Evolución Política y Social Argentina en La Década Del 90
Evolución Política y Social Argentina en La Década Del 90
Evolución Política y Social Argentina en La Década Del 90
Carlos H. Acua
-Universidad de San AndrsGabriel Kessler
-Universidad General SarmientoFabin Repetto
-Universidad de San Andrs-
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Introduccin
El objetivo del presente Informe es realizar una caracterizacin de las polticas
sociales en los aos 90 en la Argentina. Comienza por una caracterizacin de los
rasgos centrales de la nueva situacin social argentina, en la cual se revisan en
forma sinttica la evolucin de la pobreza e indigencia, la distribucin geogrfica y
personal del ingreso, el desempleo y la informalidad laboral as como la cobertura en
materia de salud y educacin. El objetivo es presentar al lector, un panorama general
de la evolucin y situacin social en Argentina, de manera de ilustrar los desafos
principales que enfrent la poltica social en la dcada de los noventa. En segundo
trmino, se presentan las caractersticas principales de la poltica social en la
dcada: comenzando por la evolucin del gasto social, luego se pasa a los procesos
de descentralizacin y las estrategias de focalizacin en dos reas centrales: salud y
educacin. A continuacin nos abocamos a analizar en detalle las polticas de lucha
contra la pobreza tanto en trminos generales como mediante ejemplos de los casos
ms relevantes para terminar esta parte del Informe analizando lo sucedido en la
seguridad social en los 90. En la tercer parte analizaremos las iniciativas de poltica
social ligadas a gnero y finalizaremos con una descripcin del rol de las
Organizaciones No Gubernamentales en la Poltica Social.
1. Rasgos sobresalientes de la situacion social en los 901
Indicadores centrales de la situacin social en Argentina
Este punto del Informe se basa en la investigacin de Carlos H. Acua, Mariano Tomassi y
Fabin Repetto sobre Polticas Sociales en Amrica Latina, CEDI-BID, Buenos Aires, 2002, as
como en el libro de Fabin Repetto "Gestin Pblica y Desarrollo Socia. Prometeo, Buenos
Aires (en prensa).
3
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
1.1. Pobreza
Hogares
Poblacin
Absolutos
%
Absolutos
%
1989
942.390
38,4 %
3.795.358
47,6 %
1990
607.933
25,3 %
2.685.091
33,8 %
1991
397.986
16,3 %
1.732.073
21,6 %
1992
367.581
13,6 %
1.629.871
17,8 %
1993
386.300
13,1 %
1.695.458
16,9 %
1994
434.963
14,2 %
1.933.729
19,0 %
1995
555.619
18,2 %
2.517.342
24,8 %
1996
605.002
20,1 %
2.803.840
27,8 %
1997
604.732
19,0 %
2.735.818
26,0 %
1998
590.621
18,2 %
2.754.500
25,9 %
1999
595.848
18,9 %
2.790.222
26,7 %
Fuente: SIEMPRO, en base a onda octubre de la Encuesta Permanente de Hogares elaborada por
el INDEC.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Coeficiente de Gini
1980
1985
1989
1990
1994
1998
GBA
0.391
0.409
0.515
0.461
0.457
0.501
Total urbano
0.451
0.461
0.498
Participacin en el ingreso
Quintil V/ I
GBA
Total urbano
7.6
8.5
14.5
10.8
10.5
10.9
11.4
15.2
14.7
Fuente: Banco Mundial sobre la base de INDEC, EPH, octubre de cada ao.
Por otro lado, se observa una fuerte disparidad geogrfica en la distribucin del
ingreso. En la Ciudad de Buenos Aires el ingreso per cpita medio es ms de 4
veces superior al de provincias como Salta o Jujuy. El fenmeno es un rasgo
importante a considerar en un pas federal como la Argentina, ya que cualquier
poltica redistributiva a nivel nacional requiere transferencias interprovinciales.Por
otra parte, no se observan diferencias en la distribucin del ingreso entre los
hogares al interior de las jurisdicciones. En los 25 aglomerados analizados, se
observan similares niveles de desigualdad.
Beccaria (1993) puntualiz la evolucin de los ingresos de los distintos estratos sociales desde la
grave crisis de 1989 hasta 1992 (tomando 1980 como base 100). As, el de los sectores de
menores ingresos evolucion desde un bajsimo 36,9 en 1989 hasta 64,6 en 1992. En cuanto al
estrato de ingresos medios, pas de 42,0 en 1989 a 74,9 en 1992. A su vez, corroborando la fuerte
concentracin del ingreso que se dio en los aos ochenta (pese al escaso o nulo crecimiento del
producto), el estrato de ingresos altos ascendi de 60,6 en 1989 a 93,8 en 1992.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Tasa de Desempleo
20,0
18,0
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
16,0
14,0
12,0
10,0
8,0
6,0
4,0
2,0
0,0
80
81
82
83
84
85
86
87
88
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
00
Ao
Adems del desempleo, otro rasgo central de la evolucin del mercado de trabajo
se caracteriza por un incremento en el nivel de informalidad. El porcentaje de
trabajadores sin cobertura de la seguridad social ha crecido de manera
relativamente sostenida durante todo el perodo 1980-2000.
Cuadro 3
Evolucin Poblacin ocupado en Sector Informal 1990-2001 (total aglomerados urbanos)
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
2001
Total
37,1
34,6
45,1
46,9
47,3
45,6
45,8
46
44,5
44,7
45,4
45,6
1 Quintil
56,7
50,4
50,2
54,8
59,2
58,6
59,5
63,7
59
62,2
65,5
65,6
2 Quintil
44,3
48,5
47
53,3
52,2
50,8
52,4
52,2
52,2
51,9
52
53,7
3 Quintil
40,5
43,8
47
49,7
47,5
45,6
46,4
46,8
46,3
47,2
47,6
45,9
4 Quintil
38,7
42,6
40,7
42,1
43,2
43,3
40,2
41,7
38,2
39,3
41
40,2
5 Quintil
30,9
29
37,3
36,2
36,2
30,7
30,7
30,7
29,8
27,4
28,3
27,6
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
3.7
3.1
3.7
3.7
3.4
3.4
3.3
3.4
3.3
3.7
11.4 11.1 14.1 14.2 15.1 15.9 15.5 15.9 15.9 15.9 16
15.6
18.9
2.8
1.1
37.9
17.8
7.8
1.2
45.6
17.5
1.6
0.7
34.6
18.8
7.8
1.2
45.1
19.4
7.9
1.8
46.9
19.4
7.9
1.3
47.3
17.3
7.8
1.2
45.6
17.4
7.9
1.6
45.8
17.9
7.9
1.6
46
16.6
7.7
1.3
44.7
16.6
7.7
1.3
44.7
16.7
8
1.1
45.4
1.4. Educacin
Cuadro 5
Poblacin de 5 a 60 aos por grupos de edad segn condicin de asistencia al
sistema educativo. Porcentajes (Total 28 Aglomerados Urbanos).
Edades
5 aos
6 a 12 aos
13 a 17 aos
18 a 24 aos
25 a 29 aos
30 a 49 aos
50 a 60 aos
Total
3.1
Poblacin
407.016
2.873.648
2.043.800
2.860.204
1.662.662
5.534.322
2.270.815
17.652.467
Condicin de asistencia
Nunca
Asiste*
asisti
5,5
93,9
0,4
99,3
0,2
84,6
0,3
43,1
0,4
14,8
0,8
4,4
2,1
0,9
0,8
38,0
Asisti
0,6
0,3
15,2
56,6
84,8
94,8
97,0
61,2
Los porcentajes de esta columna constituyen la tasa de escolarizacin de cada grupo de edad
considerado.
Fuente: Elaboracin propia en base a Mdulo Educacin. EPH. Mayo de 1998. INDEC/
Ministerio de Educacin.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
1 Quintil
22.4
5 Quintil
83.7
81.2
98.8
70.3
16.8
99.5
99.6
97.3
73.6
1.5. Salud
10
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
San Juan
San Luis
Santa Cruz
Santa Fe
Santiago del Estero
Tierra del Fuego
Tucumn
Total del pas
21,3
27,6
15,9
17,8
29,0
13,6
23,9
22,0
21,7
20,6
18,0
16,2
18,1
11,9
19,9
19,1
Este punto se basa en el trabajo de Fabin Repetto Gestin Pblica y Desarrollo Social.
Buenos Aires. Prometeo (en prensa).
11
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
En millones de pesos de 1997. El mismo parmetro se mantiene para todas las cifras que siguen
(Secretara de Programacin Econmica y Regional, 1999a). Cabe aclarar que segn la Ley de
Convertibilidad vigente desde 1991, un peso equivale a un dlar.
12
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
14
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Cuadro 8
Evolucin
del
Gasto
Pblico
Consolidado
FINALIDAD / FUNCION
II. GASTO PUBLICO SOCIAL
Social
1990
100,0
1991
105,7
1992
106,6
1993
109,0
1994
112,7
1995
114,0
1996
108,0
1997*
106,4
1998*
107,4
1999**
115,8
2000**
113,2
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
102,6
107,7
98,2
92,0
100,0
76,9
103,3
111,3
94,4
115,6
100,0
87,3
103,4
108,5
84,0
120,0
105,8
176,9
150,0
108,2
107,7
114,5
80,0
70,0
142,3
105,7
123,2
87,9
126,6
92,9
64,8
105,7
116,9
72,0
120,0
106,4
161,5
200,0
115,9
115,3
129,1
88,0
90,0
134,6
109,5
128,9
91,2
128,1
128,6
64,8
127,3
144,1
68,0
200,0
99,4
215,4
1100,0
117,0
116,6
129,1
92,0
110,0
126,9
115,9
134,5
92,1
154,7
114,3
67,6
131,8
147,5
64,0
260,0
103,7
233,3
1300,0
121,9
118,3
150,9
92,0
120,0
126,9
117,8
132,4
94,9
162,5
142,9
60,6
119,3
128,8
64,0
260,0
105,7
246,2
1250,0
117,9
114,5
149,1
76,0
130,0
119,2
109,3
124,6
89,8
140,6
107,1
59,2
109,1
122,0
56,0
180,0
100,9
233,3
1450,0
122,2
120,4
145,5
84,0
130,0
126,9
107,1
123,9
88,4
132,8
121,4
64,8
127,3
150,8
52,0
200,0
94,3
220,5
1450,0
125,3
123,0
152,7
92,0
130,0
123,1
108,3
128,9
90,2
123,4
107,1
69,0
130,7
155,9
52,0
200,0
93,7
217,9
1450,0
140,3
137,9
165,5
88,0
130,0
165,4
120,0
145,1
98,1
137,5
100,0
62,0
138,6
167,8
52,0
200,0
99,1
228,2
1500,0
139,5
139,6
167,3
80,0
120,0
146,2
115,0
137,3
97,7
125,0
71,4
53,5
128,4
154,2
52,0
180,0
99,0
225,6
1350,0
100,0
100,0
173,7
116,5
155,3
120,3
165,8
132,9
171,1
125,3
189,5
113,9
163,2
111,4
150,0
107,6
150,0
112,7
157,9
121,5
160,5
119,0
(*) Provisorio
(**) Estimacin
Fte:Dir. De Gastos Sociales. Min. Economa
15
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Algunos analistas interpretan esta accin gubernamental como una expresin acrtica de las
recomendaciones y sugerencias del Banco Mundial (Mollis, 1996).
17
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
De esta forma, el Plan Social Educativo cont con dos Programas: Programa 1: Mejor Educacin
para Todos y Programa 2: Mejoramiento de Infraestructura Escolar .
18
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
noventa, las dificultades tcnicas y polticas del Estado nacional en esta materia s
se han puesto de manifiesto en el perodo. An contando con instrumentos
normativos y una proporcin de recursos ms o menos escasa en funcin de los
desafos a afrontar, el Ministerio del nivel central no ha logrado articular acciones
capaces de afrontar los fuertes desequilibrios existentes entre las jurisdicciones
subnacionales. Por otro lado, el diseo tcnico de sus programas compensatorios
y de fortalecimiento institucional, sumado a las dinmicas polticas, impidieron
sentar las bases para una mayor articulacin con otros organismos y programas
destinados a enfrentar la pobreza y promover el desarrollo social.
En el caso de la salud pblica, su evolucin durante los aos de gestin de
Menem tambin puede ser calificada de "reforma residual" (Lo Vuolo, 1995). Parte
integrante junto a las obras sociales y el sector privado del sistema sanitario
nacional, la salud pblica se vio relegada en la agenda del cambio, debido sobre
todo a que han sido los sectores de bajos ingresos, de muy escaso peso poltico,
prcticamente los nicos usuarios tradicionales de los servicios estatales en esta
materia (Cortes y Marshall,1999). An as, durante los aos noventa se pueden
reconocer dos hitos fundamentales en relacin con la descentralizacin en el
subsector pblico de la salud, que complement un lento proceso iniciado dcadas
atrs: la transferencia de los ltimos hospitales nacionales a las provincias y la
Ciudad de Buenos Aires, lo cual modific la configuracin de los sistemas
subnacionales de salud; y el impulso que desde el Estado Nacional se dio a la
figura de Hospital Pblico de Autogestin (HPA).
Con la proyeccin del ejercicio presupuestario de 1992 (Ley 24.061 de
1991) concluy el proceso de transferencia de hospitales pblicos nacionales: en
esta oportunidad se transfirieron 20 establecimientos (hospitales e institutos) que
el Estado Nacional conservaba, principalmente en la Ciudad de Buenos Aires. Los
hospitales transferidos representaban un gasto de $110,7 millones (equivalente al
17% del presupuesto de la Administracin Nacional en materia de salud) y
empleaban aproximadamente un total de 9.200 agentes.
Al analizar la mencionada Ley se observa que sta no especific el rol
reservado para el Estado Nacional, concretamente en la figura del Ministerio de
Salud y Accin Social (MSAS) en el proceso de descentralizacin. Para interpretar
el papel a jugar por cada uno de los diferentes niveles jurisdiccionales en el marco
de la transferencia, debe observarse el Acuerdo Federal sobre Polticas de Salud,
suscripto entre el Ministro de Salud y Accin Social de la Nacin (MSAS) y sus
pares provinciales en octubre de 1991, en el marco del Consejo Federal de Salud
(COFESA). Este acuerdo se firm con el doble propsito de establecer un punto
de partida poltico que respaldara las acciones del Estado Nacional en materia de
salud y para fortalecer la capacidad decisoria del COFESA.
El Estado Nacional resign su funcin de administrador de servicios para
pasar a desarrollar las de planificacin, normatizacin, evaluacin, control,
regulacin y fiscalizacin del sistema. Se pretendi fortalecer su rol como
orientador, conductor general del sistema de salud, articulador y distribuidor de
19
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
22
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
26
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Durante la segunda mitad de dcada del noventa se desarroll en tres etapas: TRABAJAR I: Desde
Enero de 1996 hasta Mayo de 1997. La ayuda econmica que se pag a los beneficiarios y el seguro
de responsabilidad civil, fueron financiados por el Fondo Nacional de Empleo (que se forma con el l,5
% sobre la nmina salarial, que aportan los empleadores); y la cobertura social de los beneficiarios y
los materiales, estuvieron a cargo de los organismos responsables y ejecutores; TRABAJAR II: Desde
Mayo de 1997 hasta Mayo de 1998. La ayuda econmica a los beneficiarios y el seguro de
responsabilidad civil fueron financiados por el Fondo Nacional de Empleo y un prstamo otorgado por
el Banco Mundial. La cobertura social de los beneficiarios, y los materiales, las maquinarias, las
herramientas y la mano de obra calificada, estuvieron a cargo de los organismos responsables y
ejecutores; y TRABAJAR III: Desde Mayo de 1998, continuando ms all del final de la dcada. La
ayuda econmica a los beneficiarios y el seguro de responsabilidad civil han sido financiados por el
Fondo Nacional de Empleo y un prstamo otorgado por el Banco Mundial. La cobertura social de los
beneficiarios, y los materiales, las maquinarias, las herramientas y la mano de obra calificada,
estuvieron a cargo de los organismos responsables y ejecutores.
28
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Lo que qued claro entonces, durante la segunda mitad de los noventa, fue la
intrnsica debilidad de las instancias del Estado nacional relacionadas con las
acciones frente a la pobreza. No se trataba en lo sustantivo de debilidades tcnicas
(que las hubo) sino fundamentalmente polticas, que repercutan en la magnitud de
los recursos que manejaban para planes focalizados. Aun cuando la inexperiencia
de las burocracias tradicionales de los servicios sociales ms constitudos como
Educacin y Salud (con historia de intervenciones universales) podan afectar su
reconversin hacia intervenciones ms puntuales hacia los sectores pobres, la
conformacin de burocracias financiadas por los organismos internacionales facilit
en el corto plazo resolver esos problemas, generando en todo caso dificultades para
conformar capacidad instalada en el mediano y largo plazos.
En un marco de problemas sociales que se agravaban y cuestiones de
gestin sin resolver, Menem cre en 1997 (mediante el Decreto 108/97) el Gabinete
Social, el cual operara en el mbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros. En el
artculo 2 de dicho decreto se determin su composicin: Ministro de Trabajo y
Seguridad Social, Ministro de Economa y Obras y Servicios Pblicos; Ministro de
Cultura y Educacin; Ministro de Salud y Accin social; Ministro del Interior;
Secretario de Desarrollo Social de la Presidencia de la Nacin y Presidente de la
Comisin de Tierras Fiscales Nacionales. Estara presidido por el Jefe de Gabinete
de Ministros, siendo su Secretario Ejecutivo el Jefe de Asesores de la Jefatura de
Gabinetes de Ministros.
Observando el desempeo del Gabinete Social y el papel que jug la citada
Unidad Nacional de Coordinacin desde que fueron creados hasta el final de la
dcada, cabe remarcar una enseanza: las reformas de la institucionalidad formal
no lgran resolver por s misma los problemas de accin colectiva de los actores
involucrados, requirindose de una cierta coalicin con los recursos suficientes
como para hacer cumplir esas nuevas reglas. Ante la ausencia de actores del
Estado nacional con esa capacidad como para forzar una estrategia ms integral,
el Gabinete Social qued sin fuerza como para llevar adelante las principales
funciones asignadas, limitndose ms bien a promover intercambio de informacin
y algn grado de coordinacin operativa (cfr. Subsecretara de Polticas Sociales,
SDS, 1998:240).
2.5. Las polticas sociales en la Provincia de Buenos Aires
29
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
estableci con los intendentes, en especial los de su mismo color poltico, respecto al
modo de asignar los recursos de este Fondo. Lo que prim en este caso fue la
discrecionalidad del lider, quien de acuerdo a sus estrategias de acumulacin
territorial fue apoyando a unos o a otros de los municipios del Conurbano
Bonaerense.
A finales de 1995, y ante un escenario donde se reabran las discusiones en
torno a las leyes impositivas que le haban dado orgen, el FRHCB dej de existir
como tal. Sin embargo, el enorme flujo de recursos que la Nacin estuvo
transfiriendo a la Provincia de Buenos Aires desde mediados de 1992 no se detuvo,
sino que cambi de forma y hall ciertos lmites. En medio de presiones del resto de
los gobernadores, incluso del mismo signo partidario, Duhalde logr la prrroga del
beneficio vinculado a la recaudacin del Impuesto a las Ganancias. A su vez, el
monto mximo anual que a partir de entonces poda ser girado a Buenos Aires en
este sentido era de 650 millones de pesos (que en s no difera sustantivamente de
lo haba obtenido a partir de 1992).
Como se observ antes, los diagnsticos que encuadraron la puesta en
marcha a inicios en los noventa de una estrategia en materia de lucha contra la
pobreza en la provincia de Buenos Aires derivaban en propuestas para reforzar dos
lneas de trabajo: infraestructura social y asistencia. Hasta aqu, se ha pasado revista
a la primera de aquellas prioridades. Queda por describir e interpretar lo que sucedi
en el mbito de la asistencia. Inicialmente, en 1992, el Plan de Justicia Social
incorpor a su interior un "Area de Programas Sociales", el cual operaria con cierta
visibilidad en la primera fase de dicho plan, es decir durante cerca de un ao. En uno
de los escasos documentos existentes, elaborado por un equipo tcnico progresista
que haba logrado encontrar un espacio en los equipos de Duhalde durante los
primeros aos de su gobernacin, se expresaba una visin sobre el modo de
implementar los programas sociales en el nuevo mapa social:
"El fortalecimiento de organizaciones intermedias a travs de un
organismo que pueda responder con agilidad a las demandas de este
sector constituye una experiencia indita en el pas y se inscribe en
una nueva relacin Sociedad/Estado (...). La participacin de las
organizaciones comunitarias plantea un desafo en un contexto de
profundos cambios donde, as como el universo de la pobreza no es
homogneo, no existe una forma organizativa nica basada en valores
compartidos; hay multiplicidad de situaciones de pobreza y
multiplicidad de formas organizativas en respuesta al deterioro de las
condiciones de vida. El programa de subsidios y crditos blandos para
organizaciones intermedias permite contemplar esta heterogeneidad
de respuestas, respetando las soluciones definidas por cada
comunidad. Constituye tambin un reconocimiento a los llamados
movimientos sociales" (Plan de Justicia Social, 1993c:9).
Los grupos sociales que operaran como interlocutores de esta instancia
oficial se diferenciaban de acuerdo a sus capacidades y recursos, aunque en
trminos generales en esta primera etapa se dio espacio a dos tipos de
31
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
organizaciones: por un lado, las entidades con una larga trayectoria de servicio
comunitario y experiencia en el manejo de recursos, como las Sociedades de
Fomento, Clubes Deportivos y Sindicatos; por el otro, los grupos nacidos con la
reapertura democrtica, cuyos miembros generalmente eran habitantes de villas y
asentamientos, como las Cooperativas y Mutuales de Vivienda, las Juntas Vecinales
y Clubes de Madres. Estos ltimos carecan en su gran mayora de sede social,
personera jurdica y socios cotizantes, y en tal sentido se consideraba que, con
pocos recursos, la ayuda estatal podra contribuir significativamente a solucionarles
tales problemas.
Los criterios para la seleccin de los proyectos deban cumplir, segn la
normatividad vigente, con siete condiciones: 1) la poblacin beneficiada deba
pertenecer a los pobres estructurales o a los grupos vulnerables; 2) las obras y/o
equipamientos propuestos deban mejorar, ampliar o crear servicios; 3) los servicios
creados deban resolver uno o ms problemas socioeconmicos y/o culturales; 4) las
organizaciones beneficiadas deban haber demostrado su capacidad de llevar
adelante el funcionamiento de dichos servicios desde el punto de vista organizativo y
econmico, sin crear dependencia con el Plan de Justicia Social; 5) las
organizaciones beneficiadas deban ser representativas en sus respectivos barrios;
6) la distribucin geogrfica de los programas por partido se determinaban segn un
ndice calculado en base al NBI y la cantidad de habitantes; y 7) las variables de
anlisis utilizadas para evaluar la efectividad de costos eran: presupuesto promedio,
impacto social esperado, costo de oportunidad del monto de la inversin, y costo en
que debera incurrir el Estado si brindara ese mismo servicio (Plan de Justicia Social,
1993c:9). La importancia estriba no en el enunciado formal de criterios de gestin,
sino que los responsables tcnicos del rea social del FRHCB dieron una importante
pelea para poder gestionar sin estar sujetos por completo a la discrecionalidad
poltica.
A medida que la estratega viraba de la "solucin de emergencias" hacia el
"rdito electoral", las organizaciones de la sociedad civil (sobre todo aquellas no
identificadas con el proyecto poltico del Gobernador) fueron perdiendo importancia,
dejando de operar como interlocutoras de los responsables del FRHCB. En la
medida que la crisis social se expanda en la provincia de Buenos Aires, ya no por
los impactos hiperinflacionarios sino por el aumento del desempleo y la precarizacin
laboral, creca el inters de Duhalde y su equipo ms cercano por centralizar las
acciones de atencin directa, ms an cuando se acercaban momentos electorales.
Por ende, el debilitamiento del "Area de Programas Sociales" del FRHCB, deriv en
un mayor peso poltico de quienes pasaron a administrar el entonces llamado
Consejo Provincial de la Mujer, instrumento que redefinido ayudara a darle un uso
neo-asistencial a las acciones directas frente a la pobreza. Esa tensin al interior del
gobierno se resolvi a favor del segundo grupo, quien impuso su perspectiva e hizo
valer sus intereses.
Creado durante la etapa final de la Gobernacin de Cafiero, y presidido en
forma honoraria por su esposa hasta 1991 (cuando hubo recambio de autoridades
en la provincia), el Consejo no era ms que un espacio simblico, desde el cual la
32
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
mujer del gobernante de turno cumpla con algunas tareas de beneficencia. Este
bajo perfil cambi drsticamente a partir de la llegada de Duhalde al poder, lo cual
implic que su esposa Hilda Gonzlez pasara a controlar al Consejo. Con un casi
nulo protagonismo poltico hasta entonces, esta mujer habra de constituirse en una
funcionaria muy activa en materia de lucha contra la pobreza, al menos en su
dimensin asistencial.
Lo primero que logr la nueva responsable de la gestin del Consejo fue
hacerse cargo del grueso de las tareas del "Area de Programas Sociales" del Plan
de Justicia Social, lo cual implic que un importante caudal de recursos del FRHCB
pasaran a ser administrados por el organismo a su cargo. A partir de all, hacia la
primera mitad de los aos noventa el Consejo haba absorbido al Ministerio de
Accin Social (que incluso desapareci en tanto organizacin), desactiv el
Ministerio del Menor y la Familia, a la vez que absorbi de otras dependencias
aquellas funciones posibles de ser convertidas en moneda de intercambio poltico,
como la provisin de medicamentos y prtesis del Ministerio de Salud, o el
otorgamiento de subsidios del Instituto de la Vivienda.
Para gestionar los problemas pblicos se requiere no slo de fuerza poltica
sino de ciertas capacidades administrativas, por lo cual debe observarse la
estructura organizativa del Consejo. La misma se compuso durante los aos
noventa de una Presidencia Honoraria (a cargo de la esposa del gobernador); una
Secretara Ejecutiva con rango y remuneracin equivalente al cargo de Secretario
de Estado; trece miembros Consejeros Ejecutivos con rango y remuneracin
equivalente al cargo de Subsecretario; dos consultores Tcnicos con idntico
rango y remuneracin que el cargo de Director Provincial o General.
El Consejo Ejecutivo dividi en siete sus reas de accin, en el marco de
las cuales operaron los programas. Dichas reas fueron: 1) Vida y Co-madres; 2)
Infancia; 3) Juventud; 4) Tercera Edad; 5) Discapacitados; 6) Accin Laboral; 7)
Asistencia Social Directa. Cada rea cont con Responsables Ejecutivos de los
Programas, quienes eran designados por el Poder Ejecutivo a propuesta del
Consejo Provincial de la Familia y Desarrollo Humano. Al frente de cada rea
oper personal de confianza de la Presidente del Consejo, a partir de lo cual
primaron relaciones informales por sobre la definicin clara de funciones,
responsabilidades y procedimientos.
En trminos de su dotacin de recursos humanos, de ser un organismo
minsculo con una planta de personal de 20 funcionarios en 1993, cinco aos
despues ya contaba con 737 empleados de planta permanente, ms 275 personas
contratadas (Zaremberg, 2000:18). Esa expansin fue en paralelo a la absorcin de
mbitos de la vieja estructura ministerial, a la cual se le fue sumando la incorporacin
de tcnicos con desigual historial en la administracin pblica provincial. El perfil del
conjunto de la burocracia del Consejo result heterogneo en trminos de sus
capacidades tcnicas, pero la ausencia de reglas claras respecto a la estructura de
incentivos para hacer carrera en el organismo (ms all de que el plantel efectivo
33
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
los nios de 6 meses a 5 aos e incluso en ciertos casos hasta una edad ms
avanzada, las embarazadas y las nodrizas hasta el sexto mes de lactancia.
Ms all de que la focalizacin estuviera prevista para poblaciones en
situacin de pobreza por Necesidades Bsicas Insatisfechas, en la prctica la
atencin se expandi a quienes estaban en la pobreza por ingreso. Esto tiene
dos caras: la positiva da muestras de la flexibilidad del programa, va las
Trabajadoras Vecinales, para detectar los aspectos ms concretos y menos
estadsticos de la situacin social; la negativa es que la eleccin de los
beneficiarios respondi en muchos casos slo a la intuicin e intereses de los
actores polticos, permitiendo la filtracin de presiones y condicionando su
impacto sobre los destinatarios (Soto y Bonaparte,1999).
Sin duda el hecho ms trascendental en la historia del Plan Vida estuvo
asociado al crecimiento exponencial del nmero de beneficiarios. Informacin oficial
sistematizada por Zaremberg (2000) muestra que la poblacin cubierta pas de
62.000 en 1994 a 1.023.000 cinco aos despues, con una amplia cobertura a lo
largo de toda la provincia (y no solamente el Gran Buenos Aires). El salto cuantitativo
ms importante se dio entre 1996 y el electoral ao 1997, pasando de casi 560.000 a
ms de 970.000 beneficiarios. Esto requiri de fuertes dosis de recursos
econmicos, los cuales ascendieron (sumando el Plan Comadres que operaba en
sintona con el Vida) a casi 200 millones de pesos anuales segn datos de 1998, con
aportes directos de la Unidad Ejecutora Reconstruccin del Gran Buenos para el
rea del Conurbano. La misma Zaremberg (Ibdem) realiza una sugerente
comparacin con el gasto provincial en temticas ligadas al desempleo y dficit
habitacionales, mostrando esfuerzos econmicos equivalentes, mostrando la
centralidad de los planes alimentarios en la estrategia asistencial del gobierno
provincial.
El acceso al Plan se formalizaba a travs de un acuerdo entre en
Consejo Provincial de la Familia y Desarrollo Humano y los gobiernos locales9.
Asimismo, las ONGs y dems organizaciones intermedias cumplan un rol en
ayudar a identificar y seleccionar a las mujeres que haran las tareas
voluntarias. Esta participacin de actores municipales y sociales mostr sin
embargo problemas importantes: respecto a los acuerdos entre niveles
jurisdiccionales, se puede afirmar que existi un ...margen importante de
discrecionalidad desde el gobierno provincial para acercar al programa a uno u
otro de los municipios (Ilari, 1999:6). A su vez, en el caso del papel de las
ONGs, el mismo se limit por lo general a ser convocadas para la eleccin de
las ya citadas Trabajadoras Vecinales, siendo luego desplazadas de los
mbitos de diseo y decisin.
La formulacin del Plan no slo impide evaluar su grado de eficacia (dado que no fija metas
cuantitativas) sino que tampoco contempla explcitamente los procesos para egresar del mismo o
su duracin en el tiempo.
35
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Ms all de los diferentes tiempos y modalidades que caracterizan las transformaciones del
sistema de jubilaciones y pensiones por un lado, y el de obras sociales por el otro, el conjunto de la
seguridad social se vio constreido por una formidable evasin. Segn fuentes oficiales (Secretara
de Seguridad Social), hacia septiembre de 1996 un total de 5,5 millones de personas evadan sus
aportes (sobre una PEA de 13,5 millones), lo cual representa 1.300 millones de pesos mensuales
(Clarn, 07/09/96).
36
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
38
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
40
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
41
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
43
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
veces forma parte de la vida familiar e induce a reflexionar sobre las relaciones de
poder presentes en el entorno familiar que atraviesan la dimensin generacional y
de gnero (Jeln 1994).
En cuanto a lo sucedido en la dcada del 90 sobre este tema, la Argentina
ha aprobado en 1996 por medio de la ley 24.632 la Convencin Interamericana
sobre Sancin, Prevencin y Erradicacin de la Violencia contra la MujerConvencin de Belem do Par (1994). Existen algunos proyectos que proponen
reconocer la jerarqua constitucional de la Convencin de Belem do Par en los
trminos del artculo 75 inc. 22 de la Constitucin Nacional.(Dolores Dominguez,
Mary Snchez y otros Expte. 3115-D-96; Marcela Bordenave Expte.1874-D-98)
Sin embargo, estos proyectos no han recibido tratamiento an por parte del
Congreso de la Nacin.
La Convencin -un verdadero logro del movimiento de mujeres de Amrica
Latina en la cuestin de violencia contra las mujeres- no ha sido traducida a
normas, polticas, planes o servicios concretos en la materia. Existe un gran
desconocimiento de la Convencin por parte de jueces/zas, operadores/as del
derecho, abogadas/os, polica, sistema de salud, funcionarios/as pblicos/as,
docentes, etc. Tampoco se observa una apropiacin significativa de la Convencin
por parte del movimiento de mujeres, organizaciones no gubernamentales de
mujeres, de derechos humanos, abogadas, etc. Por ltimo, respecto a las
obligaciones del Estado establecidas en los artculos 7 y 8 de la Convencin, se
observa un significativo retraso en dar cumplimiento con dichas obligaciones de
una manera integral y efectiva, fundamentalmente a nivel nacional. Existen
algunas propuestas en algunos niveles provinciales y municipales, por ejemplo la
ley sobre violencia del Chaco No. 4377 y la ordenanza de la Municipalidad de
Vicente Lopez (Provincia de Buenos Aires) sobre Acoso Sexual de diciembre de
1998. Asimismo, no se han realizado demasiadas acciones a nivel nacional en
trminos de la difusin de la Convencin de Belem do Para, ms all de su
publicacin.
En cuanto a la informacin sobre actos de violencia cometidos contra las
mujeres, los datos existentes son incompletos y sin duda constituyen uno de los
temas pendientes en las estadsticas oficiales. Segn la experta Silvia Chejter,
consultada para la realizacin de un Informe del Ministerio de Desarrollo Social
sobre las Metas de la Cumbre Mundial de la Infancia coordinado por G. Kessler,
en todos los servicios e instituciones -gubernamentales y no gubernamentales la
capacidad de atencin est permanentemente en su punto lmite. Todos los
servicios y programas tienen una altsima demanda, y los servicios atienden una
gran cantidad de personas (o realizan un alto nmero de prestaciones), todas las
posibles. A menudo se restringe la publicidad y difusin de un servicio para evitar
que sea desbordado por el aumento de la demanda.
A ttulo ilustrativo se extraen algunos de los datos de los servicios
consignados por la citada experta:
44
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
45
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
46
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
En 1995 Andrs Thompson y colaboradores realiza una diagnstico del rol de las
ONGs en las polticas sociales en la Argentina. En este apartado nos basamos en su
trabajo que est siendo actualmente actualizado por C. Acua, I. Gonzalez Bombal y
47
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
48
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Rentados
Voluntarios
Promedio de RRHH por organizacin
Promedio rentados
Promedio Voluntarios
Promedio total
%
9,9
90,1
Cantidad estimada
20.700
188.387
4
33
37
22.604
186.483
209.087
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
50
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
4. Resumen y Conclusiones
Como mostramos a lo largo de este Informe, la Argentina llega a los 90 con un
esquema universalista de provisin pblica de educacin y salud y un sistema de
seguridad social ligado al empleo que enfrentaban severas dificultades financieras
de largo plazo, y con una legislacin laboral protectora que haba sido objeto de
reiterados embates. La orientacin de la provisin de servicios sociales, de la
seguridad social y de la legislacin del trabajo haba sido compatible con los
requerimientos de un modelo de crecimiento econmico basado en el mercado
interno (Corts y Marshall, 1993). A raz del persistente dficit fiscal agravado por
la deuda externa, a fines de los 80 el deterioro de la provisin estatal de servicios
sociales se haba agudizado notoriamente y el sistema previsional estaba
crticamente desfinanciado; adems, los empresarios se oponan ms
abiertamente a las regulaciones laborales protectoras, encontrando apoyo en
crculos gubernamentales. En este contexto prosper la nocin segn la cual era
necesario transformar la poltica social.
Corts y Marshall (1999) realizan una caracterizacin de la nueva
configuracin de las polticas sociales en los 90. Las autoras muestran como en los
aos 90 se generaliz en Amrica Latina un paradigma ideolgico que defina cmo
deba ajustarse la poltica social al modelo de liberalizacin econmica aplicado en la
regin. En efecto, presiones internacionales y locales y un clima ideolgico favorable
contribuyeron a que se adoptara este paradigma de reforma de la poltica social
como el nico compatible con las exigencias de la estrategia econmica elegida. Sin
embargo, las transformaciones fueron dispares en las distintas reas sociales,
siendo mayor en las reas consideradas cruciales para el xito de la estrategia
econmica. As, en las reas de gasto pblico social el camino elegido para
satisfacer los requerimientos de la estrategia econmica se constituy en un
impedimento tan o ms importante a la reconversin orientada por las prescripciones
derivadas del modelo de reforma. En consecuencia, como resultado de estos
procesos, la poltica social finalmente aplicada, considerada globalmente, ms que
homognea, fue una modalidad hbrida. En efecto, pese a los supuestos objetivos
de una reforma integral de la poltica social, los factores antes mencionados llevaron
a que se constituyera un modelo hbrido.
En concreto, en aquellas reas sociales definidas como prioritarias para el
xito de la estrategia econmica hubo menos espacio para que factores polticoinstitucionales bloqueen o contraren la estrategia original de reforma durante la
formulacin o la ejecucin de las polticas. Por ejemplo, la reforma que se
requerira para controlar los costos laborales era visualizada como ms crucial
para una estrategia exitosa de liberalizacin que las reformas de los sistemas de
salud pblica y educativo y, por lo tanto, la oposicin institucional tendra menos
margen de maniobra en el rea de la legislacin del trabajo. Por esto mismo era
esperable que sea en las reas cruciales donde ms progresen las reformas en
la direccin ideolgica adoptada, produciendo en ellas un efectivo cambio de
orientacin. Al mismo tiempo, el aumento de la pobreza y del desempleo llevaron
51
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
55
5. Bibliografa
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
56
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
57
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Golbert, Laura (1998) Los problemas del empleo y las polticas sociales, en Boletn
Informativo Techint 296, Buenos Aires, octubre-diciembre.
Ilari, Sergio (1999) El Plan? Vida. Anlisis de su gestin y propuesta para su
transformacin, mimeo, Buenos Aires.
Isuani, Aldo (1999) Poltica social y pobreza en Argentina, Brasil y Chile, mimeo,
FLACSO / Fundacin Hewlett, Buenos Aires.
Isuani, Ernesto Aldo y Tenti Fanfani, Emilio (1991) "Una interpretacin global de la
poltica social del Estado", en Poltica social y pobreza en Argentina, Proyecto
Regional para la Superacin de la Pobreza, PNUD, Bogot.
Isuani, Ernesto Aldo y San Martino, Jorge (1993) La reforma previsional argentina.
Opciones y riesgos, Mio y Dvila / CIEPP, Buenos Aires.
Jeln, Elizabeth. (1984) La mujer en el sector popular urbano: Amrica Latina y el
Caribe. CEPAL. Santiago de Chile.
Jeln, Elizabeth. (ed.) (1991). Family, households and gender relations in Latin
America. Kegan Paul International / UNESCO. Londres.
Jeln, Elizabeth. (1994). "Familia, crisis y despus..." En Wainerman, C. (comp.) Vivir
en Familia. UNICEF / Losada. Buenos Aires.
Jeln, Elizabeth. (1998) Pan y afectos. La transformacin de las familias. Fondo de
Cultura Econmica. Buenos Aires.
Kessler, Gabriel (1996) "Algunas implicancias de la experiencia de desocupacin
para el individuo y su familia", en Beccaria, Luis y Lpez, Nstor (comps.) Sin
Trabajo. Las caractersticas del desempleo y sus efectos en la sociedad argentina,
UNICEF / Losada, Buenos Aires.
Lo Vuolo, Rubn (1990) Polticas econmicas y polticas sociales en Argentina: una
contradiccin persistente, Documentos de Trabajo N 1, CIEPP, Buenos Aires.
Lo Vuolo, Rubn (1995) "Estabilizacin, ajuste estructural y poltica social. Los
inocentes son los culpables", en Bustos, Pablo (comp.) Ms all de la estabilidad,
Fundacin Friedrich Ebert, Buenos Aires.
Lo Vuolo, Rubn (1996) Reformas previsionales en Amrica Latina: una visin crtica
en base al caso argentino, mimeo, Buenos Aires.
58
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
59
Este material es para uso de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didcticos.
Prohibida su reproduccin parcial o total sin permiso escrito de la editorial.
Rofman, Rafael y San Martino, Jorge (2000) La situacin actual del sistema
previsional argentino, Presentacin en el Foro de Poltica Social, CEDI, Buenos
Aires.
Soto, Silvia y Bonaparte, Rosana (1999) Estudio de los Programas focalizados
sobre la poblacin en situacin de pobreza en la Provincia de Buenos Aires, desde
el punto de vista de los beneficiarios y del estado, mimeo, Buenos Aires.
Tenti Fanfani, Emilio (1993) "Cuestiones de exclusin social y poltica", en Minujin,
Alberto (ed.) Desigualdad y exclusin. Desafos para la poltica social en la Argentina
de fin de siglo, UNICEF / Losada, Buenos Aires.
Thompson, Andrs (1995a) "Beneficencia, filantropa y justicia social. El "tercer
sector" en la historia argentina", en Thompson, Andrs (comp.) Pblico y Privado,
UNICEF / Losada, Buenos Aires.
Thompson, Andrs. (1995b) El Tercer Sector en la Historia Argentina. CLACSO
(Biblioteca Virtual).
Thompson, Andrs (1995c). Polticas Pblicas y Sociedad Civil en la Argentina. El
papel de las organizaciones sin fines de lucro. CLACSO (Biblioteca Virtual).
Zaremberg, Gisela (2000) Pedidos, demandas, reclamos y proyectos: la
intermediacin de manzaneras y comadres en el conurbano bonaerense, Tesis de
Maestra en Polticas Sociales, Universidad de Buenos Aires.
60