Cuentos, Leyendas, Fabulas
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Segn la tradicin, la Llorona pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares
donde hay agua, como piletas, ros, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan
al ms valiente y paralizan al pavoroso. Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se
cuenta que, cuando se la escucha cerca, en realidad est muy lejos, y viceversa. Se
dice que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle la vida) si esta usa la
ropa interior al revs. Se les presenta a los hombres mujeriegos como una mujer para
engaarlos. Se dice que quien le habla pierde la vida y que un hombre acechado por
la Llorona se salva nicamente si una mujer le toma la mano, pues el espectro ataca
nicamente a hombres solitarios. Tambin se cuenta que, si uno escucha el grito,
debe tratar de moverse y no quedarse congelado por el pavor. La persona tiene que
huir antes de escuchar el tercer grito o la Llorona se la ganar. Para evitar encontrarse
con ella o ahuyentarla, la persona har bien en rezar al santo de su devocin o repetir
las oraciones tradicionales catlicas.
Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso, mientras que
otros la ven ataviada de blanco. Tambin se dice que el pelo suele taparle la cara y
que esta es como la de un caballo (rasgo que comparte con la Siguanaba). Otro
aspecto propio del espectro, segn otras leyendas guatemaltecas, es que su grito
viene acompaado de un viento fro que hiela la sangre. Tambin se cuenta que si
alguien ve a la Llorona a los ojos pierde la vida.
3. La leyenda de la Tatuana
Hay relatos que cuentan que hace muchos aos, en poca colonial, hubo en
Guatemala una joven y bella mujer de origen mulato a la que llamaban Tatuana, que
disfrutaba con los placeres de la carne y con los placeres del lujo, los cuales no
estaban bien vistos en una sociedad recatada y religiosa. As pues, se acus a la
joven de brujera y de hacer maleficios para conseguir a los hombres. Se le acus de
codicia y de no seguir los preceptos de la iglesia. Por todas estas razones fue juzgada
por el tribunal de la Santa Inquisicin, y fue condenada a muerte. La Tatuana se neg
a recibir la gracia de confesin de sus pecados antes de morir. Cuentan, que la noche
anterior a su muerte, pidi como ltima gracia un trozo de carbn, unas velas y unas
rosas blancas. Con estas tres cosas hizo en la celda una especie de altar donde
realiz una hechicera. Con el carbn pint en la pared una gran barca mientras
recitaba conjuros, y se dice que se present ante ella el mismo demonio. El demonio
le sac de la celda montada en la barca que haba pintado en la pared, y se dice que
todava se la puede ver en los das que llueve grandes aguaceros.
Se cree que los antecedentes de esta leyenda provienen de la mitologa maya, y ms
concretamente de la leyenda de Chimalmat (Diosa que se vuelve invisible por causa
de un encantamiento).
muchachas que ha amado. Tambin se cuenta que les hace trenzas a los caballos y
mulas...
Se cuenta tambin que este espanto aparte de enamorar a muchachas jvenes, gusta
por cabalgar mulas y caballos de los establos de las fincas en las noches
agotndolos. Por ello, las bestias durante el da no cumplen las tareas sumado a que
se vuelven hostiles con las personas, los campesinos y finqueros al ver este
comportamiento buscan si el Sombrern no les ha hecho trenzas en la greas. Si es
as, el animal ya no sirve para tareas... Una forma de saber si el Sombrern est
haciendo de las suyas en fincas y casas, es colocar ya sea cerca de un balcn de
casa o cerca de los establos una silla y mesa de pino recin elaboradas, junto a
aguardiente y una guitarra en noche de luna y deben guardar silencio todas las
personas, slo as se escuchar la guitarra y los cantos del Sombrern. Al Sombrern
le atraen las muchachas de pelo largo y ojos grandes, por ello, cuando se sospecha
que est tras una joven se le debe cortar el pelo a esta para que el Sombrern no se
gane el alma de la joven.
Cuentos
OSCAR
EL PINGINO
DIFERENTE
Los pinginos son mundialmente conocidos por lo elegantes que
son. Siempre visten de etiqueta y su andar es estirado y
pomposo.
Un da estando Oscar, el pingino, mojando sus patitas en el
helado mar, not que flotando llegaba hasta l una hermosa
caja. Rpidamente Oscar la abri y maravillado observ su
contenido. No poda creer lo que sus ojos de pingino vean... la
caja contena muchos frascos llenos de alucinantes colores!. Y
Oscar aprovech la ocasin. Pint su elegante frac de fuertes
azules y amarillos, su pechera blanca termin siendo anaranjada
con puntos verdes. Se dibuj una corbata celeste y lila y sus
pies los pint rojos con rayas moradas. Oscar resplandeca,
LOS
CONEJITOS
DE COLORES
Haba una mam coneja que tena muchos conejitos. Todos eran
muy blancos, y tambin, como todos los nios, eran muy
juguetones y un poquito locos. As que siempre estaban jugando
por el campo.
Pero, un da, todo el paisaje apareci tambin blanco. Haba
nevado!
Cuando la mam coneja fue a buscar a sus pequeos, no los
poda encontrar, porque como eran blancos, se confundan con
la nieve. Entonces fue a buscar pinturas y pint a sus conejitos
de todos los colores. Ahora s poda verlos, fcilmente, jugando
en la nieve blanca!.
Todo anduvo bien, hasta que un da, al mirar al campo, no pudo
encontrar nuevamente, a sus conejitos queridos. Haba llegado
la primavera con todo su esplendoroso colorido!.
Llam a sus nios y uno a uno los lav y los volvi a su color
natural, el blanco. Ahora los poda observar tranquilamente
como corran por el florido campo. Estaba muy feliz. Pero, un da,
pasado el tiempo... volvi a nevar!
...y este cuento vuelve a
comenzar.
LA RANITA
DE LA VOZ
LINDA
En un charco, a orillas de un ro, viva un grupo de ranas. Se lo
pasaban todo el da croando y croando. Croooc! Croooc!...
Aquel da era muy especial porque las ranitas pequeas cantaran
por primera vez. Una a una fueron cantando: Crooc! Crooc!.
Hasta que salt al escenario, que era una piedra en medio del
agua, una ranita, que en vez del famoso Crooc! Crooc!, cant
una hermosa meloda, con una bellsima voz de soprano!.
Todos quedaron paralizados. Simplemente no lo podan creer. Una
rana que s cantaba bien!. La novedad corri por todo el valle y
lleg a odos, de un representante de artistas, que se apresur a ir
a buscar a la ranita cantora. La llev a los ms grandes escenarios
del mundo y grab muchos discos. Todos la admiraban y queran
tomarse fotos con ella.
Sin embargo, la ranita no era feliz. Ella quera volver a su charco,
con su familia y sus amigos. Pero era esclava de su voz y de su
fama. No poda volver.
Hasta que, en medio de un recital, en un reino muy lejano, la ranita
cantora cambi su dulce canto, por el canto natural de las ranas, el
ronco Crooc! Crooc!... El pblico la empez a pifiar y las pifias
eran msica para la pequea, porque se di cuenta que ahora
podra volver a su charco aorado.
Ahora la ranita s es feliz. Y cantando Crooc! Crooc! Crooc!, pero
con su familia, sus amigos y su charco.
PUNTITO,
EL ELEFANTE AMARILLITO
Fabulas
El adivino
Instalado en la plaza pblica, un adivino se entregaba a su oficio. De
repente se le acerc un vecino, anuncindole que las puertas de su casa
estaban abiertas y que haban robado todo lo que haba en su interior.
El adivino levantose de un salto y sali corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando,
para ver lo que haba sucedido.
Uno de los que all se encontraban, vindole correr le dijo:
-Oye, amigo, t que te vanaglorias de prever lo que ocurrir a los otros,
por qu no has previsto lo que te sucedera a ti?
El adivino no supo qu responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el
futuro de los dems. Tan slo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro
dinero.
El Ratn
Haba una vez una familia de ratones que viva en la despensa de una
casa, pero temiendo siempre los ataques de un enorme gato, los ratones
no queran salir. Ya fuera de da o de noche este terrible enemigo los
tena vigilados.
Un buen da decidieron poner fin al problema, por lo que celebraron una asamblea a
peticin del jefe de los ratones, que era el ms viejo de todos.
El jefe de los ratones dijo a los presentes:
- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos una solucin.
No podemos vivir as!
- Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento.
- Atemos un cascabel al gato, y as sabremos en todo momento por
dnde anda.
Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre
grandes aplausos y felicidad. Con el cascabel estaran salvados, porque
su campanilleo avisara de la llegada del enemigo con el tiempo para
ponerse a salvo.
- Silencio! Grit el ratn jefe, para luego decir:
- Queda pendiente una cuestin importante:
- Quien de todos le pone el cascabel al gato?
Al or esto, los ratoncitos se quedaron repentinamente callados, muy
callados, porque no podan contestar a aquella pregunta. Y corrieron de
nuevo a sus cuevas-, hambrientos y tristes.
Moraleja: es ms fcil proponer ideas que llevarlas a cabo
La bruja
rase una vez una bruja que se ganaba la vida vendiendo
encantamientos y frmulas para calmar la clera de los dioses.
Una familia de ranitas que viva en un lago, senta mucho temor por un
tronco tallado que se vea desde la orilla. Estas ranitas amaban las
fiestas y la diversin, pero sentan gran respeto por el tronco, as que en
muchas oportunidades trataban de no hacer tanto ruido para no
molestar al tronco.
Seguramente este personaje al que tanto le teman, era un monumento de alguna tribu que
ya no habitaba en el lugar, pero como no se animaban a acercarse para ver bien de que se
trataba, solo podan divisar un rostro serio y que inspiraba mucha autoridad.
Un cierto da, en que se desat una terrible tormenta, el tronco cayo al
lago y en ese momento las ranitas pudieron ver con claridad, que era
solo un tronco tallado que ningn dao poda hacerles. Se rieron mucho
de los temores por los que haban pasado y comenzaron a jugar con l y
usarlo de trampoln para sus zambullidas en el lago.
Moraleja: Lo que por ignorancia atemoriza, a veces es slo digno de risa.