David Harvey - Espacios de Esperanza - Capitulo 6
David Harvey - Espacios de Esperanza - Capitulo 6
David Harvey - Espacios de Esperanza - Capitulo 6
David HARVEY
SEGUNDA PARTE
Sobre los cuerpos y las personas polticas en el
espacio global
CAPITULO 6 - EI cuerpo como estrategia de acumulacin
Tengo completamente claro que el cuerpo es una estrategia de
acumulacin en el sentido ms profundo.
Donna Haraway, Society and Space, 1995, p. 510.
El capital circula, por as decirlo, a travs del cuerpo del trabajador como
capital variable y convierte, por consiguiente, al trabajador en mero
apndice de la propia circulacin del capital.
David Harvey, The Limits to Capital, 1982, p. 157.
De hecho, los dos procesos la acumulacin de hombres y la acumulacin
de capital son inseparables.
Michel Foucault, Discipline and Punish, 1975 [1995], p. 221.
Por qu nos centramos en estas citas? En parte, la respuesta descansa
en la extra Ordinaria eflorescencia de inters por el cuerpo como base de
todo tipo de pesquisas tericas a lo largo, aproximadamente, de las dos
ltimas dcadas. Pero por qu esta eflorescencia? La respuesta breve es
que una prdida contempornea de confianza en categoras previamente
establecidas ha provocado un retorno al cuerpo como base irreducible de
entendimiento (Vase captulo 1 y Lowe, 1995, p. 14). Pero contemplar el
cuerpo como locus irreducible para la determinacin de todos los valores,
significados y significaciones no es algo nuevo. Fue fundamental para
muchas ramas de la filosofa presocrtica, y la idea de que el hombre o el
cuerpo es la medida de todas las cosas goza de una larga e interesante
historia. Para los antiguos griegos, por ejemplo, medida iba mucho ms
all de la idea de comparacin con un criterio externo. 8 consideraba una
forma de intuicin de la esencia de todo percibida mediante los sentidos y
la mente. Dicha intuicin de los significados y las proporciones internas se
consider fundamental para conseguir una percepcin clara de las
realidades generales del mundo y, en consecuencia, fundamental para
llevar una vida armoniosa y ordenada Nuestras tesis contemporneas, como
seala Bohm (1983), han perdido esta sutileza y se han vuelto
relativamente groseras y mecnicas, aunque parte de nuestra terminologa
(por ejemplo, la nocin de medida en msica y arte) indica un significado
ms amplio.
La resurreccin del inters por el cuerpo en los debates contemporneos
proporciona, por lo tanto, una bien recibida oportunidad para reevaluar las
El consumo productivo
El consumo productivo de la mercanca fuerza de trabajo en el proceso de
trabajo ejecutado bajo el control del capitalista exige, inter ala, la
movilizacin del espritu animal, de los impulsos sexuales, de los
sentimientos afectivos y de las fuerzas creativas del trabajo para un
propsito dado, definido por el capital. Eso significa: aprovechar las
potencias bsicas de cooperacin/colaboracin de los seres humanos; la
cualificacin, descualificacin y recualificacin de las fuerzas de trabajo de
acuerdo con los requisitos tecnolgicos; la aculturacin y rutinizacin de las
tareas; el encierro en ritmos espacio-temporales estrictos de actividades
reguladas (y a veces espacialmente confinadas); subordinaciones frecuentes
de los ritmos y deseos corporales como apndice de la mquina; la
socializacin en largas horas de trabajo concentrado con una intensidad
variable pero a menudo en aumento; el desarrollo de divisiones del trabajo
de diferentes cualidades (dependiendo de la heterogeneidad u
homogeneidad de las tareas, la organizacin de las divisiones de trabajo
detalladas frente a las sociales); la respuesta a la jerarqua y la sumisin a
estructuras de autoridad dentro del lugar de trabajo; la separacin entre las
operaciones y las fuerzas mentales y manuales, y, por ltimo, aunque no en
menor medida, la produccin de variabilidad, fluidez y flexibilidad de las
fuerzas de trabajo capaces de responder a esas rpidas revoluciones en los
procesos de produccin, tan tpicas del desarrollo capitalista.
Incluyo esta lista (obtenida de El capital de Marx) principalmente para
demostrar que las exigencias de la produccin capitalista fuerzan los lmites
del cuerpo trabajador -sus capacidades y posibilidades- en sentidos
privada y el Estado, con su nfasis en la divisin del trabajo entre los sexos
y la propagacin de la especie) indican un punto bsico en el que las
cuestiones de sexualidad y gnero se cruzan con la economa poltica. Los
anlisis realizados por feministas socialistas en aos recientes asumen aqu
gran importancia. Si la circulacin del capital variable total hace referencia a
la reproduccin de la clase obrera en general, la cuestin de las condiciones
de su reproduccin biolgica y social deben plantearse de manera que
reconozcan tales complejidades (cfr. la controversia entre Butler 1988, y
Fraser, 1997).
Las posibilidades de reaccin y revuelta contra el capital se definen a
partir de las diferentes perspectivas de produccin, intercambio, consumo o
reproduccin. En general, podemos seguir viendo, no obstante, que las
perniciosas normas capitalistas que regulan el proceso de circulacin del
capital variable en su conjunto operan como fuerza constructiva/destructiva
(tanto material como figurativamente) sobre los cuerpos trabajadores a
travs de estos momentos diferentes. El capital se esfuerza continuamente
por moldear los cuerpos de acuerdo con sus propias exigencias, mientras
que al mismo tiempo interioriza en su modus operandi efectos de cambio y
deseos, carencias, necesidades corporales y relaciones sociales (a veces
abiertamente expresadas como luchas colectivas de clase, de comunidad o
de identidad) interminablente abiertos por parte del trabajador/a. Este
proceso enmarca muchas facetas de la vida social, tales como las
decisiones sobre la sexualidad y la reproduccin biolgica o sobre la
cultura y las formas de vida, aun cuando dichas decisiones (si realmente
lo son) se enmarcan ms generalmente en el orden social y en sus cdigos
jurdicos, sociales y polticos predominantes y en sus prcticas disciplinarias
(incluidas las que regulan la sexualidad).
El estudio de la circulacin del capital variable no puede, por s mismo,
decirnos todo lo que necesitamos saber. Es, para empezar, slo un
subconjunto de numerosos procesos de circulacin diferentes que
componen la circulacin del capital en general. Los capitales productivo,
financiero, inmobiliario y mercantil tienen sus propias modalidades de
movimiento, y la circulacin de las rentas burguesas genera complejas
relaciones entre necesidades, deseos y lujos que afectan a las
decisiones sobre el estilo de vida, a los smbolos de status y a las modas
establecidas por los ricos, los poderosos y los famosos. stos establecen
criterios relativos para los pobres ya que, como tambin insiste Marx, el
sentido de bienestar es una medida comparativa ms que absoluta y la
diferencia entre ricos y pobres es tan importante como las condiciones de
sustento absolutas. Adems, las actividades mediadoras de los Estados
(registradas mediante la circulacin de los ingresos tributarios y deuda
pblica) para determinar los salarios sociales y establecer criterios de
educacin, salud, vivienda, etctera, civilizados y moralmente
aceptables desempean papeles cruciales en la escena mundial de la
acumulacin de capital y en el establecimiento de las condiciones en las
que se puede desenvolver la circulacin del capital variable. Lo importante
aqu no es insistir en una explicacin completa o rigurosa -ya sea terica o
histrica- de estos procesos entrecruzados sino afirmar que para
comprender qu le sucede al cuerpo en la sociedad contempornea es
condicin indiscutiblemente necesaria comprender las condiciones de
circulacin del capital variable.
Hay innumerables elaboraciones, modificaciones, reformulaciones e
incluso oposiciones directas a la limitada pero rigurosamente argumentada
teora de Marx sobre la produccin del cuerpo trabajador y las