Los Sacramentos
Los Sacramentos
Los Sacramentos
Relato verdadero
Newman (1944)
del
prisionero
Claudio
a ella la cual Ella est todava esperando que le cumpla. Y el Padre O'Leary
recuerda, Claudio me dijo exactamente cual era la promesa que Yo haba
hecho.
Esto convenci al Padre O'Leary de que Claudio estaba diciendo la verdad
acerca de las visiones de Nuestra Seora la Virgen Mara.
Despus regresaron a la clase del Catecismo sobre la Confesin. Y Claudio le
sigui diciendo a los otros prisioneros, Ustedes no deberan de sentir miedo
de ir a la confesin. Ustedes realmente le estn diciendo los pecados a Dios,
no a este sacerdote o a cualquier sacerdote. Le estamos diciendo los
pecados a Dios. Despus Claudio les dijo, Saben ustedes, La Seora dijo
que la confesin es algo como un telfono. Nosotros hablamos a Dios a
travs del sacerdote y l nos habla tambin a travs del sacerdote.
Una semana mas tarde, el Padre O'Leary se estaba preparando para
ensearles la clase acerca del Santsimo Sacramento. Las hermanas se
encontraban all tambin para participar. Claudio les dijo que la Seora
tambin le haba enseado a el acerca de la Sagrada Comunin, y le pidi al
padre que le dejara decirle lo que le haba dicho ella. El sacerdote consinti
inmediatamente. Claudio les relat, La Seora me dijo que en la Comunin,
Yo solo puedo ver lo que parece un pedazo de pan. Pero Ella me dijo que
ESO es realmente y verdaderamente Su Hijo. Y que l estar conmigo tan
solo por unos momentos como cuando l estaba con ella antes de nacer en
Beln. Y que yo debera de pasar mi tiempo como Ella lo hizo, en todo su
tiempo con l, amndole, adorndole, agradecindole, alabndole y
pidindole sus bendiciones. Yo no debera de molestarme por nadie ni por
ninguna otra cosa. Pero tan solo debera de pasar esos pocos minutos con
l.
Finalmente todos recibieron las instrucciones, Claudio fue recibido en la
Iglesia Catlica, y luego lleg tambin el tiempo para que l fuera ejecutado.
Su ejecucin iba a ocurrir a las doce y cinco minutos de la noche.
El Jefe de la Crcel le pregunt, Claudio, tu tienes el privilegio de una
ltima peticin. Que deseas?
Bueno, dijo Claudio, ustedes estn todos conmovidos. El carcelero lo est
tambin. Pero acaso no entienden ustedes? Yo no voy a morir. Tan solo este
cuerpo. Yo voy a estar con Ella. Entonces, puedo tener una fiesta? Que
quieres decir?, pregunt el Jefe de la Crcel. Una fiesta! dijo Claudio.
Le pueden dar ustedes permiso al Padre para que traiga algn ponqu y
crema helada y le permiten ustedes a los prisioneros del segundo piso estar
libres en el saln principal para que podamos estar todos reunidos para
tener una fiesta?
"Alguien podra atacar al Padre", dijo el carcelero.
Claudio volvi hacia los hombres que estaban all y dijo, Oh no, ellos no lo
harn, cierto que no, compaeros?.
As que el sacerdote visit un patrn rico de la parroquia y le suplic la
crema helada y el ponqu. Ellos tuvieron su fiesta.
Despus, porque Claudio lo haba pedido, hicieron una Hora Santa
(Adoracin al Santsimo Sacramento.) El sacerdote haba trado libros de
oracin de la Iglesia y todos hicieron las Estaciones de la Cruz y tuvieron
una Hora Santa, sin el Santsimo Sacramento.
Luego los hombres fueron puestos de nuevo en sus celdas. El sacerdote fue
a la Capilla para sacar el Santsimo Sacramento y darle a Claudio la Sagrada
Comunin.
El Padre O'Leary regres a la celda de Claudio. Claudio se arrodill en un
lado de las rejas, el sacerdote se arrodill en el otro, y juntos rezaron
mientras el reloj segua marcando la hora hacia la ejecucin de Claudio.
Quince minutos antes de la ejecucin, el Jefe de la Crcel subi corriendo las
escalas gritando, Perdn oficial, perdn oficial, el Gobernador ha dado un
perdn por dos semanas!
Claudio no se haba dado cuenta de que el Gobernador y el Abogado del
distrito estaban tratando de parar la ejecucin para salvarle su vida. Cuando
Claudio se dio cuenta, empez a llorar. El sacerdote y el Jefe de la Crcel
pensaron que esta era una reaccin de alegra porque el ya no iba a ser
ejecutado. Pero Claudio dijo, Hombres, ustedes no saben. Y padre, usted no
sabe. Si ustedes alguna vez miraran en el rostro de Ella, y miraran en sus
ojos, ustedes no quisieran vivir un da ms.
Claudio entonces pregunt, Que cosa he hecho errnea en estas ltimas
semanas que Dios no me permite ir a casa? Y el sacerdote dijo que Claudio
sollozaba como alguien que est descorazonado.
El Jefe de la Crcel dej el cuarto. El sacerdote permaneci all y le dio a
Claudio la Sagrada Comunin.
Finalmente Claudio se aquiet. Despus Claudio dijo, Porqu? Porqu
todava me tengo que quedar aqu por otras dos semanas?
El sacerdote tuvo de repente una idea.
Le record a Claudio acerca de un prisionero de la crcel quien odiaba a
Claudio intensamente. El prisionero haba llevado una vida horriblemente
inmoral, tambin iba a ser ejecutado a muerte.
El sacerdote dijo, Quizs Nuestra Madre Santsima quiere que tu ofrezcas
esta abnegacin de estar con ella, para su conversin. El sacerdote
continu, Porqu no le ofreces a Dios cada momento que tu ests
separado de Ella por este prisionero, para que de esta manera el no tenga
que estar separado de Dios por toda una eternidad?
Claudio se puso de acuerdo, y le pidi al sacerdote que le enseara las
palabras para hacer ese ofrecimiento.
El sacerdote lo hizo. En ese momento los nicos que saban sobre el
ofrecimiento eran Claudio y el Padre O'Leary.
Al da siguiente, Claudio le dijo al sacerdote, Ese prisionero que me odiaba
antes, pero, Oh Padre, como me odia ahora! El sacerdote le respondi,
Bueno, ese es un buen signo.
Dos semanas despus, Claudio fue ejecutado.
El Padre O'Leary cuenta, Nunca he visto a alguien ir a su muerte con mas
felicidad y gozo. Aun los testigos oficiales y los reporteros de los peridicos
estaban asombrados. Decan que no podan entender como alguien se poda
ir y sentar en la silla elctrica realmente radiante de felicidad.
Sus ltimas palabras para el Padre O'Leary fueron, Padre, yo lo recordar a
usted. Y cuando usted tenga una peticin, pdame, y yo le pido a Ella.