Este documento analiza la historia política reciente de Argentina, incluyendo las victorias electorales del peronismo y la presidencia de Néstor Kirchner. También especula sobre las posibilidades electorales de Daniel Scioli en 2015 y el futuro del kirchnerismo después de Cristina Fernández.
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Este documento analiza la historia política reciente de Argentina, incluyendo las victorias electorales del peronismo y la presidencia de Néstor Kirchner. También especula sobre las posibilidades electorales de Daniel Scioli en 2015 y el futuro del kirchnerismo después de Cristina Fernández.
Este documento analiza la historia política reciente de Argentina, incluyendo las victorias electorales del peronismo y la presidencia de Néstor Kirchner. También especula sobre las posibilidades electorales de Daniel Scioli en 2015 y el futuro del kirchnerismo después de Cristina Fernández.
Este documento analiza la historia política reciente de Argentina, incluyendo las victorias electorales del peronismo y la presidencia de Néstor Kirchner. También especula sobre las posibilidades electorales de Daniel Scioli en 2015 y el futuro del kirchnerismo después de Cristina Fernández.
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El futuro, ese misterio compartido
Alejandro Horowicz
El futuro, ese misterio compartido
Si algo caracteriza al antiperonismo es la dificultad para vencer electoralmente a los distintos candidatos presidenciales justicialistas. Ms all de cul sea el candidato, el peronismo vence. Una sola excepcin modifica este conteo: talo Argentino Luder. Ral Alfonsn lo derrot sin atenuantes y lo hizo en el principal distrito poltico de la nacin: la provincia de Buenos Aires. Conviene recordar el motivo de esa derrota. El intento de pactar con las Fuerzas Armadas, la impunidad. Es decir, asegurar que los violadores de los Derechos Humanos no seran molestados. La ley de autoamnista perpetrada por el general Bignone deba ser respetada. Ral Alfonsn sostuvo, en cambio, que se trataba de un pacto militar-sindical. Que era el acuerdo entre Lorenzo Miguel y las Fuerzas Armadas. Y que su gobierno declarara nula de toda nulidad la ley de autoamnista, cosa que efectivamente hizo. Es decir, Alfonsn se ubic discursivamente ante el principal problema del futuro gobierno nacional a la izquierda del peronismo. A la hora de la verdad, tres juntas militares y los sobrevivientes de la direccin montonera fueron enviados a juicio. La sociedad escindi ese procedimiento. Festej el juicio a las juntas como victoriosa estrategia de los Derechos Humanos y sigui con indiferencia la condena a Mario Eduardo Firmenich. La teora de los dos demonios, que el relato alfonsinista ubicara en el Nunca Ms, obtuvo as la mxima repercusin pblica. Las especulaciones sobre el destino de los actuales militantes K han crecido en las columnas de anlisis opositor, digerir una nueva victoria oficialista se les hace cuesta arriba. La derrota peronista del '83 estableci un vnculo entre el procesismo militar y la direccin del cuarto peronismo. Alfonsn utiliz impdicamente este instrumento hasta que la crisis econmica devor su juego. Y cuando en 1989 se trat de elegir presidente, la sociedad privilegi el pasado peronista remoto en el que haba vivido con cierta dignidad, al presente hiperinflacionario construido por la gestin radical. De modo que el '83 arranca con victoria alfonsinista y culmina con el regreso del peronismo a Balcarce 50. En todas las dems disputas electorales del ciclo la victoria dependi de un complejo sistema de alianzas entre radicales y peronistas. Fernando de la Ra logra vencer en la interna al "Chacho" lvarez, transformarse en la expresin blanca de los '90. Esto es: menemismo sin corrupcin, Convertibilidad para garantizar el sueo consumista nacional. El 2001 supuso el estallido de la continuidad radical-peronista, continuidad que incluy la impunidad absoluta del procesismo militar. Agotando la estrategia poltica del bloque de clases dominantes.
El monopolio partidario de las nominaciones polticas distanci a la sociedad de su
sistema de representacin, hasta un punto irrecorrible. Recordemos que Ricardo Lpez Murphy y Elisa Carri, dirigentes reales de ese radicalismo, no podan ganar el control de su partido y que los vencedores de la interna radical sacaron en 2003 ms votos en la interna que en la nacional. Eduardo Duhalde, bisagra entre 2001 y 2003, comprendi la distancia entre los partidos y la sociedad permitiendo que tres candidatos justicialistas libraran la interna externa presidencial. Eso s, respald a uno de ellos y logr que un oscuro gobernador sureo se transformara en presidente de los argentinos. Hasta ese momento haba funcionado una transversalidad que garantizaba la democracia de la derrota, esto es, que se votara a quien se votara los mismos hacan exactamente lo mismo. La figura de Domingo Cavallo retrata en su biografa esta pattica circunstancia. Sera el presidente del Banco Central que transformara la deuda externa de las empresas en deuda pblica, y la deuda pblica mejor dicho, el pago de sus intereses en viga maestra del programa econmico del bloque de clases dominantes. Pagar los servicios de la deuda era el nico objetivo legtimo de esa poltica nacional. Cuando Nstor Kirchner asume en 2003 comprende que el sistema poltico haba sido colonizado en esa direccin. Y que los que le haban hecho resistencia deban reagruparse transversalmente. Dicho de otro modo, el cuarto peronismo y el radicalismo haban cogobernado la sociedad argentina. Para poner fin a esa poltica inviable, para reagrupar los cuadros requeridos para otro proyecto, la transversalidad resultaba insustituible. Un descubrimiento complejo lo oblig a reconsiderar su propio camino: las elecciones de medio trmino de 2005. Sin vencer en la provincia de Buenos Aires todo el programa quedaba en suspenso, para lograrlo, el acuerdo con los intendentes duhaldistas le resultaba insoslayable. Como precio de ese acuerdo liquid definitivamente su programa transversal. Antes haba aceptado en la Capital Federal respaldar a Anbal Ibarra sobreviviente progre del ciclo anterior dejando sin juego al PJ capitalino. Ahora bien, la crisis de Croman impuso redefiniciones. Desde el momento en que Jorge Telerman no es aceptado, y el PJ presenta candidato propio, los ltimos vestigios de la transversalidad mueren. De ah en ms Kirchner lica el pejotismo tradicional en Frente para la Victoria, esto es, en un partido cadavrico cuya existencia renace con la campaa electoral y muere con el reconteo de los votos. En ese instante, cuando queda claro que las distintas alquimias del Frente para la Victoria bastan para asegurar una mayora electoral oficialista, la oposicin comienza a sudar fro. Dado que no logra la adecuada transversalidad en direccin opuesta para restablecer el juego del ciclo anterior. Si a esto se le suma que Cristina Fernndez termina siendo en 2007 una candidata eficaz, cosa que no estaba en el manual de nadie, pareca que el relevo Nstor-Cristina conformaba la nueva estrategia peronista. La muerte de Nstor puso fin a ese camino replanteando una vez ms el espinoso problema de la herencia. Daniel Scioli desde 2011 es candidato presidencial para 2015. Primero con serias resistencias por parte de Cristina, y finalmente con la desagrada bendicin presidencial. Estela Carlotto dio a conocer un razonamiento extendido en la
militancia K: Daniel al gobierno, Cristina al poder. Como la presidenta no puede
legalmente volver a ser candidata, como la Constitucin result inmodificable, un hombre del palo aceptara una presidencia transicional. Si se tratara de una duplicacin del escenario Hctor J. Cmpora-Juan Domingo Pern, Scioli debiera gobernar muy poco tiempo, cosa en la que nadie cree. La frmula de Carlotto supone que el gobernador bonaerense estar a cargo del Ejecutivo, bajo control cristinista, hasta 2019 y recin entonces la doctora Fernndez volvera a competir por la presidencia. El poder es un verbo que se conjuga en la primera persona del presente del indicativo, yo puedo o yo no puedo. Yo podra no es ms que una modulacin condicional. La relacin Cmpora-Pern remite a una experiencia colectiva irrepetible. La idea de que el kirchnerismo refunda el peronismo no es ms que una exageracin literaria. Una cosa es entender la poltica K como peronismo circunstanciado y otra creer que una fuerza que no pudo reincorporar a los trabajadores a la lucha poltica contiene un proyecto superador. El prximo presidente de los argentinos ser electo en octubre. Es posible que Scioli resulte vencedor. Mas all de esa circunstancia, gobernar por su cuenta y riesgo hasta 2019. No estoy diciendo que el cristinismo desaparece: digo que resulta imposible calibrar hoy su lugar en 2016. Una cosa es una fuerza fogueada tras 17 aos de proscripcin y, otra, una construida al calor del poder Las especulaciones sobre el destino de los actuales militantes K han crecido en las columnas de anlisis opositor, digerir una nueva victoria oficialista se les hace cuesta arriba. Antes subrayaban las diferencias entre Scioli y Cristina, ahora muestran que esas diferencias difcilmente operen. La perplejidad vale, imposible saber qu va a hacer Scioli en un escenario internacional crecientemente crtico: la crisis no cesa de avanzar y las respuestas para enfrentarla requieren de un realineamiento sudamericano. Resulta ms categrico el comportamiento de Brasil respecto de la paridad cambiaria que las opiniones del gobernador sobre la necesidad de incrementar decisivamente la inversin. No se trata de ignorar la necesidad de nuevas inversiones, sino de atender al origen de los fondos que las posibilitan. Dicho brutalmente: nadie conoce hoy las diferencias del maana.