BIANCHI Susana Historia Social General Capitulo 5
BIANCHI Susana Historia Social General Capitulo 5
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mejantes. Pero esta relacin de fuerza fue transformada con la industrializacin: para los pases avanzados fue cada vez ms fcil conquistar a un
pas atrasado. Incluso, despus de 1914, la relacin entre los pases
avanzados qued expresada en trminos militares y de capacidad blica en
una tendencia que lleg hasta el desarrollo de la tecnologa nuclear: el mundo se dividi en reas que se reconocan en trminos de misiles, de acuerdo con su capacidad destructiva. De esta manera se enfrentaron Estados
Unidos y la Unin Sovitica, hasta alcanzar niveles como el proyecto de la
Guerra de las Galaxias durante el gobierno de Ronald Reagan.
En 1914 ya era muy claro que existan pases avanzados y pases atrasados, slo que sus lmites no estaban claramente establecidos. Muchas zonas de Europa todava estaban afuera del lmite del desarrollo capitalista.
Rusia por ejemplo, era un pas atrasado, rea adems de inversin imperialista para los capitales franceses. Su desarrollo era incomparablemente
inferior al de los Estados Unidos que en 1914 tena un ritmo de industrializacin que permita prever su futuro de gran potencia. Sin embargo, ningn
contemporneo culto dudaba de que Rusia (o por lo menos la intelectualidad rusa) constitua uno de los ms poderosos bastiones de la cultura europea. Eran nombres de las postrimeras del siglo XIX y de comienzos del siglo
XX, Dostoievsky, Tchaicovsky, Tolstoi, Borodin, Chejov, Rimski-Korsakov, etc.
Eran adems nombres incomparables con los pocos que podan proporcionar los Estados Unidos: el escritor Mark Twain y el poeta Walt Whitman. Incluso, el novelista estadounidense Henry James (que muere en 1916), se
haba radicado en Gran Bretaa en bsqueda de un clima intelectual ms favorable para la creacin literaria. En sntesis, para cualquier europeo culto,
Estados Unidos era sinnimo de salvajismo mientras que Rusia era un relevante centro intelectual. Indudablemente, los lmites se clarificaron en los
aos siguientes.
El mundo avanzado se caracterizaba por una serie de procesos que comenzaron antes de 1914 y que se intensificaron a lo largo del siglo XX. En
primer lugar, el crecimiento de las ciudades, procesos de urbanizacin ligados a la industrializacin, a la transformacin de las estructuras agrcolas, a
la mayor complejidad de los servicios y de la administracin privada y estatal. En segundo lugar, el desarrollo de modelos de instituciones deseables:
un pas deba constar de un Estado territorial homogneo y soberano e integrado por ciudadanos, es decir, individuos con derechos legales y polticos. En rigor, estas dos cuestiones se vinculaban con la irrupcin de las masas, fenmeno que se dio desde las postrimeras del siglo XIX y que
caracteriz al desarrollo de todo el siglo XX. Por un lado, las ciudades eran
cada vez ms conglomerados de individuos, donde se visualizaba con mayor
nitidez la presencia de la gente comn; por otro lado, todo el mundo occidental (incluyendo a Rusia, desde 1905) avanzaba hacia un sistema poltico
basado en un electorado cada vez ms amplio, dominado por el peso de esa
misma gente comn.
Esta irrupcin de las masas tuvo como corolario la movilizacin poltica
de las masas, fundamentalmente en pocas eleccionarias. Esta movilizacin implic el desarrollo de partidos y organizaciones de masas, polticas
de propaganda y desarrollo de medios de comunicacin masivos. La prensa
popular, en los aos previos al ao 914, alcanz una importancia fundamental para los polticos que deban dirigirse a electorados cada vez ms
masivos.
300
Ver Unidad 4.
HOBSBAWM, ERIC J.
(1983), Introduction: Inventing Traditions,
HOBSBAWM, ERIC J. and
RANGER, TERENCE (ed.):
The Invention of Tradition,
Cambridge-New
York,
Cambridge
University
Press, pp. 1-14.
Ver Unidad 4.
301
Ver Unidad 4.
302
vieron un alto impacto en ciertas elites ilustradas que ya hacia 1918 comenzaron a incorporar a su lenguaje trminos psicoanalticos. Y este xito se
debi no slo a esta intencin de develar lo oculto, de rescatar la importancia de la irracionalidad, sino tambin porque Freud incluy, como punto central de su teora, otra de las problemticas que preocupaba a sus contemporneos: la sexualidad. Freud fue percibido como aquel que rompa con los
tabes sexuales, que indagaba en un campo de la conducta humana que
tambin perteneca al campo de lo oculto.
Si la aparicin del psicoanlisis, con su eje en la importancia de la irracionalidad, es uno de los indicios de la crisis de la identidad de la sociedad
burguesa, otro indicio de esta crisis lo encontramos en los desarrollos de la
sociologa, a partir de los primeros aos del siglo XX. Dos fueron los nombres de los socilogos ms significativos: Emile Durkheim (francs) y Max
Weber (alemn). La principal pregunta que, cada uno por su lado, intentaba
responder fue cmo mantienen la cohesin las sociedades cuando desaparecen de ellas los antiguos elementos de cohesin, como, por ejemplo, la
costumbre? La pregunta estaba referida precisamente a las sociedades de
masas y la preocupacin fundamental era tratar de mantener bajo control
los cambios sociales, cmo manejar las situaciones de anomia, es decir,
de falta de normas. Y no es casual que ambos, Durkheim y Weber -pese a
ser hombres manifiestamente ateos- hayan centrado sus estudios en el tema de la religin, para sostener que toda sociedad necesitaba de una religin o de un sustituto de religin para poder mantener su cohesin.
En sntesis, fue esta crisis de la identidad social lo que llev a la espera de
un colapso expresado en la guerra o en la revolucin y ambas llegaron finalmente: la guerra en 1914 y la revolucin en 1917. De all la percepcin de estos aos como una ruptura, como el fin de una poca y el comienzo de otra.
304
haba limado las rivalidades, haba puesto lmites a la expansin. Sin embargo, la lgica de la acumulacin capitalista era diferente a la lgica de la poltica. La acumulacin capitalista implica la ausencia de todo lmite. Para la
Standard Oil, por ejemplo, su expansin dependa del control del petrleo est donde est, independiente de todo control diplomtico y de toda zona de
influencia. La Standard Oil no buscaba petrleo en las zonas de influencia,
sino que procur que el Estado estableciera su zona de influencia all donde
hubiera petrleo. Dicho de otra manera, los antiguos lmites impuestos por
la diplomacia tendan a desaparecer.
HOBSBAWM, ERIC (1995), Captulo 1: La poca de la guerra total, en: Historia del siglo XX, 1914-1991, Barcelona, Crtica,
pp. 29-619.
305
En realidad, se esperaba que la guerra fuera muy breve. Cada uno de los
Estados Mayores haba preparado un plan ofensivo que les permitiera ganar
una batalla decisiva en el menor tiempo posible. Pero en contra de lo esperado, tras la batalla del Marne (septiembre de 1914) que estabiliz el frente
occidental, la guerra se prolong hasta 1918. La moderna tecnologa -la
aviacin fue empleada en los ltimos aos del conflicto- o, para suplirla, inmensos contingentes de soldados (como los ocho millones de rusos en el
frente oriental) constituyeron la maquinaria ms mortfera conocida hasta el
momento. De este modo, el fin del largo conflicto blico mostraba a una Europa destruida, con campos calcinados, ciudades desvastadas y una poblacin marcada por la muerte: la guerra haba cobrado ms de ocho millones
de vidas.
Indudablemente, la vida en las trincheras para los hombres que haban
estado en el frente haba sido muy dura. Pero la guerra tambin haba afectado profundamente a la poblacin civil. Y a medida que pasaba el tiempo y
las condiciones se volvan cada vez ms difciles, las consignas nacionalistas que haban apoyado al conflicto se volvan cada vez ms vacas de contenido. Para mantener la maquinaria blica, los gobiernos necesitaban controlar todo el aparato productivo. La economa de guerra implic entonces
una estricta planificacin -que se dio en Alemania en su mxima expresinque supeditaba el abastecimiento de la poblacin a las necesidades del
frente. Pero tambin el bloqueo econmico fue un arma de guerra. No slo
se buscaba dificultar el aprovisionamiento de repuestos y suministros militares al enemigo, sino tambin la extensin del hambre entre los civiles como
eficaz medio de desmoralizacin. La situacin era tal que hasta para los
propios jefes militares resultaba evidente que no se poda sostener por mucho tiempo el esfuerzo que la guerra implicaba: las protestas no tardaran
en llegar. Y as fue. Es cierto que, desde el punto de vista de la poltica interna, los gobiernos trataron de mantener la paz interior para canalizar todas
las energas disponibles hacia la guerra. Pero esto no impidi que desde la
izquierda, se tratara de canalizar el descontento. En tal clima, en 1917, en
Rusia, estallaba la revolucin: era el primer desafo abierto al capitalismo.
Las peores pesadillas de la burguesa parecan haberse cumplido.
a surgir algunos grupos de intelectuales, la intelligentsia, que pronto se reconocieron como un factor dinmico dentro de la sociedad. Si bien estaban influenciados por ideas occidentalistas e incluso socialistas, no constituan
un grupo homogneo. Los narodnik (Amigos del Pueblo) consideraban que la
va capitalista no proporcionaba un modelo vlido, ya que la nica fuerza revolucionaria en Rusia la constitua el campesinado. Incluso, muchos combatan la idea de un proceso de industrializacin porque consideraban que slo conducira al empobrecimiento y la miseria del campesinado. Para estos
grupos, el modelo de socialismo estaba dada por el mir, la comunidad rural
rusa. Para otros, en cambio, fascinados por los xitos de Europa occidental,
defendan la industrializacin. Consideraban que esta sera el camino no slo de modernizar Rusia, sino tambin -segn los principios marxistas- de
crear un proletariado como clase revolucionaria.
Ms all de sus diferencias, estos grupos adoptaron similares formas:
organizaciones secretas, rgidamente centralizadas y disciplinadas, que se
consideraban el motor de la actividad revolucionaria destinada a derribar el
rgimen zarista (era un modelo de accin que tal vez Lenin tuvo en cuenta
cuando plante su tesis del partido como vanguardia).
Y sus acciones pronto se dejaron sentir: en 1881, el zar Alejandro II -que
haba efectuado algunas reformas destinadas a la modernizacin, como la liberacin de los siervos- caa asesinado por la bomba de un terrorista.
Su sucesor, Alejandro III puso fin a todo intento de modernizacin y concentr sus esfuerzos en restaurar los principios autocrticos. Para acabar
con las influencias occidentales, llev a cabo un plan de eslavificacin.
Para ello, se iniciaron los pogroms contra los judos y se prohibieron las
lenguas que no fueran la rusa y las religiones que no fueran la ortodoxa
(situacin que afect particularmente a algunas regiones comprendidas
dentro del imperio zarista, como el caso de Polonia). En 1894, la llegada
al trono de Nicols II no mejor las cosas: el nuevo zar continuaba convencido de que era la voz de Dios la que lo convocaba para mantener el poder
autocrtico.
Sin embargo, paulatinamente la sociedad rusa comenzaba a transformarse. Desde 1890, capitales franceses haban sido invertidos en Rusia. Se comenz a llevar a cabo la construccin de los ferrocarriles -impulsados por
las necesidades estratgicas del Estado- que activ la industria y el comercio. Se empezaron a explotar las minas de carbn y de hierro en Ucrania y
en los Urales; aparecieron fbricas en Kiev, en San Petesburgo y en Mosc
que comenzaron a adquirir la forma de ciudades industriales. De este modo,
la incipiente industializacin comenzaba conformar una burguesa, muy pequea numricamente y muy dbil, que pronto asumi las ideas del liberalismo. Comenzaba a exigirse participacin poltica dentro de un sistema constitucional que limitase el poder monrquico. Con ese objetivo se form el
Kadete (Partido Demcrata Constitucional), que aspiraba a conformar un estado semejante a los de Europa occidental.
Pero la industrializacin tambin llev a la formacin de un proletariado.
Era tambin dbil numricamente, se encontraba concentrado en las pocas
ciudades fabriles y estaba bajo la constante presin de los campesinos que,
empujados por la miseria, se incorporaban al mercado de trabajo urbano.
Sin embargo, a pesar de que las organizaciones obreras debieron permanecer clandestinas y moverse en marcos restrictivos -los sindicatos estaban
prohibidos-, ya en 1890 comenzaron las primeras oleadas de huelgas. En
Ver Unidad 4.
307
Ver Unidad 4.
Ver Unidad 4.
CARR, EDWARD H. (1993), La revolucin rusa: De Lenin a Stalin, Madrid, Alianza, pp. 11-113.
pobres urbanos era conseguir pan y de los obreros, mayores salarios y jornadas de trabajo reducidas. Y en cuanto al 80 por ciento de la poblacin rusa
que viva de la agricultura reclamaba, como siempre, la tierra. Y todos coincidan en el deseo de que concluyera la guerra.
En contra de la imagen de Lenin que construy la mitologa de la guerra
fra -que lo present como un hbil organizador de golpes de estado-, el nico
capital con que contaban los bolcheviques fue el conocimiento de estas aspiraciones que les indic cmo proceder. (Incluso cuando Lenin comprendi
que los campesinos deseaban la tierra, an en contra del programa socialista, no dud en comprometerse con el individualismo agrario). Las consignas
Pan, Paz y Tierra y Todo el poder a los Soviets articulaban las difusas aspiraciones de las masas. De all que los bolcheviques de Lenin pudieran crecer de unos pocos miles en marzo, a casi 250.000 en julio de 1917.
En el mes de octubre, el afianzamiento de los bolcheviques en las principales ciudades rusas, especialmente en Petrogrado y en Mosc, y el debilitamiento del Gobierno Provisional -sobre todo cuando debi recabar el apoyo de las fuerzas de los soviets para sofocar un intento de golpe
encabezado por un general monrquico- llev entonces a la decisin de la
toma del poder. El comit central de los bolcheviques aprob la insurreccin
armada y se constituy un Bur poltico -integrado entre otros por Lenin, Stalin y Trotsky- responsable de llevarla a cabo. Pocos das ms tarde, en una
rpida operacin, cuidadosamente planificada, los bolcheviques ocuparon
los principales centros de poder de Petrogrado, y se hicieron del control absoluto de la capital. En rigor, dado el vaco existente, se trat ms de ocupar
el poder que de tomarlo. Como seala Hobsbawm, hubo ms heridos durante el rodaje de Octubre, el gran film de Eisenstein (1927) conmemorativo de
la revolucin, que en el momento de la ocupacin del Palacio de Invierno.
Para los bolcheviques haba sido muy fcil derrocar al Gobierno Provisional.
Sustituirlo, establecer un control efectivo sobre el caos en el que estaba sumido el vasto territorio, y establecer un nuevo orden iban a resultar tareas
mucho ms complejas.
HOBSBAWM, ERIC
(1995), Captulo 2:
La Revolucin Mundial,
en: Historia del Siglo XX,
1914-1991, Barcelona, Crtica, pp. 62-91.
torios que significaban las tres cuartas partes de recursos mineros. (Si bien
tambin es cierto que la derrota alemana a fines del mismo ao hizo que se
paliaran parcialmente esas condiciones).
Frente a la situacin de inestabilidad, ganar la guerra a los enemigos internos se haba transformado en el objetivo principal, aunque para ello se
sacrificaran algunos de los principios revolucionarios. Trotsky organiz el
Ejrcito Rojo segn los ms estrictos criterios de disciplina, pues era la efectividad lo que contaba. A su vez, el poder poltico se desplaz desde los Soviets -tericamente los rganos supremos-, al Partido Bolchevique, y dentro
de l, a un reducido ncleo con Lenin a la cabeza. De este modo, el nuevo
rgimen iba en marcha hacia un Estado autoritario, fuertemente centralizado, inflexible con quienes discutan su estrategia, sus tcticas y sus medios.
Pero tambin haba otras dificultades. El total desorden de la economa condujo a adoptar, desde 1918, drsticas medidas que posteriormente se conocieron como el comunismo de guerra. Se nacionaliz la industria y todo el
aparato productivo y la asignacin de la mano de obra qued bajo la dependencia de las necesidades del Estado. Para muchos, este comunismo de
guerra significaba un avance hacia el socialismo, en la medida que la economa ya no dependa del mercado. Sin embargo, tras la guerra civil, esta
imagen utpica choc con la realidad de una economa devastada.
De este modo, hacia 1921, la NEP (Nueva Poltica Econmica) introduca
cierta flexibilidad anteponiendo la mejora de las condiciones de vida, aunque para ello debiera recurrir a la admisin de algunas frmulas de propiedad privada y de mecanismos de mercado. En sntesis, la NEP constituy
una forma de compromiso entre la industria nacionalizada y las explotaciones campesinas privadas. Se trataba fundamentalmente de generar estmulos a la agricultura: los campesinos luego de pagar al Estado un impuesto
en especie podan vender en el mercado. Esto incluso constitua un estmulo para la industria liviana. Pero el proceso de recuperacin econmica
que se haba iniciado se vio ensombrecido por el comienzo de la larga y fatal enfermedad de Lenin (mayo de 1922).
La ausencia de Lenin haba permitido a Stalin convertirse en una figura
dirigente dentro del Partido Comunista de modo tal que, tras la muerte del
fundador de los bolcheviques (1924), pudo ascender al poder, desde donde
profundiz la va autoritaria.
El problema que se deba afrontar era indudablemente el de la industrializacin. En 1927, la ruptura de relaciones con Gran Bretaa y la amenaza de
la guerra centr la atencin en la defensa militar, y las necesidades de rearme reforzaron la causa de un rpido desarrollo de la industria pesada. Tambin se planteaba el problema de la desocupacin, cuya principal causa era
la superpoblacin rural. La solucin pareca residir en la creacin de nuevas
empresas industriales que absorbieran la mano de obra desocupada.
CARR, EDWARD H. (1985), Reflexiones sobre la industrializacin sovitica, en: EDWARD H. CARR, 1917. Antes y despus,
Madrid, Sarpe, pp. 137-155.
Pero la industrializacin exiga tambin otros cambios. Exiga transferir recursos y producir alimentos para una creciente poblacin urbana. El problema
310
CARR, EDWARD H. (1985), Revolucin desde arriba: la va hacia la colectivizacin, en EDWARD H. CARR, 1917. Antes y despus, Madrid, Sarpe, 1985, pp. 121-136.
311
Rusia, en un renovado discurso nacionalista, -atractivo para el ejrcito y muchos sobrevivientes del rgimen zarista- fue la combinacin que le permiti
mantener un frreo dominio sobre el partido y el Estado. Adems hubo xitos notables: entre 1928 y 1938 la produccin -en medio de la crisis de la
economa occidental- se multiplic cinco veces y la URSS ocup el cuarto lugar entre las naciones industriales. Tal vez por eso, la dictadura de Stalin
despert sentimientos encontrados de admiracin y repudio, en una ambigedad que tard mucho en disiparse.
Ver Unidad 4.
312
Analizar la crisis del capitalismo que se inici con el crack de la Bolsa de Valores de Nueva York en 1929 y que se prolong en la profunda depresin
econmica de los aos treinta requiere introducirse en la situacin de los
Estados Unidos, pas que se afirm como potencia mundial despus de la
Gran Guerra. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los Estados Unidos haban logrado un considerable desarrollo. Por un lado, la expansin hacia el
Oeste -exploradores, tramperos, mineros, vaqueros, agricultores fueron la
punta de lanza que permiti a los Estados Unidos una expansin que cre
un vasto comercio interregional-; por otro lado, las polticas industrialistas
que se intensificaron luego del triunfo de los Estados del norte en la Guerra
de Secesin (1861-1866) fueron los factores que favorecieron este crecimiento. En 1917, los Estados Unidos entraron en la guerra que asolaba a
Europa, considerando que esto les proporcionara un lugar de la conferencia
de paz y les dara la posibilidad de hacer or su voz en el futuro. Lo cierto
es que, en medio del desastre de la postguerra, Estados Unidos fue la nica nacin acreedora. Y, a partir de 1918, comenz a experimentar un crecimiento sin precedentes.
La sociedad norteamericana de la dcada del veinte fue la primera sociedad de consumo de masas. Ningn otro pas haba alcanzado esa situacin y
los europeos no podan dejar de contemplarla con una mezcla de admiracin
y de envidia, mientras el cine de Hollywood difunda las imgenes de la buena vida norteamericana. El crecimiento se basaba en un mercado cada vez
ms amplio de productos de consumo durable: automviles y artculos elctricos. Y la formacin de dicho mercado haba sido posible por varios factores.
En primer lugar, en el proceso productivo fueron incorporados avances tecnolgicos como la cadena de produccin, desarrollados durante la guerra para la produccin blica. Incluso los principios de la gestin cientfica de Taylor ya haban sido incorporados por Henry Ford desde 1914. De este modo,
los trabajadores podan producir ms, bajar costos y reducir los precios al
consumidor. En segundo lugar, comenzaron a surgir una serie de mecanismo
destinados a modificar las actitudes frente al consumo. La publicidad a travs de la radio y los peridicos, la importancia creciente del diseo -un nuevo
modelo poda volver obsoleto a otro an til-, los sistemas de distribucin como las cadenas de almacenes, y las ventas a plazos, que permitan crear
una demanda para productos caros (como los automviles), modificaban los
hbitos de consumo. En sntesis, se trataba de crear un nuevo mercado.
En este sentido, el caso de Henry Ford ejemplifica este proceso de formacin de un nuevo mercado de consumo. Anteriormente, los automviles eran
Pero tambin el automvil modific los modos de vida. Como seala Baines,
cre una nacin de nmades. Las clases ms acomodadas optaron por vivir en residencias suburbanas rodeadas de jardines, dotadas de energa
elctrica, y todos los elementos necesarios para el confort: aparatos de radio, aspiradoras, lavarropas y, a finales de la dcada, heladeras.
Y todo esto resultaba un importante impulso para la industria elctrica.
El automvil permiti tambin la construccin de residencias veraniegas en
lugares -como el sur de Florida- donde se poda acceder fcilmente por carreteras, donde aparecieron nuevas posibilidades de negocios, desde moteles hasta puestos de venta de salchichas. De este modo, la economa se
activaba y pareca ofrecer mltiples oportunidades para todos.
La industria de la construccin recibi un fuerte impulso por la construccin de viviendas particulares, pero tambin por la construccin de edificios
comerciales destinados a oficinas para la administracin gubernamental o
de los negocios privados, que adquiri gran complejidad. La aplicacin de
estructuras de acero y la difusin de los ascensores permitieron la construccin de rascacielos e hizo que las ciudades crecieran en altura: Manhattan, en Nueva York, y el Loop de Chicago adquirieron su perfil caracterstico
en los aos veinte. De este modo, la dcada de los veinte fue la poca dorada de la gran ciudad -que creci a un ritmo mayor que la poblacin total-,
con su centro y sus barrios suburbanos, y la sociedad americana qued sometida a una nueva cultura urbana.
313
314
Ante los cambios, los sectores ms tradicionalistas reaccionaron con total intransigencia, afirmando su fe en los antiguos valores, en Dios, en la
austeridad, en la moralidad y en todo lo que definan como el espritu americano. En este clima comenz a tener particular xito el fundamentalismo
religioso, que a partir de la interpretacin literal de la Biblia, procuraba afirmar las viejas tradiciones. Estas tendencias tuvieron particular importancia
en los estados del Sur -los ms afectados por la crisis de la agricultura- en
donde lograron, por ejemplo, que, en 1925 en el Estado de Tennessee, se
promulgara una ley que prohiba los ataques a la Biblia: esto significaba
que en las escuelas estaba vedada la enseanza de la interpretacin darwiniana de la evolucin humana. Dentro de este clima, en la dcada del veinte resurgi el Ku Kux Klan, secta que defenda la idea de una Amrica tradicional, una Amrica Wasp, es decir, blanca (white), anglosajona y
protestante. El KKK recomenz entonces los violentos ataques a los grupos
que consideraban que destruan esa esencia americana: en primer lugar, negros; pero tambin catlicos y judos.
El gobierno no estaba dispuesto a otorgar a los sectores rurales el reclamo de la paridad, pero ante las presiones debi dar lugar a su otra gran
reivindicacin: la prohibicin del consumo de alcohol. En efecto, el consumo
de alcohol era percibido por los sectores tradicionalistas como el origen de
todos los males. Ya antes de la guerra, haban obtenido su prohibicin en algunos Estados, pero a partir de 1920 la ley seca se estableci a nivel nacional. Si bien con esta ley se buscaba preservar la moral, sus resultados
fueron paradjicos. La prohibicin fue, en rigor, una invitacin a beber ilegalmente, actividad que se revisti de emocin, mientras los locales clandestinos se ponan de moda. Para solucionar el abastecimiento, aparecieron
destileras clandestinas (el cocktail se invent para disimular el mal sabor
de algunos de estos productos) y se intensific el contrabando. No es sorprendente, por lo tanto, que esta actividad quedara controlada por los gansters, que se transformaron en los ms fervorosos partidarios de la prohibicin. En estas circunstancias, el clebre Al Capone construy su primer
imperio sobre la base de la produccin ilegal de cerveza, mientras comenzaban las primeras guerras entre bandas en Chicago por barrios en que los
gansters tomaban bajo su proteccin.
Si los valores tradicionales y los valores modernos enfrentaban a la
sociedad estadounidense, en cambio, todos se unificaban en un fuerte nacionalismo. Ya durante la guerra, muchos estadounidenses se haban dedicado ardorosamente a detectar saboteadores alemanes. Y cabe aclarar
que todo aquel que no entrara estrictamente en las pautas norteamericanas
poda ser definido como saboteador alemn. Y todos realmente estaban
convencidos de que el prejuicio contra los extranjeros constitua un sincero
patriotismo. Despus de la guerra se mantuvieron estos prejuicios dirigidos,
sobre todo, hacia aquellos extranjeros que mantenan sentimientos de lealtad hacia sus pases de origen y hacia sus Iglesias, y se reaccion violentamente contra aquellos rasgos que se consideraban forneos.
Bajo el impacto de la revolucin rusa, estos sentimientos se intensificaron y se dirigieron contra los polticos radicales y, sobre todo, contra los sindicalistas. Estos grupos, muchas veces de origen inmigrante, caan entonces bajo un doble estigma: extranjeros y comunistas. De este modo,
cualquier conflicto laboral (como las importantes huelgas de 1919 y 1920
en las minas de carbn y en la industria metalrgica) poda ser presentado
315
como una amenaza contra la Constitucin. El miedo al peligro rojo que invadi a la sociedad norteamericana de los aos veinte era bastante infundado: el Partido Comunista tena slo 75.000 afiliados, de los cules un pequeo grupo era activista. Sin embargo, para muchos era una amenaza real
que se tradujo en una verdadera histeria. Se persigui a dirigentes sindicales, polticos, profesores universitarios, directores de cine (preanunciando el
macartismo de la dcada de los cincuenta). Dentro de este clima, dos anarquistas italianos, Sacco y Vanzetti, no lograron ser juzgados de manera imparcial en el estado de Massachusetts y, cuando fueron ejecutados en
1927, el movimiento de protesta fue mnimo.
Pero, ms all del nacionalismo y la xenofobia, sobre todo en las grandes
ciudades, muchos de los conflictos sociales podan ser ignorados. Se viva
uno de los momentos de auge econmico ms duraderos de la historia estadounidense y esto aliment la creencia de que se haba encontrado una
maquinaria de prosperidad de movimiento perpetuo. Pero muy pronto, la crisis puso abruptamente fin a la euforia.
GALBRAITH, JOHN
K. (1983), Captulo
IV: El crepsculo de una
ilusin y Cap. V: El crac,
en: El crac del 29, Barcelona, Ariel, pp. 108-158.
316
socupacin disfrazada (como el caso de vendedores ambulantes), la mendicidad, las ollas comunes, las Hoovervilles -caseros armados de cartn y
hojalata que fueron apodadas con el nombre del presidente Hoover- daban
de los Estados Unidos una imagen muy diferente a la de la dcada anterior.
ingls, lord Maynard Keynes formul en 1936, en Teora General del Empleo,
del Inters y la Moneda. Se trataba de lograr el pleno empleo y de sostener
la demanda; esto alejara el conflicto social pero tambin adems estimulara la produccin. Y esto no slo ocurra en los Estados Unidos. Gran Bretaa, por ejemplo, abandon en 1931 el libre comercio y fue el ejemplo ms
claro de esta rpida generalizacin del proteccionismo. En esta lnea, los gobiernos se vieron forzados a dar prioridad a las consideraciones sociales sobre las econmicas en la formulacin de sus polticas para alejar el peligro
de la radicalizacin, tanto de izquierda como de derecha. En sntesis, naca
el Estado de Bienestar.
FURET, FRANCOIS
(1995), Captulo 1:
La pasin revolucionaria,
en: El pasado de una ilusin. Ensayo sobre la idea
comunista en el siglo XX,
Mxico, Fondo de Cultura
Econmica, pp. 15-45.
319
Ver Unidad 4.
Cules haban sido los resultados de la guerra para Europa? El Tratado de Versalles (1919) haba intentado rehacer el mapa de Europa. La derrotada Alemania
debi devolver Alsacia y Lorena a Francia, y otros territorios a Blgica y Dinamarca. Danzing se constituy en ciudad libre y las minas carbonferas del Sarre fueron ocupadas por Francia y administradas por la Sociedad de las Naciones. Asimismo, Alemania deba comprometerse al pago de indemnizaciones y de los
gastos de guerra, reducir su flota y su ejrcito a cien mil hombres. Por medio de
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otros tratados se entreg Trieste a Italia, se form Yugoslavia con Servia, Croacia
y Eslovenia y se cre la repblica de Checoslovaquia sobre la base de Moravia y
Bohemia. Polonia recuper territorios y se le concedi salida al mar a travs del
corredor polaco. Austria debi otorgarle la independencia a Hungra -que a su
vez perdi tres cuartas partes de su territorio- y ambos pases quedaron constituidos como pequeos estados sin salida al mar. Lbano y Siria pasaron a ser controlados por Francia, mientras Gran Bretaa se reservaba la administracin de Palestina, Transjordania e Iraq.
Como corolario se cre la Sociedad de las Naciones. A travs de este organismo
internacional los pases europeos esperaban encontrar un equilibrio, pero muy
pronto se evidenci su fracaso. Desde sus comienzos la Sociedad de las Naciones
careci de una verdadera representatividad. La Unin Sovitica y Alemania haban
sido excluidas y los Estados Unidos no participaron al rechazar el convenio. De esta forma sin las principales potencias internacionales, la organizacin se redujo a
una serie de acuerdos entre Gran Bretaa y Francia, y con la guerra chino-japonesa (1937) se hizo evidente su inoperancia. Pero ni los nuevos repartos, ni los acuerdos internacionales podan resolver los graves problemas que aquejaban a los pases europeos. La guerra haba dejado un saldo de prdidas desfavorable para todos
y, en rigor, ninguno obtuvo mayores beneficios. La excepcin la constituan los Estados Unidos, nacin acreedora que qued confirmada como primera potencia
mundial. Quedaba claro que el eje del mundo haba virado.
El caso italiano
Para Italia, las consecuencias de la guerra no haban sido favorables. Casi
setecientos mil muertos y quince millones de dlares como prdida no eran
un saldo considerable. Del Tratado de Versalles solo haba obtenido Trieste,
ninguna colonia alemana haba pasado bajo su control y las ambiciones sobre Fiume, en el Adritico, se haban visto frustradas. Como los mismos italianos decan, Italia haba ganado la guerra, pero perdido la paz.
La crisis econmica de posguerra se haca sentir con toda su dureza.
Adems, ante la poltica de muchos pases americanos que para balancear
su mano de obra se haban cerrado a la inmigracin, Italia vea reducirse el
mecanismo al que recurra para superar el desequilibrio interno -las remesas de emigrantes- y se vea obligada a encerrase en sus propias fronteras.
La agitacin obrera pareca alcanzar lmites extremos: la desocupacin, la inflacin, la cada de los salarios eran paralelos a huelgas y a la toma de fbricas, a la constitucin de las ligas rojas y al tercio de diputados socialistas que haban ganado las elecciones en 1919. Pero el fenmeno no era
slo urbano ni se reduca la norte industrializado (Miln y Turn, fundamentalmente). Tambin en el sur, campesinos cansados del hambre haban iniciado la ocupacin de tierras. Todo pareca indicar que en Italia podan darse
las condiciones para reproducir la experiencia rusa de 1917.
Tambin en 1919 nacieron los primeros Fasci di Combattimento. Al comienzo resultaron un fenmeno irrelevante. En Miln, donde haban sido fundados, haban recibido en las elecciones 5.000 votos, frente a los 170.000
sufragios socialistas. De qu manera un grupsculo semejante pudo llegar
al poder en slo tres aos es una pregunta que apasion a historiadores y
politlogos. Sin embargo tambin es cierto que la fuerza del fascismo no
puede medirse exclusivamente con datos electorales. Ya en los ltimos meses de 1920, el pequeo grupo comenz a beneficiarse tanto por la tolerancia del gobierno como por el apoyo de los grandes propietarios y de los due321
322
os de fbricas alarmados por el curso de los acontecimientos. Los fasci cada vez ms se fueron convirtiendo en organismos de carcter paramilitar, integrados por excombatientes, y exaltados nacionalistas, dedicados al asalto
de sindicatos, de peridicos, de grupos y de partidos de izquierda y de todo
aquello que significara el peligro comunista. Y lo que haba comenzado como un fenmeno urbano, limitado a los centros industriales, pronto se extendi tambin al medio rural y a las pequeas ciudades de Toscana, de
Emilia y del Valle del Po.
A fines de 1921, se organizaba el Partido Nacional Fascista Italiano. Su
crecimiento, en apenas un ao haba sido espectacular: con 250.000 afiliados se haba constituido en el mayor partido de Italia. Su programa tambin
fue perdiendo su retrica revolucionaria poniendo de manifiesto lo que constituira una de sus principales caractersticas: su pragmatismo, su capacidad
de adaptacin a las circunstancias. Sin duda, el alma mater del partido era
Benito Mussolini. Desde muy joven Mussolini haba militado en el Partido
Socialista, en donde haba dirigido el peridico Avanti. Expulsado del partido
por su prdica belicista, pas a dirigir Il Popolo dItalia y particip en la guerra como soldado raso. En 1919, haba sido elegido Duce, del fascio de Miln. Durante los aos siguientes, el prestigio de Mussolini fue en aumento.
Y su principal oportunidad se present en el transcurso de un motn en Npoles que le permiti declarar la revolucin fascista y ordenar la clebre
Marcha sobre Roma, en la que 50.000 camisas negras tomaron la ciudad
(28 de octubre de 1922).
La audacia de Mussolini se vio recompensada. Ante la situacin creada,
el rey Vctor Manuel III le otorg el gobierno y le encomend la formacin de
un nuevo gabinete. Durante los primeros aos, Mussolini actu con cautela:
la autoridad del rey se mantuvo nominal y se respetaron los mecanismos
institucionales. Sin embargo, Mussolini fue construyendo un poder omnmodo: como Duce, controlaba el partido y como Capo di Governo el poder poltico. Los destinos de Italia estaban en sus manos. Sin embargo, el apoyo que
lograba tambin pareca ser notable: en las elecciones de 1924, la coalicin
integrada por los fascistas obtena el 70% de los escaos.
Pronto comenz a construirse el Estado de excepcin. En mayo de
1924, el diputado socialista Giacomo Matteotti haba lanzado una dura acusacin contra los mtodos fascistas: denunciaba el clima de intimidacin y
de violencia en el que se haban celebrado las elecciones. Matteotti fue secuestrado en pleno centro de la ciudad de Roma y su cadver apareci dos
meses despus. Y esto marc un hito. Se intensificaron las medidas represivas contra los disidentes y la marcha hacia el totalitarismo fue un dato incuestionable. El parlamento fue disuelto y reemplazado por el Gran Consejo
Fascista, cuerpo consultivo cuyos miembros se elegan bajo la orientacin
de Mussolini. Los partidos polticos fueron clausurados y se estableci el
sistema de partido nico, el Partido Fascista. Pero no se trataba slo de
reorganizar la poltica. Se trataba bsicamente de disciplinar a toda la sociedad, segn un modelo militarizado.
En 1932, el ministro de Guerra, general Gazzera poda admirar los logros:
El rgimen disciplinario de nuestro ejrcito gracias al fascismo aparece hoy
como arma directiva que tiene valor para toda la nacin. Otros ejrcitos han
tenido y todava conservan una disciplina formal y rgida. Nosotros tenemos
siempre presente el principio de que el ejrcito est hecho para la guerra y
que para ella debe prepararse; la disciplina de paz debe ser, por consiguien-
te, la misma que la de tiempo de guerra... Este sistema ha resistido magnficamente durante una larga y dursima guerra hasta la victoria; es mrito
del rgimen fascista haber extendido a todo el pueblo italiano una tradicin
disciplinaria tan insigne.
En rigor, los resultados obtenidos fueron ambiguos.
Sin embargo, se construyeron los instrumentos destinados a organizar la sociedad fascista: en 1927 se suprimieron los sindicatos y el movimiento
obrero qued bajo un estricto control. Se cumpla, en este sentido, lo que el
mismo Mussolini haba declarado: El sindicalismo fascista es una fuerza
que se impone, un poderoso movimiento de masas, completamente controlado por el fascismo y el gobierno, un movimiento de masas que obedece.
Tambin se cre la Opera Nazionale Dopolavoro, espacios de recreacin,
destinados a administrar el tiempo libre de los trabajadores y se estableci
una rgida censura sobre la prensa y la educacin. Los nios incluso pasaron a formar partes de organizaciones controladas por el fascismo.
Los principales dirigentes sindicales y polticos fueron perseguidos y encarcelados. Entre ellos, Antonio Gramsci, secretario del Partido Comunista,
fue acusado de pretender instaurar por la violencia la repblica italiana de
los soviets y condenado a veinte aos de crcel. Muri en prisin -en donde escribi los Cuadernos que renovaron la teora marxista- en 1937.
Tambin se desat una cuidadosa campaa de exaltacin del espritu
nacional. El objetivo era no slo la consolidacin del consenso, sino tambin crear el clima apropiado para la expansin. Pero para ello era necesario asegurar el orden interno y atraer la adhesin de muchos catlicos que
miraban al fascismo con cierta desconfianza. Mussolini -ateo declarado y
que muchas veces haba manifestado su anticlericalismo- comenz entonces un proceso de acercamiento a la Iglesia catlica. Se trataba, fundamentalmente, de resolver la cuestin romana que haba quedado pendiente
desde 1870.
Con este objetivo, tras largas y complejas tratativas, en 1929, se firmaban los Tratados de Letrn, por el que se cre el Estado del Vaticano, particular enclave dentro de la ciudad de Roma. Tambin el Estado Italiano reconoca como religin oficial al catolicismo, cuya enseanza se implant en las
escuelas. A cambio, el Vaticano se comprometa a no reclamar los territorios
perdidos hasta 1870 y controlar a algunos de sus dscolos miembros.
5.14. La infancia en el
fascismo: publicidad
fascista, 1928.
Ver Unidad 4.
conocan problemas: hay quien teme que en esa organizacin el Estado sustituya a
la libre actividad en lugar de limitarse a la necesaria y suficiente asistencia y ayuda,
pero tambin se consideraba que el problema del estatismo poda ser superado
por medio de la participacin de los catlicos: Cuanto mayor sea la cooperacin de
la pericia tcnica, profesional y social, y ms todava de los principios catlicos y de
la prctica de los mismos. De este modo, incitando a los catlicos a participar del
rgimen, la Iglesia transformaba al fascismo en un modelo a seguir.
El caso alemn
Durante los ltimos momentos de la Gran Guerra, muchos observadores se
atrevieron a predecir para Alemania la inminencia de una revolucin similar
a la estallada en Rusia un ao antes. La huelga general, la ocupacin de fbricas, la sublevacin de tripulaciones, soviets funcionando en Berln eran indicios de un ascendente movimiento revolucionario. El armisticio y la crisis
interna obligaron finalmente a abdicar al emperador Guillermo II. Ese mismo
da se proclam la Repblica. Ante el vaco de poder creado e intentado
mantener una lnea moderada, los socialdemcratas se colocaron a la cabeza de los sucesos: se convoc un Congreso en Weimar que eligi a Frederick Ebert, primer presidente, y se promulg la Constitucin que estableca
un sistema representativo, republicano y federal.
Mein Kampf constituye una obra importante no por su originalidad y profundidad sino por todo lo contrario. Es un libro muy elemental, sin grandes
ideas donde se mezclan arbitrariamente lo biogrfico, y principios de distinta procedencia. Sin embargo es una muestra representativa del concepto
nazi de adoctrinamiento: llegar a muchos con pocas ideas, expresadas en
forma simple y reiteradas hasta lograr su eficacia. Algunos prrafos pueden
servir de ejemplo:
Como una mujer que prefiere someterse al hombre fuerte antes que dominar la dbil, as las masas aman ms al que manda que al que ruega, y en su
fuero ntimo se sienten mucho ms satisfechas por una doctrina que no tolera
rivales que por la concepcin de la libertad propia del rgimen liberal; con frecuencia se sienten perdidas al no saber que hacer con ella, y an fcilmente se
En los aos siguientes la situacin econmica se estabiliz, sin embargo, -como ya sealamos- la crisis estadounidense tuvo efectos catastrficos en Alemania. En medio de una difcil situacin, el prestigio de Hitler fue en aumento:
a fines de 1932, el Partido NAZI contaba con el 33 por ciento del electorado y
se constitua en la segunda fuerza poltica. A comienzos de 1933, el presidente Hindenburg llam a Hitler y le ofreci la jefatura de un gobierno de coalicin
con otras fuerzas conservadoras. Hitler fue entonces designado Canciller y al
ao siguiente, tras la muerte del anciano Hindenburg, asuma tambin la presidencia, decisin que fue ratificada por un plesbicito que le conceda adems
el ttulo de Fhrer (Caudillo). Comenzaba as el Tercer Reich.
La bandera de la repblica fue reemplazada por la svastica, smbolo que
representaba la superioridad de la raza aria, mientras que el sistema federal
era tambin reemplazado por un estado unitario. Se disolvieron los sindicatos y se estableci el Frente de Trabajo Alemn controlado por el Estado; el
nico partido admitido fue el Partido NAZI.
Comenzaba as una dictadura que superaba las peores previsiones: la
Gestapo, polica secreta, pronto fue reconocida por su eficacia, mientras comenzaban a funcionar los primeros campos de concentracin, dedicados, en
una primera etapa a los opositores polticos.
Film recomendado:
Leni Reifenstahl: El
triunfo de la voluntad,
1934.
Ver citas cinematogrficas 5.16. y 5.17.
sobre este film.
DIETRICH BRACHER, KARL (1995), Captulo 7: Movilizacin interna y oposicin, en: La dictadura Alemana/2. Gnesis, estructura y consecuencias del nacional socialismo, Madrid,
Alianza, pp. 64-152.
325
Habis notado cmo acuden los babiecas cuando dos granujas se trenzan
en la calle? La crueldad impone respeto. La crueldad y la brutalidad. El hombre
de la calle no respeta ms que la fuerza y la bestialidad. Las mujeres tambin,
las mujeres y los nios. La gente experimenta la necesidad de sentir miedo, los
alivia el temor. Una reunin pblica, pongamos por caso, termina en pugilato,
no habis notado que los que ms severo castigo han recibido son los primeros en solicitar su inscripcin en el Partido? Y me vens a hablar de crueldad
y de torturas? Pero si precisamente lo quieren las masas. Necesitan temblar...Lo que no quiero es que los campos de concentracin se transformen en
pensiones familiares. El terror es el arma poltica ms poderosa y no me privar de ella so pretexto que resulta chocante para algunos burgueses imbciles.
Mi deber consiste en emplear todos los medios para endurecer al pueblo alemn y prepararlo para la guerra.
5.19. La influencia
degeneradora del
judasmo: Le Journal
de la Femme, marzo
de 1933.
326
Junto con este rgido sistema de control social se estableci tambin el control sobre la economa que qued subordinada a los objetivos polticos. El
Plan de Cuatro Aos tena como objetivo el autoabastecimiento. Al mismo
tiempo que se desconocan las determinaciones del Tratado de Versalles
que prohiban el rearme, se comenzaron a reclutar nuevamente hombres para el ejrcito reestableciendo el servicio militar obligatorio, y se orient la
produccin hacia las industrias blicas y qumicas. Sin duda, Alemania se
preparaba para una expansin que conducira irremediablemente hacia la
guerra.
La prueba ms siniestra y evidente de la irracionalidad del nazismo la
constituye la persecucin desatada contra los judos. En rigor, la cultura occidental rechazaba en muchos aspectos a los judos a quienes se responsabilizaba del deicidio. No son escasas las fuentes que ponen en evidencia la
exclusin a la que se los pretenda someter ni el hecho de que, desde el medioevo, se les adjudicara la responsabilidad sobre distintas calamidades.
Sin embargo, estas actitudes antijudas nunca alcanzaron la amplitud y la radicalizacin que alcanzaran durante el nazismo. Con la toma del poder qued libre el camino para transformar en realidad el objetivo que ya figuraba en
Mein Kampf y en el programa del Partido: eliminar la influencia cultural, poltica, social y econmica juda y proceder a la sistemtica expulsin de los judos del estado nacionalista. El espritu ario no poda ser atacado por ese
fermento de descomposicin.
Desde la radio y la prensa se puso en prctica una activa campaa difamatoria contra los judos. En las escuelas y en todas las Universidades se
estableci como obligatoria una ciencia de la raza: se trataba de formar a
la juventud alemana en un antisemitismo que constituira la base de la Gran
Alemania aria que se procuraba construir. La campaa pareca contar con
consenso. En rigor, no se levantaron protestas cuando ya en abril de 1933
se estableci el boicot a los comerciantes judos. Tampoco las hubo cuando
los judos perdieron los derechos polticos y se estableci que ninguno poda ocupar cargos pblicos. No se levant ninguna ola de indignacin entre
los profesores de escuelas y universidades cuando fueron expulsados de
las ctedras sus colegas judos. Tampoco hubo reacciones -ms all de
muestras de solidaridad individual- cuando en marzo de 1941 se decidi la
exterminacin biolgica de los judos, misin encomendada a las tropas de
asalto de las S.S. en distintos campos de concentracin de los que Auschwitz alcanz la ms trgica celebridad.
La intencin de explicar el Holocausto ha generado un amplio debate historiogrfico. En 1996, en una controvertida obra, Daniel Goldhagen sostena
que los principales perpetradores del Holacausto eran alemanes comunes
y que la nica motivacin para el genocidio era el antisemitismo eliminacionista de la cultura alemana, incubado durante mucho tiempo. Desde su
perspectiva, este antisemitismo omnipresente y virulento impregn a la sociedad alemana de una manera distintiva y casi nica y transform a los alemanes corrientes en verdugos voluntarios capaces de llegar a lmites extremos, ms all incluso de las polticas diseadas por el Estado nazi. Era un
antisemitismo fundado poltica e institucionalmente que formaba parte de la
misma identidad nacional alemana.
El libro de Goldhagen -basado en su tesis doctoral defendida en la Universidad de Harvard- tuvo un gran xito editorial que alcanz a un amplio pblico. Desde los mbitos estrictamente acadmicos, en cambio, se cuestionaron muchos de los criterios metodolgicos empleados por el autor.
Es cierto que Golhagen no ensaya ninguna explicacin en torno a las condiciones sociales y polticas que permitieron la radicalizacin del antisemitismo, sin embargo, su inters, al ubicar el problema como intrseco a la cultura alemana, radica en abrir una lnea de investigacin que supera otros
intentos explicativos del Holocausto.
Las explicaciones clsicas sobre el Holocausto siguieron dos tendencias. Por un lado, la lnea representada, entre otros, por Saul Friedlander y Steven Katz hizo hincapi en la importancia del antisemitismo en la determinacin de las polticas nazis, las dimensiones irracionales del sistema y la importancia de la figura
carismtica de Hitler sustentadora de la radicalizacin racial alemana. Por otro lado,
una segunda lnea representada por Adorno, Horkheimer y Hannah Ardent, pone
nfasis en la racionalidad instrumental y burocrtica del exterminio, en los tecncratas nazis, en el surgimiento de una ciencia racista, y en la crisis de la sociedad
occidental.
Ms recientemente, una lnea de debate fue abierta por Ernest Nolte y Francois Furet. Mientras el historiador alemn Nolte, en una posicin revisionista que intenta limitar los efectos del Holocausto, considera a los judos no
como vctimas de una empresa infame sino como actores necesarios de
una tragedia, el francs Francois Furet sostiene que el antisemitismo moderno estara basado en una privilegiada relacin de los judos con el mundo de
la democracia. En su respuesta a Nolte, Furet seala que mientras el antisemitismo, en el medioevo, est arraigado en el mismo cristianismo -la negativa juda a reconocer la divinidad de Cristo, el diecidio- el moderno, si bien
las antiguas motivaciones pueden persistir, acusa al judo de ocultar, bajo
la universalidad abstracta del mundo del dinero y de los Derechos del Hombre, una voluntad de dominacin del mundo, que comienza por un complot
327
en cada nacin en particular [...] De muy buena gana reconozco que la representacin imaginaria que el antisemita tiene del judo deriva no slo de una
herencia histrica, sino del conjunto de observaciones sobre la parte que
los judos tomaron en la economa capitalista, en los movimientos de izquierda o en las cuestiones del espritu en las naciones de la Europa democrtica. La transformacin de ese juicio, que puede llamarse racional
aunque sea para deplorar tal estado de cosas, en ideologa de exterminio,
es lo que caracteriza el paso de lo racional a lo irracional. Y se opera por el
deslizamiento de esa idea -el papel desempeado por los judos en la modernidad- en un medio de movilizacin de masas y un imperativo de la accin poltica. En esta lnea, los judos fueron transformados, en el imaginario
colectivo, en agentes constantes y activos de un complot contra la nacin.
Sin embargo, ms all de las interpretaciones, una cosa queda clara: el Holocausto demuestra el grado de monstruosidad que los hombres y las mujeres somos capaces de alcanzar.
El irracional nacionalismo que se alent en Alemania tena como objetivo
tambin la expansin y la guerra. Despus de formar el Eje Roma-Berln, de
participar en la Guerra Civil espaola, de firmar el Pacto AntiComitern con Japn (1936), Hitler anex Austria (1938) e invadi Checoslovaquia (1939). Ya
desde abril de 1939, Hitler haba expresado sus intenciones de anexar Danzing y exigi a Polonia la concesin de un camino y un ferrocarril para atraversar el corredor polaco. Ante la situacin creada, Gran Bretaa y Francia
firmaron un tratado militar para garantizar la defensa de Polonia. Finalmente
tras una serie de ultimtums que fueron rechazados por el gobierno polaco,
las fuerzas alemanas invadieron Polonia el primero de septiembre de 1939.
La guerra se reiniciaba.
de ser un conflicto europeo: no slo se haba extendido al norte de Africa, sino que Japn atac a una base militar estadounidense en el Pacfico.
En Japn tambin se haba instalado un sistema de carcter fuertemente nacionalista que se expresaba en una idea esencial: la concrecin del espritu imperial mediante una poltica expansionista. En esa lnea, despus
de haber firmado el Pacto AntiComintern, Japn haba ocupado el Manchukuo con el objetivo de consolidar su hegemona. A partir de ese momento
(1937) estall la guerra chino-japonesa que luego se confundi con la guerra general. Y el ataque a Pearl Harbor fue el motivo que determin al renuente Congreso de los Estados Unidos autorizar al presidente Roosevelt a
participar en la guerra (1942). A partir de ese momento la coalicin de fuerzas fue la del Eje (Alemania, Italia y Japn), enfrentada a los Aliados (Gran
Bretaa, Estados Unidos y la Unin Sovitica). En sntesis, en la guerra se
enfrentaban nuevamente las principales potencias industriales.
La guerra dependa en gran medida de la capacidad para producir armamentos, lo que implicaba gran concentracin de capitales y mtodos adecuados de produccin en masa. Gracias al Plan de los Cuatro Aos, Alemania haba ingresado en la guerra en coincidencia con una ptima
produccin; sin embargo la situacin vari a partir de 1942. Comenz a registrarse una aguda crisis de produccin y un grave dficit de mano de obra.
Se intentaron programas de emergencia, se requisaron las zonas ocupadas
y contigentes de mano de obra fueron enviadas a las fbricas alemanas. Pero esto no impidi que en 1943, la crisis alcanzara su punto ms aguda y
que debiera declararse la movilizacin total. Situaciones similares eran
atravesadas por Italia y por Japn. En sntesis, se debilitaba la capacidad de
produccin del Eje, en el momento en que se daban los ataques cada vez
ms intensos de los Aliados. Adems, la consolidacin de los movimientos
de resistencia en las zonas ocupadas minaban la colaboracin.
En julio de 1943, los aliados ocuparon Sicilia y la situacin italiana llegaba a un punto crtico. Mussolini fue acusado de servilismo con Alemania,
depuesto por el Gran Consejo Fascista y apresado por orden del rey Vctor
Manuel III. Inmediatamente Italia firm la capitulacin (septiembre de
1943). Ante esto, Alemania invadi el norte de Italia y rescat a Mussolini
quien, mediante un golpe de Estado fue nombrado -tras abolir a la monarqua- presidente de la Repblica Social Fascista.
Sin embargo, la suerte del Eje estaba echada y la ofensiva sovitica sobre Berln determin el fin de la guerra. El 24 de abril de 1945, Mussolini se
aprestaba a huir, pero fue capturado y ejecutado por guerrilleros de la resistencia italiana. Dos das ms tarde, Hitler, junto con su amante Eva Braun,
se suicidaba en los stanos de la Cancillera de Reich. El 7 de mayo, Alemania firmaba la capitulacin. El conflicto an continuaba en el Pacfico, pero la
solucin fue drstica: la bomba atmica sobre Hiroshima y Nagasaki determin la rendicin de Japn, dejando un incalculable saldo de prdidas humanas. La guerra haba terminado con los regmenes fascistas, pero tambin
haba modificado al mundo de la democracia. A partir de ese momento las
altas inversiones en armamentos y la revolucin tecnolgica permanente en
el campo blico haban encontrado una salida para la crisis del capitalismo.
Terminaba entonces la Guerra de los Treinta y Un Aos: una guerra iniciada en 1914 con el asesinato del archiduque de Austria en Sarajevo y acabada con la bomba atmica en 1945, dividida por un conflictivo perodo de entreguerra. Y dejaba a un mundo profundamente transformado.
Film recomendado:
Roberto Rossellini:
Roma Ciudad Abierta,
1947.
Ver cita cinematogrfica 5.20. tomada de
la pelcula.
329
HOBSBAWM, ERIC (1995), Captulo 1: La poca de la guerra total, en: Historia del siglo XX, 1914-1991, Barcelona, Crtica,
pp. 29-61.
Los contemporneos hablaron de Primera y de Segunda Guerra Mundial. Hubo indudables diferencias entre ambos perodos de la guerra, pero tambin
resulta indiscutible su continuidad. Entre ambas hubo muchas semejanzas.
Fueron dos episodios de una carnicera sin posible parangn, que dejaron
imgenes de pesadillas tecnolgicas -la memoria de los gases txicos y de
los bombardeos, despus de 1918, y de la nube de destruccin nuclear,
despus de 1945- que marcaran a los sobrevivientes y a la siguiente generacin. Tambin ambos conflictos concluyeron con el derrumbamiento y la
revolucin social en extensas zonas de Europa y Asia. Ambas dejaron a beligerantes extenuados, con la excepcin de los Estados Unidos. Pero la continuidad est dada sobre todo por el hecho de que la segunda parte de la
guerra concluy con los problemas que la primera haba dejado pendiente.
Acab con los problemas de la economa capitalista -por lo menos por un
tiempo- y el progreso de la vida material sostuvo la democracia poltica occidental. Despus de la guerra los viejos enemigos -Alemania y Japn- acabaron integrndose a la economa del mundo occidental, mientras surgan nuevos enemigos -Estados Unidos y la Unin Sovitica- que nunca se
enfrentaran en el campo de batalla. La guerra cambiaba de escenario y se
desplazaba hacia el tercer mundo.
Tras la guerra mundial, era indudable que los Estados Unidos y la Unin Sovitica se constituiran en las potencias hegemnicas dentro del concierto
internacional. Ya entre 1943 y 1945 se haba esbozado la lnea demarcatoria que dividira a Europa, tanto en funcin de las cumbres internacionales
en que haban participado Churchill, Stalin y Roosevelt, como por el innegable hecho de que los ejrcitos soviticos eran los que haban derrotado a
Alemania. En sntesis, la guerra termin con el fin del sistema de equilibrio
entre las potencias europeas, entretejido desde el siglo XVI. En su lugar surga un nuevo ordenamiento internacional.
Dentro de ese nuevo ordenamiento, los pases europeos dependeran de
las relaciones sovitico-americanas y podran influir en su desarrollo segn su
importancia estratgica para los dos nuevos centros hegemnicos. Estaba claro adems que ambas potencias estaban interesadas en la rpida estabilizacin econmica de una Europa que haba quedado devastada por la guerra.
330
HOBSBAWM, ERIC (1995) Captulo 8: La Guerra Fra en: Historia del siglo XX, 1914-1991, Barcelona, Crtica, pp.229-259.
331
Film recomendado:
Stanley Kubrik: El
Doctor Inslito o cmo
aprend a no preocuparme
y a amar la bomba (1964),
Peter Sellers, George Scott.
En este film, considerado
una protesta moral de rechazo contra el paradigma
cultural dominante, Kubrik
deja al descubierto el irracional terror americano al
comunismo de la dcada
de los sesenta y muestra los
riesgos de la Guerra Fra.
332
De all, las preguntas planteadas por Edward P. Thompson: cul es el significado de la Guerra Fra?, cules son los objetivos a los que efectivamente sirvi?
Indudablemente, la imagen de bloques slidos, sin ningn tipo de fisuras, que construyeron mutuamente los antagonistas no corresponde a la
realidad. Dentro del bloque libre, occidental o capitalista no todos los pases acataron disciplinadamente las consignas estadounidenses: el laborismo britnico, la socialdemocracia alemana, la democracia cristiana, en Italia, muchas veces adoptaron posiciones autnomas. Otro tanto ocurra
dentro del bloque comunista, oriental o sovitico: la Yugoslavia de Tito (que
en 1948 fue expulsada del bloque), los conflictos surgidos en Polonia
(1956), en Hungra (1956) y en Rumania (1963), la ruptura de relaciones entre la URSS y China (1964) y la primavera de Praga (1967) tambin fueron
expresiones de las tensiones internas.
De dnde surgi entonces la imagen de bloque monoltico? Esa imagen
fue la que construy el otro, buscando asegurar su propia existencia. Segn Thompson, la Guerra Fra fue un negocio que se inaugur a partir de
1947, pero que posteriormente se independiz de sus orgenes para transformarse en un fenmeno encerrado en s mismo; un fenmeno autnomo que,
adems, se autorreproduca. A medida que el poder militar de cada una de
las superpotencias creca ao tras ao, la Guerra Fra generaba sus propias estructuras. La carrera armementista contaba con directores, administradores, productores e inversores interesados en que el negocio se ampliara
y perdurara. En ambos bloques haba intereses materiales muy poderosos:
personal militar e industrial, investigadores para el desarrollo de las nuevas
tecnologas blicas, servicios de seguridad y de espionaje. Eran grupos que
manejaban importantes y crecientes partidas de recursos, controlaban el desarrollo cientfico y ejercan una indudable influencia en la vida econmica y
social. Y el mantenimiento de esa estructura dependa bsicamente de la
Guerra Fra. Lo importante es marcar el carcter recproco de este proceso:
para que existiera uno deba existir necesariamente el otro. Los proyectiles
soviticos alimentaban a los proyectiles de la OTAN y estos, a los soviticos
y as indefinidamente. En sntesis, la principal caracterstica de la Guerra Fra
fue su autorreproduccin.
Pero tambin la Guerra Fra gener una visin del mundo que tambin se
reprodujo. Para definir a un nosotros es necesario definir a un otro. Y si
ese otro se presenta como algo amenazador, los vnculos que constituyen
al nosotros se fortalecen. De esta manera, tambin la Guerra Fra permiti
homogeneizar a la sociedad y construir el consenso dentro de cada bloque.
Segn Thompson, la amenaza del otro se haba internalizado de modo tal
en la cultura estadounidense y en la sovitica que la identidad de muchos
de sus ciudadanos estaba ntimamente a las premisas de la Guerra Fra.
En efecto, los Estados Unidos contaban con una poblacin dispersa en
medio continente, proveniente de distintas oleadas inmigratorias que no se
organizaba tanto horizontalmente, en clases o grupos sociales, como verticalmente segn orgenes regionales, tnicos o lingsticos: negros, hispanos, polacos, italianos judos, irlandeses, chinos mantenan sus propias estructuras mentales y culturales. Adems, el mito norteamericano de las
posibilidades de ascenso que los Estados Unidos ofrecan para todos reforzaba el individualismo e impeda trazar objetivos comunes. El modo de contrarrestar esas fuerzas centrfugas fue la ideologa de la Guerra Fra. La exis-
THOMPSON, EDWARD
P. (1983) Captulo 7:
Ms all de la guerra fra,
en: Opcin Cero, Barcelona, Crtica, pp. 199-240.
333
tencia de un otro amenazador permiti fortalecer la identidad de norteamericanos libres. Adems, el virulento anticomunismo permita consolidar
la disciplina interna: permiti descabezar sindicatos o marginar de la poltica. Y esto explica el xito logrado por las polticas del maccartismo en la dcada del cincuenta.
El clima de la guerra fra prepar indudablemente el terreno al senador republicano Joseph McCarthy que, en febrero de 1950, ya haba denunciado la existencia de
comunistas en el propio Departamento de Estado de los Estados Unidos. Pero fue
el estallido de la Guerra de Corea lo que contribuy adems a crear una atmsfera
donde sus denuncias indiscriminadas llegaron a tener gran respaldo popular. Incluso, estas denuncias llevaron a la formacin de un Comit en el Senado responsable de las investigaciones. McCarthy -de gran habilidad en el manejo de la prensa,
la radio y la televisin- logr que, en medio de sentimientos anticomunistas que alcanzaban la histeria, cualquier pertenencia, presente o pasada, a cualquier organizacin reformista, liberal o internacionalista resultase sospechosa. El fin de la guerra de Corea, en julio de 1953, rest impulso a las campaas del maccartismo.
Finalmente, en 1954, las denuncias de McCarthy sobre un supuesto espionaje en
las fuerzas armadas le vali una censura del Senado que acab con su carrera.
En la Unin Sovitica suceda algo semejante. Dentro de un complejo conglomerado de distintas nacionalidades, distintos grupos lingsticos, religiosos y tnicos, la Guerra Fra cumpli una funcin de cohesin. En la cultura
sovitica, la identidad de los ciudadanos surga de la conviccin de ser los
herederos de la primera revolucin socialista, revolucin amenazada por un
otro, el imperialismo capitalista. Y tambin la Guerra Fra permiti el disciplinamiento. La amenaza del otro transform a cualquier conflicto social o
intelectual en una amenaza para el Estado sovitico y legitim la represin.
De este modo se justificaron el terror indiscriminado desatado contra quienes fueron considerados contrarrevolucionarios en la poca de Stalin, y el
avance de los tanques soviticos aplastando los movimientos disidentes en
Hungra (1956) y Checoslovaquia (1968).
En sntesis, tambin por el papel cumplido dentro de cada uno de los bloques, la Guerra Fra era un fenmeno haba cobrado autonoma. Ante la prdida de control racional sobre ese fenmeno, para muchos -como para
Thompson o como lo muestra el film de Kubrik- el problema era entonces la
amenaza de una guerra nuclear completamente destructiva para toda la humanidad.
334
Ver Unidad 4.
335
Ver imagen
Gandhi, 1931.
336
5.23.
agruparon a cada lado del paralelo 17. El norte, con capital en Hanoi, qued
controlado por el Frente Unificado Nacional, conducido por Ho Chi Minh; el
sur, con capital en Saign, qued controlado por la dictadura anticomunista
de Ngo-Dinh-Diem. Pero el conflicto se reinici cuando en el sur se form, en
1960, el Frente de Liberacin de Viet Nam del Sur y comenz una guerra
que se extendi a Laos y Camboya y en la que los Estados Unidos tuvieron
una activa participacin. El conflicto termin en 1976 con la derrota de los
Estados Unidos y la reunificacin del territorio en la Repblica Socialista de
Viet Nam, con capital en Hanoi.
Los movimientos independentistas tambin se dieron en frica. Desde fines del siglo XIX, y principalmente desde 1884, frica fue repartida entre los
pases europeos en distintas reas de dominacin poltica y econmica.
La economa fue organizada fundamentalmente en funcin de la exportacin de productos agrcolas, en grandes plantaciones dedicadas al monocultivo, cacao, caf y la explotacin del caucho. Dentro de este esquema, el comercio fue monopolizado por grandes empresas agroexportadoras de origen
europeo. Con esta base econmica, la situacin fue particularmente difcil
despus de la crisis del treinta. La cada de los precios agrcolas obligaba a
exportar cada vez ms para poder importar ms o menos lo mismo. En este
contexto, despus de la guerra, tambin en frica surgieron vigorosos movimientos nacionalistas.
La administracin colonial haba dado origen a una capa de nativos educados en Estados Unidos o en Europa. Estos sectores configuraban una capa de funcionarios, empleados, maestros, profesores universitarios, profesionales, e incluso militares que configuraron una intelligenzia africana que
provey los lderes nacionalistas. Sobre estas bases, en la dcada del cincuenta, estallaron una serie de conflictos, aunque los procesos se adaptaron a las distintas condiciones locales. De este modo, nos encontramos con
movimientos de diferente tipo segn tomemos como referencia el frica musulmana o el frica negra.
En el caso del frica musulmana, los movimientos por la independencia
comenzaron en Egipto, antiguo protectorado ingls. La monarqua egipcia estaba sostenida en realidad por el apoyo de Gran Bretaa, cuya presencia, sobre todo expresada en las tropas britnicas encargadas de mantener el orden interno, causaba una marcada irritacin en la sociedad. Esto no impeda
sin embargo que se desataran huelgas, motines, y manifestaciones sin que
el gobierno encontrara una salida poltica. Dentro de ese clima, cobr importancia una organizacin interna del ejrcito egipcio, el grupo llamado de Oficiales libres que sostena posiciones nacionalistas y propugnaba un proyecto poltico de nacionalizacin e incluso de modernizacin de la economa. El
principal dirigente del grupo fue el coronel Nasser que dio un golpe militar,
en 1952, por el que se pudo establecer la Repblica (1953). Nasser lleg
adems a un acuerdo con Gran Bretaa que comenz a retirar sus tropas.
De este modo, en 1956, cuando culmin este retiro qued garantizada la independencia de Egipto.
El golpe militar nacionalista en Egipto, en 1952, aviv los sentimientos
nacionalistas rabes que impulsaron una serie de movimientos independentistas: en 1952, se estableci la Repblica de Libia; en 1956, Sudn se liber de la presencia tanto de egipcios como de ingleses y proclam la Repblica; en 1956, tambin se dieron los movimientos en Marruecos y en
Tnez, que se independizaron de Espaa y de Francia, respectivamente. Y
Ver Unidad 4.
337
El resultado de este proceso fue el fortalecimiento de la situacin econmica de los pases capitalistas desarrollados. Y este rpido crecimiento produjo una reestructuracin y reformas sustanciales dentro del capitalismo, al
mismo tiempo que un avance hacia la globalizacin y la internacionalizacin
de la economa. La agricultura disminuy su importancia en casi todas partes, tanto en lo que hace a su participacin en el producto como en el empleo, siendo el sector industrial el que verific los ndices de crecimiento
mayores. Por su parte, los sectores de servicios (transporte, comunicaciones, construccin, etc.) absorbieron una participacin creciente del empleo.
La caracterstica ms destacada de este perodo fue el cambio del papel
de los gobiernos respecto a la economa. La reestructuracin del capitalismo facilit a los estados la planificacin y la gestin de la modernizacin
econmica, dentro de los parmetros de una economa mixta. Los grandes
xitos econmicos de la posguerra en los pases capitalistas, con contadsimas excepciones -como el caso de Hong Kong-, se debieron a procesos de
industrializacin efectuada con el apoyo, la supervisin, la direccin y, a veces, la planificacin y la gestin de los gobiernos. Y hay ejemplos de esta
actividad tanto en Gran Bretaa, Francia y Espaa, en Europa; como en Japn, Singapur y Corea del Sur, en Asia. Al mismo tiempo, el compromiso con
el pleno empleo y con la reduccin de las desigualdades econmicas -para
alejar el fantasma de los conflictos sociales y de peligros del comunismo-,
339
El perodo de la posguerra tambin se caracteriz por un elevado nivel de innovacin tecnolgica -especialmente en aquellas industrias basadas en la investigacin
cientfica, como la qumica y la electrnica- y por la rpida difusin de los avances
tcnicos entre los principales pases industriales. Los circuitos de comunicacin de
ideas, tecnologa y productos se vieron facilitados por la desaparicin de algunas
barreras mercantiles, el crecimiento del comercio, especialmente de productos manufacturados, el mejoramiento general de las comunicaciones, la expansin de la
inversin internacional y la explotacin de nuevos productos por las compaas
multinacionales. La eliminacin de restricciones comerciales y la creacin de nuevos tratados tuvieron un impacto favorable particularmente para el comercio europeo. En este sentido, tuvieron particular relevancia el programa de liberalizacin de
la Organizacin Europea de Cooperacin Econmica, en 1950; la reduccin de
aranceles a travs de la GATT (acuerdo general sobre tarifas y comercio), y la formacin de nuevas entidades como la Comunidad Econmica Europea y la Asociacin Europea de Libre Comercio, de fines de los aos cincuenta. De este modo, la
estabilidad econmica lograda en este perodo favoreci el crecimiento. Incluso, a
pesar de la divisin en bloques y de la Guerra Fra, la situacin poltica se mostraba lo suficientemente estable como para estimular un mayor grado de cooperacin
internacional. Este clima tambin dispuso a los Estados Unidos a participar.
menzado a esbozarse antes de la guerra apuntando a evitar el conflicto social mediante una redistribucin que buscaba permitir a amplios sectores de
la sociedad acceder al consumo de bienes y servicios. Era un Estado que
responda a motivaciones polticas y sociales. El Estado de Bienestar keynesiano que surgi en la posguerra tena, en cambio, motivaciones econmicas: paliar, mediante el pleno empleo, los efectos de las crisis cclicas de la
economa.
De un modo u otro, por las polticas asumidas, puede considerarse Estado de Bienestar a los sistemas sociales desarrollados por las democracias
capitalistas industriales despus de la guerra y que permanecieron ms o
menos estables hasta mediados de los aos setenta. Y estas polticas, como seala Ramesh Mishra, se caracterizaron, en primer lugar, por la intervencin estatal en la economa para mantener el pleno empleo o, por lo menos, garantizar un alto nivel de ocupacin. La segunda caracterstica fue la
provisin pblica de una serie de servicios sociales, incluyendo transferencias para cubrir las necesidades bsicas de los ciudadanos en sociedades
cada vez ms complejas y cambiantes (educacin, asistencia sanitaria, pensiones, ayudas familiares, vivienda). En sntesis, se trataba de proveer servicios que tenan como objetivo la seguridad social en un sentido amplio. En
tercer lugar, el Estado se haca responsable del mantenimiento de un nivel
mnimo de vida, entendido como derecho social, es decir, no como caridad
pblica para una minora, sino como un problema de responsabilidad colectiva hacia todos los ciudadanos de una comunidad nacional moderna y democrtica.
Estos programas se basaban en la conviccin de que el gobierno poda y
deba tratar de alcanzar esos objetivos dentro del marco de las democracias
capitalistas. Y en este sentido, ms all de algunas controversias -en 1957,
el profesor de Harvard J. K. Galbraith, en su obra La sociedad opulenta,
anunciaba un negro futuro-, no hay dudas de que hasta los aos setenta hubo un marcado y significativo consenso sobre el Estado de Bienestar, considerado como una deseable y posible forma de organizacin social.
MISHRA, RAMESH
(1989), El Estado
de Bienestar despus de la
crisis. Los aos ochenta y
ms all, en: Rafael Muoz
de Bustillo (comp.): Crisis y
futuro del estado de bienestar, Madrid, Alianza.
derivaba no slo en una crisis fiscal sino tambin en una crisis de credibilidad porque el Estado se mostraba ya incapaz de cumplir con todas las expectativas. Se consideraba que el keynesianismo haba exarcebado las demandas igualitarias y conducido el estado a la crisis, al mismo tiempo que
lo debilit al colocarlo en una situacin de excesiva dependencia con respecto al consenso de la sociedad.
Para estos neoconservadores, por lo tanto, la salida era la recuperacin
de los viejos valores centrados en el esfuerzo individual y en la libre empresa, al mismo tiempo que afianzar la autoridad y la eficacia de los gobiernos
deslindndolos de las excesivas cargas sociales. Y estos principio neoconservadores sirvieron como plataforma para el Partido Republicano, en 1980,
y fueron la base de los discursos de Ronald Reagan durante su campaa
electoral. Reagan insisti en que su poltica econmica tendra como objetivo
reducir la actividad gubernamental y colocar al mercado nuevamente como
centro de la economa. Los mecanismos para equilibrar el funcionamiento
econmico seran la reduccin de los impuestos y el control del presupuesto,
evitando la socializacin de reas como salud y educacin. En poltica exterior, el eje de su discurso fue la reconstitucin de la posicin hegemnica de
los Estados Unidos que debera reconquistar el liderazgo mundial.
Sobre estas bases, Ronald Reagan accedi a la presidencia de los Estados Unidos en 1981. Sin embargo, las elecciones no haban provocado demasiado entusiasmo: Reagan fue electo por el 29 por ciento del electorado,
lo que demostraba el escepticismo de los ciudadanos.
Quin es Ronald Reagan? Naci en un pequeo pueblo del Medio Oeste, en 1911,
hijo de un modesto vendedor de zapatos. Estudi ciencias econmicas pero muy
pronto abandon sus estudios y entre 1933 y 1937 trabaj en radio como locutor
deportivo. En 1937, consigui un contrato como actor en la Warner Brothers, donde film la primera de sus 51 pelculas. En Hollywood, se consolid como actor de
pelculas de clase B filmadas prcticamente en serie. Pero sus actividades actorales
fueron combinadas con el sindicalismo y, en 1946, fue elegido presidente del sindicato de actores. Particip activamente en la campaa maccartista, denunciando
en el Comit de Actividades Antinorteamericanas la infiltracin comunista en
Hollywood. En 1964, particip tambin de la campaa presidencial del candidato
ultraderechista y racista Barry Goldwater y al ao siguiente, 1965, lanz su propia
candidatura para gobernador de California, cargo al que lleg en 1966, y en el que
fue reelecto en 1970. Y en 1980, sobre la base de los principios neoconservadores,
fue elegido como el cuadragsimo presidente de los Estados Unidos.
Pese al escepticismo inicial, ya en los aos 1983 y 1984 parecan advertirse signos de reactivacin econmica. La propaganda republicana insista en
que la inflacin anual en 1984, que haba llegado con Carter al 12 por ciento, haba bajado al 5 por ciento; que el desempleo, que en 1982 era del 10
por ciento, haba bajado al 7 por ciento. Indudablemente Reagan fue reelecto en 1984 por estos aspectos ms visibles de la nueva prosperidad. Sin
embargo, la recuperacin presentaba ciertas debilidades (que son las que
explican la recesin de comienzos de la dcada del 90).
Las debilidades radicaron en el modo en que se reacomod la economa
estadounidense en el mercado mundial. Dentro de ese reacomodamiento in-
344
ternacional, las principales corporaciones industriales abandonaron los mercados de masas para dirigirse a la produccin de alta tecnologa y servicios
financieros. Si iniciaba la poca de auge de los grandes proveedores informticos, como IBM y Texas Instrument, y de las empresas dedicadas a la
electrnica, como ITT y Standart Electric. Esta reactivacin se fund en la
captacin de capitales extranjeros (europeos y japoneses) que fueron atrados por altas tasas de inters. Por otra parte, la apertura del mercado inund a los Estados Unidos de productos de consumo masivo -desde automviles hasta vestimenta y alimentos- importados. Esto arruin a muchas
industrias que no pudieron competir con las importaciones ms baratas. Esta contradictoria reactivacin favoreci otras economas nacionales, especialmente al Japn y a Corea, Taiwan, Singapur y Tailandia que encontraron
en el mercado norteamericano la salida para una produccin de muy bajos
costos debidos a una superexplotacin del trabajo.
De este modo, el rea del Pacfico surgi como el rea ms dinmica de
la economa. En 1983, el intercambio comercial de Estados Unidos con los
pases del Pacfico super ampliamente al intercambio con Europa. Tambin
en los Estados Unidos fue la regin del Pacfico, sobre todo California, la
que present el mayor desarrollo relativo. All se instalaron las industrias
de punta, con fuertes inversiones y tecnologa de vanguardia. Y la prosperidad californiana se reflej en el ostentoso megaconsumo de las clases
ms altas. Este megaconsumo fue, sin embargo, un problema de la economa norteamericana. El auge de la industria de la construccin y el desarrollo de empresas de servicios haban absorbido una parte importante de la
riqueza transformndose en una amenaza para la estabilidad financiera.
Adems, el megaconsumo haca evidente la desigual redistribucin de los
ingresos: mostraba la agudizacin de las diferencias sociales.
Tras la derrota en Vietnam, el papel internacional de los Estados Unidos
pareca haber sido puesto en tela de juicio. El problema se agrav cuando,
en abril de 1980, el presidente Carter en un breve comunicado hizo pblico
que una misin comando enviada a Irn para el rescate de 53 rehenes norteamericanos haba fracasado.
Estas cuestiones permitieron que Reagan durante su campaa hiciese
de la defensa nacional un objetivo prioritario. Era un discurso grato para el
Pentgono, pero tambin para muchos norteamericanos que vivan su propia
situacin, basada en la inflacin y en la desocupacin, como la decadencia
de la Nacin. Nuevamente, las aspiraciones al ascenso social y econmico
fueron reemplazadas por un sistema de smbolos basados en la grandeza
de la nacin: para ser una gran potencia era necesario recuperar el liderazgo internacional.
Este renovado nacionalismo se combin con el viejo anticomunismo que
nutra a la Guerra Fra. De este modo, durante la primera presidencia de
Reagan, se justific la formacin de la mayor fuerza militar que haya visto el
mundo. Se instalaron nuevas bases militares y construyeron nuevos y sofisticados armamentos; se continuaron proyectos como la construccin de los
Trident, una nueva generacin de submarinos nucleares armados con misiles intercontinentales, y se iniciaron otros nuevos: el desarrollo de nuevos
sistemas de misiles, despliegue de armas qumicas y la experimentacin de
la bomba neutrnica. En sntesis, se aspiraba a utilizar el podero militar para compensar la prdida de poder en el campo econmico.
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El reaganismo tambin se apoy en una decidida poltica cultural que permiti el avance de los sectores ms conservadores. Nuevamente se rescataron los viejos valores puritanos, considerados fundacionales de la sociedad
norteamericana, y se persigui a todo aquello que amenazara el espritu
americano expresado en el fe en Dios, la moralidad y el esfuerzo individual.
Se configuraba as un discurso que si bien apelaba a la tica era fundamentalmente un discurso nacionalista: lo positivo equivala a lo americano. Estas concepciones coincidan con las de distintos grupos que desde comienzos de la dcada de 1980 haban conocido una marcha ascendente. La
coalicin por la familia y los valores tradicionales estaba formada por grupos ultraconservadores que desde 1974 integraban la Nueva Derecha. Desde 1977, aparecieron aliados con grupos Pro-Vida, en acciones contra la legislacin contra el aborto y, desde 1977, con las iglesias fundamentalistas,
a favor de la enseanza religiosa y el rezo obligatorio en las escuelas. Y la
accin de estos sectores permiti generar una cultura populista conservadora que sustent las polticas de Reagan.
El conservadurismo se expres en la educacin. En 1981, en California
hubo una nueva ofensiva contra la enseanza del evolucionismo en las escuelas elementales y medias. Pero tambin se expres en la enseanza superior y en publicaciones especializadas donde se atacaron las tendencias
intelectuales consideradas responsables de debilitar los valores nacionales.
Se combatieron las influencias liberales y se procur que las Universidades
dejaran de ser mbitos de pensamiento libre y crtico y se fijaran como objetivo adiestrar profesionales con una marcada orientacin pragmtica y, sobre todo, infundir valores. Pero el conservadurismo tambin alcanz los medios masivos de comunicacin, con una importancia fundamental para la
constitucin de ese nuevo populismo conservador. Grupos religiosos y conservadores controlaron emisoras de radios y la difusin de los canales a
cable les permiti acceder a la televisin hasta entonces controlada por
las grandes redes comerciales. Desde all se destacaron temticas como la
revisin de la Guerra de Vietnam, para rechazar lo que se consideraban las
desviaciones liberales. En esta lnea, tambin contribuy la cinematografa a
346
travs de films como la serie de Rambo, cuyo protagonista reinicia individualmente una guerra que no considera terminada. Pero tal vez fue la serie de
films de Rocky -tambin interpretada por el popular actor Sylvester Stallone,
la que mejor expres la poltica cultural reaganiana: son la historia del xito
del hroe mtico que afirma los valores tradicionales y la identidad estadounidense.
Pero los modelos culturales no brindaban soluciones a algunos de los
ms graves problemas que aquejaban a la sociedad de los Estados Unidos.
Uno de los fenmenos ms visibles era el auge de la delincuencia juvenil en
las grandes ciudades, como New York. All se concentraban casi doscientas
bandas que reunan a ms de 6.000 miembros. Todos ellos tenan caractersticas semejantes: eran negros o hispanoparlantes, haban pasado la mayor parte de sus vidas en los barrios ms pobres, haban dejado la escuela
a edad temprana, haban trabajado slo ocasionalmente y tenan muy poco
futuro dentro de la sociedad. En un medio basado en la exaltacin del individualismo, la banda era lo nico que proporcionaba la sensacin de seguridad y pertenencia. En sntesis, surga una nueva clase de pobres, ms jvenes y menos educados, marginada por una sociedad que no les daba
cabida.
A mediados de la dcada del ochenta, la poltica de la Guerra Fra pareca
mostrar signos de cambio. En medio de la expectativa internacional, se realiz la cumbre entre Ronald Reagan y Mikhail Gorbachov, lder de la Unin
Sovitica, en Ginebra en noviembre de 1985. La reunin, celebrada en medio de las mayores medidas de seguridad, haba despertado resquemores
en los Estados Unidos. Mientras el Pentgono daba a conocer un informe
donde se formulaban implcitos interrogantes sobre la oportunidad de llegar
a nuevos acuerdos con Mosc, el Washington Post anunciaba el temor de algunas empresas comprometidas con los planes armamentistas de una reduccin de armamentos antes de que algunas piezas entraran en la fase remunerativa de la produccin. El temor radicaba tanto en que el mentado
encanto personal del lder sovitico debilitara la inflexibilidad de Reagan,
como que el anciano presidente -enfermo y sin posibilidad de reeleccin- decidiese pasar a la historia por su accin en favor de la paz. Sin embargo, nada de esto pas: todo se redujo a una declaracin mutua de buena voluntad
y a la promesa de reuniones anuales. En rigor, la reunin demostraba los
cambios que se estaban registrando en la URSS.
Film recomendado:
Rocky IV (1985), dirigida e interpretada por
Sylvester Stallone.
Ver cita cinematogrfica 5.24. sobre esta
pelcula.
Gorbachov, de 53 aos, era un hombre relativamente joven para los parmetros polticos soviticos y pronto mostr adems una nueva actitud ante los
problemas que se deban enfrentar. En primer lugar, mostr una posicin
ms abierta hacia los intelectuales permitindoles expresarse en los medios de comunicacin; pero adems encarg informes cientficos para conocer la real situacin de la URSS. Y dichos informes, que mostraban sin ocultamientos la desastrosa situacin econmica y social sovitica, fueron la
base de las polticas reformistas. Indudablemente Gorbachov no actuaba solo sino que junto a l trabajaba un equipo dispuesto a asumir tanto las crticas pasadas como presentes. Tal vez ignoraban que esto llevara al cuestionamiento global de la realidad sovitica.
En 1986, Gorbachov inaugur el nuevo estilo. En el XXVII Congreso del
Partido Comunista plante abiertamente la necesidad de la transparencia
(glanost) como premisa bsica para la reconstruccin (perestroika) de la
URSS. Y ambos trminos pronto se transformaron en los principios de las
reformas impulsadas por el gobierno. Poco despus, el accidente nuclear de
Chernobil, en Ucrania (abril de 1986), cuyos efectos equivalieron a los de
una guerra nuclear limitada, aceler la toma de medidas. Chernobil demostraba el deterioro de la economa y de la tecnologa sovitica, pero tambin
la informacin brindada era demostrativa de la glanost.
Para dinamizar la economa se introdujeron medidas destinadas a fomentar la creacin de sistema de autogestin que pona fin a la planificacin
centralizada y que permiti la formacin, entre 1987 y 1988, de numerosas
empresas cooperativas semiprivadas. Sin embargo, las intenciones de hacer ms rentable a la economa exigan atenuar una carrera armamentista
que consuma la mayor parte del presupuesto estatal. Y ese fue el objetivo
que, ya a fines de 1985, impuls a Gorbachov a reunirse con Reagan en la
Cumbre de Ginebra. En esta lnea, en 1987, se firmaban con los Estados
Unidos tratados destinados a suprimir los misiles de alcance intermedio.
Las intenciones de desarme contribuyeron a consolidar el prestigio internacional de Gorbachov y a otorgar credibilidad a su propuesta de perestroika. Pero la Unin Sovitica dara an pasos ms espectaculares que los tratados con Estados Unidos. En abril de 1988 se anunciaba el retiro de las
tropas de Afganistn -considerado el Vietnam sovitico- y, en diciembre de
ese mismo ao, Gorbachov comunicaba en la Asamblea de las Naciones
Unidas el retiro de un importante contingente de fuerzas militares de los pases de Europa oriental: a comienzos de 1989, retornaban a la Unin Sovitica desde las bases de los pases satlites 240.000 soldados y 10.000 carros de combate. Indudablemente se trataban de pasos destinados a
reducir el presupuesto militar, con el objetivo de rentabilizar el sistema sovitico; sin embargo, sus efectos seran insospechados.
Con respecto a los pases del Este, el objetivo que se planteaba era
tambin dinamizar sus economas, liberalizando las trabas para generar
mayor produccin de bienes de consumo e iniciar libres contactos con las
economas occidentales. De esta manera, desde la perspectiva sovitica,
los pases de Este dejaran de cumplir el papel de barreras defensivas -in349
350
tiles adems en la era de los misiles intercontinentales- para transformarse en el nexo con Occidente, sus inversiones y sus capacidades tecnolgicas. Sin embargo, no pudo calcularse el impacto emocional que signific el
retiro de las tropas. En Polonia, por ejemplo, en las elecciones parlamentarias de 1989, triunfaban los candidatos del sindicato catlico -religin que
defina a la identidad polaca- Solidarnosc (Solidaridad) en una clara muestra de afirmacin de autonoma frente a la Unin Sovitica. En Hungra,
tambin se comenz a desmontar el sistema buscando el camino hacia el
pluralismo poltico. Pero el efecto ms importante de la liberalizacin hngara fue la apertura de la frontera con Austria: desde all comenz a afluir
una oleada de alemanes del Este deseosos de alcanzar la Repblica Federal alemana.
Este aperturismo tambin influy en la misma Alemania Oriental e importantes y tumultuosas manifestaciones comenzaron a exigirlo en varias ciudades. Tras varias incertidumbres -Mosc desaconsejaba rotundamente la represin- y un recambio de autoridades, la noticia de que se otorgaran pases
de salida hacia la zona occidental de Alemania (9 de noviembre de 1989)
lanz en Berln a la multitud contra el Muro, mientras la guardia fronteriza
quedaba desbordada. La cada del Muro de Berln se transform en un disparador. Al da siguiente, en Bulgaria, un golpe palaciego derribaba al viejo lder Zhivkov; en Praga, la multitud en la calle haca caer sin violencia al rgimen comunista; el 17 de diciembre, se iniciaba la insurreccin en Rumania.
El mundo occidental estaba eufrico. Gorbachov haba demostrado sobradamente su espritu conciliador. Eliminado el bloque oriental, abierta la va
para la reunificacin de Alemania (que se consum el 3 de octubre de
1990), la Guerra Fra llegaba a su fin. Francis Fukuyama poda anunciar el
fin de la Historia al haberse quedado Occidente sin oponentes ideolgicos.
En sntesis, 1990 traa la confirmacin de lo que pas a llamarse el Nuevo
Orden Internacional. Sin embargo, no todo el optimismo estaba justificado.
En primer lugar, surgan conflictos en tableros hasta entonces secundarios,
como lo fue la Guerra del Golfo. Pero tambin el Nuevo Orden, con su magnitud planetaria, no pareca impresionar a los pequeos nacionalismos de
objetivos limitados: en 1991, el mundo se paralizaba ante el estallido de la
guerra entre Eslovenia y Croacia.
Tambin los conflictos comenzaron a sacudir a la Unin Sovitica. Las
medidas econmicas no haban dado los resultados previstos. Los afanes
capitalistas chocaban contra la mentalidad de muchos ciudadanos acostumbrados a pensar en contra de ellos durante la mayor parte del siglo. La desaparicin de la planificacin centralizada no haba dado paso a la formacin de un mercado libre, slo haba dejado a la economa sovitica
descabezada. Las huelgas proliferaban sin que nadie fuese capaz de controlarlas. El mercado negro creca sin control y con l crecan las mafias. Pero el aligeramiento de los controles tambin haba permitido surgir desde un
auge de los nacionalismos.
En efecto, a lo largo de 1988, los nacionalismos se afianzaron en los
puntos ms conflictivos de la Unin Sovitica, mientras Gorbachov caa en la
contradiccin de reconocer el derecho a la soberana de los estados del Este, mientras lo negaba a las repblicas que constituan la Unin Sovitica.
Pero esto no hubiera pasado a mayores sin las tensiones que atravesaban a
Mosc. Ya a comienzos de 1990, Gorbachov se encontraba encajonado entre dos tendencias diferentes. Por un lado, un sector ms conservador aspi-
raba a hacer ms lentos los cambios de la perestroika, y no faltaban adems quienes proponan el retorno a la antigua ortodoxia. Por otro lado, un
grupo, muy difuso en sus lmites, propiciaba la aceleracin de las reformas,
e incluso al abandono total del comunismo. Dentro de estos ltimos, la cabeza visible era la de Boris Yeltsin.
El auge de los separatismos brind a Yeltsin la oportunidad de actuar.
Habiendo sido electo presidente de la Repblica Sovitica Federativa Rusa la mayor de la URSS- en mayo de 1990, tom una serie de desafiantes medidas: declar la supremaca de las leyes rusas sobre las soviticas, proclam la autonoma de Rusia y finalmente abandon el Partido Comunista.
Desde all, comenz a presionar para el abandono definitivo del sistema sovitico y para una rpida transicin a la economa de mercado, algo a lo que
nunca Gorbachov haba estado dispuesto. La crisis poltica se sumaba a la
inflacin, a la corrupcin y a un estancamiento general de la economa,
mientras que las privaciones que pasaba la poblacin agudizaban el descontento. Pero el descontento mayor era el que atravesaba a las fuerzas armadas, privadas del protagonismo anterior, con un presupuesto disminuido y
con una tecnologa cada vez ms obsoleta. La retirada de Afganistn, la incapacidad de controlar los brotes nacionalistas, el abandono de las defensas en los pases del Este haban sido golpes difciles de asimilar. Ms an,
la hazaa del joven alemn Mathias Rust aterrizando impunemente en la
Plaza Roja -y violando el sector ms vital del espacio ereo sovitico- constitua una humillacin que los enfrentaba con su incapacidad para la defensa.
En agosto de 1991 se intent un golpe contra Gorbachov de objetivos poco claros. Lo nico que permiti el golpe fue la consolidacin de la figura de
Yeltsin que logr erigirse como lder carismtico antigolpista. Pero el liderazgo de Gorbachov, ya muy deteriorado frente a la opinin pblica, sobrevivira slo unos meses, mientras que el proceso de fragmentacin se haca
incontenible. En esa coyuntura, Yeltsin -que haba llegado a declarar la ilegalidad del Partido Comunista en Rusia- firmaba con los lderes de Ucrania y
de Bielorrusia un tratado por el que se comprometan a crear una Comunidad de Estados Independientes. El 25 de diciembre, Gorbachov presentaba
su renuncia; se arri la bandera roja del Kremlin y se iz la rusa: la Unin
Sovitica haba dejado de existir. Con ella, poco despus terminaba tambin, el siglo XX. Pero son muchos los interrogantes que quedan abiertos.
5.25. Sarajevo en
1994, es decir, ochenta aos despus del
inicio de la Guerra
Mundial.
351
de Fuego (1927) y Solidaridad Francesa (1932). Este ltimo estaba constituido por los camisas azules, un grupo paramilitar que se preparaba para
un golpe de Estado y produca enfrentamientos con sindicalistas y grupos de
izquierda. Y ambos estaban financiados, entre otros, por el perfumista francs Francois Coty.
A partir de 1934, estos grupos provocaron una serie de graves desrdenes. A fines 1933, se haban descubierto las actividades de un financista,
Stavinky, acusado de fraude al Estado. Varios diputados aparecieron adems comprometidos con la estafa. Fueron acusados de corrupcin, lo que
provoc, en enero de 1934, una gran concentracin fascista frente a la Cmara de Diputados exigiendo la disolucin del parlamento. Hubo enfrentamientos que culminaron con cerca de 20 muertos y ms de 1000 heridos.
Lo ocurrido en enero de 1934, record a muchos franceses la toma de
Roma por parte de Mussolini. Para prevenir la situacin se organiz una
gran coalicin de partidos de izquierda, el llamado Frente Popular, impulsada
por comunistas e integrada por radicales y socialistas. Esta coalicin gan
las elecciones en 1936 y llev al gobierno al socialista Len Blum, que integr su gobierno con miembros de la coalicin. Sin embargo, la suerte del
Frente Popular fue efmera. El temor al fascismo haba favorecido su triunfo,
pero las medidas sociales que comenz a tomar Blum (aumentos salariales,
establecimiento de la semana laboral de 40 horas, vacaciones pagas, etc.)
gener el temor ante el ascenso de la izquierda entre amplios sectores de la
clase media. Por otra parte, la drstica divisin de la sociedad francesa en
izquierdas y derechas inconciliables hizo pensar a muchos que Francia se
encontraba al borde de una guerra civil semejante a la que estaba asolando
a Espaa durante esos mismos aos.
A fines de 1937, Blum (que era hostilizado adems por la prensa de derecha por su origen judo) renunci a la presidencia y fue reemplazado por
un radical, Daladier, que para calmar la situacin interna intent anular algunas de las medidas sociales, sin conformar a nadie y sin poder anular
las crticas que venan tanto de la derecha como de socialistas y comunistas. Estos agudos conflictos internos permiten explicar, en parte, la facilidad con que Alemania pudo ocupar gran parte de Francia una vez declarada la guerra. Mientras comunistas, socialistas y radicales enfrentados
entre s observaron impotentes la ocupacin nazi, la derecha le dio la bienvenida esperando que los alemanes pusiesen finalmente en orden la situacin francesa.
se haban tomado como la prohibicin de los matrimonios de nios u organizados por los padres, y del concubinato y la bigamia eran medidas que encontraban grandes resistencias sociales.
El segundo perodo (1953-1957) coincidi con el Primer Plan Quinquenal
que se plante como objetivo la colectivizacin y la industrializacin. El objetivo era, indudablemente, la construccin de una industria de base que garantizara el desarrollo econmico de China. La colectivizacin de la tierra era
considerada, como lo haba sido en el caso de la Unin Sovitica, el paso
previo a la industrializacin. Sin embargo, el ejemplo de la URSS estuvo presente y la colectivizacin agrcola se dio en pasos paulatinos. Esta poltica
econmica coincidi con la campaa de las Cien Flores (Flores era la
metfora con que Mao, que adems era poeta, se refera a las distintas escuelas de pensamiento). La finalidad fue dar cierta libertad de pensamiento
para ganar a intelectuales y profesionales que miraban remisos a la revolucin, con el objetivo de ganar colaboracin tcnica para el desarrollo.
El tercer perodo fue el llamado Gran Salto adelante que abarc de
1958-1965. El Primer Plan Quinquenal haba logrado importantes objetivos
de industrializacin, pero en lugar de buscar la estabilizacin de esta etapa,
China se lanz al Gran Salto con el objetivo de superar la industrializacin
de Gran Bretaa. Para ello se propuso encontrar un camino ms breve hacia
el desarrollo a travs de la implementacin de las llamadas comunas populares, cada una dedicada a organizar su propia industria y su propia agricultura, al mismo tiempo que cada una funcionaba como unidad administrativa
y militar autnoma. Sin embargo esta experiencia no dio los resultados esperados: hubo errores de planificacin, faltaron controles de calidad de la
produccin, las mquinas se deterioraron por el uso intensivo. A esto se sum el retiro, por fricciones polticas, de la asistencia tcnica sovitica. En
sntesis, el Gran Salto termin en la crisis econmica de 1960. Sin embargo, tambin pareciera que los observadores occidentales exageraron los
efectos la crisis del 60 (en este sentido, tambin la informacin que se brindaba formaba parte de la Guerra Fra). En rigor, China pudo reestablecer rpidamente el nivel de su produccin industrial, basada en una elaborada tecnologa. Hacia 1964, ya controlaba la energa atmica y los datos de 1965
mostraron que haba duplicado la produccin con respecto a 1957.
Mientras tanto se fueron agudizando los conflictos entre China y la
Unin Sovitica. Conflictos fronterizos se sumaron a tradiciones culturales
diferentes y llevaron a Mao a acusar a los dirigentes de la URSS de revisionismo, lo que significaba abandonar los principios de Lenin para aproximarse al occidente capitalista. Los ataques principales se centraron sobre
la figura de Krushev, al que un artculo en 1963 -que finalmente signa la
ruptura entre los dos pases- lo acusa de psedudocomunismo. La lucha
contra el revisionismo y el pseudocomunismo tambin se aplic para
depurar las propias filas del partido comunista chino, sobre todo, de algunos dirigentes que se oponan a la poltica que Mao estaba implementando
en contra de la URSS.
Ante las protestas que gener la depuracin del partido, Mao tom una
medida extraordinaria: la Revolucin Cultural, que se extendi entre 1965 y
1969 y se desarroll con el apoyo del ejrcito. Primero se dirigi contra todos aquellos, desde literatos hasta burcratas, que haban disentido con
Mao; luego la limpieza se dirigi a las universidades, intelectuales, centros
de produccin artstica controlando toda expresin de pensamiento que se
357
considera disidente. Por ltimo, bajo el control de las Guardias Rojas, se logr que todas las manifestaciones culturales tuvieran como centro a Mao,
construyendo un efectivo culto a su personalidad. Para fortalecer esta orientacin se establecieron en todos los puntos del pas los comits revolucionarios destinados a un control estricto sobre la poblacin.
Esta orientacin no impidi que la Revolucin China se transformara para muchos en un modelo a seguir, alternativo al modelo que proporcionaba
la Unin Sovitica. En los sectores marxistas de Occidente, sobre todo entre
los jvenes e intelectuales en los aos sesenta y setenta, el maosmo despert grandes esperanzas. Se consideraba que era el verdadero camino a la
revolucin que los burcratas soviticos haban traicionado. En las Universidades, entre los estudiantes y los profesores ms radicalizados se aceptaba con fruicin el nuevo comunismo chino con su insistencia en la inevitabilidad de la guerra contra el imperialismo, y el nfasis en la combatividad y
creatividad de las masas.
modernizacin econmica, para acentuar los contenidos religiosos y los valores tradicionales de la cultura. Para esto concurrieron varios factores. El
peso econmico de muchos de estos pases radicaba en su riqueza petrolera, con la que incluso pudieron presionar con el control de los precios y la
suspensin de ventas al occidente capitalista, generando incluso una importante crisis energtica, a comienzos de la dcada. Esta posibilidad afirm su
sentimiento nacional, pero tambin cre para muchos nacionalistas un dilema: la modernizacin y la industrializacin implicaban muchas veces perder
las viejas pautas culturales e incorporar de forma cada vez ms creciente
formas de vida y valores occidentales. Y esto produjo como reaccin una
verdadera reislamizacin de los pases rabes.
El ejemplo ms tipo de la reislamizacin lo encontramos en el caso de
Irn (la antigua Persia). Despus de la guerra mundial, Irn haba quedado
bajo el control indirecto de los Estados Unidos. En 1951 el Frente Nacional,
encabezado por el lder nacionalista Mossadeq, triunf en las elecciones, como primer ministro y logr que el petrleo sea nacionalizado. Ante esto, en
1953, un golpe de estado -en el que se denunci la participacin de la CIA,
central de inteligencia norteamericana- lo derroc y otorg al monarca, el
Sha, poderes casi absolutos. Incluso, en 1961, fueron disueltas las cmaras legislativas y en 1967, el Sha y su esposa fueron coronados emperadores del Irn. El gobierno del Sha estaba prcticamente sostenido por los emprstitos y el apoyo militar de los Estados Unidos. A cambio, de esto, el
mayor porcentaje de la produccin de petrleo pas ser controlada por empresas estadounidenses.
Pero adems de perder de vista los objetivos nacionalistas, el gobierno
del Sha, introdujo una serie de medidas de modernizacin, que le ganaron la
oposicin de los grupos religiosos ms tradicionales. Desde 1962, las mujeres obtuvieron derecho al voto, se les otorg tambin la tenencia de sus hijos en caso de divorcio, y hubo planes de alfabetizacin para los campesinos. Sin embargo, esta modernizacin no debe engaar con respecto a la
naturaleza del gobierno del Sha: una verdadera dictadura unipersonal, sin
ningn tipo de mecanismo de participacin poltica y con una gran represin
policaca contra todo intento de oposicin poltica.
Desde 1963 estallaron serios conflictos antigubernamentales en Tehern. Estos descontentos, que se extendieron pese a la represin durante las
dcadas de 1960 y 1970, fueron canalizados por un lder religioso, que se
encontraba en el destierro, el ayatollah Jomeini. Jomeini dirigi, en 1979,
una huelga general que hizo a la situacin incontrolable. El Sha debi desterrarse y Jomeini volvi a Irn donde se proclam la Repblica Islmica. En diciembre de 1979, se estableca entonces una nueva Constitucin, cuya
fuente de inspiracin fue el Corn, y donde volvan a reestablecerse las viejas costumbres culturales y religiosas (las mujeres deben usar chador, se
impone la pena de muerte por adulterio, etc.). Jomeini muri en 1989, pero
sus sucesores mantuvieron el carcter de esta repblica religiosa, donde lo
secular y lo sagrado aparecan totalmente confundidos.
Pero la revolucin iran fue tambin un desafo para occidente. Cuando,
durante la insurreccin, la situacin se hizo incontrolable, en noviembre de
1979, un grupo de estudiantes extremistas ocup la embajada de Estados
Unidos en Tehern tomando 53 rehenes. El objetivo declarado era canjearlos por el Sha, que enfermo de cncer se encontraba internado en una clnica de New York. Pero indudablemente era mucho ms que un canje: se tra359
taba de desafiar al orden internacional, de humillar a la potencia que estableca el orden en el mundo. Y la humillacin se cumpli cuando el presidente Carter orden una operacin rescate que fracas estrepitosamente (abril
de 1980).
Sin embargo la poltica de la nueva repblica fue muy inestable hasta que en
1979, se hizo cargo de la presidencia y de numerosos cargos (en una suerte
de suma del poder pblico) el lder militar Saddam Hussein. En septiembre
de 1980, un conflicto fronterizo haba desencadenado una larga guerra entre
Irn e Irak, que finaliz recin en 1988. En esa guerra, Irak haba logrado apoderarse de algunos territorios; sin embargo, el saldo no le fue favorable. Irak
haba quedado con una situacin econmica muy crtica, con un ejrcito sobredimensionado, y con numerosos conflictos internos. La poblacin shiita se
sublevaba contra el rgimen sunita de Saddam Hussein; mientras que la poblacin de origen kurdo continuaba con sus levantamientos.
En medio de este clima poltico, Irak invadi el emirato de Kuwait. Kuwait
es un pequeo territorio que hacia 1989 contaba con slo dos millones de
habitantes, pero su escaso territorio es compensado por la riqueza petrolera: en 1934, empresas britnicas y estadounidenses haban organizado la
Kuwait Oil Company que tranform al pas en el principal productor de petrleo del Medio Oriente. En 1961, si bien los intereses econmicos anglobritnicos se mantuvieron, se organiz el primer emirato independiente. Se estableci una monarqua constitucional, aunque en la prctica el poder era
detentado por el Emir y un estrecho grupo de familiares y allegados (que
son, por otra parte, las familias ms ricas del mundo). Desde 1989, comenzaron las tensiones con Irak, por el reclamo que Kuwait hizo sobre la isla de
Babiyn en el Golfo Prsico. Las tensiones se agudizaron de modo tal que
Irak invadi Kuwait y lo anex en agosto de 1990.
Ante la situacin planteada, en 1991, una fuerza internacional integrada
por los Estados Unidos, Gran Bretaa, Francia y Arabia Saudita inici las
operaciones, que condujeron a la derrota de Irak y al reestablecimiento de la
independencia de Kuwait (febrero de 1991). La guerra signific para Kuwait
grandes prdidas materiales que afectaron la produccin petrolera. Pero
tambin la guerra fue el inicio de transformaciones internas. Tras la vuelta al
poder del emir al-Jaber comenzaron una serie de movilizaciones internas
que demandaban reformas de tipo democrtico. De este modo, en julio de
1991, se debi reestablecer la Asamblea Nacional como rgano legislativo.
361
Cronologa
1914.
1917.
En Rusia estalla la revolucin bolchevique. Los Estados Unidos entran en la Gran Guerra.
1918.
Alemania y Rusia firman la paz de Brest-Litovsk. En Rusia comienzan las medidas que configuran el comunismo de guerra.
1919.
1920.
1921.
1922.
1923.
1924.
1925.
En la URSS, Eisenstein filma El acorazado Potemkin en conmemoracin del aniversario de la revolucin de 1905.
1927.
En la URSS se inician las medidas econmicas destinadas a la colectivizacin de la tierra y la industrializacin intensiva.
En Estados Unidos son ejecutados los anarquistas italianos, Sacco
y Vanzetti.
En Francia comienza la accin de grupos pro-fascistas.
En China se produce la ruptura entre comunistas y nacionalistas.
1929.
364
1930.
1931.
1932.
En Estados Unidos es electo prsidente el demcrata Franklin Delano Roosevelt quien inicia la poltica del New Deal.
En Alemania, el Partido Nazi se constituye en la segunda fuerza poltica.
1933.
1934.
1935.
1936.
1937.
1938.
1939.
Hitler invade Checoslovaquia. La invasin alemana a Polonia desencadena nuevamente la guerra mundial.
Tras una larga resistencia, la capitulacin de Madrid pone fin a la
guerra civil espaola.
1940.
La tcnica del blitzkrieg (guerra relmpago) favorece la rpida expansin alemana. Comienza la invasin a la URSS.
1941.
1942.
1943.
1944.
1945.
1946.
1947.
1948.
1949.
1950.
1951.
1952.
365
366
1953.
1954.
En Viet-Nam, los franceses son derrotados en Diem Bien Puh; el territorio queda dividido en dos regmenes. Comienza la guerra de Argelia.
1955.
1956.
1959.
1960.
1961.
1962.
1963.
1964.
Se rompen las relaciones entre la URSS y China. Kruschev es destituido. Despus de la designacin de Bresnev se suspenden todos
los intentos de reforma.
En Estados Unidos se garantizan los derechos civiles de la poblacin negra.
Stanley Kubrik filma El Doctor Inslito o cmo aprend a no preocuparme y a amar la bomba, stira a la Guerra Fra.
1965.
1967.
1968.
1973.
1974.
En Estados Unidos se intensifica la accin de grupos ultraconservadores. Tras el escndalo de Watergate, Nixon renuncia a la presidencia.
1976.
Termina la guerra de Viet-Nam con la derrota de los Estados Unidos, que celebra el bicentenario de la independencia.
1979.
1980.
1981.
1983.
1984.
1985.
1986.
Gorbachov plantea la necesidad de la transparencia (glanost) como premisa para la reconstruccin (perestroika) de la URSS.
1987.
Entre Estados Unidos y la Unin sovitica se firman tratados destinados a suprimir misiles.
1988.
Se retiran las tropas soviticas de Afganistn. Se afianzan los nacionalismos en los puntos ms conflictivos de la URSS.
En los Estados Unidos, triunfa en las elecciones el republicano
George Bush.
1989.
1990.
El idelogo Francis Fukuyama anuncia el fin de la Historia al haberse quedado Occidente sin oponentes ideolgicos.
Boris Yeltsin que se afirma como lder de los sectores ms renovadores, es electo presidente de la Repblica Sovitica Federativa
Rusa, la ms importante de la URSS
Irak invade Kuwait, se inicia la Guerra del Golfo.
1991.
HOBSBAWM, ERIC (1995), Captulo 1: La poca de la guerra total, en: Historia del siglo XX, 1914-1991, Barcelona, Crtica,
pp. 29-61.
1.
a. Describa las principales caractersticas de la primera etapa
de la Guerra (Primera Guerra Mundil) y explique las principales consideraciones que debieron tenerse en cuenta
en la firma de la paz
b. Describa las principales caractersticas de la segunda etapa
de la Guerra (Segunda Guerra Mundial)
c. Explique los principales resultados sociales y econmicos
de la guerra
d. Por qu Hobsbawm se refiere a la Guerra de los Treinta
y Un Aos?
CARR, EDWARD H. (1993), La revolucin rusa: De Lenin a Stalin, Madrid, Alianza, pp. 11-113.
2.
a. Describa el proceso revolucionario. Explique por qu Carr
habla de un doble poder tras la cada del zarismo y cul
era la posicin de Lenin al respecto. Refirase a las pruimeras medidas revolucionarias.
b. Explique el problema del dualismo entre el internacionalismo y la constitucin de un Estado nacional.
c. Explique en qu sentido la guerra civil consolida la imagen de dos mundos.
d. Refirase a los problemas que debe resolver el comunismo de guerra y explique sus efectos en la organizacin
del trabajo y el papel de los sindicatos. Por qu, segn
Carr, sus consecuencias fueron la concentracin y la centralizacin de la economa?
e. Explique cules fueron los objetivos de la Nueva Poltica
Econmica (NEP) Cmo se vinculan con los problemas
de la agricultura?
369
CARR, EDWARD H. (1985), Reflexiones sobre la industrializacin sovitica, en EDWARD H. CARR, 1917. Antes y despus,
Madrid, Sarpe, 1985, pp. 137-155.
3.
a. Explique las caractersticas de la industrializacin sovitica
en el contexto europeo y comprelas con la britnica.
b. Describa las etapas de la industrializacin en Rusia.
c. Explique cules fueron las condiciones que llevaron en la
Unin Sovitica a una industrializacin acelerada.
d. Explique por qu Carr seala que la industrializacin sovitica no constituye ni un fenmeno nico ni una desviacin de un modelo establecido y aceptado, sino un estadio importante del proceso de desarrollo que se inici
aproximadamente hace dos siglos...
e. Describa los principales rasgos de la industrializacin planificada de la Unin Sovitica.
CARR, EDWARD H. (1985), Revolucin desde arriba: la va hacia la colectivizacin, en EDWARD H. CARR, 1917. Antes y despus, Madrid, Sarpe, 1985, pp. 121-155.
4.
a. Describa cul era la posicin sovitica respecto a la colectivizacin de la tierra antes de 1929.
b. Explique los problemas que planteaba la relacin entre industrializacin y agricultura.
c. Explique cules eran los problemas que afectaban a la
agricultura.
370
372
DIETRICH BRACHER, KARL (1995), Captulo 7: Movilizacin interna y oposicin, en: La dictadura Alemana/2. Gnesis, estructura y consecuencias del nacional socialismo, Madrid,
Alianza, pp. 64-152.
7.
a. Explique las caractersticas de la poltica econmica del nazismo, sus objetivos y sus contradicciones con los principios
enunciados. Refirase a las polticas dirigidas al trabajo, a la
industria, a la agricultura, y al papel social de las mujeres.
b. Explique por qu, segn el autor, las polticas y los principios organizativos permitieron una transformacin de la
sociedad alemana aunque permanecieran las estructuras
de la distribucin de la renta y del sistema capitalista.
c. Describa el concepto de moderno de caudillismo y las
etapas de implementacin y contenidos de tal principio.
Explique sus diferencias con la dictadura sovitica.
d. Analice el influjo del principio caudillista en relacin al Estado a travs de su aplicacin en el ejrcito, la burocracia
estatal, la poltica exterior, la legislacin y la justicia. Explique la relevancia de Hitler dentro de tal construccin.
e. Explique las contradicciones de la aplicacin prctica del
principio del caudillismo.
f. Describa las caractersticas y funcin del Partido Nazi como partido nico y su relacin con el Estado.
g. Explique la relacin entre las medidas jurdico legales y la
aplicacin del terror. Describa la formacin del estado
de Polica.
h. Explique las causas del ascenso de las SS, sus caractersticas y el papel desempeado durante la guerra en los pases ocupados. Describa el papel de los campos de concentracin y su justificacin.
i. Analice el principio de la relacin amigo-enemigo y su
aplicacin en la persecucin a los judos.
j. Explique los problemas que limitaban y fragmentaban la
oposicin al rgimen, a travs de:
I. la izquierda poltica: situacin, lmites y tcticas de socialdemcratas y comunistas
II. las Iglesias: los protestantismos frente al nazismo; la Iglesia
catlica y el Concordato. Sus lmites.
III. el Ejrcito: la evolucin de las relaciones entre el Ejrcito y el
nazismo. Los planes militares en contra de Hitler, sus causas.
373
HOBSBAWM, ERIC (1995), Captulo 8: La Guerra Fra, en: Historia del siglo XX, 1914-1991, Barcelona, Crtica, pp. 229-259.
8.
a. Describa las principales caractersticas del perodo definido como la Guerra Fra.
b. Describa sus principales etapas.
c. Explique cul fue la funcin interna que cumpli la Guerra Fra y su visin del mundo dividido en bloques.
d. Explique de qu modo la Guerra Fra transforma la escena
internacional.
375
b.
I.
II.
377
Referencias bibliogrficas
Bibliografa obligatoria
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8: La Guerra Fra, Captulo 9: Los aos dorados, Captulo 13: El
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del siglo XX, 1914-1991, Barcelona, Crtica, pp. 29-61, 229-259, 260289, 372-399, 403-431.
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