La Leyenda de La Llorona
La Leyenda de La Llorona
La Leyenda de La Llorona
la Llorona pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua, como piletas,
ros, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan al ms valiente y paralizan al pavoroso.
Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se cuenta que, cuando se la escucha cerca, en realidad
est muy lejos, y viceversa. Se dice que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle la
vida) si esta usa la ropa interior al revs. Se les presenta a los hombres mujeriegos como una
mujer para engaarlos. Se dice que quien le habla pierde la vida y que un hombre acechado por
la Llorona se salva nicamente si una mujer le toma la mano, pues el espectro ataca nicamente
a hombres solitarios. Tambin se cuenta que, si uno escucha el grito, debe tratar de moverse y
no quedarse congelado por el pavor. La persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito
o la Llorona se la ganar. Para evitar encontrarse con ella o ahuyentarla, la persona har bien en
rezar al santo de su devocin o repetir las oraciones tradicionales catlicas.
4. La leyenda del Cadejo
Las otras versiones refieren que este ser tiene tres diferentes cadejos, el negro, el blanco y el
gris. El blanco cuida de mujeres en el mismo estado fsico, sin embargo stos son rivales y no
pierden oportunidad de agredirse, aunque se narra que se han unido para salvaguardar a sus
protegidos de otro espectro como La Llorona, Siguanaba o de algn maleante, y el gris cuida a
los nios desamparados o enfermos.
Una noche El Sombrern caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una
muchacha muy bella con pelo largo y se enamor de ella. Busc su casa y le llev serenata una y
otra noche, pero ella no le dijo nada a sus padres sobre l. Un da empez a dejar de comer
hasta el punto de que casi muri, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El
Sombrern. Llev a su hija a un convento creyendo que ah iba a estar mejor, pero la nia sigui
sin comer y un da despert con una trenza en su pelo hecha por el espectro y ese da muri.
Luego en el velorio, apareci El Sombrern llorando y sus lgrimas eran como cristales. Jamas
olvida a las muchachas que ha amado. Tambin se cuenta que les hace trenzas a los caballos y
mulas...
Se cuenta tambin que este espanto a parte de enamorar a muchachas jvenes, gusta por
cabalgar mulas y caballos de los establos de las fincas en las noches agotndolos. Por ello, las
bestias durante el da no cumplen las tareas sumado a que se vuelven hostiles con las personas,
los campesinos y finqueros al ver este comportamiento buscan si el Sombrern no les ha hecho
trenzas en la greas.
EL CANTO DE LA FLOR DEL AMATE.
El Progreso-Guastatoya don Domingo Castillo, "contador de maravillas", de la aldea Casas Viejas,
narra el cuento "El Canto de la Flor del Amate", muy difundido y vigente en todo el
departamento. Asegura don Domingo Castillo que ese palo es encantado y nunca da flor, pero
cuando le entra el encanto si florece. "El encanto slo se abre la noche de la vspera del Da de
San Juan y es necesario que haya luna llena. El hombre o la mujer deben llegar al pie del rbol a
las doce de la noche para que les caiga el encanto". Y si al Encanto del rbol le cae bien la
gente, les deja caer una flor y con ello los vuelve "suertudos en el amor y con mucho dinero".
El carruaje de la muerte
Cuenta que el carro de la muerte apareca durante las noches y anunciaba la muerte de alguna
persona. Tambin cuentan que se parqueaba frente a las casas y se llevaba al fallecido.
Despus de un largo y arduo da de trabajo en el campo, Mario se diriga a su casa en la ciudad.
Ya casi anocheca y caminaba de prisa. Poco antes de llegar a su casa escuch el sonido de un
carruaje muy cerca, lo que era muy normal en aquella poca, pero este sonido era diferente,
sinti mucho temor. Corri y decidi esconderse en el parque, detrs de los rboles.
El sonido del carruaje se escuchaba cada vez ms cerca, pero a la vez daba la impresin de que
nunca llegaba y la espera se haca interminable.
EL BURRO Y LA FLAUTA
Tirada en el campo estaba desde haca tiempo una Flauta que ya nadie tocaba, hasta que un da
un Burro que paseaba por ah resopl fuerte sobre ella hacindola producir el sonido ms dulce
de su vida, es decir, de la vida del Burro y de la Flauta.
Incapaces de comprender lo que haba pasado, pues la racionalidad no era su fuerte y ambos
crean en la racionalidad, se separaron presurosos, avergonzados de lo mejor que el uno y el otro
haban hecho durante su triste existencia.