Este documento discute dos paradigmas concurrentes en la gestión educativa: el paradigma tipo A, que tiene una visión técnico-racionalista, y el paradigma tipo B, que tiene una visión emocional y holística. Actualmente predomina el paradigma tipo A, pero el documento argumenta que el paradigma tipo B es más adecuado dado los contextos cambiantes e inciertos. Se necesita un debate teórico que equilibre ambos enfoques y una investigación empírica que determine cuál modelo favorece mejor los aprendizajes de los estudiant
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Este documento discute dos paradigmas concurrentes en la gestión educativa: el paradigma tipo A, que tiene una visión técnico-racionalista, y el paradigma tipo B, que tiene una visión emocional y holística. Actualmente predomina el paradigma tipo A, pero el documento argumenta que el paradigma tipo B es más adecuado dado los contextos cambiantes e inciertos. Se necesita un debate teórico que equilibre ambos enfoques y una investigación empírica que determine cuál modelo favorece mejor los aprendizajes de los estudiant
Este documento discute dos paradigmas concurrentes en la gestión educativa: el paradigma tipo A, que tiene una visión técnico-racionalista, y el paradigma tipo B, que tiene una visión emocional y holística. Actualmente predomina el paradigma tipo A, pero el documento argumenta que el paradigma tipo B es más adecuado dado los contextos cambiantes e inciertos. Se necesita un debate teórico que equilibre ambos enfoques y una investigación empírica que determine cuál modelo favorece mejor los aprendizajes de los estudiant
Este documento discute dos paradigmas concurrentes en la gestión educativa: el paradigma tipo A, que tiene una visión técnico-racionalista, y el paradigma tipo B, que tiene una visión emocional y holística. Actualmente predomina el paradigma tipo A, pero el documento argumenta que el paradigma tipo B es más adecuado dado los contextos cambiantes e inciertos. Se necesita un debate teórico que equilibre ambos enfoques y una investigación empírica que determine cuál modelo favorece mejor los aprendizajes de los estudiant
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En tercer lugar se puede distinguir una tensin entre paradigmas concurrentes.
Por una parte se encuentra el paradigma que resulta de la construccin del
mundo con una visin tcnico-linearracionalista de tipo A y por otra parte, el que resulta de la construccin del mundo con una visin emotivo-no linear-holstico de tipo B. La transferencia de los modelos de gestin del sector productivo hacia la gestin de organizaciones sin fines de lucro como lo es - en principio - la educacin, transfiere no slo las practicas sino que trae consigo tambin los paradigmas que los sustentan (Drucker 20 y Glatter 21) En la actualidad predomina el paradigma tipo A. Esto es producto de la confianza que algunas personas tienen en la autorregulacin de la tcnica, en la linealidad de los procesos y en la racionalidad de la conducta humana. Desde el punto de vista de la gestin, este paradigma se articula en torno a la gestin por resultados. Sus conceptos de base son los indicadores de rendimiento, estndares, contabilidad social (accountability), los cuales son criterios a partir de los cuales se hacen los procesos de (re) asignacin de recursos. En este paradigma, lo importante es determinar con precisin el producto de la educacin o rendimiento del sistema, para asi poder medirlo, determinar el mbito y niveles de calidad, referirlo a estndares y a partir de ello, alinear procesos para mejorar la productividad (eficiencia) y el producto (eficacia). Con esta confianza se han desarrollado los sistemas de medicin y de evaluacin de la calidad de la educacin que miden la produccin de la educacin entendida como un porcentaje de logros de los objetivos acadmicos. Por esta capacidad de medir el producto de la educacin, y consecuentemente, desencadenar los procesos de gestin mencionados en los prrafos anteriores, estos sistemas se estn transformando en el principal instrumento de gestin. Sin embargo, como se mencion anteriormente, no est claro si existe un producto en educacin, y si es que lo hubiera, no est claro cul es ese producto. El supuesto es que el producto de la educacin es lo que se requiere para incrementar el desarrollo econmico. Mucho se ha escrito desde el inicio de la dcada de los sesenta acerca del capital humano y de su contribucin al desarrollo econmico y al aumento de la productividad. Pero persiste un problema en cuanto a la relacin de educacin y crecimiento econmico. Por una parte, en general, es claro que las personas con mas educacin reciben mayores ingresos, y se asume que los mayores ingresos son debidos a una mayor productividad. Por otra parte, no esta para nada de claro qu en la educacin es lo que contribuye a una mayor productividad (y por ende a mayores ingresos). Sin embargo, como lo seala Levin 22, en toda la literatura de la economa de la educacin desde 1960 hasta la fecha, no se dice nada acerca de qu - y como se debe ensear para obtener una mayor productividad. De hecho, el 90% de la varianza en ingresos y productividad de personas con similares niveles de educacin, se explica por factores distintos de las diferencias en resultados de las mediciones producidas por las pruebas de rendimiento acadmico (Levin 1998)23. Esta
limitacin se complica mas an cuando se considera que por una parte, en el
mundo de la produccin, se dan situaciones en las cuales coexisten tipos de trabajo y de empresas con niveles de tecnologa y de empresas con altos componentes de conocimiento muy diferentes, por lo tanto coexiste una demanda instalada de competencias muy diversas; y por otra parte, se dan situaciones de cambio muy rapido en el tipo de trabajo, y por lo tanto, un cambio muy rpido de la demanda de las competencias que se requieren para su realizacin. Lo que s dice la literatura de distintas fuentes, incluyendo la economa de la educacin,24 es que lo que se requiere son personas que tengan la capacidad de ajustarse a los desequilibrios en el entorno y a favorecer el cambio. Esta caracterstica de desequilibrios y de cambios, no se conjuga bien con los supuestos y componentes del tipo A, y ms bien se ajustan a los supuestos y componentes de tipo B. El tipo A se ajusta al modelo tcnico racionalista. Sin embargo en la evolucin de los contextos sociales, se resalta el hecho de que las transformaciones en el ltimo tercio del siglo veinte han generado contextos inciertos, y las polticas se orientan hacia la diversidad. El tipo B que contempla una visin emotivo-no linear-holstica se ajusta mejor a este tipo de contexto. Los modelos tcnico racionalista se ajustan mal a un contexto incierto, pues este enfoque, para poder funcionar, requiere de la existencia de un contexto estable. En consecuencia, encontramos una situacin que refleja un desfase entre la concepcin (supuestos y componentes) de los modelos en aplicacin y los contextos en los cuales operan. En la actualidad pareciera que predomina un enfoque de tipo A en la gestin educativa de la regin. Sin embargo, las practicas innovadoras que se han desarrollado en la industria con buenos resultados y aquellas de alto componente de conocimiento pareciera indicar que las prcticas de tipo B son mas adecuadas. Esto parecera ser ms vlido an en un sector que se reclama de estar centrado en el desarrollo de las personas. Las innovaciones educativas mas interesantes, tanto desde la teora como la prctica, no son aquellas que ponen el nfasis en los recursos sino en aquellas practicas en mbitos tales como la educacin popular, y la educacin en el contexto de riesgo, que se sustentan en la interaccin comunicacional y las visiones compartidas,. Nos encontramos en una situacin en la cual existe evidencia generada en la regin que indican que la predominancia del paradigma de tipo A debera ser cuestionado con mas fuerza. Nos encontramos ante caminos alternativos. Por una parte, estamos dentro de un paradigma tecno linear racionalista que nos orienta hacia una practica de la gestin educativa ms orientada hacia la eficiencia. Sin embargo, la eficiencia en s esta carente de sentido. Por otra parte, hay un camino ms amplio, ms poltico y valrico donde se encuentran las preguntas relativas al sentido de la gestin educativa. Entonces, hacia adonde debe orientarse nuestra reflexin en la disciplina? En primer lugar, es necesario el profundizar el debate terico. Se requiere mejorar el conocimiento
de las teoras, debatirlas y desarrollarlas. Buscando equilibrios entre los
aportes de las escuelas de pensamiento ligadas al tipo A con aquellas del tipo B. En esta reflexin, aparece como necesario, distinguir claramente la reflexin acerca de la gestin del sistema, de la gestin de las escuelas. En segundo lugar, las hiptesis deberan ser transformadas en preguntas que deben ser respondidas por la investigacin emprica. En esto sera conveniente distinguir entre la gestin del sistema y la gestin de las escuelas, teniendo cuidado de no olvidar que las organizaciones educativas no existen en el vaco sino que estan dotadas de contextos, externos e internos. Debemos preguntarnos y observar cul modelo, cul enfoque es til, cuales de ellos son favorecen los aprendizajes de los alumnos y cuales generan aprendizajes mas adecuados para vivir , no en el mundo del pasado sino en el que emerge. En tercer lugar es necesario desarrollar la dimensin pedaggica en la gestin educativa. Es necesario repensar la gestin educativa para que en ella la gestin no se limite a la administracin de los recursos sino abarque tambin el liderazgo pedaggico. Sera muy conveniente apoyar la reflexin en los datos pedaggicos bsicos y en las implicancias de las metodologas pedaggicas para la gestin educativa.
Esta Tesis presenta una perspectiva de análisis epistemológico para la comprensión de los procesos de aprendizaje operativos y en formación humana en las organizaciones modernas productivas y de servicios y