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Spakowsky Elisa Las Corriente001 Didactica PDF

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r~:';-,!f 6
': O:"LCA

ELlSA SPAKOWSKY- ClARISA lABEL


CARMEN FIGUERAS

La orqanzacn,
de los contenidos

Captulo 1

en el}ardnde infantes
.~

las corrientes pedaggicas


en el marco de las teoras del orden
y del conflicto

Concepciones y prcticas
de los docentes de Nivel Inicial

E~ CAMINOS
NUEVOS
EN

EDICIONES
COLlHUE
L.
j

EDUCACiN
INICIAL

ualquier docente que se plantee una modificacin


profunda de su prctica, debe comenzar por indagar
acerca del origen de su accin educativa, y el de las
ideas de las que se ha apropiado durante su biografa escolar
previa, su formacin en el profesorado y su posterior insercin
laboral. Partimos de la conviccin de que el pasado acta configurando las percepciones, las representaciones, las concepciones y prcticas que los docentes tienen en la actualidad (Alliaud,
A., 1992). Esto permite entender la persistencia de propuestas
pedaggicas diferentes que conviven en las instituciones y que
fundamentan
la tarea de los maestros. La referencia histrica
abre la posibilidad de explicar la vigencia de formas de pensar,
sentir y actuar que aparecen como naturales y hasta constitu-

15

E:.:~::\~;!''\K()''''.'S'''.). CI.AI";I:;.' \.AllEL - C\f:,\~FN hcu ::I~


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tivas del perH: de iJ 1"11.1(:::1:1'':1 jardinera: pero que sio e:nbargo


adquieren sentido al rclacionarlas con el momento socio-bistri
co en el que SE! originaron.
.

.Teoras del orden v teoras

Como ejemplo de ciertas consignas que aparecen formando parte del folklore en los jardines de infantes,.podemos mencionar los famosos cierres, broches y bocas cosidas, utilizados en muchos casos como recursos para lograr orden y silencio.
Creemos que sera importante rastrear el origen de estas tradiciones para poder entenderlas como adquiridas y no como naturales. La posibilidad de comprender ciertos rituales en vinculacin
con su gnesis histrica nos permite cuestionamos acerca de su
validez, y decidir de manera consciente si los mantenemos, los
modificamos o los desechamos.
Las prescripciones de las diferentes corrientes pedaggicas
que surgen, se difunden O consolidan, reafirmando o contradiciendo determinadas polticas, condicionan las concepciones y
prcticas que el docente construye en su hacer cotidiano. Tanto
en su formacin en el profesorado como en su socializacin
laboral (aprendizajes realizados durante su desempeo profesional)', el maestro incorpora ciertas disposiciones para pensar, actuar y sentir', que de algn modo se basan en los lineamientos
tericos que sustentan las distintas pedagogas.

Con el fin de realizar un "n~lI)i>que permita p'2n~;aren la


relacin existente entre las tendencias pedaggicas y la funcin
social que se le atribuye a la escuela, apelamos 3 los aportes de
la sociologa de la educacin que explican las complejas y variadas relaciones que se establecen entre educacin y sociedad.
Hemos incluido una clasificacin simplificada para facilitar la
comprensin. As, las teoras se dividen en dos grandes grupos:
aquellas basadas en el paradigma del consenso, denominarJas
por distintos autores teoras ,del ordel1J>:;;cservadoras", liberales, no crticas; y las que se basan en el paradigma delcon:flicto, tambin llamadas del cambio", de la transformacin social,

Somos conscientes de que muchos atores incluyen a la docencia dentro del


grupo de las semi profesiones.
Para ahondar en este tema, ver Fernandez Enguita,
La profesin docente y fa comunidad escolar. Madrid, Morata, 1993, cap. 4.

~ Bour dieu

sostiene

que la prctica

social est estructurada

del conflicto'

crticas o radicales.

Las primeras se caracterizan por concebir la sociedad como


un sistema unificado sobre la base deun ntieocJevar6re5,Li'a
<cultura y una organizacin poltica, compa:-aos por consenso.
''Esta perspectiva de anlts-rS"1!n1te11clecela
sOCleaacJ es esencial:
mente armnica, integrada, estable y ordenada. Siendo sta ~
coCilClon Ilnormal>. de toaa sociedad, el papel que le compete
a la eaucacln se centra en la ccnservacrori dela estructura
social a travs de la sociallzaCOn activa delos riire~bros que la
integran. Las pautas, normas y valores aaqUlrioos a traves ae este
proceso que 5esup~neutral;serncorporan
-como legtimasconformndose de este modo el consesosocial.Ta
edUCaoon'
"tiene como objetivo, garantizar la mtegraClonae-r6smOivldUOs
a+a sociedad (evitar la dlsgregaclon) y la construccin de una

por [os habitus,

sistemas de disposiciones curables. estructuras interiorizadas


de pensamiento,
percepcl n y accin, que organizan el pensamiento y las prcticas; estn incorporados al agente social, de modo tal que ste no percibe su arbitrariedad, y
deben su eficacia precisamente al hecho de ser una matriz inconsciente, estructuras estructuradas que funcionan como estructuras estructurantes (Bourdieu,

16

1972,1980). Son sistemas subjetivos pero no individuales, esquemas comunes


Que fundan fa concertacin
de las prcticas y la coincidencia de las visiones del

mundo de un grupo social. Este concepto nos sita en el punto de inter seccin de lo psicolgico y lo social y hace referencia a una manera de pensar e
interpretar la realidad cotidiana, que est construida socialmente y que es
incorporada por el individuo, segn la posicin que ocupa en la sociedad
(Jodelet, D., en Moscovici) . {Brusilovskv, S., 1992:21, 22).

17

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scci{~~dad(dgualillri~l:. ','(\ que la.educacin es percibid;) como un


~i.nstrurnel1to de igualacin social. Esto supone tomar a la educaS}.?~!l~~mo una vanal'J1"eT"cf[5'e(jicntede. la estr.-cfiiras-o(rarL~~

cornenteseaucallvas
que se enmarcan dentro de estaspostura:;
(en el nivel inicial la pedagoga tradicional, la escuela nueva, el
no directivismo, la pedagoga tecnicista y el personalismo) se
caracterizan por un claro optimismo pedaggico en relacin al
poder transformador de la educacin sobre la sociedad. Entre
ellas, la funcin asignada a la escuela es por un lado. la de
proporcionar a los individuos las habilidades indispensables segn las necesidades tcnicas del modelo social. Por otra parte,
formarlos en los valores y normas establecidos para que acepten el orden estructural imperante. Los requerimientos sociales
. exigen una preparacin diferencial de los individuos. As, por
ejemplo, algunas personas sern formadas para ocupar cargos
dirigentes, mientras que otras aprendern las ha,l2.ilidades necesarias para ser operarios, obreros, empleados, etc.(;;egn las teoras
del consenso, la escuela proporciona oportunidades equivalentes a todos los miembros de la sociedad y la asignacin y el
desempeo de distintas funciones se debe a las aptitudes individuales (mritos personales). De este modo, la seleccin, consecuencia de la estratificacin social, se esconde bajo 'la apariencia
de un sistema educativo uniforme y neutral. Las funciones diferenciales aparecen entonces como una consecuencia natural debida a la capacidad individuaL']
.
los tericos del conflicto c9.r1.cuerdan en su rechazo del
modelo de orden de la sociedad contempornea.
Interpretan el
anlisis aeroraen como la estfategia de un grupo de dirigentes,
'una relflcacin de sus valores ym-i(vaclOne-s;'una ra_~~~~liza~6n

el punto de vista funcionalista "'1 ... 1 la .socledad debe explicarse en


relacin a la funcin que cumplen las partes para el mantenimiento
de la
estructura global y donde lo que existe en la estructura social es funcional para

J Desde

18
L..> .

su mantenimiento

(instituciones,

valores y normas], en la cual la educacin

jugar un papel muy importante . (Jimnez, E., 1994:42).

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l..A.UI;(' ANtlACI(li. Ot. tOS (O"'lTFNI[ )(l:) EN u IARr il~'()f 1!:r;',HTES

SI'p\f:OV'.'S~.\ . Cl),t~~;I\
L~liLl-CA'~"'~::N
F1C,Uf}:N;.

para logral' un control ;.ocial ms eleclivv, (Horton, !.. 1966).


la sociedad se caracteriza
por el conflicto entre clases y grupos de clase con formas de"
emencler la realii'lad, objetivos e interes,", antagnicos (y no
antagnicos.
El anlisis de la' cohesin social lleva a compren"er a como roducto de la dominacin de losgrupos dirigentes
que ejercen contra so re as c ases o grupos ornlnados
te la fuerza Y,.tab'(rs'qtre'd'dl:f'elconsenso. Desde esta visin, exisdifere~te;ZOcep-cioeS-acercae
la funcin que tiene la
eOucain. ~n primer lugar haremos referenCia a las teoras de la
reproduccin.
Estas teoras sostienen que la educaci6n esUinstrumetO' del cual se valen los sectores dominantes para lograr

leJos de ser armnica ''1consensual.

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,,/"lilrellCoCJ'eCil'-eJe la es etrcm ra SOCIalcapltar, sta. Se des.tacoa ..a


funcin' poltica y SOCial de la escuela como conservadora d~
statu qua al tiempo que se la devel' como una de la.?Jn_stituciQ.o..
nes encargadas de lograr la dominacin social y la reprog.lJ.fc:in
ael'S-esiguald"aaes-:wCrales:'I\-drrere-ciacferviSi
n d e las
teoraSd;- orden, desde esta postura las escuelas no son consideradas como instituciones democrticas, ya que se entiende
que ni el conocimiento, ni la manera de ensearlo son neutros.
Dentro de las teoras de la reproduccin, las denominadas de la
reproduccin social, sostienen que la escuela se ocupa de formar diferencialmente a los individuos como fuerza de trabajo, es
decir para ocupar distintos puestos en la estructura laboral, y de
inculcar la ideologa dominante. En esta lnea terica, LouisAlthusser
se refiere a la escuela como un Aparato Ideolgico del Estado
(AlE), Baudelot y Establet se refieren a la ilusin de unidad de
la escuela, mientras que Bowles y Gintis analizan cmo el sistema educativo fomenta y refuerza la creencia de que el xito
econmico depende esencialmente de la posesin de habilidades tcnics y cognoscitivas (perspectiva tecnocrtica-meritocrtica).
Las teoras de la reproduccin cultural analizan cmo la cultura
seleccionada, producida, legitimada y transmitida por la escuela,
sirve a la reproduccin de la estructura social capitalista. En esta
lnea, Bourdieu y Passern desarrollan la teora de la violencia
Simblica, en la que sealan que lo que la escuela transmite es
1.

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el arbitrario cultural dominante, que se impone corno 1\:1 cultura


legtima a travs de la acclon pedaggica ejercida como una
actividad neutro. Al respecto H. Giroux nos dice: [ ... [ al aparecer
como 'transmisora' imparcial y neutral de los beneficios de una
cultura valioso, la escuela puede
promover la desigualdad en;
.
nombre de la justicia y la objetividad. (Giroux, H., '1992: 120).)
Las obras de estos tericossignificaronuna
importantsima
contribucin al pensamiento pedaggico contemporneo, ya que
realizaron un anlisis de la educacin desde una perspectiva
diametralmente opuesta a la de los tericos que hemos en marcado
en las teoras del consenso, es decir rernltlndola a su relacin
con la estructura social. An as, comparten con estas teoras, la
idea de otorgarle al sistema educativo un gran poder, en este
caso, no el de transformar la sociedad, sino el de conservarla o
reproducirla.
La educacin es analizada como una variable dependiente de la estructura socioeconmica.
El optimismo pedaggico de las concepciones del orden es reemplazado por una
visin pesimista debido a la conviccin de la eficacia del circuito
de reproduccin.
En las teoras de la reproduccin,
se establece
una correspondencia
mecnica.entre la formacin de las personas dentro de las instituciones escolares; y su posterior insercin
en el mercado laboral. De este modo, se desestiman el conflicto
y las contradicciones polticas y sociales en las que supuestarnente basan su anlisis, restndole importancia a la intervencin humana,
el poder transformador de 105 hombres a travs de la historia. El
nfasis puesto en la dominacin, no permite ver la existencia en
lo escuela; de situaciones' de tensin y conflicto cultural; de poder,
ideolgicas, etc., que se minimizan frente a la importancia otorgada a 105 factores estructurales. Desde la concepcin que sustentan las teorfas de la reproduccin,
no havcabida
para la
elaboracin
de propuestas pedaggicas. Ellas se proponen,
solamente, explicar el mecanismo de funcionamiento
de la es
cuela tal como est constituida [..L estas teoras consideranque
la escuela no podra ser diferente de lo que es ( Saviani, D.,
1982: 25), lo que inevitablemente lleva al inmovilismo y escepticismo en relacin a la posibilidad de generar algn cambio en

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l.A ORC.At"IZAClr~DE LC5 Cn~JTEr'lll)()S EN n.1;"I{j)lhi

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las relaciones de poder' dentro del mbito educativo.


IEnmarcadas
en las teoras de: conflicto, las denominadas
.
'teoras radicales o crticas plantean que si bipn la educacin es~ .
.Eon~ltionada
(y no determinada, segun la IIlterpr~laclcn
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pt"OmiS"opoTfiCo, social y cultural Esto se ttiirlJ.~_,-ii-ra_defensa .
-cte1-ctereCfio-de todos los nios a la educacin, desbcultando
opolllenaoseara.ZSgmentacin
educativa, es decir, la existencia de circuitos educativos que brindan una educacin diferen
ciada segn el sector social al que sta va dirigida. La escuela
cumple una funcin reproductora
al mismo tiempo que se la
reconoce como un espacio de lucha y confrontacin desde el
cual pueden operarse ciertas transformaciones] ,

Las corrientes pedaggicas


de las teoras del orden

en el marco

Como ya sealamos, las teoras del orden conciben a la


sociedad como unificada en base a un ncleo de valores, una
cultura y una organizacin poltica compartidos por consenso. La
estabilidad y la eficiencia del sistema s.on condiciones de normalidad" de toda la sociedad. Desde esta postura, la educacin
es un instrumento al servicio de la cohesin social que debe
garantizar el orden y armona en la sociedad. En este sentido, las
corrientes pedaggicas que han perdurado y mantenido su vigencia a travs del tiempo, son aquellas que asumen una intencionalidad
reproductiva y legitimadora del discurso y prcticas educativas
dominantes. Abordaremos a continuacin el anlisis de algunas
de las concepciones
y prescripciones
que desde las distintas
corrientes pedaggicas sirvieron y sirven para perpetuar este modelo
de sociedad-ennuestro
pas.

21

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LA ')!!GAN1ZA~::I()f.I

La funcin de! jardn de infantes

22
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Podramos afirmar sln temor \ equivocarnos, que muchos


docentes y muchos padre" opinan que la funcin quedebe
cumplir el jardn de infantes en nuestra sociedad espor un lado
la socializacin de los nios y por el otro, prepararlos para su
mejor desempeo en la escuela primaria, De dnde surge esta
idea? Veamos qu deca Sarmiento en relacin.a la educacin de
los nios de dos a seis aos. Refirindose a las salas de asilo que
haba observado en Francia, comentaba:
",[ es ] la ms bella,
la ms til y Ia ms fecunda en resultados morales de todas las
instituciones modernas. La moral del nio se forma all en aquellos patios en que reunidos centenares de ellos bajo la vigilancia
apenas necesaria de mujeres intellgentesy
solcitas, se abandonan a la movilidad de su edad corrigiendo por la influencia de
'la masa sobre el individuo los vicios de carcter que dejan desenvolver los mimos o la inexperiencia materna, el aislamiento y
la soledad del hogar domstico, las propensionesorgnicasy
el
abandono en que los hijos de los pobres quedan en las horas
consagradas al trabaja por las madres, Durante los cuatro aos
en que los nios pueden permanecer en las Salas de Asilo y por
medios que tienden a desarrollar la inteligencia, mantener despierta la atencin y adornar la memoria, aprender a leer y a
escribir, contar y cantar [".] por limitado que sea el aprovechamiento de estos estudios, el nio sale para la escuela primaria
educado, moralizado y desembarazado de las dificultades que
rodean al aprendizaje de los primeros rudimentos. No es menos
importante favorecer el desarrollo moral porque debiendo for. marse los hbitos por la repeticin de los mismos procedi mientas
no es difcil concebir cuntas luchas eran entabladas (sic) si las
primeras acciones han sido lo que deben ser todo el resto de la
vida. Las familias pobres, con el establecimiento
de las Salas
de Asilo, no tardarn en sentir una mejora notable en su posicin,
cuando asilos gratuitos reciban sus nios cada da mejor instruidos sin imponerles carga alguna y permitindoles
por el contrario, entregarse al trabajo con mayor libertad. Las familias ricas

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~omprenderlltambin que en IUg;.lf de abandonar sus hijos a la


funesta influencia de las domsticas, podran, con ventaja, dejarlos durante muchas horas cada da en lugares en que todo est
preparado para facilitar su bienes lar bajo impresiones favorables
al desarrollo de su carcter moral y de sus fuerzas fsicas. (Mira
Lpez y Omar, 1939: 146; 247),
Enmarcando histricamente el pasaje citado podemos sealar quese evidencia un claro reconocimiento
de la necesidad de
e~d,ucara los nios desde edades tempranas y de la importancia
de los establecimientos
creados para tal fin, Esta funcin, asignada luego al jardn de infantes, supone un reconocimiento
d e la
niez con caractersticas propias, diferentes de las del adulto. Se
deduce la idea de un nio que construvesu identidaddentro
de
la institucin familia y de la institucin escuela, (ya sea como hijo
o como alumnO'respectivamente)
bajo la supervisin estatal, lo
. que Franco Frabboni denomina infancia institucionalizada
(Frabboni, F.; 1984), Volviendo al texto se observa que, por un
lado se alude a una funcin socializadora
que apunta a la
moraliz acln, al disciplinamiento,
a la formacin del carcter y
de los hbitos para desempearse normalmente tanto en la
vida escolar como familiar. Por otra parte, las salas de asilo son
consideradas una instancia preparatoria para la escuela primaria,
lo que deposita la importancia de la educacin del nio en el
futuro, El nio, como futuro adulto, es la [...] base de una nueva
generacin educada (racional Y civilizada) que podr hacer, por
tal motivo, un 'buen' ejercicio de sus derechos polticos (Carli,
S" 1994:140), No podemos desconocer que en ese contexto
histrico, la propuesta de educar al nio menor de 6 aos inicia
un importante camino de definiciones polticas en relacin al
nivel inicial. Lo que aqu nos interesa remarcar, es la vigencia del
pensamiento sarrnientino respecto de la funcin que an en nuestros das se sigue asignando a las instituciones de nivel inicial. En
cuanto a los contenidos vinculados a la socializacin, lo que hoy
nos preguntamos es si existe una. nica visin vlida acerca de las
pautas, normas y valores a ensear a los nios y qu otros contenidos estn involucrados en la transmisin de hbitos mediante

23

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ELI),\ :;F"\KOW5KY ~Ct.ARI~;,\'I.Ar::EI.~
CI\~MEN hGl!lP.A~

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los nios para su ingreso a primer grado, en la actualidad debemos sealar que al mantener esta perspectva.se pierde de vista
que el nivel inicial tiene objetivos que-le son propios y que los
aprendizajes que los nios realizan en dichas instituciones educativas, tienen valor en s mismos.

La tarea del docente


Hoy encontramos que la tarea del docente asume diferentes
caractersticas 'en el marco de las teoras del orden, En muchos
jardines se observa una tendencia a dejar hacer libremente [...]
.cuando se trata de desarrollar aspectos cognitivos y expresivos y
[una tendencia a la] direccin e imposicin cuando se trata de
desarrollar los valores deseados por el adulto (orden, silencio,
aceptacin de consignas) [...] (San Martn de Duprat, H. y Malajovich
A., 1987:33). La imposicin de pautas, normas y valores, es propia de la pedagoga tradicional al igual que un estilo de interacci n
en el que la comunicacin se caracteriza por ser radial (alumno
-docente) y las decisiones, privativas del maestro, Su tarea, asume caractersticas y estilos diferentes en relacin.al tipo de contenidos a ensear. Se ensean las normas, los hbitos y los
valores, es decir aquellos. aprendizajes que forman parte de la
socializacin, mientras que se gua,orienta y acompaa el desarrollo
espontneo del nio, cuando'los contenidos son de tipo expresivo o cognitivo. Desde nuestra visin, entendemos que la enseanza implica direccin y que el docente asume la autoridad
pedaggica. Pero es necesario aclarar que no debe confundirse
autoridad .con autoritarismo.
Consideramos que la vigencia del
uso de trminos como orientar, guiar y acompaar que surgen de
la mano de Montessori y se afianzan con las ideas del movimiento de escuela nueva, para oponerse a la funcin asumida por el
docente desde una postura tradicional, se debe al rechazo de la

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~'1I0()~i
~:Na. jM!U~Jm: ir.,rN'[1 I:S

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.c:onnotacin' autoritaria que se sigue atribuyendo al termino enseal'.


Con la escuela nueva serlesplaza el eje de la propuesta
pedaggica hacia el nio y los procesos de cnseanz a, basndose, entre otros, en los aportes de la psicologa profunda y gentica,
que ponen de relieve las diferencias existentes entre las caractersticas del nio y del adulto. As, la libertad de pensamiento, de
eleccin y de accin, la actividad psicolgica, la autonoma, el
contacto directo con el medio social y natural. el trabajo en
grupo, el afecto, los intereses y las necesidades individuales, pasan
a ser principios rectores de este movimiento. Pero tambin debemos sealar que muchas veces en nombre del respeto por las
necesidades e intereses infantiles, de los ritmos individuales, se
cometen profundas injusticias, se discrimina social y culturalmente.
En aquellos jardines insertos en un medio con altos porcentajes
.de analfabetismo, es probable que los nios no manifiesten su
inters por ejemplo, por la lengua escrita, de la,misma manera en
que lo haran nios pertenecientes a sectores medios de la poblacin. Frente a estas necesidades, qu debe hacer el docente?
Estamos convencidas que 'le cabe la responsabilidad de ensear,
por lo que debe generar en los alumnos aquellasinquietudes
que
no se explicitan espontneamente. Risieri Frondizi en el ao 1954
ya adverta sobre los peligros de la tergiversacin de algunos de
, los principios de la escuela nueva, Organiza; la tarea a partir de
los emergentes, puede diluir el proyecto pedaggico haciendo
que el quehacer cotidiano flucte o vaya a la deriva, en funcin
de los intereses inmediatos o circunstanciales de los alumnos
(Frondizi, R., 1954). Los nios no siempre pueden expresar qu
quierenaprender
y aqul que verbaliza sus intereses, no siempre
es representativo
de la totalidad del grupo. El docente no debe
.esperar que sea el nio el que descubra, por sf mismo los objetivos y contenidos de enseanza, En contextos en los que los
nios hablan poco, esta pedagoga de la espera los segrega
an ms, condenndolos
al fracaso.
Las posturas no directivas plantean, entre otros aspectos, la
no intervencin , del docente salvo
requerimiento
expreso del alumno,
.'
,

la repeticin d8 procedimientos.
(Abordaremos este ;)n.::si~;
con mayor profundidad en el captulo 2,) Respecto de Id idea de
que eljardjn de infantes tiene corno funcin 'la preparacin de

24

LA ORGANIZACION Di: tos

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!o qU('~ en el jlrdin de in;;1!ttes muchas Vf.:CE'S deriv en un riejar


nacer .que ':JC'!u6en detrimento de !'::I enscnanz.i.
En la pnstur~l tecnicista, en cambio/ tanto el maestro como
el alumno, pasan a ocupar un segundo plano. Se valoriza lo
instrumental y tcnico, reducindose el trabajo del docente a la
eleccin acertada de medios y procedimientos
para el logro de
los objetivos
predeterminados
en la curricula
[objetivos
operacionales). Su tarea se enajena, limitndose a la de un mero
ejecutor, ya que las decisiones estn en manos de otros, los
expertos.

.k i:. re~ddad. Por OUt', parte, mediante lJ n~jornH/aci()n yel


cambio d(~las relaciones de poder y las dinarnicas de funcionamiento de '!as instituciones escolares que muchas veces.xontrtbuyen a estructur.u termas de pensamiento, 5e,~!"imi~"nto,valoracin y accin que dificultan a sus miembros generar prcticas
transformadoras.
Un aspecto a destacar, es la recuperacin histrica que esta
corriente considera imprescindible como base para la construc'cin terico-metodolgica,
de una accin educativa comprometida con la realidad social, que es en esencia injusta, para cada
vez ms amplios sectores poblacionales. Se intenta as, superar
aquellas concepciones que olvidan o suponen la escuela real,
y al mismo tiempo recobrar la historia de la pedagoga encarnada en la escuela. La escuela con sus condicionantes y contradicciones, dinmica, heterognea, cuyo presente es la resultante de
. concepciones y prcticas anteriores, es el marco institucional a
partir del cual se construye la pedagoga crtica.
De este modo, se edifica esta teora centrada en lo educativo que lejos de negar las corrientes anteriores, se adentraen el
"inventario del que nos habla Gramsci, para poder explicar y
comprender las concepciones y prcticas vigentes. Esta mirada
nos permite hacer una revisin crtica y al mismo tiempo rescatar
de diversas teoras de la educacin, aquellos aspectos metodolgicodidcticos que, resignificacln
mediante, se consideran aplicables a la realidad actual.
Si bien podrfa llegar a objetarse que esta cncepcin pedaggica es utpica, creemos firmemente que el trabajo conjunto
de los docentes que se identifican con esta visin crtica de la
realidad, abrir el camino hacia algunas transformaciones.

Las corrientes pedaggicas en el marco


de las teoras del conflicto. '
.
La pedagoga

26
k....
".

crtica

Desde esta corriente terica' se considera que la realidad


escolar cotidiana est inmersa en un contexto socioeconmico
heterogneo y conflictivo, propio de una sociedad dividida en
clases con intereses antagnicos y no antagnicos. En este marco, la educacin tiene un claro compromiso poltico, social y
cultural, ya que si bien est condicionada por la estructura social,
tiene un cierto grado de independencia relativa, que le permite
realizar
una accin
transformadora
dentro
del mbito
espedficamente
educativo. Esta postura no coincide con "la interpretacin
mecanicista delreproductivismo
que adjudica a la
escuela la funcin inevitable de reproducir y hasta agudizar las
diferencias sociales (San Martn de D. H. Y Malajovich, A;1987:20).
Las escuelas deben asu mir una funcin social, poltica y pedaggica en virtud de la cual, la educacin debe actuar como mediadora en las transformaciones sociales. Por un lado, a travs de la
enseanza de aquellos contenidos que, desde los aportes de un
conocimiento
escolar crtico, permitan a los alumnos iniciarse en
el conociminto,
comprensin, organizacin y cuestionamiento

La tarea del docente


La funcin asignada a la escuela desde la perspectiva de la
pedagoga crtica, requiere para su concrecin, de un docente
consciente de su insercin histrico-social y comprometido
con

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la tarea de ensear, no slo (~I~le que hace el los l!jpeCloS


niCO-::Jedaggicos, sino tambin en relacin a la dimensin f.
tiCil de su accionar.
La direccin que el maestro imprime a su tarea, respo
siempre a alguna concepcin pedaggica. Generalmente ru
posible enmarcar la prctica docente dentro de un rnco supi
to terico. Este tiene mltiples condicionantes que van desde
sociales, polticos e histricos hasta los institucionales y pers:
les. No puede desestimarse que, el docente es [...] una pers
con anclajes concretos en la realidad, es decir con contradic
nes y valores propios ms all de los escolares (Ezpeleta
1986), Asimismo, cada maestro es producto de la historia, ,
en la vida cotidiana de la escuela, se manifiesta de modo f
mentario y contradictorio, otorgando sentido a las prcticas actu.
Esta historia se explicita bajo la forma de haceres y sabe:
muy diversos, que los docentes hacen propios: les imprime,
modalidad, los interpretan a partir del sentido comn de su el:
de su representacin de la realidad y de su historia personal
profesin docente lejos de ser un modelo rgido e ideal con
mado a priori, es producto de una construccin que se cono
en la vida cotidiana de la escuela,
.
Segn la pedagoga crtica, el maestro debe trabajar ea
alumno haciendo posible que se apropie crfticamente
de.
contenidos de enseanza, No se trata de una imposicin arbi
ria en la que el educador transmite el conocimiento
como I
verdad incuestionable, ni de abandonar al alumno a su desarr
libre y espontneo. Por el contrario, el docente planifica su ta
en forma sistemtica, dirige el proceso de enseanza a partir
las necesidades y caractersticas del grupo. Trata de generar nue
intereses, loque hace que esta planificacin sea dinmica, I
que la vida grupal tambin lo es, El nio no deja su vida cotidi.
en la puerta de la escuela. En cada grupo se conjugan I
heterognea cantidad de historias y realidades socio-cultura
que el docente debe tener en cuenta a la hora de planifica,
tarea.

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