Repaso Jul-Ago 2015
Repaso Jul-Ago 2015
Repaso Jul-Ago 2015
David anduvo con integridad de corazn, cmo nos anima su ejemplo a hacer lo
mismo?
R-Aunque David fue ejemplar en muchos sentidos, a lo largo de su vida cometi varios
pecados graves (2 Sam. 11:2-4, 14, 15, 22-27; 1 Crn. 21:1, 7). Sin embargo, en cada
caso demostr su arrepentimiento. Puede decirse que anduvo con Dios con integridad
de corazn (1 Rey. 9:4). Por qu? Porque siempre trat de actuar en armona con la
voluntad divina.
A pesar de nuestra imperfeccin, podemos conservar el favor de Jehov. Con ese fin,
estudiemos con empeo su Palabra, reflexionemos en lo aprendido y actuemos con
decisin segn lo que hemos guardado en el corazn. As haremos nuestra la humilde
solicitud que el salmista le hizo a Jehov: Ensame a hacer tu voluntad.
Qu leccin importante nos ensea el que Jehov enviara a Elas a la casa de la viuda de
Sarepta?
R-Pero Jehov haba visto algo especial en aquella viuda pobre.
Aunque viva rodeada de idlatras, tuvo fe en el Dios de Israel.
No todos los habitantes de la ciudad de Sarepta, donde se adoraba a Baal, estaban
completamente corrompidos. Al enviar a Elas a la casa de la viuda, Jehov demostr que
se fija en las personas de buen corazn que an no le sirven. As es: en toda nacin, el
que le teme y obra justicia le es acepto (Hech. 10:35).
Cuntas personas como la viuda de Sarepta habr en nuestro territorio? Aunque vivan
rodeadas de
gente que sigue religiones falsas, quiz algunas estn buscando algo
mejor. Puede que sepan poco o nada sobre Jehov y por eso necesiten a alguien que les
ayude a unirse a la adoracin pura. Tratamos de encontrar y ayudar a estas personas?
R-El ejemplo de Elas puede ayudarlo a comprobar que est en la fe y a adoptar una
actitud positiva. Cmo? Primero, piense en las distintas maneras en que Jehov lo ha
sostenido. Ha recibido el apoyo de algn hermano, quiz un anciano u otro cristiano
maduro, en un momento difcil? (Gl. 6:2.) Se ha sentido reconfortado por la Biblia,
nuestras publicaciones o las reuniones de congregacin? La prxima vez que se
proviene de
Qu hizo Jehov cuando vio a Elas tan desesperado, y cmo podemos imitar a nuestro
amoroso Dios? (1 Rey. 19:7, 8.)
R-Ms bien, tuvo en cuenta sus limitaciones y le envi un ngel. Este lo anim dos veces a
comer para que el viaje que tena por delante no fuera demasiado para [l] (lea
1 Reyes 19:5-8). Como vemos, antes de darle instruccin alguna, Jehov lo escuch y
tom medidas prcticas para sostenerlo.
Cmo podemos imitar a nuestro amoroso Dios, y mostrar a nuestros hermanos el mismo
amor? No debemos apresurarnos a dar consejos (Prov. 18:13). Es mejor que primero nos
tomemos el tiempo necesario para escuchar con comprensin a quienes piensan que son
menos honorables, o valen menos, debido a sus circunstancias (1 Cor. 12:23). Eso nos
permitir saber cules son sus verdaderas necesidades y entonces ayudarlos.
Por qu estaba equivocado el rey Acab, y cmo podemos nosotros evitar caer en un error
parecido?
R- Las palabras de Acab reflejaron su insensatez por dos razones. En primer lugar, al
decirle a Elas Has vuelto a encontrarme, demostr su ceguera espiritual. Jehov ya lo
haba encontrado. Lo haba visto hacer algo malo a sabiendas y alegrarse por el resultado
del malvado plan de su esposa. Dios examin su corazn y vio que el amor a lo material
haba eclipsado todo sentido de compasin y justicia. En segundo lugar, al decirle a Elas
enemigo mo, demostr que odiaba a un hombre que era amigo de Jehov, un hombre
que hubiera podido ayudarlo a volverse de su mal camino.
Satans difunde mentiras muy peligrosas sobre los pecados graves. A l le encantara
que los
cristianos las creyramos, pero a nosotros no nos va a engaar. Conocemos
muy bien sus maquinaciones (Efesios 6:11). Analicemos tres de tales mentiras de
Satans.
Puedes ocultarlo. Eso no es cierto, pues Jehov siempre ve lo que uno hace. Todas
las cosas estn desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos
que dar cuenta. (Hebreos 4:13.) As que, si vamos a tener que responder ante Jehov, y
l ya lo sabe todo, para qu empeorar an ms las cosas tratando de que no se enteren
los siervos que l ha nombrado? (Vase tambin 2 Samuel 12:12.)
No puedes confiar en los ancianos. Mejor no digas nada. En cierta ocasin, el
malvado rey
Acab de Israel se dirigi a Elas en estos trminos: Oh enemigo mo
(1 Reyes 21:20). Pero lo cierto es que aquel profeta de Jehov era quien podra haberle
ayudado a recibir el perdn de Dios. Hoy, Jess nos proporciona ddivas en [forma de]
hombres: los ancianos de la congregacin (Efesios 4:8). Aunque son imperfectos,
estn velando por las almas nuestras, es decir, por la salud y bienestar espiritual de
todos (Hebreos 13:17). Jams los veamos como enemigos, sino como lo que son: el medio
por el que Jehov nos ayuda.
Hay que encubrir a los amigos. Si alguien peca y nosotros lo encubrimos, lo cierto
es que no le hacemos ningn favor. Por qu? Porque los pecados graves son indicios de
enfermedad espiritual, y esconderlos es como ocultarle sntomas importantes al mdico
(Santiago 5:14, 15). Puede que nuestro amigo tenga miedo a ser disciplinado, pero
recordemos que la disciplina es una expresin del amor de Jehov que puede salvarle la
vida (Proverbios 3:12; 4:13). Adems, si el pecador persiste en su mala conducta, puede
poner en peligro a otros cristianos. Y de ningn modo queremos contribuir a que su mala
actitud se extienda en la congregacin (Levtico 5:1; 1 Timoteo 5:22.) Por tanto, si
sabemos que alguien ha cometido una falta grave, lo mejor que podemos hacer es
asegurarnos de que acuda a los ancianos.
8
Qu aprendemos de la peticin que le hizo Eliseo a Elas, y cmo nos ayuda esto cuando
recibimos
una nueva asignacin de servicio? (2 Rey. 2:9, 10.)
R- Como saba que conceder tal peticin no estaba en su mano, ya que solo Dios poda
hacerlo, contest modestamente: Has pedido una cosa difcil. Si me ves cuando sea
quitado de ti, te suceder as (2 Reyes 2:10). Y as le sucedi, pues Jehov permiti que
Eliseo viera a Elas cuando ascenda en una tempestad de viento (2 Reyes 2:11, 12).
La peticin de Eliseo fue concedida: Jehov le dio el espritu necesario para
emprender su nueva misin y afrontar las pruebas venideras.
Este relato resulta muy animador para los cristianos ungidos (denominados a veces la
clase de Eliseo) y para los dems siervos de Dios de la actualidad. Es posible que en
ocasiones nos sintamos abrumados e incapaces ante una nueva asignacin, o tal vez
estemos perdiendo el valor para continuar predicando el Reino ante el aumento de la
indiferencia u oposicin en el territorio. No obstante, si rogamos a Jehov que nos apoye,
l nos dar espritu santo a fin de afrontar las dificultades y las nuevas circunstancias
(Lucas 11:13; 2 Corintios 4:7; Filipenses 4:13). Por lo tanto, tal como Jehov fortaleci a
Eliseo para asumir responsabilidades ms importantes, tambin nos ayudar a todos
nosotros, seamos jvenes o mayores, a efectuar nuestro ministerio (2 Timoteo 4:5).