Transformados a imagen de Cristo

Tema 1 Llamados a ser imagen de Cristo

Da 1 Cul es el proyecto de Dios nuestro Seor? Nosotros podemos tener un
propsito claro y firme hacemos hasta lo imposible por alcanzarlo; Dios
tambin tiene un propsito claro para cada uno de nosotros. Rm 8, 29: que
seamos imgenes perfectas acabadas de su Hijo Jesucristo. Que la gente diga,
eres igualito a Jesucristo. El texto dice que desde que nos cre Dios nos
predestin para ser la rplica del mismo Cristo, pues fue a imagen de l que
fuimos creados.
Muchos piensan que Cristo es un parche sobre la historia de la humanidad.
Esta imagen se vio fracturada por el pecado en el paraso, pero la imagen ha
sido restablecida por el sacramento del bautismo; pero el pecado va
destruyendo dicha imagen.
Nosotros salimos de manos de Dios con la misma imagen perfecta de Jess;
Miguel ngel, el artista, deca que la escultura consista en liberar a la obra de
arte que yaca prisionera en el mrmol. Dios usa todo lo necesario para liberar
la obra de arte que yace oculto en nosotros por el pecado. Rm 8, 28 nos
recuerda que todo sucede para bien de los que aman a Dios. Todo lo que ocurre
en nuestra vida tiene como objeto hacer de nosotros una rplica de Jess, tanto
lo bueno, como lo malo que nos pueda suceder.
Para liberar la obra de arte al principio se ha de usar un cincel grande,
herramientas grandes y pesadas para remover todo aquello que oculta dicha
imagen, pero conforme va llegando a la figura que se busca, usa herramienta
ms fina, hasta llegar al uso de herramienta delicada para darle la textura, la
finura y la delicadeza que la imagen requiere. Eso es lo que Dios hace con
nosotros.
Nuestra vida de santidad es una obra de Dios. Cada uno de nosotros somos
como un diamante en bruto, como una pieza de mrmol de la que Dios sacar
la perfecta imagen de su Hijo; cuando Dios esculpe nuestra imagen en cada
uno de nosotros tiene frente a s la imagen de su Hijo. Dios est
constantemente esculpiendo en 2 Co 3, 18.
Lo que vemos en los santos es el proceso ya acabado, como sucede con
Ignacio de Loyola o Francisco de Ass. Es evidente cmo Dios va esculpiendo la
imagen de su Hijo en cada uno de nosotros. Estos cambios los realiza Dios
mediante su Espritu tal como dice Rm 5, 5. Quien se resiste al Espritu Santo
impide que sea forjada en l la imagen de Cristo. En el libro Cmo llenarse de
Dios de Osvaldo Cuadro nos presenta a Dios como un artista que quita de
nosotros aquello que estorba mediante la purificacin. Y esta purificacin se
consigue a travs de la humillacin, ya que sta combate los 3 elementos que
generan el pecado: egosmo, soberbia y vanidad. Dentro de nosotros vive el
pecado segn san Pablo. La humillacin golpea directamente estos tres
elementos; pero si nos defendemos cuando somos humillados evitamos que
Dios acte como artista que libera la obra de arte que est oculta en nosotros.
Gnesis 3 nos muestra estos tres elementos; el demonio los conoce bien y
sabe usarlos para sus objetivos. Dios todava trabaja en nosotros con grandes
cinceles o ya trabaja con herramienta fina y delicada?

El Padre Boff hablando sobre el cielo, el infierno y el purgatorio dice que ste es
similar a lo que sucede a una persona que se va de viaje por mucho tiempo
dejando atrs al ser amado y cuando regresa se encuentra con la persona
amada pero algo le impide ir a su encuentro, dicha persona goza por la visin,
pero sufre por no poder gozar plenamente de la persona amada y de estar con
ella. Dice l que dicha persona sufre en el gozo y goza en el dolor.
Creados a imagen de Cristo para vivir eternamente con l, Dios va
construyendo a Cristo en cada uno de nosotros, pero l no est en nuestra
carne, sino en el corazn. Col 3, 10 nos muestra que ese proceso sigue en
marcha porque Dios constantemente obra en nosotros. Esta obra toma tiempo
y la gente nota que va emergiendo una nueva figura, un nuevo yo. No basta
con decir que se es un buen cristiano, porque si no se nota, no eres lo que
dices ser. En el bautismo se imprime en nosotros la imagen de Jess, pero
dependiendo de la familia, la propia vida, la experiencia y el entorno ayudan o
estorban para retomar dicha imagen. De las primeras comunidades se deca
que eran diferentes a los dems. Ef 4, 13 nos dice que estamos llamados a
alcanzar la perfecta madurez siendo imagen de Cristo. Nosotros cooperamos
para que Dios forje dicha imagen en nosotros. Flp 3, 7; 4, 12 nos muestra que
dicha cooperacin consiste en el valor y amor a Cristo y en aceptar la vida
como Dios nos la presenta y ofrece. Qu me conviene para cooperar a que
Dios forje en mi la imagen de su Hijo? Flp 1,21(track 9, min 3:00, el Padre dice
Flp 1, 2 y es 1, 21). Para m la vida es Cristo.
Le dice a Timoteo: he dado el buen combate, he llegado al final de la carrera,
slo me espera recibir la corona que el justo Juez me ha de dar (2 Tm 4, 7-8).
En Pablo Dios hizo maravillas y lo transform en un hombre santo. Todo lo que
sucede en nuestra vida tiene como finalidad hacer de nosotros imagen de
Cristo. El proyecto de Dios para nosotros est ms all de nuestros proyectos
de dinero, casas, autos, riquezas, porque estamos llamados a ser imagen de
Cristo. 1 Sm 8, 19-20 nos presenta al pueblo pidiendo un rey para ser como los
dems pueblos.
Dios quiere esculpirnos a imagen de su Hijo amado, Dios no rehusar a acabar
en nosotros la obra que inici, ya que el artista nunca abandona su obra, sino
porque la obra impide al artista continuar con su trabajo. Qu pide de
nosotros el Seor? apertura a su Espritu que transforma y que modela y
cooperacin para que Dios obre en nosotros.
Da 2 Rm 8, 29 hemos sido predestinados para ser imgenes de Jess. Si de un
artista podemos admirar su trabajo, imaginemos ahora lo que Dios puede
hacer con cada uno de nosotros. Vamos, ahora, a revisar a nuestro modelo y
ver en qu etapa nos encontramos en este proceso de ser imagen de Jess.
Jess es compasivo y misericordioso: esta es un rea daada en el cristiano,
porque muchos hemos perdido el toque de compasin por el otro. Podemos
incluso decir que nada podemos hacer para cambiar todo eso. La compasin
nos puede ayudar a hacer algo por los dems, por los que sufren, por los que
padecen algo, por los que lloran. La violencia es motivada por la pobreza, por
las necesidades de la gente, ya que quien no tiene que comer es capaz de
hacer cualquier cosa para llevar el pan a su mesa. La pobreza ha sido siempre
causa de grandes problemas para la sociedad. Lucas 7, 11-15 nos muestra a
Jess que se conmueve con la muerte del hijo de una viuda; Jess hace algo
concreto por esa mujer; cierto que no podemos resucitar un muerto, hay

muchas cosas que podemos hacer por los dems. Cuando nos acercamos a un
velorio todos solemos decir: lo siento mucho pero es una frase estereotipada,
y muchas veces no nos acordamos del dolor que siente la familia.
Compadecerse es pensar en la persona y tratar de saber y sentir lo que siente
la otra persona que sufre y ver cmo le podemos ayudar. Santiago 2, 18 nos
recuerda que las obras muestran nuestra fe. Mc 6, 31-34 nos muestra a Jess
compadecindose de la gente que le busca y que andan como ovejas sin
pastor. Nosotros podemos ayudar a la gente prestndoles atencin, dndoles
algo de nuestro tiempo, mostrndoles que nos interesa su vida, su problema,
sus necesidades. La compasin es interesarse por el otro. Pablo en Col 3, 12
nos invita a revestirnos de tierna compasin; 1 Pe 3, 8 nos invita a la
misericordia con los hermanos; no hemos de resolver la vida y los problemas
del mundo, pero si podemos mostrar inters por el hermano. Jess no puede
ver a la gente sufrir ni con necesidad sin hacer algo por ellos.
Jess es un enamorado del Padre, celoso del reino y obediente hasta la muerte:
Jess se dirige a su Padre con el trmino Abb que es la forma cariosa de
dirigirse al padre; Dios ya no es un Dios justiciero y un guerrero, sino nuestro
Pap, nuestro papi. Como hijos necesitamos aprender a brincar a los brazos de
nuestro Padre. El hijo no teme a su padre, sino que confa en l. En la cruz,
Jess no tiene otro pensamiento sino para su Padre, a quien le encomienda su
propia vida. Mt 26, 39 nos presenta a Jess mostrando una obediencia
excepcional porque confa en su Padre que jams lo abandona. Del amor nace
la confianza y de sta la obediencia. Por la relacin con su Padre, Jess es un
celoso de su relacin con l y de su reino. Jn 2, 13-17 nos trae a la memoria la
purificacin del templo, cmo Jess se muestra celoso por las cosas de su
Padre; de su templo de donde corre a los mercaderes del atrio, no del interior
del templo. Jess nos muestra que las cosas de Dios son sagradas y dignas de
respeto. San Pablo se muestra tambin celoso por las cosas de Cristo, al grado
de soportarlo todo con tal de ser fieles y dciles al Padre 2 Co 11, 24-28.
Jess era tambin un hombre de Dios en constante oracin. Mc 1, 35 nos
muestra a Jess orando muy de madrugada para encontrarse con su Padre.
Lucas nos presenta a Jess enseando orar a sus discpulos el Padrenuestro
despus de sus momentos de oracin. Mt 14, 23 nos presenta a Jess
dedicando largos momentos de oracin y San Pablo dice en 1Ts 3, 10 que ora
da y noche por sus comunidades y en 2 Tm 1, 3 por Timoteo tambin de da y
noche. Ef 3, 14-19 presenta a Pablo orando de rodillas por los efesios.
Jess sacrifica su descanso para anunciar el reino de Dios Mc 6, 31-34, pues es
un enamorado del reino y comprometido con el proyecto del Padre; todo
momento es buen tiempo para hablar de Dios a quienes nos rodean. Muchos
hombres y mujeres de hoy y de tiempos anteriores han vivido con intensidad la
fidelidad a Jess y el celo por el anuncio del reino de los cielos. Si no
anunciamos el evangelio a nuestros hermanos es porque no nos interesa el
destino de quienes nos rodean cuando debiramos ser como Jess que viene a
darnos vida y vida en abundancia Jn 10, 10. Siempre podemos hacer algo por
los dems. Nuestro inters por los dems nos debe llevar a predicarles el
evangelio y la salvacin que viene de Dios. Todos nos amamos, pero cmo nos
amamos? El modelo de amor de Jess es a tal grado de amar a los malos, a
quienes le hacen el mal e incluso pide por quienes le han condenado, Lc 23,
34. Jess es amigo de publicanos y pecadores Lc 15, 1-2, es decir, de toda la
gente que era rechazada y discriminada. Juan Pablo II es una imagen de Cristo

que ama a todos y busca la unin de todos los humanos de diferentes

religiones. Hch 7, 55-60 nos narra la historia de Esteban que pide por el perdn
de quienes de le estn martirizando.
Con este panorama nos damos cuenta cunto es lo que necesitamos hacer o
cunto necesita hacer Dios en nosotros para esculpir en nosotros la imagen de
Jess. El proceso es largo, pero posible. Deca san Agustn: Aqul que te cre
sin ti, no te salvar sin ti.
Da 3 Cmo se lleva a cabo el proceso por el que Dios esculpe en nosotros la
imagen de su Hijo? Este proceso se lleva a cabo en tres etapas:
1. purificacin
2. iluminacin
3. vida de unin o de los perfectos.
La vida espiritual se caracteriza por la lucha para salir del pecado mortal;
requiere una participacin muy importante por parte de cada uno: etapa del
desbaste, donde el Seor utilizara los grandes cinceles para ir quitando todo
aquello con lo que nos oponemos a su obra. En esta etapa tenemos que
trabajar para abandonar todo lo relacionado con el pecado mortal y vivir de
manera continua en la gracia de Dios. Este es el estado natural en el que debe
vivir todo cristiano.
Hablamos de la conversin inicial, es un proceso muy largo, pues termina
cuando comienza a transparentarse la vida de la gracia. Este trabajo lleva
aos, pues hemos de superar los pecados graves. Tito 3, 3; Rm 7, 14ss nos
recuerdan toda la fuerza que el pecado puede obrar sobre nosotros. Para dar
paso a la segunda conversin es necesario haber superado la etapa del pecado
mortal, y ser entonces cuando la obra de la gracia comienza a notarse en
nosotros.
Lineamientos para dejar trabajar a Dios en nuestras vidas:
1. Descubrir reas de debilidad, o reconocernos pecadores. El Salmo 50
muestra a David arrepentido de su pecado y pide a Dios su perdn. Esto
significa saber dnde estamos; cuando nos creemos buenos impedimos que
Dios obre en nosotros. Pleno conocimiento, pleno consentimiento y materia
grave es lo que llamamos condiciones para cometer un pecado grave. Salmo
139, 23-24 muestra una oracin en la que se pide a Dios luz para reconocerse
pecadores y evitar el engao. Todos tenemos al menos un rea dbil por donde
el diablo nos tienta ordinariamente; esa rea necesita ser detectada para
trabajar en ella.
2. Tomar la firme decisin de cambiar, de dejar de pecar y de seguir a Cristo;
mientras no tomemos esta decisin no podemos aspirar a una vida perfecta,
que es lo que quera aquel joven que se presenta a Jess Mc 10, 17-22. Ananas
y Safira quieren entrar a la comunidad cristiana y se muestran ante los dems
como cristianos, sin embargo, no se decidieron a dejar su vida de pecado Hch
5, 1-11. Jess nos invita a dejarlo todo para seguirlo a l; seguir a Jess supone
incluso la decisin de dar la vida por l Mt 16, 24-26.
Para superar la soberbia es necesario ser el ltimo y humillarse, al igual que
Jess que lava los pies a sus discpulos Jn 13, 14-15; evitar querer ser el
primero Lc 14, 11; Juan Bautista sabe que est al servicio de Jess y que l es
ms importante que Juan mismo Jn 3, 30. Nadie quiere hacer lo ms difcil, lo
ms bajo, lo menos remunerable, todos queremos que se nos facilite la vida.

Hacer aquello que nadie quiere o que todos rechazan es un modo de mejorar y
crecer como cristianos.
El sacramento de la reconciliacin nos ayuda a crecer como cristianos, por eso
es aconsejable tener un buen confesor y conservarlo ayuda ms en dicho
proceso.
3. Alejarme de las ocasiones de pecado: personas, lugares, cosas: Mt 5, 29-30;
18, 8-9 aun y cuando duelan, lastimen o cuesten porque renunciar al pecado
cuesta trabajo. En esta rea son fundamentales la penitencia y la mortificacin
para poder superar todo aquello que me lleva al pecado.
4. Llenarme de Dios; no basta dejar el pecado, apartarme de la ocasiones de
pecado, todo aquello que voy vaciando de m, llenarlo de Dios. Pablo nos invita
a hacer todo aquello que es bueno y nos hace madurar Flp 4, 8-9. Hay que
llenar de cosas buenas nuestra vida: buena msica, prcticas religiosas,
conversaciones edificantes Ef 4, 29 y cuidar aquello que vemos, evitar la
violencia, la injuria. Llena tu vida de Dios, cosas nobles, edificantes.
5. Ayuno y oracin. Son herramientas fundamentales en esta etapa; sin ayuno
ni oracin no hay avance. El demonio sabe que somos dbiles y mientras
estemos dominados por nuestras pasiones estamos condenados a pecar
siempre. Jess invita a sus discpulos a velar y estar alertas para no caer en la
tentacin Mt 26, 41. Los pecados capitales derivan de la carne, por eso hay que
trabajar sobre la carne para que trabaje para nosotros. Jams habr cambios
en la vida sin oracin y penitencia. Mt 17, 21 nos avisa de la necesidad de
hacer ayuno y oracin para vencer los demonios ms fuertes.
El demonio nos presenta con mayor fuerza y frecuencia las tentaciones; quien
ha tomado la decisin de dejar el pecado se ve ms asediado por el demonio
para llevarlo al pecado; acercndote la posibilidad de volver a pecar. Por lo
tanto es necesario estar atentos y huir del demonio St 4, 7 (en el track 12, min
2:08 el Padre trata de decir huir y dice hur). El cambio llega cuando te
sometes a la gracia de Dios trabajando en el camino de la penitencia. Resistan
al diablo dice san Pablo en Ef 4, 27 (in principi, obstat, es decir, en el principio,
rechaza porque si no volvers a caer). Si te esfuerzas y ests decidido a seguir
al Seor, l har lo necesario para llevar a buen trmino la obra que comenz
en nosotros. Ef 6, 11 nos sugiere usar las armas que vienen de Dios.
Es el momento para comenzar el camino de conversin para seguir a Jess
mediante la decisin firme de serle fiel a l.
Da 4 Recordar la propuesta de san Pablo Rm 8, 29 para que seamos imagen
perfecta de Jess. No olvidemos que Dios es quien est haciendo la obra, as
que l nos da la gracia necesaria para alcanzar esta meta; mucho supone
nuestro trabajo y esfuerzo, pero Dios nunca nos abandona. Es necesario tomar
la decisin de volver a Dios, y a esa conviccin Dios nos da su gracia. Tomar la
decisin irrevocable de no pecar; alejarme de todo aquello que me alejarme de
Dios.
Estamos en la etapa de la iluminacin: lo que es imposible para el hombre, es
posible para Dios; una vez alejado del pecado mortal comenzamos el camino
de la santidad. La gente nota nuestro cambio. En esta etapa el artista contina,
se acerca con ms precisin y ms decisin para acabar la obra. Mc 10, 27 nos
recuerda que el trabajo de salvacin es imposible para los hombres, pero para
Dios todo es posible. En la primera conversin el trabajo humano intenso; en
esta etapa hay una gran participacin divina y la nuestra comienza a disminuir.

Esta etapa nos sostiene en la decisin de no volver a pecar ms. Es anclarnos

totalmente en el Seor.
Es una obra fundamental de Dios en nosotros; es Dios quien va decidiendo qu
hacer conmigo; toma control de toda nuestra vida al grado de decir con Pablo:
ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en m (Gal 2, 20). Jn 14, 21 nos
muestra el paso de la etapa de conversin a esta etapa de iluminacin: cumplir
los mandamientos para ser amado por el Padre y despus Jess se manifiesta
en la vida de quien le es fiel. En esta segunda etapa, se disfruta y se le
encuentra sentido a las prcticas religiosas, o a la vivencia de la eucarista.
Etapa en la que el alma se percata de su gran necesidad de Dios. En esta etapa
se abre completamente a Dios y el hombre llora sus pecados pasados por las
graves ofensas cometidas contra Dios.
Si no lloramos nuestros pecados es indicio de que estamos en la primera etapa.
Una buena confesin supone el dolor de los pecados, ya que entiendes lo que
hiciste. Pedro con entusiasmo dice a Jess que dar su vida por l, pero cuando
llega el momento, reniega de Jess y Lc 22, 61 nos muestra la amargura con la
que llor su pecado. San Pablo deca a los filipenses que Cristo se convirti en
el centro de su vida y su vida comienza a girar en torno a Cristo Flp 3, 7-9.
Si no hay decisin de no pecar, nunca se llegar a esta etapa de los avanzados,
porque es una etapa en la que toda la vida comienza a manifestar a Jess. El
alma experimenta una profunda sed de Dios que nos lleva a pedirle ms y ms.
Jn 4, 13-15 nos recuerda que el agua que Jess nos da se convertir en una
fuente que brota dentro de nosotros, pero esa agua nos provoca sed constante
que ella misma sacia.
En la segunda conversin el agua viva o Espritu Santo brotan en nuestro
interior; ahora comenzamos a purificar las reas sensibles. La soberbia
espiritual es un rea que hay que superar, porque podemos sentirnos mejores
que los dems por los dones que Dios nos va dando. Tambin hay que purificar
la gula espiritual, es decir, invertir todo el tiempo en las cosas de Dios
descuidando las dems responsabilidades. Tambin hay que purificar la
sensualidad espiritual, es decir, buscar sensaciones de la presencia de Dios o
de su actuar o de sus dones. Erradicar los residuos de los pecados capitales, o
el pecado venial, que puede ser intencional o no intencional para ir creciendo
en la intimidad con Dios.
Esta etapa se caracteriza por dos elementos: la sequedad y aridez espiritual y
por una gran (en el track 8, min 00:31 el Padre trata de decir gran sed de
Dios y dice gras) sed de Dios. El Sal 42 nos muestra al hombre piadoso que
busca incesantemente a Dios. San Juan de la Cruz distingue entre aridez y
sequedad, y dice que aridez es no encontrar gusto en la oracin; la sequedad
por ms que meditamos poco se obtiene. Por ms esfuerzo que realizamos la
satisfaccin de Dios, a veces es poca (en el track 8, min 05:45 el Padre dice
mete tu pozo en lugar de decir tu cubo).
San Juan de la Cruz pide que tengamos un director espiritual, alguien que haya
caminado en el Espritu para que me nos pueda encaminar. La segunda
propuesta de San Juan es no desanimarse ni dejar la oracin a pesar de las
dificultades, aunque los esfuerzos parezcan intiles. El tercer consejo que nos
da es recordar que es una obra de Dios, especialmente en la oracin. Jn 14, 26
es el Espritu Santo quien lleva a cabo la obra de Dios en nosotros. 1 Jn 2, 27
nos avisa que la obra de Dios sigue llevndose a cabo en nosotros, pero es
necesario que tengamos paciencia y que perseveremos.

Algunos signos de estar en esta segunda etapa. El demonio utiliza los resabios
de nuestra concupiscencia pues sabe de qu pata cojeamos. Las reas que son
sensibles a su accin son la paciencia y lo relativo a la sensualidad; Pablo nos
recuerda que Dios jams permitir que seamos tentados ms all de nuestras
fuerzas 1 Co 10, 13, porque Dios es fiel. San Pablo nos recuerda que Dios le
dice Mi gracia te basta y Santiago (1, 2-4) recuerda a sus fieles que las
pruebas nos llevan a una vida perfecta. Esta etapa es tiempo en que Dios nos
priva de todo aquello que nos pueda alejar de l o que nos lleve a confiar en
alguien que no sea l. Daniel 13, 50 en el entorno de la acusacin de Susana,
Daniel es mostrado como un sabio anciano, a pesar de que es un hombre
joven. Dos elementos finales que caracterizan a quienes estn en camino de
perfeccin: celo por la gloria de Dios y la salvacin de las almas. El adelantado
realmente ama a Dios por sobre todas las cosas y busca realmente su gloria, se
empieza a preguntar qu le gustar a Dios que haga? en lugar de
preguntarnos esto ser pecado? Quiero aquello con lo que te d ms gloria,
Seor. Lc 12, 49 nos recuerda que Jess ansa intensamente que Dios sea
glorificado y que el reino de Dios se expanda entre todos los hombres.
Da 5 En qu etapa vamos de nuestro crecimiento espiritual? La noche del
Espritu es la entrada a la vida de la contemplacin. El adelantado ama a Dios
por sobre todas las cosas de una manera excepcional. Muchos de nosotros no
sabemos qu es amar a Dios con todas nuestras fuerzas, con toda el alma, con
toda la mente, con todo el corazn. El que no ha amado realmente o no ha
estado enamorado difcilmente puede entender lo que esto significa. Slo quien
ha vivido intensamente el amor entiende esta invitacin por parte de Dios. Al
amor no es un sentimiento, es algo relacionado con la vida espiritual (en el
track 2, min 05:57 el Padre trata de decir con todo mi corazn y dice con
toda mi corazn). Dios es amable en su ser, el bien por excelencia. Qu
significa amar intensamente? Los adelantados, quienes van en una etapa
unitiva, tratan de amar y honrar a Dios por todos los medios y en todas la
formas. El celo por las almas surge tambin en esta etapa porque nace en el
corazn el deseo de la salvacin de los hermanos, porque el mismo Jess dice
que el mayor amor es dar la vida por la persona amada (Jn 15, 13). En el
presente el Papa Juan Pablo II dedic mucho tiempo a hacer viajes para llevar la
buena noticia del evangelio a los que no conocen a Dios o a quienes estn
perdidos, lejos de la casa del Padre. En esta etapa hay un fuego interior que
mueve a la evangelizacin y a la predicacin. Pablo mostr siempre celo por la
predicacin del evangelio a todos aquellos que le era posible por eso deca en
Gal 4, 19 sufre dolores de parto hasta que Cristo se forme en cada uno de
nosotros.
La etapa de los perfectos o vida de unin con Cristo, es una vida de unin con
el Padre, o etapa unitiva. En la noche del Espritu parece que Dios se aleja de
nosotros, pero nuestra vida debe ser todava purificada. Dios infunde
plenamente su luz, pero a travs de la Noche oscura del Espritu. Nos
internamos en la purificacin de la voluntad y de los sentidos para anclarse en
Dios. Jn 15, 2 habla de los sarmientos que si no dan fruto se les arranca, pero si
dan fruto seles poda para que crezcan ms y den fruto. Cmo se distingue la
noche oscura del Espritu? tenemos tres elementos: sequedad sensible, no hay
consuelo ni en las cosas de Dios ni en las creadas; anhelas profundamente a
Dios pero parece que no est ms ah, desaparece y permanece en silencio.

San Juan de la Cruz propone cuatro elementos: tomar consejo de un director

experimentado, porque en esta etapa el artista est dando el acabado a su
obra; confiar en Dios, porque Dios valora su obra por cuanto ha hecho por ti;
perseverar en la oracin con paciencia y resignacin, reposando tu vida en
Dios y esperando pacientemente en l. No insistir en buscar consolaciones.
En la vida interior se consigue esta unin absoluta como la que quiere Jess y
que pide en su despedida: Que sean uno como t y yo Padre, somos uno Jn
17, 21 (en el track 7, min 00:17 el Padre dice Jn 17, 11 y es Jn 17, 21) que
es una manera de invitarnos a ingresar al interior del misterio de la Trinidad.
Col 3, 15-17nos recuerda que la paz de Cristo habite en nuestro interior para
que nos disponga a obrar conforme a su voluntad. 1 Co 2, 16 nos pone de
manifiesto que somos otro Cristo, teniendo su propia mente. Muchos le
tenemos miedo a la vida plena con Dios y preferimos seguir siendo catlicos
light. San Pablo nos sugiere dar por muerto todo lo que no tenga que ver con
Cristo Col 3, 5 y en Flp 3, 10 nos invita a unirnos a Cristo en la muerte para
poder unirnos a l en la resurreccin. 1 Co 2, 6-7 habla de cmo la vida
cristiana es participar de la vida de Dios; vida que llegar a su plenitud cuando
veamos cara a cara a Dios 1 Co 13, 12; ahorita vemos como en un espejo, sin
embargo, cul no ser la grandeza divina que si quisiramos ver el sol en un
espejo, no podramos, con mayor razn la grandeza divina ser contemplada
cuando participemos plenamente de su vida divina. 2 Co 12, 2-3 nos habla de
la experiencia mstica de Pablo quien adems tiene conocimiento de la
experiencia mstica de otras personas. En esta etapa la oracin es luminosa y
apasionante y en este momento Dios ha concluido su obra y Pedro, Pablo,
Francisco de Ass, Ignacio de Loyola, Juan Pablo II, Teresa de Calcuta, se
convierten en otro Cristo.