Exposición I
Exposición I
Exposición I
reconciliacin comenzaremos citando el pasaje bblico donde Jess reunidos con sus discpulos les dice
quien dicen los hombres que es el hijo del hombre, unos dicen Juan el bautista y otros que Elas y otros
jeremas o uno de los profetas y vosotros quien decs que soy tu eres el Cristo el hijo del dios viviente.
Aqu comienza la necesidad de conocer y entender la persona de Cristo y qu papel juega en la vida del
hombre su importante misin, a que l ha venido. Quien es para cada uno de nosotros teniendo en cuenta que
es el cordero de dios que quita el pecado del mundo.
Jess comunica su poder de perdonar a los apstoles as como dios padre le ha dado todo a Jess as tambin
Jess comunica a la iglesia ese poder perdonador que de l emanaba para regenerar a los hombres a quien
perdonis los pecados le quedan perdonados (Juan 20,23).
En el siglo primero no haba una referencia clara sobre el sacramento de la penitencia los pecados como la
apostasa, homicidio y fornicacin eran causa de expulsin de la comunidad.
Conversin a la fe en Jess, se da en el bautismo signo de conversin se orienta sobre todo al perdn de los
pecados y a un cambio de conducta, donde el perdn y la correccin fraterna son signos de reconciliacin. el
poder de perdonar los pecados en la iglesia el atar y desatar: y a ti te dar las llaves del reino de los cielos y
todo aquello que tu ates en la tierra ser atado en los cielos y todo lo que desates en la tierra ser desatado en
los cielos.
concilio de Elvira tiene fama de riguroso la penitencia eclesistica poda durar de tres a diez aos y hasta
toda la vida si el pecado era de idolatra o de infidelidad en las vrgenes la absolucin se retrasaba hasta la
hora de la muerte, este concilio adems reconoce una forma de excomunin.
La penitencia privada hace referencia a las practicas penitenciales en la vida monstica se reciba de forma
individual penitente-confesor.
De los siglos XIII-VX se conocen una abundante defuncin de manuales de confesores y sumas morales.
Ansias de reforma en la iglesia.
la llamada a la reforma es una manera prctica de entender la conversin cristiana a nivel individual y
colectivo
los protestantes y el concilio de Trento principal exponente Lutero quien niega que la iglesia tenga poder
para perdonar los pecados, as como el valor de las indulgencias y la existencia del purgatorio.
Dios,4 que mostrase a los Israelitas, en su obrar, como verdaderos hijos de Abraham y les devolviese a la
alianza del pueblo de Dios.
4 Lc 1,16-17
5 Mt 3,11; Mc 1,4
6 Mt 4,1-17; Mc 1,14-15
7 Mt 9,13; Mc 2,17
8 Lc 5, 32
9 Mt 9,2; Lc 7,48-50
10 Mt 18,15
con la imposicin de las manos. Mientras ora toda la asamblea litrgica, y de nuevo se integra al penitente
absuelto en la comunidad cristiana y participa en la eucarista.
En el transcurso de los siglos la penitencia, siempre muy rigurosa, se fue endureciendo cada vez ms,
adems de su irrepetibilidad. Slo una vez en la vida poda un pecador entrar en el proceso penitencial y
recibir la absolucin. El rigor lleg a tal extremo que los penitentes absueltos tenan que seguir haciendo
vida de penitentes, abstenindose de relaciones sexuales y del ejercicio de cualquier cargo o profesin
pblica. La vida monacal a perpetuidad equivala a entrar en el orden de penitentes. Esta era la opcin de los
clrigos y de los laicos que se hacan monjes.
En estas circunstancias, el sacramento de la penitencia era moralmente imposible para la mayor parte de los
penitentes. La misma Iglesia prohiba o desaconsejaba el ingreso en penitencia a los jvenes, a los casados
con responsabilidades familiares y a tantos otros por multitud de razones.
En todos estos casos los obispos exhortaban a la prctica penitencial en la medida de lo posible y, despus de
un tiempo prudencial, recomendaban la comunin eucarstica.
La eucarista, con sus ritos penitenciales intraeucarsticos, apareca as como sucednea de la penitencia, en
aquellas circunstancias. Es preciso aadir que la reconciliacin plena de los penitentes, que reciban la
absolucin sacramental de la penitencia, se realizaba por la comunin eucarstica. La eucarista siempre
resplandece como el sacramento, del que dimana el don de la penitencia y del perdn de los pecados;
tambin del perdn recibido en el sacramento de la penitencia.
Para mayor abundamiento los penitentes absueltos, que reincidan en los mismos pecados y que no podan
volver a ser penitentes y recibir otra vez la absolucin, se los consideraba reconciliados con la comunin
eucarstica a la hora de la muerte (vitico).
Se hace ms clara tanto la existencia como la forma y la organizacin de la penitencia sacramental, que en
esta poca se llama de varias maneras: penitencia, segunda penitencia, penitencia pos-bautismal, penitencia
cannica, penitencia eclesistica
a) Existencia
Contexto polmico. Mientras que en el cristianismo apostlico, la penitencia era una realidad que progresaba
pacficamente, en el siglo II se convierte en un hecho traumtico para una parte de la Iglesia que, preocupada
por las recadas en el pecado, de pronto crey tener que restringir la posibilidad de la penitencia sacramental
(Pastor de Hermas, Tertuliano De paenitentia).
b) Organizacin
La penitencia se requiere siempre y solo para las culpas graves, pblicas u ocultas. Aunque la Iglesia nunca
acept la distincin entre pecados perdonables e imperdonables, siempre conoci la distincin entre culpas
graves y pecados cotidianos. Por lo tanto conoce tambin una penitencia ordinaria o cotidiana que consiste
en hacer cualquier clase de buenas obras (S. Agustn) y la penitencia extraordinaria, laboriosa para las culpas
graves.
La penitencia cannica de los siglos II-VIII solo se puede hacer solo una vez en la vida y se retrasa lo ms
posible (a veces hasta el fin de la vida) a juicio del obispo. A los penitentes les estaba prohibido asumir
cargos pblicos, comerciar, ser admitidos a las rdenes sagradas, casarse
El mismo rigor que pretenda levantar la vara de la vida cristiana, en la prctica impulsaba a muchos a
escapar de este sacramento no pidiendo la penitencia, alejndose de la Iglesia y de la Eucarista, permanecan
atrapados entre el remordimiento de los pecados y la falta de coraje para enfrentar la penitencia pblica. Se
convierte la penitencia cannica, de esta manera, en el sacramento de los ancianos y de los moribundos.
Observaciones sobre la antigua penitencia canonca
Positivo: su lazo con el bautismo, su sentido eclesial, y su valor pedaggico.
Negativo: alejamiento de muchos fieles, el rigor de las obras de penitencia (la pena exterior) versus la
gratitud del perdn (perdonar 70 veces 7). La duracin e intensidad de la penitencia.
La prctica de la penitencia pblica nos brinda ocasin para tres reflexiones:
1. Hay dos convicciones importantes: que la reconciliacin o perdn se realiza en el proceso penitencial del
pecador; y que la Iglesia o comunidad cristiana es el lugar y la mediacin del perdn.
2. Significado del rigorismo. El talante rigorista que se da en el Pastor de Hermas y en Tertuliano viene a ser
comn en oriente y occidente: no conviene que los bautizados minusvaloren la penitencia. El rigorismo se
impone cuando llegaron las persecuciones, y los cristianos deban estar dispuestos incluso a morir por su fe.
En el 251, el concilio de Cartago, presidido por San Cipriano, dict normas muy duras sobre la
reconciliacin de los bautizados que apostataban por miedo al martirio. Ms tarde, cuando la Iglesia goz ya
del favor imperial, el rigorismo era necesario por otro captulo: pedan el bautismo grandes masas, y se
corra peligro de que la segunda penitencia se convirtiera en rutina sin eficacia.
Pero al mismo tiempo, la verdadera fe reaccion contra el rigorismo fanatista y antievanglico de Montano
y Noviciano. La tradicin de Atanasio, Ambrosio y Agustn defendi que la Iglesia tiene poder para perdonar
todos los pecados.
3. Era la penitencia pblica un sacramento? La definicin de sacramento en sentido tcnico para designar los
siete ritos sacramentales no aparece hasta la Edad Media. En estos primeros siglos no hay definicin de
sacramento propiamente dicho. Pero si decimos que sacramento es un rito simblico en accin, que actualiza
y ofrece a los hombres la gracia, es indudable que hay en la penitencia pblica una verdadera celebracin
sacramental del perdn.
Ms todava, en esa prctica de la penitencia pblica se puso de relieve algo importante para renovar hoy
este sacramento: necesidad del proceso penitencial con actos internos y externos del pecador; presencia e
intervencin de toda la comunidad cristiana en este proceso. Dos aspectos que pueden servir de correctivo
para una prctica donde la penitencia del pecador, cuenta muy poco, y que frecuentemente se hace como un
arreglo, privado de cuentas con Dios, sin ninguna repercusin comunitaria.