Origen de los ngeles Cados

Escrito por Pilar Guiroy

La Demonologa, la teora de seres intermediarios entre lo divino y lo humano, comienza en el
pensamiento europeo como una coleccin de ideas religiosas y filosficas. En general, los pensadores
griegos clsicos y helnicos ordenaron estas ideas en relacin al concepto filosfico del Uno, mientras
que los pensadores judos y cristianos las ordenaron en relacin al concepto religioso de un nico
Creador Divino. Estos dos principios interactuaron, la especulacin Neo-Platnica influy a la
angeologa, por ejemplo, la obra de Pseudo-Dionisio, De la jerarqua celestial (D. C. 500), ejerci gran
peso sobre la obra de Proclo, pero tambin fue una influencia en el reverso, esto es, la progresiva
degradacin de los dioses paganos a demonios.
La demonologa griega incluye las siguientes ideas religiosas: se trata de seres incorpreos con
diferentes rangos, pero todos requieren el respeto humano para asegurar su favor. Para el gran poeta
griego Homero, hay un ser llamado dimon, que puede ser idntico a theos, o actuar como su poder o
agente. Por otra parte, las almas de los muertos que sobresalen ya sea por su gran bondad, como los
hombres de la Edad de Oro (Hesodo, El trabajo y los das), como por su maldad-, perduran y tienen
influencia sobre los vivos. Segn los pitagricos, una parte de la consciencia humana es semejante a lo
divino, y puede purificarse de los accesorios sensuales para convertirse en un ser superior llamado
dimon.
Platn, por su parte, dice que el dimon es un signo divino dado a un individuo (Fedro, 242B), o es un
espritu guardin que acta como consciencia. La idea filosfica pitagrica sobre la existencia de espritus
que son los intermediarios necesarios entre los dioses y los hombres, porque lo divino no se mezcla
directamente con lo humano, est expresada por Ditima en el Simposio (203A) de Platn, y es
desarrollada por sucesivos Neoplatnicos. Esta doctrina es combinada con la nocin de la supervivencia
de las almas de los muertos en la teora filosfica xenocrtica de los dimones, que son capaces de hacer
bien y mal, son sobrehumanos pero limitados, y habitan cerca del Hades, bajo la Luna.
Platn contribuye a todo esto con un concepto que explica que los cuerpos celestiales son movilizados
por almas divinas, lo que se desarrollara en la teora aristotlica como planetas y estrellas movidos por
inteligencias (posteriormente llamadas substancias separadas en el pensamiento medieval), que son
perfectas e incorpreas. Se trata de dar una respuesta filosfica a la pregunta por el origen del
movimiento en los cuerpos celestiales. La idea de una jerarqua de seres corpreos e incorpreos entre la
Tierra y el borde extremo del mundo es una teora filosfica del cosmos en la Epinomis pseudo- platnica
(347 A.C.) y en obras posteriores de la escuela Neo-Platnica

Origen de los ngeles Cados

Escrito por Pilar Guiroy
En la tradicin religiosa juda, el significado de malak, un mensajero del nico Dios, totalmente sujeto a
su voluntad, se encuentra en el Antiguo Testamento y est desarrollado como idea teolgica en el
pensamiento cristiano. Tambin se encuentra en el Antiguo Testamento la afirmacin de que ciertos
hijos de Dios (luego interpretados como ngeles cados) se casaron con mujeres que dieron luz a
gigantes (Gnesis 6: 1-5). Un satan (adversario), o Satn, es incluido en el consejo anglico de Yahv,
y funciona como el tentador de Job y David en el Antiguo Testamento (Zacaras 3:1; Job 1 y 2; Crnicas
21:1).
Los dioses extranjeros, o de la naturaleza, son fuerzas espirituales inferiores en el Antiguo Testamento
desde 700- 600 en adelante. En la Septuaginta (200-100), el griego angelos se traduce como malak,
mientras que dimon (o el neutro daimonin) -con el sentido de espritu inferior a lo divino-, se traduce
para los Hebreos como dolos, dioses extranjeros, criaturas hostiles de la naturaleza, y demonios de la
naturaleza, y theos se usa para el nico Dios. Por lo tanto, a partir de ese momento la palabra daimon,

antes moralmente ambivalente o neutral, adquiere una connotacin casi exclusivamente maligna en el
contexto monotesta. Al mismo tiempo, la misma idea de los angelos se desarrolla en el comentario
hebreo rabnico como una fuente de explicacin para el origen del mal. Los hijos de Dios en Gnesis 6
son interpretados como angeles que han descendido por voluntad propia, y que, a travs de sus mujeres,
dieron a luz a espritus malignos. Sammael, lder de estos ngeles rebeldes, entr en la serpiente del
Edn para tentar al hombre. Posteriormente, la literatura juda pseudo- epigrfica y apocalptica, elabora
sobre la rebelin anglical y el descenso a la tierra, el origen de los espritus malignos, el rango
jerrquico de los angeles, sus lugares de residencia, su afliccin fsica y moral como hombres, y su
castigo temporal y final, as como aquel que corresponde a los espritus malignos nacidos de su unin con
las mujeres.
El lder de los ngeles rebeldes es llamado Semjaza, Azazel, Mastema, Beldar, Satanail, Sammael, o
Satn en esta literatura. El contexto del pensamiento religioso judo permanece detrs de las frecuentes
referencias en el Nuevo Testamento a Satn como el diabolus (adversario), y a dimones y daimona.
Tambin, la idea de estos espritus malignos que surgieron de la unin de angeles con mujeres y
permanecieron en la tierra para viciar a la humanidad, probablemente descansa tras la concepcin del
Nuevo Testamento sobre la posesin causada por enfermedades demonacas.
Las tradiciones griega y juda se mezclan confusamente en el sinttico comentario de Filo el judo (20 A.
C.- D. C. 50) sobre Gnesis 6:1 -5: Es la costumbre de Moiss de dar el nombre de angeles a aquellos a
quienes otros filsofos llaman demonios (o espritus), almas que vuelan y flotan en el aire (De
gigantibus, Loeb trad.).

ngeles y demonios
Escrito por Pilar Guiroy
En la comparacin bblica entre angelos y dimones, y en lo referente a la poblacin de las divisiones
superiores del universo con espritus, Filo anticipa la posterior adaptacin de la especulacin filosfica
griega a la exgesis cristiana, de lo cual surge como resultado importante la obra De la jerarqua
celestial, que se convierte en el punto de partida para gran parte de la doctrina escolstica sobre los
ngeles. La mezcla de tradiciones persiste a travs de la Edad Media y el Renacimiento; hacia 1621
Robert Burton escribi: Substantiae separatae e inteligencias son lo mismo que los cristianos llaman
ngeles y los platnicos demonios, ya que ellos llaman a todos los espritus dimones, sean buenos o
malos (Anatoma de la melancola, Parte I, Sec 2, Mem 1, Subset. 2).
Bajo la influencia platnica, Filo disiente de la visin hebrea sobre que los dioses de los Gentiles son
dimones malignos, y prefiere verlos como receptores bondadosos del poder superior. El ve (De
somnium) a estos espritus intermediarios como alegoras de aquellos ngeles que ascendan y
descendan una escalinata en el sueo de Jacob (Gnesis 28:11-13), metfora que encuentra su paralelo
en el pensamiento cristiano a travs de la doctrina de la escalera hacia el Amor que aparece en el
Simposio, y se convierte en una de las influencias ms grandes para el arte y la especulacin cristianas.
Tanto Filo como Plutarco (De defectu oraculorum) anticipan al apologista cristiano Justino mrtir, al
explicar el mito pagano, los rituales y orculos, y tambin las acciones de los dimones, pero la
interpretacin de Justino sobre ellos como despojos de los ngeles cados y de sus cras demonacas
(Dilogo con Trifo, A.D. 155), es el teln de fondo para el tratamiento que hace San Agustn sobre los
dioses paganos en La ciudad de Dios, Libros 1-10.
La idea de una jerarqua de grados entre los diversos seres espirituales dioses, dimones, hroescorrelativa a sus posiciones en el universo fsico, parece originarse con los neo- platnicos. En el orden
esquemtico de los espritus en Epinomis, mientras mayor sea el grado de participacin en el asunto,
menor ser el status de ese ser. Entre las estrellas (que son hechas de fuego y pueden ser tanto dioses
como imgenes de ellos) y los hombres, estn los dimones hechos de ter, aire, y agua. Como el Eros
platnico del Simposio aunque slo en sentido material-, ellos llenan la brecha entre dioses y hombres,
y comunican a ambas partes.

En una manera ms abstracta, Xencrates explica que las almas daimnicas existen entre lo divino y lo
humano de la misma manera que el tringulo issceles se relaciona con el equiltero y el escaleno, ya
que es una forma semi- perfecta en relacin con el primero de estos (perfecto) y lo mismo con el segundo
(imperfecto). La esquematizacin de grados de seres es todava ms abstracta en Plotino, donde toma la
forma de la doctrina del Uno, del que emanan todos los grados del ser, porque los trasciende y supera. En
Plotino hay una subdivisin de especies de inteligencias partiendo de La Inteligencia, que es la primera
emanacin de los grados del Uno.

Los demonios segn la Teologa

Escrito por Pilar Guiroy
En la Teologa platnica de Proclo (ca. D.C. 450), las entidades jerrquicas se corresponden con los
dioses, diosas, dimones, y hroes de la religin Helnica. Podra decirse que racionalizando de esta
manera a sus divinidades, los neoplatnicos pudieron desarrollar una teologa, pero su concepto de
theos como un ser inferior al Bienhechor, al Uno, u a otro principio filosfico, limit su teologa a una
demonologa, es decir, a un sistema que trata sobre seres inferiores al ser superior o principio. En la
Teologa platnica, Proclo corresponde a sus dioses con los inteligibles, organizados jerrquicamente
bajo el Uno plotiniano. No encuentra ninguna razn para ubicarlos en el mismo nivel que el Uno, el
primer principio o razn, pero la teologa cristina posicionar en ese nivel al nico Dios Creador.
En el pensamiento cristiano el Creador es, filosficamente hablando, el primer principio, existente sobre la
naturaleza pero no sobre el ser. Y asimismo existe la naturaleza creada, que incluye tanto a los ngeles
como a los demonios y a todas las cosas excepto a Dios. El annimo pensador cristiano llamado Dionisio
el Aeropagita, adapta el esquema de Proclo sobre los seres incorpreos a los diferentes ngeles de la
revelacin judeo-cristiana. En su Jerarqua celestial, l ubica en la trada ms alta a los Serafines (AT), los
Querubines (AT), y los Tronos (NT); en la segunda, estn las Dominaciones (NT), Virtudes (NT) y Poderes
(NT); y en la tercera, los Principados (NT), Arcngeles (NT), y ngeles (AT; NT). La fusin de la idea
filosfica de seres que son puro intelecto con la idea religiosa de los mensajeros anglicos, es
completada cuando Dionisio dice sobre los angeles que su vida es slo intelecto. En Dionisio, cada
rango deviene en un modo ms simple, y gobierna las funciones de cualquier rango inferior a l.
Santo Toms Aquino lleva la especulacin sobre la naturaleza anglica a sus conclusiones teolgicas,
usando la nocin aristotlica de las inteligencias que mueven a las esferas, las ideas neoplatnicas sobre
los espritus puros como grados del ser, y las narraciones escritas sobre angeles y demonios.
Rechazando la antigua nocin sobre la unin de los ngeles con mujeres, l afirma su incorporeidad, y, a
la pregunta sobre cmo distinguir a los ngeles si no existe una base para hacerlo, numrica o de otro
tipo, l responde que cada uno pertenece a una especie independiente. Toms considera ms importante,
para distinguirlos de Dios, discernir su composicin, en la cual su forma inmaterial se mantiene en
potencia respecto de su existencia real, su propio esse. Slo en Dios no hay diferencia entre esse y
essentia, entre su acto de ser y lo que Dios es. As, Toms posiciona a los ngeles dentro de Dios
creador del universo.
Entre Dios y la creacin hay una discontinuidad en el modo en que el acto de ser es posedo, aunque
hay continuidad de orden en el conocimiento mutuo (llegando a ser ms y ms simple la llegada a Dios) y
en el ser (purificndose en forma creciente) (Gilson. 1957). Aceptando la idea juda sobre la cada preadnica, Toms se encarga del problema del pecado de los ngeles como en el caso del humano: los
ngeles tenan libertad de eleccin. Unos cayeron por orgullo y envidia, al buscar la beatitud final para su
propio poder. Otros, de todos los rangos (San Gregorio) o de los rangos inferiores (San Juan Damasceno)
siguieron a los primeros; algunos son castigados en el infierno y otros en la atmsfera nebulosa, donde
sirven a Dios tentando a los hombres (Suma Teolgica, I, 63, passim.)

Los demonios segn la Teologa Parte II

Escrito por Pilar Guiroy

La idea de seres intermediarios entre lo divino y el hombre, cambi definitivamente con la definicin de
Dios y su relacin con la naturaleza en la filosofa tomista del ser. Al rechazar la divinidad de la
naturaleza, Toms redefine el limite entre lo natural y lo sobrenatural, sin ubicarlo entre lo corpreo y lo
incorpreo, sino entre la naturaleza creada y el Creador. De esta manera, la naturaleza creada, habiendo
sido originada por un Dios que concede libremente la realidad existencial, aunque no la capacidad divina
de auto-existencia, se asegura filosficamente en la realidad de su ser y de su completa accesibilidad a la
razn humana y a la investigacin experimental.
En el pensamiento del Renacimiento cristiano es claro que lo divino no se encuentra en nada menor a
Dios, cuya esencia es nica, pero el renovado Neoplatonismo de Cornelio Agripa, Marselio Ficino, y
Giordano Bruno, trae consigo a los antiguos dioses y demonios localizados en las estrellas, planetas, y
elementos
y
la
teurga
asociada
con
ellos
en
la
tradicin
hermtica.
Haciendo uso de la teora emanacionista del origen del ser y la idea pitagrica de que el alma del hombre
quiere llegar a lo divino, ellos intentan continuar las ideas antiguas sobre dioses y demonios de la
naturaleza que son manipulados por el hombre.
En el siglo XVII la demonologa se convierte para algunos en una lnea errnea de defensa del
cristianismo, basada en la igualdad de lo incorpreo con lo sobrenatural. El poder y la realidad del
demonio fueron defendidos en obras polmicas como Sadducismus triunphatus de Joseph Glanvill
(1681), y La certeza del mundo de los espritus, de Richard Baxter (1691), en las que se involucraba a la
misma existencia de Dios. Por otro lado, para racionalistas como Descartes, la distincin tomista
permanece clara, y los mismos demonios se convierten en sofisticadas figuras retricas, como por
ejemplo en la Meditacin I de su Discurso del mtodo, donde el primer paso en la duda sistemtica es
considerar que todas las percepciones son el trabajo esquivo de un demonio maligno. Este uso retrico
es imitado en la figura decimonnica de J. C. Maxwell sobre un demonio que juega un rol lgico en su
experimento sobre la estadstica termodinmica.
En el siglo XIX, la demonologa renacentista junto con sus races filosficas neoplatnicas, sobreviven en
el uso de dioses y demonios de naturaleza antigua, en las adiciones judeo- cristianas, y tambin en las
fuentes del sentimiento de la literatura romntica y simbolista. A su vez, la historia de la demonologa es
usada por algunos historiadores de la religin para sostener su teora de que el dualismo moral es algo
inherente a todas las religiones histricas.