
que
haya
declarado
el
divorcio
antes
del
segundo
matrimonio.
877
Sent.
nm.
922
[Exp.
nm.
99/1/2/494],
jurisprudencia
del
TS,
nm.
57-58,
de
4
de
octubre
de
2000.
382
Sent.
nm.
244
[Exp.
nm.
512/2/1/2001],
jurisprudencia
del
TS,
nm.
59-60,
de
28
de
febrero
de
2001.
879
Sent.
nm.
414
[Exp.
nm.
117/2/1/2002],
jurisprudencia
del
TS,
nm.
61.
880
Sent.
nm.
452
[Exp.
nm.
257/2/1/2002],
jurisprudencia
del
TS,
nm.
61.
881
Vase,
M.
LOUKILI:
Rgimen
jurdico,
loc.
cit,
pp.
285
y
ss.
882
Ahora
bien,
cuando
as
lo
prev
la
normativa
registral
marroqu,
ser
tambin
posible
que
dicha
sentencia
extranjera
acceda
al
RC,
siempre
que
tales
decisiones
hayan
sido
reconocidas
y
renen
los
requisitos
que
exige
el
DIPr
marroqu
a
este
respecto.
En
este
caso
no
se
sigue
la
teora
de
la
extensin
de
los
efectos,
sino
la
teora
de
la
equiparacin.
883
As
sucede
en
el
caso
del
Convenio
franco-marroqu
sobre
el
estado
de
personas,
familia
y
cooperacin
judicial
entre
el
Reino
de
Marruecos
y
la
Repblica
francesa
(BORM,
nm.
3910,
de
7
de
octubre
de
1987).
Aunque
es
una
prctica
eficiente
y
su
procedimiento
es
sencillo,
debido
al
avance
surgido
en
las
relaciones
internacionales
y
la
abundancia
de
desplazamiento
de
personas,
as
mismo
el
aumento
del
porcentaje
de
relaciones
entre
personas
pertenecientes
a
distintos
pases.
383
Por
ltimo,
la
eficacia
probatoria
de
la
sentencia
extranjera
se
reconoce
incluso
en
decisiones
recientes.
En
una
decisin
del
TS
sobre
disolucin
del
matrimonio
por
la
existencia
de
desavenencias,
indica
que
se
reconocen
tanto
los
derechos
de
la
esposa,
como
los
de
los
hijos,
lo
que
constituye
prueba
de
los
hechos884.
Por
tanto,
la
eficacia
de
la
decisin
extranjera
para
probar
los
hechos
no
puede
ponerse
en
tela
de
juicio
(p.ej.,
malos
tratos
declarados
en
una
decisin
extranjera),
ni
tampoco
de
los
que
presenci
la
autoridad
extranjera
(p.ej.,
rebelda
del
demandado)885.
B) Efectos
del
exequtur
a) Efectos
derivados
del
exequtur
Cabe
recordar
que
son
dos
los
aspectos
que
es
preciso
verificar
para
comprobar
si
una
decisin
extranjera
puede
desplegar
efectos
en
Marruecos:
en
primer
lugar,
que
rene
las
condiciones
exigidas
(ya
analizada);
y,
en
segundo
extremo,
de
qu
efectos
se
trata.
Para
ello,
es
preciso
indicar
-ante
todo-,
que
las
decisiones
extranjeras
no
pueden,
en
principio,
desplegar
efectos
en
Marruecos,
salvo
si
han
obtenido
el
exequtur,
pero,
incluso
sin
su
homologacin
producen
determinados
efectos
(vase
supra).
As,
los
efectos
de
una
decisin
extranjera
revestida
de
exequtur
por
los
tribunales
marroques
consisten
bsicamente
en
la
adquisicin
de
autoridad
de
cosa
juzgada
(material)
y
de
fuerza
ejecutiva.
Ahora
bien,
en
el
especfico
caso
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio,
se
trata,
como
se
ha
sealado,
del
efecto
declarativo
que
le
es
propio
a
este
tipo
de
sentencias.
A
pesar
de
que
no
lo
indique
expresamente
el
CPC
de
1974,
se
sigue
la
teora
de
la
extensin,
de
tal
forma
que
la
884
885
384
decisin
extranjera
tiene
los
mismos
efectos
que
le
son
propios
en
el
pas
en
el
que
se
pronunci.
De
otro
lado,
la
decisin
que
concede
(o
deniega)
el
exequtur
es
susceptible
de
recurso.
Ahora
bien,
esta
teora
puede
tener
una
excepcin
en
el
caso
de
las
decisiones
de
disolucin
del
matrimonio,
en
la
medida
en
que
el
art.
128
del
CF
indica
para
el
caso
de
las
decisiones
extranjeras
que
ya
han
sido
homologadas
en
Marruecos
en
qu
ocasiones
es
posible
interponer
recurso.
De
otro
lado,
si
bien
el
CPC
guarda
silencio
sobre
esta
cuestin,
es
evidente
que
la
decisin
extranjera
que
ha
sido
reconocida
adquiere
en
el
territorio
marroqu
la
autoridad
de
cosa
juzgada
(material),
de
forma
que
es
imposible
volver
a
juzgar
el
mismo
asunto
entre
las
mismas
partes.
Por
ltimo,
la
decisin
que
concede
el
exequtur
organiza
y
ordena
la
ejecucin,
de
acuerdo
con
la
ley
marroqu,
es
decir,
de
conformidad
con
el
CPC886.
Ahora
bien,
si
bien
parece
que
los
efectos
que
derivan
del
exequtur
se
regulan
de
forma
especfica,
se
trata
de
una
de
las
cuestiones
ms
polmicas
del
DIPr
marroqu.
sta,
as
como
la
determinacin
de
la
fecha
de
efectividad
de
las
sentencias
(que
despliegan
efectos
muy
relevantes:
personales,
materiales,
y
familiares)
no
se
regulan
de
forma
expresa.
Recurdese
que,
en
el
caso
de
las
decisiones
de
disolucin
del
matrimonio,
la
fecha
de
su
efectividad
incide
en
el
inicio
del
cmputo
de
la
idda
-p.ej.-887.
b) Momento
a
partir
del
cual
produce
efectos
la
decisin
extranjera
Se
plantean
la
cuestin
de
saber
la
fecha
en
la
que
la
decisin
extranjera
adquiere
autoridad
de
cosa
juzgada
en
Marruecos.
Segn
la
doctrina,
los
derechos
y
obligaciones
reconocidos
por
la
decisin
extranjera
a
la
parte
beneficiaria
comienzan
a
partir
de
la
fecha
en
que
se
pronunci,
al
contrario
de
lo
que
sucede
en
Francia,
donde,
en
principio,
la
decisin
que
concede
el
exequtur
no
tiene
eficacia
retroactiva.
Ahora
886
385
386
889
387
como
la
oposicin
latente
de
los
jueces
y
notarios
tradicionales,
que
constituye
una
traba
adicional
para
la
efectividad
de
algunos
ejes
esenciales
de
la
reforma.
Conclusiones
generales
I
Como
es
sabido,
el
ao
1992
marca
una
fecha
importante
en
Marruecos,
puesto
que
-en
dicho
momento-
comenzaron
a
demandarse
los
cambios
en
el
CEP,
que
regulaba
todos
los
asuntos
de
familia,
reclamando
una
ley
ms
equitativa
entre
hombre
y
mujer,
as
como
una
sustancial
mejora
en
la
condicin
de
la
mujer
en
su
papel
de
esposa
y
madre.
En
el
ao
1993
se
dio
un
primer
paso
para
la
re-elaboracin
de
dicho
Cdigo.
Si
bien
la
sociedad
marroqu
ha
evolucionado
de
forma
importante
desde
esta
primera
reforma,
tales
cambios
fueron
insuficientes
para
alcanzar
una
autntica
igualdad.
Tras
nuevas
y
constantes
reivindicaciones,
se
aprob
en
2004
la
vigente
Mudawwana
(tambin
denominada
nueva
recopilacin),
que,
an
conservando
determinados
aspectos
que
mantienen
a
la
mujer
en
situacin
de
desventaja
con
respecto
al
hombre,
ha
conseguido
ciertos
logros
y
constituye
uno
de
los
primeros
marcos
legales,
que
trata
de
equilibrar
la
posicin
de
la
mujer.
En
este
sentido,
es
innegable
la
originalidad
del
CF,
que
se
considera
en
comparacin
con
los
pases
del
entorno-
uno
de
los
ms
modernos
adoptados
en
los
ltimos
diez
aos.
No
obstante,
su
eficacia
no
puede
alcanzarse
si
no
se
trabaja
con
profesionalidad
y
en
colaboracin
con
los
rganos
competentes
tanto
en
el
pas
receptor,
como
en
el
pas
de
origen
de
las
personas
(marroques)
que
migran,
para
garantizar
su
aplicacin
y,
sobre
todo,
su
eficacia.
Adems,
deben
implicarse
todos
sus
protagonistas
-en
especial,
el
Juez-,
para
que
dichas
normas
sean
verdaderamente
tiles
para
que
tenga
lugar
una
reforma
social.
388
II
Respecto
al
reconocimiento
de
decisiones
en
materia
de
Derecho
de
familia
(y,
en
particular,
el
matrimonio
y
su
disolucin),
puede
decirse
que:
en
primer
lugar,
la
falta
de
continuidad
de
las
decisiones
es
una
de
las
tradicionales
limitaciones,
a
la
que
ha
tratado
de
dar
respuesta
en
todos
los
tiempos
todo
sistema
de
DIPr.
Y,
en
el
momento
actual,
se
trata
de
uno
de
sus
cometidos
ms
importantes,
no
slo
del
marroqu,
sino
tambin
del
espaol,
pues
este
ltimo
tambin
ha
de
promover
el
reconocimiento
extraterritorial
de
decisiones
y,
de
forma
muy
particular,
cuando
se
trata
de
las
nuevas
situaciones
privadas
internacionales
vinculadas
con
la
inmigracin.
Tales
situaciones
estn
teidas
por
el
componente
socio-econmico
de
las
migraciones
y,
por
ello,
vinculadas
con
dos
sistemas
jurdicos:
el
del
pas
de
origen
y
el
del
pas
de
destino
de
la
persona
que
migra.
Para
dar
adecuada
respuesta
a
estas
nuevas
situaciones,
es
imprescindible
conocer
las
legislaciones
extranjeras,
en
particular,
en
el
mbito
del
Derecho
de
familia.
As
mismo,
resulta
importante
hacer
una
correcta
utilizacin
del
orden
pblico,
que
juega
un
papel
dual
y
determinante,
sea
como
punto
de
unin
o,
por
el
contrario,
de
fisura,
entre
los
diferentes
ordenamientos
y,
en
particular,
entre
el
marroqu
y
el
espaol.
III
De
otro
lado,
en
Marruecos,
la
prctica
del
Islam
se
regula
por
lo
que
indica
la
escuela
Malik,
cuyas
reglas
fueron
recogidas
tras
su
independencia
en
el
CEP,
as
como
por
el
actual
CF
de
2004
(art.
400).
Una
tendencia
fuertemente
asentada,
a
la
cual
varias
instituciones
estatales
dedican
su
tarea
de
investigacin
y
difusin
de
sus
principios.
De
otro
lado,
dada
su
posicin
estratgica
en
la
zona
magreb,
los
ritos
de
la
escuela
Malik
estn
presentes
fuertemente
en
la
vida
religiosa
del
pueblo
presidida
por
el
Rey.
De
hecho,
tras
la
entronizacin
del
Rey
Mohammed
VI,
el
camino
escogido
compromete
a
Marruecos
indudablemente
a
una
reforma
global
de
su
espacio
pblico,
pero
siempre
dentro
del
campo
religioso
que
debe
integrar
esta
gestin.
Se
trata
de
una
frmula
atractiva,
que
se
emplea
para
definir
los
contornos
del
campo
religioso
389
390
391
inversa).
Por
ltimo,
cabe
descubrir
un
estrecho
vnculo
entre
el
sector
del
reconocimiento
de
decisiones
y
la
proteccin
o
tutela
de
los
derechos
humanos,
puesto
que,
en
definitiva,
son
situaciones
personales,
cuyo
carcter
es
especial
y
sensible.
Conclusiones
particulares
I
En
relacin
con
la
regulacin
del
matrimonio
y
su
disolucin
en
el
actual
CF
de
Marruecos,
cabe
sealar
que
la
vlida
celebracin
del
primero
se
supedita
al
cumplimento
de
los
siguientes
requisitos:
la
existencia
de
la
oferta
y
de
la
aceptacin
de
los
contrayentes,
que
no
se
haya
suprimido
la
dote,
la
presencia
de
testigos
(musulmanes)
y
el
tutor
matrimonial
(en
el
caso
de
que
la
mujer
mayor
de
edad,
lo
decida).
Como
es
sabido,
la
entrada
en
vigor
del
CF
ha
supuesto
la
reforma
de
la
institucin
de
la
wilaya
(arts.
24-25),
cuya
gnesis
se
relaciona
con
la
proteccin
de
la
mujer
(en
el
pasado
reciente)
cuando
todava
estaba
subordinada
al
hombre,
fuese
hermano,
padre
u
otro
pariente.
La
finalidad
de
la
reforma
ha
sido
adaptar
esta
figura
a
la
situacin
actual.
As,
hoy
en
da,
la
mujer
marroqu
mayor
de
edad
puede
contraer
matrimonio,
sin
necesidad
de
que
sea
representada
por
un
tutor.
Por
ello,
la
presencia
del
wali
se
limita
a
los
casos
de
la
joven
menor
de
edad.
En
cuanto
a
la
dote,
su
regulacin
emana
del
Corn.
Dada
la
situacin
existente
anteriormente
en
especial,
en
algunas
regiones
del
pas-,
cuando
el
padre
se
beneficiaba
de
la
totalidad
o
de
gran
parte
de
la
dote,
el
CF
ha
dado
una
respuesta
sensata
a
esta
cuestin,
al
indicar
que
es
un
derecho
de
la
mujer,
sin
que
otra
persona
pueda
interferir
en
su
administracin,
sea
el
marido,
el
padre
u
otra
(art.
29).
392
II
El
matrimonio
vlido
que
rene
los
requisitos
de
fondo
y
forma
expuestos
anteriormente,
es
el
que
permite
que
nazcan
un
conjunto
de
derechos
y
obligaciones
entre
los
esposos,
hacia
los
hijos,
hacia
los
padres
e,
incluso,
hacia
los
parientes.
Entre
ellos,
la
Nafaqat,
obligacin
que
pesa
sobre
el
marido
y
que
comprende
la
manutencin,
la
vestimenta,
la
atencin
sanitaria
y
todo
lo
considerado
como
indispensable
para
cualquier
persona.
El
principio
del
cual
deriva
este
derecho
de
la
mujer
es
la
responsabilidad
que
asume
el
hombre
para
mantener
a
su
esposa,
con
independencia
de
su
trabajo.
La
Nafaqat
est
inspirada
en
la
Shariaa,
cuya
finalidad
es
proteger
y
garantizar
una
vida
digna
y
cmoda
a
la
mujer.
III
De
otro
lado,
cabe
citar
las
nuevas
vas
que
se
abren
en
el
CF
para
la
obtencin
de
la
sentencia
de
Tatliq
por
la
mujer,
pues
se
ha
facilitado
considerablemente
el
procedimiento,
en
orden
a
que
la
mujer
que
desea
disolver
su
relacin
matrimonial
no
se
encuentre
ante
la
obligacin
de
alegar
o
como
era
el
caso
anteriormente-,
de
aportar
pruebas
(certificados
mdicos)
para
comprobar
los
daos
ocasionados
por
el
marido
-en
especial-,
el
maltrato.
Hay
que
hacer
hincapi
en
la
nueva
modalidad
de
Chiqaq,
que
ofrece
un
abanico
de
posibilidades
y
que
constituye
una
herramienta
a
disposicin
de
la
mujer
para
poner
fin
a
la
relacin
matrimonial.
IV
Llama
la
atencin
la
eficacia
que
est
teniendo
esta
modalidad
de
disolucin
del
matrimonio.
De
hecho,
ha
ido
en
constante
aumento
el
nmero
de
solicitudes
presentadas
por
mujeres
que
desean
obtener
el
Tatliq.
Otras
modalidades
que
deben
destacarse
son:
el
Talaq
bilitifaq.
Las
estadsticas
-como
fuente
de
anlisis-
tambin
indican
en
este
caso
el
importante
nmero
de
expedientes
que
se
depositan
con
el
objeto
de
obtener
la
disolucin
del
matrimonio.
393
V
De
otro
lado,
cabe
sealar
la
importante
evolucin
que
ha
experimentado
el
sistema
marroqu
de
DIPr,
en
especial,
tras
la
adopcin
del
actual
CPC
de
1974,
aunque
no
slo.
Una
de
estas
novedades
ha
consistido
en
la
unificacin
de
las
jurisdicciones,
de
tal
forma
que,
por
vez
primera,
extranjeros
y
marroques
han
de
acudir
al
mismo
tribunal
de
estatuto
personal.
As,
el
TPI
se
convierte
en
el
Juez
de
Derecho
comn
para
resolver
los
asuntos
concernientes
al
estatuto
personal,
sucesorio,
comercial,
administrativo
y
social.
Por
tanto,
el
CPC
trata
de
igualar
la
condicin
del
extranjero
y
la
del
marroqu
ante
la
justicia.
Otra
novedad
es
la
supresin
de
la
revisin
de
fondo
de
las
sentencias
extranjeras,
que
despert
fuertes
crticas,
en
especial,
despus
de
la
independencia,
hasta
su
eliminacin
en
1974.
En
todo
caso,
no
hay
que
olvidar
que
el
control
o
posibilidad
de
revisar
el
fondo
de
la
decisin
extranjera
fue
producto
de
la
influencia
de
la
teora
francesa
importada
a
partir
de
1913,
sin
que
contase
con
ninguna
tradicin
local
anterior.
Lgicamente,
en
1974
ya
no
existan
motivos
para
conservar
una
solucin
de
estas
caractersticas
en
el
Derecho
positivo
marroqu,
ausente
en
la
mayora
de
los
sistemas
de
DIPr.
VI
Por
todo
ello,
sin
lugar
a
duda,
la
construccin
del
sistema
marroqu
actual
de
DIPr
es
fruto
de
circunstancias
y
antecedentes
histricos
determinados.
Ahora
bien,
si
el
Dahir
aprobado
en
1913
puede
considerarse
el
Cdigo
marroqu
de
DIPr,
sta
es
una
declaracin
atrevida,
puesto
que
Marruecos
no
ha
sido
libre
para
decidir
la
creacin
de
un
DIPr,
que
se
haya
podido
equiparar
a
los
estndares
internacionales,
hasta
despus
de
la
independencia
poltica.
Este
momento
histrico
marca
una
nueva
etapa,
que
supone
una
transformacin
de
la
estructura
de
los
tribunales,
que
394
395
indirectos,
que
habran
permitido
saber
cul
es
la
medida
para
realizar
el
citado
control
de
la
competencia
judicial
de
la
autoridad
del
Estado
de
origen.
VIII
Se
trata
de
una
condicin
cuyo
significado
consiste
en
que
el
Tribunal
extranjero
que
pronunci
la
sentencia
debe
ser
competente
en
virtud,
tanto
de
las
reglas
relativas
a
la
competencia
judicial
internacional
aplicadas
en
Marruecos,
como
conforme
a
las
reglas
de
competencia
internas
del
ordenamiento
de
origen.
Como
indica
el
CHM
de
1997
en
el
art.
23,
las
resoluciones
()
tendrn
autoridad
de
cosa
juzgada
en
el
territorio
de
la
otra
parte
contratante
si
la
resolucin
emana
de
un
rgano
jurisdiccional
competente
segn
las
normas
aplicables
en
el
pas
en
el
que
ha
sido
dictada.
IX
El
control
de
la
competencia
interna
plantea
dificultades
mayores
que
la
internacional,
con
independencia
de
que
es
normal
que
la
competencia
objetiva
o
territorial
corresponda
al
Juez
extranjero,
de
conformidad
con
su
propio
ordenamiento
procesal.
Ahora
bien,
el
Juez
marroqu
del
exequtur
tiene
que
comprobar
la
competencia
del
Tribunal
extranjero
tanto
objetiva
como
territorial
e
internacional,
a
pesar
de
que,
en
los
dos
primeros
casos,
no
pueden
aplicarse
las
reglas
establecidas
por
el
legislador
marroqu.
Si
bien
el
art.
430
del
CPC
no
ha
dado
respuesta
clara
y
definitiva
a
esa
cuestin,
la
jurisprudencia
admite
el
control
de
ambas
competencias.
Ahora
bien,
la
tendencia
moderna
se
basa
en
que
el
Tribunal
al
que
se
solicita
el
reconocimiento
no
deniegue
la
solicitud,
aunque
sea
evidente
el
incumplimiento
de
una
norma
relativa
a
su
competencia
interna,
porque
es
una
cuestin,
que
ha
de
resolver
el
ordenamiento
del
pas
en
el
que
se
dict
la
sentencia,
esto
es,
lo
importante
es
que
tenga
existencia
jurdica
en
dicho
pas.
396
X
En
todo
caso,
se
trata
de
una
de
las
cuestiones
que
an
siguen
constituyendo
un
obstculo
para
el
reconocimiento
de
las
decisiones
extranjeras,
pues
resulta
complicado
y
requiere
demasiado
tiempo
para
las
autoridades
marroques,
realizar
este
control
de
conformidad
con
lo
que
indique
el
ordenamiento
de
la
autoridad
del
Estado
de
origen.
Por
tanto,
el
citado
Convenio
puede
calificarse
de
obsoleto,
puesto
que
su
aplicacin
es
ocasional,
lo
que
significa
que
habra
llegado
el
momento
de
introducir
modificaciones
en
esta
materia
o,
incluso,
de
firmar
otro
convenio,
que
se
adapte
a
las
nuevas
circunstancias.
El
mbito
convencional
es
primordial,
no
slo
para
regular
los
temas
de
Derecho
de
familia,
sino
tambin
para
superar
diferencias,
incluso
polticas
y
culturales.
XI
Por
tanto,
la
normativa
convencional
no
desplaza
a
la
estatal,
sino
que
el
procedimiento,
as
como
las
condiciones
para
reconocer
decisiones
extranjeras
que
prevn
los
arts.
430-432
del
CPC
constituyen
un
rgimen
de
mnimos.
De
otro
lado,
es
evidente
la
relacin
entre
el
art.
128
del
CF
y
los
arts.
430-432
del
CPC,
cuya
aplicacin
exige
la
no
susceptibilidad
de
apelacin/casacin
de
acuerdo
con
lo
establecido
en
la
Ley,
salvo
casos
especiales
previstos
en
los
arts.
130
y
134
del
CPC.
Y,
en
este
marco,
el
citado
art.
128
del
CF
constituye
una
norma
especial,
no
slo
en
orden
a
eliminar
el
control
de
la
competencia
legislativa,
sino
que
permite
realizar
una
interpretacin
de
la
nocin
de
orden
pblico,
que
estar
constituido
por
los
principios
que
inspiran
el
CF
y
no
tanto
por
un
orden
publico
islmico.
397
XII
De
otro
lado,
el
sistema
marroqu
de
DIPr
no
prev
que
el
reconocimiento
de
los
matrimonios
celebrados
por
autoridades
extranjeras
(con
la
excepcin
de
lo
dispuesto
por
los
nuevos
arts.
14
y
15
del
CF)
ni
la
homologacin
de
las
decisiones
extranjeras
de
disolucin
del
matrimonio
tenga
lugar
de
forma
automtica,
sino
mediante
un
procedimiento
especfico
(exequtur),
a
travs
del
cual
se
verifica
el
cumplimiento
de
las
condiciones
que
indican
los
arts.
430-432
del
CPC
de
1974,
que
tienen
la
consideracin
de
mnimos.
Si
bien
los
actuales
arts.
14
y
15
del
CF,
representan
una
oportunidad
valiosa
para
todos
los/las
marroques
que
desean
contraer
matrimonio
sin
retornar
a
Marruecos
habiendo
sido
bien
recibidos
por
la
doctrina-,
su
aplicacin
suscita
en
el
momento
actual
an
ms
interrogantes
que
soluciones
cuando
se
trata
de
verificar
hasta
qu
punto
pueden
servir
para
que
sean
aceptados
en
Marruecos
los
matrimonios
civiles
celebrados
por
los
MRE.
Ahora
bien,
el
Juez
goza
de
un
amplio
margen
de
apreciacin
para
verificar
que
los
matrimonios
celebrados
en
el
extranjero
renen
las
condiciones
exigidas,
al
admitir,
p.ej.,
el
testimonio
de
una
mujer,
en
lugar
de
dos
hombres
musulmanes,
que,
como
es
sabido,
es
la
condicin
establecida
para
su
validez
en
el
CF.
XIII
Otra
novedad
es
el
citado
art.
128
del
CF,
en
cuya
virtud
las
decisiones
de
disolucin
del
matrimonio
por
Tatliq
no
son
susceptibles
de
apelacin
en
el
pronunciamiento
relativo
a
la
extincin
de
la
relacin
conyugal.
Esta
consecuencia
no
se
aplica
slo
a
las
decisiones
nacionales,
sino
que
se
extiende
a
las
sentencias
extranjeras
que
no
se
contradicen
con
las
causas
previstas
en
el
CF.
Por
tanto,
se
deduce
la
desaparicin
de
la
obligatoriedad
de
la
presentacin
del
certificado
que
acredita
la
firmeza
de
la
decisin
extranjera
en
estos
casos.
Su
falta
de
exigencia
estriba
en
que
las
decisiones
de
disolucin
del
matrimonio
por
talaq,
tatliq
por
compensacin
o
anulacin
del
matrimonio,
segn
el
ltimo
prrafo
del
398
art.
128
del
CF,
no
son
recurribles
y,
por
ello,
las
pronunciadas
en
el
extranjero
pueden
ser
reconocidas
en
Marruecos
sin
necesidad
de
demostrar
su
firmeza,
siempre
que
hayan
sido
pronunciadas
por
un
Tribunal
competente
y
se
hayan
basado
en
causas
que
no
sean
incompatibles
con
las
establecidas
en
el
CF.
XIV
De
otro
lado,
cabe
plantear
la
posibilidad
de
reconocer
en
Marruecos
la
disolucin
el
matrimonio
solicitada
por
uno
de
los
cnyuges,
sin
que
pueda
aportarse
la
existencia
de
desavenencias,
ni
el
consentimiento
del
otro
cnyuge.
La
respuesta
es
afirmativa,
puesto
que
la
nueva
regulacin
de
la
disolucin
del
matrimonio
en
el
CF
por
existencia
de
desavenencias,
no
requiere
la
prueba
de
tales
disputas
o
de
los
conflictos
que
han
llevado
a
la
disolucin.
De
hecho,
la
autoridad
judicial
no
exige
la
prueba
de
las
causas
o
razones
de
las
desavenencias,
de
forma
que,
si,
realizando
un
intento
de
reconciliacin,
una
de
las
partes
persiste
en
su
voluntad
de
disolver
el
matrimonio,
la
autoridad
judicial
lo
declara.
XV
Si
bien
la
prctica
demuestra
que
la
resolucin
de
las
demandas
de
exequtur
sobre
asuntos
de
familia
es
competencia
de
las
secciones
de
familia,
no
existe
motivo
para
limitar
la
competencia
a
las
secciones
de
familia
en
exclusiva,
porque
la
demanda
de
exequtur
es
independiente
en
sus
reglas
segn
el
CPC
al
que
remite
el
art.
128
del
CF,
y
no
tiene
vinculacin
con
el
asunto
que
resolvi
el
Juez
extranjero,
siempre
que
el
objetivo
esencial
sea
comprobar
si
la
sentencia
extranjera
rene
las
condiciones
exigidas
para
su
reconocimiento.
XVI
Sin
embargo,
se
permite
un
amplio
margen
discrecional
a
las
autoridades
marroques
para
poder
denegar
el
exequtur
de
las
sentencias
extranjeras,
si
399
400
401
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