¿Sólo Heterosexualidad

Slo heterosexualidad?
Salomn Melgares Jr.
Llegando al corazn del asunto
2015 por Salomn Melgares Jr.

San Pedro Sula, Honduras/Bandung, Indonesia
E-mail: reflexionycambio@yahoo.com
Con la debida licencia
Impreso en Estados Unidos. Printed in USA
ISBN-13: 978-1508599746
ISBN-10: 1508599742
Citas a textos bblicos donde no se indique lo contrario
tomadas de la versin Reina-Valera 60 de la Escritura.
El libro Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad
es el que aparece en www.esposiblelaesperanza.com.
Diseo: Salomn Melgares Jr.
Categora: Teologa/Homosexualidad
Category: Theology/Homosexuality
Dios ve en lo escondido,
conoce las desazones y la angustia del hombre,
cuenta sus lgrimas una a una
y no olvida absolutamente nada.
Sren Kierkegaard
Solamente cuando nos demos cuenta
perfectamente de que la copa de la vida
no es slo una copa de dolor
sino tambin una copa de gozo,
seremos capaces de beberla.
Henri Nouwen
CONTENIDO
Prembulo (9)
Introduccin (15)
Certidumbre o suposicin? (21)
La perspectiva bblica guey y lesbiana
La creacin (22)
Sodoma y Gomorra (26)
La ley (28)
Rut y Noem y David y Jonatn (30)
Los escritos paulinos (35)
El centurin (46)
El etope eunuco (49)
La homosexualidad de Dios (51)
El silencio de Jess (53)
Fue la Biblia escrita por Dios? (56)
La perspectiva extrabblica guey y lesbiana
La homosexualidad en los animales (59)
Creada o provocada? (63)
Los cromosomas (65)
El gen guey (66)
Las hormonas (67)
El factor cerebral (68)
Lo molecular y celular (70)
Los anticuerpos (71)
Los andrgenos (73)
Lo interno (75)
Slo heterosexualidad? (79)
Qu es la homosexualidad? (82)
Cul debe ser la actitud y comportamiento? (95)

Para las personas homosexuales (99)
Concebir bien el terreno donde se est parado (102)
La santidad es el objetivo (107)
Entender el no con propsito de Dios (113)
Encontrarle sentido al mal-desgracia (115)
La cercana a Dios es indispensable (117)
Por si acaso
Discernir la palabra discriminacin (118)
Valorar la libertad y respetarla (120)
Entender la suposicin como suposicin (121)
Las cadas: parte del proceso o mentira (123)
La relacin homosexual avalada por Dios (126)
Para la iglesia (130)
Evitar el rechazo y la discriminacin (132)
Transmitir confianza y esperanza (134)
Separar atraccin y comportamiento (135)
Estar dispuestos a acompaar (136)
Cambiar el prejuicio y la ignorancia
por la comprensin y la informacin (138)
Dedicar tiempo para orar, sin cesar (140)
Prestar atencin a la familia (142)
Encarnar el sentido del mal-desgracia (146)
Revertir la abultada falta de accin (147)
Por si acaso
Hacer uso de la sabidura y la justicia
al aplicar las leyes (150)
Palabras finales (153)
Apndices (163)
Sobre el autor (219)
PREMBULO
Estas pginas han venido formndose durante varios
aos. Literalmente durante cinco con lecturas, estudio, investigacin y desarrollo, y tres con sondeos y perfeccionamiento. Pero por qu adentrarse en la aventura de escribirlas? Despus de comentarlo con algunos, y de que la revelacin volara hasta llegar a otros, las reacciones regresaron en estuches muy variados. Para unos escribir un libro
sobre la homosexualidad era algo intrigante, pero a la vez
extrao. Para otros represent algo ilgico, excntrico, demasiado engorroso y superfluo, y hasta estpido, si se puede decir. Y para algunos otros escribirlo sera algo que involucrara una labor ardua, enmaraada y muy peliaguda,
pero que, si se llegara a concluir de manera eficiente, podra significar un apreciable aporte a lo que ya se ha dicho
y escrito sobre el tema. La mera verdad debo admitir,
todos los comentarios tienen bastante juicio. Y stos acrecientan en peso si tomamos en cuenta que yo no soy ni psiclogo ni doctor. Ni mucho menos cientfico. Y que tampoco formo parte de lo que algunos llaman la comunidad
guey (aunque s me considero telogo). De ah, entonces,
que la pregunta persista: por qu hacerlo?
En este punto, supongo que pese a haber indicado
mi relacin con la teologa, el lector todava no se sentir
persuadido y demandar una mayor justificacin. Por eso
quiero decirle que para escribir este libro tengo los ms slidos motivos. Algunos de ellos escapan a la discusin p9
SLO HETEROSEXUALIDAD?
blica. Pero tambin los que puedo revelar son, en mi opinin, suficientes para comprender mi resolucin.
En primer lugar me gustara decir que Dios, en su
soberana y perfecta sabidura, fue disponiendo todo para
que as ocurriera. La homosexualidad, consciente o inconscientemente, siempre ha estado presente en mi rutina. No
precisamente como un comportamiento al cual haya abrazado, pero s en los ambientes en que me ha tocado desenvolverme; llegando a ser a veces bastante redundantes las
concomitancias con personas que se sienten homosexuales.
Algunas, debo confesar, fueron experiencias incomprensibles y totalmente misteriosas para m, por la manera que se
suscitaron. Otras representaron situaciones desagradables
y muy estresantes, que propiciaron que todo el cabello de
mi cuerpo se levantara, que toda el agua amontonada en l
deseara salir y que todo a mi alrededor se tornara negro insondable. Y otras simplemente pasaron inadvertidas en mi
escala anmico-emocional.
Sin embargo, no siempre fue as. Los ltimos cuatro
encontronazos si se me permite usar esa palabra que
me acontecieron con personas que se sienten homosexuales rompieron el esquema que se haba venido presentando, y stos, en un vuelco completamente inesperado, ya no
significaron trances feos, destemplados o enigmticos como los anteriores. Al contrario, constituyeron un perodo
de acogimiento necesario para reflexionar. Al principio no
entenda por qu me suceda eso. Pero con el transitar del
tiempo Dios me fue revelando que todo formaba parte de
su admirable y modelador plan. Al final, estas cuatro experiencias (una con mi mejor amigo, otra con dos compaeros y camaradas del seminario uno que s se identifica
como homosexual y el otro al que los dems sealan as
y la ltima con un pariente cercano) terminaron influyendo
mucho en m, al grado de motivarme a investigar y escribir
sobre el tema (dos de estas inesperadas historias se pueden
leer en el apndice 1).
10
PREMBULO
En segundo lugar me gustara decir, que una vez

iniciado el proceso de investigacin, ste fue cogiendo mayor inters a medida me topaba con las diferentes opiniones, que hacen de esta una trama tan profunda y debatida.
Dentro de todo ese conjunto de informacin, algo esencial
resalta a la vista: unos estn a favor y otros estn en contra.
Pero, quin tiene la razn? Cul es la postura que en realidad se debe creer y defender? Todos aquellos que ya han
resuelto ese dilema llegan a mostrar tanta conviccin en lo
que han credo, que hacen parecer que ellos tienen la razn
y que la postura que han adoptado es la vlida y correcta
(en mi caso, debo aclarar, me tendra que ubicar en el lado
en contra, o el de la sola heterosexualidad, pues eso es, se
podra decir, lo que se ve a simple vista en la Escritura y lo
que se vea hasta hace poco en la sociedad. He ah el punto). Eso, entonces, vinculado a lo sucedido en las experiencias antes aludidas, me empuj an ms a investigar sobre
el tema, para as conocer a cabalidad lo que tiene que decir
y, a partir de all, poder determinar por m mismo cul de
las dos posturas es la que tiene mayor peso de acuerdo a
las evidencias, que haga que la balanza se desnivele a su
favor (estas evidencias se contemplan, propiamente, en los
captulos uno y dos).
Lo tercero y ltimo que me gustara decir es que
luego de un tiempo de investigacin (el cual data de junio
de 2007 producto de un anlisis que tuve que hacer para la
clase de Introduccin a la consejera cristina cursada en el
Seminario Teolgico Centroamericano, y que yo mismo
seleccion, por la inquietud ya fraguada en mi ser), un sentimiento de empata y comprensin motivado, sin duda,
por la Gracia inund completamente mi ser. Eso produjo
que las sensaciones de malestar, disconformidad, miedo y
estrs que hasta ese instante senta hacia la homosexualidad (obra de las malas experiencias citadas al inicio y de la
ignorancia que pululaba) se disiparan por completo, dando
paso a un agudo sentimiento de preocupacin (no slo por
11
lo que la homosexualidad podra representar en realidad,

sino por la estropeada relacin que tiene con la iglesia, y la
falta de unidad como dira Alfaro que el Cristianismo
ofrece frente a la perspectiva de la sociedad secular) y a algo as como fuego ardiente, prendido en mis huesos, por
conocer ms y as tratar de aportar algo que enriquezca lo
ya preconcebido y dicho sobre el tema, y que pueda servir
de ayuda para todo aquel o aquella que tenga acceso a ello
(esta modesta contribucin se presenta, ms puntualizada,
en los captulos tres y cuatro).
De ms est decir, que a medida pasa el tiempo, el
tema de la homosexualidad se vuelve ms sonado, debatido y comentado en todas las sociedades del mundo. Ya no
es esa cuestin encubierta o tab que era hasta hace unas
dcadas atrs. Ahora es algo que ha salido del armario y
que se le ha despojado el disfraz heterosexual. O dicho
en otros trminos: algo que se declara sin complejos, a pesar de la sistemtica oposicin de la iglesia y de algunos
sectores de la sociedad, y del cuestionamiento inclemente
de hecho y de palabra que algunas personas manifiestan en su contra.
Es aqu donde debemos hacer un alto para cuestionar una vez ms: quin tiene la razn? La homosexualidad o slo la heterosexualidad? Cmo saber de buena tinta, y a la vez con rebosante seguridad, cul es el comportamiento atinado que se debe adoptar respecto a esta atraccin sexual? Qu se debe hacer? Por decirlo de otra forma. Qu se debe pensar inclusive? Qu decir y cmo entenderlo todo hasta su entraa misma?
Es a esto a lo que nos vamos a dedicar en este libro.
Segn nuestro juicio, la forma de hacerlo ser oyendo primero al pensamiento homosexual, sobre la base de lo que
comnmente se entiende y se acepta sobre el tema (o sea,
slo heterosexualidad), con el fin de sopesar los argumentos. Y por qu comenzar ah? Porque si de cada diez veces que expreso slo la heterosexualidad tiene la razn,
12
PREMBULO
nueve lo que estar haciendo es imponiendo mi egosmo,

mi punto de vista, sin molestarme, siquiera, por tratar de
ver el del contrario. Luego echaremos una mirada al pensamiento cientfico con el mismo fin (esto es, balancear los
datos que nos lleven a una reflexin; en especial, porque a
nuestro parecer, tanto lo uno como lo otro tienen que acoplar. Por decir algo: Dios veda las relaciones homosexuales, con la no-creacin de la homosexualidad en este aspecto, la homosexualidad sera derivacin de la actuacin
del mal, o Dios no veda las relaciones homosexuales,
pues l ha creado a la homosexualidad y, por ende, la ve
con buenos ojos).
Una vez hecho esto, podremos responder con diestra
seguridad a la cuestin que nos planteamos. Y ya con un
panorama determinado en nuestra mente, podremos presentar tambin una serie de ideas que nos ayuden o que
ayuden a aquellos que verdaderamente queremos arrimar
el hombro y agradar a Dios a actuar de la forma correcta
con respecto a la homosexualidad (o se debera decir homosexualidades?) y as atinar un punto de comunin que
pueda ser el inicio de las buenas relaciones entre personas
que se sienten homosexuales e iglesia.
SALOMN MELGARES JR.
13
INTRODUCCIN
Basta con abrir los ojos a la orientacin de nuestros
das, y luego parangonarla con lo que era hace un tiempo
atrs, y nos vamos a dar cuenta de la importancia del tema
como punto crtico para el avance de una de las necesidades bsicas del ser humano: las relaciones interpersonales.
El argumento homosexual se desenvolva precedentemente
entre tres versculos y dos pasajes que, por su perspicuidad
(o si se prefiere, por su resea a la homosexualidad mencionando la palabra, segn traduccin, o a la accin meramente homosexual), podran citarse como directos con relacin al tema:
1.
2.
3.
4.
5.
Levtico 18:22
Levtico 20:13
Romanos 1:24-27
1 Corintios 6:9
1 Timoteo 1:8-11
Sin embargo, las observaciones posteriores forjadas

por revisionistas en general de la Escritura (sin discriminar
posturas) nos dicen que la lista ha aumentado. Segn ellos
los versculos bblicos que tambin se refieren a la homosexualidad (y que por su no-perspicuidad podran referirse
como indirectos, esto es, que se refieren a la atraccin por
el mismo sexo de forma colateral, utilizando otras palabras
o contextos que la contienen, o que, sin manifestar alguna
15
palabra relacional, o sin proponer la accin, ayudan al lector a tener una comprensin de ella o de lo que Dios indica
respecto a la sexualidad), son los siguientes:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
Gnesis 1:27-28
Gnesis 2:18-24
Gnesis 19:1-29
Deuteronomio 22:5
Deuteronomio 32:11
Jueces 19:22-25
Ruth 1:16-17
1 Samuel 18:1-4
1 Samuel 20:30
2 Samuel 1:26
Salmo 5:5
Cantares
Mateo 5:17-20
Mateo 8:5-13
Mateo 19:4-6
Marcos 10:5-8
Lucas 7:1-10
Hechos 8:26-38
Romanos 8:35
Efesios 5:22-33
Hebreos 4:15
1 Pedro 2:11
2 Pedro 2:6-10
Judas 1:7
Un ejemplo de esto es la postura que ha encontrado

afirmacin para la identificacin con la homosexualidad en
el canto que David escribi despus de la muerte de Sal y
Jonatn, y que orden que se enseara a toda las personas
de Jud, proponiendo que all se escribi en blanco y negro
un amor que va muchsimo ms all de una amistad intensa entre dos hombres que son heterosexuales. Alguna vez
16
INTRODUCCIN
han odo a un hombre heterosexual decir que l ama ms a

su amigo que a su esposa?, preguntan los que salvaguardan
esta afirmacin. Sacando a luz ciertos aspectos homoerticos que sustentan su posicin (vase apndice 2). Contrapuestamente, est la postura que ha encontrado afirmacin
para sostener la sola heterosexualidad en el ms hermoso
de los cantos: Cantar de los cantares. No cabe duda, argumentan los que salvaguardan esta postura, que cada uno de
los textos que conforman esta tonada potica al amor presentan, y a la vez exaltan, la relacin ertica-heterosexual
en el marco del matrimonio, como un claro ejemplo de qu
es lo que le agrada a Dios y qu es lo que espera de toda
reciprocidad amorosa. Lo cual siguen diciendo, como
se puede distinguir tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, este tipo de relacin, con todas sus cualidades
pulcramente loadas por Cantares, es usado a menudo como
smbolo eminente de la alianza de Dios con Israel (Jr 2:1
3; Ez 16; Os 13) y de la relacin de Cristo con la iglesia
(Ef 5:2332; Ap 21:2 y 9. Vase apndice 2). Y aun, desde
el punto de vista puramente humano, este libro cumple bellamente con el homenaje al hombre y a la mujer, a quienes en el comienzo Dios cre y bendijo (Gn 1:27-28). En
este aspecto, si la homosexualidad estuviera consentida y
emanara de Dios (o sta fuera de su complacencia), entonces se indica hubiera dejado un espacio para ella en el
ideal de las relaciones ertico-romnticas de los seres humanos; con presencia en este tipo de libros, por ejemplo. O
se insinuara su autenticidad en ellos. Pero no fue as.
Como se dijo anteriormente, la homosexualidad es
un tema bastante batallado y debatido hoy en da. Y dentro
de todo ese conjunto de informacin que es utilizado para
sustentar los debates, muchas veces los mismos versculos
o puntos de vista cimentados en lo que declara la Escritura
son el campo de fuerza. Y lo que un sector certifica confiadamente como una teora proporcionada, el otro sector la
rechaza con la misma confianza como inaceptable.
17
De ah que tengamos, en toda esa informacin que

va y que viene, la argumentacin que comunica que todas
las personas homosexuales son odiadas y aborrecidas por
Dios, y que, por consiguiente, estn condenadas al fuego y
azufre sempiternos (Salmo 5:5. Westboro Baptist Church
(WBC), www.godhatesfags.com). En contraparte, sin embargo, tenemos la argumentacin que seala que Dios ama
al pecador (y eso incluye a las personas homosexuales) y
que muri en la cruz por ellos y por nosotros (Ro 8:35; cfr.
1 Co 6:11. Leys, Lder Juvenil 02, 54).
O podemos encontrar argumentos que por un lado
exteriorizan que la destruccin de las ciudades de Sodoma
y Gomorra no fue por la homosexualidad que supuestamente las personas de esas ciudades practicaban, sino por
la falta de hospitalidad que se demostraba al stos querer
investigar a los huspedes angelicales de Lot, por creerlos
espas (Bailey, citado en la nota 4 por Thomas Schmidt, La
homosexualidad: compasin y claridad en el debate, 41),
y por el otro lado que la homosexualidad existe casi desde
que existe la humanidad, y que la primigenia vez que ello
se exterioriza en la historia escrita, trata de Lot y las bien
conocidas ciudades de Sodoma y Gomorra y aledaos (Gn
19:1-29. LaHaye, Homosexualidad: lo que es, lo que hace
y como superarla, 8).
De esa forma, con unos jalando para un lado, y con
otros jalando para el otro, divididos en dos clanes ferozmente contrapuestos que viven lo que creen, nos brota la
pregunta: quin est tirando del cabo correcto? Del cabo
que cuenta con el sustentculo bblico que lo corrobore y
que proporcione la mayor evidencia que permita que todo
enchufe bien, concedindole seguridad a la persona que
jala? O es que los dos hallan soporte en la Escritura? En
la ciencia? En los aspectos psicolgicos y sociales? De
ser as, no sera esto apoyar una contradiccin? Pues en la
Escritura o Fuente de Informacin Absoluta (FIA) existe
una prohibicin de por medio. Por lo que, siendo justos,
18
INTRODUCCIN
sera torcido circunscribir a la accin-homosexual por

llamarlo de alguna manera en el listado de cdigos que
llaman a una vida santa y a marcar una diferencia ante los
dems, ya que no tendra sentido prevenir algo que en s es
bueno. O esquematizar un peligro o una potencial contingencia que ni siquiera existe. Como bien lo parafraseara C.
H. Mackintosh al expresar que no se construye un dique
all donde no hay inundacin que temer o que combatir. El
Espritu no se ocupa de ideas abstractas, sino de positivas
realidades (Estudios sobre el libro de Levtico, 110). Precisamente por eso, la proposicin de este libro es: una de
las dos perspectivas cuenta efectivamente con el soporte
bblico (y, por consiguiente, con el cientfico, psicolgico
y social). Y esto porque las dos son mutuamente excluyentes. O es una o es la otra. O Dios de cierto, de cierto prohbe la relacin homosexual, o no la prohbe. O Dios de cierto, de cierto cre la homosexualidad y obtiene su beneplcito, o no. As de simple.
Nuestro propsito ahora, entonces, ser seguirle la
pista al punto homosexual segn a como lo desentraa la
postura a favor, para descubrir la veracidad de su interpretacin y la relevancia de sus demandas, que nos ayuden,
luego de cotejarlo con lo que ha expuesto el punto de vista
cientfico, a encauzar esa postura que ciertamente tiene su
vigor y permanencia en la FIA. Esto, incuestionablemente,
nos ayudar tambin a entender con objetividad a la homosexualidad y, a una con ello, poder descifrar el camino que
nos conduzca a entablar relaciones de calidad entre personas que se sienten homosexuales e iglesia.
Por supuesto, dejndole espacio al lector para que
razone y se abra paso, como dira Swindoll, a travs de ese
campo minado, sin que la confusin lo haga volar en pedazos. Al fin de cuentas, es usted, estimado lector, quien debe decidir, y luego responder de acuerdo a esa medida. Sin
sentirse obligado a corresponder con cada punto, pero s
es la esperanza a sentirse motivado a abrir la puerta
19
de su corazn y dejar que entre la verdad. Si lo hace, como

tambin lo dira Swindoll, se asombrar de cun pronto se
disipar la niebla y con cunta claridad estos asuntos aparecern ante sus ojos. Cuando llegue ese momento, las decisiones correctas ya no habrn de parecer confusas y complicadas. En realidad, sern increblemente sencillas.
Sencillas pero no fciles.
20
1
Certidumbre o suposicin?
Parafraseando sucintamente las palabras de Torres
Queiruga, criticar lo dicho en el pasado es nuestro derecho, aunque los juicios estn siempre expuestos al riesgo
de la injusticia y la intolerancia. Esto se advierte, porque la
intencin primaria de lo que aqu se intenta decir no se dirige a juzgar el pasado, sino ms modestamente a iluminar el presente.
Por otro lado siempre en la lnea de Queiruga
si, alertados por la crtica y animados por una razn realmente humana, y, desde luego, en una elemental correccin hermenutica, prestamos atencin a la FIA, lo que se
vea debe ser ledo siempre desde la clave central de la experiencia bblica: todo lo que Dios hace o revela va dirigido exclusivamente a la salvacin. Y salvacin es vida. Y la
vida es lo mejor para el ser humano.
Dicho esto, todas las secciones que siguen (distribuidas en las unidades bblica y extrabblica) forman
parte de lo que hemos denominado la perspectiva guey y
lesbiana que vale la pena que conozcamos y comentemos.
Cabe aclarar que todo lo que aqu se presentar tiene que
ver con cada uno de los principales y ms recientes puntos
donde el pensamiento homosexual ha expuesto algo. Puntos que tienen que ver con el ser humano como tal, las relaciones entre personas, las diferentes clases de amor, sus
21
aplicaciones, la declaracin de Dios sobre la sexualidad, lo

que l tolera y lo que no, entre otros.
Pero antes de comenzar, habra que decir que un
acercamiento a la narracin de los orgenes (el cual, segn
Alexandre Awi, es la clave de lectura para todos los dems
textos relacionados con la homosexualidad, puesto que all
se detalla la imagen bblica de ese ser creado por Dios la
cual tiene una validez normativa fundamental y absoluta
para la tica sexual1) nos muestra de forma esclarecida, y
en el marco de una sola voluntad, a Elohim creando y bendiciendo a la heterosexualidad, y a Elohim promoviendo la
unin hetero-sexual o el matrimonio de la actualidad (Gn
1:26-28a, 2:18-24; lo que se complementa con la prohibicin de la ley y la confirmacin de Jess con su no pensis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he
venido para abrogar, sino para cumplir. Mt 5:17).
En ese aspecto, el carcter exclusivo de este mito
heterosexual, por as decirlo, y su consentimiento divino,
tambin singular, es lo que la perspectiva guey y lesbiana
debera aclarar o desmitificar. No con cualquier elucubracin, cavilaciones desesperadas o dogmatizando supuestos
que luego carguen las espaldas de las personas que se sienten homosexuales con una obsesin que es forzoso tragar.
Sino con criterios irrebatibles, salidos de una eficiente hermenutica, que despojen de sus atributos mtico-sombros
a las premisas que sean, e insten a un cambio de parecer.
1. La perspectiva bblica guey y lesbiana2
a) La creacin (Gnesis 1 y 2)
La Perspectiva seala que Gnesis 1 en realidad
puntualiza cmo los seres humanos son como y no son
Qu dice la Biblia sobre la homosexualidad?, Teologa y vida
[online] 42 (2001): 377-398.
2 La cual a partir de aqu ser aludida como Perspectiva.
1
22
CERTIDUMBRE O SUPOSICIN?
como Dios. Las personas son hechas a su imagen y semejanza. Pero en cuanto a su sexualidad, ellas son identificadas como masculino y femenino, no como esposo y esposa,
o aun como hombre y mujer. De igual modo la nocin de
que un matrimonio mongamo heterosexual es igualmente
contenido en este captulo (o en el segundo de Gnesis) es,
abreviadamente, una mentira. Parece ser que esto es una
construccin artificial designada a negar los derechos al
matrimonio a todos aquellos que son homosexuales3.
Comentario: Si somos consecuentes, luego de leer,
ya no a simple vista, sino a detalle, la historia del Gnesis,
bien se podra comenzar este comentario aludiendo a la
misma enunciacin que aqu se empleara para finalizar la
postura de la Perspectiva: parece ser que esto es una construccin artificial designada a favorecer a las homosexualidades y los derechos al matrimonio a todos aquellos que
se sienten homosexuales. Pues, si bien atinada en su inicio,
la postura luego razona omitiendo las palabras y la concomitancia de ideas presentada por los captulos 1 y 2, y por
la Escritura como un todo general.
En ese sentido, haciendo nuestras las palabras de
Trenchard y Martnez, reiteramos aqu la necesidad de recoger de la narracin inspirada lo que Dios ha determinado
conferirnos, sin dedicarnos a cavilaciones infecundas y
a menudo peligrosas sobre lo que no se ha revelado. Lo
revelado es sorprendente y de mucho valor, pero slo se
comprender plenamente en el marco de la totalidad del
plan y propsito de Dios para el ser humano. De ese modo,
se puede reparar aqu a Dios creando su obra maestra. Una
obra de arte que, por un lado, aparece como unida a la naturaleza y dependiente de ella, pero por otro, la trasciende.
Y la trasciende por la esencia de la personalidad que le fue
Jack Rogers, Jesus, the Bible, and homosexuality: Explode the myths,
heal the church (Louisville: Westminster Knox Press, 2009): 82-83.
3
23
otorgada, como bien lo apunt la Perspectiva (son como

y no son como; imagen y semejanza). De ah que la raza
humana existe, llega a realizar sus plenas posibilidades y
se propaga por su doble constitucin sexual 4 (1:26-28).
Es importante distinguir aqu la secuencia en el
relato de la creacin del hombre y la mujer. Primero, Dios
tom un poco de polvo (adamah), y con ese polvo form
al hombre (adam). Luego sopl en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Despus Dios dijo: No est bien
que el hombre est solo. Voy a crearle alguien que lo ayude y le acompae. De esa manera hizo que el hombre se
quedara profundamente dormido. Y as, mientras ste dorma, Dios agarr parte de su costado. De eso que agarr,
Dios elabor una mujer. Sin duda, Adn advirti de inmediato lo maravilloso del nuevo don que en la mujer le conceda el Creador. Por eso no pudo reprimir una exclamacin de asombro y satisfaccin: Esta s es hueso de mis
huesos y carne de mi carne!. Que Adn fue consciente de
la relacin especial que haba de unirlo a su ahora mujer se
deduce del nombre que le dio. l haba nominado a todos
los seres vivos (2:19). Cmo nombrara a su compaera?
Le da su propio nombre en forma femenina: ish (varn) se
convierte en ishsha (varona)5.
Si se advirti, en esta continuidad esplendorosa y
perfecta, cargada de pormenores y armonas grandiosas, la
FIA es simple y clara: Dios cre un hombre y una mujer;
un varn y una varona con una sexualidad acorde. No al
azar. O as porque s. Sino para poder explicar por qu el
hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer,
y los dos se funden en un solo ser (2:24; esto es, la unin
mongama heterosexual antes aludida, o el matrimonio actual, si as se prefiere. Cfr. Mt 19:4-5 o Mc 10:5-8). Y para
Ernesto Trenchard y Jos M. Martnez, El libro de Gnesis (Grand
Rapids: Portavoz, 1998): 68.
5 Ibid.: 83-84.
4
24
poder pronunciar, tambin, esta bendicin: Sean fecundos

y multiplquense. Llenen la tierra... (1:28). He ah, pues,
la totalidad del plan y propsito de Dios para la sexualidad
del ser humano; parte de la totalidad del plan y propsito
de Dios para su vida entera! En palabras de Harvey Cox,
considerado uno de los telogos ms preeminentes de los
Estados Unidos: Cuando nosotros decimos que Dios cre
el mundo, estamos afirmando que es bueno que nos haya
colocado en una relacin de interdependencia entre uno y
otro como hombres y mujeres, como seres humanos que
no pueden estar el uno sin el otro6.
Ahora bien, si despus de lo dicho el lector cree
que la mejor explicacin es la esbozada por la Perspectiva,
eso tampoco le autorizara a poder aseverar que Dios cre
la homosexualidad y que cuenta con su favor, pues el relato no tolera hacerlo. Se podra especular como a nuestro
juicio ya lo ha hecho la Perspectiva, pero no aseverar;
conjeturar, pero no prometer. Aparte que si esto fuera efectivamente as, habra que indagarse en qu parte del plan
perfecto de Dios vendra a ensamblar la homosexualidad?
(plan que no ha cambiado; aun con la intromisin del malpecado) Cul sera su propsito?
Por otro lado, si la sexualidad, segn el relato del
Gnesis, habra que entenderla como algo desunido del gnero, tal cual lo evoca la Perspectiva con su masculino y
femenino7, no sera esto consentir un des-orden? Que se
Cox, Gods revolution and mans responsibility (Valley Forge: The
Judson Press, 1966): 18-19. nfasis del autor.
7 Lo cual, si bien es cierto, los trminos hebreos en el texto de Gn
1:27, zakar y neqebah, no lo desmienten. Es decir, que stos pueden
ser utilizados para referirse a lo masculino y/o lo femenino. De
igual manera, el texto no permite disociar eso masculino del
hombre y eso femenino de la mujer; la narrativa que vimos lo
corrobora al presentar a Adn y Eva hetero-complementndose.
Jrgen Moltmann, reconocido telogo alemn, considerado una
figura importante de la teologa moderna, dice as a este respecto:
6
25
puede crear un hombre, pero fijarle una sexualidad femenina. Que se puede crear una mujer, pero fijarle una sexualidad masculina. Se puede ver a Dios obrando en ello? O
ese es el estilo del mal (o en su defecto de la persona cada
que as lo decide)?
b) Sodoma y Gomorra (Gnesis 19)
La Perspectiva subraya que hay cerca de veinte
referencias a la historia de estas ciudades en la Biblia, y
ninguna de ellas dice que la homosexualidad fuera el pecado que motiv su destruccin. Una de las ms extensas
es la que se encuentra en el libro de Ezequiel, la cual dice
as: Sodoma y sus pueblos pecaron por creer que tenan
demasiado, puesto que les sobraba comida y vivan sin
preocupaciones; tambin pecaron porque nunca socorrieron a los pobres y necesitados. Era tanto su orgullo que
enfrente de m cometan maldades repugnantes. Por eso
las destru, y t lo sabes (16:49-50 TLA). Es claro, con
relacin a este pasaje (y otros como ste), que la abominacin de Sodoma, de acuerdo a los profetas del Antiguo
Testamento, fue que ellos se comportaron con indiferencia
insensible hacia los ms dbiles y vulnerables8.
Al hablar de varn y hembra, el relato bblico alude a la entera constitucin anmico-corporal de cada ser humano. La imagen
de Dios no es el alma asexuada, ajena a la masculinidad o femineidad del cuerpo, sino la configuracin entera del ser humano.
Por eso el hombre y la mujer no pueden prescindir el uno del
otro, y solo juntos constituyen la perfecta imagen de Dios en la
tierra. La comunidad es analoga divina y, a semejanza de Dios,
ha de estar configurada por hombres y mujeres, padres e hijos.
La justicia crea futuro, trad. Jess Garca-Abril (Santander: Sal
Terrae, 1992): 111.
8 Jeff Miner & John Tyler Connoley, The children are free. Reexamining the biblical evidence on same-sex relationships (Indianapolis:
Found Pearl Press, 2008): 5-6.
26
Comentario: Como se puede constatar a travs de

la Escritura (que es prcticamente el resumen de lo expresado por el versculo citado arriba), el pecado de las ciudades de Sodoma y Gomorra se afinc en que su maldad
haba alcanzado los lmites ms agudos (o mejor an, los
sobrepas). Lo que en pocas palabras quiere decir: que el
pecado los controlaba (Gn 18:20-32). De ah que los vocablos pronunciados en el texto de Ezequiel tengan bastante
concordancia con esto. Por estar ocupados en el pecado solamente (o pensando slo en lo malo), se olvidaron de lo
correcto: aquello prioritario y que le agrada a Dios.
En ese sentido, la Perspectiva tiene toda la razn
al plantear que el castigo para estas ciudades no les lleg
como consecuencia de la homosexualidad. Pero a nuestro
juicio, tampoco se le puede descartar o tratar de minimizar.
Los actos homo-sexuales formaban parte de eso repugnante que exteriorizara el profeta; de lo cual, la misma
historia de estas ciudades dej constancia (Gn 19:5); as
como lo hiciera el autor del documento vestido con nombre Judas:
Algo parecido les sucedi a los que vivan en Sodoma y
Gomorra... Los que vivan all pecaron y practicaron todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. Por eso Dios
los castig y los arroj al fuego que nunca se apaga, para que sufran all. Que esto sirva de advertencia para todos... Lo mismo les va a pasar a los malvados de quienes les estoy hablando. Porque con sus locas ideas daan su cuerpo, rechazan la autoridad de Dios e insultan
a los ngeles (7-8 TLA).
Si relacionamos todos los versculos citados, nos

vamos a dar cuenta de que fueron diversos los argumentos
por los cuales Sodoma y Gomorra (y ciudades aledaas)
fueron destruidas; incluyendo en la lista a la indiferencia
insensible hacia los pobres y necesitados, a la falta de hos27
pitalidad, y a los episodios homosexuales como el lector

juzgar accin-sexual-inmoral-incorrecta propiamente
dicha (cfr. Lv 18:22).
c) La ley (Levtico 18:22 y 20:13)
La Perspectiva manifiesta que las prohibiciones
del libro de Levtico son claramente dirigidas al entorno
de prostitucin homosexual en el templo (rituales paganos
semejantes a los de los egipcios y cananitas) y a los actos
que podran haber sido cometidos por brbaros (paganos
que en aquel da vivan en torno a los judos y adoraban a
dioses falsos). Y ya que ese no es nuestro contexto, stas
no aplican; mucho menos para aquellas relaciones homosexuales que se basan en el amor9.
Comentario: Si, como escribe Jos Manglano, que
a veces son las verdades sencillas, las ms difciles de entender bien, esto enuncia hasta qu punto el ser humano
puede llegarse a intrincar donde lo claro no amerita hacerlo. Funestamente, pese a que el entorno cultural referido es
verdico, el contexto no dice, en ninguna parte, que ese sea
el propsito por el cual fueron prohibidas las relaciones
homosexuales masculinas (y por ramificacin lgica, las
femeninas10). Ms bien, lo que s dice el contexto, es que
Ibid.: 12. Y en Michael S. Piazza, Gay by God: how to be lesbian or
gay and Christian (Dallas: Sources of Hope, 2008): 35.
10 Aunque, si somos estrictos, se tendra que decir que las mujeres, por carecer de pene y semen (que son los que al final se depositan incorrectamente en la interaccin homosexual masculina), nunca podran tener un relacin sexual como tal. Tal vez por
eso no se les menciona en el pasaje. Pero esa ausencia el lector
juzgar tampoco justifica cualquier otro tipo de prcticas que
involucre los genitales, ni les absuelve el carcter de inmoral y de
anti-natural propiamente dicho; tal como se puede ver en el texto
de Ro 1:26-29, al cual llegaremos en un momento.
9
28
cuando la ley instruye a los israelitas a no reproducir este

tipo de cultos o rituales y actos paganos, lo hace con la intencin de que ellos sean diferentes, porque Yahv, el dador de la ley (no Moiss o cualquier otro escritor), es diferente. Yo soy el Dios de Israel, y soy diferente de los dems dioses. Por eso ustedes deben ser diferentes de las dems naciones, dice la versin TLA (Lv 19:2; 18:3. Cfr.
Gn 12:1-3, Sal 96, Is 42:6-7, Jer 16:19-21, Zac 8:20-23 y 1
P 1:13-16). Dicho en otros trminos: este es un llamado de
Dios a la santidad como un estilo de vida permanente, que
abarca todos los tiempos; no slo el instante de participar
de un culto o un ritual, o al momento de incumbirse en una
liturgia o servicio de adoracin. El ser humano se esfuerza
en vivir a imagen de Dios: es la santidad, dira el telogo
judo Andr Neher. Y si el santuario llegara a desaparecer,
ya no habra pureza ni impureza (cultos o rituales, podra
ser?), pero seguira en pie por completo la exigencia de la
santidad.
Ahora, donde s tendramos que concordar con la
Perspectiva, es en el hecho de que el versculo no prohbe
las homosexualidad como tal. Sin embargo, para poder llegar hasta las relaciones sexuales, las cuales s imposibilitan
los versculos, uno de los canales potenciales sera armonizando o identificndose abiertamente con ella, no es cierto? (cfr. 1 Co 6:12).
Por su parte, si el lector decide creer que lo expuesto
anteriormente no es como se dijo, sino como lo apunta la
Perspectiva (algo solamente cultual y no moral), entonces
tendra que asentir tambin a que el resto de sentencias que
acompaan a la prohibicin ligada a los actos homosexuales tampoco aplicaran para nosotros hoy, ya que seran
engullidas por ese entorno de culto pagano propuesto por
ella. De ah que si somos consecuentes las relaciones
de incesto, adulterio y bestialismo estaran cabalmente permitidas. As como el sexo durante los das de evacuacin
menstrual, la prostitucin y, adems, podramos hacerle
29
lado a la idolatra (adorar imgenes propiamente dichas o

asignarle el primer lugar a otras cosas que no sea Dios, o
slo a l; lo que sera sinnimo de adorarlas) y a los sacrificios humanos (Lv 18:21; 20:2-5) siempre y cuando lo hagamos fuera de ese contexto de culto antes sealado (algo
que as ser, pues como bien expresa la Perspectiva, ya no
es nuestro contexto). Sera esto correcto? Algo apegado
o congruente al resto de enseanzas de la Escritura?
Asimismo, agarrando ahora la ideologa que apunta
hacia el amor, esto una vez ms siendo consecuentes
nos mete en otro problema: creer que el amor tiene el poder de santificar cualquier cosa que se haga en su nombre
(Muehl). Ejemplo: si dos personas quieren tener relaciones
sexuales y ambos son miembros de la misma familia o ya
se dieron en casamiento, o igualmente si una persona desea tener este tipo de relaciones con su mascota, la alusin
al amor que se ha llegado a reparar por el otro justificara
tales acciones. Habra que aceptarlas?
d) Rut y Noem y David y Jonatn
(Rut 1:15-18; 1 Samuel 20:17; 41, 42; 2 Samuel 1:26)
Aqu tenemos, dice la Perspectiva, la historia que
la Biblia puntualiza: Rut dejndolo todo para poder estar
con Noem; ella puso su propia vida en riesgo, para as
poder cuidar de Noem; e, incluso despus de casarse con
un hombre, su ms importante relacin apunt a aquella
que comparti con Noem. Estas acciones y emociones son
muy difciles sino que imposibles de explicarlas como
mera amistad. Si nosotros ponemos aparte nuestras preconcepciones de lo que es posible en la Biblia, el libro de
Rut se lee como una historia de amor entre dos mujeres.
Por otra parte, en la historia de David y Jonatn, tenemos
una respuesta bblica directa para la pregunta: pueden
dos personas del mismo sexo vivir en amor, en una relacin de compromiso, con el favor de Dios? La respuesta es
30
s, porque Jonatn y David lo hicieron, y la Biblia celebra su relacin11.

Comentario: Est fuera de toda duda, los relatos nos
lo dicen, que entre estos personajes hubo un sentimiento
de amor acentuado. No obstante, una vez ms la FIA en
ninguna parte presenta evidencia decisiva que nos permita
dogmatizar, o simplemente creer, que las relaciones entre
estos personajes fue una evidencia de un comportamiento
homosexual. Y aqu no se trata de hacer a un lado preconcepciones de lo que es posible en la Biblia. Sino de hacerle
justicia a lo que revela, para beneficio del ser humano y la
creacin completa. En ese sentido, habra que preguntarse,
puede existir el amor entre personas del mismo sexo? Y
yendo ms all, puede existir un amor como el de estos
personajes entre personas del mismo sexo? Si la respuesta
es s, entonces las aseveraciones de la Perspectiva pierden
su valor. Y claro que puede existir el amor entre personas
del mismo sexo, con esta evocacin de profundidad!12 Pero ste debe presentarse siempre en su versin gape (que
es un tipo de amor reflexivo e incondicional, en el cual, la
persona que ama, slo tiene en cuenta el bien del ser amado; sea hombre o sea mujer) o en su versin filial (que si
bien se relacionarse siempre con el amor que se siente por
los miembros de la familia, tambin es el amor de amistad. Es el amor que no ansa poseer al amigo, sino que se
alegra de su forma de ser13), no en su versin eros (que es
una clase de amor sensual y romntico, que excita el apeMiner & Connoley, The children are free: 31 y 38.
Un ejemplo es la familia.
13 Anselm Grn, Fe, esperanza y amor, trad. M. C. Blanco (Bilbao:
Descle De Brouwer, 2007): 110. Si bien, segn David Morrison,
storge sera el amor de familia (o de las cosas familiares como la
ciudad o el pas) y philia el amor de amigos. Un ms all para la homosexualidad, trad. Vctor Soldevila (Madrid: Palabra, 2011): 182.
11
12
31
tito sexual o que est ligado con el sexo; raz de los vocablos ertico y erotismo).
Corresponder, pues, todo sentimiento de amor que
se pueda sentir o exteriorizar hacia personas del mismo
sexo con la versin eros (ms an, si ste ha alcanzado un
nivel alto y especial hacia determinada persona), es una injusticia que debe ser extrada de la mente cuanto antes (sea
que nosotros la vivamos o se la carguemos a otros; como
es el caso de los personajes aludidos). Por otra parte, el ser
humano no debe corresponder todo lo que le ocurre (en especial, los contactos con otras personas) con lo romnticosensual o con la bsqueda del placer. Ni mucho menos debe ensalzar este tipo de amor, porque el ser humano y la
vida misma son mucho ms que eso. Tener una mente
que erotiza, sensualiza o que romantifica todas las relaciones que se presenten entre dos personas (y peor an,
entre aquellas del mismo sexo) es, por un lado, sofocar y
pasar por alto el poder que la verdadera philia posee14, y
por el otro, un ejemplo claro de contar con una mente que
a gritos est clamando auxilio y que deja en evidencia que
la intervencin directa de Dios, por medio de su Espritu,
es muy necesaria.
De la misma manera, no debemos ignorar tambin
que el mismo Seor Jess (o Yahv en el caso del Antiguo
Testamento) nos manda a amarnos los unos a los otros. No
con un amor superficial o emocional, romntico-sensual o
voluptuoso, sino como l nos ha amado y sigue amando:
sacrificial e incondicionalmente (Jn 13:34-35; 15:12). Y a
la vez como nos amamos a nosotros mismos: con un amor
que pretende siempre el bienestar del ser amado (Lv 19:18;
Mt 22:35-40). Algo que a nuestro juicio es manifiesto en la
relacin de las parientes y amigos en cuestin.
Asimismo, Jess tambin nos estimula a reconocer
que nadie tiene mayor amor que ese, que uno ponga la vi14
Morrison, Un ms all para la homosexualidad: 187.

32
da por sus amigos (Jn 15:13). Denotando as la profundidad que este tipo de amor puede alcanzar, y que, por lo
tanto, es posible. Cabe anexionar ac que estos tipos de
amor en versin gape y versin filial (los cuales hallan su
base y fundamento en Dios mismo y en el orden que l ha
establecido por medio de su Palabra) pueden adquirir en
determinados procesos, y dependiendo de la incumbencia
y empata que coexistan entre las personas involucradas,
un nivel ms alto de hondura (como se puede observar que
sucedi con Jess y su discpulo Juan, por ejemplo. Cfr. Jn
19:26; 20:2; 21:20). A estas personas generalmente se les
llama mejores amigos, mi mejor amiga, casi hermana,
hermanos amados, hijitos mos (cfr. Gl 4:19; 2 Ti 1:2).
Ese fue a nuestra consideracin el caso de los personajes aludidos por la Perspectiva.
Ahora bien, si despus de lo dicho el lector decide
creer que el amor que existi entre estos personajes fue en
realidad un amor homosexual (lo cual incorporara el amor
eros), eso no le facultara para decretar y si quiere, asegurar que ellos eran personas homosexuales que abrazaban plenamente este tipo de conducta sexual y que sostenan una relacin de amor y compromiso. En todo caso se
tendra que suponer que eran personas bisexuales (lo cual
acrecentara el nivel de desorden: heterosexualidad y homosexualidad combinada15) queriendo vivir una relacin
de amor y compromiso. Ya que ellos tambin hicieron patente una atraccin hacia el otro sexo: Noem se unific
con Elimlec y procre dos hijos (Rt 1:1-2). Y Rut (cuyo
nombre significa compaera fiel) se unific dos veces y
procre a Obed (Rt 1:3-4; 4). Por su parte Jonatn tuvo un
Confusin que a nuestro parecer difcilmente provendra del
Creador. O puede vrsele obrando en ello? (Cfr. 1 Co 14:33). Se
debe decir que esta bisexualidad es reconocida, de cierta manera,
por Miner y Connoley en la nota 7 del segundo captulo de su libro. But no hanky-panky happened, por usar su expresin.
15
33
hijo, lo que nos hace argumentar dicho enunciado (2 S 9:3;

1 Cr 8:34). Si bien, siendo imparciales, su veracidad no se
podra asegurar solamente con ese dato. En cambio David
se deleit observando a la mujer del prjimo (2 S 11:2-3).
Lo que desat su lujuria, libido y codicia, que lo llevara a
cometer adulterio y asesinato (2 S 11:4, 14-17).
Y en cuanto a la celebracin por parte de la Biblia
que alude la Perspectiva, tambin sta se podra entender
desde el punto de vista opuesto, o sea, el de un sentimiento
de amor profundo en su versin gape o versin filial (o
ambos), los que, valga la apostilla, enlazan perfecto con lo
que hemos visto hasta aqu. No es esto una acertada razn
para celebrarlo y ponerlos como ejemplo; ms hoy que se
exalta tanto el amor eros, tan efmero y superficial?
Por ltimo, permtasenos plantear unas preguntas
de reflexin tocantes al canto de David aludido en la introduccin, y a la actitud de Sal aludida en el apndice 2:
1) Ciertamente Sal se refiri a una supuesta homosexualidad detectada, o sus palabras tenan que ver con
la sucesin al trono por parte de David y a la aceptacin de
ese hecho por su hijo (rivalidad-enemistad poltica)?
2) Efectivamente este canto-poema es un lamento
privado de David para expresar sus sentimientos, o en realidad es, como lo arguyen algunos comentaristas, un poema nacional describiendo en lenguaje ilustre la hondura de
la prdida de Israel?
3) Al ordenar David que se enseara la endecha (o
canto fnebre) a toda la gente de Jud (y dijo que deba
ensearse. 2 S 1:18), no slo l termin canturreando la
frase ms maravilloso fue para m tu amor que el amor de
las mujeres. No ayuda esto a nuestra interpretacin?
4) Si de verdad el canto-poema-endecha refiere un
sentimiento particular de David algo asaz probable no
slo por la relacin con el amigo, sino porque, como arguyen algunos comentaristas, l nunca busc destruir a su
propio pueblo, la frase que nos ocupa no ser sea a la
34
vez de una debilidad de David: por tener tantas mujeres, su

amor por ellas se haba rebajado, vuelto carnal solamente.
De ese modo, este amor slo cubra esa ruina de su vida.
Pero el otro amor, el de su amigo (ahabad, palabra hebrea
que se utilizaba para referirse a toda clase de amor: en Lv
19:18 se emplea para referirse al amor al prjimo y en Ex
21:5 para describir el amor de Dios 16) inundaba el resto de
su ser, justamente de la forma correcta?
e) Los escritos paulinos
(Romanos 1:24-28; 1 Corintios 6:9)
La Perspectiva sostiene que el pasaje localizado en
Romanos no es pertinente, aduciendo que su propsito no
es el de ensear sobre tica sexual ni exponer un vicio, sino ms bien mostrar el desarrollo de la ira de Dios17.
Comentario: Siendo objetivos, se debe decir que la
Perspectiva tiene razn al referirse al propsito del versculo y a su enseanza en s. Pero igualmente la tiene Stott,
ilustre telogo ingls considerado entre las 100 personas
ms influyentes en el mundo por la revista Time, al mencionar que si una determinada conducta sexual o cualquiera que sea es vista como la secuela de la ira de Dios,
seguramente es porque a Dios le desagrada que se ponga
en prctica.
La Perspectiva contina diciendo que en cuanto a
las sentencias que hacen alusin a la homosexualidad en
el pasaje, es probable que Pablo estuviera pensando con
Al respecto, vase Comentario bblico Mundo Hispano, Tomo 5 (El
paso, 1997): 202.
17 ste y los siguientes dos enunciados extrados de John Stott, El
mensaje de Romanos, trad. David Powell (Buenos Aires: Certeza
Unida, 2007): 76-78.
16
35
ellas en la pederastia ya que no exista ninguna otra forma

de homosexualidad masculina en el mundo grecorromano,
y que se contrapone a ella por la secuela de humillacin y
explotacin que sta le infringa a los jvenes implicados.
Comentario: Desafortunadamente, como la mayora
de eruditos comentan incluido Stott, el pasaje no nos
ofrece el suficiente material que nos ayude a determinar
que indudablemente esa fue la alusin de Pablo. Por otra
parte, si tomamos en cuenta que en el v. 26 se alude a los
actos homosexuales femeninos, la pederastia podra no ser
lo que Pablo tuviera en mente; ya que sta era practicada
solamente por hombres, segn la misma Perspectiva.
La Perspectiva pone en interrogante lo que quiso
dar a entender Pablo con naturaleza, ya que las relaciones homosexuales no pueden describirse como antinaturales porque para ellos son perfectamente naturales.
Comentario: Inicialmente, lo importante a tomar en
cuenta de este pensamiento que subrepticiamente apunta, o
bien a la tesis esencialista de John E. Boswell 18, o bien a la
La cual razona, entre otras cosas, que siempre hubo personas
homosexuales a lo largo de la historia y que sus relaciones, por lo
general, nunca fueron vistas como algo antinatural en los contextos en que se desarrollaron, sino ms bien fueron consideradas
como un aspecto ordinario del abanico del erotismo humano (lo
que las hace comunes y perdurables desde la poca clsica griega
hasta nuestro presente). Mauricio List Reyes, John Boswell y la
investigacin histrica de la homosexualidad, Graffylia 2 (verano
2003): 143-149. Palabras entre parntesis mas. Posteriormente esta tesis sera contrastada por el filsofo francs, Michel Foucault,
quien sostena que el homosexual que conocemos hoy es una invencin relativamente reciente del discurso psiquitrico. Carlos
B. Muoz, Foucault y la homosexualidad, Relaciones [online] 65
(junio 2002): 1.
18
36
nocin biolgica o creacional, es saber diferenciar entre lo

que significa el sustantivo naturaleza para Dios, y lo que
significa para m. O lo que significa el adjetivo natural
para Dios, con lo que me parece natural a m. Y como a
m lo que me interesa es lo que piensa Dios, traigamos a
colacin las premisas obtenidas de los versculos seleccionados en el libro de Gnesis. Si nos apegramos humildemente a lo dicho all, deberamos afirmar y por supuesto
creer que para Dios la nica relacin como pareja
sentimental, emocional o sexual natural reconocida sera la
hetero-sexual (hombre y mujer), ya que es la nica que se
nombra conectada a los designios y propsitos de Dios. Lo
cual dejara en certidumbre que todo aquello que se aparta
de esa disposicin divina es anti-natural.
Esencialmente esa es la idea que nos transmite Joe
Dallas cuando explica que contra esa relacin heterosexual
es que transgreda la accin homosexual cometida por las
personas que describe el versculo, ya que era anti-natural
para ellos como hombres y mujeres (arsenes y theleias)19.
Lo cual vendra a clarificarnos, segn John A. Witmer, que
toda relacin sexual entre personas del mismo sexo (ya sea
fortuita o constante, por emocin o amor y compromiso, o
algo realizado por alguien que no es abiertamente homosexual) sera el resultado de un extravo que estara sujeto
al juicio de Dios 20. Definiendo as a todas las homosexualidades, por extensin, como biolgicamente antinaturales
para todo el mundo.
Ahora bien, si al lector no le satisface esto, a nuestro
juicio tendra que consentir, entonces, con dos inferencias
ineludibles: uno, que no existe verdad absoluta que gua y
Citado por Esly R. Carvalho, Cuando el homosexual pide ayuda
(Buenos Aires: Certeza Argentina, 2004): 194.
20 Witmer, El conocimiento bblico: un comentario expositivo, Nuevo
Testamento: Tomo 2, trad. Anglica Jimnez de Gardner (Puebla:
Las Amricas, 2001): 248. Palabras entre parntesis del autor.
19
37
que ordena; y dos, que cualquier tipo de comportamiento

encontrara justificacin en el punto natural.
Por ejemplo, Sean McDowell presenta el caso de un
violador. Quien podra argumentar que la violacin es moralmente permisible para l, pues naci as; siendo eso lo
natural en su caso21. Lo que, de ser esta inferencia lo acertado (y en consecuencia lo mejor para el ser humano), tendra que consentirse. Habra que hacerlo?
En suma: tenemos que concluir ac, junto con Stott,
y segn el versculo en cuestin, que el obrar contra naturaleza equivale a violar el orden establecido por Dios, en
tanto que obrar de conformidad con la naturaleza equivale
a comportarnos en simetra y buena proporcin con la intencin del Creador. Si no, no nos metera eso en un estado amorfo e indefinido que tiende hacia la vorgine?
La Perspectiva argumenta que Pablo no se refiere
(o no incluye) en su discurso a las relaciones homosexuales estables, basadas en el amor entre personas de fe, sino
aquellas que iniciaron con una orientacin heterosexual,
pero luego que negaran a Dios, empezaron a experimentar
con el sexo homosexual, simplemente como una nueva va
que les proporcione placer (esto se desprende del contexto
que presenta el pasaje, el cual contiene: alejamiento de
Dios, rechazo a los mandamientos divinos y a darle la gloria a Dios, idolatra, mayor inters en lo terrenal, orgullo,
codicia, calumnia, contienda y malicia en general)22.
Comentario: Siendo ecunimes, habra que asentirle
a la Perspectiva que el pasaje en cuestin est apuntando
hacia un contexto distante o alejado de Dios. En palabras
de B. Hrting: El punto de partida paulino se sita en el
anlisis de la historia de pecado como alienacin de Dios.
21
22
ti-K, trad. Sandra Leoni (Nashville: B&H, 2007): 109.

Miner & Connoley, The children are free: 14-16.
38
Contempla el pecado en cuanto que se encarna en una cultura pervertida y en un ambiente completamente alienado.
El juicio del Apstol arremete en especial contra los ambientes que no solo practican, sino que incluso exaltan la
homosexualidad23.
Antes de proseguir, es necesario hacer mencin ac
de un par de cosas importantes. Primero, que no se necesita ser un depravado, para estar alejado de Dios. O un ateo
que niega su existencia. Muchos hay que asisten cada domingo a las reuniones y su corazn est apartado de Dios;
todo su ser afuera del reino. Una cosa te falta, le dijo
Jess con amor al hombre que le aseguraba que los mandamientos guardaba desde su juventud (Mc 10:17-21 y par).
Eso que le faltaba lo alienaba de Dios. El hombre, afligido,
se fue triste, dice la Biblia. Segundo, que hay camino que
al ser humano le parece derecho, pero su fin es camino de
muerte, dice el proverbio (14:12). En la poca del apstol,
los romanos actuaban as, porque ellos mismos definan
sus procedimientos; lo que podan hacer y lo que no. Pero
cuando lleg la Verdad, la oyeron? Como dira Pronzato,
el mal es debido a la circunstancia de que el corazn se
encuentra protegido contra el incendio del Espritu por las
cenizas del miedo, del clculo, de la razonabilidad.
Dicho esto, y tomando en cuenta lo que hemos visto
hasta aqu, habra que admitir que el texto no estara dejando por fuera al resto de homosexualidades que lucen dismiles a su trama. Pues como bien lo expresara el pastor y
telogo hondureo, Jibsam Melgares, la homosexualidad
presente es un fiel reflejo de ese pasaje. Al no someterse a
Yahv, las personas llegan hasta decirle bueno a lo malo y
muchas cosas peores. En ese caso, al percibir la terqueCitado por Alexandre Awi, Qu dice la Biblia sobre la homosexualidad?: 377-398. Como ejemplo de la corrupcin en la poca de Pablo, vase Sarah Ruden, Paul among the people (New York:
Image, 2010): 45-66.
23
39
dad, Dios termina por dejarlos hacer lo que ellos quieran,

lo que ellos resuelvan que les es lcito y que les conviene.
Ya lo dijo en alguna ocasin C. S. Lewis: Hay slo dos tipos de personas, a fin de cuentas. Estn quienes le dicen a
Dios: Que se haga tu voluntad, y estn aquellos a quienes
Dios les dice, finalmente: Que se haga la tuya24.
En ese sentido, de acuerdo a nuestra evaluacin lo
cual sometemos una vez ms a la madurez del lector, se
puede apreciar que este argumento, al cimentarse errneamente en la versin del amor equivocada (ver inciso anterior), pretende justificar un tipo de conducta (como accin
propiamente dicha, pues el autor no se est preocupando
de investigar los porqus que estimulan a hacerlo) que el
apstol califica como anti-natural, como un mal deseo del
corazn, como perversin, o como algo alienado en s mismo, que no es bueno efectuar; y que adems la cataloga de
pasin vergonzosa y relacin deshonesta, segn las
diferentes versiones. Demostrando as, lo cual sometemos
a juicio del lector: lejana de Dios, rechazo de sus edictos,
mayor inters en los deseos humanos, orgullo, e, inclusive,
idolatra, al conferirle la prioridad consciente o inconscientemente a la homosexualidad (o la prctica contra
naturaleza de cada poca) y no a Dios. O al exaltarla, para
estar en afinidad con Hrting.
Esto se puede observar igualmente desde el punto
de vista de la tolerancia. Muchos cristianos, telogos y creyentes en general que ven con buenos ojos esta conducta
sexual, al fundamentarse equivocadamente en la gracia sacada de contexto y en la sabidura terrenal, pretenden justificar un tipo de comportamiento que a la luz de este versculo (y los otros que hemos revisado ya), se puede entender como algo que no est bien, que es prohibido en su racin ntima, pecaminoso, riesgoso, y, por lo tanto, que neCitado por Ravi Zacharias, El fin de la razn, trad. Grupo Nivel
Uno (Miami: Vida, 2009): 103.
24
40
cesita ser revertido. Demostrando, igualmente, un sentimiento alejado de Dios, que rechaza con orgullo la FIA y
que concuerda con lo incorrecto (o si se prefiere con
el mal-pecado)25.
Un ejemplo de esto es la ideologa alentada por el sacerdote J. J.
McNeill y que el telogo Benjamn Forcano presenta en su libro
Nueva tica sexual (Pgs. 379-382) como parte de una orientacin
para un nuevo enfoque moral. sta, entre otras cosas, acusa a la
cristiandad de ser moralista y de reproducir solamente las enseanzas oficiales. Pero ahora a causa de eso un nuevo enfoque
que se preocupa por la persona homosexual est surgiendo. ste
afirma que la heterosexualidad no es la norma ni la meta universal obligatoria para todos los individuos humanos. En el cual
no se admite la descripcin en contraste del heterosexual y el homosexual, como si ambas inclinaciones debieran de existir puras
y exclusivas en cada individuo o como si la condicin heterosexual fuera la norma y la homosexual la desviacin. Asimismo,
este nuevo enfoque menciona de forma enftica: Contra la tesis
tradicional de que toda actividad homosexual es contraria a la
voluntad de Dios, he expuesto que la condicin homosexual est
de acuerdo con la voluntad de Dios. Dios cre a los seres humanos de modo que su sexualidad no estuviese determinada por su
biologa. Nacemos varn y hembra; nos hacemos hombres y mujeres por un proceso de educacin que, en su mayor parte, es inconsciente. Sabemos hoy por la psicologa que en el proceso de
maduracin sexual es normal una fase homosexual; que en todo
ser humano hay un componente homosexual adems de un componente heterosexual; que siempre, y en todas partes, surge un
cierto porcentaje de seres humanos, de ese complejo proceso de
aprendizaje, orientados homosexualmente de modo predominante, sin que ellos tengan culpa alguna.... Es as, pues, como este
nuevo enfoque ve lo malo (o aquello que no est bien producto
del mal) como algo bueno y normal, aceptable, e, incluso, hasta
proveniente de Dios. Cuando la FIA, o revela otra cosa, o no revela el medio para asegurar tales enunciados (tomar en cuenta lo
visto hasta aqu). Algo muy similar, a nuestro juicio, al panorama
alienado, sabio y alejado de Dios y sus designios expuesto por
el apstol en los versculos en cuestin (ver en especial, v. 32).
25
41
En este punto, para muchos podran valer, quizs,

estas palabras de Mario Cely, telogo y experto en antropologa:
Hoy, entre los seis mil millones que poblamos este planeta el cual se convirti en la aldea global... no ha cambiado mucho. Moralmente todo permanece igual. En nuestra
era del ms grande avance mundial de las comunicaciones: la Internet, la telefona celular y satelital, la rebelin contra Dios contina en la antigua forma de idolatra
sexual. Los ms groseros pecados que destruyen el bello
don de la sexualidad otorgado por Dios seguirn su carrera hasta cuando al Seor de nuevo se le colme la paciencia. La destruccin de Roma fue una terrible realidad en
el ao 476 d. C. por sus muchos pecados, entre los cuales
destacaba la homosexualidad (de nuevo, como accin antinatural propiamente dicha). No se puede negar que, histricamente, el Seor no les dio tiempo para el arrepentimiento. [Pero] los paganos (y creyentes engaados,
podra ser?) de aquellos das no quisieron el cambio ni
el conocimiento de Dios26.
Por ltimo, vale la pena agregar que es fundamental

que tratemos de comprender a Pablo en su contexto original, para as lograr obtener las ms elevadas cotas del pensamiento teolgico. De ah que sera equivocado pensar (o
esperar) que el apstol (o la FIA en s) se vaya a referir a
todos los temas exactamente con las mismas palabras, smbolos o modismos que nosotros utilizamos en nuestro lxico y rutina diaria.
En base a ello, sera legtimo proponer que para el
apstol exteriorizar que las mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza o que un hombre se
Ver artculo Refutacin de la teologa pro-homosexual o gay
de Daniel Helminiak, en www.recursosteologicos.org (acceso 21 de
mayo de 2011). Palabras entre parntesis mas.
26
42
encendi en fogosidad lujuriosa con otro hombre fuera la

manera en que l se refera o llamaba a la homosexualidad
de sus das (tomando en cuenta que esa palabra no exista
en aquel tiempo, siguiendo la explicacin de Foucault, ver
nota 19); si bien entendindolo siempre como una suposicin y no como una aseveracin. Ahora bien, lo que s podemos aseverar con respecto a los versculos, con plena
conviccin de causa el lector nos dar la razn o no,
son dos actuaciones a tomar en cuenta: uno, que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo es motivo
de la desaprobacin de Dios (en este aspecto, la penetracin anal); y dos, la accin propiamente homosexual contra naturam que stas conllevan, la cual es relacionada por
el apstol con lo incorrecto o lo malo, nos da la pauta para
entender que esa atraccin es algo que no est bien, que se
sali de su cauce, o que fue excitada o promovida de alguna manera.
La Perspectiva arguye que las palabras originales
griegas usadas en 1 Corintios 6:9, malakoi y arsenokoitai,
se han malinterpretado por parte de los traductores bblicos. Pues la primera (traducida como: sodomitas, afeminados o invertidos) podra ms bien referirse a prostitutos
y/o los compaeros preadolescentes de los pederastas. Y
la segunda (traducida como: homosexuales, pervertidos
sexuales o los hombres que se acuestan con hombres) podra no tener nada que ver con individuos que tienen relaciones sexuales con otras del mismo sexo, pero s podra
referirse a masturbadores27.
Comentario: Es importante resaltar, luego de prestar
Scroggs, Boswell y Countryman, citados en la nota 17, 18 y 19
por Thomas E. Schmidt, La homosexualidad: compasin y claridad en
el debate, trad. Marga Llavador Martnez-Soria (Downers Grove:
Clie, 2008): 45.
27
43
atencin al significado de las palabras28, que las objeciones

hechas por la Perspectiva no estn del todo alejadas de la
realidad; ya que es difcil presentar un argumento contundente y definitivo donde no existe un contexto abundante
en pormenores que nos ayude a hacerlo. Por consiguiente,
el presentado por la Perspectiva tambin podra ser vlido
hasta cierto punto.
Por esa razn, y en el afn de atinar la interpretacin
ms cercana posible a lo que quiso decir el autor original,
yuxtaponiendo las limitantes que presenta el contexto del
versculo, seguimos la lnea de interpretacin sugerida por
Gordon Fee, reconocido telogo estadounidense-canadiense, considerado experto en crtica textual del Nuevo Testamento (y se podra decir que en 1 Corintios) y autor de varios libros de exgesis bblica, pues nos parece muy consciente y objetiva:
Lo que puede ser cierto acerca de esas palabras individualmente es una cosa. Pero aqu no son individuales,
aparecen una junto a la otra en una lista de vicios que est
muy recargada hacia los pecados sexuales. Aunque no se
puede estar seguro, es muy probable que en el ingls la
NIV se acerque a una comprensin adecuada al traducir
la primera como varn prostituto y la segunda como
Malakoi significa literalmente suave o delicado (si bien tambin

lleg a convertirse en epteto peyorativo para todos aquellos varones que eran suaves o afeminados; refirindose con gran
probabilidad al participante ms joven y pasivo en una relacin pederstica). Mientras que arsenokoitai se deriva de la composicin de las palabras arseno (varn o masculino) y koite (coito,
cpula o acto sexual). Gordon Fee, Primera epstola a los Corintios,
trad. Carlos Vargas (Grand Rapids: Nueva Creacin, 1994): 276.
Aunque algunos la traducen con el significado cama solamente. Ver Justin Cannon, La Biblia, el cristianismo, y la homosexualidad,
trad. Alejandro De Llano (EUA, 2009): 10, y Carvalho, Cuando el
homosexual pide ayuda: 198.
28
44
ofensor homosexual, en el sentido de que varn prostituto con gran probabilidad denota a un mozo homosexual que consiente29.
Ahora bien, es importante que reflexionemos en el

punto central de lo que hasta ahora se ha exteriorizado relativo a este versculo. Si bien es cierto, como se dijo, que
el argumento de la Perspectiva es vlido, pero por las limitantes del contexto no puede declararse como el definitivo
en el debate, lo mismo pasa con el argumento de Fee. Sin
embargo, creemos que el punto medular de este desconocido no radica, inexcusablemente, en el significado exacto
de los trminos. Sino en la accin que ellos describen (es
decir, la esencia; siguiendo el principio hermenutico de lo
permanente y general de las Escrituras). Ya sea que las palabras malakoi y arsenokoitai manifiesten homosexualidad
como una orientacin sexual inquebrantable con la cual la
persona se identifica, o como una orientacin sexual pasajera, fortuita, transitoria o circunstancial llevada al hecho
por personas que bien pueden ser prehomosexuales o heterosexuales haciendo las veces de homosexuales, la accinsexual prohibida e incorrecta que stas efectan, es donde
recae el nfasis del autor (comparar con la accin-homosexual incluida en el listado de leyes que llaman a marcar
la diferencia ante los dems en Levtico; tomando en cuenta que la prohibicin apunta hacia la relacin sexual en s,
pues no se present en un contexto de matrimonio, adulterio, fornicacin o incesto tener relaciones sexuales con
el hombre de otro hombre, por ejemplo; o con el esposo de
tu padre, hermano o to, por mencionar otro, como sucedi con la heterosexualidad).
Algo que s est claro, por lo que se puede ver en el
significado que enmarca a estas palabras, es que la accin
de inmoralidad sexual que stas toleran involucra a hom29
Fee, Primera epstola a los Corintios: 278.

45
bres con hombres llevando a cabo algo contrario al orden

establecido por Dios desde el principio (a saber, el uso natural de la sexualidad entre hombre y mujer en el matrimonio, que es el nico contexto autorizado para tenerla, y del
gnero que le fue determinado por Dios en el tiempo de su
creacin; demostrando as la prevalencia del apetito interno y/o la disposicin establecida por la persona, y no de lo
que Dios quiere para ella). Es ah, entonces, segn nuestro
criterio, donde radica el punto substancial de lo que buscan
comunicar esas palabras30. El lector, qu opina?
f) El centurin (Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10)
La Perspectiva afirma, a travs de su exgesis de
las palabras originales (pais, entimos, duolos), que el relato de estos pasajes muestra un caso de homosexualidad
en la Biblia. A partir de all, las conclusiones son las siguientes: uno, Jess no conden al centurin por su preferencia sexual, entonces Jess no crey que la homosexualidad sea pecaminosa; y dos, las personas como este centurin guey sern admitidas en el cielo, y otras que se consideraban seguras de ser parte de l, sern excluidas31.
Vale la pena aadir aqu, como ltima acotacin al respecto,
que lo dicho en cuanto a los versculos de Corintios y Romanos
puede dar sentido a todos aquellos que encuentran dificultad a la
hora de definir quin es realmente una persona homosexual ante
los ojos de Dios; ya que se podra pensar que aquellos que son
realmente homosexuales (es decir, que se identifican plenamente
con la homosexualidad porque se sienten as y la practican estable y mongamamente) no tendran de qu preocuparse; lo cual,
como ya vimos, sera un error asegurarlo. Pues para Dios lo que
al final cuenta es la accin y la actitud de la persona hacia l, la
FIA y el pecado; no quin es abiertamente homosexual y el estilo
de homosexualidad que se siga.
31 Mario Cely, artculo antes citado. Y en Miner & Connoley, The
children are free: 46-51.
30
46
Comentario: Se debe reconocer que este raciocinio

al igual que el anterior relacionado a los versculos en
Romanos est bien pensado y tiende a ser sugestivo. Pero de ah a que sea certidumbre, no se puede asegurar. Ya
que las palabras en cuestin cuentan con otros significados
que tambin podran enchufar en el contexto en que fueron
empleadas.
Por ejemplo, la palabra griega pais (que utiliza el
centurin para referirse a la persona que fervientemente
desea que sane Jess) se puede traducir como muchacho,
como sirviente, o como cierta clase de sirviente: uno que
es el amante masculino del amo. Por su parte, la palabra
griega entimos (que tambin el centurin usa para connotar
la clase de sentimiento que experimenta hacia esa persona)
se puede traducir como estima, amado o como muy
querido. En vista de esto, la traduccin que aparece en la
Biblia igualmente puede ser vlida. Ya que los traductores
toman en cuenta, de las tres posibles alternativas relacionadas a la palabra pais, el significado sirviente como traduccin viable para ella (situacin que se repite, valga la
aclaracin, en todo lxico o comentario serio de la Biblia).
Y en el caso de la segunda palabra, entimos, sta se traduce con cualquiera de los significados posibles, pero siendo
la forma de transmisin la versin gape o la filial. No la
versin eros, como lo dogmatiza la Perspectiva. Lo cual es
bastante factible.
Ahora bien, suponiendo que la relacin que existi
entre el centurin y su esclavo en realidad fue de corte romntico-sexual, esto no nos facultara para poder asegurar
que para Jess la homosexualidad es buena o que la acepta
sin que represente un pecado. Pues el texto no nos convida
nada que pueda respaldar esa conclusin. Adems, segn
nuestra percepcin, dicha carencia se debe a que la historia
est apuntando en otro rumbo, no hacia la homosexualidad
como tal. De hecho, lo que sta busca resaltar, como paradigma para todos, es la fe del centurin. Fe que abund en
47
alguien que era gentil y pagano (no judo o israelita), pero

que haba credo en Jesucristo (y nadie podra negar que
luego de esa creencia l dejara todas aquellas prcticas que
no van acorde con la Escritura).
Conjuntamente, el pasaje busca predominar, como
evidencia para todos, la autoridad de Jesucristo sobre la
enfermedad y sobre todo lo creado, lo cual anunciaba y
nos anuncia a nosotros hoy que l es Dios, el Mesas
profetizado. De ah que sea vlido pensar, partiendo de
este supuesto, que si el tpico central de la historia hubiera
sido la homosexualidad y no la fe del centurin y la autoridad demostrativa del Maestro, al igual que aconteci con
las otras historias relacionadas con la lepra, la prostitucin,
el adulterio, etc., muy probablemente sta hubiera tomado
ese mismo rumbo. Por decir algo: Jess dicindoles a las
personas que le presentaban al capitn romano como alguien que debe ser muerto por sus acciones contra naturaleza: El que est libre de pecado que precipite la primera
piedra. Para seguidamente dirigirse al acusado y decirle:
Vete, yo no te condeno, pero no peques ms.
Por ltimo, es imprescindible traer a colacin ac
el trasfondo de toda actuacin de Jess, antedicho ya al comienzo en la versin de Queiruga: que l vino para salvar
y no para condenar (Jn 3:16-17; Lc 19:10; Mt 9:9-13). El
tiempo de hacerlo, esto es, de discriminar, de acuerdo a cada accin que hayamos hecho, vendr despus, en el juicio final (Mt 25:31-45; Ap 20:11-15). Y que habr sorpresas en l, las habr. Y que veremos personas que se sienten
homosexuales formando parte del reino, claro que s! Por
citar un ejemplo: todas aquellos que creyeron en Jess y lo
hicieron el Seor y el Salvador de sus vidas; que siempre
buscaron actuar conforme a su magisterio y que lucharon
infatigablemente contra su mal-desgracia (al cual volveremos en el captulo tres), pero que, de acuerdo a su soberana, ste perdur en sus vidas. Ese es un escenario que
no se puede ignorar.
48
Creo que es oportuno transcribir ahora, a modo de

cierre, un comentario que aparece en la Biblia del Diario
Vivir tocante a este punto aunque puede ser general,
para nuestra reflexin:
La homosexualidad (cambio o abandono de las relaciones sexuales naturales) se haba propagado en [la antigedad] como en [nuestra poca]. Muchas prcticas paganas lo alentaban. La voluntad de Dios es recibir a todo el que acuda a l en fe y los cristianos deben amar a
los dems sin importar su procedencia. Sin embargo, la
homosexualidad est prohibida en las Escrituras (Lv
18:22). En el mundo de hoy, muchos consideran aceptable esta prctica, incluso algunas iglesias. Pero la sociedad no es la que establece el patrn para las leyes de
Dios. Muchos homosexuales creen que sus deseos son
normales y que tienen el derecho de expresarlos. Pero
Dios no nos obliga ni anima a satisfacer todos nuestros
deseos (aun los que son normales). Los deseos que violan sus leyes son indebidos y deben controlarse32.
g) El etope eunuco (Hechos 8:26-38)

La Perspectiva dice: Nosotros no tenemos cmo
saber si el etope eunuco fue en realidad homosexual.
Pero s sabemos que l form parte de una clase de gente
a menudo asociada con la homosexualidad, y ese hecho
fue irrelevante para que llegara a ser cristiano... Las implicaciones de esta historia son insondables para todos
aquellos que son guis, lesbianas y bisexuales. Pues ilustra que lo que realmente cuenta es cmo nos relacionamos
con Jess algo que se repite una y otra vez en el NT, pero que muchos rehsan en aplicarlo consistentemente33.
Comentarios sobre Romanos 1. Parfrasis entre corchetes aadidas por el autor.
33 Miner & Connoley, The children are free: 44.
32
49
Comentario: Debemos asentir casi en su totalidad

con este criterio presentado por la Perspectiva; salvo en el
impasse, ya bastante comn hasta aqu, de dogmatizar una
especulacin. Cmo lo notamos? A travs de la asignacin como propia que se le imputa a Felipe, siervo de Dios
que bautiz al etope eunuco (v. 38), del pensamiento singular de la Perspectiva. Pues es la Perspectiva la que razona el prejuicio, no Felipe. Ya que el texto no dice que l
pensara en la homosexualidad en ese momento o que cavilara en la asociacin eunuco-homosexualidad al instante de
relacionarse con el oficial y tesorero de la Candace (lo que
de no ser as, invalidara por completo esta postura). Y es
la Perspectiva la que cuenta con el prejuicio alojado en su
mente y corazn, no Felipe. Ya que el texto no revela que
l lo tuviera o que lo tuvo en alguna ocasin. Aparte
que, si somos consecuentes, habra que contar tambin que
no todos los creyentes son iguales, y que, como lo reza el
adagio, cada cabeza es un mundo.
Ahora bien, mencionar esto slo nos sirve para demostrar el punto que se ha querido prevalecer y nada ms
(afirmar, dogmatizar o asegurar una especulacin), no para
prescindir o anular la verdad que la Perspectiva nos pone
al desnudo sobre la alfombrilla de la mesa. Los prejuicios
sobre la homosexualidad o las verdades bblicas que luego
se convierten en fobias, no deberan ser nunca un obstculo en la vida del creyente que le impidan llevar a cabo la
obra de Dios como se debe. Es ms, stas ni deberan existir. Es decir, el cristiano genuino no debera albergar en su
mente y corazn ningn prejuicio o ninguna fobia con relacin a las homosexualidades. Y debera ser siempre capaz de diferenciar la verdad que ha credo y que confronta
el mal-pecado, de la persona que tristemente lo est efectuando. De ah que las homosexualidades nunca deberan
ser un motivo que incite a los cristianos a evitarles formar
parte de la iglesia, puesto que, como bien lo acordona la
Perspectiva, lo que verdaderamente cuenta es ese afn de
50
relacionarse con Jess, de ser sus seguidores, de aceptarlo

como Piedra del ngulo, no qu tipo de sexualidad se ha
abrazado por parte de la persona. Esto, valga la aclaracin,
tampoco quiere decir justificacin del pecado. Puesto que
si de verdad queremos relacionarnos con Jess, l debe ser
no slo el Salvador de nuestra vida (esto es, el creo mencionado por el etope, v. 37), sino tambin el Seor de ella
(esto es el ve y no peques ms expresado una y otra vez
por el Maestro a lo largo de su ministerio. O el permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecern en mi amor. Como yo cumpl los mandamientos de
mi Padre y permanezco en su amor tambin evocado por
l. Jn 15:9-10, 14). Como dira Thomas Manton: Honrar
al mdico sin tomar sus remedios nunca san a nadie 34.
h) La homosexualidad de Dios
(Deuteronomio 32:11; Hebreos 4:15)
La Perspectiva plantea que al representar a Dios
como un guila madre en Deuteronomio, nosotros tenemos all una clsica imagen de la conducta transexual de
Dios. l es, entonces, ambos: masculino y femenino. As
como lo son cada una de las personas homosexuales. De
esta forma, como consecuencia de esa doble naturaleza,
en esa rea, por lo menos, las personas homosexuales son
ms como Dios a comparacin de las personas heterosexuales35. De ah, pues, la homosexualidad de Dios.
Comentario: Antropomorfismo es la forma pedagPor qu se requiere fe?, Portavoz de la gracia. El evangelio
198s (Chapel Library, 2010): 33. Lo cual debe entenderse como
tratar de alejarse siempre de todo aquello que contradice a Dios o
de la consonancia con el pecado (lo que sera de verdad honrarlo); pues est claro que ser creyente no significa ser perfecto.
35 Este y el siguiente enunciado en Piazza, Gay by God: 95-97.
34
51
gica de representar a la Deidad en trminos humanos, tanto

en figura como en rasgos, con el fin de concebirlo inteligible para el auditorio36. Sin embargo, el antropomorfismo y
el antropopatismo (atribucin de cualidades y sentimientos
humanos a Dios y que slo puede entenderse de modo analgico37) no podrn nunca dar a entender a Dios en toda su
magnitud, ya que l es infinito y nuestro lenguaje y epistemologa finitos e imperfectos. Como deca Karl Barth, no
se nos debe olvidar que Dios es el totalmente Otro y que,
en consecuencia, nuestro discurso teolgico siempre ser
finito respecto a la Deidad. Dios es muchsimo ms grande
de lo que podemos percibir de l. Es decir, hablando metafricamente, no podemos poner el mar (Dios) en una cubeta (el ser humano).
A qu se llega con todo esto? Al discernimiento de
que las metforas y smiles empreas de la Biblia son slo
comparaciones que hacen asequible el misterio divino al
ser humano. Dios es como un padre, una madre, un guila,
una muralla, etc., para sus seguidores. Pero no es que lo
sea literalmente. Dios no es hombre ni mujer, no es masculino o femenino, ni es heterosexual, homosexual, bisexual,
transexual o travesti. Dios es un ser asexuado porque carece de cuerpo. Por tanto, el lector juzgar, es un error pensar que l es homosexual-transexual, o que puede serlo.
La Perspectiva seala que al Dios hacerse humano
en la persona de Jess de Nazaret, y al decir la Biblia que
l fue tentado en todo de la misma manera que nosotros,
entonces l tuvo que haber luchado o tenido conflicto con
la atraccin hacia los hombres, sino el versculo no tendra ninguna validez. Y si l no luch o tuvo algn conflicto con sentimientos homosexuales, cmo podra ser el
Francisco Lacueva y Alfonso Ropero, Diccionario teolgico ilustrado (Barcelona: Clie, 2001): 62.
37 Ibid.: 63.
36
52
Salvador de las personas que cuentan con este tipo de sentimientos? De ah, entonces, la homosexualidad de Dios.
Comentario: Errneamente, este tipo de supuesto no
est considerando que Jess no posea una naturaleza pecaminosa como la poseemos nosotros. Y como l mismo
lo expresara en Marcos 7, el pecado se gesta en el interior
del ser humano cado. En su caso, eso no fue as. Las tentaciones que l afront vinieron de afuera y no desde su
interior, que es santo. Ahora bien, pudo alguna persona
homosexual insinursele al Maestro? Claro que s. Pero en
nuestra opinin eso dista mucho para poder afirmar que
Cristo tuvo deseos o tendencias homosexuales. Por otro lado, si el sentimiento homosexual se ve como una lucha o
un conflicto, no nos estara diciendo esto que es algo que
no est bien o que se ha salido de su cauce?
i) El silencio de Jess (los evangelios)
Llama poderosamente la atencin, como bien lo
advierte Alexandre Awi, la ausencia de cualquiera referencia a la homosexualidad en los evangelios. A pesar de que
las claras condenaciones a esa prctica en la literatura rabnica hacen conjeturar que era conocida38. Y como los
evangelios se centran en la vida y ministerio de Jess, esta
ausencia para la Perspectiva y para muchos otros que
deliberan igual que ella viene a apuntarlo directamente.
De ah que tengamos, entonces, el denominado silencio
de Jess.
En ese sentido, este sugestivo silencio puede dar
pie a pensar (o incluso a asegurar, como algunos ya lo han
hecho), que las personas que se identifican con la homosexualidad, ya sea slo en pensamiento, o en pensamiento
y accin, estn en lo correcto porque Jess jams conden
38
Qu dice la Biblia sobre la homosexualidad?: 377-398.

53
este tipo de relacin sexual en ninguna de sus variantes 39.

Como se puede notar en el siguiente cuestionamiento de
Justin Cannon: Si la homosexualidad fuera de verdad algo tan malo, no habra dicho l algo al respecto?40.
Considerando por ahora solamente la pregunta de
Cannon, habra que decir que sta es bastante vlida, pero
subjetiva a la vez. Ya que tambin se podra articular que
si la homosexualidad es de verdad algo bueno, no habra
dicho o hecho l algo al respecto? Pues como se dijo
al inicio, para el pueblo judo este comportamiento o la
susodicha accin sexual siempre represent algo malo.
Y su ley supuestamente para algunos, ciertamente para
otros, la condena sucintamente en el Vayikr (Levtico).
Esto es algo que no se podra obviar.
Con respecto a la otra sentencia, se debe decir que
esa conjetura (o conclusin a partir de un dato incierto) carece de una buena hermenutica. Pues para que se pueda
sustentar, tendra que haber versculos o pasajes que la iluminen (siguiendo el principio analoga de la fe) 41. Pero
no es as. Ms bien encontramos versculos y pasajes que
lo oscurecen an ms, para todos aquellos que la proponen
y certifican. Como sucede con Mateo 19 y Marcos 10, por
sugerir algo. En ellos se ve al Seor confirmando la relacin heterosexual entre hombre y mujer (y por ende, a sus
anatomas dismiles y minuciosamente definidas) y uno de
los propsitos por el cual se hizo as: su unin, ser un solo
Miner & Connoley, The children are free: 46-73.
La Biblia, el cristianismo, y la homosexualidad: 5.
41 Segn este principio, cuando un tema o pasaje bblico es oscuro
(o de difcil comprensin) ha de examinarse a la luz de otros que
son ms claros, recurriendo a todos los datos que corporativamente puede ofrecernos la Escritura, para, de esa forma, alcanzar
con seguridad las ms elevadas cotas de la verdad doctrinal. Jos
M. Martnez, Hermenutica bblica. Cmo interpretar las sagradas
Escrituras (Barcelona: Clie, 1984): 217.
39
40
54
cuerpo42. En cuanto a lo primero, Mario Cely exterioriza

que existe aqu una clara definicin de la sexualidad humana en los trminos morales y biolgicos ms especficos.
Pero al principio de la creacin varn y hembra los hizo
Dios. Aqu, Jess, frente a la pregunta si el divorcio era o
no legtimo, no respondi a los fariseos y doctores de la
ley con un simple si o no, sino que nombrando el libro
de Gnesis se refiri a la creacin de Dios del hombre y la
mujer en cuanto a la distincin de sexos 43. Y en cuanto a lo
segundo, Hale y Thorson mencionan que Jess refut la
enseanza de que no conviene casarse, diciendo que no es
para la mayora. Al contrario, la mayora es llamada a casarse. Efectivamente, los judos consideraban que era un
deber casarse (Gn 2:24). El casarse era una ordenanza de
Dios que deba obedecerse (Jr 29:6)44.
Por su parte, Craig Keener, doctor en estudios del
Nuevo Testamento y orgenes cristianos, y autor de una serie de comentarios sobre libros del Nuevo Testamento, as
como libros que cubren una vasta gama de temas, desde
Jess y Pablo, hasta la iglesia afroamericana, comenta que
una prctica de interpretacin corriente en esos das era
replicar a un versculo comprobatorio apelando a otro. Al
igual que los sectarios que escribieron los Rollos del Mar
Muerto, Jess apela aqu al propsito original de Dios en
Ser un solo cuerpo (o una sola carne) significa que as como nuestros cuerpos son un todo, y no pueden ser divididos en
pedazos y an as seguir siendo una unidad, de la misma manera
Dios decidi que aconteciera con la relacin matrimonial. Ya no
son ms dos entidades (dos individuos), sino que ahora son una
sola entidad. A este respecto, vase www.gotquestions.org/Espanol/
matrimonio-sola-carne.html (acceso 14 de febrero de 2015).
43 Vase el artculo Refutacin de la teologa pro-homosexual o
gay de Daniel Helminiak.
44 Tom Hale y Stephen Thorson, Apliquemos la Palabra. Un comentario prctico del Nuevo Testamento (2006): 236-237.
42
55
la creacin en Gnesis 2:2445. Y William Barclay, quien

fuera pastor de la Iglesia de Escocia y profesor de crtica
bblica de la Universidad de Glasgow, concuerda en que
Jess, con su autoridad, se remont a la historia de la creacin para recordarles a los que le probaban que el matrimonio era una unin permanente de carcter indisoluble
entre dos personas (hombre y mujer), y que la esencia misma era insistir que la inmoralidad sexual de su tiempo tena que corregirse. Haba que recordar a los que buscaban
el matrimonio solamente por el placer dice Barclay
que el matrimonio tambin es responsabilidad. A los que
consideraban el matrimonio simplemente como un medio
de gratificar sus pasiones fsicas haba que recordarles que
era tambin una unidad espiritual. Jess estaba levantando
una defensa en torno al hogar46.
De ese modo, entonces, a nuestro parecer, Jess s
comparti un mensaje que debera considerarse. En conclusin: Este silencio no abre camino a la aplicacin del
principio: el que calla, otorga. La fidelidad de Jess a su
origen judo y su insistencia en la observancia de la Ley y
los Profetas, a pesar de las correcciones que hace, llevan a
suponer que la condena de la homosexualidad, firme en la
tradicin de Israel, tambin pertenece al equipaje cultural
de Jess47.
j) Fue la Biblia escrita por Dios?
Mucho se cuestiona hoy si la Biblia verdaderamente
fue inspirada por Dios y, por ende, digna de confianza para
Comentario del contexto cultural de la Biblia. Nuevo Testamento (El
Paso: Mundo Hispano, 2003): 91.
46 Barclay, Comentario al Nuevo Testamento, Volumen 3 Marcos,
trad. Alberto Araujo (Barcelona: Clie, 1995): 280-281.
47 Awi, Qu dice la Biblia sobre la homosexualidad?: 377-398.
Cursiva original.
45
56
obedecerla. La gran mayora no duda que Dios fuera capaz

de inspirar un libro, pero s titubean en gran medida en el
medio, el contexto y el tiempo que l us para efectuar esa
accin. De ah que reverdezcan comentarios como los que
siguen:
1) Si se piensa en la enorme influencia que pudieron ejercer estos factores (medio, contexto y tiempo) en la redaccin del Texto Sagrado se puede concluir que, pese a revelar la intencionalidad de Dios que tiende a liberar al
hombre y a la mujer de todo lo que es opresin y a regir
las relaciones mediante la paz, la justicia, la equidad y el
amor, est infiltrado de una actitud que reflejar los intereses de la clase dominante econmica, poltica e intelectual, adems de tener un carcter patriarcal y sexista.
2) Las contradicciones que hemos visto demuestran que la
Biblia no se puede leer de manera literal. Si no podemos
hacerlo de esta manera, porque no sabramos cmo actuar
ni el verdadero significado de las palabras, debemos interpretar. Esto implica analizar los problemas de traduccin,
edicin y manipulacin de los textos con fines propagandsticos, en suma: todo lo que tiene que ver con el contexto en el cual se escribi la Biblia.
3) Desde luego que todas estas leyes son relativas si se toma en cuenta la poca, la cultura, la situacin geogrfica
y la estructura de la sociedad. Lo que podramos recuperar como una constante en todos los casos es la voluntad de Dios de que existan relaciones justas y de equidad.
Lo dems, como si se come o no langosta, si se ama a un
hombre o a una mujer o si se puede ir a la iglesia con los
testculos magullados, son prohibiciones propias de una
cultu-ra y no de Dios48.
Jacobo Schifter Sikora, En la mesa del Seor (San Jos: ILPES,

1998): 30-86.
48
57
En resumen: esto nos dicen que la Biblia no es confiable. Habra que obedecerla?
Pongamos de relieve ante todo la respuesta decisiva:
por supuesto que s! Y juntmosle: la Biblia es confiable.
Y si bien aquellos que piensan de esta manera, estn en su
derecho, creemos que los puntos de los que echan mano no
son sostenibles. Por ejemplo, el tipo de comentario trazado
en el primer prrafo muestra un desconocimiento preocupante de la Palabra misma. Algo que hace que la FIA sea
creble para el lector de cada poca, es exactamente lo que
el prrafo determina que no tiene. La Biblia muestra en varias oportunidades que Dios no se apega al statu quo. Los
profetas reconvienen a las clases dominantes (Lc 3:18-20;
Mr 7:5-8; 2 S 12:1-9), y no oculta los tropezones y desvos
de los personajes que circunscribe. Y, por citar un ejemplo
especfico, el Antiguo Testamento rememora la historia de
Dbora, una lder importante en medio de una sociedad patriarcal (Jc 4). Si la FIA se dejara influenciar, no existiran
estos ejemplos en el texto.
Por otro lado, y tomando como punto de partida lo
que mencionan el segundo y tercer prrafos, se debe apuntar o mejor dicho, recordar que existen principios que
aleccionan a saber cundo la Biblia se debe tomar literal y
cundo no; cundo seala principios universales y cundo
temporales; cundo son absolutos y cundo relativos. Del
mismo modo, se debe aprender a distinguir tambin entre
el principio y su aplicacin. Por ejemplo, servir al prjimo
es un principio absoluto en la Biblia. Pero lavar los pies es
una aplicacin concerniente a una cultura semejante a la de
los tiempos bblicos (en el mundo antiguo, era parte de dar
la bienvenida y hospitalidad y se practicaba a todo nivel
social. La gente utilizaba sandalias y, en consecuencia, sus
pies se ensuciaban de polvo y mugre). Asimismo, cuando
un principio es uniforme en toda la Biblia, se toma como
absoluto. Por decir algo, el amor a Dios. Pero cuando existen diferentes posturas, entonces sera algo relativo (en el
58
sentido que depender de las circunstancias su aplicacin).

Como la sujecin a las autoridades, por ejemplo; es apropiado esto mientras no vaya en contra de la fe (vase Hch
5:29). De ah que la aplicacin de este principio depender
de la situacin que se viva en determinado momento. En
conclusin: la exgesis y la hermenutica son ciencias, no
se hacen al garete.
Finalmente, a pesar de que las traducciones de las
Escrituras son interpretaciones en s mismas, la mayora de
ellas tratan de presentar un trabajo serio, formal y adecuado a lo que dicen los manuscritos originales con los que se
cuenta. Por lo que podemos confiar (o fiarnos) de ellas con
atiborrada seguridad (ms an, si las usamos en conjunto).
Todas las traducciones concuerdan intachablemente en los
aspectos centrales de la fe.49 En sentido contrario, si vamos
a dudar del medio, tiempo y contexto que Dios utiliz para
escribir, si no vamos a creer que l sea capaz de constituir
un canon a travs de las personas, y si vamos a desconfiar
de que l est detrs, tambin, de aquellos que traducen e
interpretan, la Biblia es, pues, un libro ms.
Y que Dios nos ampare!
2. La perspectiva extrabblica guey y lesbiana
a) La homosexualidad en los animales
Esta seccin se suscita del supuesto que estriba en
la idea de que la homosexualidad se debe ver como natural, ya que se da en muchas especies animales (el humano
incluido), tanto en libertad como en cautiverio; lo que, como lo delimita Boswell, se pudo comprobar desde la poca
de Aristteles 50.
Las traducciones aludidas son las de la religin evanglica.
John E. Boswell, Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad,
trad. Marco Aurelio Galmarini (Barcelona: Muchnik Editores SA,
1998): 15.
49
50
59
Al respecto, habra que puntualizar principalmente

dos lneas de pensamiento a tener en cuenta, que sometemos a cordura del lector. Primero: los seres humanos y los
animales son diferentes. Y la principal diferencia entre uno
y otro es que el ser humano est hecho a imagen y semejanza de Dios (la imago Dei que la Perspectiva misma encontr en Gnesis 1:26-27). Lo que le provee de voluntad,
sentimientos, espiritualidad, conocimiento y personalidad;
aparte de la responsabilidad conectada a sus actos (tiene
libertad para decidir), pues no acta por instinto o por respuesta a estmulos internos o externos, o por la cognicin
sensorial limitada a sonidos, olores, tacto, gustos e imgenes. Esto, ciertamente, lo acomoda en otra categora: en un
grado de ser cualitativamente superior. Por tanto, la forma
de evaluar y explicar su comportamiento nunca sera igual
al de los animales. De ah que la comparacin entre stos y
los seres humanos en busca de similitudes que justifiquen
alguna conducta en los segundos, no sera recomendable ni
apropiado hacerlo. O nos equivocamos?
Segundo: la usanza del parmetro debe hacerse de
forma pareja. En el caso de insistir en tomar como pedestal lo que hacen los animales para, a partir de all, explicar
lo que conciben las personas, entonces, creemos, se tendra
que ser consecuente en la manera de evaluar otros tipos de
conducta que tambin hacen acto de presencia en el reino
animal, las que el parmetro no podra obviar. Por ejemplo: la ratera, la violencia, el asesinato, el canibalismo, la
pederastia, el infanticidio, la poligamia e, inclusive, la discriminacin; puesto que entre los animales siempre se impone la ley del ms fuerte. Lo que querra decir que en todos esos casos, al utilizarlos a ellos como factor necesario
para analizar o valorar una situacin, dichas acciones en
los seres humanos estaran justificadas. O no?
Se impone aqu el apuro de sealar que los animales
pueden comportarse de esa manera porque no le rinden
cuentas a nadie ni razonan su comportamiento. De modo
60
que si algo se sale de la norma y activa un instinto de forma equivocada que lleva al animal a comportarse as o as,
ste no cuenta con la capacidad de decidir si lo que hace es
bueno o malo, si es natural o antinatural, o si hiere a otros.
Simplemente lo hace. En cambio el ser humano es diferente. l s cuenta con esa capacidad de reflexionar y decidir.
Cuenta con una educacin que lo respalda. Y l s le tiene
que rendir cuentas a Alguien bastante superior.
En ltimo lugar, Antonio Pardo, director del departamento de biotica en la universidad de Navarra, Espaa,
refirindose a este tema, menciona algo muy importante
que reproducimos para nuestra ayuda y comprensin. l
dice:
Propiamente hablando, no existe homosexualidad en los
animales Por razones de supervivencia, el instinto reproductor de los animales siempre se dirige hacia individuos del sexo opuesto. Por tanto, el animal nunca puede
ser propiamente homosexual. Sin embargo, la interaccin
con otros instintos (especialmente el de dominio) puede
producir conductas que se manifiestan como homosexuales. Tales conductas no equivalen a una homosexualidad
animal: significan que el comportamiento sexual animal
abarca aspectos ms all de la reproduccin 51.
Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad (Ediciones Digitales,

2009): 73.
51
61
2
Creada o provocada?
Generalmente cuando se habla de homosexualidad
una de las preguntas que no puede faltar (y que parece ineludible tener que indagar) es aquella ataida a la causa que
propicia la atraccin sexual hacia personas del mismo sexo
y a la posibilidad de que esa fuerza venga desde el nacimiento (genes). Es sugestivo notar que para la mayora de
personas que se sienten homosexuales la reflexin sobre
esa (s) causa (s) no es de apetito o apremio, pues han decidido creer, plenamente, que la mejor razn que lo explica
es en esencia la causa de nacimiento52. Esta actitud, segn
lo que sugiere el siclogo Esteban Borghetti, es una accin
que podra estarse originando porque brinda una sensacin
de alivio y retira la responsabilidad personal al momento
de tomar decisiones y querer cambiar53. Sea que Borghetti
tenga razn o no, lo cierto es que hasta la fecha se han proA manera de ejemplo: segn una investigacin realizada en
Espaa, de 126 personas encuestadas, el 80% consideraban que la
homosexualidad es algo gentico/innato que viene desde el nacimiento. Y la investigacin efectuada por Ardila con hombres
homosexuales, arroj que el 90% de ellos consideraban que eran
as desde el nacimiento. Jos Ignacio Baile Ayensa, Estudiando la
homosexualidad. Teora e investigacin (Madrid: Pirmide, 2008): 77.
53 Homosexualidad y juventud: entendiendo y respondiendo a la realidad homosexual (Miami: Vida, 2008): 49.
52
63
puesto diferentes hiptesis que tratan de explicar el origen

de esa atraccin homo-sexual, pero ninguna, segn los expertos, es capaz de proporcionar evidencia cientfica slida
que lleve a concluir que una persona nace siendo guey o
lesbiana, porque sus genes la obligan (o fuerzan) a ello.
No obstante, estas hiptesis de nacimiento siguen
siendo objeto de estudio y anlisis por parte de los cientficos e investigadores, lo cual mantiene esa sutil esperanza
de que algn da se consolide lo que muchos ya han credo
sin necesidad de su confirmacin. Por los momentos, en
vista de esa aparente incertidumbre, depender del juicio
personal que cada quien se pueda forjar, para determinar si
alguna de esas hiptesis (o combinacin de ellas) cumplen
con los requisitos de sus escalas evaluativas, que haga satisfacer la necesidad de conocer la verdad que circunda al
origen de la atraccin hacia personas del mismo sexo. En
otras palabras: depender de usted, querido lector, decidir
si cree en el pensamiento que seala que dicha atraccin es
creada (o que se trae en los genes por concepcin y stos
obligan a seguirla 54; lo que en s no es un problema) o provocada o innata (o que se aparta de lo normal y que causa,
no implicando obligacin a un seguimiento; lo que s confirmara su problemtica). En palabras de Baile Ayensa,
doctor en psicologa y profesor acreditado titular del rea
de Personalidad, Evaluacin y Tratamiento Psicolgico:
Aqu, el comentario expresado por Whitehead podra significar
un buen aporte: Los efectos de los genes en el comportamiento
son muy indirectos porque stos hacen protenas, no preferencias. La verdad cientfica es que los genes no nos fuerzan a nada,
pero nosotros s que podemos avalar o suprimir nuestras tendencias genticas. Citado por John S. H. Tay, Born gay? Examining
the scientific evidence for homosexuality (Singapore, 2010): 4. Dichas
tendencias seran, entonces, producto de que algo se apart del
proceso normal o natural y que fue permitido por Dios. En pocas
palabras: No es tanto con lo que se nace sino lo que nosotros
decidimos hacer con eso que se nace (John M. Platt).
54
64
CREADA O PROVOCADA?
Todo lo que es gentico es lo que est definido as desde

el momento de la concepcin. Todo lo dems que se considere que proviene desde el nacimiento, ser algo innato
producto de un proceso de influencia o alteraciones producidas por algo que se sali de lo normal o que no se
hizo como deba. Como es el caso de un feto que sufre alteraciones morfolgicas al nacer debido a problemas en
el embarazo (que la madre fume); las malformaciones seran en este contexto innatas y no genticas55.
Dicho esto, en un intento de estimular al lector a lograr dicho objetivo, se presentarn a continuacin, de manera simplificada, algunas de esas posibles causas (las ms
importantes a nuestro juicio. Para las causas despus del
nacimiento o provocadas como tales ver apndice 3).
Teniendo en cuenta que el problema, muchas veces, no
tiene que ver con la suficiencia de las evidencias, sino con
que el ser humano est abierto a aceptar los hechos. Nunca
habr suficientes evidencias para convencer a una mente
que se halla cerrada (Ladd).
a) Los cromosomas
Esta hiptesis, como su nombre lo ndica, apunta
concretamente hacia los cromosomas que determinan si el
cuerpo tendr caracteres anatmicos de hombre o caracteres anatmicos de mujer (sexo gentico). De ah que si
un par concreto de cromosomas es 46 XX, el embrin que
se desarrollar ser un feto morfolgicamente femenino, y
si es 46 XY, lo que se desarrollar ser un feto morfolgiEstudiando la homosexualidad: 76. Cursiva del autor. Vale la pena
esclarecer aqu que, segn definicin, las palabras gentico e
innato vendran a ser sinnimas o equivalentes. Pero para
efectos del presente escrito, gentico sera lo creado por Dios, e
innato todo lo dems que sobreviene y que provoca, como ya se
dijo.
55
65
camente masculino56. Entonces, si se presentara algn desorden en la combinacin de estos cromosomas, la orientacin homosexual, de acuerdo a algunos especialistas, podra presentarse. La pregunta de colofn es evidente: si la
atraccin homosexual fuera o es producto de un desorden en la combinacin de estos cromosomas, no sera
ms bien algo innato en vez de gentico? (pues algo tuvo
que incitarlo o afectarlo, por eso es un des-orden). Dicho
evento, siendo objetivos, podra estarnos conduciendo hacia factores del entorno compartidos (o hacia el antes mencionado mal-desgracia), que hacia factores biolgicos o
creados.
b) El gen guey
Bastante relacionada a la hiptesis anterior, se halla
la posicin publicada por un grupo de cientficos dirigidos
por Dean Hamer, que dice que la homosexualidad masculina puede estar relacionada con un patrn de herencia ligada a la madre ubicado en un pequeo tramo de ADN del
cromosoma X (conocido como gen guey 57).
Aunque interesante, se debe sealar que esta teora
no se ha podido reproducir an; a la vez que cuenta con un
inconveniente en la muestra de la cual se consiguieron los
resultados 40 parejas de hermanos no gemelos homosexuales. En ella, 7 personas no presentaron el gen. De
ah que se pregunte por qu. Si la homosexualidad masculina estuviera relacionada a este gen, todos debieron presentarlo. Tales situaciones satura de dudas, escepticismo y
Ibid.: 80. Y en Tay, Born gay? Examining the scientific evidence for
homosexuality: 25.
57 Vanessa Baird, Sexo, amor y homofobia: vidas lesbianas, gays, bisexuales y transgnero, trad. Leonardo Fernndez (Madrid: Egales,
2006): 53-55. Y en Tay, Born gay? Examining the scientific evidence
for homosexuality: 21-22, de la seccin introductoria.
56
66
CREADA O PROVOCADA?
crtica a la comunidad cientfica. Lo cual, a nuestro juicio,

una vez ms podra estarnos diciendo que lo sucedido con
el gen fue algo innato (o provocado), en vez de creado como tal por parte de Dios. Como lo deja entrever las palabras que aluden a que el 95-98% de los mortales lo que
aflora y cristaliza es la tendencia heterosexual. Por eso se
podra pensar que, aun existiendo algunos genes en relacin con la identidad sexual del yo algo perfectamente
admisible, ese escaso 2-5% de individuos de expresin
homosexual representara un fallo, una alteracin una
anormalidad, en fin de los mecanismos biolgicos58.
c) Las hormonas
Esta posicin se deriva del descubrimiento que tanto
hormonas masculinas y femeninas circulan en la sangre de
uno y otro sexo. Entonces, en el caso de los hombres guey,
sta podra estar condicionada al exceso de hormonas femeninas en su cuerpo. Y viceversa, en el caso de las mujeres lesbianas. De igual modo, algunos cientficos creen que
existe la posibilidad de que las hormonas, al no responder
correctamente a su accin en el cuerpo, produzcan resultados anmalos en ste. Al respecto, Jos Vico Peinado comenta lo siguiente: Como consecuencia de ello, nacer un
ser cuyos genitales externos sern femeninos, aunque se
trate de un individuo59. Tambin puede darse el caso en
sentido contrario: una mujer embarazada que produzca una
cantidad excesiva de andrgenos, puede masculinizar
completa o parcialmente a un embrin de sexo femenino
que se est desarrollando en ella 60. En esta oportunidad, la
Carlos Javier Alonso, Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad
(Ediciones Digitales, 2009): 12.
59 Peinado, Liberacin sexual y tica cristiana (Madrid: San Pablo,
1999): 448.
60 Ibid.
58
67
persona tendra rganos genitales masculinos, y de quien

se piensa que ese es su sexo, no es as porque se trata de
una mujer que tambin posee ovarios.
Esta clase de anomalas (o respuestas fallidas), por
su parte, podran producir, de acuerdo a los cientficos, una
orientacin sexual igualmente anmala o apartada de lo
original en todos los que las experimentan. Luego de disear, sin embargo, varias terapias hormonales que emplean
esteroides para masculinizar a hombres guey y feminizar a mujeres lesbianas, la teora fue refutada por el poco
efecto que se obtuvo; salvo incrementar el deseo sexual de
los hombres guis, aunque su orientacin prosigui siendo
la misma 61. Lo cual podra estarnos evidenciando, una vez
ms, que dichas anomalas con respecto a las hormonas
(innato) vienen a repercutir directamente en el cuerpo de la
persona (fsico), no en sus preferencias y comportamiento
(conducta).
d) El factor cerebral
En relacin inmediata a la hiptesis anterior, est la
postura que dice que el factor cerebral es determinante en
el origen de la homosexualidad. Algunos estudiosos, al parecer, creen que el riesgo hormonal afecta no slo a la modificacin o transformacin de la sexualidad, sino tambin
a la sexualizacin del cerebro62. Lo cual dara lugar a que
la persona no est contenta con su anatoma corporal o con
su propia sexualidad, llevndola a concluir que debe hacer
ajustes en su talante de vida y/o en su orientacin sexual
(decisin).
Por otra parte, algunos creen, como es el caso del
neurobilogo Simon LeVay, que la influencia que ejerce el
Baird, Sexo, amor y homofobia: vidas lesbianas, gays, bisexuales y
transgnero: 30.
62 Peinado, Liberacin sexual y tica cristiana: 448.
61
68
CREADA O PROVOCADA?
cerebro en la conducta sexual proviene directamente de la

regin del encfalo acomodada en la base cerebral llamada
hipotlamo. Segn su propuesta, una parte del hipotlamo
(INAH3) en los cerebros de los hombres guis es una media ms pequea que la de los otros hombres, y de similar
tamao al de las mujeres 63 (de nuevo la homosexualidad
femenina queda excluida o sin explicacin). Su conclusin
al respecto fue que la orientacin sexual podra tener un
sustrato biolgico, pues fue evidente que el cerebro de los
hombres guey contaba con un mayor parecido al de las
mujeres que al de los hombres heterosexuales 64.
De nuevo, la opinin de los cientficos en cuanto a
estas posturas es reservada. Ya que, o no se han podido corroborar eficientemente, o los procedimientos y muestrarios seguidos en la obtencin de los resultados contienen
fallos o detalles que pueden, de una u otra manera, estar
influyendo en ellos. Como es el caso de la muestra que us
LeVay. En primer lugar, esta era muy pequea (35 cadveres masculinos, incluyendo los de 19 homosexuales declarados que haban muerto de sida). Y, en segundo lugar, sta no era contundente, ya que 6, de las restantes 16 personas revisadas, tambin haban muerto de sida. Lo que hace
sospechar de su heterosexualidad. Adems, los cientficos
comentan que es muy probable que la enfermedad pudiera
estar afectando el volumen del INAH3 de los sujetos homosexuales, reduciendo los niveles de testosterona durante largas fases de la enfermedad65. Lo cual apunta, una vez
ms, hacia lo innato o provocado.
Citado por Thomas Schmidt, La homosexualidad: compasin y claridad en el debate, trad. Marga Llavador Martnez-Soria (Downers
Grove: Clie, 2008): 182.
64 Mike Haley, 101 Preguntas frecuentes sobre la homosexualidad,
trad. Grupo Nivel Uno (Lake Mary: Casa Creacin, 2005): 184. Y
en Baile Ayensa, Estudiando la homosexualidad: 93.
65 Schmidt, La homosexualidad: compasin y claridad en el debate: 182.
63
69
Cabe adicionar aqu, que el propio LeVay consider

posteriormente que sus datos no eran irrefutables y que l
no haba demostrado con ese estudio que la homosexualidad es gentica o algo parecido66. Aparte que otros estudios efectuados al hipotlamo demostraron que otra regin
llamada ncleo dimrfico sexual era idntico en los hombres homosexuales y heterosexuales 67. Lo cual le resta peso a lo propuesto por LeVay y, en pocas palabras, alejara
la posibilidad de una aseveracin que apunte a lo gentico
o creado por Dios, y nos conducira a pensar en los factores innatos o causales.
e) Lo molecular y celular
Vecino a la hiptesis cerebral, tenemos el estudio
llevado a cabo con neuronas, presentado por Yan Liu y sus
compaeros del Instituto Nacional de Ciencias Biolgicas,
en Pekn68. El artculo que se deriva de este estudio declara, como enunciado principal, que la preferencia sexual en
los mamferos adultos macho (incluyendo al hombre, pero
excluyendo, una vez ms, a la mujer) depende de la serotonina (5-HT), un neurotransmisor clave en la depresin y su
tratamiento. En sntesis, lo que se logr en este experimento de laboratorio fue suprimir el gen que fabrica la enzima
llamada triptfano (Tph2) en los ratones machos, consiguiendo con ello inhabilitarles los circuitos cerebrales que
usan serotonina. Con lo cual, segn los cientficos chinos,
Baile Ayensa, Estudiando la homosexualidad: 94.
Swaab, Gooren y Hofman citados en la nota 10 de Schmidt, La
homosexualidad: compasin y claridad en el debate: 182.
68 El mismo que fue presentado en la International weekly journal of
science (Nature), y que se puede consultar en su sitio en la Internet
www.nature.com bajo el nombre Molecular regulation of sexual preference revealed by genetic studies of 5-HT in the brains of male mice
(acceso 21 de abril de 2011).
66
67
70
CREADA O PROVOCADA?
dichos roedores perdieron su preferencia sexual (es decir,

su predileccin por las hembras; ya que ahora se apareaban
con machos y hembras por igual).
Aunque interesante para unos, y bastante fascinante
para otros, este estudio tiene algunas limitantes que ponen
en argumento si en realidad se puede hacer extensivo para
todos los mamferos en general. Pues sus mismos autores
parece que se contradicen al mencionar, por un lado, que
la serotonina y las neuronas serotonrgicas regulan la preferencia sexual de los mamferos (incluyente), y por otro
lado, cierran el artculo plantendose la incgnita si el 5HT se juega un papel en la preferencia sexual en otros animales; proponiendo, al mismo tiempo, que este descubrimiento debera estimular nuevos estudios en el futuro, para
determinar el papel de la serotonina en las interacciones
sexuales en particular y el papel de los neurotransmisores
en las relaciones sociales de los mamferos en general (excluyente).
Por lo tanto, y a pesar del esfuerzo de algunos en
querer relacionar este estudio con la homosexualidad gentica en el hombre, dicho hallazgo, segn la opinin calificada, se queda lejos de demostrarlo. Y, en el tpico caso
que la serotonina s tuviera que ver con la regulacin de la
preferencia sexual en el ser humano, sta no se podra atribuir en ningn momento a una creacin en esa direccin
por parte de Dios, ya que, como se pudo apreciar en el estudio en cuestin, para que ese resultado acontezca, debe
ocurrir una a-normalidad que haga que los circuitos cerebrales que utilizan la serotonina no funcionen adecuadamente o estn inhibidos. Lo cual estara apuntando de forma directa a lo innato; a lo que se aleja de lo normal.
f) Los anticuerpos
Aqu se nos presenta la posicin que dice que la
homosexualidad puede estar relacionada a la inmunizacin
71
progresiva que presentan algunas madres a ciertos antgenos especficos de la masculinidad (siendo el H-Y el ms
susodicho69), afectando directamente al feto con un incremento de anticuerpos anti-masculinos en la diferenciacin
sexual efectuada por el cerebro en cada uno de los fetos
afectados. Lo que significara que la homosexualidad masculina (no femenina 70) podra ser predicha por el alto nmero de hermanos mayores, pero no por el alto nmero de
hermanas mayores, hermanos menores o hermanas menores, ya que segn los resultados del estudio de donde se
obtiene dicha conclusin, este efecto se presenta con regularidad en el primer tipo de contexto.
En este sentido, R. Blanchard, uno de los autores de
este estudio, concluy que a pesar de lo confiable que son
los datos, stos no parecen explicables por mecanismos genticos u hormonales solos 71. A lo cual John S. H. Tay retribuye con el siguiente enunciado: La respuesta verdadera puede ser mucho ms simple y fcil de comprender si la
misma se relacionara con el factor ambiental (pues, segn
el autor, existe una tendencia que muestran muchos padres
que ya tienen tres o ms varones en su hogar de ver y
tratar al recin llegado nio en una forma femenina; ya que
El antgeno H-Y se ha ubicado en el brazo largo del cromosoma
Y humano. Se ha estimado que es producto del gen determinante
de los testculos en los mamferos. Bruce M. Carlson, Embriologa
humana, y biologa del desarrollo, 4 ed. (Barcelona: Elsevier, 2009):
417. Cabe aadir que la presencia del antgeno induce al aparato
genital a evolucionar en una direccin definida. La ausencia har
que vaya en otra va (hacia hembra).
70 El resultado del estudio manifest que en el caso de las mujeres
homosexuales comprendidas en la muestra de 964 personas homosexuales y personas heterosexuales, no hubo diferencia alguna con relacin a las mujeres heterosexuales en cualesquiera de
las categoras de hermanos. Tay, Born gay? Examining the scientific
evidence for homosexuality: 63.
71 Ibid: 64.
69
72
CREADA O PROVOCADA?
el deseo de que fuera nia es bastante grande) 72. O si sta

se tratara de discernir, segn nuestra perspectiva, a partir
del factor innato y no del gentico (ya que, como se pudo
observar, algo se tiene que apartar de lo normal la inmunizacin para que el resultado que desentierra el estudio
se pueda presentar) ms el concurso posterior del factor
ambiental que evoca Tay.
g) Los andrgenos 73
En esta hiptesis exhibida por Dennis McFadden,
profesor de psicologa de la Universidad de Texas, se relaciona la preferencia sexual en varones y mujeres con el odo interno (en especial, estas ltimas). McFadden examin
200 individuos adultos en cuatro agrupaciones diferentes:
mujeres heterosexuales y homosexuales y varones heterosexuales y homosexuales. Algunos de cada grupo ms tarde fueron identificados como bisexuales.
Por su parte, lo que la investigacin esperaba hallar era que el amplificador del caracol (especialmente usado en el proceso de audicin) era ms sensible en las mujeres que en los varones. Los resultados, deca McFadden,
indican que las lesbianas responden a los chasquidos de
manera significativamente ms dbil que las mujeres heterosexuales. La seal era an ms dbil para todos los varones guey y heterosexuales. El cientfico de la Universidad
de Northwestern, Michael Bailey, refiri cautelosamente la
causa posible de las diferencias en las mujeres homosexuaIbid.
En este segmento se seguir lo exteriorizado por Anne Paulk,
Restoring sexual identity: hope for women who struggle with same-sex
attraction (Eugene: Harvest House, 2003): 39-42. Cabe aclarar que
este bloque bien podra formar parte de la causa hormonal, pero debido a la relacin directa que tiene con la homosexualidad
femenina se decidi colocarla por aparte.
72
73
73
les: La interpretacin ms probable es que esto representa

algn tipo de efecto temprano de las hormonas [masculinas] sobre el feto en desarrollo.
El desenlace de esta diferencia fue publicado por
algunos medios como prueba de una causa biolgica para
el lesbianismo. Por ejemplo, segn el escritor cientfico de
la Associated Press Paul Recer: los investigadores dicen
que han encontrado la primera evidencia contundente de
una discrepancia fsica entre lesbianas y mujeres heterosexuales (han hallado que el odo interno de las mujeres
guey funciona de un modo ms parecido al de los varones). El descubrimiento aade puntos de apoyo a la teora
de que la orientacin sexual puede venir predispuesta antes
de nacer.
De manera ms realista en sus pretensiones, el Dr.
McFadden dijo que los andrgenos pueden tambin alterar
los centros cerebrales que producen la orientacin sexual,
pero los investigadores no han encontrado an una estructura cerebral que determine tal orientacin en las mujeres.
Adems de eso, McFadden tambin seal que cualquier
conducta humana ser resultado de una compleja combinacin de gentica y entorno. Y le adiciona en su posible
conclusin:
Mltiples explicaciones pueden generarse a partir de la
audicin ms dbil (CEOAEs) en mujeres homosexuales
y bisexuales con respecto a su contraparte heterosexual.
Como se ve, los sonidos que se originan en el caracol y se
propagan a travs del odo interno hasta el canal del odo
externo (OAEs) pueden quedar disminuidas por exposicin a sonidos intensos, ciertas drogas y otras manipulaciones. De esa forma, debe haber algo en el modo de vida
de las mujeres homosexuales y bisexuales que les lleva a
estar expuestas a uno o ms agentes de los que reducen su
audicin, ya sea temporal o permanentemente Desde
esta explicacin, la presencia de este fenmeno en mujeres homosexuales y bisexuales es una consecuencia se74
CREADA O PROVOCADA?
cundaria del modo de vida adoptado por la mayora de

estas mujeres y, por lo tanto, no es conceptualmente diferente de la prdida de audicin en los msicos de rock 74.
Una vez ms, y partiendo de lo que se pudo ver en

la informacin descrita arriba, aunque la aparicin del fenmeno del odo interno tuviera en realidad alguna relacin con la homosexualidad femenina (o en general), no se
podra decir (o menos an, asegurar), que tal situacin es
una prueba de que sta es creada por Dios; ms bien, lo
que esto s demostrara es que algo anormal tiene que ocurrir con las hormonas que altere los centros cerebrales que
producen la orientacin sexual en las mujeres (y quiz, en
los hombres) y, de ese modo, no presenten el resultado que
deberan presentar. Lo que en pocas palabras querra decir:
algo provocado o innato.
h) Lo interno75
Por ltimo, relacionado con la voluntad, se puede
mencionar al aspecto interno del ser humano. ste para
efectos de nuestro escrito en primera instancia apunta a
aquello que Tim LaHaye llama la influencia ms poderosa que humanamente hablando tiene toda persona en su
vida: el temperamento76. Muchas veces, y sin que la perVale la pena aadir aqu las palabras del experto en el tema de
la biologa de la homosexualidad Dr. Jeffrey Satinover, que dice:
No hay evidencia de que la homosexualidad es simplemente gentica (y ninguna de las investigaciones pretende que la haya).
Solamente la prensa y ciertos investigadores lo hacen, cuando hablan fragmentando la informacin al pblico. Restoring sexual
identity: hope for women who struggle with same-sex attraction: 42.
75 Aunque este inciso concretamente no es algo que haya expuesto el pensamiento cientfico (al menos, no en su totalidad), lo incluimos por su relacin directa con el punto en cuestin.
76 Manual de temperamento (Miami: Unilit, 1987): 9. Cursiva ma.
74
75
sona alcance a notarlo, el temperamento podra estarle jugando una mala pasada, influenciando equivocadamente su
mente en o con el ejercicio de sus actividades, perturbando
con eso la percepcin que tiene de s misma. Esto sera as,
debido a que cada tipo de temperamento posee caractersticas positivas y negativas que los delimita como tales (ver
apndice 4), y, por lo tanto, stas vendran a definir, de alguna manera, la forma de ver, comprender y enfrentar la
vida por parte de la persona 77. Lo que, dependiendo de los
contextos y/o de las mixturas (causal), algunas o muchas veces podra no ser, indiscutiblemente, la definicin adecuada.
Y en segunda instancia apunta a esa naturaleza pecaminosa que cada persona tiene instaurada desde el instante de su concepcin, y que es producto de la influencia
espiritual mala que intervino en los orgenes del mundo.
En cuanto a ello se debe decir, que luego que Adn y Eva
le fallaran a Dios al condescender a la seduccin de esta
mala influencia (desobedecieron, dejndose decir lo que
tenan que hacer), la inclinacin al pecado entr en la raza
humana y los seres humanos se volvieron pecadores por
naturaleza (lo que en s, valga la aclaracin, es una corrupcin de la creacin primigenia de Dios y, en ese sentido, es
algo anormal, algo que no proviene de l).
Esta naturaleza pecaminosa, entonces, a causa de la
preferencia que manifiesta en hacer lo malo (Ro 3:9-18),
puede estar desplegando una voluminosa influencia en las
personas perturbando determinadas reas (en especial, las
relacionadas a sus ojos espirituales), para que no puedan
Vale la pena sealar, a modo de ejemplo, que los tipos de temperamento melanclico y flemtico son los que LaHaye alude que
tienen mayor frecuencia de aparicin en las personas que se sienten homosexuales que l conoce o que ha tratado. Tim LaHaye,
Homosexualidad: lo que es, lo que hace y como superarla, trad. Hiram
Duffer (El Paso: Mundo Hispano, 2000): 53-54.
77
76
CREADA O PROVOCADA?
ver claramente; o en su defecto, para que lo hagan de forma equivocada (confusin o corrupcin de la razn). Como bien lo expresara el Dr. W. G. T. Shedd: El pecado (o
la naturaleza pecaminosa) no extingue la conciencia, sino
que la insensibiliza78. Obstaculizando as su peregrinar
hacia la meta: hacer lo correcto delante de Dios; agradarlo;
estar en total concordancia con l y su Palabra.
Por otro lado, refirindose a este tema la FIA dice
que el principal problema con relacin a la voluntad humana (las decisiones y la conducta: lo tico-moral) se alberga en el aspecto espiritual: lo interno (cfr. Mr 7:1-23).
En ese aspecto, los defectos incitados por esta intromisin
del mal en la raza humana no son pecados en s, sino efectos de ste (aunque s predisponen como ya se dijo
hacia lo malo, a pecar). De hecho, nacer con una inclinacin no implica que la persona es pecadora (cfr. Jn 9:1-3).
Lo es si peca a raz de ella. Por lo tanto, se puede decir que
nacer ciego o sordo o con cncer no es pecado. Murmurar,
y ni se diga blasfemar por ello a Dios, s lo es. Poseer una
atraccin hacia lo homosexual no es pecado. Identificarse
con ella y, como consecuencia, llevarla a la prctica s lo
es? (retomaremos esto ms adelante).
En conclusin: este mal-desgracia (el mal agazapado en la persona o la naturaleza pecaminosa) es una
realidad latente en cada individuo; una realidad que de manera constante y repetitiva est susurrando: Esto es lo que
precisas hacer. No ves que es lo que te conviene! T eres
as! As naciste y as te vas a morir! Ve, esto es lo que debes satisfacer y este el camino que debes andar. Y no hay
duda que siempre es lo equivocado.
Citado en el artculo s/a, La doctrina del pecado. Parte 9: la

naturaleza pecaminosa transmitida, en www.scribd.com (acceso
19 de abril de 2011).
78
77
3
En el primer captulo, nuestro recorrido dio inicio en
Gnesis 1 y 2 donde nos topamos con un tipo de homosexualidad sola e independiente, totalmente libre de su compaero inseparable que es el gnero. Y unos pasos adelante, en la estacin 19, apareci un tipo de homosexualidad
carente de salud mental, cuyo objetivo mayor y sustancial
era la satisfaccin de la carne. Despus nos trasladamos al
libro de Levtico, haciendo alto en la estacin con nmero
18:22 y tambin en la 20:13. All conocimos a dos tipos de
homosexualidades: una, pagana, que entrega su cuerpo en
culto con el firme propsito de contentar a los dioses (algo
relacionado nada ms con lo ritual o con costumbres equivocadas); y la otra, contrariamente a su acompaante, fiel,
que asienta su conducta en el amor y busca una relacin de
compromiso eterno (algo relacionado ms con el corazn y
las emociones).
Seguimos nuestro camino y ahora hicimos parada en
los libros de Rut y 1ro y 2do Samuel. All, aparte de continuar departiendo con aquella que se halla enamorada y
atiborra de ilusiones, tambin se nos adhiri a la tertulia un
tipo de homosexualidad que se topa asaz desorientada: no
sabe en realidad si lo que quiere es este tipo de relacin o a
la heterosexual, participando de ambas a la vez. En nuestra
siguiente detencin, las cartas paulinas de Romanos y 1ra
79
Corintios, nos volvimos a topar con la homosexualidad independiente, llena de orgullo, que se separa de Dios y que,
incluso, se exalta a s misma. Pero no estaba sola, le hacan
compaa la que abusa de la confianza de los menores y
los manipula, corrompe y hasta obliga, la otra que le agrada experimentar sin identificarse plenamente con lo que
prueba, la otra carente de salud mental y la que se cimenta
en el amor y la estabilidad de sentimientos.
Siguiendo con nuestro recorrido, llegamos a Mateo
y su paralelo en Lucas. All se nos present un tipo de homosexualidad que es esclava, una clase de sirvienta que
puede contener en sus servicios tareas particulares para su
baal (amo); lo cual, como se habr podido notar, no est
exenta de amor, tanto de un bando como del otro.
Emprendiendo camino nuevamente, la sucesiva pausa se efectu en el libro de Hechos; exactamente a las 8,
entre 26 a 38. En este punto conocimos a una clase de homosexualidad producto de la mano del hombre, lo cual no
quiere decir que debido a dicha intervencin la secuela en
todos los casos fuera la misma. Pero s a menudo se les relaciona a todos con ella. De ah hicimos un alto en los libros con los nombres Deuteronomio y Hebreos. All tuvimos proximidad con una clase de homosexualidad, si se
quiere, apartada de lo comn, y as como antropomrfica.
Para terminar nuestro recorrido charlando con aquella homosexualidad que ha cuestionado, que ha razonado (incluyendo criterios del reino animal), que ha observado e, incluso, criticado, y que se proclama como aceptable y correcta ante los ojos del Maestro (y por tanto, de Dios).
Con todo, pese a la variedad de homosexualidades
que conocimos, se podra decir, a nuestro juicio, que stas
se condensan en una sola: la del tipo atraccin-actuacinsexual-inmoral-prohibida-contra naturaleza. La que, dependiendo de si se le ha establecido amor, honor y concordancia, estara sujeta al juicio de Dios. Esto se infiere a
raz de lo que se auscult en cada encuentro y porque la
80
Perspectiva, a nuestro parecer, nunca present los criterios

concluyentes, surgidos de una eficiente hermenutica, que
ameritaran el cambio de rumbo (o la desmitificacin de
la que hablamos al inicio).
En el segundo captulo, como se pudo vislumbrar, el
medio de desplazamiento fue diferente. Es decir, del medio bblico, que contuvo a las homosexualidades ya desarrolladas (el hoy), al medio cientfico y psicolgico, que las
contuvo en su perodo de gestacin (el ayer). Y nos pudimos enterar, a partir de all, que las causas que pueden originar las homosexualidades son diversas y complicadas. Y
un buen nmero de ellas (la mayora de las descritas como
genticas o antes del nacimiento) son solamente teoras
o hiptesis que no estn totalmente confirmadas an (y se
podra decir que estn lejos de estarlo). Lo cual, de acuerdo a lo que se pudo distinguir y deliberar, conduce hacia lo
provocado y no hacia lo creado. Algo que viene a conectar
perfectamente con las palabras pronunciadas por Calvino:
que la causa del pecado jams viene de Dios, y que la
raz de ste reside siempre en la persona del pecador79. Y
en aquello que desordena, deforma o se aparta de lo normal, le agregamos nosotros. O en otros factores ocultos a
nuestro conocimiento o percepcin (el poder de las tinieblas? La entrada del mal en el humano y en el mundo?).
Todo esto nos limpia el camino, por as decirlo, que
nos conduce hacia la respuesta que andamos buscando. Y
respondemos con libertad: slo heterosexualidad. Esta respuesta, una vez ms, surge de las premisas siguientes: uno,
la perspectiva guey y lesbiana basa la mayora de sus aseveraciones en la especulacin, en lo subjetivo, en lo que
tiene pocas agarraderas; y dos, las hiptesis cientficas, de
llegarse a corroborar como verdaderas (exceptuando a la
naturaleza pecaminosa, que ya lo est), nos dan la pauta
Comentario a la Epstola a los Romanos, trad. Claudio Gutirrez
Marn (Grand Rapids: Libros Desafo, 2005): 49.
79
81
para entender que la homosexualidad sera producto de

algo que se apart de lo normal; en ese sentido, provocada
y no creada.
Ahora bien, cuando hablamos aqu de slo heterosexualidad, eso no le pone punto final a nuestro tema; y
sera un error muy grave si lo terminramos aqu. Si la homosexualidad no encuentra sustento bblico y tampoco es
algo creado por Dios y algo que l desee para el ser humano (puesto que sera absurdo otorgarla cuando existe una
prohibicin contra las relacin sexual en su FIA y contra la
accin-contra-naturaleza propiamente hablando), cmo
entender, entonces, la homosexualidad? Cmo explicarla?
Qu es la homosexualidad?
Se debe reconocer (como el captulo anterior lo demuestra) que ni una tan sola persona que se siente homosexual planific orientar su sexualidad de ese modo. Ellos
no buscaron ser as (exceptuando, por supuesto, aquellos y
aquellas que carecen de salud mental o que su atraccin se
basa en lo experimental, social o ideolgico. Vase apndice 3). Cmo explicar entonces ese aparente absurdo. El
modo de hacerlo, segn nuestra perspectiva, es a travs de
esas dos palabras que en ms de una ocasin hemos mencionada ya en este escrito: mal-desgracia.
En el libro El mal. Dios para pensar I publicado por
Sgueme, 2002, su autor Adolphe Gesch nos facilita una
explicacin que nos favorece en este punto. Resumindola
en nuestras palabras: el mal-desgracia es todo aquello
que nos sobreviene y que es inmerecido, del cual somos
eximidos. O dicho en otros trminos: es el mal que le cae a
uno encima, sin explicacin y sin falta alguna. Un mal sufrido, llevado, pasivo (como fue el caso de Job y lo sigue
siendo el de Auschwitz). Y si la gracia, dira Boff, da a todo su sentido pleno. Es la luz que ilumina y aclara todo. La
desgracia es el absurdo absoluto. Es la carencia de toda
82
luz. Es pura tiniebla. Carece de toda racionalidad: no existe razn lgica para la desgracia 80. Por eso no puede entenderse de ninguna forma. Es un suceso bruto que se impone
simplemente como absurdo. Y, sin embargo, existe como
hecho y como experiencia.
De acuerdo con esto, la atraccin homosexual por
llamarlo de alguna manera empalma estupendo en esta
definicin. La atraccin, o esa fuerza que gana la voluntad, el afecto, gusto y la atencin de la persona, no se busc, no se pidi, no se conquist, no se llam, simplemente
lleg. Pero a la hora que la confusin (Satans?) hizo su
entrada junto a esa amiga suya: la homosexualidad (la naturaleza pecaminosa? La ideologa del mundo? El entorno?), su guin persuasivo tratando de desequilibrar la
balanza hacia ella propici una eleccin. Lo que vendra a
ser, al mismo tiempo, como aquello que Gesch denomina
un mal-responsable. El que se podra explicar como todo
aquello que nos sobreviene a causa de una decisin o una
intencin, una falta de la cual somos culpables. O dicho de
otra manera: es un mal querido, cometido, activo (como el
ejemplo de Adn y Eva y la decisin ante el rbol del bien
y del mal). La identificacin y el comportamiento ensamblan bastante bien en esta definicin. En palabras de Mike
Haley, quien vivi doce aos como homosexual:
Nadie elige sentir atraccin por una persona de su mismo
sexo. Claro que la persona si puede elegir cmo actuar
con respecto a sus sentimientos. Cuando el dolor de esta
lucha cautiva su corazn, algunas personas creen que la
nica opcin que tienen es la de la identidad y el estilo de
vida homosexual. All es cuando hacen su eleccin: participar de forma activa de un acto homosexual81.
Leonardo Boff, Gracia y experiencia humana, trad. M. Dez Presa
(Madrid: Trotta, 2001): 19.
81 101 Preguntas frecuentes sobre la homosexualidad, trad. Grupo
Nivel Uno, Inc. (Lake Mary: Casa Creacin, 2005): 25.
80
83
Esto implica, entonces, que la homosexualidad es,

ante todo y sobre todo, algo que Dios no quiere, y lo que
desde la libertad humana frustra sus planes, sus designios
y su orden. Nunca, por lo tanto, la homosexualidad debera
ser interpretada como una accin positiva de Dios, como
una obra para el ser humano de su parte, y menos an so
pena de incurrir en irreverencia como algo que l tuerce
o desva de su direccin habitual. De ah que aquellos que
poseen una atraccin hacia su mismo sexo se sientan homosexuales, pero no es que lo sean (ser = creacin). Todos
somos heterosexuales por concepcin.
Dicho esto, merece la pena traer a colacin, una vez
ms, lo que se dijo en el captulo anterior, pues es importante que se comprenda bien este punto. La FIA seala que
el principal inconveniente relativo a la voluntad humana
(las decisiones y la conducta; lo tico-moral) se guarece en
el aspecto espiritual: lo interno (cfr. Mr 7:1-23). Esto quiere decir, que los defectos, influencias, anormalidades, mutaciones, o como se le llame o se le entienda, provocados
por esta intromisin del mal en la raza humana no son pecados en s, sino derivaciones de ste; aunque s predisponen como se dijo hacia lo malo, a pecar. Por lo tanto,
nacer con una inclinacin no involucra que la persona es
pecadora (cfr. Jn 9:1-3). Lo es si peca a raz de ella. Tener
tendencia o una atraccin hacia lo homosexual no sera
pecado. Identificarse con ella para luego llevarla a la prctica (relaciones sexuales y cambio del orden sealado por
el Creador) s lo es. Y todo esto tambin tendr esa cuota
de irracionalidad antes aludida. De ah que Boff llegara a
decir que el pecado no puede entenderse, slo cometerse.
Y que el ser humano concreto vive este drama de ser agraciado y desgraciado. Su experiencia concreta es siempre
paradjica: experimenta conjuntamente la gracia y la desgracia82. De este modo el primer problema verdadero de la
82
Gracia y experiencia humana: 19.

84
responsabilidad puede plantearse de esta forma: cmo actuar ante el mal83? Qu hay que hacer? Cmo salir de l?
Volveremos a esto ms adelante (aunque siempre dentro
del tema que nos ocupa).
Sin embargo, a manera de anticipo habra que decir
que la homosexualidad, aunque la persona crea que le viene en los genes por creacin, no es algo que cuente con la
competencia de forzar o de abolir la capacidad de decisin,
por lo que resulte imposible contenerse de practicarla (Gn
4:7). La triste y dolorosa realidad se podra entender, ms
bien, a travs de la tajante frase porque no se quiere, no
se puede. Lo cual es aplicable para cualquier debilidad,
para cualquier deseo que inste a pecar. Dicho de otra manera: los hombres guis y las mujeres lesbianas son dueos
de sus actos y eligen seguir (o identificarse) plenamente
con este tipo de ideologa sexual voluntariamente (malresponsable), en un acto espontneo que nace de la potencia volitiva (o quizs, que obra por capricho), y no por
fuerza o necesidad extraas a ella. Citemos nuevamente a
Harvey Cox: Si yo soy impulsado simplemente por mis
genes o mis glndulas, cmo podr ser responsable de mi
vida sexual? Esa forma de hablar representa la negativa de
ser un hombre o una mujer84.
Entonces: la correcta comprensin de este escenario,
y la auto-evaluacin objetiva que siempre es fundamental
efectuarla de esa manera (como bien se lo dijera el Rey al
Principito: Si puedes juzgarte bien, es porque eres un verdadero sabio85), debera impulsar a cada persona que se
identifica de forma plena o abierta con la homosexualidad
a buscar algn medio que le ayude a normalizar esa rea
El cual, segn Gesch, hay que llamarlo irracional.
Cox, Gods revolution and mans responsibility (Valley Forge: The
Judson Press, 1966): 67.
85 A. de Saint-Exupry, El Principito, trad. Gabriel Olaf (Mxico
D.F.: Lectorum, 2009): 38.
83
84
85
de su vida y a mantenerse al margen de otorgarle el control

total de sus actos a ese mal-desgracia86, para, de ese modo, proseguir rumbo a la felicidad (sinnimo de algo estable, ya que ser feliz y estar contento es diferente) y hacia
la vida plena y abundante a la que todo ser humano aspira.
Y no s por qu motivo, pero slo la cancin de Oscar
Medina se viene a la mente: Ya mucho tiempo has estado
vagando y llorando quiz de dolor, por el pecado que te
viene agobiando y cada da te hunde an ms en error. [No
obstante] l te puede dar la felicidad, y una vida mejor para disfrutar, y un amigo sincero en quien t puedas confiar,
y un camino seguro a la eternidad 87.
Esto tambin colaborar con la persona (que ahora
se ha puesto del lado de la ley natural-moral que Dios estableci), instndola a esperar con paciencia el desenlace
(sea afirmativo, o negativo entre comillas; ya que el no de
Dios Quien es el que al final est detrs de cualquier
instancia de ayuda, tambin tiene un propsito. Volveremos sobre esto ms adelante), y a mantenerse detenido,
sin saltarse las bardas de contencin que dificultan que
el comportamiento sea cada vez ms excluyente para con
Dios y ms incluyente para con la homosexualidad. De ese
modo, se ratifica el punto de la debilidad expuesto anteriormente, la cual necesita ser perfeccionada o trascendida
Ninguna des-gracia es des-gracia absoluta, dira Boff. Y le complementara: La des-gracia, por envilecedora que sea, nunca deja de ser tambin, adems de des-gracia, una invitacin a la experiencia de la gracia. Lo cual no es razn para tolerar la des-gracia
o permitir que reine en el mundo. Debemos combatirla y tratar
de superarla con todas las fuerzas. Gracia y experiencia humana:
86-87.
87 Joven amigo, en El amor lleg (Spring Records, 1992). Hay
que decir aqu que esto tambin es aplicable para toda persona,
no slo para aquellos que se sienten homosexuales; ya que todos
estamos propensos a ceder ante la tentacin, segn sea la debilidad o el mal desgracia que nos haya tocado.
86
86
(al igual que lo debera ser cualesquiera otras debilidades

contra las cuales luchan las personas al no concordar, al no
estar a gusto), y que, de ser cristianas, igualmente dan fruto del control del Espritu en sus vidas y del amor que le
tienen a Dios: sin duda, no somos perfectos. Cfr. Sal 53:23; Ec 7:20; Ro 3:9-18)88.
Asimismo, vale la pena aadirle a esto, como dice el
pastor y telogo hondureo Jibsam Melgares, que por sentido comn si Dios sabe (porque l lo conoce todo) que
a una persona le van a gustar los hombres, por qu no lo
crea mujer? O si a una mujer le van a gustar las mujeres,
por qu no la crea hombre? Al no hacerlo as, estaramos
ante un Dios negligente, que se le pasan por alto esos detalles (se recuerdan de la separacin genero-sexualidad hecha por la Perspectiva?). Salvo, claro est, que esa negligencia se mire desde otra configuracin: la del consentimiento. Esto querra decir que Dios permite la homosexualidad en ciertas personas (como ese mal-desgracia que le
sobrevino a Job), pero con un propsito bien definido, no
porque s o hasta por malicia. Ese propsito, a nuestro parecer, sera similar al expuesto en el contexto de la historia
del ciego de nacimiento presentada por Juan, y que hemos
Cabe decir aqu, que lo expresado con respecto a la debilidad
est estrechamente relacionado a la naturaleza pecaminosa (sinnimo de flaqueza a ceder a lo malo), la cual viene implantada
en todo ser humano y nadie est exento de ella. Asimismo, esto
nos demuestra tambin que una persona homosexual s puede
formar parte del reino de Dios (o ser cristiana, si se prefiere); con
su ideal ms evidente: la no concordancia con lo malo. Por qu?
Porque el mal y el bien aumentan los dos a un inters compuesto
(C. S. Lewis). Es decir, si la persona concuerda con la homosexualidad, descubrir que la ama an ms (lo que la vuelve vulnerable; frgil). Si no concuerda, encontrar que le agrada menos (lo
que la vuelve consistente; fuerte). De ah que asintamos a que las
bardas de contencin sern muy accesibles para las personas
que concuerdan.
88
87
orientado hacia la homosexualidad, para nuestra comprensin: Maestro, quin tiene la culpa de que este muchacho haya nacido con ese gustito hacia los hombres? Fue
por algo malo que hizo l, o por algo malo que hicieron los
padres? (o sea, como castigo por el pecado).
Jess respondi: Ni l ni sus padres tienen la culpa.
Naci as para que ustedes puedan ver cmo el poder de
Dios se manifiesta en l. Entendiendo aqu la palabra naci como algo innato y no creado, puesto que es algo que
se sali de su cauce (lo normal es ver o ser heterosexual).
Y entendiendo el padecimiento, en el caso del ciego, como
algo malo que est atentando contra el cuerpo (enfermedad
fsica) y necesita ser sanado (y eso fue exactamente lo que
hizo Jess. Jn 9:6-7), y en nuestro ejemplo, como algo malo que est atentando contra la conducta (enfermedad del
alma?) y necesita ser revertido o controlado.
Esto vendra a enchufar perfectamente bien con la
idea de Torres Queiruga apuntada en el captulo uno: un
Dios que ve nuestro sufrimiento slo puede pensar en salvarnos. Pero eso mismo indica que no es ah donde est el
mal verdaderamente definitivo: con la ayuda de Dios podemos acabar convirtindolo en bien (Ro 8:28) 89. He ah
el propsito y el poder de Dios manifestndose!
Por otra parte, ese consentimiento divino tambin
podra ataerse a lo exteriorizado por nosotros en otro de
nuestros documentos 90: la consecuencia de la cada. El dificultad del mal concerniente a la creacin es homogneo,
El verdadero mal (sinnimo de infierno) acontece, entonces, en
la medida en que un ser se experimenta a s mismo como torciendo la propia vida, frustrando la propia existencia y corrompiendo a su alrededor el orden de la historia o de la creacin. Andrs
Torres Queiruga, Qu queremos decir cuando decimos infierno?
(Santander: Sal Terrae, 1995): 61.
90 Vase Melgares Jr., No te compliques: Teologa pastoral a favor del
reino y la persona (SPS/Bandung, 2015): 119-120.
89
88
afecta a todos (o negar alguien esta verdad?). De ah que

sea una consecuencia con la cual se deba convivir continuamente. Consecuencia que emerge de la desobediencia
del hombre y la mujer de comer del rbol del conocimiento del bien y del mal (Gn 2:15-17). Si Dios inhabilitara,
entonces, el mal (incluido el denominado desgracia) en
la vida de cada cristiano o de todos aquellos por los cuales
stos imploran, la connotacin de consecuencia dejara
de serlo. Lo cual, siendo proporcionados, sera algo contradictorio. Y Dios no se puede contradecir; no forma parte
de sus atributos (Stg 1:16-17). Y algo injusto simultneamente, puesto que la consecuencia estara alcanzando a
unos sin ms, cuando el mal ha perjudicado a toda la creacin; incluyendo a todo aquello que no es un ser humano
(Gn 3:14, 17). Y no est de ms decir que Dios no puede
ser injusto, pues l es justo por esencia (Sal 11:7; 89:14;
97; Ro 2:11; 3:5-6; 1 Jn 2:29; 3:7).
He ah la consecuencia y la inmutabilidad y justicia
de Dios de manifiesto!
Dicho esto, se nos viene a la memoria lo que se dijo
antes en forma de pregunta: por qu es importante entender esto de buena forma? Porque sea cual sea la causa o la
influencia que favorezca a la homosexualidad, lo cierto es
que Satans se est aprovechando en gran manera de ello
para desintegrar ms y ms a los individuos, a las familias
y a las sociedades en general; envolviendo la complecin
de la realidad homosexual en una especie de neblina que
encubre todas las cosas, ya deformndolas u ocultndolas.
O por hablar como Marilynne Robinson91, descalificando
Escritora estadounidense. Su novela de 1980, Housekeeping gan el premio Hemingway Foundation/PEN por la mejor novela
y fue nominada al premio Pulitzer. Su segunda novela, Gilead
(2004), fue aclamada con buenas crticas y al final recibi el premio Pulitzer de 2005, el premio National Book Critics Circle para
ficcin de 2004 y el premio Ambassador Book de 2005. Su tercera
91
89
testimonios que justificaran atenuantes. Es decir, que el

enemigo (junto a la naturaleza pecaminosa, a la ideologa
mundana?) encumbre la rectitud de nuestro juicio, cuando
abolimos evidencias que no nos confirmen en l. Slo omos lo que queremos escuchar, por decirlo de otra manera.
O slo omos parte de lo que se ha dicho, y es generalmente la parte que nos agrada o que queremos creer (Stanley).
Lo que para los propsitos envidiosos del enemigo es algo
grandioso.
Sin embargo, que el prncipe de este mundo se ponga triste por el bien ajeno y quiera desbaratarlo para convertirlo en el mal ajeno, no significa que estemos absolutamente a merced de sus malvolas intenciones (intenciones
que encuentran combustible para funcionar cuando nosotros empezamos a componer en nuestro interior deseos
pecaminosos que despus se vuelven incontrolables). Por
supuesto que no! Hay esperanza! Santiago, en la carta que
lleva su nombre, ilustra mejor que nadie este punto:
Cuando sean tentados a hacer lo malo, no le echen la
culpa a Dios, porque l no puede ser tentado, ni tienta a
nadie a hacer lo malo (Satans s lo hace). Al contrario,
cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los
que nos arrastran y dominan. Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos slo para hacer lo malo, lo
nico que nos espera es la muerte eterna. (1:13-15 TLA.
Palabras entre parntesis mas).
Ahora el efecto para superar la tentacin:

Al que soporta las dificultades, Dios lo bendice y, cuando
novela, Home, fue finalista en el premio National Book de 2008 y
gan el Orange Prize para ficcin de 2009. Tambin obtuvo en
2009 el Dwight H. Terry Lectureship de la Universidad de Yale,
con su obra subtitulada Absence of Mind: The Dispelling of Inwardness from the Modern Myth of the Self.
90
las supera, le da el premio y el honor ms grande que

pueda recibir: la vida eterna, que ha prometido a quienes
lo aman. [] Mis queridos hermanos, no sean tontos ni
se engaen a ustedes mismos. Dios nunca cambia. Fue
Dios quien cre todas las estrellas del cielo, y es quien
nos da todo lo bueno y todo lo perfecto. Adems, quiso
que furamos sus hijos. Por eso, por medio de la buena
noticia de salvacin nos dio una vida nueva. (1:12, 16-18
TLA. Cursivas mas).
La esperanza est all. Solamente debemos aceptar

la buena noticia de salvacin, y el amor que esa accin generar, nos ayudar a soportar y a superar toda dificultad y
tentacin que sobrevenga a nuestra vida (la homosexualidad, la promiscuidad, el adulterio, la fornicacin, la masturbacin, la pornografa, la homofobia, la heterofobia, la
discriminacin, la mentira, la hipocresa, la codicia, el ensimismamiento (o ego), el dolor, la idolatra, los malos deseos, la inexistencia de perdn, el orgullo, la pereza, la vanidad, la falta de empata con el necesitado, la crtica destructiva, el chisme...) y nos dar la vida nueva y abundante
que andamos buscando y que nuestro corazn anhela con
ahnco y fervor.
Pero no slo nos ayudar a soportar y a superar y
nos dar la vida nueva y abundante, tambin nos estimular a comprender que hay ciertos ajustes que deben ser consumados. En especial, nos mostrar que existe ese ajuste
el primordial que debe ser encaminado a esa rea que
a menudo dejamos de reconocer como efectivamente es, o
que tratamos de embotarla, aplanarla o justificarla. George
Aschenbrenner, en su ensayo Examen del consciente, lo
presenta de esta manera:
Cuando nos sensibilizamos al amor de Dios y lo tomamos bastante en serio, empezamos a comprender que hay
ciertos cambios que se imponen. Somos deficientes en
tantos campos y debemos extirpar tantos defectos! Pero
91
Dios no quiere que nos ocupemos de todo al mismo tiempo. Generalmente hay un sector en nuestros corazones en
donde l est llamado especialmente a la conversin, que
es siempre el principio de una nueva vida. Est interiormente hacindonos seas en un punto determinado y recordndonos que si lo tomamos a l con seriedad debemos cambiar en este punto concreto. Frecuentemente esta
es la parte precisa que nosotros queremos olvidar y, quiz
trabajarla ms tarde. No queremos dejar que su Palabra
nos condene en ese sector en particular y, por lo mismo,
tratamos de olvidarlo y nos distraemos trabajando en algn otro ms seguro, que s necesita conversin, pero no
con el mismo urgente estmulo del consciente como el
primero. Es en esta rea de nuestros corazones, si somos
sinceros y abiertos con el Seor, donde estamos experimentando muy personalmente el fuego ardiente de su
Palabra, que nos confronta aqu y ahora92.
Est claro que hay una misin que prorrumpe de una

vida que nunca es puro dolor o puro gozo, una misin que
nos hace movernos ms all de nuestras limitaciones humanas (y de esos males-desgracia) y alcanzar la libertad
total, la redencin completa. Beber la copa de la salvacin
(el regalo) significa vaciar la copa del dolor y del gozo para que Dios pueda llenarla de vida pura (H. Nouwen).
No seamos reacios, pues, a tomar de todo corazn el
regalo de amor y, en vez de querer or tonalidades diferenVvAa, Oracin y vida afectiva (Mxico D.F.: Buena Prensa, 2002):
33-34. En este sentido, podemos decir junto a J. Lee Grady, que
este es realmente el secreto para descubrir la verdadera identidad
como hombre o mujer. Es el nico paso a una masculinidad o feminidad autntica. Si Dios te hizo hombre, slo Dios puede darte
plenitud en esa identidad. Si Dios te hizo mujer, slo Dios puede
darte abundancia en esa identidad. l tiene la llave para desbloquear tu potencial como hombre o mujer. 10 mentiras que los hombres creen, trad. Mara Mercedes Prez, Mara del C. Fabbri Rojas
y Mara Bettina Lpez (Lake Mary: Casa Creacin, 2011): 15.
92
92
tes y buscar mensajeros que nos digan lo que queremos or

(2 Ti 4:3-4), prestemos atencin, con prontitud e inters, a
esa agraciada voz que viene con el regalo (la verdadera
enseanza):
Vamos, djame amarte ahora
Djame amarte y as abrazarte en la tormenta
Ya vers, te mantendr seguro y clido
Vamos, djame amarte ahora
Djame amarte y as desaparecer tus lgrimas con un beso
Yo siempre estar aqu
Vamos, djame amarte.
Mi amor puede darte mucho ms
Y si t te decides por M,
O pones tu mirada en M y no en las otras cosas
Yo te dar lo que ests buscando
Vamos, djame amarte ahora93.
Pero eso no es todo, tambin obtendremos el premio
y el honor ms grande que se nos pueda otorgar: la VIDA
ETERNA, LA VIDA DEFINITIVA.
Third Day, Let me love you, en Revelation (Essential Records,

2008).
93
93
4
Cul debe ser la actitud
y comportamiento?
Si quisiramos, podramos haber concluido el libro
en el captulo anterior, con el lector contando ya con una
correcta cognicin respecto a la homosexualidad y una informacin pertinente que lo respalda. Pero no es ese nuestro objetivo. Nuestro objetivo es, que con ese conocimiento (teora), podamos actuar de la manera correcta en beneficio de los dems y del nuestro propio (prctica). De ah
la necesidad de agregar este captulo; el que vendra a ser,
si hemos de ser honestos, el ms importante del libro.
Pensamos que cualquiera que haya conocido ms de
cerca todo lo que tiene que ver con la homosexualidad (sus
causas, sus efectos, sus luchas, sus necesidades, sus temores) siente, a partir de all, una comprensin y un aprecio
muy especial por todos aquellos que sienten esa atraccin
que, en muchos de los casos, ostenta el control total de la
vida de la persona. Ya no es Dios o nunca lo ha sido
el que gobierna. El que da las instrucciones. El que dicta la
pauta. Sino la homosexualidad que ha venido a ocupar o
est ocupando el lugar que debera corresponderle solamente a l. Es ah donde radica, creemos, lo ms peligroso
y grave del asunto.
Empero, como se pudo comprobar en los captulos
anteriores, la homosexualidad no solamente es eso, abarca
95
una serie de situaciones ms que nos llevaron a concluir

que las personas que la sienten estn afrontando un maldesgracia. Y aquellos que la desarrollan, ese mismo mal
mutado a responsable. Algo que muchas veces pasa desapercibido o no se apetece ver de esa manera. Es as como
nos surge la pregunta, qu se debe hacer entonces? Para
responder a ella, creemos que es importante partir primero
desde la perspectiva de lo que no se debe hacer. Y eso es:
quedarse de brazos cruzados. Lo que quiere decir que hay
que actuar, ponerse en accin. Y si hay accin, es porque
se ha comprendido que la homosexualidad que se est viviendo o conviviendo es algo que necesita ser reorientado;
o en su defecto desaparecer de su vida o de la de aquellos
que la padecen (sinnimo de superar el riesgo). Esto, indudablemente, nos encamina al planteamiento de otra cuestin importante y muy relacionada: es posible hacerlo, es
decir, abandonar a la homosexualidad o quitarle el control?
O por decirlo de otra forma: es efectivamente posible superar el riesgo? O esa posibilidad es meramente una campaa bien montada por parte de los derechistas religiosos que buscan contrarrestar los avances obtenidos por
los activistas homosexuales?
Con saturada conviccin se puede atestiguar que la
respuesta para la primera cuestin es un S en letras maysculas, y un NO en iguales condiciones para el final de
la segunda cuestin planteada. Como adecuadamente lo
ratifica la mxima expresada por la psicloga clnica Esly
Carvalho: Un secreto bien guardado en Amrica Latina (y
en el planeta entero, podra ser?) es que los homosexuales
estn cambiando94. O por las palabras repletas de honraCuando el homosexual pide ayuda: 10. Vale la pena adicionar aqu,
que todos estos cambios que Dios ha obrado en muchos hombres
guis y mujeres lesbianas, vienen a confirmar tambin que la homosexualidad no es dada por l y que sta no forma parte de sus
planes primigenios.
94
96
CUL DEBE SER LA ACTITUD Y COMPORTAMIENTO?
dez exteriorizadas por el artista Charlie Hernndez: Ese

es el principio de la real sanidad: reconocer el pecado y no
minimizar ni justificar sus consecuencias 95. O a travs de
la gratificante afirmacin manifestada por el comunicador
Sy Rogers cuando contestaba a la pregunta, qu ves, hijo?, hecha por Dios a su corazn: Veo que el hombre, el
hombre en el espejo soy yo96. O como lo confirman tantos y tantos testimonios de personas que certifican que la
homosexualidad que amaban y practicaban, ahora es objeto de historia debido al cambio operado en su ser.
Y cuando hablamos de cambio, hay que hacer notar
que no nos estamos refiriendo a un acto mgico. No es ese
el caso. Nos referimos ms bien a un cambio que comienza
en lo espiritual, aceptando el regalo de gracia provedo por
Jess, para luego comenzar a transitar por el camino que
restablecer de los efectos producidos por todo lo que tiene
que ver con las homosexualidades, hasta conseguir, si Dios
lo permite, aquello que fue dado por l en un inicio, pero
que se haba perdido por XX o XY razn97. Estamos claros
Atrvete a ser transparente (Lake Mary: Casa Creacin, 2007):
104. Cabe decir que Charlie es compositor, productor y pastor.
Tras haber luchado contra la homosexualidad desde la temprana
edad, ahora comparte sus experiencias y testifica de lo que Dios
hizo en su vida.
96 Citado por Esly Carvalho, Cuando el homosexual pide ayuda: 94.
Vale la pena aadir que Rogers tuvo sus primeros encuentros homosexuales a los ocho aos, ms o menos. Cuando fue adulto, en
su desesperanzada bsqueda por obtener identidad, vivi cerca
de dos aos como mujer hasta que conoci al Seor y dej la vida
homosexual y transexual. Actualmente se dedica a impartir conferencias sobre redencin sexual.
97 Aunque somos conscientes de que el tiempo que dure el proceso, depender exclusivamente de Dios. l es todopoderoso para
sacar la homosexualidad en un abrir y cerrar de ojos. Pero, por lo
general, y segn lo que se puede or de las personas que dan testimonio de dicho cambio, l no trabaja as siempre. Depender,
entonces, de su soberana y de lo que l disponga que es lo que
95
97
que esto no ser nada fcil (qu lucha contra las debilidades es fcil?), y lo ms seguro es que exija de algn tiempo cuya amplitud depender de lo que Dios disponga en su
soberana. Lo que no debe ser objeto de desnimo si se llegara a dilatar. O en el peor de los casos, si el proceso fuera
cuestionado por comentarios fatalistas que opinan que todo
eso es una mentira y una prdida de tiempo, ya que la restauracin no es posible.
Ahora bien, cuando proponemos que no podemos
estar de brazos cruzados, que se debe actuar, y que la restauracin es posible (desaparicin o control), nos es inevitable traer a colacin un par de preguntas ms: y la iglesia
qu papel se juega en todo esto? Debe la iglesia involucrase o no? Estara la iglesia llamada a hacerlo, o a ella s
se le consiente relajarse y estar de brazos cruzados?
Creemos que las respuestas son ms que obvias. La
iglesia debe involucrarse, no puede permanecer de brazos
cruzados slo anunciando el eminente peligro, pero luego
despreocupndose de la situacin, y claro que est llamada
a hacerlo. Recordemos que la iglesia es la representante de
Jess aqu en la tierra de Quien ella es su cuerpo, y l
sirve a las personas a travs de ella. Cmo, entonces, va a
actuar Jess si la iglesia est de brazos cruzados? Cuando
Jess estuvo aqu en la tierra, el ejemplo que nos dio fue
de accin. Jess se moviliz de ciudad en ciudad, de lugar
en lugar, de casa en casa, para poder llegar a la gente, y se
relacion con todos, sin discriminar, para as poder compartir el gigantesco amor que abarrota su ser. Eso mismo,
pues, debe hacer la iglesia hoy.
Por esa razn, si usted es un hombre o una mujer
ms le conviene a la persona (instantneo o por medio de un proceso). Pero tambin, y esto es muy importante asimilarlo bien, l
podra nunca sacar la homosexualidad y simplemente tomar el
control de ella, a travs de su Espritu, si la persona lo deja. Volveremos a esto ms adelante.
98
que est batallando contra la influencia de la homosexualidad y est consciente de que es algo que va en contra de
lo estipulado por Dios, o si usted forma parte del cuerpo de
Cristo y siente en su corazn el deseo quemante de intervenir a favor de todos aquellos que estn bajo la influencia
de las homosexualidades, a continuacin se exteriorizarn
algunas lneas de pensamiento (las cuales se agruparon en
dos bloques principales: para las personas homosexuales
y para la iglesia) que podran ser de ayuda para todos los
que en cuya consciencia se vislumbra el inexcusable hecho
de que no se puede estar de brazos cruzados.
Para las personas homosexuales
Para iniciar esta seccin, y slo a modo de exordio
nunca para herir la susceptibilidad de las personas, es
necesario recapitular que la homosexualidad es un maldesgracia que pone en riesgo a la persona, pues tiende a
desobedecer (y hasta desafiar) la voluntad misma de Dios
para el ser humano, al ir en contra de la heterosexualidad
establecida por l y del orden que l instituy para el sostenimiento permanente de la sociedad. Por lo tanto, es preciso que la persona que la siente y la practica lo reconozca
de corazn y, con sinceridad, disponga all mismo el deseo
de solicitar ayuda.
Pero una cosa lleva a la otra. No se puede reconocer
tal cosa ni disponer solicitar ayuda sin antes admitir que se
tiene un problema que necesita solucin. Si nada marcha
mal, sera ilgico pensar que el deseo de pedir auxilio brotar del interior. No hay razn para ello. Por el contrario,
slo si algo no anda bien o la persona acaece de un problema que no puede resolver por s sola, es cuando se espera
que ella extienda la mano en seal de amparo. Esto es imprescindible entenderlo, ya que muchas veces se oye decir
que hombres guis o mujeres lesbianas le han solicitado a
Dios que los ayude con respecto a esa atraccin que sien99
ten hacia personas de su mismo sexo, sin antes haber reconocido que ese sentimiento es algo incorrecto, peligroso,
que est mal, y que no debera de ser ni permanecer en sus
sentidos y corazones. En ese aspecto, si no se es capaz de
admitir que se tiene un problema, por qu se presenta tal
peticin en oracin?
Segn lo que algunos han expresado, se podra decir
que el motivador principal ha sido la presin que ejerce la
sociedad con su altsimo nivel de discriminacin y homofobia. Otros han dicho que la misma iglesia los ha obligado, porque siempre est diciendo que los homosexuales
van para el infierno y que urgen ser exorcizados para obtener la libertad. Y otros han opinado que se han visto en la
imperiosa necesidad de llegar a la oracin por motivos de
condescendencia, intentando evitar la vergenza, la culpa
o el dolor que seguramente la familia experimentar si esa
homosexualidad saliera a luz. Pero nunca, en todos los casos, la peticin se ha presentado porque se sintiera que un
mal los est atacando y se precisa del apoyo divino para
luchar asiduamente contra l. De ah que pidamos permiso
para aseverar que la respuesta afirmativa por parte de Dios
nunca sera efectiva, para los que ya cesaron de hacerla, o
nunca ser contestada, para los que empiezan a trazarla o
se mantienen hacindola. Por qu? Porque la persona est
pidiendo un sin sentido. Solicitando que se arregle algo
que no necesita arreglo. O pidiendo que se vuelva bueno
algo que ya lo es. Cmo podramos esperar, entonces,
que Dios obre donde no hay necesidad de obrar?98
Cabe adicionar ac, que muchas personas homosexuales al no
recibir respuesta afirmativa a su oracin de splica, llegan a la
conclusin de que Dios quiere que sean homosexuales y que, por
ende, la restauracin no es necesaria, porque la homosexualidad
es buena. Lo cual viene a ser, posteriormente, como un agente
motivador que lleva a la persona a identificarse con ella y a avalar todo aquello que la involucre o se le relacione. Pensar y actuar
98
100
Alessandro Pronzato, concernindose a la verdadera

conversin dice: existen individuos que no cambian nunca,
porque viven en la certeza poco feliz de que Dios se identifica con su mentalidad, sus frmulas, sus charlataneras,
sus prcticas, sus prejuicios y hasta con sus mezquindades.
Personas incapaces de someterse seriamente a revisin. Ni
siquiera de lejos sienten la duda de que Dios camina por
otra parte99.
Por eso, el primer paso para iniciar un genuino proceso de restauracin, es reconocer que verdaderamente se
as, segn nuestra percepcin, sera un error muy grave. Ya que
esa aceptacin podra avalar tambin cualquier situacin mala,
equivocada o contraria a los designios de Dios que nosotros le pidamos que quite, cambie o transforme como buena al no recibir
la respuesta anhelada de su parte. Para ilustrarlo, tomemos como
ejemplo la pornografa. Que yo le pida a Dios que quite el deseo
de ver pornografa, y que ste nunca sea quitado (en el tiempo
que yo quiero), no significa que Dios me est diciendo que la pornografa es buena y respaldada por l y que contine vindola o
practicndola. Claro que no. Ms bien, posiblemente lo que Dios
me est diciendo es que necesito mucha ms paciencia para saber
esperar su tiempo. O perfectamente: que nunca me va a responder afirmativamente, porque su deseo es que dependa siempre
de l para superar ese padecimiento y para que su poder est actuando permanentemente en mi vida. Como fue el caso de Pablo.
Que Dios no respondiera a su peticin conforme a lo que l quera, nunca fue una confirmacin para tomar esa mala espina
que lo agobiaba como buena, y que l, de all en adelante, tena
que entenderla as y comunicarla como tal. Por supuesto que no!
Pablo saba que era algo malo, pero que Dios permita que estuviera all con un propsito: para que su gracia reposara sobre l
constantemente y su poder se perfeccionara en esa debilidad (2 Co
12:1-10. Comparar al caso del ciego de nacimiento en Juan 9 y comentado en el captulo tres). Asimismo, en el caso particular de
Pablo, fue tambin para que l no se enorgulleciera. De ah que el
no de Dios tiene un propsito. Volveremos a esto en un tris.
99 El acoso de Dios, trad. Gonzlez y Mrtil (Salamanca: Sgueme,
1978): 52.
101
cuenta con un problema y que se ha vivido con un error:

Quien no reconoce sus errores permanece pegado a ellos,
porque no ve nada mejor ante s y se pregunta entonces por
qu ha de abandonar lo que tiene lleg a comentar Carlo
Martini. Pero adems, que la homosexualidad es algo que
se contrapone a los propsitos divinos y, por lo tanto, se
debe hacer algo poniendo de su parte para tratar de
invertir ese riesgoso contexto. Slo as todo lo que hagamos tendr un resultado positivo (= en perfecta afinidad
con Dios y su tiempo) en el proceso de restauracin al plan
original propuesto por el Creador para la sexualidad y la
espiritualidad. Pero cmo hacerlo?, se indagarn ustedes.
Cmo poner de su parte? He aqu una lista de ideas.
1) Concebir bien el terreno donde se est parado
Como ya se dijo, y coincidiendo con la mayora de
autores que han escrito acerca de la homosexualidad, con
muchos terapeutas que han asegurado obtener resultados
positivos con sus tratamientos (Bieber, Nicolosi, Hatteter,
Hadden, Gershman, Soccaridis, Hamilton, Ellis, Van der
Aardweg, Barnhouse, etc.100), y por lo inspeccionado en la
FIA (vase captulo 1), se puede garantizar que la homosexualidad no es algo natural. Que sta, ms que un asunto
gentico-biolgico o fsico, corresponde a un problema del
espritu, que ha sido afectado por la intrusin del mal (la
Mara Gudn, resea al libro de Richard Cohen, Comprender

y sanar la homosexualidad, en www.bioeticaweb.com, en Generalidades (publicada el 28 de diciembre de 2004, acceso 21 de diciembre de 2009). Cabe adicionar que el libro de Cohen recoge los testimonios de muchas personas que han logrado la restauracin,
incluido el autor, quien se identific como homosexual en su juventud y que hoy imparte seminarios y talleres de cmo ayudar
a aquellos que experimentan una atraccin al mismo sexo no
deseada.
100
102
propensin al pecado: interno y externo) y, como tal, es terreno de la conducta (lo tico-moral). Ya que solamente lo
tico-moral es lo que entra en juego cuando hablamos de
pecado, pues ste tiene que ver con decisiones, no con inclinaciones. Citando nuevamente a Pronzato: hemos olvidado que el pecado, ms que un acto, es una orientacin
equivocada de nuestra vida. Ms que una accin aislada o
una serie de acciones, es una opcin, una eleccin fundamental equivocada. Los actos no son ms que una consecuencia de aquella orientacin o de aquella eleccin101.
Al ser esto as, por lo tanto, se puede afirmar que el
encuentro con la heterosexualidad que ya se tiene, pero
que no se puede o no se quiere ver es posible. Como imperturbablemente lo declara Mike Haley al dar respuesta a
la pregunta puede cambiar de veras un homosexual?: Si
usted cree en Dios todopoderoso, la respuesta obvia a esa
pregunta ser un resonante: S! 102.
De ah que el eslogan propuesto por la organizacin
cristiana que auxilia a las personas homosexuales, Exodus
Latinoamrica, sea: NO ES A TRAVS DE UN MTODO, SINO
103
DE UNA PERSONA: JESUCRISTO .
Lo cual perfectamente se podra vincular con la idea
expresada por Kant de que no sera permisible ni imaginable ninguna lucha por la libertad, si el ser humano no creyera profundamente en la existencia de un reino de Dios
(aun entendindolo en un sentido laico) en donde existe y
est ya realizada la libertad104. Todo esto nos ayuda a comprender que no se est solo (desde el momento en que nos
decidimos seguir a Jess no estamos solos), y lo que se necesitara en esa apertura del recorrido hacia la restauracin
sera: creer de corazn que se puede (fundando la creencia
El acoso de Dios: 40.
101 Preguntas frecuentes sobre la homosexualidad: 123.
103 Al respecto, vase www.exoduslatinoamerica.org.
104 Citado por Gesch, El mal: 157. Palabras en cursivas mas.
101
102
103
en el poder y la persona de Dios/Jess/Espritu), para luego solicitar la ayuda (primeramente a l y despus a terceros); porque hay que reconocer que es muy difcil salir
adelante solo, sin la asistencia, apoyo y sustentculo de los
dems (lo que no quiere decir, una vez ms, terapia nicamente105).
A propsito de esto, el momento es oportuno para
que le echemos un vistazo a dos interesantes comentarios
que fueron bosquejados a razn del artculo, La homosexualidad y la Biblia, publicado en Amen-amen.net. El
primero es un comentario escrito por un joven guey cristiano a quien Dios no le contest su oracin de cambio
(Rafa). Y el segundo es un comentario al primero, en donde la escritora le expone a Rafa y a nosotros su experiencia positiva con su cambio de comportamiento logrado
solamente con la asistencia de Dios y una correcta actitud
(Miri).
Rafa escribi:
Septiembre 29, a las 9:36 pm.
Bueno, qu decir, yo s soy homosexual. No soy
hetero. Quera serlo, pero la verdad es que no lo
soy. Lo que s que s soy, es una persona que ama a
Dios y que desde los 17 aos le sirvo con amor. Hoy
tengo 29. En ese trayecto le ped que cambiara mi
orientacin sexual, y eso no sucedi. Y entiendo que
Como ejemplo se puede citar lo que sugiere el psicoterapeuta
Gerard Van den Aardweg en cuanto a que el terapeuta bien
podra ser una persona que disponga de una buena dosis de sentido comn e intuiciones psicolgicas normales, alguien que sepa
observar, que tenga cierta experiencia guiando a la gente y que
cuente con certezas morales sanas, entre otros. Para mayor informacin, se recomienda leer su libro Homosexualidad y esperanza
(Eunsa), o el captulo 6, La cuestin sobre la sanacin, del libro
de David Morrison, Un ms all para la homosexualidad (Palabra).
105
104
l hoy me dice: Yo te amo y te acepto tal cual eres,

aunque otros no. Felicidades a todos los heteros
yo no lo soy. Y nada, le amo mucho.
Miri comenta:
Noviembre 10, a las 10:10 pm.
Ahora soy hija de Dios, pero anteriormente fui pecadora recurrente, sin ningn inters de cambiar. Infring las leyes de Dios y las de los hombres, a sabiendas Mi testimonio es que s hay victoria en
nuestro Seor Jesucristo sobre el pecado sexual. Mi
pasado inclua: adulterio, fornicacin, prostitucin,
lesbianismo, masturbacin y ms en grado incontrolable. No fue instantnea mi liberacin, pero es
real y absoluta. Fueron 5 aos de cadas, recadas,
derrotas, deserciones, depresiones. Todo ese tiempo
tuve la certeza de que Dios no tena que hacer nada
por m, [pero] l ya lo haba hecho todo en la cruz
del calvario, a m slo me tocaba esforzarme y ser
valiente. Con fe y sin fe, con ilusin y sin ilusiones,
con miedo y sin miedo, pero intentndolo una y otra
vez y muchas veces hasta poseer toda la tierra.
Te tienes que ver a ti mismo, como esa tierra prometida que aunque en el presente inmediato est poseda por enemigos, slo basta entrar en batalla para
que la victoria acontezca. El cristianismo es un llamado a la excelencia en la mente, en el cuerpo y en
el espritu. Es inaceptable conformarse con menos.
La tibieza no le agrada a Dios. Mi consejo es: ora a
Dios, clmale a Dios, lee la Biblia, busca ministracin, ayuna no por un minuto, hazlo por horas o
por das si puedes, y, sobre todo, nunca pierdas la
objetividad106.
106
En http://amen-amen.net/eninternet/?p=66 (acceso 6/12/2009).

105
Finalmente, creemos que vale la pena afianzar aqu

algo ms que es muy importante. Buscar el cambio, la restauracin, la sanacin espiritual, el salir de ese mal desgracia, o como quiera llamrsele o entendrsele, es un objetivo muy bueno, pero va en segundo lugar. En primer lugar
va siempre el no concordar con aquello que se ha salido de
su cauce o que se ha apartado de lo normal. Decirle no a lo
malo o lo que tiende al mal, por decirlo de otra manera (la
DESGRACIA. Vase nota 86, captulo 3). Esto es, en nuestra
opinin, lo que Dios quiere y espera de nosotros. O es tan
decididamente importante el asunto sexual, que no se pueda prescindir de l en una trama como esta? Ser tan prioritario desarrollar relaciones apoyadas en el amor-erticoromntico que la vida pierde sentido y motivacin si no estn? De ser as, qu es lo que de verdad vuelve el punto
ertico-sexual tan trascendental o significativo? El ansia
de cumplir con alguna ordenanza de Dios? Cul? O es el
orgullo el que as lo dicta? Traigamos a colacin de nuevo
a Keener:
Los rabinos reconocan [dos] categoras de eunucos: [los]
nacidos sin rganos sexuales y aquellos hechos eunucos por las personas... Pero nada era tan ofensivo para la
sensibilidad de los judos como hacer eunuco a alguien,
una prctica que lo exceptuara del pueblo de Dios (cfr.
Dt 23:1). Quiz con Isaas 56:4, 5 en mente, Jess usa este lenguaje grfico para describir un llamado a permanecer soltero por causa del reino107.
No ser, pues, hacia all que debera orientarse el

rumbo de toda homosexualidad no restaurada an? No es
la homosexualidad otra forma de ser eunuco? No ser que
Jess les est llamando a permanecer solteros o solteras
por causa del reino o hasta que l revele lo contrario? Es
tan indispensable el asunto sexual?
107
Comentario del contexto cultural de la Biblia: 91-92.

106
2) La santidad es el objetivo
La obediencia, la correcta administracin de nuestra conducta y de nuestro cuerpo y la santidad estn ntimamente relacionadas. Siendo esta ltima el objetivo mayor donde las otras dos se fusionan. Segn definicin, la
santidad es una cualidad de las personas que son santas, y
las personas santas, son aquellas que son intachables, libres de toda culpa, apartadas de todo aquello que le desagrada a Dios. De ah que, para ser intachable, libre de culpa y apartado de lo malo es que se obedece a Dios y se trata de administrar muy bien todo el ser integral. Eso es algo
que se debe hacer constantemente, porque Dios demanda
que as lo hagamos: Sed santos porque Yo Soy santo (Lv
19:2; 1 P 1:16). Lo que quiere decir que la santidad abarca
todos los aspectos del ser (pensamientos, sentimientos, decisiones, emociones, acciones) y debe impregnar todas las
reas de la vida (econmica, acadmica, profesional, fsica, sexual, sentimental, religiosa, etc.).
Ahora bien, debido al carcter de importancia con
relacin al tema que estamos elucidando, y debido al sentido de premura que se tiene en ahondar sobre l (el bloque
anterior lo dej entrever), aqu aprovecharemos para hacer
referencia a un elemento que tiene que ver con las reas
sexual, sentimental y fsica (si bien somos conscientes que
podra implicar a todos los aspectos del ser), y que es un
blanco fcil para perder de vista la santidad que andamos
buscando: las relaciones sexuales.
Penosamente, el contexto que vivimos hoy parece
que catapulta a la sexualidad a un lugar de privilegio. Ahora todo tiene que relacionarse con lo sexual, para que se le
preste atencin y tenga xito. Y como lleg a decir Mario
Vargas Llosa, es difcil describir la realidad, la sociedad,
sin hablar del sexo. Eso, como es de vislumbrarse, produce que en la mente de las personas la imagen del ser humano sea comprendida, ms que nada, a travs de lo sexual;
107
llegando a pensar que ste es solamente eso: un ser homosexual, hetero-sexual, bi-sexual, metro-sexual y, al final,
convivir con dicha situacin es lo nico que importa para
ser feliz. En consecuencia, si esta creciente valoracin del
papel de la sexualidad como elemento fundamental de la
identidad personal halla aceptacin en nuestro corazn, corremos el riesgo de idealizarla al grado que las relaciones
sexuales, que es la forma medular de expresarla en la actualidad y se podra decir, de siempre, se magnifiquen
tanto, que se transformen en el tesoro al final del arco iris
que cada quien ansa acertar insistentemente; y cuando lo
hacen, se dan cuenta de que no es suficiente, y quieren encontrar otro, y otro, hasta llegar a convertirse en avariciosos del sexo. Dejarse atrapar por ese contexto de codicia
sexual es la perdicin, y algo diametralmente opuesto a ese
objetivo mayor al cual debemos aspirar: ser santos.
Por otra parte, si esa ascendente valoracin de la sexualidad como elemento fundamental de la identidad personal ha encontrado aceptacin en nuestro dictamen, tambin corremos el riesgo de que, tarde o temprano, sta obtenga el control de toda nuestra vida (por ende, de nuestra
rutina y entorno), confirindole as un carcter sexual a todo lo que nos sucede (todo va a desaguar all); en especial,
si las cosas son entendidas como negativas o como dificultades. Esto fue lo que me manifest un amigo cristiano que
se siente homosexual: Hay una frase que adecuadamente
encierra lo que te digo, el homosexual sexualiza sus problemas (o sea que todo lo que le incomode emocional, social, familiar, laboral repercutir en su necesidad de desenvolverse sexualmente. Mientras el individuo permanezca en crisis, en soledad, en desbarajuste... eso agrandar su
libido): Y YO MISMO LO HE EXPERIMENTADO108. Lo que,
de adolecer la persona muchos problemas (algo que sin
duda pasar), la posibilidad de tener relaciones sexuales
108
Correspondencia a travs de Facebook (8 de abril, 2011).

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ser mayor; incluso, hasta promiscuamente. Todo porque

la capacidad de razonamiento est siendo atrofiada por el
control que ejerce la valoracin equivocada concedida a la
sexualidad109. Esto, perceptiblemente, tambin es algo diametralmente opuesto a ese objetivo mayor al cual todos
debemos aspirar: ser santos.
No es posible, entonces, como lo expresan el pastor
Jibsam Melgares y el sacerdote Rich Perozich, que estemos definiendo al ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, con una referencia reductiva slo a su comportamiento sexual110. El humano no es exclusivamente un
Cabe aadir ac, que se sugiere que la cantidad de problemas
ser grande, por dos simples razones: 1) La palabra problema est
intrnsecamente relacionada a la conducta homosexual, y 2) Porque muchos de esos supuestos problemas son slo justificaciones
que la persona misma elucubra para poder llegar al sexo (que es,
como se apunt, el tesoro al final del arco iris), sin ser stos
dignos, en realidad, de ser catalogados con alguna de las definiciones que ataen a dicha palabra. De ah que sta se haya colocado entre comillas arriba. Ya que, aunque s es posible que se
experimenten problemas en la conducta homosexual en un grado
mayor a lo normal (dependiendo del contexto de cada quien), stos son agrandados en cantidad y cualidad por esas justificaciones ficticias.
110 Este pensamiento surgi en una conversacin que tuve en la
oficina de mi casa con mi hermano Jibsam, y que posteriormente
encontr de forma homognea en el pensamiento del sacerdote
Rich Perozich plasmado en el artculo, Como enfrentar el problema de la homosexualidad desde el punto de vista cristiano,
en el portal www.vidahumana.org (ltimo acceso 10 de agosto de
2012). Por otro lado, esta definicin del ser humano sexual sera bsicamente darle la razn a Sigmund Freud y a su teora del
placer. Es decir: creer que el hombre (del latn homo, sinnimo de
ser humano) es un ser que siempre est en bsqueda del placer,
porque ste determina la finalidad de la existencia. Armand M.
Nicholi, La cuestin de Dios: C. S. Lewis vs S. Freud. Dios, el amor, el
sexo y el sentido de la vida, trad. Alfonso B. Daz-Caneja y Eulalio
Fiestas L Ngoc (Madrid: Rialp, 2004): 183.
109
109
ser que busca placer (el sexo no est en el alma) y significa

mucho ms que ser homosexual, heterosexual, transexual,
bisexual o transgnero. El humano es una imago Dei con
cuerpo, alma y espritu, que soporta problemas pero que a
la par cuenta con oportunidades de crecimiento, talentos,
sentimientos, voluntad, espiritualidad, razonamiento, valores y dones propios. Pero ante todo, el ser humano es aquel
que es convocado a participar de la vida misma de Dios 111
(cosa que no sucede con los animales o las plantas, los ngeles, o cualquier otro ser dentro y fuera del planeta). Por
eso vale la pena repetir ac que el sexo o lo sexual no
debe ser lo que al final lleve la voz cantante en materia de
definicin del ser y de darle sentido (esto es, la sexualidad
como placer exclusivo, notable y absoluto, y el sexo como
nico y supremo valor de la conducta humana); no. La que
debe llevar la voz cantante es la imagen de Dios implantada en l. Como muy bien lo sealara Joe Stowell, con estas
palabras: Quien t eres est fundado en tu relacin con
Jess (Dios). Y este sentido de identidad conducir [todos
los aspectos y reas de] tu conducta112.
En el momento, pues, que apartemos esa ideologa
reduccionista de nuestra mente, que consideremos en nuestro corazn que aunque tengamos una atraccin homosexual nosotros no somos esa atraccin (Morrison), y le demos lugar a la santidad de forma constante en nuestra vida
Perozich, Como enfrentar el problema de la homosexualidad
desde el punto de vista cristiano.
112 Our daily bread. 2011, March 18 (Grand Rapids: RBC, 2010). O
en alguna parte de la Biblia acertamos que Dios le ordena al ser
humano que disfrute de las relaciones sexuales? Qu ese es el
objetivo que se persigue con ellas, y que la sexualidad es una parte esencial de nuestro ser personas humanas y, por lo tanto, afecta todo nuestro enfoque de la vida y nuestras relaciones? Creemos que esto es una de las mentiras mejor utilizadas por el enemigo para embaucar a los hombres y a las mujeres y as poderlos
conducir a cumplir sus propsitos.
111
110
evidencia de una imago Dei ms apegada al original,

el panorama hacia el triunfo en nuestro proceso de lucha
contra lo que se ha apartado de lo normal se apreciar con
mayor claridad, y nuestra voz podr pronunciar, con toda
necesidad y reconocimiento, y de forma continuada y con
frecuencia de trueno:
Seor, T nos quieres santos,
aydanos a lograrlo.
Son tantas las influencias
que se presentan a diario!
El mundo con su atractivo
trata siempre de apartarnos;
No permitas que nos toque,
ensanos a cuidarnos.
Danos la sabidura
que todos necesitamos
para poder discernir
entre lo bueno y lo malo.
La carne con sus sentidos
trata tambin de atraparnos,
tal parece que se olvida
que estamos crucificados.
Como T bien nos conoces
y nada pasas por alto
fue por eso que enviaste
al buen Espritu Santo.
Ese gran Ayudador
que quiere siempre guiarnos;
nos ayuda en la oracin
para que estemos velando.
111
Si en espritu vivimos
y si en espritu andamos,
no tenemos que temer
caminaremos triunfando.
Todo eso lo hace l
nosotros solo nos damos
en un sacrificio vivo
para poder agradarlo.
Reconozco, mi Seor
que eres Rey y soberano
sin tu ayuda, mi buen Dios,
nunca podremos lograrlo.
Abre los ojos, Seor,
despierta a tu pueblo amado;
hazle saber de una vez
que todo est preparado.
Cuando la trompeta suene
y T vengas a buscarnos
contigo solo se irn
los que se encuentren velando;
esos que se han mantenido
siempre fieles al Amado
guardando con mucho celo
un corazn puro y santo.
Porque T eres santo, Dios
y Celoso te has llamado;
hoy nos quieres advertir:
Sed santos, pues YO soy santo!
(Zaida C. de Ramn)
112
3) Entender el no con propsito de Dios

Como se manifest en la nota 98 de este captulo,
que Dios no d respuesta afirmativa a la oracin de restauracin en el tiempo que se anhela o requiere, es un llamado
que exhorta a la paciencia, a la perseverancia, a la fe y a la
dependencia.
Paciencia, para saber aguardar el tiempo de Dios y
no el nuestro (Sal 5:3; 27:14; 37:7a). Perseverancia, para
mantenernos firmes y constantes en lo que estamos haciendo (en nuestro caso: permanecer enrgicos en el procesoanhelo-oracin. Col 4:2) y en lo que hemos credo (equivalente de lo que espera y complace a Dios. Stg 1:4). Fe, para creer que vamos a recibir lo que estamos implorando (o
si se prefiere, para creer que Dios har lo que yo no puedo
hacer) y, de esa manera, ofrendarle un inmejorable soporte
a todo el proceso (Mr 11:22-24; Heb 11:8-12; Stg 1:6-7).
Y dependencia, para que el amor y la gracia de Dios hagan
acto de presencia inquebrantable en nuestra vida y su poder se manifieste (perfeccione) en nuestra debilidad (2 Co
12:7-9)113. Sin embargo, poner en prctica estos cuatro aspectos no lo es todo. Todava se requerir de nuestra parte
echar a andar otro ms, que ser de vital importancia en la
ejecucin de tal cometido: la humildad (Sal 18:27; 1 P 5:69). Hay que reconocer que si este aspecto falta, es bastante
improbable que los dems se conserven activos. Y, por ende, que nuestro proceso de restauracin (desaparicin-aparicin o control) sea satisfactorio. Por qu? Porque este se
Cabe adicionar aqu, que Abraham, citado en el versculo de
Hebreos, esper 25 aos para recibir el inicio de la promesa con
el nacimiento, precisamente, de su hijo Isaac. Esto nos demuestra,
que debido al acto de fe efectuado por el patriarca (crey que lo
recibira), tuvo la capacidad de esperar con paciencia y perseverancia el tiempo que fuera necesario: el complejo tiempo de
Dios.
113
113
fundamenta en la negacin de uno mismo (Jn 3:27-34), en

la negacin de eso que supuestamente queremos y precisamos (el comportamiento homosexual o la relacin sexual)
y en la afirmacin de la soberana de Dios. De la cual, ninguna observacin mejor que la pronunciada por la Mujer
afroamericana (es decir, Dios) en la novela La cabaa, para ilustrrnosla: No es fcil dar solucin a tu dolor, mi vida. Creme: si lo fuera, lo hara en este momento. Pero no
tengo una varita mgica que pasarte encima para que todo
sea mejor. La vida implica un poco de tiempo, y mucho de
relacin114.
Caso contrario, cuando la atraccin reaparece, o el
apetito de tener relaciones sexuales acude una vez ms a
nuestra mente y carne, el orgullo (evidencia de que an no
nos hemos negado a nosotros mismos) podra conducirnos
a decidir renunciar al proceso que estamos desarrollando,
renunciar a continuar esperando la respuesta afirmativa de
parte de Dios y renunciar a lo que hemos credo y aceptado
(impidiendo, igualmente, el retorno a ello), para que una
vez ms la intransigente debilidad tome el control de la
conducta (justificndola la mayora de veces) debido a que
Dios no nos da respuesta positiva en el tiempo que nosotros queremos (en un acto claro de soberana humana y
de capricho individualista. Como si nosotros furamos
los amos que establecen el tiempo de ejecucin para que el
Jornalero lleve a cabo el trabajo. O como si esa labor fuera
tan significativa, que no pudiera esperar, que no pudiera
tardarse. Y tal como se lo dijera Josef K. a su abogado en
la novela El proceso, se lo decimos nosotros a Dios: desde
que [empec a demandar], desde que todo est dispuesto
para que ocurra algo, he estado esperando sin cesar y cada
vez con ms expectacin su intervencin, pero no se ha
producido. Sin duda, usted me ha expresado muchas cosas
Wm. Paul Young, La cabaa, trad. Enrique Mercado Gonzlez
(Newbury Park: Windblown Media, 2008): 85.
114
114
sobre [su manera de actuar], que tal vez nadie ms habra

podido manifestarme, pero eso no me basta115). Donald G.
Bloesch lo plantea as:
Es justo reconocer que siempre habr una tensin, y a veces una contradiccin, entre nuestros deseos y la voluntad
de Dios. La razn es que el pecado todava oscurece la
mente incluso de los creyentes, de modo que no siempre
sabemos o deseamos lo que es mejor para nosotros. Queremos ser pecadores respetables, mientras que Dios quiere que seamos santos que se sacrifican a s mismos. Oramos para estar a buen seguro en nuestro pecado, no para
darle la gloria a Dios. Queremos ser cocreadores y corredentores, no siervos del Rey. Nuestra meta es ser ganadores, no esclavos de la justicia.116
No querido lector, no es esa la actitud.

4) Encontrarle sentido al mal-desgracia
El mal-desgracia es un arcano que atormenta. Una
especie de rompecabezas. La manera de armarlo, entonces,
tornndolo as en una merced, es a travs de quien se nombr al inicio en el eslogan de Exodus Latinoamrica: Jess.
Nada ms que aqu lo vamos a nominar de otra manera: la
cruz. Que apunta hacia el verdadero seguimiento y l mismo nos pide que la llevemos diariamente, porque sabe que
con ello se incluye este mal, no solamente aquello que se
entiende como bueno.
Un inslito autor italiano, Alessandro Pronzato, ha
escrito una interpretacin extraordinariamente sugestiva de
la cruz, y lo ha hecho precisamente desde esta perspectiva.
Franz Kafka, El proceso, trad. R. Aries (Madrid: Mestas, 2007):
184. Parfrasis entre corchetes mas.
116 Orar es luchar con Dios, trad. Carlos A. Vargas (Buenos Aires:
Kairs, 2004): 147.
115
115
Intentaremos simplificarla brevemente117. Cita con la cruz

quiere decir, esencialmente, cita con el amor y con la vida.
Los dos valores, a que constantemente debe referirse el sufrimiento son el amor y la vida. Sin estas dos confrontaciones la cruz se vaca de su contenido fundamental. El sufrimiento no se ama por s mismo. El sufrimiento en s no es
un valor. La cruz, o nace del amor y es expresin de amor,
o no es nada. Adems, la cruz es colocada en una perspectiva de vida, de fecundidad, no de muerte. Y desde all se
desarrolla una lgica que est en contradiccin con la lgica eficientista y triunfalista de nuestro tiempo. Se profundiza en una sabidura que, a los ojos del mundo, es pura
necedad.
Para comprobar nuestra coherencia, intentaremos
presentar algunas consecuencias prcticas de esta lgica
enmaraada, de este mundo al revs de la cruz. Cuando
todo sale mal, entonces tengo la seguridad de que las cosas
marchan bien. Los incidentes, los obstculos, las contrariedades que encuentro en el camino, no son impedimentos
sino medios seguros para conseguir la meta. Mi misma
debilidad es fuente de fuerza. Cuando soy dbil, entonces
soy fuerte (1 Co 12:10). Y todava ms: l me ha dicho:
te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad (1
Co 12:9). Mis limitaciones pueden convertirse en posibilidades ilimitadas con la proteccin de la gracia divina. El
ocultamiento, el concebirse marginado, el no ser tenido en
cuenta, se traducen en una participacin efectiva de la faena de la redencin: Os aseguro que si el grano de trigo no
cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da
mucho fruto (Jn 12:24). La inutilidad aparente en realidad
equivale a ser necesarios. El no contar nada es certeza de
que se es importante. Importantes en el amor. Encontrarse en la obscuridad ms negra significa capacidad para curar a otros. Hay una frase extraordinaria referida a Cristo:
117
El acoso de Dios: 71-72.

116
Sus heridas os han curado (1 P 2:25). La cruz no oprime

al que la lleva, sino que levanta el mundo.
Ah est el contrasentido de la cruz. El rbol de la
muerte se transforma en rbol de vida. El fin se hace principio. La derrota constituye la ms grandiosa victoria. As
pues, CRUZ significa fecundidad. Sufrimiento (o ese maldesgracia) quiere decir movimiento, laboriosidad. Susana
Fouch, experta en la materia, deca: He tomado mi dolor
(debilidad, desgracia) en las manos como un instrumento
de trabajo. Es ah hacia donde debemos apuntar. Y esa s
que es la actitud.
5) La cercana a Dios es indispensable
Aunque aparece al final de la lista, eso no quiere
decir que es lo novsimo que debera hacerse. Ms bien es
transmitirle al lector que sin la ejecucin de este paso es
imposible llevar a cabo todo lo anterior. Por tal razn, la
cercana a Dios es algo que debemos anhelar tenazmente.
Pero no slo anhelarlo, sino buscarlo persistentemente (por
medio de la oracin, la lectura de su Palabra, su vivencia,
la comunin con los santos), para que nuestra vida, tanto
en lo espiritual como en lo personal, sea exitosa desde la
perspectiva divina. Y en el caso de formar parte de un proceso de restauracin y espera, con mayor razn. Dios tiene
que ser siempre el principal, apreciado lector. Esa es la
clave. De ah que debamos acercarnos a l y adorarlo de
corazn perseverantemente; ya que l debe ocupar el primer lugar en todo, y controlarlo todo. Pero esa bsqueda y
esa accin de adoracin deben efectuarse de forma sincera.
Pues como sostiene el telogo puritano Stephen Charnock:
Pretender adorar a Dios y buscar slo mi ventaja propia
es burlarme de Dios en vez de adorarlo 118.
Citado por Juan Stam, Es posible ser idolatra sin darse cuenta?, en www.juanstam.com, en Blogs (acceso 19/12/2009).
118
117
Lo cual intrnsecamente nos comunica que, aparte

de acercarnos y adorarlo, nuestro yo debe menguar para
que l crezca en nosotros y se vea reflejado en todos nuestros actos; ms an, cuando estamos deseosos de ceder a la
tentacin (la debilidad que nos embelesa y controla), en un
acto individualista que busca nicamente la satisfaccin
propia. Es ah cuando deberamos indagarnos, se me ocurre, como lo hacen en el anuncio de Allianz: What is the 1
thing that matter to you? (Qu es lo que verdaderamente
te importa?) Si la respuesta es agradar a Dios, vamos a intentar no ceder ante eso que sabemos le hiere o lo entristece; por ms que nuestro corazn y mente lo quieran.
De esa forma, y si queremos que cualquier proceso
de restauracin o lucha llegue a feliz trmino, busquemos a
Dios ms cada da, adormoslo solamente a l (no a l y a
la homosexualidad, o a l y a nosotros mismos) con un corazn sincero, y seamos sensibles a sus palabras cuando,
con dulce y harmoniosa voz, nos susurra a nuestro odo
espiritual:
Djame ser el principal
Para guiarte, da y noche, en todo lo que hagas
Y compartir las sonrisas en tu rostro
Y las lgrimas que en l has derramado
Djame ser el principal
Para amarte cuando eres dbil
Y procurarte toda la fuerza que necesites para avanzar
No lo olvides, t puedes venir a m, siempre119.
Por si acaso
6) Discernir la palabra discriminacin
En nuestro contexto actual, hablar de discriminacin
Plus One, Let me be the one, en Obvious (Atlantic Records,
2002).
119
118
puede ser tan desorientador como sugerente a la vez. Ya

que la palabra tiene dos definiciones que, si se desconocen
(o en su defecto slo se conoce una), o, por el contrario, se
conocen, pero no se han comprendido bien, la dificultad en
aplicarlas de manera correcta ser elevada, ingresando, de
esa forma, en errores o injusticias a la hora de evaluar las
situaciones en nuestra rutina o entorno relacionadas con la
actitud de las personas hacia la homosexualidad.
Por ejemplo, si ignoramos que una definicin de la
palabra discriminar dice que sta involucra una seleccin-exclusin, ser muy difcil sino que imposible
que podamos entender que el sealar una conducta como
incorrecta o equivocada, o declarar que ciertas acciones, en
s, no son adecuadas de llevarse a cabo, porque podran no
ser de beneficio para la persona, no significa nunca trato
de inferioridad u opresin, que es la otra definicin; claro que no! Simplemente significa que el emisor est expresando un punto de vista aglutinado a una conviccin, que
excluye todas aquellas situaciones que no forman parte de
ella. Lo cual no es incorrecto. Esto vendra a ser lo mismo
a lo que ocurre en otras facetas de nuestra vida, donde ms
de alguna vez hemos discriminado, porque ms de alguna
vez hemos seleccionado y excluido. Por decir algo: discriminamos cuando preferimos a un amigo, cuando votamos
por un representante poltico, cuando seleccionamos a un
empleado, cuando buscamos esposa o esposo, etc. Siempre
estamos eligiendo; haciendo a un lado a algunos y acaparando a otros (lo que es parte del libre albedro, cabe decir). Y nuevamente, hacer as no es ni bueno ni malo, justo
o injusto (mucho menos trato de inferioridad u opresin).
Todo depende, pues, de las razones y las intenciones por
las que se discrimina.
De ah la importancia capital de practicar esto con
un correcto discernimiento, pues de no ser as, podramos
ingresar en un incomprensible y conflictivo caos de opinin que nos mantendra mudos a todos.
119
7) Valorar la libertad y respetarla120

Como ya se ha mencionado en ms de una ocasin
en este escrito, cada persona cuenta con esa libertad (libre
albedro) dada por Dios a todo ser humano, por medio de
la cual se ejercita la voluntad para la toma de decisiones.
Hasta el da de hoy, se podra decir, que esa libertad nunca
ha sido limitada, coaccionada o restringida por l, y basta
con echarle un vistazo a la historia para darnos cuenta cmo la libertad que el ser humano ha dispuesto siempre, ha
ido transformando el mundo en el que nos desenvolvemos
en todas las reas que lo conforman. Por lo tanto, si l, que
es Dios, respeta nuestra libertad, cuanto ms nosotros deberamos hacerlo. Aun si vislumbramos que la decisin tomada por otro podra traerle consecuencias desabridas. O
si creyramos que el receptor debe aceptar nuestro mensaje sin titubear, por ser de mayor validez. En ese sentido, no
podramos obligarlo a ver la realidad como nosotros la vemos, ni comprometerlo a cambiar de parecer. Se puede dar
una instruccin, un consejo o presentar el por qu de nuestro raciocinio, pero nunca empujar a las personas a pensar
y actuar igual que o de la forma que nosotros ambicionamos. De no ser as, nunca vamos a respetar la libertad y,
por derivacin, siempre vamos a querer imponer.
Para ilustrarlo, traigamos a colacin el paradigma
de los centros educativos. Si aquel profesor que est a favor de la homosexualidad no le interesa respetar la libertad, cuando sta de pronto le florece en el saln de clases a
travs de una interpelacin, l la presenta solamente como
una opcin vlida y aceptable, ya que es gentica y natural, en un claro acto de querer coaccionar las mentes de sus
estudiantes, para que piensen igual que l. Lo cual no es lo
Aqu se sigue lo exteriorizado en el artculo sin autor, Libre
albedro, en www.maran-ata.net, en Creando conciencia/ndice 3
(acceso 8 de abril de 2011).
120
120
correcto, como ya dijimos. En este caso, lo ideal sera que

el profesor, independientemente de su postura a favor, presente tambin la otra que dice que la homosexualidad no
es adecuada o que es anti-natural; que exteriorice que a pesar de que l cree que viene en lo genes, eso no se ha comprobar an y que, por tanto, no es algo que se pueda asegurar; y adems debera adjuntar que esa es una conviccin
propia, pero que cada quien es libre de decidir (esto valdra
tambin para el que no est a favor, por supuesto). He ah
la importancia de respetar la libertad, y de practicarla y vivirla segn el valor y propsito para los cuales nos fue suministrada.
8) Entender la suposicin como suposicin
De acuerdo a la definicin, suponer es dar por sentado o existente algo en base a observaciones e indicios. El
problema est en que la suposicin, por lo general sino
que siempre contiene datos o informacin que pueden o
no ser reales. De ah que otra definicin del verbo suponer
exteriorice que esto es fingir, dar existencia real a lo que
verdaderamente no la tiene, como se aludi en el primer
captulo. He aqu el verdadero problema de la suposicin,
pues esta puede involucrar una impostura o una falsedad.
Por eso es que una conjetura se debe tratar siempre como
lo que es: una apariencia. En ese sentido, como meramente
una suposicin, no como una afirmacin o aseveracin que
ya est demostrada. Miguel Ruiz, comentando sobre la suposicin en su artculo Los cuatro acuerdos, menciona lo
siguiente:
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos
es cierto. Juraramos que es real. Hacemos suposiciones
sobre lo que los dems hacen o piensan nos lo tomamos personalmente y despus, los culpamos y reac121
cionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Hacemos
una suposicin, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un drama
de nada.
Y ms adelante:
El funcionamiento de la mente humana es muy interesante. Necesitamos justificarlo, explicarlo y comprenderlo todo para sentirnos seguros. Tenemos millones de
preguntas que precisan respuesta porque hay muchas
cosas que la mente racional es incapaz de explicar. No
importa si la respuesta es correcta o no; por s sola, bastar para que nos sintamos seguros La mayora de las
veces, hacemos nuestras suposiciones con gran rapidez
y de una manera inconsciente, porque hemos establecido acuerdos para comunicarnos de esta forma Cuando creemos algo, suponemos que tenemos razn hasta
el punto de llegar a destruir nuestras relaciones para defender nuestra posicin 121.
Las preguntas de colofn son obvias: qu es lo

que de verdad nos motiva a creer que nuestras suposiciones o conjeturas tienen la razn, es decir, que son verdad?
Los indicios y las observaciones de donde las sacamos, o
un deseo orgulloso de que as sea? Si es el deseo orgulloso
que nos lleva a garantizar algo como verdad cuando no lo
es, no sera eso acrecentar el problema en vez de ayudar a
solucionarlo? Estamos de acuerdo que se debe hacer algo
para que a las personas homosexuales se les trate de una
manera digna, sin repiques de inferioridad u opresiones de
ninguna clase, pero ese algo debe hacerse de la manera
Ver www.luzdelalma.jetband.com.ar/revista13/pagina1.htm (acceso
25 de enero de 2014).
121
122
correcta; aunque eso comprenda hacer a un lado nuestro

orgullo (o, de repente, una mala intencin del corazn) que
nos lleva a darle existencia real a lo que efectivamente no
lo tiene.
Para ilustrarlo, traigamos a colacin una vez ms
el pasaje de Gnesis. Segn lo que dijimos en el captulo 1,
en el relato del origen (la clave de lectura para los dems
textos) se ve a Dios creando y bendiciendo la heterosexualidad. Eso es algo claro en el relato, ya sea a simple vista
(sin aplicar las reglas hermenuticas) o de forma profunda
(aplicando las reglas hermenuticas). Sin embargo, como
se pudo leer en la proposicin descrita por la perspectiva
guey y lesbiana, la sexualidad es identificada por ellos como masculino y femenino, no como hombre y mujer o esposo y esposa. En este aspecto, aunque las palabras en el
original hebreo, como se consinti en la nota 7, no lo desmienten, es decir, que stos pueden ser usados para referirse a lo masculino y/o lo femenino, si de verdad se pretende
ser objetivo y sincero en el deseo de ayudar a las personas
que se incluyen en la comunidad guey (o sea, haciendo a
un lado lo que yo quiero o deseo que se quiera), habra que
decir que de igual manera en el texto no se divorcia eso
masculino del hombre y eso femenino de la mujer (al
presentar a Adn y Eva hetero-complementndose), pero
que, en base a una creencia personal, el interprete, en este
caso, se permite especular que la disociacin del gnero y
la sexualidad podra ser una posibilidad (suposicin que,
en nuestro caso tambin como interpretes, la entendemos como incorrecta o que no tiene sustento bblico), pero
sin prometer o asegurar.
9) Las cadas: parte del proceso o mentira
Este segmento se origina a partir del supuesto que
exterioriza que si una persona que revel un cambio en su
conducta sexual, recae (o sea, vuelve a participar de alguna
123
situacin relacionada con la homosexualidad), esa es una

patente demostracin de que el cambio no es posible; o, en
su defecto, que es producto de una mentira.
Al respecto, habra que tener en cuenta dos lneas de
pensamiento, que por alguna razn se desestiman o no se
consideran. Primero, que las esclarecedoras cadas tambin forman parte del proceso. Lo cual debe entenderse
as. Ya que bien podra darse el caso de que una persona
comunique su voltereta a la heterosexualidad, creyendo ya
haber acabado con su proceso de restauracin, pero al cabo
de un tiempo verse enganchada en alguna situacin homosexual nuevamente. Lo que en realidad querra decir que,
muy posiblemente, ese proceso no haba terminado an, y
la nueva reciprocidad con la homosexualidad fue una cada
producto de que todava es una debilidad contra la cual se
debe luchar. Ahora bien, algo muy importante que tambin
se debe tener en cuenta, y que servir como parmetro para
conocer verdaderamente la forma en que debemos interpretar este tipo de circunstancias, es si la persona se levanta, se sacude el polvo, y prosigue hacia la meta (lo que
sera similar a decir: que contina luchando, sin concordar,
sin quererlo). Es ah donde est la clave.
Hay que reconocer que el proceso de resistencia no
es nada fcil. La debilidad, ms an, si es algo arraigado
en nuestra vida, no va a querer ceder el control as por as.
sta tambin va a luchar. Echando mano, incluso, de todas
las armas de las que pueda disponer para ganar la batalla.
Y cuenta con unas cuantas muy poderosas, por cierto. Una
de ellas: instar a la persona a escuchar a la presin externa.
Muchos all afuera, obsesionados con la homosexualidad
(y asimismo heterofbicos), estn al pendiente de todo lo
que sucede con aquellos que de verdad quieren agradar a
Dios, para tratar de detectar el ms mnimo error (o en el
ms desleal de los casos, obligarlo con la presin a cometerlo), para aprovecharse y decir que es imposible resistirla
(homosexualidad = debilidad). Como se advierte en el caso
124
del periodista y ex activista guey, Michael Glatze (vase

apndice 5).
Este tipo de escenarios, por tanto, vienen a ser como
la municin interminable que la debilidad utiliza en su poderoso armamento blico, para, textualmente, bombardear
el odo mental de la persona en bsqueda de hacerla titubear, ceder y recaer. De ah que a tal hecho Michael Glatze
le replique: Sed fuertes, hermanos y hermanas mos, sed
fuertes, amigos, sed fuertes.
Segundo, que no todo lo que dice ser un cambio es
verdaderamente uno. Con esto lo que se pretende decir es
que los falsos cambios tambin existen. Y vamos a dar dos
razones por las cuales se cree que esta falsedad podra ocurrir: uno, por la falta de sinceridad. Ya sea por emocin,
por el deseo de aceptacin, por la confusin que puede haber entre fe e ilusin, por la pereza de continuar en el proceso, por ignorancia, o por la misma presin que existe en
torno al tema, la persona podra sentir el deseo de comunicar un supuesto cambio en su conducta sexual, cuando en
realidad no ha acontecido (= todava no era el tiempo de
hacerlo). Entonces, cuando la recada aparece, la vergenza que puede imperar en su corazn ataida a aquellos y
aquellas a quienes se les minti, el orgullo que puede aparecer para no dar la cara y aceptar su error, o, simplemente, porque la homosexualidad an tiene el control de su sexualidad y l o ella no lo quieren reconocer, deciden mejor
abandonar el proceso, para dedicarse de lleno al estilo de
vida homosexual (= no levantarse, sacudirse el polvo y
proseguir a la meta).
Y dos, por hacer la obra del enemigo. Y entindase
aqu la palabra enemigo como aquel que va a luchar hasta el cansancio por lograr que la homosexualidad se vea
como buena y natural, para as poder destruir: Satans. No
se descarta la posibilidad de que este espritu malo est enviando personas que le sirven y que son sus esclavos
a todos los puntos estratgicos (los ambientes de terapia y
125
ayuda, as como la iglesia no son la excepcin) para enrolarse en ellos, duplicar, ganarse la confianza de las personas que all se hallan (o de aquellas que ponen sus ojos en
l o ella y, de ese manera, poder ser creble posteriormente), para luego buscar el momento oportuno de hacer dao
(Mt 7:15-23). De ah que tengamos algunas personas que
comunican un cambio de la homosexualidad a la heterosexualidad slo del diente al labio, ya que su objetivo primordial nunca ha sido el cambio en s, sino el causar dao.
Y ellos conocen muy bien que ese es un punto vital donde
estas artimaas son de elevada gravedad, debido a la gran
aceptacin con la que cuentan en la apreciacin pblica.
Empero, que todo esto pase, tampoco es motivo para generalizar e incluir a todos en el mismo combo. Ya
que el nmero de aquellos que s demuestran una conducta
heterosexual genuina, con acciones y no solamente con palabras, es mucho mayor. No obstante, si an as sentimos
ese deseo incandescente de dudar o de cuestionar, todo lo
aqu expuesto es algo que no se podra pasar por alto a la
hora de querer levantar un juicio contundente en contra de
la autenticidad del proceso, que, se sugiere, es posible para
todos aquellos que lo deseen, que se niegan a s mismos y
que confan en Dios todopoderoso (sin borrar de la memoria su no con propsito. No con propsito = control).
10) La relacin homo-sexual avalada por Dios
Si se recuerdan, este tipo de homosexualidad sali al
encuentro en un par de ocasiones en el captulo uno. Recapitulando, este tipo de relacin es: la ertica-homosexual,
mongama, cristocntrica, de mutuo acuerdo y basada en
el amor. Para muchas personas que se sienten homosexuales, esta podra ser la iniciativa a seguir. O bien, una tentacin de hacerlo. Ya no sera aquello que denominamos como lo principal: luchar, no concordar, buscar la restauracin. Pues su discurso suena convincente. Lo es?
126
Siendo consecuentes, teniendo en cuenta lo revisado

hasta ac y lo que se puede extraer de nuestra realidad, habra que admitir, que de todos los tipos de homosexualidad
existentes, este sera, por as decirlo, el menos imprudente.
Ya que aparte de tomar en cuenta a Dios, su proceder no es
renta de la lujuria o del deseo de hacer lo malo. Sin embargo, en nuestra opinin, no deja de presentar ciertos problemas; en especial, por la relacin sexual.
De acuerdo con lo explorado en el libro de Levtico,
llegamos a la conclusin de tres puntos fundamentales con
relacin a esto. Uno, hay especulacin de por medio. Por
tanto, no se puede asegurar ni prometer su invalidez. Dos,
tambin hay error si se descarta lo moral. El punto de la
santidad que, segn Neher, es el imperativo de la tica personal, es bastante claro. Y tres, esto hace que la condena se
mantenga, lo que involucra un riesgo. Por ende, al acordar
con este tipo de convivencia, el deseo de tener relaciones
sexuales podra brotar en cualquier momento (si es que no
se unen cavilando ya en ello). Convirtindose as en una
abrumadora tentacin.
Adems, trayendo a colacin lo dicho por Witmer,
se debe entender que al ser este tipo de homosexualidad
producto tambin de un extravo sexual, es algo que en s
atenta contra lo que Dios quiere y espera, y contra lo que
l instituye. Hay lmites que no podemos ni tiene sentido
sobrepasar. Lo ertico (el amor eros) est ligado a la reproduccin, al placer y a la complementariedad que solamente
en una pareja heterosexual, mongama, cristocntrica, no
incestuosa se puede dar. Lo dems va en contra de la lgica de la naturaleza de las cosas y del orden establecido
por el Creador. Si dos hombres o dos mujeres pretenden
compartir sus vidas juntos, para eso est el amor filial o el
amor gape. No hay necesidad de combinar el amor ertico en ello, pues, como se mencion antes, el erotismo slo
toma significado en la complementariedad de gnero. En
pocas palabras: es la complementariedad de gnero la que
127
se ve afectada por este tipo de homosexualidad. Si esta

ltima fuera vlida, Dios no hubiera tenido la necesidad de
crear a la mujer, del costado del hombre, y cedrsela para
convivir. Otro hombre creado del polvo le hubiera bastado
a Adn. Pero no fue as.
Algunos pretextan que en el tiempo que estamos viviendo actualmente, y si las circunstancias lo ameritan, el
cambio estara justificado y no habra que tenerle miedo,
ya que eso maniobrara en beneficio de las personas. Y ese
enunciado es totalmente correcto, sin lugar a dudas. Pero si
el cambio es para mejorar (complaciendo a la vez a Dios).
Si es para hacer algo errado o para huir de la crisis, por supuesto que no122. Al respecto, habra que plantearse la siguiente pregunta: todo el cristianismo, las dems religiones que se oponen, y la sociedad y las personas en general,
tendran que ver a la homosexualidad como correcta, no
pecaminosa, tolerarla, e, incluso, decir que deriva de Dios
sin importar lo que declare su Revelacin, ya que con
eso se estara ayudando a las personas?
Ms de alguno podra responder: Todas y cada una
de las homosexualidades, no s, no estoy seguro, le doy el
beneficio de la duda. Pero la relacin ertica-homosexual,
mongama, cristocntrica, de mutuo acuerdo y basada en
el amor, ms que seguro. stas no pueden ser incorrectas!
Ni mucho menos pecado!.
Pues bien, si las personas lo quieren y lo demandan
con todo su corazn, es su decisin; pero tampoco sera
til una vez ms que le dieran lugar a las relaciones
sexuales. Aunque se debe aclarar, esto no es el ideal. Esto
Tomando en cuenta que la crisis es un reto al que me enfrenta
Dios, porque me va preparando para una nueva victoria. Una crisis es siempre algo doloroso, pero se trata de algo que necesito
vivir. Lo importante no es huir, sino crecer. Jos Manglano, Dios
en off? (Bilbao: Descle De Brouwer, 2006): 25. As, la crisis actuar como un crisol que purificar al oro de su ganga (Boff).
122
128
no es lo que Dios preferira o esperara. No obstante, nuestra terquedad y estoica obstinacin podra provocar que
ciertas cosas sean permitidas (por la dureza de vuestro corazn Moiss os permiti repudiar a vuestras mujeres. Mt
19:8a). Pero no porque Dios lo quiera o est en concordancia con ello (mas al principio no fue as, v. 8b). O porque sea lo mejor y ms ventajoso para el ser humano (cfr.
1 S 8:1-9). Acordmonos, entre ms revelacin posee la
persona, ms responsabilidad tendr ante el Juez absoluto
(Heb 10:26-31; Stg 4:17; Mt 11:21-24).
Para finalizar, es interesante prestar atencin a cmo
las personas homosexuales de afuera (es decir, aquellas
que no forman parte de la iglesia), cuando conocen a Jess
y tienen un encuentro personal con l de forma genuina, lo
que deciden respecto a la homosexualidad que convive con
ellos y donde radica gran parte de su amor, es tratar de revertirla, contender contra ella, ya que han entendido que es
una secuela del mal, que es perjudicial, y que es contraria a
lo que Dios estipula en su FIA y a lo que desea para el ser
humano. Tal como se puede apreciar que lo comprendi el
Peregrino de John Bunyan relativo a sus debilidades; tal
cual lo son para nosotros las homosexualidades, una vez
que su nombre cambiara a Cristiano. El siguiente dilogo
nos lo confirma:
Prudencia le pregunt:
An no cargas con algunos deseos del mundo?
S contest Cristiano, pero en gran medida contra mi voluntad. Las inclinaciones carnales son ahora mi
afliccin123.
En cambio, cuando volteamos a ver a las personas

homosexuales de adentro (o sea, aquellas que se profesan parte del cuerpo de Cristo), su forma de actuar es di123
El progreso del peregrino (Uhrichsville: Barbour, 2010): 36.

129
ferente. Algo as como antittica, a la inversa. De ah que

estn concordando con la homosexualidad, la estn apreciando como buena, correcta, como normal o muy natural,
no pecaminosa, y, paradjicamente, hasta estn hallando
sustento en la FIA para justificarla y difundir que proviene
de Dios (no todas, por supuesto, pero s un buen nmero).
No haciendo justicia, como dira Craig Blomberg, eminente profesor de Nuevo Testamento en el Seminario de Denver en Colorado, a los textos bblicos que claramente marcan las relaciones homosexuales como pecaminosas. Y
luego no es de asombrarse que nos andemos preguntando:
por qu personas que buscan a Dios y quieren compartir
su vida con l, casi sin repararlo pierden a Dios? Por qu,
sin yo quererlo, puede quedar Dios fuera de mi vida, o mi
vida fuera de Dios?124
Para la iglesia
Para comenzar esta seccin, es importante hacerlo
reflexionando primero en esa actitud casi cristiana que
David Kinnaman sugiere que est presente en muchos religiosos, y que nosotros citamos ya en otra parte125. De ah
que haya que decir que esta actitud es, sin ms ni ms, sinnimo de hechos, acciones, conducta. O, como lo declarara el mismo Kinnaman, una de las formas en que hace
las cosas el pueblo de Dios. Una forma, valga la posdata,
descrita de varias formas por aquellos que son sus receptores. Siendo una de las que ms sale al ruedo: la hostilidad
hacia las personas homosexuales.
Segn Kinnaman, los de afuera afirman que nuestra hostilidad contra las personas homosexuales no slo
por la oposicin contra las polticas y el comportamiento,
sino por el menosprecio hacia ellos ha llegado a ser, im124
125
Cuestiones tomadas de Manglano, Dios en off?: 9.

Vase Melgares Jr., No te compliques: 151.
130
plcitamente, sinnimo de la fe cristiana. El asunto homosexual ha llegado a ser el ms grande, quizs la imagen
negativa ms entretejida con la reputacin cristiana 126, seala el autor, con preocupacin. La iglesia est llamada a
comunicar las Buenas Nuevas de salvacin a todos, ms en
este tiempo en que las personas tienen pocos lmites sexuales o morales. Pero este tipo de actitudes, dice Kinnaman,
nos revela que la iglesia no est haciendo as.
Mientras la iglesia contine actuando apticamente,
la situacin de las personas no va a cambiar; y su percepcin de la iglesia tampoco. Mientras la iglesia siga actando con tanta pereza y descuido, la situacin del mundo en
general continuar degradndose ms, rumbo hacia el colapso. Mientras la iglesia permanezca actuando con esa increble dejadez, el nombre de Jess continuar estando en
el olvido (o, en el peor de los casos, puesto en entredicho)
y sus mandamientos persistirn siendo ignorados por muchos. Mientras la iglesia no d el primer paso por cambiar
ella primero, reorientando sus prioridades (interesndose
ms por las personas y no slo por condenar las conductas
incorrectas y por los nmeros), las acciones de ayuda nunca tendrn el corolario deseado y pasaran a ser solamente
una estadstica ms en los informes activistas ao con ao.
La iglesia, pues, tiene que comenzar por dejar de ser casi
cristiana y proseguir siendo cristiana cien por ciento en
palabra y en hecho, para luego salir en busca de aquellos
que necesitan su apoyo y compaa.
Dicho esto, se referirn a continuacin una serie de
ideas o recomendaciones que esperamos sea un agente motivador y revitalizador para la iglesia de Cristo, y, al mismo tiempo, le provean de apoyo a la hora de tener en cuenta las necesidades que podran experimentar las personas
que se sienten homosexuales.
David Kinnaman y Gabe Lyons, Casi cristiano, trad. Pica6
(Lake Mary: Casa Creacin, 2009): 91.
126
131
1) Evitar el rechazo y la discriminacin

Si la iglesia de verdad quiere ser un apoyo genuino
para los hombres guis o las mujeres lesbianas porque est
consciente, por amor, que se debe hacer, y no por compromiso o rutina, las palabras rechazo y discriminacin
deben ser borradas de su mente. En este sentido, tal como
se aludi anteriormente, el rechazo y la discriminacin a la
que nos referimos es hacia la persona per se. Ya que, como
iglesia que conoce la Verdad de Dios, tenemos el deber de
amonestar las conductas morales erradas (o el pecado) a la
luz de la FIA, en amor y por gracia. Como dira Pronzato,
piensa que poseer el Espritu significa manejar el fuego.
Significa hacerse personas que no son nunca inocuas, delante de las que no se puede uno mantener indiferente. Personas que dejan huella. La familiaridad con el fuego se expresa por medio de una fe contagiosa. Debes ser luz, sal (la
sal quema, lleva fuego dentro), levadura. Tu misin no es
la de dar seguridad, sino estimular. Ay de ti si te contentas
con ser una tisana, un buen tranquilizante para todos los
que se acercan a ti!127
Pero al mismo tiempo debemos ser muy sabios para
saber distanciar todas esas acciones de la persona que las
practica. No hay necesidad de consentir con lo malo para
amar y ayudar a todos aquellos que sienten una atraccin
hacia el mismo sexo.
Por eso, volviendo al punto, ya sea como grupo o de
forma individual, si la iglesia perpeta en sus corazones y
mentes esos sentimientos de rechazo y discriminacin (hacia las personas que se sienten homosexuales y no slo hacia la conducta), que incluso aparecen en sus reuniones o
en los tiempos de familia en forma de chistes, burlas o comentarios despectivos al referirse a ellos, jams podr ser
127
La sorpresa de Dios, trad G. Mrtil (Salamanca: Sgueme, 1975):
23.
132
ese apoyo indiscutible que ellos necesitan. Y salvo que la

iglesia de Cristo no est interesada en serlo, de inmediato
dispondr en su corazn hacer el ajuste respectivo si estuviera participando de este error. Porque como dice la Dra.
Carvalho: Para poder sanar y cambiar las personas necesitan de nuestro amor y cuidado, no de nuestra condenacin o discriminacin128.
Por otra parte, Michael Medved, crtico de cine y de
televisin, menciona algo sumamente esencial que no debera desatenderse: qu hemos de hacer? Hemos de responder con el mismo esfuerzo ordenado y deliberado que
han utilizado los radicales del movimiento guey? Ellos han
insistido en insensibilizar y normalizar, en presentar a los
que se sienten homosexuales como vctimas y en satanizar
a los oponentes. Lo que debemos hacer es renormalizar la
vida familiar. La leccin ms importante de una importancia crucial es que no llegaremos a ningn lado si este
conflicto se plantea entre defensores de la homosexualidad
y contrarios a la homosexualidad129.
Y esa renormalizacin incluye nunca definirse como
anti-guis (o anti-homosexualidad). Debemos definirnos como pro-matrimonio, pro-familia, pro-persona
o, de forma global, como pro-agradar y obedecer a Dios;
y esto es una diferencia notable. Y como la iglesia tambin
es una familia, la recomendacin es inclusiva. De esa manera, se estara ayudando a plantear el conflicto desde otra
perspectiva. Cambiando as esa imagen de lucha obstinada,
antes aludida. Y porque, como bien lo manifiesta Medved,
en estos das resulta muy difcil convencer (porque aceptarlo no forma parte de la estrategia, podra ser?) de que
los cristianos no son gente hostil, intolerante y antiptica 130
Cuando el homosexual pide ayuda: 44.
2009): 48.
130 Ibid.
128
129
133
(y nosotros le incrementaramos, que rechaza y discrimina

de forma incorrecta).
2) Transmitir confianza y esperanza
Si la iglesia se apropia del papel que le corresponde con seriedad, deja de ser casi cristiana y comienza a reflejar a Jess en todos sus actos, tal aglomeracin de actitudes reales y positivas producir un efecto de confianza
en los dems y les comunicar esperanza. Esto es transcendental. Porque una iglesia que no despierta confianza, no
podr transmitir esperanza de ningn modo (y si lo hace,
en tales condiciones, es pura ilusin). Todo ganancia de
las revelaciones reiteradas del hombre en el hombre (en la
manera en que se hacen las cosas y en el sentido de importancia que se da l mismo o que le procura a la institucin)
y no de Cristo en el hombre; lo cual axiomticamente produce desconfianza y recelo. Como lo declara la frase los
cristianos son principalmente percibidos por lo que rechazan obtenida luego de consultar miles de personas de los
de afuera por Kinnaman y Lyons. Lo que los llev a concluir que los cristianos se han vuelto famosos por aquello a
lo que se oponen, ms que por lo que apoyan 131.
Por esa razn es muy necesario que la iglesia haga
una reingeniera de la manera en que se ha venido comportando, y se preocupe, de hoy en adelante, de presentar un
mensaje tal de palabra y de hecho que haga sentir a
los dems esa libertad de poder confiar en la comunidad
que ha decidido seguir a Cristo y reivindique con creses su
imagen que cada vez est ms deteriorada. Eso sera, como
lo hace notar Mike Haley, lo que debe hacer la iglesia y todo aquel que quiera llegar a la vida de una persona que se
siente homosexual (y a toda persona necesitada). Es decir,
validar el dolor (a travs de la confianza engendrada por
131
Casi cristiano: 23.

134
un conjunto de actitudes genuinas basadas en la Palabra de

Dios y en la gua del Espritu Santo) y ser verdadero embajador de Cristo (a travs de la esperanza que esas acciones
producen)132.
3) Separar atraccin y comportamiento
Como lo mencionramos tambin en otro lugar 133,
ya sea por ignorancia, testarudez, sospecha, prejuicio, machismo, inseguridad, o por una mala hermenutica y enseanza de los textos bblicos, muchas de las personas que
forman parte de la iglesia no saben o no quieren saber
o, simplemente, no quieren hacer, porque no les apetece,
esa diferencia. Esta actitud, como es de suponerse, genera
grandes atolladeros de comportamiento dentro de su seno,
porque, de las personas que se espera acten con sabidura,
sabiendo entender cada caso de acuerdo a su contexto, no
lo hacen as. Por ende, toda homosexualidad que alcanza
los odos de la iglesia se condena, pensando que la persona
que la practica es el peor pecador, promotor de quin sabe
cuntos pecados de inmoralidad sexual, que gusta de todos
los hombres que se alzan a su lado (o mujeres, segn sea el
contexto) y que vive en un ambiente anlogo al de una pelcula pornogrfica imperecedera cuando, escuetamente, lo
que l o ella tienen es una atraccin hacia lo homosexual y
nada ms (lo que no es condenado en la FIA, pero que no
deja de estar mal en el caso de concordar con ella, como ya
se dijo antes). Por tal razn, tendramos que coincidir ac
con Sigmund Freud que las personas homosexuales, por el
simple hecho de serlo, no pueden ser consideradas como
degeneradas134.
101 Preguntas frecuentes sobre la homosexualidad: 85. Palabras
entre parntesis aadidas por el autor.
133 Vase Melgares Jr., No te compliques: 166.
134 Citado por el Movimiento Familiar Cristiano, Actitudes cristia132
135
Caso contrario (verlos a todos como degenerados),

ser siempre un camino que obstaculice en gran manera las
relaciones con las personas que se sienten homosexuales y
la ayuda que, se supone, se les debe prestar, nunca llegar.
Granjendole a la iglesia el apelativo hostil (o que muestra desdn hacia los hombres guis y las mujeres lesbianas), por el simple hecho de aparentar solamente condenar
y maximizar el pecado, sin demostrar una micra de inters
en la persona que lo desarrolla. Por eso las palabras manifestadas por Billy Graham son muy pertinentes y necesitamos ponerles extremo cuidado: Voy a citar la Biblia, y no
a m mismo, que [la homosexualidad] est mal y es un pecado. Pero hay otros pecados. Por qu, entonces, saltamos
sobre ese pecado como si fuera el mayor de todos?135. La
respuesta ms acertada sera: porque no conocemos las Escrituras; o porque no somos autnticos imitadores de Jess
ni nos dejamos controlar por su Espritu; o porque, simple
y sencillamente, no hemos aprendido a separar la atraccin
del comportamiento.
4) Estar dispuestos a acompaar
Luego de leer el testimonio y experiencias vividas
por el compositor y artista, Charlie Hernndez, entre otras
cosas queda en evidencia que la compaa brindada por su
pastor y esposa fue de gran ayuda en el inicio y desarrollo
del proceso de restauracin a causa de la homosexualidad
nas de la familia. Temario para grupos (Santander: Sal Terrae, 1997):
166. Vale la pena aclarar aqu, que con esta lnea de pensamiento
no se est diciendo que las personas que s son degeneradas
son aquellas que ya se han identificado con la homosexualidad o
que ya han participado de las relaciones sexuales con personas
del mismo sexo. Claro que no. El punto aqu es instar a tener una
correcta actitud mental, no dilucidar quin es degenerado.
135 Citado por Kinnaman y Lyons, Casi cristiano: 95.
136
que le controlaba y que, desgraciadamente, le encaminaba

hacia lo malo. Pero eso no es todo. Tambin fue muy significativo y acogedor, como l mismo nos lo expresa:
Los pastores Carrin estuvieron con nosotros a diario, por
casi un mes y medio Haba comenzado el viaje de sanidad, y la primera parte, como todos los despegues, fue ascendente y muy empinada. Fue muy significativa la actitud que asumieron mis lderes y pastores en mi iglesia local. Me recibieron con brazos abiertos y amor incondicional. Eso [] es vital en la recuperacin de una persona
que desea salir de la conducta homosexual, pues el fundamento de esa desviacin es la mala o inadecuada relacin
que se tiene con gente del mismo sexo. Durante esos primeros meses, los pastores Carrin se convirtieron en verdaderos padres y consejeros que Dios usaba aun cuando
136
el dolor y la vergenza no me permitan siquiera orar .
Si las personas que conforman la iglesia de verdad

quieren ayudar a sus semejantes que luchan contra las homosexualidades, deben estar dispuestas a acompaar; a dedicar parte de su tiempo para estar junto a aquel o aquella
que lo necesita y, a la vez por si acaso, a olvidarse por
completo del qu dirn. Funestamente, esto ltimo es lo
que muchas veces crea grandes diferencias en la iglesia y
suscita, veladamente, la discriminacin incorrecta en vez
del acercamiento. Como bien lo muestra Junior Zapata al
decir que nuestro nombre y nuestra reputacin valen
ms que las personas homosexuales, y no nos podemos arriesgar a que nos vean con ellos en nuestras iglesias o ministerios porque son gente del mundo 137. Y, para colmo,
ultra pecadores. Eso es, precisamente, lo que no debemos hacer ni pensar. En palabras de Jibsam Melgares: Sin
duda, mientras ms alejada de Dios est una persona, ms
136
137
Atrvete a ser transparente: 107.

Homofobia, Lder Juvenil 02 (julio-septiembre 2008): 7.
137
trabajo tenemos con ella. Nuestro primer lanzamiento es

juzgar, creernos mejor que ellos, criticar y abandonar. Pero
Dios nos llama a buscar, confrontar, acompaar, restaurar,
orar y amar a estas personas. El apoyo es inestimable, estimado lector, y no pasa desapercibido. Como nos lo confirma las palabras cargadas de sinceridad expresadas por
Anne Paulk, que vale la pena que citemos literalmente:
A lo largo de este camino, cont con la compaa de pastores, amigos y familia. Algunos de ellos no saban muy
bien qu hacer conmigo, sin embargo, es cierto que todos
fueron buenos compaeros. Afortunadamente para m, al
final encontr otras mujeres en el mismo camino, camin
junto a ellas, y encontr valor y comprensin en su compaa. Me di cuenta entonces de que no estaba sola. Nos
preguntbamos juntas qu nos deparara esta nueva vida
y si los resultados mereceran la pena del precio que estbamos pagando [...] Ten la seguridad de que tu apoyo es
importante. Aquellas de nosotras que tomamos la decisin impopular de dejar la vida homosexual a menudo encontramos mucha oposicin y muy poco estmulo138.
De ah, pues, la importancia capital que debe tener

este tema para nosotros. De ah la importancia capital de
disponer en nuestro corazn acompaar, ser amigos. Y que
al hacer as los dems tambin experimenten la compaa
y el aliento de Aquel que no le import que su reputacin
se viniera abajo cuando lo vieran comiendo a la mesa de
pecadores y publicanos: Yeshua de Nazaret.
5) Cambiar el prejuicio y la ignorancia
por la comprensin y la informacin
Algo rigurosamente necesario que se debe hacer,
pero que por motivos de pereza o desinters no se hace, es
138
Restoring sexual identity: 10.

138
informarse lo ms posible sobre el tema. Conocer acerca

de las homosexualidades y todo lo que se les relaciona viene a ser un tipo de informacin que en nuestros das no se
puede pasar por alto; ms an, para aquellos que son llamados a llevar esperanza a los atribulados y afligidos.
Tener contacto con este tipo de informacin no slo
sirve para dar inicio a un proceso cognitivo o para acrecentarlo, en el caso de ya contar con uno, sino para obtener directrices adecuadas que sirvan de gua a las personas en su deseo de afrontar de mejor manera el problema,
y as brindar el apoyo adecuado. Es justo en esta ligadura
cuando, muy admisiblemente, y apelando a la gracia que
debe abundar en el corazn de cada creyente en Cristo, el
contacto con esta informacin generara un sentimiento de
comprensin y misericordia en su receptor, con respecto a
las otras que luchan (y con las que no luchan, con mucha
ms razn) contra esta debilidad. Y cuando hablamos de
comprensin y misericordia nos referimos a sufrir con la
persona que ayudamos o queremos ayudar, mas nunca lstima a la persona o aceptacin a la conducta errada.
Ahora bien, la realidad actual que se ve en la iglesia
es otra. La obcecacin est a la orden del da. Y debido a
la ignorancia imperante en todo sentido (Palabra de Dios e
informacin cientfica), el pecado de la homosexualidad se
ha catapultado excesivamente en la escala de maldad, que
hasta pareciera que no existiese otro peor que ese; incluso,
en la esfera de imperdonable para los ms extremos. Esta
actitud, como es de suponerse, lo menos que genera es gracia, comprensin o algo de misericordia. Al contrario. Como nos lo hace saber John Boswell al decir que en la misma lista en que se exclua del reino de Dios a los culpables
de prcticas homosexuales se mencionaba tambin a los
codiciosos. Sin embargo, ningn Estado medieval quem
codiciosos en la hoguera139.
139
Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad: 12.

139
Por ltimo, se puede apuntar tambin ac eso que el

telogo salvadoreo Gerardo Alfaro indica que debe acertarse en la iglesia: una contracultura que reta. En especial,
segn el tema que nos compete, en lo relacionado a ciertos
modelos de lo que significa ser hombre o mujer. Para ilustrarlo, echamos mano de una cita larga:
El arquetipo del biotipo tradicional, por ejemplo, que en
la mayora de nuestros pases latinos se tiene de quin es
un hombre incluye varias cosas. Se debe ser musculoso,
fuerte, alto, voz ronca, velludo, con sex appeal Qu
pasa con aquellos hombres que no tienen ninguna de esas
caractersticas? Sufren socialmente. Algunos llevan a cabo abusos machistas para probar su hombra (el complejo
napolenico, por ejemplo: el hombre de pequea estatura
que se deleita en tomar actitudes dictatoriales con todos).
Otros son forzados hacia la confusin de identidad: Ser homosexual?. La iglesia de Jess hara gran bien en
darle cuerpo, recordar, ensear y predicar que la imagen
del hombre perfecto, Jess de Nazaret, en su recorrido
histrico contradice la mayora de aquellos elementos.
Jess no es el que grita, no es el que cuya apariencia fsica agrada, Jess llora, Jess no trata como objeto sexual a
la mujer, Jess no es el que somete con fuerza sino que
sirve con devocin No hay duda que esta imagen traera mucha salud a un mundo y a una iglesia que por el
momento se encuentra en una crisis de identidad. Que
Dios nos permita vivir como hombres y mujeres, que con
la misma dignidad e integridad que el Dios encarnado nos
ha dado, deseemos crecer en el conocimiento y en obediencia a l, porque slo entonces podremos saber quines somos nosotros tambin140.
6) Dedicar tiempo para orar, sin cesar

Despus de tabular las respuestas de una muestra
140
Teologa. Amando a Dios con toda la mente (Texas, 2012): 79.

140
aleatoria de 1,007 adultos, Kinnaman y Lyons concluyeron

que solamente el 1% de los estadounidenses dicen orar por
los que se sienten homosexuales (y yo me atrevera a decir
que, como mximo, ese es el nmero para los que ruegan
en Amrica Latina y el resto del mundo) 141. Dicho porcentaje es bastante escalofriante, pero a la vez reflexivo. Cualquier cristiano nacido de nuevo que tenga contacto con ese
nmero, sabr inmediatamente lo que tiene que hacer. En
un mundo individualista donde los que conviven cada vez
se despreocupan (o desentienden) ms de las necesidades
del vecino, el compaero, el menesteroso y del prjimo en
general y donde Yav es el eterno olvidado, el discpulo
de Jess debe marcar la diferencia y ser una contracultura
al respecto.
La oracin es bsica y fundamental. Todo cristiano
lo sabe y se supone lo toma en cuenta. No es posible,
entonces, que aquellos que no han entrado al reino de Dios
sigan pensando que la iglesia cree que la gente del mundo
tiene muchos problemas, pero no tiene idea alguna de qu
hacer en cuanto a ellos. Los cristianos tenemos una herramienta muy poderosa que se llama oracin, capaz de arreglar hasta el ms complejo y difcil de todos los inconvenientes. Por qu no la usamos?
Si la iglesia efectivamente quiere ser de ayuda para
aquellos que luchan contra su homosexualidad, o para todos los que luchan contra cualquier otra debilidad o maldesgracia, saquemos del bal a la oracin y pongmonos
a trabajar. No por nada la FIA nos manda a orar unos por
otros para conseguir la sanidad (Stg 5:16) y nos aconseja a
utilizar esa herramienta de forma incesante y tesonera (1
Ts 5:17; Ef 6:18); puesto que ese debera ser siempre nuestro menester: nunca cansarnos de hacer el bien (Gl 6:9).
Dediqumonos, pues, a orar, sin cesar.
141
Casi cristiano: 100.

141
7) Prestar atencin a la familia

Mucho de los problemas afrontados por las familias
en nuestras culturas, que a la larga, terminan promoviendo
la desintegracin, se deben, en gran parte, a los ineficientes sistemas educativos con los que se cuenta (ya sea porque la educacin en s es mala o porque los valores ticomorales y religiosos estn cada vez ms ausentes de los
planes de estudio). Sin embargo, que esto sea as, no condona de responsabilidad a la iglesia. La iglesia est llamada a poner su grano de arena en el proceso instructivo, y a
hacerlo con dedicacin, esmero, eficiencia y prioridad. Es
en esto ltimo que creemos la iglesia est fracasando pero
en serio!
La iglesia pareciera que est ms preocupada por las
cosas secundarias o tercereas (el dinero, la infraestructura,
la tecnologa, los escenarios costosos, las liturgias espectaculares, la imagen en base a las posesiones y al nmero de
personas, etc.), que en las primarias y trascendentales que
son las que indudablemente importan (reflejar a Cristo a
travs de todos sus actos, comunicar su Palabra de manera
apegada sin acomodarla a su conveniencia y preocuparse por las personas y sus necesidades de forma integral). Como es de suponerse, al perder el rumbo y al salirse del camino, la iglesia se olvida de un aspecto valioso
para la salud del pueblo (tanto los de afuera como los
de adentro): la correcta educacin. Es aqu donde entra a
colacin el punto capital que se quiere comentar: la iglesia
demanda con urgencia reestructurar de manera adecuada,
como parte de la correcta educacin, su labor ministerial a
todo nivel, en especial, hacia la familia y con los padres.
Pero por qu ese enfoque particular? Porque, de acuerdo
a lo que muchos psiclogos, terapeutas, mdicos, telogos,
cientficos y estudiosos concuerdan en enunciar, todas las
homosexualidades que vemos hoy en da (excluyendo, por
supuesto, la que se manifiesta por carecer de salud mental,
142
que incluyen la conducta errada a partir de ciertos contextos sociales y a lo experimental) tienen su fundamento medular en las relaciones distorsionadas con el sexo opuesto,
y, funestamente, mucha de esa distorsin es propiciada en
el seno familiar, por los padres mismos.
No en vano el doctor en medicina y psiquiatra, licenciado en filosofa, y catedrtico de psicopatologa de la
Universidad Complutense, Aquilino Polaino-Lorente, despunta el rol que desempean las figuras del padre y la madre con relacin a sus hijos. Es decir, que aquel primer hecho diferencial que arrancaba y hunda sus races en la carga gentica, despus se agranda y consolida con ms grado
de libertad en esa expansin de la emergencia de la afectividad con respecto a los contactos, con las interacciones
(padre-hijo, madre-hijo, padre-madre), y con la exposicin
a esos modelos 142. De ah que si ese rol no ha sido bien absorbido o comprendido, y esa afectividad no se ha querido
mostrar o en su defecto se ha hecho incorrectamente
en los contactos y las interacciones, el infante, que siempre
observa, que es como una esponja para succionarlo todo,
que imita, que interioriza, tendr un fundamento ltimo en
que basar su identidad personal equivocado y confuso. O
en el peor escenario posible (worst case scenario), no lo
tendr, ser inexistente. Lo que, al instante de toparse con
una sociedad abierta y de apertura a la socializacin (en la
escuela, los medios de comunicacin, el vecindario, la calle, etc.), posiblemente se sentir perdido sin esas referencias o ese mapa cognitivo y afectivo que le sirve para conducir su vida hacia donde desea.
Por otra parte, refirindose a este tema la doctora
Elizabeth Moberly menciona que de entre una mezcla confusa de detalles, se sugiere un principio subyacente constante: la persona homosexual ya sea hombre o mujer
2009): 88.
142
143
ha padecido alguna carencia en la relacin con el padre del

mismo sexo; y que existe un impulso correspondiente a tratar de recuperar esa privacin por medio de las relaciones
homosexuales 143.
La estadstica que nos dice que hay una proporcin
de 25 mujeres lesbianas por cada 100 hombres guis 144,
nos puede ayudar a entender mejor este punto; ya que esos
nmeros vendran a ser un calamitoso reflejo de lo que comnmente se da en mayor escala en los hogares actuales: la ausencia de amor y confirmacin masculina debido a la desaparicin del padre del hogar (ya sea porque
textualmente se fue de la casa o porque su estampa e injerencia pasan desapercibidas; muchas veces, no porque l lo
desee, sino porque trabaja demasiado). Lo cual repercute
directamente en el hijo varn y que se ve reflejado en ese
explosivo nmero 100 de la estadstica y en la enorme diferencia con relacin al sexo femenino. Ahora bien, que
eso sea as, no quiere decir que las madres se pueden lavar
las manos. Claro que no. Siempre habr un margen de responsabilidad asignado. Pero como es evidente, el peso mayor recae en la cabeza del hogar. Es justamente aqu cuando las palabras exteriorizadas por la Dra. Carvalho cobran
mayor peso y pertinencia:
Cuando observamos la estructura y la dinmica de la familia en nuestra cultura, vemos que, lamentablemente, la
crianza de los hijos y la educacin religiosa quedaron en
manos de la mujer. En muchos casos, toda la atencin de
los nios queda exclusivamente a cargo de la madre. Podemos apreciar el grave problema que enfrentamos como
sociedad145.
Homosexuality: a new Christian Ethic (Cambridge: James Clark,

2001): 2.
144 Carvalho, Cuando el homosexual pide ayuda: 39.
145 Ibid: 40.
143
144
Asimismo, se puede transportar tambin ac lo que

el telogo Gerardo Alfaro titula como Homosexualidad y
Responsabilidad. Lo cual no es ms que estar conscientes
de que la homosexualidad no slo es responsabilidad individual. Esta conviccin, como lo presenta el autor, debe
promover en nosotros el entendimiento de que no podemos
contentarnos con sealar el pecado del individuo homosexual solamente, tambin debemos amonestar bblica y
teolgicamente todos aquellos elementos que producen o
favorecen este tipo de conducta sexual. Uno de ellos: el ser
adictos al trabajo (workaholics). En palabras de Alfaro:
El ser workaholics no es ms un asunto para bromear,
es letal para nuestras familias. La multitud de divorcios
en nuestras iglesias hablan de cmo los creyentes en general se han amoldado a este siglo (Romanos 12:1-2), por
razones egostas tanto de hombres como mujeres, sus hijos han terminado pagando por los trastos rotos. Esta responsabilidad social y familiar es algo que nuestros plpitos no deben pasar por alto. El materialismo y consumismo que va de la mano del workaholismo producen casas vacas, donde sin Jess el mundo engaoso y asesino
gobierna. Cunta falta nos hace el contentamiento del
que hablan Jess y Pablo!146
Estos escenarios, como es de esperarse, percuten de

varias formas en la formacin de los nios y adolescentes:
y la homosexualidad no es extraa a esa percusin. Ms
bien sta, muchas veces, toma partido de forma directa en
el desenlace final de este debatido drama. Lo que tampoco
quiere decir, como muchos psiclogos y estudiosos comentan, que el resultado homosexual si se nos permite
denominarlo as sea normativo o determinante, esto es,
que siempre se tenga que presentar o que sea una constante
a llevarse a cabo en todas las personas con este tipo de tra146
Teologa. Amando a Dios con toda la mente: 77.

145
ma. Claro que no. Eso depender, una vez ms, del sumario concreto de cada quien, de la mezcla de varios factores,
y de eso que su entorno tambin pueda aportar.
Qu debemos hacer entonces? Preocuparnos ms
por las personas (haciendo a un lado las trivialidades antes
citadas) interviniendo con mayor empuje y diligencia en su
educacin a todo nivel (con la informacin bblica y extra
Biblia correcta), y prestndoles una atencin minuciosa,
eficiente y con un destacado nivel de prioridad a todas sus
necesidades (con especial enfoque en la familia) de forma
integral, para, de esa manera, intentar desarrollar una labor
acertada de prevencin, en vez de persistir haciendo lo que
normalmente se hace: una labor desacertada de correccin.
8) Encarnar el sentido del mal-desgracia
Como se aconsej en el numeral 4 de la propuesta
para las personas que se sienten homosexuales, es importante intentar hallarle sentido al mal-desgracia que les toc. Lo que apunta a tornar lo malo en bueno para la gloria
de Dios y el beneficio de las personas. Eso, pues, la iglesia
debe apoyarlo y exponerlo. Cmo? Encarnndolo ella primero, por supuesto. Predicando con el ejemplo. Demostrando que ha entendido bien lo que significa llevar su propia cruz y seguir a Cristo. Enseando que tambin ha comprendido como corresponde el tema que nos ocupa y que
es posible, en Jess, convertirlo en un beneficio. Que ya no
sea ms un mal-desgracia, en otras palabras. Sino un bienque-surge-de-la-debilidad.
Adems, se debe estar claro para luego anunciar que la cruz no le va bien a nadie. Y esa cruz, como
dijera Pronzato147, es precisamente la nuestra. La cruz no
es ni un vestido, ni un par de zapatos, que deben venir a la
medida. La cruz jams va a la medida del gusto y de las
147
Desde aqu los crditos son de l. El acoso de Dios: 89-90.

146
exigencias particulares. Desgarra, magulla, araa, arranca

la piel, aplasta, doblega
Esa cruz que nosotros no habamos elegido nunca
entre otras mil una cosa as no debera sobrevenirme a
m no hay duda: es nuestra cruz. Esa cruz que nos parece injusta esto no deberan hacrmelo nunca es la
cruz justa para nosotros. Esa cruz que nos parece excesiva, disparatada, desproporcionada a nuestras dbiles fuerzas es demasiado, no puedo ms no pertenece a los
otros: es la nuestra. No hay que hacerse, no existe una
cruz a la medida. Si una cruz se presenta como antiptica,
desagradable, excesiva, demasiado ruda, insoportable, no
hay que dudar en cargar con ella, comenta Pronzato. Nos
pertenece.
Esto no quiere decir, entindase bien, que las relaciones entre nosotros y la cruz se vuelvan idlicas, que todo marche bien. Con la cruz no hay nada que marche bien.
La cruz marca surcos profundos en las espaldas y en el corazn. Pero, a pesar de todo, se establecer una familiaridad. Una familiaridad sufrida, pero justificada por el sentido que se descubre poco a poco, caminando. Y aun cuando el significado no aparezca claro, siempre est la fe que
nos invita a dejarnos conducir de la mano de alguien que
sabe. No somos nosotros los que tenemos que saber. Fe
quiere decir simplemente saber que l sabe, aun cuando
nosotros estemos a obscuras. Esto es, pues, lo que debemos vivir y anunciar. Decir siempre, con convencimiento:
Adelante con esa cruz que no te va bien. Con la cruz que
no est hecha a tu medida. Lo que cuenta no es que la cruz
est hecha a la medida. Lo esencial es que t seas a la medida de Cristo.
9) Revertir la abultada falta de accin
Finalmente, vale la pena mencionar, con pena, el
letargo hibernal que la iglesia sobrelleva, y que, segn se
147
ve, no hay indicios de que est llegando a su fin. Pero ese

letargo no significa, en ningn momento, que la iglesia se
encuentra esttica, sin hacer nada. Ciertamente que no. La
iglesia de la actualidad est ms activa que nunca, trabajando apurada e incansablemente. Lo triste es que todo ese
trabajo, todas esas energas, talentos y dones, todo ese ingenio y creatividad, y todo ese valiossimo e irrecuperable
tiempo se descargan, ms que nada, en aquello que no es
lo primordial. Las actividades que verdaderamente cuentan, aquellas en las cuales la iglesia debe concentrarse preferentemente, siguen hibernando (y se levantan de cuando
en cuando, pero rpidamente se vuelven a anestesiar). El
asunto de la homosexualidad es uno de tantos que nos lo
demuestra.
Los guas del movimiento activista homosexual, a lo
largo y ancho del planeta, afirman una y otra vez que ellos
estn tratando de que se les respete sus preferencias sexuales. Alegan que no se trata de imponer sus puntos de vista
o su comportamiento, sino que slo se trata de promover la
encumbrada y famosa tolerancia148. Sea verdad o no, lo
cierto es que estn trabajando ardua e infatigablemente por
eso que consideran lo ms importante y substancial (algo
loable y digno de imitar). Y cuando decimos loable y digno de imitar nos referimos a la actitud, a la pasin, la enjundia y la conviccin que ellos demuestran por alcanzar
lo que ambicionan. En ese sentido, se vale indagarnos, y
la iglesia? Podramos decir, con conviccin, que la iglesia
est haciendo exactamente lo mismo? Tendramos que responder con tristeza que no. Por el contrario, la iglesia,
literalmente, se est durmiendo en sus laureles. Y son cada
vez ms las personas que se suman al creciente grupo donVida Humana Internacional, La intolerancia de los que
promueven la tolerancia, en accesos directos a: Homosexualidad/
Militancia homosexualista, en www.vidahumana.org (ltimo acceso
10 de agosto de 2012).
148
148
de se ubican los que no quieren saber nada de ella. Todo

porque la iglesia eterniza dormitando en aquello que debera ser lo primordial: manifestar real y verdaderamente a
Jess en todos sus actos y dicciones, comunicar sus mandamientos fielmente (sin ajustarlos a su provecho y estudindolos con seriedad, dedicacin y esmero) y preocuparse por las personas y sus necesidades de forma integral. Y,
en el caso especfico que nos atae: amar y entender a las
personas homosexuales, recibirlos con galanura en las congregaciones y mostrar un inters legtimo en ellos y en sus
necesidades; ya que, como bien lo apunta Craig Blomberg,
cuanto ms convencidos estamos de que cualquier persona
homosexual o cualquier otra persona muy diferente de nosotros se ha perdido y no conoce a Jesucristo, ms debemos hacer lo imposible en trminos de amar a esa persona
en el reino149.
De ah que cuando hablamos de lo ms importante y
prioritario, una de sus acepciones es justamente eso: amar.
Amar a las personas y demostrarles gracia. No ponerse a
pelear con ellas en una lucha sin cuartel ni final (lo cual no
significa, valga la aclaracin, decir s a todo lo que ellos
quieren o pidan, sino ms bien bosquejar en nuestro semblante un rostro que diga s a ellos como personas150). Si
no, cmo podr la iglesia poner la verdad imperecedera
del amor y la gracia al alcance de los dems si ha perdido
el rumbo? Y cmo podr beneficiar a las personas homosexuales y a todas aquellas que pasan por alguna necesidad o apremio si no est consciente de su abultada falta
de accin en lo que de verdad cuenta? O es que a la iglesia ya se le acab la pasin por Cristo? Si es que algn da
la hubo. O es que a la iglesia se le est olvidando su verPreaching the parables (Malang: Baker Academic & Literatur
Saat, 2010): 163.
150 Idea tomada de Charles Swindoll, El despertar de la gracia, trad.
Adriana Powell (Nashville: Grupo Nelson, 1995): 15.
149
149
dadera razn de ser? Si es que algn da hubo convicciones slidas. De ser as, es muy probable que est separada
ya de su cabeza Cristo.
En este aspecto, se vale exclamar: Ya es momento
de recapacitar y de enmendar! Como lo opinara Peter (un
hombre que se siente homosexual entrevistado por Lyons
y Kinnaman): Muchas personas en la comunidad gay no
parecen tener problemas con Jess, sino ms bien con la
gente que dice representarlo hoy 151.
Salgamos, pues, de ese letargo hibernal y tratemos
de restituir esa imagen cada vez menos confiable que arrastra la iglesia de Jesucristo para con algunas personas (en
especial, con las nuevas generaciones) trabajando, o mejor
dicho, sirviendo en aquello que es lo ms importante, que
es realmente lo que vale, y que en s, es vida y no obra. Sin
olvidar, asimismo, que lo nico que se requiere para que el
maligno triunfe, es que los justos dejen de actuar (Edmund
Burke). Depende de nosotros!
Por si acaso
10) Hacer uso de la sabidura y la justicia
al aplicar las leyes
Y cuando se habla aqu de sabidura y de justicia, no
es otra cosa que intentar analizar cada contexto de la mejor
manera posible, para, a partir de all, y sin perder de vista,
obviamente, el orden establecido por Dios y todas aquellas
acciones que podran atentar contra la persona y contra ese
orden indispensable para el sostenimiento de la sociedad,
tomar las decisiones acertadas en beneficio de todos.
Por ejemplo, los estatutos que argumentan que el ser
que para nosotros es sentirsehomosexual es un delito,
con penas de crcel e, incluso, la muerte en casos lmite, es
algo que escapa a esos enunciados. Por qu? Porque ellos
151
Casi cristiano: 104-105.

150
atentan indebidamente contra la persona en s. Para ilustrarlo, tomemos la sentencia garabateada arriba y sustituyamos la palabra homosexual con la palabra fornicario
y vamos a ser capaces de diferenciar lo que ello significa.
Ya que para que sea delito, ste se debe analizar no en base a la conducta como tal, sino a las acciones que brotan de
ella. De ah que, si se aplicara la sabidura y la justicia, el
ser que en verdad es sentirse homosexual, por el simple hecho de ser as, no debera ser considerado como fechora. Recordemos, todos somos heterosexuales, y tanto
la homosexualidad como la fornicacin vendran a ser estilos de vida sexual equvocos con los que la persona se
ha identificado, lo cual no es un delito; ya que la libertad
con que contamos nos permite hacerlo. Pero si al momento
de vivir esa homosexualidad o esa fornicacionalidad (o
cualquier forma de comportarse que la persona elija) se comete un crimen o se viola el orden pblico o la misma ley,
all s aplicara esa diccin: es una fechora.
Ahora bien, el caso de la Homosexualidad vs Leyes
no slo tiene que ver con lo dicho en el ejemplo anterior,
sino con todas aquellas demandas polmicas y no-polmicas que las personas que han abrazado abiertamente a
la homosexualidad anhelan entren en vigencia. Al respecto
habra que decir, que lo ms importante aqu debera ser
siempre la persona: qu es lo que ms le conviene o qu es
lo que de verdad le beneficia; tanto individualmente como
colectivamente. Y es en este punto donde las leyes, avecinndose a la sabidura y a la justicia, y basndose en convicciones slidas y bien cimentadas (sin perder de vista lo
establecido por Dios, recomendado), decidiran si aceptan
o no su aplicacin. Para ello, se debe decir, no se est a la
deriva. Puesto que, penosamente para algunos todos los
que quieren hacer lo que les place, la FIA ya ha hablado
al respecto y ha presentado el orden que debe seguirse para obtener ese beneficio total, del cual hablamos, en todas
las reas generales de la vida del ser humano (las cuales
151
incluiran, a la vez, al resto que son ya especficas y que se

derivan, precisamente, de las generales 152). Aunque, eso s,
la libertad con que fuimos dotados nos permitir decidir si
hacemos uso o no de ese orden, tanto para requerir como
para aceptar.
A manera de ejemplo se podra mencionar al mandamiento

general no robes (Ex 20:15), el cual incluira situaciones especficas como la piratera y los derechos de autor, por decir algo. O
se podra sacar a luz el mandamiento general no mates (Ex
20:13; Mt 5:21-22), el cual incluira la situacin especfica del
aborto, por ejemplo. O se podra traer a colacin al mandamiento
no cometas adulterio (Ex 20:14; Mt 5:27-28) y a la sugerencia
implcita a no fornicar (1 Co 6:9; Gl 5:19), mancomunados al
mandamiento no codicies (Ex 20:17; Mt 5:28), que incluiran las
situaciones especficas de la violacin, la prostitucin, la pornografa, el abuso y a todas aquellas acciones inmorales que involucran una relacin sexual fuera del matrimonio o antes de ste.
152
152
PALABRAS FINALES
Gracias al trnsito efectuado a travs de este libro,
pudimos hacer contacto, por sobre la superficie, con uno
de los temas ms controversiales que ha dado y sigue
dando de qu hablar en nuestros das. Hay que asentir a
que nuestro contacto no ha sido para nada profundo. Estamos conscientes de ello. Se sabe que este tema se presta
para hablar y escribir por largo rato, pues cuenta con muchas reas y aspectos sobre los cuales se podra profundizar de manera especfica. Sin embargo, se cree que lo que
aqu se logr tratar cumple con lo necesario para alcanzar
el objetivo primordial que encamin su escritura: ayudar y
motivar.
Conocer acerca de la homosexualidad correctamente
es ineludible tanto para aquellos que la practican abierta o
solapadamente, como para los que la amonestan firme o de
forma acomodada; y tambin para los que no la amonestan. Tanto para aquellos que luchan contra ella o la aceptan
sin batallar, como para los que tratan de ayudar a los que
luchan y tambin a los que no aspiran en absoluto luchar.
En resumen: es imprescindible y necesario para todos. Como se habr podido notar a medida avanzbamos, la homosexualidad representa un riesgo latente para la persona
que la sigue. Riesgo porque se suelta de lo normal-natural
estipulado por Dios desde los comienzos; tanto a nivel fsico (gnero), emocional (amor eros) y sexual (las relacio153
nes ntimas). Situarse, entonces, de su lado, sera al mismo

tiempo situarse en contra del Creador. Dicindole que nosotros creemos que sus planes y directrices no son tan buenos como l asegura, y que mejor apoyaremos los planes y
directrices que la homosexualidad promulga, al fin y al cabo, es muy difcil que estn equivocados. Ese es, quizs, el
mayor riesgo de asegurar en base a suposiciones. Como dijera Jos Luis Martn Descalzo, siguiendo de cerca el argumento de Lpez Caballero: Nunca se debe criticar [ni asegurar] lo que no se ha comprobado bien. Criticar [y asegurar] sobre rumores, sobre sospechas, es predisponerse a ser
injusto (Razones para vivir, 52).
Por su parte, se debe recordar que Dios ha fundado
un orden en toda la creacin que es imprescindible seguir,
pues es para nuestro bien, para el bien de la sociedad, y para el bien del planeta entero. Trastornarlo sera, entonces,
un error garrafal de consecuencias desdichadas para todos
los involucrados. Por esa razn es imprescindible aleccionarse debidamente con la informacin correcta, poner de
lado el prejuicio o los deseos propios, y prestar atencin a
lo que Dios revela en su Palabra (sin ajustarla o acomodarla, o, como se dice habitualmente, sin estirar los versculos). Haciendo as vamos a saber, de verdad, la manera
adecuada en que debemos conducirnos, sin perturbar todo
aquello que es para el bien comn e individual y que nos
lleva a la vida plena y abundante (nos guste o no; queramos o no; lo estimemos o no. Aunque si amamos a Dios y
en realidad queremos estar en concordancia con l, nos va
a gustar, vamos a querer y lo vamos a valorar. Todos entramos en esta redada). Se recuerdan de Pronzato?: la misin no es la de dar seguridad (pintar el panorama bonito,
slo bendicin, puro bienestar), sino aguijonear, provocar,
aceptando, viviendo y diciendo la verdad. Verdad que penetra, incomoda, pero no humilla. Verdad que cura aunque sea con dolor pero no hiere. Felicidad es poder decir la verdad sin hacer llorar a nadie (F. Fellini).
154
PALABRAS FINALES
Las homosexualidades, entonces, vendran a ser una

especie de gobiernos sexuales multidimensionales cuyas
causas, muchas veces, involucran desordenes o trastornos
manufactura de la oficiosidad del mal (una desgracia), que
lleva a la persona a concordar, en el momento culminante,
que el pecado es el nico medio de conseguir el bien (una
responsabilidad); lo que, a la corta o a la larga, termina por
ocasionar efectos terribles y dolorosos en el individuo, la
familia y la sociedad. Demostrando as que todo era parte
de un seductor engao (una vez ms, esto no significa que
todas las personas que se sienten homosexuales estn condenadas por el simple hecho de serlo; eso depender de la
actitud de cada quien hacia lo malo el pecado y de si
eso ocupa el lugar de Dios y lo excluye). Por tanto, y debido al peligro o riesgo amenazador, se hace muy necesario
luchar contra ella.
Ahora bien, como se indic antes, estas conductas
(o gobiernos) sexuales, que a un tiempo deberan entenderse como una debilidad (mal-desgracia), no es fcil superarlas (como no lo es cualquier otra debilidad que induce
al pecado). Pero tampoco es imposible. Lo que quiere decir que la expresin que justifica yo nac as y no puedo
cambiar no encuentra cabida en este pensamiento. Es aqu
donde la motivacin que se evocara al inicio entra en escena. Es muy importante, una vez que se ha aceptado el regalo de gracia que Dios les proporciona a todas las personas,
sin excepcin, sentirse motivados y dispuestos a enfrentar
correctamente la trama de la homosexualidad que se tiene
o se aqueja. Para ello, como bien lo sugiere Rich Perozich,
se debe comenzar por saber quin se es: yo soy un hombre
o una mujer, no guey o lesbiana. Despus la persona debe
saber a dnde va, cul es su meta: mi meta es la restauracin, la santidad, el control y la vida eterna con Dios a travs de Jesucristo y la ayuda de su Santo Espritu (ya que lo
esencial para la persona no debe ser el yo, sino el Absoluto
controlando TODO su yo). Enfrentarse correctamente a la
155
trama de la homosexualidad tambin significar llevar a

cabo un inventario consciente de los deseos de nuestro interior que estn en conflicto con la propia identidad sexual
y con la meta de vivir en santidad, en concordancia con lo
ordenado por Dios y de alcanzar la vida eterna. Actuando
por medio de la oracin y de la conversin constante ante
la ideologa homosexual y cultura mundana presente en la
sociedad, para conseguir as vivir las virtudes del dominio
propio y la pureza sexual.
Asimismo, esa motivacin que impulsa a la persona
que se siente homosexual a tomar cartas en el asunto y a
tratar de mantenerse en el camino que le agrada a Dios, debe ser la que tambin pulsione a la iglesia (y a todos aquellos que deseen ayudar) a ser un ente de suma injerencia
que brinde apoyo, cobijo, comprensin y consuelo a todos
los que padecen o tienen alguna necesidad. Pero esa ayuda
hay que admitirlo nunca llegar, si como conjunto, o
como persona individual, nos concentramos exclusivamente en condenar (muchas veces con enojo o mecnicamente)
las conductas erradas y nos olvidamos por completo de la
persona; si nos enfocamos nicamente en magnificar el pecado, metiendo en el mismo costal tanto el impulso, la inclinacin o la atraccin, como el comportamiento o la conducta, y nos olvidamos de hacer una separacin, porque la
FIA slo condena lo segundo (esto es, en todo caso, lo que
vendra a ser inmoral y abominacin); si nos concentramos
solamente en empinar en lo ms alto del podio al pecado
de las homosexualidades (abriendo con eso la puerta de
nuestro corazn para que entre, como Pedro por su casa, la
homofobia camuflada. Ver apndice 1), lo cual vendra a
propiciar que nos olvidemos que en la lista de pecados de
Dios no slo aparece el pecado de echarse con hombres
como con mujeres y viceversa, y que l hace salir el sol
tanto para los que se echan como para los que no se echan,
o que l es como ese tren que menciona Boff que lleva a
todos por igual: no lleva menos al criminal que a la perso156
PALABRAS FINALES
na de bien, y tampoco deja de llevar, amablemente, a quienes estn en su contra, no se le niega a nadie, sirve a todos,
y a todos proporciona un viaje que puede ser esplendoroso
y bienaventurado, de gratis, y les garantiza que los dejar
en la localidad sealada en su ruta; y si nos concentramos
nicamente en reorientar nuestras creencias y convicciones
por hacerle lugar a la falsa tolerancia que la sociedad de
hoy promueve, y nos desinteresamos, como lo dijera Karol
Wojtyla, de tener la valenta de mirar la verdad cara a cara
y de nombrar a las cosas por su nombre, sin dejarse llevar
por la conveniencia o por la sutil tentacin del autoengao
(Evangelium Vital, 58), la situacin seguir en cada libre
(como ya se est viendo en nuestras sociedades e iglesia) o
estrellndose del todo contra el fondo del abismo.
Pero seamos claros, como lo incita Medved: la mayor amenaza contra el orden de Dios, donde uno de sus pilares fundamentales es la familia, no viene de la COMUNIDAD GUEY. Viene de la infidelidad, del divorcio, de todas
las tentaciones que temen y padecen los heterosexuales en
una cultura hedonista (vase apndice 6). Nuestra respuesta no debera ir especficamente dirigida a los que se sienten homosexuales o a las cuestiones homosexuales, sino a
la necesidad de dignificar, santificar y defender el orden de
Dios (la familia y la institucin del matrimonio). Por tanto,
la pulsin que debiera ser ejercida si se lograra la motivacin antes evocada, debe levantarnos de nuestro asiento
mental y fsico, y, a travs de la accin de hecho y palabra, poner en prctica la respuesta, siendo a la vez verdaderos discpulos de Cristo; fieles imitadores de su ejemplo y constantes hacedores de su Palabra.
Por otro lado, esa motivacin, cuyo combustible que
la conserva en movimiento es la gracia, hace que las acciones efectuadas tambin se reflejen dentro del mismo cuerpo, preocupndonos por llevarle el consejo oportuno a la
feligresa (ya sean nios, adolescentes, jvenes o adultos)
del apremio inminente que se encierra dentro de toda esa
157
complejidad y confusin que es acarreada por la conducta

homosexual. Pero, en especial, la recomendacin pertinente debe alcanzar a los padres, ellos son los primeros y ms
importantes responsables de la correcta orientacin sexual
de sus hijos y su papel es insustituible. No cabe duda de
que hay mucho por hacer, y sera condenable que la iglesia
se mantuviera de brazos cruzados reconociendo que se debe hacer algo, pero sin tener la ms mnima idea de cmo
hacerlo; o, en el peor de los casos, derrochando sus recursos en las cosas que no son prioritarias, y, las que s lo son,
se mantengan en un entumecido e interminable descanso
hibernal.
Al encontrarnos ya en las postrimeras de este interesante trajinar, no podemos darlo por finalizado sin antes
mencionar dos aspectos capitales que se dieron cita aqu:
la accin del Espritu Santo (gracia) y la capacidad de cada
quien para tomar decisiones (libertad). Debemos reconocer
y estar conscientes que en esta vida nada se puede
realizar sin la accin misericordiosa de permisividad y soporte del Espritu Santo. Sea que se crea o no, Dios, a travs de su Espritu, se est moviendo en la tierra, llamando
a cada persona por su nombre, convencindolas de injusticia o de pecado, permitiendo que las situaciones le acontezcan o ponindoles un alto, y ayudando como nadie ms
lo puede hacer a todos aquellos que han decidido escuchar
su voz y aceptar su gracia (su control; nada es por nuestros
logros, todo se debe a la accin de Dios por medio de su
Espritu).
Debido a ello podemos decir: que todo lo que se ha
referido en este libro es porque el Espritu ha tenido a bien
que se escriba. Pero ser la decisin de usted, querido lector, la que dispondr si lo acepta, lo cree y lo aplica para su
vida o no. Ya que estas ideas en ningn momento buscan
ser aceptadas obligatoriamente por todos aquellos que las
lean. Dios nunca nos impone nada y nosotros imitamos ese
ejemplo. Ya ser l el que al final califique nuestros razo158
PALABRAS FINALES
namientos, nuestras palabras, nuestras decisiones y nuestro

comportamiento. Sabiendo y evocando, con toda propiedad, que Dios es justo, y que juzga de manera perfecta. Y
que a la vez es amor, y siempre acta a favor nuestro, porque l quiere lo mejor para nosotros. Aunque, muchas veces, no lo entendamos as o lo percibamos de esa manera.
O aunque lo que ambicionamos y le demandamos no sea,
precisamente, lo que recibimos de l. No obstante, como
dijera Anneliesse, hija del compositor Charlie Hernndez y
su esposa Nany: Aun si Dios no me diera lo que yo le he
pedido, prefiero vivir con la esperanza a vivir con frustracin (Atrvete a ser transparente, 148).
Algo que es oportuno mencionar ahora antes que se
nos pase por alto y ya no tengamos ocasin de hacerlo, es
que no se pretende ni se persigue que las personas que se
sienten homosexuales que se han acercado a estas pginas
y que han llegado hasta aqu, al igual que lo han hecho todos aquellos miembros de la iglesia, piensen (o crean) que
la informacin plasmada en este libro fue orientada en la
forma que se hizo, porque no se les quiere y no se aprecia
todo el conjunto representado por sus personas. Claro que
no. Por el contrario, ms bien porque se les quiere y se les
aprecia es que se dijo lo que se dijo a la luz de la FIA y del
soporte del Espritu Santo. Ya que es por amor que se busca siempre el bienestar del otro, aunque, muchas veces, para llegar all, haya que ser directo y llano en lo que se dice.
Tal como sucediera con el Maestro de maestros, por cierto.
Cuando el Maestro peregrin por la tierra, en ms de una
oportunidad se hall en confrontaciones con los lderes religiosos e intrpretes de la ley de aquellos das: los mentados escribas y fariseos. En dichas confrontaciones, Jess
siempre aprovech para expresarles a estas personas lo que
l opinaba de su manera de conducirse y comportarse con
relacin a los dems y a la misma ley que ellos interpretaban. Y en varios de esos discursos fue muy directo en su
forma de hablar. Y, si se quiere, spero al remitirse a ellos:
159
Serpientes, generacin de vboras! Cmo escaparis de

la condenacin del infierno? (Mt 23:33). Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! Porque sois semejantes
a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se ven
hermosos, mas por dentro estn llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia (cfr. Mt 23:27). Y refirindose a
ellos por hipcritas o ciegos insensatos (cfr. Mt 23:13;
17). Lo que, de Jess hallarse en nuestros das, seguro se le
hubiera acusado de discriminacin o se le hubiera tachado
de fariseofbico (pero no cabe duda que al actuar as, sin
rodeos, muchos de ellos entendieron el mensaje y cambiaron de actitud; Jos de Arimatea y Nicodemo son un buen
ejemplo de ello. Jn 19:38-42; Mr 15:42-43).
Todo esto significaba que Jess no los amaba o que
le eran desagradables como personas? Ciertamente que no.
S los amaba y los apreciaba mucho, por eso los reprenda.
Su mandato a amar a los enemigos (Mt 5:43-44), su tristeza a causa de la reciedumbre de sus corazones (Mr 3:5),
sus palabras en la cruz Padre perdnalos porque no saben
lo que hacen (Lc 23:34) y su misma muerte nos lo confirma de buena forma (Jn 3:16). Y de hecho, se podra decir
aqu, que los que s demostraron aversin u odio hacia la
persona, o dieron muestras de poseer algn tipo de fobia,
fueron ellos. Por mencionar algo, los juicios capitales slo
deban realizarse durante el da (m. Sanh 4:1j); sin embargo, a Jess lo juzgan en una sesin nocturna. Esto sugiere,
como bien lo apunta Roberto Haskell, que las reglas fueron manipuladas en el caso del Maestro por el rencor que
le tenan y en su apuro por condenarlo (Kairs 45, 68).
De ah, entonces, al igual que el paradigma extrado
de las invectivas del Maestro, el cual, siguiendo la idea de
Boff, se convirti en una crisis para los fariseos (y el mundo de su poca) cuando, con su presencia, su luz, su amor,
los purificaba, hacindoles pasar por un proceso de conversin, doloroso pero gratificante, las palabras aqu expuestas, aunque directas, y muchas veces indeseadas, han
160
PALABRAS FINALES
sido dichas con todo amor para llevar a reflexin al lector,

instarlo a una conversin de ser necesario, y porque
se anhela su bienestar de una forma plena y colmada y su
correcto operar conforme a los valores del reino; ms an,
si ya se conoce su Revelacin (Mt 10:34; Jn 3:19, 5:19-30,
12:31, 47, 16:11; Heb 10:26-31).
Para finalizar, vale la pena afianzar ahora algo muy
importante: que tanto la iglesia de Cristo como cada una
de las personas que han decidido abrazar a la homosexualidad como tal o luchar contra ella, tenemos un gran reto al
intentar sobrellevar todo lo que tenga que ver con este tipo
de conducta sexual (o enfermedad del alma?) de manera
adecuada a la luz de la FIA. Est fuera de toda duda que
no ser fcil. Y que sobrevendrn muchos obstculos, tribulaciones o tentaciones, ya que el enemigo, que anda como len rugiente buscando a quien desmenuzar, no se va a
quedar de brazos cruzados as como nosotros solemos
hacer muchas veces ni se va a relajar en ningn instante
(de ah que ste ser un problema insondable con el cual
vamos a tener que lidiar constantemente), pero que al ser
tratado con la asistencia divina, con la actitud y la postura
adecuada, con la correcta motivacin y con la informacin
idnea, nunca lograr sus objetivos malficos contra nosotros. Ms bien, en una voltereta de gracia oportuna, obtendremos esa libertad, esa paz, esa armona, ese bienandanza, esa felicidad, esa congratulacin que andamos buscando y que nuestro corazn anhela infatigablemente.
No se debe olvidar que Dios es todopoderoso, todogracia y todoamor, aprovechmoslo! l no nos va a trampear jams, ya que continuamente es materia dispuesta
para demostrrnoslo (todofidelidad). Slo restara que nosotros seamos tambin materia dispuesta para recibirlo,
asimilarlo y luego reproducirlo. Esto es: nuestro encuentro
con l y su gracia.
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia! A l sea siempre toda la honra y la gloria!
161

LA GRACIOSA MELODA
No conozco el trasfondo de esa disposicin,
pero s entiendo el mensaje que nos transmite:
iglesia y homosexualidad no son compatibles.
Andruejol, Lder Juvenil 02, 5.
Me hallaba apostado frente al televisor, cuando mis

odos percibieron por primera vez dentro del seno familiar
la palabra homosexual. sta proceda de mi madre que,
al tomar el hilo sobre farndula y cine con mi padre, como
sorprendida, le indag:
Y ya te diste cuenta que fulanito (un actor) es
homosexual?
Al principio, or aquel vocablo no produjo ninguna
mella en m. Ya lo haba escuchado un par de veces antes,
sin interesarme mucho por su etimologa y significado. Pero luego de que esta vez s hiciera las averiguaciones respectivas con mi padre, mostrando algo de inters por saber
ms sobre lo que le concierne, inmediatamente sent cmo
algo estrambtico se me arremolin por dentro. Este torbellino, cabe decir, era el estremecimiento que ocasionaba la
confusin en mi mente, que giraba de all para ac, cuestionando: Cmo es posible que a l le puedan gustar los
hombres?
Hasta ese instante, en mi escalonado caudal de conocimientos la nica combinacin posible que poda darse
a la hora de hablar de preferencias amorosas y de amenidades afectivas era: un hombre gustando de una mujer y una
mujer gustando de un hombre. No que un hombre gustando de otro hombre. Eso era algo por ms inslito y nunca
165
antes visto, segn yo. Por eso me era enormemente difcil

entender cmo esa miscelnea se estuviera consumando en
el mentado actor. Sin embargo, es indiscutible que cuando
uno es nio, situaciones de este tipo (y me atrevera a decir
que de cualquier otro que sea) rpidamente pasan a ser historia. Pero el impacto sutil que esto caus en lo intrnseco,
lo dej esculpido en mi memoria para futuras aproximaciones con la palabra homosexualidad.
Pasados un par de aos, me hallaba esta vez sper
concentrado intentando finiquitar la obra maestra que me
exiga mi clase de artes, cuando a unos compaeros, algo
alarmados e inquietos, les dio por comunicar a los cuatro
vientos que los miembros de una banda de rock cuyo
nombre, por cierto, es femenino eran todos homosexuales (al menos eso fue lo que manifest la noticia local que
ellos consultaron).
Dar odos a esa crnica, que involucraba un escenario equivalente al caso del actor, ocasion que mi mente
de nuevo la emprendiera a zarandearse, cuestionando: cmo es posible que a todos ellos, siendo machos, les puedan
gustar otros hombres? Qu nos pasa! Pero eso no fue todo. Esta vez, en un arrebato filosfico kierkegaariano, mi
mente le hizo el siguiente agregado: Habiendo tantas mujeres en el mundo, tienen que fijar sus gustos en otros bigotudos; eso es algo verdaderamente enigmtico, inslito y
slo visto una vez antes (notoriamente, el caso del actor
regres de mis recuerdos).
Curiosamente, luego de que la escena con mis compaeros llegara a su fin, el contacto con la palabra homosexual se torn mucho ms frecuente en mi rutina; incluso, hasta pareca que desde all contaba con una especie de
magnetismo que la atraa y todo lo que tuviera que ver
con ella hacia m. Esa embrollada ocurrencia, para debacle propia, iba criando en mis cuestionamientos tenues
cambios que yo mismo no me percataba que acontecan,
166
APNDICE 1
pero que, desdichadamente, eran toda una realidad. Y se

podan detectar haciendo un razonamiento comparativo de
todos ellos, desde el primero hasta el ltimo, segn como
se haban presentado. Como fue el caso de mi segundo coloquio con una persona que se siente homosexual, en vivo
y en directo. Este se dio mientras esperaba que mis padres
pasaran por m luego de finalizadas mis clases de la noche.
Esta persona se me acerc, y de la forma ms tranquila y
normal del mundo (no era mi compaero de clase y nunca
habamos platicado), me propuso que lo acompaara a una
fiesta a la cual asistiran solamente varones. Indiscutiblemente, que esta persona expresara de una forma sutil y
muy estrecha que la base de esa velada era lo sexual, y
me indagara, sin ms ni ms, si mi amigo inseparable gozaba de mayor o menor volumen y dimensin, origin que
las luces de alerta mxima iluminaran todo el espacio a la
redonda. Esa persona era homosexual, evidentemente! Al
menos, este contexto me lo hizo suponer.
Despus de que este individuo se retirara al recibir
mi rotunda negativa (esquematizada, valga la aadidura,
con el mejor de mis ceos fruncidos), en mi mente se volvi a fraguar el cuestionamiento que ya era de rigor para
este tipo de acontecimientos: Cmo es posible que a se
le embelesen los hombres, habiendo tantas gurruminas en
el mundo?. Sin notarlo, el pronombre que esta vez emple
para referirme a la persona, fue se. El cual, ciertamente lo
usaba para researme al sujeto de un modo despectivo y
poco emptico, sustituyendo de forma inconsciente el pronombre l que hasta ese intervalo haba estado utilizando.
Y desde all esto se fue trasmutando en algo inalterable. Y
ahora, siempre que la palabra homosexual sala al ruedo
para denotar a alguna persona que senta atraccin por otra
del mismo sexo, mi mente no tardaba ni un tris en prorrumpir su pasmo y atiborrado descontento, con ayuda de la
frase que, definitivamente, estaba pensando en patentar:
No puedo entender como a se le pueden gustar-deleitar167
embelesar los hombres, habiendo.... Y as tambin en femenino o en plural: No puedo creer que a sa le gusten
No entiendo como a esos tipos les pueden gustar los hombres, con tantas
Pareca quimera, pero las confluencias con personas
homosexuales que pretendan que yo me viera enmaraado
en algn tipo de correspondencia con ellos siguieron suscitndose. Aparte de que la palabra homosexualidad poco
a poco iba recolectando ms popularidad en la sociedad en
la que me desenvolva; lo que provocaba que los remolineos en mi mente, y ahora estmago, se dieran con mayor
frecuencia y profundidad.
Como suele ocurrir, toda persona, por muy antisocial y ermitaa que sea, tiene un buen amigo o amiga o a
alguien de su entera confianza con quien compartir y platicar de diferentes asuntos; incluso, aquellos que son confidenciales y que no a todos se les exterioriza. Yo no era la
excepcin. Alberto (nombre ficticio) era la persona a quien
yo recurra para desahogarme y comentarle sobre mi vida
en general. Ms an, cuando me suceda algo que me impactaba o que ocasionaba que mi estado de nimo se viera
afectado. Ese fue el caso de los encuentros agita neuronas como gust en llamarles en aquel entonces que
tuve con individuos que se sienten homosexuales. Todos
se los relat, con lujo de detalles, a mi amigo Alberto. Es
ms, siempre aprovechaba para hacerle saber sobre mi turbacin y traqueteo producido por la requet incomprensible para m atraccin hacia el mismo sexo y por la absurda decisin de seguir esos impulsos por aquellos que la
secundaban.
Alberto siempre oy con detenimiento mis historias,
y luego que esbozaba una cara de siclogo en consulta, se
vala de la inmejorable oportunidad para hacer chanza de
mi desdichada vida con bromas y chistes que, quirase o
no, eran santo remedio para ayudarme a olvidar mis penas
168
APNDICE 1
y tinglados resquebrajosos de aquellos momentos. De esa

manera, la amistad entre los dos creca da con da. Lo que
dio lugar a que nos diramos cuenta que nuestros agrados
eran bastante similares en casi todo. Es ms, hasta las mismas muchachas nos gustaban. Era algo extraordinario. Debido a ello, pasbamos largo rato dilucidando con cul de
ellas tomara l la iniciativa, y con cul lo hara yo, para no
entrar en competencia por estar galanteando a la misma
gurrumina. Lo extravagante de esto, sin embargo, es que
nuestras tcnicas de conquista debieron ser muy malas, ya
que nunca alguna de ellas mostr algo de gracia, siquiera,
hacia nuestros humildes empeos. Pero hacamos el intento, que es lo que al final cuenta. Y as, con altos y bajos, y
muy bajos, la amistad sigui desarrollndose y creciendo
sin contratiempos.
Pero como casi siempre suele ocurrir con este tipo
de contextos, es decir, los buenos, su ciclo de vida tarde o
temprano se acaba (aunque hay excepciones: Jess es una
de ellas), y los escenarios agradables, maana o pasado,
llegan a su final. O cambian. Como pas en nuestro caso.
Llegado el perodo de clases en la universidad, la relacin
de amistad entre Alberto y yo sobrellev un primer distanciamiento. Esto debido a que cada uno tom rumbos separados, pues el arbitrio por la carrera que demarcara nuestro futuro fue, contra todos los pronsticos, dismil para los
dos. Cabe decir, que ese distanciamiento nicamente tuvo
que ver con el tiempo de calidad que se le fijaba a la relacin de amistad, ya que el sentimiento de cario y el otro
de confianza permanecieron intactos.
Funestamente, de all en adelante este estorbo fue
convirtindose en una constante que cada vez se agrandaba
con el paso del tiempo y las circunstancias cambiantes; al
grado de conseguir que Alberto y yo perdiramos todo tipo
de contacto al momento de empezar a trabajar. Como mencion, puede ser que la amistad, en tiempo de calidad y en
contacto personal, se opac mucho, pero los sentimientos
169
de afecto y confianza no soportaron ninguna alteracin.

Que esto ltimo transcurriera as, propici que un torrente
insospechado de alegra se desbordara cuando, despus de
varios aos de no tener el ms mnimo contacto, me top a
Alberto trabajando para la organizacin a la cual llegaba a
revisar.
El abrazo entre los dos no se hizo esperar. Y las
muestras entrelazadas de contento, pasmo y asombro eran
evidentes desde ambas caras de la moneda. De inmediato,
Alberto me levant fuego para que lo acompaara a comer
en un lugar nuevo con nombre Lupita Monje, luego de la
jornada laboral; sindome prcticamente imposible poner
alguna objecin a dicha proposicin. Por cierto, al parecer,
a Alberto le iba muchsimo mejor que a m en cuestiones
econmicas. Pues tena vehculo propio, y yo ni un triciclo
usado me poda comprar. Ese carro, posteriormente, fue de
gran ayuda a la hora de trasladarme a mi recinto. Ya que
luego de consumada la velada en la cual le tomamos el hilo a un sinnmero de temas, incluyendo la inmortalidad
del sapo y las nueve vidas del gato, mi distinguido amigo
pudo ofrecerme jaln para llevarme a mi casa. Nunca me
imagin que justamente en ese trayecto sera donde lo impensado hara acto de presencia. Sin duda, an haba un
tema al cual debamos tomarle el hilo idefectiblemente.
Luego de contarme dos que tres chistes muy buenos,
Alberto propuso que el entorno diera un vuelco de ciento
ochenta grados. El objetivo: poder decirme algo que, por
su contenido altamente reservado, ameritaba que la rotacin fuera de esa ndole.
Bueno, atendiendo a la sorpresiva sugerencia de mi
amigo, puse aparte las risas y los chascarrillos, y me dispuse, con mis odos totalmente abiertos, a escuchar lo que tena que decirme. Alberto inici su disertacin expresndome su gratitud porque todo el tiempo que haba perdurado
nuestra amistad, yo la haba mantenido, entre otras cosas,
170
APNDICE 1
en base a la sinceridad y la confianza. Valores que l reconoci, no haban sido recprocos. Esas palabras me dejaron
bastante pensativo. No poda entender por qu Alberto me
deca eso. l no haba sido honesto conmigo? Me haba
mentido? Su amistad era una broma? Por lo tanto, no me
quedaba de otra que seguir poniendo atencin al resto de
informacin que estaba prxima a emerger de su boca; tal
vez as, poda llegar a esa intuicin anhelada.
Por eso prosigui Alberto, quiero vindicarme con vos dicindote algo muy ntimo y personal.
Y fren el carro acatando la seal de parada al lado
de la avenida Junior. Si antes me profesaba confundido,
ahora me senta tan perdido como un burro en el espacio.
Todo aquello era tan extrao, tan infrecuente, que mejor
segu con mi labor auditiva, en vez de estar anticipando alguna esclarecimiento que viniera a aclarar aquel arrebato
de caliginosa sinceridad.
Salo, soy guey dijo mi amigo de rompln, y arranc el carro en un acto de admirable destreza debido al
enorme bache que se nos tenda enfrente.
Destreza de la que yo no pude echar mano para contener mis reacciones corporales. Pues dicha sentencia instal mis nervios en una punta, y una bandada de patos y
gallinas la emprendieron a caminar por todo el contorno de
mi piel. Indiscutiblemente, esas palabras no resultaron msica para mis odos. Ni siquiera en un sonido montono:
fueron ruido. Pero haba razones de peso para considerarlo
as. Una, por el malestar que ese trmino me ocasionaba y
que yo no era capaz de descubrirlo, y dos, porque para ese
entonces ya haba cursado varias experiencias con personas que se me aproximaban identificndose como homosexuales, tratando de conseguir, quin sabe qu, lo cual me
pona altamente turbado. Por tal razn, y en un chispazo de
lucidez y discernimiento, razon que esa confesin no poda ser otra cosa ms que una treta bien planeada por el picarn de Alberto. l quera verme preocupado, sudando, no
171
hallando donde meter el dulce, y, de ese modo, rernos por

un buen rato una vez aclarara su descabellada broma.
Como ya le haba dicho, Alberto era muy bromista.
Y como l tena conocimiento de todas esas experiencias
traumatizantes para mi vida, era indiscutible que me estaba
jugando una broma de mal gusto. Por consiguiente, empec a seguirle la corriente, esperando que l, ms temprano
que tarde, me confesara la verdad al notar que su objetivo
de ponerme nervioso y temblereque no se haba conseguido (aunque en mi interior, eso era una pesada realidad).
Extraordinariamente, el tiempo transcurra y la frase
que mis orejuelas ansiaban escuchar nunca sala de la boca
de Alberto. En cambio, siempre conservaba su palabra, dicindome que hablaba en serio y que tena que creerle, que
no estaba mintiendo. Cuando not, entonces, que el aventn se terminaba, y nada de nada, no me qued de otra que
hacer lo que l me recalcaba con tanta insistencia: creerle.
Alberto era guey.
Nuevamente, la bandada de patos y gallinas reanudaron su recorrido a travs de mi piel, en su integridad. Y
mientras lo senta, miraba por la ventana como intentando
divisar a alguien que, de alguna prodigiosa manera, me sacara de aquel enredo con slo voltearme a ver.
Todo aquello era tan de golpe y porrazo, que no saba lo qu poda esperar. Alberto actuara como lo hicieron algunos que se sienten homosexuales, que uno hasta
intent meter mano en el ltimo trmino que slo mi tacto
poda alcanzar? O su actitud sera otra? Cules eran sus
intensiones? Simplemente quera ser sincero conmigo como lo hablara al inicio, o haba algo ms en su mente? No
cabe duda: la incertidumbre me tena bastante confundido
y temeroso; demasiado para soportarlo con lucidez.
Gracias a Dios, la respuesta que estaba necesitando
no tard mucho en salir a la luz. Luego de hacer una corta
pausa, justo despus de que yo bosquejara un rostro que
gritaba afligidamente Padre santo, aydame, te lo implo172
APNDICE 1
ro, por lo que ms quieras!, Alberto se volte hacia m e

indag con cuidado:
Vos tambin sos guey, verdad?
La seguridad que mi amigo profesaba en cuanto a
que la respuesta a su inquietud sera afirmativa, debi ser
muy grande; ya que su semblante cambi substancialmente
cuando le expres, con conviccin e infalibilidad, que mis
gustos y atracciones sexuales se inclinaban cien por ciento
hacia las mujeres.
Disculpame, Alberto. Pero a m me embelesan las
doncellas.
La situacin a partir de all fue otra. El rostro de mi
amigo ya no denotaba la confianza y la algaraba que hasta
ese momento vena reflejando. Ahora, en otro giro de ciento ochenta grados, descubra un reconcomio de contrariedad, confusin, tristeza y, de repente, hasta desagrado y
lamentacin porque su secreto quedaba expuesto ante un
heterosexual, ajeno, ciento por ciento, a la homosexualidad
que l esperanzaba atinar. Si bien, y esto debo despuntarlo,
nunca, por la bendita misericordia de Dios, esta historia tom el rumbo que haban arrebatado las otras que hasta ese
instante haba vivido. Simplemente, qued en una desconfiguracin del entorno nada ms. Eso me ayud, posteriormente, luego de otro lapso corto de silencio, a usurpar algo
de valor desde lo ms profundo de mi ser (todo se haba
ido a refugiar all), para confrontar a mi amigo con un par
de preguntas puntuales:
Pero Alberto, qu te pas, si antes te gustaban
las mujeres? Y c... cmo te ves ahora ante los ojos de
Dios, siendo vos un devoto cristiano; o siempre has tratado
de serlo?
Alberto oy mis interrogantes con detenimiento. Y
luego de una transitoria pausa, tal vez, para tomar aliento y
aquilatar todo el lastre de lo que iba a yuxtaponer, gentilmente me dio respuesta. Y digo gentilmente, pues bien
pudo decidir transitar por el otro camino, el de la negacin,
173
y rehusarse a expresar algo, para, escuetamente, indicarme

que me bajara de su carro (pues en ese instante ya nos encontrbamos estacionados enfrente de los portones negros
que formaban parte del muro que resguardaba mi casa).
Pero no fue as. De ese modo, con voz algo entrecortada,
Alberto comenz su alocucin exteriorizando que su rea
sexual siempre fue una mezcla, una fundicin de cosas diversas, de manera que no poda reconocer o distinguir con
certeza entre una y la otra. Pero una vez que intentara entablar asiduamente relaciones con el sexo opuesto, por un
prolongado perodo de tiempo, ese barullo se orden; dndose cuenta de que lo nico que quera siendo llano consigo mismo eran los afectos amorosos con personas de
su mismo sexo.
En cuanto a Dios exterioriz seguidamente.
l no est molesto conmigo por querer tener este tipo de
relaciones, ya que en la Biblia lo nico que se condena es
el exceso, no a los homosexuales. Y si ams a la otra persona y quers vivir el resto de tus das con ella, muchsimo
menos.
Y en un arresto huidizo de ensalzada celeridad, volte su rostro en direccin al vidrio delantero del carro, intentando encubrir el llanto que ya enturbiaba sus ojos.
Funestamente, por mi falta de comprensin en ese
momento en cuanto a lo que la Biblia menciona acerca
de la homosexualidad, no pude comentarle nada a mi amigo sobre su teologa. Y lo nico que emergi de mi boca
fue, por un lado, palabras de espontneo agradecimiento
por la confianza al expresarme su situacin sexual, y por el
otro, la exteriorizacin de un deseo veraz al declararle que
esperaba que la amistad continuara siendo la misma, y que
deseaba que Dios lo bendijera y lo tutelara en todo lo que
hiciera o intentara hacer; en especial, en ese rumbo con el
que ahora direccionaba su sexualidad. Y me baj del carro.
Mientras mi cuerpo reposaba sobre la cama ubicada
174
APNDICE 1
a un costado de mi cuarto, mi mente no cesaba de pensar

en lo que acababa de suceder en el interior del carro de mi
amigo. La homosexualidad que l haba exteriorizado no
era una simple broma o un escueto arranque de confusin:
era algo ya consumado en su interior y llevado a la prctica en el escenario exterior en el que se desenvolva. Obviamente, todo eso era motivo suficiente para que la cena que
acababa de engullir se me revolviera drsticamente en lo
intrnseco de mi estmago, afligida por las sensaciones de
incomodidad y enojo que normalmente se producan all
y en otras partes de mi cuerpo debido al estresante tema homosexual.
Paradjicamente, esta vez no fue as. Las reacciones
conjuntas experimentadas por mi mente, estmago y corazn, no fueron las que normalmente vena experimentando
cuando oa mencionar algo relativo a la homosexualidad
(directa o indirectamente). Esta vez lo que experiment fue
un sentimiento de tristeza excesiva (muy probablemente
impulsado por lo que haba escuchado decir hasta ese momento acerca del echarse con un hombre como con mujer por la iglesia) y una sensacin de impotencia terrible,
por no haber tenido el conocimiento necesario para dialogar con mayor profundidad acerca del punto de vista divino relativo a todo lo que contradice a sus designios y a
su plan para el ser humano y su creacin en general (como
es el caso de la mentada homosexualidad).
Sin embargo, lo interesante y digno de repetir con
este giro inesperado fue que, sin querer queriendo (como
dira el Chavo), mi mente not el cambio y no lo pas desapercibido. En ese mismo instante comenc a reflexionar
en el hecho y, como guiado de la mano, empec a comparar la forma de comportarme antes de la confesin y despus de la confesin. Fue all cuando mi mente se abri y
pude avistar esa actitud discriminatoria que me estaba llevando a generar un sentimiento de aborrecimiento sutil en
mi corazn, arrastrndome cada vez ms hacia la homofo175
bia. La que, segn anlisis posteriores, ya estaba fundada

pero la pasaba por alto debido a su fino camuflaje.
Y utilizo la palabra camuflaje porque sta se esconda, justamente, bajo ese ropaje de indeteccin y, adems, de tranquilidad. Pues la homofobia se corresponde,
por lo general, slo con porrazos, patadas, acometimiento
somtico, e, incluso, hasta con la muerte en los casos ms
recargados. Algo rematadamente falso y equivocado a la
vez. Pues como se puede ver en la definicin, sta en ninguna parte se refiere a la agresin fsica. Simplemente dice
que es una aversin. Lo que apunta hacia una actitud del
corazn, y no a la secuela que sta pueda generar.
Asimismo, por medio de aquel acontecimiento pude
comprender que muchas veces por no decir todas es
fcil criticar, sealar, tildar y hasta juzgar a las personas
cuando stas no son nada nuestro (o sea, que no tienen parentesco o consanguinidad) o cuando no hay un fuerte lazo entre o dentro que nos una a ellas. Pero esa actitud
se ve minimizada (o erradicada) cuando la persona a la que
pretendemos criticar, sealar, tildar o juzgar es alguien que
forma parte de nuestra familia o est inscrita en la lista de
seres a los cuales hemos decidido estipularles una cuota de
amor. Es ah cuando la gracia s sale a relucir; es ah cuando nuestros altos estndares s se alivianan, suavizando,
cambiando o hasta invalidando nuestros contundentes juicios posteriores. Esta verdad, inevitablemente me condujo
a cuestionar, al tiempo que me rascaba la parte de atrs de
la cabeza con la mano: es en realidad esa actitud producto
de la gracia? Y si fuera cierto, no debera ser notoria para
todos en general, sin discriminar; ms an, para aquellos y
aquellas a los que no es tan fcil demostrrsela?
****
No cabe duda, aquella confesin de mi mejor amigo
haba sido pieza esencial en el proceso de hacer a un lado
176
APNDICE 1
el malestar y enojo en contra de la homosexualidad que

para esos das era una condicin ya consumada y, por
medio de una providencia volitiva, cambiarlo por un conjunto de sentimientos empticos que me ayudaron a distinguir aquella atraccin sexual como una posible dificultad
que mi amigo afrontaba (al igual de presentir las profundas
necesidades que afloraban como ramificacin de ello). Obviamente, parte de ese acto observador, fue que el cambio
de conducta en relacin a mi amigo homosexual, era consecuencia de la poderosa accin de la gracia. Esa gracia
que representa una accin bondadosa y amorosa a favor
de, que muchas veces no es merecido, pero que eso no
escenifica un obstculo que detenga la entrega. Esa gracia
fue la que me condujo a ver ms all de lo que atendan
mis ojos, pudiendo notar ahora a la persona, sus necesidades, su problema, y ya no solamente a m mismo y a mis
enredos y temores.
De forma idntica, luego de que la gracia completara su labor, empec a notar que yo mismo fui objeto de
su poder fantstico aquella hora. Pues no slo yo demostr
gracia a otro, sino que Dios estaba siendo gracioso conmigo en aquel crucial instante. Cmo? Permitiendo que ese
evento se presentara en mi vida para hacerme recapacitar;
para hacerme ver el parsito que se ocultaba debajo de un
ropaje altamente camuflado y que, debido a esa artimaa,
yo era incapaz de divisarlo. En otras palabras: se me entreg gracia en aquel escenario y yo decid aceptarla. Ese acto de aceptarla, entonces, fue el propulsor que impeli a mi
corazn a hacer el cambio respectivo, no slo con respecto
a mi amigo homosexual, sino con todos aquellos que estn
en igual condicin que l.
Pero por qu el uso del verbo aceptar? Porque en
aquel momento Dios me entreg algo en propiedad. El me
lo regal y aquello ya era mo: el escenario que me permiti vivir, lo cual hizo las veces de caja de regalo, y la enseanza adherida a l, que sera el contenido escondido en
177
la caja. Ahora dependa de lo que yo decidiera hacer. El

regalo ya estaba all, pero mientras yo no lo aceptara y me
apropiara de l, no iba a sentir el deseo de examinar lo que
se encontraba en su interior, para, ulteriormente, decidir si
lo utilizaba o no (la enseanza adherida al escenario). Una
vez que yo vi en su interior (cuando reflexion en lo que
pas), la accin de aceptar se llev a cabo. Slo restaba
utilizar su contenido o aislarlo (poner o no en prctica la
enseanza adherida). Resumiendo: cuando reflexion en lo
sobrevenido en el carro de mi amigo, acept el regalo de
gracia que Dios me entreg, y con el cambio de actitud decid hacer uso de lo que el regalo guardaba. Este proceso
educativo-espiritual vino a responder, entonces, de manera
afirmativa a la primera cuestin que me formulara luego
de reparar el cambio de actitud. Ahora me faltaba responder a la segunda pregunta: la gracia se debe demostrar a
todos, sin excepcin?
En este punto es importante que entendamos esto a
cabalidad. Para poderlo hacer, es obligatorio que primero
evaluemos todo lo que concierne a nuestro diario vivir y la
influencia que tiene Dios en ese contexto. Al hacerlo por
debajo de la superficie, nos vamos a dar cuenta que l
est ofrecindonos y otorgndonos gracia constantemente.
El problema radica, creo yo, en que nosotros pocas veces
lo entendemos as o si se quiere, nunca. No somos capaces de apreciar o percibir la gracia de Dios, de sentirla,
y, como corolario, no llegamos a aceptarla. No podemos
ver su gracia en el sol que sale para buenos y para malos,
en la lluvia que riega los campos de justos e injustos, en su
poder que ayuda tanto al poderoso como al que no tiene
fuerzas, en el orden de las cosas que siempre se mantiene
(a pesar de la intromisin del mal), y, sobre todo, en esa
esperanza que nace en la cruz y que ofrece un camino hacia un lugar que fluir leche y miel. Todo, fruto de nuestra
misma auto-suficiencia que nos lleva a confiar solamente
en nuestras propias fuerzas y nos vuelve tenaces y capri178
APNDICE 1
chosos (o en su defecto, de la ignorancia que nos controla

y somete). La gracia de Dios es abundante, inagotable y es
manifiesta para todos, tal como se puede notar a travs de
los textos en Mt 5:45, Jn 3:16, 2 Co 5:14-15, Ef 2:8, 1 Jn
1:9, Lm 3:22-23 y Heb 1:2-3a y 4:14-16. Pero todava hay
ms: Dios no slo nos convida la gracia a manos llenas
de distintas maneras, sino que l mismo fue un paradigma
de gracia. Cmo? Segn dos de los textos que acabamos
de citar: entregndose a una muerte vergonzosa voluntariamente, ocupando el lugar que era nuestro.
Ahora bien, Dios deja en evidencia ese maysculo e
invaluable ejemplo con un firme propsito: que lo imitemos (cfr. Ef 5:1). Dios, que nada escapa a su conocimiento, sabe que la gracia es un elemento fundamental para poder desplegar una vida abundante en un mundo gobernado
por el mal. Por esa razn nos demostr cmo funciona y
cmo se usa, para luego entregrnosla y que dicho ciclo se
pueda repetir en nosotros, luego de que la hemos aceptado.
Y de hecho, Dios, adems de esperar que nosotros aceptemos la gracia y nos acomodemos a ella, tambin espera
que entendamos lo imprescindible que es ponerla a funcionar como l lo hizo. Por eso es que nos manda tambin a
actuar: Sed, pues, imitadores de M... (parfrasis a las
palabras expresadas por el apstol como si hubieran sido
dichas directamente por Dios). Esa accin ser producto de
aceptar y comprender la gracia proveniente de Dios y de
reproducir su ejemplo.
Debemos, entonces, actuar. Demostrando gracia a
todos; incluidos nosotros mismos. Pues es indispensable e
imperativo darla a conocer en un mundo en el cual cada
vez hay ms ignorancia de ella. No en vano la FIA, cuyo
mximo exponente es Jess, nos manda no slo a amar a
nuestro prjimo que sera lo que fcilmente se puede hacer, sino tambin, en un claro paradigma de accin para todos, a nuestros enemigos (Mt 5:43-48. Cfr. Mt 7:12
donde el Maestro ensea la regla de oro: porque si que179
ris que los hombres tengan gracia con vosotros, as tambin haced vosotros con ellos, y Ro 12:14-21 como otros
ejemplos de gracia para todos).
Por otra parte, aprovechando que la palabra enemigo sali a la palestra, es bueno que desmenucemos un poco ms la relacin que sta tiene con la gracia. Es interesante notar que cuando la palabra enemigo es nombrada o
sta entra en el teatro mental, de inmediato nuestro cerebro
proyecta una lista de personajes virtuales en 3D donde slo
se inmiscuyen, ni ms ni menos, que delincuentes, asesinos, violadores, mareros, polticos, narcotraficantes, terroristas, guerrilleros, dictadores, qu se yo, slo personalidades que en el mbito social o en nuestro contexto local
son los vistos como enemigos de todo el mundo. Pero lo
cierto es que a dicho inventario debera de agregrsele una
serie de personajes ms, que por nuestro modo de tratarlos
y de comportarnos cuando ellos estn presentes (o incluso
cuando no lo estn y solamente se les alude), pareciera que
son nuestros ms acrrimos refractarios, antagonistas de
toda la vida, y enemigos tambin de toda la humanidad.
De ms est decir que muchos individuos que padecen de
ese mal-desgracia llamado homosexualidad son un buen
ejemplo de ellos (aunque siendo ecunimes, muchos hombres guis y muchas mujeres lesbianas actan de la misma
manera al percibir como enemigos a todos los que se oponen a su conducta o que no aceptan la imposicin de sus
puntos de vista; situacin que tampoco es justificable).
****
Era mi primer ao de estudios en el Seminario. Y
como suele suceder cuando uno llega por primera vez a
algn lugar (ms an, si es en otro pas), todo la atmsfera
es completamente impropia y desconocida. La mayora de
personas, muchas costumbres y formas de actuar, la comida, el clima, la carga acadmica, el sistema de evaluacin,
180
APNDICE 1
el internado, las rutas del transporte pblico, el cambio de

la moneda, el choque transcultural, en fin, muchas cosas
nuevas a las cuales adaptarse; lo que me llev a proyectar,
con extremada velocidad y cierta espontaneidad en mi raciocinio: Tengo mucho que aprender en este lugar.
Dando continuidad a esa pertinente frase me dediqu, con inmediatez, a la interesante tarea de adaptacin.
Y mientras investigaba el laboratorio de Internet (el cual
visitara con mucha regularidad, pues era all donde se alojaba el correo electrnico: herramienta necesaria para combatir la extraeza familiar) conoc a Rubn (nombre ficticio). Honestamente, cuando lo vi por primera vez, una de
las primeras cosas que comparecieron en mi mente fue que
era alguien que evocaba bastante ternura. No slo por su
timbre de voz, que era algo suave, sino tambin por su nivel de vellosidad (todas las partes de su cuerpo que quedaban al descubierto, estaban cubiertas de pelo; excepto su
cabeza, la cual ya se desenvolva como prestamista). Esta
segunda privativa, lo asemejaba literalmente al oso de peluche que mi hermana tena en una de las esquinas de su
cama. No precis de mucho para descubrir que Rubn era
una persona extremadamente servicial y un amigo de los
buenos. Uno de esos que, como la aguja famossima del
pajar, son tan difciles de hallar. l siempre estaba dispuesto a ayudar y era alguien que se llevaba bastante bien con
los dems. Aunque, si bien es cierto, su elevado nivel de
sinceridad lo llev a ser mal interpretado en ms de una
ocasin. Pese a ello, habra que decir que Rubn, en general, era alguien que no tena inconveniente alguno para desarrollar relaciones de amistad, si la otra persona tambin
estaba dispuesta a ser su amigo, por supuesto.
Un da, luego de que mis odos le prestaran atencin
a un alborozado jolgorio que se escuchaba a lo lejos, me
levant de mi lecho en el cual segua con detenimiento una
lectura bastante interesante del autor Philip Yancey, para ir
a investigar qu era todo aquello. Al avecinarme al lugar
181
de los hechos, la salita del micro, el jolgorio vivaracho result ser un mitin de algunos compaeros en el que charlaban sobre las parejas de enamorados, mientras hacan turno para calentar comida o algunas bebidas en el microonda
blanco ostra encajado en una esquina de la salita (de ah su
acertadsimo y ms que favorable nombre).
Como el mitin no tena nada de aburrido, me qued
recostado en el contramarco de la entrada donde la puerta brillaba por su ausencia, oyendo lo que se decan unos
con otros relacionado a los que demuestran amartelamiento; y a la vez que aprovechaba para avisarme de las nuevas
noticias en esa materia.
De pronto, y con una entonacin algo misteriosa,
uno de los participantes pregunt: Ya vieron a la nueva
parejita?. Al igual que cuando uno, por pasatiempo o por
ignorancia, alborota a un enjambre de abejas africanas, el
resto de participantes congregados all se revolvieron en
un vaivn de rotaciones de cabezas y lanzamientos de miradas y gestos de extraeza, de un lado a otro, por un perodo sugestivo de segundos. Hasta que a uno de ellos, en
un arranque de tino y sabidura, y cansado, probablemente,
de estar volteando y gesticulando sin cosechar algn fruto
de tales actividades, se le ocurri contrarrestar inquiriendo
por la identidad de la nueva pareja del Seminario (era ms
que evidente que no haba nadie en ese lugar que conociera a sus integrantes, salvo el que haba hecho la pregunta).
Cual mejor ilusionista, la sonrisa picaresca se apareci de
la nada en su cara. Y sin buscarle muchas costuras al cuero, mencion los nombres de los integrantes del nuevo y
poco usual idilio:
Francisco y Rubn, hombre! exclam, en tanto
que se desataba a rer, y con estruendoso galillo (suceso
imitado a la perfeccin por todos los que se reunan all).
Pero eso no fue todo. Despus de conocidos los integrantes, cada uno empez a exteriorizar su conjunto de
ideas propias y capitales con respecto a la nueva pareja; en
182
APNDICE 1
especial de uno de ellos: Rubn. Fue hasta ese instante que

me di cuenta que su masculinidad era puesta en entredicho
por casi todo el internado de varones; la mayora opinando, qu digo opinando, dogmatizando que Rubn era homosexual. Y que ahora como uno de ellos profiriera
iba a estar ms que contento porque ya tena un compaero
de amores.
Yo no lo poda creer. Aquello no poda estar pasando. Menos an, en un seminario teolgico. Cmo era posible que estos seminaristas bromearan as de Rubn? (positivamente hablando, porque por la forma cmo se expresaban, aquello pareca ser una creencia bien fundamentada
en sus mentes). No est de ms decir, que la msica fnebre que aquello enton, me hizo apesadumbrarme mucho;
pero a la vez me llev a reflexin. Lo sucedido en la salita
del micro tena bastante que ver con el libro que casualmente estaba leyendo, justo antes de ser perturbado por el
jolgorio. Este libro est fundamentado en contrastar la gracia que debera abundar en el corazn del ser humano (en
especial: el creyente en Cristo) con lo que realmente se disemina: la condena o el juicio demoledor. En la contraportada hallamos una pregunta que bien podra compendiar lo
que en sus pginas el lector encontrar: Cun efectiva es
la labor que hacemos para derramar gracia sobre un mundo
que conoce muchsimo ms de crueldad y de falta de perdn, que de misericordia?. Con el accidente de la salita
del micro bien podemos intentar hallar una respuesta.
Primero, la crueldad fue notoria (en una minscula
parte, por supuesto; depender del nivel de sensibilidad
con que se analice) al juzgar a la persona como culpable
sin antes darle una oportunidad de defenderse. Y segundo,
la falta de perdn fue palmaria al asegurar algo incierto o
no comprobado como verdad, simple y sencillamente, porque no se absuelve que la persona acte de una forma que,
segn nuestras mesuras, es muy desagradable. La efectividad, entonces, de la gracia que Philip Yancey cuestiona a
183
travs de su pregunta sali, a razn del incidente en la

salita del micro, asaz reprobada. Y Rubn, que ni cuenta se
daba de lo que all aconteca, desde ese intervalo result
ser el enemigo cuestionado y juzgado del Seminario.
Al da siguiente, y para acabar con mi capacidad
reflexiva sobre el tema castrense, la doctora que imparta
la asignatura Introduccin a la consejera cristiana pregunt si alguien deseaba comentar algo acerca del libro
que nos dejara leer de tarea. Uno de mis compaeros, al
instante, y con ceo crespo (como si alguien le acabara de
jalar el pelo o jugar alguna mala pasada), exclam: Ese
autor es demasiado complaciente! No es posible que contine siendo amigo de ese pastor que result ser guey! Ese
seor lo que se merece es que lo entreguen a Satans, para
que aprenda a no hacer lo que hace! (cfr. 1 Ti 1:20). Si la
noche anterior me haba sentido pesaroso y desconcertado,
esta vez casi entro en decaimiento. Aquello fue el acabose.
No poda creer la increble y evidente escasez de gracia encerrada en aquellas palabras. Y no est de ms aadir, que
stas me trajeron a la memoria mis tiempos de mareado e
indigesto por el retorcimiento de perplejidades e inquietudes. O de homofbico camuflado, pues; aunque yo nunca
llegu hasta esa orilla creo.
Realmente, aquellos vocablos sonaban como si el ex
pastor del relato de Yancey (ya que renunci a su llamado,
por darle lugar a la homosexualidad y a su nueva relacin
en pareja) fuera un enemigo acrrimo y enconado de mi
compaero de clase. Lo que vendra a ser algo bastante
incomprensible e increble a la vez, ya que ni siquiera
lo conoce y lo ha tratado; pero ste ya se ha convertido en
alguien non grato en su lista afectiva. Todo incitado, segn
mi juicio, por la falta de gracia en su corazn y posiblemente amor y por la incapacidad de poder separar la
conducta de la persona. Sin duda, una completa des-gracia
para los implicados. Uno de ellos, a miles de kilmetros de
distancia.
184
APNDICE 1
****
La gracia est por todos lados, dice el sacerdote
mientras agoniza, en la novela Diario de un cura rural, de
Georges Bernanos. S; con cunta facilidad pasamos junto
a ella, sordos a su meloda (Philip Yancey). Por lo que se
hace fcil enfrascarnos, de manera cada vez ms constante,
en situaciones iguales o similares a las que acabamos de
ver. En vez de ser al revs, ya que, como se apunt, Dios
espera que escuchemos y nos identifiquemos con esa cancin, para que la meloda, ritmo y armona que la componen, lo cual es un obsequio magistral de su parte, propicien
que todo a nuestro alrededor se optimice sustancialmente.
Es justo ah donde, a mi juicio, radica el complicado problema: rehusarnos a escuchar. Lo que vendra a ser, ubicndolo en el contexto bblico: no aceptar el regalo. Y no
slo no aceptarlo, sino tambin no valerse de su contenido. Porque hay algunos que lo aceptan, pero nunca lo usan
(accin llevada a cabo por cortesa solamente), y el regalo
es ubicado en un estante de su corazn y all permanece,
olvidado, sin uso, hasta que se pierde.
Que acontezcan esas dos posibilidades, es un suceso
lamentable; porque la gracia tiene tanto poder, tanta capacidad, que no en vano Dios todopoderoso pasa haciendo
uso de ella de forma constante. Pero nosotros somos tan
tercos, tan obstinados, que seguimos declinando a reconocerlo. Y basta un solo ejemplo para ilustrarlo: el pecado. O
dicho de otra manera: todo aquello que est en contra de lo
que Dios espera que se haga y que nos daa y aleja de l
(o el consentimiento en el mal; trayendo a escena la idea
de Gesch). Sabemos, con atiborrado uso de razn, que el
pecado nos perjudica, que nos esclaviza, que nos convierte
en idlatras, que nos hace daar a otros, pero preferimos
atenderlo a l y a sus mal entonados consejos
Discrimina a las personas (sea con heterofobia u
homofobia). Gana enemigos gratis, gratis!, te pods ima185
ginar. Ni siquiera es con descuento: gratis! Se intransigente. Seala a los dems. Eso es lo nico que se merecen, ya
que no son ni la sombra de lo que t eres o a lo que t llegas. No le hagas caso a Dios. Para qu! Eso es algo ya obsoleto y, por tanto, embarazoso. Aparte que tus pensamientos y reflexiones son bastante acertados, ni quien lo dude.
Sintete orgulloso, pues, de lo que eres.
Que escuchar la msica y letra de la gracia, la cual
nos conduce por el buen camino. Y que, de esa manera, se
escuche decir de nosotros lo mismo que una vez se dijo de
Juan Crisstomo, cuando Arcadio, rey de Constantinopla,
provocado por su esposa Eudoxia, quiso infringirle un castigo al santo. Para ello, cinco jueces brindaron su consejo:
Mandadlo al destierro, dijo uno. Quitadle los bienes, aadi otro. Metedlo en la crcel cargado de cadenas, quitadle la vida El ltimo, por fin, dijo al emperador: Si lo
mandis al destierro estar contento, sabiendo que en todas partes tiene a Dios; si lo despojis de sus bienes, no
se los quitis a l sino a los pobres; si lo encerris en un
calabozo, besar las cadenas; si lo condenis a muerte, le
abrs las puertas del cielo Hacedle pecar: No teme ms
que al pecado (Jaime P. Balcells y Jess Sancho Bielsa).
Pero para que ese veredicto sea verdad en nuestra

vida, primero debemos recibir a la gracia y aceptarla, para
luego, en un acto secuencial y sistemtico, ponerla a funcionar en nosotros mismos. Slo de esa forma vamos a poder resistir y alejar todo aquello que nos daa y perjudica y
lo vamos a percibir como el peor mal. Asimismo, muy
ligado a eso, y al igual que lo efectuara Juan Crisstomo,
vamos a temer si aquello que nos hera intenta regresar a
daarnos, procurando darnos la mayor seguridad posible
para que eso no pase (en otro acto de suma gracia hacia
nuestro ser). Despus, una vez puesta a funcionar la gracia
en con nosotros mismos, vamos a poder iniciar un proceso
186
APNDICE 1
de publicacin de esa gracia a los dems. Y por medio de

esa accin seremos capaces de dar a conocer ese hermoso
don que queremos compartir con todos, pero que hasta ese
instante haba estado dormido (hibernando) o que sala de
cuando en cuando sin buscar, en realidad, ser protagonista
en el mundo exterior.
John Newton, antes de ser cristiano, fue navegante
que comerciaba esclavos africanos. Sus insignes experiencias a travs de los aos en el mar fueron resbaladizas y
emocionantes. Una vez, mientras todava era un infante,
fue embriagado y llevado a la fuerza como parte de la tripulacin de un barco de guerra. All fue cruelmente tratado, siendo golpeado y abusado. Luego de esta experiencia, se enganch en un barco de esclavos y con el paso del
tiempo lleg a ser el capitn. Durante todo ese perodo,
John vag lejos del Dios de su madre y de la Biblia. Ms
tarde escribira: Con frecuencia vi la necesidad de ser un
cristiano slo para escapar del infierno, pero amaba el pecado y no estaba dispuesto a abandonarlo. Cada ao caa
ms bajo en las garras del pecado y pronto estaba en tal
estado, que la tripulacin lo despreciaba; considerndolo
slo un animal. En una ocasin, el borracho capitn cay
por la borda, pero sus hombres no hicieron mucho esfuerzo para rescatarlo. Simplemente precipitaron un arpn que
se clav en su cadera y tiraron de la cuerda. Fue levantado
como si hubiera sido un pez grande. Debido a este incidente, John Newton coje por el resto de su vida. Pero como l dira luego: Cada paso es un constante recuerdo de
la gracia de Dios sobre este desventurado pecador (Luis
Montemayor). En 1779, siendo ya cristiano, predic un
sermn basado en 1 Crnicas 17:16 que lo conmovi mucho. Y de hecho, esa fue la base que lo motiv a escribir,
junto a la experiencia de su vida, lo que a continuacin se
deletrea:
Sublime gracia, dulce son que a un infeliz salv;
187
Ciego y perdido andaba y me hall, su luz me rescat.

La gracia me ense a vencer, mis dudas ahuyent.
Qu gozo siento en m ser! Mi vida s cambi.
Peligros, luchas y afliccin los he tenido aqu;
Mas la gracia siempre me libr y me guiar feliz.
Y cuando est por siglos mil brillando como el sol,
Yo cantar por siempre all la historia de su amor.
No seamos indiferentes, pues, a or la dulce meloda

que la gracia ejecuta para nosotros. Y como John Newton,
abramos los odos del alma para recibirlas all con agrado
y efusin. Y luego, mientras nos deleitamos, abramos las
ventanas del corazn para que los dems que se encuentran
afuera, disfruten tambin de su perfecta armona y acertada
composicin.
188

EL ASPECTO HOMOERTICO
Y EL SIMBOLISMO CONYUGAL
En primera instancia, el siguiente detalle reproduce, con
reconocimiento y gratitud, y de forma resumida, lo explicado por
Jeff Miner y John Connoley, The children are free (Indianapolis,
Found Pearl Press, 2008): 38-39, y en segunda instancia, lo
explicado por Andr Neher, La esencia del profetismo, trad.
Alfonso Ortiz (Salamanca: Sgueme, 1974): 215-222.
El aspecto homoertico
En la historia de David y Jonatn el autor no siente
la necesidad de explicar el amor entre estos dos hombres,
escribiendo un asiento que diga: Esto puede parecer una
historia de amor, y no pasa nada, no hay enredo con ello.
Cuando el rey Sal asume que la relacin es mucho ms
que amistad, el autor deja su comentario al respecto: Entonces se encendi la ira de Sal contra Jonatn, y le dijo:
Hijo de la perversa y rebelde, acaso no s yo que t has
elegido al hijo de Isa para confusin tuya, y para confusin de la vergenza de tu madre? Porque todo el tiempo
que el hijo de Isa viviere sobre la tierra, ni t estars firme, ni tu reino (1 S 20:30), y deja que el lector asuma lo
mismo.
El autor tambin habra sido consciente de la similitud de esta historia con otras historias antiguas del cercano oriente que contienen aspectos homoerticos. l debi
saber que su historia sera interpretada por los lectores de
su tiempo con estos otros detalles en mente, por eso no se
molest en diferenciar la relacin entre David y Jonatn.
Bajo la inspiracin del Espritu Santo, el autor del 1ro. y
2do. libro de Samuel escribi esta bonita historia de amor
y no vislumbr ningn conflicto entre estos textos y la Es189
critura temprana en Levtico. Cmo es esto posible? Aparentemente el autor de estos libros entendi los textos de
Levtico de la misma forma que nosotros, vindolos como
una condena de ritos sexuales cananitas en el templo, por
lo tanto, no tienen aplicacin para una relacin romntica
profunda entre dos hombres que aman y sirven al Dios de
Israel (vase captulo 1). Si alguien hubiera retado al autor
de los libros de Samuel, bien podra haber manifestado:
Esto no es lo que el Levtico estaba destinado a condenar.
T tienes que entender el contexto en el que Levtico fue
escrito. Esta es una situacin muy diferente.
Por qu no podemos usar ese mismo sentido comn hoy? Por qu hay algunos cristianos determinados a
condenar los que est claramente aprobado en la Escritura?
Recuerden, David no es un hroe menor en la Biblia. l es
llamado un hombre conforme al corazn de Dios (1 S
13:14). l es uno de los reyes ms amados de Israel. l es
uno de los escritores ms prolficos de las Escrituras. l se
halla en el linaje de Jess. Y l am a Jonatn.
El simbolismo conyugal
(Cursiva original)
El simbolismo conyugal es uno de los temas favoritos del profetismo bblico. En l podemos reconocer el
esfuerzo por sugerir, bajo una forma original y profundamente lrica, el amor de Dios y del pueblo elegido. Le resulta fcil a la exgesis, tanto juda como cristiana, ver en
el dod el amado, el novio y en la kalla la novia
del Cantar de los cantares las figuras de Dios y de Israel.
En efecto, en numerosos pasajes los profetas utilizan estos
trminos en un sentido rigurosamente obvio para designar
a Dios y a su pueblo: por ejemplo, Isaas anuncia que Dios
sentir por Israel el gozo de un novio con su amada (62:5).
En Jeremas volvemos a encontrarnos con el trmino de
Kalla para designar a Israel (2:2). Tambin Ezequiel evoca
190
APNDICE 2
con la expresin t dodim poca de los amores (16:8)

los primeros amores entre Dios y Jerusaln. Finalmente
Oseas, viendo ms all del noviazgo a los esposos reunidos ya en matrimonio, pero en un matrimonio desafortunado, no duda en llamar a Dios ish el esposo y a Israel
ishsha la esposa, o ms exactamente, hombre y mujer,
segn la terminologa del Gnesis (ver captulo 1).
Qu significa este lenguaje amoroso, esta terminologa conyugal, que la Biblia convierte en una de las expresiones ms distintivas de la berit (alianza)? Significa en
primer lugar que el conocimiento otorgado por el Espritu
(la ruah) no es solamente ntimo y penetrante como todo
conocimiento sexual. Por tratarse de un encuentro entre lo
divino y lo humano, el conocimiento es de orden conyugal
y su smbolo encierra dos nociones: a la fidelidad constante entre dos seres diferenciados por su sexo se adiciona
el vnculo igualmente constante de dos seres que pueden
temporalmente separar el espacio o la discordancia de sus
sentimientos. El amor conyugal se diferencia del simple
amor sexual, entre otras cosas, por su persistencia por encima del hecho del encuentro. Aunque separados en el espacio o en el tiempo, los esposos se conocen por la misma
fuerza amorosa. Y aunque el sentimiento amoroso llegara
a fallar en uno de los esposos, basta con que perdure su intensidad en el otro para que siga en pie la relacin amorosa. El simbolismo conyugal permite entonces describir no
solamente una alianza, sino una verdadera dialctica de la
alianza. Porque, por un lado, sta relaciona a dos seres que
siguen siendo necesariamente diferentes, al ser individualidades sexuales, pero perpetuamente unidos por la identidad del amor que experimentan mutuamente, mientras que
por otro lado la relacin conyugal implica un juego de cercana y de distancia, de entusiasmo y de cansancio, de conocimiento y de infidelidad, que la juntan a un movimiento eterno. Este movimiento o, si se prefiere, este carcter
dramtico del simbolismo conyugal es decisivo en la adop191
cin de este smbolo por la Palabra. All es donde sta encuentra la fuente para expresar lo que, en su concepcin
general del mundo es esencialmente movimiento y drama:
la historia.
En esta unin actual los criterios del amor tienen
que ser los mismos que en el pasado. En su juventud Israel
ha dado un testimonio inefable de amor findose de Dios,
siguindolo al desierto, dejndose llevar por l. Una confianza semejante es la que debe animar a Israel en su historia actual, preparndolo para una nueva manifestacin de
Dios. Como se ve, se trata de los temas centrales de la fe,
que los profetas desarrollan utilizando ampliamente la terminologa conyugal; una fe en la que la espera de Dios no
es simplemente una idea o un sentimiento, sino la direccin misma hacia la que debe tender una existencia situada
en el tiempo.
Pero por encima del pasado y de lo inmediato, el
simbolismo conyugal proyecta un porvenir. Observemos
ante todo que la lgica misma del simbolismo conyugal
quiere que la unin actual tenga un maana. Son los hijos
los que encarnan ese maana, los que prolongan el amor y
testimonian su realidad. Con frecuencia el smbolo proftico alude ms a los hijos que a los padres. El Israel actual,
que vislumbran los profetas, son los hijos nacidos del amor
entre Dios y una Israel-madre.
La terminologa conyugal es la ms importante de
las trasposiciones de la berit que han intentado los profetas. Todas las expresiones de la berit vuelven a formularse
en un lenguaje nuevo. Se trata de un esfuerzo atrevido para
dar al amor su significado ms completo. La terminologa
conyugal quiere que este amor se experimente como un
matrimonio, lo cual implica ante todo un encuentro sexual.
Raramente se practica con mayor coraje la santidad exigida por la tor. En el simbolismo conyugal hay una vigorosa aceptacin de toda la vida sexual, como un ejemplo elocuente de santificacin. El mismo trmino, yadoa, sirve
192
APNDICE 2
para designar el acto de unin del hombre y la mujer y el

conocimiento de Dios. Con ello los profetas nos dan una
definicin totalmente nueva del conocimiento. Este conocimiento no tiene nada de percepcin intelectual ni de actitud moral; es inmediato, penetrante, absorbente, abarcando
a todo el ser en una revelacin total. Es igualmente una definicin totalmente nueva de la historia. Y esto, no ya por
el desnudo hecho de que la historia est informada por el
amor, sino por estar impregnada de amor conyugal.
193

CAUSAS DESPUS DEL NACIMIENTO O PROVOCADAS
Lo experimental
Dios cre a cada hombre y a cada mujer, entre otras
caractersticas, como seres sexuales (el mismo versculo de
Gn 1:28 nos lo corrobora). Esta particularidad es inseparable de la persona. Por lo tanto, habr instintos y deseos
sexuales que no se podrn obviar y que si existe una mala
percepcin de ellos y no se controlan de forma adecuada,
pueden inducir a decidir desacertadamente con respecto al
comportamiento sexual. Muy ligado se halla ese deseo inquieto, ansioso, y en ocasiones tozudo, que todos tenemos
por conocer (siendo acentuado en unos ms que en otros).
Los seres humanos somos muy curiosos, sobre todo en lo
referente a los tabes. Lo prohibido atrae y seduce. Tanto
el hombre como la mujer siempre estn riendo con el deseo de indagar por s mismos por qu algo es prohibido o
por qu se dice que tal o cual trama no debiera interesarles.
Ahora bien, la curiosidad y la exploracin sexual
son, hasta cierto punto, normales. Pero si no se vigilan y se
les permite ir ms all del simple hecho de conocer (la teora o la forma correcta de hacer las cosas), muchas veces,
sin anlisis moral al respecto, pueden llevar a la persona a
la confusin y, por ende, a decidir por lo incorrecto para el
futuro. Eso es lo que sucede, entonces, cuando la sexualidad es entendida como un mero comportamiento que hay
que probar (probatismo) o cuando es reducida a una mera experiencia sexual solamente (experimentalismo). De
ah, con el tiempo, y tras la repeticin de actos se supone que libremente elegidos, estas personas ya slo respondern sexualmente ante la presentacin de aquel extrao estmulo que, paradjicamente, fue elegido por ellas
195
tiempo atrs153. Por tal razn, ser siempre necesario antes

de fantasear o curiosear algo, o de probar o experimentar
con algo, hacerse la pregunta: esto es lo que quiero hacer,
pero, es lo que DEBO hacer? Como bien lo exteriorizaron
Stanton Jones y Mark Yarhouse: La existencia de deseos,
inclinaciones o predisposiciones no elimina la necesidad
de una evaluacin moral de tales tendencias154.
Lo psicolgico
Una buena fraccin de los psiclogos afirma que
la orientacin homosexual puede tener su origen, en muchos casos, durante la fase de la primera infancia o en fases posteriores del desarrollo de la personalidad, provocada por el tipo de relacin padres-hijos155. Las posiciones al
respecto de esta teora no estn unificadas todava. Lo cual
se podra deber a la gran cantidad de contextos involucrados. La Dra. Mara Morales en su artculo La homosexualidad: la verdad con amor sobre un tema delicado indica
que las personas que se sienten atradas por otras del mismo sexo, sufren de un desorden emocional fijado por diferentes razones, muchas de las cuales, indiscutiblemente,
recaen sobre alguna de las dos figuras paternas:
Padre violento, alcohlico, hostil o distante.

Madre sobreprotectora.
Madre con trastornos emocionales que no transmite cario de forma adecuada.
Timidez extrema casi siempre condicionada por un
Aquilino Polaino-Lorente, Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad (Ediciones Digitales, 2009): 111.
154 Citados por los editores de Nuestro Pan Diario, Respuestas a
preguntas difciles (Grand Rapids: RBC, 2008): 121.
155 Jos Vico Peinado, Liberacin sexual y tica cristiana (Madrid:
San Pablo, 1999): 443.
153
196
APNDICE 3
mal desarrollo fsico, como nios muy delgados o

muy obesos.
Ausencia de la figura paterna del hogar por muerte
o divorcio, sobre todo si se produce en etapas crticas del desarrollo.
Falta de identidad con iguales del mismo sexo.
Abuso sexual o violacin.
Ausencia de juegos de participacin.
Padres que no fomentan la identificacin con su
propio sexo.
Segn el psiclogo Esteban Borghetti, a medida que

el nio va creciendo, se espera que experimente diferentes
situaciones o vivencias que vayan construyendo en forma
sana su psicosexualidad. Contraer una enfermedad o sufrir
un accidente podran afectar el desarrollo fsico del nio.
Lo mismo ocurre en el campo de la psicosexualidad156.
La Dra. Elizabeth R. Moberly, por su parte, menciona que la condicin homosexual, en s misma, es un dficit
en la capacidad del nio en relacionarse con el padre del
mismo sexo, que es transferida luego a miembros del mismo sexo en general157.
Y el acreditado psicoterapeuta holands, Gerard J.
M. van den Aardweg, explica cmo funcionan en el nio
los complejos de inferioridad que pueden ser conscientes o no, y la consiguiente autocompasin que podran
resultar en un complejo especfico homosexual. Lo cual, a
veces es indicio de un desequilibrio en la familia o por discordia entre los padres (o como producto, sin duda, de experimentar alguna o varias de las razones anotadas arriba). En esta direccin, Van den Aardweg exterioriza que
Homosexualidad y juventud: entendiendo y respondiendo a la realidad homosexual (Miami: Vida, 2008): 59.
157 Homosexuality: a new Christian Ethic (Cambridge: James Clark
& Co, 2001): 5.
156
197
la indomable conciencia de ser distinto, en sentido negativo, promueve el deseo de sentirse reconocido y apreciado
por quienes han sido idealizados a causa del complejo, con
el fin de ser uno de ellos. Frecuentemente, en este punto,
un inters temporal por miembros del propio sexo sobreviene cuando el chico o la chica, creciendo, descubre en el
mismo sexo caractersticas mucho ms atractivas; ganando
especial profundidad en aquellos que se compadecen. Entonces, un contacto fsico con alguno de los adorados representa el cumplimiento de su ansia de amor y de aceptacin (vindose, incluso, hasta como un logro). De esa manera puede crearse un engranaje entre el deseo de contacto
de un nio o un adolescente que se siente digno de compasin y el erotismo158.
Asimismo, relacionado con esa necesidad de amor y
reconocimiento aludida por Van den Aardweg, el psiquiatra Guillermo C. Prez seala que la homosexualidad podra llegar a confundirse con la sensibilidad hacia dichos
sentimientos (agregando a la lista la belleza y la esttica)
que toda la gente desarrolla (si bien en algunos es mayor,
aunque con frecuencia ms en las mujeres). Y el doctor en
medicina y psiquiatra Aquilino Polaino-Lorente manifiesta
que esa confusin podra generarse tambin si en esa etapa
de sensibilizacin en que se halla un nio o una nia, los
padres, tutores, compaeros, profesores o cualquier persona que para ellos resulte relevante, califican los rasgos que
consienten diferenciarlos de otros nios o nias como impropios de su gnero, lo cual acrecentar todava ms la
inseguridad que ya tienen de s mismos en lo que respecta
a su identidad de gnero159. Cabe aadir que el agente generador de la confusin no es exclusiva de terceros, sta
Citado por Diego Contreras, Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad (Ediciones Digitales, 2009): 36-37. Palabras entre parntesis del autor.
159 Ibid: 81.
158
198
APNDICE 3
tambin puede surgir en dicha etapa, por medio de las

propias comparaciones que el nio, nia o joven hace entre
ciertos rasgos de su comportamiento y los de sus iguales
(casi siempre, segn Polaino-Lorente, muy poco puesto en
razn), hasta el punto de llegar a confesarse a s mismos:
Yo soy diferente. De esa forma se cierra esta etapa que,
en ocasiones, puede remontarse espontneamente, pero en
otras comienza a teledirigir a ese nio o nia hacia una posicin en la que es muy difcil luego la autoconstruccin
de sus respectivas masculinidad o feminidad160. Lo cual
vendra a ser algo muy lamentable, porque por lo general
ese contexto es producto de la percepcin desatinada que,
la persona se ha formado de s misma creyendo as conocerse y que posteriormente se convierte en ley. Por
ejemplo: el nio atribuye a que por el hecho de que le gusta bordar y no jugar futbol es que posiblemente sea homosexual. Es que acaso tiene algo que ver la homosexualidad con el hecho de bordar? De pintar con colores pastel?
De cocinar? Probablemente no, dado que los mejores bordadores, pintores y cocineros han sido y son hombres. Tales enunciados, entonces, vienen a enlazar de buena forma
con lo antes expuesto por la Dra. Morales, demostrando
que el padecimiento de dichos desrdenes trae graves consecuencias en la vida sexual y personal de aquellos que los
experimentan.
Me parece muy apropiado referir ahora, a manera de
ilustracin, las palabras que en una ocasin me expresara
un amigo que se siente homosexual161, junto a las emitidas
por David Morrison, ex activista guey. Con ellas se puntualizan ciertos contextos o sucesos que fueron de decisiva
influencia a la hora de decidir abrazar a la homosexualidad
como conducta a seguir para las sexualidades de los involucrados. La esperanza es que esta informacin nos ayude
160
161
Ibid: 99.
Correspondencia en Facebook (9 de abril, 2011).
199
a comprender cmo las acciones erradas que se llevan a

cabo premeditadamente o por ignorancia, o porque se maquina de manera aislada e individualista, o, simplemente,
porque se place en hacer lo malo y se gusta de lo obsceno,
pueden afectar categrica y contundentemente a otros:
Contexto 1: Joven de 16 aos, con niez normal,
hasta que se enter de que su padre era en realidad
su padrastro, lo cual lo hundi en una crisis existencial justo cuando comenzaba la adolescencia. En
medio de la crisis, un vecino adulto le muestra cmo
masturbarse.
Contexto 2: Joven de 17 aos, sufri abuso sexual
por parte de un to en su infancia. Aparte, su padre
es muy estricto (es decir, de carcter fro, que trata
de educarlo de manera rgida, spera, casi militarmente; excediendo as su salud fsica-mental) y su
madre sobreprotectora; lo cual lo lleva a apegarse
demasiado a ella.
Contexto 3: Joven de 23 aos, de nio miraba a su
vecino masturbarse enfrente de l. Hijo de segundo
matrimonio de familia adinerada.
Contexto 4: Adulto de 38 aos, de nio se diverta
besando y manoseando a sus compaeros. Aparte,
sus padres fueron demasiado estrictos (ver el contexto 2) y nunca le pusieron cuidado a sus acciones.
Contexto 5: Adulto de 28 aos, de adolescente, y
sintindose algo confundido, descubri el placer de
experimentar sensaciones sexuales en grupo con individuos del mismo sexo, sin llegar a las relaciones
sexuales propiamente dichas. Sus padres ni cuenta
se dieron.
200
APNDICE 3
Contexto 6: Nio alrededor de los 12 aos, con problemas de autoestima provocados por los fracasos
en el deporte, con el peso, con la apariencia personal
y con la imposibilidad de creer que poda agradar a
sus padres, con una necesidad grande, adems, de
tener un buen amigo en quien poder confiar, con lo
cual fantaseaba, se topa con un chico del vecindario
a quien admiraba por su habilidad en el baloncesto y
quien era mayor que l cuatro o cinco aos, el cual
le muestra su miembro excitado a travs del calzoncillo y lo insta a cogerlo y a correrlo, as como
a mostrarle el suyo. Lo cual termin por significar,
para lo mejor y para lo peor, que [sus] amigos imaginarios se trocaran en pareja sexual imaginaria162.
Lo social y cultural
Se debe reconocer, como ya se dijo, que los factores
internos de la personalidad podran intervenir de cierta forma en ese conjunto de variables que al final motivan a la
identificacin con alguna de las homosexualidades. En las
cuales, a la vez, existen factores externos (sociales y culturales) que tambin podran influir directamente, y de modo
rotundo, en el origen de la atraccin o el deseo de consentir con ella.
As se podra explicar la homosexualidad practicada
en ciertos internados escolares, en campamentos, en prisiones, en situaciones de hacinamiento en perodos de guerra,
en barcos y en cualquier otra clase de entornos cerrados 163
en los cuales, a falta de personas del sexo opuesto, se sustituyen por las del mismo sexo (lo que podra llegar a ejerD. Morrison, Un ms all para la homosexualidad, trad. Vctor
Soldevila (Madrid: Palabra, 2011): 36-43.
163 Peinado, Liberacin sexual y tica cristiana: 450. Y en B. Ayensa,
Estudiando la homosexualidad (Madrid: Pirmide, 2008): 36.
162
201
cer una influencia definitiva en el comportamiento sexual

de los ejecutantes para una posterior identificacin con la
homosexualidad, o podra significar que a travs de dicha
experiencia, las personas que la practicaron encontraron el
medio idneo para abrirse completamente a dicha forma
de expresar su sexualidad).
Del mismo modo podra explicar lo que se conoce
de algunas sociedades tribales donde los roles homosexuales son acostumbrados (aunque muchas veces obligatorios,
segn sea la creencia cultural) y stos pueden tener cardinales funciones para el grupo y para el persona 164. Lo cual
podra ser, indiscutiblemente, un canal de influencia poderosa para una identificacin plena con la homosexualidad
Como ser algunas sociedades de Melanesia y Nueva Guinea,
algunos nativos norteamericanos, islas caribeas y Sudfrica.
Tambin se sabe, segn la revista McConaghy (2005), de comportamientos homosexuales ataidos a lo cultural en Sambia, y los
datos recogidos a principios del siglo XX y citados por Mirabet
(1985) de los mambas de Raga del Norte, y los de finales del siglo
XIX en las zonas productoras de seda de China, los cuales fueron
documentados por este mismo pas. Baile Ayensa, Estudiando la
homosexualidad: 112-118. Cabe sealar que, segn el autor, en todos los casos mencionados, excepto lo sucedido en China (que no
se menciona el desenlace o la duracin), los actos homosexuales
no fueron permanentes, permitindoles posteriormente a las personas involucradas casarse y desarrollar una vida heterosexual.
Por otro lado, se podra anexar tambin a esta lista lo que sucede
con la concepcin indgena de gneros mltiples, que incluye,
por lo general, un tercer sexo para todas aquellas personas que
tienen genitales de varn, pero que a la vez desempean roles de
mujer por ser considerados como de ese sexo; tal cual sucede
con los faafafine en Samoa, los fokafefine en Tongo, los mahu en
Tahit y Hawai, los vakasalewalewa en Fidji, los whakawahine entre
los maores, los akavaine en las Islas Cook y los pinapinaaine de
Tuvalu y Kiribati. Philip Culbertson y Tavita Maliko, El tanga
no es samoano. Hacia una teologa pasifika trans-gresiva del tercer gnero, Concilium 324 (febrero 2008): 71-72.
164
202
APNDICE 3
en un futuro. Por otra parte, este tipo de factores tambin

podran explicar lo que sucede debido a la presin extrema
de influencia llevada a cabo por medio del ambiente social
en que nos desenvolvemos (el cual podra componerse de
amigos y compaeros, familiares, medios de comunicacin
en especial la TV, pornografa o de las mismas personas homosexuales), cuya informacin est colisionando,
principal y profundamente, en las personitas de corta edad
o en todas aquellas que se encuentran confundidas, que no
tienen convicciones slidas o que les gusta experimentar.
La presin social y cultural es, pues, una realidad que est
haciendo mella y hasta estragos en gran cantidad de
personas en el mundo. Como bien lo confirma las palabras
expresadas por el psiclogo y mdico Uriel Meshoulam:
Demasiado a menudo veo gente en terapia, con conflictos
y confusin sexual, que ven complicado su problema a raz
de la presin social165.
Lo ideolgico
Reproduciendo directamente de la enciclopedia,
una ideologa es el conjunto de ideas sobre la realidad, un
sistema general o los sistemas existentes en una prctica de
la sociedad, y que pretenden su conservacin, transformacin o la restauracin de un sistema previamente existente.
Las ideologas suelen formarse de dos elementos: una representacin del sistema y un programa de accin. La primera proporciona un punto de vista propio y particular sobre la realidad, vista desde un determinado ngulo, creencias, preconceptos o bases intelectuales, a partir del cual se
reflexiona y enjuicia, habitualmente comparndolo con un
sistema superpuesto, real o ideal. El segundo tiene como
Citado por Haley, 101 Preguntas frecuentes sobre la homosexualidad, trad. Grupo Nivel Uno, Inc. (Lake Mary: Casa Creacin,
2005): 100.
165
203
objetivo acercar en lo posible el sistema real existente al

sistema ideal pretendido.
Ahora bien, cmo se aplican dichos enunciados al
caso homosexual? Es decir, al origen o causa de ste. En
primera instancia habra que decir que la homosexualidad
de nuestros das ya no es solo un tema concreto que se relaciona con el modo de conducirse sexualmente de un grupo determinado de personas. ste ha trascendido. Ahora
es, adems, un conjunto de ideas sobre la propia realidad
homosexual que estn cuestionando la manera en que se
han venido haciendo las cosas y que, a la vez, pretende su
transformacin de acuerdo al ideal que estas ideas persiguen (como se ver en detalle ms adelante). Por ende, y
en el afn de lograr el cometido, estas ideas se transmiten a los dems como algo innegable y fidedigno; bueno y
correcto; tolerable y positivo en lo que se debe creer; embistiendo de manera directa las mentes y corazones de las
nuevas generaciones con esa poderosa influencia.
De ah que en nuestros das no es nada raro toparse
con personas que creen que la homosexualidad viene en
los genes por creacin y repartida por Dios a las personas
que l quiere como un don (o regalo) basndose nicamente en supuestos (o en algo que ellos mismos quieren
entender as). O no es nada inslito encontrar libros de texto acadmicos que incluyen referencias positivas hacia la
homosexualidad, sin necesidad de contar con una base slida o contundente que las sustente. O tampoco es ya extrao observar como las jovencitas de hoy siendo heterosexuales se besan en la boca por dinero, ya que dicha
accin forma parte de lo que ellas han entendido que se
puede hacer, para lo cual no hay razn alguna para decir
que no; sin poderse dar cuenta de a dnde las podra llevar
esa experimentacin sexual acrtica. Y todo esto, por decir
solamente algo.
En segunda instancia se puede mencionar la manera
de conceptuar o analizar las situaciones que se presentan
204
APNDICE 3
en el contexto de vida por parte del ser humano. Lo cual,

por lo general, si no se cuenta con una base tico-moral y
espiritual slida, con lmites sexuales y personales firmes,
o si, por otro lado, se es falto de humildad para situar esos
razonamientos por encima de lo absoluto y correcto, terminar por convertirse en una agrupacin de ideas bien cimentadas en el corazn de la persona (conviccin), que la
llevar a tomar decisiones importantes con respecto a la
forma de comportarse en el futuro. Y se debe admitir que
las ideas incorrectas, una vez echando races, son bastante
fuertes y difciles de arrancar.
En el caso de la sexualidad se podra sealar como
ejemplo la idea que tienen muchas mujeres de que el modelo masculino es el que cuenta con las caractersticas ms
deseables a las que parecerse, ya que stos en esa forma
de concebir dicha realidad son fuertes y tienen el control, no les afecta lo que les rodea o tienen menos posibilidades de ser vctimas. O, por otro lado, la idea que presenta otro grupo de mujeres que divisan la realidad sexual
femenina como algo que slo sirve para satisfacer los deseos carnales del sexo opuesto y nada ms. En ese aspecto,
la mujer vendra a constituirse en un objeto sexual, una
propiedad o un ser endeble e inferior considerado, en todo
caso, tal vez bueno o necesario, pero no para uno mismo
(lo cual es relacionado por Anne Paulk con la misoginia u
odio a lo femenino 166. Esto, segn nuestro parecer, vendra
a ser la consecuencia ltima alcanzada por la mente de la
persona al otorgarle un lugar de privilegio al tipo de ideas
antes aludidas)167.
Restoring sexual identity: hope for women who struggle with samesex attraction (Eugene: Harvest House Publishers, 2003): 52. Cabe
adicionar ac, que el equivalente para el hombre sera misandria.
Es decir: odio a lo masculino. Aunque la autora utiliza el trmino
misoginia para ambos gneros.
167 Ver lo que se mencion casi al final del aspecto psicolgico.
166
205
Es oportuno que citemos ahora, como conclusin y

cierre de esta seccin, el punto de vista acerca de la mujer
exteriorizado por Jan Clausen (antigua activista lesbiana y
autora feminista). El propsito es que estas palabras nos
ayuden a comprender mejor el poder que tienen las ideas
en el desarrollo y manera de expresar la sexualidad, y nos
promueva a recapacitar de forma sincera en el tema. Esta
era su visin:
Miraba a las lesbianas como una sublevacin guerrillera
contra el statu quo del gnero, ms felices en nuestra difcil camaradera que las masas compactas de concubinas
y amas de casa que han abrazado el lado seguro del bien
ertico (es decir: perciba a las mujeres heterosexuales
como de menor categora que las mujeres homosexuales;
siendo las primeras, simplemente, esclavas sexuales) [...]
Particularmente, no quera recordar de dnde vena, hacer
volver la humillacin que asociaba con la feminidad convencional o volver al decidido desdn con el que en otro
tiempo mir la condicin femenina [...] A lo largo de mi
vida, las cuestiones acerca del deseo y las luchas con sus
derivaciones me han conectado con el sentido de mi propio gnero como problema. La conviccin de que ser una
chica me condenaba a una existencia de segunda categora se me impuso fuertemente en mi adolescencia [...]
Por qu, cuando sal de mi jardn de soledad infantil, me
volv un chico buscando la conexin que ansiaba?... Era
porque ese tipo de seres parecan tener mentes maravillosas, porque eran los que movan los hilos Nunca haba
conocido a una chica a la que considerara realmente inteligente [...] El amor homosexual es el gran regocijo de
encontrar algo que pareca perdido168.
Citada por Anne Paulk, Restoring sexual identity: 52-53. La

historia de Jan Clausen puede ser consultada de forma completa
en su libro, Apples and oranges: my journey to sexual identity (New
York: Houghton Mifflin Company).
168
206
APNDICE 3
Lo espiritual
Desde el comienzo de la creacin se puede observar
la intervencin de esta terrible influencia entrometindose
como serpiente, tratando de confundir y degenerar lo que
Dios planific y llev a cabo sin fallas y errores. Y por las
consecuencias de dicho acontecimiento plasmados en la
Escritura, y por lo que se puede observar a partir de all en
el mundo que nos rodea, debemos concluir que este tipo de
influencia la cual reside en un mundo que no se puede
ver (the unseen world) es una realidad latente y seductora no un mito o una simulacin que hay que tenerle
bastante cuidado. En ese sentido, Mike Haley evidencia su
total claridad, cuando comenta lo siguiente:
Todos los factores (sociales, sicolgicos, de familia y algunos otros ms) pueden contribuir al desarrollo de la
atraccin homosexual, pero no nos atrevemos a pasar por
alto las influencias espirituales que contribuyen a la homosexualidad. Las Escrituras dicen especficamente: No
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las
tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12). Las influencias espirituales encuentran suelo frtil en situaciones
familiares, biolgicas o ambientales desfavorables. Los
poderes de las tinieblas pueden seducir con ms facilidad
a los espiritualmente vulnerables169.
El objetivo, entonces, de las influencias espirituales

malas es que el ser humano ponga en prctica todo aquello
que le desagrada a Dios o que vaya en contra de sus designios. Por qu? Porque son seres llenos de envidia, que
se desconciertan y entristecen con el bienestar ajeno. Por
eso van a tratar de que ese bien cambie radicalmente. De
169
101 Preguntas frecuentes sobre la homosexualidad: 85.

207
ah que ambicionen a que todos, sin excepcin, estn mal,

(o sea, como ellos). Por eso las palabras bastante enrgicas
que sirven como aviso para nosotros: hurtar, destruir y
matar que Jess utiliz al referirse a los ladrones (prototipos o modelos de todo aquello que se opone a su voluntad) en la analoga que l hace de s mismo como la puerta
de las ovejas, y que Juan inmortaliz en el evangelio que
acarrea su nombre (10:10).
De modo que las influencias espirituales malas, como perfectos ladrones, quieren hurtar la vida abundante,
quieren destruir toda esperanza de bienestar o felicidad y
que la persona crea que no hay ya salvacin asequible, o
bien, quieren que cada uno muera en todo aspecto, presente y futuro. Esa es una verdad que no se puede ni debe pasar por alto170.
La poca salud mental
Si bien esta causa no se puede decir que est directa
o exclusivamente ligada a la homosexualidad, hemos decidido mencionarla por la relacin existente entre una y
otra; o porque la incluye. Cabe decir que esta causa podra
tener mucho que ver con lo experimental y lo psicolgico,
aunque algunos la consideran, simplemente, como slo
una depravacin mental: se refiere, pues, a todas aquellas
personas que han crecido fuertemente dominadas por la
Segn nuestro juicio, esta causa est presente en todas las

otras causas posibles que tratan de explicar las homosexualidades, pues se vale de la confusin y del desorden para lograr uno
de sus objetivos primarios: destruir. Pero igualmente sera una
de las causas principales en los casos en que la combinacin de
factores adversos (sicolgicos y sociales) no se presentan, y en los
que, incluso, son concurrentes los principios bblicos que revelan
la voluntad y el plan de Dios para el ser humano (la otra sera la
naturaleza pecaminosa, ya explicada).
170
208
APNDICE 3
masturbacin y que, poco a poco, por no imponer su voluntad a los deseos del cuerpo, se han ido entregando a un
total desenfreno con las mujeres, hasta que estn hastiados,
y como la copa del placer acaba vacindose por no saberla
dirigir, su cuerpo, que est completamente dominado por
el abuso, les conduce a tomar nuevas vas, con tal de satisfacer su placer, y as comenzarn a probar de todo, porque
su sistema nervioso est totalmente daado por la reincidencia en el vicio sexual, se aficionarn entonces a la homosexualidad, que les puede llevar tambin a la pedofilia
y, con el paso del tiempo, cada vez a un mayor nmero de
vicios sexuales, como la zoofilia, la necrofilia, etctera171.
ste, segn el psiquiatra Guillermo Prez, es el tipo de homosexualidad ms frecuente hoy en da; cada vez ms fomentada por las modas y la falta de formacin, as como
por el gradual desenfreno materialista y carente de valores
de la sociedad actual172.
De esta forma, este comportamiento desarreglado
depender del contexto tico-moral insalubre que la persona haya experimentado (o al cual ella misma le haya o
est dando lugar), y del grado de deterioro y menoscabo
que su mente haya sufrido (llevndola, inclusive, en los casos ms extremos, a perder por completo la salud). Lo que,
como es de suponerse, suministra el ambiente propicio y el
contexto adecuado para que la persona quiera hacer lo que
sea con su sexualidad. De ah que a los que nicamente
piensan en los placeres del momento, les basta con seguir
los placeres del momento (Herv Picard).
A propsito de esto, viene a mi mente las palabras
que en cierta oportunidad me comentara Wilson, un amigo
cristiano que se siente homosexual, las cuales vale la pena
que citemos como apoyo y conclusin. El escribi:
Guillermo Prez, Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad
(Ediciones Digitales, 2009): 80.
172 Ibid.
171
209
La vida, lo cotidiano, est enfrentando constantemente a

las personas a dilemas de tipo espiritual que atentan contra la salud de su fe (y, por consiguiente, la salud de todas
las dems reas de sus vidas). He llegado a la conclusin
que el ser humano desarrolla su sexualidad en base a su
salud mental-emocional, por lo tanto, creo que la sexualidad siempre ser un problema para la persona que sea,
dependiendo de la gravedad con que esa salud se haya alterado (o si se prefiere, degenerado) y segn sean los di173
lemas que puedan estar afrontando .
Correo a travs de Facebook (2 de mayo, 2011). Palabras entre

parntesis mas.
173
210

El siguiente detalle reproduce, con reconocimiento y
gratitud, la tabla de temperamentos segn la
presentada por Tim LaHaye, Manual de temperamento:
Descubra su potencial, trad. Santiago Escuan (Miami:
Unilit, 1987): 22.
Flemtico
Aspectos positivos: Calmado, tranquilo, diplomtico,
confiable, organizado, prctico, objetivo, humorista,
eficiente.
Aspectos negativos: Tacao, temeroso, indeciso, ansioso,
autoprotector, egosta, sin motivacin, moroso.
Melanclico
Aspectos positivos: Dotado, analtico, perfeccionista,
esteta, trabajador, abnegado.
Aspectos negativos: Variable, susceptible, negativo,
propenso a persecucin, terico, poco sociable, crtico,
vengativo.
Colrico
Aspectos positivos: Voluntarioso, independiente, lder,
visionario, prctico, productivo, decidido.
Aspectos negativos: Iracundo, cruel, sarcstico, dominante,
impetuoso, rencoroso, autosuficiente, no emocional, fro.
Sanguneo
Aspectos positivos: Atento, expresivo, entusiasta, clido,
amigable, compasivo, hablador.
Aspectos negativos: Dbil de carcter, indisciplinado,
inestable, improductivo, egocntrico, ruidoso, exagerado.
211

EL MENSAJE DE MICHAEL GLATZE
El periodista Michael Glatze y editor de una famosa
revista para jvenes gay de Estados Unidos anunci en
2007 que abandonaba la homosexualidad afirmando que
era un estilo de vida negativo. Dos aos despus de esa decisin, Glatze regresa a contar su historia.
En Estados Unidos existe una aguda actividad antiexgay: blogs y grupos que se dedican a seguir todos los
pasos de las personas que pblicamente han anunciado que
renunciaban a la identidad homosexual. Publican cualquier
cosa negativa o dudosa para arrastrar por el suelo la integridad tica (o psicolgica) del exgay.
Por ejemplo, el blog EXGAYWATCH public que
Glatze era culpable de criticar a Obama de acritud contra la homosexualidad, de no ser muy famoso, de haber explorado el budismo y el mormonismo en su bsqueda de la
verdad y de poner en Facebook frases demasiado cortas.
Gravsimos pecados para los cazadores de exgays!
La madre de Michael Glatze era cristiana protestante no denominacional; su padre, agnstico. l muri cuando Michael tena 13 aos. Ella muri cuando l tena 19.
Glatze estudi literatura y escritura. Con su pareja homosexual, Benjie Nycum, fundaron la revista de activismo
gay joven YOUNG GAY AMERICA y escribieron el libro
XY Survival Guide.
En 2007, despus de una crisis personal originada
por un problema de salud, Glatze abandon la homosexualidad y declar su cristianismo en WORLDNETDAILY. Durante 2 aos sufri el acoso de los grupos exgays, prefiriendo evitar la proliferacin de declaraciones pblicas. El
pasado mes de octubre explic en WORLDNETDAILY cmo ve el mundo despus de dos aos fuera del homosexualismo: He tenido personas llamndome loco, que he
213
terminado pensando que es el peor insulto de todos, y otros

diciendo que debera tener el sida, llamndome a casa para
insultarme, amenazndome en la cara, diciendo que odian
a la gente como yo, y mucho ms, escribe Glatze. Creo
que mi salida pblica de la homosexualidad desencaden
algn mecanismo porque fui muy honesto y porque, evidentemente, no estaba loco, aade.
Glatze explica que durante unos meses se hizo mormn, pero que despus encontr una hermosa familia de
camaradera en una iglesia que cree en la Biblia, que no
me deja un regusto de rebelin en los labios.
He salido con mujeres, con gran alegra para m y
para ellas, creo. Muchos se quejan constantemente: es que
no me atraen las chicas, y me atraen tanto los hombres!.
Pero no, no es as. Ests obsesionado con los deseos lujuriosos de un cuerpo cado, el cuerpo que, al final, se odia a
s mismo y odia la verdad. Sabes como salir, pero egostamente no ests dispuesto (porque no se quiere, no se puede
podra ser?). Prefieres esconderte bajo las sbanas de los
abogados liberales que atacarn la verdad con acusaciones
de homofobia, en vez de levantarte y ser un hombre. Vi
personas que haban sido amigos teir de negro su alma,
con rayos en los ojos a medida que escuchaban mi historia,
mirndome con un veneno demonaco. He visto gente hablar de m como un paria a mis espaldas, mandndome al
ostracismo, empujando a todos a mi alrededor, hacia algn
tipo de odio grupal.
A las personas que, como l, dejan la homosexualidad y son presionadas por su antiguo entorno o por el
activismo homosexualista les dice: sed fuertes, hermanos
y hermanas mos, sed fuertes, amigos, sed fuertes.
Prefer dejar el estilo de vida homosexual porque
encontr mi fundamento en Dios, porque ya no necesitaba
la aceptacin de los que me rodeaban. Se volvieron contra
m, fui perseguido por los que haban sido mis amigos. Pero, al mismo tiempo, he seguido un nuevo yo, por bosques
214
APNDICE 5
oscuros, y he visto la ms asombrosa belleza por el camino, he llegado con la mejor mentalidad, la ms feliz que
nunca pude tener, el mejor lugar que podra desear.
Y as sigo. Tengo una vida normal. Estoy reconstruyendo lo que fue gravemente derribado. Tengo que dar
gracias a Dios por eso. Y animaros, diciendo que es simplemente algo que la gente puede y debe hacer, abandonar
el pecado y las prcticas y el estilo de vida de la homosexualidad y buscar algo ms alto, una sexualidad bsica,
humana, heterosexual.
En su blog (michaelglatze.blogspot.com) Glatze insiste: hacedme caso, da mucha ms felicidad tener a Dios
de tu lado. Para empezar, no odiarlo. Adems, te sientes
pleno. No tienes que mentirte y vivir en esa mentira de forma regular. Puedes amar de verdad a la gente con un amor
sin fin, porque puedes darles el Amor de Dios, Aquel que
es amor. Y aade: Jess era tan puro, que el mundo no
poda sino odiarlo. Vemos este fenmeno repetido en las
vidas de muchos cristianos hoy, cuya pureza enfurece a los
que se sienten amenazados. Conspiraron para matarle. Mataron al que vino a salvarles de su naturaleza pecadora.
Tambin afirma que la homosexualidad y la heterosexualidad no son lo mismo. Las ramificaciones psicolgicas de participar en el comportamiento homosexual es
que, en tu conciencia silenciosa, sabes que participas en
una actividad sexual solo por tu placer. Y abusas de la funcin natural de tus rganos sexuales metindolos en sitios
donde no deberan estar. Es como caminar sobre las manos. Nadie que est bien de la cabeza pedira cambiar toda
la estructura social slo porque un grupo de gente prefiere
ir a todas partes caminando sobre las manos. Ni silenciaramos las voces de quienes dicen lo obvio: no solo que caminar sobre las manos est mal, sino que usar tus manos
en vez de tus pies tiene implicaciones negativas.
Reuters (22/01/2010). Acceso: courage-latino.org (10/05/2011).
215

EL ORDEN ESTABLECIDO POR EL SER HUMANO
Refirindose a la unin heterosexual, Erwin Lutzer
imprime lo siguiente en su libro La verdad acerca del matrimonio homosexual publicado por Portavoz, 2005, pgina 30: si el matrimonio ya no es la unin de un hombre y
una mujer, sino de dos personas cualesquiera que quieren
cohabitar, quin puede decir que debe estar limitado a dos
personas? Por qu no un tro de hombres o mujeres? Y
por qu no un hombre con dos esposas o con diez? Despus de todo, debemos extender los derechos igualitarios
a todos los individuos para que vivan de acuerdo a cualquier arreglo que quieran. La consecuencia final es la destruccin del matrimonio tal como lo conocemos, y los que
pierden son los hijos (o las generaciones futuras).
A reparo el siguiente dato: Tres hombres guey se
han casado en lo que se considera el primer tro matrimonial del mismo sexo en el mundo, y desde entonces se han
convertido en la sensacin de internet luego de que las fotos de su gran da se volvieron virales. Esta noticia fue redactada por Corey Charlton para el Mail Online el 27 de
febrero de 2015, con el nombre They look like a new boy
band... but it's the world's first three-way same-sex marriage: Gay Thai men tie the knot in fairytale ceremony.
Y la pregunta es: qu vendr despus?
A reparo este otro dato: Una impactante historia
dice que madre e hija han anunciado que son una pareja de
lesbianas, e inmediatamente se vuelve viral en internet. Esta noticia anda circulando por varios sitios de la red (apareciendo originalmente en stuppid.com con el ttulo Mother and daughter come out about lesbian relationship).
Y, si bien es cierto, luce como uno de los mayores fraudes
(hoax) de internet (lo que bien podra ser tambin la noticia de arriba), las preguntas que emergen son: por qu lo
217
hacen? Qu se busca con esta clase de farsas? Agredir el

matrimonio y la familia? Deshonrar el cristianismo y contradecir el orden sealado por Dios? Incitar a las personas
a hacer lo que quieran, lo que les venga en gana? Empezar a normalizar el lesbianismo-incesto (o cualquier otra
mezcla) a lo cual se le llama amor en el artculo?
Por su parte, la poligamia es legal en aproximadamente 25% de los pases. Segn la enciclopedia, entre algunos ejemplos de sociedades poligmicas se encuentran
las naciones islmicas, donde el derecho establece que el
matrimonio polgamo slo puede existir a condicin de la
aceptacin de las co-esposas de un varn.
Finalmente, es innegable que la tasa de divorcios
de Latinoamrica est aumentando en casi todos los pases,
sin embargo, este aumento es ms exagerado, por ejemplo,
en el continente europeo. Segn Business Insider, las tasas
de divorcio ms elevadas son las de estos pases europeos:
Espaa (61%), Portugal (68%), la Repblica Checa (66%)
y Hungra (67%). Pero Blgica se lleva la palma con una
tasa del 70%. En cuanto a Latinoamrica, el pas con menos divorcios (de todo el mundo) es Chile (3%), mientras
que en Ecuador el porcentaje de divorcios llega al 20%, en
Guatemala al 5%, en Mxico al 15%, en Panam al 27%,
en Brasil al 21% y en Venezuela al 27% (estadstica aparecida el 1 de julio de 2014 en eleconomistaamerica.cl. bajo
el ttulo Ochos estadsticas sobre el divorcio que le sorprendern). Y segn lo que presenta J. Grady en su libro
10 mentiras que los hombres creen, 2011, en 2010 alrededor del 40% de los nios estadounidenses nacieron fuera
del matrimonio.
Y ahora las preguntas son: pretendemos repetir la
historia de lo acontecido en tiempos de No? En tiempos
de Sodoma y Gomorra? En tiempos del Imperio Romano
que llev al apstol a exclamar: No piensan ms que en
hacer lo malo... Creen que lo saben todo, pero en realidad
no saben nada Nadie tiene excusa!.
218
Salomn Melgares Jr. naci en San Pedro Sula, Honduras,

en 1974. Es Licenciado en Informtica Administrativa por
la Universidad de San Pedro Sula, y Profesor en Teologa
por el Seminario Teolgico Centroamericano de Ciudad de
Guatemala. Adems posee una diplomatura en Educacin
Cristiana por la 2a. Iglesia Evanglica y Reformada y avalada por el Instituto Teolgico de la ciudad de San Pedro
Sula. Fue uno de los ganadores del Premio Ensayo Letra
Viva 2012 y del Premio Timoteo otorgado por SEPA 2012.
Su ensayo acerca de los dones del Espritu Santo Significa
complicacin fue publicado en el libro de varios autores
El poder del Espritu Santo. Qu significa hoy en Amrica Latina? (Puma, 2012). Es escritor de la columna Reflexin y
Cambio de diario La Prensa de San Pedro Sula, donde ha
publicado ms de medio centenar de artculos. Otras publicaciones: No te compliques 1 y 2, y las novelas La leccin,
La otra leccin y La pequea resurreccin (2015). Fue miembro
fundador de la Iglesia Bblica Comunidad del Reino de
San Pedro Sula, y actualmente es miembro de la congregacin Bandung Worship Center de la ciudad de Bandung,
Indonesia. Casado y con un hijo.
219

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Slo heterosexualidad?

Salomn Melgares Jr.

2015 por Salomn Melgares Jr.

Cul debe ser la actitud y comportamiento? (95)

En segundo lugar me gustara decir, que una vez

lo que la homosexualidad podra representar en realidad,

nueve lo que estar haciendo es imponiendo mi egosmo,

Sin embargo, las observaciones posteriores forjadas

Un ejemplo de esto es la postura que ha encontrado

han odo a un hombre heterosexual decir que l ama ms a

De ah que tengamos, en toda esa informacin que

sera torcido circunscribir a la accin-homosexual por

de su corazn y dejar que entre la verdad. Si lo hace, como

aplicaciones, la declaracin de Dios sobre la sexualidad, lo

otorgada, como bien lo apunt la Perspectiva (son como

poder pronunciar, tambin, esta bendicin: Sean fecundos

Comentario: Como se puede constatar a travs de

Si relacionamos todos los versculos citados, nos

pitalidad, y a los episodios homosexuales como el lector

cuando la ley instruye a los israelitas a no reproducir este

lado a la idolatra (adorar imgenes propiamente dichas o

s, porque Jonatn y David lo hicieron, y la Biblia celebra su relacin11.

Morrison, Un ms all para la homosexualidad: 187.

hijo, lo que nos hace argumentar dicho enunciado (2 S 9:3;

vez de una debilidad de David: por tener tantas mujeres, su

ellas en la pederastia ya que no exista ninguna otra forma

nocin biolgica o creacional, es saber diferenciar entre lo

que ordena; y dos, que cualquier tipo de comportamiento

ti-K, trad. Sandra Leoni (Nashville: B&H, 2007): 109.

dad, Dios termina por dejarlos hacer lo que ellos quieran,

En este punto, para muchos podran valer, quizs,

Por ltimo, vale la pena agregar que es fundamental

encendi en fogosidad lujuriosa con otro hombre fuera la

atencin al significado de las palabras28, que las objeciones

Malakoi significa literalmente suave o delicado (si bien tambin

Ahora bien, es importante que reflexionemos en el

Fee, Primera epstola a los Corintios: 278.

bres con hombres llevando a cabo algo contrario al orden

Comentario: Se debe reconocer que este raciocinio

alguien que era gentil y pagano (no judo o israelita), pero

Creo que es oportuno transcribir ahora, a modo de

g) El etope eunuco (Hechos 8:26-38)

Comentario: Debemos asentir casi en su totalidad

relacionarse con Jess, de ser sus seguidores, de aceptarlo

gica de representar a la Deidad en trminos humanos, tanto

Qu dice la Biblia sobre la homosexualidad?: 377-398.

este tipo de relacin sexual en ninguna de sus variantes 39.

cuerpo42. En cuanto a lo primero, Mario Cely exterioriza

la creacin en Gnesis 2:2445. Y William Barclay, quien

obedecerla. La gran mayora no duda que Dios fuera capaz

Jacobo Schifter Sikora, En la mesa del Seor (San Jos: ILPES,

sentido que depender de las circunstancias su aplicacin).

Al respecto, habra que puntualizar principalmente

Cuestiones bioticas sobre la homosexualidad (Ediciones Digitales,

puesto diferentes hiptesis que tratan de explicar el origen

Todo lo que es gentico es lo que est definido as desde

crtica a la comunidad cientfica. Lo cual, a nuestro juicio,

persona tendra rganos genitales masculinos, y de quien

cerebro en la conducta sexual proviene directamente de la

Cabe adicionar aqu, que el propio LeVay consider