Ensayo de DIVULGACION
Ensayo de DIVULGACION
Ensayo de DIVULGACION
ellas se impone a menudo la antigua dicotoma que escinde la creatividad en dos: la de todos, la que
permite adquirir el lenguaje o hacer planes para el fin de semana, y la de los individuos
verdaderamente creativos: poetas, artistas, msicos, cientficos, inventores, etc. Esta escisin carece de
base emprica, pero la tradicin y las apariencias siguen siendo poderosas.
Mucho ms en los estudios de lengua y literatura. Hace unos 2400 aos Platn, en el dilogo In, ya
argument seriamente que la creatividad potica es irracional, una locura de inspiracin divina.
Aristteles, por el contrario, en sus obras Potica y Retrica, afirma que la metfora es una habilidad
empleada por todos, y por el poeta con un grado especial de destreza. La visin platnica, de carcter
mitolgico ms que cientfico, ha prevalecido en los estudios literarios, que no suelen acometer el anlisis
de los misteriosos mecanismos cognitivos que posibilitan la creacin, con la notable y bastante olvidada
excepcin de la Retrica Clsica. El nmero creciente de disciplinas que estudian el lenguaje (Lingstica,
Antropologa, Ciencia Cognitiva, Psicologa, Neurociencia, Inteligencia Artificial) no puede cabalmente
aceptar esta postura. No obstante, para estas ciencias dejar la literatura a un lado, y concentrarse en el
lenguaje normal, resulta tan cmodo como para algunos humanistas el desentenderse de los aspectos no
artsticos de nuestras capacidades lingsticas y ceirse a la interpretacin de autores, periodos y obras.
Parece existir un acuerdo tcito entre lingistas y estudiosos de la literatura para ignorarse mutuamente no
ya dentro del mismo campus, sino del mismo pasillo. Se trata aqu ya de no traspasar ni la puerta del
despacho.
La imaginacin potica parece haber intimidado a la mayora de quienes deberan estudiarla. Pero la mente
humana, lejos de parecerse a un ordenador, es fundamentalmente creativa. Todos poseemos una mente
literaria, siempre dispuesta a imaginar situaciones nuevas, y a proyectar estructuras narrativas para darle
sentido a la experiencia (Turner 1996). Habitamos fcilmente los complejos sistemas simblicos de nuestras
culturas, y no existe lengua alguna sin uso potico. Lo potico es lo natural. Pero esta desbordante
creatividad se basa principalmente en operaciones cognitivas tan veloces que resultan invisibles para la
consciencia: estamos hechos para no darnos cuenta, salvo en los casos geniales, de cun imaginativos
somos. Esto presenta una gran ventaja evolutiva. Sin esfuerzo, creamos constantemente simulaciones
mentales que contradicen a nuestros sentidos. Somos la nica especie que puede imaginar lo que no existe,
que puede innovar. Hay simios con una compleja organizacin social, pero del todo incapaces de relacionar
huella y predador. A pesar de su inteligencia, caminarn hasta donde est emboscada la pitn ignorando el
surco que esta ha dejado. Slo nosotros sabemos ver la serpiente que no detectan nuestros ojos.
Integracin conceptual y esquemas de imagen
Segn la Teora de la Integracin Conceptual (Fauconnier y Turner 2002) esta facultad innovadora es una de
las capacidades cognitivas que nos definen como especie. En su versin ms sofisticada, la integracin
conceptual nos permite crear simulaciones mentales mezclando estructuras que no comparten ms que
alguna conexin esquemtica, a menudo de carcter espacial, como el surco y la serpiente. As innovamos,
anclamos lo nuevo en smbolos y lo transmitimos culturalmente. Nuestra herramienta ms poderosa, pero
en modo alguno la nica, es el lenguaje.
Veamos un ejemplo: Ese cirujano es un carnicero. Al acabar de leer la frase, concluimos que el cirujano es
incompetente. Es muy fcil construir este significado, pero bastante ms difcil explicar cmo lo hacemos.
Ni la lgica ni la mayora de las teoras semnticas lo tienen sencillo, porque un carnicero no es
tpicamente incompetente. Es ms, la frase *Ese cirujano es un mal carnicero no termina de funcionar. De
dnde viene entonces esta incompetencia del cirujano? Es un producto de nuestra imaginacin, conseguido
a travs de una red de integracin conceptual.
Segn esta teora de la cognicin, nuestro pensamiento discurre conectando espacios mentales, pequeos
paquetes conceptuales que probablemente son el resultado de coactivacin neuronal. As, en un espacio
mental reclutamos nuestro conocimiento tpico sobre la prctica del cirujano, y en otro el del carnicero.
Desde estos espacios mentales proyectamos elementos de forma selectiva a un espacio amalgamado, donde
se produce un choque conceptual enormemente significativo: una simulacin mental en que el cirujano
persigue sus fines con los medios del carnicero. La escena es absurda pero muy efectiva. La incompetencia
no est, de entrada, ni en el cirujano ni en el carnicero, como tampoco la serpiente se ve en el surco ni en
el matorral. Se necesita imaginar algo distinto de los componentes de partida.
La velocidad de la integracin conceptual es espectacular. Unas dcimas de segundo despus de leer la
frase ya pensamos en un mal cirujano. Sera imposible crear todo esto cada vez desde la nada. Por eso