Evangelio de La Mujer Adúltera
Evangelio de La Mujer Adúltera
Evangelio de La Mujer Adúltera
COMENTARIO EXPLICATIVO
Esta situacin, en que Jess fue cuestionado, es similar a la del pago del tributo al
Cesar. Pues si la juzgaba de muerte, entrara en conflicto con el poder romano
(recordemos que para condenar a muerte a Jess, lo tuvieron que denunciar ante la
legislacin romana, que impeda a los judos ejercer la pena de muerte). Por otro lado
si Jess daba a la mujer por inocente contrariaba la ley juda. Los evangelista Lucas y
Mateo, nos aclaran que trataban de sorprenderlo en alguna palabra, tratando as de
acabar con l (Lc 19, 47-48 y Mt 22, 15).
Segn Dt 19,15 tena que haber al menos dos testigos del hecho, excluyendo al
marido. Se supone que el amante habra escapado. La historia de Susana, en el libro de
Daniel (Dn 13) nos ofrece un buen paralelismo sobre estos asuntos. La lapidacin era
el castigo habitual para todas las formas de adulterio (Ez 16, 38-40).
La clave para entender el relato, se centra en la enigmtica accin de Jess escribiendo
con el dedo en el suelo. Esta imagen recuerda el pasaje de Dn 5, 24, cuando apareci
una mano escribiendo en una pared, dictando un juicio castigador por el sacrilegio
cometido por Nabucodonosor con los objetos sagrados del templo de Jerusaln. Y
tambin recuerda las palabras del profeta Jeremas: "Los que se apartan de ti sern
escritos en el polvo, porque abandonaron al Seor, manantial de agua viva". (el polvo
recuerda la condicin caduca del hombre, pues de la tierra procede y necesita del agua
para formarse y tener vida; necesita pues a su Seor). Por lo tanto, El hombre no es
dueo de la vida, y no es quien para arrebatrsela a nadie.
Por otra parte, para que aconteciera un juicio justo, era necesario tener por escrito
todas las pruebas y testimonios, para ser prudentes y no cometer una injusticia (como
en el caso de Susana). Este proceder tambin era el seguido por los romanos.
"Quien est sin pecado, que tire la primera piedra". Los testigos de una acusacin eran
los responsables de la muerte del ajusticiado. En Ex 23,7 se dice: "Abstente de las
causas falsas: no hars morir al justo ni al inocente ni absolvers al culpable". El
profeta Daniel cita este pasaje del xodo al conseguir la absolucin de Susana.
COMENTARIO TEOLGICO
El texto detalla dos movimientos: por dos veces Jess, "se agacha", luego "se
levanta". Por qu esta insistencia en un relato tan breve? La mencin del monte de los
olivos sita el episodio en la inminencia de la pasin. Por medio de estos dos verbos
contrarios, el gesto adquiere un significado cristolgico: imita el abajamiento y la
exaltacin por medio de las cuales Jess va a reconciliar con Dios a la humanidad
prisionera de su condicin pecadora.
Esto es lo que muestra el relato a travs del personaje que nos pone delante, el de la
mujer que pasa de la muerte a la vida. De forma incoativa este paso de la muerte a la
vida es incluso para los escribas y los fariseos: Jess tampoco los condena a ellos, al
mismo tiempo que les hace tomar conciencia de su pecado. Tambin ellos se ven
orientados hacia la esperanza del perdn de Dios. Desde la cruz, Jess pedir al Padre
que los perdone, porque no saben lo que hacen.
En la tradicin proftica el adulterio es la metfora por excelencia de la infidelidad del
pueblo elegido al Dios nico, el Dios de la alianza. La mujer del relato se convierte en
una figura de Israel, al que Jess ha venido a revelar el perdn escatolgico (con la
vida eterna) de Dios. La ausencia del amante y del marido quedan tambin
justificadas: el amante son los Baales, los dioses extranjeros, que ni siquiera merecen
ser nombrados, y el marido, el esposo nico, es Yahv, el invisible.
UN SALMO APROPIADO
"El Seor no nos trata conforme a nuestras culpas,
ni nos paga segn nuestras ofensas.
Como se alzan los cielos por encima de la tierra,
as es grande su amor para quienes le temen;
cuanto dista el oriente de occidente, aleja l de nosotros nuestras culpas.
Como se apiada un padre de sus hijos, se apiada el Seor de los que lo temen.
El sabe de qu estamos hechos, se acuerda de que somos polvo" (Sal 103, 10-14).
"Dichoso aquel cuya culpa es absuelta y cubierto su pecado! Regocijaos en el Seor,
justos, exultad, alborozaos todos los de recto corazn!" (Sal 32, 1 .11 ).
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(2476) Falso testimonio y perjurio. Una afirmacin contraria a la verdad posee una
gravedad particular cuando se hace pblicamente. Ante un tribunal viene a ser un falso
testimonio (cf. Pro 19:9). Cuando es pronunciada bajo juramento se trata de perjurio.
Estas maneras de obrar contribuyen a condenar a un inocente, a disculpar a un
culpable o a aumentar la sancin en que ha incurrido el acusado (cf Pro 18:5);
comprometen gravemente el ejercicio de la justicia y la equidad de la sentencia
pronunciada por los jueces.
(2477) El respeto de la reputacin de las personas prohbe toda actitud y toda palabra
susceptibles de causarles un dao injusto (cf CIC, can. 220). Se hace culpable
- de juicio temerario el que, incluso tcitamente, admite como verdadero, sin
fundamento suficiente, un defecto moral en el prjimo.
- de maledicencia el que, sin razn objetivamente vlida, manifiesta los defectos y las
faltas de otros a personas que los ignoran (cf Sir 21:28).
- de calumnia el que, mediante palabras contrarias a la verdad, daa la reputacin de
otros y da ocasin a juicios falsos respecto a ellos.
(2478) Para evitar el juicio temerario, cada uno deber interpretar en cuanto sea
posible en un sentido favorable los pensamientos, palabras y acciones de su prjimo:
"Todo buen cristiano ha de ser ms pronto a salvar la proposicin del prjimo, que a
condenarla; y si no la puede salvar, inquirir cmo la entiende, y si mal la entiende,
corrjale con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien
entendindola, se salve". (S. Ignacio de Loyola, ex. spir. 22).
(2480) Debe proscribirse toda palabra o actitud que, por halago, adulacin, o
complacencia, alienta y confirma a otro en la malicia de sus actos y la perversidad de
su conducta. La adulacin es una falta grave si se hace cmplice de vicios o pecados
graves. El deseo de prestar servicio o la amistad no justifican una doblez del lenguaje.
La adulacin es un pecado venial cuando slo desea ser agradable, evitar un mal,
remediar una necesidad u obtener ventajas legtimas.
(2487) Toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraa el deber de reparacin
aunque su autor haya sido perdonado. Cuando es imposible reparar un dao
pblicamente, es preciso hacerlo en secreto; si el que ha sufrido un perjuicio no pude
ser indemnizado directamente, es preciso darle satisfaccin moralmente, en nombre de
la caridad. Este deber de reparacin concierne tambin a las faltas cometidas contra la
reputacin del prjimo. Esta reparacin, moral y a veces material, debe apreciarse
segn la medida del dao causado. Obliga en conciencia.