RSM Economía
RSM Economía
RSM Economía
El siglo XX se inicia, teniendo como principal sistema socioeconmico mundial al capitalismo; este siglo lo pondr
frente a grandes fenmenos, producto de su propia dialctica; guerras, revoluciones y depresiones econmicas se
suceden en l. Si bien es un sistema inestable, posee mecanismos de resistencia y capacidad de reinvencin
ideolgica. La lgica del desarrollo histrico del capitalismo frente a las reiteradas crisis, indica el agotamiento de
una fase de acumulacin capitalista, que luego da paso a una reestructuracin del sistema, lo que significa que para
salir de dicha crisis es necesario hacer transformaciones importantes en su funcionamiento.
A finales del siglo XIX se experiment la primera crisis estructural y se pas de un capitalismo monopolista o de
libre competencia a capitalismo monopolista o imperialismo en que los monopolios se reparten el mundo luego de
la I Guerra Mundial. Terminada la primera guerra mundial, el nacimiento del socialismo en Rusia como sistema
socioeconmico, se constituye en un serio antagonista del capitalismo. Se suceden una serie de hechos: el
nacionalsocialismo, la expansin del socialismo y la gran depresin de la dcada de los aos 30 (derrumbe de la
bolsa de Nueva York) afect a todo el mundo, provocando un segundo conflicto blico a escala mundial.
La crisis de la gran depresin oblig al capitalismo a optar por un proceso de reestructuracin. El nuevo modelo de
capitalismo que surge entonces, se fundament en la complementariedad de tres grandes proyectos sociales: por un
lado, las ideas de John Maynard Keynes permitieron en occidente el nacimiento del proyecto del Estado de
bienestar de la socialdemocracia nacional, la cual asentaba su accin sobre la eficacia de sistemas productivos
nacionales interdependientes; en segunda instancia, en los pases del tercer mundo se da un proceso de unin, que
permite generar un movimiento nacionalista modernizador, y, por ltimo, la consolidacin del proyecto sovitico
de socialismo.
Finalizada la segunda guerra mundial el capitalismo entra en un perodo ininterrumpido de crecimiento que dura
hasta finales de los aos sesenta. Estados Unidos se convierte en la locomotora de la economa mundial. Entre el
perodo de 1948 y 1966 el pas norteamericano vive una poca de prosperidad, debido a las fuertes inversiones que
fomentan la recuperacin econmica de Europa y Asia, a travs del Plan Marshall. La economa norteamericana
acumula las mayores reservas de oro del mundo y emite cantidades descomunales de dlares al mercado mundial,
llegando a ser el principal acreedor del planeta. La globalizacin financiera fue posible gracias a la mayor parte de
los bancos y casas matrices del pas norteamericano, que hicieron posible esta red de intercambios en las
economas del mundo.
En la dcada de 1970 los postulados keynesianos comienzan a fallar y el capitalismo afronta una crisis poltica,
ideolgica y econmica, a la que Castells define como multifactica. Se produce una nueva crisis de
reestructuracin capitalista. El retroceso de la accin estatal en el mercado y la implementacin de polticas
neoliberales, que pretenden salir de la crisis, producen un cambio en la organizacin econmica: la
transnacionalizacin y desregulacin de los flujos financieros internacionales y el cambio de paradigma econmico
hacia las polticas de ajuste estructural y reforma del Estado.
Durante los aos setenta el dlar entr en crisis y aceler una revisin del sistema monetario internacional. La
acelerada tendencia de Estados Unidos al sobre endeudamiento y sobreconsumo crea a s misma cuellos de
botella, que sern desbloqueados finalmente por la economa mundial. La economa norteamericana intenta
compensar sus propios problemas financieros internos desvalorizando el dlar y afectando, de esta manera, a las
economas emergentes y dependientes o semi coloniales. En otras palabras: las corporaciones bancarias
provinientes de Estados Unidos aceleraron el proceso de endeudamiento de estos pases para financiar su propio
patrn de crecimiento. Esto hace que para la dcada del ochenta, los pases de Amrica Latina entren en crisis y se
declaren insolventes.
El documento del Consenso de Washington preparado por John Williamson, buscaba superar la situacin
econmica y social que viva Latinoamrica mediante tres ejes vertebrales: la estabilidad macroeconmica; el
desmantelamiento del proteccionismo y apertura al comercio exterior, competencia e inversin; la reforma del
papel del estado y refuerzo del papel de los mercados para reasignar recursos y capacidades. Esto se lograra
siguiendo una estrategia, compuesta por diez puntos:
Menor dficit fiscal posible para poder financiar sin caer en tcticas inflacionarias
Redireccionamiento del gasto pblico para reforzar la inversin en educacin, salud e infraestructura
Reforma fiscal que ampliara la base impositiva y redujera sus tasas marginales
Una tasa de cambio uniforme que sea competitiva para inducir un crecimiento rpdo de las exportaciones
no tradicionales
Sustitucin de las restricciones cuantitativas al comercio por tarifas que seran reducidas progresivamente
Eliminacin total de las barreras que impedan el ingreso de la inversin extranjera directa
Abolicin de todas las restricciones de ingreso de firmas extranjeras que compitan con firmas nacionales,
inclusive a nivel laboral
Provisin para proteger todos los derechos de propiedad, en especial del sector informal
Las innovaciones tecnolgicas dan nueva vida al capitalismo y su principal rival, el socialismo (la URSS), cae en
la dcada de 1990.
Fordismo y Posfordismo
J. Hirsch Fordismo y posfordismo: La crisis social actual y sus consecuencias
Las formaciones capitalistas que se constituyeron desde los '30 hasta los '50, como resultado de la crisis econmica
global y de la segunda guerra mundial, se establecieron teniendo como base la posicin imperialista dominante de
los EEUU y la prosperidad de la posguerra. Este ciclo largo fordista culmin en una nueva etapa de crisis
mundial y secular a mediados de los setentas.
La formacin fordista se basa en una estrategia de acumulacin intensiva de capital, bajo el cual el proceso de
trabajo se ve transformado por las formas tecnolgicas y de organizacin del trabajo tayloristas y fordistas (trabajo
en lnea de montaje). El fordismo implica una sustitucin profunda de las formas tradicionales de reproduccin de
la fuerza de trabajo, que redunda en la forma de reproduccin del capital: la produccin masiva de mercancas
estandarizadas y de consumo duradero.
El establecimiento de un mercado interno amplio y el incremento en la productividad del trabajo, constituyeron la
base del nuevo ciclo de acumulacin. Su fundamento fue la creacin de nuevos campos de inversin para el capital
(capitalizacin) y un incremento decisivo de la plusvala relativa (taylorizacin) en la disminucin de los costos de
reproduccin de la fuerza de trabajo, que la produccin industrial masiva y el aumento masivo en la productividad
del trabajo hicieron posible.
Esto tambin va a conducir a la universalizacin del trabajo asalariado, a la individualizacin de la sociedad.El
establecimiento del modelo de acumulacin fordista tuvo consecuencias cruciales para las formas de socializacin
y para la estructura del sistema poltico: el debilitamiento de la familia tradicional y de las estructuras comunales
llevaron a una desintegracin social; se desarroll entonces una sociedad de masas convenientemente
modernizada, caracterizada por relaciones sociales mediadas a travs de dinero, una divisin del trabajo y una
sociedad regulada e integrada por organizaciones burocrticas*.
El Estado Interventor nace bajo las presiones de la competencia en el mercado mundial, la creciente concentracin
del capital y la desintegracin social. En efecto, las polticas Keynesianas implementadas para superar la crisis de
1929 que se sostendrn desde 1945 por lo menos hasta principios de la dcada del '70, en los pases desarrollados,
se constituirn en el ambiente ideal para la consolidacin del fordismo como modo de regulacin de todas las
relaciones sociales (Estado de vigilancia, regulador y controlador). Asimismo, este proceso es acompaado por el
desarrollo de industrias basadas en tecnologas que venan madurando desde el perodo de entre guerras.
El Estado fordista es un Estado intervencionista no slo en el sentido de que asegura el mantenimiento, direccin
y regulacin de la fuerza de trabajo, sino que es el representante de un complejo administrativo-industrial que se
basa en un alto grado de concentracin y encadenamiento financiero entre las empresas. El motor que impulsa este
modelo es la transformacin interna de los procesos productivos industriales. El objetivo es el crecimiento del
mercado interno mediante el aumento del poder adquisitivo. La produccin en masas fue apoyada por el consumo
de masas; en estas condiciones se desarrollan los grandes medios de comunicacin de masas, vehculos de la
publicidad comercial y de la propaganda poltica
Las polticas estatales, durante ste perodo, estuvieron destinadas a garantizar el crecimiento de la produccin y
del consumo en masa como as tambin a garantizar un empleo relativamente alto. Esto se vi reflejado en polticas
pblicas sectoriales tales como infraestructura pblica, gastos en seguridad social, salud, educacin y vivienda.
Estas formas de intervencin estatal, que varan de un pas a otro, permiten conciliar un crecimiento econmico
estable con un mejoramiento de las condiciones materiales de vida de la poblacin. Los sindicatos se conforman
como aparatos de integracin de masas, esenciales para asegurar la continuidad de la produccin y la capacidad
de negociacin colectiva frente a demandas de mejores condiciones de trabajo, seguridad social, salario mnimo y
otras polticas sociales.
Sin embargo, las estructuras econmicas y sociales del fordismo, as como los mecanismos asociados a l, se
convirtieron en factor de crisis. La expansin internacional del fordismo aconteci de modo desigual, en tanto que
cada Estado intentaba su propio modo de "gestionar" las relaciones de trabajo, la poltica fiscal y monetaria, la
inversin pblica y las estrategias de bienestar social. El modo de desarrollo fordista-Keynesiano fue incapaz de
generalizar los beneficios de la produccin masiva a toda la sociedad, lo que provoca un nivel de insatisfaccin de
amplios sectores sociales y comienza a erosionar la base de legitimacin del Estado.
Desde mediados de la dcada del '60, el fordismo presenta seales de agotamiento que se manifiestan en la cada
del crecimiento de la productividad del proceso de trabajo fordista, que conduce a una crisis de la rentabilidad.
Esto innaugur un perodo de reestructuracin, racionalizacin y cambio tecnolgico. La reestructuracin del
modelo fordista de capitalismo lleva a una postura rgida de la esfera estatal en los mercados y en los contratos
de trabajo; en las inversiones de capital fijo y consecuentemente en la produccin. Exista tambin una rigidez en la
matriz de la alianza socio-poltica dominante (grandes sindicatos-empresas corporativas-gobierno) que dificultaba
la acumulacin de capital, en vez de favorecerlo.
El Estado no consigui garantizar, en gran escala, el acceso a servicios mdicos y educacionales, ni tampoco a los
habitacionales. Las condiciones para la realizacin de los objetivos asistenciales estaban condicionadas al continuo
crecimiento de la productividad del trabajo en el sector corporativo. Al mismo tiempo, en el mercado de trabajo la
negociacin salarial slo era posible cuando el crecimiento estable de la demanda y las inversiones lo permitan,
varios sectores estaban sometidos a los bajos salarios y relaciones contractuales dbiles.
Se trataba, por un lado, de reducir los costos de la reproduccin de la fuerza de trabajo, mediante la supresin de
las garantas de empleo, la revisin de los beneficios indirectos, el debilitamiento del poder sindical y la
flexibilizacin de la jornada de trabajo. Por otro lado, se trataba de utilizar las potencialidades tecnolgicas de la
automatizacin "como soporte material a fin de remodelar la organizacin del trabajo, los procesos de produccin,
los sistemas de gestin y la cualidad de los productos". El nuevo modelo de produccin flexible est ntimamente
relacionado a las nuevas formas organizacionales y tecnolgicas.
Sumado a lo anterior, este sistema se sostiene bajo el ideal de recursos naturales ilimitados, acceso sin restricciones
y la reproduccin continua de mano de obra barata. El establecimiento de grandes mercados en los centros
metropolitanos, la industrializacin selectiva de los pases del Tercer Mundo, la transferencia a estos pases de los
procesos de produccin tecnolgicamente ms simples y la correspondiente sobreexplotacin de mano de obra
barata con frecuencia femenina, pagndole por debajo de su nivel por la generalizacin del tipo de trabajo realizado
por una ama de casa. La continuacin de los procesos de produccin, la explotacin de las materias primas y la
tendencia a la depredacin de la naturaleza y del medio ambiente amenazaban con la destruccin. Surge entonces
un crecimiento destructivo, el cual no conlleva ningn aumento real en la satisfaccin de necesidades, sino al
desperdicio y destruccin de la naturaleza.
As, al igual que existen lmites para la explotacin de las materias primas, tambin los hay para el grado de las
tasas ganancias del capital en los pases con metrpolis, que vieron reducidos el crecimiento y el empleo,
reforzando la crisis de los estados nacionales. Este agotamiento condujo no slo a una reduccin de las tazas de
ganancia, sino tambin a un aumento del capital financiero. El exceso de liquidez financiera, de acuerdo con
Hirsch, habra sido causado por el estancamiento econmico. Este capital financiero forz con la ayuda del
neoliberalismo, la desregulacin y flexibilizacin de los mercados financieros globales, y condujo al
financiamiento del capital productivo para permitirle moverse en torno al globo en bsqueda de ubicaciones
beneficiosas, minando as la integridad de las economas nacionales.
A pesar de todas estas tensiones, el modo de desarrollo fordista-Keynesiano conseguir sostenerse intacto por lo
menos hasta la crisis de 1973, cuando el proceso de transicin hacia el modo de desarrollo informacional comienza
a acelerarse.
*Las organizaciones burocrticas siguen procedimientos rgidos y ajustados, polticas y limitaciones, la empresa reacciona con
controles estrictos, as como con renuencia a adaptarse o cambiar. Las personas son valoradas por las tareas que realizan, y
estas tareas son especficas y detalladas. Existe una estructura formal que limita al individuo y las decisiones personales y
polticas para evitar que haya una desviacin de la norma. Un reglamento se ha establecido para cada puesto de trabajo y se
permite poca creatividad. Los ttulos para los cargos son frecuentes, y se espera que todos se comporten de acuerdo a la
poltica de empresa. La formalidad en todo momento se valora y la disciplina estricta es esencial para el xito.
Posfordismo: La transicin
El Fordismo haba sido socavado por la emergencia de una crisis "estructural" de fines de los '60 y comienzos de
los '70s. La fase de exploraciones y experimentos posfordistas estaba teniendo un giro en los principales pases
capitalistas de Occidente tendiendo a conformar una nueva forma de regulacin.
Las nuevas tecnologas (microelectrnica) generan una forma nueva de plusvala relativa en la produccin. Se
produce una transformacin de las relaciones sociales de trabajo y en los modos de produccin, ms flexibles y
mltiples: una economa diversificada. Hay una hiperindustrializacin con tecnologas informativas,
telecomunicaciones, y de procesamiento de datos.
La tecnologa posfordista provoc una transformacin del trabajo de oficina y de los servicios sociales.
Diversific las tareas pero gener aislamiento y genero el control del trabajo mediante las nuevas tecnologas. El
trabajador posfordista es caracterizado como un trabajador individualizado. Adems esto ha generado contratos de
empleos a corto plazo. Esto ha producido una mano de obra barata y el cambio mquina por hombre. Se produce
una eliminacin gradual del trabajador masivo taylorista. El objetivo de la nueva poltica laboral es conformar un
ncleo privilegiado, reducido, de empleados altamente calificados, comprometidos en las complejas tareas de
supervisin y direccin.
El posfordismo y la Globalizacin estn internamente conectados. La desregulacin y la flexibilizacin del capital
ha conducido a un proceso global de reestructuracin capitalista, que pareciera haber dejado atrs al estado
nacional: hay un debilitamiento del estado nacional en la capacidad para regular la economa. La globalizacin del
capital lleva a los estados nacionales a adoptar polticas neoliberales para movilizar la sociedad en la lucha por
obtener inversin de capital internacional.
La sudafricanizacin del trabajo es la precarizacin laboral en un marco de 'desregulaciones', cuyo propsito es
la reduccin de los dficits mediante la intensificacin de la explotacin a cambio de condiciones deteriorantes y
restricciones salariales. En cuanto a la sindicalizacin posfordista podemos decir que los trabajadores son
despojados de su poder de participacin. Esto conduce a la japonizacion de los sindicatos, que sera la sustitucin
de los sindicatos centrales por sindicatos de empresas, se descentraliza y se impone la homogeneizacin
ideolgica sobre los grupos sociales.
Hirsch dice que el postfordismo es una mquina para supervisar la sociedad. Esta reformulacin en el modo de
produccin reduce la importancia de la lucha de clases y genera una masa individualizada, se desarticula la lucha y
las estructuras. El posfordismo toma a la clase trabajadora como un mero objeto de la historia. Para generar una
nueva cara del capitalismo, se tiene que dar un nuevo debate. Para no marcar el dualismo entre estructura y lucha.
proposiciones y recomendaciones polticas como si fuera doctrina establecida con un amplio acuerdo. El
descontento es con el fundamentalismo de mercado, con la nocin de que existe un conjunto nico de polticas que
es el correcto. En muchos lugares del mundo la oposicin no es a la globalizacin, sino al conjunto particular de
doctrinas, como las polticas del Consenso de Washington que han impuesto las instituciones financieras
internacionales.
El compromiso con una determinada ideologa ha privado a los pases de elecciones que deberan haber sido suyas,
y tambin ha contribuido significativamente a sus fracasos. Las estructuras econmicas de cada una de las regiones
del mundo difieren mucho. Adems, cambian con el tiempo. El BM y el FMI se resistieron a examinar estos
nuevos enfoques, y lo que es ms importante sus consecuencias para la poltica econmica, de la misma forma que
dichas instituciones se haban negado a considerar las experiencias que en el Este Asitico no haban seguido las
polticas del Consenso de Washington y haban crecido ms rpido que ninguna otra en el planeta.
La necesidad de instituciones pblicas internacionales
La cuestin es cmo hacer funcionar la globalizacin y si va a funcionar, habr que contar con instituciones
pblicas globales que ayuden a establecer las reglas. Tales entidades internacionales, por supuesto, debern
concentrarse en aquellos temas en los cuales la accin colectiva global es deseable o incluso necesaria.
A lo largo de las ltimas tres dcadas ha habido una comprensin creciente de las circunstancias bajo las cuales se
requieren una accin colectiva, a cualquier nivel (local, nacional o global). El reconocimiento de dichos campos ha
sido paralelo a la creacin de instituciones globales para afrontar esas cuestiones, pero no todas funcionan
especialmente bien. Algunas de ellas son la OMS, el BM, el FMI, la OMC, etc.
Aunque las instituciones especializadas en la mayora de estos campos han evolucionado en respuesta a
necesidades especficas, los problemas que afrontan estn a menudo interrelacionados. La pobreza puede conducir
a la degradacin medioambiental y sta a su vez, a la pobreza, por ejemplo. La globalizacin, al extender la
interdependencia entre los pueblos del mundo, ha acentuado la necesidad de una accin colectiva global y la
importancia de los bienes pblicos globales. El que las instituciones globales creadas en respuesta a ello no hayan
funcionado a la perfeccin no es sorprendente: los problemas son complicados y la accin colectiva a cualquier
nivel es difcil.
Gobernanza
Es necesario un cambio en los esquemas mentales, pero la mentalidad de una institucin se halla inevitablemente
asociada a aquellos ante los que es directamente responsable. Los derechos de voto cuentan, y cuenta quin se
sienta a la mesa.
La gobernanza en la OMC es ms complicada. Como en el FMI, las nicas voces que se oyen son las de los
ministros. No puede, pues, asombrar que a menudo se preste escasa atencin a las cuestiones medioambientales.
Pero mientras que los sistemas de votacin en el FMI aseguran que los pases ricos predominan, en la OMC cada
pas tiene un voto, y las decisiones se toman en gran medida por consenso.
El cambio ms fundamental requerido para que la globalizacin funcione como debiera es un cambio en la
gobernanza. Esto supone, en el FMI y el BM, un cambio en los derechos de voto y en todas las instituciones
econmicas internacionales, unos cambios que garanticen que no sean slo las voces de los ministros de Comercio
las que se oigan en la OMC, ni la de los ministros de Hacienda y el Tesoro en el FMI y el BM. Tales cambios no
sern sencillos.
Los cambios que los pases subdesarrollados arrancaron a los desarrollados en noviembre de 2001 como precio
para inaugurar otra ronda de negociaciones comerciales demuestran que, al menos en la OMC, ha habido un
cambio en el poder de negociacin.
Sin embargo, Stiglitz no confa en prontas reformas fundamentales en la gobernanza formal del FMI y el BM,
aunque a corto plazo puede haber cambios en las prcticas y procedimientos con efectos significativos. Hay 24
lugares en la mesa del BM y el FMI. Cada uno representa a varios pases; en su configuracin actual, frica tiene
muy pocos lugares y muy pocos votos, porque stos son asignados conforme al poder econmico. Podra haber
ms lugares para frica incluso sin cambiar los sistemas de votacin; su voz podra escucharse aunque sus votos
no contaran.
La participacin efectiva requiere que los representantes de los pases en desarrollo estn bien informados. Como
los pases son pobres, no pueden pagar personal como el que, por ejemplo, EEUU puede contratar para defender
sus posiciones en todas las instituciones econmicas internacionales. Los pases en desarrollo, propone Stiglitz,
podran contribuir a financiar un think tank que les ayudara a formular sus estrategias y planteamientos.
Transparencia
La manera ms importante de garantizar que las instituciones econmicas internacionales respondan mejor, es
aumentar la apertura y transparencia. La falta de transparencia afecta a cada una de las instituciones
internacionales, aunque de modo ligeramente distinto. En la OMC, todas las negociaciones que desembocan en
acuerdos tienen lugar a puerta cerrada. SI tales deliberaciones fueran ms abiertas, el escrutinio pblico volvera a
los paneles ms sensibles a las preocupaciones pblicas o bien forzara una reforma en el proceso de adjudicacin.
El apego del FMI al secreto es natural: los bancos centrales, aunque son instituciones pblicas, han sido
tradicionalmente secretos. Gracias a l, los funcionarios del gobierno disfrutan del tipo de discrecin que no
tendran si sus actos fueran objeto de escrutinio pblico. Da rienda suelta a los intereses especiales y sirve para
ocultar los errores, sean inocentes o no. Este secreto y las sospechas que despierta han ayudado am mantener el
movimiento de protesta. Una de las demandas de quienes protestan han sido ms apertura y transparencia.
El secreto tambin socava la democracia. Slo puede haber responsabilidad democrtica si aquellos ante los que
son supuestamente responsables esas instituciones pblicas cuentan con buena informacin sobre lo que estn
haciendo, incluyendo las opciones que afrontan y cmo se toman las decisiones.
La reforma del FMI y del sistema financiero global
Por qu el FMI cometa tantos errores? Parte de sus problemas derivaba del desajuste entre su supuesto objetivo,
para el que originalmente fue creado, la promocin de la estabilidad econmica global y sus nuevos objetivos, que
apuntaban ms a servir a los intereses de la comunidad financiera que a la estabilidad global. La ciencia econmica
fue demasiado a menudo sustituida por la ideologa, una ideologa que a grandes rasgos se ajustaba a los intereses
de la comunidad financiera, aunque cuando fallaba esos mismos intereses se vean perjudicados.
El FMI jams quiere discutir las incertidumbres asociadas con las polticas que recomienda, sino que ms bien
prefiere proyectar una imagen de infalibilidad. Esta actitud y esquema mental hacen difcil que aprenda de errores
pasados. El FMI ha aceptado errores en la crisis del Este asitico, pero ha tratado de limitar las crticas y la
discusin sobre ellas. Jams prosigui al anlisis de esas cuestiones, jams se pregunt el por qu de los errores,
qu haba fallado en los modelos o qu caba hacer para prevenir una repeticin en la prxima crisis. Nunca se
pregunt por qu sus modelos subestimaron sistemticamente la gravedad de las recesiones, o por qu
sistemticamente sus polticas son excesivamente contractivas.
El FMI procura defender su posicin de infalibilidad institucional alegando que si mostrara titubeos en su
conviccin de que sus polticas son correctas perdera credibilidad, y el xito de sus polticas requiere que los
mercados les concedan credibilidad. Hoy el FMI ha perdido mucha credibilidad, no slo son en los pases en
desarrollo sino tambin en el grupo de apoyo que ms aprecia: la comunidad financiera.
Fuera del FMI se ha desarrollado un amplio consenso para que se limite a su funcin esencial: el manejo de las
crisis, y que no se involucre -si no hay crisis- en el desarrollo o las economas en transicin. Stiglitz est de
acuerdo con esto. Forzar al FMI para que retorne a su misin original, permite un mayor control. Pero el
estrechamiento de su rango de accin claramente no resuelve el problema de esta institucin: parte de la queja
radica en que ha promovido polticas, como la liberalizacin del mercado de capitales, que han acentuado la
inestabilidad global, y que sus grandes polticas de salvamento, en el Este asitico, Rusia o Amrica Latina, han
fracasado.
Los esfuerzos reformistas
Tras la crisis del Este asitico y los fracasos de las polticas del FMI se impuso un consenso general de que algo
estaba mal en el sistema econmico internacional y de que era necesario hacer algo para que la economa global
fuera ms estable. No obstante, muchos en el Tesoro de EEUU y el FMI creyeron que slo era menester unas
modificaciones menores bajo el ttulo: Reforma de la arquitectura financiera global. Se pretendi que dicha la
expresin sugiriese un cambio en profundidad de las reglas del juego.
Pero el debate oficial sobre la reforma se ha centrado en las mismas instituciones y han sido dominados por los
mismos Gobiernos que efectivamente han gestionado la globalizacin durante cincuenta aos. Las instituciones
han mudado su retrica: hablan ahora de transparencia, pobreza, participacin. Aunque medie una brecha entre
retrica y realidad, la retrica tiene un efecto sobre la conducta de las instituciones, sobre la transparencia, sobre el
inters en la pobreza.
Pero los cambios, por profundos que parezcan a los que estn dentro de las instituciones, resultan superficiales para
los de fuera. El FMI y el Banco Mundial an tiene estndares informativos mucho ms cerrados que los de estados
democrticos como EEUU, Suecia y Canad. Intentan ocultar los informes crticos; es slo su incapacidad para
prevenir filtraciones lo que a menudo los fuerza finalmente a informar.
En otros casos ha habido ms cambios en lo que se dice en lo que se hace. Hoy existe una conciencia de los
peligros planteados por los flujos de capital a corto plazo y la liberalizacin prematura de los mercados de capitales
y financieros, algo incluso reconocido ocasionalmente por altos funcionarios del FMI. Esto constituye un cambio
significativo en la posicin oficial del Fondo en las polticas aplicadas a los pases. De momento, la evidencia no es
prometedora.
Hubo otros gestos de reforma, tibios y parciales. Con el auge de las crticas contra los grandes rescates de los aos
1990 hubo una sucesin de reformas fallidas. Las estrategias de salvamento fueron un fracaso. Incluso donde haba
un amplio consenso en las reformas surgieron resistencias desde los centros financieros. Otras reformas, incluso las
aparentemente de poca entidad, enfrentaron una acusada resistencia, a veces tanto desde los pases desarrollados
como subdesarrollados.
Lo que se necesita
Las reformas del sistema financiero internacional apenas han empezado. Segn Stiglitz, entre las reformas bsicas
necesarias estn las siguientes:
Aceptacin de los peligros de la liberalizacin de los mercados de capitales, y de que los flujos de capital
de corto plazo (dinero caliente) imponen abultadas externalidades, costes soportados por quienes no son
parte directa en las transacciones.
Mejorar la regulacin bancaria, tanto en diseo como en implementacin, en los pases desarrollados y en
los subdesarrollados
Hay otros cambios que seran deseables: forzar al FMI a revelar el impacto esperado de sus programas sobre la
pobreza y el paro dirigira su atencin hacia tales dimensiones. Los pases deberan conocer las consecuencias
probables de lo que el FMI recomienda. Si yerra sistemticamente en sus anlisis, por ejemplo si los incrementos
en la pobreza son mayores a los pronosticados, debera responsabilizarse de ello.
la Economa,
la Geopoltica,
las Sociedades,
la Ecologa,
hipotecarios, de inversiones, de cajas de ahorro, de depsito, las bolsas, las autoridades de regulacin, las agencias
de locacin de los Estados ni las agencias contables internacionales.
Se produjo la crisis del sector financiero que diriga ste capitalismo, en su fase neoliberal, entraron en crisis y en
los 70 comenz la revolucin conservadora universalizada por Margaret Thatcher y Ronald Reagan; y se impone
como modelo en los 80 con la eleccin de Reagan.
El presidente estadounidense entendia al mercado como la solucin al problema (el Estado), y las sociedades deben
funcionar como una empresa cuyo objetivo debe ser producir beneficios, cualquiera sea el costo. El mercado sera
capaz de autorregularse y el Estado no deba intervenir, si se ocurren excesos el mercado los reducir y si tiene
carencia las va a suplir. En sta poca comienza a hablarse de privatizaciones donde domina la especulacin
irracional.
A consecuencia de todo esto, hoy, pases importantes se encuentran en dificultades como Islandia, Grecia
(virtualmente en quiebra), Portugal, Espaa, Irlanda e Italia, entre otros. EE.UU. al final de la presidencia de Bush
y al principio de la de Obama tuvo una poltica de nacionalizacin de la banca, de sectores industriales como los
automviles, como los estados socialistas en el mundo la han tenido. Se deca, era el regreso del Estado, sin volver
a un socialismo pero acercndose a un neo keynesianismo.
En la larga historia de la economa moderna, nunca ha habido un periodo en la economa donde el sector privado
haya querido excluir al estado de la economa. La norma histrica era la cohabitacin del sector estatal y del
privado mientras en el neoliberalismo el mercado podra eliminar, reducir o arrinconar al Estado. Ramonet sostiene
que no se aprendi de esto, pues las medidas de correccin han sido multimillonarias y los estados has gastado
centenares de miles de millones de dlares para salvar al sector bancario. Hoy, ese sector ataca a los propios
estados, reprochndole haberlos ayudado.
La Geopoltica:
Desde 1989, con la cada del Muro de Berln y la desaparicin de la Unin Sovitica (URSS) que EE.UU. es el
actor principal. Es decir vivimos en un mundo unipolar, cuando antes era bipolar. Sin embargo, su hegemona no se
traduce en una dominacin real del mundo. En la teora s, pero no en la realidad. Por ejemplo, las guerras de
Afganistn o Irak demuestran que por ms recursos militares que posee, se mantiene el desorden en esas regiones.
Los norteamericanos no consiguen redefinir el mapa, los conflictos se mantienen localizados en un solo lugar del
planeta.
En la actualidad, no hay conflictos militares tradicionales, no hay guerras entre dos estados y fuera del foco
perturbador hay pocos conflictos. Por estos tiempos, el conflicto dominante es Estados Unidos contra Al Qaeda,
pero sta es una organizacin no estatal, sin territorio, muy difcil de identificar, invisible, y que puede aparecer en
cualquier momento con una capacidad de destruccin importante. Lo que se denomina aqu foco perturbador
corresponde a la regin que va desde el este de Pakistn en la frontera con la India hasta el norte con el Cucaso
ruso, el Kurdistn turco y se extiende hasta Somalia y el sur de Yemen y Somalia. El 90% de los conflictos se
desarrollan all. Ejemplos de conflictos: Cachemira e India en Pakistn, la guerra de Afganistn y la de Irak, IsraelArabia, Israel-Palestina. Pakistn e Irn como potencias nucleares.
En el seno de esta rea est muy presente EE.UU. y tambin la OTAN (principal organizacin de la alianza militar
del mundo). Lo cierto es que ninguna guerra se gana puesto que los conflictos continan. Un ejemplo muy reciente,
el desarrollo de armamento nuclear norcoreano, cosa que antes no suceda.
En Amrica Latina hay estados muy crticos y adems han establecido alianzas con otros pases rabes, con el
continente africano, con China y Rusia. Si repasamos, durante la guerra fra la URSS tena un solo aliado en la
regin y era Cuba. Hoy muchos pases latinoamericanos se aliaron a China y a Rusia, lo que implica que la
influencia real norteamericana ha retrocedido.
Otro factor interesante son las uniones econmicas que desarrollaron: UNASUR, ALBA, MERCOSUR, etc. Es
decir EE.UU. comparte el liderazgo a pesar de ser la superpotencia.
ONU, consigui crear el G8; grupo auto designado como piloto de tormenta pero sucede que al momento de
estallar la crisis no alcanzaba para resolver las dificultades del mundo y Washington debi aceptar el G20 donde
existe presencia latinoamericana, entre ellos, Argentina.
China, es actualmente una de las primeras potencias comerciales del globo. Hoy existen alianzas con aquel pas
con Brasil, Rusia, India, el sur de frica entre otros generndole un contrapeso a EE.UU.
Las Sociedades:
La pobreza provoca muertes en todo el planeta. Basta con solo un dato: el 40% de la humanidad vive con menos de
2 dlares al da. Resultan evidentes los esfuerzos que realizan los estados en educacin pero no alcanzan; 800
millones de analfabetos se desparraman por el planeta y el 70% son mujeres y nios. Ms de un tercio de la
humanidad vive sin alcantarillas ni baos con toda la contaminacin y las enfermedades que implica. Una persona
10
el Cambio Climtico.
la Pobreza.
amenaza de quiebre de Estados e Hiperinflacin para borrar los efectos de la crisis sistemtica que
genera mayor Pobreza.
Instalar una Tasa Internacional de Redistribucin solidaria sobre los Beneficios Financieros,
Burstiles y del Mercado de Cambio (muchos pases lo estn haciendo).
Instaurar una Tasa Carbono Internacional (si hay una produccin con alto consumo de carbono -lo
que produce el efecto invernadero- incitar a una produccin mas ecolgica).
Desnuclearizar el Mundo.
11
Las operaciones, de las economas nacionales en un mundo globalizado donde cada vez quedan menos fronteras,
pueden basarse en el reconocimiento de quienes somos nosotros y quienes son ellos. Las realidades diarias a
las que se enfrentan gran parte de las personas del mundo desarrollado y del mundo en vas de desarrollo -como
ciudadanos y consumidores- son radicalmente diferentes, dentro de un mercado mundial.
No obstante, las referencias y el terreno siguen estando trazados en trminos polticos como estados-nacin
tradicionales. La erosin y sensacin de decadencia de los modernos estados-nacin tambin est marcada por el
antagonismo contemporneo, cuestiones nacionalistas, etnocentristas, raciales y hasta tribales. La relajacin de la
tensin entre los dos polos impuestos por Estados Unidos y la antigua Unin Sovitica, ha provocado una ruptura
que se ha expandido en trminos polticos.
Segn Huntington: Las lneas de quiebre no surgen de la poltica o la ideologa, sino de la cultura. Cuando se unan
grandes masas de personas para un objetivo comn, su principal vnculo de cohesin ser la puesta en comn de su
civilizacin comn, un nosotros y que, cuando miren de una frontera hacia otra se extender esa falta de
civilizacin en comn con el otro. Las agrupaciones basadas en la cultura se convertirn en los participantes ms
influyentes en los acontecimientos mundiales. Huntington pasa por alto que, incluso dentro de una misma
civilizacin, las personas han luchado entre s con mucha frecuencia. Las personas normalmente luchan cuando sus
lderes polticos y militares dilatan unas diferencias diminutas para poder agitar un odio latente, no cuando las
civilizaciones chocan.
No son las civilizaciones las que generan los enfrentamientos. Los enfrentamientos ocurren cuando lderes
retrgrados buscan maneras retrgradas de resolver los problemas. Teniendo en cuenta este declive de la
importancia de los estados-nacin como unidades de actividad econmica, no es difcil comprender por qu se han
entendido sentimientos culturales, religiosos, tnicos o incluso tribales como la nica barrera que se puede oponer
a las fuerzas centrfugas desatadas.
La disolucin de estos dos polos est teniendo lugar en un mundo cuyos habitantes, al margen de los distantes que
puedan estar en lo geogrfico o lo diferentes que puedan ser en lo cultural, estn vinculados por las mismas fuerzas
bsicas de informacin mundial. La inmediatez y exhaustividad de su acceso a esa informacin vara, pero sea cual
sea la civilizacin a la que un grupo determinado de personas pertenezca, este grupo podr enterarse del modo de
vida de otros grupos, del tipo de producto que compran, de los cambios de sus gustos y preferencias como
consumidores, y de los estilos de vida que anhelan.
En la actualidad, el proceso de convergencia es ms rpido y ms profundo: profundiza hasta la ms fundamental
dimensin de la concepcin del mundo, la forma de pensar. El entorno multimedia hace que la migracin de ideas e
innovaciones sea instantnea, cruzando las barreras polticas invisibles. La transformacin, provocada por
los avances de la tecnologa de la informacin, ha tenido tres efectos de amplia
repercusin.
En la esfera macroeconmica, hizo posible la transferencia de capital prcticamente al
instante a cualquier parte del mundo. Los flujos de capital han dejado de estar vinculados a
su desplazamiento material o de bienes y adems, las formas tradicionales de comercio se
reducen cada vez ms en la actividad econmica transfronteriza.
En la esfera empresarial, esos avances modificaron la cantidad y naturaleza de la
informacin sobre mercados, productos y procesos organizativos a los que se puede
acceder inmediatamente.
En la esfera del mercado, los avances cambiaron lo que los consumidores pueden saber
acerca de otros estilos de vida de otras personas, de los productos y servicios a su alcance,
del valor relativo que proporcionan ciertas ofertas. De esta manera, los consumidores de
todo el mundo estn desarrollando expectativas culturales similares acerca de lo que
deberan poder comprar y lo que quieren comprar.
Las experiencias multimedia, que la nueva tecnologa pone al alcance de ms y ms personas, tienen consecuencias
que van mucho ms all de las superficiales cuestiones del gusto (y de sus consecuencias para la cultura) que
llegan a afectar a dimensiones fundamentales del ser, como el proceso de reflexin y la disposicin mental. En las
sociedades abiertas a la experiencia multimedia. Los nios y los adolescentes estn alcanzando, en los sustratos de
la sensibilidad y la concepcin del mundo, una gran similitud con su coetneos de otras sociedades, sometimos a
las mismas influencias, similitud que es mucho mayor que la que guardan con las generaciones ms maduras de sus
propias culturas. La continuidad entre las generaciones, de la que necesariamente dependen todas las sociedades
para garantizar su integridad y su supervivencia, ha empezado a quebrarse.
La transicin que nos lleva hacia una economa sin fronteras entonces, cuestiona la relevancia de los estados como
unidades significativas de actividades econmicas. Lo que define a los estados-nacin, como unidades
significativas y gestadores de la actividad econmica, no es la ubicacin de sus fronteras
12
polticas sino las condiciones para ser verdaderas unidades operativas en la economa
mundial actual. Las formas de financiamiento (de recursos y desarrollo) hoy se encuentran
en muchas de las organizaciones internacionales, que a su vez son agrupaciones de
estados-nacin. Muchos de los valores que conforman el fundamento de estados-nacin
independientes y soberanos necesitan una redefinicin o sustitucin.
Las unidades operativas naturales, que definen a la economa actual y a travs de las
cules se puede acceder a esa economa, se definen por los flujos de las cuatro es:
Inversin, Industria, Informacin, Individuos. La movilidad de ellas hace posible que las
unidades econmicas viables de cualquier lugar del mundo renan todo lo que necesitan
para desarrollarse.
Los Individuos, por ltimo, han adoptado una orientacin mundial de consumo
tambin gracias a la informacin. El acceso a conocer estilos de vida de todo el
mundo hace que los consumidores deseen cada vez ms productos mejores y ms
baratos, aunque provengan de otras partes del globo.
Esto hace que los antiguos esfuerzos intermediarios de los estados-nacin para atraer
recursos de otros lugares y canalizarlos hacia los usuarios finales (pueblo), sean
innecesarios en gran medida: los estados-nacin ya no tienen que desempear el papel de
creadores de mercado. Los gobiernos han perdido el poder para mantener a raya a los
mercados mundiales de capitales, pero an siguen conservando, cierto poder de mantener
sus mercados internos cerrados.
Para los estados-nacin el inters fundamental sigue siendo la proteccin: del territorio, de
los recursos, de los puestos de trabajo, de la industria, incluso de la ideologa. Muchas
veces el inters nacional se utiliza como defensa instintiva de los intereses particulares,
no de los intereses de todo el pueblo. Los estados-nacin no pueden llevar a cabo su
actividad econmica, ya que, a causa de su orientacin, hacen sus elecciones econmicas
considerando principalmente las consecuencias polticas y no las econmicas. Estn
siempre determinados por las reglas de la lgica electoral, as como de las expectativas
populares.
Dentro de los estados-nacin hay grupos que favorecen el mnimo socialmente garantizado
en aras del proteccionismo en el nombre del estado. De esta manera, el sistema pasa a ser
una forma de conservar el poder centralizado: cuando los gobiernos toman este tipo de
acciones polticas tienden a mantenerlas sin cambiar de opinin, concediendo cuando les
sea posible beneficios adicionales dirigidos a los que protestan con ms vehemencia.
Cuando ese poder se ve amenazado por una demanda que no puede satisfacer emite ms
billetes y deuda a largo plazo, redistribuyendo las desigualdades e hipotecando el poder de
adquisicin a futuro.
Suponiendo que la situacin econmica no es dilica o cuando la mayor informacin acerca
de los estilos de vida de otros lugares hace que las expectativas se multipliquen
rpidamente, la envidia y resentimiento relacionada al nivel de vida se extiende. Tener
un sistema de mnimo socialmente garantizado es una mala poltica: como las diversas
regiones se desarrollan de manera diferente, la distribucin de la relacin entre lo que
aportan y lo que reciben es bruscamente desigual, a pesar de la relativa distribucin
13
uniforme de la riqueza.
El gobierno de Japn, por ejemplo, en defensa de la igualdad de trato hacia sus abundantes
solicitantes y para demostrar que ejerce su monopolio de manera equitativa, accede a
prestar un nivel comn de servicios en todo el territorio del pas. Ese mnimo socialmente
garantizado es financiado por el gobierno y se aplica por igual para todos sus habitantes.
Los costes de esto varan enormemente entre zonas y algunas subvencionan (o lo creen) a
otras.
En realidad los estado-nacin se han convertido en una unidad de organizacin artificiosas
a la hora de reflexionar sobre la actividad econmica mundial. En una economa sin
fronteras, cualquier rgimen estadstico que tenga al estado-nacin como unidad principal
de anlisis estar completamente desfasado. Las estadsticas son poco fiables, pues no son un reflejo
exacto de los flujos reales de la actividad econmica. Algunos pases, por ejemplo, clasifican los seguros de vida
como ahorros; en otros, es un gasto. Algunos tratan las pensiones financiadas por los gobiernos como ingresos
personales; otros como una obligacin pblica. Algunos conciben las inversiones hipotecarias en una residencia
como consumo; para otros, es una forma de ahorro. Algunos clasifican artculos como los hornos de microondas
como electrodomsticos de lnea blanca; para otros son electrnica de consumo, o incluso mobiliario. Por lo tanto,
hasta en el nivel ms bsico es difcil hacer comparaciones significativas.
No es la cultura la que produce las diferencias estadsticas entre pases, sino las diferencias de sus sistemas
(impositivos o bancarios), las que colectivamente, hacen que los pueblos puedan comportarse de maneras tan
diferentes. La cuestin esencial, es que si estos sistemas cambiasen ambos pueblos se comportaran de una manera
muy similar.
La escala del desarrollo
La actividad econmica en la actualidad responde a los esfuerzos de participacin en la economa mundial y no a las
fronteras polticas de un estado-nacin tradicional. Tales esfuerzos siguen una trayectoria bastante previsible, donde
las prioridades cambian a medida que las reas econmicas atraviesan las diferentes escalas del desarrollo.
-En el nivel equivalente a los tres mil dlares per cpita de PNB, se da un intenso y constante aumento del deseo de
alcanzar una participacin ms activa en la economa mundial, como mercado y fuente de suministros de productos
para el consumo. Resulta conveniente empezar un programa de construccin de autopistas de transporte por
ferrocarril en las reas urbanas ms importantes, y de infraestructura bsica agua potable, energa elctrica,
comunicaciones y finanzas como apoyo para un nivel mayor de comercio internacional.
-En el umbral de los cinco mil dlares la intensidad del deseo de formar parte del sistema econmico mundial
aumenta rpidamente. Cuando se alcanzan los diez mil dlares, el smbolo del xito logrado consiste en pasar a
formar parte de la OCDE. En el punto intermedio de los cinco mil el smbolo de distincin y reconocimiento consiste
en ser anfitrin de unos Juegos Olmpicos. En esta etapa de desarrollo, aumenta la demanda de automviles de
calidad, la necesidad de aeropuertos internacionales modernos y de un sistema de trenes de alta velocidad. Aunque los
vnculos con la economa mundial se amplan (la divisa, o la banca y las telecomunicaciones) no se abren. El control
de gobierno y las reglamentaciones intervencionistas se mantienen con firmeza.
14
15
16
Otra caracterstica que puede definir a las comunidades lquidas es que ya no son necesariamente de carcter
territorial y que pueden pretender ejercer el monopolio de una violencia desregularizada frente al vaco que va
dejando el Estado-nacin. As, las comunidades explosivas pueden ser transnacionales y ejercer la violencia de
forma transnacional. De igual manera, las masas y clases lquidas y acomodadas se juntarn en comunidades de
guardarropa puesto que es en el guardarropa donde dejan su ego, su individualidad, para introducirse en el
efmero espectculo de la reunin comunitaria.
Para concluir, Bauman seala que inmersos en la sociedad liquida, solo podemos esperar un cambio, en mucho
tiempo. No podemos cambiar en unos cuantos aos lo que ha sucedido durante siglos. Eso s, el cambio social tiene
que ser un producto necesario y dinmico. Una vez comprendida la relacin entre la sociedad slida (seguridad,
contenidos, valores) y la sociedad lquida (movilidad, incertidumbre, relatividad de valores), el segundo paso
necesario es modificar la realidad y comprender que la va del cambio es la nica posible y la nica necesaria,
adems de ser oportuna, para evitar los conflictos sociales y mejorar las condiciones de vida.
17