Angell
Angell
Angell
R.
ANGELL
(1869-1949)
J.
R.
Angell
estudi
en
Harvard
y
tras
su
paso
por
algunas
universidades
europeas
y
americanas
como
la
de
Minnesota,
se
uni
a
John
Dewey
en
Chicago
en
1894.
La
universidad
de
esta
ciudad
se
convirti
en
la
sede
ms
importante
del
movimiento
funcionalista
americano
durante
los
primeros
aos
del
siglo
XX.
En
1921
Angell
es
nombrado
Rector
de
la
Universidad
de
Yale,
donde
funda
el
Instituto
de
Relaciones
Humanas.
All
desarrollar
sus
trabajos
hasta
1937,
ao
de
su
jubilacin.
El
credo
funcionalista,
aprendido
con
William
James
en
Harvard
y
puesto
en
marcha
con
Dewey
en
Chicago,
fue
el
tema
que
escogi
para
su
discurso
de
toma
de
posesin
de
la
presidencia
de
la
American
Psychological
Association
en
1906.
Este
discurso,
en
el
que
responda
a
Los
postulados
de
una
psicologa
estructural
de
Titchener
(vase
el
texto
correspondiente)
a
la
vez
que
intentaba
presentar
los
rasgos
comunes
a
los
distintos
autores
funcionalistas,
se
public
en
1907
con
el
ttulo
La
provincia
de
la
psicologa
funcional.
Varios
autores
consideran
este
texto,
que
aqu
reproducimos
en
parte,
como
un
paso
decisivo
en
el
camino
hacia
el
conductismo.
Lecturas
recomendadas
ANGELL,
J.
R.
(1982).
La
provincia
de
la
psicologa
funcional.
En
J.
M.
Gondra
(ed.),
La
psicologa
moderna.
Textos
bsicos
para
su
gnesis
y
desarrollo
histrico.
Bilbao:
Descle
de
Brouwer,
(pp.
327-347).
Artculo
completo
de
donde
procede
el
fragmento
que
presentamos.
TORTOSA,
E
M.
(1989).
Estructuralismo
y
funcionalismo.
En
J.
Arnau
y
H.
Carpintero
(eds.),
Historia,
teora
y
mtodo.
Madrid:
Alhambra,
(pp.
133-
165).
Un
texto
clarificador
de
estas
dos
orientaciones
psicolgicas
contrapuestas.
El
credo
funcionalista
[1907]
En
el
momento
presente
la
psicologa
funcionalista
es
poco
ms
que
un
punto
de
vista,
un
programa,
una
ambicin
[...].
Lo
que
pretendemos
no
es
dar
una
definicin
rida
y
meramente
verbal,
la
cual
para
muchos
de
nosotros
es
un
anatema,
sino
ms
bien
una
exposicin
informativa
de
los
motivos
e
ideales
que
animan
al
psiclogo
que
marcha
por
este
camino.
[...]
La
psicologa
funcional,
cualquiera
que
sea
su
naturaleza,
no
es
algo
totalmente
nuevo.
En
algunas
de
sus
fases
es
claramente
discernible
en
la
psicologa
de
Aristteles,
y
en
sus
ropajes
ms
modernos
se
ha
hecho
cada
vez
ms
evidente
despus
de
que
Spencer
escribiera
su
Psicologa
y
Darwin
su
Origen
de
las
especies.
[...]
[...]
Un
anlisis
de
la
literatura
psicolgica
contempornea
revela
que
hay
interpretaciones
muy
distintas
de
la
tarea
de
la
psicologa
funcionalista.
[...]
Yo
distingo
tres
formas
principales
del
problema
funcionalista
con
diversas
variantes
subordinadas.
[...]
I
En
primer
lugar
es
preciso
mencionar
la
nocin
que
se
deriva
de
un
modo
ms
inmediato
de
la
comparacin
entre
la
psicologa
funcional
y
las
metas
e
ideales
de
la
llamada
psicologa
estructural.
Ello
supone
decir
que
la
psicologa
funcionalista
pretende
discernir
y
retratar
las
operaciones
tpicas
de
la
conciencia
en
las
condiciones
de
la
vida
real,
en
contraposicin
al
anlisis
y
descripcin
de
sus
contenidos
elementales
y
complejos.
[...]
[...]
El
punto
de
desacuerdo
ms
bsico
que
el
funcionalista
tiene
con
el
estructuralismo
en
su
forma
ms
perfecta
y
consistente
procede
de
este
hecho,
y
la
discusin
se
refiere
a
la
factibilidad
y
valor
de
los
esfuerzos
por
llegar
al
proceso
mental
tal
y
como
se
da
en
las
condiciones
de
la
experiencia
real,
y
no
tal
como
aparece
al
mero
anlisis
post
mortem.
[...]
Una
cosa
es
atender
primariamente
al
modo
como
opera
ese
proceso
mental
y
a
las
condiciones
que
regulan
su
aparicin,
y
otra
muy
distinta
ocuparse
simplemente
en
separar
las
fibras
de
los
tejidos.
Esto
ltimo
es
til
y
para
determinados
propsitos
es
fundamental,
pero
muchas
veces
est
muy
lejos
de
lo
ms
bsico
y
esencial
de
un
fenmeno
vital,
a
saber,
de
su
modus
operandi.
[...]
Por
otra
parte,
las
funciones
son
algo
persistente,
tanto
en
la
vida
mental
como
en
la
vida
psquica.
Jams
podemos
tener
dos
veces
una
misma
idea,
considerada
desde
la
perspectiva
de
la
estructura
y
composicin
sensorial.
Pero
nada
nos
impide
tener
tan
frecuentemente
como
queramos
contenidos
de
conciencia
que
signifiquen
una
misma
cosa.
[...]
Sustancialmente
idntica
a
esta
primera
concepcin
de
la
psicologa
funcionalista,
aunque
expresada
con
trminos
un
tanto
distintos,
es
la
opinin
que
dice
que
el
problema
funcional
es
descubrir
el
cmo
y
el
por
qu
de
los
procesos
conscientes,
ms
que
determinar
los
elementos
irreductibles
de
la
conciencia
y
sus
modos
caractersticos
de
combinacin.
[...]
II
[...]
El
psiclogo
funcionalista
en
su
moderno
atuendo
no
slo
se
interesa
por
las
operaciones
del
proceso
mental,
considerado
nicamente
en
s
y
por
s
mismo,
sino
que
adems,
y
con
mucho
vigor,
se
interesa
por
la
actividad
mental
en
III
La
tercera
condicin
que
yo
distingo
en
la
prctica,
suele
ir
unida
a
la
segunda,
pero
supone
la
acentuacin
de
un
problema
lgicamente
anterior
al
problema
all
suscitado,
y
por
eso
la
tratamos
separadamente.
Frecuentemente
se
dice
que
la
psicologa
funcional
es
en
realidad
una
forma
de
psicofsica.
Es
cierto
que
sus
metas
o
ideales
no
son
explcitamente
cuantitativos
al
modo
de
la
psicofsica
ordinaria,
pero
su
inters
principal
radica
en
la
determinacin
de
las
relaciones
mutuas
existentes
entre
las
porciones
fsica
y
mental
del
organismo.
Indudablemente
es
verdad
que
muchos
de
los
que
escriben
desde
posiciones
funcionalistas
suelen
introducir
muchas
referencias
a
los
procesos
fisiolgicos
que
acompaan
o
condicionan
a
la
vida
mental.
Adems,
ciertos
seguidores
de
esta
fe
tienen
propensin
a
declarar
sin
rodeos
que
la
psicologa
es
simplemente
una
rama
de
la
biologa,
y
que,
en
consecuencia,
estn
en
el
derecho,
si
no
en
la
obligacin,
de
usar
materiales
biolgicos
cuando
ello
sea
posible.
Pero
sin
adoptar
una
posicin
extrema
como
sta,
una
mera
ojeada
a
una
regin
familiar
del
procedimiento
psicolgico
descubrir
las
inclinaciones
en
esta
direccin
de
la
psicologa.
[]
No
est
claro
que
el
psiclogo
funcional,
debido
a
su
disposicin
a
ensalzar
el
significado
prctico
de
las
relaciones
mente-cuerpo,
est
obligado
a
adoptar
una
teora
especial
sobre
el
carcter
de
estas
relaciones.
[...]
Me
aventurar
a
una
breve
referencia
a
esta
doctrina
en
mi
esfuerzo
por
presentar
algunos
de
sus
elementos
esenciales.
La
posicin
a
la
que
me
estoy
refiriendo
considera
a
la
relacin
mente-
cuerpo
como
a
algo
capaz
de
tratamiento
psicolgico,
como
una
distincin
metodolgica
ms
que
metafsicamente
existencial.
[...]
Simpaticemos
o
no
con
esta
ala
del
partido
funcionalista
a
la
que
acabamos
de
dirigir
nuestra
atencin,
ciertamente
creemos
que
es
poco
honrado
poner
la
dificultad
mente-cuerpo
en
los
dientes
del
funcionalista,
cuando
en
buena
lgica
l
no
es
ms
culpable
que
sus
vecinos
psicolgicos.
Ninguna
psicologa
valiente
de
la
volicin
puede
dejar
de
mirar
de
frente
al
problema
mente-cuerpo,
y
de
hecho
toda
descripcin
importante
de
la
vida
mental
contiene
una
u
otra
clase
de
doctrina
en
esta
materia.
Una
psicologa
de
la
volicin
literalmente
pura
sera
una
especie
de
jardn
colgante
de
Babilonia,
maravillosa
pero
inaccesible
para
el
psiclogo
con
hbitos
de
andar
por
la
tierra.
El
funcionalista
es
ms
pecador
que
los
dems,
nicamente
en
cuanto
que
cree
necesaria
y
provechosa
una
insistencia
ms
constante
en
la
traduccin
del
proceso
mental
al
proceso
fisiolgico,
y
viceversa.
IV
Si
ahora
juntamos
las
distintas
concepciones
consideradas
anteriormente
ser
fcil
presentarlas
convergiendo
hacia
un
punto
comn.
Debemos
considerar
al
funcionalismo
1)
como
la
psicologa
de
las
operaciones
mentales,
en
contraposicin
a
la
psicologa
de
los
elementos
mentales:
o
dicho
de
otro
modo,
la
psicologa
del
cmo
y
del
por
qu
de
la
conciencia.
2)
Tenemos
que
el
funcionalismo
trata
el
problema
de
la
mente
concibindola
como
ocupada
primariamente
en
la
tarea
de
mediar
entre
el
ambiente
y
las
necesidades
del
organismo.
Esta
es
la
psicologa
de
las
utilidades
fundamentales
de
la
conciencia;
y
por
ltimo,
3)
hemos
descrito
al
funcionalismo
como
psicologa
psicofsica,
esto
es,
una
psicologa
que
constantemente
reconoce
y
urge
la
importancia
esencial
de
la
relacin
mente-cuerpo
para
toda
apreciacin
justa
y
global
de
la
vida
mental.
[...]
Bibliografa
ANGELL,
J.
R.
(1982).
La
provincia
de
la
psicologa
funcional.
En
J.
M.
Gondra
(ed.),
La
psicologa
moderna.
Textos
bsicos
para
su
gnesis
y
desarrollo
histrico.
Bilbao:
Descle
de
Brouwer,
1982
(pp.
328-344).
Trad.,
E.
Lafuente.
Dentro
de:
Ferrndiz-
Lloret,
A.
Lafuente-Nio.
E.,
y
Loredo-Narciandi,
J.
C.
2001.
Lecturas
de
Historia
de
la
Psicologa.
Cuadernos
de
la
UNED
(0135215CU01A01).
Librera
UNED:
Madrid.
Pg:
237-241.