Dialectología Andaluza

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DIALECTOLOGA ESPAOLA: INTRODUCCIN A LAS HABLAS ANDALUZAS

Pilar Lpez Mora

El sistema de la lengua espaola recoge en su seno numerosas variedades


dialectales entre las que est la modalidad de habla andaluza. La diversidad
dialectal, que es una realidad en cualquier lengua, es en espaol de una
riqueza extraordinaria dado la magnfica extensin geogrfica en que esta
lengua se usa. Todas las variedades dialectales del espaol tienen su razn
de ser histrica y constituyen parte del patrimonio cultural de los pueblos
que las hablan.
La andaluza es una modalidad lingstica bien diferenciada desde su
formacin. Su antigedad queda patente en testimonios indirectos desde el
s. XV: el primero conocido es el del rabino Mose Arragel de Guadalajara, que
hacia 1430 dice que en Castilla eran conocidos por su pronunciacin
leoneses e sevillanos e gallegos1. As, la primera afirmacin de la existencia
del andaluz como realidad dialectal data nada menos que de principios del s.
XV.
Un siglo despus abundan los testimonios. Juan de Valds (1535) en su
Dilogo de la lengua escribe acerca del gramtico sevillano Elio Antonio de
Nebrija: No os tengo dicho que como aquel hombre no era castellano, sino
andaluz, hablava y escriva como en el Andaluza y no como en Castilla?.
Sin embargo, esas noticias no concretan an esa diversidad. Es en un
documento de 1568 cuando el cronista de Indias Bernal Daz del Castillo
habla de ceceo al caracterizar el modo de hablar de un soldado de Sanlcar
de Barrameda:

Vid. Menndez Pidal, R. Sevilla frente a Madrid. Algunas precisiones sobre el espaol de Amrica
apud Mondjar, J., En los orgenes de la dialectologa andaluza. Etapa testimonial, en Dialectologa
andaluza. Estudios, Mlaga, 2001, 23-44.

El capitn Luys Marn fue de buen cuerpo e menbrudo y esforado; era


estevudo y la barba algo rrubia, y el rostro largo y alegre, eeto que tenya
unas seales como que aba tenido birgelas; sera de hasta treynta aos
quando ac pas, era natural de San Lcar; eeava vn poco como sebillano;
fue buen ginete y de buena conbersain; muri en Mechuacn 2

As parece ser el seseo el primero o el ms notable de los fenmenos


distintivos del andaluz3. A partir de 1600 son muchos los testimonios, sobre
todo de los gramticos. En 1614, el manchego Jimnez Patn en su Eptome
de la ortografa latina y castellana, habla del ceceo propio de sevillanos. El
maestro Correas (1630) describe el suave cecear de las damas sevillanas. Y
en 1650, el padre Juan Villar, natural de Arjonilla, Jan, habla de los daos
de zezear y sesear en su Arte de la lengua espaola y sita el fenmeno en
esta parte Occidental del Andaluza.
En la literatura, a partir del siglo XVIII, encontramos retratos ms o menos
fieles de nuestra variedad, caracterizaciones en las que se distinguen con
mayor o menor fortuna rasgos lingsticos propios y distintivos de los
andaluces. Tambin el tpico de lo andaluz, como lo gracioso, exagerado o
elocuente, y el reverso negativo de esos eptetos, con las exageraciones que
acompaan a nuestra realidad social y lingstica desde sus orgenes, se
recoge en autores de todas las pocas4.
En cualquier caso, los testimonios sean a favor o en contra, sean acertados
o portadores de tpicos, lo que prueban sin duda alguna es que los
andaluces eran reconocibles claramente por su habla que los distingua al
menos desde el s. XV del resto de espaoles.

Alonso, A., De la pronunciacin medieval a la moderna en espaol, Madrid, 1988 [reimpr. de la ed. de
1969, pg. 54.
3
Vid. Cano Aguilar, en H de la lengua espaola, 2004, 843 y ss., para un resumen de la cronologa del
fenmeno, con ejemplos de testimonios indirectos desde 1506.
4
Sobre la valoracin del habla andaluza en autores de diversas pocas, vid. Cano Aguilar, R. Conciencia
del andaluz y de lo andaluz: anlisis histrico, en El espaol hablado en Andaluca, Estepa, 2003, 45-72.

Los fenmenos ms relevantes


La caracterstica ms llamativa del andaluz es la pronunciacin, es la
particularidad ms acusada y la marca por la que se identifica un hablante
de andaluz frente a otros hablantes de espaol.
La pronunciacin andaluza se caracteriza (junto a la intensidad y
abundancia de los rasgos meridionales) por ciertos factores rtmicos y de
entonacin, por una mayor tendencia a la relajacin articulatoria (y en
ciertas secuencias por una superior intensidad), as como por la posicin
generalmente ms adelantada de los rganos de fonacin.
Si bien es verdad que no son los nicos rasgos diferenciadores con
respecto al espaol medio, los rasgos ms caractersticos del andaluz son los
fonticos.
Los rasgos lingsticos caracterizadores del andaluz5 son:
1. diferente articulacin de /s/ (coronal o predorsal, distinta de la ese
castellana);
2. seseo-ceceo;
3. aspiracin o total prdida de las eses finales. La aspiracin de las
consonantes finales que conlleva ciertos fenmenos como la asimilacin
(raho x rasgo) o la geminacin (mismo pronunciado mmmo);
4. la aspiracin de jota;
5. la modificacin en la articulacin de la vocal (la abertura) tras la cada
de la [h] > -s implosiva, que ha provocado la constitucin de lo que algunos
han considerado un sistema voclico que distingue las vocales normales o
cerradas de las abiertas;
6. yesmo o sustitucin de la lateral palatal por la palatal fricativa sonora,
con realizaciones rehiladas y semirrehiladas segn las zonas: /y/ fonema
palatal central fricativo sonoro con realizaciones semirrehiladas: [y], y
rehiladas: [];
7. y, en general, una intensa relajacin articulatoria6.
5

Vid. Lapesa, R., Historia de la lengua espaola, Madrid, 1982; Alvar, M., El andaluz, en Manual de
dialectologa hispnica: el espaol en Espaa, Barcelona, 1996; Mondjar, J., El andaluz: visin de
conjunto en Mondjar, op. cit., 121-148; Bustos Tovar, J.J., El habla andaluza, en Historia de
Andaluca, V, Barcelona, 1980, 19-40.

A estos hay que sumar algunos rasgos caractersticos de la gramtica de


determinadas zonas, como
8. el uso de ustedes en lugar de vosotros del andaluz occidental (ustedes
vens por vosotros vens)7.
Otros rasgos de la pronunciacin andaluza como: 9. la confusin de las
lquidas r y l finales: arcarde, cuelpo, 10. la aspiracin de humo, hacer8, o
11. la fricatizacin de la palatal africada sorda <ch> no tienen la misma
consideracin sociolingstica que los anteriores9. Son rasgos ms propios
de un nivel sociocultural bajo y que se asocia a un registro vulgar del habla
(precisamente porque los propios hablantes lo consideran as). Esas
cuestiones tienen que ver con el prestigio social de determinadas
pronunciaciones que, de hecho, no son comunes a todos los hablantes
andaluces y son rechazadas por los hablantes de nivel culto.
Es lcito hablar de distintos tipos de prestigio social y
sociolingstico10 (Norma regional; norma nacional o estndar; norma
verncula o local: el nivel de generalizacin intermedio, el de prestigio
regional vendra a representar la norma culta del andaluz, que no deja
de ser un tema complejo por las diferencias internas propias del
dialecto).
En el caso de las hablas andaluzas, rasgos distintivos como el seseoceceo, la aspiracin de jota, la prdida o asimilacin de la -s implosiva,
6

La relajacin en la articulacin de las consonantes sonoras interiores, sobre todo la d-: quear, o, t, n,
pare, mare. Aunque tambin se puede dar en la g-: jugar>juar o la n- tjh>tienes, la r- ma t, me
paese>me parece, kjh>quieres. Igualmente, se produce la articulacin relajada de las oclusivas sordas p,
t, k como b d g -->setenta=sedenta; cocacola=gogagola. Tambin, se debe a la relajacin articulatoria la
aspiracin o prdida en la pronunciacin de las consonantes finales: Madr, sal (dentales); cant, rbo
(lquidas); incluso de las nasales: virgen>brhe. Tambin se realizan muy relajadas las vocales que en las
transcripciones fonticas se representan invertidas.
7
Vid. Mondjar, J., El verbo andaluz. Formas y estructuras, Mlaga, [1994].
8
La aspiracin de h- procedente de F- latina que hoy en da es un fenmeno casi desaparecido, slo
conservado en el habla popular de determinadas zonas de Extremadura, y Andaluca (jarto), (jierro,
jumo). Es un fenmeno con bastantes connotaciones socioling. Que cada da ms, queda relegado al
registro ms vulgar del habla.
9
Vid. resultados de las investigaciones sobre sociolingstica andaluza llevadas a cabo en la Universidad
de Sevilla y en especial el artculo de Pedro Carbonero, Norma estndar y actitud sociolingstica: Sobre
la aceptacin y uso de algunos rasgos lingsticos en hablantes sevillanos, en Sociolingstica andaluza
I, 137-146. Tambin son imprescindibles los ltimos estudios de Juan Andrs Villena Ponsoda sobre el
vernculo malagueo.
10
Villena Ponsoda, J. A., La continuidad del cambio lingstico. Tendencias conservadoras e
innovadoras en la fonologa del espaol a la luz de la investigacin sociolingstica urbana, Granada,
2001.

o la neutralizacin de las lquidas en posicin implosiva, son rasgos


que se extienden ms all de nuestra frontera (que, por cierto, no
coincide con los lmites de la Andaluca geogrfico-administrativa),
algunos de los cuales compartimos con extremeos y murcianos, y
con gran parte de Hispanoamrica. De otro lado, la distribucin de
estos rasgos lingsticos no es homognea dentro de nuestras
fronteras, lo que ha llevado a los dialectlogos a preferir la
denominacin hablas andaluzas y a distinguir, en general, dos
Andalucas lingsticas.

La frontera del andaluz (cuyos lmites no coinciden con los de la


Andaluca geogrfico-administrativa) fue delimitada por el insigne fonetista
Navarro Toms y sus colaboradores Aurelio M. Espinosa (hijo) y L. R.
Castellano en un trabajo publicado en 1933 en el cual, para establecer los
lmites del andaluz, se basan en la extensin de la ese andaluza y no en otros
fenmenos fonticos ms llamativos y slo aparentemente ms relevantes.

Las hablas andaluzas


La descripcin del andaluz pasa por precisar que el andaluz no es uno: y es
que cualquier modalidad de habla presenta variacin interna siempre
acentuada por la extensin del territorio en que se habla.
En el caso del andaluz, esa diversidad interna ha llevado a los dialectlogos
a preferir la denominacin hablas andaluzas que refleja mejor la realidad
desde el punto de vista lingstico.
Lo que da unidad dialectal al andaluz es sobre todo un fuerte
sentimiento de comunidad de habla, unido a diversos rasgos s
compartidos por todos los hablantes, como la relajacin articulatoria, la
articulacin de ese predorsal o coronal y no apical, o la aspiracin de las
consonantes finales11. Sin embargo, la verdad es que hay pocos rasgos
11

Pero en el caso de la aspiracin o no pronunciacin de las eses finales de palabra o slaba, estamos ante
un rasgo en que coincidimos con la mayor parte de hispanohablantes y que se da tambin en el espaol

lingsticos compartidos por todos los andaluces12: el seseo-ceceo y la


aspiracin de jota (dos de los fenmenos ms representativos y podemos
decir incluso emblemticos) se desconocen en Jan y Almera (excepto la
costa); de otro lado, la abertura de las vocales finales de los plurales
caracteriza el modo de hablar de cordobeses, granadinos, jiennenses y
almerienses, y, en Mlaga, de los antequeranos, entre otros, mientras que en
Sevilla, Huelva y Cdiz no se produce este fenmeno13.

Las dos Andalucas


En los estudios de dialectologa andaluza se habla, generalmente, de dos
Andalucas lingsticas, la Occidental y la Oriental, y, aunque la lnea divisoria
entre una y otra zona cambia segn el fenmeno que observemos, en
general, siempre Huelva menos el Norte, Sevilla y Cdiz forman un
bloque frente a Jan, Granada y Almera; mientras Crdoba y Mlaga van
unas veces con el Este y otras con el Oeste14.
Gracias a los avances de la geografa lingstica, se ha llegado a configurar
una regin con reas lingsticas definidas. La geografa lingstica constituye un
mtodo de estudio que se dedica principalmente a elaborar e interpretar mapas
lingsticos. Para Andaluca, tenemos el ALEA (M. Alvar, G. Salvador, A. Llorente)
que nos ha permitido conocer de manera exhaustiva la realidad lingstica de una
regin tan heterognea tanto en lo lingstico como en lo social y geogrfico.
septentrional (Madrid, Salamanca). Vid. sobre su posible origen y algunos datos sobre su extensin
geogrfica, Cano Aguilar, en H de la lengua espaola, 2004, 850-852. Vid. Narbona, A., Cano, R. y M.
Morillo, El espaol hablado en Andaluca, Barcelona, 1998, 73.
12
Vid. Narbona, A., Cano, R. y M. Morillo, op.cit., 17 y sigs.
13
Existe un debate terico acerca de si el andaluz es o no propiamente un dialecto del espaol. En
este tema no todos los estudiosos tienen la misma opinin. Un lingista tan prestigioso como Julio
Fernndez-Sevilla considera que el andaluz posee todas las caractersticas que suelen exigirse a una
modalidad lingstica para ser considerada dialecto. Mientras otros dialectlogos, entre los que se
encuentra Jos Mondjar, lo ven simplemente como una variedad del espaol muy acusada en sus rasgos
fnicos, y algunos de carcter fonolgico. En este sentido, (Mondjar: El andaluz: visin de conjunto
139): no es posible establecer los lmites del andaluz en relacin con los del extremeo, el castellano o
el murciano porque son tantos los vnculos fonticos, fonolgicos, morfolgicos, sintcticos y lxicos que
ligan la variedad andaluza del espaol con el resto de variedades meridionales que le restan
individualidad, a pesar de ser la variedad ms progresista y dinmica (ibd.; lo mismo est recogido en
Orgenes II). Igualmente, A. Narbona afirma en la introduccin al libro El espaol hablado en Andaluca:
en realidad no es posible sealar ningn hecho que sea exclusivo del andaluz, y, desde luego, no lo hay
que sea compartido por la totalidad de los andaluces (p. 17).
14

Vid. Ariza, M. lingstica e historia de Andaluca, en Actas del II Congreso Internacional de Historia
de la Lengua Espaola, Madrid, 1992,15-33.

Esto es comprobable en todos los niveles de anlisis, a travs de los


MAPAS de fenmenos fonticos, morfolgicos y lxicos.
Hay un rasgo considerado ejemplar: la distribucin del fenmeno de
la aspiracin de s frente a la abertura de la vocal final para distinguir el
singular del plural = la apertura o no de las vocales finales de palabra tras la
desaparicin de la aspiracin (alfono de s implosiva). Esta se considera
una de las isoglosas fundamentales que marca la divisin de la Andaluca
oriental = la apertura voclica. Pero no es la nica isoglosa importante que
divide Andaluca: la realizacin de la fricativa velar /x/ frente a la
realizacin aspirada /h/ y la pervivencia de la aspiracin de la aspiracin hprocedente de F- inicial latina; o la isoglosa que define el rea de ustedes
frente a vosotros, zona que coincide con el rea de neutralizacin de la
oposicin de /s/ y zeta.
Tambin algunos mapas lxicos muestran una clara divisin entre
Occidente y Oriente, por ejemplo, el mapa de padrino donde se ve como Jan,
Almera y Granada grosso modo prefieren la denominacin compadre15.
En esta clasificacin de Andaluca Occidental vs. Oriental, las provincias de
Mlaga y Crdoba unas veces van con el este y otras con el oeste (M. Ariza,
op.cit.) tambin en el lxico. Y tenemos ejemplos de esto en el DRAE, donde
vemos como Mlaga comparte voces unas veces con Sevilla, Huelva y Cdiz;
otras con Jan, Almera y Granada:
BCARO1.(Del

mozr. *bcaro, y este del lat. poclum, taza, vaso).1. m. Tierra roja
arcillosa, que se traa primitivamente de Portugal, y se usaba para hacer vasijas
que se estimaban por su olor caracterstico, especialmente como jarras para
servir agua.2. m. Vasija hecha con esta arcilla, principalmente para usarla como
jarra para servir agua.3. m. florero ( vaso para flores).4. m. Cd., Huel., Ml. y
Sev. botijo.
EMPERADOR.(Del lat. impertor, -ris).1. m. Ttulo de mayor dignidad dado a
ciertos soberanos. Antiguamente se daba a los que tenan por vasallos a otros
reyes o grandes prncipes. El emperador Alfonso VII. El emperador de Alemania,
de Austria, de Rusia.2. m. Ttulo de dignidad dado al jefe supremo del antiguo
Vid. mapa 1340 ALEA V, citado en Ariza, op.cit. O los mapas de gemelos-melguizos, parlotearcascar; hijastro-entenado entre los muchos incluidos en el magnfico trabajo de Ana Isabel Navarro
Carrasco, Diferencias lxicas entre Andaluca oriental y Andaluca occidental, Alicante, 1995.
15

Imperio romano, y que originariamente se confera por aclamacin del Ejrcito o


decreto del Senado.3. m. Alm., Gran., Jan y Ml. pez espada.

Segn M. Alvar an podramos considerar una tercera zona lingstica en


Andaluca. Esta idea constatada por Fernndez Sevilla y es concretada por
Manuel Ariza que sugiere que se podra hacer una divisin que contemplase
tres zonas: la oriental, la occidental y una central que abarcara grosso modo
Crdoba y Mlaga basndose en mapas lingsticos como el mapa de nuseas
citado por Manuel Ariza en su trabajo) en el que se ve una divisin tripartita
bastante bien definida.
Las causas de esta divisin interna son diversas. Sobre todo, el
distinto origen de los repobladores de los Reinos de Jan, Crdoba y Sevilla
all por el siglo XIII. Y es que la consolidacin de los fenmenos lingsticos
que constituyen lo que llamamos las hablas andaluzas se debe en gran
medida al influjo de los hechos histricos que conformaron las fronteras del
andaluz. As, aparte de los factores geogrficos16, la consolidacin de los
fenmenos lingsticos que conforman lo que llamamos las hablas andaluzas
se debe en gran medida al influjo de los hechos histricos que conformaron
las diversas fronteras del andaluz.

A propsito del lxico

En el vocabulario se ha destacado la riqueza lxica del andaluz, que se


refiere sobre todo a la variedad de trminos con los que en Andaluca se
designan realidades de la vida cotidiana, por ejemplo los numerosos

16

Se ha apuntado en general a la distribucin geogrfica de la regin, y se ha sealado que algunas de


estas reas coinciden con valles y montaas, ros, etc. Las marcadas diferencias geogrficas entre la
denominada Andaluca baja (que abarca ms o menos el Valle del Guadalquivir) y la alta (constituida por
las Cordilleras bticas: penibtica y subbtica) corresponden tambin a diferencias lingsticas. Dentro de
esas dos grandes zonas pueden diferenciarse reas menores que surgen a partir de estas dos grandes
demarcaciones: el valle del Guadalquivir, la Andaluca mediterrnea, Sierra Morena, Cordillera Subbtica
(Sierra Nevada, Serrana de Ronda y Sierra de Grazalema), y la Andaluca subdesrtica del sureste
andaluz.

trminos que tenemos para denominar el botijo17, o los 82 documentados


para la mariquita (bichito [de] luz)18.
Adems del vocabulario comn, cada provincia e incluso cada ciudad tiene
su propio patrimonio lxico que se conserva con mayor o menor vitalidad
(p.ej.: la voz cirila fuente es propia del habla de un pueblo de Mlaga, Con).
Andalucismos propios de Mlaga que tambin aparecen en el DRAE son
corraln casa de vecindad; damasquillo albaricoque; marengo pescador u
hombre de mar; porrudo testarudo, tozudo; tralla Utensilio de que se valen
los pescadores para sacar a flote el copo; vecindona Mujer del pueblo
aficionada a comadrear; vitoriano adj. Se dice de una clase selecta de
boquerones.
Tambin propia de Mlaga aunque no aparezca en el Diccionario
acadmico es, por ejemplo, calino mala suerte (Juan Cepas s.v.). Ejemplo de
que la formacin lxica en andaluz es el desarrollo normal en el espaol: en
este caso, formacin por derivacin (calino de calina bruma19).

17

Porrn, botijo, bcaro, pirulo, piche, pichiln, pipo, piporro y pipote, vid. M. Ropero Nez,
Sociolingstica andaluza: problemas y perspectivas, en Sociolingstica andaluza 12, Sevilla,
Universidad, 2001.
18
Vid. M. Alvar Ezquerra Variedad y riqueza en el lxico andaluz, en El habla andaluza. El espaol
hablado en Andaluca, Estepa, Ayuntamiento, 2003, 213.
19
J. Mondjar (Esp. calina, calima; sic. caloma. Consideraciones histrico-crticas en torno a un
problema de historia y de geografa lingstica en el DCECH, en Dialectologa andaluza. Estudios,
Analecta Malacitana, Mlaga, 1991) explica calino como una acepcin metafrica derivada del hecho de
que en el mundo de los pescadores es una desgracia/mala suerte que la pesca no haya ido bien lo que
ocurre cuando hay niebla (los das calinosos o los das nublados).

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