Arte e Investigación - Año 14 - Número 8
Arte e Investigación - Año 14 - Número 8
Arte e Investigación - Año 14 - Número 8
Nmero 8
ISSN 1850-2334
Registro de Propiedad Intelectual 954181
Impreso en Argentina - Printed in Argentina
EDITORIAL
EL COLECCIONISMO BURGUS Y LA
DECORACIN DE INTERIORES.
ARGENTINA, 1860-1945
Ibar Anderson
CLAVES PERCEPTUALES
DE LA TONALIDAD Y LA ATONALIDAD
Juan Fernando Anta
6
10
16
21
28
REPETICIONES Y VARIACIONES
EN RESTAURACIN. SOBRE LA ETERNIDAD
Y LA CONTINGENCIA
DE LA OBRA DE ARTE
Sergio Ardohain, Jos Barrera,
Franco Durante y Eduardo Migo
34
53
58
61
70
75
JUVENTUD Y MERCADO:
CONSUMO O EXCLUSIN
Macarena Daz Posse
80
83
GESTUALIDADES MUSICALES
EN LA OBRA EL TANGO
DE PIAZZOLLA-BORGES
Sergio Balderrabano,
Alejandro Gallo y Paula Mesa
38
LOMOGRAFA:
UN FENMENO DE CULTO
Marina Calderone
45
EL AURA BENJAMINIANA
Cecilia Cappannini
48
87
93
98
LUGARES Y ESPACIOS.
UNA MIRADA POSIBLE SOBRE LOS
ESCENARIOS CONTEMPORNEOS
Natalia Giglietti y Francisco Lemus
106
SOBRE EL ESTILO
Enrique Gonzlez De Nava
112
121
HISTORIA E INTERPRETACIN.
ROMANTICISMO Y ACTUALIDAD
Gerardo Guzmn
125
PROCEDIMIENTOS Y RECURSOS
INSTRUMENTALES. APORTES DE CIFUNCHO
DE MARIANO ETKIN
Carlos Mastropietro
132
136
EL LENGUAJE MULTIMEDIAL.
DEL GIOTTO A LA HOLOCUBIERTA
Ricardo Palmero
140
145
150
SARMIENTO Y EL DISCURSO
SOBRE LAS ARTES
Natacha Segovia
155
EL DOCUMENTAL AUTORREFERENCIAL:
TRES CASOS
Rosa Teichmann
160
167
Editorial
ARTE E INVESTIGACIN 8
El coleccionismo
burgus
y la decoracin
de interiores
ARGENTINA (1860 -1945)
Ibar Anderson // Diseador Industrial, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad
Nacional de La Plata (UNLP). Magister en Esttica y Teora del Arte, FBA, UNLP. Doctorando
en Arte Contemporneo Latinoamericano, FBA, UNLP. Profesor Titular de Integracin Cultural I, FBA, UNLP.
Introduccin1
El diseo de muebles, luego de la Revolucin Industrial del siglo XVIII y durante todo
el siglo XIX, fue ms artesanal que industrial, tanto en Europa como en Argentina.
As lo demuestra el mobiliario usado como
decoracin de interiores en los ambientes
de la eclctica arquitectura privada neoclsica, que en las residencias de la burguesa nacional tuvo relacin con la denominada arquitectura beaux arts.
La llamada Generacin del 80 haba
adoptado el academicismo arquitectnico
de la Escuela de Bellas Artes de Pars, por
su valor de signo esttico-simblico (inspirado en el Palacio de Versalles) y su decoracin de interiores fundamentada en el
mobiliario de estilo cortesano-monrquico
(como el Luis XIV, de Charles Le Brun, y
la manufactura de los gobelinos). Aunque
paradjico, la burguesa argentina del perodo analizado prefiri la decoracin de
interiores previa a la Revolucin Francesa.
A fines del siglo XVIII haba comenzado
la negacin del orden poltico del antiguo
rgimen monrquico y su reemplazo por el
ARTE E INVESTIGACIN 8
IBAR ANDERSON
Hiptesis y materiales
de investigacin
En Argentina, la decoracin de interiores
del paradigmtico perodo de la historia
de la arquitectura privada (burguesa) de
fin del siglo XIX y principios del siglo XX
estuvo inspirada en el Palacio de Versalles.
En esta etapa cosmopolita, capitalista y
coleccionista, que se puede definir como
la Belle poque Argentina: 1860-1945, el
comitente, burgus ilustrado, le propona
al artista, artesano o decorador, con total libertad y desprejuicio, revivir la decoracin
de los ambientes de la Francia monrquica,
como parte de su espritu coleccionista
burgus (como si se tratara de un cazador
de estilos del pasado) y en una suerte de
experimento estilstico de acumulacin coleccionista de objetos de los ms remotos
lugares del mundo y de Francia principalmente.
El listado de viviendas correspondientes
a la burguesa, y analizadas con sus ambientes y muebles catalogados, abarca el
perodo comprendido entre 1860 y 1945.
En muchos casos se dispone de las fechas
exactas de inicio y/o finalizacin de la obra;
en otros, solo de aproximaciones. La lista
es la siguiente: la ex residencia Mitre (edificada en 1860); el Talar de Pacheco (edi-
Metodologa
La metodologa cualitativa del espritu de
la poca que se us en este trabajo refiere
a la de la investigacin aplicada por el gran
historiador suizo de la arquitectura Sigfried
Giedion (1888-1968).2 Efectivamente, los
muebles, los interiores, pueden revelar los
secretos de la poca que los ha creado;
la casa y su interior son como un espejo
que refleja el carcter, los deseos y las aspiraciones de quien los vive o de quien los
ha vivido.
La investigacin de campo se realiz
con fuentes primarias y secundarias y
tom la informacin de los archivos de las
residencias-museos, los documentos y los
catlogos de objetos y obras de arte patrimoniales. Este trabajo exploratorio permiti procesar, aproximadamente, 1.000
iconografas de fotos, dibujos y otras imgenes de los ambientes domsticos de la
burguesa nacional. En ellos se relev la decoracin de interiores: muebles, obras de
arte, tapices, alfombras, artefactos y otros
enseres, sin considerar los electrodomsticos y los productos industriales tpicos del
siglo XX.
Esta informacin iconogrfica fue sometida a un procesamiento de verificacin de
las hiptesis, mediante una veintena de
fichas cuya matriz de datos de signo iconogrfico (unidades de anlisis, variables,
dimensiones, indicadores y procedimientos) se elabor siguiendo los lineamientos
ARTE E INVESTIGACIN 8
metodolgicos propuestos por Juan Samara.3 En una primera instancia, esto permiti
arribar a un procesamiento explicativo o
anlisis cuantitativo para abordar, en una
segunda instancia, la comprensin hermenutica o anlisis cualitativo. De este modo
se pudieron establecer relaciones, buscar
patrones que se repiten y otros datos que
nos permitieron elaborar el marco terico
que se aplicar para la Tesis de Doctorado
en Arte Contemporneo Latinoamericano
(FBA, UNLP).
Desarrollo y discusin
En la decoracin de interiores, y preferentemente en el mobiliario usado por la burguesa argentina del perodo 1860-1945, fue el
simbolismo cultural adoptado de Europa
el responsable de la seleccin de muebles de gran carga esttica y decorativa
que permiti afirmar el simbolismo-capitalista de su cultura material domstica.
La manufactura no se debi solamente a
la satisfaccin de necesidades materiales
(y funcionales) elementales, sino tambin
simblicas (tal como fueron concebidas
originalmente para representar el esplendor de las cortes de Francia). Cuando,
tiempo ms tarde, fueron compradas como
colecciones de arte de los siglos XV, XVI,
XVII y XVIII, su adopcin correspondi al
simbolismo cultural (aristocrtico) que
posean para la burguesa de la poca
(heredera de la aristocracia patricia argentina). Por sorprendente que parezca, fue el
rasgo aristocrtico de dicho mobiliario lo
que paradjicamente uni al liberalismocapitalista con el feudalismo-estamental.
Aunque hay que hacer una salvedad. En
esta Belle poque Argentina el comitente
ilustrado slo le propona al artista-decorador de interiores atrapar el espritu de la
poca cortesana europea en una leccin
de buen gusto que l conoca bien por sus
frecuentes viajes a Francia, mientras que
las cuestiones vinculadas a la arquitectura quedaban en manos del academicismo
del arquitecto, y no del dueo de casa. La
decoracin de interiores se supeditaba a la
idiosincrasia del propietario, lo que se pue-
ARTE E INVESTIGACIN 8
Conclusin
El mueble brind, adems de su clara
utilidad prctica, valor de uso, una funcin adicional a la funcin misma: actu
como signo esttico-econmico o valor de
cambio-signo, y defini el gusto burgus
IBAR ANDERSON
Notas
1978.
Bibliografa
ANDERSON, Federico: Cultura material domstica burguesa argentina: 1860-1914. Partes
VIII y IX, Beca de Investigacin, Programa de Retencin de Recursos Humanos, UNLP,
2010. [En lnea], <http://www.monografias.com/usuario/perfiles/ibar_anderson/monografias>, [19 de marzo de 2012].
GIEDION, Sigfried: La mecanizacin toma el mando, Barcelona, Gustavo Gili, 1978.
SAMAJA, Juan: (1993) Epistemologa y metodologa. Elementos para una teora de la investigacin cientfica, Buenos Aires, Eudeba, 2008.
ARTE E INVESTIGACIN 8
Claves perceptuales
de la tonalidad
y la atonalidad
Juan Fernando Anta // Profesor de Armona, Contrapunto y Morfologa Musical,
Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Magister en
Psicologa de la Msica, FBA, UNLP. Doctor en Psicologa, Facultad de Psicologa, UNLP.
Docente de Metodologa de las Asignaturas Profesionales y de Audioperceptiva II, FBA,
UNLP.
La irrupcin de la msica atonal en el escenario sonoro occidental gener una revolucin1. Quien haya escuchado tanto msica
tonal como atonal con seguridad acordar
en que suenan muy diferente. Un interrogante clave para los estudios de anlisis
y cognicin musical es, entonces, qu factores promueven tal diferencia esttica o,
ms simplemente, por qu la msica suena
como tonal o como atonal. De manera sinttica, la msica es tonal cuando el oyente
percibe que unas alturas son ms estables
que otras y es atonal cuando ello no sucede. Pero qu factores favorecen que el
oyente perciba que unos eventos musicales, particularmente los de tnica, son ms
estables que otros?
Las primeras respuestas se fundamentaron en la psicoacstica. Para ello, se
tom la serie de armnicos de los sonidos
naturales como base de las relaciones de
consonancia/ disonancia entre sonidos y,
finalmente, de las relaciones de estabilidad/ inestabilidad en la msica tonal. JeanPhilippe Rameau, por ejemplo, sugiere que
la armona tonal est contenida en la resonancia de un nico sonido denominado la
fundamental y que nuestro sistema musi-
10
ARTE E INVESTIGACIN 8
comparten el supuesto de que las relaciones intervlicas son invertibles. Esto supone, por ejemplo, que una 2da menor (como
si4-do5) se percibe igual que una 7ma mayor (como si4-do4) o, incluso, que una 9na
menor (como si4-do6). Existe evidencia
de que ese no es el caso, particularmente
cuando se trata de materiales meldicos.
Se observ, por ejemplo, que la habilidad
de reconocer una meloda familiar desaparece si, pese a conservarse la sucesin de
clases, los intervalos se alteran transponiendo sus sonidos a 8vas diferentes10;
ello sugiere que para que una meloda se
constituya como tal no slo requiere de una
secuencia de clases de eventos, sino tam-
ARTE E INVESTIGACIN 8
11
Figura 1. Uno de los fragmentos meldicos utilizados en el presente estudio en sus tres condiciones. En el pentagrama superior (condicin 1): el fragmento original. En el pentagrama del medio (condicin 2): su versin
dispersa. Y en el pentagrama inferior (condicin 3): su versin dispersa y desordenada.
12
Participantes y materiales
ARTE E INVESTIGACIN 8
resultar ms atonales.
Por ltimo, si el sentido de tonalidad/
atonalidad promovido por un pasaje musical dependiera de la distribucin en el
registro de los eventos que lo componen,
entonces la claridad tonal de los fragmentos mostrados en la Figura 1 debiera ir in
decrescendo del fragmento original a su
versin dispersa y a su versin dispersa
y desordenada, ya que del primero al segundo fragmento se pierde la cohesin registral entre los eventos, y del segundo al
tercero se suma el hecho de que se altera el
orden de los eventos en el tiempo.
Objetivo y procedimiento
El estudio consisti en pedirle a un grupo
de estudiantes de msica que escuchara
una serie de fragmentos meldicos11 y que,
al final de la audicin de cada fragmento,
realizara las siguientes tareas: cantar el
sonido que les pareca que era la tnica e
indicar si la meloda perteneca al repertorio tonal o atonal.
La finalidad del procedimiento era examinar si el sentido tonal, reflejado en la
posibilidad de identificar la tnica, correcta
(con relacin a la armadura de clave) y consistentemente (con relacin al resto de los
participantes), fluctuaba de una condicin
a otra (original, versin dispersa, versin
dispersa y desordenada), y lo mismo acerca del juicio de pertenencia estilstica del
fragmento (tonal-atonal).
Para precisar qu clase de nota los participantes juzgaban como la tnica se corroboraba en un software MIDI qu nota cantaban en el momento en el que lo hacan
y se les peda que confirmaran si la nota
seleccionada era la que cantaban. Luego
de precisar qu nota seleccionaban como
tnica se les consultaba si la meloda escuchada les pareca tonal o atonal.
Resultados
Uno de los anlisis de inters acerca del
desempeo de los participantes fue el porcentaje de acierto en la primera tarea (iden-
Figura 2. Porcentaje de aciertos en la identificacin de la tnica con relacin a las condiciones meldicas. Condicin 1: fragmentos originales; condicin 2: su versiones dispersas;
condicin 3: sus versiones dispersas y desordenadas. Inset: cantidad de respuestas diferentes para cada condicin.
ARTE E INVESTIGACIN 8
Conclusiones
El presente estudio tuvo por objetivo evaluar si el sentido de tonalidad depende de
la dispersin de los sonidos en el registro y
examinar en qu medida esto depende de
la distribucin de las clases de eventos y de
su orden en una secuencia dada. Los resultados obtenidos indican consistentemente
que al dispersarse los sonidos en el registro aunque se conserve la distribucin
y el orden de las clases la habilidad del
oyente para identificar la tnica disminuye,
al tiempo que se incrementa su sensacin
de que los materiales considerados son de
msica atonal. Adems, indican que la distribucin de las clases de eventos no es un
factor confiable para la determinacin de la
tonalidad, en contraposicin a lo que sugieren las teoras basadas en el aprendizaje estadstico, pero s es confiable el orden
en que se presentan los sonidos, como lo
sugirieran Brown y Butler12.
13
Notas
14
ARTE E INVESTIGACIN 8
2011a.
sequences, 1984.
dizaje, 2011b.
Bibliografa
ALLEN, David: Octave discriminability of musical and non-musical subjects, en Psychonomic Science, N 7, Psychonomic Society, 1967.
ANTA, Juan Fernando: Patrones tonales, generalizacin por clases y representacin de la
tonalidad: un modelo de cognicin tonal dependiente del contexto y el aprendizaje,
2011b. En evaluacin.
______Reevaluando el efecto de la tonalidad sobre la percepcin meldica, en Actas de
la X Reunin Anual de la Sociedad Argentina para las Ciencias Cognitivas de la Msica,
Buenos Aires, Universidad Abierta Interamericana, 2011a.
BROWN, Helen: The Interplay of Set Content and Temporal Context in a Functional Theory
of Tonality Perception, en Music Perception, Vol. 5, N 3, University of California Press,
1988.
BUTLER, David: Describing the Perception of Tonality in Music. A Critique of the Tonal
Hierarchy Theory and a Proposal for a Theory of Intervallic Rivalry, en Music Perception,
Vol. 6, N 3, University of California Press, 1989.
DUETSCH, Diana: Octave generalization and tune recognition, en Attention, Perception &
Psychophysics, Vol. 11, N 6, Psychonomic Society, 1972.
______y BOULANGER, Richard: Octave equivalence and the immediate recall of pitch sequences, en Music Perception, Vol. 2, N 1, University of California Press, 1984.
KALLMAN, Howard: Octave equivalence as measured by similarity ratings, en Attention,
Perception & Psychophysics, Vol. 32, N 1, Psychonomic Society, 1982.
KRUMHANSL, Carol: Cognitive foundations of musical pitch, Nueva York, Oxford University
Press, 1990.
LONGUET-HIGGINS, Hugh: The perception of music, en ISR Interdisciplinary Science Review, Vol. 3, N2, junio 1978.
MORGAN, Robert: (1991) La msica del siglo XX, Madrid, Akal, 1999.
PISTON, Walter: (1947) Contrapunto, Barcelona, Labor, 1992.
RAMEAU, Jean-Philippe: (1722) Treatise on harmony, Nueva York, Dover, 1971.
SCHENKER, Heinrich: (1906) Tratado de armona, Madrid, Real Musical, 1990.
TILLMANN, Barbara; BHARUCHA, Jamshed y BIGAND, Emmanuel: Implicit learning of tonality: A self-organizing approach, en Psychological Review, Vol. 107, N3, American
Psychological Association, 2000.
ARTE E INVESTIGACIN 8
15
Desde el Sur.
200 aos
de literatura argentina
AUDIOVISUAL EDUCATIVO DE LA UNNOBA
Florencia Elena Antonini
Mara Florencia Longarzo // Licenciada en Comunicacin Social con Orientacin en Planificacin Comunicacional, Facultad de Periodismo y Comunicacin Social,
UNLP. Ayudante diplomada de Comunicacin, Carreras de Diseo Grfico, Diseo de
Indumentaria y Textil y Diseo Industrial, UNNOBA.
El Programa de identificacin
institucional
Fundamentos y objetivos
Una universidad o es imaginativa o no
es nada, al menos nada til []
El arte en la organizacin de una universidad son los recursos de una facultad
cuyos aprendizajes estn iluminados con
la imaginacin []
La educacin es una disciplina para la
aventura de la vida; la investigacin es
una aventura intelectual; y las universidades deberan ser el hogar de las aventuras
puestas en comn y compartidas por los
mayores y los jvenes.
Alfred North Whitehead2
La universidad es el mbito natural donde
imaginar y concebir mundos posibles a
partir de la experimentacin, la educacin
y la investigacin. Proyectarla e imaginarla
inserta en su regin, su pas y el contexto
mundial, mediante la construccin y la
generacin de innovacin, el compromiso
con la educacin pblica, la transferencia
de conocimiento y la divulgacin de sus
16
ARTE E INVESTIGACIN 8
FLORENCIA ANTONINI/ LAURA DURN/ MARA DE LAS MERCEDES FILPE/ MARA FLORENCIA LONGARZO
En el contexto actual, donde se hace evidente el impulso que dan las nuevas tecnologas al avance de la imagen sobre la palabra, y la dimensin que han alcanzado los
espacios virtuales como instancia de interactividad, la universidad debe comprender
el rol protagnico que adquiren las producciones multimediales. Estas tendran que
ser consideradas como instrumento didctico y comunicacional en la vida diaria de la
sociedad contempornea, y la universidad
debera sostener con firmeza el compromiso de no convertir el aula y el afuera en dos
realidades disonantes.
Si bien los medios masivos de comunicacin no ponen atencin en la educacin,
la universidad es el lugar indicado para observar estas vacancias y producir material
en este sentido. Por ello, es indispensable
que la Universidad Nacional del Noroeste
de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA),
una institucin de reciente creacin, marcada por su esencia pblica y el compromiso con su regin, no quede exenta de estos
presurosos y hasta a veces impredecibles
cambios tecnolgicos y culturales. Es preciso que se proponga explorar, desarrollar y
profundizar un cuerpo terico posible con
aplicaciones directas en el contexto regional y nacional sobre la relacin de esta
institucin con la educacin, de manera
de abordar la construccin de identidad a
partir de los nuevos paradigmas de la comunicacin.
Disear un modelo posible de construccin de identidad, que en funcin del proyecto institucional promueva una poltica
comunicacional concebida como una aventura intelectual abordada desde la imaginacin, ser en este caso nuestro aporte a
la educacin.
Las nuevas tecnologas, por otra parte,
producen en el lenguaje audiovisual cambios cada vez ms vertiginosos, que implican diferentes modos de comunicarse y
relacionarse. Para poder abarcarlos y comprenderlos en su real magnitud, estos procesos deben ser acompaados del anlisis
y la investigacin. Desde esta perspectiva,
se pretende desarrollar el diseo de un modelo posible de construccin de identidad,
para optimizar los vnculos universidad/
comunidad entendida como el lugar al
que pertenece la gente, en el que puede
proyectar races y ampliar sus experiencias
de manera armoniosa, y comprender la
importancia de las universidades no slo
en la produccin de conocimiento y la educacin, sino tambin en la divulgacin de
estas producciones hacia la comunidad.
El modelo posible que se pretende disear deber ser innovador con relacin a
la generacin y la apertura a polticas de
gestin como coproducciones, por ejemplo con el objetivo de potenciar la distribucin en el mbito cultural y educativo,
y fortalecer vnculos entre instituciones y
entidades a los efectos de consolidar espacios de cooperacin estables. Asimismo,
deber estar planificado y programado a fin
de detectar los problemas o las vacancias
de comunicacin institucional y resolverlos con un mtodo acorde a las tcnicas y
los procesos lgicos de comunicacin en
cuanto a inversin, presupuestos y costos,
ARTE E INVESTIGACIN 8
17
18
ARTE E INVESTIGACIN 8
FLORENCIA ANTONINI/ LAURA DURN/ MARA DE LAS MERCEDES FILPE/ MARA FLORENCIA LONGARZO
Hernndez/ Sarmiento.
III- Vivir afuera. Los escenarios de escritores, Hudson/ Cortzar.
IV- Ciudad, campo: dos literaturas. Las
geografas literarias, Arlt/ Guiraldes.
V- Literatura de exilio. La literatura escrita desde afuera, Echeverra/ Gombrowicz.
VI- Versos argentinos. El debate de la
vanguardia y la literatura escolar (la iniciacin de la poesa).
VII- Escribir despus de Borges. Los
escritores posborgeanos.
VIII- Literatura y poltica. La relacin
del escritor con el Estado, Walsh/ Lugones.
IX- Universos argentinos. Una tradicin poco nacional pero de larga presencia:
lo fantstico y la ciencia ficcin argentina.
X- Gentlemen y malditos. Las figura del
Notas
1 Las autoras integran el proyecto de investigacin La
construccin de identidad en las universidades nacionales en la actualidad. Hacia un modelo posible de
de Cultura, 2007.
4 Daniel Prieto Castillo, La comunicacin en la educacin,
2005.
Aires, 2011.
6. Frase pronunciada en la conferencia ofrecida en el Primer coloquio de arte latinoamericano, gestin cultural
y medios de comunicacin, Universidad Nacional de
Cuyo, Mendoza, agosto de 2003.
ARTE E INVESTIGACIN 8
19
Bibliografa
BARTHES, Roland: Variaciones sobre la escritura, Barcelona, Paids, 2002.
CASTORIADIS, Cornelius: La institucin imaginaria de la sociedad, Buenos Aires. Tusquets,
1999.
CHAVES, Norberto: La imagen corporativa, Barcelona, Gustavo Gili, 1988.
__________ y BELLUCCIA, Ral: La marca corporativa. Gestin y diseo de smbolos y logotipos, Buenos Aires, Paids, 2003.
COSTA, Joan: La comunicacin en accin, Barcelona, Paids, 2007.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Direccin de Industrias Creativas y Comercio Exterior: Anuario 2010. Industrias creativas de la Ciudad de Buenos Aires, 2011. [En lnea]
http://www.cmd.gov.ar/sites/cmd/files/Anuario%20OIC%202010.pdf
Secretara de Cultura de la Nacin: Cuenta Satlite de Cultura. Primeros pasos hacia su
construccin en el Mercosur cultural, 2007. [En lnea] http://www.sicsur.org/archivos/
publicaciones/libro_cuenta_satelite.pdf
PRIETO CASTILLO, Daniel: La comunicacin en la educacin, Buenos Aires, La Cruja, 2005.
WHITEHEAD, Alfred North: The Aims of Education, London, Williams and Norgate, 1929.
20
ARTE E INVESTIGACIN 8
FLORENCIA ANTONINI/ LAURA DURN/ MARA DE LAS MERCEDES FILPE/ MARA FLORENCIA LONGARZO
Nuestra carne
en el espacio
SENSACIN TCTIL EN LA MSICA
Ivn Anzil // Licenciado en Composicin, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad
Nacional de La Plata (UNLP). Doctorando en Arte Contemporneo Latinoamericano, FBA,
UNLP. Profesor Adjunto de Apreciacin Musical I y II, Departamento de Artes del Movimiento, Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) y Jefe de Trabajos Prcticos de
Instrumentacin y Orquestacin , FBA, UNLP.
Introduccin
La msica es arte sonoro?
Nada extrao: en el recorrido que condujo
a la acepcin actual de msica es posible hallar algunos componentes1 que expresan al trmino tal y como es utilizado
hoy, y otros que han sido expulsados de la
extensin de territorio2 que esta entidad
difusa ocupa en el plano de inmanencia3
del inconsciente colectivo humano. A partir
de transitar el necesario recorrido de manera previa a analizar la incidencia de las
tecnologas determinaremos qu componentes, de aquellos que han sido y son sobrevolados a velocidad infinita4 por este
concepto, son esenciales para la msica
desde y para una Perspectiva audiotctil.
ARTE E INVESTIGACIN 8
21
Primer momento
La msica suena, se escucha
Exceptuando quizs la propia de la Grecia
antigua,6 prcticamente todas las acepciones de msica coinciden en que este
concepto posee como componente principal al sonido. Msica es un tipo particular
de sonido. Es una entidad que, esencialmente, suena y, como sensacin psicolgica, requiere de un sujeto que oiga, que
audicione.
Las audiciones7 implcitas en estas acepciones sujetan8 al perceptor musical; requieren y obligan su presencia, ya que ste
a travs de su acto audioperceptivo efectiviza en percepto9 cada acontecimiento10
del estado de cosas 11 musical.12 Desde
esta perspectiva, la msica es sensacin
pura, puros perceptos puramente sonoros13 Pero hurfanos de estados de cosas! Perceptos nunca encarnados.14
La msica es orden,
sonido organizado
En una coincidencia an ms extendida,
las definiciones tradicionales y contemporneas al referir a la esfera material
de este arte determinan que el concepto
involucre, adems, el componente voluntad. Voluntad activa: el artista opera sobre
el sonido para lograr algn tipo de orden a
partir de un implcito y preexistente caos
sonoro;15 caos que se sobreentiende (no
y) pre-musical. El artificio de organizacin
resultante el estado de cosas musical
no-catico difiere de cualquier otro acontecimiento sonoro precisamente por originarse en un acto de volicin.16
De esta manera, la audicin implica
un otro sujeto (adems del perceptor)
cuya voluntad dar origen al estado de
cosas;17 un sujeto organizador que conformar18 el estado de cosas musical. El
compositor es, entonces, voluntad organizadora de lo que suena, o similar al perceptor, voluntad organizadora de lo que omos;19 y msica, sonido operado por una/
varias voluntad/es organizadora/s.20
Si antes no, aqu se comprende cabalmente que si las funciones de organizador
y perceptor coinciden en la misma perso-
22
ARTE E INVESTIGACIN 8
IVN ANZIL
Segundo momento
El medio de propagacin es carne, es
medio de encarnacin
Y tambin:
La carne no es la sensacin, aunque participe en su revelacin [] La carne es demasiado tierna [] El cuerpo prospera en la casa
[] lo que define la casa son sus lienzos de
pared, es decir, los planos de orientaciones
diversas que confieren a la carne su armazn
[] La carne es nicamente el revelador que
desaparece en lo que revela: el compuesto
de sensaciones. Como cualquier pintura, la
pintura abstracta es sensacin y slo sensacin.30
ARTE E INVESTIGACIN 8
23
Digresin
La carne es tab, cuerpo-tab de la
religin capitalista
Esta msica puramente ideal y sagrada
es pornogrfica e improfanable.32 Es una
msica cuyo concepto deviene de una audicin filtrada por el tab (religioso y, ms
an, capitalista33) que niega al cuerpo.
Giorgio Agamben lo expresa:
El cuerpo, la carne como va de sensibilidad, sensorialidad, sensualidad y sexualidad, resulta negado (sacralizado) e incluido en la esfera de lo pornogrfico al mismo
tiempo y en el mismo acto que la impresin
(al decir de Lorenz) tctil resulta reprimida
y excluida del acontecimiento del estado
de cosas musical. Sostiene Agamben:
Es la indiferencia descarada lo que las mannequins, las pornostars y las otras profesionales de la exposicin deben, ante todo,
aprender a adquirir: no dar a ver otra cosa
que un dar a ver (es decir, la propia absoluta
un nuevo uso.35
24
ARTE E INVESTIGACIN 8
El exceso es profanador, la
idea profanada por los excesos
tecnolgicos
Los trminos utilizados para describir
la ecuacin en la cual se inscribe el concepto de msica ponen en evidencia las
razones que permitieron la superviven-
IVN ANZIL
result olvidado. El hombre, para Niesztche, olvida, pues, que las metforas intuitivas originales son metforas y las toma
como las cosas mismas.51
Los conceptos de Sonido y Msica
extienden sus lmites para incluir la Vibra-
Tercer momento
La msica es arte audiotctil
Notas
2 Ibdem, p. 101.
3 Ibdem, p. 38.
4 Ibdem, p. 25.
5 Ivn Anzil, Propuesta de tema y plan de tesis, 2010,
pp. 1-2.
tor?
15 El arte, la ciencia, la filosofa exigen algo ms: trazan
8 Ibdem.
p. 202.
ARTE E INVESTIGACIN 8
25
34 Ibdem, p. 107.
36 Ibdem, p. 103.
37 Ibdem, p. 107.
www.myspace.com/panbanisha/blog/159835487.
respuesta negativa.
broadcast.html.
apartado).
siglo.
24 Ibdem.
49 Ibdem, p. 18.
pretes.
extramoral, [s.f.], p. 6.
28 Ibdem, p. 180.
29 Ibdem, p. 179.
desarrolla en su libro.
26
111 y 115-118.
ARTE E INVESTIGACIN 8
IVN ANZIL
Bibliografa
AGAMBEN, Giorgio: Profanaciones, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2005.
DAVIS, Fernando: Prcticas revulsivas. Edgardo Antonio Vigo en los mrgenes del conceptualismo, apunte del seminario Prcticas antagnicas en arte/ poltica desde los 60,
Facultad de Bellas Artes. Indito s.f..
DELEUZE, Gilles y GUATTARI, Flix: (1991) Qu es la filosofa?, Barcelona, Anagrama, 2001.
FOUCAULT, Michel: s.f.. Genealoga del racismo. La Plata, Altamira, s.f. Trad. A. Tzeibel.
GADAMER, Hans-Georg: (1991) La actualidad de lo bello, Barcelona, Paids, 1997.
LIUT, Martn: De fronteras y horizontes: msica y arte sonoro, en Clang. Revista de msica, Ao 3, N 2, Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, 2008.
ZTONYI, Marta: La mirada del arte desde la filosofa, La Plata, Facultad de Bellas Artes,
Universidad Nacional de La Plata, 2008.
Fuentes electrnicas
ANZIL, Ivn. (2010) Propuesta de tema y plan de tesis, en . ivan_anzil.rar, [En lnea], 8vo
Encuentro de Cooperacin e Intercambio - @UTN Arte+Nuevas Tecnologas. Publicado y
descargable de: http://www.ceiarteuntref.edu.ar/eci08 [6 de julio de 2011].
NIETZSCHE, Friedrich. (1966). Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Trad. De Pablo Oyarzn R. [En lnea], s.f., http://www.philosophia.cl/biblioteca/nietzsche/ Nietzsche%20Verdad%20y%20Mentira.pdf [7de julio de 2011].
ASYOUSAID. ltimo usuario contribuyente al tpico Msica, en: es.Wikipedia.org [En
lnea] http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica [17 de julio de 2011, 02:05].
THE BONOBO CONSERVATION INITIATIVE. Sitio de la organizacin homnima. (2002)
http://www.bonobo.org/broadcast.html [6 de julio de 2011].
FORMAN, Bill. Peter Gabriel: Renaissance rocker working with bonobos at Georgia State
University. (2001). [En lnea] http://www.myspace.com/panbanisha/blog/159835487
[6 de julio de 2011].
ARTE E INVESTIGACIN 8
27
Mara Luz Tegiacchi // Profesora de Historia de las Artes Visuales, FBA, UNLP.
Jefa de Trabajos Prcticos de Historia de la Cultura y de Integracin Cultural II, FBA,
UNLP. Ayudante diplomada de Integracin Cultural I, FBA, UNLP.
28
ARTE E INVESTIGACIN 8
AN SUREZ/ ALBA/ BERNATENE/ HUCK/ LISA/ MUOZ COBEAS/ NAJMAS LITTLE/ NUEZ/ ROS ARMELN/ TEGIACCHI
A qu llamamos juventudes
ARTE E INVESTIGACIN 8
29
No se consumen objetos sino temporalidades eslabonadas por signos. Estos intercambios exceden el registro economtrico.
Algunos analistas de la cultura se paralizan
de estupefaccin al observar las multitudes
empobrecidas que, en un pas como el nuestro, deambulan babeantes por shoppings
en los que slo pueden mirar sin comprar
nada. No salen de su asombro, an cuando
admiten que esas multitudes se entrenan
al adquirir destrezas consumistas. Resulta
verificable en esos casos, una vez ms, la
discrepancia entre las aterciopeladas textude la inteleccin sobre acontecimientos abstractamente conceptualizados. En la fase de
los estados mentales, el consumo no depende de la adquisicin directa ni inmediata de
objetos ni de servicios.
En la poca del dominio publicitario, crediticio y actuarial, la experiencia del consumo comienza mucho antes (y sigue mucho
despus) de cualquier registro contable
convencional. En la actualidad, la mera existencia del sujeto urbano supone por defecto
una condicin de conexin mental con una
semiosfera estructurada por redes en las
que el intercambio contablemente verificable de mercancas constituye un momento
discreto, un eslabn de una cadena mucho
ms extensa y diversa. El visitante del shopping estructura sus placeres potenciales en
lo que respecta al usufructo directo de las
mercancas, pero en otro sentido, que es el
que importa tanto o ms en la actualidad,
conecta sus dispositivos psiconeurolgicos
30
ARTE E INVESTIGACIN 8
Construccin social
de nuevas subjetividades
AN SUREZ/ ALBA/ BERNATENE/ HUCK/ LISA/ MUOZ COBEAS/ NAJMAS LITTLE/ NUEZ/ ROS ARMELN/ TEGIACCHI
Podemos situar esta afirmacin de Kaufman con relacin al ofrecimiento desajustado de la escuela que tuvo como propuesta, desde su surgimiento dentro del Estado
Nacin, la homogeneizacin de mundos
sociales y culturales diversos, pero que
paradjicamente supuso y pens a la escuela como un lugar privilegiado para la
igualacin social, que desatenda e invisivilizaba y lo hace hasta la actualidad, las
diversidades, las heterogeneidades y las
diferenciales necesidades que circulan en
el espacio institucional.
El Curso Educacin y Derechos Humanos, otorgaba bastante puntaje a los docentes y era gratuito, por este motivo se
inscribi mucha gente aunque privilegiamos que no fueran ms de treinta docentes
por el tipo de modalidad que intentbamos
implementar. La modalidad del seminario
se fundament en el uso de tcnicas que
tenan por objetivo incentivar la reflexin y
la intervencin de todos los participantes,
con producciones corporales con objetos,
entrevistas a especialistas, salidas a la calle para realizar trabajo de campo y lecturas
colectivas que promovieran la participacin activa en la construccin y apropiacin
del conocimiento para generar un proceso
de anlisis y sntesis que requiriera un esfuerzo activo y permanente de interpretacin por parte de los docentes. Partimos
de supuestos, que compartimos con los
docentes, sobre la vida escolar y los derechos, entendidos no solo como una objetivable enunciacin sin sujeto, sino que profundizamos las posibilidades de reflexin
e interaccin corporal que permitieran o
posibilitaran reflexionar y hacer cuerpo, y
subjetivizar los derechos en el sentido de
su captura subjetiva.
En relacin con los trabajos finales,
sintetizamos las observaciones y las interpretaciones: en la mayora, no apareca
una lectura concebida como una forma de
apropiacin, observamos una repeticin en
la que estaba ausente la relacin ntima entre texto y subjetividad. Los ttulos elegidos
por los docentes para el trabajo final nos
mostraban el lugar comn de la escuela,
con frases estereotipadas en las que tuvimos que desentraar dnde se encontraban los docentes como sujetos polticos,
activos y crticos.
Con relacin a las Tecnologas de la informacin y la comunicacin (TIC) que obtuvimos del registro de este curso en el ao
2008, los docentes manifestaron no reconocerlas y en la ejercitacin en la que se les
pidi que trabajaran corporalmente con la
imagen de tiles escolares, slo aparecieron imgenes tradicionales vinculadas con
la escolaridad tradicional: regla, comps,
lpiz, pizarrn y goma de borrar.
ARTE E INVESTIGACIN 8
31
Conclusin
Durante el ao 2009, de 6 792 millones de
habitantes del mundo, 1 634 millones eran
usuarios de Internet, o sea el 25% de la
poblacin mundial interactuaba en la web.
No sabemos cmo se distribuye este dato
estadstico, ni cuntos de ese 25% pertenecen a nuestro universo de anlisis, los
jvenes, pero lo incorporamos para dar
cuenta de la importancia y magnitud de las
conectividades e interacciones en el espacio digital.
La escuela, hasta el momento y de manera hegemnica, desconoce nuevas dimensiones que renueven las expectativas
que los jvenes tienen sobre el proceso de
Notas
2010.
1. Los autores del presente artculo forman parte del Proyecto de Investigacin Prcticas sociales juveniles:
discursos de inclusin/exclusin en la web, dirigido
por la Dra. Leticia Muoz Cobeas y co-dirigido por el
Lic. Daniel An Surez, Programa de Incentivos del
Ministerio de Educacin y Cultura de la Nacin, 20092012.
2009.
Bibliografa
FORD, Anbal: Las mediaciones de las agendas/problemas globales, en Cuadernos de
Comunicacin y cultura, N 52, Universidad de Buenos Aires (UBA), 1988.
FORD, Anbal: Navegaciones, Buenos Aires, Amorrortu, 2000.
HINE, Christine: Etnografa virtual, Universitat Oberta de Catalunya, Editorial UOC, 2004.
PEREZ SOTO Guillermo y ROMERO Mariel: Desigualdades sociales y ciudadana desde las
culturas juveniles, Mxico, Miguel Angel Porra y Universidad Autnoma de Mxico,
2010.
SVAMPA, Maristella: La sociedad excluyente, Buenos Aires, Taurus, 2010.
Fuentes de Internet
FORD, Anbal: Una navegacin incierta: MERCOSUR en Internet, en el sitio de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (United Nations
32
ARTE E INVESTIGACIN 8
AN SUREZ/ ALBA/ BERNATENE/ HUCK/ LISA/ MUOZ COBEAS/ NAJMAS LITTLE/ NUEZ/ ROS ARMELN/ TEGHIACCHI
ARTE E INVESTIGACIN 8
33
Repeticiones
y variaciones
en restauracin
SOBRE LA ETERNIDAD Y LA CONTINGENCIA
DE LA OBRA DE ARTE
Sergio Javier Ardohain // Profesor de Artes Plsticas con Orientacin Escultura,
Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Arquitecto, Universidad Catlica de La Plata. Docente de Dibujo Artstico, FBA, UNLP. Complet su formacin con el dibujante Osvaldo Attila, la pintora Graciela Genovs y como ayudante del
escultor Ricardo Dalla Lasta.
// Licenciado en Artes Plsticas con Orientacin Escultura, FBA, UNLP. Jefe de Trabajos Prcticos de Escultura, FBA, UNLP. Realiz numerosos
trabajos como escultor junior y como ayudante del escultor Ricardo Dalla Lasta.
34
ARTE E INVESTIGACIN 8
ARTE E INVESTIGACIN 8
35
La repeticin
y el eterno retorno
En cierto sentido, restaurar es repetir
objetos del pasado en el presente. Cuando
restauramos o conservamos estos documentos de nuestra heredad lo que hacemos es repetir su existencia pasada en el
presente. Se podra decir que en todo acto
de restauracin y conservacin de obras
del pasado existe un deseo de repeticin
de eso que fue, y que ahora ya no es o corre
peligro de dejar de ser.
En el pensamiento clsico, la repeticin
pretende recuperar una idea (concebida
como entidad real). La razn estaba enca-
en el siglo XIX por el filsofo Sren Kierkegaard. El dans refuta a los griegos: el
conocimiento ya no es reminiscencia; toda
la vida es repeticin.9 Freud y luego Lacan
harn de este concepto un punto central de
sus teoras psicoanalticas. El eterno retorno nietzscheano se opone, en cierta medida, a las ideas hegelianas:
Todo va, todo vuelve; la rueda de la existencia gira eternamente. Todo muere, todo
vuelve a florecer, eternamente corren las estaciones de la existencia. Todo se destruye,
todo se reconstruye; eternamente se edifica
Reflexin final
La repeticin en el presente de objetos del
pasado es slo posible en teora. La prctica siempre introduce variaciones al modelo
original. Pero es en el grado de estas variaciones donde se observa el cumplimiento
relativo de los criterios de intervencin,
que se convierten en objeto de sucesivas
restauraciones.
Estos criterios, tan discutidos desde
hace aos, encierran en el fondo la expresin de un deseo universal al hombre: el
deseo de que se repita lo que una vez fue.
Ese pasado que nunca es el mismo cuando
queremos reproducirlo en el presente, que
intentamos conservar con mucho esfuerzo, que preferimos restaurar con respeto y
sentido comn, y que evocamos en el presente como ensoacin potica de nuestra
identidad.
Notas
original.
7 Nicola Abbagnano, Diccionario de Filosofa, 1963, p.
1014.
Pintura, 1649.
36
ARTE E INVESTIGACIN 8
Bibliografa
ABBAGNANO, Nicola: Diccionario de Filosofa, Mxico D.F., Fondo de Cultura Econmica,
1963.
BRANDI, Cesare: Teora de la restauracin, Madrid, Alianza Forma, 1996.
BRENET, Michel: Diccionario de la msica. Histrico y tcnico, Barcelona, Iberia-Joaqun
Gil Editores, 1946.
GRAYSON-SMITH, Hugh: Los conceptos cambiantes de la ciencia, Mxico D.F., Unin Tipogrfica Editorial Hispano-Americana, 1969.
HESSEN, Johannes: Tratado de filosofa, Buenos Aires, Sudamericana, 1970.
KIERKEGAARD, Sren: (1843) La repeticin. Ensayo de psicologa experimental, Madrid,
Guadarrama, 1976.
NIETZSCHE, Friedrich: As habl Zaratustra, Chile, Ercilla, 1988.
RUSKIN, John: (1849) Las siete lmparas de la Arquitectura, Buenos Aires, Safian, 1955.
ARTE E INVESTIGACIN 8
37
Gestualidades musicales
en la obra El Tango
de Piazzolla-Borges1
Sergio Balderrabano2 // Profesor Nacional de Msica, Conservatorio Nacional
de Msica Carlos L. Buchardo. Con especial preparacin otorgada por la Facultad de
Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Doctorando en Artes, FBA,
UNLP. Profesor Titular de Lenguaje Musical Tonal, FBA, UNLP.
Alejandro Gallo// Profesor de Msica, Orientacin Composicin, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesor Adjunto de Lenguaje
Musical Tonal, FBA, UNLP.
Paula Mesa // Licenciada en Composicin, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Doctoranda en Artes, FBA, UNLP. Jefe de Trabajos
Prcticos de Lenguaje Musical Tonal, FBA, UNLP. Fue becaria de la UNLP y del Fondo
Nacional de las Artes.
38
ARTE E INVESTIGACIN 8
tango y de Buenos Aires y tipos y arquetipos9 sobre las figuras de los personajes
implicados en las narrativas tangueras en
las que se despliega, en la singularidad de
Buenos Aires, el mundo clsico universal.
Las gestualidades musicales de Piazzola
pueden ser analizadas en el contexto de la
construccin de esta mitologa.
Contexto potico-musical
El poema El Tango forma parte del disco
del mismo nombre, una obra compuesta
por Piazzolla en la que aparecen una serie
de textos de Borges: Milonga de Jacinto
Chiclana, Alguien le dice al Tango, El
ttere, Milonga de Don Nicanor Paredes,
Oda ntima a Buenos Aires y el cuento
Hombre de la esquina rosada.10 Si bien
esta obra puede ser analizada desde una
perspectiva narratolgica ya que en ella
se cuentan cosas, se relatan hechos, se
narran historias, se describen espacios
concretos y abstractos, mticos y sociales,
reales e irreales, nuestro inters radica en
analizarla desde la perspectiva del gnero
cancin para estudiar la interaccin entre
la gestualidad musical y los procesos narrativos del texto potico.
A pesar de que se perciben gestualidades tangueras, resulta evidente que en
El Tango Piazzolla explor campos sonoros, formales, dinmicos, articulatorios,
tmbricos y expresivos que se alejan de la
concepcin compositiva del tango tradicio-
ARTE E INVESTIGACIN 8
39
Anlisis musical
La obra El tango comienza con una seccin de 16 compases (organizados en 5 + 5
+ 6 compases) sobre un pedal de Ebm6/C
(o Cm5b7) y un diseo motvico de 4tas y
5tas a distancia de 2das menores entre el
bandonen y el violn. La estructura rtmica
Piazzolla, El Tango, c. 1a 5
ge Luis Borges ha sido especialmente compuesta obedeciendo y respetando su contenido. Esto me ha dado la oportunidad de
experimentar con msica aleatoria en todas
las partes de percusin.11
La obediencia y el respeto del contenido del texto potico fue lo que le permiti
a Piazzolla explorar nuevas gestualidades
musicales basadas en comportamientos
aleatorios y articulados en formas no convencionales de ejecucin instrumental.
Este mismo autor fue quien explic cmo
introducir el mundo de la msica aleatoria
no slo al mbito de su quinteto instrumental, sino como propuesta esttica al mbito
del tango.
El violn produce distintos efectos percusivos golpeando con el anillo sobre la punta
de su mango pizzicatos con gliss, imita
a una sirena mediante el gliss sobre las
cuerdas, imita a la lija con la punta del arco
(comienzo) detrs del puente y a un tambor
40
ARTE E INVESTIGACIN 8
giro, caja, misterioso; imitar sirena, lamentos; sonidos fnebres, graves, acordes menores, glisss; imitar giro a piacere, como
pelea; latigazos exagerados, como pelea, a
piacere; tambor; un latigazo agudo y uno grave; tocar las cuerdas una por una o arpegiarlas; sonidos o ruidos imitando cuchilladas.13
responde a la tpica organizacin piazzolleana, 3 + 3 + 2. Ms que un comportamiento tonal, en esta seccin inicial se
percibe una referencialidad al acorde pedal
y al diseo motvico citados. Desde este
lugar, la estructura formal se organiza en
torno a la rearticulacin del acorde y el diseo motvico de referencia en el comps 6.
Desde el punto de vista textural, la guitarra
elctrica, el contrabajo y el piano organizan un plano esttico, sobre la base de la
estructura armnica y rtmica mencionada.
El violn y el bandonen dinamizan por el
despliegue lineal de la clula motvica basada en las intervlicas de 4tas y 5tas, por
la rtmica y las acentuaciones empleadas.
A pesar de esta dinamizacin, la gestualidad emergente, sobre la base de la
expansin de una misma entidad armnica
y rtmica y la insistencia sobre una misma
clula motvica, genera una percepcin de
estatismo, de ausencia de temporalidad,
de no direccionalidad discursiva. Es un
aqu y un ahora atemporal; no prev un
punto de llegada, no articula el concepto de movimiento hacia que emerge de la
escucha de las estructuras tradicionales.
El comienzo de la segunda seccin pudo
haberse articulado en algn otro instante,
posterior o anterior; su inicio en el comps
17 es producto de cierta aleatoriedad y no
de una consecuencia estructural previa. El
gesto musical sugiere, entonces, un discurso nico, reiterativo, intemporal y cerrado
en s mismo, que anticipa, metafricamente, aspectos semnticos del texto potico.
Piazzolla, El Tango, c. 41 a 44
Piazzolla subraya, magistralmente, el clima del texto con una gestualidad musical
basada en los elementos mencionados, en
un registro grave, intensidad piano y con
una bsqueda sonora misteriosa, fnebre
y lamentosa, contribuyendo a esto el uso
de sonoridades percusivas, de sirenas y
glissandi.
La pregunta se reitera:
Dnde estar (repito) el malevaje,
que fund en polvorientos callejones
de tierra o en perdidas poblaciones,
ARTE E INVESTIGACIN 8
41
42
ARTE E INVESTIGACIN 8
seccin a la cual se le yuxtapone otra contrastante (a partir del c. 95) no ligada a las
consecuencias del comportamiento tonal.
Esta quinta seccin se organiza en torno a
sonoridades verticales de 5tas y 4tas sobre
Re y luego sobre Fa que dan sustento a un
solo de violn. Toda la intensidad pianissimo de esta seccin concluye en un crescendo y una textura desplegada por todo
el quinteto que desemboca sobre la trada
de DoM.
La cuarta seccin contextualiza otras
preguntas:
Pero dentro de ese contexto una meloda de violn surge con nitidez como una
figura recortada, ondulante, que busca
emerger, resabio de melodas tangueras.
Y luego aparece un gran crescendo donde
todo el quinteto contextualiza una figura
meldico-rtmica alrededor de la trada de
DoM, detenindose durante un comps
sobre ella, generando expectativa, tensin,
pregunta. Este tipo de gestualidades pueden evocar, por ejemplo, aquellas sonoridades convencionalizadas que acompaan
narraciones ligadas al logro de una meta
anhelada, la salida de alguna situacin
de incertidumbre o la superacin de algn
conflicto. Y ah se articula definitivamente
oscura,
Piazzolla, precisamente, utiliza la palabra tango para iniciar una quinta seccin,
donde articula ese ritmo de milonga. Y es
en este ritmo que se resuelve la expectativa que dej la seccin anterior. No es una
resolucin tonal; es una resolucin discursiva en trminos de tensin-distensin
que acompaa la resolucin narrativa. Pero
tampoco aqu estamos frente a una milonga tradicional. No es Jacinto Chiclana
que, segn Piazzolla, es uno de los temas
simples de esta grabacin.22 Esta Milonga
est fundada en una gestualidad de la mi-
longa, no en su estructura simple y convencional. Y dicha gestualidad est basada, fundamentalmente, en su clula rtmica
y en las funciones armnicas de IV-V-I que
no articulan las sonoridades tradicionales
fundadas en estructuras tridicas y con
sptimas. Estn resignificadas por la articulacin de estructuras acrdicas paralelas
por 2das y 4tas y por un diseo meldico
que es emergente de ese paralelismo y no
como un plano diferenciado del tipo meloda con acompaamiento.
Evidentemente, la organizacin interna
de esta seccin est atravesada por otra
esttica, por otras significaciones. Es slo
en su estructura externa, en la tmbrica, en
Notas
ARTE E INVESTIGACIN 8
43
(IUNA), 2007.
12 Ibdem.
1957, p. 19.
17 Ibdem.
18 Ibdem.
19 Ibdem.
caminara.
20 Ibdem.
21 Ibdem.
Piazzolla.
23 Jorge Luis Borges, op. cit., 1964, p. 36.
Bibliografa
BALDERRABANO, Sergio: Consideraciones en torno a la significacin expresiva del discurso musical tonal, en Actas de las V Jornadas de Intercambio Artstico, Buenos Aires,
Instituto Universitario Nacional de Arte, 2007.
__________ Reflexiones en torno a la gestualidad musical, en Actas de las 2 Jornadas de
Investigacin en Disciplinas Artsticas y Proyectuales (JIDAP), La Plata, FBA, UNLP, 2006.
BORGES, Jorge Luis: El otro, el mismo, Buenos Aires, Emec, 1964.
GEERTZ, Clifford: La interpretacin de las culturas, Mxico, Gedisa, 1991.
JUNG, Carl: (1957) El hombre y sus smbolos, Barcelona, Luis Caralt Editor, 1977.
KIVY, Peter: Sound Sentiment, Philadelphia, Temple University Press, 1989.
PARRET, Herman: De la semitica a la esttica, Buenos Aires, Edicial, 1995.
Fuentes de Internet
HATTEN, Robert: Embodying Sound: The Role of Semiotics, en Semiotics Institute Online
[En lnea] http://semioticon.com/sio/courses/musical-gesture/role-of-semiotics/ [Consulta: 14 de junio de 2011].
LOPEZ CANO, Rubn: Semitica, semitica de la msica y semitica cognitivo-enactiva
de la msica. Notas para un manual de usuario, en lopezlezcano.net, 2007 [En lnea]
http://lopezcano.org/Articulos/Semiotica_Musica.pdf [Consulta: 14 de junio de 2011].
44
ARTE E INVESTIGACIN 8
Lomografa:
un fenmeno de culto
Marina Calderone
Orgenes
El fenmeno Lomo tiene sus races en los
inicios de la dcada de 1980 cuando el
laboratorio de la Unin de ptica Mecnica
de Leningrado,1 inspirado en las compactas
cmaras japonesas, desarroll la LOMO
Compact Automatic, destinada a los servicios secretos soviticos. En poco tiempo, el
xito excedi los lmites cerrados del espionaje y la LOMO Compact se convirti en la
encargada de registrar la vida de millares
de familias rusas durante los ltimos avatares del rgimen comunista. La apertura a
una economa globalizada en los aos 90
favoreci una fuerte entrada de productos
asiticos al mercado de la ex Unin Sovi-
ARTE E INVESTIGACIN 8
45
La difusin a gran escala gener una demanda de cmaras que superaba ampliamente a la oferta posible, debido a que la
LOMO Compact haba dejado de fabricarse.
La Sociedad Lomogrfica entabl, entonces, negociaciones con los interlocutores
del consorcio estatal y regidores de San
Petersburgo, Vladimir Putin y Ilja Klebanov,
que derivaron en un contrato a largo plazo,
exclusivo a nivel mundial, que garantizaba
un suministro continuo de cmaras y aseguraba, adems, 300 puestos de trabajo
para la ciudad rusa. Para 1997 la LOMO
Compact Automatic se haba transformado
conceptualmente; no era solo una cmara,
se haba convertido en el eje de un movimiento social y cultural. En la actualidad,
la lomografa cuenta con 500.000 adeptos,
un manifiesto que incluye su declaracin
doctrinaria y un declogo para el uso ideal
de la cmara.
Producto de la gestin ininterrumpida
de la Sociedad Lomogrfica y de sus 70
embajadas en el mundo, en la actualidad
se organizan muestras peridicas de la produccin, se realizan concursos, se lleva un
archivo de imgenes, se administra un sitio
web oficial y se editan libros y catlogos.2
A esto se suma un equipo internacional de
colaboradores altamente calificados y creativos que disean, desarrollan y amplan la
lnea de productos LOMO. SuperSampler,
Pop9, ColorFlash, Holga, Oktomat, Lomolitos, son algunas de las originales cmaras
LOMO solo comercializadas en museos y
espacios relacionados con el mundo artsti-
46
ARTE E INVESTIGACIN 8
La produccin lomogrfica
Como lo hicieron las vanguardias artsticas
del siglo XX, la lomografa se define y se
fundamenta en su declaracin doctrinaria.
Segn este manifiesto, el espritu de los
lomgrafos es estudiar y documentar el
mundo por medio de imgenes instantneas sobre la vida cotidiana, con la consigna de obtener cuantas fotografas sean
posibles, en las situaciones ms inslitas y
absurdas.
Las producciones fotogrficas se comparten y se hacen pblicas con la intencin
de romper con el principio tradicional de
autora y retomar el arte comunitario de
la alta edad media. El manifiesto tambin
enuncia diez reglas para el uso sugerido de
la cmara.
Si bien la lomografa se propone documentar la vida cotidiana, lejos est su
produccin de ser simple y anodina. Las
caractersticas tcnicas de las cmaras
combinadas con las reglas de uso propuestas logran la metamorfosis de cualquier
situacin, convirtindola en una imagen
intensa. Las lomografas se distinguen por
ser luminosas, ofrecer colores saturados y
presentar falta de nitidez, ya sea por el desenfoque, el movimiento al momento de la
toma o las filtraciones intencionales de luz
en el cuerpo de la cmara.
Consideracin final
Desde una perspectiva histrica, el anlisis
de las caractersticas con las que se define
la lomografa en su manifiesto permite vincular estos principios a ideas surgidas en la
primera mitad del siglo XX. La cmara como
extensin del individuo es una concepcin
que nace en 1925 gracias a la aparicin de
la compacta y liviana Leika. Poner en escena la riqueza de cada momento y acercarse
MARINA CALDERONE
Notas
Bibliografa
BARTHES, Ronald: La cmara lcida, Barcelona, Paids, 1994.
BAURET, Gabriel: De la fotografa, Buenos Aires, La Marca, 1999.
CARTIER BRESSON, Henri: Images a la Sauvette (El momento decisivo), Pars, Verve, 1952.
CALDERONE, Marina: El momento decisivo, en Cuadernos de Diseo, N 2/3, Instituto
Superior de Ciencias de La Plata (ISCI), 2004.
DAMICO, Alicia: En nuestro tiempo: el mundo visto por los fotgrafos de Magnum, en
Fotomundo, N 262, Buenos Aires, 1990.
DE MICHELI, Mario: La vanguardias artsticas del siglo XX, Madrid, Alianza, 1994.
ARTE E INVESTIGACIN 8
47
El aura
benjaminiana
Cecilia Cappannini // Profesora de Historia de las Artes Visuales, Facultad de
Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Ayudante de la ctedra Fundamentos de Esttica, FBA, UNLP. Becaria de Iniciacin con el tema La imagen dialctica en la teora de Walter Benjamin. Proyecciones a la enseanza de la Esttica, UNLP.
48
ARTE E INVESTIGACIN 8
CECILIA CAPPANNINI
EL AURA BENJAMINIANA
que no slo evita el vaco, sino que impugna tanto la temporalidad del objeto, como
el trabajo de la memoria y de la mirada. En
efecto, desestima tambin toda actitud de
bsqueda. Si no hay otra cosa que ver que
ese cubo, entonces hay una relacin de
confianza entre eso que veo y la realidad. El
sentido se clausura y se vuelve indiferente
a lo que podra estar all debajo, oculto, y
elimina as toda posible construccin ficticia de significacin.
La creencia, en tanto, nos remite a lo
lejano, a un exceso de sentido: la imagen
est en lugar de algo que la supera, es un
smbolo o emblema de otra cosa, de algo
trascendente. Lo que nos mira, y no lo que
Figura 1. Tony Smith, Die (1962). Acero. Paula Cooper Galery, Nueva York
vemos, se nos impone aqu como algo verdadero, como una afirmacin fijada en dogma de que no hay all slo un volumen (el
cubo) ni un vaco oculto dentro del cubo,
sino algo otro que le da un sentido teleolgico y metafsico. En cierta forma, se establece un proceso fantasmtico que supera
lo que la imagen muestra y apela a lo que
ella evoca; adems, revive un tiempo pasado en el presente en el que ver es creer.
Si la creencia construye un ojo perfecto
de trascendencia que confa en la capacidad de las imgenes de hacer presente un
ms all, el tipo de confianza que instaura
se ha entrelazado histricamente con la experiencia religiosa, el pensamiento mtico
y el valor cultural atribuido a las obras de
arte aurticas. Est atravesada, adems,
por las teoras que han construido una
ontologa de la imagen, entendida como
la captacin de la verdad del ser, y por la
iconologa, en tanto concibe las imgenes
como emblemas de las ideas. La tautologa, en cambio, construye un ojo perfecto
de inmanencia que confa en un ms ac:
eso que nos muestra la imagen es todo lo
que se puede ver, porque es todo lo que
hay para ver.
Los dos actitudes, como dos caras de
una misma moneda, fijan trminos al producir un seuelo de satisfaccin: fijan el
objeto del ver, fijan el acto el tiempo y
el sujeto del ver.2 De este modo, no hay
entre ellas un dilema como histricamente
se ha pretendido, sino un falso dilema que
debe ser dialectizado, segn el autor, para
ARTE E INVESTIGACIN 8
49
La doble distancia
Figura 2. Tony Smith, We Lost (1962). Acero. Paula Cooper Galery, Nueva York
Figura 3. Tony Smith, The Wall (1966). Madera pintada. Paula Cooper Galery, Nueva York
En el arte minimalista, que Didi-Huberremarcar la tensin y la convivencia histrica de los dos polos.
La sospecha (o actitud crtica) es la principal caracterstica de la imagen dialctica.
En esta, opuestamente a las actitudes mencionadas, pero contenindolas y superndolas, lo que importa es lo que falta. Toda
imagen es incompleta y, al igual que las
alas de la mariposa, no puede dar cuenta
de toda la verdad, ni de todo lo real. Slo
puede mostrarse en un destello, en un
instante. La imagen dialctica indaga precisamente el vaco; no busca ni evitarlo ni
superarlo, no presenta ninguna certeza de
s misma.
Entre lo que vemos y lo que nos mira,
como dos extremos que conviven en tensin, se genera para Didi-Huberman una
distancia crtica que torna las imgenes potencialmente filosficas. Entonces lo que
vemos comienza a ser alcanzado por los
que nos mira, producindose un momento que no impone ni el exceso de plenitud
de sentido ni su ausencia, sino una escisin, una ruptura que nos dice que ver es
siempre una operacin de sujeto, hendida,
inquieta y abierta. Segn Maurice MerleauPonty, la mirada es la primera que interroga el mundo y no hay visin que no est tallada en lo tangible.3 Dar a ver es inquietar
el ver. La visin est ligada al espacio tctil.
En consecuencia, la imagen crtica es
una imagen en crisis que critica la imagen
y nuestras maneras de verla en el momento en que al mirarnos nos obliga a mirarla
50
ARTE E INVESTIGACIN 8
CECILIA CAPPANNINI
EL AURA BENJAMINIANA
Consideraciones finales
Si lo aurtico como aparicin de una presencia establece un determinado tipo de
experiencia, el cubo tambin lo hace. Sus
grandes dimensiones nos llevan a comparar nuestro cuerpo con la dimensiones de
la obra (aqu radica para Didi-Huberman la
referencia del minimalismo al mundo fenomenolgico de la experiencia ).
ARTE E INVESTIGACIN 8
51
Notas
6 Ibdem, p. 57.
sntoma, 2005.
Bibliografa
BENJAMIN, Walter: (1973) La obra de arte en la poca de su reproductibilidad tcnica,
en Discursos interrumpidos I: Filosofa del arte y de la historia, Madrid, Taurus, 1989.
__________ (1967) Sobre algunos temas en Baudelaire, en Ensayos escogidos, Mjico,
Coyoacn, 2001.
DIDI- HUBERMAN, Georges: (1992) Lo que vemos, lo que nos mira, Buenos Aires, Manantial, 1997.
HAGELSTEIN, Maud: Georges Didi-Huberman, una esttica del sntoma, en Damon. Revista Internacional de Filosofa, N 34, Departamento de Filosofa, Universidad de Murcia, 2005. [En lnea] http://revistas.um.es/daimon/article/view/12741 [Consulta: 4 de
junio de 2012].
MARCHAN FIZ, Simon: (1986) Del arte objetual al arte de concepto (1960-1974), Madrid,
Akal, 1990.
MERLEAU-PONTY, Maurice: (2003) El mundo de la percepcin. Siete conferencias, Mxico,
Fondo de Cultura Econmica, 2008.
ROMERO, Pedro: Un conocimiento por el montaje, entrevista con Georges Didi-Huberman, en Minerva, N 5, Crculo de Bellas Artes, 2007. [En lnea], http://www.circulobellasartes.com/ag_ediciones-minerva-LeerMinervaCompleto.php?art=141&pag=1#leer
[Consulta: 4 de junio de 2010].
52
ARTE E INVESTIGACIN 8
CECILIA CAPPANNINI
// Profesora y Licenciada en Artes Plsticas en las orientaciones Pintura y Cermica, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La
Plata (UNLP). Magister en Esttica y Teora de las Artes, FBA, UNLP. Jefa de Trabajos
Prcticos de la ctedra Didctica y Prctica de la Enseanza y de Dibujo I y II, FBA, UNLP.
Becaria de Formacin Superior, UNLP. Coordinadora de Educacin Artstica, Direccin de
Gestin Curricular y Formacin Docente, Ministerio de Educacin de la Nacin.
ARTE E INVESTIGACIN 8
53
54
ARTE E INVESTIGACIN 8
Esta adaptacin a las tecnologas dinamiza la situacin actual de las artes escnicas, pero no pone en cuestin la actualizacin de todos sus elementos constitutivos.
Actualizacin que creemos pasa por una
reflexin, un proceso de revisin del efecto
prctico y esttico del que parti. En casi
todas las propuestas escnicas falta un trabajo de anlisis de la postura respecto de la
tcnica. No se trata slo de saltar hacia un
estado de destrezas en programacin, de
suntuosidades escnicas, de autosuficiencias anatmicas, sino de transitar hacia un
estado permanente de actitud crtica frente
a la retrica de los efectos especiales, frente al relato tecno-espaciotemporal, hacia
una lgica no-lineal e hbrida.
Pero lo escnico-espectacular, como corporacin, sigue autorepresentndose a s
mismo y establecindose de acuerdo con
una diferenciacin por gneros, que excluye lo que no se adecua a la codificacin
definida por el hbito. El hbito de lo espectacular est conformado por una sistmica
implcita en la diagramacin de la mirada,
en la cosmogona del espacio y del tiempo,
en la configuracin por medio de acciones y
sucesos y en una estructura jerrquica. Hay
una divisin especializada del trabajo (actores y bailarines principales, de reparto,
equipo tcnico, etc.: cada uno se ocupa de
su tarea especfica); y hay, tambin, otras
estructuras como la performance, que tiende a ser ms horizontal, descentralizada y
ALEJANDRA CERIANI
siempre mudable.
Estas estructuras, con sus particularidades, se manifiestan de manera visible
o subyacente en cada propuesta creativa.
Todas las concepciones corporales y escnicas antecesoras y an vigentes seguan
los lineamientos de las exigencias acadmicas, los presupuestos de una representacin basada en la imitacin y en lo
verosmil. Al respecto, en el prlogo de la
segunda edicin de La sociedad del espectculo, Christian Ferrer expresa:
la escena del futuro, proponemos una revisin crtica de las prcticas artsticas,
de la produccin tecnolgica y de la corporalidad a la luz de los nuevos dispositivos interactuados desde la performance.
Es indudable que el uso en directo de las
nuevas tecnologas de la imagen, la comunicacin y la ciberntica conmueven a
la escena contempornea. El proceso de
disolucin es cada vez ms radical, y va a
expandirse siguiendo una lgica ineludible
hacia la experimentacin del fenmeno de
la temporalidad y la especialidad con cuerpos que se desdoblen en la habitabilidad
de la imagen.
Frente a esto sostenemos: Lo que es experimentable no puede ser representado.7
Partimos de esta idea para justificar nuestro posicionamiento al plantear que las
performances interactivas en tiempo real,
en las que se destaca una labor de investigacin-produccin, deberan manifestarse
como laboratorios abiertos al pblico y no
como espectculo.
En primera instancia habra que distinguir qu caractersticas tendra esta propuesta de laboratorio abierto al pblico,
que no dejara de lindar o compartir elementos con lo que reconocemos como espectculo. Un laboratorio abierto al pblico
podra, en principio:
enmarcarse dentro de proyectos expositivos y abiertos a la produccin, la investigacin, la formacin y la difusin del arte
y la ciencia relacionados con las nuevas
tecnologas;
ARTE E INVESTIGACIN 8
55
con cuerpos hbridos en espacios digitalizados es que se baila sin gravedad. Gracias
a ello se pueden realizar movimientos casi
inadmisibles para la condicin humana,
favoreciendo una situacin coreogrfica innovadora. Algunos softwares, como el Life
Forms,10 facilitan la simulacin, el ejercicio
coreogrfico e incluso el registro coreogrfico de manera animada, no esttica como las
formas anteriores de anotacin en danza.
De todas maneras, las consecuencias del
denominado espacio electrnico, que tiende sus redes sobre el soporte de la realidad,
nos abren camino para especular sobre:
la utilizacin de la actuacin remota en
las obras escnicas de realidad mixta;
Revolucin o expansin?
Entendemos que es necesario un recorte
y, a partir de all, consideramos que, en
principio, las nuevas tecnologas no estn
revolucionando la danza en nuestro pas,
sino expandindola; o en el mejor de los
casos, la danza como disciplina artstica
est apropindose de las nuevas tecnologas como si se tratase de nuevos recursos
escnicos.
Los diferentes elementos y procedimientos vinculados a lo escnico, al adaptar o
al apropiarse de los nuevos recursos tecnolgicos, dejan entrever que no todos sus
componentes y experiencias dan respuesta
a las nuevas formas de interaccin o estn
disponibles. La discusin hace foco en la
incumbencia de lo disciplinar: la danza o
performance vinculada al arte interactivo.
Por esto mismo, nos comprometemos a replantearnos cuestiones tales como:
cul es la concepcin desde donde se
aborda la creacin o la realizacin del movimiento ante un sistema escnico interactivo en tiempo real;
56
ARTE E INVESTIGACIN 8
ALEJANDRA CERIANI
Notas
1
Ver Mapa e programa de artes em dana (e performan-
[En lnea].
7 Ibdem, p. 13.
Bibliografa
DEBORD, Guy: (1967) La sociedad del espectculo, La Marca, Buenos Aires, 2008.
ECHEVERRA, Javier: Cuerpo electrnico e identidad, en AAVV: Arte, cuerpo y Tecnologa,
Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2003.
Fuentes de Internet
CERIANI, Alejandra: El descentramiento: cuerpo-danza-interactividad [En lnea], http://
www.alejandraceriani.com.ar [Consulta: 27 de marzo 2010].
DanceForms: [En lnea], http://www.charactermotion.com/danceforms [Consulta: 14 de
junio de 2011].
Mapa e programa de artes em dana (e performance) digital: [En lnea], www.mapad2.
ufba.br; www.poeticatecnologica.ufba.br [Consulta: 14 de junio de 2011].
MARTNEZ PIMENTEL, Ludmila: El cuerpo hbrido en la danza: transformaciones en el lenguaje coreogrfico e partir de las tecnologas digitales. Anlisis terico y propuestas
experimentales, Tesis Doctoral, Facultad de Bellas Artes, Universidad Politcnica de
Valencia, 2008 [En lnea], http://www.youtube.com/user/ludmilapimentel [Consulta:
14 de junio de 2012].
SNCHEZ, Jos A.: (2008) La escena futura, Barcelona, Ciclo I+C+I. CCCB, 12 de junio de
2008, [En lnea] http://artesescenicas.uclm.es/archivos_subidos/textos/128/La_escena_del_futuro.pdf, [Consulta: 14 de junio de 2011].
ARTE E INVESTIGACIN 8
57
58
ARTE E INVESTIGACIN 8
Reflexiones acerca
de la historia del arte
A partir de la historia de la dinmica terica
propia del campo artstico en Occidente, y
con las consideraciones de Giorgio Vasari
acerca del arte y de los artistas, podemos
ubicar el surgimiento incipiente de una historia del arte durante el siglo XVI, tal como
menciona Alberto Luque:
Hasta finales del siglo XIX, el trmino arqueologa era sinnimo de historia del
arte antiguo, y los objetos propios o dilectos de la historia general del arte eran los
tpicamente producidos en los dos grandes
ciclos del arte clsico antiguo y moderno en
Europa; tanto la historia del arte en general
como la arqueologa en particular se vieron
obligadas por motivos muy diversos, tanto
internos como externos a ampliar sus perspectivas a otros territorios, otras pocas,
Aportes pedaggicos
para una historia crtica del arte
La propuesta programtica y pedaggica
de la ctedra Epistemologa de las ciencias
sociales para las alumnas y los alumnos
de la carrera de Historia de las artes
visuales de la Universidad de Buenos Aires
incorpora marcos tericos provenientes del
recorrido y la lucha de las ciencias sociales
que, de una u otra manera, explcitamente
o por omisin, han estado presentes en las
formulaciones de las historias del arte.
Sobre la base de esta premisa, coincidimos con Juan Antonio Ramrez:
Examinar el papel de la Historia del arte en
el conjunto de las Ciencias Sociales resulta
hoy mucho ms problemtico que hace unos
aos. Pero tambin ms estimulante. A nadie se le oculta la tremenda crisis epistemolgica que atravesamos, paralela, sin duda,
al derrumbamiento de los grandes sueos
sociopolticos y de las slidas construccio-
ARTE E INVESTIGACIN 8
59
Conclusin
Notas
4 Ibdem.
Bibliografa
BLGER, Jos: Grupos operativos en la enseanza, en Temas de Psicologa, Buenos Aires, Nueva Visin, 1964.
BOURDIEU, Pierre: La Distincin, Madrid, Taurus, 1988.
__________ Campo de poder y campo intelectual, Buenos Aires, Folios, 1983.
FREIRE, Paulo: El grito manso, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.
GARCA CANCLINI, Nstor: La produccin simblica, Mxico, Siglo XXI, 1979.
LUQUE, Alberto: Novedad y espejismo en la nocin de cultura visual, en XVII Congreso
Nacional de Historia del arte, Universidad de Barcelona, septiembre de 2008.
MARAS, Fernando: Metodologas o gneros literarios y estrategias narrativas, en XVII
Congreso Nacional de Historia del arte, Universidad de Barcelona, septiembre de 2008.
RAMREZ, Juan Antonio: La Historia del arte en el bachillerato. Problemtica epistemolgica y ncleos conceptuales bsicos, en CARRETERO, Mario: La enseanza de las ciencias
sociales, Madrid, Visor, 1989.
SOUTO, Marta: Hacia una didctica de lo grupal, Buenos Aires, Mio y Dvila, 1993.
60
ARTE E INVESTIGACIN 8
Altas llantas
UNA HISTORIA DE LA RECEPCIN
DE ZAPATILLAS URBANAS
Sofa Dalponte
Introduccin
La zapatilla surge a partir de una innovacin productiva: la vulcanizacin del caucho a escala industrial, patentada por la
empresa Goodyearen 1839. Este proceso
se instrument para fabricar suelas de
zapatos con un material que nunca antes
se haba usado para tal fin: la goma. Este
rasgo es el que le confiere a la zapatilla una
exclusiva caracterstica tcnica, que la lleva a escindirse de la tipologa dominante,
el zapato.
En ciertos sectores especficos preexistan una serie de necesidades particulares
que pugnaban por una modificacin performtica del calzado. Debido al afn de
especializacin y normalizacin omnipresentes en las mentes finiseculares, ya estaban siendo formulados los prerrequisitos
de seguridad y las exigencias mecnicas
respecto del calzado para el trabajo en la
industria, la construccin y el deporte. Por
contar con esta masa crtica de consumidores a la espera de un nuevo tipo de calzado
y de haber logrado ajustar la tecnologa
para la produccin masiva, la zapatilla logr, rpidamente, hacerse de un pblico
y captar cada vez ms adeptos. Durante
ARTE E INVESTIGACIN 8
61
Luego explica:
La aceptacin de un producto depende prcticamente de hasta qu punto se consigue
conectar con las pautas y escala de valores
blicas) del grupo de destino interpelado, o
[] gustos importados.8
62
ARTE E INVESTIGACIN 8
Cada sujeto crea para s un entorno objetual con el cual dignifica su modo de vida
mediante diferentes procesos de ritualizacin que acaecen en la cotidianidad, diferentes correspondindose con las caractersticas de cada grupo. En el consumo de
los bienes de mercado no debemos dejar
de lado la apropiacin subjetiva, que es en
s misma un acto creativo y, por lo tanto, no
determinable en relacin con su condicin
de dominacin.
En cuanto a las estticas urbanas y las
redes de identificacin de significantes que
se ponen en juego en el terreno de las zapatillas, suceden unas dinmicas de prstamos y traducciones, tanto en el seno de
las clases populares como en los consumos
orientados a la elite, que no quiere perderse de la fiesta de la puesta en escena signada por las prcticas subalternas.
La presente investigacin aborda a la
zapatilla tanto desde el punto de vista del
diseo industrial cmo de los estudios culturales, para colaborar a la construccin
de un modelo integrado de cultura. Las
mltiples consideraciones respecto del
objeto y su contexto, habilitan un anlisis
que supera el que pudiera hacer un cam-
SOFA DALPONTE
ARTE E INVESTIGACIN 8
63
Primer perodo
En relacin con sus modos de recepcin, el
primer perodo en la historizacin formal
de las zapatillas se extiende desde 1917
(fecha del primer caso analizado) hasta la
dcada del 80 y su principal caracterstica
64
ARTE E INVESTIGACIN 8
Segundo perodo
La apertura y la diversificacin de la oferta
es lo que caracteriza al segundo perodo.
En los 80 se consolidaron los tres grandes
nombres: Adidas, Reebok y Nike. Cada una
de las empresas se apropi de un discurso
al que hizo referencia. Usaron de las identidades urbanas incipientes (tribus asociadas a su forma de vestir, a la msica que
escuchan, al deporte que practican o a las
actividades que realizan), del gnero (rol e
imagen de la mujer, la moda unisex, etc.) y
del deporte de alto rendimiento (la zapatilla como prtesis fundamental para aumentar las capacidades del cuerpo y llegar a ser
sobrenatural).
En el caso de Adidas, las Superstar haban sido lanzadas en 1969 como una evolucin del modelo Pro de la misma firma
[Figura 1]. Estaban destinadas a la prctica
del bsquet profesional, y por ese motivo
SOFA DALPONTE
aniversario
nales.16
Al considerar que el hip hop es un gnero complejo asociado a mltiples actividades de diversa naturaleza, como el rap, el
breakdance, el graffiti y el streetball, Adidas se encontr con un amplio campo de
accin que ya estaba legitimado para esa
marca. A partir de ese momento, la industria del calzado comenz a conocer el nicho
en cuanto a sus necesidades y a los modos
de recepcin/creacin del objeto. Se dispar, entonces, toda una lnea de zapatillas para el pblico joven, agrupado segn
intereses y gustos, que opta por la zapatilla
para destilar actitud en su mbito urbano.
Paralelamente, Reebok se aboc al mercado femenino. En la dcada de 1980 haba nacido una obsesin por el modelado
corporal, por la lnea y la tonificacin impulsada por la medicina y el mercado. Se
desarroll la prctica de un deporte diseado para los gimnasios de las grandes urbes: el aerobic. Las mujeres emancipadas
se masculinizan, tambin, en sus atributos
fsicos a travs de los ejercicios y dietas, y
modelos que remiten a las botas para profesionales de la misma marca, que guardan
las apariencias pero que no se constituyen
en la misma materialidad. Esta estrategia
resulta adecuada ya que se comprende que
el uso que se har del calzado se modificar. Si bien va a ser adquirido para jugar
al streetball o bsquet amateur, los niveles
de exigencia del producto estarn muy por
debajo de los estndares del juego profesional; sin embargo, el uso a nivel simblico crece al ubicarse la zapatilla como intermediario en el intercambio social.
La identificacin y la construccin mutua de Nike con el posteriormente dolo
del bsquet, Michael Jordan, dieron a la
serie Air Jordan presencia pblica en el
mercado y en los universos simblicos de
los consumidores. Tener Nikes era, desde
entonces, tener el poder de hacerlo; Just
do it se convirti en el exitoso slogan de la
marca norteamericana. Esta iniciativa fue el
primer indicio del cambio de estrategia de
ARTE E INVESTIGACIN 8
65
66
ARTE E INVESTIGACIN 8
Tercer perodo
La dcada del 90 dio paso al tercer perodo
que se define, netamente, con las lgicas
de lo que Bauman llama la sociedad de
con la innovacin de los materiales y el tacto del usuario, y a su vez, con los sistemas
de amortiguacin como un desarrollo residual de lo sucedido en el perodo anterior.
Los casos analizados son de la empresa
Nike, que fue la que sali mejor parada
gracias a su estrategia de ventas luego del
perodo de competencia parejo entre las
tres firmas ms importantes analizadas
anteriormente. Esto se debe a su estrategia
publicitaria, de la mano del diseador grfico David Carson, quien llev el grunge/
trash, propio de la juventud subalterna de
la costa oeste norteamericana, al diseo
grfico y tipogrfico [Figura 3]. Tambin
tienen implicancia los famosos con los que
se asoci, la calidad de sus productos y la
constante innovacin en diseo.
Nike Air Max y una serie de zapatillas que
le siguen, como el modelo Shox, utilizan la
metfora mecnica para revelar sus artificios. La cmara de aire expuesta muestra
todos los mecanismos de esta mquina de
caminar, as como las Shox ponen resortes
sobre el taln para dar a entender la amortiguacin. La estrategia va en clave con los
elementos doctrinales del hi-tech, ya que su
diseador Thinker Hatfield se inspir en el
Centro Pompidou de Pars para resolver la
sintaxis y la comunicacin del primer modelo. Estas zapatillas son exuberantes, exageradas y llamativas al evidenciar, al punto de
la ridiculez, los componentes funcionales.
El ltimo caso analizado, Nike Zvezdochka [Figura 4], pertenece a la ltima lnea
de zapatillas Nike que tiene un carcter ra-
SOFA DALPONTE
Prospectiva.
Argumentacin histrica
La iniciativa que se tom con el modelo
Nike Air Rift, en 1995, de generar una zapatilla ms blanda, fue bienvenida y termin
con las conceptuales Zvezdochkas como
expresin singular de aquella primera articulacin de las partes [Figura 5]. A pesar de
que este modelo se encuentra ligado a la
tradicin y al dilogo impuesto por el diseador Thinker Hatfiel, ostentando su carcter ingenieril mediante la analoga orgnica, funciona como un modelo bisagra entre
una matriz tipolgica tradicional y una nueva. Este modelo no apelaba a la exageracin de la evidencia de las partes que
conforman el todo tcnico o maquinaria,
para conjeturar una lectura diferente. Se
adopt una premisa binica para hacer una
apelacin a las texturas con lgica orgnica: cmo el cuero de un animal resuelve la
envolvente de sus articulaciones. Tambin
existen en este modelo consideraciones
sobre la elasticidad necesaria en cada parte que respondan a los requerimientos de
un movimiento agraciado y liviano; se pue-
Figura 6. Nike Kukinis, 2000. Tenan como pblico objetivo a los atletas, sin embargo, se convirtieron en un xito de
ventas urbanas en todo el mundo, sobre todo en Japn. Fueron relanzadas en 2007 y 2011
ARTE E INVESTIGACIN 8
67
Figura 7. Crocs, 2002. Modelo de zueco lanzado inicialmente como calzado balneario por la empresa canadiense Foam Creations, inyectando monomaterial en una sola
pieza. Actualmente, se producen en Canad, Mxico, Italia, Rumania y China
Conclusiones
Conocer la cultura material de una sociedad nos hace poder analizarla a travs de
sus lenguajes menos regulados, como el
lenguaje simblico. El diseo industrial y la
proliferacin de los objetos, desde los ms
cotidianos a los ms especficos, son una
clave para entender la cultura que nos es
propia, la que hoy tenemos. Cumple el diseo funciones de legitimacin de un poder
y de un discurso, de una esttica y de un
modo de estar-en-el-mundo.
En clave con la esttica de la recepcin,
se considera que el uso que se hace de las
zapatillas cumple una funcin psicolgica
que, histricamente, se le ha atribuido a
las expresiones ms legitimadas del arte o
Notas
1 Daniel Ros, La quebrada de las pipas, 2006.
2 Andrea Saltzman, El cuerpo diseado: sobre la forma en
el proyecto de la vestimenta, 2004, pp. 19-21.
3 Bernhard Brdek, Historia, teora y prctica del diseo
industrial, 2007.
4 Ibdem.
5 Ibdem, p. 231.
6 Ibdem, p. 232.
7 Michel De Certeau, La invencin de lo cotidiano: artes
68
ARTE E INVESTIGACIN 8
de hacer, 1996.
8 Claude Grignon y Jean Claude Passeron, Lo culto y lo
popular: miserabilismo y populismo en la sociologa y
la literatura, 1989, p. 35.
9 Del ingls canvas = lona, sincdoque para nombrar a las
zapatillas de capellada fabricada en lona o gabardina.
10 Los retro y los vintage, revisionistas de estilos, son
propios de aquellos momentos histricos de transicin,
sobre todo a partir de la posmodernidad.
11 Llamadas de este modo a raz de que las caractersticas
SOFA DALPONTE
shoes.
como la pipa.
19 Estrategia fomentada por los Easy Fridays, da de la
semana en el cual los ejecutivos deben ir al trabajo con
ropa informal.
20 Los slip-on se calzan deslizando el pie en el interior del
zapato como una pantufla.
21 Hans Jauss, en Rainer Warning (comp.), Esttica de la
recepcin, 1979, p. 16.
Bibliografa
AA.VV: (1969) Los objetos, Buenos Aires, Tiempo Contemporneo, 1971.
ALABARCES, Pablo y RODRIGUEZ, Mara Graciela (comps.): Resistencias y mediaciones,
Buenos Aires, Paids, 2008.
BAUMAN, Zygmunt: Vida de consumo, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2007.
BERNATENE, Mara del Rosario y UNGARO, Pablo Miguel: Cmo ensear diseo y tecnologa a travs del museo? Lineamientos metodolgicos para la seleccin y exposicin de
objetos patrimoniales industriales, en III Jornadas Nacionales Ensear a travs de la
ciudad y el museo: propuestas y perspectivas, Mar del Plata, octubre de 2000.
BOURDIEU, Pierre: La distincin, Madrid, Taurus Alfaguara, 1979.
BRDEK, Bernhard: Historia, teora y prctica del diseo industrial, Barcelona, GG Diseo,
1994.
DE CERTEAU, Michel: La invencin de lo cotidiano: artes de hacer, Mxico, Universidad
iberoamericana, 1996.
FOUCAULT, Michel: Las palabras y las cosas, Mxico, Siglo XXI, 1966.
__________ Arqueologa del saber, Mxico, Siglo XXI, 1970.
GRIGNON, Claude y PASSERON, Jean Claude: Lo culto y lo popular: miserabilismo y populismo en la sociologa y la literatura, Bueno Aires, Nueva Visin, 1989.
MARGOLIN, Vctor: Las polticas de lo artificial: estudios y ensayos sobre diseo, Mxico,
Designio, 2005.
MARTIN JUEZ, Fernando: Contribuciones para una antropologa del diseo, Madrid, Gedisa, 2002.
ROS, Daniel: La quebrada de las pipas, en El Pas, suplemento Qu Pasa, Montevideo,
26 de agosto de 2006.
SALTZMAN, Andrea: El cuerpo diseado: sobre la forma en el proyecto de la vestimenta,
Buenos Aires, Paids, 2004.
WARNING, Rainer (comp.): Esttica de la recepcin, Madrid, Visor, 1979.
ARTE E INVESTIGACIN 8
69
Las dimensiones
de los procesos
de creacin artstica
EL GNERO, EL ESTILO
Y LA PRODUCCIN DE SENTIDO
Gustavo Jos Damelio // Licenciado y Profesor de Artes Plsticas orientacin
Pintura, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Especializacin en Produccin de Textos Crticos y Difusin Meditica de las Artes, Instituto
Universitario Nacional de Arte (IUNA). Jefe de Trabajos Prcticos de la ctedra Pintura,
FBA, UNLP, y de Lenguaje Visual, Departamento de Artes Visuales, IUNA.
70
ARTE E INVESTIGACIN 8
El gnero
El marco mencionado anteriormente estar
dado por el concepto de gnero. El gnero
es socialmente reconocido e histricamente construido. Es un sistema de clasificacin de la cultura, que podemos entender
como un conjunto de textos que guardan
un aire de familia; o sea, que renen similares convenciones o reglas del hacer y de la
LAS DIMENSIONES DE LOS PROCESOS DE CREACIN ARTSTICA. EL GNERO, EL ESTILO Y LA PRODUCCIN DE SENTIDO
ARTE E INVESTIGACIN 8
71
72
ARTE E INVESTIGACIN 8
El estilo
El concepto de gnero se puede relacionar
con el de construccin de una particular
mirada sobre el mundo, cuestin que nos
remite en seguida al concepto de estilo.
En general se lo define como carcter propio que un artista da a sus obras o como
combinacin de un modo particular y regular de los elementos constitutivos de
una imagen. Segn el historiador Meyer
Schapiro:
sario que el estudiante defina taxativamente y de antemano un gnero de pertenencia, pero s tiene valor para guiar procesos
y resultados, para indicarle e indicarse si
est bien direccionado o si debe efectuar
modificaciones. Tambin tiene su utilidad
para esclarecer las particulares preferencias de estilo, de eleccin de materiales, de
soporte, etc., o para lograr de un modo ms
decidido, con menos margen de dudas, el
significado buscado, de tal modo que lo
que se quiere decir no encuentre un modo
mejor de ser expresado y comunicado que
en el cmo est realizado. Como afirma Donis A. Dondis en su libro La Sintaxis de la
Imagen: Si las intenciones compositivas
originales del autor del mensaje visual son
acertadas, es decir, han dado lugar a una
solucin sensata, el resultado ser coherente y claro, ser un todo que funciona.11
Notas
9 Ibdem, p. 51.
LAS DIMENSIONES DE LOS PROCESOS DE CREACIN ARTSTICA. EL GNERO, EL ESTILO Y LA PRODUCCIN DE SENTIDO
ARTE E INVESTIGACIN 8
73
Bibliografa
DONDIS, Donis: (1985) La sintaxis de la imagen, Barcelona, Gustavo Gili, 2000.
FILINICH, Mara Isabel: (1998) Enunciacin, Buenos Aires, EUDEBA, 2005.
KRIS, Ernst: (1955) Psicoanlisis del arte y del artista, Buenos Aires, Paids, 1964.
MONETA, Ral y ANGUIO, Bibiana: Qu y cmo? Pintar y ensear a pintar: las trampas
de la costumbre, ponencia presentada en el Encuentro 2000 de Investigacin en Arte y
Diseo, La Plata, FBA, UNLP, 2000.
ROLLI, Roberto y BRANDA Mara: La enseanza del diseo en comunicacin visual, Buenos Aires, Nobuko, 2004.
SCHAPIRO, Meyer: Estilo, Buenos Aires, Tres, 1962.
VIRASORO, Mnica: Los tortuosos caminos de la irona y lo cmico, en Figuraciones. El
arte y lo cmico, N 3, rea Transdepartamental de Crtica de Artes, IUNA, 2005.
Fuentes electrnicas
BURKE, Edmund: Indagacin filosfica. Sobre el origen de nuestras ideas. Acerca de lo
sublime y lo bello (trad. Juan De La Dehesa, Alcal, Oficina de la Real Universidad, 1807)
[En lnea] http://es.scribd.com/doc/47462636/Edmund-Burke-Indagacion-filosoficasobre-el-origen-de-nuestras-ideas-acerca-de-lo-sublime-y-lo-bello[Consulta: 14 de junio de 2011].
STEIMBERG, Oscar: Gneros, en Carlos Altamirano (dir.): Trminos crticos de sociologa
de la cultura, Buenos Aires, Paids, 2002 [En lnea] http://www.semioticasteimberg.
com.ar/contenido_autores/Generos.pdf [Consulta: 14 de junio de 2011].
74
ARTE E INVESTIGACIN 8
Necesidad humana
y bienestar social
en condiciones
de crisis orgnica
Nora Del Valle // Profesora de Historia, Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educacin, Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Titular de la ctedra Teora de la
Historia, Facultad de Bellas Artes, UNLP.
ARTE E INVESTIGACIN 8
75
76
ARTE E INVESTIGACIN 8
un contenido y unas funciones sociales, determinadas por poderes externos sobre los
que el individuo no tiene ningn control.
La articulacin dialctica de las necesidades humanas permite un paso hacia el
concepto Calidad de Vida que advierte sobre la categora bienestar social y establece una direccin si consideramos el carcter universal de las necesidades radicales.
Efectivamente, la ausencia o carencia de
algo que constituya un tipo de dao o de
perjuicio grave es igual para todos los seres humanos sin distinciones de orden diacrnico o sincrnico. No podemos entender
la reproduccin de la especie humana y
de sus formas societarias sin la existencia
de aquellos mecanismos que posibilitan
permanentemente la satisfaccin de las
necesidades humanas, que son propios del
proceso de innovacin y son adems reconocibles en la innovacin.
El abordaje metodolgico
Se vuelve imprescindible para establecer
la condicin de posibilidad metodolgica
indicada para la intervencin profesional
del diseador industrial, a fin de determinar la categora innovacin, la realizacin
de cambios en la pragmtica investigativa
que se articulen con las condiciones de produccin tal es que resulta recomendable la
identificacin de niveles de relacin entre
necesidad social y bienestar social de manera local y situada, y el anlisis posterior
ARTE E INVESTIGACIN 8
77
78
ARTE E INVESTIGACIN 8
Notas
1 Vladimir Ilich (Lenin), (1902) Qu Hacer?, Buenos Aires,
Lukemburg, 2004.
2 Jos Mara Laso Prieto, Crisis y crisis orgnica, segn
Gramsci, 2006, p.6 [En lnea].
Fuente electrnica
Laso Prieto, Jos Mara: Crisis y crisis orgnica, segn Gramsci, en El Catoblepas, N 55,
septiembre 2006 [En lnea] http://nodulo.org/ec/2006/n055p06.htm [Consulta: 14 de
junio de 2011].
ARTE E INVESTIGACIN 8
79
Juventud y mercado:
consumo o exclusin
Macarena Diaz Posse // Profesora de Artes Plsticas, orientacin Escenografa,
y Profesora de Historia de las Artes Visuales, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad
Nacional de La Plata (UNLP). Diplomada Universitaria en Educacin Formal y No Formal
en contextos de privacin de la libertad, Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Este. Becaria de investigacin de la UNLP.
80
ARTE E INVESTIGACIN 8
Entre la ciudadana
y la des-ciudadanizacin
Se expondrn y relacionarn las miradas
de algunos autores que trabajaron con la
temtica juventud y mercado y que utilizan
determinadas categoras de anlisis que
se proponen en esta investigacin, como
ciudadana, consumo y globalizacin, entre otras.
Con relacin al concepto de ciudadana,
Nstor Garca Canclini,2 en el libro Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalizacin, explica que
los cambios producidos en la manera de
consumir modificaron las posibilidades
y las formas de ser ciudadano. Para ello,
retoma algunos estudios de ciudadana
cultural que se realizaron en Estados Unidos y que sugieren que ser ciudadano no
tiene que ver nicamente con los derechos
civiles de quienes nacieron en un territorio,
sino tambin con las prcticas sociales y
culturales que dan sentido de pertenencia
y hacen sentir diferentes a quienes comparten una misma lengua y poseen similares
formas de organizarse y de satisfacer sus
necesidades.
La informacin y la distribucin global
de los bienes posibilitan que en el acto de
consumo los pases centrales y perifricos
se aproximen. Sin embargo, este aparente acercamiento establece una gran contradiccin, principalmente en los pases
limtrofes y en las ciudades en las que la
globalizacin selectiva excluye a quienes
no alcanzan a satisfacer las necesidades
bsicas.
Al imponerse la concepcin neoliberal de
la globalizacin, en la que los derechos son
neoliberalismo, expone que con la globalizacin se genera un proceso de individualizacin social porque sta exige a los individuos que se hagan cargo de s mismos y
que se proporcionen el acceso a los bienes
y a los servicios bsicos, independientemente de los recursos materiales y simblicos que cada uno posea. Desde esta perspectiva, el bienestar ya no es visto como un
derecho, sino como una oportunidad. Para
complementar esta postura, la autora analiza la ciudadana de la Argentina durante la
dcada del 90, desde el modelo neoliberal,
y la clasifica en tres categoras: los sujetos
propietarios, los sujetos consumidores y
usuarios de bienes y servicios, y los suje-
desiguales, las novedades modernas se exhiben para gran parte de la poblacin como
objetos de consumo, mientras que para
otros apenas aparecen como espectculo.
Por este motivo, podra pensarse que el derecho a ser ciudadano, es decir, de decidir
cmo se producen, distribuyen y usan esos
bienes, queda limitado slo a las lites.
Por lo antedicho podra pensarse que ser
ciudadano no es algo universal, sino que
est ntimamente ligado al consumo porque actualmente este hbito se constituye
como una posibilidad de ciertos sectores y
no como un derecho universal.
Sobre esta misma idea, Daniel Miguez,3
en el libro Los pibes chorros. Estigma y
marginacin, sostiene que en la Argentina
se promueven metas comunes de consumo
y bienestar para toda la poblacin, sin discriminacin alguna. Sin embargo, no todos
los sectores sociales tienen acceso a ellas.
Para el autor, el modo de alcanzar el consumo que poseen los sectores que sufren
restricciones es, muchas veces, la transgresin, la delincuencia.
En nuestra sociedad industrializada, el
empleo asalariado es el medio de supervivencia y progreso. En contraposicin a
esto, el desempleo es la exclusin, la muerte social. Tener o no tener trabajo condiciona, por un lado, el lugar, la pertenencia y la
funcin dentro de una sociedad; y por otro
lado, determina la exclusin social, la marginacin y la nocin de morir como sujeto.
Maristella Svampa,4 en La sociedad excluyente. La Argentina bajo el signo del
Saintout analiza los discursos mediticos que hoy construyen, nombran y legitiman la condicin de juventud y seala los
tres modelos ms significativos: los jvenes de xito, los jvenes desinteresados y
los jvenes peligrosos.
Los jvenes del xito son los que construyen su identidad a partir del consumo
de bienes ofertados por el mercado y de la
posesin de ciertos rasgos fsicos (blancos,
rubios, altos, flacos). Los problemas que
tienen son slo de carcter subjetivo.
Los jvenes desinteresados son aquellos que no tienen lugar dentro de la sociedad ni mucho menos a futuro. Los relatos
mediticos los muestran como jvenes
entregados al ocio, como seres apticos,
individualistas, ablicos que no pueden diferenciar lo bueno de lo malo y que por lo
tanto, terminan relacionados con la droga,
el alcohol, y como consecuencia directa,
ligados a la violencia y el descontrol. Principalmente, pertenecen a este grupo la clase
media y la sociedad los ve como figuras temibles a las que se precisa salvar.
Finalmente, los jvenes peligrosos son
ARTE E INVESTIGACIN 8
81
Conclusin
Notas
1 Este artculo se desprende del Proyecto de Investigacin
Arte e inclusin social. Nuevos paradigmas, perte-
2009.
Bibliografa
BAUMAN, Zigmunt: (2000) Modernidad lquida, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2009.
GARCA CANCLINI, Nstor: Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la
globalizacin, Mxico, Grijalbo, 1995.
MIGUEZ, Daniel: Los pibes chorros. Estigma y marginacin, Buenos Aires, Capital Intelectual, 2004.
SAINTOUT, Florencia: Jvenes. El futuro lleg hace rato. Percepciones de un tiempo de
cambio: familia, escuela, trabajo y poltica, Buenos Aires, Prometeo, 2009.
SVAMPA, Maristella: La sociedad excluyente. La Argentina bajo el signo del neoliberalismo, Buenos Aires, Taurus, 2005.
URLICH, Beck: (1997) Hijos de la Libertad, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica,
1999.
82
ARTE E INVESTIGACIN 8
De la idea a la obra
EXPERIENCIAS DEL TALLER
COMPLEMENTARIO CERMICA, FBA, UNLP
Vernica Dillon // Profesora y Licenciada en Cermica, Facultad de Bellas Artes
(FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Maestranda en Esttica y Teora de las
artes, FBA, UNLP. Titular de la Ctedra Taller Complementario Cermica, FBA. Directora
del Proyecto de investigacin Arte e inclusin social. Nuevos paradigmas, Facultad de
Bellas Artes, UNLP, (2011-2014), enmarcado en el Programa de Incentivos del Ministerio
de Educacin y Cultura de la Nacin.
aos desarrollamos en este artculo los siguientes apartados: los conceptos fundantes, objetivos planteados, metodologas y
estrategias implementados para alcanzarlos. Adems, describimos tres recorridos
de proyectos realizados por estudiantes de
la Ctedra.
Fundamentacin
Nuestra propuesta didctica en la mencionada Ctedra Taller ubica al alumno como
sujeto cognitivo en el centro de todo aprendizaje. Cada contenido a incorporar se inte-
ARTE E INVESTIGACIN 8
83
84
ARTE E INVESTIGACIN 8
Objetivos y contenidos
El Taller se orienta en torno a los siguientes
objetivos:
Elaborar un proyecto personal que est
en concordancia con la propuesta del Taller
Bsico que cursa y que se interrelacione
con otras ciencias y disciplinas.
Conocer e investigar las diferentes po-
Cada alumno, a partir de una idea rectora y a travs de un proyecto personal complementario a su disciplina bsica, puede
conocer e investigar nuevos materiales,
procedimientos, soportes y recursos en la
produccin de sentido al construir metforas y smbolos en sus poticas visuales. De
este modo se abren distintos campos de
apropiacin de saberes que enriquecen las
posibilidades expresivas y comunicacionales personales y del colectivo. [Fig. 1]
Metodologa
A partir del bagaje de imgenes digitales y
la bibliografa revistas y libros especializados en cermica y arte en general presentados en las clases, y de las experiencias obtenidas por cada estudiante en los
talleres de su disciplina bsica, se aborda y
consolida cada proyecto personal. Con modalidad constructivista se transita desde lo
conceptual hasta la produccin de obra. La
experimentacin y los pasos intermedios
en el desarrollo espiralado quedan incluidos en este impulso como parte constituyente del trabajo y no como meros momentos de ejercitacin.
Cada alumno presenta un plan de trabajo en el que explicita su proyecto bajo
la forma de caja/ carpeta/ cuaderno de artista/ libro intervenido para el seguimiento
del docente. El mismo debe incluir el tema
personal o grupal propuesto, la argumentacin, la fundamentacin, el proceso de
Figura 2. Anorexia, Rosalba Cuevas. Instalacin en el mbito del taller: milanesas de cermica (textura y color
por ptinas) y objetos alusivos al almuerzo, 2009.
Figura 3. Trelew, Luciana Vega D Andrea y Valentn Carminati. Reproduccin de un afiche realizado por el
artista Ricardo Carpani, manzanas de cermica y un muestrario de color con consignas de la poca, 2010.
ARTE E INVESTIGACIN 8
85
Figura 4. Medicina alternativa, Mariana Russell. La homosexualidad como patologa. Libro de artista, 2010. El
corset, estructura y soporte del cuerpo realizado en cermica, fue montado sobre una estructura de hierro que
acompa sin competir e interferir en la obra.
Descripcin de experiencias
exploratorias
En este apartado realizamos un breve relato de las imgenes y temticas abordadas
en los trabajos de investigacin realizados
por los alumnos, previos a la produccin
cermica.
Caso 1: Anorexia
A partir del ao 2009 y de manera recurrente, varios alumnos de diferentes cuatrimestres han planteado el tema de la anorexia.
Los medios de comunicacin enfatizan la
relacin entre la delgadez y el xito. Los
talles de la ropa para jvenes son cada vez
ms reducidos. Es de pblico conocimiento que las imposiciones socioculturales en
adolescentes vulnerables los someten a intensas y profundas presiones para cambiar
la figura corporal, impulsados por el deseo
de imitacin de modelos y personajes mediticos o motivadas por la publicidad comercial.
En el transcurso del desarrollo del proyecto, Rosalba Cuevas realiz bocetos de
figura humana muy logrados para acompa-
86
ARTE E INVESTIGACIN 8
Caso 2: Trelew
Luciana Vega D Andrea y Valentn Carminati realizaron el anlisis de una perspectiva
tanto histrica como esttica al recuperar
la memoria de la denominada Masacre de
Trelew. Rescatan la historia de militancia
de sus padres y compaeros comprometidos polticamente en aquellos aos.
Recobraron volantes, panfletos, frases, y
cnticos de poca. A travs de metforas
y juegos simblicos modelaron en cermica manzanas rojas y en ellas inscribieron
los nombres de los fusilados en Trelew. La
potica empleada intenta recordar la cosecha en el Valle de Cipolletti, lugar de origen
de casi todos los militantes fusilados, y el
aroma de las frutas, junto con los sueos
por una sociedad ms equitativa, justa y
solidaria. La instalacin se present en cajones de madera del Valle [Fig. 3].
Frida Kahlo , rasgos que pueden observarse, entre otros factores, en la resolucin de
su potica final [Fig. 4]
El equipo docente de la ctedra Taller
Complementario Cermica est formado
por Vernica Dillon, Mariel Tarela, Florencia Melo, Marcela Hacchler, Mara Mac Dougall, Silvia De la Cuadra, Celina Torres Molina, Rosa Piras, Leticia Giordano y Florencia
Serra. Evaluamos que en el aprendizaje de
los contenidos especficos de las tcnicas
y tecnologas cermicas, intervienen estrategias didcticas enriquecedoras, tanto
para el docente como para el estudiante.
Especialmente para este ltimo con vistas
a su propio desarrollo docente y como futuro productor artstico. Consideramos que
el proceso creativo no es una continuidad
lineal que comienza con la idea y termina
con la obra, es una secuencia de avances
y repliegues constantes entre etapas de
ideacin, accin y reflexin compartida.
Nota
1 El concepto de serendipity o serendipidad o principio de
serendipidad fue empleado por el autor ingls Horace
Walpole (1717-1797), quien utiliz esta expresin en
un carta a su amigo Horace Mann en el ao 1754. All
explicaba que este concepto refiere a un cuento persa,
Los tres prncipes de Serendib, en el que se relata los
descubrimientos fortuitos de ellos. Serendib, es una
antigua denominacin persa para Ceylon, actualmente
Sri Lanka. En la ciencia, este trmino fue empleado por
el socilogo Robert K. Merton de la Universidad de Harvard en Social Theory and Social Structure, 1949. Ver
Enciclopedia Britnica en www.britannica.com.
Nueva cultura
audiovisual urbana
EL CASO DE LA PLATA
Malena Di Bastiano1 // Profesora y Licenciada en Historia de las Artes Visuales,
Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesora adjunta de Anlisis y Crtica y Teoras del Audiovisual, FBA, UNLP. Maestranda en Teora
y Esttica de las Artes, FBA, UNLP. Investigadora de la Comisin de Investigaciones
Cientficas de la Provincia de Buenos Aires (CIC).
Ana Pascal // Comunicadora Audiovisual, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Ayudante diplomada de Anlisis y Crtica y Teoras
del Audiovisual y Teora, FBA, UNLP. Investigadora de la Comisin de Investigaciones
Cientficas de la Provincia de Buenos Aires (CIC).
El principal objetivo de nuestra investigacin fue obtener por medio del anlisis de
experiencias relacionadas a la actividad de
creacin, difusin y consumo de las artes
audiovisuales pasadas y presentes, para
trascender la clsica dicotoma entre salas
comerciales y circuitos especializados, o
la ms reciente disyuntiva entre asistencia
a salas de cine y modalidades de consumo
domstico un panorama de las diversas
modalidades de activacin de las culturas
de lo audiovisual, producto del contacto
con otras formas culturales emergentes que
extienden y desbordan las prcticas y los
mbitos tradicionales. El estudio se realiz
en la ciudad de La Plata y se centr, especficamente, en los circuitos alternativos de
circulacin que ha generado el audiovisual,
ARTE E INVESTIGACIN 8
87
produccin ms giles y estticas renovadas desde un underground crecientemente activo. Estos movimientos dieron por
muerto al cine-industria, celebrando el nacimiento del cine como arte; en el seno de
la industria, directores como Orson Welles
o Alfred Hitchcock pusieron en tensin esta
dicotoma. Al mismo tiempo, Guy Debord y
el movimiento situacionista promovieron
la muerte del cine como normalizador del
imaginario colectivo. En tanto, el cine como
centro del sistema de medios de comunicacin fue desplazado por la masificacin de
la TV hogarea.
La tercera muerte fue proclamada a partir de que el cine fuera absorbido por la in-
88
ARTE E INVESTIGACIN 8
ARTE E INVESTIGACIN 8
89
Para narrar la evolucin de estos cambios se recurri con frecuencia a la periodizacin de las transformaciones que el cine
experiment a distintos niveles: tecnolgicos, estilsticos, de produccin y/o exhibicin, modelos de representacin, modelos
de espectador, aparicin de autores y estilos clave. El acento puesto en alguno de
estos factores por sobre los dems tiende
90
ARTE E INVESTIGACIN 8
Conclusiones
En este contexto, donde la reflexin y su
puesta en comn parecen ir a la saga de las
innovaciones tecnolgicas, donde la vertiginosidad de los cambios obliga y a la vez
Notas
1 Las autoras forman parte del proyecto de investigacin
fragmentos, 1959
discursos), 2010.
3 Georges Didi-Huberman, (2000) Ante el tiempo. Historia
Russo, Algunas hiptesis sobre un discurso recurrente. Las tres muertes del cine, 2009.
ARTE E INVESTIGACIN 8
91
Bibliografa
ALTMAN, Rick: Otra forma de pensar la historia (del cine): un modelo de crisis, en Archivos de la Filmoteca, Ao 7, N 22, Instituto Valenciano de Cinematografa Ricardo
Muoz Suay, 1996.
APREA, Gustavo: Las muertes del cine, en CARLN, Mario y SCOLARI, Carlos (eds.): El fin
de los medios masivos. El comienzo de un debate, Buenos Aires, La Cruja, 2009.
BELLOUR, Raymond: Entre imgenes, Buenos Aires, Colihue, 2009.
BENJAMIN, Walter: (1942) Tesis sobre la historia y otros fragmentos, Rosario, Prohistoria,
2009.
DANEY, Serge: Cine: arte del presente, Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004.
DICKIE, George: (1984) El crculo del arte, Barcelona, Paids, 2005.
DIDI-HUBERMAN, Georges: (2000) Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las
imgenes, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2006.
GUBERN, Romn: (1969) Historia del cine, Madrid, Lumen, 1998.
MACIEL, Katia: Transcinemas, Rio de Janeiro, Contracapa, 2009.
PARENTE, Andr: La forma cine. Variaciones y rupturas, en MACIEL, Katia: Transcinemas,
Rio de Janeiro, Contracapa, 2009.
PASCAL, Ana: Nuevas modalidades de la experiencia audiovisual en entornos urbanos
(aparatos, dispositivos y discursos), en Arkadin. Estudios sobre cine y artes audiovisuales, Ao 5, N 3, FBA, UNLP, 2011.
RUSSO, Eduardo: Lo viejo y lo nuevo, qu es del cine en la era del post-cine?, en LA
FERLA, Jorge (comp.): Artes y medios audiovisuales: un estado de situacin II, Buenos
Aires, Aurelia Rivera, Nueva Librera, 2008.
RUSSO, Eduardo: Algunas hiptesis sobre un discurso recurrente. Las tres muertes del
cine, en CARLN, Mario y SCOLARI, Carlos (eds.): El fin de los medios masivos. El comienzo de un debate, Buenos Aires, La Cruja, 2009.
SONTAG, Susan: The Decay of Cinema, en The New York Times Magazine, 1996 [En lnea]
http://www.nytimes.com/books/00/03/12/specials/sontag-cinema.html [Consulta: 16
de junio de 2012].
YOUNGBLOOD, Gene: Expanded Cinema, New York, Dutton & Co., 1970.
92
ARTE E INVESTIGACIN 8
Agenda de nuevas
estrategias didcticas
JORNADAS DE REFLEXIN DEL TALLER DE DISEO
EN COMUNICACIN VISUAL C, FBA, UNLP
Mara de las Mercedes Filpe1 // Diseadora en Comunicacin Visual, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesora Titular
del Taller de Diseo en Comunicacin Visual I a V C, FBA, UNLP. Profesora Titular de
la Ctedra de Comunicacin, Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires
(UNNOBA).
Mara Sara Guitelman // Diseadora en Comunicacin Visual, FBA, UNLP. Profesora Adjunta del Taller de Diseo en Comunicacin Visual I a V C, FBA, UNLP.
Stella Maris Abate // Profesora en Ciencias de la Educacin, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin (FaHCE), UNLP. Magister en Ciencias Sociales.
Profesora Adjunta de la ctedra Teora y Desarrollo del Currculum, FaHCE, UNLP. Coordinadora del rea Pedaggica, Facultad de Ingeniera, UNLP. Docente de la Especializacin
en Docencia Universitaria, UNLP.
El inicio de un proceso
de reflexin
El ciclo de encuentros comenz con una invitacin a los ayudantes de cada uno de los
niveles del taller en la que les propusimos
la forma de participacin en la experiencia.
A continuacin, se reproduce la invitacin
y la consigna tal como se plante a cada
docente:
Invitamos a los ayudantes de cada uno de
los niveles de Taller C a presentar en forma
AGENDA DE NUEVAS ESTRATEGIAS DIDCTICAS. JORNADAS DE REFLEXIN DEL TALLER DE DISEO EN COMUNICACIN VISUAL C, FBA, UNLP
ARTE E INVESTIGACIN 8
93
grupal (un grupo por cada uno de los 5 niveles) un caso de situaciones didcticas2 de
seguimiento de proyectos que identifiquen a
su taller.
La propuesta es que elijan un trabajo prctico desarrollado en ese nivel durante el ao y
cuenten cmo se realiz el seguimiento del
proceso de diseo por medio de las intervenciones docentes en el aula. Podrn ejempli-
cin son:
corporal y otros.
- Capacitarnos
encuestas
3. Qu evaluamos?
- El proceso o el resultado?
Taller
taller?
94
ARTE E INVESTIGACIN 8
La valoracin crtica
Al cierre de las presentaciones, la profesora Mnica Pujol seal que varios de
los interrogantes que surgieron, como las
preguntas sobre los modelos disciplinares,
el proceso de aprendizaje con relacin al
momento de la evaluacin y la evaluacin,
Otro de los temas relevantes que seal la docente invitada fue la contextualizacin, que se puso de manifiesto con
la presentacin realizada por el grupo de
docentes de tercer ao sobre la relacin
de los diseadores con las nuevas tecnologas. Esto se vincula a lo que mencion
el grupo a cargo de segundo ao acerca
de la articulacin del espacio del Taller
con el resto de la carrera y de la relacin
entre los ejercicios acadmicos y la prctica profesional. Las carreras de diseo en
la Argentina, pero no slo en la Argentina,
ponen como eje al Taller, lo que prescribe
cierta estructuracin: hay un maestro con
el que a travs del hacer, se va a ir validando una situacin de oficio. Estas palabras
de Pujol describen nuestras prcticas con
contundencia, aunque conceptualmente
planteemos otra cosa.
En relacin con el eje planteado por
quinto ao, el requerimiento de un trabajo que privilegie lo conceptual por sobre la
pieza de diseo, Pujol dijo sentirse identificada al encontrar las mismas dificultades
en su propio Taller en lo que se refiere a
lograr establecer un correlato entre las investigaciones conceptuales y el resultado
grfico. Seal que la imagen ha tenido
tanta relevancia en el recorrido disciplinar
que resulta difcil que los alumnos se siten privilegiando lo conceptual.
Finalmente, sugiri a los presentes compartir las preguntas de nuestros grupos
que coincidan con las que ellas se estn
formulando en la UBA. La primera se relaciona con el desarrollo terico que tiene actualmente la disciplina. Seal que no son
casuales los planteos tericos que se estn
haciendo; que no son casuales las preocupaciones por lo que est ocurriendo con
los contextos ni tampoco la pregunta sobre
las estrategias o sobre cmo se construye
informacin. La dificultad es, quizs, que
estas preguntas se formulan con el arrastre
de viejos modelos de enseanza que conlleva el Taller y que muchas veces no contemplan la complejidad de las instancias
de enseanza-aprendizaje (dimensiones
institucionales y psicolgicas, objeto de estudio, etc.). Agreg que, pese a la voluntad
crtica de muchos docentes con relacin a
la enseanza del diseo, el modelo puesto
en cuestin se sostiene porque lo sostienen los mismos docentes. En este sentido,
inst a revisar el modelo de enseanza en
la perspectiva de los futuros profesionales.
Pujol consider necesario explicitar su
postura acerca de la disciplina y sostuvo
que no hay una sola forma de hacer diseo. Su propuesta es orientar la formacin
para que al hacer intervenciones los diseadores trabajen de manera situacional.
Algunas veces, stas van a terminar en
El plenario
Nudos de reflexin e intercambio
Las preguntas elaboradas a partir del primer encuentro fueron el hilo conductor
para iniciar la discusin en la segunda jornada, el 7 de diciembre de 2010. Los temas
fueron expuestos de manera argumentativa y considerados de gran relevancia en un
contexto de reflexin y mejora de la calidad
educativa, ya que constituyen temas de la
agenda actual de la didctica y del currculum universitario.
Para empezar a contestarnos qu significa una buena enseanza en el taller,
se hizo necesario reflexionar acerca de la
posibilidad de acordar una posicin en
cuanto a qu es un Diseador en Comunicacin Visual. Se caracteriz al contexto
institucional como un contexto de debates
AGENDA DE NUEVAS ESTRATEGIAS DIDCTICAS. JORNADAS DE REFLEXIN DEL TALLER DE DISEO EN COMUNICACIN VISUAL C, FBA, UNLP
ARTE E INVESTIGACIN 8
95
96
sea corregido por distintos profesores, etctera. Una vez ms, se instal la pregunta
sobre la valoracin esttica a la hora del seguimiento y la evaluacin de los proyectos.
Un grupo de docentes consider que emitir
juicios de valor en relacin con cuestiones
estticas sera razonable en tanto estos estn acompaados de las argumentaciones
acadmicas correspondientes.
El tema de la motivacin fue abordado
en esta ocasin desde un punto de vista
propositivo. Al respecto, se concluy que
los alumnos se motivan ms en clases en
las cuales los docentes logran transmitir
pasin por su profesin. Los especialistas
invitados podran colaborar en este sentido y sera conveniente convocar a diseadores en ejercicio para que compartan sus
trayectorias profesionales en contextos
laborales.
Por ltimo, se trataron dos temas centrales en los procesos de cambio en la enseanza universitaria:
a) Qu significa ensear en materias en
las cuales el avance del aprendizaje depende fundamentalmente del compromiso del
alumno. Qu significa ensear, si entendemos que disear implica recorrer un proceso en el cual es necesario que se activen
rasgos personales de los alumnos.
Algunas intervenciones de los asistentes al plenario se orientaron a concebir la
enseanza como una forma de acompaar
al proyecto de otro. En este sentido, se
valor la importancia de considerar que el
trabajo es del alumno y no del docente.
ARTE E INVESTIGACIN 8
Proyecciones
Lineamientos para el trabajo
en el aula
En una tercera instancia, los docentes nos
reencontramos para elaborar, a partir de
los ejes debatidos, estrategias tendientes
a la construccin de saberes en el taller.
Este sera el primer paso en una reformulacin de los trabajos prcticos, focalizada en
ponderar lo conceptual por sobre la resolucin grfica de un problema.
El proceso del que da testimonio esta
resea es, a nuestro juicio, valioso en todo
sentido. Contarnos, escucharnos e interrogarnos analticamente acerca de lo que
estamos haciendo en compaa de colegas
externos al Taller, es, indudablemente, un
camino posible de creacin de condiciones
para la construccin de una agenda colectiva de mejoras.
Notas
1 Las autoras integran el proyecto de investigacin El
institucionales y culturales.
3 Mnica Pujol es Diseadora Grfica y Profesora Titular
de Diseo Grfico I, II y III, FADU, UBA.
4 Mara Ledesma es Lic. en Literatura Moderna y Profesora Titular de Comunicacin, FADU, UBA.
AGENDA DE NUEVAS ESTRATEGIAS DIDCTICAS. JORNADAS DE REFLEXIN DEL TALLER DE DISEO EN COMUNICACIN VISUAL C, FBA, UNLP
ARTE E INVESTIGACIN 8
97
La enseanza
del dibujo
en la escuela
EL APORTE DE MARTN MALHARRO
Vanesa Giambelluca // Profesora de Artes Plsticas, orientacin Pintura, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Docente de Pintura,
FBA, UNLP. Becaria de Formacin Superior, Secretara de Ciencia y Tcnica, UNLP.
Maestranda en Esttica y Teora de las Artes, FBA, UNLP. Curs el Doctorado en Educacin
Artstica de la Universidad de Barcelona.
98
ARTE E INVESTIGACIN 8
VANESSA GIAMBELLUCA
Fernando Fusoni, por otro lado, identifica contenidos que no deberan estar presentes en ningn grado de la enseanza infantil porque slo son tiles en las carreras
profesionales, como el dibujo de la figura
humana.
El dibujo de figura no tiene valor educacional
() son estos pues [gato, perro, conejo, nutria, clavel, rosa] los objetos que impresionan vivamente la mente del nio, despiertan
su curiosidad y evocan sus recuerdos. Son
estas las formas naturales que se deben
dar a dibujar al nio. Pero el dibujo de tales
formas, aunque hecho con sencillez esquemtica, no debe ser convencional. Hay que
ARTE E INVESTIGACIN 8
99
100
ARTE E INVESTIGACIN 8
La reforma educativa
de Malharro
Circunscrito en el mencionado contexto
socio-pedaggico de fin del siglo
XIX e inicios del siguiente, e imbuido
particularmente de las ideas de Rousseau,
se destaca la figura de Martn Malharro
(1865-1911) por la labor reformista que
desempe sobre la enseanza del dibujo
en las escuelas argentinas.
Malharro libr una batalla contra el medio artstico nacional para divulgar los principios del impresionismo y de las nuevas
corrientes artsticas. En Pars aprendi la
tcnica y la esttica impresionistas. En 1901
regres a Buenos Aires y encontr un medio resistente con el que tuvo que luchar y
romper el crculo que ahogaba los impulsos
VANESSA GIAMBELLUCA
tivas clases.
riberto Spencer.
resultados.
cin. 22
de educacin esttica.23
Propuesta y fundamentos
pedaggicos de la reforma
tros ni lo inventaron los Estados Unidos. Dicho principio se enuncia en el famoso Emilio de Rousseau, cuando el gran ginebrino
ARTE E INVESTIGACIN 8
101
que imitaciones, ni dibujar ms que dibujosquiero que no tenga otro maestro que la naturaleza, ni otro modelo que objetos().27
102
seanzas integrales.
en la Escuela Primaria. Croquis de una excusin escolar, Malharro describi los lineamientos pedaggicos base del trabajo
educativo durante las excursiones al aire
libre y remarc que la tcnica es solo un
medio para llegar a un fin. En dicha actividad se busca cristalizar las ms fugitivas
sensaciones, las ms rpidas impresiones,
hacindolas visibles por medio de un signo
escrito, ste debe ser necesariamente per-
ARTE E INVESTIGACIN 8
VANESSA GIAMBELLUCA
Notas
1 Jos Mara. A. Garca Martnez, Arte y enseanza artstica
en la Argentina, 1985.
p.441.
6 Fernando Fusoni, La enseanza del dibujo en las escuelas comunes , 1898, p.391.
7 Ibdem, p. 388.
8 Ibdem.
15 Ibdem, p. 71.
16 Ibdem.
p. 71.
ARTE E INVESTIGACIN 8
103
27 Ibdem, p. 3.
28 Juan Jacobo Rousseau, (1762) Emilio o la Educacin,
Ricardo Vias (traduccin), 2000, pp. 173-174.
2004, p.112.
31 Martn Malharro, El dibujo en la escuela primaria.
Pedagoga-Metodologa, citado en Gutirrez Viuales
Rodrigo, op. cit., 2002, pp. 130-131.
32 Martn Malharro, El dibujo en la Escuela Primaria. Croquis de una excusin escolar, 1906, p. 165.
33 Ibdem, p. 162.
34 Martn Malharro, op. cit., 2002, p. 131.
37 Rodrigo Gutirrez Visuales, La infancia entre la educacin y el arte. Algunas experiencias pioneras en Latinoamrica (1900-1930), 2002, p. 131.
61-64.
25 Martn Malharro, El dibujo en la Escuela Primaria,
97-98.
39 Jos Mara Garca Martnez, op. cit., 1985, p. 126.
125-126.
Bibliografa
BRUCKMANN, Rodolfo: El conocimiento de las formas en la escuela popular, en Monitor
de la Educacin Comn, Ao 21, N 34, Buenos Aires, Consejo Nacional de Educacin,
1901.
CABRERA SALORT, Ramn: La mirada de una isla despierta. Dos siglos de arte y enseanza en Cuba, en Bordn. Revista de pedagoga, Vol. 62, N 2, 2010.
COMAS, Eduardo; COMAS, Justo; GUERRICO, Fernando; LEMA; Baltazar: Informe de los
inspectores nacionales de Escuelas en las provincias de Tucumn y Entre Ros, Monitor
de la Educacin Comn. Consejo Nacional de Educacin, Ao 5, n 74, 1885, p. 433-442.
DI LEVA, Claudia: De pinceles y acuarelas. Patrimonio artstico argentino, Buenos Aires, Fundacin de Historia Natural Flix de Azara y Ministerio de Educacin de la Nacin, 2009.
FUSONI, Fernando: La enseanza del dibujo en las escuelas comunes, en Monitor de la
Educacin Comn, Ao 18, N 309, Buenos Aires, Consejo Nacional de Educacin, 1898.
GARCA MARTNEZ, Jos Mara: Arte y enseanza artstica en la Argentina, Buenos Aires,
Fundacin Boston, 1985.
GUTIRREZ VIUALES, Rodrigo: La infancia entre la educacin y el arte. Algunas experiencias pioneras en Latinoamrica (1900-1930), en Revista Artigrama, N 17, 2002.
__________________Arte y vida acadmica en la Argentina. Vicisitudes de una experiencia tarda, Tiempos de Amrica. Revista de Historia, Cultura y Territorio, N 11, 2004.
HERNNDEZ, Fernando: Educacin y cultura visual, Barcelona, Octaedro, 2000.
MALHARRO, Martn: En la Escuela Presidente Roca. Una visita a La Exposicin de Dibujos, en Monitor de la Educacin Comn, Ao 26, N 403, Buenos Aires, Consejo Nacional de Educacin, 1906.
104
ARTE E INVESTIGACIN 8
VANESSA GIAMBELLUCA
Fuentes de Internet
AZAR, Salomn: El arte en la educacin: antecedentes y proyeccin, en Revista Quehacer Educativo, Federacin Uruguaya de Magisterio, Trabajadores de Educacin Primaria, N 93, Febrero de 2009, [En lnea], http://www.quehacereducativo.edu.uy/
docs/9904a255_qe%2093%20012.pdf [15 de noviembre de 2011].
INSTITUTO LEN XIII, Arte Argentino Siglo XX, en Sitio web del Instituto Len XIII, [En
lnea],http://leonxiii.edu.ar/index.php?option=com_docman&task=cat_w&gid=224&I
temid=99999999 [20 de enero de 2011].
ARTE E INVESTIGACIN 8
105
Lugares y espacios.
Una mirada sobre
los escenarios
contemporneos
Natalia Giglietti1 // Profesora de Historia de las Artes Visuales, Facultad de Bellas
Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Ayudante de la ctedra Lenguaje
Visual IB, FBA, UNLP. Becaria de iniciacin, Secretara de Ciencia Tcnica, UNLP. Directora
de Arte, Prosecretara de Arte y Cultura, Secretara de Extensin Universitaria, UNLP.
Francisco Lemus
106
ARTE E INVESTIGACIN 8
Imgenes rurales3
Lo rural, es decir, lo que comnmente asociamos con todo aquello relativo al campo,
a sus personajes, sus hbitos y caractersticas espaciales singulares, soport la
pesada carga histrica proveniente de Europa y fue protagonista, en los inicios de
la institucionalizacin del arte argentino,
de los debates en torno a lo que deba ser
el llamado arte nacional. Por ello, apelar
a la ruralidad no slo implica un traslado
espacial, sino tambin histrico, ideolgico y emotivo que se encuentra instalado e
econmicas.
En cuanto a la concepcin peyorativa
del campo como sujeto para la produccin
artstica, podemos observar que numerosos artistas contemporneos retoman esta
deuda para renovar los modos de acercamiento. En las fotografas La serie de las mil
muertes, de Rosan Simonassi, por ejemplo,
aparece la artista como un punto apenas
visible en la inmensidad de la llanura, que
apela no solo a la imaginacin de la propia
muerte sino tambin a la del escenario elegido que es justamente aquel lugar que, tal
como lo estigmatiz la historiografa nacional, remite al pasado, al orden de lo inmvil
y de lo estable. En palabras de Michel De
ARTE E INVESTIGACIN 8
107
108
ARTE E INVESTIGACIN 8
Escenas urbanas
Constant, por los cambios en las configuraciones clsicas del campo: anula la lnea de
horizonte y esto modifica el punto de vista
y resquebraja la sensacin de inmensidad.
De esta manera, en las producciones artsticas contemporneas podemos observar distintas operaciones que se ponen en
juego, como el refuerzo de los clichs que
todava se mantienen intactos, la revisin
histrica mediante la apropiacin de mode-
con la mixtura sucedida dentro de los procesos de hibridacin cultural. De esta manera, se puede entrever aquella disociacin
existente entre el mapa como conjunto de
signos y smbolos que apela a la mezcla
donde an se identifica la identidad de los
elementos que la componen, mientras que
en la cotidianeidad la fusin se presenta de
manera ms continuada e integrada a las
diferentes formas culturales.
A partir de una breve mirada de la obra
Historias del M2 (2008), de Graciela Sacco
y Gua de la inmovilidad (2003), de Jorge
Macchi, es posible visualizar, por un lado,
los lmites contradictorios en cuestin. De
esto se podran desprender los siguientes
po y ciudad.
Resulta claro que la mirada idealizada
hacia el paisaje natural no es ajena a las
imgenes que deambulan a partir de los
procesos de mundializacin de las ciudades. Textos recientes, como los de Oliver
Monguin,16 nos brindan una importante
reflexin acerca de la metropolizacin
sucedida en trminos de dispersin, fragmentacin y multipolarizacin y cmo esta
situacin ha invertido el rol de la ciudad
como sistema contenedor de flujos de personas, para verse obligada a adaptarse a
las nuevas reglas de juego propuestas por
la nueva cultura urbana. De este modo,
el paisaje como gnero se entrecruza con
escenas de la contemporaneidad que problematizan sobre los mltiples marcos de
referencia de la urbe-espacio que se habita de manera fluctuante y vertiginosa.
Palabras como ciudad, lugar y urbano esconden realidades contrastadas e incluso
contradictorias.
La ciudad est atravesada por dos tipos
de condiciones urbanas, la de la experiencia urbana en s y la del estado actual urbano. La experiencia urbana se caracteriza
por producir pliegues entre el adentro y el
afuera, lo interior y lo exterior, el espacio
pblico y el espacio privado. De este modo,
se podra decir que la experiencia ideal
se encuentra de manera dialctica con el
estado actual urbano que vara entre despliegues y repliegues, dando como sntesis
aquella posciudad que vivencia constantemente formas extremas.17 Algunas obras,
ARTE E INVESTIGACIN 8
109
como el cuerpo, la alimentacin y los lugares, es representada en diferentes arquitecturas habitacionales utpicas presentadas
en fotografas, backlights y maquetas. De
este modo, la ciudad puede ser vista como
un gran reservorio de constructos sociales
e imaginarios, como instituciones, leyes,
tradiciones, creencias y comportamientos.
La casa no solo funciona como reducto de
la institucin familiar, sino como parte de la
tradicin urbana; en el caso de las obras de
Barreda, se complejiza, se adapta a nuevos
espacios y materialidades.
Finalmente, es posible argumentar que,
por el momento, todo anlisis del problema abordado resulta contingente, ya que la
organizacin urbana flucta entre el centro
y la periferia constantemente de manera
centrfuga y centrpeta al establecer un
recorrido infinito en un espacio circunscripto.21 De este modo, la fluctuacin constante
proporciona nuevos y dismiles elementos
de abordaje en la representacin visual
contempornea de la ciudad.
A modo de cierre
110
ARTE E INVESTIGACIN 8
frontera o pasa por debajo de l y esquivando el veloz trnsito de los automviles huye
precipitadamente por la calzada movida por
el impulso de huir del pasado e imbuida por
la promesa del norte.23
saltar, osos en acecho, nos indican que debemos estar atentos a su posible aparicin
en la ruta. En este caso el icono es diferente
y hace referencia al trfico del cruce cultural.
El grfico muestra gente caminando. En su
desesperacin por escapar de un destino de
pobreza, la gente corta el alambrado de la
Notas
2011.
7 Ibdem, p. 164.
Argentina. Nace con los cambios econmicos introducidos por el modelo agroexportador.
9 Michel de Certeau, La invencin de lo cotidiano I. Artes
de Hacer, 2000, p. 139.
UNLP.
pampeana y la Patagonia.
11 Mara Laura Malosetti, Pampa, ciudad y suburbio,
2007, p. 103.
12 Ibdem, p. 118.
cas, 2000.
14 Ibdem, p. 135.
Bibliografa
CASTORIADIS, Cornelius: (1975) La institucin imaginaria de la sociedad, Buenos Aires,
Tusquets, 2007.
DE CERTEAU, Michel: La invencin de lo cotidiano I. Artes de Hacer, Mxico, Universidad
Iberoamericana, 2000.
CHAMBERS, Ian: Migracin, cultura, identidad, Buenos Aires, Amorrurtu, 1994.
LIENDIVIT, Zenda: Territorios en trnsito. Ensayos sobre la ciudad moderna, Buenos Aires,
Contratiempo, 2008.
MACHADO, Arlindo: Convergencias y divergencias de los medios, en El paisaje meditico, sobre el desafo de las poticas tecnolgicas, Buenos Aires, Libros del Rojas, 2000.
MALOSETTI, Mara Laura: Pampa, ciudad y suburbio, Buenos Aires, Fundacin Osde, 2007.
MONGUIN, Oliver: La condicin urbana. La ciudad a la hora de la mundializacin, (Traduccin de Alcira Bixio), Buenos Aires, Paids, 2006.
OBLIGADO, Rafael: Sobre el arte nacional, en Prosas, Buenos Aires, Academia Argentina
de Letras, 1943.
SCHIAFFINO, Eduardo: La evolucin del gusto artstico en Buenos Aires, Buenos Aires, Editorial de Bellas Artes, 1982.
WILLIAMS, Raymond: (1973) El campo y la ciudad, Buenos Aires, Paids, 2011.
ARTE E INVESTIGACIN 8
111
Sobre el estilo
Enrique Gonzlez De Nava//
112
ARTE E INVESTIGACIN 8
Definicin preliminar
Estilo es una palabra un poco anticuada. En
el mbito de la produccin artstica, en la
jerga de los artistas, la palabra estilo casi
no se usa y es reemplazada por equivalentes como lenguaje, manera, modalidad, incluso tcnica, la tcnica personal
del artista que, en ese caso, quiere decir
estilo.3
El concepto y la palabra estilo han quedado asociados a la historiografa del arte
y sus perodos. Pero la historiografa es hoy
casi inmediata ya no espera el paso de las
generaciones y el decantarse de los hechos
relevantes - y los historiadores del arte (y
los historiadores en general), son como
un perro que muerde los talones, capaces
(casi) de historiar lo acontecido ayer. Aun
as, el concepto de estilo ha quedado ligado a los llamados estilos de poca, lenguajes artsticos que se manifestaron en varios
gneros y especies artsticas en la larga
duracin histrica; es decir, movimientos,
olas o mareas colectivas fcilmente discernibles hasta el Romanticismo.
En la poca del Romanticismo, los movimientos y los contramovimientos de
es asir (en el sentido etimolgico de la palabra) el origen, las races, tanto nuestras
como de las cosas.5
Hipotticamente, la matriz puede haberse formado en el grupo y haberse transmitido (por crianza y educacin) al individuo;
o haberse formado en el individuo y haberse transmitido (por contacto y difusin) al
grupo y de se a otros grupos. Pero, a la
hora de producir la obra de arte, la matriz
no puede faltar en la estructura de la personalidad del artista o artfice; de lo contrario, ste no tiene cmo matrizar (moldear, modelar, formar) la forma concreta
que constituye la obra de arte ni el grupo
tiene cmo manifestar su particular matriz
por falta de un portador, de un mdium,
capaz de objetivarla en obras. Por eso, si
bien parece adecuado y no contradictorio
denominar estilo tanto al lenguaje artstico de una comunidad, de un grupo, de
una generacin, de una poca y, tambin,
al lenguaje peculiar de un individuo hay,
con todo, una cierta diferencia cualitativa entre una atribucin y otra, que tiende
a volcar la balanza, cada vez ms, a favor
de la atribucin del estilo como proceso de
descubrimiento, como actividad creadora
concreta, al individuo, a la personalidad
del artista. Pero aqu se nos presenta una
paradoja, porque el valor de un estilo no se
mide por lo personal o impersonal de sus
atributos: un estilo se manifiesta como una
combinacin inextricable de cualidades
particulares y universales, y en la era del
individualismo la nuestra desde el Renaci-
SOBRE EL ESTILO
ARTE E INVESTIGACIN 8
113
114
El estilo y la estructura
dplice de la obra de arte
La obra de arte pertenece al espacio
de las obras culturales, una interfase
entre la mente y la naturaleza y combina
propiedades de ambas: la subjetividad
del artista la obra es, en este caso, una
prolongacin de la mente en el afuera
, y la objetividad de las cosas con un
aspecto y unas propiedades estructurales
que prolongan el mundo objetivo en el
adentro ; es decir, una doble raz, pero
sin pertenecer estrictamente a ninguna de
las dos: ni mente, ni materia; o, mente y
materia combinadas en una entidad que ya
no pertenece, con exclusividad, a ninguna
de ellas, sino a una tercera: el espacio de
las obras culturales. De ah su carcter
paradjico: nos enfrenta como una cosa
objetiva, con propiedades estructurales
derivadas del mundo fsico y, sin embargo,
sabemos que alguien est detrs de ella,
de su gestacin, de su nacimiento, de
su realizacin, de su presentacin y de
su promocin. La obra de arte tiene
ostrar que toda obra plstica porta referencias, directas o indirectas, a entidades que
existen fuera de la obra. Al menos a otras
obras de arte dira Andr Malraux,7 con
las que se encadena. Pero las obras de arte
no se refieren solo a otras obras de arte. La
conciencia es un sistema abierto y el arte,
que es una manifestacin de la conciencia,
tambin.
Desde este punto de vista, la obra de arte
puramente gestual (por poner un ejemplo
que considero privilegiado) sera una especie de antes de la referencia, antes de la
forma, antes, por consiguiente, de la figura.
O, si se prefiere, sera un despus, cuando
se la interpreta como negacin solipsista
de los aspectos visibles de la realidad; un
rechazo radical, nihilista, de todo aquello
a lo que se dedicaron tantas generaciones
de artistas: captar, extensivamente, los
aspectos visibles de lo real. Para m, es un
despus que recupera un antes: el estadio
ms elemental y primitivo de la actividad
grfica en un contexto, el actual, donde el
hombre est exhumando todo su pasado
y todos sus estratos psquicos antes de
ARTE E INVESTIGACIN 8
hasta Rembrandt, al menos el caso de Rubens y Van Dyck, o potencial (futura), como
los casos de Van Gogh, Czanne y Gauguin.
Una manzana no necesita ser representada; el hombre s lo necesita para tomar
conciencia de su ser, en gran medida oculto
o inconsciente; y en ello reside la funcin
cognoscitiva sui gneris del arte, totalmente independiente de sus funciones ilustrativa, comunicativa y decorativa. Cuando el artista representa una manzana - de
la discordia o de la concordia, pero siempre
ms o menos suculenta -, no es la manzana
la representada, sino el artista. Pero el yo
del artista y su matriz formativa no pueden
tener representacin directa sino indirecta,
SOBRE EL ESTILO
Complementos
El estilo, cuando est desarrollado, se manifiesta en todos los niveles de una realizacin artstica y no es aislable como una parte, sino perceptible o detectable como una
presencia que impregna la totalidad de lo
manifestado. Los artistas que pertenecen
a una misma escuela tienen, an as, una
impronta (un estilo) personal detectable en
la configuracin y en la factura, en la escritura del artista. Todos los impresionistas,
por ejemplo, compartieron elementos de
un lenguaje comn, pero cada uno de ellos
exhibi su propio e inconfundible estilo.
Si una obra de arte es un texto, entonces
un estilo, que es un conjunto de imponderables (valores), es un contexto en el que
ARTE E INVESTIGACIN 8
115
116
ARTE E INVESTIGACIN 8
SOBRE EL ESTILO
ARTE E INVESTIGACIN 8
117
118
ARTE E INVESTIGACIN 8
Precisiones
Desde un punto de vista amplio, en las
manifestaciones artsticas siempre hay estilo: incipiente o desarrollado; tradicional
o innovador; homogneo y estable hasta
donde la personalidad humana, esencial-
cimas de la creatividad humana, de la misma manera y por los mismos motivos, las
consideraciones sobre el estilo de las obras
de arte no pueden menos que referirse,
ante todo, a casos relevantes. Aqu tambin
el todo es igual, nada es mejor del poeta
Enrique Santos Discpolo,16 es la renuncia
a reconocer diferencias cualitativas y una
antesala del nihilismo. Se impone, por lo
tanto, una definicin cualitativa de estilo,
a modo de herramienta para estructurar y
reestructurar, tantas veces como haga falta, una escala de apreciaciones, una escala
de valores.
Estilo en el arte es un conjunto de caractersticas o propiedades que registra en obras
de uno o ms gneros y especies, la formacin, el funcionamiento y el despliegue de
una matriz psicofsica, y que hacen al arte
de un individuo o de un conjunto humano
(grupo, generacin, colectividad, pueblo,
civilizacin) particular y memorable.
No es una mera diferencia: es una diferencia memorable. No se trata de una diferencia de grado, sino de una diferencia
de ndole (la originalidad, otra palabra
fallas del determinismo social; o abrindose paso por entre las fallas de un sistema
artstico establecido (o an tomndolo por
asalto), para reformarlo o transformarlo,
portadora del aura de lo nuevo;
2) el estilo como sistema, desarrollado y
estabilizado siempre que no est momificado o impuesto autoritariamente, portador del aura de lo logrado, del equilibrio
alcanzado;
3) la decadencia del estilo (quizs temporaria, en tanto la matriz, como una raz,
sobreviva oculta en los pliegues profundos
de la mente), cargada con el aura del crepsculo y de la muerte;
4) el renacimiento del estilo tiempo despus y en un contexto diferente y ms complejo, portador del aura de lo revivido y lo
recuperado;
5) el estilo como referencia histrica, como
el pasado de un presente, conservado
y exhibido en un Panten de los Estilos
(museo, historiografas del arte) al que se
puede recurrir, eventualmente, para rendirle culto, para diferenciarse de l, para
estudiarlo o para saquearlo, impregnado,
de esta manera, con el aura fetichista de lo
consagrado, o de lo ancestral, de la gloria y
la grandeza de los antepasados.
La diversidad de estilos diacrnica y
sincrnicamente considerados remite a
la diversidad de matrices espirituales que
coexisten, se imbrican y se rechazan en una
sociedad humana, es decir, en una sociedad compleja. Y, al parecer, las matrices o
tendencias portan un ncleo de irreductibi-
SOBRE EL ESTILO
ARTE E INVESTIGACIN 8
119
Notas
1 Paul Klee, (1924) Acerca del Arte Moderno, 1971, p. 39.
Bibliografa
ACKERMAN, James: Art et Evolution, en Nature et art du mouvement, Bruxelles, La Connaissance, 1968.
BELJON, Joop: Gramtica del arte, Madrid, Celeste Ediciones, 1993.
FOCILLON, Henri: (1936) La vida de las formas y elogio de la mano, Madrid, Xarait, 1983.
GOMBRICH, Ernst: (1950) La Historia del Arte, Buenos Aires, Sudamericana, 1995.
GONZALEZ DE NAVA, Enrique: Esculturas de Manuel Das, imaginero colonial, en el Museo
de San Francisco, en Buenos Aires. Una digresin sobre el concepto de estilo, ponencia presentada en las VIII Jornadas Nacionales de Investigacin en Arte, La Plata, de
noviembre de 2010.
HEIDEGGER, Martin: (1936) Introduccin a la Metafsica, Buenos Aires, Nova, 1966.
KLEE, Paul: (1924) Acerca del Arte Moderno, en Teora del Arte Moderno, Buenos Aires,
Ediciones Caldn, 1971 (compilacin de textos y conferencias de Paul Klee, traducidos
del alemn por Hugo Acevedo).
MALRAUX, Andr: (1949) The Voices of Silence, New York, Bollingen Series, 1953.
PAYR, Julio: (1951) El estilo del siglo XX, Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1980.
RAPHAEL, Max: (1947) Prehistoric Pottery and Civilization in Egypt, New York, Bollingen
Series, 1947.
READ, Herbert: (1955) Imagen e Idea, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1965.
SCHACHTEL, Ernst: (1956) Metamorfosis. Sobre el desarrollo del afecto, la percepcin, la
atencin y la memoria, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1962.
SONDEREGUER, Csar: (1995) Esttica Amerindia, Buenos Aires, e.m.e., 1997.
WLFFLING, Heinrich: (1915) Conceptos fundamentales en la historia del arte, Madrid, Calpe, 1924.
VV.AA.: UNIT ONE: the Modern Movement in English Architecture, Painting and Sculpture,
Londres, Cassell, 1934.
120
ARTE E INVESTIGACIN 8
ARTE E INVESTIGACIN 8
121
122
ARTE E INVESTIGACIN 8
MARA CELIA GRASSI/ ANGELA TEDESCHI/ NORMA DEL PRETE/ LUJN PODEST
Manifestaciones.
Mural de San Francisco, Crdoba. Smbolos patrios, instantneas urbanas actuales e histricas. El soporte como
metfora de la trascendencia en el tiempo.
a lo situado (imagen);
a la trascendencia del sitio (soporte cermico);
a la inmanencia de la metfora (lengua
y habla).
Este camino refleja, desde el barro, instantneas de nuestro entorno que son forjadoras de identidad. Nos apropiarnos de
diferentes tcnicas largamente probadas,
recuperamos tcnicas ancestrales y las redefinimos para expresar emociones con un
material indispensable para la vida. Como
poseedoras de un lenguaje verstil, sensual, plstico y polismico, no solo las piezas nicas que subliman su materia desempean un rol importante, tambin los mixes
procedimentales muestran otra cermica
en plena restructuracin.
La cermica genera puentes, inclusiones, conexiones a las redes. Formas y
materiales eclcticos la re-ubican. Tal vez
perdi el enigma de su origen alqumico,
de la frmula oculta, pero gan un espacio
propio participando como lenguaje de los
artistas plsticos contemporneos.
ARTE E INVESTIGACIN 8
123
Notas
33 Ibdem.
Bibliografa
BENJAMIN, Walter: Discursos interrumpidos, Buenos Aires, Taurus, 1989.
FERRATER MORA, Jos: Diccionario de filosofa, Buenos Aires, Sudamericana, 1975.
Fuente electrnica
Bitcora/Inmanencia y Proceso creativo, [En lnea] http://permutaciones.wordpress.
com/2010/06/10/bitacorainmanencia-y-proceso-creativo [Consulta: 10 de noviembre
de 2011].
124
ARTE E INVESTIGACIN 8
MARA CELIA GRASSI/ ANGELA TEDESCHI/ NORMA DEL PRETE/ LUJN PODEST
Historia e interpretacin.
Romanticismo y actualidad
Gerardo Guzmn // Profesor y Licenciado en Msica orientacin Composicin,
Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Doctorando
en Arte, FBA, UNLP. Profesor Titular de Historia de la Msica III, FBA, UNLP. Profesor
Titular de Elementos Tcnicos e Historia de la Msica, Conservatorio Gilardo Gilardi,
Direccin de Educacin Artstica de la Provincia de Buenos Aires. Director de la Escuela
de Arte de Berisso.
bles tradicionales, junto con otros, novedosos y vacilantes, a modo de una totalizante
entropa.
Al respecto, Michel Foucault seala:
La gran obsesin que atraves el siglo XIX,
como se sabe, fue la historia: temas del
desarrollo y de la detencin de procesos
polticos y culturales, temas de la crisis y
de los ciclos, temas de la acumulacin del
pasado, gran sobrecarga de muertos, enfriamiento amenazador del mundo. El siglo
XIX encontr en el segundo principio de la
termodinmica lo esencial de sus recursos
mitolgicos.1
ARTE E INVESTIGACIN 8
125
126
ARTE E INVESTIGACIN 8
La msica en el circuito
de la naciente interpretacin
Las obras musicales en particular las
acadmicas, las partituras y las ideas implicadas entre ellas, as como los niveles
productivos y fcticos de las piezas, buscarn consustanciarse en el intrprete y,
por ende, y a posteriori, en las audiencias.
Estas operaciones convertirn al circuito de
actuantes en una cadena ideal de comprensiones, aprehensiones e inferencias en las
que, como constructo principal, pretender
siempre surgir la prstina e intocable presencia del proyecto compositivo.
Los Tratados de Interpretacin tan caractersticos del Barroco o Clasicismo temprano con sus prescripciones, consejos,
codificaciones y recetas, entrarn en una
especie de cono de sombra, entre otros
aspectos, porque en la performtica musical tendern a escindirse los desempeos
inherentes a compositores e intrpretesejecutantes. Al mismo tiempo, se desata
una nueva situacin, que Foucault seala
en su trabajo Nietzsche, Marx, Freud que es
el enorme desarrollo y la capacidad sgnica
de la cultura decimonnica, su apertura y
sus alcances, y su consecuente imposibilidad de acceder a normatizaciones absolutas o, en todo caso, apriorsticas.
Efectivamente, el planteo de originalidad que las obras pretenden detentar
muestra una dificultad inicial de normar criterios compositivos e interpretativos en relacin con esa unicidad, novedad e irrepetibilidad. Esta cuestin se sobrepone como
GERARDO GUZMN
vas auto referenciadas en las que el concepto de emocin, expresin de sentimientos, anhelante identificacin entre obra y
intrprete, aspiracin exttica y sublimante, y otros tpicos, se insertaron en la mirada generalizada, naturalizada y legitimada
entre pblico y msicos para establecer de
qu manera el intrprete se conecta con la
obra y qu extrae de l mismo y de sta.
Acordamos con la idea de una dramaturgia
del gesto, mas sta deber estar en acuerdo con los datos estilsticos generales que
se buscan potenciar, transmitir y significar. De hecho, en el campo de la Direccin
Orquestal (o en el de la ejecucin vocal e
instrumental) existirn, durante el perodo
que nos convoca, intentos de establecer
escuelas interpretativas ms o menos rigurosas y estandarizadas a partir de ciertos principios positivistas, abundantes de
explicitaciones psico motrices, habilitantes
de una apertura hacia el logro de destrezas
del mismo orden, pero tambin hermenuticas de los contenidos expresivos de las
obras, o sera mejor decir, de los autores
en sus obras.
ARTE E INVESTIGACIN 8
127
128
ARTE E INVESTIGACIN 8
GERARDO GUZMN
Reflexiones acerca
de la interpretacin
contempornea
En nuestros das, aunque no habitualmente
en nuestros entornos locales de formacin
o produccin, las lneas interpretativas de
msicas del pasado (desde el medioevo
hasta el propio Romanticismo) efectuadas
sobre la base de criterios revisionistas o de
autenticidad histrica, proponen un atento
cuidado a los modos y los espacios de definicin performtica, supuestamente existentes en las propias pocas de produccin
de las obras ejecutadas. Los reparos hacia
la figura del Director piramidal, en el que
todo confluye y al que todo se reduce, queda un tanto velada por un estilo ms dialoguista y coloquial, y librado a un respeto
menos reverencial por el compositor y la
partitura. Por esta razn, tambin el texto
musical es entendido no como un corte definitivo y absoluto, sino como una escritura
dinmica participante de otras tantas que
el escritor (compositor) pudo consignar o
en todo caso, incluir y resignificar en un
conjunto hipertextual de gran complejidad
y abarcabilidad.
Y no nos referimos slo al convalidado
sentido de apertura de Apocalpticos e Integrados, que propone Umberto Eco,4 sino
ms bien al respeto intrnseco de los componentes grficos, morfolgicos, conformantes de un determinado texto. Sin embargo, la utilizacin actual y convalidada
de las Ediciones Urtext pareciera entronizar
al sujeto creador por cualquier intento de
revisin posterior. Podramos preguntar
por qu, en un momento de fuerte y extendida yoicidad como es el Romanticismo,
los Urtext no formaban parte habitual de
los estudios instrumentales o vocales (o
directamente no existan) y los estudiantes
se formaban con las ediciones plagadas
de comentarios sobre el creador y sus aspectos interpretativos. Igualmente, es vlido interrogar por qu razn en un mundo
como el actual, dudoso de absolutos, certezas o sujetos fuertes, las ediciones originales cobran tal relevancia. Inferimos que
se trata de un problema que deviene, ms
que de las sospechas sobre la validacin de
un perfilado sujeto (sea este compositor o
intrprete), de una voluntad de pulcritud
sobre las interferencias efectuadas por un
revisor, que s es sospechado.
Al mismo tiempo, no es casual que estas
edicionesque de hecho no se hacen solas
y suponen, por lo tanto, la existencia de
un investigador hayan tenido su primera
una potica ya no slo del autor sino, tambin, del intrprete y de los pblicos. De
qu modo puede existir una potica del mediador entre el autor y el pblico? Podra
existir, incluso, una potica del destinatario? Importan a los fines interpretativos
las condiciones de estudio, de ensayo, de
seleccin, de recorte y de actos productivos
generales que el cantante, el instrumentista o el actor realizan en su instancia preperformativa, o lo que interesa es nada ms
que su condicin y su experticia esencial de
mediador entre autor y audiencia por medio de un texto?
A menudo se ha considerado que la nica voz posible de ser escuchada es la del
creador, en tanto ste se transparenta mediante su propia obra ensamblada con un
intrprete, o bien a modo de explicitacin
pblica, oral u escrita de aqulla. El traductor del texto original, en su rol tradicional
de intercesor, est habitualmente conminado y relegado a hablar por el autor, a callar
su interno proceso creativo, en desmedro
de la validacin que adquiere su desarrollo
performtico, su ejecucin y su interpretacin. La voz del msico intrprete, del
actor, es siempre y solamente su voz imitando la voz secreta y asimilada de otro en
su especfica tarea de aludir a l mediante
la seal pertinente a su dominio, sea sta
msica, texto o movimiento
Para qu ms?, qu pretende decirnos
el actor, el bailarn o el msico por fuera de
su misin traductora de un creador plasmada en el mismo texto literario, coreogrfico
ARTE E INVESTIGACIN 8
129
discurso legalizado, esto es, el acting performtico frente al pblico, con su materia
esttica especfica como nica discursividad autorizada, a fin de llevar a aqul
hacia el terreno de su propia ontologa
hermenutica. En consecuencia, el oyente
y la audiencia son enfrentados no slo a la
obra de un autor, mediante la transmisin
corporeizada del intrprete, sino tambin a
la voz en tanto lengua natural y eficiente de
ste, que es oda, de manera autnoma y
previa, y otorga a su entidad total la visibilidad de un proceso creativo propio y tan intransferible como la del productor primero.
Inferimos que ante estas manifestaciones las condiciones especficas de la autografa y la alografa propuestas por Grard
Genette o Nelson Goodmanse redefinen en
instancias complejas, condensadas y sintetizadas.6 Pero aun sin avanzar hacia estos
procesos podra decirse, provisoriamente,
que contina vvida la cuestin sobre las
posibles injerencias poticas de los intrpretes. Las miradas actuales de historiadores, periodistas, crticos o realizadores
cinematogrficos, impactadas por las nociones de globalizacin y sus procesos rizomticos, como licuacin del sujeto fuerte
caracterstico de la modernidad, margen,
red, desterritorializacin y culturas diversas, se abocan a menudo a registrar el
mbito productivo de artistas e intrpretes.
Los desvelos afectivos, sus entornos familiares y amistosos, sus rdenes o desrdenes creativos, sus agendas, sus comidas y
salidas, su preparacin previa a la escena,
sus procesos asimilantes de una obra y un
autor, o su completa historia personal, son
reflejados con minuciosidad en los relatos
o crnicas entramadas en una especie de
micro historia.
La bsqueda de un autor por medio de
su indagacin productiva, o tal vez mejor,
el encuentro de un autor como resultado de
una derivacin o decantacin interpretativa de su propia potica, se vislumbra como
objetivo posible de estas pesquisas. En el
caso del intrprete y su aparicin performtica, su manifestacin en cuerpo y voz,
su relato hablado, su narracin del proceso
130
ARTE E INVESTIGACIN 8
GERARDO GUZMN
Breve conclusin
Ms all de que los maestros se desvelen por lograr en sus discpulos esta transparencia para con un creador, la misma
resultara imposible de establecer por razones intrnsecas de diferente orden: desde los aspectos atinentes a la motricidad
del individuo, las condiciones acsticas
de los instrumentos y de las envolventes
espaciales, hasta los niveles cognitivos y
emocionales de la estructura intrapsquica
del intrprete, con lo cual, y en consecuencia, la versin resultante cobra recortada
y clara entidad en el sujeto que se vuelca
sobre el autor.
Tal vez haya obra acotada a lmites, haya
sujeto creador, haya una historia de la in-
Notas
Msica, 1997.
Bibliografa
BOURRIAUD, Nicolas: (2006) Esttica Relacional, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2008.
DAHLHAUS, Carl: (1978) Fundamentos de la Historia de la Msica, Barcelona, Gedisa, 1997.
ECO, Umberto: (1968) Apocalpticos e Integrados, Barcelona, Debolsillo, 2011.
FOUCAULT, Michel: (1970) Nietzsche, Marx, Freud, Buenos Aires, Anagrama, 2010.
__________ (1966) El cuerpo utpico. Las heterotopas, Buenos Aires, Nueva Visin, 2010.
GENETTE, Grard: (1987) La obra de arte, Barcelona, Lumen, 1997.
GOODMAN, Nelson: (2000) Los lenguajes del arte, Madrid, Paids, 2010.
Discografa
VERDI, Giuseppe: (1867) Don Carlos [DVD], Viena, TDK, 2005.
ARTE E INVESTIGACIN 8
131
Procedimientos
y recursos instrumentales
APORTES DE CIFUNCHO DE MARIANO ETKIN
Carlos Mastropietro // Profesor de Msica, orientacin Composicin, Facultad
de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Profesor Titular de Instrumentacin y Orquestacin y Profesor Adjunto de Composicin, FBA, UNLP. Director
del Proyecto de Investigacin Instrumentacin: los fenmenos tmbricos como herramienta de anlisis y Composicin, Programa de Incentivos del Ministerio de Educacin
y Cultura de la Nacin.
Este artculo se enmarca dentro de una
investigacin1 orientada al estudio de la
Instrumentacin desde una perspectiva
que tiene en cuenta la generacin y la operacin de los fenmenos tmbricos mediante la utilizacin de los instrumentos. Las
actividades desarrolladas se basan en el
estudio de cuestiones de Instrumentacin
que contribuyan a caracterizar y reelaborar
determinados fenmenos tmbricos generados por medio de procedimientos y
recursos instrumentales y de Instrumentacin2 algunos de los cuales pueden ser desarrollados como herramientas de anlisis,
como el trabajo llevado a cabo con la nocin de Modulacin tmbrica.3 De esta propuesta se deriva el tratamiento de aspectos relacionados con los procedimientos y
recursos instrumentales, como los modos
de ejecucin instrumental.4
Como parte de los trabajos que realiz
el equipo de investigacin con obras para
instrumentos de cuerda y como continuacin del estudio sobre un fragmento de la
obra Cifuncho para violn solo, de Mariano
Etkin,5 se deriv el abordaje del mismo
fragmento en la versin para viola.6 En el
presente artculo, como estudio comple-
132
ARTE E INVESTIGACIN 8
Cifuncho. Procedimientos
y recursos instrumentales
Las instrucciones de la partitura para la
ejecucin de Cifuncho7 ms relevantes con
relacin al presente estudio, sealan:
Las figuras indican la velocidad con
que el arco frota las cuerdas y no la exacta
duracin de las notas. Las relaciones entre
figuras son las habituales.8
Siempre debe utilizarse toda la longitud del arco para cada nota. 9
CARLOS MASTROPIETRO
Figura 1. Mariano Etkin, Cifuncho (1992), para violn, pgina 1, pentagrama 4. Transcripcin para viola
Figura 2. Secuencia de ejemplos para viola. Referencia: Los nmeros romanos indican las cuerdas.
ARTE E INVESTIGACIN 8
133
Conclusiones
La interpretacin
y el registro fonogrfico
La instancia de interpretacin, en ensayos
y en las repeticiones propias del registro
fonogrfico, aport elementos solamente
apreciables durante la audicin en vivo. Se
pudo ensayar con algunas variantes de ejecucin para resolver la interpretacin y en
cada caso, observar el grado de dificultad
de ejecucin y evaluar las caractersticas
del sonido resultante. Se incorporaron estos elementos surgidos en la audicin en
vivo y se realiz la evaluacin preliminar20
del registro fonogrfico. A continuacin se
describen los aspectos ms significativos
derivados de los modos de produccin del
sonido requeridos en la obra y se sealan
slo aquellas cuestiones que sobrepasan
los lmites de la obra, es decir, que pueden
ser corroboradas en otros casos.
En todos los ejemplos se constata la
imposibilidad de mantener invariable la
134
ARTE E INVESTIGACIN 8
Las instrucciones de ejecucin examinadas, en una primera aproximacin, no parecen tener relacin directa con el aspecto
tmbrico. Sin embargo, al ser aplicadas,
para resolver la interpretacin de esta obra
es necesario valerse de aquellos modos
de ejecucin que no se encuentran reglados en las instrucciones. Esta menor cantidad de recursos disponibles, sumados a
los requerimientos de las indicaciones de
ejecucin, producen necesariamente modificaciones en el sonido que afectan, principalmente, a la resultante tmbrica. Es decir,
los cambios en el sonido resultante se producen como consecuencia de la combinacin de restricciones y posibilidades en los
modos de ejecucin de Cifuncho.
Tanto los modos de produccin del sonido (explcitos e implcitos) como la consecuente modificacin del sonido producido,
se destacan como aspectos medulares de
la obra, apoyados por las caractersticas de
los materiales musicales presentes, como
las duraciones e intensidades, el tempo,
las relaciones de alturas y la manipulacin
de estratos registrales bien diferenciados.
CARLOS MASTROPIETRO
Notas
1 Proyecto de Investigacin Instrumentacin: los fen-
9 Ibdem.
sonidos armnicos.
19 El ejemplo F [Figura 2] corresponde al registro medio.
20 La evaluacin detallada de los resultados obtenidos
en esta instancia, escapa a los lmites de este trabajo.
21 Robert Dick, The other Flute. Oxford 1975. pp. 12-13.
Bibliografa
DICK, Robert: The other Flute. Oxford University Press, Londres, 1975.
ETKIN, Mariano: Cifuncho, [Partitura], Thrmchen Verlag, Kln, 1993.
ETKIN, Mariano: Cifuncho para viola, [Partitura], Thrmchen Verlag, Kln, 2002.
MASTROPIETRO, Carlos: La Modulacin Tmbrica. Una herramienta para el anlisis musical, en Actas del 4to Encuentro de Investigacin en Arte y Diseo (ENIAD 2003), UNLP,
2003.
Fuentes de Internet
MASTROPIETRO, Carlos: En una cara: estrategias instrumentales para contrabajo, en
Revista del Instituto Superior de Msica, N 10, Universidad Nacional del Litoral (UNL),
2004, [En lnea] www.latinoamerica-musica.net [12 de agosto de 2011].
MASTROPIETRO, Carlos: La instrumentacin a travs de las transformaciones tmbricas,
en Actas de las 5 Jornadas sobre Arte y Arquitectura en Argentina, Instituto de Historia
del Arte Argentino y Americano, UNLP, 2007, [CD-rom], [En lnea] http://www.fba.unlp.
edu.ar/instrumentacion/investiga.html [12 de agosto de 2011].
ARTE E INVESTIGACIN 8
135
Notas sobre
found footage
Eva Noriega // Profesora de Comunicacin Audiovisual, Facultad de Bellas Artes
(FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Ayudante Diplomada de Anlisis y Crtica y de Teoras del Audiovisual, FBA, UNLP. Profesora Titular de Discurso Audiovisual IV,
Facultad de Diseo y Comunicacin, Universidad de Palermo. Dicta el Seminario Found
Footage: el cine encontrado, Diplomado en Documental de Creacin, Observatorio
Escuela de Cine Documental, Buenos Aires.
136
ARTE E INVESTIGACIN 8
EVA NORIEGA
no tanto a una cosa dada, heredada, inmutable y universal, sino algo que se construye en el devenir. Por distintos frentes,
Eugeni Bonnet, desde el campo del cine
experimental, o Jaccques Derrida, desde la
reflexin filosfica, se hacen la misma pregunta: Por qu reelaborar hoy en da un
concepto de archivo que contenga en una
sola definicin lo tcnico, lo poltico y lo
jurdico?6 Las respuestas se orientan a su
revalorizacin, el archivo adquiere importancia poltica en un contexto de expansin
y crisis del modelo de los derechos de autor, en el que el espacio pblico7 se contrae
en beneficio de los intereses corporativos
que se aduean de los bienes culturales e
a nuevos sentidos y significados. Las relaciones que se suscitan entre un artista del
found footage y el material por l apropiado no son simplemente mecnicas o programticas, sino ms bien contradictorias,
se dan en un juego constante de creacin
y destruccin, tanto del material como de
la estructura o el sentido original; en una
tensin entre fascinacin y rechazo por las
imgenes seleccionadas o encontradas y
ARTE E INVESTIGACIN 8
137
Mitos y verdades
sobre el found footage
Se suele decir que el found footage no emplea cmaras. Que es un cine sin cmaras.
En realidad no es tan as, el realizador de
found footage muchas veces es un screener y todo screener tiene una cmara de
video (oculta).
La cmara de cine o de video es una
herramienta de apropiacin para refilmar
una proyeccin, una pantalla de TV, fotografiar, encuadrar de nuevo una imagen
o imprimirle ritmo o movimiento donde
no lo hay. El encuentro con el material es
la situacin primordial, pero no es en la
post-produccin o en el montaje en donde
se produce ese encuentro, sino que es en
los ejercicios previos de re-lectura de esas
imgenes. Es decir, es en el acto de volver
a verlas o re-filmarlas donde se genera
el entrenamiento que permite pensar las
imgenes encontradas.
De este modo, ya no se trata simplemente de un ejercicio de montaje si bien
recupera cierta tradicin del montaje como
138
ARTE E INVESTIGACIN 8
EVA NORIEGA
Notas
1 Nicole Brenez, Cartographie du Found Footage.
cin, 2005.
12 Nicolas Bourriaud, PostProduccin, 2006.
Bibliografa
BOURRIAUD, Nicolas: PostProduccin, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2006.
BORDONS GANGAS, Teresa: Pasado en tiempo presente: imgenes de memoria, en Simposium. Estudios cruzados sobre la modernidad, XIII Congreso Internacional de Filosofa, Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM), 2005.
CHAPARRO, Enrique: Conversaciones: Me cago en la cultura (especialmente en la libre),
en 3er Festival de Cultura Libre y Copyleft: Fbrica de Fallas, Buenos Aires, Noviembre
de 2010.
DERRIDA, Jaccques: Mal de archivo. Una impresin freudiana, Pars, Galile, 1995.
FRIEDBERG, Anne: The End of Cinema: Multimedia and Technological Change, en FURSTENAU, Marc (Editor): The Film Theory Reader: Debates and Arguments, Routledge, 2010.
LISTORTI, Leandro y TREROTOLA, Diego (comp.): Cine Encontrado Qu es y adnde va el
found footage?, Buenos Aires, Ediciones BAFICI, 2010.
WEINRICHTER, Antonio:Nada es lo que parece, falsos documentales hibridaciones y
mestizajes del documental en Espaa, en Documental y Vanguardia, Madrid, Ctedra,
2005.
Fuentes de Internet
BRENEZ, Nicole: Cartographie du found footage, en el sitio Archivo.arte.tv, [En lnea],
http://archives.arte.tv/cinema/court_metrage/court-circuit/lemagfilms/010901_film3bis.htm, [16 de noviembre de 2011].
DIEDERICHSEN, Diedrich: Arte y Tcnica, Montaje, sampling, morphing, Sobre la trada
Esttica-Tcnica-Poltica, en Revista Artefacto, N6, Buenos Aires, 2007, [En lnea],
http://www.revista-artefacto.com.ar/revista/indice/?p=6, [16 de noviembre de 2011].
JAMESON, Fredric: Marx y el Montaje, en Revista New Left Review, 2001, [En lnea] http://
www.lafuga.cl/marx-y-el-montaje/361, [29 de noviembre de 2011].
MANOVICH, Lev: Understanding Hibrid Media, en el sitio manovich.net, 2004.
WEES, William: Found Footage y el aura ambigua de Hollywood, en Revista Cinema Journal, Vol. 41, N 2, 2002, [En lnea], www.visionesmetaforicas.blogspot.com, [16 de noviembre de 2011].
ARTE E INVESTIGACIN 8
139
El lenguaje multimedial
DEL GIOTTO A LA HOLOCUBIERTA
Ricardo Palmero// Profesor Titular de la ctedra Lenguaje Multimedial I-IV. Fue
Jefe del Departamento de Multimedia (2004-2007) y responsable del diseo e implementacin del actual Plan de Estudios de las carreras de Licenciatura y Profesorado en
Diseo Multimedial.
140
ARTE E INVESTIGACIN 8
Materiales y herramientas
como generadores
de formas artsticas
En el prlogo de su libro Cmo se pinta
un mural, David Alfaro Siqueiros1 asevera
que, en el arte, la introduccin de herramientas o materiales nuevos modifica sustancialmente el estilo:
En toda manifestacin artstica, y de manera
muy particular en las artes plsticas, (...) las
superformas o estilos y en ltimo extremo la
esttica que brota de ellos, son una consecuencia de la funcin integral y de su consecuente tcnica. No puede olvidarse que los
materiales y herramientas de produccin en
las artes plsticas tienen valor generador,
valor determinante, tanto formal como esttico.2
RICARDO PALMERO
estos materiales y herramientas da cuerpo al Renacimiento. Las pinturas comienzan a reflejar una mayor semejanza con
la realidad.5 Obviamente, no es solo esto
lo que da entidad al Renacimiento. Entendemos a esta poca entre los siglos XV y
XVI como un momento crucial de la historia en que cambian todos los paradigmas:
la economa, la poltica y la cultura sufren
transformaciones extremas que modificarn por completo la concepcin del mundo.
Compartimos con el viejo y malenco drugo
Hauser la siguiente idea:
La fotografa
La fotografa aparece, bsicamente, por la
unin de dos tecnologas que se conocan
mucho antes de que la herramienta cmara
fotogrfica fuera inventada. Estas dos tecnologas son la cmara oscura y el ennegrecimiento de las sales de plata expuestas a
la luz. La cmara oscura era muy utilizada
en el Renacimiento pero ya se conoca en
la Antigedad. Consta simplemente de
una caja estanca a la luz con un pequeo
agujero en una de sus caras. El paso de la
luz a travs del orificio provoca en la cara
opuesta de la caja una imagen invertida del
exterior de la caja. En el Renacimiento, se
utiliz como caja oscura una habitacin en-
La perspectiva y el leo
ARTE E INVESTIGACIN 8
141
El cine
Otro invento mecnico fue el hecho por
Auguste Lumire, el padre de los hermanos
Lumire. El cinematgrafo era, al mismo
tiempo, cmara y proyector y permiti, por
primera vez, registrar y proyectar imgenes
en movimiento.9
Como dijimos anteriormente, el nuevo
objeto de estudio no apareci de forma inmediata sino que pasaron muchos aos y
muchos rollos antes de que Eisestein lograra aprovechar la herramienta para producir un nuevo lenguaje artstico.10
En las pelculas previas a El acorazado
Potemkin, se filmaba colocando la cmara
fija y frontal a la escena. Los personajes salan y entraban del cuadro como lo hacen
en el teatro. El encuadre no se modificaba.
La cmara no se desplazaba en ningn sentido. Eisenstein en Potemkin (y tomamos
como ejemplo la famosa escena de las escaleras de Odessa)11 introduce algo fundamental para la aparicin del nuevo lenguaje
al que nos estamos refiriendo: el montaje.12
ste permite cambios de planos en una secuencia, poniendo en sucesin desde planos generales hasta primersimos primeros
planos sin interrumpir el flujo del relato. En
esta escena se utilizan tambin movimientos de cmara, travellings, cambios de ngulo de la cmara (picado- contrapicado),
cmara subjetiva y varios recursos que
actualmente son los regulares y habitua-
142
ARTE E INVESTIGACIN 8
La multimedia
La aparicin de una nueva mquina, la
computadora personal, por el momento
est interviniendo en el desarrollo de multiplicidad de disciplinas artsticas. Por ahora,
el impacto del surgimiento de esta nueva
herramienta se asemeja ms a lo ocurrido
en el Renacimiento que al camino de la fotografa o el cine. Est influyendo ms en la
modificacin de los modos de produccin
en artes que ya existen (el cine, la fotografa, las artes plsticas, el diseo) que en
visuales: la incorporacin de las herramientas digitales y los recursos multimediales en instalaciones y, de algn modo,
la similitud del happening con el desarrollo
en tiempo real de los entornos persistentes
en Internet. Tambin la intervencin de recursos multimediales en artes hibridadas
como performances, as como en la danza
o el teatro.
Realidad virtual
Lo que emerge con ms posibilidades de
convertirse en una disciplina artstica independiente es la realidad virtual. Este
producto multimedial brinda la posibilidad
de ser actor en un relato que se configura
en tiempo real de acuerdo con las decisiones que toma el usuario (el concepto
de espectador-actor). Haran falta algunos
progresos tecnolgicos que permitieran
desprenderse del casco y el guante que
se usan actualmente para ver, or y tocar
objetos virtuales e interactuar con ellos.
Por ejemplo, si se lograra que los objetos
virtuales se manifestaran en el espacio real
como en el caso de la holocubierta del Enterprise de la serie de televisin Star Trek,17
mencionada por Janet Murray en su texto
Hamlet en la holocubierta.18 Tambin en la
serie Caprica19 la interfaz de casco y guante
es reemplazada por un dispositivo denominado holobanda, que consiste en algo
similar a un anteojo pero que no tiene cristales. La estimulacin se produce directamente sobre la corteza cerebral (vaya uno
a saber cmo) transportando al usuario a
un mundo virtual. En ambos casos es lgico
inferir que se completara la percepcin de
los cinco sentidos agregando sensaciones
olfativas y gustativas.
Jugando a imaginar posibilidades, se podra encarnar a un tlaxcalteca y contar los
pelos de la barba ensangrentada de Corts
cuando hua de Tenochtitln asediada por
aztecas en aquella Noche Triste. O meterse en la piel de Castelli y dudar junto con
l en cumplir o no la orden de Moreno de
fusilar a Liniers. O viajar setenta mil aos
luz al otro lado de la galaxia para visitar un
planeta azul donde un grupo de homnidos
caminan erguidos sobre sus patas traseras y dejarles un monolito de caras muy
RICARDO PALMERO
este artculo. Est claro que el Arte Naturalista puede llegar a cumplir su objetivo,
mientras que la ciencia no, debido al principio de incertidumbre de Heisenberg.20
trminos tales como real-virtual, continuodiscreto, acceso secuencial-acceso aleatorio, analgico-digital, hipertexto. Despus,
se experimenta con la manipulacin digital
de imgenes y con la manipulacin digital
de sonido. Los estudiantes comienzan a
resolver problemas estticos, tcnicos y de
lenguaje para la creacin de rudimentarios
entornos virtuales.
Finalmente, se presenta la interactividad, que se incorpora por medio de la pro-
hiperlinks.
Lo que queda claro es que la pregunta
con la que iniciamos el texto, qu es multimedia? no est an en condiciones de ser
respondida.
Las posibilidades de los materiales y las
herramientas apenas estn inicialmente
vislumbradas. La universidad pblica debe
hacerse cargo de formar a los nuevos artistas, productores e investigadores que comiencen a dar respuestas.
El lenguaje multimedial
y su enseanza
Notas
Clemente Orozco.
cientfico datan del siglo XVII. Los cientficos experimentaban notando cmo se oscurecan con la accin
del aire y del sol, sin saber que era la luz la que las
creacin del Renacimiento italiano y uno de los primeros en transformar las concepciones del arte medieval.
4 El leo como material ya se conoca en la Edad Media,
francs.
9 John Purcell, (2001) Dialogue Editing for Motion Pictures. A Guide to the Invisible Art Oxford, p. 6.
requiere.
ARTE E INVESTIGACIN 8
143
http://www.mystworlds.com.
hitl.washington.edu/artoolkit.
Bibliografa
BOJOWALD, Martin: (2010) Antes del Big Bang, Buenos Aires, Debate.
EINSESTEIN, Sergei: (1990) El sentido del cine, Mxico, Siglo XXI.
HAUSER, Arnold: (1974) Origen de la literatura y el arte modernos, Tomo 1. El manierismo,
crisis del Renacimiento, Madrid, Guadarrama.
MANOVICH, Lev: (2005) El lenguaje de los nuevos medios de comunicacin. La imagen en
la era digital, Barcelona, Paids.
MURRAY, Janet H.: (1999) Hamlet en la holocubierta, Buenos Aires, Paids.
PURCELL, John: (2007) Dialogue Editing for Motion Pictures. A Guide to the Invisible Art
Oxford, Elsevier Inc.
RUSSO, Eduardo: (2003) Diccionario de cine, Buenos Aires, Paids.
SIQUEIROS, David Alfaro: (1951) Cmo se pinta un mural, Mxico, Ediciones Mexicanas S.A.
144
ARTE E INVESTIGACIN 8
RICARDO PALMERO
Cine y planificacin
estratgica
Jorgelina Quiroga1 // Licenciada en Comunicacin Audiovisual, orientacin
ARTE E INVESTIGACIN 8
145
gesis4 con lgicas propias acerca de lo posible. Ambas cuestiones, son dimensiones
constitutivas de una obra cinematogrfica.
La estructura del film nos hace pensar en
que los elementos que constituyen el presente y el futuro aparecen como correlato
inminente. El esquema narrativo rompe la
linealidad temporal y asigna un lugar relevante al futuro. Asimismo, si se lo vincula
a la construccin de imgenes de futuro5
de las que habla Uranga, el esquema narrativo aparece configurado como un escenario soado, como una dimensin para
la planificacin en prospectiva, es un acto
de imaginacin selectiva y creadora de un
polo deseado, luego una reflexin sobre la
de cada disciplina.
Es recomendable, entonces, el visionado de la pelcula y la lectura del material
bibliogrfico pero no es imprescindible, es
decir, no ser motivo de exclusin del lector interesado en estos temas.
146
ARTE E INVESTIGACIN 8
Podra decirse entonces que al observar Corre Lola corre el espectador realiza
el mismo trabajo que el planificador de la
comunicacin. Es decir, el espectador participa del film y arma la historia en su mente
con los esquemas prototpicos que estn
presentes en el argumento. Sin embargo,
es importante sealar que historia y argumento no son lo mismo, el ltimo es la organizacin real de los hechos, personajes
El dinero
Los escenarios
Cuando Lola corre, transita escenarios de
lo pblico y lo privado. Aunque estas ca-
JORGELINA QUIROGA
La secuencia de crditos12
Si analizamos la secuencia de crditos
veremos que se presentan informaciones
iniciales que articulan, desde el comienzo,
personajes, roles e interrogantes.
Desde lo formal podemos observar que
en la pantalla grfica N1 dice: No cesaremos de explorar y el final de toda nuestra
exploracin ser llegar al punto de partida
y reconocer el lugar por primera vez.13
ARTE E INVESTIGACIN 8
147
148
Las transparencias
ARTE E INVESTIGACIN 8
El color
Qu usos particulares se hacen del color
en este film? Por un lado, hay una paleta
cromtica muy saturada, con mucho contraste cuando utiliza el blanco y el negro.
El color rojo es un color pregnante, chilln.
El rojo est presente en muchos elementos
del film, como en la sangre, en las seales
de trnsito y en la ambulancia. Se usa para
fundir del PPP a la intimidad del dilogo
cuando han muerto. Lola tiene el pelo decolorado y teido de rojo. Podramos decir
que este color es un elemento formal que
narra y pasa a ser parte de lo expresivo. El
rojo es el color del amor, se identifica con
el comunismo y esta es una pelcula de la
Alemania del este.
Por ltimo, para terminar de cerrar las
ideas en torno a la planificacin en prospectiva, nos queda aclarar que la prospectiva no es un ejercicio imaginativo que busca inventar un mundo mejor, como puede
ser la pretensin de la ficcin artstica. Sin
embargo, ambas la prospectiva y la ficcin
artstica quieren contribuir a una mejor
comprensin del mundo contemporneo, a
su diagnstico y a su crtica.
JORGELINA QUIROGA
Notas
de ese imaginario.
gentina en el ao 2000.
planificacin, 2008.
zoom.
10 Ibdem.
de ttulos.
Bibliografa
URANGA, Washington: Prospectiva estratgica, propuesta de proceso metodolgico de diagnstico dinmico y planificacin, en el sitio web del Taller de Procesos Comunicacionales,
La Plata, Facultad de Periodismo y Comunicacin Social, UNLP, 2008, [En Lnea].
Filmografa
Corre Lola corre, Alemania, 1998 (Ttulo original: Lola Rennt). Director: Tom Tykwer.
ARTE E INVESTIGACIN 8
149
La determinacin
del gnero
en msica popular
Edgardo Jos Rodrguez1 // Profesor en Armona, Contrapunto y Morfologa
Musical, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Licenciado en Composicin Musical, FBA, UNLP. Doctor en Artes, Universidad de Buenos
Aires (UBA). Profesor Adjunto de la ctedra Lenguajes Musicales Contemporneos I,
FBA, UNLP.
150
ARTE E INVESTIGACIN 8
Fabbri
En el modelo de Franco Fabbri se considera que el gnero en msica popular se
define como un conjunto de eventos musicales (reales o posibles)5 cuyo rumbo
est gobernado por un cierto conjunto de
reglas socialmente aceptadas.6 Las reglas
genricas de Fabbri no presentan un ordenamiento jerrquico (aunque, en cada caso
particular de descripcin genrica, algunas
pueden ser muy importantes y otras irrelevantes) y son cualitativas: reglas formales y
tcnicas, semiticas, conductuales, sociales e ideolgicas y por ltimo, econmicas
y jurdicas. En un sentido estricto, ms que
una definicin, Fabbri plantea una demarcacin de los campos en los que la definicin debera asentarse; campos que, por lo
dems, parecen dejar pocos mbitos de la
accin humana sin incluir. La estructura de
las reglas es libre y los rasgos que las constituyen son, en principio, ilimitados.
En el anlisis de la canzone italiana,7 por
ejemplo, la descripcin correspondiente
con las reglas formales y tcnicas que realiza el autor es tan inespecfica que aqulla,
difcilmente, pueda diferenciarse de la cha-
EDGARDO RODRGUEZ
Lpez Cano
Este autor comienza su artculo con una crtica a la idea que plantea Fabbri sobre que
lo social est regido por reglas. Las reglas
no podran aprehender la complejidad del
pacto social que pretenden caracterizar y
en su lugar, propone la idea de constriccin que no vendra a definir la norma sino
a () delimitar el espacio dentro del cual
el acuerdo se mueve.9 La idea de constriccin () asume la complejidad de los
procesos y la imposibilidad de reducirlos a
elencos de reglas explicitables.10
El otro punto que se pone en cuestin es
el concepto de sociedad como abstraccin
metodolgica. Con respecto a esto, propone, en cambio, la idea de lo social como un
espacio para la dinmica conflictiva: Lo
que a los tericos musicales nos toca describir entonces, no es las reglas que subyacen en el acuerdo social, sino las dinmicas
de negociacin y conflicto que se generan
entre stas ().11 Luego, como el gnero
no puede caracterizarse por medio de un
conjunto de reglas, ste se establece por el
parentesco con un prototipo (miembro que
mejor representa la clase): 12
() el criterio de inclusin a la categora, en
lugar de una lista de rasgos o atributos que
todos los miembros deben cumplir, depende de que algn rasgo del prototipo pre-
ARTE E INVESTIGACIN 8
151
152
ARTE E INVESTIGACIN 8
el rock. Quizs el riff sea el caso paradigmtico, ste se presenta tpicamente como
introduccin y luego, una vez que comienza la meloda, como fondo en la textura de
meloda con acompaamiento.
Este tipo de conformacin explicara
las, en apariencia, ilimitadas posibilidades
de expansin del tango y del rock. Sobre
esta plasticidad se asentara, por ejemplo,
la plausibilidad histrica de la msica de
EDGARDO RODRGUEZ
Exponer la jerarqua completa de los componentes que participan de la determinacin genrica est ms all de los objetivos
de este trabajo. Slo desarrollaremos la
bsica ya propuesta.
Consideraremos un caso particular, la
diferenciacin entre el gnero chacarera y
el gnero gato. Segn dijimos, el elemento
ms importante en la jerarqua de los fac-
Notas
La jerarqua
Algunos ejemplos
drguez.
nios.
particular.
ARTE E INVESTIGACIN 8
153
17 Ibdem.
18 Ibdem, p. 14.
19 Ibdem, p. 1.
de las reglas.
20 Ibdem, p. 14.
10 Ibdem, p. 5.
11 Ibdem.
quiere expresar.
cin epistemolgica.
prescriptivo de su trabajo.
Bibliografa
AGAWU, Kofi: (1991) Playing with signs. A semiotic interpretation of classic music, Princeton University Press.
CARDOZO, Jorge: (2006) Ritmos y formas musicales de Argentina, Paraguay y Uruguay,
Posadas, Editorial Universitaria de la Universidad Nacional de Misiones.
FABBRI, Franco: (1982) Popular Music Perspectives, Gteborg and Exeter, IASPM.
LERDAHL, Fred y JACKENDOFF Ray: (1983) A generative theory of tonal music, Cambridge,
MIT Press.
MEYER, Leonard: (1989) Style and music. Theory, history, and ideology, University of Pennsylvania Press.
__________ (1973) Explaining music, University of California Press.
NATTIEZ, Jean J.: (1990) Music and Discourse. Toward a Semiology of Music, Princeton
University Press.
POLEMANN, Alejandro: (2004) La guitarra en el tango. Recursos, Tcnicas y Criterios Interpretativos de acompaamiento de 1925 a 1970, informe Final Beca de Formacin
Superior, UNLP, La Plata.
RODRGUEZ, Edgardo: (2009) La arenosa: gnero y (des)arreglos, en Revista Argentina
de Musicologa, N10, Argentina.
ROSEN, Charles: (1980) Sonata Forms, New York, Norton.
SCHENKER, Heinrich: (1979) Free Composition, New York, Longman.
SCHNBERG, Arnold: (1995) The musical idea and the logic, technique, and art of its presentation, New York, Columbia University Press.
Fuente de Internet
LPEZ CANO, Rubn: (2006) Asmate por debajo de la pista: timba cubana, estrategias
msico-sociales y construccin de gneros en la msica popular, VII Congreso de Asociacin Internacional para el Estudio de la Msica Popular (IASPM-AL), La Habana, [En
lnea] www.lopezcano.net, [21 de diciembre de 2011].
154
ARTE E INVESTIGACIN 8
EDGARDO RODRGUEZ
Sarmiento
y el discurso
sobre las artes
Natacha Valentina Segovia1// Profesora de Historia de las Artes Visuales,
Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Ayudante
diplomada de la ctedra Historiografa de las artes I-III, FBA, UNLP.
La importancia de Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) en el contexto del estudio histrico de las artes est dado por el
valor que l le otorga a stas como parte de
su programa civilizatorio y por el impulso
a los crculos artsticos sanjuaninos. En los
inicios de la historiografa artstica argentina su labor a favor de la enseanza artstica en el pas ser valorada. Las palabras
dedicadas por Eduardo Schiaffino nuestro
primer historiador del arte en La pintura y
la escultura en Argentina ejemplifican este
reconocimiento:
() impaciente por implantar en Buenos
Aires la enseanza oficial de las artes del
dibujo, () cuando fu [sic] Presidente de la
Repblica, quiso utilizar en el profesor Aguyari al primer maestro bien intencionado y
probo que hall en su camino, y le mand a
Italia para que le trajera las bases para fundar la Academia de Bellas Artes, el programa
de estudios, y hasta el elenco de profesores
que haba de dictar los cursos.2
ARTE E INVESTIGACIN 8
155
Dibujo y civilizacin
156
ARTE E INVESTIGACIN 8
tan necesario y de una aplicacin tan prctica como la lectura, la caligrafa y el clculo.13
La crtica romntica
El arte es una cuestin de ptica. Todo
aquello que existe en el mundo,
en la historia, en la vida, en el hombre
todo debe y puede reflejarse en l,
pero bajo la varita mgica del arte.15
Segn la resea de Fermn Fvre, el primer artculo sobre arte que se atribuye a
Sarmiento apareci en el nmero 5 del diario El Zonda, de San Juan, el 17 de agosto
de 1839.
Se refiere al regreso a la provincia de Franklin
Rawson, pintor de la primera generacin romntica argentina. El texto es sumario y se
refiere ms al artista que a su obra. No puede ser considerado una crtica de arte.16
El 3 de marzo de 1843 apareci en el diario El Progreso de Chile una nota sobre los
cuadros de Raymond Quinsac Monvoisin
el pintor francs que haba sido contratado
para fundar una Academia de Bellas Artes
en Chile a partir de sta comenzaremos a
caracterizar el discurso crtico de Sarmiento en torno a las artes.
La frecuente valorizacin de Sarmiento
como escritor romntico17 es acertada tambin en relacin con este artculo, con algunas salvedades que trataremos ms adelante, tanto como lo es la vertiente francesa
de dicha influencia.18 Las postulaciones de
Sarmiento muestran una clara relacin con
NATACHA SEGOVIA
realidad pasada.25
Cuando nuestra sociedad, en embrin todava, haya, como el feto, tomado la fisonoma
de la nacin humana a que pertenece, el
distinguieron con Murillo, Velsquez, Zurbarn y tantos otros entre los grandes pintores
de su siglo, mientras que actualmente Casado, (...) ha obtenido un primer premio en la
exposicin de Viena.36
cuadro.39
Consideraciones finales
Aunque es comn la distincin, de la cual
partimos, entre los textos de Sarmiento
sobre la educacin artstica y los de ndole
crtica, es importante considerar que en los
primeros el autor se posiciona en un lugar
crtico y en los segundos, se propone instruir estticamente al pblico. Este aspecto
ARTE E INVESTIGACIN 8
157
Notas
ARTE E INVESTIGACIN 8
158
NATACHA SEGOVIA
23 Ibdem.
24Ibdem.
25 Ibdem.
Bibliografa
AA.VV: Historia de las ideas estticas y de las teoras artsticas contemporneas, Volumen
I. Barcelona, Visor, 1996.
AA.VV.: Nueva Historia Argentina. Arte, sociedad y poltica, Volumen I, Jos Emilio Buruca
director, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1999.
ALTAMIRANO, Carlos y SARLO, Beatriz: Ensayos argentinos. De Sarmiento a la vanguardia,
Buenos Aires, Ed. Ariel, 1997.
CHVEZ, Fermn: Historicismo e iluminismo en la cultura argentina, Buenos Aires, Centro
Editor de Amrica Latina, 1982.
CHIARAMONTE, Jos C.: La crtica ilustrada de la realidad. Economa y sociedad en el pensamiento argentino e iberoamericano del siglo XVIII, Buenos Aires, CEAL, 1982.
FVRE, Fermn: Orgenes periodsticos de la crtica de arte. Recopilacin de crticas periodsticas, Buenos Aires, Academia Nacional de Periodismo, 2001.
GARCA MARTNEZ, Jos A.: Sarmiento y el arte de su tiempo, Buenos Aires, Emec, 1979.
__________ Arte y enseanza artstica en la Argentina, Buenos Aires, Fundacin Banco
de Boston, 1985.
HUGO, Victor: Cromwell. El Manifiesto romntico, Buenos Aires, Ed. Gouncourt, 1979.
JITRIK, No: Ensayos y estudios de literatura argentina, Buenos Aires, CEAL, 1971.
MALOSETTI COSTA, Laura: Los primeros modernos. Arte y sociedad en Buenos Aires a fines
del siglo XIX, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2001.
PAGANO, Jos Len: El arte de los argentinos, Buenos Aires, Goncourt, 1981.
PICARD, Roger: El romanticismo social, Buenos Aires, s. a.
POCHAT, Gtz: (1986) Historia de la esttica y teora del arte. De la Antigedad al siglo XIX,
Madrid, Akal, 2008.
SARMIENTO, Domingo Faustino: Recuerdos de Provincia, Buenos Aires, Ed. La Facultad,
1938.
SCHIAFFINO, Eduardo: La pintura y la escultura en Argentina, Buenos Aires, Bs. As., Edicin
de autor, 1933.
SOLER, Ricaurte: El positivismo argentino. Pensamiento filosfico y sociolgico, Mxico,
Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM), 1979.
ARTE E INVESTIGACIN 8
159
El documental
autorreferencial:
tres casos
Rosa Teichmann1 // Profesora en Letras, Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educacin, Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Doctoranda en Artes, Facultad de
Bellas Artes (FBA), UNLP. Profesora Titular de la ctedra Guin I, FBA, UNLP. Profesora
del Taller de Sinopsis y del Taller de Dramaturgia contempornea, Escuela Internacional
de Cine y TV, San Antonio de los Baos, Cuba. Guionista y realizadora audiovisual.
El documental autorreferencial
El siguiente trabajo pretende encontrar vinculaciones de carcter narrativo-esttico
entre tres documentales que remiten tanto
a una bsqueda personal de los orgenes
de cada realizador, como a la exploracin
creativa de las posibilidades que en la contemporaneidad otorga no slo la modalidad documental sino el lenguaje cinematogrfico en general. Los films a estudiar son:
En sus brazos (1992), de Naomi Kawase;
Fotografas (2006), de Andrs Di Tella y The
illusion (2008), de Susana Barriga.
Efrn Cuevas sostiene que en las ltimas
dcadas el documental comenz a ampliar
sus fronteras cuando acogi la expresin
de la subjetividad como un elemento habitual dentro de sus prcticas. De lo antedicho se desprende la aparicin de la propia
historia, la propia vida como materia diegtica y, como consecuencia, la difcil clasificacin de los nuevos productos hbridos, ya
que se abandon la tajante taxonoma que
divida documental y ficcin, por el simple
hecho de que la puesta en escena empieza
a tener un valor decisivo en la plasmacin
de este tipo de producto. El realizador debe
160
ARTE E INVESTIGACIN 8
ROSA TEICHMANN
Documental autorreferencial
y dispositivos ficcionales
ARTE E INVESTIGACIN 8
161
162
ARTE E INVESTIGACIN 8
Modalidad narrativa
documental de los realizadores
a) Showing spaces instead
of faces: espacios
En la pgina oficial del Festival de Berln,
edicin 2008, puede leerse respecto de The
illusion: Showing spaces instead of faces,
this video diary courageously confronts
the irretrievable past. A very personal form
of cinema, which succeeds in painting an
autobiographical landscape of loss. (Al
ROSA TEICHMANN
ARTE E INVESTIGACIN 8
163
el in se vincula ms a la mostracin de la
cara social del personaje. El espectador tiene, entonces, la posibilidad de reconstruir
a la persona mediante la unin de ambas
voces. Este carcter polifnico del documental lo complejiza y enriquece, dado que
no solo se escucha al personaje sino que
tambin se lo ve en accin, en interaccin.
Susana es empujada fuera del campo visual de su padre, la violencia implcita provoca el desborde visual que el espectador
presencia.
El espacio de la voz
La exclusin de la imagen tiene el mismo
peso que la del sonido. As como el lenguaje cinematogrfico habilita la ausencia de
la imagen en cuadro, tambin lo hace con
el sonido pero desde una perspectiva particular. El sonido (palabras, dilogos, ruidos,
msica) puede considerarse in o vinculada
segn Andr Gaudreault y Franois Jost
cuando se identifica la fuente sonora de la
cual provienen; off, cuando dicha fuente no
es identificable momentneamente, y over
cuando no es posible a lo largo de todo el
relato dicha identificacin. En el caso de
los documentales de las dos mujeres, es-
164
ARTE E INVESTIGACIN 8
b) Road-movie: caminos,
bsquedas, viajes
Si se pensara en la borrosa frontera entre
documental y ficcin, los tres films podran
vincularse con la clasificacin genrica de
road movie, ms all de que sta refiera
singularmente a pelculas de ficcin. En
ROSA TEICHMANN
Conclusin
Tres documentales diferentes pero unidos
por una bsqueda comn: la expresin audiovisual de una percepcin interna; la necesidad de enfrentarse con lo desconocido,
con algo que se oculta y genera una sensacin de misterio. La coherencia bsica de
estas producciones radica en el hecho de
que todas llevan a cabo una fuerte apuesta tanto discursiva como metadiscursiva.
Buscan filmando, filman buscando. Cine y
vida interactan, y actan casi intertextualmente.
Las estrategias discursivas que remiten
a las ideas de ocultamiento, incertidumbre,
proceso heurstico, hacen aparecer un cine
de bordes difusos, narraciones difuminadas, quebradas; las rupturas emocionales
se deslizan por esos bordes, los bordes de
relatos que requieren de un espectador
atento y sensible que se deje pernear por
las imgenes caticas o difusas o que se
bifurcan por caminos que llevan tanto a
claros jardines, como a oscuros laberintos.
La ausencia del padre, el misterio de la madre, se constituyen como motivaciones de
bsquedas existenciales, de persistencia
en las huellas de la memoria, y en exploraciones estticas, que emparientan al cine
documental con el de ficcin y renuevan,
con sus aportes, el perfil del cine contemporneo.
ARTE E INVESTIGACIN 8
165
Notas
1 La autora es integrante del proyecto de investigacin
www.berlinale.de/en/HomePage.html. La traduccin
es de la autora.
12 Nol Burch, Praxis del cine, 1983.
13 Andr Gaudreault y Franois Jost, El relato cinematogrfico, 1995.
14 Francesco Casetti y Federico Di Chio, Cmo analizar un
film, 1991.
15 Santiago Garca Ochoa, Algunas notas sobre la aplicacin de la categora de gnero cinematogrfico a la road
movie, 2009.
Bibliografa
AUMONT, Jacques y otros: (1985) Esttica del cine, Barcelona, Paids, 1995.
BRUZZI, Stella: (2000) New documentary. A critical introduction, New York, Routledge,
2006.
BURCH, Nol: (1970) Praxis del cine, Madrid, Fundamentos, 1983.
CASETTI, Francesco y DI CHIO, Federico: Cmo analizar un film, Barcelona, Paids, 1991.
CUEVAS, Efrn: Documental y vanguardia, Madrid, Anzos, 2005.
FIRBAS, Paul y MEIRA MONTERO, Pedro (eds.): Andrs di Tella: cine documental y archivo
personal, Buenos Aires, Siglo XXI, 2006.
GARCA OCHOA, Santiago: Algunas notas sobre la aplicacin de la categora de gnero
cinematogrfico a la road movie, en Lio: Revista Anual de Historia del Arte, N 15,
Universidad de Oviedo, 2009.
GAUDREAULT, Andr y JOST, Franois: El relato cinematogrfico, Barcelona, Paids, 1995.
LPEZ, Jos Manuel: El cine en el umbral, Madrid, T&B, 2008.
MARTIN, Adrian: Qu es el cine moderno?, Santiago de Chile, Uqbar, 2008.
NICHOLS, Bill: Introduction to documentary, Indiana, University press, 2001.
SCHEFER, Raquel: El autorretrato en el documental, Buenos Aires, Universidad del Cine,
2008.
XAVIER, Ismail: El discurso cinematogrfico, Buenos Aires, Manantial, 2008
166
ARTE E INVESTIGACIN 8
ROSA TEICHMANN
Produccin,
lectura y exhibicin
del Libro de Artista
Alicia Valente1 // Profesora y Licenciada en Artes Plsticas, orientacin Grabado
y Arte Impreso, y Profesora de Escultura, Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad
Nacional de La Plata (UNLP). Ayudante Diplomada de la ctedra Grabado y Arte Impreso
Bsica, FBA, UNLP.
del artista y en las metamorfosis significativas, sent las bases del arte objetual y
del arte conceptual. Por esta razn, todo, o
casi todo, podra ser declarado una obra o
resultar factible de convertirse en el soporte de una obra de arte. En las artes audiovisuales, el Libro de Artista (LA) constituy
la apropiacin de un soporte proveniente
del mundo de los libros. Al respecto, Ulises
Carrin sostiene:
El libro es una secuencia espacio-temporal
[] Los libros existieron originalmente como
contenedores de textos. Pero los libros,
siendo realidades autnomas, pueden contener cualquier lenguaje [] cualquier otro
sistema de signos.3
ARTE E INVESTIGACIN 8
167
168
ARTE E INVESTIGACIN 8
El eje de la produccin
La mayor parte de los autores que han investigado el LA se centran en este eje para
circunscribir sus caractersticas. En esta
mirada, el nfasis est puesto en la definicin del artefacto: en su materialidad, si es
seriado o nico, si mantiene el formato cdice o es libro-objeto y en quin o quines
lo realizan.
Materialidad
Dentro de la materialidad se incluyen el tamao, la portabilidad y la percepcin sensorial. Al respecto, Brbara Tannenbaum
expone:
La caracterstica ms radical es seguramente
la tctil del medio. Hay que escoger, manejar (sopesarlo), pasar las pginas de un libro
con el dedo, a fin de leerlo. Mirar la cubierta,
o una simple abertura a doble pgina, no
ser bastante.5
ALICIA VALENTE
El eje de la lectura
Junto con el eje de la exhibicin, el eje de
la lectura es uno de los menos abordados
ARTE E INVESTIGACIN 8
169
170
aos. Este espacio sumamente diverso enseguida avanz en dos direcciones: por un
lado, dio un paso de una propuesta surgida
originalmente como reaccin a convertirse
en un proyecto propositivo en s mismo;
y por otro lado, se ampli rpidamente a
otras expresiones artstico-culturales. Es,
entonces, una feria de la cultura y no slo
de los libros, siempre con la premisa de la
independencia y la autogestin.
En la FLIA hay una gran cantidad de libros
que se pueden considerar LA aunque su autor desconozca a qu nos referimos con ese
trmino. Se pueden encontrar libros circulares, libros hechos con telas, poesas dentro de botellas, escrituras sobre rollos de
las ferias de libros alternativas o las pequeas libreras que buscan no slo los libros
de las grandes editoriales sino tambin las
producciones independientes y autogestionadas.
Eje exhibicin
ARTE E INVESTIGACIN 8
ALICIA VALENTE
Consideraciones finales
Como podemos ver, las definiciones y
clasificaciones del LA son variadas y en
algunos casos, opuestas. Al considerar al
LA como una expresin del arte conceptual
Notas
1 La autora integra el proyecto de investigacin El libro
de artista en la Argentina entre 1980 y 2000. Un rastreo
y catalogacin, histrico, tcnico y esttico, realizado
Artista, 2008.
6 Jaime Marata Lavia, El libro de artista. Dilogo entre
Librobjeto, 2010.
11 Ibdem.
ARTE E INVESTIGACIN 8
171
Bibliografa
ANDRS RIBEIRO, Marlia: El libro de artista en la Galera Librobjeto, en XXX Coloquio del
Comit Brasilero de Historia del Arte, Ro de Janeiro, 2010.
AUMONT, Jaques: La imagen, Barcelona, Paids, 1992.
AAVV: El Libro de Artista como experiencia artstica de interface, en Quinta Jornada de
Investigacin en Disciplinas artsticas y Proyectuales, II Congreso Iberoamericano de
Investigacin Artstica y Proyectual, Facultad de Bellas Artes, UNLP, 2010.
BARTHES, Roland: Lo obvio y lo obtuso, Barcelona Paids, 1986.
HELLIN, Martha (coor.): Ulises Carrin Mundos personales o estrategias culturales?, Madrid, Turner, 2003.
HUBERT, Rene y HUBERT, Judd: The Cutting Edge of Reading: Artists Books, New York,
Granary Books, 1999.
KRETTSCHEMER, Hubert: Catlogo Artist`s Books, Barcelona, Metrnomon, 1981.
MANGGIERI, Rocco: Desmaterializar, repetir, recoleccionar. Una (re)vuelta terica hacia una teora de los objetos, en Esttica. Revista de Arte y Esttica Contempornea,
Mrida, 2007.
MARCHN FIZ, Simn: Del arte objetual al arte de concepto, Madrid, Akal, 1986.
MAZZUCHELLI GARCA, Angelo: Poticas visuales y construccin de libros: Wlademir Dias
Pino, el constructor de libros brasilero, en Palimpsestos, Vol. 5, N 5, Departamento de
Pos-Graduacin en Letras de la Universidade do Estado do Ro de Janeiro, 2006.
MOEGLIN-DELCROIX, Anne: Esthtique du libre dartiste: 1960-1980, Pars, Jean-Michel
Place, Bibliothque Nationale de France, 1997.
PARCERISAS, Pilar: Libros de artista, una opcin alternativa, Los libros de artista de
Chillida, Biblioteca Nacional, Madrid, 2007.
ROBERTS, Filliou: ditions & Multiples, Dijon, Les Presses du Rel, 2003.
SILVEIRA, Paulo: Las existencias de la narrativa en el Libro de Artista, Tesis doctoral,
Universidade Federal do Rio Grande do Sol, Porto Alegre, 2008.
SILVEIRA, Paulo: La crtica y la valoracin del Libro de Artista, en Ramona, N 35, Buenos
Aires, 2003.
Fuentes de Internet
ANTN, Emilio: aeiou, en merzmail.net [En lnea] http://www.merzmail.net/aeiou.htm
[Consulta: 16 de junio de 2012].
__________ Libro de Artista. Visin de un gnero artstico, 2004 [En lnea] http://librosdeartista-historia.blogspot.com.es/ [Consulta: 16 de junio de 2012].
CARRIN, Ulises: El nuevo arte de hacer libros, en Second Thoughts, Void Distributors,
Amsterdam, 1980 http://www.merzmail.net/carrion.htm [Consulta: 16 de junio de 2012].
GMEZ CALLEJAS, Nelson: El libro de artista, en Red del profesor.ula.net [En lnea] http://
www.webdelprofesor.ula.ve/arte/callejas/libro.html [Consulta: 16 de junio de 2012].
JAMESON, Isabelle: Historia del libro de artista, en redlibro de artista.org [En lnea]
http://www.redlibrodeartista.org/Historia-del-libro-de-artista [Consulta: 16 de junio de
2012].
MARATA LAVIA, Jaime: El libro de artista. Dilogo entre la palabra y la imagen, en redlibrodeartista.org [En lnea] http://www.redlibrodeartista.org/El-libro-de-artista-Dialogo-entre [Consulta: 16 de junio de 2012].
PREZ MATOS, Nuria & SETIN QUESADA, Emilio: La interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad en las ciencias. Una mirada a la teora bibliolgico-informativa, [En lnea]
http:// bvs.sld.cu/revistas/aci/18_4_08/aci31008.htm [Consulta: 16 de junio de 2012].
TANNENBAUM, Brbara: Aspectos formales del libro de artista, en milpiedras.com, [En lnea] www.milpedras.com/es/descargas/download/91/ [Consulta: 16 de junio de 2012].
172
ARTE E INVESTIGACIN 8
ALICIA VALENTE