Guía de Lectura de La Lumen Gentium
Guía de Lectura de La Lumen Gentium
Guía de Lectura de La Lumen Gentium
LUMEN GENTIUM
Ahora bien, la Lumen gentium tiene vnculos estrechos con los otros documentos
conciliares. As, gracias a la Dei Verbum y a la Sacrosanctum concilium se conoce
mejor la dependencia de la Iglesia en relacin con la palabra de Dios y los
sacramentos y, a su vez, gracias a la Gaudium et spes, se descubre con ms
amplitud la misin de la Iglesia en el mundo. Del mismo modo, diferentes
decretos y declaraciones del Vaticano II desarrollan aspectos eclesiolgicos
relevantes, tales como los decretos sobre la actividad misionera de la Iglesia (AG)
y sobre ecumenismo (UR), as como la declaracin sobre las religiones no
cristianas (NA). El resto de los documentos, en cambio, estn orientados de forma
prioritaria a cuestiones prcticas, pero en ellos se trasluce tambin la eclesiologa
fontal de la LG (por ejemplo, al tratar de los obispos, de los presbteros, de los
religiosos, de los laicos, de las Iglesias orientales...).
Notemos finalmente que con la Lumen gentium, especialmente con el captulo III
sobre el episcopado, el Vaticano II retorna y contina, aunque con un estilo
diferente, el tema interrumpido en el Vaticano I, y esto ya muestra la importancia
decisiva para la eclesiologa de la constitucin dogmtica Lumen gentium. Las
referencias de las voces del presente Diccionario de eclesiologa a la Lumen
gentium se encuentran en la propuesta de lectura histrico-sistemtica: 2. Voces
sistemticas segn la Lumen gentium de las pginas 11-13.
Captulo 1
EL MISTERIO DE LA IGLESIA
Captulo II
EL PUEBLO DE DIOS
Los cristianos no catlicos son el objetivo de LG 15. Siguiendo la visin sobre las
diversas formas de pertenencia, se reconocen todos los elementos eclesiales de los
cristianos no catlicos, aunque no los posean ntegramente. Se subraya la
importancia del bautismo, de la Escritura y de otros sacramentos, como la
eucarista y el episcopado. Finalmente, se retoma la necesidad de purificacin y
de renovacin para que el signo (signum) de Cristo resplandezca con ms claridad
sobre la faz de la Iglesia, expresin que recuerda de nuevo su carcter
sacramental e histrico que lo refiere a Cristo como luz.
Sobre los no cristianos, LG 16 agrupa a los que profesan una fe religiosa, con
especial mencin de los judos y los musulmanes, y a los no creyentes. Se afirma
que aquello que une y que posibilita conseguir la salvacin es el dictamen de
la conciencia: expresin caracterstica de la modernidad que atestigua la
valoracin de la autonoma de la persona por parte de la Iglesia. Estas diversas
vas son una preparacin evanglica, frmula antigua que pone de relieve las
semillas del Verbo presentes en el mundo (san Justino), la estrecha relacin
entre el creador y el mundo (san Agustn), as como la pedagoga de Dios hacia
los hombres (san Ireneo) en el camino de la salvacin.
Captulo III
LA CONSTITUCIN JERRQUICA DE LA IGLESIA Y EN
PARTICULAR DEL EPISCOPADO
los presbteros como colaboradores del obispo en cada agrupacin local hacen
visible la Iglesia universal. Igualmente se afirma que los presbteros, incluidos
los religiosos, forman entre todos ellos una ntima fraternidad. Finalmente, y en
relacin con los fieles, se les califica como padres en Cristo en clave ministerial
que tiene presente su doble dimensin no separable: la sacerdotal y la pastoral,
puesto que no slo presiden la liturgia, sino tambin sirven la comunidad
local.
Los diconos (LG 29). Texto marcado por dos decisiones conciliares: la
restauracin de la forma de diaconado llamado permanente, es decir, como
funcin estable, y la posibilidad de admitir a l hombres casados. El ministerio
diaconal comporta una gracia sacramental (no se usa la expresin carcter),
con tres funciones referidas a la palabra, la liturgia y la caridad.
Captulo IV
LOS LAICOS
La peculiaridad de los laicos (LG 31): texto central del captulo IV donde se
afirma la peculiaridad de los laicos en estrecha conexin con los religiosos y los
presbteros, por medio de una descripcin tipolgica, segn la misma
2. Las tres funciones de los laicos: sacerdotal, proftica y real (LG 34-36)
La participacin en la misin sacerdotal (LG 34): repite elementos de LG 10-11,
y se habla de sacerdocio espiritual en sentido fuerte gracias a las cuatro
referencias explcitas que se hacen al Espritu Santo; sacerdocio que se ejerce
de forma prevalente con una vida santa. Todo esto hace posible consagrar el
mismo mundo a Dios, frase en la que resuena la expresin tradicional de la
consecratio mundi como tarea propia del laicado (M. D. Chenu).
Las relaciones con la jerarqua y con el mundo (LG 37-38): de forma insistente y
casi enftica se trata de la relacin con el clero y se subraya el dilogo, el derecho
de los laicos a manifestar su opinin, el sentido de obediencia, el trato
familiar, la justa libertad..., todo en una perspectiva de comunin en clave de
comunicacin interna. El nmero final (LG 38) cierra el captulo con la famosa
expresin de la Carta a Diogneto: Lo que el alma es al cuerpo, as han de ser los
cristianos en el mundo.
Captulo V
LA VOCACIN UNIVERSAL A LA SANTIDAD
A partir de aqu la Lumen gentium cambia de estilo y sus aportaciones deben ser
vistas de forma ms global y referidas a la totalidad del captulo. De hecho, la
atencin a la nota de la santidad fue una de las constantes del proyecto conciliar.
Por esto el que este captulo se encuentre entre el de los laicos y el de los
religiosos depende de contingencias conciliares, puesto que con toda propiedad
debera integrarse en la tractacin del pueblo de Dios del captulo II.
Captulo VI
LOS RELIGIOSOS
Captulo VII
CARCTER ESCATOLGICO DE LA IGLESIA PEREGRINA
Y SU UNIN CON LA IGLESIA DEL CIELO
Captulo VIII
MARA, MADRE DE DIOS,
EN EL MISTERIO DE CRISTO Y DE LA IGLESIA
Finalmente, se concluye con una afirmacin de marcado talante eclesiolgicoantropolgico: Mara, signo de esperanza y de consuelo para el pueblo de Dios
en marcha, donde se subraya significativamente que Mara es imagen e inicio
de la Iglesia que se ha de consumar en el siglo futuro, lo que puede sintetizarse
afirmando teolgicamente que Mara es la Iglesia realizada. Tal enfoque llevar
a Pablo VI, en el da de la aprobacin de la Lumen gentium (21 de noviembre de
1964), a proclamar Mara como Madre de la Iglesia como sntesis de su
relacin con la Iglesia.