Rol Del Sindicalismo Siglo XXI
Rol Del Sindicalismo Siglo XXI
Rol Del Sindicalismo Siglo XXI
el siglo XXI.
NDICE
PRESENTACION
INTRODUCCIN
I
SINDICALISMO
II
PRIMERA
PARTE:
CRECIMIENTO
DEMOCRACIA Y SINDICATOS
III
SEGUNDA PARTE: ESTRUCTURA Y CULTURA DEL
SINDICALISMO PERUANO EN EL SIGLO XXI
ECONMICO,
BIBLIOGRAFA
PRESENTACION
INTRODUCCIN
El veintiocho de julio del ao 2000, partidos
polticos, gremios y otras organizaciones de la sociedad
civil participaron en la Marcha de los Cuatro Suyos. El
objetivo era demostrar su rechazo a la re-reeleccin de
Alberto Fujimori. Aunque no se logr evitar que
asumiera el cargo de Presidente de la Repblica,
Fujimori renunciara algunos meses despus, tras varias
denuncias de corrupcin Tras una dcada de
autoritarismo, el pas volva a la democracia.
Mientras que para los sectores conservadores se
trataba de recuperar la institucionalidad del rgimen
poltico, en espacios ms crticos se pensaba en
cambios
estructurales.
Tras
una
dcada
de
deslegitimacin poltica, la dirigencia del movimiento
sindical se encontraba al interior de estos espacios.
Para ella, el fin del fujimorismo deba significar no solo
el fin del autoritarismo, sino tambin el del
neoliberalismo y el inicio de una recuperacin de los
sindicatos peruanos.
Cunto cambi la capacidad de agencia de los
sindicatos peruanos en el siglo XXI? Cunto variaron
sus dinmicas en un contexto de crecimiento
econmico y democracia? El argumento central es que
en un contexto de democracia y crecimiento econmico
(bajo el marco institucional del neoliberalismo), los
sindicatos experimentaron dinmicas paradjicas.
Creci el nmero de afiliados, pero tambin la
fragmentacin entre organizaciones de trabajadores.
Aument el nmero de huelgas y la capacidad de
movilizacin sindical, pero no el de convenios
colectivos resueltos. Conscientes de encontrarse en
una sociedad distinta a la del siglo XX, algunos
dirigentes intentaron cambiar sus tcticas, pero su
lenguaje continu ligado al pasado. Los evidentes
lmites de las reformas estructurales crearon el espacio
para nuevas luchas, pero no los mtodos para ganarlas.
I.
SINDICALISMO
grandes
bloques
econmicos
regionales
y
transnacionales, que ha generado el individualismo
sustentado en la competitividad, dejando de lado los
sistemas
colectivistas
de
uniformidad
y
homogeneidad, para priorizar la diversificacin, en ese
sentido resulta oportuno que las organizaciones
sindicales dirijan sus pretensiones de mejoramiento de
sus condiciones de trabajo, mediante la negociacin
colectiva, a la mayor y mejor capacitacin profesional y
tecnolgica de acuerdo a su desarrollo territorial, no
slo respecto de los derechos socio laborales de sus
agremiados, sino del de sus familias y entorno social,
preocupndose
por
ofrecer
servicios
sociales,
asistenciales,
recreativos,
legales,
que
pueden
constituirse como consecuencia de planteamientos
formulados
desde
la
organizacin
sindical,
propugnando as un desarrollo sostenible del grupo
humano que conforman. Solo as, se podr garantizar
un desarrollo humano equilibrado y se garantizar
asimismo una accin colectiva que por ende le dar
sostenibilidad al sindicalismo.
c) De otro lado es necesario que las
organizaciones sindicales sepan negociar la posibilidad
de ofrecer a sus agremiados una mejor capacitacin
tcnica y profesional por ende una mejor y mayor
educacin, poniendo al servicio de los mismos los
avances de la tecnologa y de los medios de
comunicacin de ltima generacin que permitan a
todos ostentar una calidad profesional y tcnica acorde
con los avances de la ciencia y la tecnologa, de este
modo se desterrara, o mejor, no se dejara que avance,
ese espritu individualista que se viene gestando y que
hace que los sindicatos cada da se hagan menos
atractivos, por haber reducido su mbito de accin a
solo conquistas remunerativas y de condiciones de
trabajo que se diluyen en el tiempo. Es as que
debemos estar atentos a la advertencia que hace
Mario Riccardi, citado por el Mario Pasco, en su artculo:
El Futuro de los Sindicatos en el Siglo XXI (2010,
pg.138,Rev. Ius Veritas), cuando seala: el paso de
una estrategia predominante homogeneizante a una
que tiende a acoger y representar las diferencias, corre
el riesgo de hacer oscilar demasiado bruscamente el
pndulo sindical de un extremo al otro, del
generalizado compartir la ideologa de la igualdad a la
extemporaneidad de los ms diversos impulsos
reivindicativos. Es, sin embargo, previsible que el
PRIMERA
PARTE:
CRECIMIENTO
inevitable.
El
sindicalismo
clasista,
vinculado
estrechamente a los partidos radicales de izquierda,
tuvo como principal contraparte no a las empresas
privadas, sino al Estado. Era desde l que una
negociacin colectiva poda resultar favorable y desde
donde cualquier posible victoria podra conseguirse.
El clasismo inici su crisis en principios de los
aos ochenta la misma que continu durante los
noventa. Sin embargo, aun cuando el clasismo dej de
articular una interpretacin politizada sobre el pas, los
sindicatos continuaron viendo en el Estado al
interlocutor clave para lograr sus objetivos. Lo anterior
no podra ser comprendido sin tener en cuenta el
intervencionismo que caracteriza a la legislacin
laboral
peruana. Sin embargo, es justamente en
respuesta a este intervencionismo que los sindicatos
podran haber utilizado diferentes estrategias, como ha
ocurrido en otros escenarios en Amrica Latina, en
donde otras ms autnomas se han dado en los ltimos
aos. Ello, sin embargo, no parece haber ocurrido con
los sindicatos peruanos, como se puede apreciar en
tres niveles de su accionar.
De acuerdo con las bases de datos de las
Direcciones Regionales de Trabajo y Promocin del
Empleo, y las de la Direccin General de Trabajo,
quienes con mayor frecuencia solicitan la intervencin
estatal a travs de conciliaciones y extra procesos son
los sindicatos. Al describir las tendencias respecto a
cmo se han venido solucionando los pliegos de
reclamo en la seccin anterior, se sealaba que los
convenios solucionados a travs de estos mecanismos
aumentaron en casi 10% en la ltima dcada. Algunos
funcionarios pblicos encargados de intervenir en los
conflictos laborales afirmaron que cada vez que el
sindicato siente que no puede negociar, recurre a
nosotrossiempre esperan que nos pongamos de su
lado .
Aunque este tipo de intervenciones no son
negativas, pueden resultar arriesgadas tanto para el
empleador como para los trabajadores en un contexto
de debilidad institucional. Nada asegura que los
funcionarios pblicos resulten actores neutrales
durante la negociacin. Por el contrario, ya que
dependen de autoridades polticas, pueden ser
BIBLIOGRAFIA