Una Playa, Un Poema - Martín Broide PDF
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Una Playa, Un Poema - Martín Broide PDF
M ARTN B ROIDE
Publicado en: Yo creo, vos sabs? Retricas del creer en los discursos
sociales, Palleiro, Mara Ins (comp.), Facultad de Filosofa y Letras, UBA,
Buenos Aires, 2008
Martn Broide
Martn Broide
D E LOS LECTORES
Este trabajo est realizado a partir de un corpus constituido principalmente
por una serie de entrevistas que realic, durante el ao 2006, a algunos
integrantes del Centro de Lectura para Todos 1 del colegio Santo Domingo
Savio, en el barrio de La Cava, Bccar, Buenos Aires 2. Adems, cuenta con
material obtenido por medio de conversaciones informales y un poema escrito
por uno de los jvenes entrevistados.
Yo mismo coordin, durante el 2004 y el 2005, este Centro, que consisti
en un taller a contraturno de dos horas semanales, extracurricular y para
jvenes de entre doce y diecisiete aos. El proyecto, que tena como propuesta
que los participantes se formasen como lectores en voz alta, o lectores para
otros, fue desarrollndose a lo largo de estos dos aos con un grupo de entre
quince y veinte participantes.
De este grupo, eleg trabajar slo con seis de sus integrantes. Jony y Paulo,
de diecisiete aos 3, estaban en el ltimo ao de la escuela secundaria, el
tercero del Polimodal. Anala, Daro y Ana Beln tenan quince aos y
cursaban en el primer ao del Polimodal. Martn, de trece aos, estaba
cursando el octavo ao del ciclo EGB. Todos ellos de primera generacin en
Buenos Aires, con padres nacidos en el interior de Argentina, por lo general
en la zona noreste, o en pases limtrofes.
Dentro del marco del programa PEF de la Universidad de San Andrs, financiado
por la fundacin Bunge y Born. El proyecto del Centro de Lectura para Todos, que se
ha realizado tambin en otras instituciones, lleva la coordinacin general de Ana
Mara Kauffman y Ana Siro.
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Todos los datos de las edades refieren al curso de la segunda mitad del ao 2006.
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La decisin de trabajar slo con un segmento del grupo se vincula con los
objetivos del trabajo, dado que no me propongo realizar, al modo clsico, una
etnografa total de un grupo, sino detenerme especficamente en los procesos
que hacen a la lectura y la literatura. La eleccin particular de estos seis
integrantes se debe tanto a la bsqueda de una heterogeneidad de edad y
gnero como a afinidades personales y al curso del azar.
El Centro de Lectura no slo fue (nunca se propuso ser) slo un espacio
para una prctica de tcnicas de lectura en voz alta, de interpretacin vocal.
Con el devenir de los encuentros, se constituy una identidad grupal,
construida en torno no slo al ser lector sino tambin a una vivencia de un
espacio de libertad, generado a partir de la palabra potica. sta era al menos
mi sensacin, muchas
participantes.
Yo era consciente de la manera en que estaba constituido mi propio espacio
potico. Mis recuerdos de infancia, mi historia como lector, me llevaban a una
relacin con los libros y, a travs de ellos, con la literatura, que, incluso, era
mi objetivo compartir en este taller.
Pero, qu significados tena para los otros participantes esta vivencia que
yo interpretaba como la apertura de un espacio potico? De qu manera la
construan, de qu formas la experimentaban? De qu manera estbamos
realizando esta construccin en conjunto, como grupo?
D E LA ESCRITURA
Este artculo est construido desde una aproximacin etnogrfica a la
lectura, en la que la literatura se despliega como un campo de elaboracin de
identidades. A travs de un enfoque enmarcado en las relaciones entre
intersubjetividad y mundos posibles, el foco se encuentra puesto en las
creencias que sostienen las prcticas sociales.
Me propongo, as, aproximarme a una antropologa de la lectura literaria.
Adoptar esta perspectiva implica, al menos, dos cosas: una, plantear un
anlisis centrado ms en los lectores que en los textos, tal como ha sido
propuesto por la escuela de Constanza y la esttica de la recepcin (ver
Antezana 1999); otra, adoptar el punto de vista del nativo (Geertz 1994) es
decir, no presuponer al lector (Cuesta 2001) sino comprender las prcticas de
lectura en los trminos que los propios lectores lo hacen.
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L A CONFIGURACIN DEL
JARDN )
La pregunta era: cmo se empez a construir
ese territorio donde estn, se mezclan, se aparean,
se prestan jugos, las historias que me contaron, las
que yo, a mi vez, cuento, las que he ledo, y hasta las
que me tengo prometido leer cuanto antes;
construcciones todas levantadas en el vaco, puras y
perfectas ilusiones?
Graciela Montes (1999)
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arquitectura
colectiva,
construida
en
la
interaccin,
en
la
despecho de todos los cambios de lugar (Merleau-Ponty 2003, pg. 18), para
concebir el espacio desde la experiencia perceptiva, en la que el lenguaje tiene un rol
no menor.
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Para ampliar acerca de las crticas al concepto de cultura, ver Rockwell (1980) o
Abu-Lughod (1991). Para una recuperacin de este concepto incorporando las
crticas, ver Ortner (2005)
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con slo abrir un libro. Con slo abrir un libro, como dice en el poema Jony,
viajamos a mundos desconocidos.
Esta idea del lector como viajero resuena en otras palabras de Anala,
aunque con una particularidad:
es como que sents que como, por ejemplo est una pelcula, no? y hay
un fantasma que est ah, que nadie lo ve, no? Pero se est presenciando todo el
hecho. Yo me imagino as: que yo soy como un fantasma que est ah y est mirando
paso por paso qu pasa, y qu piensa el otro, todo yo me imagino que estoy en la
cabeza de uno, de este lado, y del otro lado tambin. Es como raro no s cmo
explicarlo.
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Jorge Larrosa dice que para establecer algn tipo de continuidad entre el
que sali uno y el que lleg otro es precisa una construccin narrativa
(2003:615). Esta continuidad es la que permite un proceso de identificaciones
y desidentificaciones que dan espacio a la formacin de una identidad ms
flexible, abierta, con lugar para el cambio. En este apartado, voy a trabajar en
torno a los procesos subjetivos e intersubjetivos de construccin de una
identidad como lector.
Con ese objetivo, voy a analizar de qu maneras el ser lector es articulado
en la trama de un relato biogrfico. Cules son las dinmicas que permiten
pensarse a s mismo como lector, cules las marcas que los entrevistados
eligen para presentarse en tanto lectores. Siguiendo con la metfora espacial,
podemos concebir este apartado como senderos dentro de un jardn, huellas en
un monte.
Si el relato abre horizontes de experiencia posible, y puede as reconfigurar
la vida (Ricoeur 1984) esta pregunta, acerca de cmo se articula la identidad
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M: Claro
J: Ya estaba escrito, digamos.
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Para pensar el vnculo entre la relacin que la literatura permite con las palabras
y la apertura de otros mundos posibles, ver el apartado de mundos posibles en la
introduccin de este libro, o, particularmente, Ricoeur (1988).
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Leer el tilo, leer las violetas. Leer las estaciones. Con los ojos, con la nariz.
Quiero, a modo de cierre, hacer una recapitulacin de la forma en que la
literatura, ms all del soporte del libro, se constituye como una forma de
relacionarse con el mundo.
Retomemos estas palabras de Anala:
leer un libro es entrar en otro mundo. Un mundo bueno como ya dije, hecho
por m misma a travs de lo que estoy leyendo.
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Por eso vuelvo a Bachelard (2000), que nos habla de una adhesin
fenomenolgica, de un impulso sincero, de una modestia sistemtica. Es
a partir de esa adhesin, de esa sinceridad, de esa suspensin del juicio, que
vivimos los poemas, que las imgenes resuenan, que se abren espacios de
lenguaje que el lector habita.
La literatura como apertura de espacios de lenguaje. Esos mundos hechos
() con lo que estoy leyendo. Creer en la literatura implica creer en que las
palabras ofrecen esta posibilidad. Que las palabras no estn slo para
comunicarse, que no son slo un cdigo a descifrar. Como dira Valery
(1995), las palabras, en poesa, tienen fuerza mtica. Creer en la literatura:
creer en una palabra creadora. Una palabra fundante.
Una playa para fundar un mnimo poema.
B IBLIOGRAFA CITADA
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COLNGELO, Mirta (2003), "En el cielo te leen poesa, en el infierno te la
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B IBLIOGRAFA CONSULTADA
BORDELOIS, Ivonne (2005), La palabra amenazada, Buenos Aires, Libros
del Zorzal
DEVETACH, Laura (2003).La construccin del camino lector. En
Cuadernos
de
Iberoamrica.
Escuelas
que
hacen
escuela
II.
O.E.I.
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