1 - Parcial - Resumen Guía 2 (Sueños)
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Captulo VII
A. El olvido de los sueos
No tenemos certidumbre de conocer el sueo tal cual fue, es mutilado por la infidelidad de la memoria,
nuestro recuerdo es lagunoso, reflejado de forma infiel y falseada. Los rasgos ms nfimos son indispensables p la
interpretacin. Desfiguramos el sueo en la elaboracin secundaria del mismo por parte del pensamiento normal q
a menudo lleva a un malentendido, pero tal desfiguracin no es sino un fragmento de la elaboracin a q son
sometidos regularmente los sueos (censura del sueo). No son arbitrarias las alteraciones q el sueo experimenta
en la redaccin de vigilia. Mantienen enlace asociativo con el contenido en cuyo lugar se ponen, y nos sirven p
indicarnos el camino hacia ese contenido q puede ser sustituto de otro.
Resistencia de los puntos dbiles del sueo, sustitucin de una expresin reveladora por otra ms remota.
Entre los pensamientos onricos y el sueo sobrevino una subversin total de los valores psquicos. La
desfiguracin slo fue posible por sustraccin de valor. Y cuando a un elemento desdibujado del contenido
onrico se le agrega la duda podemos reconocerlo como uno de los retoos ms directos de uno de los
pensamientos onricos proscriptos. Todo lo q perturba la prosecucin del trabajo analtico es una resistencia. La
duda y el olvido son efectos de la resistencia.
Todo lo q el olvido carcomi en el contenido del sueo a menudo puede ser rescatado por el anlisis, muestra
q el olvido del sueo tuvo un propsito hostil, generado por la resistencia. Una prueba de la naturaleza tendenciosa al
servicio de la resistencia del olvido del sueo nos la proporciona, en el anlisis, la apreciacin de uno de los grados
previos del olvido. No es raro q en mitad del trabajo interpretativo surja un fragmento omitido del sueo, olvidado
hasta ese momento. La interpretacin de un sueo no siempre se consuma de golpe, interpretacin fraccionada. Los
diversos sueos de una misma noche deben ser tratados en general como un todo por el trabajo interpretativo.
Ombligo del sueo, es el lugar en el q se asienta lo no conocido. Aun en los sueos mejor interpretados es
preciso dejar un lugar en sombras, ah arranca una madeja de pensamientos onricos q no se dejan desenredar, pero
q tampoco han hecho otras contribuciones al contenido del sueo.
El estado del dormir posibilita la formacin del sueo por cuanto rebaja la censura endopsquica. No
fue cancelada, est presente en la desfiguracin onrica, pero si perdi parte de su poder. Toda vez q un elemento
psquico se enlaza con otro por una asociacin chocante y superficial, existe tambin entre ambos un enlace
correcto y q cala ms hondo, sometido a la resistencia de la censura.
La censura se dirige a la trabazn de dos pensamientos, cada uno de los cuales por separado no suscita
veto, ocurre un enlace superficial entre ambos. En otro caso, los pensamientos atraen por s mismos a la censura por
su contenido, entonces no aparecen de forma correcta sino en una modificada, sustitutiva. Bajo la presin de la
censura se ha producido un desplazamiento (descentramiento) desde una asociacin normal y seria a otra
superficial y q parece absurda.
B. La regresin
La fuerza impulsora del sueo es un deseo por cumplir, irreconocible como deseo debido a la accin de la
censura. Dos caracteres de la figuracin del sueo: Figuracin como situacin presente, omitiendo el quiz, el
deseo figura como cumplido; el otro la transposicin del pensamiento en imgenes visuales.
Fechner: el escenario de los sueos es otro q el de la vida de representaciones de la vigilia Idea de
localidad psquica, q no debemos determinar como si fuera anatmica.
Imaginamos el aparato psquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias
o sistemas, que no poseen un ordenamiento espacial sino temporal, hay una secuencia fija entre ellos. El
aparato tiene una direccin, toda nuestra actividad psquica parte de estmulos y termina en inervaciones,
asignamos al aparato un extremo sensorial y uno motor. Concepcin del aparato como un aparato de reflejos.
De las percepciones q llegan a nosotros en nuestro aparato psquico queda una huella mnmica, cuya
funcin es la memoria. Es sabido q de las percepciones q tienen efecto sobre el sistema P conservamos como
duradero algo ms q su contenido, nuestras percepciones se revelan entrecruzadas entre s en la memoria
(asociacin). A consecuencia de reducciones en la resistencia y de facilitaciones uno de los elementos Mn la
excitacin se propaga a un segundo elemento Mn q hacia un tercero. El primero contiene la fijacin de la asociacin
por simultaneidad, y en los ms alejados el material mnmico se ordenar segn otras clases de encuentro.
El sistema P q no tiene capacidad ninguna p conservar alteraciones y por tanto memoria ninguna, brinda a
nuestra cc toda la diversidad de las cualidades sensoriales. A la inversa, nuestros recuerdos son en si Icc. Lo q
llamamos nuestro carcter se basa en las huellas mnmicas de nuestras impresiones. Los sistemas de memoria y
percepcin se excluyen entre s.
Resultaba imposible explicar la formacin del sueo sin suponer la existencia de dos instancias psquicas,
una de las cuales someta a la actividad de la otra cuya consecuencia era la exclusin de su devenir cc. El sistema
criticador se ubicar en el extremo motor. Al ltimo de los sistemas situados en el extremo motor lo llamaremos
Preconciente p indicar q los procesos de excitacin habidos en l pueden alcanzar la cc siempre q se satisfagan
ciertas condiciones, posee la motilidad voluntaria. Al sistema q est detrs lo llamamos Inconciente porq no tiene
acceso alguno a la cc si no es por va del precc, al pasar por el cual su proceso de excitacin tiene q sufrir
modificaciones. La fuerza impulsora del sueo es aportada por el Icc.
Lo q ocurre en el sueo es de carcter alucinatorio, la excitacin se propaga del extremo motor al sensorial
y alcanza el sistema de las percepciones. Si la direccin segn la cual el proceso psquico se contina en la vigilia
desde el Icc la llamamos progradiente, el sueo tiene carcter regrediente. Llamaremos regresin al hecho de q en
el sueo la representacin vuelve a mudarse en la imagen sensorial de la q alguna vez parti. A raz del trabajo del
sueo todas las relaciones lgicas entre los pensamientos onricos se pierden, quedan despojados de todo medio de
expresarse excepto las imgenes perceptivas. La ensambladura de los pensamientos onricos es resuelta, por la
regresin, en su material en bruto. No podemos rechazar la posibilidad de q la mudanza de pensamientos en
imgenes visuales sea en parte consecuencia de la atraccin q sobre el pensamiento desconectado de la cc y q
lucha por expresarse ejerce el recuerdo. El sueo puede describirse tambin como el sustituto de la escena
infantil, alterado por transferencia a lo reciente.
Esta regresin es un efecto de la resistencia q se opone a la penetracin del pensamiento en la cc por la va
normal, as como la simultnea atraccin q sobre l ejercen recuerdos q subsisten con vivacidad sensorial. Tres
modos de regresin: Tpica, en el sentido del esquema de los sistemas psquicos. Temporal en la medida q se
trata de una retrogresin a formaciones psquicas ms antiguas. Formal, cuando modos de expresin y figuracin
primitivos sustituyen a los habituales. En el fondo estos tres tipos de regresin son solo uno.
El sueo es una regresin a la condicin ms temprana del soante, una reanimacin de su infancia, de las
mociones pulsionales que lo gobernaban, y los modos de expresin que dispona.
aparato el desear terminaba en un alucinar. Esta primera actividad psquica apuntaba a una identidad perceptiva, o
sea, a repetir aquella percepcin q est enlazada con la satisfaccin de la necesidad.
Una amarga experiencia vital tiene q haber modificado esta primitiva actividad de pensamiento en otra,
secundaria, ms acorde al fin. El establecimiento de la identidad perceptiva por la va regrediente no tiene la
misma consecuencia q la q se asocia con la investidura de esa percepcin desde afuera, la satisfaccin no
sobreviene y la necesidad perdura. Para conseguir un empleo de la fuerza psquica ms acorde a los fines se hace
necesario detener la regresin completa, de suerte q no vaya ms all de la imagen mnmica. Esta inhibicin de la
regresin, as como el desvo de la excitacin q es su consecuencia, pasan a ser el cometido de un segundo
sistema q gobierna la motilidad voluntaria.
Toda la actividad de pensamiento q se urde desde la imagen mnmica hasta el establecimiento de la
identidad perceptiva por obra del mundo exterior no es otra cosa q un rodeo para el cumplimiento del deseo, q la
experiencia ha hecho necesario. El pensar es sustituto del deseo alucinatorio. El sueo q cumple sus deseos por
camino regrediente es un testimonio del modo de trabajo primario de nuestro aparato psquico, q se
abandon por inadecuado. El soar es un rebrote de la vida infantil del alma, ya superada.
En el sueo puede ser permitidas las mociones de lo Icc ya que resultan inofensivas porque no son capaces
de poner en movimiento al aparato motor.
El sueo es autorizado a dar expresin a un deseo del Icc tras toda clase de desfiguraciones, en tanto el
sistema dominante se retira al deseo de dormir, q presta su apoyo al deseo Icc. Todo el tiempo q dura el dormir
sabemos q soamos con la misma certeza q sabemos q dormimos.
extraamiento q el aparato realiza fcilmente y de manera regular respecto al recuerdo de lo q una vez fue penoso es
ejemplo de represin psquica.
A consecuencia del principio del displacer, el primer sistema es incapaz de incluir algo desagradable en el
interior de la trama de pensamiento, no puede hacer otra cosa q desear. El segundo sistema slo puede investir
una representacin si est en condiciones de inhibir el desarrollo de displacer q parta de ella . Al proceso
psquico q conviene al primer sistema se lo llamar proceso primario, y proceso secundario al q resulta de la
inhibicin impuesta por el segundo. El primero busca producir una identidad perceptiva, mientras q el
segundo apunta a una identidad del pensamiento. En el Icc hay energa mvil o libre, y en el precc ligada. El
pensar como un todo no es ms q un rodeo desde el recuerdo de satisfaccin, q se toma como representacin-meta
hasta la investidura idntica de ese mismo recuerdo q debe ser alcanzada de nuevo por la va de las experiencias
motrices.
Entre las mociones de deseo indestructibles y no inhibibles q provienen de lo infantil se encuentran tambin
aquellas cuyo cumplimiento ha entrado en contradiccin con las representaciones meta del proceso secundario. El
cumplimiento de tales deseos ya no provocara un afecto placentero, sino uno de displacer, y justamente esta
mudanza del afecto constituye la esencia de lo q designamos represin.
Carta 52 (1896)
CC y memoria se excluyen entre s. Ps (signos de percepcin) es la primera trascripcin de las
percepciones, insusceptible de cc y articulada segn una asociacin por simultaneidad. Ic (inconciencia) es la
segunda trascripcin, ordenada segn otros nexos, las huellas Ic quiz correspondan a recuerdos de conceptos de
igual modo inasequibles a la cc. Prc (preconciencia) es la tercera trascripcin, ligada a representaciones-palabra,
correspondiente a nuestro yo oficial.
La denegacin de la traduccin es aquello q llamamos represin. Se
pone en vigencia una defensa normal a causa de un desarrollo de displacer, una defensa patolgica slo existe
contra una huella mnmica no traducida desde una fase anterior. La condicin de la defensa patolgica (represin) es
la naturaleza sexual del suceso y su ocurrencia dentro de una fase anterior. Un placer no inhibible constituye una
compulsin; un displacer no inhibible produce represin.
El sueo da satisfaccin del nexo q existe entre todos los fragmentos de los pensamientos onricos, ya q
unifica este material en una sntesis, como situacin o proceso. Refleja una conexin lgica como simultaneidad.
La causacin es figurada por una sucesin, porque los sueos se suceden o porque una imagen se muda
directamente en otra.
El no parece no existir en el sueo, se omite la contradiccin y la oposicin.
Semejanza, concordancia, comunidad son figuradas por el sueo en todos los casos por reunin en una
unidad q ya estaba dada en el material onrico (identificacin) o q se crea nueva (formacin mixta).
Todo sueo versa sobre la persona q suea, los sueos son del todo egostas. Puedo figurar mi yo en un
sueo varias veces, directamente u oculto por medio de la identificacin con personas extraas.
La posibilidad de crear formaciones mixtas en primera lnea entre los rasgos q dan a los sueos un cuo
fantstico, introducen en el contenido onrico elementos q nunca podran ser objeto de percepcin.
Lo inverso no llega como tal al contenido onrico sino q se exterioriza en el material por el hecho de q se
invierte un fragmento ya configurado del contenido onrico, q fue arrimado a este por otras razones. La inversin
cobra valor particular al servicio de la censura: ella infunde lo q ha de figurarse una medida de desfiguracin q al
comienzo paraliza la comprensin del sueo.
El factor de la realidad no cuenta p la determinacin de la intensidad de las imgenes onricas. La intensidad
de los elementos de uno nada tiene q ver con esa intensidad en el otro, entre material onrico y sueo ocurre una
total subversin de todos los valores psquicos.
A eso q en el trabajo de interpretacin nos sale al paso como resistencia, tenemos q llamarlo censura
onrica dentro del trabajo del sueo. La resistencia de la interpretacin es slo la objetivacin de la censura.
Nos prueba q la fuerza de la censura no qued agotada en el sueo, sino q permanece con el propsito de mantener
la desfiguracin.
Las tendencias q ejercen la censura son las q el soante admite despierto en su actividad judicativa y con las
cuales se siente consustanciado. Las tendencias contra las q se dirige la censura son de naturaleza repudiable,
chocantes en el aspecto tico, esttico o social, estos deseos censurados y q en el sueo han alcanzado una
expresin desfigurada son exteriorizaciones de un egosmo sin lmites ni miramientos.
La desfiguracin onrica es proporcional a dos factores: se vuelve mayor cuanto peores sean los deseos q
han de censurarse, y cuanto mayor sea la rigidez con q se presenten las exigencias de la censura en ese momento.
La desfiguracin onrica es una consecuencia de la censura ejercida por tendencias admitidas del yo, en
contra de mociones de deseo cualesquiera, chocantes, q se agitan en nosotros mientras dormimos.
fuerzas.
Est la posibilidad de q por la va de un cumplimiento de deseo pueda producirse algo displacentero,
una punicin. El castigo es un cumplimiento de deseo de la otra persona, la censuradora.
El trabajo del sueo nunca se limita a traducir estos pensamientos en modos de expresin arcaicos o
regresivos, sino q agrega algo q no pertenece a los pensamientos latentes del da pero q es el verdadero motor de la
formacin del sueo, este agregado es el deseo Icc p cuyo cumplimiento es remodelado el contenido del sueo.
Pensamientos onricos latentes son Icc para el soante (los restos diurnos son slo una parte de aquellos).
Restos diurnos son Icc, comprensibles y coherentes, pueden tener valor de mocin anmica u operacin intelectual.
A ellos se les suma algo, q tambin perteneca a lo Icc, una mocin de deseo intensa pero reprimida y esta sola es la
q posibilita la formacin del sueo. Trabajo del sueo articulacin entre el deseo inconciente y los restos
diurnos.
Un anciano, a quien se le encarg vigilarlo, se sent prximo al cadver, murmurando oraciones. Luego de dormir
algunas horas el padre suea que su hijo est de pie junto a su cama, le toma el brazo y le susurra este reproche:
Padre, entonces no ves que estoy ardiendo?
El padre despierta, observa un resplandor que viene de la habitacin vecina, se precipita hasta all y encuentra al
anciano guardin adormecido, y la mortaja y el brazo del cadver querido quemados por una vela que le ha cado
encima.
El durmiente percibi que el cadver se estaba quemando y lo elabor en su sueo. El contenido del sueo
est sobredeterminado, el dicho del nio se compone de dichos pronunciados en vida y enlazados con sucesos
importantes del padre. El sueo es siempre cumplimiento de deseo: En l, el nio est vivo; y adems prolong el
dormir del padre. Se trata de la realidad psquica no de la realidad material. Este sueo no escapa a la primera
teora: es un cumplimiento de deseo, el deseo de representarse al hijo con vida y el deseo de dormir (deseo prcc).
Pregunta por la funcin del despertar en el sueo.