Cómo Agradar A Dios en Tiempos Difíciles

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¿Cómo agradar a Dios en tiempos

difíciles? 7 aspectos a considerar para


hallar su Gracia
Este interrogante nos lleva a reflexionar acerca de nuestras acciones
en este mundo y de lo que mostramos a los demás y a Dios. Por lo
cual es importante leer la biblia y así tener una noción más clara de los
aspectos que debemos considerar para agradar a Dios y obtener los
beneficios de su redención.

Jesucristo es un ejemplo a seguir, ya que en obediencia hizo su


sacrificio perfecto por amor al prójimo, para que éste tuviera vida
eterna y pudiera ser absuelto de toda culpa.

Pero además impartió en sus enseñanzas el amor que debemos dar a


nuestro prójimo para agradarle, seguir sus mandamientos y predicar el
evangelio a toda criatura para que no se pierda.

Esto lo podemos apreciar en el siguiente pasaje bíblico: “Finalmente,


amados hermanos, les rogamos en el nombre del Señor Jesús que
vivan de una manera que le agrada a Dios, tal como les enseñamos.
Ustedes ya viven de esta manera, y los animamos a que lo sigan
haciendo aún más. 2 Pues recuerdan lo que les enseñamos por la
autoridad del Señor Jesús” (1 Tesalonicenses 4)
En este sentido, Dios nos manda a que vivamos una vida en
obediencia y rectitud, siguiendo sus mandamientos y adoptando un
estilo de vida que agrade a Dios, siendo semejantes a Cristo, quien
hizo la voluntad del padre Celestial y fue un ejemplo del amor y
misericordia de Dios. En la biblia podemos encontrar diferentes
maneras para agradar a Dios:

1.- La fe en Dios:
Tal como lo dice su palabra, debemos tener fe para poder
agradarle: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es
galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Esta cita nos muestra que la fe tiene que ver con la creencia plena en
Dios y en que él hará lo que ha prometido en su palabra. Lo cual es
esencial para obtener la gracia que queremos de Dios.

Además nos da un ejemplo de esta clase de fe en el libro de Enoc (v.


5). Este personaje bíblico vivió en un mundo que se hacía cada vez
más perverso antes del diluvio, sin embargo él no se dejó perturbar
por la maldad de ellos.

En vez de esto tuvo la determinación de caminar con Dios y agradarle


en gran manera cumpliendo su palabra y creyéndole solo a él.

Enoc creyó en Dios, el Creador del cielo y la tierra, y además creyó


que regresaría a la Tierra y por eso actuó correctamente delante de
los ojos del Supremo, ya que Enoc sabía que los actos impíos traerían
malos resultados y debían reemplazarse por acciones buenas,
caminando junto con Dios para que este mundo pudiera alcanzar la
paz verdadera y el gozo.

Esto lo podemos ver en la siguiente cita bíblica:“Por fe Enoc fue


transferido para que no viera la muerte, y no fue hallado en ningún
lugar, porque Dios lo había transferido; porque antes de su
transferencia tuvo el testimonio de haber sido del buen agrado de
Dios” (Hebreos 11:5).

2.- Tomar en cuenta al Espíritu:


En la biblia se resalta el hecho de que debemos ocuparnos del
Espíritu y tomarlo en cuenta más que a las cosas banales de la carne
y de lo terrenal. Ahí se menciona dos tipos de mentes: La mente
carnal, humana y terrenal, y la mente espiritual, aquella que está
guiada por el Espíritu de Dios. Por lo cual, morar en el Espíritu es una
condición para poder agradar a Dios.

Tal como lo señala la siguiente cita bíblica: “Porque el ocuparse de la


carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque
no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios” (Romanos 8:6-8).
Por otro lado en el libro de Hechos 2:38 el apóstol Pedro nos habla
acerca del proceso que Dios ha planteado para que nosotros podamos
recibir y seguir su Espíritu: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo”.
En la biblia el apóstol Pablo explica detalladamente su propia
experiencia con respecto a los tipos de mentes con las cuales
debemos enfrentarnos, ya que en diversas situaciones podemos estar
entre lo carnal y lo espiritual.

Lo que le resultó a este personaje de la biblia algo realmente


desafiante, tal como nos puede parecer el proceso del cambio en
Romanos 7, en el cual Jesucristo deja claro que su intención es
liberarnos y convertirnos en sus hijos: “Gracias a Dios, por Jesucristo
Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la
ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del
pecado” (Romanos 7:25)
Por otro lado hay que resaltar que a Jesucristo le agrada cuando
alguien de la familia que es pecador se arrepiente y busca el
verdadero camino, tal como podemos observar en el siguiente pasaje:
“¡Sí! Jesús dijo que hay “gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente” (Lucas 15:7). Así que a Dios le agrada cuando alguien se
une a la familia de Cristo y busca el perdón de sus acciones.

3.- Tenerle temor a Dios:

Cómo agradar a Dios

Tal como lo dice la palabra, el principio de la sabiduría es el temor a


Dios, y representa uno de los aspectos que hay que tomar en cuenta
si queremos agradar a Dios: “Se complace el Eterno en los que le
temen, Y en los que esperan en su misericordia” (Salmo 147:11).
Así que las Sagradas Escrituras nos muestran que debemos temer a
Dios debido a que es bueno que sepamos claramente que Él es el
más poderoso, es el ser Supremo que controla todo y por lo cual
debemos reconocer su majestuosidad y saber que merece la honra y
la gloria. Cuando le demostramos que sentimos temor ante su
presencia, estamos demostrando respeto.

Al tener el temor correcto y el respeto a Dios, nos motivará a evitar de


cualquier manera el respeto a nuestro Padre Celestial. Esto nos
recuerda que Dios nos hace responsable de nuestras propias
acciones y debemos asumir nuestros errores delante de Dios,
arrepintiéndonos de nuestros pecados y perdonando a nuestro
prójimo. De esta manera, Dios reconocerá nuestra humildad y tendrá
misericordia de nosotros.

Por otro lado, a través del temor a Dios podemos confiar plenamente
en sus propósitos y puede además incrementar el amor hacia él. La
oración es muy importante para establecer una relación sólida y firme
ante las dificultades que se nos presenten y nos puede ayudar a
mantener una mente más espiritual que carnal.

4.- Estudiar la palabra y seguir el ejemplo de


Cristo
Jesucristo es la representación de Dios en la tierra, por lo cual
debemos seguir sus caminos, tal como lo dice el siguiente
pasaje: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él
oíd” (Mateo 17:5).
Dios le mostró a Santiago, Pedro y Juan la visión del futuro Reino de
Dios que es conocida como la transfiguración, donde se revela la
preeminencia de Jesucristo. Por lo cual debemos seguirlo para
agradar a Dios.
5.- La obediencia a Dios
En la biblia podemos observar un claro ejemplo de lo que es la
obediencia a él y las consecuencias si no lo hacemos: “¿Se complace
el Eterno tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se
obedezca a las palabras del Eterno? Ciertamente el obedecer es
mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los
carneros” (1 Samuel 15:22).
En esta cita bíblica se revela la molestia que sintió Dios ante el rey de
Israel, Saúl, quien había desobedecido el mandato de Dios con la
excusa de que el pueblo quería dar aquello que debería haberse
destruido de acuerdo Dios. Pero nuestro Padre Celestial no desea
nuestros regalos físicos, si quebrantamos las leyes impuestas por él.

De esta manera debemos comprender que Dios no nos ordena


obedecer únicamente porque resulta ser provechoso para nosotros
sino para que crezcamos en carácter y seamos justos y santos delante
de la presencia de Dios. Tal como se puede apreciar en Deuteronomio
10:12-14:
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a
Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y
sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que
guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te
prescribo hoy, para que tengas prosperidad? He aquí, de Jehová tu
Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las
cosas que hay en ella”
6.- Hacer la voluntad de Dios que es perfecta:
La voluntad de Dios hace referencia a seguir sus caminos, obedecer
su palabra y encomendarnos a él. Por lo cual la Biblia nos muestra la
voluntad de Dios para con nosotros, y estudiarla resulta ser una de las
maneras para conocer cómo agradarle en todo momento. Además nos
enseña acerca del sentido que tiene hacer la voluntad del Padre
Celestial. Lo cual podemos visualizar en el siguiente pasaje:

“Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad,
haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por
Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos.” (Hebreos
13:21).
En este sentido, la voluntad de Dios no se trata solo de conocer lo que
Él quiere para nosotros sino que considera hacer “toda buena obra”
para crecer a nivel espiritual y llegar a ser semejante a él, y Jesucristo
es el máximo representante del significado de la voluntad de Dios
cuando enfrentó la crucifixión para salvarnos.

Sin embargo antes de ejecutar el plan de Dios oró de esta


manera: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Así que él estaba preparado a
entregarse completamente a la voluntad de su Padre.
7.- Hacer los sacrificios que Dios quiere:
En la biblia podemos apreciar el mayor sacrificio que hizo Jesús en la
cruz del calvario en obediencia a Dios, para así redimirnos de la
esclavitud del pecado y salvar nuestra alma del maligno. Este
sacrificio fue ejecutado con sangre como un fiel ejemplo de lealtad,
compromiso y fortaleza.

Por lo cual Dios demanda a que seamos semejante a Cristo y


obedezcamos su palabra, pero para ello debemos hacer sacrificios y
dejar atrás lo terrenal y carnal, para dar lugar a lo espiritual, y así
alcanzar la vida eterna. Tal como aparece en el siguiente pasaje de la
biblia:

“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de


alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de
hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales
sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13:15-16).
Por otro lado, en la biblia se resalta el hecho de que Dios aborrece los
sacrificios hechos en desobediencia, ya que no los toma en cuenta.
Sin embargo, existen sacrificios en los que él se complace, tal como
las alabanzas y el agradecimiento a él. Además, es importante que
para agradar a Dios prediquemos su palabra y podemos hacer nuevos
creyentes para que nuestro prójimo obtenga

también la redención. Esto se puede observar en la siguiente cita:

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y


con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo
22:37-40).

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