Deseo, Deseo Del Otro y Fantasma.
Deseo, Deseo Del Otro y Fantasma.
Deseo, Deseo Del Otro y Fantasma.
Facultad de Psicologa.
Marzo de 2013.
Cuando el nio llora su madre interpreta dicho llanto como una demanda y
responde a ella. Esto es lo que sucede en el mejor de los casos, en lo esperable. El
llanto supone una demanda significante del nio, por lo cual la demanda tiene
significacin en el lenguaje. Con la interpretacin que construye, la madre introduce al
nio en el campo de la palabra y de la demanda. Quiere comer, quiere la teta!
supone la madre al escuchar el llanto del hijo, pues ella tambin est expectante de
ser demandada, Pedime teta! espera la madre, y supone una demanda dirigida a
ella en el llanto de su hijo: Dame la teta!, estara pidiendo.
Desde el decir de C:
yo soy feliz porque los veo felices si mi mam est mal yo voy a estar
igual, mi mam hace lo mismo que hizo mi abuela en el pasado con ella
mi mam era joven iba a salir a bailar y mi abuela se senta mal y mi mam no iba
a bailar, cuando ella estaba mal si mi mam no estaba se enojaba con ella
Por qu y cmo surge el interrogante en el sujeto acerca del deseo del Otro?
Surge a partir de los significantes que vienen de ste, primordialmente el Otro
materno en cuyas palabras siempre hay algo incomprensible, en los intersticios de su
discurso siempre surge el enigma de su deseo: me dice tal cosapero quiere
realmente lo que dice?, o me est queriendo decir otra cosa?
Lacan en el seminario 10 plantea que el sujeto tachado se constituye en el
lugar del Otro como marca significante. Inversamente, toda la existencia del Otro
queda
suspendida de una garanta que falta, de ah el Otro tachado. Pero de esa
operacin hay un resto, es el a2.
Entonces, es desde la escena del Otro, donde el hombre como sujeto tiene
que constituirse, ocupar su lugar como portador de la palabra, pero no puede ser su
portador sino en una estructura que, por ms verdica que se presente, es un
estructura de ficcin3. Nos encontramos con el fantasma, concepto propuesto por
Lacan, J. (1962): Seminario 10. La angustia, clase IX pasaje al acto y acting out
Pg. 127-128.
3
Op. Cit. Pg. 129.
Lacan, que cumple la funcin de asegurar un lugar en el Otro4, en el deseo del Otro,
que implica que el sujeto para tener consistencia se hace objeto5. Es decir, esto hace
referencia a que es necesario que al Otro algo le falte, que se ponga en juego la
demanda impartida por el Otro, demanda que llevar a la pregunta, al Q Voi? El nio
armar una respuesta me quiere para, o porque Y se ubicar como ese objeto
que supone al Otro le falta, completndolo. Pero es necesario que en algn momento
ese nio no colme al Otro, que a pesar suyo al Otro le falte, y en tanto le falta va a
habilitar a que se despliegue la pregunta respecto de qu es lo que realmente desea
de m, porque dice que quiere esto pero en realidad no:
era como que nunca le alcanzaba lo que yo haca, por ms que yo me
haya quedado toda la noche hacindole compaa se terminaba enojando
conmigo lo que yo hago no alcanza siempre se termina enojando lo peor de eso
era que s volva a estar mal yo volva a hacer lo mismo
Sin embargo las cosas no son tan sencillas, porque el deseo se desliza, se
escabulle, es un enigma, no tiene respuesta directa, la respuesta es la que construye
el sujeto a travs del fantasma, justamente tratando de responderse qu quiere el Otro
de l, o de ella. Dicha bsqueda no cesa ya que el objeto de deseo nunca va a
coincidir con el objeto causa de deseo, objeto a, objeto perdido para siempre, el cual
va a ser recubierto por el fantasma pero al que es imposible acceder, nombrar, por la
estructura misma.
La realidad es vista por el sujeto desde el fantasma, as como supongo que soy
mirado as me veo, dicha mirada indicar el lugar que se ha ocupado en el fantasma
4
Lombardi, G: Vestigios clnicos de lo real. Cap. 7 Un buceo por el fantasma de Gabriela Grinbaum,
Pg. 65. Editorial JVE. Ao 2002.
5
Op. Cit. Pg. 65.
materno. La misma habilitar la posibilidad de la construccin del moi (yo imaginarionarcisismo) cuerpo unificado. Hasta ese momento, la vivencia era la del cuerpo
fragmentado, y es esa mirada la que otorgar la posibilidad de dicha unificacin.
pubertad?
Si la adolescencia se caracteriza como momento de irrupcin y de cambios, el
cuerpo, como as tambin la posicin del sujeto, se vern implicados. Esto llevara a
producir un nuevo trabajo psquico que conlleve a investir libidinalmente este nuevo
cuerpo ante lo real que irrumpe con la pubertad. Y por otro lado, el trabajo psquico
que implica asumir una posicin sexuada (hombre o mujer). Segn cmo el nio
atraves psquicamente la infancia, contar con las herramientas simblicas e
imaginarias con las cuales intentar dar cuenta de aquello que se presenta como
real.
En la adolescencia, caracterizada por la vacilacin subjetiva ante la
contundente conmocin estructural implicada en la misma, se podr en lo esperable
asumir una posicin sexuada que permitir acceder a la exogamia, al haber
atravesado la castracin del Otro que conjuntamente habilita hacerse cargo,
responsable, del propio deseo.
Bibliografa:
-Lacan, J. (1966). Seminario 13: El Objeto del Psicoanlisis. Bs. As.: Publicacin
E.F.B.A. sin fecha.
- Lacan, J. (1967). Seminario 14: La lgica del fantasma. Bs. As.: Publicacin
E.F.B.A. sin fecha.
- Lombardi, G. (2002): Vestigios clnicos de lo real. Cap. 7 de Un buceo por el
fantasma de Gabriela Grinbaum. Bs. As.: Editorial JVE.
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