Ayudando A Los Que Ayudan A Aprender
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conocimiento
Etica Profesional Dialgica en el campo psicoeducativo.
Conceptos verdaderos, vivencia y juego en Vygotsky, para pensar la inclusin desde la
construccin de sentidos
Autora: Mag. Cristina Erausquin
Para Ctedra II de Psicologa Educacional de Facultad de Psicologa UBA y Ctedra de
Psicologa Educacional de Facultad de Psicologa UNLP
entenderemos, por ejemplo, que alguien puede estar motivado para hacer algo, pero puede
tener dificultades para persistir en el curso de su desarrollo, ya que comprometerse exige
renunciar a otras cosas.
Pero, qu significa hacer conjuntamente? Puede haber aprendizaje sin ayudas, como
lo hay en los alumnos, de los profesores que pueden intentar pensar los problemas, imaginar
acciones, ponerlas en marcha y evaluarlas, por su cuenta. Puede haber ayudas no
intencionales y ocasionales, que le ayuden al profesor a comprender algn aspecto del
problema en una conversacin informal y ocasional con el orientador. Puede haber ayudas
intencionales e informales, con pedido de ayuda, pero sin compromisos institucionalizables, o
bien ayudas intencionales y formales como una reunin de tutores, para presentar un informe
sobre un tema problemtico crucial de convivencia en un colegio -, y en este caso, habr una
definicin de los roles y probablemente de objetivos del intercambio lo cual permite organizar
la mente con anterioridad -. Y, finalmente, puede haber aprendizaje colaborativo en contexto
institucional, con horarios, guas, definiciones compartidas, etc. Dejamos para Uds., como
actividad propuesta, imaginar las ventajas y desventajas comparativas de estos cuatro (4)
niveles de trabajo colaborativo.
Y qu es lo que implica la funcin facilitadora del orientador? El asesor u orientador
no es quien va a resolver por l mismo los problemas, sino son los asesorados, con las ayudas
necesarias, quienes experimentarn razones y creencias que sostengan motivacional, volitiva y
cognitivamente el proceso de intervencin. Ello se inscribe en lo que hemos denominado en
otro trabajo (Erausquin, 2013b) intervencin indirecta, en la cual el consultante es quien
desarrollar la accin con la ayuda del consultor, estrategia de intervencin que predomina en
el que es considerado uno de los modelos de orientacin u intervencin psico-educativa
emergentes: el modelo de consulta colaborativa, surgido, conjuntamente con el modelo de
programas, a partir de la crisis del que fuera modelo hegemnico el modelo clnico o de
counseling - , y en el camino que recorre el giro contextualista (Baquero, 2002) en el terreno de
las intervenciones psico-educativas.
Asesorar u orientar es trabajar juntos, o trabajar con (no sobre), lo cual impone dos
grandes desafos a quien asesora. En primer lugar, es necesario alcanzar algn grado de
comprensin conjunta de los problemas y los medios para resolverlos; comprensin conjunta
que no es un estado sino un proceso, que no se da nunca por cerrado del todo y est
sometido a continuos avances y retrocesos, y por tanto, a un grado importante de
educadores. Apelar slo a los grandes principios, como inclusin y diversidad, etc., sin
priorizar sub-metas en la re-conceptualizacin realizada en comn - re-contextualizadamente -,
o priorizar exclusivamente las necesidades de los alumnos sin atender a lo que les ocurre a los
profesores otro sesgo habitual -, son tendencias que aparecen frecuentemente pero que no
posibilitan en general construir caminos para llegar a cambios accesibles co-diseados.
Claves para Construir Etica Profesional Dialgica en el campo psicoeducativo
Decamos en nuestras primeras clases:
El proyecto escolar fue impuesto por los adultos a los nios y se actu como si fuera de
ellos (Perrenoud, 1990). La Psicologa Educacional se inscribi as histricamente en una
poltica de gobierno y control de poblaciones, que orden diversidades como diferencias
de medida en escalas de progreso supuestamente universal.
conflictos, y a lo culturalmente situado y dialgicamente construido, que no por ello deja de ser
universal, porque es construccin de humanidad.
Dijimos tambin que las escuelas y subjetividades que habitan el mundo contemporneo,
en su necesidad de entenderse y convivir transformando y transformndose, estn cambiando
una dialctica del progreso necesario a travs de sntesis superadoras de las contradicciones por
el intento de habitar, mientras las construyen, dialcticas dialgicas. Dialcticas dialgicas que no
pueden ser de aplicacin, prescriptivas, ni definitivamente sintetizadoras, sino de implicacin, coconstrudas, y desarrolladas a travs del enriquecimiento, por apropiacin recproca (Rogoff, 1997,
Smolka, 2010) de las diversas y heterogneas potencias y realidades culturales, interpersonales y
personales que habitan un escenario educativo. Un dilogo que se fecunda en la historia de los
acontecimientos en sus contradicciones y conflictos -, una historia recuperada en la memoria
social por un sujeto colectivo que habilita y habita experiencias para re-mediatizar la memoria de
los sistemas sociales y construir as estratgicamente el poder de disear y gobernar su propio
futuro (Engestrm Y, 2008) .
En la formacin de profesionales, necesitamos re-significar la tendencia a ubicar a la tica
como un conjunto de principios descontextualizados y pre-determinados, un normativismo
acrtico o exclusivamente utilitario o pragmtico - hacer lo conveniente para evitar las
consecuencias del juicio de los otros - , para apuntar a la co-construccin del sujeto tico y sus
legalidades (Bleichmar, 2008), en una trama cultural capaz de revisar sus inercias y transformar
su capital. Necesitamos generar acuerdos dialgicamente construidos, enmarcar normas ticas en
el contexto y sus transformaciones y heterogeneidades, y ello conforma un desafo significativo y
relevante en una sociedad como la nuestra, que atraves la impunidad, la dictadura, la corrupcin,
el autoritarismo, la inequidad y la desigualdad casi como norma - en largos perodos de su
historia.
Por qu los conceptos verdaderos son entramados de experiencias y conceptos?
Escriba Vygotsky en los comienzos del siglo 20.
Por qu y cmo Vygotsky nos ense a problematizar las jerarquas genticas (Wertsch,
1991) de progreso inevitable del pensamiento moderno, que fueron propias de la Psicologa y la
Pedagoga, y que edificaron y legitimaron matrices evolutivas de curso nico del desarrollo
cognitivo? Y aun ms all, edificaron, en el pensamiento cientfico de la modernidad, matrices del
desarrollo de una subjetividad previsible, manejable, y evolutivamente marcada por la necesidad
de progresar a travs de un solo cauce o camino.
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Vygotsky fue un terico de la necesidad atravesada por la libertad. Desde ah elabora una
jerarqua gentica de Procesos Psquicos Elementales, Superiores Rudimentarios y Superiores
Avanzados no en vano era un pensador moderno -, pero que pone en evidencia, por empezar,
su contingencia social y situacional. Los avances del desarrollo slo se posibilitan, en su
concepcin, a travs de las interacciones de los sujetos con los otros y con los artefactos
culturales, en el seno de los contextos de crianza y educativos escolares. Pero adems, siempre
aparece la dialctica como un movimiento entre tensiones no slo entre contradicciones . Es
que, para un desarrollo genuino y singular-personal- cultural, es siempre necesario mantener la
tensin ms que disolverla, caminar para arriba y para abajo, para adelante y para atrs, en
espiral y no en una sola direccin, sin pretender unificar logros o resultados con un signo
dominante, hegemnico u homogeneizador.
Autores contemporneos cuyo pensamiento se inspira en el de Vygotsky (Daniels et alt.,
2008) sealarn la importancia de que l haya postulado que los verdaderos conceptos no son
slo los cientficos, sino aquellos que son capaces de articular o entramar lo cientfico y lo
cotidiano. Cazden (2010) nos dir: educar es construir desde lo familiar para desbloquear lo
extrao, en entramados, entretejidos hbridos de lo cotidiano y lo cientfico, lo particular y lo
universal, lo nuevo y lo viejo, lo cercano y lo distante, la familia, el grupo de pares y la escuela, el
significado y el sentido. Sin ese entramado, no hay genuino aprendizaje ni desarrollo subjetivo. La
direccin ascendente, hacia la abstraccin y lo universal del concepto cientfico necesaria para
no quedar atrapado en la pura contingencia del contexto inmediato necesita combinarse con la
direccin descendente, hacia lo singular de la experiencia vivida necesaria para no quedar
atrapado en el formalismo vaco que no encarna, no muerde en una vivencia singular, concreta,
cargada de emociones y motivaciones - .
Los conceptos necesitan nutrirse de lo universal que nos trasmite la ciencia y la historia,
pero encarnar al ser usados para entender y transformar el entorno y las relaciones con los otros
y consigo mismo en genuinas necesidades de los hombres y mujeres, en el aqu y ahora. La
misma dialctica dialgica habitar las relaciones entre significado y sentido, en la concepcin de
Vygotsky de la articulacin entre pensamiento y lenguaje (1934b). El habla social, y ms aun, la
conversacin involucrada en la lectura y la escritura, requieren y promueven el conocimiento
profundo de los significados culturales, compartidos en el hoy y tal vez en el ayer, pero a la vez, el
habla social hecha habla interna, se anclar en el sentido, la parte ms contextualizada y singular
del significado, la que habita en la experiencia personal-cultural, con sus resonancias vitales, y sin
la cual el humano no podra encontrar intencionalidad, ni libertad, ni identidad.
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Por ltimo, nos ha conmovido descubrir, con Valsiner y Van der Veer (1994), que Vygotsky
(1934) ha postulado a la vivencia como la ltima de sus unidades de anlisis, la ms vinculada
a su perspectiva sobre el desarrollo subjetivo, el objeto de estudio de su Paidologa sntesis
entre la Pedagoga y la Psicologa del Desarrollo del Nio que postulaba en los ltimos aos de
su obra - . En escritos a sus discpulos de los ltimos aos de su corta y fecunda vida, la vivencia
articula el desarrollo de la subjetividad en construccin, con la situacin social, cultural, ambiental
que promueve, facilita y restringe sus reproducciones, estancamientos, creaciones y
transformaciones (Vigotsky, 1993)
La vivencia, como sntesis de emocin y cognicin, posibilita completar en profundidad la
articulacin sujeto-contexto. Posibilita atravesar tanto la reduccin al sujeto los problemas en
su aprendizaje o desarrollo concebidos como causados por su naturaleza y no por la interaccin
sujeto-contexto - como la reduccin del sujeto a una sola dimensin del mismo y su desarrollo,
la cognitiva, la intelectual, la racional (Baquero, 2007). La emocin permite anticipar o
condensar, aquello que en la relacin del sujeto con el mundo no se puede objetivar, ni explicitar,
ni formalizar, o bien lo que se necesita priorizar desde la pasin o el sentir, por encima de toda
objetivacin y distanciamiento. La cognicin aparece para objetivar, analizar, poner la distancia
que se necesita y que se logra construir con apoyo en la abstraccin conceptualizadora que
logramos en la escuela si la logramos -, con la des-contextualizacin a la que llegamos a travs
de significativas y genuinas re-contextualizaciones o construcciones de conocimiento
compartido. En tal sentido, la vivencia como unidad de anlisis que rene emocin y cognicin
para articular sujeto y contexto, se contina y profundiza en la nocin de entramado (Cazden,
2010), que denota la articulacin entre un sujeto en desarrollo y un ambiente facilitador o no de
dicho desarrollo, y apuntala la comprensin de ese proceso de tensin irreductible, de movimiento
en espiral, de contradicciones que es necesario sostener, no apaciguar, ni diluir, ni disolver.
Juego, creatividad y aprendizaje en la versin vygotskiana del desarrollo
En primer lugar, Vygotsky, sita la actividad creadora (1982) en todos los actos humanos
que son capaces de crear algo nuevo, como lo hace Winnicott en el vivir creativo (1970,
1972). En la conducta, estn siempre presentes dos impulsos: uno reproductivo, vinculado
a la memoria, y otro que combina y crea, re-creando. Es la plasticidad de nuestro sistema
nervioso, que a la vez que conserva las huellas de lo vivido, las recrea y adapta a los
cambios.
La actividad creadora es la que hace del hombre un ser, que a la vez que est unido a la
historia, se proyecta al futuro, contribuyendo a re-crear y transformar su presente.
Vygotsky resiste ubicar a la imaginacin desvinculada de la realidad.
Slo puede pensarse a la imaginacin del ser humano hundiendo sus races en la
experiencia histrica colectiva, y a la vez, modificando, creando novedad. Los nios
recrean la realidad a travs de los juegos, edificando con ella nuevas realidades acordes
con sus intereses y necesidades. La fantasa no se opone a la memoria, la necesita para
rearmar nuevas combinaciones de la experiencia. Imgenes de la fantasa prestan su
lenguaje a las emociones y combinan elementos de la realidad externa para que
respondan al estado interior del nimo. Tanto los componentes cognitivos como los
emocionales son necesarios para el acto creador.
El juego es una actividad que, enraizada en el mundo, construye una ficcin que se
diferencia de la vida corriente (Vygotsky, 1934a). Y la construye cambiando el significado
de la accin y del objeto de la misma, sin desconocer las reglas de significado que el
contexto les atribuye. Suspende los significados que impone el contexto inmediato, al decir
de Rivire (2002), creativamente, diseando un nuevo escenario en el cual la ficcin puede
resultar real. Por eso, el juego crea zonas de desarrollo prximo en el nio y en el
adulto? -. Las crea porque, en el juego, puede el nio ser una cabeza ms alto de lo que
es en realidad, siendo el juego el artfice de la creacin de un nuevo contexto de
significacin: por eso el juego es cosa seria para l. Es la creacin de un escenario de
libertad.
Pero,y las reglas de juego? Aun en el juego simblico, dramatizador, del pre-escolar,
Vygotsky descubre reglas, mucho antes del juego de reglas de la perspectiva piagetiana
(Vygotsky, 1934). De nuevo la tensin entre las contradicciones que no se puede disolver
ni resolver, pero que contribuyen al crecimiento en espiral. Para liberarse, el nio que juega
necesitar sujetarse: cambiar la escoba por un caballo, y en lugar de saltar sobre ella,
ser un caballero que estar cabalgando para salvar a la dama de su prisin en el castillo.
Con lo cual se libera simblicamente de la sujecin a lo inmediato, y a la vez se somete a
las reglas sociales, de un universo mayor o diferente al que lo rodea y lo sujeta
cotidianamente en el ejemplo, las reglas sociales sobre lo que debe hacer un caballero
con una dama - . Para imaginar, crear, la libertad de ser l mismo, deber entender, por
s solo y con ayuda, las reglas que rigen el vivir del mundo.
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Juego: involucra repeticin pero no determinacin: abre camino a lo incierto. Juego que
genera orden y tensin, auto-regulacin, autodominio, en el que alguien se somete
voluntariamente a las propias reglas, reglas que se han convertido en deseo (Vygotsky,
1934a, pp.72). Juego y trabajo, en el aprendizaje: relaciones de oposicin y alternancia,
pero que tambin se nutren mutuamente.
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