Santa Cruz y Su Gente Cesure
Santa Cruz y Su Gente Cesure
Santa Cruz y Su Gente Cesure
METODOLOGA
II
III
IV.
EVOLUCION PSICOSOCIAL
I.
METODOLOGA
1. ENFOQUE
La ciudad no es slo la estructura fsica que nos circunda: es sobre todo su gente y las
actividades que sta desarrolla cotidianamente. Por ello este trabajo se propone
estudiar la evolucin de nuestra ciudad desde sus tres dimensiones: la dimensin
fsicoespacial o tangible, la dimensin socioeconmica y poltica y la dimensin
psicosocial y cultural. Las tres conforman la realidad urbana.
En este trabajo de investigacin, las distintas disciplinas mencionadas abordan la
evolucin de la ciudad. Si bien cada una de ellas cuenta con su estrategia particular y
una temtica a la que se circunscribe, se van cruzando e integrando a lo largo del
trabajo y con mayor nfasis en las conclusiones. Por ello, hablamos de un enfoque
transdisciplinario.
El anlisis final se realiz en grupo, como manera de integrar las distintas disciplinas
y para que cada una de ellas participe de todas las temticas.
2. APROXIMACIONES METODOLGICAS
Se combinarn aproximaciones de tipo cuantitativo y cualitativo. Bajo la primera
aproximacin, se harn anlisis comparativos de los datos estadsticos de los dos
ltimos censos (1992 y 2001). Por su parte, la informacin cualitativa permitir
profundizar los datos cuantitativos, adems de abordar temticas como las actitudes
de las personas, el sentido de pertenencia, los prejuicios, valores, etc., puesto que
pone el nfasis en la perspectiva subjetiva de los actores sociales estudiados.
3. VARIABLES
a) Sociodemogrfica: hoy en da no se puede entender la ciudad de Santa Cruz,
sin conocer su proceso de crecimiento. Pasar de ser un pueblo desconectado
del resto del pas en los aos 50, a ser el primer municipio en poblacin, con
una tasa de crecimiento de aproximadamente 5% anual1, influye sin duda en la
composicin de la ciudad. Adems, este crecimiento afecta a su vez a las otras
variables de este estudio: a la fsico espacial, pues la ciudad crece de
determinada manera; a la econmica, profundizando el contraste entre las
economas formal e informal; a la poltico institucional, pues se han generado
nuevos liderazgos sectoriales y grupos nuevos de poder con peso poltico; e
indudablemente a la variable psicosocial y cultural, pues la cultura local sufre
los embates de este crecimiento, se enriquece, pero tambin se percibe
amenazada, en una relacin muy compleja y contradictoria con las nuevas
culturas que llegan y que se construyen.
La tasa de crecimiento en el anterior perodo intercensal (1976 a 1992), era de aproximadamente 7% anual.
Para esta investigacin hemos definido como el primer perodo, toda la poca
colonial y parte del perodo republicano, hasta 1950, llamandolo perodo tradicional,
pues hubo pocos cambios significativos que hubieran incidido sobre el desarrollo
fsico-espacial, o las variables sociales, econmicas o culturales. Quizs el mbito de
mayores modificaciones haya sido el poltico institucional. Sin embargo, Santa Cruz
se mantuvo bastante aislada, por lo que no tuvo el importante crecimiento que
alcanzaron otros centros de poder poltico y econmico de la poca.
Como segundo momento, tenemos el perodo moderno, desde los aos 50, que es
marcado por la revolucin nacional, hasta 1985, que es a partir de lo cual
identificamos nuestro tercer momento: el perodo neoliberal, iniciado con el decreto
21060, y que alcanza hasta nuestros das.
Para cada perodo, se describe la evolucin de las variables consideradas.
La siguiente matriz, cruza los dos ejes: variables, por un lado y momento histrico o
perodo, por otro:
VARIABLE \ PERODO
COLONIAL/
TRADICIONAL
MODERNO
NEOLIBERAL
Demogrfica
Fsico espacial
Econmica
Poltico - institucional
Psicosocial y cultural
5. ANLISIS
Si bien el enfoque es principalmente descriptivo, porque el objetivo es describir la
evolucin de la ciudad, este proceso nos permitir tambin cosechar algunos
hallazgos que pueden ser de utilidad, ya que de todas formas, para describir la
evolucin estamos formulando hiptesis que podrn eventualmente verificarse.
El anlisis seguir la siguiente secuencia:
1. CERTEZAS
(supuestos)
4. HALLAZGOS
2. INCERTIDUMBRES
(preguntas de investigacin)
3. HIPTESIS
Antes de la historia
Cuando el tiempo urge, la historia ruge
La frase del epgrafe es dicha por uno de los personajes de El naranjo, un volumen
de cinco novelas cortas con las que Carlos Fuentes cierra el ciclo de lo que l mismo
denomina la edad del tiempo. Los cinco breves relatos son contados por
conquistadores y conquistados tras el encontronazo de los espaoles con los
pueblos originarios de Amrica. Bajo el hilo conductor de la condicin circular del
tiempo y del rbol del naranjo, como smbolo de la fertilidad, los personajes hablan
del mestizaje y la nueva vida, de las dos orillas y de la dualidad que marc el destino
en las Amricas.
Trasladadas esas mltiples ideas a las no menos mltiples miradas de este trabajo
sobre Santa Cruz y su gente, nos van a permitir tambin una especie de hilo
conductor: la edad del tiempo y sus contenidos en la asombrosa historia de Santa
Cruz, que difiere de otras en Bolivia, pero que tienen el mismo tronco: ser parte de la
primera experiencia colonial burguesa de Europa, al calor de la acumulacin
originaria, en el desarrollo del modo de produccin capitalista. Este trabajo partir de
la nocin de que esta Amrica, y concretamente la regin oriental de la cual Santa
Cruz de la Sierra es el ncleo, se constituyen material y subjetivamente un nuevo
espacio/tiempo.
La crucea, en ese marco, se trata de una historia sorprendente, pattica y grandiosa
en su sostenido herosmo3, desde su fundacin, lejos de todas partes4, y sus
mltiples traslados, a los que el mismo Humberto Vzquez Machicado denomina la
infancia andariega de Santa Cruz. En ese devenir , desde 1561, hasta hoy, en ms
de 4 siglos, pas Santa Cruz por una relacin de permanente conflicto con el poder
central, ya sea colonial o republicano. La regin, pensada primero como contencin y
frontera contra los bandeirantes portugueses y los indios que habitaban esta zona,
para preservar las ricas minas de Potos, a la postre result no ser importante para la
Corona espaola. Aqu no hubo oro, ni plata, ni pudo ser habido El Dorado. Tampoco
fue importante para el ser minero de la repblica desde su creacin en 1825, hasta
ms all de 1952. De ah la postergacin de su desarrollo.
En busca de El Dorado llegaron los espaoles hasta las llanuras que hoy conforman el
departamento de Santa Cruz, en una nueva empresa de conquista. Ese fue el cometido
Roberto Levillier. Prlogo a la Historia de la Conquista del Oriente Boliviano. Enrique Finot. Librera
Editorial Juventud. La Paz- Bolivia. 1978.
4
Vzquez Machicado, Humberto. Santa Cruz de la Sierra. Apuntes para su Historia. (Siglos XVI al XX).
Obras Completas. Segunda Edicin. P. 72.
3
Se trata de una
historia sorprendente, pattica y
grandiosa en su
sostenido
herosmo, desde su
fundacin, lejos de
todas partes, y su
esforzada infancia
andariega.
La colonialidad del
poder muestra la
cara oscura de la
modernidad.
Da cuenta de los
elementos
fundamentales del
patrn de
dominacin desde la
conquista de
Amrica: la
clasificacin social
bsica y universal
de la poblacin del
planeta en torno a la
idea de raza.
unos en situacin natural de inferioridad respecto de los otros. Esa idea fue asumida
por los conquistadores como el elemento constitutivo de las relaciones de dominacin
que impuso la conquista. Sobre esa base fue clasificada la poblacio_n de Amrica y
del mundo en un nuevo patrn de poder y en la articulacin de todas las formas
histricas de control del trabajo, de sus recursos y de sus productos, en torno del
capital y del mercado mundial. La trampa es que el discurso de la modernidad cre
la ilusin de que el conocimiento es des-incorporado y des-localizado y que es
necesario, desde todas las regiones del planeta, subir a la epistemologa de la
modernidad8.
Sobre esa base, la cuestin tnico cultural y la de los pueblos indgenas es otra
cuestin pendiente en Bolivia. Y no slo frente a los grupos tnicos de occidente,
con un horizonte de visibilidad mucho ms conocido por el grado de desarrollo
alcanzado por las culturas andinas a la llegada de los conquistadores y, por lo tanto,
ms estudiados y conocidos, sino tambin a los del oriente. stos, dispersos en
numerosos grupos tnicos fueron tratados como mano de obra servil y esclava, y
luego invisibilizados hasta hace no muchos aos. Fueron vctimas de la colonialidad
del poder y sus contundentes prcticas racistas. La mirada colonial -lo mismo la
altanera dominante que la idealizadora - tiende a fijar a las sociedades originarias en
un tiempo esttico, en una eternidad ancestral, ajena a la Historia y anterior a ella . De
poco ha servido la tarda declaracin constitucional de 1994: Bolivia es un pas
multicultural y plurilinge, si el Estado no ha podido abordar y construir los retos de
la interculturalidad, sin pretender imponer a pueblo originario alguno la idea euro
centrista de la modernidad civilizadora
La formacio_n de relaciones sociales fundadas en diferenciacin racial, produjo
identidades sociales histo_ricamente nuevas en Amrica: indios, negros y mestizos.
Esta idea y la clasificacin social racista fueron originadas hace 500 aos junto
con Amrica, Europa y el capitalismo. Son la ms profunda y perdurable expresin
de la dominacin colonial, y fueron impuestas sobre toda la poblacin del planeta
en el curso de la expansin del colonialismo europeo. Desde entonces, el actual
patrn mundial de poder impregnan todas y cada una de las reas de existencia
social y constituyen la ms profunda y eficaz forma de dominacin social, material
e intersubjetiva, y son, por eso mismo, la base ms universal de dominacin poltica
dentro del actual patrn de poder9.
Este planteamiento sobre la colonialidad del poder, permite retomar un tema actual de
alta sensibilidad nacional-regional. El intelectual y escritor Jos Lus Roca10 seala
que la historia de Bolivia no es la historia de la lucha de clases, sino ms bien la
Las geopolticas del conocimiento y colonialidad del poder. Entrevista a Walter Mignolo por Catherine
Walsh. INTERNET. Actualmente en las ciencias sociales se habla se las epistemologas de fronteras desde la
periferia, como una manera de entender la modernidad desde la periferia , desde un pensamiento otro , que no
se reduce a formaciones epistmicas eurocntricas, sino que pretende entender la modernidad tomando en cuenta
el lado oscuro de la colonialidad del poder y su influencia determinante en el ser y el saber de el otro.
9
Quijano, Anibal. Op. cit.
10
Roca, Jos Lus. Fisonoma del Regionalismo Boliviano. ED. Los amigos de Libro. La Paz. 1980.
Introduccin. P. 9 y subsiguientes.
8
La formacio_n de
relaciones sociales
fundadas en
diferenciacin
racial, produjo
identidades sociales
histo_ricamente
nuevas en Amrica:
indios, negros y
mestizos.
El problema
regional conlleva un
contenido de lucha
de clase.
Un desarrollo
desigual entre
regiones, genera
una latente
conflictualidad entre
grupos sociales
dominantes en el
centro y la periferia
de la formacin
social nacional.
Equiparar el
racismo de la gente
blanca y los
mestizos con un
supuesto racismo a
la inversa de la
poblacin indgena,
es inaceptable,
desde nuestra visin.
Este es un pas en
el que nadie sabr
nunca donde
empieza el color de
la piel.
Texto original de ngel Yandura A. Adaptacin de Marcelo E. Alarcn B. Basada en mitos de los Isoceos
Guaranes.
15
Las Iglesias de las Misiones Jesuticas han sido y estn siendo reconocidas en el pas y el mundo gracias a la
Asociacin Pro Arte y Cultura (APAC) a travs del Festival de Msica Renacentista y Barroca Americana
Misiones de Chiquitos. Los organizadores tratan de rescatar del olvido un fragmento de la identidad cultural de
esta parte del oriente boliviano y de los pueblos chiquitano y guarayo en particular. Y lo hacen ms all de que
tengan la influencia colonial paternalista de los misioneros, aunque los jesuitas le dieron un contenido artstico,
eurocentrista, por supuesto, al carcter ldico y musical de los chiquitos. No fue una caracterstica impuesta por
los jesuitas, aunque para disciplinarlos debieron establecer un orden que dej poco lugar a la expansin propia de
los indgenas, sometidos a los rigores y severidad de toda reduccin colonial. Sin embargo, una vez expulsados los
jesuitas, los pueblos originarios transmitieron de generacin en generacin lo aprendido con los misioneros. El
Festival tiene la virtud de contribuir a que se conozca y difunda fuera de nuestras fronteras, la diversidad
geogrfica y cultural de Bolivia.
14
Los pueblos
originarios del
Oriente () es como
si no hubieran sido.
10
11
En la Bolivia
profunda () sin
contaminaciones
polticas ni
populistas, el
conflicto reside en el
binomio inclemente
de la exclusion
social y la pobreza
extrema.
Era una
burguesia ()
burguesa en su
riqueza pero no en
proyecto como
alcance nacional.
Melchor Mara Mercado. lbum de paisajes, tipos humanos y costumbres de Bolivia (1841-1869).
Mujeres tomando un bao en el rea oriental de Bolivia.
Moreno, Rene Gabriel. Catlogo del Archivo del Moxos y Chiquitos. Librera Ed. Juventud, La Paz,
Bolivia. 1973.
18
12
13
Hoy la historia es
vertiginosa, a
zancadas y a
tropezones. Por eso
ruge con regocijado
espanto.
El conflicto que
asume cotas de
altsima intensidad
entre cambas y
collas, u Oriente
y Occidente, se
trata de una lucha
poltica por el
poder.
14
Imposible dejar de
percibir, presentir,
reconocer, constatar
o afirmar que
iniciado el siglo XXI,
la dualidad de
nuestro propio
espacio/tiempo ha
estallado en nuestras
caras.
Partimos, pues, para este breve recorrido por la historia de Santa Cruz, de las
certezas que nos deja un pasado, entre buclico, aislado y quejumbroso, y de las
incertidumbres, hoy ms sombras que halagadoras, que pueblan el presente y se
proyectan al futuro. Y para saber a dnde vamos, es necesario saber de donde
venimos, que es lo que trataremos de hacer en las pginas siguientes. Esta es una
historia, con sus tiempos y urgencias, que, como toda historia que ruge, es la
hazaa de la esperanza, en este nuevo espacio/tiempo creado desde la conquista de
Amrica hasta la globalizacin actual.
15
La agricultura
sera el origen de
la riqueza de Santa
Cruz, de una
fraccin
importante de su
clase dominante y
uno de los caminos
que la conectara
con la
globalizacin
capitalista.
Lima, atrado tambin por las supuestas riquezas de la zona, sali en bsqueda de El
Dorado. En el enfrentamiento de las dos corrientes conquistadoras, Manso fue
derrotado por Chvez, y ste haciendo uso de sus habilidades diplomticas, se
traslad hasta Lima, donde logr que se le designase Gobernador General y Justicia
de las Provincias de Moxos , el 15 de febrero de 1560.
Segn Enrique Finot21, el estmulo para la empresa de uflo de Chvez, al regreso de
su primer viaje del Per, constituye una Jornada pica, sin desdear la atraccin
dada por la leyenda de las ingentes riquezas de El Dorado, El Gran Paititi , entre otras
quimeras, en las tierras de Moxos. Obedeci a la incansable y nunca dada por
vencida bsqueda de El Dorado y al deseo de mayores glorias y de ms risueo y
holgado porvenir que Chvez debe haber acariciado. Pero tambin al espectculo
de pobreza y anarqua reinantes en el Ro de la Plata.
La empresa de
uflo de Chvez
obedeci a la
nunca dada por
vencida bsqueda
de El Dorado y al
deseo de mayores
glorias y de ms
risueo y holgado
porvenir.
16
Dada la
importancia de
esta regin, como
complemento
necesario e
indispensable
alrededor del
ncleo PotosCharcas,
sorprende como
los espaoles la
dejaron librada a
su suerte.
La sorprendente y
esforzada infancia
andariega de
Santa Cruz.
Fuente: Gerrit Kster. Santa Cruz de la Sierra. Desarrollo. Estructura interna y funciones de una
ciudad en los llanos tropicales. P. 17.
17
22
Gabriel Ren Moreno. Op. Cit. Citado tambin por Alcides Parejas Moreno. Op. Cit. Pag.106.
18
Las bases de la
hacienda
tradicional
crucea fueron
muy elementales:
la posesin de la
tierra conquistada,
la gratuita mano
de obra indgena
servile, los
cultuvos propios
de la agricultura
indigena y la
tecnologa
predominante en
Moxos y Chiquitos.
La trata de esclavos
En los 61 aos de ese andar haciendo camino al andar, llama la atencin el abandono
en el que la Colonia dej a toda la regin, si la existencia de la Gobernacin era para
la preservacin del ncleo minero Potos-Charcas. Probablemente, la infancia
andariega tambin se debi a la respuesta indmita de la poblacin indgena de los
llanos de Grigot, sometida a batidas peridicas por parte de los espaoles. Las
reiteradas batidas no slo eran un castigo por sus depredaciones, sino tambin con el
fin de obtener brazos para las faenas del campo y para el servicio domstico en la
ciudad. De all naci la prctica viciosa y abusiva que estableci en la provincia de
Santa Cruz una especie de esclavitud 23.
Coincidente con ese anlisis, Gerrit Kster, rescata a Vzquez Machicado, al sealar
que Mucho ms importante y lucrativo que la agricultura y la ganadera para los
vecinos de la ciudad fue, sin embargo, el comercio de esclavos al amparo del
privilegio de disponer de los aborgenes de la Encomienda que el Virrey de Lima
otorg a los Corregidores de la zona, como compensacin por las difciles
condiciones de vida. De esa manera, los indios eran destinados a trabajos forzados
en la minas de plata de Potos lo que dio lugar a una desmesurada cacera
humana. 24 Por su parte, el tambin historiador cruceo Alcides Parejas apunta que
Los traslados en masa no eran nicamente a Potos, sino a la tierras altas de
Charcas e, incluso a Buenos Aires.25 Se remite Parejas al Archivo General de Indias
donde se apunta que de los ms de 40.000 indios que se encomendaron a los
(primeros) pobladores, ha venido tal decaimiento que se han reducido a menos de
500 aunque se han despachado cdulas prohibiendo tal desorden.
Mucho ms adelante en el tiempo, durante el auge de la goma a fines del siglo XIX y
principios del XX, miles de chiquitanos fueron llevados en forma forzosa a las
regiones del caucho, de donde pocos volvieron con vida. Segn algunos autores 26, la
explotacin de los chiquitanos fue llevada a mltiples excesos.
Para Walter Mignolo, en la entrevista citada27 y sobre este tema, la historia del
conocimiento est marcada geo-histricamente y adems tiene un valor y un lugar de
origen. El conocimiento no es abstracto y des-localizado. Todo lo contrario. Los
misioneros haban notado que los Aztecas o los Incas no tenan escritura; por lo tanto,
no tenan conocimiento como la Europa renacentista conceba el conocimiento. Los
conocimientos humanos producidos en frica, Asia o Amrica Latina no son
propiamente conocimiento sostenible para el eurocentrismo. Es esa relacin de
poder, marcada por la diferencia colonial y estatuida la colonialidad del poder con
Finot, Enrique. Op cit. P. 257.
Kster, Gerrit. Op. cit. P. 14 .
25
Parejas Moreno, Alcides. Historia del Oriente Boliviano. Siglos XVI Y XVII. P. 100. Universidad Gabriel
Ren Moreno. Dpto. de Publicaciones. 1979. Santa Cruz, Bolivia.
26
Fishermann, Bernardo. Historia Chiquitana en la segunda mitad del siglo XIX. Ponencia presentada en el II
Ciclo de Historia Crucea. Compiladora Loreto Correa: Santa Cruz en el Siglo XIX. Ed. Universitaria, 1997.
P. 79; Moreno, Oscar y otros, Diagnstico Socioeconmico de la Provincia de Velasco. Santa Cruz, 1978. P.
79.
27
Ver pie de pgina # 8.
23
24
19
Mucho ms
importante y
lucrativo que la
agricultura y la
ganadera para los
vecinos de la
ciudad fue, sin
embargo, el
comercio de
esclavos (), los
indios eran
destinados a
trabajos forzados
en la minas de
plata de Potos
lo que dio lugar a
una desmesurada
cacera humana.
20
La antropologa
cultural a partir
del siglo XIX, al
sustituir el
concepto de raza
por el de cultura,
ha obrado en
profundidad con el
fin de hacernos
ms conscientes de
la pluralidad de
las culturas y del
derecho de toda
cultura a
sobrevivir.
21
Las Misiones
Jesuticas ()
constituyeron
verdaderos centros
productivos con
excedentes
comerciales
agrcolas,
industriales y
manufactureros.
red comercial que abarcaba los dos ocanos, pues al depender en lo religioso tanto de
Lima como de Paraguay, ello facilitaba la comunicacin y el comercio.
Segn Alcides Parejas, en su obra citada, de haber continuado , podra haber
constituido una de las bases para la consolidacin de mercados regionales y
extraregionales Los excedentes comerciales eran concentrados en Santa Cruz con
el nombre de temporalidades, que se administraban, cuidaban, distribuan y
exportaban cuidadosamente. Con una alta impronta paternalista y catlica , desde la
colonialidad del poder, los jesuitas disciplinaron la vida privada de los pueblos del
Oriente, sobre todo de los chiquitanos, dejando poco espacio a la
autodeterminacin de los indgenas en las reducciones. 36
MAPA 2. OCUPACIN TERRITORIAL MISIONERA
Los jesuitas
disciplinaron la
vida privada de
los pueblos del
Oriente, sobre
todo de los
chiquitanos,
dejando poco
espacio a la
autodeterminacin
de los indgenas en
las reducciones.
Para DOrbigny, las misiones jesuticas de Paraguay no deben ser tomadas como
modelos de las misiones donde se establecieron los jesuitas, pues en la Chiquitana
desde 1661, fecha en la que llegaron las misiones quedaron librados a su albedro
mientras dur su gobierno, hasta 1767 () consagraron todos sus afanes al
36
22
23
Si los indgenas se
dejaron someter
sin mayor
resistencia () se
debi[o a que esa
opcin resultaba
major que la
brutalidad, el rigor
y los abusos de los
economenderos
espaoles.
24
Si los primeros
fundadores de
ciudades del nuevo
mundo no
hubieran
sacrificado todo a
las minas,
menospreciando la
agricultura y la
manufactura,
habran logrado
bases slidas de
prosperidad.
No haber encontrado ni oro, ni plata, ni metal alguno, marc una diferencia con la
lgica que la colonia impuso en los centros andinos extractivos de minerales, con sus
actividades comerciales, industriales y mineras donde se iban formando sectores de
clase que responda a cada una esas actividades. Lo sorprendente de esta historia es la
permanente contradiccin traducida en conflicto entre los centros de poder y los
sectores dominantes y las elites que se iban conformando poco a poco en la distante
regin crucea. Ha sido una historia contada a gusto del poder de la colonialidad,
como del centralismo republicano o, lo que quizs es peor, desde el desconocimiento
de su realidad a la que la confinaron los poderes polticos y econmicos de distinto
cuo, vigente hasta hoy. Aqu se vivi entre la pobreza y el olvido bajo el ser
minero de la Repblica, que omiti, todo lo que no fuera andino y mineral.
Respecto a la regin oriental, la omisin ha sido todava mayor, sin considerar que
esta regin abarca las dos terceras partes del suelo con el que la Patria naci a la
vida independiente seala Enrique Finot en su magnfica Historia de la Conquista
del Oriente Boliviano en 1939. 44
La crtica, a partir del estudio y del conocimiento, como instrumentos de anlisis es
indispensable para superar errores pasados, enmendar acciones y construir un mejor
futuro. Son esas las razones que influyen para abordar este estudio de las relaciones
de Santa Cruz, sus clases sociales y sus elites con el Estado, sobre todo, a lo largo de
44
25
Respecto a la
regin oriental, la
omisin ha sido
todava mayor, sin
considerar que
esta regin abarca
las dos terceras
partes del suelo
con el que la
Patria naci a la
vida
independiente.
esta historia sobre la ciudad de Santa Cruz. La relacin con el centralismo puede
calificarse como un conflicto permanente, pero debe mirarse tambin desde la
colonialidad del poder central ya que Desde cualquier ngulo, Santa Cruz era,
pues, una regin prescindible, un territorio al que los gobiernos bolivianos a menudo
haban destinado prueba suprema de su lejana del poder- a isla de confinamiento
de sus adversarios polticos, y que a lo sumo miraban retricamente como un edn
en espera de ser descubierto y una simple promesa de futuro, llamada siempre a ser
burlada por el gobierno central. Salvo por pequeos detalles, Santa Cruz continuaba,
al finalizar el siglo pasado, manteniendo el espritu y la forma material de una
sociedad de frontera, a la manera en que haba sido labrada en sus orgenes
espaoles a mediados del XVII, cuando los colonizadores hispanos se asentaron en
sus tierras, buscando el Paitit.45
Melchor Mara Mercado. lbum de paisajes, tipos humanos y costumbres de Bolivia (1841-1869)
Las mujeres en el rea Oriental de Bolivia.
26
Santa Cruz
continuaba, al
finalizar el siglo
pasado,
manteniendo el
espritu y la forma
material de una
sociedad de
frontera.
levant contra los criollos, pero su accin fue cruelmente sofocada por las milicias
criollas y mestizas de Santa Cruz y Tarija.
1.7. LAS URGENCIAS POLTICAS DEL SIGLO XIX: DE LA COLONIA A LA
REPBLICA
El final del siglo XVIII cort el auge exportador temporal de la regin, merced a la
crisis de la minera de Potos y la expulsin de los jesuitas, hechos que produjeron
una drstica disminucin del comercio regional, que a su vez incub el malestar de
criollos y mestizos contra los espaoles. A principios del siglo XIX, segn datos del
gobernador Viedma, eran apenas 10.000 los habitantes de Santa Cruz de la Sierra. El
aislamiento sufrido hasta entonces, tampoco lo rompi la saga de la independencia
americana ni la incorporacin de la ciudad de Santa Cruz, en 1810, al movimiento
revolucionario, iniciado en la capital de la Audiencia de Charcas en mayo de 1809.
En Santa Cruz, el 24 de septiembre de 1810, los criollos Manuel Lemoine, Eustaquio
Moldes y Vicente Seoane fueron los lderes del alzamiento, apoyados por artesanos
y capas pobres de la poblacin, pues la mayora de criollos se oponan a la
independencia. En los 11 aos de luchas, hasta 1825, tuvo lugar el fenmeno de las
Republiquetas, regiones patriticas ajenas al control de la autoridad colonial.
Desde Buenos Aires, se enviaron tres expediciones militares para ayudar a la causa
libertaria. En una de ellas vino el argentino Ignacio Warnes como gobernador a Santa
Cruz en 1813, quien decret la libertad de los esclavos, los organiz militarmente y
form el Batalln de los Pardos Libres. Apoyado por los esposos Manuel Asensio
Padilla y Juana Azurduy, Warnes logr consolidar la independencia argentina con la
victoria de la batalla de La Florida, en el actual territorio de Santa Cruz. 47
Melchor Mara Mercado. lbum de paisajes, tipos humanos y costumbres de Bolivia (1841-1869)
47
27
La crisis de la
minera de Potos
y la expulsin de
los jesuitas,
produjeron una
drstica
disminucin del
comercio regional,
que a su vez
incub el malestar
de criollos y
mestizos contra los
espaoles.
48
Al respecto, Hernando Sanabria seala que Los gomeros que volvan a Santa Cruz, definitiva o
temporalmente, venan siempre cargados con las pinges ganancias obtenidas en la faena. Pero los
dineros trados por ellos, salvo rara excepciones, no significaron de ningn modo capital en giro ni
siquiera caudal lucrativo. En vez de darle inmediata aplicacin en obras productivas o siquiera
colocacin a rditos, los malgastaron improductivamente o dilapidaron ms bien en banalidades y
rumbosidades () al final de cuentas los caudales amasados en la explotacin de la goma y trados
a Santa Cruz vinieron a parar a manos de extranjeros, mercaderes alemanes establecidos desde
tiempo atrs; por medio de hbiles operaciones fueron rescatando las ureas monedas inglesas para
remesarlas luego a la rubia Germania en calidad de pago por mercaderas que de all eran
enviadas. Monografa para el Plan Techint. Santa Cruz. P. 66.
28
MIGRACIONES INTERNACIONALES
Desde los primeros aos del siglo XX, las migraciones internacionales hacia Santa Cruz tuvieron un
importante impacto econmico. A grandes rasgos, se pueden identificar cuatro periodos principales
de migracin:
ler. periodo. De 1884 a 1912, el descubrimiento de los gomales del noreste del departamento atrajo a
inmigrantes europeos y nacionales que participaron en la explotacin de los siringales de la regin.
La mayora de los inmigrantes europeos proceda de Alemania, contratados por empresas gomeras y
firmas comerciales nacionales. Despus de los alemanes, los italianos eran los inmigrantes europeos
ms activos e importantes en distintas actividades. Los franceses ejercieron una influencia importante
en la arquitectura, msica, educacin y minera; as, Bertrs construy la catedral y Guillaux fue
autor del himno cruceo.
2do. periodo. De 1918 a 1935, luego de la Paz de Versalles, que sell el fin de la primera guerra
mundial, muchos alemanes emigraron a Sudamrica, as como tambin turcos y rabes del
desintegrado imperio otomano. Este periodo fue el de mayor desarrollo y expansin de la inmigracin
alemana a Santa Cruz; se instalaron aserraderos, la primera fundicin industrial, fbricas de aceite,
empresas de transporte terrestre y de aeronavegacin, y se fund el Lloyd Areo Boliviano. En las
provincias chiquitanas se asentaron importantes ncleos de inmigrantes alemanes relacionados a la
produccin de la siringa y florecieron importantes establecimientos agropecuarios. Con el
advenimiento de la segunda guerra mundial, Bolivia rompi relaciones con Alemania y el 13 de mayo
se declar la intervencin de firmas comerciales e industriales alemanas, lo que tuvo efectos recesivos
en la economa crucea.
3er. periodo. La segunda guerra mundial (1939-1945) dio origen a que miles de judos y adversarios
polticos al rgimen alemn emigrasen a Bolivia, gracias a la acogida del presidente Germn Busch.
Algunos de ellos se establecieron en Santa Cruz y fueron eficientes profesionales que trabajaron en el
ramo de la salud en las provincias crcenos. Con el tiempo, solamente algunos llegaron a radicar en
el medio.
4to. periodo. Al finalizar la segunda guerra mundial, los flujos migratorios internacionales estaban
constituidos por alemanes, polacos, hngaros, espaoles y otros que fueron desplazados de Europa
por los cambios polticos y econmicos de la posguerra. Luego de 1950, la llegada de colonos
menonitas y japoneses ha contribuido activamente a la transformacin del agro cruceo con sus
innovaciones en el cultivo de la tierra y su sistema de organizacin cooperativo.
Fuente: Hollweg, Mario Gabriel: "Cien aos de migraciones a Santa Cruz", en revista Siglo XX, EL
DEBER Santa Cruz de la Sierra. 1999. Informe de Desarrollo Humano. Santa Cruz 2004. Pp. 66.
29
30
Lo sorprendente
es que hubiera
surgido un
Partido Igualitario
en Santa Cruz,
perdida en su
aislamiento y
periferia de un
circuito
econmico, cuyo
eje central era la
minera.
La revolucin de los domingos. Del libro: Huellas memorables, de ngel Sandoval Ribera.
Rodrguez Ostria, Gustavo. Poder Central y proyecto poltico regional, Cochabamba y Santa Cruz en los
siglos XIX y XX. IADES- ILDIS, 1993. P. 80.
54
Paula Pea y otros. Op.cit. P. 64.
53
31
Federalismo, era
sinnimo de
socialismo y
pernicioso
igualitarismo.
32
A despecho del
desdn
andinocentrista
colonial o
republicano qu
ganas y qu
perseverancia las
de Santa Cruz y su
gente por ser parte
de esta Bolivia
diversa!
El Memorndum
de 1904 fue la ms
clara posicin
contestataria de la
elite crucea de la
poca.
58
sentencia el
33
El Memorndum
fue tachado de
separatista por la
ceguera andino
minera ().Los
cruceos slo
exigan vas de
comunicacin a
travs de un
ferrocarril y
atencin estatal
para sentirse parte
plena y no
marginal de la
comunidad
nacional.
La derrota del
Partido
Regionalista dej
claro para los
cruceos la
importancia de
buscar aliados
con otras
vctimas de la
oligarqua
minera.
62
34
La negligencia del
Estado gener y
genera tambin
actitudes
negligentes de
ciudadanos/as
y produce
ciudadana de
baja intensidad.
verdaderos propsito de enmendar las dramticas falencias del Estado, de los gobiernos y de la democracia
boliviana.
63
Rodrguez Ostria. Op. Cit p. 6-7. El azcar producido en Santa Cruz siendo ms barata y de mejor calidad,
nunca puso enfrenta la competencia extranjera del Per en el mercado de La Paz, aunque s llegaba a otros
departamentos de occidente y al mercado argentino.
64
Roca, Jos Lus. Fisonoma del Regionalismo Boliviano. Ed. Los amigos del Libro. Primera edicin. 1980. P.
204.
35
La mayora de la
poblacin segua
asentada en el
agro y viviendo
casi al margen de
la lgica
mercantil, lo cual
explica las
caractersticas de
una sociedad
tradicional.
Para el Oriente, la
Guerra del Chaco
signific que
tomaran en cuenta
el territorio, para
llenar las
necesidades
militares y de
abastecimiento al
frente de batalla.
36
Es en la post
guerra del Chaco
cuando insurgen
vigorosamente las
ligas de artesanos
y obreros, las
cuales pese a su
organizacin de
tipo mutualista y
un tanto cerradas,
fueron poco a poco
adoptando
posiciones
comprometidas
con una poltica
reivindicacionista.
esgrimiendo las demandas regionales ya conocidas desde principios del siglo XX. La
asonada local, como las anteriores, fue sofocada.
La muerte sbita de Romn en un nunca aclarado accidente, desarticul
momentneamente a la FOS, cuya dirigencia cay bajo el control del Partido de
Izquierda Revolucionaria (PIR) de clara tendencia marxista. 69 En 1942 una nueva
organizacin, la Unin Obrera, al mando de Edmundo Roca Arredondo, le dio nuevos
bros al movimiento, a la par que a travs de varias instituciones se ofreca ayudas
mutuas para cubrir asuntos de salud, escuelas nocturnas para obreros, viviendas de
bajo costo y arreglos funerarios. Ms adelante, en 1944, durante el gobierno de
Gualberto Villarroel, los dirigentes de la Unin Obrera se incorporaron al
Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR)70, con quienes compartan el
policlasismo, las ideas nacionalistas y la oposicin a la rosca minero feudal. Roca
sera un connotado e importante miembro del MNR en Santa Cruz. Fue nombrado
Alcalde de la ciudad, cargo desde el cual favorecera el crecimiento del partido, cuyo
tamao y prestigio fue determinante en los sucesos de la insurreccin de 1949, como
veremos luego.
1.12. LAS TENSIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL
La Universidad crucea fundada en 1880, sufri intentos de clausura desde el
centralismo, hechos que no prosperaron por la movilizacin de la sociedad estudiantil
y crucea. Durante el gobierno del General David Toro (1936-1937) se le suprimi el
rango de Universidad quedando como instituto, dependiente de la Universidad de
Cochabamba. En 1938 durante el gobierno de Busch y al calor de las luchas por la
autonoma universitaria, se le devolvi el rango de Universidad, adems de otorgarle
la autonoma. En la misma poca se crearon instituciones como el Centro de
Propaganda Oriental (1935), Los Amigos de la ciudad (1937), la Cmara
Agropecuaria (1938), el Comit de Obras Pblicas (1943) que dependa de la
Prefectura, es decir del gobierno central, entre otras.
Los liberales, los republicanos y los nacionalistas de derecha (Falange Socialista
Boliviana-FSB) con gran predicamento en los comits, cmaras y clase alta de la
sociedad regional, pretendan el despegue de la regin hacia el progreso, sin que ello
significara grandes cambios en las esferas de poder local. Ese poder estaba
bsicamente vinculado a la tenencia y propiedad de la tierra, que vean amenazadas,
Sandoval, Carmen Dunia; Sandoval Ada Vania; Del Ro, MarcoAntonio; Sandoval, Franz; Mertens, Carlos;
Parada, Claudia. Santa Cruz. Economa y Poder. 1952-1993. PIEB, CEDURE, UAGRM. Santa Cruz, 2003.
P.19. Para Herbert Klein, Hasta mediados de 1940, el PIR sera el principal brazo poltico del movimiento obrero
organizado. Cfr. Orgenes de la Revolucin boliviana. La Paz, 1968. Librera y Editorial Juventud. P. 393.
70
Como ya se dijo, el enclave minero y la oligarqua no generaron irradiacin econmica, pero como polo de
desarrollo dominante cre a la combativa clase obrera aglutinada en la Federacin Sindical de Trabajadores
Mineros de Bolivia (FSTB) y a una pequea burguesa intelectual que fue generando un apetito por ensanchar el
mercado interno que condujera al desarrollo capitalista del pas. Nutrido de esos intelectuales y de la filas de los
excombatientes de la guerra como la logia Razn de Patria (RADEPA) tom cuerpo el Nacionalismo
Revolucionario que se tradujo en la creacin del MNR en 1942. Para sus idelogos, el problema en Bolivia no
era producto de la explotacin de una clase por otra, sino la explotacin de la nacin: obreros, capas medias y
campesinado, por la antinacin, la llamada rosca , expresin y servidora local de los intereses imperialistas. Sus
principales hombres hostigaban a la rosca desde el parlamento y la prctica periodstica.
69
37
Conferencia dictada por Rafael Chvez Ortiz, Ministro de la Corte Suprema en Sucre, en la Escuela Nacional de
Maestros. Publicado en El problema del Oriente, en Revista Universitaria. Ao 1. Santa Cruz No. 4. P. 191.
71
38
El Informe Bohan
parta de la
constatacin de
que Bolivia posea
riquezas, pero no
capitales.
EL PLAN BOHAN
a) Sustituir importaciones de origen agropecuario, sobre todo alimentos.
b) Aumentar el consumo de la poblacin para garantizar una produccin a escala.
c) Liberar divisas para importar bienes de capital y manufacturas.
d) Elevar la capacidad adquisitiva de la poblacin para que participe del mercado.
e) El desarrollo intensivo del agro y la expansin de la frontera agrcola tendran su
base natural en Santa Cruz.
f) Las polticas se centraran en la vertebracin caminera para incorporar el Oriente al
resto del pas, empezando por la carretera asfaltada Cochabamba- Santa Cruz que fue
lo que se conoci ms tarde como La marcha hacia el Oriente.
g) Construccin de otra carretera: Santa Cruz Montero.
h) Un ramal Santa Cruz-Montero-Saavedra. Dos ramales de penetracin hacia ro
Grande y ro Pira.
i) Instalacin de un ingenio azucarero en Montero. Un ingenio arrocero.
j) Planta de faenado de ganado en las inmediaciones de Santa Cruz.
k) Aumento de la produccin petrolfera de YPFB y de su capacidad de refinacin.
l)Una carretera Sucre Camiri para transportar petrleo.
m) Creacin de la Corporacin Boliviana de Fomento, para velar por la
transformacin tecnolgica, como una sociedad annima y privada entre el gobierno
boliviano y el norteamericano.
n) Redistribucin de la poblacin hacia zona agrcolas aptas y despobladas.
o) Promover inmigracin extranjera sud europea.
El Informe
Bohan no era
original ni
propona nada
diferente al
ideario que los
cruceos haban
pregonado
previamente y
por dcadas.
Rodrguez Ostria, Gustavo. Poder Central y Proyecto Regional, Cochabamba y Santa Cruz en los siglos
XIX y XX. ILDIS-IDAES. ED. ILAM. Cochabamba, 1993.
72
39
El parcial xito de la asonada del 49 en Santa Cruz, fracasada en todo el pas, tiene
que ver con la adhesin del MNR local a la tradicin anticentralista crucea, en tanto
reclamo de atencin al olvido y marginamiento de la regin, vinculado al discurso
nacionalista y al antiliberalismo. A ello contribuy la presencia de lderes de
prestigio, como Edmundo Roca Arrendondo y Oscar Barbery Justiniano, convencidos
ellos que con el MNR, Santa Cruz lograra su incorporacin al resto del pas, de la
mano del progreso y la modernizacin. No obstante, hay que destacar que los
hombres del MNR 73 nunca pensaron en polticas descentralizadoras, sino ms bien
en la construccin de un poderoso Estado centralizador que aunara e integrara el
disperso territorio del oriente de Bolivia y sentara la presencia de un poder estatal y
del partido, sin fisuras, como en los hechos sucedi.
Entre tanto, si bien fue derrotada la junta de Gobierno del 49, dej el camino
expedito para que la Revolucin de 1952 cristalizara en Santa Cruz sin sobresaltos.
En honor a la verdad histrica, se debe reconocer que a partir la Revolucin Nacional
de 1952 y de una planificacin desde el poder central, con el Plan Bohan, Santa Cruz
vivi un intenso proceso de cambio y la ciudad inici una acelerada urbanizacin.
Varias medidas, concebidas como polticas de Estado, bajo el nombre de la
mencionada marcha hacia el Oriente tuvieron especial trascendencia para impulsar
el crecimiento y desarrollo de la ciudad y del departamento.
El plan de integracin con el oriente cruceo concebido por el Estado a partir de las
coordenadas de Bohan, tuvo como consecuencia un auge econmico en el que se
puede distinguir tres fases iniciales: desarrollo del sector agrcola en la dcada de los
50, que dio paso de la hacienda tradicional precapitalista, a la moderna y pujante
agricultura y agroindustria comercial; desarrollo del sector hidrocarburfero en los
aos 60 y desarrollo del sector industrial manufacturero y de servicios en la dcada
de los 70. En los 80 se consolidaron y expandieron las actividades de las tres fases
y se les agrega la del sector bancario y financiero. A partir de mediados de los 90
ya se puede decir que empiezan los primeros pasos de vinculacin con la
globalizacin sobre la base de la actividad agroindustrial de la soya y de las
empresas capitalizadas en el rea de las telecomunicaciones y sobre todo en el
campo de los hidrocarburos, como se ver ms adelante.
Los fundadores del MNR no fueron los nicos, pues hasta Gonzalo Snchez de Lozada, 50 aos ms tarde dira,
en tono de broma, pero de un alto contenido poltico ideolgico: "Me queman vivo antes de permitir un prefecto
elegido por voto popular. El MNR siempre desconfi de las demandas regionalistas y autonmicas de Santa
Cruz, con el manido argumento que esas llevara a la desagregacin del pas.
73
40
A partir de
mediados de los
90 ya se puede
decir que empiezan
los primeros pasos
de vinculacin con
la globalizacin
sobre la base de la
actividad
agroindustrial de
la soya y de las
empresas
capitalizadas.
41
74
42
Si antes del 52
la lucha haba
sido por la
incorpora-cin
de la regin al
mbito de
atencin estatal,
pronto aquella se
convirti en un
reclamo
regionalista.
La Revista DEBATE # 15 de la Cooperativa Crucea de Cultura, sealaba que para que las reivindicaciones
regionales () puedan derramarse en conquistas y beneficios para toda la poblacin () es necesario un Comit
Cvico verdaderamente representativo en el que se hagan fuertes por una alianza honesta, la clase obrera, el
empresariado privado progresista, el campesino asalariado, los medianos y pequeos productores del agro, el
sector profesional, tcnicos e intelectuales y grupos democrticos de la elite local. Santa Cruz, agosto de 1982,
p.12. Hoy, casi 23 aos despus, puede decirse que se ha avanzado, aunque los sectores conservadores tengan
predominio. No obstante, las reivindicaciones que enarbola el Comit, siempre han sido y son frente al Estado
Central, sin involucrarse en los temas de la ciudad y sus problemas urbanos.
78
Durante la presidencia en el Comit Cvico del hoy nuevamente Alcalde Municipal, Percy Fernndez, la lucha
por los gobiernos departamentales fue una constante.
43
El Comit Cvico
Pro Santa Cruz ha
ejercido su poder
como un partido
de carcter
regional, representante de las
clases dominantes
locales y de sus
elites, sin ser parte
del sistema de
partidos polticos.
La actual demanda
del Comit por
autonomas
departamentales y
eleccin de
prefectos por voto
directo es de un
innegable
contenido poltico,
que tendr como
remate una nueva
estructura poltica,
administrativa y
distributiva del
Estado.
tendr como remate una nueva estructura poltica, administrativa y distributiva del
Estado, ante el fracaso de la prctica centralista unitaria en los 180 de vida
republicana.
La gran diferencia entre la clase dominante pacea y sus elites 79, es que no han
producido proyectos polticos que tenga remate estatal o sobre el conjunto del pas.
Sin embargo, hay que apuntar que la elite intelectual pacea s jug un importante
papel en la cada del ex presidente Gonzalo Snchez de Lozada. Con su huelga de
hambre, dieron el toque final para que la exigencia de las masas sublevadas tuviera el
remate estatal que tuvo: la renuncia del entonces presidente, lo que arrastr al sistema
de partidos polticos a una perplejidad paralizante, incluida la incertidumbre poltica,
econmica y social posterior, hasta la cada del ex presidente Carlos Mesa.
La diferencia con las elites cruceas radica en que aquella accin fue producto de la
coyuntura y de la masas en la calle, y no de un proyecto gestado en el tiempo. En
Santa Cruz los sectores dominantes y sus elites proponen polticas para la regin que
luego se convierten en polticas para todo el pas, aunque partieran y partan de
reivindicaciones locales. Podr criticarse a la clase dominante y sus elites, pero no se
puede negar su habilidad en la presentacin y demanda de proyectos econmicos y
polticos que han repercutido en el cuerpo social local y en todo el pas. Actualmente,
bajo el manto del Comit se lanzan a cuestionar un modelo de Estado obsoleto y
proponen uno diferente. De ah que reiteramos nuestra visin sobre el Comit Cvico,
en el sentido de que cumple el papel de un partido poltico regional, lo cual no le ha
impedido proponer polticas que luego se convierten en polticas nacionales.
El rechazo que generan las demandas y acciones del Comit en el resto del pas, sobre
todo del occidente urbano, parten, en buena medida, del estereotipo de su presunto
componente regionalista y separatista y de su identificacin con los sectores
dominantes, a los que califican como oligrquicos.
2.3. LA LLAMADA REFORMA URBANA POST 52
La tolerancia poltica que se dispensaron la clase dominante, la elite crucea y el
nuevo gobierno del MNR dur poco. Su deterioro coincidi con la crisis econmica
nacional del segundo gobierno del movimientismo, que oblig a tomar drsticas
medidas: el control de cambio y la estabilizacin financiera. Pero lo que determin la
ruptura fue el loteamiento de la quintas periurbanas de la clase seorial. Es lo que
se conoce como la Reforma Urbana, llevada acabo por el dirigente local del MNR,
Lus Sandoval Morn, quien, apoyado por sus milicias armadas, arremeti contra los
que llamaba terratenientes cruceos.
El equipo de investigacin dirigido por Carmen D. Sandoval sostiene que El ex
dirigente consideraba que no quedaba otro recurso (la reforma urbana) para
democratizar el uso de la tierra, ante la existencia de un sistema judicial parcializado
a favor de los terratenientes. Segn el testimonio del propio Sandoval Morn , con la
79
44
reforma urbana que puso en marcha pudo donar 100.000 lotes. todo el que pidi
tierras, sin discriminacin de ningn tipo, fue atendido favorablemente. Los
latifundios se salvaron porque se agotaron los interesados en las peticiones. Nuestra
poltica de redistribucin iba del centro a la periferia, cubri necesidades y
requerimientos formulados hasta 1964. No solamente se atendi al campesino
cruceo o de provincias, sino a todos los que procedan de los Valles, del Altiplano o
de las minas, que llegaban por centenares y por miles. 80 En aquella poca, con una
poblacin de 40.000 habitantes, las famosas quintas de clase tradicional, quedaban a
6 cuadras de la actual ciudad urbanizada. Las acciones de Sandoval Morn fueron
una afrenta para la tradicional sociedad crucea. En el fondo esa era tambin una
forma de expresin de las contradicciones de clase.
Paralelamente, en el MNR local surgieron disputas intrapartidarias a raz del
liderazgo autoritario de Morn que a pesar de sus reiteradas destituciones como jefe
del Comando Departamental durante 10 aos, en cada eleccin, retornaba al poder de
Santa Cruz. Sus objetivos eran econmicos, para la distribucin de la tierra y el
sostenimiento de sus fuerzas; y politicos, para el control absoluto de Santa Cruz, ms
all de cualquier consideracin partidaria y legal. La ocupacin de tierras se hizo en
cuanto terreno desocupado se encontraba; por lo general primaba el uso de la fuerza
para posesionarse del espacio fsico. Luego se legalizaba la situacin sobre los
hechos consumados. Por su parte, la FOS apoy todas las demandas de la Central
Obrera Boliviana, y mas tarde se transformara en la Central Obrera Departamental
(COD).
Como contraparte, la oposicin, expresada en la Falange tambin se fortaleca.
Muchos de estos militantes formaban parte del Comit Cvico, lo que condujo a su
receso institucional, al exilio o apresamiento de sus dirigentes. La lucha del 11% por
la regalas petroleras y la defensa de los intereses regionales inici los llamados aos
heroicos del Comit en 1957, con su brazo armado la Unin Juvenil Cruceista,
fundada y liderizado por Carlos Valverde Barbery. Fue la primera propuesta
contestataria exitosa de la burguesa crucea para administrar los excedentes de los
recursos petroleros, pero fue tambin el catalizador de reivindicaciones de
infraesteructura y servicios bsicos: agua, luz, alcantarillado que demandaban
amplios sectores de la poblacin, primero urbana y luego provincial.
Una vez ganada la batalla por las regalas, aquellos servicios se canalizaron primero
bajo la responsabilidad de un nuevo Comit de Obras Pblicas y luego bajo un
eficiente sistema cooperativista, creado y asumido por connotados miembros de la
sociedad tradicional crucea: Cooperativa Rural de Electrificacin (CRE),
Cooperativa de Telfonos Automticos (COTAS) y Servicio de Agua Potable y
Alcantarillado (SAGUAPAC). Aos ms tarde las llamadas Logias tomaron el
control de las mismas y las han manejado sin fracturas y sin mediaciones.
80
45
Con la reforma
urbana que puso
en marcha pudo
donar 100.000
lotes. todo el
que pidi tierras,
sin discriminacin
de ningn tipo, fue
atendido
favorablemente.
Los latifundios se
salvaron porque se
agotaron los
interesados en las
peticiones.
Seleme, Susana; Arrieta, Mario; brego, Guadalupe. CIDCRUZ, Santa Cruz, 1985.
Entrevista a HCF Mansilla. EL DEBER, Escenas. Santas Cruz. Domingo 9 de mayo, 2005. Seccin C. Pp. 4-5
83
Concepto desarrollado por Mihailo Markovic, "Dialctica de la praxis". Editorial Amorrortu. Buenos Aires
1972. Pp. 121 y subsiguientes.
81
82
46
El mito
ideolgico es
distinto de los
mitos corrientes
que se
construyen en
todas las
sociedades.
El mito ideolgico
sirve para que las
fuerzas dominantes
sustituyan la verdad
por las apariencias
a travs de la interminable repeticin
de los mismos
estereotipos .
espacios de la burocracia local para los profesionales cruceos que retornaban del
exterior con la idea del progreso.
Por qu tenan que ser secretas las logias? Quizs el ncleo ideolgico materializado
en la cruceidad" fue el que cubri la verdad por las apariencias y de ah que fuera
necesario crear un instrumento secreto, as como bautizarse con un sugestivo nombre,
para ejercer el poder sin cuestionamientos desde diferentes mbitos de la sociedad
local. Haberse constituido como logias secretas, con una estructura interna cerrada,
les ha dado muchas ventajas. Una de ellas, la Caballeros del Oriente naci como
una sociedad de socorros mutuos, con personera jurdica pblica, pero luego se
convirti en logia secreta. Por problemas y fricciones de espacios de poder, de los
Caballeros se desprendi una fraccin que se denomin Los Toborochis, logia
tambin secreta, por lo que ninguna de ellas est sujeta a control social alguno, como
todos los grupos de esa condicin. Ambas logias se alternan sucesivamente los
dirigentes del Comit, deciden los nombres y se disputan la presidencia del mismo,
adems de las instancias ejecutivas de las tres cooperativas: CRE, COTAS Y
SAGUAPAPC; ponen y sacan presidentes en las instituciones cruceas y tambin
pueden sugerir, cuando se les da la oportunidad, nombres para Ministros, Prefectos
y otras altas autoridades. Tambin piden renuncia de alguna autoridad local que no
consideran afn a sus intereses, como ha pasado ya en la Prefectura de Santa Cruz.
En realidad, las logias cruceas tambin son parte del mito ideolgico: se les ha
atribuido un poder que en efecto s tienen, pero en realidad son grupos de poder ,
como los que existen en todo el mundo, se llamen logias o no, casi siempre
impenetrables. Aqu se conoce a sus miembros, aunque sean secretas, cosa que no
ocurre con frecuencia en pases donde los grupos de poder son de un hermetismo
total. En todo caso, las logias cruceas son la expresin de las clases dominantes,
defienden el status de los sectores dominantes y tienen en su seno, obviamente, a
miembros de esos sectores y de las elites que los sirven. Cambiarles de nombre y
denominarlas logias, como ellos mismos se bautizaron, no habr sido hacerles el
juego, para no hablar de clases sociales y clases dominantes? Hoy las logias han
perdido el poder omnmodo que tenan antao, merced a los cambios estructurales y
superestructurales de la sociedad crucea, con algunos de sus sectores econmicos
vinculados a la globalizacin.
Los mitos ideolgicos no son perversos per se. Pero la historia de la transformaciones
sociales implica una intensa interpelacin a los mitos sustentados por las elites y las
clases dominantes. En nuestro caso, el mito ideolgico se puede aplicar al centralismo
andino frente a Santa Cruz, mediante el estereotipo repetido interminablemente, de
que todas sus demandas y reivindicaciones tienen un componente separatista
47
El mito ideolgico
se puede aplicar al
centralismo andino
frente a Santa Cruz,
mediante el
estereotipo repetido
interminablemente,
de que todas sus
demandas y
reivindicaciones
tienen un
componente
separatista.
Los tericos
"democrticopluralistas"
sostienen que la
realidad del poder
en las sociedades
occidentales no
responde a un
esquema unitario
de una sola elite
de poder que
parece controlarlo
todo.
Unidad o pluralidad de las elites. La teora elitista o de la "elite del poder moderna,
afirma que las grandes masas de la poblacin estn dominadas por grupos que confluyen
en las altas esferas de sus respectivas pirmides institucionales, formando una elite de
poder con mltiples lazos e interconexiones entre sus miembros: iguales orgenes sociales,
relaciones familiares y personales, similar procedencia econmica, intercambio de
individuos de un sector a otro.
Frente a estos planteamientos, los tericos "democrtico-pluralistas" o del "pluralismo
poltico", sostienen que la realidad del poder en las sociedades occidentales no responde a
un esquema unitario de una elite de poder que parece controlarlo todo. Segn ellos, en el
ejercicio del poder ms bien existe una pluralidad de grupos influyentes y de elites sociales,
cada uno de los cuales ejerce su influencia en determinados sectores Es lo que se denomina
el "equilibrio de poderes" en democracia.
Lo esencial es diferenciar la elite del poder de la "clase dominante" en el sentido marxista.
Algunos consideran a la elite del poder como servidora de los intereses de la alta clase
social: es su brazo ejecutor. Es decir, una clase dominante que, por su control sobre la vida
econmica de la sociedad, consigue tambin influenciar las decisiones polticas en defensa
de sus intereses especficos de clase. De ah la necesidad de acudir al anlisis de las clases
y de sus relaciones sociales.
Estos estudios conectan el concepto de elite al de estructura. Al hablar de las elites se
debera partir de un anlisis de clase y los vnculos entre la dimensin poltica y la
dimensin econmica de la vida social, sin confundir a la elite con la clase social
dominante.
Varias fuentes. Ver bibliografa.
48
burocracia que sirve desde el Estado y los gobiernos y a los intereses dominantes. 84
Pero tambin hay otras elites: son intelectuales, sociales, polticas y culturales, que
sin pertenecer a partidos polticos construyen la historia de la otra cara de la realidad
crucea.
2.5. EL MARCO INSTITUCIONAL
El Comit de Obras Pblicas. La Corporacin Regional de Desarrollo.85
Hasta mediados de la dcada del 50, Santa Cruz era la capital departamental ms
atrasada del pas, con excepcin de Trinidad y Cobija. Mientras las otras ya haban
conocido el pavimento, el alcantarillado y el alumbrado pblico, Santa Cruz de la
Sierra era un pueblo al que le faltaba todo, hasta el agua potable. Era una aldea
polvorienta, calurosa, incmoda, y an as atractiva por su ambiente tradicional,
amable y provinciano.86 Cuando en 1959 los cruceos le ganan al centralismo el
11% de regalas petroleras, la historia empez a cambiar. Y de una manera
inteligente, se cre una institucin autnoma, el Comit de Obras Pblicas (COOPP)
distinto del creado en 1943, 87 en cuyo directorio figuraban las instituciones pblicas
y privadas locales, que comienza a invertir las regalas a partir de 1963. Para encarar
el proyecto de las obras urbanas, despus de varios intentos fracasados con otras
empresas extranjeras, se contrat una nueva consultora con la firma Techint, de
origen talo, brasilero. Se aprovecharon los trabajos de campo de la Misin
Ivanissevich, a fines de la dcada del 40 y se reproyectaron las obras sobre
lineamientos parecidos.
2.6. EL FALSO DEBATE SOBRE LAS CLAVES DEL XITO: PROYECTO
COLECTIVO EXITOSO
Diversos autores extranjeros y estudios locales sostienen que entre los varios factores
que aportaron al despegue de la regin en los aos 60 a 70, uno de ellos fue
precisamente la existencia de un proyecto regional. Los sectores dominantes y las
elites ya tenan su propio proyecto de modernizacin y visin de desarrollo: el uso de
las regalas para cubrir las enormes necesidades urbana, el aprovechamiento de sus
recursos naturales y el fortalecimiento de su identidad cultural. En poco tiempo, la
incipiente burguesa crucea, apoyada por una mayora social en torno al manejo
autnomo de las regalas y a la priorizacin del desarrollo urbano, como elementos
Francis Fukuyama es un ejemplo digno de mencionar como elite intelectual del neoliberalismo dominante:
escribi por encargo El fin de la historia, para dar sustento ideolgico al Consenso de Washington, que veremos
ms adelante.
85
La informacin obtenida para este acpite ha sido extrada de las siguientes obras de Fernando Prado Salmn:
Santa Cruz: Diagnstico Urbano. ED. Punto y Coma y El Pas 1993, 2da. Edicin. Readecuaciones de los
mecanismos para la planificacin urbana en Santa Cruz. Gobierno Municipal. 1988. Elay Santa Cruz. IDHGobierno Municipal, 1995.
86
Segn Federico Rodrguez Bello, en la prehistoria de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra hay un perodo que
puede llamarse La Edad de Cuchi, porque de esa madera indestructible se hacan estructuras, vehculos y
herramientas de molienda. Para precisar ideas, la Edad de Cuchi dur 380 aos, desde 1561 hasta 1941, ya
silenciados los caones del Chaco. Artculo Las primeras obras pblicas. Obtenido va correo electrnico.
87
Ver subttulo Las tensiones de la Sociedad Civil.
84
49
Santa Cruz de la
Sierra era un pueblo
al que le faltaba
todo, hasta el agua
potable. Era una
aldea polvorienta,
calurosa, incmoda,
y an as atractiva
por su ambiente
tradicional, amable
y provinciano.
Boisier, Sergio. Teora y Metfora sobre desarrollo Territorial. CEPAL, NN.UU. Santiago de Chile, 1999.
P. 51.
88
90
50
En el arco de
menos de 20 aos,
la regin ms
pobre del pas,
pas a ser la
regin ms rica.
La construccin del proyecto poltico regional o proyecto colectivo, con los seis
elementos del exgono a su vez, crea el poder poltico social, que se convierte en
poder regional, como el ms importante de los recursos para acelerar el crecimiento
y transformar el crecimiento en desarrollo. Ello permite a la regin o al territorio
modificar su insercin en la estructura de dominacin / dependencia frente al sistema
nacional. Todos esos elementos fueron tomados en cuenta por Boisier a la hora de
constatar que entre los casos de Desarrollo Regional exitoso en Amrica Latina, el
departamento de Santa Cruz se encuentra entre los ms paradigmticos por su alto
nivel de consenso y perseverancia, en los aos 70. Una vez logrado el xito de aquel
proyecto regional colectivo, se modific la presencia de Santa Cruz en la estructura
de dominacin / dependencia frente al poder central .
Los ciclos de la expansin de la frontera agrcola
GRFICO 2. SANTA CRUZ: PRIMERA EXPANSIN DE LA FRONTERA AGRCOLA
51
La construccin
del proyecto
poltico regional
o proyecto
colectivocrea el
poder poltico
social, que se
convierte en
poder regional.
Fuente: Los cuadros han sido tomados del IDH 2004, Pp. 43, 45 y 54, respectivamente.
En cuanto a la regiones, otro autor como Ramiro Velasco, destaca que la regin
ademas de sus condiciones implcitas est sobrecondicionda por los resabios de la
dispersin colonial. En Bolivia, las regiones estn compartimentadas dentro de un
espacio geogrfico de diferencias contundentes. El Estado centralista se erige como
una superestructura vertical en medio de una sociedad nacional cuasi incomunicada.
Como los lazos de la unidad nacional son dbiles, en la personalidad de las regiones
se destaca ntidamente el sentido de regionalismo matizado a veces de impulsos de
autonoma () La regin no es slo la expresin histrico-cultural de los
agregados sociales, sino el espacio social donde los lazos de la produccin y del
modo de producir han forjado un sentimiento local de solidaridad econmica. 91
Uno de esos impulsos fue lograr recursos propios en 1958, a travs del 11% de
regalas de la produccin petrolera del departamento. As, la ciudad se constituy en
el polo concentrador de los excedentes generados por el petrleo. CORDECRUZ fue
creada en 1978 y manej esos recursos hasta la Ley de Descentralizacin en 1994,
cuando las regalas fueron traspasadas a la administracin de la Prefectura
Departamental.
2.7. EL VACIAMIENTO DE LA REVOLUCIN NACIONAL Y EL INICIO DE
LOS CICLOS MILITARES
El punto de inflexin dramtico de la Revolucin Nacional, coincide con el golpe de
Estado en 1964, del vicepresidente Gral. Ren Barrientos contra el presidente Vctor
Paz Estensoro. Con Barrientos se inician la llamada revolucin restauradora y el
ciclo militar autoritario. Durante su mandato surge el foco guerrillero en Bolivia,
1966-1967, en ancahuaz, comandado por el legendario guerrillero Ernesto Ch
Guevara, con el denominado Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN). Los ideales y
91
Velasco, Ramiro. Comentario sobre El Estado y la Regin en La Paz en El poder de las Regiones. Centro de
Estudios de la Realidad Econmica y Social. Artes Grficas El Buirte. Cochabamba. 2da. Edicin, 1985. P. 86.
52
92
53
Mientras en
La Paz la
efervescencia
poltica de la
izquierda llegaba a
altas cotas en la
Asamblea Popular,
en Santa Cruz se
iba gestando el
sustento poltico y
social al golpe
militar del
entonces coronel
Hugo Bnzer
Surez.
93
54
El 17 de julio de 1980, otro golpe militar del general Garca Meza contra el gobierno
de Gueiler Tejada se sustent en la organizacin del narcotrfico. Los golpistas
desconocieron el resultado de las elecciones generales de junio del 80. Segn Dunia
Sandoval y sus compaeros de investigacin en la obra citada, el gobierno militar de
Reconstruccin Nacional, como fue llamado, contaba con el apoyo del bloque
empresarial militar que le otorgaba al Estado su naturaleza de clase, y en el que la
burguesa del narcotrfico asumi el predominio sobre las dems fuerzas econmicas.
Ese bloque en el poder no contaba con el consenso de otras fracciones empresariales
cruceas debido a que los partidos polticos, asociaciones profesionales, comits
cvicos y organizaciones sindicales quedaron disueltos bajo el gobierno de Garca
Meza. Es ms: los empresarios de la agroindustria crucea, el Comit Cvico y los
militares no comprometidos con el golpe mostraron una abierta oposicin al gobierno
de "Reconstruccin Nacional".95 Adems de narcotraficante, fue una dictadura
represiva: asesin a Marcelo Quiroga Santa, a otros dirigentes sindicales y a los ocho
miembros de la direccin clandestina del MIR.
Un nuevo golpe militar, gestado en Santa Cruz de la Sierra, esta vez para derrocar el
dictador, al mando de los generales Lucio Aez y Albero Natusch, con apoyo de la
sociedad poltica y civil cruceas logr su objetivo. As se abri la etapa de transicin
hasta la recuperacin de la democracia y el 17 de octubre de 1982 se reconoci a los
ganadores de las elecciones de 1980, antes del golpe de Garca Meza y sobre esa base
se instal el Gobierno de la UDP. Teniendo hegemona social, el Presidente Siles
termin su mandato un ao antes de concluirlo y llam a elecciones anticipadas, en
1985, cuando la inflacin rondaba el 20 por mil, y la crisis econmica pareca la peor
de la vida republicana. En santa Cruz de la Sierra, el alcalde Oscar Barbery Justiniano,
obtuvo la aprobacin congresal para instaurar las autonomas municipales que
beneficiaran a todos los municipios del pas.
Algunos investigadores sealan que el fin de la modernidad en Santa Cruz,
concebida la modernidad como la idea del progreso regional colectivo, basado en la
planificacin, coincide el fin del gobierno de la UDP. Con Siles cae vencido el
paradigma del nacionalismo revolucionario, que significaba una fuerte presencia del
Estado en la vida del conjunto societal, as como la correspondencia de un Estado de
Bienestar, an con sus muchas falencias. La modernidad que ha tenido luces y
sombras en todos partes del mundo, aqu qued inconclusa, con sus luces y sus
sombras.
Y lleg la postmodernidad, o desmodernizacin como le llama Alain Touraine, de la
mano de la globalizacin . Su reflejos acentun la tendencia de la sociedad hacia el
consumo, los gastos suntuarios y la insensibilidad social, ya sin tapujos ni complejos
ideolgicos, filosficos ni culturales. No obstante, esta desmodernizacin tiene una
virtud: reconoce la diversidad y las diferencias, aunque ese reconocimiento, segn
los acontecimientos de los dos ltimos aos, seala que no suele ser garanta de
respeto ni hacia los oprimidos y excluidos y por parte de stos, tampoco hacia el resto
95
55
El fin de la
modernidad en
Santa Cruz,
concebida la
modernidad como
la idea del
progreso regional
colectivo, basado
en la planificacin,
coincide con el fin
del gobierno de la
UDP.
Al Presidente Siles le cupo administrar la recuperacin democrtica despus del largo ciclo de las dictaduras
militares. La COB, los sindicatos maximalistas y los partidos polticos adversarios no tuvieron la inteligencia y la
cordura de apoyar su gestin y slo la boicotearon.
56
El peso de la
colonialidad del
poder y sus
secuelas afloran en
los movimientos
indgenas y socialles emergentes que
han roto las
compuertas de un
pas que nos los
tom en cuenta.
Bustelo, Pablo. Teoras Contemporneas del Desarrollo Econmico. Historia del Pensamiento Econmico.
Editorial Sntesis. Madrid, 1999.
98
Este economista, catalogado por muchos como el ms importante del siglo XX, reivindicaba la intervencin del
Estado en la economa, pues el libre funcionamiento del mercado no garantiza ni el equilibrio ni el pleno empleo.
99
Stiglitz, Joseph. Premio Nobel de Economa. Teleconferencia desde La Paz, en la sede de Maestras para el
Desarrollo. Universidad Catlica-Harvard. Santa Cruz, Octubre 2001. La ltima cita entre comillas corresponde al
mismo Stiglitz, en un trabajo extrado de Internet. Julio 2003.
57
Bajo la
admonicin
Bolivia se nos
muere, Paz
Estenssoro
promulgo al
decreto 21060. Su
aplicacin produjo
la creacin del
eufemismo
relocalizacin del
trabajo, que en
los hechos
signific la
expulsin de miles
de trabajadores
mineros a las
calles.
100
Segn el BID, Bolivia era el pas que tena el nivel ms alto (0.7) del ndice de Reformas Estructurales. Lora,
E. y U. Panizza (2002), Structural Reforms in Latin America under Scrutiny. IDB.
58
El "ajuste
estructural" y el
"achicamiento del
Estado", como
polticas de
Estado, que se
promovieron desde
1985,
abandonaron el
"Nacionalismo
Revolucionario".
En el pas se
inaugur un nuevo
marco econmico,
pero sin marco
institucional que le
correspondiera de
forma similar.
La capitalizacin
de las empresas
pblicas, a partir
de 1993, fue una
forma de
privatizacin
diferida, con
enorme impacto
sobre todo en la
regin de Santa
Cruz.
La Ley de
Participacin
Popular es, hasta
ahora y sin lugar,
a dudas el mejor
instrumento de
distribucin de la
riqueza que se
haya aplicado.
Lo mas grave ha
sido el
cercenamiento de
la autonoma
municipal , merced
a las atribuciones
entregadas a las
superintendencias.
graves las limitaciones a los municipios en el tema del transporte y los servicios
pblicos.
La Ley de Descentralizacin, ms que una descentralizacin pura, se trata de una
desconcentracin de funciones y traspaso de competencias y de recursos, siempre
escasos para cubrir todas las demandas que deben atender los gobiernos locales. El
caso de Santa Cruz de la Sierra es el ms paradigmtico, en funcin al explosivo
crecimiento demogrfico y espacial, merced a la creciente migracin del propio
departamento y del resto del pas, como se seala en el captulo de los datos
demogrficos. Algunos autores sostienen que la Ley de Descentralizacin se ha
construido sobre la base de la Ley de Participacin Popular, pues es sta la que
absorbe la transferencia de funciones, competencia y recursos a los Gobiernos
Locales. En la prctica, en los casos de educacin y salud se choca con
administraciones bicfalas, ya que el poder de decisin sigue estando en manos del
Gobierno Central y lo que se ha transferido son slo las responsabilidades para el
manejo de infraestructuras.
3.3. EL CONTEXTO REGIONAL DE SANTA CRUZ DESPUS DE LAS
REFORMAS
Desarrollo de la vocacin exportadora de la regin, le abri el camino a las
economas externas globalizadas, en especial con la exportacin de gas
natural, aceites vegetales, madera y sus derivados.
Insercin de Bolivia en dos Pactos Internacionales de Integracin, la
Comunidad Andina de Naciones, CAN, y el MERCOSUR, los mismos que
favorecen las exportaciones de Santa Cruz, en especial la soya y sus
productos.
La Ley de Participacin Popular consolid los Gobiernos Municipales,
potenci a los municipios asignndoles territorio y transfirindoles nuevas
competencias y recursos, que eran del Gobierno Central. La Ley de
Municipalidades, afianza la democracia municipal, promueve la planificacin
municipal y la formacin de mancomunidades y reas metropolitanas entre
municipios.
Con la institucionalizacin municipal los municipios cuentan con recursos
para hacer obras, va la Ley de Reforma Tributaria (843), que permite
mayores niveles de recaudacin, a los que se suman ahora los de la Ley 1551.
La Ley de descentralizacin administrativa, desconcentr actividades del
Estado Central, delegndolas al nivel regional, prefectural.
Uno de los ms graves problemas de la actuacin de los ltimos gobiernos
municipales, (1986-2004) ha sido la excesiva concentracin, la falta de visin
y voluntad descentralizadora del aparto administrativo y de la gestin
municipal en Subalcaldas.
La no delegacin de competencias a los Distritos Municipales, adems de
vicios de corrupcin en casi todos los niveles de la administracin.
60
Millones de US$.
Ao
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
2000
2001
Bolivia
4.468 4.860 5.073 5.138 5.317 5.910 6.400 6.851 7.313 7.262 7.277 6.970
Santa Cruz
1.198 1.338 1.380 1.414 1.456 1.621 1.810 1.986 2.201 2.052 2.122 2.051
Participacin SCZ (%) 26,8% 27,5% 27,2% 27,5% 27,4% 27,4% 28,3% 29,0% 30,1% 28,3% 30,3% 30,6%
Su anlisis permitir relacionar las variables econmicas con los indicadores del IDH
mediante una matriz de interrelacin que permite establecer de qu viven la ciudad y
su poblacin y qu bases tiene de sostenibilidad. Con una superficie que representa
el 34% del territorio, 26% de la poblacio_n boliviana (ao 2004) y 25% de la
Poblacio_n Econo_micamente Activa (PEA), Santa Cruz es la regin de mayor
actividad econo_mica y participa en el PIB Nacional con 30,68 %.
En relacin al PIB per cpita, pese a que est por encima del promedio nacional, $us
928, presenta una tendencia decreciente por la crisis y la migracin. Para 1998 se
calculaba que cada ciudadano de esta regin generaba en promedio $us 1.191, sin
embargo para el ao 2001 el valor descendi a 988 , situndose por debajo de Pando
$us 1.345 dlares y Tarija $us 1.013.
GRFICO 6. EVOLUCIN DEL PIB PER CPITA DE SANTA CRUZ Y BOLIVIA
En $us
Aos
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
Bolivia
731
783
809
802
817
898
964
1009
1057
1005
995
928
Santa Cruz
898
964
954
939
928
992
1063
1119
1191
1065
1058
988
61
La vocacin regional es el agro ya que del total de recursos generados por la actividad
agrcola nacional, el 42,5% provienen de Santa Cruz. Esta actividad absorbe una
inversin de 3.500 millones de dlares que significan el 62% de la superficie
cultivada a nivel nacional.
GRFICO 7. SANTA CRUZ: PARTICIPACIN SECTORIAL EN EL PIB NACIONAL - 2001
Santa Cruz: Participacin sectorial en el PIB nacional - 2001
(En porcentaje)
Agro, silvicultura, caza y peza
Comercio
Industria Manufacturera
Electricidad, gas y agua
Fin, seg, Bs Inmueb y Ser a Emp.
Trans, almacenes y com
Ser pers y domstico
Restaurantes y hoteles
Construccin y obras pblicas
Extraccin de minas y canteras
Administracin pblica
42,5
36,2
35
34,4
30,7
27,8
27,6
26,7
24,7
23,7
19,7
21,9%
Ind. Manufact.
20,73%
15,22%
Comercio
10,81%
10,65%
7,88%
6,43%
Otros rubros
6,40%
Santa Cruz es lder en comercio exterior. Entre 1990 y 2002 las exportaciones se
cuadruplicaron a 891 millones de dlares, 54% del total nacional. En los ltimos aos
stas se vieron impulsadas por la venta de gas natural al Brasil.
62
Millones de $us
Aos
Total Bolivia
1999
2000
2001
2002
1.042
1.244
1.233
1.305
Santa Cruz
367
540
642
662
Participacin SCZ %
35,2
43,4
52,1
50,7
Total Bolivia:
$us 1.568 millones
26.85
9.23
7.45
7.54
6.83
2.02
Cbba
Oruro Potos
0.32
Chuq
0.15
Beni
0.005
Pando
No
Esp
63
36,8
11,4
Tarija
Santa
Cruz
Cbba.
10,7
La Paz
0,8
0,8
0,15
0,08
0,01
Chuq.
Oruro
Potos
Beni
Pando
64
65
66
La ciudad de Santa
Cruz de la Sierra,
concentra toda la
actividad
econmica que
genera el
departamento.
2000-2001
Santa
Cruz
Tarija
Cbba.
Oruro
La Paz
Pando
Beni
Chuq
Potos
1992-1995
0,90
0,56
0,62
0,58
0,61
0,43
0,38
0,29
0,12
2000-2001
0,82
0,67
0,65
0,57
0,51
0,50
0,36
0,35
0,16
El sector empresarial privado aporta con el 50,7% del total de las exportaciones
nacionales, ocupa el primer puesto de las exportaciones no tradicionales con un
67,1%.
La base del crecimiento a futuro est en funcin de:
! elaborar estrategias de desarrollo y competitividad regional con slidas bases
en lo social, econmico, poltico y de ordenamiento territorial;
! alcanzar la descentralizacin administrativa o autonomas deparatmentales ya
que Santa Cruz genera el mayor aporte econmico nacional y subsidia al
poder central, afectando con ello a las atenciones que se debe dar a su
acelerado crecimiento que presenta serias desproporciones sobre todo en lo
social;
! completar a la brevedad posible la construccin de los corredores
interocenicos de transporte;
! mejorar los ndices de desarrollo humano, dando mejores condiciones de vida
y empleo a la poblacin oriunda e inmigrante y, sobre todo, disminuir los
altos niveles de inseguridad ciudadana que han crecido de forma alarmante.
El actual ritmo de crecimiento del PIB regional registrado en 2001 de 3,85% est
7,17 puntos porcentuales por debajo de su nivel ms alto registrado en 1998 cuando
la economa regional creci al 11% anual. Asimismo la economa nacional creci al
2,57% cerca de tres puntos porcentuales menos con respecto a 1998, cuando el PIB
nacional creci al 4,49%. En el perodo de referencia, la evolucin del PIB nacional
y regional presenta dos puntos de notoria reduccin de la actividad econmica.
Actualmente la economa urbana est caracterizada bsicamente por: a) la
terciarizacin de la estructura sectorial, y b) la informalidad en el mercado de trabajo.
67
Tasa (%)
6,00%
4,00%
2,00%
0,00%
-2,00%
-4,00%
-6,00%
Ao
BOLIVIA
89
90
91
92
93
94
95
96
97
98
99
`00
`01
3,93% 4,63% 5,11% 1,60% 4,39% 4,71% 4,35% 4,45% 4,88% 4,49% 1,51% 2,08% 1,54%
SANTA CRUZ 5,39% 7,35% 7,16% 0,75% 4,67% 6,81% 5,11% 7,82% 6,09% 11,00 -3,83 5,49% 2,57%
DISTRITOS
URBANOS
PEA
1
56.90%
2
54.87%
3
51.51%
4
58.11%
5
52.36%
6
52.36%
7
53.04%
8
54.09%
9
53.75%
10
55.82%
11
58.69%
12
52.49%
T. RURAL
50.97%
Total
54.56%
Fuente: Censo de Poblacin y Vivienda, 2001
PEI
42.31%
44.52%
47.73%
41.32%
46.11%
45.90%
45.50%
44.18%
45.56%
43.16%
40.60%
45.22%
45.73%
44.22%
Sin espec.
0.80%
0.60%
0.76%
0.57%
1.53%
1.74%
1.46%
1.73%
0.70%
1.01%
0.71%
2.29%
3.30%
1.23%
TOTAL %
TOTAL
10.57%
7.60%
4,73%
7.72%
7.73%
9.58%
8.67%
12.25%
6.77%
8.28%
7.67%
6.67%
1.67%
100%
89.837
64.629
40.208
65.656
65.725
81.475
73.706
104.177
57.567
70.434
65.208
56.702
14.922
850.246
68
10
11
12
T. RURAL
TOTAL
FUERZAS ARMADAS
OCUPACIONES DE DIRECCION EN LA
0,05%
0,15%
0,17%
0,17%
0,03%
0,06%
0,05%
0,05%
0,07%
0,02%
0,27%
0,08%
0,03%
0,09%
4,41%
6,41%
4,53%
4,20%
3,72%
2,01%
1,32%
0,93%
2,52%
1,96%
7,50%
0,83%
0,63%
3,25%
INTELECTUALES
OCUPACIONES DE TCNICOS Y PROFESIONALES DE
7,98%
11,34%
8,88%
8,69%
5,63%
3,33%
2,88%
2,89%
5,76%
5,29%
12,93%
2,36%
1,24%
6,28%
APOYO
8,92%
6,43%
11,85%
9,60%
11,80%
9,28%
9,25%
6,25%
8,45%
6,27%
6,93%
5,39%
7,29%
4,74%
5,93%
3,40%
8,23%
5,64%
6,74%
4,24%
12,02%
8,80%
5,53%
2,98%
3,17%
1,46%
8,31%
5,84%
DE COMERCIO
PRODUCTORES Y TRABAJADORES EN LA
24,60%
21,73%
22,04%
26,75%
21,72%
25,33%
27,14%
29,32%
25,62%
27,33%
25,05%
28,16%
9,49%
25,38%
1,90%
1,67%
1,44%
1,44%
3,41%
2,32%
2,00%
2,47%
1,95%
2,85%
1,81%
3,17%
42,14%
2,88%
OTROS OFICIOS
OPERADORES DE INSTALACIONES Y MAQUINARIA
20,40%
13,43%
15,96%
18,23%
22,29%
25,00%
27,80%
27,90%
23,44%
24,27%
9,13%
29,93%
19,33%
21,72%
6,21%
4,93%
7,19%
7,04%
7,48%
10,63%
9,34%
8,52%
10,02%
10,73%
3,31%
8,95%
5,20%
7,80%
TRABAJADORES NO CALIFICADOS
16,48%
2,62%
16,07%
2,82%
16,03%
2,68%
15,47%
2,51%
17,19%
3,80%
15,39%
3,60%
14,10%
3,33%
14,85%
3,75%
14,25%
2,50%
13,67%
2,89%
16,41%
2,76%
14,05%
3,96%
10,82%
6,48%
15,26%
3,18%
EMPLEADOS DE OFICINA
TRABAJADORES DE LOS SERVICIOS Y VENDEDORES
SIN ESPECIFICAR
TOTAL %
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
TOTAL
48500
33684
19378
36343
32336
39708
36255
52269
29030
36960
36816
27467
7311
436057
69
PORCENTAJE DE LA POBLACIN OCUPADA DE 10 Y MAS AOS DE EDAD POR DISTRITO SEGN ACTIVIDAD ECONMICA DEL ESTABLECIMIENTO
ESTABLECIMIENTO DONDE
TRABAJA
10
11
12
T. RURAL
TOTAL
2,44%
0,004%
1,24%
14,11%
0,40%
5,69%
2,42%
0,01%
1,05%
11,19%
0,75%
4,03%
1,99%
0,01%
1,76%
12,32%
0,74%
5,06%
1,99%
_
3,00%
0,02%
0,47%
17,60%
0,50%
8,90%
2,41%
0,01%
0,47%
17,28%
0,57%
9,28%
2,84%
0,002%
0,42%
14,55%
0,42%
10,66%
2,45%
_
1,32%
11,51%
0,50%
4,47%
4,26%
0,02%
0,84%
13,91%
0,62%
7,98%
1,18%
14,14%
0,60%
7,81%
3,33%
0,01%
1,63%
13,89%
0,34%
7,98%
2,49%
0,01%
1,09%
8,17%
0,44%
2,90%
3,52%
0,004%
0,51%
14,37%
0,38%
12,63%
45,86%
0,01%
0,37%
10,93%
0,26%
7,62%
3,49%
0,01%
0,95%
13,65%
0,50%
7,36%
25,68%
7,08%
24,27%
5,37%
24,49%
4,88%
27,63%
6,92%
23,04%
5,80%
25,59%
6,33%
27,56%
7,27%
28,59%
7,63%
26,78%
6,45%
27,86%
6,47%
23,40%
8,43%
26,74%
7,62%
9,33%
2,19%
25,84%
6,73%
6,59%
1,25%
5,98%
2,26%
7,63%
1,67%
8,11%
1,26%
7,43%
1,11%
8,32%
0,64%
7,99%
0,52%
7,63%
0,37%
9,83%
0,80%
10,04%
0,52%
5,43%
2,14%
8,22%
0,34%
3,72%
0,11%
7,64%
1,02%
ALQUILER
ADMINISTRACIN PBLICA, DEFENSA Y SEGURIDAD
6,23%
7,62%
6,95%
5,73%
5,87%
4,20%
3,76%
3,20%
4,60%
3,71%
8,65%
2,69%
1,53%
5,13%
SOCIAL
2,06%
2,89%
2,81%
3,11%
1,80%
1,57%
1,33%
1,31%
1,83%
1,50%
3,21%
2,21%
0,57%
2,05%
EDUCACIN
5,35%
3,13%
6,64%
4,40%
6,58%
3,71%
6,06%
2,97%
4,13%
2,51%
3,47%
2,24%
3,61%
2,36%
3,95%
1,88%
5,29%
2,62%
5,12%
2,14%
6,29%
5,47%
3,02%
1,83%
2,17%
0,77%
4,85%
2,86%
4,35%
4,44%
4,89%
4,36%
4,46%
4,53%
4,83%
4,83%
3,93%
3,79%
4,98%
4,22%
2,28%
4,44%
9,88%
11,66%
9,77%
9,98%
10,28%
7,45%
6,02%
6,70%
7,89%
7,54%
11,23%
6,50%
5,06%
_
8,62%
EXTRATERRITORIALES
0,05%
0,04%
0,04%
0,04%
0,05%
0,01%
0,01%
0,01%
0,01%
0,01%
0,11%
0,01%
SIN ESPECIFICAR
4,48%
4,97%
4,70%
4,05%
5,91%
5,18%
4,71%
5,00%
3,81%
4,13%
5,55%
5,19%
7,21%
TOTAL %
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
TOTAL
48500
33684
19378
36343
32336
39708
36255
52269
29030
36960
36816
27467
7311
436057
0,03%
4,85%
CATEGORA OCUPACIONAL
OBRERO
CUENTA PATRN SOCIO
TRABAJADOR
COOPERATIVISTA
EMPLEADO PROPIA
EMPLEADOR
FAMILIAR
28379
14126
2778
86
1583
20730
8701
2259
51
1066
12135
5226
909
20
591
20511
11108
2118
39
1342
19601
8964
1448
33
852
22955
12408
1283
67
1203
19932
12432
1076
40
1322
26956
19419
1549
45
1685
16471
9399
1105
26
1082
20237
12967
1275
54
1078
21259
9778
3339
49
1251
14363
10193
719
27
717
3527
2688
132
6
274
247056
137409
19990
543
14046
TOTAL
46952
32807
18881
35118
30898
37916
34802
49654
28083
35611
35676
26019
6627
419044
70
58
60
50
47
46
44
40
30
20
10
0
1992
2001
EMPLEO
1992
2001
PIB
71
SECTORES
ECONOMICOS
PRIMARIO
SECUNDARIO
TERCIARIO
TERCIARIO (*)
TOTAL
PIB/EMPLEO (Bs.1990)
1992
2001
7.952
12.120
8.904
6.371
8.227
12.155
12.176
6.876
4.768
8.578
0.7
6.1
10.6
11.5
5.4
6.9
6.2
5.6
5.8
6.1
Empleos Nuevos
2001/1992
8.651
48.378
199.591
168.001
243.624
72
Al parecer, el
crecimiento
desmedido del
sector informal
urbano en la
dcada de los
noventa no
responde slo a los
fuertes flujos
migratorios que
recibi el
departamento.
SECTOR DEL
MERCADO DE
TRABAJO
TOTAL
Estatal
Empresarial
Semiempresarial
Familiar
Domstico
Poblacin Ocupada
1989
196408
24949
47526
22210
84303
17420
1992
268773
24503
75993
57987
91594
18696
1995
354222
27693
83049
91009
126098
26373
1989
100.0
12.70
24.20
11.31
42.92
8.87
1992
100.0
9.12
28.27
21.57
34.08
6.96
1995
100.0
7.82
23.45
25.69
35.60
7.45
1997
100.0
6.82
30.84
18.08
41.24
3.00
SECTOR
DEL
MERCADO
DE
TRABAJO
TOTAL
Estatal
Empresarial
Semiempresarial
Familiar
Domestico
1992-95
10,69
4,47
3,44
17,45
12,37
13,32
1989-95
9,44
1,67
8,93
22,57
6,44
6,64
73
En el anlisis del siguiente cuadro se observa que la poblacin ocupada por sector del
mercado de trabajo, segn sexo muestra un crecimiento constante de la participacin
femenina en el sector familiar.
CUADRO 9. ESTRUCTURA DE LA POBLACIN OCUPADA POR SECTOR EN EL MERCADO DE TRABAJO
SECTOR
DEL
MERCADO
DE
TRABAJO
TOTAL 1989
Estatal
Empresarial
Semiempresarial
Familiar
Domstico
TOTAL 1992
Estatal
Empresarial
Semiempresarial
Familiar
Domstico
TOTAL 1995
Estatal
Empresarial
Semiempresarial
Familiar
Domstico
TOTAL 1997
Estatal
Empresarial
Semiempresarial
Familiar
Domstico
Hombres
57,45
64,52
81,36
77,83
46,72
8,06
58,58
57,11
77,15
75,05
44,21
4,29
57,30
56,62
79,35
75,74
40,14
7,02
63,38
48,90
74,64
79,03
53,42
23,17
Mujeres
42,55
35,48
18,64
22,17
53,28
91,94
41,42
42,89
22,85
24,95
55,79
95,71
42,70
43,38
20,65
24,26
59,86
92,98
36,62
51,10
25,36
20,97
46,58
76,83
Hombres
100,00
14,27
34,27
15,32
34,90
1,24
100,00
8,89
37,24
27,64
25,72
0,51
100,00
7,73
32,47
33,96
24,94
0,91
100,00
5,26
36,33
22,55
34,76
1,10
Mujeres
100,00
10,59
10,60
5,89
53,75
19,17
100,00
9,44
15,60
12,99
45,90
16,07
100,00
7,94
11,34
14,60
49,91
16,21
100,00
9,53
21,36
10,35
52,45
6,30
Mientras el
ingreso medio de
los obreros se
reduca y el de los
empleados se
estancaba, el
ingreso medio de
los patrones se
elevaba a un ritmo
promedio anual
del 19%.
1989
1995
10
0
90
80
70
60
50
40
30
20
10
Equidistribucin
de
Estructura Poblacin
Ocupada (%)
1989
1995
1989
1995
13
24
11
43
9
100
8
23
26
36
7
100
471
658
440
470
213
490
532
612
672
428
161
534
75
84
% Poblacion Ocupada
80
60
69
67
70
58
51
47
50
40
31
30
20
Industria
Construccin
1989
Transportes
Comercio
1995
76
Se han generado
procesos de
segregacin y
concentracin de los
ingresos, lo que se
demuestra a travs
del acceso
diferenciado a los
servicios y bienes
urbanos.
Bourdieu, Pierre. Razones Prcticas. Ed. Anagrama. Barcelona 1999. Segunda Edicin. P. 33.
Sassen, Saskia. Ciudades en la economa global: enfoques tericos y metodolgicos. Revista EURE. (VOL.
XXIV, No. 71). Santiago de Chile,marzo 1998. De Mattos, Carlos. Teoras del crecimiento endgeno: lectura
desde la periferia Estudios Avanzados. 13 (36). 1999. Richard Stren Gobernancia local y diferencias visibles
en el tercer mundo: nuevos desafos para ciudades - regin que se globalizan.
103
Montenegro, Diego. Inversin y productividad en el sector agrcola-industrial boliviano: caso de la
agricultura comercial. Perodo 1985-1998. 1999.
101
102
77
En la ltima dcada,
la construccin de
carreteras de
importancia
nacional desde la
ciudad generaron
inmediatamente
nuevos ejes para el
asentamiento de
establecimientos
econmicos.
78
Los actores de la economa popular, crecen cada da, cubriendo gran parte
de la demanda de bienes y servicios de carcter local. Son los campesinos con
excedentes, los migrantes del decreto 21060 y de las provincias, que se
ocupan del transporte y el comercio. Son los trabajadores por cuenta propia y
las micro y pequeas empresas de bienes y servicios, siempre necesitadas de
crdito, mercados y tecnologa. Un nuevo proyecto colectivo debe
necesariamente incluir a estos actores pues es donde reside el empleo y la
cultura popular y la potencialidad de las pequeas y medianas empresas
(PYMES).
Pueblos Indigenas, para quienes una de las principales reivindicaciones es el
territorio. La lucha por un espacio reconocido como propio por derecho, es un
objetivo que ha estimulado la organizacin de los indgenas del oriente,
llegando a conformar centrales indgenas presentes en cada uno de los
municipios de la mancomunidad chiquitana, por ejemplo. Sus exigencias son:
La tenencia de la tierra, el derecho al territorio, la defensa de los recursos
naturales y su identidad, frente a los dueos o presuntos dueos de las tierras.
Romper el silencio y el discurso oficial en torno al indgena en el Oriente
boliviano a principios del siglo XXI, apunta a desmontar la colonialidad del
poder sobre este tema, siempre esquivo en la historia oficial, nacional y
regional, desde la perspectiva del racismo-silencio-invisibilizacinexplotacin- de los pueblo originarios.
La explosiva relevancia social del tema indgena hace que Santa Cruz sea una
de las reas ms conflictivas por la actuacin y demora de las instancias
pertinentes, que an no concluyen con el saneamiento de tierras que beneficie
a los pueblos originarios.
79
Los actores de la
economa popular,
crecen cada da,
cubriendo gran
parte de la
demanda de bienes
y servicios de
carcter local.
Bolivia es un pas
donde la estructura
industrial no logr
un desarrollo
significativo y por
tanto no se
consiguieron
importantes avances
en la divisin del
trabajo.
80
El sentido de la
economa popular
del trabajo, estara
dada por la
reproduccin
ampliada de la vida
de sus miembros.
El centralismo
poltico y
econmico no tuvo
una visin de pas
integrado
territorialmente,
ni de Nacin con
sus mltiples
componentes
tnico culturales,
ni de sociedad con
sus expresiones de
clase y sectores de
clase.
Por ello, Santa Cruz propone una mezcla de autonoma poltica y fiscal , donde la
unidad nacional y la unidad departamental sean la columna vertebral para ejecutar un
modelo econmico ms dinmico, basado en la emulacin competitiva
departamental. Es un modelo de coexistencia estatal: se busca un Estado flexible,
articulado pero profundamente descentralizado. Qu alternativas hay a nivel
departamental? Un Ejecutivo autnomo, hoy prefecturas, como las antiguas
Corporaciones de Desarrollo, con planificacin, sembrando regalas adems de los
recursos propios definidos por ley, con planes que apuesten al inmediato, mediano y
largo plazo? Ese fue uno de los orgenes del modelo exitoso de Santa Cruz de la
Sierra en los aos 60-70: el desarrollo fue posible gracias a la existencia , articulacin
y coherencia de los seis elementos que normalmente se encuentran en todo territorio
organizado y que estn expresados en el hexgono de Boisier: actores, cultura,
recursos, instituciones, procedimientos y entorno.
Las autonomas renovarn al sistema poltico y a la sociedad crucea y boliviana?
Los regmenes autonmicos no slo significan cambios en aspectos administrativos y
tcnicos para el tipo de pas que queremos, sino que tambin exigirn cambios
cualitativos polticos en la forma de concebir y ejercer la prctica poltica, la cultura
poltica, la democracia poltica. No es que las autonomas vayan a resolver los viejos
y los nuevos problemas estructurales y sper estructurales de Bolivia, pero son un
reto si se quiere avanzar en democracia hacia una nueva forma de relacin entre el
territorio, los habitantes y el poder. En todo caso, la autonoma no divide al pas,
divide al poder centralista, y de ah el rechazo que genera.
No obstante, la pregunta que subyace es cmo un futuro gobierno departamental
autnomo con prefecto electo por voto directo, podr enfrentar los retos de una
economa regional que ya empieza a mostrar signos de cansancio y requiere nuevas
miradas a mediano y largo plazo.
81
La autonoma no
divide al pas,
divide al poder
centralista, y de
ah el rechazo que
genera.
82
El habitus
clientelar () esa
prctica poltica
perversa de
intercambio de
bienes y servicios
materiales.
Lo que caracteriza
la actualidad de la
sociedad crucea es
la fragmentacin y
dispersin sociales.
Tampoco hay
referentes
ideolgico, sociales
y programticos
polticos que
aglutinen a amplios
sectores del tejido
social.
nacional. En todo caso, un rasgo del momento actual es una crisis que abarca a toda
la sociedad, sin distincin de espacios civiles, ni institucionales, ni polticos, que han
conducido a grado de anomia estatal graves. Es decir, la prctica ausencia de Estado.
Muchos/as formadores de la opinin pblica, hasta el simple ciudadano,
responsabilizan a los partidos polticos y a los polticos de gran parte de los
problemas que sufre Bolivia y de la crisis que confronta sin solucin de continuidad.
Razones no les faltan. Pero pecan al no sealar que los problemas y la crisis es de la
sociedad boliviana en general, porque lo partidos polticos y sus miembros salen de
esa sociedad, sin exonerarlos de los graves pecados que han cometido.
Los pecados de la democracia pactada.
83
A pesar de las
cuatro o cinco
enfermedades que
tienen los partidos
polticos, la
democracia no
puede funcionar
sin ellos.
84
Las mujeres
cruceas estudian,
trabajan, son
profesionales,
mdicas, abogadas,
juezas, fiscales,
contadoras,
cuentapropistas,
dirigentes gremiales
y de Juntas
Vecinales,
participan en los
sindicatos y muchas
cumplen agotadoras
dobles jornadas de
trabajo.
madres; algunas tienen los hijos que desean gracias a la revolucin de los mtodos
anticonceptivos y al uso de sus derechos sexuales y reproductivos, mientras otras los
desconocen; para algunas, ser madres no es el nico objetivo de sus vidas. Las
mujeres hoy se divorcian, se vuelven a casar; algunas son abandonadas, entonces
hacen de madre y padre y salen adelante, otras son madres solteras por voluntad
propia, aman libremente, gozan. En las Universidades la presencia de mujeres supera
a la de hombres y ellas siguen siendo mayora en puestos de secretarias, enfermeras,
maestras, trabajadoras del hogar, telefonistas, empleadas en tiendas y ambulantes
informales.
La incursin de las mujeres en el mercado de trabajo ya sea como asalariadas
permanentes o eventuales, empresarias exitosas, profesionales de calidad, cuenta
propistas, ambulantes, portadoras de la economa popular es decir, haber salido del
mbito privado familiar para trabajar fuera del hogar, fue una revolucin en el siglo
XX. Se la asume como una emancipacin econmica de las mujeres y en efecto lo
es, pero tampoco se puede dejar de tomar en cuenta que esa incursin responde a los
cambios y exigencias impuestos por el desarrollo del capitalismo mundial y a la dura
realidad del neoliberalismo con sus implacables requisitos de competitividad y
modernizacin.
Podemos concluir que en Santa Cruz de la Sierra se sigue viviendo entre los rasgos de
un pasado patriarcal tradicional y un presente menos rgido, atravesado de conflictos
y fisuras de gnero y rupturas generacionales, que apuntan a la emergencia de
relaciones ms flexibles y que se mueven entre tradicin y modernidad a tropezones,
pero sujetas aun a una doble moral daina para avanzar. Una mirada de gnero
descubre, adems, la persistencia de un sistema de valores basado en el control social
y la interdependencia afectiva que se disimula en las apelaciones simblicas de
libertad o liberalizacin no exentas de frivolidad y exageradas en los medios de
comunicacin. Muchas mujeres siguen sometidas al rigor del deber ser en
detrimento del poder ser ellas mismas y construir sus mltiples identidades sin
mediaciones.
3.16. URGENCIA DE UN NUEVO PROYECTO COLECTIVO REGIONAL
Hoy, para todos est claro que el viejo proyecto centralista est agotado: la
acumulacin diferenciada de capital ha generado grupos econmicos y de poder con
intereses divergentes. La riqueza no ha llegado a todos, ms bien a pocos; las
relaciones con el poder central, al incidir con fuerza en las decisiones regionales,
tambin distorsionan el modelo al generar alianzas en detrimento del inters
regional.
La capitalizacin de empresas pblicas y privadas, y en general la presencia de
capitales extranjeros, merced a las transformaciones estructurales del Estado, han
debilitado y cuestionado sobre todo la identidad cultural del viejo proyecto colectivo.
Al mismo tiempo, es obvio, como seala Boisier, que toda propuesta de desarrollo
territorial contiene el principio de complejizar el territorio o regin para colocarlo
85
Muchas mujeres
siguen sometidas al
rigor del deber
ser en detrimento
del poder ser ellas
mismas y construir
sus mltiples
identidades sin
mediaciones.
Las autonomas no
son proyecto de
cambas, contra
collas, de oriente
contra occidente, ni
de ricos contra
pobres.
86
La vinculacin con
la tierra sent las
bases para la
construccin de una
sociedad tradicional
y seorial, hasta la
mitad del siglo XX.
87
La economa
regional, a pesar
de su desarrollo
logrado hasta hoy,
presenta
debilidades y
riesgos como la
alta terciarizacin
de la economa, el
escaso ahorro
interno, la
dificultad de vas
de conexin, la
poca
diversificacin de
la produccin.
88
Una caracterstica
de las clases
dominates locales y
de sus elites es que
construyeron un
instrumento de
inclaculable valor
poltico, aunque se
declara cvico: el
Comit Cvico Pro
Santa Cruz, un
verdaero partido
poltico regional.
89
La Economa
Popular no es una
alternativa de
pobres para
pobres. No es
marginal, sino una
forma de
organizacin de la
produccin, para
la reproduccin
ampliada de la
vida de sus
miembros.
No es posible
entender la realidad psicosocial
crucea si no es a
la luz de su vertiginoso crecimiento,
econmico,
demogrfico y
urbano.
90
Desde su fundacin,
Santa Cruz de la
Sierra estuvo
ubicada lejos de los
centros de poder
econmico y
poltico.
91
La visin de quienes
vivan en el centro
del poder poltico y
eco-nmico de esa
poca, acerca de
esta regin, no era
auspiciosa, por lo
que Santa Cruz
resultaba ser el
lugar de destierro de
los enemigos
politicos.
Poco integrada al
resto del pas, de
escasa poblacin,
bajo crecimiento y
aislada, Santa Cruz
desarroll una
cultura y una
identidad de
caractersticas muy
propias.
Con esto, se da el inicio del fin del vasto letargo de Santa Cruz de la Sierra.
1.2. SANTA CRUZ, EL MOTOR DEL DESARROLLO
Consideramos importante conocer algunos de los principales indicadores econmicos
de la regin, pues el rpido crecimiento del departamento y sus avances, son motivo
de orgullo para muchos cruceos que se identifican con la imagen de progreso,
modernidad y prosperidad que Santa Cruz proyecta.
En los ltimos 30 aos, Santa Cruz ha ido consolidando su posicin como motor de
la economa nacional. Es un departamento que concentra inversiones, exportaciones,
industria, servicios, as como tambin al 25% de la Poblacin Econmicamente
Activa (PEA)119.
Las exportaciones cruceas han tenido un sostenido crecimiento, aumentando la
participacin del departamento a nivel nacional hasta el 54% actualmente. En cuanto
al PIB per cpita del departamento, ste ha sido desde los aos `90 siempre ms alto
que el PIB nacional y el tercero en ubicacin en comparacin con el resto de los
departamentos120.
brego, Guadalupe. Op. cit. P. 36.
brego, Guadalupe. Op. cit. P. 37.
118
Kster, Gerrit. Santa Cruz de la Sierra. Desarrollo, estructura interna y funciones de una ciudad en los
llanos tropicales. Ed. Instituto de Ecologa. La Paz, 1983. El Censo de 1845 establece la presencia de 6.000
habitantes, 18.000 en 1900, 20.000 en 1922 y 43.000 en 1950. Las tasas de crecimiento durante este siglo, no
superaron el 2,8 por ciento.
119
Estudios CAINCO. Santa Cruz consolida su liderazgo productivo y competitivo en Bolivia. El aporte a
Bolivia. Septiembre. 2004. N 4 DOC-CEBEC.
120
Estudios CAINCO. Op. Cit. P. 17.
116
117
92
En los ltimos 30
aos, Santa Cruz ha
ido consolidando su
posicin como
motor de la
economa nacional.
En cuanto al PIB
per cpita del
departamento, ste
ha sido desde los
aos `90 siempre
ms alto que el
PIB nacional y el
tercero en
ubicacin en
comparacin con
el resto de los
departamentos.
35
30.3
30
27
27
25.7
25
20
17.617.7
16.2
16.6
15
Aos '70
Aos '90
Ao '02
10
5
0
Santa Cruz
La Paz
Cochabamba
Departamentos
Como muestra de lo afirmado estn las cifras de pobreza: el rea urbana del departamento tiene 24,9% y el rea
rural, 81%. (INE. Censo 2001).
122
INE. Censo 2001.
121
93
Cada ao la
poblacin crece en
ms de 56 mil
personas, entre
quienes nacen y
quienes vienen
desde otros
lugares de origen.
POBLACIN
TASA DE CRECIMIENTO
(en relacin al censo anterior)
41.461
254.682
697.278
1.116.059
----6,96%
6,42%
5,08%
Esto significa que a partir del 2001, cada ao la poblacin crece en ms de 56 mil
personas, entre quienes nacen y quienes vienen desde otros lugares. No se vislumbra
que este crecimiento poblacional vaya a disminuir en el mediano o corto plazo.
De acuerdo al ltimo censo, los distritos de mayor crecimiento poblacional en el
municipio de Santa Cruz de la Sierra, son el 6 (Pampa de la Isla), el 8 (Plan 3000), el
10 y el 7 (Villa 1 de Mayo), en ese orden.
De acuerdo a informacin del Programa de Alivio a la Pobreza - Santa Cruz, estos
distritos son tambin los que concentran un mayor porcentaje de hogares pobres123,
como lo muestra el mapa:
MAPA 1. DISTRIBUCIN DE LOS NIVELES DE POBREZA POR DISTRITOS
Programa de Alivio a la Pobreza Santa Cruz. La pobreza en cifras en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Enero, 2002. Cuaderno 2. Informacin basada en encuestas realizadas en el ao 2000.
123
94
La tasa de crecimiento fuera del 4 anillo, donde se encuentran estos distritos, es del
8,42%, varios puntos mayor que la del municipio. En los distritos 6 y 8, esta tasa
supera el 11%, es decir que duplica el promedio municipal. El distrito 12 es de nueva
creacin, pero su poblacin ha alcanzado importancia demogrfica (ms del 8% de la
poblacin vive all, de los cuales ms del 43% es migrante).
En los distritos mencionados, ms del 35% de la poblacin es migrante, por lo que
podemos concluir que los migrantes se asientan principalmente en las zonas menos
consolidadas y con mayores niveles de pobreza. Es decir, la migracin que la ciudad
recibe, es principalmente pobre.
MAPA 2. DENSIDAD DE LA CIUDAD
Los migrantes se
asientan principalmente en las zonas
menos consolidadas y con mayores
niveles de pobreza.
Estos mismos
distritos de mayor
crecimiento en los
ltimos aos,
muestran asimismo
ser los sectores de
mayor hacinamiento
() pero al mismo
tiempo son los
distritos de menor
densidad.
Estos mismos distritos de mayor crecimiento en los ltimos aos, muestran asimismo
ser los sectores de mayor hacinamiento, que deriva directamente de la condicin de
pobreza de muchas familias del municipio. Pero al mismo tiempo son los distritos de
menor densidad, lo que se explica porque son zonas poco consolidadas, alejadas de la
ciudad, por lo tanto con tierras a bajo costo, y que han crecido bajo un patrn de
especulacin de la tierra (o loteamientos) y no en base a una planificacin racional de
la ciudad. Estas bajas densidades dificultan el acceso a los servicios bsicos, que o no
llegan, o lo hacen con un alto costo. Adems, los lotes baldos, o lotes de engorde,
PLOT. Plan de Ordenamiento Territorial del Municipio de Santa Cruz de la Sierra. Gobierno Municipal
de Santa Cruz de la Sierra, 2004.
124
95
El ndice de
Desarrollo
Humano confirma
una vez ms la
grave situacin
crucea, de 0.85
en 1992, cae a
0.72 en el ao
2001.
96
125
POBLACIN
% POBREZA
2.285.907
1.414.087
1.958.463
695.230
513.256
345.310
381.593
371.929
48.605
POBLACIN
66,2%
55,0%
38,0%
79,7%
70,1%
76,0%
67,8%
50,8%
72,4%
% POBREZA
765.237
499.465
1.103.637
141.158
204.516
75.261
208.902
148.745
20.577
34,5%
33,8%
19,1%
56.4%
40,0%
58,5%
50.8%
31,3%
45,9%
POBLACIN
POBRE
1.513.188
777.820
745.111
554.163
359.872
262.472
258.767
188.863
35.208
POBLACIN
POBRE
263.783
168.936
210.569
79.549
81.710
44.029
106.082
46.598
9.449
El municipio de
Santa Cruz de la
Sierra, a pesar de
que su porcentaje
de pobreza es
muchsimo menor
que el resto de los
municipios
capitales, tiene
ms personas
pobres que
Trinidad, Sucre,
Tarija y Cobija
juntos.
Las cifras del INE para calcular la pobreza, toman en cuenta a la poblacin encuestada en viviendas
particulares, no as en hospitales, recintos militares y otros, por lo que estas cifras varan mnimamente en relacin
a la cantidad total de las poblaciones.
126
CEDURE. II Foro Urbano para la Planificacin Estratgica de Santa Cruz de la Sierra. Tema: Estrategias
de Lucha contra la Pobreza Urbana. Una propuesta de la sociedad civil al Dilogo Nacional. 2000. Dilogo
Nacional; PNUD; Colegio de Arquitectos.
125
97
Consideramos que
son los grandes
contrastes, ms
que la pobreza en
s misma, los que
generan problemas
sociales.
127
98
Cmo reacciona el
cruceo frente a esta
realidad, de haber
pasado de ser un
poblado pequeo,
bastante homogneo
y tranquilo, a ser
una urbe cosmopolita, dinmica y
expuesta a distintas
influencias?
Desde su fundacin,
Santa Cruz de la
Sierra surge de una
manera diferente a
los pueblos del
occidente.
99
100
Durante la repblica
temprana, la condicin de periferia de
la zona oriental del
pas, no vari.
133
Sandoval Rodrguez, Isaac. Historia de Santa Cruz. Desarrollo histrico social. Santa Cruz, 2003.
101
Santa Cruz de la
Sierra cuenta con
una fuerte tradicin
de participacin de
la sociedad civil
organizada en la
toma de decisiones
en relacin a su
destino.
102
Esta inobservancia
de las normas se da
no slo a nivel
individual, en el
mbito de la convivencia cotidiana,
sino que en
ocasiones se
produce tambin a
nivel de
instituciones.
sin necesidad de sacrificios, con una muy baja densidad. Haba un amplio margen
para la accin individual, sin perturbar a los dems.
Pero ese margen se restringe en un espacio urbano en el que conviven ya ms de un
milln de personas y esa libertad de accin al que el cruceo estaba habituado, se
limita, para frustracin suya. Deca Hernando Sanabria: Esta ndole temperamental
le lleva a estar en perenne pugna con todo cuanto signifique regulacin y disciplina y
a procurarse el ejercicio de una libertad de accin y expresin hecha punto menos
que a su propia medida138.
Con ese temperamento, las nuevas condiciones de vida en la ciudad pueden estar
actuando como factores estresores y afectando negativamente el bienestar psicosocial
y la convivencia urbana. La estrechez percibida en la ciudad genera estrs, por esta
sensacin subjetiva de limitacin de las propias libertades. El malestar generado hace
necesario encontrar al culpable de esta situacin, que resultan ser los migrantes de
bajos recursos: los collas seran quienes cumplen en gran parte el papel de chivo
expiatorio de las nuevas condiciones de vida, pues a ellos se les atribuye la ciudad
fea, tomada, ajena.
Waldmann observa que entre las caractersticas con que se describe a los cruceos,
predominan formas de reaccin espontneas, condicionadas por la situacin:
derrochador, impulsivo, extravertido, franco, abierto al cambio y la novedad,
pragmtico. No se destacan atributos que contengan un elemento relacionado con la
disciplina o el autocontrol: no es ahorrativo, previsor, calculador, vive el aqu y ahora.
Tampoco se caracteriza por su vnculo con la comunidad139.
Sin embargo, podemos ver que a pesar de lo descrito, el completo caos no reina en la
ciudad. Waldmann hipotetiza que esto se debe a la existencia de algn cdigo
aprendido en la niez, segn el cual es preferible llegar a un arreglo, antes que buscar
un conflicto abierto. Si bien al cruceo le cuesta limitar su accionar individual por
elementos abstractos (la convivencia, los derechos del otro), en las relaciones
interpersonales busca la armona y evita el enfrentamiento directo. Esto
probablemente deriva de nuestra tradicin de pueblo chico, donde todos se conocan.
Hoy, el anonimato de la gran ciudad atenta contra esta forma de control social140.
Podemos ampliar esta explicacin, asumiendo que entonces, s existen ciertas normas
que regulan la convivencia que, aunque no son necesariamente aquellas formales y
explcitas, las escritas y administradas por el Estado, s funcionan como un deber
ser para quienes viven en esta ciudad y es en relacin a stas que funciona cierto
grado de control y sancin social.
103
Si bien al cruceo le
cuesta limitar su
accionar individual
por elementos
abstractos (la
convivencia, los
derechos del otro),
en las relaciones
interpersonales
busca la armona y
evita el enfrentamiento directo.
S existen ciertas
normas que regulan
la convivencia que,
aunque no son
aquellas formales y
explcitas ()son las
que heredamos de la
Santa Cruz
tradicional () la
hospitalidad, la
amabilidad, la
amistad.
Cules son entonces las normas que regulan el comportamiento? Pues podemos
suponer, siguiendo la lnea de razonamiento de Waldmann, que son aquellas que
heredamos de la Santa Cruz tradicional y que derivan de los valores con los que a los
cruceos an nos gusta identificarnos: la hospitalidad, la amabilidad, la amistad. Esto
funciona implcitamente como modelo tambin para quienes viven aqu y no son
cruceos. Cuando stas normas no se cumplen, se genera una sancin social. Son este
tipo de normas las que an nos preservan del caos y las que regulan la convivencia.
Sin embargo, apoyarnos en esto para tener una convivencia urbana armnica y
organizada, es apoyarse en algo muy frgil, pues la identidad crucea est tan
expuesta a influencias externas y a cambios en sus condiciones materiales de vida,
que es difcil pensar que tenga la fortaleza de resistir sin una estrategia sostenida y
orientada para hacerlo. La intensa migracin, que llega con sus pautas culturales, el
explosivo crecimiento demogrfico, as como tambin un modelo econmico
globalizado que no promueve precisamente el inters por el otro, son factores que
atentan directamente contra los valores cruceos en que an se apoya la relativa
armona de la convivencia urbana.
Lo que funcion con xito en una ciudad pequea, ms o menos homognea y ajena a
influencias externas, no va a ser sostenible en el tiempo en una ciudad de ms de un
milln de habitantes, bajo las influencias descritas. Esos elementos que actuaron
como factores protectores del bienestar psicosocial, no pueden ser los nicos
pilares en los que se asiente hoy la convivencia urbana.
Ya no se puede esperar solamente que sea la misma gente la que se autorregule en
base a normas implcitas y valores tradicionales. Se deben buscar otras formas, de
modo de evitar abusos y atropellos y garantizar el respeto a los derechos de todos,
especialmente de aquellos ms dbiles. Se necesita trabajar en nuevos consensos,
hacerlos explcitos y contar con instancias legales y legtimas que administren las
sanciones correspondientes de modo sostenido y consistente, como forma de
transmitir cules conductas son aceptables y cules son inaceptables en nuestra
sociedad.
Ya no se puede
esperar solamente
que sea la misma
gente la que se
autorregule en base
a normas implcitas
y valores
tradicionales. Se
deben buscar otras
formas, de modo de
evitar abusos y
atropellos y
garantizar el respeto
a los derechos de
todos, especialmente
de aquellos ms
dbiles.
Si bien la educacin depende en gran parte de los valores que la familia y la escuela
transmiten, a nivel social, es el municipio quien debiera liderar la creacin de
modelos a seguir, poniendo nfasis en los valores que como sociedad queremos
promover y conservar. Otra institucin que, por su influencia en el medio debiera
asumir una responsabilidad en ello, es el Comit Cvico, habida cuenta que sostiene
en su discurso la reivindicacin de la identidad crucea y se define como el gobierno
moral de los cruceos.
Es necesario, entonces, reaprender a vivir en comunidad, a convivir bajo nuevas
condiciones urbanas, donde las acciones propias tienen un efecto inmediato sobre las
dems personas. Debemos recuperar la cultura ciudadana que sin estar escrita,
vivamos antes, entendida como el conjunto de acciones y reglas mnimas
compartidas que generan sentido de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y
104
Es necesario
reaprender a vivir en
comunidad, a
convivir bajo nuevas
condiciones
urbanas, donde las
acciones propias
tienen un efecto
inmediato sobre las
dems personas.
141
105
Los cdigos de
antes ya no son
suficientes para
una convivencia
armoniosa.
En la Santa Cruz colonial, en sus momentos iniciales, los espaoles llegaron a estas
tierras sin sus familias. De ah que el mestizaje con las nativas del lugar se dio desde
el inicio. Dice Hernando Sanabria: No debi se grande el nmero de las mujeres
venidas de Asuncin (). Lo prueba la circunstancia de que algunos de aquellos
recios varones, an caudillos de primera lnea como Irala, Salazar y Vergara, no
anduvieron cortos ni perezosos en buscar compaeras entre las garridas mozas
aborgenes, y mestizar con ellas prolficamente142.
El encuentro entre dos cosmovisiones distintas no result en la constitucin de
familias segn el modelo tradicional madre-padre e hijos, cosa que aconteci ms
adelante con la llegada de las cnyuges espaolas o criollas.
En la Santa Cruz tradicional, ya en la vida republicana, los roles dentro de la familia
eran muy definidos, y eran compatibles con las condiciones de vida de ese momento:
una sociedad con poca movilidad social, condiciones econmicas estables, que
garantizaban a todos su subsistencia. El sistema patriarcal no era cuestionado, y en la
familia ms bien era reproducido a travs de los roles de gnero establecidos: los
hombres eran los proveedores y quienes tomaban las decisiones importantes en la
familia, y las mujeres eran quienes ejecutaban y administraban dichas decisiones y
tenan la responsabilidad del cuidado de los hijos. DOrbigny describe as a los jefes
de hogar: Rey en su hogar, el campesino cruceo no se ocupa nunca del interior de
su casa; se encarga de todo lo que corresponde al exterior, pero deja la administracin
del resto a su compaera o a sus hijos, respecto a los cuales se muestra poco exigente.
Buen padre, buen marido, se queja raramente, contentndose con todo 143.
Al hombre se le permitan las relaciones pre y extramatrimoniales. En cambio, en el
caso de la mujer, al constituir su primera pareja, generalmente era muy joven y con
escasa experiencia en el intercambio con el sexo opuesto, menos an sexual144. Las
relaciones extramaritales de los varones eran toleradas por sus parejas, siempre y
cuando stos no descuidaran sus responsabilidades familiares. Incluso el tener hijos
fuera del matrimonio no era considerado una cuestionante a la relacin conyugal y no
se planteaba la posibilidad de separacin por ese motivo.
La estabilidad y, en cierto modo, la aceptacin de los roles y el estatus social como
algo dado, disminua la posibilidad de conflictos internos en las personas. Como lo
plantea Hinderer, la inseguridad personal es un fenmeno que no se manifestaba145.
De acuerdo a este mismo autor, el machismo simplifica el rol del hombre en la pareja
y la bsqueda de su identidad, ya que a travs de l acude a formas de conducta
socialmente aceptadas tanto por su propio sexo como por el otro; o sea que no tiene
que defender su posicin. En cambio, en una sociedad ms heterognea y con mayor
movilidad social, como es la que vivimos hoy, se generan ms expectativas de
142
106
En la Santa Cruz
tradicional, ya en la
vida republicana, los
roles dentro de la
familia eran muy
definidos, y eran
compatibles con las
condiciones de vida de
ese momento.
La estabilidad y,
en cierto modo, la
aceptacin de los
roles y el estatus
social como algo
dado, disminua la
posibilidad de
conflictos internos
en las personas.
cambio y cuando stas no coinciden con las posibilidades reales de la persona, es que
se producen las frustraciones y los desajustes emocionales.
Pero no se trata de hablar del tiempo pasado de una forma idlica, bajo la premisa de
que todo tiempo pasado fue mejor. La situacin descrita implicaba tambin que
muchas veces se abusaba de la posicin de patrn, para estar con las jvenes de
condiciones ms humildes (el derecho de pernada, por ejemplo). En muchos
hogares se daba tambin la violencia intrafamiliar, ejercida por el padre, bajo la
concepcin de que estaba en su derecho. Por otro lado, el hecho de crecer como un
hijo sin padre, fruto de una relacin desigual, tena un efecto en los jvenes, aunque
la situacin se supliera en cierta manera por vivir en familias ampliadas.
Para hablar de la familia en el momento actual, debemos acordar que sta es el
espacio privilegiado en que un individuo tiene la posibilidad de desarrollar las
herramientas psicolgicas elementales para desenvolverse de una manera sana,
equilibrada y constructiva en su medio. Estas herramientas son la estabilidad
emocional, la seguridad en s mismo, la autoestima, la tolerancia a la frustracin,
caractersticas que hacen a una persona asertiva, que sabe lidiar con las dificultades y
disfrutar de las alegras146.
En Santa Cruz de
la Sierra, la
familia extendida
existe an y es una
institucin
importante. Los
fuertes lazos
familiares son
fundamentales
para construir las
redes sociales de
apoyo.
107
La familia crucea
no se sustrae al
rpido cambio de la
ciudad, que ha sido
demogrfico,
urbanstico y
econmico, pero
tambin, y sobre
todo, cultural y
valrico.
108
La violencia contra
la mujer y los hijos
como forma de
relacin y sobre todo
como forma de
comunicacin y
resolucin de
conflictos, es parte
de una cultura
patriarcal y
109
La ausencia de
ambos padres por
motivos de trabajo
durante todo el da,
influye directa y
profundamente en el
desarrollo afectivo,
pero tambin
cognitivo de los
nios.
Las familias
inmigrantes de
sectores populares
se enfrentan an a
mayores dificultades: sin redes de
apoyo en Santa Cruz
de la Sierra, con
insuficientes recursos econmicos,
sumados a la dificultad de desenvolverse
bajo cdigos
urbanos.
Entrevistas realizadas para el Plan de Ordenamiento Territorial de Santa Cruz de la Sierra. 2004. Entrevistas
nmero XII y nmero III, respectivamente. Este es un tema poco estudiado y del que hay escasa informacin.
Valdra la pena indagar ms acerca los conflictos de identidad y generacionales en migrantes del occidente del
pas de sectores populares, de primera y segunda generacin, pues tiene efectos directos sobre sus posibilidades de
insercin social y su bienestar psicosocial.
110
Por qu no me has
hecho estudiar
mami, como vos,
colla me has criado.
As me trata a
veces, describe una
mujer migrante del
interior el trato de
su hija hacia ella.
ver estos casos154. Si bien es muy difcil hablar de estadsticas y tendencias, por lo
poco sistematizada que est la informacin, a nivel emprico, los mdicos que
atienden a estas pacientes, revelan que en la mayora de los casos, se trata de mujeres
que raramente pasan de los 30 aos, solas o con conflictos serios con alguno de los
padres o, en menor grado, con la pareja. En el caso de los varones, ha aumentado
seriamente el alcoholismo como forma de evasin de los problemas (ver anexo
correspondiente).
Esta desestructuracin de la familia genera diversos problemas sociales: desercin
escolar, adicciones, embarazos no deseados en adolescentes, por el poco
acompaamiento y gua de un adulto responsable (y por la bsqueda de afecto fuera
de la casa), violencia intrafamiliar, intentos de suicidio. Pero sobre todo, nos habla
de una incapacidad de crear un entorno protector y nutriente desde el punto de
vista psicolgico, para los nuevos miembros de la sociedad. Se crea as un crculo
vicioso, pues estos jvenes que crecen en hogares desestructurados, con carencias
afectivas, tendern a replicar el modelo de familia aprendido, teniendo dificultades
para mantener relaciones estables y asumir responsabilidades como jefes de hogar y
educadores. Las vctimas de hoy se convierten en los agresores de maana.
En conclusin, si la familia es la unidad fundamental de la sociedad, y el espacio
privilegiado para que un individuo construya y desarrolle sus herramientas
psicolgicas para afrontar positivamente sus momentos difciles, entonces vemos que
hay muchos factores que atentan contra esta funcin de vital importancia. De este
modo, el hogar para muchos no es el lugar de proteccin y amparo, sino ms bien de
humillacin, violencia y abuso.
El Estado brilla por su ausencia en cuanto polticas pblicas sostenidas y sistemticas
de prevencin y de reinsercin social. Las instituciones que hay, son insuficientes y
actan cuando el problema ya existe y es demasiado grande. Es urgente intervenir
para evitar una mayor desestructuracin de las familias en nuestra ciudad, con todos
los efectos psicosociales que esto conlleva, pues es un problema de origen y efecto
social y no slo individual o familiar.
3.2. TRABAJO
La forma de trabajar y las relaciones laborales han tenido y tienen su particularidad
en Santa Cruz, influida por las condiciones histricas, materiales y por el carcter de
la gente y su visin del mundo.
La agricultura y ganadera fueron siempre fuentes importantes de trabajo y de
sustento para esta regin, desde antes de la repblica, hasta nuestros das. Salvo
perodos excepcionales, como durante el auge de la goma, esos dos rubros se
constituyeron en pilares de la actividad econmica regional.
154
Entrevista al Dr. Jos Luis Marco, mdico gastroenterlogo del Hospital San Juan de Dios. Las
cifras del hospital Japons al respecto, son coincidentes. Ver anexo correspondiente.
111
El hogar para
muchos no es el
lugar de proteccin
y amparo, sino ms
bien de humillacin,
violencia y abuso.
La forma de trabajar
y las relaciones
laborales han tenido
y tienen su
particularidad en
Santa Cruz, influida
por las condiciones
histricas,
materiales y por el
carcter de la gente
y su visin del
mundo.
Avanzado el siglo XVIII, aparece la figura del bracero libre, que viva con su familia
en viviendas junto con otros trabajadores, en torno a la casa patronal y obedeciendo a
la autoridad del propietario, caractersticas que recuerdan el feudalismo de ciudades
europeas. Las obligaciones de este trabajador giraban en torno a las faenas diarias,
pudiendo realizar trabajos propios tambin dentro de los lmites de las tierras del
patrn, teniendo el derecho sobre los rendimientos.
El rgimen de trabajo y el sistema de produccin no sufrieron cambios importantes
con la llegada de la repblica dentro de su primer siglo de vida. El hacendado
continuaba labrando la tierra sobre la cual no siempre tena derecho legal de
propiedad, asistido por un grupo de braceros. Dice Hernando Sanabria que: la
nica novedad era el corto gravamen impuesto por el fisco o por la corporacin
municipal, tan flojamente exigido que en nada raras ocasiones dejaba de satisfacerse
distradamente158.
La mayor demanda de hombres por el crecimiento de la produccin agrcola, llev a
que se recurra al pago de salarios por anticipado para asegurar al bracero. En
adelante, el mozo pas a ser un asalariado y el patriarcal hacendado devino en un
patrn. A pesar de que se daban relaciones muy asimtricas, muchas veces de abuso
del patrn hacia los trabajadores, los historiadores coinciden en que las relaciones de
trabajo en esta regin fueron ms benignas y menos duras que aquellas que se dieron
Naturalmente, nos referimos a los espaoles, puesto que entre ellos y los indgenas hubo feroces
enfrentamientos para conquistar territorios.
156
Memoria Plan Techint. Op. cit. P. 43.
157
La encomienda era la adjudicacin a nombre del rey, de una cantidad de indios a condicin de que quien los
reciba, deba instruirlos en la religin cristiana. Sandoval, Isaac. Op. cit. P. 69. La caza de indgenas que esto
gener, fue detenida con la instalacin de las misiones de Moxos y Chiquitos. Memoria Plan Techint. Op. Cit. P.
45.
158
Memoria Plan Techint. Op. Cit. P. 58.
155
112
A pesar de que se
daban relaciones
muy asimtricas ()
los historiadores
coinci-den en que las
rela-ciones de
trabajo en esta
regin fueron ms
benignas y menos
duras que aquellas
que se dieron en
torno a las minas.
113
Siguiendo a
Hinderer,
podemos suponer
entonces que el
trabajo en general
ya que falt la
presin externa- se
efectu con ms
motivacin
intrnseca y por
ende con ms
satisfaccin.
El trabajo, desde
la perspectiva del
cruceo, tambin
tiene que ser una
actividad ms de
disfrute, y si no lo
es, cuesta mucho
adecuarse.
De ah que la
caracterstica de
flojo que en
muchos casos se
atribuye al cruceo,
es un juicio de valor
en base a referentes
externos.
114
entre otras cosas porque el trabajo no se incorpora como parte de la identidad de las
personas (no est orgulloso de lo que hace), afectando su bienestar psicosocial.
En el caso de los sectores populares, stos se enfrentan adems a otros tipos de
dificultades. Las jornadas laborales son muy largas, en muchos casos, de ms de 9
horas, lo cual influye sobre el rendimiento y tambin sobre el equilibrio emocional de
las personas; el empleo es precario: la ganancia es insuficiente, sin seguridad social,
de baja calificacin y bajas posibilidades de aprendizaje y superacin. En el comercio
informal, que tiene una poblacin femenina importante, las jornadas de trabajo
pueden llegar hasta 14 horas, empezando en la madrugada, hasta cada la noche. Los
nios se cran alrededor de los puestos de trabajo, con los riesgos en salud y
seguridad que esto conlleva.
En los sectores con menores posibilidades econmicas, la dificultad de generar
ingresos es un poderoso elemento estresor. En el caso de los migrantes del interior del
pas, se suman los choques culturales que significan estar en un lugar muy distinto al
de su origen. Perciben la hostilidad hacia el ejercicio de su trabajo, no slo de parte
de los cruceos, sino tambin de la competencia laboral, como por ejemplo, en el
caso de los gremiales, o vendedores ambulantes: Tengo miedo noms ambular, por
ah la gente en la calle tambin trata, levantte, and, no estn dejando vender168.
El desempleo es una situacin ms grave an, el Elay Santa Cruz lo define como
la principal fuente de sufrimiento humano y desmembramiento del tejido social en
las sociedades urbanas169. En los casos del subempleo y del desempleo, para hacer
frente a la frustracin, las personas apelan a distintas formas de evasin, buscando
una tregua con la realidad a travs del alcohol o drogas, y apelando a los mitos de
salvacin: mensajes de religiones o sectas, perspectivas de abrupto xito econmico
en el juego o la delincuencia170.
Otro de los elementos asociados al trabajo, que acta como estresor, es la cantidad de
tiempo dedicado al transporte hacia los lugares de trabajo171. Este es un tiempo de
poca calidad, que se resta al que debera destinarse al descanso, a la familia, a reponer
energas. Por lo tanto, no aporta a la salud, ni fsica ni psicolgica de las personas.
El gnero influye en el acceso y la calidad del trabajo y esto en Santa Cruz de la
Sierra tiene sus particularidades. Siendo una sociedad que est an muy fuertemente
anclada a los roles tradicionales de gnero, vemos que muchas mujeres apelan a un
recurso muy femenino, como es la belleza. El modelaje y los reinados se convierten
en una oportunidad de ascenso econmico y social de muchas jvenes en relacin a
sus familias de origen, pues no se necesita hacer mayor inversin en capacitacin, no
hay que tener mucha formacin o bagaje cultural, los resultados son ms o menos
Op. cit. PLOT. Entrevistas del captulo de anlisis psicosocial. El comercio ambulante es ejercido
principalmente por migrantes del occidente del pas. Como se ha descrito en prrafos anteriores, las cruceas
tendan a vender puerta a puerta. Es una diferencia cultural importante, que produce roces entre ambos grupos.
169
Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra. Elay Santa Cruz. 1995. P. 53.
170
Elay Santa Cruz. Op. cit. P. 53.
171
Op. cit. Plan de Ordenamiento Territorial; op. cit. Elay Santa Cruz.
168
115
116
El modelaje y los
reinados se
convierten en una
oportunidad de
ascenso econmico y
social de muchas
jvenes en relacin a
sus familias de
origen.
El trabajo es un
elemento que tiene la
potencialidad de
otorgar dignidad e
identidad a las
personas, su valor
no se limita al
sustento material
que brinda.
El contar con un
trabajo digno brinda
la sensacin de
seguridad, permite
prever y planificar el
futuro, otorga la
sensacin de control
sobre la propia vida,
factores elementales
de bienestar
psicosocial.
174
117
118
En los sectores
populares, se daban
los llamados buris.
Dicha fiesta contaba
tambin con la
presencia de jvenes
varones de familias
pudientes, lo que
nos muestra que las
clases sociales no
estaban tan
distanciadas.
El mirar desde
afuera los eventos
sociales de los
grupos ms
pudientes, con
licencia para opinar
y desacreditar a sus
protagonistas, pudo
haber funcionado
como una catarsis de
las desigualdades
sociales.
Aunque el cruceo
ha sido definido
como individualista
en los temas de
inters comn, o
desde el punto de
vista de la
participacin
comunitaria, es al
mismo tiempo,
profundamente
gregario.
119
184
185
120
Hoy, la dinmica
social de la Santa
Cruz tradicional se
conserva sobre todo
en los barrios
populares.
186
121
Los espacios
pblicos tampoco
favorecen el
encuentro, lo que
podra aportar a
recomponer el
tejido social, pues
son de mala
calidad y
peligrosos.
(cultura) es lo que
le permite al hombre
dar una respuesta a
los problemas de
produc-cin,
distribucin,
organizacin social,
comunicacin,
consumo colectivo e
individual y le da el
soporte para su
memoria colectiva y
sus mitos.
4.1. EL CARNAVAL
El carnaval es definido como la fiesta grande de los cruceos, en la que gran parte
de la poblacin participa y a la que se incorpora tambin a los visitantes. DOrbigny
describe as una escena del carnaval, en el ao 1830: El carnaval es en Santa Cruz
ms o menos igual que en otras partes de Amrica. () provistos de polvos de
diversos colores, comienzan una lucha encarnizada con las damas, para colorearles el
rostro. Pronto se ve correr a las mujeres despeinadas, con las ropas en desorden, la
cara pintada de diversos colores, atacar o defenderse de los ataques, riendo, gritando,
o arrojando pequeos limones a la cabeza de los hombres. Esas diversiones duran
todo el da187.
De acuerdo a Alcides Parejas, a mediados del siglo pasado, se trataba de un carnaval
pequeo, para una ciudad pequea, con un fuerte carcter elitista188. A travs del
tiempo, esta festividad se fue popularizando, como lo muestra una publicacin de
1962: la muchachada de la clase humilde recorre tambin las calles con su
msica tpica, dando as la impresin de que el carnaval del presente ao sacudir la
sensibilidad de los ciudadanos de todas las clases sociales189.
El carnaval no es una fiesta de un da, es una celebracin que dura varios das y tiene
distintos episodios, con algunos elementos en comn. El da del corso, los grupos de
comparsas, compuestos hasta hace poco exclusivamente de varones, salan a saltar
junto a su reina. Las comparsas iban haciendo un recorrido que inclua la plaza
principal, exhibindose ante los espectadores, familias de distintos niveles sociales
que se aglomeraban para ver pasar el corso y a las reinas en sus carros. Luego,
DOrbigny, Alcides. Op. cit. P. 1113.
Parejas, Alcides. El carnaval cruceo a travs del tiempo. Ed. La Hoguera. Santa Cruz de la Sierra, 1999. P.
29. Tesis de ingreso como Acadmico de Nmero a la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia. La solemne
ceremonia se realiz en la ciudad de La Paz el 26 de febrero de 1999.
189
Op. cit. Parejas, Alcides. P. 30. Extractado del diario El Progreso, del 2 de marzo de 1962.
187
188
122
durante los tres das de festejo, la costumbre llevaba a los cruceos al centro de la
ciudad (que concentraba las actividades de la vida urbana), das en los que tronaban
las bandas, se utilizaba el agua y pintura para mojar y pintar a los otros, se bailaba y
se beba, muchas veces en exceso. Como una actividad paralela, aunque no menos
importante, estaban las once noches de mascaritas, en las que las mujeres vestan una
capucha en las fiestas masculinas. De una actividad ldica y hasta picaresca, ha ido
degenerando con el tiempo, hasta llegar hoy al comercio sexual sin mayores
disimulos.
Hasta hace algunos aos, el carnaval se mantena como una fiesta espontnea, donde
las reuniones y bailes se daban con un contacto directo entre las personas y lo
importante era el intercambio con amigos. A medida que la ciudad ha ido creciendo y
volvindose ms heterognea y compleja, tambin el carnaval se ha modificado, sin
encontrar an una definicin,190 como se explicar en los siguientes prrafos.
Los elementos compartidos entre las formas de expresin del carnaval (corso,
mascaritas, reuniones en el centro, reinas), muestran algunas caractersticas en
comn, como son el marcado machismo, pues las comparsas son masculinas, y la
mujer se covierte en un objeto de adorno para satisfacer el ego masculino191; la
exhibicin, ya que en el corso los participantes desfilan frente al pblico; la
espontaneidad, puesto que no hay normativas rgidas ni objetivos pre-establecidos,
ms all del disfrute con los amigos.
Estos elementos que han sido identificados como parte de la esencia del carnaval
cruceo192, se ven puestos a prueba frente a propuestas nuevas que son a su vez
reflejo de cambios en la sociedad: hoy, existen agrupaciones carnavaleras femeninas,
que participan del corso y de los das de mojazn. Adems, se han ido
incorporando los ballets folklricos, que presentan un espectculo visualmente
atractivo y de mayor preparacin que el slo desfile de las comparsas con sus
tradicionales casacas. El corso tambin ha ido incorporando agrupaciones culturales
de origen externo. Tal es el caso de los caporales, de la zona andina de Bolivia, entre
otros. Esto puede tomarse como una muestra ms de la apertura de la sociedad
crucea, pero tambin de su vulnerabilidad si es que no se trabaja en la identidad
local.
El corso se debate
hoy entre seguir la
tradicin de ser un
encuentro de
amigos, o presentar un espectculo
que podra incluso
constituirse en un
atractivo turstico.
123
La inseguridad, los
muros y la
exclusividad, se
hacen presentes,
yendo en contra de
124
El aislamiento
cruceo, ya descrito
en captulos anteriores, contribuy a
consolidar una
identidad local
propia, con muy
poca influencia
externa.
La vida, las costumbres, los valores, las formas de ser de los cruceos, se fueron
forjando sin tener que justificarse, explicarse o defenderse frente a un otro externo.
La cultura crucea no se cuestionaba sobre s misma o sobre su devenir. Son algunos
escritores cruceos, quienes retornados del exterior, hablaban sobre la cultura crucea
o sobre Santa Cruz, de manera idlica y, en algunos casos, bastante indulgente193.
Cundo y por qu es que comienza la preocupacin por la identidad crucea, por sus
caractersticas y por el llamado avasallamiento? Hermann Fernndez194 ubica esta
preocupacin a inicios de los aos 80, como resultado de dcadas de sostenida
inmigracin y de la apertura al resto del mundo. En poco tiempo, la identidad
crucea se ha visto sometida a estmulos e influencias crecientes, lo que la ha
obligado a preguntarse sobre s misma.
La conciencia de la propia identidad, es una necesidad humana fundamental, tan
indispensable como comer o dormir. Es necesario conocernos y reconocernos
honestamente, como propone Fernndez195, sin mentirnos, ni idealizarnos.
Sin embargo, el momento particular que vivimos, entre la sensacin de
avasallamiento y las reivindicaciones regionales, ha detenido la posibilidad de un
debate y un anlisis franco sobre el ser cruceo. Las crticas o autocrticas son vistas
como ataques, como traiciones, y no como posibilidades de reflexin.
Dado que compartimos la visin de Castells196, que afirma que la identidad es una
construccin social, y que sta siempre tiene lugar en un contexto marcado por las
relaciones de poder, entendemos que la identidad no es neutra: Quin construye la
identidad colectiva y para qu, determina en buena medida su contenido simblico y
su sentido para quienes se identifican con ella o se colocan fuera de ella197. Cabe
entonces preguntarse a quin le es funcional esta identidad idealizada y a veces hasta
estereotipada del cruceo, para la cual tenemos slo virtudes (emprendedores,
hospitalarios, alegres) y los defectos y problemas seran trados por quienes llegaron a
estas tierras (principalmente del occidente del pas).
El instrumento que termina de cerrar las filas a las posibilidades de reflexin crtica
son los medios masivos de comunicacin (entre ellos, el que mayor influencia ejerce
es la televisin), quienes, por un lado, refuerzan los estereotipos del ser cruceo y por
el otro nos bombardean con sus presentadores con acento argentino, su msica
caribea, sus pelculas americanas, sus telenovelas brasileras, constituyndose en
poderosos factores de alienacin.
125
Las crticas o
autocrticas son
vistas como ataques,
como traiciones, y
no como
posibilidades de
reflexin.
Los medios de comunicacin juegan as, un papel doble: por un lado, promueven
todos estos modelos y valores extranjerizantes, y por otro lado, detienen cualquier
reflexin crtica acerca de lo cruceo que se salga de los moldes establecidos.
Otro de los elementos de alienacin es el nfasis en el consumismo, en relacin al
cual los medios de comunicacin se constituyen en aliados fundamentales. Como
ejemplo de ello, es notable la manera en que durante los ltimos aos, los programas
de venta por televisin se han incrementado. Los rasgos frvolos del cruceo lo hacen
vulnerable, de acuerdo a Hermann Fernndez, a la ambicin de un comercio vido
que los estimula sin reparo: Esa pizca de frivolidad, seguramente natural, que da
cierto encanto a la mujer y al hombre cruceos ha sido llevada demasiado lejos en los
ltimos tiempos por razones econmicas198. Esto sucede justamente cuando no hay
reflexin crtica acerca de nuestra identidad. En lugar de preguntarnos cmo somos,
cmo queremos ser, y qu acciones emprender y cules disuadir para ser lo que
queremos, nos dejamos llevar sin ninguna resistencia, para lamentarnos despus.
En lugar de
preguntarnos cmo
somos, cmo
queremos ser, y qu
acciones emprender
y cules disuadir
para ser lo que
queremos, nos
dejamos llevar sin
ninguna resistencia,
para lamentarnos
despus.
126
mgico de las cosas y proverbialmente apegado a la tierra, a las labores del campo, al
ganado, a los caballos, a los rboles, a la siembra y la cosecha; por eso mismo est
todava notoriamente ligado a los fenmenos naturales, como lluvias y sequas, viento
norte y sur. El nuestro es un pueblo en quien el mito potico debe de ser muy grande;
slo que inexplorado y sin desarrollar200.
4.3. PRODUCCIN INTELECTUAL
Mucho se ha dicho acerca de la frivolidad y la poca lectura de los cruceos; y,
derivando de esas actitudes, acerca de la poca produccin intelectual de nuestra
regin. Al margen de estas aseveraciones un tanto estereotipadas, lo que queremos
ver es qu orgenes tienen y por qu seran negativas para nosotros como sociedad, es
decir, de qu manera nos afectan y con qu fortalezas contamos para compensar esta
debilidad.
Como se ha mencionado en puntos anteriores de este captulo, Santa Cruz de la Sierra
es el resultado de la combinacin de un cierto modo de ser de sus habitantes, asociado
a unas particulares condiciones de vida, como ser, la distancia y aislamiento de otros
centros poblados, durante un largo perodo de su historia, lo que la hizo una sociedad
bastante compacta, con escasa influencia externa. El elemento central de la vida
cotidiana era principalmente el intercambio con los otros, ms que las discusiones
polticas, filosficas o literarias, alejadas de su realidad material.
En este sentido, afirmaba DOrbigny en 1830: Creo que existen pocos lugares en
que la vida transcurra con placidez mayor que en Santa Cruz. Se trabaja poco. Visitas
y fiestas son las ocupaciones principales. No tienen, como en Europa, diarios
numerosos y una poltica general que se guste seguir; la literatura se conoce poco.
() Los hombres leen poco; las mujeres, nada, y su casa, junto a los deberes sociales,
bastan para ocuparlas201.
Esta caracterstica, en la que coinciden varios autores, es analizada tambin por H.
Fernndez, que dice: Santa Cruz padece de una penosa falta de pensamiento
(pensamiento hecho pblico, naturalmente). Hay entre nosotros poca crtica, poco
pensamiento creador (excepcin hecha de las muchas formas encontradas y hasta
perfeccionadas de servicios y negocios); seguramente ninguna ciencia y muy poca
investigacin seria. Ya tendramos que haber producido hace rato un matemtico, un
filsofo, un fsico terico (). Algo malo debe estar pasando con nuestra sociedad
que no ha sido capaz de producir un flujo adecuado de pensamiento serio202.
No se trata de hacer aqu un juicio de valor de un rasgo que est profundamente
vinculado a los 400 aos de aislamiento y que, incluso, desde cierto punto de vista,
puede tener su atractivo: Su poca tendencia a buscar la razn profunda de los
hechos; su gusto por la limpieza y los olores agradables, la buena estampa y la ropa
Fernndez, Hermann. Op. cit. P. 149.
DOrbigny, Alcides. Op. cit. P. 1131.
202
Fernndez, Hermann. Op. cit. P. 47.
200
201
127
Debemos
reconocer que ha
sido la tendencia
al pragmatismo y a
la accin antes que
a la elucubracin
intelectual, lo que
contribuy al
desarrollo
econmico en esta
regin.
bonita; su aficin por el baile y por la msica ligera, cierto enfatuamiento machista,
etc., son slo formas adoptadas por la frivolidad del cruceo, que le confieren, hay
que reconocer, un atractivo innegable en estas latitudes203.
Por otro lado, debemos reconocer que ha sido la tendencia al pragmatismo y a la
accin antes que a la elucubracin intelectual, lo que contribuy al desarrollo
econmico en esta regin, pues fueron los hombres de accin los que emprendieron
los caminos del cultivo, la ganadera y posteriormente, iniciativas empresariales de
riesgo e innovacin. Estas caractersticas, sumadas a la apertura que hay hacia las
novedades y la tecnologa, fueron (y son an) pilares del crecimiento econmico
cruceo. Adems, esta forma pragmtica de aproximacin a la realidad se combin
exitosamente con el paradigma de la modernidad.
Como hiptesis, podemos adems agregar que fue justamente el aislamiento el que de
alguna manera nos preserv de perder totalmente la identidad local, permitindonos
conservar algunos de los rasgos tradicionales, frente a la apertura actual de la
sociedad204.
Pero entonces, cul es el problema de estos rasgos cruceos, si somos el motor del
desarrollo nacional?
Pues que el desarrollo del pensamiento es una condicin bsica para sostener la
identidad local, elemento central de un desarrollo autnticamente centrado en las
personas y fundamental para el bienestar psicosocial, pues el saber quines somos nos
ubica en el mundo.
La reflexin, la crtica, la investigacin y el trabajo intelectual, permiten desarrollar
una identidad con la personalidad suficiente para resistir los embates de la influencia
cultural externa, en una sociedad abierta e ingenua como la nuestra. Cuando
hablamos de influencia externa no nos referimos solamente a las diversas culturas
coexistentes, sino tambin a un sistema econmico que impone el capital por sobre
costumbres, valores, rasgos, etc. Por lo tanto, El riesgo de esta manera de ser, es que
poco a poco quede atrapada por el consumismo y alienacin que propugna la
sociedad mercantil de masas205.
Mara Victoria Ric Biraben, columnista de El Nuevo Da, dice al respecto: Las
mismas caractersticas que nos hacen ms fuertes, ms amantes de nuestra regin,
dndonos un motivo para trabajar por ella, lo que a la larga se traduce en fuerza
econmica y productiva, es tambin lo que nos frena como sociedad206.
Fernndez, Hermann. Op. cit. P. 103.
Esta aparente contradiccin entre la apertura a la innovacin tecnolgica, pero poca permeabilidad hacia
nuevas formas de pensamiento, se explica porque en el primer caso, se est acorde al carcter prctico del
cruceo, y vinculado concretamente a resultados tangibles, ms o menos inmediatos.
205
Los Cruceos y la Cultura. Op. cit. P. 248. Naturalmente, no es slo la produccin intelectual la que garantiza
una identidad local slida, pero la consideramos como un elemento central e indispensable.
206
El Nuevo Da. 2004. La autora dice: Pero me parece que ms importante que la cantidad, es una caracterstica
propia de la identidad del cruceo, que evita que nuestra intelectualidad se fortalezca y sea la generadora de ideas
y de lderes. La caracterstica a la que me refiero es una repulsin por el abstracto () Nosotros los cruceos
203
204
128
El desarrollo del
pensamiento es
una condicin
bsica para sostener la identidad
local, elemento
central de un
desarrollo
autnticamente
centrado en las
personas y
fundamental para
el bienestar
psicosocial.
Lo que se hace evidente, entonces, es que las condiciones de vida en la ciudad han
cambiado sustancialmente, nos encontramos en un momento de inflexin, como se ha
visto en distintos puntos de este trabajo, y frente a una realidad compleja. Esto nos
obliga a la reflexin, nos exige capacidades y respuestas distintas a las de otras
pocas en que se haca imperativa la resolucin prctica de los problemas.
Pero entonces, cabe preguntarse es este pragmatismo una caracterstica inamovible,
una imposibilidad de pensar en abstracto?
Consideramos que si bien a nivel general, hay cierta dificultad en el tipo de
razonamiento lineal basado en sistemas cartesianos europeos, lo que deriva en un
anlisis de los hechos bastante prctico y siempre cercano a lo concreto, las
caractersticas del cruceo han demostrado otras grandes fortalezas (adems de las
descritas como capacidad de emprendimiento, de riesgo, de trabajo). Hoy en da,
frente a los nuevos desafos que presenta una realidad por dems compleja y
heterognea (no slo en Santa Cruz de la Sierra, sino en el mundo en general), se
valora la creatividad, la intuicin, la inteligencia emocional, la facilidad de relaciones
interpersonales, la flexibilidad, rasgos ms cercanos a las formas del ser cruceo y
evitamos en cualquier conversacin las ideas y la argumentacin con tintes filosficos. No somos capaces de
mantener la conversacin en abstracto, para despus llegar a una tesis que pueda ser traducida en propuestas
prcticas.
207
Elay Santa Cruz. Op. cit. P. 204.
208
En este sentido, afirma Garca Linera: Los sectores sociales ms activos de Santa Cruz no han podido
construir an un liderazgo nacional. An no cuentan con una masa crtica intelectual capaz de marcar el debate
poltico y la inclinacin de la opinin pblica nacional () Hacer que quien lleve adelante esta forma de
articulacin poltica de la sociedad sean las lites poltico-culturales de Santa Cruz, es uno de los retos donde se
pondr a prueba su capacidad de producir hegemona poltica, esto es, liderazgo moral e intelectual sobre el resto
del pas. Garca Linera, lvaro. Cmo se construye una hegemona? En: Le monde diplomatique / El Dipl /
Marzo 2004. P. 5.
129
Las condiciones de
vida en la ciudad
han cambiado
sustancialmente, nos
encontramos en un
momento de
inflexin () y
frente a una realidad
compleja. Esto nos
obliga a la reflexin,
nos exige
capacidades y
respuestas distintas
a las de otras pocas
en que se haca
imperativa la
resolucin prctica
de los problemas.
que le han permitido emprender con xito desafos en el mundo actual, explicando de
alguna manera, los buenos resultados del empresariado local.
Por otro lado, encontramos tambin potencialidades cruceas en expresin artstica,
dado que se trata de una poblacin que tiene sensibilidad para lo esttico, lo sensitivo,
el color, el movimiento. Estas potencialidades se expresan en el baile, la msica, el
teatro, expresiones en las que pueden encontrarse las capacidades de creacin y de
propuesta. Esto se constituyen en un capital valiossimo, y puede convertirse en un
lenguaje crtico y propositivo, siendo adems, ms cercano a la forma de ser crucea.
Es decir que, las capacidades de abstraccin y anlisis pueden encontrar ms de una
va que la cientfica positivista, en la que la curiosidad, la capacidad de aprender y los
talentos cruceos sean explotados de mejor manera. Y esto, sin duda, se convierte en
un soporte fundamental de la identidad y la cultura locales, y es uno de los pilares del
desarrollo, pues la cultura permite al ciudadano salir de la pobreza, al darle las
herramientas para sentir y entender la sociedad en que vive, desarrollar su capacidad
creativa e inventar sus propias respuestas209.
4.4. CONCLUSIONES PARCIALES
Santa Cruz de la Sierra contiene an muchos elementos culturales e identitarios de la
ciudad tradicional, que se mantienen frente a la ciudad cosmopolita y globalizada
actual. Las expresiones culturales como el carnaval, con su corso carnavalero,
sintetizan estas dos caras de la realidad. Sin embargo, cada vez son mayores las
fuentes de alienacin sobre la cultura local, transmitidos principalmente a travs de
los medios de comunicacin y originados en intereses econmicos, sin que se perciba
alguna forma de resistencia.
El nfasis del desarrollo cruceo en el pragmatismo y la accin, en desmedro del
pensamiento humanista, nos coloca hoy en una posicin de vulnerabilidad frente a las
influencias alienantes. Este vaco, que se expresa en nuestra debilidad para producir
pensamiento, nos dificulta tambin la elaboracin de un proyecto regional, que se est
articulando ms bien, en torno a los grupos de poder econmico.
5. BIENESTAR PSICOSOCIAL
El bienestar psicosocial se entiende como un proceso, y nos habla de la capacidad de
las personas (o grupos sociales) de percibir el ambiente social y a s mismos, as
como actuar para promover cambios de forma sensible y consecuente. Todo esto
implica que personas y grupos sociales dispongan de lazos emocionales profundos,
que permiten desarrollar tolerancia a la frustracin y a la ambigedad, que ayudan a
soportar situaciones y relaciones contradictorias a largo plazo, esforzndose por su
superacin constructiva210.
CEDURE. Consultora para la Casa de la Cultura. Santa Cruz de la Sierra. 2002.
San Martn, Hernn. La salud psicosocial: su conceptualizacin en la realidad social de Amrica Latina.
artculo que se encuentra en Horacio Riquelme (ed.) (1990). Buscando Amrica Latina. Editorial Nueva
Sociedad, Caracas. P. 124. Si bien el autor habla de salud psicosocial, preferimos referirnos a bienestar
psicosocial, para evitar la terminologa mdica.
209
210
130
Entenderemos el
bienestar psicosocial
como el resultado de
una interaccin
social equilibrada y
de condiciones de
vida que permiten la
satisfaccin de
necesidades.
131
El primer gran
estresor en la Santa
Cruz actual, es la
sensacin subjetiva
de vulnerabilidad.
Otro claro factor de estrs es el desorden de la ciudad. No hay acuerdo en cuanto a las
normas de convivencia, la percepcin es que quien tenga la fuerza, tendr la razn:
las personas se estacionan donde quieren, se pasan en luz roja, el comercio informal
invade lugares de paso, los letreros obstaculizan el trnsito, las vallas fuera de norma
distraen y sobre-estimulan, y un largo etctera. La contaminacin visual y auditiva
gana cada vez ms espacios en la ciudad.
La sensacin que queda es que el espacio pblico (calles, aceras, plazuelas) se rige
bajo leyes darwinianas: sobrevive el ms fuerte. La ciudad no est pensada para los
nios, los peatones, los ancianos o los minusvlidos. La sensacin de control, de
certidumbre y predictibilidad, se pierden, generando estrs, principalmente en los
grupos ms vulnerables.
En la vida de una ciudad, en la que se concentran todos estos factores de estrs, el
elemento urbano con la mayor capacidad de restablecer el bienestar emocional de las
personas, es el rea verde. sta se constituye en un factor de equilibrio bio-psicosocial216. Al existir un espacio verde, la vista se relaja, no debe procesar smbolos,
214
215
216
132
En la vida de una
ciudad, en la que se
concentran todos
estos factores de
estrs, el elemento
urbano con la mayor
capacidad de
restablecer el
bienestar emocional
de las personas, es el
rea verde. sta se
constituye en un
factor de equilibrio
bio-psico-social.
como lo hace cuando ve una publicidad. Cuando las personas se sientan al centro de
una plaza, la vegetacin de su alrededor filtra el ruido de las movilidades, generando
un nivel menor de contaminacin auditiva. La vegetacin funciona como pulmn de
la ciudad, pues purifica el aire. Hay la posibilidad de encuentro con otros, de
refrescarse con alguna bebida. Un rea verde debidamente equipada y mantenida, en
la que la convivencia urbana es humana y agradable, se constituye en un
revitalizador de las personas en medio de una jornada exigente.
El contar con espacios disponibles para la recreacin y el empleo creativo del ocio,
del tiempo libre, de encuentros sociales espontneos, tiene una indudable influencia
positiva sobre la salud fsica y mental de una poblacin.
Adems, las reas verdes son los espacios privilegiados para el contacto humano,
para hacer de la ciudad un lugar de encuentro y no slo de paso, para tejer lazos
sociales que son fundamentales para satisfacer las necesidades de afecto y proteccin:
La vida social en la calle ofrece mltiples aspectos positivos, pues se asocia con
relaciones sociales ms clidas, una experiencia de disfrute o descanso de los diversos
estresores urbanos, o posibilita un control informal sobre la marginalidad y el
delito217.
Un espacio pblico est vinculado tambin a la identidad. Quines somos y cul es
nuestra historia, est reflejado en dichos espacios. Los espacios histricos son
creaciones de la arquitectura humana, de gran fuerza simblica. En s, puede decirse
que son slo estructura fsica (la catedral, por ejemplo), pero para las personas son
algo ms: un espacio que refleja contenidos compartidos por una colectividad en un
perodo histrico determinado. Su valor va ms all de sus recursos artsticos: est
relacionado con la capacidad simblica de representar algo.
Este hecho nos muestra la importancia y la necesidad de contar con referentes
histricos que permitan reafirmar la identidad local. En una ciudad nueva, en proceso
de formacin, con un crecimiento poblacional alto, con una importante fragmentacin
social y sometida al bombardeo de estmulos de todo tipo, es urgente poner nfasis en
la conservacin, difusin y promocin de los espacios de contenido histrico, para
aglutinar a los habitantes de la ciudad a partir de un imaginario urbano.
Finalmente, el espacio pblico es un elemento fundamental de equidad, pues el hecho
de que cualquier ciudadano pueda acceder a un espacio digno, cuidado, sin tener que
pagar por l, reduce las desigualdades sociales. A travs del manejo que la ciudad
hace de sus espacios pblicos, se puede conocer los valores y las prioridades
vigentes de una sociedad, puede deducirse en qu lugar sta ubica a sus ciudadanos
de a pi. Por lo tanto, trabajar sobre la calidad del espacio pblico urbano no es slo
una preocupacin esttica y funcional, sino que se constituye en un imperativo tico
que no se puede soslayar.
217
133
Un espacio pblico
est vinculado
tambin a la
identidad. Quines
somos y cul es
nuestra historia, est
reflejado en dichos
espacios.
El espacio pblico
es un elemento
fundamental de
equidad, pues el
hecho de que
cualquier
ciudadano pueda
acceder a un
espacio digno,
cuidado, sin tener
que pagar por l,
reduce las
desigualdades
sociales.
Entendemos la
delincuencia, no
como resultado de
un problema
psicolgico
individual () sino
como producto de
una particular
interaccin entre un
individuo, sus
condiciones sociales
y sus posibilidades
de satisfaccin de
necesidades.
134
Sin embargo, la
inseguridad que
genera estrs en los
ciudadanos, no se
circunscribe
nicamente a la
presencia de la
delincuencia
callejera, sino que
135
La sensacin de vivir
en una sociedad
vertical, en la que se
hace evidente que no
somos todos iguales,
() hace que la gente
ms desamparada
tenga razones para
sentirse vulnerable,
pues ni el Estado la
protege.
arte que valga la pena, escuche msica que valga la pena y disfrute de esta oferta
cultural, no en el sentido de entretenimiento, ese joven difcilmente va a salir a la
esquina a acuchillar a alguien o va a ponerse a robar celulares, yo creo que no () yo
dira que el invertir y el gastar dinero en arte en ese sentido y no en entretenimiento,
es invertir en seguridad ciudadana, es invertir en el futuro del pas218.
La ciudad puede y debe asumir un importante papel en el bienestar psicosocial de sus
habitantes.
5.3. EFECTOS PSICOSOCIALES DE LA POBREZA
Es importante abordar este punto a la luz de los contrastes existentes hoy en la
ciudad, contrastes que no eran tan evidentes ni marcados en la Santa Cruz tradicional,
al menos en trminos de posesin de bienes materiales.
Como se ha descrito en acpites anteriores, la movilidad social era escasa, haba
estabilidad en los roles, las identidades grupales e individuales eran bastante definidas
y aceptadas, por lo que no se generaban presiones para modificarlas. Se puede decir
que las aspiraciones no giraban en torno al ascenso de las personas en la escala social,
al cambio en sus roles o a la posesin de bienes.
Hoy, con la alta inmigracin y el importante crecimiento econmico que ha vivido la
ciudad en los ltimos 30 aos, la sociedad se ha mostrado ms bien bastante
permeable a la movilidad social, lo que ha generado al mismo tiempo, altas
expectativas en las personas, ya sea en quienes son originarios de Santa Cruz como
tambin en quienes llegan de otras zonas del pas. Estas expectativas no siempre
llegan a cumplirse, generando frustracin, o empujando a las personas a conductas
reidas con la tica o la ley, para alcanzar sus aspiraciones.
De esta manera, se inicia una poca en que se hace evidente el desfase entre las
metas y ambiciones socioeconmicas dominantes y las vas legales de las mayoras
para alcanzarlas219.
Santa Cruz no es ahora ms pobre de lo que era antes de 1950, a partir de los datos
econmicos, al contrario: sus exportaciones han aumentado notablemente, as como
el PIB regional, los ndices de pobreza disminuyeron, todo ello de manera sostenida.
Y sin embargo, tenemos muchos ms problemas para alcanzar el bienestar psicosocial
que hace algunos aos. Cmo se explica esto?
Sin querer simplificar la realidad, podemos apelar al concepto de pobreza relativa,
que se refiere a la pobreza en comparacin con otros, as como con el nivel de
aspiraciones220. Es decir, si los contrastes son mayores y las aspiraciones ms
CEDURE. Op. cit. Consultora para la Casa de la Cultura. Entrevista a Roberto Valcrcel, artista plstico.
2002.
219
Hinderer, Hans. Op. cit. P. 304.
220
Gissi Bustos, Jorge. Psicosociologa de la pobreza. En: Cuadernos de Psicologa. N 5. Pontificia Universidad
Catlica de Chile, Facultad de Ciencias Sociales, Escuela de Psicologa. 3 edicin, 1992.
218
136
De esta manera, se
inicia una poca en
que se hace evidente
el desfase entre las
metas y ambiciones
socioeconmicas
dominantes y las
vas legales de las
mayoras para
alcanzarlas.
137
Los efectos
negativos de vivir en
condiciones de
pobreza no se
revierten nicamente
invirtiendo recursos
econmicos y
presentando
oportunidades, sino
tambin trabajando
intensamente sobre
la autoestima de las
personas.
138
hasta bien entrado el siglo XX. Santa Cruz de la Sierra nace mas bien, como ya se
vi, en la lgica de expansin de los conquistadores que acceden desde Asuncin, es
decir desde la cuenca del Plata, y que no encontrando riquezas mineras se dedican a
la actividad agropecuaria, ocupando parcialmente el enorme vaco que hoy es el
departamento de Santa cruz.
Este origen histrico gener un poblador urbano muy caracterstico, distinto al de los
centros administrativos coloniales primero y republicanos despus, por su fuerte
relacin con las actividades agropecuarias y su espritu rebelde, por los continuos
roces con una autoridad lejana, colonial o republicana. Pero esto lo profundizaremos
en el captulo que corresponde a sus rasgos psicosociales.
1.2. CIUDAD ANDARIEGA Y CIUDADANOS SIN CIUDAD.
Las continuas fundaciones y traslaciones de ciudades, que se produjeron entre 1561 y
1620 en los territorios que hoy son el departamento de Santa Cruz, son complejas y
corresponden a otro tipo de anlisis222 . Baste decir que Santa Cruz se funda en 1561
en la zona de San Jos de Chiquitos y a orillas del arroyo Suts. Posteriormente sufre
dos traslaciones ms hasta que sus ciudadanos, exhaustos pero siempre firmes se
trasladan a la ciudad de San Lorenzo del Real, a orillas del ro Pira.
Esta ciudad, que acoge a los cruceos fue fundada por Soliz de Holgun y por Decreto
del Virrey Garca Hurtado, Mrquez de Caete en 1590, primero a orillas del ro
Grande, y luego trasladada a la punta del San Bartolom, a orillas del ro Pira. Es en
1621 que se decreta el traslado de los cruceos a San Lorenzo el real.
Esta ubicacin es muy especial, pues est en el punto de confluencia entre la serrana
pedemontana y la llanura, y en el divorcio de aguas de la cuenca amaznica con la
cuenca del Plata, como puede verse en cualquier mapa de la regin que muestre la
ubicacin de Santa Cruz de la Sierra. (ver mapa de traslaciones en el cap. IV))
Sin embargo, por motivos que se desconocen, desde el ao 1623, en algunos
documentos oficiales la ciudad comenz a llamarse, como Santa Cruz de la Sierra,
primera prueba de la voluntad de existir de estos ciudadanos sin ciudad. Dice a
propsito del tema Isaac Sandoval en su obra ya citada:
Sin duda se trata de una simbiosis en la cual, la ciudad llamada a desaparecer por
mandato del poder central, emerge desde los intersticios de la sociedad civil con una
fuerza arrolladora, venciendo los criterios peyorativos que sobre los cruceos tena
la burocracia colonial al calificarlos de gente inquieta y libre a la que era menester
222
Para este tema, se recomienda la lectura de las obras de Isaac Sandoval, Alcides Parejas y Hernando
Sanabria.
Isaac Sandoval en su obra sostiene que las traslaciones de Santa Cruz en el fondo correspondan a las
contradicciones entre los intereses de la metrpolis colonial que quera un fortn defensivo de los
intereses de Potos y los cruceos que estaban imbuidos del proyecto colonizador de Mojos, liderado
por su fundador, uflo Chvez. este tema est esbozado en la parte histrica
139
Mapa 1
223
Koster Gerrit, Santa Cruz de la Sierra: desarrollo, estructura interna y funciones de una ciudad en
los llanos tropicales Centro Portales, Cochabamba, 1983, pag. 30
140
La pobreza de la ciudad y sus principales caractersticas estn muy bien descritas por
Alcides DOrbingy, Gabriel Ren Moreno y Alfredo Flores, entre otros. A
continuacin algunos de los prrafos ms significativos de algunos de esos autores.
Comenzamos con Dorbigny:
....divide cuadras o manzanas iguales entre si; pero como no se mantuvo la
alineacin con escrupulosidad y los cuadros no se edificaron por completo, se ha
formado una ciudad extendida y de escasa regularidad. Con excepcin de la casa del
jefe de polica, las viviendas solo tienen una planta baja; todas cuentan con galeras
exteriores, destinadas a protegerlas de la lluvia y las paredes son de tierra y
carpintera. Estn mal alineadas y su altura vara mucho; el acceso a algunas se
facilita con gradas. As como en Corrientes, suelen estar cubiertas de troncos o de
palmeras carondai, aunque ya se empieza a construir techos de tejas cocidas. A
medida que se alejan de la plaza, se reducen a cabaitas cubiertas de paja o palmas.
En el centro de la ciudad, las manzanas no se edificaron del todo, constando a
menudo de viviendas esparcidas en el pasto, y la irregularidad aumenta en las
afueras, donde ya no se observa orden alguno de construccin. Los solares, siempre
mas numerosos, se convierten en campos cultivados. En general se tomara a Santa
Cruz por una ciudad provisional y de cualquier modo se trata de la mas campestre
que haya conocido en Amrica.
Las calles estn bastante mal trazadas y carecen de pavimento; las cubre una arena
movediza donde las piernas se hunden hasta la mitad, tanto cuando llueve como en
poca de sequa, a menos que se circule por unos caminitos verdes, irregulares, que
141
serpentean por el csped natural de los baldos o cerca de las casas. La gran plaza,
semejante aun prado natural, ostenta a un lado la catedral, edificio provisorio hecho
de barro, que todos los das se pensaba sustituir por otro digno de su objeto, y el
Cabildo, donde vive el prefecto. Este Cabildo es una casa grande, provista de una
galera de madera, edificada a dos metros sobre el nivel de la plaza. En frente se alza
el colegio, que sirve tambin de seminario. Adems de la catedral, hay dos iglesias:
la Misericordia y la del convento de la Merced. Esta ltima es la mas hermosa de la
ciudad, pero ninguna puede competir en su construccin con las iglesias que poseen
las misiones de Chiquitos y Moxos, que ms tarde he de describir. En Santa Cruz no
hay hospital.
Cada casa cuenta con una o dos puertas y otras tantas ventanas a la calle; casi
siempre abiertas, stas estn provistas de un enrejado de madera y carecen de
vidrios. A la siesta y de noche se cierran por la parte interior unos postigos provistos
de mirillas. Casi todas las casas tienen una sala amueblada con grandes sillones o
sofs de madera, a la moda del siglo XV, rara vez tapizados de cuero; a veces
tambin se cuelga la hamaca en la sala. Es el lugar de las recepciones; la pieza
donde se instalan las damas para platicar con sus miembros de una misma familia.
En Santa Cruz no se conocen muebles rebuscados ni pinturas. En los interiores
resalta la mayor sencillez; nada les ha llegado de las comodidades europeas y
parecera estarse tres siglos atrs. Lejos de sentirme incmodo por el simple moblaje
de las habitaciones cruceas, casi me regocijaba encontrar esa sencillez, pensando
en las transformaciones que sufrirn las virtudes hospitalarias de la poblacin
cuando conozca las mil y una necesidades que el lujo y la molicie introdujeron en
nuestras ciudades. Desde entonces, con innumerables necesidades que ignoran
hasta el presente, su existencia ser menos fcil, sus gastos habrn de
centuplicarse, las diferencias de fortuna se harn sentir y acarrearn rivalidades
tendientes a endurecer sus corazones e inspirarles el fro egosmo que envenena
nuestros centros civilizados.Sern entonces ms felices los cruceos? Lo dudo;
quizs esta sencillez que los nivela y aumenta sus recursos en la medida de todas las
necesidades que no tienen.224
Escribe Alfredo Flores en quietud de pueblo:
Hoy se habla de la tierra de uflo de Chvez como de una tierra de promisin. Es
la faz econmica lo nico que ocupa la pluma de nuestros escritores, en el justo afn
de hacer conocer a nuestro pueblo y de prepararle su entrada al lugar que le
corresponde por su riqueza fabulosa.
Y ellos tienen razn. Santa Cruz es un pueblo rico por excelencia. Algn da el riel
del progreso romper el silencio de su ambiente colonial y har de la tranquila villa
provinciana una ciudad moderna y bulliciosa. Y con esto se habr colmado el anhelo
de todos!
Pero entonces, ya no gozaremos de ese apacible sol de la maana, tan nuestro, tan
claro, tan intenso, porque en las ciudades grandes hasta el brillo del sol parece que
perdiera su pureza; ya no veremos pasar a la hora de la misa a las jovenzuelas,
cubiertas por negros mantones largos, ni a las viejas mascullando su rosario, porque
224
Dorbiny Alcides, viaje por la Amrica meridional III tomopublicado por primera vez en 1831.
142
143
del galn
225
226
144
Si bien desde el siglo XIX los cruceos pedan integrarse al pas y su mercado, como
lo demuestran el famoso Memorndum de 1904 elaborado por la Sociedad de
Estudios histricos y Geogrficos y la difusin del eslogan ferrocarril o nada esta
demanda no fue atendida por la oligarqua minera y los terratenientes andinos,
quedando Santa Cruz aislada, sin infraestructura de comunicacin y por lo tanto sin
mercados para sus productos.
Dibujo 1
casa con galeria exterior
(1)
Dibujo 2
sistema constructivo
145
Dibujo 3
la casona tradicional
146
Esta casa seorial evolucion hacia la casa llamada con horcones de galera es decir
viviendas en las que los pilares de madera, con capiteles o canes son sustituidos por
columnas de ladrillo, las mismas que permiten adems introducir capiteles dricos,
arcos de punto rebajado y molduras de inspiracin neoclsica.
El auge de la goma, con sus arquitectos trados de Europa, produce varios ejemplares
de arquitectura seorial neorrenacentista y francesa que en su mayor parte elimina las
galeras, para lo cual en 1915 se aprueba una ordenanza municipal que prohbe el uso
de las galeras por considerar que son expresin de atraso. La verdad es que las
galeras eran incompatibles con los modelos europeos, hasta que surge la solucin
ideal: La casa en dos plantas, con doble galera, pilares clsicos, arcos rebajados y
cenefas y molduras de origen europeo. Tal es la tipologa de la actual alcalda y el
antiguo Cabildo en la plaza 24 de septiembre, lados Sur y Norte)
147
urbaniza, con madera cortada, muros de adobe y dos aguas con techo de teja. La
galera frontal tiende a desaparecer.
Dibujo 4 : pahuichi o cabaa mestiza crucea
Cada vereda tenia un distinto nivel, con variaciones de hasta un metro, lo cual es
suficiente para desmitificar la teora de que las galeras eran espacios pensados como
espacio pblico para flujo de peatones. En realidad en sus orgenes eran la galera
externa de cada casa, y eso explica la falta de continuidad en sus niveles. El cruceo
de hoy ha heredado ese desconocimiento de la importancia de la vereda, y sigue
construyndolas desniveladas o peor an, no las construye.
149
caera, entre los que se dieron incluso trayendo agua del Pira, cumplieron su poca
en medio de grandes dificultades tcnicas.
Aguas sin contaminacin eran las del ro Pira, en las que uno se baaba tranquilo,
para luego preparar su locrito con las mismas aguas. Luego las riberas, con su
abundante vegetacin, proporcionaban el espacio ideal para la siesta o el amor.
Las aguas subterrneas que se extraan mediante norias, eran contaminadas por los
pozos absorbentes que se construan para las viviendas, pero las densidades de
poblacin eran tan bajas que el proceso natural de purificacin funcionaba
relativamente bien. Adems no existan mas que contaminantes orgnicos.
La flora era apreciada como alimento, medicina, regulador del clima y para uso
decorativo. El esquema urbanstico consolidado y casi sin crecimiento permita su
control en las pocas plazas que existan y en los patios de las casas. Era desconocido
el grave problema actual de los barbechos en los lotes baldos.
Las casas estaban siempre abiertas, pues los robos, atracos y asaltos eran
prcticamente desconocidos. La violencia exista, pero en otros niveles: era
intrafamiliar, poltica, y hacia los sectores dominados.
Eran pocos los focos pblicos de infeccin, pues no recordamos que los mercados
fueran tan sucios como ahora, si bien sin duda no eran prolijos. Quiz el ms
preocupante foco de infeccin estaba constituido por la ausencia de servicios
higinicos aceptables en las viviendas, en las que se usaban precarias letrinas al fondo
del lote o. nada. Muchos recordamos todava la hoja del macoror.
La contaminacin visual era inexistente, pues el comercio, que es su principal
impulsor era muy precario. Tampoco haba la selva de cables que hoy caracteriza el
centro histrico. Todo lo que se vea era armonioso: techos de teja, paredes blancas,
con algunos zcalos de vivos colores, madera, arena, verde de los patios y plazas y el
blanco y el negro del vestuario de los habitantes.
La contaminacin acstica no era vista como algo negativo, porque lo nico que la
produca eran las bandas y tamboritas que tronaban, o las guitarras nocturnas, ambas
manifestaciones artsticas muy amadas por los cruceos, quienes se dirigan hacia el
buri o la fiesta desde donde estaban. Y es que una fiesta con banda no era asunto de
algn desconocido: era una fiesta de todos, ya sea que uno pueda entrar o mirar desde
detrs de las balaustras, pero de todas formas, nadie pensaba en dormir mientras
tronara la banda en el pueblo. Adems, no exista la presin del horario de trabajo
al da siguiente, por lo que si hubo fiesta, al da siguiente se poda dormir ms.
La arquitectura era adecuada al clima y la tecnologa constructiva adecuada al nivel
tecnolgico e industrial de la regin: Casas con patio central, generoso uso de
galeras externas e internas, buenas condiciones generales de ventilacin y control
151
2. LA CIUDAD MODERNA
152
227
153
Nombre que se da las piezas de hormign que conforman el pavimento articulado de las calles,
segn la licencia de la firma Blockret, y que lleg del Brasil.
154
urbana, iii) la nueva arquitectura y el trfico urbano, aspectos todos que en pocos
aos transforman completamente el aspecto del apacible pueblo y iv) obviamente el
comportamiento y los valores de su gente.
2.4. LA SANTA CRUZ MODERNA: NACE LA CIUDAD JARDN
Damos a continuacin algunas de las caractersticas ms importantes de los
planteamientos urbansticos concretados por la modernidad en Santa Cruz:
Vialidad. En pocos aos, Santa Cruz se convierte en una ciudad planificada hasta el
ltimo detalle, llamada la ciudad de los anillos por los cuatro anillos que la
delimitan, en un sistema radioconcntrico de geometra casi perfecta, percibida por
todos. Esas grandes avenidas, con jardines centrales e intersecciones marcadas por
amplias rotondas de corte europeo se convierten en el smbolo de la nueva ciudad. Si
bien el plan prevea tambin calles peatonales en las unidades vecinales, stas no
cuajaban bien con la visin de la modernidad, que priorizaba el nuevo fetiche: el
automvil, por lo que las mismas no fueron construidas. Se construa, con decenas de
aos de retraso, la ciudad para el automvil.
Las unidades vecinales, delimitadas por la red vial principal, con sus calles en lazo
o cul de sac que no atraviesan la Unidad, el equipamiento primario al centro y la
generalizada vivienda unifamiliar aislada con antejardn, que borra de un plumazo la
tapera urbana con galera frontal, junto con el equipamiento terciario que se
introduce en el tercer anillo, entre las unidades vecinales, completan la imagen de la
nueva ciudad jardn, que olvida as sus viejas calles arenosas y sus casas de teja
madera y barro.
Agua potable para todos. Esta fue sin duda una de las mayores aspiraciones del
pueblo cruceo que se concret con las regalas petroleras y el comit de obras
pblicas. En pocos aos, y a pesar del rpido crecimiento demogrfico ms del 90%
de la poblacin contaba con agua potable de primera calidad. La obra, realizada por el
COOPP es luego entregada en 1978 a una cooperativa de servicios, SAGUAPAC
quien fue la encargada de las ampliaciones..
Alcantarillado para pocos. Aunque el programa de alcantarillado cloacal y pluvial
(sistema separado) arranc poco despus con gran empuje, el elevado costo de esta
infraestructura y sobre todo el acelerado crecimiento de la ciudad, hicieron que el
problema del tratamiento de aguas servidas, por el enorme crecimiento demogrfico
en realidad no se resuelva nunca. Hoy sigue siendo un grave dficit y una deuda hacia
la ciudad y sus habitantes.
El drenaje pluvial subterrneo se detuvo en el segundo anillo: ah termina la
modernidad y empieza la realidad del subdesarrollo, y los canales se comienzan a
construirse a cielo abierto, con todos los problemas ambientales que la modernidad
quera superar. Las calles secundarias ya no tienen red de ductos y bocas de tormenta
sino que escurren superficialmente hasta los canales abiertos. La otra ciudad, la que
155
y perspectiva.
157
El Plan Socio Urbano fue un xito, pero el gobierno nacido del golpe de estado de
1971 no ampli el programa. Nunca fue de su agrado, anul algunas expropiaciones
(el rea que hoy es el lujoso barrio de Urbar) y simplemente se limit a administrar y
cerrar rpidamente la experiencia.
2.7. LOS NACIENTES CONFLICTOS
El modernismo destruye la arquitectura tradicional del centro histrico,
proponiendo arrasar las viejas taperas o casonas que se haban convertido en el
smbolo del atraso y la miseria, para poder as ampliar el ancho de las calles para
recibir el creciente flujo vehicular, smbolo de la modernidad. Recin en 1974, en un
importante seminario promovido por el Plan Regulador y el Colegio de Arquitectos
de Santa Cruz se comienza a hablar tmidamente de preservacin del centro
histrico, con sus galeras y sus techos de teja. Sin embargo en la realidad, la gente
segua demoliendo las galeras de madera y teja para sustituirlas por lo menos con
una loza plana de hormign, si no tenia dinero para reponer completamente la
tapera por un edifico multifamiliar de hormign armado.
La acelerada expansin de la mancha urbana, con muy bajas densidades, producto
de una enorme inmigracin confrontada con un mercado de la tierra oligoplico e
inaccesible para la mayor parte de la poblacin, es la seal de que algo no funciona, y
est al origen de los principales problemas urbanos y sobre todo ambientales del
siguiente ciclo, pues origina basurales, largos recorridos vivienda trabajo, elevado
costo de los servicios, e imposibilidad de llegar con los equipamientos, entre otros
males no previstos por el sueo modernista.
2.8. EL COMERCIO INFORMAL LLEGA PARA QUEDARSE
El comercio ambulante y la venta en las aceras era un fenmeno casi inexistente, o
limitado a muy pequeas reas de la ciudad, como el mercado viejo o el barrio
sereb. La masiva migracin genera en primer lugar una poblacin que no encuentra
otro refugio que el comercio callejero. En el caso de los migrantes de origen andino,
esta actitud se refuerza debido a las tradiciones de esos pueblos, de convertir en
mercados los espacios pblicos en determinados das de la semana y el ao, donde se
produce la venta o trueque de sus productos.
Esta modalidad de comercio callejero, por la magnitud y la total falta de control en la
que se desenvuelven comienzan a generar una reaccin negativa de parte de la
poblacin local, sobre todo clases medias y altas, cuya imagen de ciudad no coincide
con esta situacin, como vimos al hablar de los temas psicosociales de la poblacin
crucea.
Los planificadores de la ciudad moderna no preveyeron este fenmeno, y sobre todo
no preveyeron su magnitud. De haberlo hecho, hubieran propuesto un diseo urbano
158
159
160
Partidos polticos que despus de muchos aos toman el control del gobierno
municipal, monopolizando las decisiones y destruyendo la poca
institucionalidad a nivel de los cargos tcnicos. Los partidos polticos, con su
161
162
culturales. Este proceso fue lcidamente percibido por Herman Fernndez230 a quien
citamos en el captulo referido a la identidad.
La globalizacin, conducida por el sistema capitalista mundial produce en Santa Cruz
lo que el capitalismo ha producido siempre en todos los pases dependientes y
atrasados: una marcada polarizacin social, concentracin del ingreso y sobre todo el
crecimiento vertiginoso de la informalidad. O dicho de otra manera, el surgimiento
de una economa popular que, para garantizar la subsistencia de vastos sectores, se
desarrolla con su propia lgica y crece hasta abarcar bastante ms que la mitad de la
poblacin.
3.2. LOS EFECTOS DE LA POSMODERNIDAD Y EL NEOLIBERALISMO
GLOBALIZADOR SOBRE LA GESTION DEL SUELO URBANO
El nuevo curso que sigue el pas tiene un efecto directo sobre las ciudades del eje
central , y sobre todo en las formas de gestin y planificacin, procesos que se venan
dando , como lo hemos visto, en el marco del proyecto de la modernizacin y con
importante participacin del Estado, es decir de los municipios en lo local.
El primer impacto que se transmite desde los niveles nacionales es la crisis del
concepto mismo de planificacin: desaparece el Ministerio de Planificacin as como
las oficinas de planificacin urbana a nivel municipal. En Santa Cruz la planificacin
urbana que era una actividad prestigiada y a cargo de una instancia descentralizada y
con amplia participacin de la sociedad civil, es municipalizada para luego perder
completamente peso e importancia. La liberalizacin y la desregulacin se imponen,
con lo que desaparecen todos los controles sobre las inmobiliarias y en general sobre
el mercado inmobiliario, que acta sin visin alguna de conjunto y sin que se le exija
un respeto por el bien comn, trmino que desaparece de los informes y textos
oficiales.
Los concejos municipales politizados (mejor, partidizados) asumen directamente las
soluciones tcnico urbansticas para la ciudad, sin ningn tipo de filtro o contrapeso
tcnico, cometindose un sinnmero de abusos y destruyendo lo poco que quedaba de
los antiguos planes urbanos.
As pues, la ciudad es entregada a la poltica partidaria (democracia representativa)
y al voraz mercado inmobiliario, (economa libre de mercado) que en conjunto son
los agentes que a partir de entonces hacen ciudad.
La creciente informalidad urbana a la que ya hemos hecho referencia tiene, sin duda,
otra visin de ciudad, otras necesidades y otras urgencias, respecto a las que tienen
las clases medias y las lites. Para lograr concretar su visin, que es bsicamente la
de usar la ciudad como espacio econmico de sobrevivencia, el masivo sector
informal se ala con el poder poltico para lograr esos fines. Es una relacin clientelar
230
163
de votos contra favores en el uso del espacio pblico que produce beneficios para
ambos, pero conflictos para la ciudad.
Los mbitos en los que se d esta alianza de sectores informales con el poder poltico
municipal son: los mercados y el comercio callejero; la ocupacin ilegal de tierras,
sobre todo tierras pblicas, con la aprobacin tcita del poder poltico y el sector de
los transportistas, interesados en mantener los derechos adquiridos sobre las lneas
de transporte pblico.
La desaparicin de la planificacin elimina los controles al mercado inmobiliario,
como ya se dijo, y abre los pactos de los partidos polticos en el poder con los
sectores informales, numricamente importantes. Estos procesos, manejados por los
propios partidos polticos, producen otro efecto altamente negativo: la sustitucin de
los tcnicos planificadores por cuadros polticos del partido, produciendo no slo un
terrible descenso en la calidad tcnica y la eficiencia de los servicios, sino tambin
una corrupcin cada vez menos disimulada: Es el saqueo de la ciudad.
Curiosamente, durante los aos en que suceda todo esto, el silencio de las
instituciones representativas de los sectores profesionales y cvicos fue muy evidente,
y hubo incluso casos conocidos de colusin. No olvidemos que en ultima instancia, el
gobierno municipal maneja un presupuesto que est en torno a los 80 millones de
dlares al ao.
El tema urbano nunca fue asumido como tema del Comit Pro Santa Cruz debido a
que una vez obtenidas las regalas y los servicios pblicos, las lites que controlan esa
institucin pasan ms bien a acentuar la funcin de presentar demandas al gobierno
central, tratando de transmitir la imagen de un frente interno muy homogneo. Eso
explica el silencio del Comit frente a los graves problemas urbanos: no son tema de
reivindicacin frente al gobierno.
Ya se habl de los grandes cambios producidos en el pas a partir de 1993. En 1994
se inaugura la Ley 1551 conocida como Ley de Participacin Popular, que adems de
territorializar los municipios y asignarle recursos en funcin de la poblacin, crea
mecanismos para la participacin de los vecinos en las prioridades y las decisiones de
los gobiernos municipales.
Lamentablemente, y como lo demuestran muchos estudios, entre ellos uno de
CEDURE231 por lo menos en las grandes ciudades, este control social, denominado
Comit de Vigilancia, que se apoya a su vez en las juntas vecinales, fue rpidamente
cooptado por los partidos polticos en el poder y funcion como simple correa de
transmisin del poder. Los miembros de estos Comit ejercieron muy poco control y
ms bien funcionaron como encubridores. La distancia econmica y de capacidades
231
Equipo de CEDURE, conformado por Fernando Prado, Marta Elcuaz, Gabriela Ichazo, Isabella
Prado y Laura Zanini; Estudio sobre juntas vecinales y Comit de vigilancia en Santa Cruz de la
Sierra,CEDURE, Santa Cruz 1997
164
Conin- Lineamientos para el Plan de el Desarrollo Metropolitano, Prefectura del departamento, Santa
Cruz de la Sierra, 1997
165
232
166
Mapa : 2
167
3.3.4. La ciudad
En la ciudad de Santa Cruz, con tasas de crecimiento de ms del 5% al ao, la
idealizada estructura de los anillos estalla en mil pedazos, bajo la presin demogrfica
y el desarrollo de actividades econmicas que en pocos aos convierten a Santa Cruz
en el centro econmico comercial y financiero del pas.
Hoy la ciudad se caracteriza por su extensa periferia pobre, fuera del cuarto anillo y
sobre todo al sur y sudeste; por sus deslumbrantes edificios comerciales y de oficinas
en estilo high tech, deconstructivista o Mexicano sobre las avenidas
principales; sus lujosos edificios de condominios en las mejores zonas, sus malls,
centros comerciales, parques temticos y sus numerosas urbanizaciones cerradas
exclusivas para la clase alta y media alta, construidas por dinmicas empresas
inmobiliarias.
Contrastando con el auge de la arquitectura y urbanismo de las clases pudientes, los
espacios pblicos a cargo de la Alcalda se ven descuidados, sucios y avasallados,
como muestra de un grave declinar de la gestin pblica.
Por ltimo, la planificacin urbana, descentralizada y participativa, que fue en el
pasado orgullo de la ciudad, languideci durante muchos aos en una oscura
reparticin municipal, sin planes y sin iniciativas, observndose recin en el ao 2003
una cierta reactivacin, con la elaboracin del Plan de Ordenamiento Urbano
Territorial (PLOT)
3.4. CARACTERSTICAS DEL TERRITORIO FRENTE A LA GLOBALIZACION
Resulta claro por lo dicho hasta ahora que el territorio, sometido a los impulsos de la
globalizacin es un factor estratgico del Desarrollo Local. Por lo tanto, no se puede
prescindir de una revisin de las caractersticas del territorio que tradicionalmente
constituan las ventajas comparativas en la llamada paradoja de Porter que Daher
plantea as:
La mundializacin tiene como contrapartida la localidad y la competitividad se
crea y se mantiene mediante un proceso altamente localizado por lo que el concepto
de ventajas competitivas puede utilizarse en unidades geogrficas menores233
La paradoja de Porter, segn Daher demuestra que la globalizacin, lejos de
desterritorializar los procesos econmicos, los arraiga localmente, revalorizando la
geografa, la concentracin, la contigidad y los atributos urbanos.
El territorio entonces no es un receptor pasivo ni un mero recipiente, sino un
protagonista del cambio; es l mismo una ventaja competitiva.
233
168
234
Estos elementos han sido elaborados a partir de la obra ya mencionada, Los desafos de la
globalizacin y la competitividad en el rea de Santa Cruz
169
Este verdadero nodo nacional, tiene grandes proyecciones si observamos que en todo
su macroentorno, es decir en la amazona central, existe un marcada ausencia de
reas metropolitanas con ms de un milln de habitantes que puedan competir en su
rea de influencia, y que presenten el mismo dinamismo e infraestructura. De ah que
Santa Cruz, conectado a Santiago, San Pablo y Buenos Aires, comienza a ser un
centro importante para el norte argentino, el Paraguay y el Matto Grosso
brasilero.(ver mapa 7)
Otros proyectos importantes que involucran la localizacin de nuestra rea
metropolitana son el corredor biocenico para conectar el Matto Grosso brasilero
con los puertos del Pacifico, pasando por Santa Cruz y la conexin ferroviaria de
Santa Cruz con la red del resto del pas, inexplicablemente desarticuladas lo que no
permite la conexin ferroviaria entre las dos costas del cono sur. Este pequeo
tramo, de poco ms de 150 Km. es un proyecto para mediano plazo y no posee aun
financiamiento.(ver mapa 4)
Mapa 4 : ciudades tradicionales, zonas mineras, y red de FFCC
170
171
EN
EL
AREA
% del total
60%
64.7%
235
172
No obstante estos auspiciosos proyectos en marcha, debe decirse que la realidad del
mantenimiento de la infraestructura de transportes es dramtica. Si el Servicio
173
174
Por otra parte, una empresa capitalizada236 que perteneci al sector publico,
denominada EGSA Guaracachi genera mas de un milln de Kw. o de energa
termoelctrica a partir del abundante gas de la regin, y se interconecta a la red
nacional. Adicionalmente, una nueva central termoelctrica a gas se ha construido en
Puerto Surez, con lo cual las necesidades de energa barata estn garantizadas para el
rea sudeste del departamento,
Por ltimo, la regin es productora y exportadora de grandes cantidades de gas
natural, actividad econmica tambin capitalizada y que significa no slo recursos
para la regin sino tambin la presencia de empresas petroleras y de servicios que,
como veremos despus, son un agente ms de transformacin del territorio
metropolitano, con edificaciones y complejos empresariales de sofisticada tecnologa.
Lo lamentable es el escaso consumo que el pas mismo hace del gas natural.
Telecomunicaciones
Es otro sector de punta inmerso ya en el proceso de globalizacin. La empresa
nacional ENTEL fue capitalizada por la italiana TELECOM por 600 millones de
dlares, y posea el monopolio de las comunicaciones internacionales hasta el ao
2001. Hoy ese mercado ya est abierto, lo que ha traido nuevas inversiones en el
sector. La oficina central de ENTEL se est trasladando a Santa Cruz, con todo lo que
ello significa para consolidar la imagen de un rea metropolitana, pues las
telecomunicaciones son sin duda la vitrina y el componente ms dinmico de la
globalizacin.
La telefona local, tambin en manos de una cooperativa crucea, busca
capitalizarse y poder cumplir las exigencias de la Superintendencia de
Telecomunicaciones. Eso quiere decir que el rea metropolitana de Santa Cruz tiene
garantizadas buenas telecomunicaciones a corto y largo plazo, elemento esencial
para competir en el mundo de hoy.
Aunque con ndices bajos respecto a los dems pases del Cono Sur, Santa Cruz
presenta un sostenido ritmo de crecimiento de la telefona celular, a cargo de varias
empresas transnacionales, de la venta de computadoras y de las conexiones a Internet.
Las caractersticas de una cultura local abierta al cambio son las que alimentan este
proceso, esencial para ganar competitividad.
3.4.3. Recursos naturales
Junto a la localizacin privilegiada y a la infraestructura, la existencia de abundantes
recursos naturales fue la base del despertar cruceo. Y es que la regin posee bosques
naturales, campos para ganadera, tierra cultivable, petrleo, minerales y recursos
236
Como ya se vio, la capitalizacin de las empresas pblicas fue un programa estatal de ampliacin
del valor de las empresas, aceptando un socio estratgico que invierta un monto equivalente al valor
inicial de la empresa estatal. De esta forma, se obtiene una empresa de el doble de su valor inicial, con
50% de acciones en manos de los bolivianos.
175
hdricos, todos ellos activados a partir de los primeros aos de la dcada de los 60. El
centro de control para la explotacin de todos esos recursos es Santa Cruz de la
Sierra, sede de las empresas productoras o explotadoras, por lo tanto es la ciudad
capital la que se ha beneficiado durante decenios de los excedentes que producan los
recursos naturales.
Sin embargo el carcter extractivo que se le ha dado a esa utilizacin, la escasa
tecnologa y su carcter en algunos casos depredador y selectivo hacen que la
explotacin de los recursos naturales , en esa modalidad, no sea sostenible y
constituya un taln de Aquiles del modelo.
La forma como se explotan los recursos naturales, sobre todo suelos agrcolas sin
rotacin ni rompevientos ni fertilizantes, fauna en riesgo de extincin y recursos
hdricos contaminados,237 puede en poco tiempo debilitar las bases mismas del
desarrollo regional, antes que la misma haya alcanzado una sostenibilidad que le
permita vivir sin recursos naturales, como lo hacen pases como Corea. Slo en el
tema de la explotacin forestal la regin ha avanzado significativamente, contando
hoy con una explotacin certificada.
Sin sostenibilidad en el uso de los recursos naturales de la regin, no tiene tampoco
sentido el discurso de la competitividad, porque se trata de una competitividad
esprea, sin perspectivas, y destinada a agotarse en pocos aos.
3.4.4. Competitividad y recursos humanos. El componente demogrfico
Los datos que hemos presentado en la parte II del presente trabajo nos dan una visin
actualizada de la realidad demogrfica, sin embargo nos interesa mostrar
especficamente el peso que tiene la ciudad comparada con las otras del pas:
(CUADRO 13 ) EVOLUCION DEMOGRAFICA DE LAS CIUDADES
CENSO
LA PAZ
COCHABAMBA SANTA CRUZ
1900
15.874
1950
267.008
74.819
41.461
1976
6.54.713
204.414
254.683
1992
7.13.378 (sin El Alto)
407.825
709.584
2001 censo INE
790.353 (El Alto 646.837 517.026
1.113.582
hab.)
Fuente; Elaboracin propia con datos del INE
Si bien es cierto que en un elevado porcentaje de esa migracin es poblacin de bajos
recursos y escasa educacin, en los ltimos aos y de manera coincidente con los
ajustes estructurales y reformas econmicas, adems de la crisis de las ciudades
andinas, existe otra importante migracin. Se trata de recursos humanos altamente
237
176
capacitados y capitales andinos, que vienen a la zona por considerar que sta presenta
mejores condiciones para la reproduccin del capital, dado el ambiente de mayor
actividad econmica. Analizando el nmero de profesionales en Santa Cruz, vemos
que la cantidad de profesionales andinos es en trminos de porcentaje muy superior al
porcentaje de poblacin migrante, (Censo INE 2001) lo que indica la importancia de
ese aporte .
Pero las reformas a las empresas estatales tambin han significado una importante
presencia de profesionales y ejecutivos que vienen con las empresas capitalizadas, y
muchos de ellos se quedan definitivamente, engrosando el sector de las clases altas.
En ambos casos, hay incremento de cuadros indispensables para los procesos de
modernizacin en acto. Tenemos pues un rea metropolitana con una inmigracin
selectiva como importante factores y gestores de innovacin y futura competitividad.
3.5. LOCALIZACIN Y USOS DEL SUELO: LA NUEVA ORGANIZACIN DEL
ESPACIO URBANO
Existe la conciencia de que el territorio cruceo ha sufrido modificaciones radicales
en los ltimos diez a quince aos. La gente lo expresa diciendo que la ciudad ha
crecido desordenadamente y en forma catica, entendiendo as que la estructura
tradicional de la ciudad ya no existe, sin que la misma haya sido sustituida por un
nuevo orden percibible por sus habitantes.
Del damero espaol a la ciudad de los anillos
El damero consolidado de acuerdo a las Leyes de Indias estuvo vigente hasta los aos
60, poca en la que el primer plan Regulador de la ciudad formula un modelo
radioconcntrico con cuatro anillos, quedando el damero slo dentro del primer
anillo. El resto del espacio urbano se articula en unidades vecinales de corte
anglosajn.
La ciudad de los anillos, como fue llamada, presentaba una fuerte y compacta imagen
urbana circular, con una definicin ntida hasta el cuarto anillo.(ver plano 2)
Ese modelo ideal de ciudad, construido en concepciones racionalistas y
renacimentales, dura hasta fines de los 70, cuando la planificacin meramente fsica
no puede dar respuestas a la creciente complejidad socioeconmica de la ciudad,
cuyo dinamismo y actividad, derivadas de su insercin en la economa nacional e
internacional rompe todos los esquemas formales de la planificacin, inicindose un
proceso de sprawl criollo238 que sigue en acto. (ver plano 4)
Fragmentacin y segregacin
238
El trmino urban sprawl es la expresin en ingls del proceso de dispersin urbana. Literalmente
sera desparrame.
177
La ciudad tradicional era compacta e integrada hasta la dcada de los 50, y as nos la
describen los cronistas239 . Son las empresas petroleras, con capitales externos y
locales, las que comienzan la segregacin social, construyendo algunas unidades
vecinales en forma privada, con servicios completos, que atraen exclusivamente
poblacin de altos ingresos, como los casos de Equipetrol y Urbar.
Inicialmente, estas inversiones se realizan en el marco de los lineamientos del plan, es
decir respetando el ordenamiento de las unidades vecinales y en general del diseo
urbano vigente. Sin embargo, agotados esos espacios, (o valorizadas demasiado esas
tierras) y ante el retraso de la planificacin, comienzan a surgir grandes proyectos de
urbanizaciones privadas y en algunos casos cerradas, alejadas del centro, exclusivas
y que normalmente se organizan en torno a una actividad deportiva o recreativa de
prestigio como un campo de golf, de polo, de deportes nuticos y otros.
Es obvio que por su magnitud y localizacin, estas grandes inversiones, normalmente
con capitales externos y con una demanda tambin en parte externa240, nada tienen
que ver con la estructura urbana tradicional. Estas imprimen su propia lgica de
organizacin y relacionamiento con la ciudad y el territorio, mediante vas expresas y
rompen cualquier residuo de Plan Director que la ciudad podra haber tenido.
De esta forma, la mancha urbana que hace 20 aos no pasaba de las 4.000 has. hoy
llega a ms de 20.000, y las densidades urbanas tambin bajan persistentemente, con
el crecimiento de un rea periurbana o ecotono cada vez ms degradado, fragmentado
y extenso, conformado en gran parte por terrenos de engorde a la espera de mejores
precios, como muestra el plano de la corona periurbana elaborado por el PLOT
Paralelamente a esta oferta de tierras regida por la economa de mercado ms o
menos formal y globalizada, que responde a la demanda de clases medias y altas, y
ante la falta de oferta de tierras para los sectores populares, sobre todo migrantes
recientes, surgen empresas inmobiliarias que ofrecen lotes en urbanizaciones
populares. Estas consisten en extensas parcelaciones en zonas muy alejadas,
previamente agrcolas, casi sin servicios, y que son aprobadas por las oficinas de
planificacin, gracias a que sus propietarios y/o gestores son polticos que controlan
tambin el poder municipal. De esa manera, el populismo encuentra una manera de
cubrir una deficiencia del mercado, con intervenciones que hacen ciudad, sin hacer
inversiones y cargando todos los futuros costos a los municipios.241
239
Ver crnicas y descripciones de Alcide DOrbigny y de Gabriel Ren Moreno, ambas del siglo
pasado, as como las del historiados Hernando Sanabria, de los aos 50.
240
La compra de tierras en Santa Cruz se consideraba un buen negocio por el constante incremento del
precio de la tierra y los bajos impuestos que no castigan su tenencia especulativa .
241
La inversin mas importante que se hace es en publicidad, dirigida a los sectores
migrantes andinos que venden en los mercados, calculndoles las cuotas de amortizacin
por da, que es el dato concreto que ellos manejan, y adquiriendo omnibuses para llevar a
los posibles compradores a ver los lotes y pasear un poco. Tambin los requisitos para la
compra son mnimos, porque los contratos prevn drsticas sanciones a favor de los
vendedores, como la prdida de los aportes en caso de incumplimiento.
178
242
179
180
181
182
183
184
El caos y la destruccin que producen todos estos complejos urbanos, sin relacin
entre s o con la ciudad tradicional es inimaginable, y sin embargo es a partir de estas
intervenciones de donde se debe reinventar el territorio 245 si se quiere influir en la
construccin del futuro.
3.6. EL COMPONENTE AMBIENTAL EN LA DIMENSIN TERRITORIAL
URBANA
La degradacin ambiental producida por el nuevo tipo de expansin ha sido masiva e
incontrolada, afectando topografa, vegetacin, acuferos, paisajes y patrimonio
cultural local. Una regin como Santa Cruz, sin conciencia de los propios valores
ambientales, tpica de las sociedades del sur, no posee las herramientas culturales e
ideolgicas para defenderse de fuerzas tan vidas de territorio, y sucumbe ante la
masiva destruccin. Antiguas quintas, palmares, cafetales, umbrosos bosques, casas
de campo, tradicionales cursos de agua son arrollados por la especulacin y la avidez
244
El trmino artefactos urbanos ha sido tomado de Carlos de Mattos, quien lo utiliza en varios de
sus escritos, entre ellos algunos presentados en la Maestra de Desarrollo Local que CEDURE
desarrolla en Santa Cruz de la Sierra
245
Bervejillo Federico, La reinvencin del territorio: un desafo para ciudadanos y
planificadores, en Repensando y redefiniendo el desarrollo regional en el siglo XXI UNCRD,
Nagoya, pag. 179 - 208
185
Lungo Mario, Economa del Centro Histrico de San Salvador y su incidencia en la competitividad
del rea metropolitana documento obtenido va Internet.
186
vida de los habitantes. Esos espacios son los que dan jerarqua e imagen a una ciudad.
Lamentablemente en el caso de nuestra rea metropolitana, sino que se han perdido
las pocas ya existentes debido a la corrupcin y descuido de las gestiones
municipales. El PLOT(1) ha identificado un sistema ambiental con mas de 20 reas de
valor ambiental.
Podemos sostener que, en general, el patrimonio cultural privado se incrementa
notablemente, con una moderna arquitectura en clubes, oficinas y viviendas,
hermosos jardines y parques en los mismos edificios, pero en todo caso, la
arquitectura y el paisajismo de calidad es de carcter privado., mientras que el
patrimonio pblico y municipal se deteriora y pierde rpidamente. Estamos ante otro
fenmeno tpico de la globalizacin: la privatizacin de la ciudad y el territorio, el
afeamiento de lo pblico y el embellecimiento de lo privado globalizado, pero
para pocos.
3.6.3. La destruccin derivada de la creciente contaminacin ambiental
La vivienda, el comercio y principalmente la actividad industrial estn produciendo
elevados niveles de contaminacin de las aguas el aire y el paisaje. Algunos casos, los
ms importantes:
(1)
Conin ,Plan de Ordenamiento Territorial de Santa Cruz de la Sierra, Gobierno Municipal de Santa
Cruz 2004.
247
Informacin recogida del PLOT, en su captulo referido al medio ambiente.
187
Una fuerte inmigracin tanto de origen pobre como calificada, sigue y seguir
siendo la caracterstica demogrfica del rea metropolitana. Los recursos
humanos son hoy una base importante de desarrollo, si se acompaan con
proyectos serios de capacitacin, investigacin y tecnologa.
188
189
(1)
190
Las nuevas necesidades que plantea la ciudad al iniciar su crecimiento encuentran una
respuesta de la sociedad civil, la cual se organiza sin participacin del Estado, con la
creacin por ejemplo, de cooperativas para construir y prestar todos los servicios
pblicos bsicos.
Tercer resultado: una sociedad polarizada sin mecanismos de redistribucin
Ante el incremento de la riqueza, es el Estado el encargado de velar por su razonable
redistribucin, ms eso no sucede en Santa Cruz, por las caractersticas histricas de
sus elites y sectores populares y por la ya mencionada ineficiencia del Estado.
Tenemos pues como resultado una sociedad de frontera, excluyente y en la que las
distancias econmicas y sociales entre sectores ricos y pobres son muy marcadas y las
acciones de solidaridad son muy escasas. Para entender esto basta ver las diferencias
entre los barrios pobres del sur y las urbanizaciones cerradas que surgen al norte.
Cuarto resultado: Problemas de identidad , pertenencia y cultura
Una afluencia tan masiva de poblacin de distintos origenes y en el arco de tan pocos
aos obviamente genera sentimientos de avasallamiento en la identidad local, y de
falta de sentido de pertenencia en los recin llegados.
Quienes se sienten avasallados tienden a cerrarse a lo que llega, en una actitud
defensiva, mientras que los recin llegados, sin el sentido de pertenencia ven a la
ciudad slo como instrumento econmico y no se identifican con ella y por lo tanto
su aporte a la construccin de la ciudad es inicialmente escaso.
Por otra parte, pasar de un pueblo de cerca de 40.000 habitantes a ciudad de un
milln en una generacin, nos est indicando que su poblacin en su mayora no
posee los conocimientos, las destrezas y los valores que corresponden a un ciudadano
urbano. Estn muy cercanas las races campesinas y provinciales, por lo que el
proceso de formacin ciudadana es muy lento y no tiene apoyo de las instituciones
pblicas.
Sin embargo poco a poco, mediante un complejo proceso social se va construyendo
una sociedad pluricultural, multitnica, urbana y posteriormente cosmopolita,
Quinto resultado: Cosmopolitizacin y ampliacin de lites
La insercin en el mercado internacional est generando una ciudad cosmopolita con
lites que se amplan a sectores migrantes que acumularon o a empresarios y
ejecutivos extranjeros que llegan junto al proceso de globalizacin de la economa.
3.10. LA VISIN ESTRATGICA DE FUTURO
Siempre siguiendo la investigacin de CEDURE(1)
(1)
191
192
CEDURE es un Centro de Estudios Urbanos sin fines de lucro creado en noviembre de 1996,
habiendo desarrollado desde entonces varios proyectos de investigacin para la Universidad de
Toronto, Canad, los Gobiernos Municipales de Santa Cruz y Montero, HABITAT, el SINPA, el PAP,
el PNUD, el CERES de Cochabamba, el Dilogo Nacional, el PIEB y otros. Adems desarrolla una
Maestra en Desarrollo Local y Municipios, en convenio con el CESU de la Universidad de San Simn
y posee la biblioteca especializada en Desarrollo Urbano ms completa de Santa Cruz con cerca de
1.000 ttulos sobre la materia.
193
249
CEDURE, I Foro urbano, Lineamientos estratgicos para el desarrollo urbano, CEDURE, Santa
Cruz, 1999.
194
195
250
196
Somos una ciudad que no est aprovechando sus potencialidades como rea
metropolitana y posible nodo de la red de centros urbanos del Mercosur.
Somos una sociedad sin proyecto colectivo ni metas comunes y con sus
valores cada vez ms borrosos, que no forma ciudadanos y genera exclusin
en vez de ciudadana.
Somos una ciudad mal administrada y endeudada, con autoridades sin ideas,
sin capacidad , sin liderazgo, y sin voluntad poltica, que no ha sabido ni
sabe trabajar con la sociedad civil.
No existe una visin estratgica y de largo plazo que plantee los problemas
de fondo, como por ejemplo, los costos reales de pavimentar una ciudad como
sta y la construccin de otros servicios.
197
198
7. La ciudad vive de una regin productiva con la que mantiene una positiva
relacin de intercambio. Sin embargo, no tiene la capacidad de generar
empleo en la cantidad requerida.
8. Percibimos claramente una tensin entre lo local y lo global, entre una Santa
Cruz moderna, opulenta, exitosa y globalizada, y una Santa Cruz pobre,
informal, popular, excluida y con estrategias de sobrevivencia que la llevan a
romper muchas veces el marco de legalidad formal, que sin embargo se
legitiman en ciertos niveles sociales (loteadores, vendedores ambulantes).
9. Los crecientes problemas urbanos, al bajar la calidad de vida y de servicios, le
estn quitando paulatinamente competitividad a la ciudad.
En lo urbanstico
10. Crecimiento disperso, "a saltos", en "archipilago" en bajas densidades y
guiado por el mercado especulativo de la tierra, todo ello en el marco de un
Plan Director completamente desactualizado.
11. La ciudad se construye incompleta, insegura y sin los necesarios servicios,
equipamientos y espacios pblicos, por falta de los mecanismos adecuados.
12. El paisaje urbano catico, confuso y provisorio refleja el descuido, las
incoherencias de diseo, la desinformacin de los vecinos y la falta de
cumplimiento con las normas de edificacin.
13. Frente al descuido de los espacios pblicos, la ciudad presenta una
arquitectura de buena calidad, hecha sobre todo por privados.
En la infraestructura para los flujos:
14. Aceptable cobertura de agua potable y energa elctrica, pero marcado retraso
en el alcantarillado cloacal y el drenaje pluvial.
15. Mecanismos no sostenibles para la pavimentacin y la construccin de futuras
obras viales a desnivel que requerir la ciudad.
16. Deficiencias en el diseo vial y en la sealizacin, lo que unido a la escasa
gestin del trfico produce problemas de trfico y muertes evitables.
17. Descuido en la infraestructura para la circulacin y la seguridad de peatones y
ciclistas.
18. Conduccin errtica del servicio de recojo y tratamiento de los desechos
slidos.
En la gestin del desarrollo local:
19. La gestin urbana crucea ha sido dbil, con incumplimiento de presupuestos,
mala priorizacin de proyectos, elevados gastos corrientes y costos de
ejecucin, recaudaciones insuficientes, ausencia de carrera funcionaria y falta
de autoridad para hacer cumplir las normas que se emiten.
20. Las gestiones municipales han carecido de visin de futuro y consideraciones
de largo plazo. Tienden a ser cortoplacistas y cosmticas.
199
21. Son gestiones con poca transparencia, escasa participacin de la sociedad civil
y deficiente control social, aunque esa situacin est cambiando con la actual
gestin, que se muestra ms abierta, dialogante y efectiva.
Pero el IV foro presenta tambin un modelo explicativo que tiene por objeto
relacionar las variables mediante varias tcnicas que existen para ello252 que han
permitido escoger los temas centrales y cuya interrelacin define un "Modelo
Explicativo" del problema urbano. Ese Modelo, que coincide en gran parte con los ya
elaborados253 fue definido as:
Santa Cruz de la Sierra es una ciudad de rpido crecimiento debido a su
insercin
en el mercado nacional primero y en los mercados internacionales
posteriormente.
Esta insercin fue posible por polticas nacionales favorables, la cultura local
modernizante y proclive al cambio y a la presencia de recursos naturales que
ofertar a ese mercado.
Sin embargo, ese crecimiento se inserta en una estructura socio econmica
tradicional caracterizada por una antigua ausencia de Estado y por tanto de
polticas de redistribucin de la riqueza y por una ausencia histrica de
Gestin Local,254 por lo cual ese crecimiento se va caracterizando por ser
socialmente inequitativo y territorialmente desordenado e ineficiente.
El sistema econmico generado por las polticas nacionales de insercin en
los mercados externos promueve inversiones con alta intensidad de capital,
muy competitivas pero que generan muy poco empleo formal.
Al lado de una Santa Cruz moderna y globalizada surge as la Santa Cruz
popular e informal que ocupa a la poblacin migrante sobre todo en las
actividades en las que el gran capital no ha entrado todava: los mercados
populares, el transporte pblico y los servicios que no requieren calificacin
,sectores que van adquiriendo poder poltico pero no comparten el mismo
proyecto urbano de los sectores modernizantes.
La fuerte migracin, el insuficiente empleo, la mala distribucin de la
riqueza, los modelos de consumo que los medios de comunicacin
globalizados difunden, imposibles de alcanzar para la mayora y por ltimo el
derroche de las lites generan crisis de identidad cultural en los cruceos
originarios, anomia y prdida de los valores tradicionales y sistemas de
control social que daban cohesin social a la comunidad, generndose as
252
Se ha aplicado la tcnica ZOOP que ayuda a relacionar efectos, causas y problema principal, y el
FODA. No presentamos esos ejercicios para no abultar innecesariamente el texto y dispersar los
resultados, pues se trata de un trabajo que debe ser conciso y prctico.
253
Nos referimos al Modelo explicativo del Informe de Desarrollo Humano (Elay Santa Cruz) de
1995, al Modelo que propone el I Foro Urbano sobre planificacin Estratgica y al Modelo implcito
en los resultados del PDMS.
254
El caso y el accionar del Comit de Obras Pblicas fue un proceso muy corto y excepcional. Lo
permanente es la estructura municipal, que entra en la definicin dada de ausencia de gestin. Las
cooperativas de servicios pblicos entran en una lgica sectorial que no es la del manejo y gestin
global del territorio urbano.
200
201
202
203
204
205
pude crear sentido de comunidad urbana, algo tan importante para una
ciudad nueva en las que los procesos de socializacin son fundamentales.
Una comunidad sin aceras, sin sealizacin, con mobiliario urbano
semidestruido, con malezas por doquier, es una ciudad que evidencia a todas
luces el descuido hacia los espacios pblicos.
Por ltimo, se dijo que la apropiacin de esos espacios pblicos por parte
de la comunidad es la mejor manera de combatir la inseguridad ciudadana,
pues la delincuencia no acta en lugares frecuentados por familias.
C. READECUAR LA CIUDAD AL CAMBIO DE ESCALA PRODUCIDO
Muchas intervenciones destacaron que es importante darse cuenta que la
ciudad ha cambiado de escala, pasando de ciudad intermedia a una compleja
metrpolis inmersa en una naciente rea metropolitana.
Bajo esa ptica, se dijo que el esquema de ciudad centralizada ya no
responde a su dinmica de rea metropolitana en formacin, y que en los
hechos est naciendo una ciudad policntrica o ciudad con nuevas
centralidades, que la planificacin debe acompaar.
Esta readecuacin se refiere tambin a la infraestructura, que no ha
acompaado el crecimiento y sobre todo a la creciente complejidad que va
adquiriendo el conglomerado urbano. Se trata de cambios que se deben
introducir en la infraestructura vial (puentes, intersecciones, autopistas
urbanas, etc) en los drenajes, en el mobiliario urbano, en el transporte
pblico, en la jerarquizacin de redes y sistemas de equipamiento social, en
las polticas habitacionales, en el tratamiento de los espacios pblicos y en la
rezonificacin para que por ej. Incorpore las nuevas centralidades.
D. LA AUSENCIA DE UNA CULTURA URBANA
Se destac en muchas tarjetas que la ciudad son los ciudadanos y no slo su
estructura fsica. El ciudadano y su comportamiento estn al origen de
muchos de los problemas urbanos, se dijo.
Si el habitante no posee la informacin bsica sobre lo que es su ciudad, no
estar en condiciones de ejercer su ciudadana y lo ms probable es que su
comportamiento y sus actitudes van a generar varios de los problemas
urbanos, los cuales por tanto tienen origen cultural, es decir basados en el
comportamiento humano.
Muchos de los problemas ambientales, como quemar basura o hacer ruidos,
los problemas de trfico, como el mal estacionamiento o la falta de respeto
al peatn, la ocupacin desconsiderada de espacios pblicos, son problemas
206
urbanos cuyo origen est en una deficiente cultura urbana, deficiencia que se
debe atacar con campaas de formacin ciudadana.
E. LA DEBILIDAD DE LA GESTION MUNICIPAL
Aunque con menor nfasis respecto a Foros anteriores, los participantes
siguen destacados que en todos los temas urbanos es recurrente la queja por
la debilidad de las acciones municipales, su falta de seguimiento y su escasa
o hasta ausencia en temas que por sus caractersticas requieren de mucha
continuidad de gestin.
La gestin municipal urbano territorial debe poner ms empeo en la defensa
de los espacios pblicos, en el mantenimiento permanente de esos espacios,
en la defensa del peatn, en el control de las construcciones y las
urbanizaciones que violan las normas, y por tanto otros temas en los que se
percibe an la debilidad de la presencia municipal.
4.2. EL PLAN DE ORDENAMIENTO URBANO TERRITORIAL PLOT
Este complejo documento es el esfuerzo mas amplio que se realiza en el campo de la
planificacin desde hace muchos aos. El cuadro que presentamos a continuacin
resume los principales diez temas del diagnstico y en funcin de los mismos seala
los principales objetivos. Es importante hacer notar la influencia que han tenido los
Foros sobre el contenido de este Plan .
4.2.1. El diagnstico y los objetivos.
Presentamos a continuacin un cuadro resumen de diagnstico / objetivos:
LOS 10 POSIBLES OBJETIVOS DERIVADOS DEL DIAGNOSTICO
DIAGNOSTICO
OBJETIVO
1. La ciudad, parte del eje central del Consolidar a Santa Cruz como nodo
pas, por su ubicacin, sus recursos, eficiente y competitivo del eje central
su infra-estructura y sus servicios ha consolidando su vocacin como
generado un rea metropolitana con plataforma metropolitana y regional y
varios sectores en pleno proceso de nodo importante del naciente sistema de
globalizacin.
ciudades intermedias del mercosur.
2. Crecimiento disperso, fragmentado, Reconfiguracin del territorio trastocado
segregador y especulativo de la por la especulacin, la ilegalidad y la
mancha urbana, tpico de reas falta de plani-ficacin, recuperando la
metropolitanas en proceso de estructura bsica, in-tegrando sus partes y
globalizacin
apoyando las nuevas centralidades como
estructuradoras del territ.
3. Prdida y escasa valoracin de los Recuperar, consolidar y ampliar los
espacios pblicos edificados y espacios pblicos con diseo
verdes y destinados al equipamiento ambientaladecuado.
social
207
social
4. Redes de los equipamientos sociales completar las redes jerarquizadas de
desarticuladas e incompletas.
salud, educacin, abastecimiento, cultura,
recreacin y deportes.
5. Baja calidad del paisaje urbano, Valorizar el patrimonio paisajstico
deteriorado y precario, por natural y construido y mejorar el diseo
deficiencias y mal diseo de aceras, de los espacios pblicos para tener una
arborizacin, mobiliario urbano y la ciudad con calidad paisajstica y de
destruccin del patrimonio natural y diseo, de la que estemos orgullosos y
construido.
que refleje el clima, geografa, cultura y
valores de su gente
6. Problemas ambientales derivados de Ciudad ambientalmente sostenible con
la actividad econmica, de las acceso de todos a la infraestructura,
deficiencias de infraestructura segregando usos incompatibles y
bsica, de la sobreposicin de usos controlando agentes con-taminantes con
incompatibles y de la falta de cultura educacin ambiental y aplicacin de
ambiental.
normas. Priorizar drenaje pluvial
7. La ciudad tiene dos caras: una Consolidar a Santa Cruz como ciudad
moderna, competitiva y globalizada eficiente y competitiva disminuyendo al
cuyo modelo son las ciudades del mismo tiempo la brecha entre la ciudad
norte y una popular, migrante, moderna y globalizada y la ciudad
semicampesina, pobre pero con informal o de economa popular que es
creciente poder poltico gracias al la que proporciona empleo a mas de la
voto. Tiene su propia visin de mitad de la poblacin.
ciudad, ligada a sus necesidades
inmediatas
8. El trfico es peligroso e ineficiente, Garantizar la fluidez y la seguridad del
por mal uso de las vas, falta de trfico, mejorando el diseo vial y la
sealizacin, mal administrado s e a l i z a c i n ,
cambiando
la
servicio de transporte pblico, falta administracin del transporte pblico,
de educacin vial y el desprecio por monitoreando el sistema, dando
el peatn. la pavimentacin de vas es educacin vial y cambiando los
econmicamente insostenible.
mecanismos de la pavimentacin.
9. Debilidad de la planificacin y Revisar el marco institucional, la admigestin del suelo, que genera nistracin, las normas y procedimientos
desorden en el espacio pblico y los de gestin, jerarquizar los recursos
asentamientos urbanos por dbil humanos capacitados e Intervencin en el
institucionalidad y ausencia de rol mercado de la tierra con nuevos
activo en mercado de la tierra
instrumentos.
10. La ciudad no est satisfaciendo las Se debe promover la cultura de la
necesidades humanas identificadas convivencia, la equidad, la solidaridad, la
por Max Neef, lo que est interaccin la cohesin social y la
deteriorando la convivencia y la salud proteccin mediante el acceso a los
psicosocial del cruceo.
equipamientos sociales, y a pro-gramas
de formacin y educacin ciudadana,
disminuyendo la segregacin y exclusin
social
208
social
4.2.2. Programas y proyectos seleccionados
En funcin de esos 10 objetivos el Plan identifica un conjunto de acciones
(programas y proyectos) que son los que conforman el Plan de Accin. No daremos el
detalle, pues el mismo puede ser consultado en el documento original, sin embargo
diremos que lo medular de la propuesta incluye:
Programas y proyectos para la estructura fsica:
Se recomienda no olvidar la visin metropolitana, para lo cual se plantea la
elaboracin del Plan de Ordenamiento Metropolitano, siguiendo los lineamientos ya
existentes.
En el marco del nuevo Plan Director, la descentralizacin, y la creacin de nuevas
centralidades que organicen la periferie, se plantea la creacin de 12 subcentros
urbanos correspondientes a los distritos urbanos consolidados. (ver plano11)
Se propone un sistema ambiental conformado por 28 grandes reas verdes, las
cuales garantizan el acceso a la naturaleza y al esparcimiento de las familias sobre
todo de los sectores populares de todos los distritos de la ciudad. (ver plano 12)
209
210
212
213
214
215
V. LA BASE SOCIODEMOGRFICA256
1. TENDENCIA DE LA POBLACIN EN LOS LTIMOS 50 AOS
De acuerdo a los datos del censo realizado el 5 de septiembre del 2001, el pas cuenta
con ms de 8,2 millones de habitantes, de los cuales el 24,5% se encuentran en el
departamento de Santa Cruz, ubicndose en el segundo lugar de importancia
poblacional despus de La Paz, mostrando en las ltimas dcadas el mayor
incremento atribuido a su propio crecimiento vegetativo como a un importante aporte
migratorio como efecto de las diferentes polticas econmicas implementadas desde
la dcada de los 50.
La poltica nacional de marcha al oriente convierte a Santa Cruz en el principal
polo de atraccin de los flujos migratorios internos y externos. Dentro de este marco
se encontraban los proyectos de traslado de poblacin excedente de las minas y de la
clase media rural de la zona del altiplano y los valles, fundndose diferentes colonias
promocionadas algunas por el Estado y otras con el apoyo de organismos
internacionales. Asimismo, una legislacin especial posibilit el ingreso de familias
campesinas extranjeras.
El Plan Decenal de Desarrollo (1962-1971) que se propona habilitar durante ese
decenio 270.000 hectreas para el cultivo en los llanos y el asentamiento de 550.000
personas en el rea, defini toda una poltica de colonizacin que adems de orientar
proyectos de construccin de caminos vecinales, permiti realizar tareas de
reconocimiento de suelos y muchos otros estudios, como tambin el establecimiento
de agroindustria en torno al azcar, el algodn, la soya y otros productos tropicales
destinados a la exportacin, convirtiendo a la zona en el principal polo de atraccin
para la migracin del interior del pas.
Es as que entre 1950 y 1976 la poblacin del departamento de Santa Cruz creci a un
ritmo de 4,09% promedio anual mientras que el pas lo haca a un ritmo de 2,05%.
Pas a ocupar el tercer lugar de importancia poblacional (despus de La Paz y
Cochabamba) concentrando el 15,4% de la poblacin nacional. De acuerdo a los
datos del censo de 1976, el 15,3% de la poblacin total eran migrantes, es decir,
personas nacidas en un lugar diferente al departamento de Santa Cruz (Cuadro 1).
256
Es
te captulo se apoya en gran parte en el trabajo de la licenciada Melvy Vargas, quien fue directora del
censo 2001 en Santa Cruz, tuvo a su cargo varias publicaciones de interpretacin de los resultados del
censo y ha sido consultora del PLOT, Plan de Ordenamiento Territorial, que desarrolla el gobierno
municipal, teniendo bajo su responsabilidad el sector correspondiente a la realidad sociodemogrfica
crucea. Su dominio del tema es indiscutible.
216
Cuadro 1.
Departamentos
2001
1992
1976
1950
Chuquisaca
531.522 453.756 358.516 260.479
La Paz
2.350.466 1.900.786 1.465.078 854.079
Cochabamba
1.455.711 1.110.205 720.952 452.145
Oruro
391.870 340.114 310.409 192.356
Potos
709.013 645.889 657.743 509.087
Tarija
391.226 291.407 187.204 103.411
Santa Cruz
2.029.471 1.364.389 710.724 244.658
Beni
362.521 276.174 168.367
71.636
Pando
52.525
38.072
34.493
16.284
Total pas
8.274.325 6.420.792 4.613.486 2.704.135
Fuente:
INE: Censo de Poblacin de 1950
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1976
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1992
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin: Lic. Melvy Vargas
Distribucin relativa
(%)
2001 1992 1976 1950
6,4
7,1
7,8
9,6
28,4 29,6 31,8 31,6
17,6 17,3 15,6 16,7
4,7
5,3
6,7
7,1
8,6 10,1 14,3 18,8
4,7
4,5
4,1
3,8
24,5 21,2 15,4
9,0
4,4
4,3
3,6
2,6
0,6
0,6
0,7
0,6
100,0 100,0 100,0 100,0
217
Censos
Poblacin
Total
Poblacin
rea Rural
Poblacin
1950
244.658
64.710 26,45
179.948
1976
710.724
374.605 52,71
336.119
1992 1.364.389
982.396 72,00
381.993
2001 2.029.471 1.545.648 76,16
483.823
Fuente:
INE: Censo de Poblacin de 1950
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1976
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1992
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin: Lic. Melvy Vargas
%
73,55
47,29
28,00
23,84
258
218
1200000
5,08%
1000000
800000
6,42%
600000
6,96%
400000
200000
0
Poblacin
1950
1976
1992
2001
41461
254682
697278
1116059
Fuente:
INE: Censo de Poblacin de 1950
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1976
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1992
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Con las Leyes de Descentralizacin Administrativa y Participacin Popular, se crean
las Secciones Municipales, de las cuales la Seccin Municipal Santa Cruz de la Sierra
incluye la ciudad capital, que concentra el 98,3% de los habitantes del municipio y el
restante 2% corresponde a la poblacin de tres cantones identificados como poblacin
rural.
Segn el censo del 2001, el municipio de Santa Cruz de la Sierra tiene 1.135.526
habitantes. Comparado con la magnitud de poblacin del censo de 1992, muestra un
incremento de 425.942 habitantes, con un ritmo de crecimiento de 5,08% promedio
anual en el perodo intercensal, superior al 4.29% experimentado por el
departamento en su conjunto (Cuadro 3).
Cuadro 3.
rea
Distribucin
relativa
1992
2001
1992
2001
Urbana
697.278 1.116.059
98,3
98,3
Rural
12.306
19.467
1,7
1,7
Total
709.584 1.135.526 100,0
100,0
Fuente:
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1992
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Tasa de
Crecimiento
(%)
1992-2001
5,08
4,96
5,08
219
La poblacin rural del municipio de Santa Cruz de la Sierra, con 19.467 habitantes,
representa apenas el 1,7%, aunque con tasas de crecimiento muy cercanas a la
experimentada por la ciudad en su conjunto.
En el perodo comprendido entre 1996-2001, el municipio habra recibido alrededor
de 129,8 mil personas de los cuales 31,6 mil provienen de municipios del mismo
departamento que representa el 24,3%, en tanto que los departamentos de
Cochabamba y La Paz aportaron con el 40,6% de los inmigrantes llegados al
municipio de Santa Cruz de la Sierra en los cinco aos antes del censo. Se aprecia
tambin una importante presencia de chuquisaqueos y benianos, aportando cada uno
con ms del 10% de los inmigrantes (Cuadro 4).
Cuadro 4. MUNICIPIO SANTA CRUZ DE LA SIERRA. INMIGRANTES POR
DEPARTAMENTO DE ORIGEN. PERIODO 1996-2001259
259
31.598
27.658
25.077
13.543
13.316
6.816
6.042
5.495
296
129.841
24,34
21,30
19,31
10,43
10,26
5,25
4,65
4,23
0,23
100,00
220
Hombres
Mujeres
70-74
60-64
50-54
40-44
30-34
20-24
10-14
0-4
-8,0
-6,0
-4,0
-2,0
0,0
2,0
4,0
6,0
8,0
221
Grupos
de edad
Incremento
1992
%
2001
%
0-14
281.207
39,6 420.139
37,0
15-64
410.142
57,8 683.477
60,2
65 y +
18.235
2,6
31.910
2,8
Total
709.584 100,0 1.135.526 100,0
Fuente:
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1991
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
138.932
273.335
13.675
425.942
Tasas de
crecimiento
(%)
1992-2001
4,34
5,52
6,05
5,08
222
Situacin de
Censo 1992
Censo 2001
Incremento
pobreza
absoluto
Poblacin
%
Poblacin
%
Total Poblacin *
634.156 100,00 1.103.637 100,00
469.481
No Pobres
353.819
55,79
893.068
80,92
539.249
Con NBS
195.860
30,89
378.893
34,33
183.033
En umbral de
157.959
24,91
514.175
46,59
356.216
pobreza
Pobres
280.337
44,21
210.569
19,08
-69.768
Moderadamente
pobres
233.698
36,85
200.863
18,20
-32.835
Indigentes
44.956
7,09
9.691
0,88
-35.265
Marginales
1.683
0,27
15
0,00
-1.668
* Poblacin en viviendas particulares
223
Fuente:
4. POBLACIN FUTURA
De acuerdo a las proyecciones realizadas por el INE260, se estima para el pas una
poblacin de 10,4 millones para el aos 2010, con un ritmo de crecimiento promedio
anual de 2,24 y 2,01% en los perodos 2000-05 y 2005-10 respectivamente.
Con tasas decrecientes se estima que el municipio llegar a tener 1.369,7 mil
habitantes en el ao 2005 y 1.706,9 mil en el 2010, con tasas de crecimiento de 4,8 y
4,5% promedio anual en el perodo 2000-05 y 2005-10 respectivamente. Segn esta
proyeccin el municipio concentrar al final del perodo (2010) alrededor del 59% de
la poblacin departamental.
5. DISTRIBUCIN DE LA POBLACIN POR DISTRITOS
El rpido crecimiento poblacional en el municipio y en particular en la ciudad capital
introdujo un proceso acelerado de expansin de la mancha urbana como efecto del
asentamiento a saltos, generando a la vez una dispersin con su consecuente
disminucin de la densidad poblacional a medida que nos alejamos del centro de la
ciudad. El incremento de poblacin en las reas alejadas es el efecto combinado del
crecimiento natural, adems del cambio de residencia al interior de la ciudad, como
tambin a la preferencia en la ubicacin de la residencia de los migrantes nuevos. El
despoblamiento en las reas centrales y acelerado crecimiento en los ms alejados ya
fue observado con los datos del censo de 1992 y se ha agudizado en el ltimo
perodo.
La poblacin residente hasta el 2, anillo ha estado disminuyendo a una tasa de -0,76
en el perodo 1976-92, aumentando su proceso de despoblamiento a un ritmo de 1,95% promedio anual en el perodo 1992-2001 y entre el 2 y 4 anillo, si bien an
est creciendo, lo hace a un ritmo menor que la observada en el perodo anterior (1,72
vs. 4,57%), a favor del crecimiento acelerado de poblacin fuera del cuarto anillo,
pasando de 13.786 a 707.781 habitantes en 25 aos. (Cuadro 7)
Cuadro 7.
Anillos
Hasta el 2
Entre el 2 y
4
260
1976
103.934
136.962
1992
92.252
280.357
Tasas de
crecimiento (%)
2001
1976-92 1992-2001
77.005 -0,76
-1,95
328.796
4,57
1,72
224
4
Fuera del 4
13.786 324.669
707.781 20,15
Total
254.682 697.278 1.113.582
6,42
Fuente:
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1976
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 1992
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin: Lic. Melvy Vargas
8,42
5,06
Cuadro 9.
225
Nativos
(No
Distrit
os
migrante
s)
11
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
12
T.
Rural
44.434
67.871
49.571
31.428
44.655
56.611
71.406
65.850
86.600
43.671
51.059
44.940
Inmigrantes internos en el
municipio
% de
Total inmigra
ntes
35,72
37,78
33,79
35,59
42,77
32,76
35,41
34,78
40,46
41,67
44,12
43,28
Distribuc
Resto Total
in por
Santa otros
distrito
Cruz deptos.
(%)
6,22
25,22
74,78
10,03
23,63
76,37
6,20
31,83
68,17
4,15
35,94
64,06
8,14
22,28
77,72
6,71
32,43
67,57
9,30
30,04
69,96
8,29
26,08
73,92
13,91
17,84
82,16
7,46
22,33
77,67
9,64
29,00
71,00
8,12
15,21
84,79
Inmigrantes
extranjeros
Total
3.442
2.730
2.351
694
1.901
2.306
1.142
643
895
973
1.156
571
4,62
2,41
3,00
1,39
2,34
2,63
1,02
0,63
0,61
1,27
1,24
0,71
7.857
36,41
1,84
52,98
47,02
630
427.61
Total
671.190
0
38,24
100,00
25,49
74,51 19.434
Fuente:
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin: Lic. Melvy Vargas
2,92
13.094
26.606
42.875
26.494
17.749
34.792
28.703
39.765
35.463
59.465
31.896
41.223
34.722
Distribucin %
de los
inmigrantes
internos por
lugar de
nacimiento
1,74
65 y
00-14
15-64 65 y + 00-14 15-64
+
Total
11
77.005 18.054 53.711 5.240 23,45 69,75 6,80 100,00
1
115.551 38.704 73.342 3.505 33,50 63,47 3,03 100,00
2
79.705 23.020 53.159 3.526 28,88 66,69 4,42 100,00
3
50.601 16.211 32.684 1.706 32,04 64,59 3,37 100,00
4
82.939 25.547 54.639 2.753 30,80 65,88 3,32 100,00
5
88.600 34.244 52.162 2.194 38,65 58,87 2,48 100,00
6
113.578 46.587 64.560 2.431 41,02 56,84 2,14 100,00
7
103.015 42.585 58.218 2.212 41,34 56,51 2,15 100,00
8
148.704 64.329 81.644 2.731 43,26 54,90 1,84 100,00
9
77.592 29.742 46.290 1.560 38,33 59,66 2,01 100,00
10
94.961 36.145 56.829 1.987 38,06 59,84 2,09 100,00
12
81.331 35.146 44.861 1.324 43,21 55,16 1,63 100,00
T. Rural
21.944
9.825 11.378
741 44,77 51,85 3,38 100,00
Total 1.135.526 420.139 683.477 31.910 37,00 60,19 2,81 100,00
Fuente: INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin:
Lic. Melvy Vargas
Grfico 4. MUNICIPIO SANTA CRUZ DE LA SIERRA: DISTRITO 11.
ESTRUCTURA DE LA POBLACION POR SEXO Y EDAD
Total
227
70 y +
65-69
60-64
HOMBRE
MUJER
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4
-10.00
-5.00
0.00
5.00
10.00
Fuente:
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin: Lic. Melvy Vargas
Grfico 5.
70 y +
65-69
60-64
HOMBRE
MUJER
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4
-10,00
-5,00
0,00
5,00
10,00
228
Distrito
Promedio
habitantes
por
vivienda
% de
hogares
hacinados
% hogares
en cuartos
o
habitacin
suelta
11
4,10
15,44
19,97
1
4,36
34,70
30,62
2
4,51
21,67
17,82
3
4,63
30,35
19,50
4
4,07
31,60
37,55
5
4,70
40,38
16,36
6
4,71
48,27
20,82
7
4,78
53,21
25,55
8
4,61
51,87
24,82
9
4,48
40,71
24,70
10
4,30
45,15
31,53
12
4,73
51,40
23,11
T. rural
4,96
54,06
5,85
Total
4,50
40,16
24,49
Fuente:
INE: Censo de Poblacin y Vivienda de 2001
Elaboracin: Lic. Melvy Vargas
% hogares en
vivienda
improvisada o
local no
destinado para
habitacin
1,77
0,88
1,01
1,03
1,06
1,09
0,90
0,74
0,69
1,00
0,80
0,76
1,31
0,96
229
CAPTULO VI
EVOLUCIN DEL DESARROLLO HUMANO EN LOS LTIMOS 10 AOS
El objetivo de este trabajo es estimar los indicadores de desarrollo humano en la
totalidad de los distritos de la ciudad de Santa Cruz, con el objeto de percibir las
diferencias de calidad de vida de los pobladores al interior de la estructura intra
urbana de dicha ciudad.
El desarrollo humano es un proceso de expansin de las oportunidades de realizacin
personal y colectiva que se logra aumentando la capacidad estructural de la sociedad
para convertir o traducir el crecimiento econmico en bienestar social y la cantidad de
recursos en calidad de vida. Como un enfoque integrado, la idea de desarrollo humano
contribuye a hacer visibles las interrelaciones entre lo econmico y lo social,
facilitando su comprensin y ayudando a entender mejor el papel de lo social y de las
polticas sociales en los procesos de desarrollo261. Este enfoque trata de reivindicar el
universalismo esencial de valorar la vida humana por s misma, por ello centra su
atencin en la gente (hombres y mujeres).
El ndice de Desarrollo Humano (IDH) combina de una manera muy sencilla un
conjunto de variables e indicadores de largo plazo de la economa, educacin y salud. Es
simple y fcil de calcular, sintetiza una perspectiva mltiple y compleja en el anlisis del
desarrollo y facilita la incorporacin de elementos crticos que, de alguna manera,
equilibran la visin economicista que ha predominado por dcadas en este campo. De
ah que permite evaluar la capacidad estructural que tiene una sociedad para crecer
econmicamente y sobre todo para traducir ese crecimiento en mejoras cualitativas en la
vida de sus integrantes.
La situacin econmica es medida por el indicador ms frecuentemente utilizado por las
teoras convencionales, el producto por habitante (PIB) en dlares de Poder de Paridad
Adquisitiva, en el supuesto -parcialmente compartido-, de que hay cierta correlacin
entre consumo y bienestar. La situacin de la salud es representada mediante la
esperanza de vida al nacer, que es un indicador robusto que combina las tasas de
mortalidad, las condiciones de vida, salud y nutricin, el acceso a los servicios mdicos
y otras variables cercanas. En pases de alta mortalidad como es el caso de Bolivia, aun
puede ser catalogado como un indicador sinttico de desarrollo. Se trata de un indicador
de largo plazo, en el sentido de que sus cambios son lentos porque en gran medida
corresponden a cambios estructurales262. La situacin educativa o la disponibilidad de
261
PNUD, 1997, Claves, Dossier 3, El Empleo pg. 3, Revista bimestral sobre el Desarrollo Humano
Sostenible, Talleres Grficos Huellas S.R.L., La Paz, Bolivia.
262
Se debe indicar que las versiones recientes del HDI han incluido cambios en este indicador, pero
por permanecer alta la mortalidad en Bolivia, se continua utilizando la esperanza de vida al nacimiento
230
231
En la ultima cuarta parte del siglo XX, Bolivia ha tenido un desempeo creciente en
el logro de su desarrollo humano, su evolucin ha sido lenta y ha impedido romper
las barreras que le impiden generar un punto de inflexin de superacin de sus bajos
niveles de logro en capital humano y reducir sus problemas de inequidad socio
estructural e injusticia social, que hace de este pas extremadamente heterogneo y
por lo tanto extremadamente vulnerable.
Bolivia se encuentra en materia de desarrollo humano con un valor inferior a la media
latinoamericana de 0.76, pero con valores similares a la media de los pases en
desarrollo, en especial al de los Estados rabes. Comparando con los otros pases de
la regin latinoamericana, se halla en mejor posicin que los pases centroamericanos,
pero ocupa el ultimo puesto de los pases sudamericanos.
Grfico XX. BOLIVIA: EVOLUCIN DEL NDICE DE DESARROLLO
HUMANO POR DEPARTAMENTOS, 1976 2001
BOLIVIA
0.27
0.57
0.41
0.60
0.51
0.26
0.60
0.61
0.48
0.60
0.45
Tarija
0.64
0.56
0.46
0.42
Beni
Pando
0.63
0.57
0.41
Oruro
La Paz
0.65
0.59
0.40
Potosi
Chuquisaca
Cochabamba
0.60
0.44
0.64
0.65
0.67
0.67
0.69
Santa Cruz
0.52
0.00
IDH
0.40
1976
1992
2001
0.72
0.80
Fuente: Para los aos 1976 y 1992 se ha utilizado las estimaciones correspondientes
al informe de desarrollo humano 1995 (Proyecto BOL/94/018 PNUD CORDECO).
Para el 2001, elaboracin propia en base a datos del Censo Nacional de Poblacin y
Vivienda 2001 y de la encuesta MECOVI 2002, INE, La Paz - Bolivia.
232
233
El caso del Beni es peculiar, pues a pesar de una alta privacin en salud, expresada en
el bajo nivel de la esperanza de vida ocupa el sptimo lugar, por encima de apenas de
Oruro y Potos, gracias a un logro educativo ligeramente superior al nivel promedio
nacional, en el que ocupa el cuarto lugar. De hecho, si slo ordenramos por ingreso,
Beni ocupara el sexto lugar, pero su ubicacin baja por las deficientes condiciones de
salud.
La Paz, a su vez, ocupa el quinto lugar a pesar de tener niveles de logro educativo
inferiores a los de Oruro, que ocupa el sptimo lugar, y un PIB per cpita inferior al
de Cochabamba, pero gracias a una mayor esperanza de vida logra ocupar el quinto
lugar de acuerdo al IDH.
Oruro cuenta con niveles de ingreso y de logro educativo comparativamente altos,
pero la esperanza de vida es tan baja que no alcanza sino la octava posicin, aspecto
que revela la presencia de profundos problemas de calidad de vida en este
departamento.
La situacin de Cochabamba es preocupante, ya que por su nivel de ingreso ocupara
el quinto lugar, pero los niveles relativamente inferiores de logro educativo bajan su
ubicacin al sptimo puesto. Lo que preocupa de este departamento es que sus
oscilaciones y cortas mejoras desaparecen de manera veloz, pues ya se advierte que
en 1976 Cochabamba tambin ocupaba el sptimo lugar aunque tena un IDH (0.406)
ligeramente superior al nacional. En aquel momento sus rezagos ms notables eran sus
bajos logros en salud y alfabetizacin, en la actualidad habran mejorado en materia de
salud, pero sus niveles de logro educativo y de su nivel de ingreso por habitante se
hallan histricamente alrededor del promedio del pas, situacin que sugiere que en
Cochabamba, hay dificultades para traducir la disponibilidad de ingresos en bienestar
social.
Los casos de Chuquisaca y Potos son muy alarmantes debido a que todas las
variables muestran niveles de logro muy inferiores a los promedios nacionales y por
tanto tienen IDH que los ubican como reas de desarrollo humano bajo. La gravedad
de los problemas de Potos se manifiesta por el bajo nivel de la esperanza de vida (un
indicador de largo plazo) y el bajo nivel de los ingresos (un indicador de mediano y
corto plazo).
Hay solamente cuatro departamentos, cuya ubicacin asciende, cuando se pasa de
considerar solamente el nivel de ingresos y se toma en cuenta el IDH. Esos
departamentos son Santa Cruz, Tarija, Beni y La Paz. El primero, asciende dos
posiciones gracias a que los indicadores no econmicos son mayores a la media
nacional, lo cual seguramente se explica por el capital social acumulado en la regin
por ser uno de los centros de produccin ms importantes del pas. El segundo sube
fundamentalmente debido a que la esperanza de vida al nacer, como reflejo de las
condiciones de salud, alcanza un nivel comparativamente elevado. El tercero, Beni,
ha conseguido importantes logros en materia de educacin y, finalmente el cuarto,
234
235
El crculo vicioso de la pobreza, se refleja con claridad al observar que los menores
niveles de Desarrollo Humano se encuentran localizados en las zonas rurales
particularmente del occidente de Bolivia, en el rea urbana marginal de las grandes
ciudades, y en las ciudades de menor tamao. Tambin all se encuentran localizados
la mayor proporcin de hogares en situacin de extrema pobreza, la mayor parte de
sus habitantes son poblaciones indgenas y esto demuestra una vez ms que son las
acciones del poder central las que producen una aguda segregacin cultural, lo que
incrementa la miseria y la exclusin de una importante fraccin de bolivianos264.
2. LA EXPANSIN URBANA EN LA CIUDAD DE SANTA CRUZ
Hacia 1943 Santa Cruz era un pequeo pueblo con una extensin muy limitada no
alcanzaba ni a las 200 manzanas y su poblacin que no pasaba de 32.000
habitantes265, En el censo de 1950 se haban logrado empadronar un total de 41.461
habitantes, a partir de este periodo es que se inicia un acelerado proceso de
crecimiento urbano, que se describe en otros captulos.
Su dinamismo econmico genera las bases para hacer de Santa Cruz, un espacio
atractivo para la migracin de ah que el aumento poblacional se acelerase, pasando
de 41.461 habitantes en 1950 a 254.682 pobladores en 1976 (ms de 6 veces en 26
aos)266 . En 1976, la ciudad de Santa Cruz pas a ocupar el 3er. lugar respecto a la
poblacin de las capitales de departamentos del pas. De este modo logr Santa Cruz
una insercin exitosa a la economa nacional e incluso capt mercados de pases
vecinos a partir de los aos 70.
Si en el ao 2001, Santa Cruz se convierte en la nica ciudad boliviana, con ms de
un milln de habitantes, notar el lector que su ritmo de crecimiento es del orden del
5% anual, a pesar de su declinacin se constituye en una ciudad de crecimiento
acelerado. Sin embargo, se debe resaltar, el agudo proceso de concentracin
demogrfica en su ciudad capital, pues las distancias con las otras ciudades es
monumental, y se advierte con nitidez que su dinmica demogrfica se explica por un
efecto combinado de alta fecundidad e inmigracin, a pesar que las otras ciudades
tienen tambin saldos migratorios positivos, sus rdenes de magnitud son
significativamente mas bajos.
Pero dicho crecimiento ha rebasado sus lmites administrativos y ha dado lugar a la
conformacin de una regin metropolitana cuyo nodo principal es la ciudad de Santa
Cruz y 5 municipios ubicados en su entorno: Warnes, Cotoca, La Guardia, Porongo y
El Torno267.
264
Vase PIEB - Tinkazos: El Coloquio de Tinkazos, Rondas de Criterios sobre pobreza y desarrollo,
Albo Javier, Caldern Fernando y Gutirrez Vladimir, pag. 46. 1999, La Paz.
265
Prado Fernando, Quince aos de planificacin urbana en Santa Cruz, 1984.
266
INE, Censo Nacional de Poblacin y Vivienda, 1976.
267
Prado S. Fernando, 1999, Globalizacin, gobernabilidad y metropolizacin: El caso de Santa Cruz,
pag. 7. Sitio en Internet: http://www.riadel.cl/dcs/doc72.htm
236
30,197
13835
16,362
24012
13170
Poblacin
2001
10841 1,135,526
1,195
284
1,080
499
169
563
696
115
517
1013
241
997
472
169
241
540
72
756
36,425
11,085
39,552
1,009
1,305
530
518
479
787
916
1041
453
543
463
498
37,961
41,570
238
239
94.0
hombres
mujeres
90.0
11
10
12
DISTRITOS
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
HOMBRE
97.6
98.2
98.2
98.1
96.8
96.3
96.2
95.4
96.0
95.7
98.5
MUJER
93.1
95.6
94.5
93.2
91.8
90.1
89.6
86.4
88.7
87.3
96.1
1992
95.3
96.8
96.2
95.5
94.2
93.1
92.8
90.7
92.3
91.5
97.2
HOMBRE
98.7
99.0
98.9
98.9
98.0
98.1
97.9
97.5
98.5
98.1
99.3
MUJER
95.8
97.4
96.9
95.6
95.0
94.0
93.4
91.2
94.7
93.4
97.7
2001
97.2
98.1
97.8
97.2
96.4
95.9
95.6
94.2
96.5
95.6
98.4
240
12
97.6
91.2
94.4
TOTALES
97.3
92.4
94.7 98.3
94.6
96.3
Fuente: Censo Nacional de Poblacin y Vivienda, Resultados definitivos, INE, 1992
y 2001.
Los diferenciales del nivel de analfabetismo reproducen el patrn inequitativo del
desarrollo de los ltimos aos de Santa Cruz: por una parte, los rezagos mas grandes se
producen en los distritos de mas reciente creacin; se trata de los excluidos de la
oportunidad de comprender y acceder a los cdigos del mundo moderno.
Lamentablemente son las mujeres las que tienen rezagos ms dramticos. Por otra parte,
son los residentes de los espacios residenciales son los que han logrado, construir las
bases de un capital humano que no discrimine ni a hombres ni a mujeres, al menos su
tendencia fue la de reducir la brecha a menos de 5 puntos porcentuales, lo que
posiblemente ha permitido conseguir importantes logros en materia educativa.
Es importante resaltar, que los distritos que han logrado altos niveles de desarrollo
humano son mas ecunimes en materia de alfabetismo tanto de hombres como de
mujeres, esto se demuestra al observar los distritos 11, 2 y 3, los que se ubican en los
primeros puestos en el ndice de desarrollo humano, son tambin donde existe
menores distancias de alfabetismo entre hombres y mujeres. Sin embargo de todos los
puntos esgrimidos, un aspecto que deber ser considerado es que el grado de
instruccin regular recibida no es sinnimo de un proceso de aprendizaje homogneo.
3.1.2 Las oportunidades de acceso a la educacin formal
El acceso a la educacin formal est determinado por las condiciones econmicas y
sociales, condiciones que impiden a muchos grupos sociales tener la oportunidad de
enviar a sus hijos a la escuela, debido a una infinidad de factores, quizs el mas
importante es que los nios se insertan en el mercado de trabajo desde muy temprana
edad. Lamentablemente pese a la existencia de normativas, muchos empleadores
aluden responsabilidades emanadas por la ley del trabajo, en el que se indica que todo
nio, nia y adolescente, si trabaja, tiene derecho a asistir a la escuela, por lo tanto
debe gozar de un horario que le garantice su participacin activa en los sistemas de
educacin formal. Estamos conscientes de la existencia de este tipo de barreras que
impiden el logro de niveles altos de educacin a amplios grupos humanos.
Cuadro 4. Santa Cruz: Nivel Promedio de Instruccin Alcanzado por la Poblacin
que No Asiste a la Enseanza (25 y Mas Aos de Edad) por Distrito de Residencia y
Sexo, 2001.
DISTRITOS HOMBRES MUJERES 1992
HOMBRES MUJERES 2001
1
9.86
7.93
8.87
11.0
9.5
10.2
2
11.06
8.99
9.95
12.2
10.9
11.5
3
10.13
8.33
9.22
11.5
10.2
10.8
4
9.86
7.98
8.93
11.2
9.6
10.4
5
8.55
7.23
7.84
10.1
8.8
9.4
241
6
8.11
6.62
7.34
9.2
7.7
8.4
7
7.63
5.92
6.78
8.9
7.3
8.1
8
7.27
5.32
6.37
8.3
6.5
7.4
9
8.23
6.49
7.35
10.3
9.0
9.6
10
7.67
5.88
6.83
9.8
8.5
9.1
11
12.41
10.29
11.27
13.0
11.7
12.3
12
9.0
7.4
8.2
TOTALES
9.37
7.01
8.12
10.3
8.8
9.5
Fuente: INE, Tabulados especiales Censo Nacional de Poblacin y Vivienda,
resultados finales, 2001, La Paz, 2003.
En esta seccin se analiza, el logro alcanzado por la poblacin que ya no asiste a la
escuela y que tiene ms de 25 aos de edad. Se trata de un indicador del resultado de
un proceso de largo plazo y que permitir revelar la heterogeneidad existente en el
territorio boliviano. Para ello se utilizar la media de aos de instruccin formal
alcanzado por la poblacin de 25 y ms aos de edad que no asiste a los sistemas de
instruccin formal como un indicador sinttico del resultado de una variada gama de
oportunidades o desigualdades. Los niveles educativos alcanzados por la poblacin,
medidos por el nmero de aos de escolaridad formal, muestran las desiguales
posibilidades de la poblacin para acceder y permanecer en la escuela. La presencia
de los mayores diferenciales de los niveles de instruccin alcanzados por las mujeres
es una constatacin de que el acceso de la mujer al sistema educativo regular es
"marginante".
Si se observan los datos del cuadro 4, se puede percibir que el logro educativo
medido por aos promedio de instruccin formal alcanzado, entre las mujeres es al
menos 1 ao ms bajo que el de los hombres, particularmente se hallan en situaciones
de muy bajo logro educativo las mujeres que residen en los distritos . La media de
aos de escolaridad de las mujeres potosinas mayores de 25 aos es de alrededor de 7
aos, lo que significa que ellas no lograron culminar la educacin bsica en los
sistemas de educacin formal. Esto guarda relacin con las caractersticas del sistema
productivo donde la presencia femenina, desde temprana edad, reviste especial
importancia en las modalidades productivas de tipo domstico y comunitario, donde
las exigencias de calificacin para el ingreso al trabajo son casi nulas. As, por
ejemplo, entre los trabajadores por cuenta propia se torna bastante reducida la
probabilidad de encontrar individuos con elevados niveles de escolaridad.
La poblacin masculina tiene mayores pesos relativos de participacin en la
enseanza intermedia y media. En lo que a la enseanza superior o universitaria se
refiere es muy clara la predominancia de la poblacin masculina, slo en el caso de la
formacin en normales cobra importancia absoluta y relativa la presencia de mujeres.
Es importante la generacin de programas entre entidades estatales y privadas, para
facilitar cursos de capacitacin en los lugares de trabajo, pasantas para aprendices e
internados de prctica y generar respuestas del mercado para renovar continuamente
el diseo, los contenidos y la efectividad de los programas post secundaria.
242
243
Cuadro 5. Santa Cruz: Esperanza de Vida al Nacer por Sexo y Distrito de Residencia,
2001
Esperanza de Vida al Nacer
Distritos
Hombres Mujeres 1992
Hombres Mujeres 2001
1
71.56
74.88
73.26 64.91
67.78
66.38
2
73.12
76.56
74.88 68.80
71.85
70.36
3
71.56
74.88
73.26 68.80
71.85
70.36
4
70.30
73.50
71.94 65.34
68.32
66.87
5
71.82
75.16
73.53 64.67
67.50
66.12
6
69.54
72.67
71.14 63.71
66.15
64.96
7
70.55
73.50
72.06 63.71
66.15
64.96
8
67.57
70.76
69.20 59.82
62.36
61.12
9
69.30
72.40
70.89 64.43
67.45
65.98
10
69.05
72.13
70.63 63.47
66.15
64.84
I1
73.12
73.56
73.35 69.79
72.95
71.41
12
61.57
64.00
62.81
TOTALES 71.05
74.05
72.59 63.71
66.15
64.96
Fuente: Elaboracin propia a partir de datos del Censo Nacional INE 2001
En todos los distritos ha existido una reduccin de la esperanza de vida al nacimiento,
situacin que es altamente preocupante, puesto que revela la presencia de algn
problema, que sensiblemente no es posible desentraar, ya que podra tener al menos
dos explicaciones. Por una parte por alguna deficiencia de los datos del censo; o en su
defecto debido a que se ha deteriorado la calidad de vida en Santa Cruz, al observar
las magnitudes de reduccin, resalta que los mayores descensos se han localizado en
los distritos mas empobrecidos, lo que pareciera revelar que los hogares que viven en
los distritos 7, 8, 10 y 12, son los que estaran en situacin preocupante.
Para el anlisis de la mortalidad infantil se ha utilizado la tcnica de estimacin
indirecta desarrollada por W. Brass y los ajustes propuestos por Trussel. El
procedimiento en cuestin permite convertir la proporcin de hijos fallecidos sobre el
total de hijos nacidos vivos de mujeres clasificadas por grupos quinquenales de edad,
en probabilidades de morir entre el nacimiento y determinadas edades exactas (xqo)
para aos anteriores a la fecha del censo.
Con las (xqo) estimadas mediante el procedimiento indicado se calcul, por
interpolacin lineal, el nivel correspondiente de mortalidad en las tablas modelo-sur
de Coale y Demeny. Con el fin de minimizar las distorsiones que pudieran introducir
los errores existentes en los datos bsicos, se aplic una modalidad de "suavizacin",
promediando las (xqo) correspondientes a los grupos quinquenales 25-29, 30-34 y 3539. Con el nivel promedio y, nuevamente por interpolacin lineal, se obtuvo la 1q0
aproximadamente al ao 1997.
La mortalidad es alta en los dos extremos de la existencia humana, adems de existir
una sobremortalidad masculina particularmente acentuada entre los menores de un
ao. A medida que desciende el nivel de la mortalidad se acenta la sobremortalidad
244
masculina. A partir de los 30 aos es nuevamente alto lo que podra ser un indicio de
origen endgeno de las diferencias de mortalidad por sexo.
Cuadro 6. Santa Cruz: Probabilidad de Muerte Infantil (Por Mil Nacidos Vivos) 2001
CIUDAD STA CRUZ
Total
hombres mujeres
D8
88
92
87
D12
81
85
80
D10
74
77
73
D6
73
76
72
D7
73
76
72
D9
70
73
69
D5
69
72
68
D1
68
71
67
D4
66
69
65
D2
53
55
52
D3
53
55
52
D11
49
51
48
SANTA CRUZ
73
76
72
Fuente: Elaboracin propia, con datos provenientes del Censo del 2001 utilizando el
Mtodo de William Brass, 2001.
Al desagregar la incidencia de la mortalidad infantil segn Distritos, se observa que la
mortalidad en los Distritos localizados al oeste, especialmente en el Distrito 6, 7 y 8
es extremadamente alta, entre 7 y 8 nios mueren antes de cumplir su primer
cumpleaos de cada cien que nacen con vida, situacin que pone de relieve profundos
problemas de calidad de vida y habitabilidad en dicho territorio, es de esperar que el
descenso de dicha tasa, solo se producir si se implementen polticas muy enrgicas
de salud y se mejoren considerablemente las condiciones de vida de la poblacin.
En los Distritos donde prevalecen altos niveles de mortalidad, existen amplios focos
de contaminacin que coadyuvan a agudizar los riesgos a la salud de los menores que,
dadas sus carencias nutricionales, no tienen las defensas orgnicas suficientes como
para defenderse de agresiones bacterianas. Unos y otros elementos son tributarios de
severos gravmenes a la vida de los pequeos y por ende prevaleca de altas tasas de
morbi mortalidad infantil.
Como ya se ha indicado, la mayor incidencia de la muerte infantil se localiza en
aquellos distritos donde se producen tambin agudas carencias de agua potable, con
el agravante que no existe mecanismos de tratamiento en la potabilizacin del mismo,
de ah que los pobladores deben recurrir a implementar controles domsticos para el
consumo humano, aunque dicha practica no est generalizada y requiere de campaas
de educacin sanitaria de tal modo de mitigar en parte los problemas de muerte, en
especial infantil, que se ocasionan por consumo de aguas de dudosa calidad.
245
246
Ya se indic que se contaba con los ndices de Precios al Consumidor para la ciudad,
el mismo que permiti ajustar el ndice de Paridad Adquisitiva y recalcular los
valores del ndice de Paridad Adquisitiva para la ciudad de Santa Cruz (PPAi). Se
aplicaron esos ndices para convertir los valores del PIB de la ciudad per cpita en
dlares corrientes a dlares de paridad adquisitiva equivalente que convierte al PIB
per cpita por distritos en un indicador internacionalmente comparable.
calculo del ingreso ajustado
Se ha fijado como umbral el PIB per cpita real medio mundial, de 5120 dlares
PPA. Ntese que en la ciudad de Santa Cruz los mltiplos del ingreso que excedieron
el umbral fueron los distritos 11, 1, 2, 3 y 4, as como la ciudad en su conjunto; en el
resto de los distritos, es decir, del distrito 5 al distrito 10 no superaron el umbral,
motivo por el que se ajusto el ingreso de la manera sencilla, es decir: PIB per cpita
del distrito menos el PIB per cpita mnimo de 200, dividido entre la diferencia del
Ingreso Mximo Ajustado de 5385 y el mnimo de 200.
En los distritos donde se advirti que los mltiplos del ingreso eran mayores al
umbral fueron descontados por una tasa progresivamente creciente, conocida bajo el
nombre de formula de Atkinson:
1 (Y - YO)(1 - _)
W(Y) = YO + ------------(1 - _)
donde: YO
Y
W(Y)
_ = _/(_ -1),
En la ciudad Santa Cruz llama poderosamente la atencin que los niveles de ingreso
de las mujeres y de los hombres han superado el umbral nicamente en los distritos
mas consolidados, donde fue necesario utilizar la formula de Atkinson, lo que refleja
los profundos problemas de inequidad prevaleciente en sta ciudad.
En el cuadro 7, se ilustra la magnitud de las diferencias de ingreso entre hombres y
mujeres, tomando como parmetros de referencia las diferencias encontradas entre los
ingresos de hombres y mujeres en las encuestas MECOVI 2002, y expresndolos en
trminos del PIB por habitante de cada Distrito en dlares de paridad adquisitiva
equivalente.
Es interesante destacar que a mayor precariedad de los Distritos, las brechas entre las
mujeres y la proporcin de ingresos son similares a la de los hombres, en cambio las
mayores brechas entre las mujeres y los hombres en relacin de los ingresos se
producen en los espacios mas consolidados, aunque se debe indicar que las brechas
son amplias en todos los dems distritos. La mujer es el elemento clave en la
247
Cuadro 7. Santa Cruz: Ilustracin del Producto Interno Bruto per cpita Por Sexo
(Expresado en Dlares PPA), 2002.
PIB Per cpita Ajustado por Factor
Distritos Hombre
Mujer
Total
3
12308
6785
9071
4
9719
7980
8763
11
10556
7443
8731
2
5569
5301
5431
1
5132
4214
4675
10
4221
4300
4265
5
4442
3997
4230
9
4040
3891
3982
7
2802
3452
3139
6
2782
3127
2958
8
2943
2730
2833
12
2137
1997
2059
Total
5554
4601
5011
Fuente: Estimacin propia, MECOVI, INE, 2002
En los ltimos aos la creciente incorporacin femenina responde principalmente a
los crecientes requerimientos de ingreso familiar, en la necesidad de complementar el
salario del jefe de hogar, y no a un proceso de modernizacin de la economa y de la
sociedad, ni a una mejora sustancial de la situacin educacional de la mujer. Sin que
se quiera decir que estos ltimos factores no tienen cierto peso explicativo, existe otro
elemento a considerar: la importancia que se otorga a la mujer en las formas
familiares de organizacin de la produccin y la circulacin de mercancas y la creciente significacin que adquiere esta lgica econmica en este perodo de crisis y
contraccin del empleo capitalista.
El Informe de Desarrollo Humano de Santa Cruz publicado en 2004, puso de relieve
el peligroso proceso de segregacin intra urbana reinante en los ltimos aos, luego
de haber tenido en el mbito de Bolivia uno de los mejores ejemplos de planificacin
urbana. Sensiblemente dicho proceso lleg hasta el cuarto anillo, espacio donde la
presencia del lujo de sus hoteles, los edificios de las empresas transnacionales y la
riqueza de un sector empresarial-agropecuario cada vez ms pujante, le dan una
imagen de alta modernidad. Sin embargo, al sur del anillo 4, han proliferado espacios
extremadamente precarios, donde reina la falta de servicios bsicos de agua potable y
alcantarillado, altos niveles de pobreza, inseguridad ciudadana y violencia.
248
En el mencionado informe se indica que entre los aos 50 y 70, Santa Cruz tuvo un
salto cualitativo en trminos econmicos. A partir de la Capitalizacin, la economa
crucea se sustent en la concentracin de importantes flujos de inversin extranjera
directa, particularmente en hidrocarburos y servicios modernos. Pero la
internacionalizacin de la economa de Santa Cruz la hizo ms vulnerable a los
shocks externos que, sumados a su falta de diversificacin, la llevaron al actual
estancamiento. El problema central que enfrenta la economa crucea es su
incapacidad para diversificar sus productos de exportacin. Hoy exporta
hidrocarburos y oleaginosas. Hace falta que diversifique su produccin agroindustrial
para competir en mejores condiciones en la economa global.
El resultado es que, hoy, Santa Cruz es una ciudad inequitativa y conflictiva. Esta
conflictividad est atravesada por el agotamiento del ciclo de crecimiento
agroindustrial. El freno en el crecimiento econmico marca un cambio de escenario.
Santa Cruz pasa de una economa agro-exportadora a otra donde hay mayores
importaciones e inversin en capital, pero con menor generacin de empleo. El 85 por
ciento de la exportaciones cruceas se concentran en la produccin de hidrocarburos
y oleaginosas, actividades que no generan empleo masivo.
Esto explica la mayor concentracin social y territorial en la ciudad de Santa Cruz de
la Sierra. En el 2002, de las diez principales empresas, cuatro son de hidrocarburos y
cuatro son empresas grandes de oleaginosas, siete de las diez son transnacionales que
producen ms del 50 por ciento del PIB de Santa Cruz. Hay un desplazamiento de los
grupos empresarios locales a favor de los transnacionales. El conflicto tambin es un
germen de nuevas ideas. El desafo es poner en marcha mecanismos para discutir los
problemas centrales de Santa Cruz como son la inseguridad ciudadana, el desempleo
y el acceso a la tierra.
A modo de conclusin
Por todos los aspectos descritos a lo largo de este texto, podemos concluir que Santa
Cruz es una "ciudad dual", con fuerte discriminacin en sus estructuras sociales y
econmicas, las que a su vez estn entrelazadas en un engranaje difcil de entender.
La ciudad moderna, se va transformando en un espacio de violencia privada y
publica, fruto de la discriminacin y de las tensiones que cotidianamente se viven en
su interior. La opulencia y ostentacin del lujo frente a la pobreza e inseguridad
ciudadana, sumado a la desesperanza en muchos sectores que se sienten
discriminados por una sociedad que no se pronuncia para superar el nivel de brechas
internas y de segregacin social y geogrfica.
Los anlisis precedentes nos permiten demostrar que los Distritos de residencia de la
periferia este y sudeste (Distritos 6, 7 y 8) y al Sur el Distrito 12, son los que
presentan los ms alarmantes niveles de carencias en diversos planos, pero el ms
preocupante es el bajo acceso a los servicios bsicos: agudas carencias de
alcantarillado conectado a la red pblica, agua potable por caera al interior de las
viviendas, disponibilidad de servicios higinico de uso exclusivo del hogar, alta
249
250
268
251
Los espacios pblicos han perdido su cualidad de ser lugares del encuentro, y los
nuevos espacios de socializacin se han privatizado, y aunque la planificacin le
reserva areas e introduce nuevos conceptos como centros polivalentes o comunitarios,
stos, al no ser edificados ni embellecidos, se convierten en espacios no frecuentados y
por lo tanto inseguros, creandose un circulo vicioso en el que el espacio pblico se vuelve
sinnimo de espacio abandonado o descuidado. No solo hay el perjuicio de la prdida de
esos espacios, sino que no se construye en el imaginario colectivo una vida social en
ellos, lo cual es una amputacin de las posibilidades de la gente. Slo las clases altas
estn creando fatigosamente sus espacios de encuentro en el marco de actividades
comerciales privadas como son el boulevard de la avenida Monseor Rivero o los
grandes malls y los parques temticos. Una excepcin son la nueva plaza con la manzana
1 y el parque urbano, que con su xito muestran la enorme necsidad que existe de lugares
de encuentro, durante el dia y la noche.
255
16. Pero hay un a capa muy peculiar, que es informal por sus formas de acumulacin, de
consumo y de evasin impositiva, pero, por la magnitud de sus capitales acumulados, es
comparable a la economa formal. Se trata de los comerciantes de los grandes centros
comerciales como La Ramada o 7 calles, hasta la Feria de Barrio Lindo, con su
impresionante infraestructura, que podemos definir como nuestro capitalismo
popular en analoga a la burguesia chola como define Carlos Toranzo a los
comerciantes de la calle Buenos Aires de La Paz.
17. El anlisis demogrfico urbanistico muestra el decrecimiento de la poblacin dentro
del primer anillo, el casi estancamiento dentro del cuarto anillo, y el crecimiento
explosivo, con tasas por arriba del 8% en las areas periurbanas, en un patrn disperso,
desordenado y de baja densidad, fuertemente segregada entre el norte y el sur, que sin
embargo ser la nueva Santa Cruz dentro de 20 aos. Esa nueva realidad demogrfica
est empujando y acelerando un proceso de fuerte descentralizacin urbana que empuja
el surgimiento de nuevas centralidades y que ser indispensable para evitar el caos.
18. La evolucin de los patrones del IDH por distritos nos muestra una alarmante baja
en los IDH de la ciudad, equivalente a 10 puntos en promedio, y la consolidacin de
las realidades detectadas en 1995, como la segregacin y exclusin social de los
distritos (los pobres siguen siendolo) y siguen por consiguiente con los bajos indices de
desarrollo humano, mientras se consolidan las zonas con altos ingresos y alto IDH.
Tambin las discriminaciones de gnero, asi como las mayores dificultades para los
migrantes se ven reconfirmados.
18.- Con las reformas del Estado que trae la apertura neoliberal, y en especial la
capitalizacin, Santa Cruz se abre a las inversiones extranjeras globalizadas,
atrayendo inversiones externas directas, primero en empresas pblicas y estrategicas, en
el marco de la capitalizacin: hidrocarburos, telecomunicaciones, transporte, que
instalaron sus centrales de operaciones en la ciudad y luego en las empresas cruceas,
que se venden o se asocian con el capital externo. Desde el punto de vista social y de la
microecoma, las politicas de ajuste estructural generaron mayor marginamiento y
exclusin, fragementacin, dispersin y convulsiones sociales, adems de fragilidad
poltica, pues el sistema poltico no pudo atender las crecientes demandas de sectores de
clase y grupos sociales reclocalizados y dejados fuera el mercado laboral con los
ajustes. De ah el enorme crecimiento de la economa informal-popular, con la
caractersticas vistas en el punto 15 de estas conclusiones.
19.- Las reformas de carcter poltico institucional a nivel local. como la eleccin de
Alcaldes por voto universal y directo en 1987, y la Reforma Tributaria de 1986,
fortalecieron poltica y econmicamente a las alcaldas que pudieron disponer por
primera vez de recursos de la Coparticipacin Tributraria. Cuando en 1994, se procedi a
las reformas de segunda generacin, mediante la Ley de Participacin Popular, la
Alcalda recibi mas recursos con lo que aumentaron las obras, siempre insuficientes
ante un desmesurado crecimiemto migratorio, que rompi todas la previsiones del Plan
Techint como ya se vio en los puntos anteriores.. Con la Ley de Participacion Popular y
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BIBLIOGRAFA