Libro Sodio y Potasio en Busca Del Equilibrio
Libro Sodio y Potasio en Busca Del Equilibrio
Libro Sodio y Potasio en Busca Del Equilibrio
MISIN
La Fundacin promueve y contribuye a la toma de conciencia de la comunidad,
en relacin a la Hipertensin y a los riesgos cardiovasculares asociados, a
travs de su deteccin y seguimiento, en el mbito de la salud, trabajo y
educacin.
Directorio
Presidente Honorario:
Presidente Ejecutivo:
Vicepresidente:
Secretaria:
Tesorero:
Director:
Director:
Director:
Director:
Director:
Director:
E d i t o r
NDICE
Prlogo
Captulo 1
Captulo 3
Hiperkalemia
Dr. Luis H. Zrate M., y Dra. Carolina Zrate P.
34
Captulo 4
Efectos deletreos del consumo de la sal independientes del aumento
de la Presin Arterial
Dr. Luis H. Zrate M., y Dra. Carolina Zrate P.
42
Captulo 5
Hipertensin Arterial y la importancia del consumo de sal en pediatra
Dr. Carlos Saieh A., y Dra. Edda Lagomarsino F.
47
Captulo 6
Sal y Tercera Edad
Dr. Augusto Brizzolara
52
Captulo 7
Hipertensin Arterial y Obesidad
Dr. Alex Valenzuela
60
Captulo 8
Captulo 9
Manejo renal de la sal de la dieta
Dr. Jorge Morales
Captulo 10
76
79
Captulo 11
Polticas internacionales
Cristin Marc E.
Contenido de potasio de los alimentos
87
Prlogo
Las enfermedades cardiovasculares y otras patologas relacionadas reconocen una
serie de factores de riesgo que, si bien no son causales, presentan una serie de caractersticas epidemiolgicas, fisiopatolgicas, clnicas y de interrelacin teraputica
que determinan su pronstico y resolucin clnica. Para el internista, el pediatra, el
cardilogo y aun el que maneja la hipertensin arterial, lo primero que se explora y
reconoce como factores de riesgo son el cigarrillo, la diabetes, la obesidad, el colesterol y el sedentarismo. Pero cuando el paciente les pregunta sobre el consumo de
sal, recin la recuerdan como factor de riesgo y responden coma sin sal, sin explicarle cmo se hace tal indicacin y por qu debe incorporarla como una restriccin
en su dieta habitual.
En verdad, desde los primeros estudios sobre la patologa de la insuficiencia cardaca, de algunas nefropatas y de la hipertensin arterial, se reconoci que restringiendo su ingesta mejoraban los sntomas, la congestin visceral y se reduca la hipertensin arterial. Tal medida se mantuvo por algunos aos, en los que se reconoci
la habitual resistencia de los pacientes para cumplirla. Pero cuando aparecieron los
frmacos diurticos y algunos antihipertensivos que aumentaban la diuresis, la indicacin sin sal qued postergada, relativizada y aun obsoleta para muchos clnicos.
Esta situacin se mantuvo por varios aos, a pesar de evidencias epidemiolgicas,
experimentales y clnicas que demostraban la importancia patogentica de la sal o
mejor del Na+, sobre la hipertensin arterial. En efecto, estudios poblacionales demostraron en la dcada del 60 que ciudades con bajo contenido de sal en su dieta
desarrollaban menos casos de hipertensin arterial. Concomitantemente, los mdicos dedicados al manejo de la hipertensin esencial comprobaron que genticamente algunas etnias presentaban mayor incidencia de la enfermedad, como era el caso
de los americanos de color en relacin con los blancos y aun aquellos respondan
mejor a una reduccin de la sal, mientras que otros no lo hacan. Se conoci as la
condicin sodio sensible y sodio resistente para los hipertensos.
No cabe duda de que el principal mecanismo que regula el metabolismo del sodio
se asienta en el rin. ste mantiene una concentracin plasmtica de sodio constante, de acuerdo a las necesidades hemodinmicas que permitan una perfusin
ptima de los tejidos. Para eso, el rin regula el volumen de lquidos extracelulares
y contribuye a mantener un balance adecuado de Na+ intra y extracelular.
Sin embargo, el intercambio inico a travs de la membrana celular en los diversos
tejidos no reconoce slo al Na+, sino que tambin el K+ tiene una importancia crucial. Su concentracin intracelular y plasmtica debe mantenerse en niveles fisiolgicos adecuados. Este nuevo actor se ha demostrado indispensable en la regulacin
de la circulacin y de la presin arterial en particular. Esto es as a tal extremo que
niveles plasmticos reducidos de K+ pueden causar hipertensin arterial, como es
el caso del hiperaldosteronismo primario y la suplementacin del catin permite
reducir la hipertensin en un nmero significativo de pacientes.
Un adecuado balance en la ingesta de sodio y potasio ha demostrado importantes
reducciones de eventos cardiovasculares a nivel mundial. La OMS acogiendo esta
evidencia emiti, en el ao 2006, un valioso documento que proporciona los antecedentes que respaldan y propician una progresiva reduccin del cloruro de sodio y un
incremento en la ingesta de potasio.
Los escritos de este libro tienen el propsito de entregar a los mdicos de nuestro
continente los antecedentes recopilados por diferentes especialistas para informarlos y motivarlos a difundir la necesidad de procurar este importante cambio en
nuestra alimentacin.
Estaremos dando los primeros pasos en procura de un desaceleramiento en la
progresin de la prevalencia de la hipertensin arterial, primera causa de muerte a
nivel mundial.
Captulo 1
Intercambio Sodio-Potasio:
ATPasa Na+/K+
Sal sensibilidad: Concepto y
factores dependientes
M. Carolina Achondo C.
Bilogo, Universidad de Concepcin.
Sin embargo, nuestro inters se focaliza en la funcin de esta bomba a nivel renal,
donde su distribucin es heterognea, presentndose la mayor concentracin en la
zona del tbulo proximal, donde el volumen de sal y agua es reabsorbido. La regin
distal del nefrn es la responsable de ajustar la reabsorcin final del in sodio junto
con la aldosterona, hormona que juega un papel dominante en la regulacin de este
sitio a travs del control del acceso al sodio hacia el sitio intracelular a travs de la
bomba (6).
La regulacin de la bomba ATPasa es de un nivel altamente complejo. Algunos datos sugieren que los cambios intracelulares de Na y la cantidad de ATP que proviene
de la gliclisis estn estrechamente relacionados (7).
As es que esta maquinaria enzimtica maneja la reabsorcin de sodio en el rin
y se postula un mecanismo potencial por el cual puede contribuir a la hipertensin
en caso de que exista una alteracin. (Figura 1).
Figura 1
Na
ATP asa
ATP
Na
ADP
Mitocondria
Ncleo
Captulo 1
Funcin renal
Existen evidencias que indican una disfuncin y/o alteracin renal en los individuos hipertensos sal sensibles. Campese y colaboradores publicaron un estudio
donde analizaron la respuesta a la presin arterial en dietas con alta y baja ingesta
de sal, demostrando que los individuos de raza negra sal sensibles tuvieron una
respuesta disminuda en el flujo sanguneo renal a la dieta alta en sal, en cambio el
grupo resistente a la sal, que incluy individuos blancos y algunos negros, mostraron
un aumento en el flujo sanguneo renal.
Otros hallazgos son los encontrados por cientficos italianos en pacientes hiper11
tensos sometidos a dieta altas y bajas en sal, donde la excrecin de albmina fue
mucho mayor en sujetos sal sensibles, no observndose diferencias en la tasa de
filtracin glomerular, flujo sanguneo renal o fraccin de filtracin entre los dos
grupos en el perodo de baja ingesta de sal. Sin embargo, en la dieta con alto contenido de sal, el flujo sanguneo renal disminuy, la fraccin de filtracin y la presin
intraglomerular aument en los individuos sal sensibles. Con estos resultados, los
investigadores de ambos estudios concluyen que es un parmetro indicador que los
individuos sal sensibles tengan este aumento de presin capilar glomerular en una
ingesta rica en sal (19,20).
Algunos investigadores han sugerido que la alteracin en el rea de superficie
glomerular o en la densidad de glomrulos puede ser responsable de la hipertensin
sal sensible (21,22).
Captulo 1
zada para medir la concentracin de este pptido, diferencias en las edades de los
pacientes, la ingesta de sodio en la dieta, presencia de disfuncin ventricular y, por
ltimo, diferencias genticas en las poblaciones estudiadas.
Oxido Ntrico
NOS inhibicin
o deficiente
Flujo sanguneo
medular
Constriccin
arteriolar
aferente
FTG
Kf
Tasa filtracin
glomerular
Na+ - H+
Intercambio
Na+ - K+
ATPasa
Canal
Na+
Reabsorcin
Tubular
Presin de
natriuresis
Retencin
de Na+
HIPERTENSIN
Insulina
La alta cantidad de sal en la dieta no slo aumenta la presin arterial, sino que
tambin disminuye la sensibilidad a la insulina, posiblemente a travs de una sobreproduccin de estres oxidativo (37). Datos epidemiolgicos muestran que la prevalen14
Captulo 1
cia de diabetes aumenta en las personas que consumen altas cantidades de sal (38). Se
ha descrito que la ingesta de un suplemento de potasio en pacientes hipertensos sal
sensibles, produce una reduccin de la presin arterial y mejora de la sensibilidad
a la insulina dependiente de sal a travs de la inhibicin de especies reactivas al
oxgeno (37,39,40).
En una publicacin de Matsui y colaboradores se demuestra que en modelos de
ratas DAHL sal sensibles, una alta ingesta de sal aumenta la produccin de especies
reactivas al oxgeno en el corazn, induciendo a una disfuncin diastlica que es
revertida con un suplemento de potasio a travs de la inhibicin de EROS (41).
Integrando la fisiopatologa de la sal sensibilidad y la resistencia a la insulina se
puede decir que la sal en la dieta y la liberacin de angiotensina II desde la grasa
visceral puede inducir resistencia a la insulina en el msculo y en el tejido adiposo
por la sobreproduccin de EROS. Hiperinsulinemia y aumento de angiotensina II inducen al aumento de la reabsorcin de sodio en el tubulo proximal, resultando una
hipertensin sal sensible (42).
Con respecto a la accin renal que puede tener la insulina, un grupo de investigadores mostr que la insulina induce a una retencin de sodio renal por aumento de
su reabsorcin en la zona distal del tbulo.
Otros datos han demostrado que la alta ingesta de sal reduce la sensibilidad a la
insulina en sujetos normotensos jvenes con una predisposicin gentica a desarrollar hipertensin pero no as en los sujetos sal resistentes (43,44).
Receptores adrenrgicos
Feldman y colaboradores han demostrado en pacientes hipertensos que la actividad de los receptores -adrenrgicos desciende en respuesta a los cambios en
el balance de sodio (45). Otros investigadores han aportado con el estudio de los receptores alfa y su sobrerregulacin y la baja regulacin de los receptores beta en la
condicin de altas ingesta de sal. La hiptesis de ellos se basa en que el aumento
de la razn receptores alfa2/ beta2 durante una dieta alta en sal podra contribuir a
vasoconstriccin y a un aumento en la reabsorcin de sodio en el tbulo proximal.
Para comprobar su hiptesis, este grupo de investigadores cultiv fibroblastos de
20 hombres normotensos en base a que sus presiones respondan a las alteraciones
de la ingesta de sodio en la dieta. Encontraron que los sujetos sal sensibles tenan
reducido el nmero de receptores beta2 en sus fibroblastos (46,47).
Transporte de iones
El aumento de la concentracin intracelular de sodio ha sido descrita en eritrocitos, leucocitos y linfocitos en pacientes hipertensos.
Se hace importante reconocer que no slo el in sodio es responsable de la hipertensin sal sensible como ha sido demostrado en estudios animales y en humanos (48,49,50). Se ha descubierto que durante la ingesta de sodio aumenta la concentracin de calcio en los linfocitos en pacientes hipertensos sal sensibles no as en los
sal resistentes (51).
Como se sabe, la bomba Na+ K+ ATPasa mantiene estos iones a travs de la
membrana celular a travs de un activo transporte electrognico que es inhibido
15
Figura 3
Factores que influencian la sensibilidad a la insulina.
Dieta rica en caloras
Sal
Potasio
Obesidad Visceral
Angiotensina II
Adrenomedulina
Estrs Oxidativo
Resistencia a
la Insulina
Enfermedad
Cardiovascular
Retencin de sal
Presin Arterial
HIPERTENSIN
SAL - SENSIBLE
Kalicrenas
En el rin la actividad local del sistema kalicrena-kininas influye en el flujo sanguneo de la regin y en la excrecin del sodio. Numerosos estudios en humanos han
descrito que la excrecin urinaria de kalicrenas es aumentada en una baja ingesta
de sal. (55,56,57,58,59).
En 1998 Hilgenfeldt publica que mientras existe una alta excrecin de kalicrenas
en una dieta baja en sal en individuos sanos, las concentraciones de kalicrenas plasmticas y de bradiquinina (medida por el metabolito estable BK1-5), se ven aumentadas durante una alta ingesta de sal. Este estudio confirma el diferencial que existe
entre la ingesta de sal en el sistema kalicrena-kinina renal como en circulacin y
16
Captulo 1
Homocigotos
Bajos
1
30%
Heterocigotos
Homocigotos
Altos
2
50%
3
20%
Riesgo
HTA
Alto
Suceptible
Bajo riesgo
Bajo
Bajo
alto
Adaptado de Williams E. et al. Genetics basis of familial dyslipidemia and hipertensin;15 years
results from UTA. Am. J. Hypertension 1993;6:319S-327S(59).
Pero no slo el rin se ve afectado por esta influencia de sodio. Existen investigaciones que han mostrado cambios celulares morfolgicos sensibles a los cambios de
concentracin de este in. Como se sabe, el balance de sodio y agua est regulado
por la aldosterona. Esta hormona es conocida por su funcin controladora en la
actividad de los canales epiteliales de sodio (ENaC) en el conducto colector renal.
Acta adems en los ENaC del endotelio, provocando un aumento del volumen (62,63) y
17
rgidez celular (64,65) y una alteracin en la produccin de xido ntrico (66,67). Recientemente se ha sugerido que el sodio plasmtico juega un rol importante en el control
de la presin arterial ya que se ha encontrado un pequeo aumento de ste (1-3Mm)
en individuos con hipertensin (68,69). Como los ENaC se expresan en las clulas endoteliales en respuesta a aldosterona, estos canales podran actuar como un nexo
funcional entre el plasma y la clula endotelial. Es as que al bloquear estos canales
se evitara la accin de la aldosterona en aumentar el volumen y rgidez celular, lo
que sugiere que el control del flujo de sodio en la zona apical de la membrana controlara todos estos cambios.
En base a estos antecedentes, el grupo de Oberleithner public en el ao 2007
la influencia de los pequeos cambios de sodio plasmtico en la clula endotelial.
Mediante una tcnica especializada para visualizar rigidez, ellos comprobaron que
en cultivos de clulas endoteliales humanas que contenan aldosterona en el medio, respondieron a una mayor rigidez y aumento de volumen. Sin embargo, en los
cultivos donde se depleta la aldosterona, los aumentos en la concentracin de sodio no tuvieron cambios en los parmetros mencionados. Adems en presencia de
aldosterona y alta concentracin de sodio, la produccin de xido ntrico decay
notablemente (70).
Recientemente se ha descubierto que el control del sodio intracelular esta relacionado con la apertura de los ENaC (71). As, este mecanismo podra limitar la entrada
de sodio en las clulas que son blanco a la aldosterona y, de esa forma, controlar la
rgidez celular.
Es as que con cambios alrededor de 5Mm, lo que es considerado un rango fisiolgico, puede causar una rgidez de alrededor de 10%. Es posible que manteniendo la
concentracin plasmtica de sodio y aldosterona en bajos rangos fisiolgicos podra
ayudar a mantener una PA y evitar un dao vascular y a rganos blanco (72).
Existe un concepto, presentado por Titze y colaboradores, que trabajaron con un
modelo de ratas que muestra un hecho interesante en osmosensibilidad y in sodio.
Ellos compararon ratas con DOCA (acetato de deoxicorticosterona) y ratas DOCA
con ovarioectoma. Se describe que DOCA disminuye la excrecin renal de sodio y
aumenta el Na+ total del cuerpo y el volumen total, lo que se define como un prototipo de modelo sal sensible.
En ratas DOCA con ovarioectoma se encontr que se reduce osmticamente la
capacidad de almacn de sodio, lo que aumenta el volumen de retencin y podra
explicar el aumento de presin arterial en un modelo de hipertensin postmenopusica sal sensible (73).
Al finalizar este captulo, nos queda la sensacin de la complejidad de la fisiopatologa de la sal sensibilidad y de lo mucho que falta an por dilucidar respecto a cules son los mecanismos celulares y moleculares que acompaan a esta condicin.
Bibliografa:
1.
Comprehensive Hypertension. Gregory YH Lip and John E. Hall. Chapter 20 Sodium Pumps. 2007.
2. Jens Christian Skou awarded the Nobel prize in chemistry for the identification of the Na+, K(+)pump. Acta Physiol Scand. 1998 May;163(1):1-2.
3.
Skou JC. Enzimatic basis for active transport of Na+ and K+ across cell membrane. Physiol Rev
1965;45:596-617.
18
Captulo 1
4.
5.
Ianello S. et al. Animal and human tissue Na+-K+ATP in normal and insulin-resistant states:regulation behaviour and interpretative hypothesis on NEFA effects. Obesity Review 2007;8:231-251.
6.
7.
Wang Y. et al. ETA receptor blockade prevents renal dysfunction in salt sensitive hypertension
induced by sensory denervation. Am Physiol. Heart Cir.Physiol 2005;289:H2005-H2111.
8.
Kawasaki T, Delea CS, Bartter FC, Smith H. The effect of high-sodium and low-sodium intakes on
blood pressure and other related variables in human subjects with idiopathic hypertension. Am J
Med. 1978;64:193-198.
9.
Weinberger MH, Miller JZ, Luft FC, Grim CE, Fineberg NS. Definitions and characteristics of sodium
sensitivity and blood pressure resistance. Hypertension. 1986;8 (suppl II):II-127-II-134.
10. Sullivan JM. Salt sensitivity definition, conception, methodology and long- term issues. Hypertension 1991;17:(Suppl I):I-61-I68.
11. Falkner B. et al.Interaction of sodium sensitivity and stress in young adults. Hypertension 1991;17
(Suppl I):I162-I165.
12. Weiberger MH. Finerberg NS. Sodium and volume sensitivity of blood pressure age and pressure
change over time. Hypertension 1991;18:67-71.
13. Overlack A. et al. Age is major determinant of the divergent blood pressure responses to varying
salt intake in essential hypertension. Am. J. Hypertension 1995;8:829-836.
14. Calhoum DA; Oparil S. High Blood Pressure in woman. Inter.J. Fertil Womens Med 1997;42:198205.
15. Weinberger MH. Et al. Sodium Sentivity and resistance of blood pressure are associated with different haptoglobin phenotypes. Hypertension 1987;10:443-446.
16. Lifton RP, Dluhy RG, Powers M, Rich G, Cook S, Ulick S, Lalouel JM. A chimaeric 11 -hydroxylase/
aldosterone synthase gene causes glucocorticoid-remediable aldosteronism and human hypertension. Nature. 1992;355:262-265.
17. Shimkets RA, Warnock DG, Bositis CM, Nelso-Williams C, Hansson JH, Schambelan M, Gill JRJ.
Liddles syndrome: heritable human hypertension caused by mutations in the subunit of the
epithelial sodium channel. Cell. 1994;79:407-414.
18. Poch E. et al. Molecular basis of Salt sensitivity in human hypertension. Evaluation of renin-angiotensin-aldosterona system gene polymorphism. Hypertension 2001;38(5);1204-1209.
19. Campese VM, Parise M, Karubian F, Bigazzi R. Abnormal renal hemodynamics in black salt-sensitive
patients with hypertension. Hypertension. 1991;18:805-812.
20. Bigazzi R, Bianchi S, Baldari D, Sgherri G, Baldari G, Campese VM. Microalbuminuria in salt-sensitive
patients. Hypertension. 1994; 23:195-199.
21. Brenner BM, Anderson S. The interrelationships among filtration surface area, blood pressure, and
chronic renal disease. J Cardiovasc Pharmacol. 1992;19(suppl 6):S1-S7.
22. Kimura G, Frem GJ, Brenner BM. Renal mechanisms of salt sensitivity in hypertension. Curr Opin
Nephrol Hypertens. 1994;3:1-12.
23. Osborn J. et al Responsiveness vs basal activity of plasma AngII as a determinat of arterial pressure
SALT sensitivity. Am. J.Physiol Heart Cir. Physiol 2003; 285; H2142-H2149.
24. Franco M. et al. Angiotensin II; Intersticial Inflammation and the pathogenesis of salt sensitive
hypertension. AmJ. Physiol Renal Physiol 2006;291:F1281-F1287.
25. Campense Vito. et al. Salt Intake and plasma atrial natriuretic peptide and nitric oxide in hypertension. Hypertension 1996;28:335-340.
26. John SWM. et al. Genetic decreases in atrial natriuretic peptide and salt sensitive hypertension
.Science 1995;267:679-681.
27. Sagnella et al.Atrial natriuretic peptides in essesential hypertension basal plasma levels and relationship to sodium balance.Can.J. Physiol Pharmacol 1991;693;1592-1600.
19
28. Gerdt S. et al.Salt sensitive essential hypertension evaluated by 24 hours ambulatory blood pressure. Blood Pressure 1994;3:375-380.
29. Gill JR. et al. Plasma and urinary cathecolamines in salt sensitive idiophatic hypertension. Hypertension 1988;11:312-318.
30. Weiberger MH. et al.The role of the sympathetic nervos system in the modulation of sodium
excretion. Clin Exp. Hypertension 1982;A(4-5):719-735.
31. Gill JR. et al. High urinary dopa and low urinary dopamine to dopa in salt sentive hypertension.
Hypertension 1991;18:614-621.
32. Myoshi A. et al.Impairment of the endothelial fuction in salt sensitive hypertension in humans.
Am. J. Hypertension 1997;10:1083-1090.
33. Bragulat E. et al. Endothelial Dysfunction in salt-sensitive essential Hypertension. Hypertension
2001;37 (Part I):444-448.
34. Ai-Ping Z. et al. Role of Nitric oxide in control of renal function and salt sensitivity. Curret Hypertension Reports 1999;178-186.
35. D`Vascio LV. et al. Structure and function of small arteries in salt-induced hypertension;effects of
chronic endothelin subtype A-receptor blockade. Hypertension 1997;30:905-911.
36. Hoffman A. et al. Urinary excretion rate of endothelin 1 in patients with essential hypertension and
salt sensitivity. Kidney International 1994;45:556-560.
37. Ogihara T. et al. High-salt diet enhances insulin, signalling, and induces insulin resistance. In Dahl
salt-sensitive rats. Hypertension 2002;40:83-89.
38. Hu G. et al. Urinary sodium and potassium excretion and the risk of type 2 diabetes;a prospective
study in Finland. Diabetologia 2005;1477-1483.
39. Fujita T. et al. Hemodynamic and endocrines changes associated with potassium supplementation
in sodium loaded hypertensives. Hypertension 1984;6:184-192.
40. Fujita T. Natriuretic and antihypertensive effects of potassium in DOCA-SALT Hypertension rats.
Kidney Inter. 1983;24:731-9.
41. Matsui H. et al. Protective effect of potassium against the hypertensive cardiac dysfunction association with reactive oxygen species reduction. Hypertension 2006;48:225-231.
42. Fujita T. Spotlight on Renin. Renin Report 2006;181-183.
43. Teer Maaten JC. et al. Insulins acute effects on glomerular filtration rate correlate with insulin sensitivity whereas insulins acute effects on proximal tubular sodium reabsorption correlation with
salt sensitivity in normal subjects. Nephrol Dial Transplant. 1999;(10):2357-63.
44. Sharma AM. Insulin resitance in young salt sensitive normotensive subjects. Hypertension
1993;21:273-279.
45. Feldman RD, Lawton WJ, McArdle WL. Low sodium diet corrects the defect in lymphocyte betaadrenergic responsiveness in hypertensive subjects. J Clin Invest. 1987;79:647-652.
46. Skrabal F, Kotanko P, Luft FC. Inverse regulation of alpha-2 and beta-2 adrenoceptors in salt-sensitive hypertension: an hypothesis. Life Sci. 1989;45:2061-2076.
47. Kotanko P, Hoglinger O, Skrabal F. Beta 2-adrenoceptor density in fibroblast culture correlates with
human NaCl sensitivity. Am J Physiol. 1992;263(part 1):C623-C627.
48. Whitescarver SA, Ott CE, Jackson BA, Guthrie GP Jr, Kotchen TA. Salt-sensitive hypertension: contribution of chloride. Science. 1984;223:1430-1432.
49. Kurtz TW, Al-Bander HA, Morris RC Jr. `Salt-sensitive essential hypertension in men. N Engl J Med.
1987;317:1043-1048.
50. Luft FC, Zemel MB, Sowers JA, Fineberg NS, Weinberger MH. Sodium bicarbonate and sodium
chloride: effects on blood pressure and electrolyte homeostasis in normal and hypertensive man. J
Hypertens. 1990;8:663-670.
51. Alexiewicz JM, Gaciong Z, Parise M, Karubian F, Massry SG, Campese VM. Effect of dietary sodium
intake on intracellular calcium in lymphocytes of salt-sensitive hypertensive patients. Am J Hypertens. 1992;5:536-541.
20
Captulo 1
21
Captulo 2
Rol protector del potasio
Dr. Luis H. Zrate M (*), y M. Carolina Achondo C (**).
Cardilogo. Presidente de la Fundacin Chilena de
Hipertensin Arterial.
(**)
Bilogo, Universidad de Concepcin.
(*)
Introduccin
El sodio, principal catin extracelular, ha sido siempre considerado esencial en la
aparicin y mantencin de la hipertensin. Numerosos estudios observacionales, intervencionales y experimentales en animales y humanos, lo han demostrado categricamente (1,2). Por contraste, el potasio, principal catin intracelular, ha sido subestimado en la patogenia de la hipertensin arterial. Sin embargo, numerosas evidencias
indican que el dficit de potasio tiene un rol crtico en la hipertensin arterial y en
sus trastornos estructurales (3,4). En este captulo examinaremos la importancia de la
interdependencia del sodio y el potasio en sus efectos estructurales y metablicos.
El anlisis de las acciones aisladas de estos cationes no reflejan la importancia de
sus efectos recprocos.
Captulo 2
plasmtica del K+ se duplique como pasara si este catin fuera ingerido con la dieta
y permaneciera en el compartimiento extracelular. Es as como la mayor parte del
potasio que se absorbe inmediatamente despus de las comidas, luego de elevar su
concentracin en el plasma, penetra en la clulas, paso facilitado por la liberacin
de insulina y por los niveles basales de catecolaminas. Al final, el exceso de K+ se
elimina por la orina.
En la insuficiencia renal crnica, las prdidas de K+ por las heces pueden aumentar desde 10 a 40% (del potasio ingerido).
Eliminacin de potasio
El rin es la principal va para eliminar el exceso de K+ de los alimentos. La cantidad de K+ filtrado es de 720 mmol/da, 10 a 20 veces mayor que la cantidad de
K+ del extracelular. El 90% del total filtrado se reabsorbe en el tubulo contorneado
proximal y en el asa de Henle. Por lo tanto, la cantidad de K+ que llega a la nefrona
distal se aproxima a la cantidad ingerida. En ltimo trmino se produce secrecin
o resorcin del K+ segn exista exceso o disminucin de K+, respectivamente. La
clula principal es la encargada de la secrecin de potasio en el ltimo tramo del
tubulo contorneado. Prcticamente toda la regulacin de la eliminacin del K+ por
los riones y del balance del potasio corporal total se produce en la nefrona distal.
La secrecin de potasio est regulada por dos estmulos fisiolgicos: la aldosterona
y la hipokalemia.
La aldosterona es secretada por las clulas de la zona glomerulosa de la corteza
suprarrenal cuando aumenta el nivel de la angiotensina II o cuando hay hperkalemia.
La concentracin del potasio en el plasma afecta directamente la secrecin de K+,
independientemente de la accin de la aldosterona. Como la eliminacin equivale al
producto de la concentracin multiplicada por el volumen, el aumento del flujo en
la nefrona distal puede aumentar considerablemente la eliminacin urinaria del K+.
Por timo, en la reduccin severa de K+ se reduce la secrecin de este catin, y su
resorcin es regulada en los conductos colectores.
con dieta habitual de sodio de entre 120 y 200 mmol por da, produce retencin de
sodio y elevacin de la presin arterial, con un aumento promedio de 6 mmHg de
presin arterial sistlica y 4 mmHg en la presin diastlica en personas normotensas, siendo levemente mayor en personas hipertensas (8).
La sal sensibilidad, definida como un aumento de la presin arterial en respuesta
a una mayor ingesta de cloruro de sodio, se presenta en normotensos e hipertensos.
La poblacin normotensa sal sensible aparece como etapa precursora de hipertensin arterial. El mayor aporte de potasio ejerce un poderoso efecto inhibitorio dosis
dependiente de la sensibilidad al sodio. Con una dieta que fue baja en potasio 30
mmol por da, 79% de normotensos afroamericanos y 36% de normotensos caucsicos tenan sal sensibilidad. La suplementacin de 90 mmol de bicarbonato de
potasio por da redujo la sal sensibilidad en slo un 20% de afroamericanos. Esta
reduccin se observ con un aporte de tan slo 40 mmol de bicarbonato de potasio en caucsicos (9). Por lo tanto, un aporte de potasio puede reducir o abolir la sal
sensibilidad.
En el estudio INTERSALT, que incluy a 10.079 personas de 32 pases, se observ
que la relacin potasio-sodio urinaria tuvo una significativa e inversa relacin con
la presin arterial, siendo esta relacin de mayor poder estadstico que la excrecin
aislada de sodio y potasio (10).
La restriccin de potasio causa un dficit del potasio celular que hace necesaria la
incorporacin de sodio para mantener su tonicidad y volumen. El aumento del sodio
celular tiene efectos deletreos inmediatos y a largo plazo.
Se ha descrito en animales y personas hipertensas un exceso de sodio y un dficit
de potasio (11). El sodio intercambiable, medido por tcnicas de dilucin isotpica,
est aumentada en hipertensos y se correlaciona positivamente con los niveles de
presin arterial, siendo esta correlacin mayor en personas de la tercera edad. Inversamente, el potasio intercambiable medido por iguales tcnicas se correlaciona
negativamente con la presin arterial en hipertensos esenciales (12).
El potasio del msculo esqueltico est disminuido en hipertensos no tratados,
pero el potasio plasmtico, generalmente un indicador de baja confiabilidad, est en
rangos habitualmente normales (13). Las presiones sistlica y diastlica se relacionan
negativamente con el potasio muscular en normotensos e hipertensos (14).
La reabsorcin del sodio filtrado por los tbulos renales est aumentado en los
hipertensos esenciales teniendo un rol importante el intercambiador sodio-hidrgeno tipo 3, que se encuentra en el tbulo proximal y en la porcin gruesa del asa
ascendente de Henle, donde aproximadamente el 90% del sodio es reabsorbido.
La actividad de este transportador est aumentado en ratas hipertensas (15). Se
ha observado que la deplecin de potasio aumenta la actividad del sistema renina
angiotensina y del sistema simptico, siendo a su vez estos sistemas estimulantes
de este transportador (16).
La relacin entre el sodio y el potasio en hipertensin, como el efecto de ste en
la natriuresis, hipertensin sal sensible y la glucoregulacin han sido de gran inters
por la comunidad cientfica (17).
En el contexto de la proteccin ejercida por el potasio existen antecedentes interesantes, como las publicadas por el grupo de McCabe el ao 1994, donde demostraron que el aumento de potasio dentro de los rangos fisiolgicos, puede disminuir
24
Captulo 2
Efectos cerebrales
La administracin de solucin salina hipertnica intraventricular aumenta la presin arterial, teniendo la administracin de potasio efectos opuestos (21). Si se hace
una infusin intraventricular de aldosterona a dosis no presoras se reduce el potasio
en el liquido cefalorraqudeo y aumenta la presin arterial. La administracin de potasio o prorenona, un antagonista de los mineralocorticoides, a travs de la misma
va previene la reduccin de potasio en el lquido cefalorraqudeo y el efecto presor
de la aldosterona (22,23).
El efecto favorable de pequeas dosis de espironolactona en insuficiencia cardaca
e hipertensin puede depender de su accin central, minimizando la reduccin de
potasio extracelular en el cerebro y, por lo tanto, modulando descargas simpticas (24).
Las acciones centrales de cambios en la concentracin de sodio y potasio en el
lquido cefalorraqudeo y un exceso de sodio y un dficit de potasio corporal son
probablemente mediados por cambios en la actividad de la bomba de sodio neuronal
y del sistema renina angiotensina del cerebro (25). Estos cambios incrementan el tono
simptico, lo cual potencia el efecto presor (26).
Efectos metablicos
La deplecin de potasio inhibe la secrecin de insulina y est asociada con intolerancia a la glucosa. La administracin de potasio aumenta la secrecin de insulina
a travs del cambio del potencial de membrana de las celulas beta del pncreas (27).
La insulina tiene un efecto vasodilatador en el msculo esqueltico mediado por la
liberacin de xido ntrico (28), este efecto se reduce en hipertensin arterial (29).
Diversos investigadores han podido aportar una serie de estudios en relacin con
los beneficios del in potasio. Es as que se ha determinado que este in puede
proteger a normotensos asiticos del aumento de la dimetil arginina asimtrica, un
25
competidor endgeno de la xido ntrico sintasa y adems un potente vasoconstrictor (30,31). Una alta ingesta de potasio en la dieta reduce la presin arterial y aumenta
la biodisponibilidad de xido ntrico en normotensos asiticos sensibles a la sal, no
as a los no sensibles (32).
Relacionado con la presin arterial es importante destacar el fenmeno de natriuresis, donde el K+ posee un importante rol. Cambios en la ingesta de potasio provoca
una notable alteracin en el balance del sodio (33,34,35,36). La retencin de sodio, una
caracterstica de la deplecin del potasio, aumenta la presin arterial por: aumento
del volumen del fludo extracelular; alterando la relacin entre presin-natriuresis;
aumento de la concentracin del sodio intracelular y por estimulacin de la liberacin de inhibidores de la ATPasa Na+ y K+. Estudios han demostrado que el aumento
de potasio en la dieta tiene un efecto en la mayor excrecin de sodio (37), lo que indica
que el potasio por mecanismos an no determinados incide en las molculas que
tienen relacin con la regulacin del sodio, como prostaglandinas, kininas y dopamina (38). (Tabla 1)
Tabla 1
Mecanismos del in Potasio que inducen cambios en la presin arterial
Excrecin de Sodio
Deplecin K+: Excrecin Na
Suplemento K+: Excrecin Na
Hormonas vasoactivas:
Actividad plasmtica de renina: Respuesta variable en humanos.
Catecolaminas: Cambios determinados por alteracin en el balance de sodio.
Respuesta vascular alterada hacia hormonas vasoactivas
Suplemento K+: Baja respuesta presora de angiotensina II y norepinefrina.
Efecto vascular directo
Hipokalemia: Vasoconstrictor.
Hiperkalemia: Vasodilatador.
Metabolismo inico divalente alterado
Deplecin K+: Excrecin urinaria de calcio.
Suplemento K+: Excrecin urinaria de calcio.
Adaptado de Krishna G. Gomal. Effects of Potassium Intake on Blood Pressure.
J. Am. Soc. Nephrol 1990:1:43-52.
Otro de los aspectos destacados del potasio es su efecto protector vascular cerebral. El primer reporte lo realizaron Khaw y Barrett-Connor (39). Ellos demostraron que
aumentando 10 mmol de potasio en la dieta, la reduccin de muertes por infartos
cerebrales fue reducida en un 40% sobre 859 pacientes (hombres y mujeres).
Diversos estudios prospectivos epidemiolgicos han mostrado un aumento en el
consumo de frutas y vegetales y la proteccin contra los infartos cerebrales (40,41). Esta
26
Captulo 2
relacin inversa entre muertes por infartos cerebrales y consumo alto de potasio ha
sido confirmada en estudios tanto en humanos como en animales (42).
Bibliografa
1. Williams GH, Hollenberg NK. Non-modulating hypertension: a subset of sodium sensitive hypertension. Hypertension 1991; 17. Suppl 1: 181-185.
2. Iwamoto T, Kita S. Hypertension, Na+/Ca+2 exchanger, and Na+, K+ ATPasa. Kidney Inter. 2006;
69:2148-54.
3. Whelton PK. Potassium ann blood pressure. In: Izzo JL Jr, Black HR, eds. Hypertension primer 3rd ed
Dallas: American Heart Association/Council on High Blood Pressure Research,2003;280-2.
4. Dietary reference intakes for water, potassium, sodium, chloride, and sulphate. Washington, Dc:
National Academies Press, 2005.
5. Jo Ringer and Ivette Barlett. The significance of potassium. The Pharmaceutical Journal 2007; 278:
497-500.
6. Elliot P. Salt and Blood pressure In: Izzo JL Jr, Black HR, eds. Hypertension primer 3rd ed Dallas:
American Heart Association/Council on High Blood Pressure Research, 2003; 277-9.
7. Dietary reference intakes for water, potassium, sodium, chloride, and sulphate. Washington, Dc:
National Academies Press, 2005.
8. Krishna GG, Miller E, Kappor S. Increased clood pressure during potassium depletion in normotensive men. N Engl. J. Med 1989; 3: 20: 1177-82.
9. Morris RC Jr, Sebastian A, Forman A, Tanaka M, Schmidlin O. Normotensive salt sensitivity: effects
of race and dietary potassium. Hypertension 1999; 33:18-23.
10. INTERSALT Cooperative Research Group. INTERSALT:an international study of electrolyte excretion
and blood pressure: results for 24 hour urinary sodium and potassium excretion. BMJ 1988; 31928.
11. Kaplan NM, Primary hypertension: pathogenesis. In: Kaplan NM, ed. Kaplans clinical Hypertension.
9th ed. Philadelphia: Lippicott Williams&Wilkins, 2006: 50-12.
12. Lever AP, Beretta-Piccoli C. Brown JJ, Davies DL, Fraser R, Robertson JIS. Sodium and potassium in
essential hypertension. Br. Med. J. (Clin Res Ed) 1981; 283: 463-8.
13. Ericsson R. Potassium in skeletal muscle in untreated primary hypertension and in chronic renal
failure, studied by X-Ray fluorescence technique. Acta Med. Sacnd 1984; 4:215: 225-30.
14. Rubenowitz E, Landin K, Wihelmsen L. Skeletal muscle magnesium by gender and hypertensive
status. Scand J. Clin Lab Invest 1998; 58: 47-54.
15. Meneton P, Jeunemaitre X, de Wardener HE, MacGregor GA. Links between dietary salt intake, renal,
salt handling, blood pressure and cardiovascular disease. Physiol. Rev 2005; 85: 679-715.
16. Soleimani M, Bergman JA, Hosford MA, McKinney Td. Potassium depletion increases luminal
Na+/H+ exchange and basolateral Na+:CO=:HCO3- cotrasnport in rat renal cortex. J. Clin Invest
1990;86:1076-83.
27
17. Antonio Delgado-Almeida. Assessing cell K Physiology in hypertensive patients. Am. J.Hypertension
2006; 19: 432-436.
18. Mc Cabe et al. Potassium inhibits free radicals formation. Hypertension 1994; 24: 77-82.
19. Iwamoto T. Vascular Na+/Ca+ exchange implications for the pathogenesis and terapy salt
dependent hypertension. Am. J. Physiol Regul Integr Comp Physiol 2006; 290: R536-R545.
20. Haddy FJ, Vanhoutte PM, Peletou M. Role of potassium in regulating blood flow and blood pressure.
Am. J. Physiol Regul Comp Physiol 2006;290:R546-R552.
21. Meneton P, Jeunemaitre X, de Wardener HE, MacGregor GA. Links between dietary salt intake, renal,
salt handling, blood pressure and cardiovascular disease. Physiol. Rev 2005; 85: 679-715.
22. Gmez-Snchez EP. Intracerebroventricular infusion of aldosterone induces hypertension in rats.
Endocrinology 1986; 118: 819-23.
23. Atarashi K, Matsuoka H, Takagi M, et al. Effects of intracerebroventricular infusion of aldosterona on
blood pressure and sodium and potassium concentrations in cerebral spinal fluid in rats. Clin Exp.
Hypertens A. 1988; 10: Suppl1: 317-22.
24. Pitt B, Zannad P, Remme WJ, et al. The effect of spironolactone on morbidity and mortality in patiens with severe heart failure. N. England J. Med 199; 341: 709-17.
25. Lichtastein D, Rosen H. Endogenous digitalis-like Na+, K+ATPase inhibitors, and brain function.
Neurochem Res. 2001; 26:971-8.
26. Buckley JP. The central effects of the renin-angiotensin system.Clin Exp. Hypertens A 1988;10:116.
27. Rowe JW, Tobin JD, Rosa RM, Andres R. Effects of experimental potassium deficiency on glucose and
insulin metabolism. Metabolism 1980; 29: 498-502.
28. Dluhy RG, Axelrod L, Williams GH. Seumimmunoreactive insulin and growth hormone response to
potassium infusion in normal man. J. Appl Physiol 1972; 33: 22-6.
29. Feldman RD, Bierbrier GS. Insulin mediated vasodilation: impairment with increase blood pressure
and body mass. Lancet 1993; 342: 707-9.
30. Mac Allister R. et al. Nitric Oxide in essential and renal Hypertension. J Am. Soc. Nephrol
1994;5:1057-1065.
31. Surdacki A. et al. Reduced urinary excretion of nitric oxide metabolites and increased plasma levels
of asymmetric dimethylargenine in men with essential hypertension. J. Cardiov. Pharmacology
1999; 33: 652-658.
32. Fang Y. et al. Salt loading on plasma Asymetrical Dimethylarginine and the protective role of
potassium supplement in normotensive salt-sensitive Asians. Hypertension 2006; 48: 726-729.
33. Lennon EJ. Lemann J. Jr. The effect of potassium deficient diet on the pattern recovery from metabolic acidosis. Clin. Science 1968; 34: 365-378.
34. G. Gopal Krishna. Effect of Potassium intake on blood pressure. J. Am. Soc.Nephrol.1990; 1: 43-52.
35. G.Gopal Krishna and Shiv C. Kapoor. Potassium supplementation ameliorates mineralocorticoidinduced sodium retention. Kidney Intern.1993; 43:1097-1103.
36. KT Khaw and E. Connor-Barret. Dietary potassium and stroke-associated mortality: a 12 year
prospective population study. N. Engl. J. Med.1987; 316: 235-240.
37. Gillman MW. et al. Protective effects of fruits and vegetables on development of stroke in men.
JAMA 1995; 273: 1113-1117.
38. Joshipura KJ. Et al. Fruit and vegetable intake in relation to risk of ischemic stroke JAMA; 1999;
282;1233-1239.
39. HE.Feng and G.A. McGregor. Beficial effects of potassium. BMJ; 2001; 323: 497-501.
40. JW Conn.Hypertension, the potassium ion impaired carbohydrate tolerance. N. Engl. Med.
1965;273;1135-1143.
41. Andersson OK. Et al.Metabolic adverse effects on thiazide diurectics: the importance of normokalemia.
42. Rowe JW. Et al.Effects of experimental potassium deficiency in glucose and insulin metabolism.
Metabolism 1980; 29; 29(6):498-502.
28
Captulo 3
Captulo 3
Hiperkalemia
Dr. Luis H. Zrate M (*), y Dra. Carolina Zrate P (**).
Cardilogo. Presidente de la Fundacin Chilena de
Hipertensin Arterial.
(**)
Mdico Cirujano, Universidad de los Andes. Alumna de
Magster en Neurociencias, Universidad de Chile.
(*)
Introduccin
El rol protector del potasio ha sido enfatizado en anteriores captulos, siendo recomendada una relacin potasio/sodio en valores superiores a 1 1,5. La relacin
actual es cercana a 0,35 con un promedio de ingesta nacional de cloruro de sodio de
entre 10 y 12 gramos.
Al promover la mayor ingesta de potasio, de preferencia a travs de frutas y verduras y eventualmente mediante sustitutos de la sal en forma de cloruro de potasio,
surge de manera razonable la interrogante a cerca del riesgo de la hiperkalemia. Es
por esto que hemos considerado necesario revisar el tema a modo de ofrecer una
visin prctica para el mdico en general de las condiciones que pueden tener un
mayor riesgo.
Para estos fines haremos inicialmente una revisin de la homeostasia del potasio.
Adaptacin potsica
La hiperkalemia es muy infrecuente en personas sanas, puesto que la adaptacin
celular y urinaria previene la acumulacin significativa del potasio en el lquido extracelular. Adems, la eficiencia del manejo mejora si el aumento del potasio es
gradual, permitiendo una reduccin del dao. Este fenmeno llamado adaptacin
celular es principalmente debido a una excrecin urinaria de potasio ms rapida. Este
proceso se ilustr en un estudio en humanos donde se evalu la respuesta que tena
el aumentar el potasio desde 100 hasta 400 meq/da (5). En este estudio la excrecin
de potasio aument el segundo da, aumento mediado por la elevacin de aldosterona y de la concentracin de potasio srico (desde 3,8 a 4,8 meq/L).
En el da 20 la excrecin de potasio se mantena elevada, pero los niveles de aldosterona haban retornado a valores cercanos al basal y la concentracin de potasio
srico cay a 4,2 meq/L.
El aumento de la eficiencia de la excrecin de potasio fue mediada por aumento
de la actividad de la bomba sodio potasio ATPasa en las clulas del tbulo colector,
por lo tanto, aument la captacin de potasio.
De esto, podemos concluir que:
El aumento de la ingesta de potasio no es habitualmente causa de hiperkalemia,
salvo en pacientes con trastornos en su excrecin renal o en sobrecargas agudas
por administracin endovenosa de penicilina potsica o administracin de transfusiones de sangre.
La salida de potasio desde el compartimento intracelular puede causar una elevacin transitoria de potasio srico.
La hiperkalemia persistente requiere de una alteracin de la excrecin urinaria, lo
que puede vincularse a una reduccin de la accin de la aldosterona y/o del flujo
de sodio y agua en el segmento tubular distal.
Captulo 3
Acidosis metablica
En la acidosis metablica el exceso de iones de hidrgeno puede producir una
salida del potasio al lquido extracelular. Este desplazamiento se produce por la necesidad de mantener la electroneutralidad. Este fenmeno es menos probable en
cetoacidosis y acidosis lctica.
Ejercicio
Durante el ejercicio habitualmente se libera potasio, que tiene localmente un
efecto vasodilatador, aumentando la perfusin tisular y la llegada de sustratos energticos.
El aumento de los niveles de potasio est relacionado con la intensidad del ejercicio.
El alza inicial regresa despus de algunos minutos y es tpicamente seguida de hipokalemia de rebote que pudiera ser arritmognica en pacientes susceptibles. Estas
fluctuaciones del potasio son de menor grado en personas con un adecuado acondi31
Hipoaldosteronismo
El hipoaldosteronismo hiporrenmico es un sndrome caracterizado por normovolemia o aumento del volumen extra celular. Suele observarse en la insuficiencia renal
leve, la nefropata diabtica o la nefropata tbulo intersticial. Por regla general, la
magnitud de la hiperkalemia es leve si no hay ingesta excesiva de potasio ni insuficiencia renal.
El dficit de aldosterona puede adems presentarse en la enfermedad de Addison
o por defecto congnito de enzimas suprarrenales.
Entre los frmacos habitualmente inductores de dicha condicin tenemos espironolactona, antiinflamatorios no esteroidales, heparina, ciclosporina, trimetoprin
amilorida y triamterene. El aumento de la concentacin de potasio estimula directamente su secrecin, compensando parcialmente el dficit de aldosterona. El efecto
neto es habitualmente muy modesto en pacientes con funcin renal normal, pero
puede ser importante en presencia de insuficiencia de dicho rgano.
Insuficiencia renal
La hiperkalemia generalmente se desarrolla en pacientes oligricos o en aquellos
que presentan condiciones adicionales, ingesta excesiva de potasio, hipoaldosteronismo o ayunos prologados con bajos niveles de insulina o uso asociado de beta
bloqueadores.
El impedimento de la captacin celular de potasio tambin puede contribuir al
desarrollo de la hiperkalemia en insuficiencia renal avanzada, motivada por efecto
de toxinas urmicas que reducen la actividad de la sodio potasio ATPasa a nivel del
msculo esqueltico.
32
Captulo 3
Patologas y polifarmacia
En pacientes con insuficiencia cardaca severa el uso de moduladores del sistema
renina angiotensina aldosterona (combinaciones de inhibidores de enzima convertidora, y/o bloqueadores de los receptores de angiotensina I y/o espironolactona)
pueden gatillar alzas significativas (13).
Bibliografa
1. Rose,BD, Post,TW. Clinical Physiology of Acid- Base and Electrolyte Disorders. 5th ed, McGraw-Hill,
New York, 2001, pp 383-396,898-910
2. Clausen,T, Everst, ME. Regulation of the Na, K-pump in skeletal muscle. Kidney Int 1989;35:1
3. Gonick,HC, Kleeman, CR. Functional impairment in chronic renal disease. III Studies of potassium
excretion. Am J Med Sci 1971;261:281
4. Allon,M, Takeshian,A. Effect of insulin-plus- glucose infusion with or without epinephrine on fasting
hyperkalemia. Kidney Int 1993;43:212
5. Rabelink,TJ, Koomans, HA. Early and late adjustment to potassium loading in humans. Kidney Int
1990;38:942
6. Smellie,WS. Spurius hyperkalemia. BMJ 2007 ;334:693
7. Graber,M Subramani,K, Copish,D. Thrombocytosis elevates serum potassium. Am J Kidney
Dis1988;12:116
8.
9.
33
Captulo 4
Efectos deletreos de la sal
independientes del aumento de la
Presin Arterial
Dr. Luis H. Zrate M (*), y Dra. Carolina Zrate P (**).
Cardilogo. Presidente de la Fundacin Chilena de
Hipertensin Arterial.
(**)
Mdico Cirujano, Universidad de los Andes. Alumna de
Magster en Neurociencias, Universidad de Chile.
(*)
Adems de su demostrado efecto presor, el cloruro de sodio induce cambios funcionales y estructurales que contribuyen a aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares, renales, seos y neoplsicos.
En este captulo daremos los antecedentes que revelan el rol patognico del abuso
en la ingesta de sal, alertando al cuerpo mdico de la real dimensin del problema,
procurando comprometer su participacin en un rol educativo eficiente de la comunidad.
Captulo 4
A nivel vascular
Un aumento en la ingesta de sodio, tanto en humanos como en animales de experimentacin, produce un aumento de la rigidez de las arterias de conduccin y de
resistencia, observndose en ambas fenmenos de remodelacin (7).
El aumento de la rigidez de arterias de conduccin, medidas a travs de un aumento en la velocidad de la ondas reflejas (8) o por el aumento de la presin de pulso (9) es
un fuerte predictor independiente de riesgo cardiovascular. Tobian fue el primero en
demostrar en diferentes modelos experimentales en ratas que la ingesta elevada de
sal induce alteraciones estructurales vasculares en cerebro y riones, independientemente de la presin arterial (10).
Recientes estudios en humanos han demostrado que una moderada reduccin en
la ingesta de sal produce una disminucin de la rigidez de la pared arterial, independiente de la presin (11).
Los cambios estructurales en arterias coronarias intramiocrdicas inducidos por
alta ingesta de sal se asocian a un aumento en la generacin de especies reactivas
de oxgeno (12), lo cual reduce el efecto vasodilatador y antiplaquetario del xido
ntrico (13).
Un alza en la ingesta de sodio se asocia con niveles levemente aumentados de
sodio en plasma, condicin frecuentemente observada en hipertensos esenciales.
Una reciente publicacin revela que este pequeo aumento del sodio induce una
leve rigidez de la membrana plasmtica del endotelio que incide en una reduccin
en la produccin de xido ntrico por las fuerzas de cizallamiento (shear stress) que
recordemos constituyen un importante mecanismo de estmulo en la vasodilatacin
dependiente del xido ntrico.
Insuficiencia cardaca
En personas de tercera edad se suele observar la aparicin de disfuncin diastlica,
lo cual precede habitualmente a la disfuncin sistlica y es una consecuencia del
depsito de colgeno y fibrosis del ventrculo, alteracin favorecida por aumento
de la ingesta de sal. Adems el compromiso vascular cardaco contribuye a la falla
funcional a travs de una reduccin de la reserva del flujo coronario (14).
La funcin miocrdica es adicionalmente alterada por el aumento en el dbito
cardaco, que resulta en parte por el alza de la presin auricular derecha inducida
por la sal.
35
Figura 1
Masa Ventricular
Izquierda (g)
Figura 2
Captulo 4
Plaquetas
En un estudio en hombres sanos, la agregacin plaquetaria inducida con adenosina
5 difosfato fue significativamente mayor en presencia de ingesta de sal aumentada (17).
En forma semejante, se observ en mujeres que un cambio de ingesta de sal desde
10 a 200mmol/d estaba asociado con incremento de la agregacin plaquetaria (18).
Funcin renal
El aumento de la ingesta de sal desde un 1 a un 8% desde los 7 das a 16 semanas
aumenta la presin arterial, el tamao y peso renal en ratas sal sensibles y ratas
resistentes (19) y en las ratas espontneamente hipertensas (SHR) y en sus controles
(WKY).
El efecto fue mayor en las ratas sal sensibles y en las SHR. Los riones se hipertrofiaron y desarrollaron fibrosis glomerular e intersticial.
En las ratas SHR hubo adems un aumento de la excrecin urinaria de albmina.
En pacientes con hipertensin arterial un incremento en la ingesta de sal aumenta la velocidad de filtracin glomerular, la resistencia vascular, la presin capilar
intraglomerular y la excrecin de protenas (20). Hoy en da se considera que los cambios intersticiales son la consecuencia de un aumento de las protenas filtradas que
sobrepasan la capacidad de reabsorcin de los tbulos proximales (21). El exceso de
protena filtrada es reabsorbida por los tbulos proximales, siendo degradada por
los lisosomas. El producto intracelular de esta degradacin y un aumento intrarenal
de angiotensina II, activan los genes responsables de una excesiva produccin de
sustancias vasoactivas e inflamatorias, cuando dichas sustancias alcanzan el espacio
intersticial producen infiltrados focales de clulas inflamatorias con aumento del
depsito de colgeno, matriz y tejido fibroso (22).
En pacientes con enfermedad renal progresiva con dietas conteniendo 100 mmol
de sodio/da, se observa una menor excrecin de protena y un descenso ms gradual
de filtracin glomerular que en aquellos con ingesta de 200 mmol/d (23).
37
Efectos no cardiovasculares
Densidad sea y litiasis renal
La excrecin urinaria de sodio, por lo tanto su ingesta, determina la prdida de
calcio por la orina (24). Una elevada dieta de sal conduce a una excrecin aumentada
de calcio urinario que, a largo plazo, es obtenido del tejido seo.
En 410 hombres sanos y en 476 mujeres sanas con edad entre 20 y 79 aos, se
observ que a mayor ingesta de sodio, mayor es la prdida urinaria de calcio y de hidroxiprolina (25). Un aumento en la dieta de 100 mmol/d se asocia con una excrecin
de calcio de 0,6-1 mmol.
Figura 3
8
7
Proteinuria
(g/24) Media MDS
**
6
5
4
3
2
1
0
Sodio Urinario
(mmol/24hrs)
200
**
150
120
80
40
MAP
(mmHg)
* P < 0,05
0
87
89*
87
38
Captulo 4
En adultos mayores sanos, un aumento en la ingesta de sal entre 2-10 das aument la excrecin de calcio, hidroxiprolina, AMP cclico y osteocalcina (26). Este aumento
de sal en la dieta y su consecuente mayor excrecin de calcio estimula un aumento
en 1,25 (OH)2 D3, lo cual aparece mediado por un alza de la hormona paratirodea.
Es posible que la relacin entre la excrecin urinaria de sodio y la densidad sea
sea ms significativa en hipertensos que en personas con presin normal. Para una
excrecin dada de sal en pacientes con hipertensin arterial se observa una mayor
excrecin de calcio, hidroxiprolina y AMP cclico que en controles normotensos (27).
Carcinoma gstrico
De todos los factores relacionados con cncer gstrico, el segundo tipo de cncer ms frecuente a nivel mundial, el ms potente es aqul que se relaciona con la
ingesta de sal (28). Muestras de orina de 24 hrs., en 39 poblaciones de 24 pases del
estudio INTERSALT, estandarizadas por edad y sexo en edades comprendidas entre
20 y 49 aos, muestran una poderosa correlacin de los niveles de ingesta de sal con
la mortalidad nacional por cncer gstrico en hombres y mujeres (Figura 4).
Se ha demostrado en humanos y animales de experimentacin que una dieta rica
en sal produce gastritis y cuando coexiste con otras condiciones carcinognicas se
potencia el efecto.
Ha quedado demostrado que la dieta rica en sal facilita la colonizacin gstrica del
helicobacter pylori, uno de los promotores de malignidad (29).
Figura 4
190
POR
170
150
Muertes por Cncer de
Estmago
130
110
r=0.702
P<0.001
JAP
CHI
90
POR
70
HUN
GDR
50
ICE
30
NI
TOB
MEX
10
ITA
FIN
NET
MAL
BEL
CW
DIN ARG
COL
POL
SPA
FRG
CAN
USA
10
11
12
13
14
Bibliografa
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Langenfeld MR., Schmieder RE. Salt and left ventricular hypertrophy: what are the links? J.Human
Hypertens 1995;9:909-916.
Schmieder RE, Beil AH. Salt intake and cardiac hypertrophy. In: Laragh JH, Brenner MD (eds). Hypertension: Pathophysiology, Diagnosis and Management. Raven Press: New York 1995,pp 13271333.
Frolich ED, Chien Y, Sesoko S, in Pegram BL. Relationship and cardiac mass in SHR &WKY rats. Am
J. Physiol 1993;264: R30-R34.
Yu HCM et al. Salt induces myocardial and renal fibrosis in normotensive and hypertensive rats.
Circulation 1998;98:2621-2628.
Feron O, Salomone S, Godfraind T. Influence of salt loading on the cardiac and renal preproendothelin-1 mRNA expression in stroke-prone spontaneously hypertensive rats. Biochem. Byophys Res Commun 1995;209:161-166.
Ferrara LA et al. Left ventricular mass reduction during salt depletion in arterial hypertension.
Hypertension 1984;6:755-759.
Du Cailar et al. Sodium and left ventricular mass in untreated hypertensive and normotensive
subjects. Am J, Physiol 1992;263:H177-H181.
Blacher J. et al. Aortic Pulse wave velocity as a marker of cardiovascular risk in hypertensive patients. Hypertension 1999;33:1111-1117.
Antiikainen RL et al. Excess mortality associated with increased pulse pressure among middle
aged men and women is explained by high systolic pressure. J Hypertension 200;18:417-424.
Tobian L. Salt and hypertension. Lesson from animal models that relate to human hypertension.
Hypertension 1991;17:52-58.
Avolio AP, et al. Effects of aging on arterial distensibility in normotensive subjects on a low salt
diet. Arteriosclerosis 1986;6:166-169.
Lenda DM et al. Reactive oxygen species may contribute to reduced endothelium depend dilation in rats fed high salt. Am J.Physiol 200;279:H7-H14.
Boegehold MA. Effect of dietary salt on arteriolar nitric oxide in striated muscle of normotensive
rats. Am J. Physiol 1993;264: H1810-H1816.
Marcus ML et al. Decreased coronary reserve: a mechanism for angina pectoris in patients with
aortic stenosis and normal coronary arteries. N Engl, J. Med.1982;307:1362-1367.
Xie JX. et al. The relationship between urinary cations obtained from INTERSALT study and
cerebrovascular mortality. J. Hum Hypertension 1992;6:17-21.
Perry IJ, Beevers DG. Salt intake and stroke: a possible direct effect. J Human Hypertens 1992;6:2325.
Gow IF et al. The sensitivity of human blood platelets to the aggregating agent ADP during different dietary sodium intakes in healthy men. Eur J. Clin Pharmacol 1992;43:635-638.
Gow IF et al. High sodium intake increases platelet aggregation in normales females. J Hyperten
Suppl 1987;5:S243-S246.
McCornick CP et al. Differential effect of dietary salt on renal growth in Dahl salt-sensitive and
salt-resistant rats. Hypertension 1989;13:122-127.
Campese VM et al. Abnormal renal hemodynamics in black salt sensitive patients with hypertension.Hypertension 1991;18:805-812.
Remuzzi G. Tullio B. Mechanisms of disease: pathophysiology of progressive nephropathies. N.
Engl. J Med 1998;339:1448-1456.
Ruggenenti P, Remuzzi G. The role of protein traffic in the progression of renal diseases. Annu Rev
Med 2000;51:315-327.
Cianciaruso B et al. Salt intake and renal outcome in patients with progressive renal disease.
Miner Electrolyte Metab 1998;24:296-301.
Massey LK, Whiting SJ. Dietary salt, urinary calcium and bone loss. J Bone Min Ref 1996;11:731736.
Itoh R, Suyama Y. Sodium excretion in relation to calcium and hidroxyproline excretion in healthy
Japanese population. Am J.Clin Nutr.1996;63:735-740
40
Captulo 4
26. Goulding A et al Sodium and osteoporosis. In:Truswell AS, Walqvist ML (eds).Recent Advances in
Clinical Nutrition. John Libbey: London 1986 pp 99-108.
27. MacGregor GA, Cappuccio FP. The kidney and essential hypertension: a link on osteoporosis. J
Hypertens 1993;11:781-785.
28. Joossens JV et al. Dietary salt, nitrate and stomach cancer mortality in 24 countries. European
Cancer Prevention (ECP) and the INTERSALT Cooperative Research Group. Int J. Epidemiol
1996;25:494-504.
29. Fox JG et al. High salt diet induces gastric epithelial hyperplasia and parietal cell loss and enhances Helicobacter pylori colonization in C57BL/6 mice. Cancer Research 1999;59:4823-4828.
41
Captulo 5
Hipertensin Arterial y la
importancia del consumo de sal
en pediatra
Dr. Carlos Saieh A (*), y Dra. Edda Lagomarsino F (**).
(*) Nefrlogo. Departamento de Pediatra, Clnica Las
Condes.
(*) Nefrloga. Hospital Clnico PUC.
Captulo 5
En nuestro pas, en un estudio realizado con la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), se encontr que, por ejemplo, el servicio de almuerzo que entregan de
650 Kcal aporta una ingesta de sal de 5,26 1,54 g. Entonces si se extrapola a una dieta de 1.500 Kcal se da a cada nio un rgimen de alrededor de 11 g de sal por da(6).
A pesar de estar ampliamente acreditado el efecto de la sal sobre la presin arterial, se asume que este efecto es reversible. Sin embargo, Tekol, basado en estudios
realizados en animales de experimentacin, a quienes se les produjo hipertensin mediada por sal, demuestra que hay efectos reversibles e irreversibles. Estos ltimos se
manifiestan porque la presin no vuelve a los valores iniciales una vez suspendida
la sal. La evidencia actual indica que este fenmeno se puede producir en etapas de
la vida intrauterina, durante el amamantamiento y en el periodo prepuberal. No hay
investigaciones en humanos disponibles al respecto, pero basados en esta hiptesis,
si se quiere disminuir la hipertensin en la poblacin se debe reducir la ingesta de sal,
especialmente en el embarazo, durante la lactancia y en la niez(7).
Una demostracin de la eficacia de una estrategia pasiva lo dio el proyecto Exeter
Andover. Durante un perodo de dos aos se compararon los resultados de una dieta
pobre en sal, entregada en una escuela (20% menos de sal) en relacin a otra que no
se intervino. El promedio de la presin arterial no aument en los estudiantes con
dieta baja en sodio y s lo hizo en los no intervenidos. El anlisis de multivarianza de
las diferencias entre ambos grupos mostr que los efectos estimados generales de la
intervencin diettica fueron -1.7 mmHg para la presin sistlica (95% de intervalo
de confianza = 0,6, -2,9. P = 0,003) y -1,5 mmHg para la presin diastlica (95% de
intervalo de confianza = 0,6, -2,5, P = 0,002).
Las intervenciones poblacionales tienen un gran potencial para producir cambios
duraderos y reducir la incidencia de la enfermedad, pero requieren de un intenso compromiso poltico que debe incluir aspectos tan importantes como la publicidad. Se
estima que sobre los dos aos de edad, los mensajes que reciben los nios tienden
a cambiar sus hbitos de comida en forma brutal. Ms bien que recibir informacin
acerca de alimentos saludables, son bombardeados por una gran cantidad de avisos
publicitarios, especialmente provenientes de la TV en relacin a alimentos con altos
porcentajes de grasas, elevado contenido de azcar y especialmente de sodio. Los
nios estn expuestos a ver estos avisos publicitarios aproximadamente 10.000 veces
por ao(8).
La OMS en el ao 2006, en Paris, recomienda la adquisicin de polticas claras respecto al sodio en la alimentacin y propone implementar tres diferentes reas(9).
a) Produccin de alimentos en forma industrial sin agregado de sal o con la mnima
cantidad posible.
b) Cambios en el entorno de la poblacin, de modo de asegurar que los alimentos ms
sanos sean fcilmente identificables a travs de etiquetado apropiado, ubicacin de
fcil visin de los productos alimenticios saludables en los supermercados y otros
lugares de ventas y
c) Una activa y amplia campaa educativa en todos los grupos etarios en relacin a
una alimentacin saludable y con bajo contenido en sodio.
En la Tabla 1 se muestran las recomendaciones para una adecuada ingesta de sodio
de acuerdo a la edad.
En el recin nacido (RN) existe un balance negativo de sodio en los primeros das
de vida, evento autolimitado asociado a la contraccin del volumen extracelular. Los
43
Tabla 1
Edad
0 a 6 meses
120
7 a 12 meses
1 a 3 aos
4 a 8 aos
9 o ms aos
370
1,000
1,200
1,500
Tabla 2
Sodio en mg
Sal en g
500
1.25
1,500
2,000
2,300
2,400
3,000
4,000
3.75
5.0
5.8
6.0
7,5
10.0
Captulo 5
despus del parto (2-4 horas), se produce un aumento transitorio del FeNa, debido a
la redistribucin del flujo sanguneo intrarrenal, aumento en la liberacin de sustancias
natriurticas, y a cambios en la secrecin de diferentes hormonas involucradas en la
homeostasis del sodio. Despus de las 4 horas se aprecia una rpida disminucin en la
excrecin de sodio, llegando entre 24-48 horas a un FeNa de alrededor del 1%(10).
Las determinantes genticas juegan un rol importante en la PA peditrica. La etiologa de la HA est basada en un modelo multifactorial de genes y ambiente. Los genes
pertenecen a hormonas, enzimas, receptores y protenas ubicadas en diversos rganos
como rin, glndulas suprarrenales, corazn, cerebro, pncreas e hgado. Son genes
de expresin dominante, recesivos y ligados al sexo (11). Sobre estos genes operan los
factores ambientales constituidos por el aumento del consumo de sodio y peso corporal, factores que, actuando independientemente o asociados, aumentan la PA en la
poblacin general y/o en individuos aislados. Existe una mayor correlacin entre PA
de la madre con su hijo que entre el padre y su hijo, sugiriendo tambin una influencia directa prenatal. Los mecanismos genticos relacionados con la PA incluyen flujo
eritrocitario de sodio, excrecin de kalicrena en orina, fenotipo II de la haptoglobina,
sensibilidad a la sal, niveles anormales de lpidos plasmticos y de resistencia a la insulina. A futuro podr identificarse aquellos nios con riesgo gentico de HA, pero en
la actualidad estas determinantes no pueden ser intervenidas(12).
Desde el punto de vista de los factores ambientales existe una correlacin inversa
entre el peso de nacimiento y la presin arterial sistlica, la que es mayor cuando a la
baja de peso al nacer se suma un aumento del peso placentario, ambos indicadores de
desnutricin. Esta tendencia est asociada a resistencia a la insulina e hiperlipidemias
y a la presencia de catecolaminas que estimularan la angiotensina II. La desnutricin
materna se traduce entre otras cosas, en una menor expansin del volumen sanguneo,
que parece ser la alteracin materna que ms directamente repercute en el crecimiento fetal al limitar la expansin del dbito cardaco y secundariamente, la perfusin
sangunea del tero y la placenta. Las madres de nios con retardo de crecimiento
intrauterino tienen menor volumen plasmtico, menor dbito cardaco y mayor resistencia vascular perifrica(13).
La enfermedad hipertensiva se ha interpretado como una adaptacin del feto frente
a un medio intrauterino adverso. La desnutricin en perodos de rpido crecimiento,
como en la vida intrauterina, conlleva cambios permanentes estructurales y fisiolgicos en un amplio rango de rganos y tejidos. Este fenmeno se conoce como programacin. El peso de nacimiento no est determinado genticamente, Por esto, las
investigaciones estn centradas en los aspectos nutricionales y metablicos, ya que
en ellos est la clave que permitir acciones preventivas de la enfermedad cardiovascular(14).
Las frmulas lcteas actualmente en uso, cumplen los requerimientos de la
American Academy of Pediatrics in Nutrition (20-60 mg de Na por 100 Kcal). Este
nivel de ingesta se triplica o cuadruplica si se administra una frmula no regulada y se
multiplica por 10 cundo se introducen los slidos. Los lactantes sanos son capaces de
adaptarse muy bien a cambios moderados en la ingesta de sal, sin embargo, pese a que
pueden compensar la restriccin de la ingesta de sodio casi con la misma eficiencia
que los adultos, tienen limitaciones en su capacidad para excretar sobrecargas(15).
El destete precoz produce modificaciones metablicas, no slo referidas al contenido de sodio y la hiperosmolaridad consecuente, sino que incrementa la obesidad al
producir un aumento en la velocidad de sntesis de cidos grasos y disminucin de su
45
oxidacin, aumento del contenido adiposo, disminucin de la neoglucogneis y modificaciones de los niveles plasmticos de algunas hormonas, con bruscos descensos del
glucagn y aumento de la insulina.
El pediatra reconoce el rol que tiene en identificar y tratar las causas curables de
hipertensin. Tradicionalmente su accionar se centra en el grupo que tiene HA secundaria a enfermedades renales, endocrinas, cardacas o secundarias a drogas, pero
debe aceptar que tiene una responsabilidad, incluso mayor, frente al gran nmero de
nios normotensos. En ellos debe descubrir a los que estn en riesgo de HA, ya que es
en este grupo donde la accin preventiva puede lograr cambios en la morbimortalidad
en el adulto.
Frente a la evidencia que los factores de riesgos biolgicos y conductuales estn
presentes en edades jvenes y que stos son ms modificables en la niez y juventud
que cuando se es adulto, aparece clara la necesidad de promover cambios en estos
grupos etarios. Deben intervenirse los hbitos, costumbre y tendencias de los jvenes,
escolares y adolescentes, a travs de acciones con un enfoque multifactorial, familiar,
grupal y comunitario. Es el pediatra quin debe asumir y liderar este desafo, en conjunto con el equipo de salud, profesores y otros organismos de la sociedad.
Bibliografa.
1.
2. Saieh C, Pinto V, Wolff E. Hipertensin arterial en pediatra. En Hipertensin (Ed.) Saieh C, Zehnder
C. 1 edicin. Editorial Mediterrneo. Santiago, Chile. 2007 Cap 33 pag 401-28
3. Lurbe E, Torr I, Cremades B. Hipertensin arterial en nios y adolescentes. Protocolos, diagnsticos y teraputicos. En Mlaga S. (ed). Nefrourologa Peditrica Madrid 2005, pg: 155 164.
4. Rosner B, Hennekens CH, Kass EH, Miall WE. Age-specific correlationanalysis of longitudinal blood
pressure data. Am J Epidemiol. 1977;106:306313.
5. Nelson MJ, Ragland DR, Syme SL. Longitudinal prediction of adult blood pressure
6. Milton C. Estrada Celis. Determinacin de Cloruro de Sodio en las Raciones Alimenticias del Programa de alimentacin Escolar de la JUNAEB Tesis presentada como parte de los requisitos para
optar al grado de Licenciado en Ciencias de los Alimentos. Escuela de Ingeniera de los alimentos.
Universidad Austral. Valdivia 2007
7. Tekol Y.Irreversible and reversible components in the genesis of hypertension by sodium chloride
(salt). Med Hypotheses. 2008;70(2):255-9.
8. Horgen KB, Choate M, Brownell KD. Television food advertising:Targeting children in a toxic environment. In: Singer DG, Singer JL (eds). Handbook of Children and the Media. Sage: Thousand Oaks,
CA, 2001, pp 447461.
9. Report of a WHO Forum and Technical meetingOctober 2006, Paris, France
10. Cavagnaro F, Vogel A. Problemas hidroelectrolticos y del equilibrio cido-bsico. Manual de Neonatologa 2 Edicin. Eds. Tapia JL, Ventura Junc P. ED. Mediterrneo. 2000; 479-497
11. Cruz Coke R. Los genes de la hipertensin arterial humana. Rev Med Chile 1997; 125: 351357.
12. Barker DJP, Bull AR, Osmond C, Simmonds SJ. Fetal and placental size and risk of hypertension in
adult life. BMJ 1990; 301: 259-262.
13. Law CM, Swet M, Osmond C, Fayers PM, Barker DJP. Initiation of hypertension in uterus and its
amplification throughout life. BMJ 1993 ; 306: 24-27.
14. Barker DJP, Fall CDH.Fetal and infant origins of cardiovascular diseases.Arch Dis Child 1993;68:
797-9
15. AAP. Committee on Nutrition-Commentary on breast-feeding and infant formulas, including
standards for formulas.Pediatrics 1976;57:278-85.
46
Captulo 6
Captulo 6
Sal y Tercera Edad
Dr. Augusto Brizzolara
Geriatra. Jefe del Servicio de Geriatra del Hospital
Clnico de la Fuerza Area de Chile.
El envejecimiento de la sociedad actual ha trado consigo un aumento de la prevalencia de las enfermedades crnicas. No todas ellas responden a un defecto gentico, sino que existe una fuerte influencia de los factores ambientales. Ms an, la
biologa moderna nos ensea que existe una incompatibilidad de nuestro genoma
ancestral en el que se desarroll la especie humana, y que fue adaptativo para aquellas pocas, al medio ambiente y estilo de vida actuales. Tambin se piensa que el
precio gentico a pagar por una mayor sobrevida es el cambio del carcter de aquellos genes protectores en edades tempranas y que han dado a la especie ventajas
evolutivas. Estos se transformaran en genes deletreos en edades avanzadas lo que
se conoce como Pleiotropismo Antagnico.
El aumento de la incidencia y prevalencia de la hipertensin arterial primaria o
esencial en el mundo no slo se centra en edades medias de la vida, sino tambin
en la poblacin adulta mayor. Esta aumentada frecuencia de enfermedad se debe
en parte a los cambios en hbitos de vida en donde el in sodio proveniente de la
sal est ms representado. Los riones humanos estn preparados para preservar
la sal y eliminar el potasio y en la prehistoria este mecanismo impeda que el ser
humano de entonces perdiera el poco sodio del que dispona y excretara grandes
cantidades de potasio provenientes de una dieta rica en frutas y fibras. Nuevamente
la dieta moderna rica en sodio y baja en potasio empeora la regulacin renal de los
electrolitos.
Sin embargo, existe una forma de hipertensin ms especfica de este grupo de
edad que presenta caractersticas especiales. En la poblacin que supera los 65 aos
se presenta una mayor incidencia y prevalencia de la forma de Hipertensin Sistlica
Aislada (HSA), a diferencia de lo que ocurre con la presin diastlica que tiende a un
plateau en la quinta dcada de la vida. El Framingham Heart Study (1) reporta que los
pacientes que alcanzan los 65 aos tienen un 90% de riesgo de desarrollar hipertensin del tipo HSA a lo largo de la vida con prevalencias que oscilan en dos tercios en
los adultos mayores de 60 aos y tres cuartos en los mayores de 75.
La HSA se define como la PA sistlica 140 y PA diastlica < 90. La HSA se asocia
con una mayor morbi-mortalidad en relacin con enfermedad coronaria y cerebrovascular, enfermedad vascular perifrica, deterioro cognitivo y progresivo dao de
rganos blancos, entre los que destacan el corazn y los riones. A pesar de corres47
Tabla 1.
Fisiopatologa de los diferentes tipos de Hipertensin
Parmetros
HTA esencial
HSA
Gasto cardaco
Distensibilidad arterial
Resistencia perifrica
Masa ventricular izq.
Sensibilidad barorrecep.
Catecolaminas plasma
Act. Renina plasmtica
=/+
=/+
+
=/+
= / -=/+
=/+
= / --=/+
+
-+
--
Sal Sensibilidad
=/+
La HSA en los adultos mayores obedece en gran parte a un exceso de sal, por lo
tanto, se puede hablar de sal sensibilidad o hipertensin sal sensible. Este fenmeno
no siempre se debe a una mayor ingesta de sal, sino ms bien a la incapacidad renal
para excretar el sodio. La disgeusia o disminucin de la capacidad gustativa no genera en trminos absolutos un incremento del consumo de sal en estas edades.
Existen pruebas de que la baja en la ingesta de potasio tambin contribuye a la
gnesis de esta hipertensin, posiblemente por la estrecha relacin del manejo del
48
Captulo 6
Bomba Sodio-Potasio
Tambin se describe una reduccin de la actividad de las bombas de membrana del
tipo sodio potasio ATPasa, lo que tambin contribuira a la hipertensin del adulto
mayor por una disminucin del intercambio de iones calcio debido a la acumulacin
de sodio intracelular producto del mal funcionamiento de la ATPasa. Este defecto
aumenta la concentracin de calcio intracelular, lo que produce una contraccin de
las fibras musculares lisas del sistema arterial, con un incremento de la resistencia
vascular y la presin arterial.
Estrs Oxidativo
Existe una estrecha relacin entre el stress oxidativo presente en el envejecimiento y la hipertensin. Se ha comprobado que el nexo est en la presencia del anin
superxido (O2-) y la consecuente inactivacin del NO. Adems la formacin de
peroxinitrito (sustancia derivada de la interaccin NO-O2-) promueve la formacin
de molculas pro-inflamatorias, vasoconstrictoras y anti-natriurticas lo que lleva a
la hipertensin sal-sensible (11).
Propuestas de tratamiento
No ahondar en temas relacionados al tratamiento especfico de esta patologa
considerando la excelencia con que ser tratado el tema en otros captulos realizados por expertos. Propongo un enfrentamiento no farmacolgico que relacione los
cambios en la fisiologa y la patologa de la enfermedad en el adulto mayor.
La ingestin de flavonoides como los presentes en la cocoa, mejora la funcin endotelial por la via de la generacin de NO especialmente en los mayores (12).
Incrementar la ingesta de Calcio puede favorecer la reduccin del Calcio intracelular al suprimir el efecto del transporte del in mediado por la parathormona o
mejorando el funcionamiento de la bomba sodio-potasio ATPasa en los pacientes
mayores sal-sensibles (13).
El bloqueo de la produccin de superxidos o la potenciacin de la enzima mitocondrial superxido dismutasa es una alternativa vlida en la restriccin del dao
oxidativo y sus efectos en la sal-sensibilidad. Al margen de las estatinas, inhibidores de la enzima de conversin, bloqueadores de los receptores de la angiotensina
II, etc., con propiedades detoxificantes o removedoras de radicales libres, se deben
considerar las propiedades de las molculas naturales o alimentos funcionales
como el cido lipoico (14). Una reciente definicin de alimentos funcionales esta
dada por la CEE como: componente alimenticio (nutriente o no), con efecto selec50
Captulo 6
tivo sobre una o varias funciones del organismo, cuyos efectos positivos justifican
que pueda reivindicarse que es funcional o incluso saludable.
Bibliografa
1.
Vasan RS, Beiser A, Seshadri S et al. Residual lifetime risk for developing hypertension in middleaged women and men: the Framingham Heart Study. JAMA 27, 287 (8): 1003-10, 2002.
2. Pannarale G. Optimal drug treatment of systolic hypertension in the elderly. Drugs Aging 25 (1):
1-8, 2008.
3. Fotherby MD, Patter JF: Potassium supplementation reduces clinic and ambulatory blood pressure
in elderly hypertensive patients. J Hypertens 10:1403-1408, 1992.
4. Whelton PK, Appel LJ, Espeland MA et al. Sodium reduction and weigHTA loss in the treatment of
hypertension in older persons. JAMA 279:839-846, 1998.
5. Kimura G, Brenner BM: Implications of the linear pressure-natriuresis relationship and the importance of sodium sensitivity in hypertension. J Hypertens 15:1055-1061, 1997.
6. Andreucci VE, Russo D, Cianciaruso B et al.. Some sodium, potassium and water changes in the
elderly and their treatment. Nephrol Dial Transplant ;11 Suppl 9:9-17, 1996.
7. Barton M. Ageing as a determinant of renal and vascular disease: role of endothelial factors.
Nephrol Dial Transplant 20: 485490, 2005.
8. Traupe T, Muenter K, Barton M. Impaired sodium and potassium excretion with aging is regulated
by increased endothelin. Circulation; 106 [Suppl II]: 684, 2002.
9. Ardiles LG, Figueroa CD, Mezzano SA. Renal kallikrein-kinin system damage and salt sensitivity:
Insights from experimental models. Kidney International: Vol. 64, Supplement 86, S2S8, 2003.
10. Katori M, Majima M, Hayashi I, et al: Role of the renal kallikreinkinin system in the development of
salt-sensitive hypertension. Biol Chem 382:6164, 2001.
11. Touyz RM. Reactive oxygen species in vascular biology: role in arterial hypertension. Expert Rev
Cardiovasc Ther 1: 91106, 2003.
12. Fisher ND, Hollenberg NK. Aging and vascular responses to flavanol-rich cocoa. J Hypertens 24(8):
1471-4, 2006.
13. Zemel MB, Sowers JR. Salt sensitivity and systemic hypertension in the elderly. Am-J-Cardiol.15;
61(16): 7H-12H, 1988.
14. Da Ros R, Assaloni R, Ceriello A. Molecular targets of diabetic vascular complications and potential
new drugs. Curr Drug Targets 6(4):503-9, 2005
51
Captulo 7
Hipertensin Arterial y Obesidad
Dr. Alex Valenzuela
Past President Sociedad Chilena de Obesidad.
La obesidad puede ser definida de una manera simple como una enfermedad crnica, de origen multifactorial, caracterizada por un incremento anormal de la grasa
corporal, que conlleva riesgos para la salud. Su alarmante incremento a nivel mundial, ms de 400 millones de personas, ha llevado a la Organizacin Mundial de la
Salud a catalogarla como una epidemia, afectando a todos los grupos etarios y zonas
geogrficas. Chile no ha estado ajeno a esta realidad y un vertiginoso aumento en su
prevalencia ha ocurrido en las ltimas tres dcadas, alcanzando un 22% de la poblacin adulta (1) y un 19,4% de los nios de primer ao bsico (2), cifras que se magnifican enormemente si adems se considera a quienes estn con sobrepeso.
La obesidad, reconocida ahora como un importante factor independiente de riesgo
cardiovascular, est estrechamente asociada con hipertensin arterial, estimndose
que la prevalencia de sta en sujetos obesos sobrepasa el 50%. Segn el Estudio
de Framingham, el 78% de los casos de hipertensin arterial esencial en hombres
y el 65% en mujeres, son atribuibles al sobrepeso u obesidad, con un incremento
promedio de presin arterial sistlica de 4,5 mmHg por cada 5 kg de aumento de
peso (3, 4). Ms an, la elevacin de la presin arterial es de tipo lineal en relacin al
peso corporal, eso significa que incluso sujetos de peso normal tienen mayores presiones arteriales a mayores ndices de masa corporal, aunque est dentro del rango
de normalidad. Se ha sealado que la asociacin entre IMC e hipertensin arterial es
ms fuerte en sujetos jvenes, perdindose despus de los 60 aos, probablemente
debido en parte a la alta prevalencia de hipertensin arterial entre los adultos mayores (5).
Es importante destacar que el incremento en la presin arterial es mayor cuando
la obesidad es de tipo central o abdominal, distribucin grasa que es ms frecuente
de observar en hombres y en mujeres postmenopusicas o con sndrome de ovario
poliqustico. Las caractersticas metablicas funcionales del tejido adiposo visceral,
especialmente su alta respuesta lipoltica a las catecolaminas, su drenaje portal y la
mayor sntesis de adipoquinas que promueven la insulinorresistencia e inflamacin,
explican tales diferencias (6)
El tejido adiposo es considerado en la actualidad un importante rgano endocrino,
secretando una gran cantidad de sustancias conocidas colectivamente como adipoquinas, muchas de las cuales participan regulando normalmente la presin arterial
52
Captulo 7
Figura 1
Mecanismos implicados en la Hipertensin Arterial de la Obesidad
Angiotensingeno
Angiotensina
cidos grasos
libres
Sistema
Renina-Angiotensina
Apnea
obstructiva del sueo
Hipoadiponectinemia
Hiperleptinemia
Insulino-resistencia
Hiperleptinemia
Vasoconstriccin
Hipertensin Arterial
Es conocido que los sujetos obesos en comparacin a los normopesos son sal sensibles, desplegando una menor respuesta natriurtica ante una carga de sodio, defecto que, como se mencion, se ha asociado con la gnesis de la hipertensin arterial
relacionada a la obesidad. Una incapacidad para eliminar el exceso de sodio, a pesar
de un elevado flujo renal y tasa de filtracin glomerular es descrito en la obesidad
humana y animal (9). Entre los mecanismos que contribuyen a esta mayor retencin
de sodio, la sobreactivacin simptica renal tiene un rol protagnico, promoviendo la
reabsorcin tubular de sodio por un mecanismo doble, directamente en los tbulos
proximal y distal e indirectamente a travs de la liberacin de renina y produccin
de angiotensina-aldosterona (10). Otro de los mecanismos implicados es una menor
accin del pptido natriurtico atrial (ANP), debido a un clearance incrementado
53
Hiperactividad simptica
Como se mencion, la obesidad se acompaa de una hiperactividad del sistema
nervioso simptico, probablemente como un mecanismo compensatorio para incrementar el gasto calrico y restaurar el balance energtico. Sin embargo, el costo
sera la hipertensin arterial (14). La activacin simptica evidenciada por una mayor
concentracin de catecolaminas plasmticas y por una mayor tonicidad simptica
regional, particularmente renal y muscular, conduce a vasoconstriccin e incremento
en la reabsorcin renal de sodio.
Diversas alteraciones observadas comnmente en la obesidad incrementan la actividad simptica, entre ellas: hiperleptinemia, hiperinsulinemia, hipoadiponectinemia,
hiperactividad del sistema renina angiotensina, apnea del sueo y elevacin de los
cidos grasos libres plasmticos (15).
Hiperleptinemia
La leptina es una hormona multifuncional mayoritariamente secretada por el adipocito, que desempea un rol fundamental en la regulacin del peso corporal al
inhibir a nivel hipotalmico la ingesta alimentaria e incrementar el gasto energtico
va simptica. Las concentraciones plasmticas de leptina estn en relacin directa
al grado de adiposidad, teniendo los obesos niveles circulantes aumentados (hiperleptinemia), los cuales disminuyen con el descenso de peso corporal. Sin embargo,
a pesar de esta hiperleptinemia, los sujetos obesos son resistentes a sus acciones
centrales reducidoras del peso corporal, no ocurriendo lo mismo con respecto a sus
efectos hipertensores mediados centralmente va simptica (leptinorresistencia selectiva) (16).
Estudios iniciales en animales muestran que la administracin aguda y crnica de
leptina, como tambin su sobreexpresin ectpica (hgado) en ratones transgnicos,
es capaz de elevar la presin arterial, a travs de una activacin simptica central y
a una prdida de sus acciones perifricas vasodilatadores, particularmente la sntesis
de xido ntrico endotelial y la natriuresis renal.
En sujetos obesos, se ha descrito una interaccin entre niveles altos de leptina y
un incrementado tono simptico renal (17).
54
Captulo 7
Hiperinsulinemia
La hiperinsulinemia es un hallazgo frecuente en la obesidad abdominal, siendo la
mayor parte de las veces la expresin fenotpica de la insulinorresistencia, entendindose como tal a una disminucin de la accin insulnica en sus rganos blancos,
especialmente hgado, msculo y tejido adiposo. Investigaciones realizadas en sujetos hipertensos sealan que alrededor de un 50% de ellos son insulinorresistentes,
existiendo en general una buena correlacin entre los niveles de insulina circulante y
presin arterial, tanto en sujetos con presin arterial normal o elevada (18).
En condiciones normales, la insulina tiene efectos vasodilatadores al estimular la
produccin de xido ntrico endotelial, accin que se deteriora por la insulinorresistencia propia de la obesidad. Por otra parte, la hiperinsulinemia produce centralmente un incremento en la actividad simptica que acenta an ms los efectos
vasopresores ya existentes en la obesidad por la disminucin de xido ntrico (19).
A lo anterior habra que sumarle adems una exagerada contractibilidad arteriolar
por desbalance inico y por una mayor produccin de endotelina-1, que junto con
el aumento de la reabsorcin de sodio renal, explican el mayor riesgo de desarrollar
hipertensin arterial que presentan los obesos (Figura 2).
Figura 2
Insulina e Hipertensin Arterial
INSULINA
Reabsorcin
Na Renal
Actividad SNS
ATPasa
Na - K
Endotelina
xido Ntrico
HIPERTENSIN ARTERIAL
Hipoadiponectinemia
La adiponectina es una hormona secretada por el adipocito que tiene importantes
acciones insulinosensibilizantes, antiaterognicas y antiinflamatorias. La obesidad,
la diabetes mellitus tipo 2 y los sujetos con enfermedad cardiovascular se caracterizan por tener concentraciones plasmticas disminuidas de adiponectina. Estudios
recientes describen una relacin inversa entre niveles plasmticos de adiponectina
y presin arterial, ms an, bajas concentraciones de adiponectina constituyen un
poderoso predictor de hipertensin futura (20). Los mecanismos implicados no son del
todo conocidos, pero un incremento de la insulinorresistencia, disfuncin endotelial
y una activacin de la va inflamatoria han sido propuestos.
55
Captulo 7
En l se observ que aquellos nios que ingeran mayores cantidades de sal, tenan
tambin tendencia a beber ms lquidos azucarados, como consecuencia de la sed
que produca, llevando a un sobreconsumo calrico que podra facilitar el desarrollo
de la obesidad infantil. Segn este estudio, una disminucin de la ingesta de sal
diaria, esto es de 6 g a 3 g, podra evitar la incorporacin de 250 kcal semanales en
bebidas y jugos azucarados (26).
Bibliografa
1.
2.
HTAtp://sistemas.junaeb.cl/estadosnutricionales_2007/index2.php
3.
Garrison RJ, Kannel WB, Stokes J, et al. Incidence and precursors of hypertension in young adults:
the Framingham Offspring Study. Prev Med 1987;16:234-51.
4.
Zhang R, Reisin E. Obesity-hypertension: the effects on cardiovascular and renal system. Am J Hypertens 2000;13:1308-1314.
5.
Bramlage P, Pittrow D, Wittchen HU, et al. Hypertension in overweigHTA and obese primary care
patients is highly prevalent and poorly controlled. Am J Hypertens 2004;17:904-910.
6.
7.
Valenzuela A. Tejido adiposo como rgano endocrino. En: Obesidad y sus comorbilidades. Maval
Impresores, Santiago, Chile, 2008.
8.
Hall JE. Pathophysiology of obesity hypertension. Curr Hypertens Rep 2000; 2:139-147.
9.
Granger JP, West D, Scott J. Abnormal pressure natriuresis in the dog model of obesity-induced
hypertension. Hypertension 1994;23:I8-11.
10. DiBona GF, Kopp UC. Neural control of renal function. Physiol Rev 1997;77:75-197.
11. Dessi-Fulgheri P, Sarzani R, Tamburrini P, et al. Plasma atrial natriuretic peptide and natriuretic peptide receptor gene expression in adipose tissue of normotensive and hypertensive obese patients.
J Hypertens 1997;15:1695-1699.
12. DeFronzo RA, Cooke CR, Andres R, et al. The effect of insulin on renal handling of sodium, potassium, calcium, and phosphate in man. J Clin Invest 1975;55:845-855.
13. Hall JE. Mechanisms of abnormal renal sodium handling in obesity hypertension. Am J Hypertens
1997;10:49S-55S.
14. Landsberg L. Diet, obesity and hypertension: an hypothesis involving insulin, the sympathetic nervous system, and adaptive thermogenesis. Q J Med 1986;61:1081-1090.
15. Esler M, Straznicky N, Eikelis N, et al. Mechanisms of sympathetic activation in obesity-related
hypertension. Hypertension 2006;48:787-796.
16. Rahmouni K, Correia ML, Haynes WG, et al. Obesity-associated hypertension: new insigHTAs into
mechanisms. Hypertension 2005;45:9-14.
17. Eikelis N, Schlaich M, Aggarwel A, et al. Interaction between leptin and the human sympathetic
nervous system. Hypertension 2003;41:1072-1079.
18. Ferrari P, Weidmann P. Insulin, insulin sensitivity and hypertension. J Hypertens 1990;8:491- 500.
19. Landsberg L. Diet, obesity and hypertension: an hypothesis involving insulin, the sympathetic nervous system, and adaptive thermogenesis. Q J Med 1986;61:1081-1090.
20. Chow W-S, Cheung BMY, Tso AWK, et al. Hypoadiponectinemia as a predictor for the development
of hypertension: a 5-year prospective study. Hypertension 2007;49:1455-1461.
21. Engeli S, Sharma AM. The renin-angiotensin system and natriuretic peptides in obesity-associated
hypertension. J Mol Med 2001;79:21-29.
22. Pickering TG. Sleep apnea and hypertension. J Clin Hypertens 2002;4:437-440.
23. Silverberg DS, Oksenberg A. Are sleep-related breathing disorders important contributing factors to
the production of essential hypertension? Curr Hypertens Rep 2001;3:209215.
58
Captulo 7
24. Steinberg HO, Tarshoby M, Monestel R, et al. Elevated circulating free fatty acid levels impair endothelium-dependent vasodilation. J Clin Invest 1997;100:1230-1239.
25. Grekin RJ, Dumont CJ, Vollmer AP, et al. Mechanisms in the pressor effects of hepatic portal venous
fatty acid infusion. Am J Physiol 1997;273:R324-330.
26. Salt intake is related to soft drink consumption in children and adolescents: a link to obesity? Hypertension 2008;51:629-634.
27. Appel LJ, Moore TJ, Obarzanek E, et al. A clinical trial of the effects of dietary patterns on blood
pressure. DASH Collaborative Research Group. N Engl J Med 1997;336:1117-1124.
28. Sacks FM, Svetkey LP, Vollmer WM, et al. Effects on blood pressure of reduced dietary sodium and
the Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) diet. DASH-Sodium Collaborative Research
Group. N Engl J Med 2001;344:3-10.
29. Valenzuela A. Actividad fsica y obesidad. En: Obesidad y sus comorbilidades. Maval Impresores,
Santiago, Chile, 2008.
30. Sharma AM. Is there a rationale for angiotensin blockade in the management of obesity hypertension? Hypertension 2004;44:12-19.
59
Captulo 8
Sodio, potasio, rin e
Hipertensin Arterial
Dr. Carlos Zehnder B.
Unidad de Nefrologa, Departamento de Medicina
Interna, Clnica Las Condes.
Sodio
La hipertensin arterial primaria es una enfermedad virtualmente ausente en personas que acostumbran a consumir alimentos pobres en sodio. La expandida ingesta
de sodio, especialmente de cloruro de sodio, caracterstica de nuestro rgimen alimentario, se acompaa de un aumento progresivo en la incidencia y prevalencia de
hipertensin arterial. El consumo de menos de 50 mEq (2,9 g) de cloruro de sodio
previene el desarrollo de hipertensin arterial y, por el contrario, la ingesta mayor
de 100 mEq (5,8 g) incrementa el riesgo de adquirir esta enfermedad. En Chile, el
consumo de sal diario se estima entre 9 y 12 g, muy por encima del mximo de 5 g
recomendado por la OMS.
Un estudio efectuado en mujeres embarazadas del rea urbana de Concepcin permiti cuantificar una ingesta promedio de 11,4 g, de los cuales 6,7 g eran utilizados
en la mesa para sazonar las comidas (1). En los alimentos naturales el contenido total
de sodio es mnimo y slo corresponde al 12% de la cantidad total ingerida, el resto
lo entregan alimentos procesados y el uso entusiasta del salero (2). De muestra un
botn: el ao 2006 la Organizacin de Consumidores y Usuarios de Chile denunci
el gran contenido de sodio en pollos puestos a la venta en supermercados, entre 255
y 395 mg por cada 100 g, aproximadamente 0,65 a 1,0 g de sal (3).
El exceso de sodio ingerido se absorbe rpidamente en el intestino, determinando
un aumento de la osmolalidad plasmtica, sta estimula la sensacin de sed y obliga
al consumo de agua con la consiguiente expansin del volumen intravascular. Para
compensar y controlar este aumento de volumen, los riones responden eliminando
la sobrecarga de sodio y agua (Figura 1).
En 1963, Borst y Borst-de Geus postularon a la hipertensin arterial como parte de
un mecanismo homeosttico necesario para aumentar la excrecin renal de sodio (4).
Un gran avance para la comprensin de este fenmeno lo estableci Guyton, quien
sugiri un defecto patolgico renal que impide la eliminacin de todo el sodio ingerido (5). Para lograr eliminar el exceso, debe aumentar la presin arterial con el fin de
incrementar la presin de filtracin en los glomrulos y de esta manera, aumentar la
carga filtrada y la excrecin urinaria de sodio.
60
Captulo 8
Figura1
Ingesta de sodio
Sed
Ingesta de agua
Aumento del volumen
intravascular
Aumento de la presin
arterial
Rin:
N nefronas
Hipertensin arterial
Disfuncin endotelial
Figura2
4.0
Normal
Hipertensin Arterial
3.5
3.0
2.5
12.0
1.5
1.0
100
120
140
160
Presin Arterial
Captulo 8
Potasio
La alimentacin actual, preparada con alimentos procesados y escasa en frutas y
vegetales, adems de ser rica en sodio, es pobre en potasio. Por ejemplo, dos tajadas
de jamn (57 g), contienen 32 mEq de sodio y slo 4 mEq de potasio. En cambio,
una naranja (131 g), no contiene sodio, pero si 6 mEq de potasio. Las poblaciones
que consumen alimentos naturales, tienen una ingesta diaria de potasio del orden
de 150 mEq. En el estudio efectuado en mujeres de la ciudad de Concepcin, slo un
13,6% tuvo una ingesta de potasio por encima de un mnimo de 90 mEq (3,5 g) (1).
El consumo reducido de potasio es un tpico de gran inters en el desarrollo de hipertensin sal sensible, de hecho, el dficit de potasio aumenta las cifras de presin
arterial y causa sensibilidad a la sal (16). Una alimentacin rica en potasio disminuye
los valores de presin arterial, como lo demostr Valds en el ao 1991 (17), y reduce
los requerimientos de medicamentos antihipertensivos (18).
Los mecanismos causantes de estas anomalas patolgicas son complejos e incluyen disfuncin endotelial; aumento del estrs oxidativo; inhibicin de la bomba de
sodio de las clulas musculares lisas de arterias y arteriolas con aumento del sodio
intracelular y vasoconstriccin secundaria; disminucin de sustancias vasodilatadores (kalicrena (19), xido ntrico y prostanoides) y aumento del tono simptico. El
dficit de potasio estimula a diferentes transportadores tubulares renales de sodio,
aumentando su reabsorcin y desembocando en retencin de sodio (20).
Lamentablemente, el potasio plasmtico no refleja el contenido total de potasio
y, por lo tanto, no es til como referencia, a excepcin de concentraciones mayores
de 6,0 mEq/l que obligan a revisar ingesta, medicamentos retenedores de potasio y
funcin renal.
Los hbitos alimentarios descritos facilitan el desarrollo de hipertensin sal sensible, por lo tanto, se requiere de un gran esfuerzo para estimular el cambio de la
relacin sodio-potasio en la dieta, que consiste en disminuir el consumo de sodio y
aumentar el de potasio. Se recomienda en personas menores de 50 aos, reducir la
ingesta de sodio a 65 mEq (3,8 g de NaCl) al da, en personas entre 50 y 70 aos de
edad a 55 mEq (3,2 g de NaCl) y en mayores de 70 aos a 50 mEq (2,9 g de NaCl).
Se sugiere, adems, en personas con funcin renal normal, un aporte diario de por lo
menos 120 mEq (4,7 g) de potasio (20,21).
63
Rin
Los mecanismos de hipertensin postulados por Guyton y otros, presuponen un
dao renal intrnseco que dificulta la excrecin urinaria de sodio. Se han encontrado
una serie de alteraciones renales que guardan directa relacin con el desarrollo de
hipertensin sal sensible. Los ms importantes son los siguientes:
Captulo 8
66
Captulo 8
Figura 3
Ingesta de sodio
De la concentracin
plasmtica de sodio
Disfuncin
Endotelial
Aumento de la resistencia perifrica
Hipotlamo
(Hiperactividad simptica
SRAA)
Bibliografa
1.
Durn E, Soto D, Asenjo G et al. Ingesta diaria de sodio, potasio y calcio en embarazadas normotensas. Rev Chil Nutr 2002; 29 (1):40-46.
2.
Mattes RD, Donnelly D. Relative contributions of dietary sodium sources. J Am Coll Nutr 1996;
10:383-93.
3.
Prez O, Castillo C, Araos P et al. Anlisis pollos. Organizacin de Consumidores y Usurios de Chile.
Octubre 2006.
4.
Borst JG, Borst-de Geus A. Hypertension explained by Starlings theory of circulatory homeostasis.
Lancet 1963; 1:677-82.
5.
Guyton AC, Coleman TG, Cowley AW Jr et al. Arterial pressure regulation: overriding dominance of
the kidney in long term regulation and in hypertension. Am J Med 1972; 52:584-94.
6.
7.
Kempner W. Treatment of hypertensive vascular disease with rice diet. Am J Med 1948; 4:545-77.
8.
He FJ, Markandu ND, Sagnella GA, de Wardener HE et al. Plasma sodium: ignored and underestimated. Hypertension 2005; 45(1):98-102.
9.
ODonaughy TL, Brooks VL. Deoxycorticosterone acetate-salt rats: Hypertension and sympathoexcitation driven by increased NaCl levels. Hypertension 2006; 47:680-85.
10. Gu JW, Anand V, Shek EW et al. Sodium induces hypertropphy of cultured myocardial myoblasts
and vascular smooth muscle cells. Hypertension 1998; 31:1083-87.
11. Oberleithner H, Riethmller Ch, Schillers H et al. Plasma sodium stiffens vascular endothelium and
reduces nitric oxide release. Proc Natl Acad Sci U S A. 2007; 104(41):16281-6.
12. Fujiwara N, Osanai T, Kamada T et al. Study on the relationship between plasma nitrite and nitrate
level and salt sensitivity in human hypertension: modulation of nitric oxide synthesis by salt intake.
Circulation. 2000;101(8):856-61.
13. Rodrguez Iturbe R, Romero F, Johnson R. Pathophysiological mechanisms of salt dependent
67
Captulo 8
37. Chiolero A, Maillard M, Nussberger J et al. Proximal sodium reabsorption: An independent determinant of blood pressure response to salt. Hypertension 2000; 36:631-7.
38. Burnier M, Bochud M, Maillard M. Proximal tubular function and salt sensivity. Curr Hypertens Rep
2006; 8:8-15.
39. Wright JT, Dunn JK, Cutler JA et al. Outcomes in hypertensive black and nonblack patients treated
with chlorthalidone, amlodipine and lisinopril. JAMA 2005; 293 (13):1595-1606.
40. Starzullo P, Barba C, Cappuccio JP et al. Altered sodium handling in men with abdominal adiposity:
A link to hypertension. J Hypertens 2001: 19:2157-64.
41. Gutzwiller Gp, Tschopp S, Bock A, Zehnder C et al. Glucagon-like peptide 1 induces natriuresis in
healthy and in insulin-resistant obese men. J Clin Endocrinol Metab 2004; 89:3055-61.
42. Gutzwiller JP, Hruz P, Huber AR, Hamel C, Zehnder C et al. Glucagon-like peptide-1 is involved in
sodium and water homeostasis in humans. Digestion. 2006;73(2-3):142-50.
43. Pratt JH. Central role for ENaC in development of hypertension. J Am Soc Nephrol 2005; 16:3154-9.
44. Baker EH, Duggal A, Dang Y et al. Amiloride, a specific drug for hypertension in black people with
T594M variant? Hypertension 2002; 40:13-7.
45. Goodfriend TL, Ball DL, Egan BM et al. Epoxy-keto derivative of linoleic acid stimulates aldosterone
secretion. Hypertension. 2004;43(2):358-63.
69
Captulo 9
Manejo renal de la sal de la dieta
Dr. Jorge Morales
Unidad de Nefrologa, Departamento de Medicina Interna,
Clnica Las Condes.
Captulo 9
sujeto con ingesta de 170 mmoles de Na+, con una VFG de 100 ml/min, la excrecin
urinaria diaria de Na+ es de un 0,08% de lo filtrado a nivel glomerular, es decir, casi
un 0.1%. Si este mismo individuo ingiere el doble de Na+, digamos 340 mmoles al
da o sea 20 gramos de NaCl, la fraccin excretada de Na+ sube a 1,68%, lo que
muestra la capacidad de adaptacin de los mecanismos renales y extrarenales, para
que una mayor ingesta no se traduzca en acumulacin, sino que Na+ y Cl- sean
eliminados en un breve plazo. Cmo ocurre esta adaptacin? Qu relacin tiene
con la HTA? Todo ello tiene que ver con el manejo renal de la carga filtrada de Na+,
o sea, con el comportamiento del tbulo renal para dejar pasar ms o menos Na+, o
dicho en trminos fisiolgicos, tiene que ver con la reabsorcin tubular de Na+ y los
mecanismos que la comandan.
lumen
intracelular
Na +
NHE-3
H+
b) En la membrana basal del TP, y tambin en los otros segmentos tubulares, est la
bomba Na/K ATPasa, transportadora de 3Na+ y 2K+, que reabsorbe Na+ hacia
el capilar contra 2K+ que ingresan a la clula del TP desde el capilar, generando
permanentemente una gradiente de signo negativo al interior de la clula que
mantiene la avidez celular de Na+ (Figura 2). Este transportador se activa por deplecin crnica de K+, por accin de aldosterona, dficit de Na+ y factores smiles
a digital, produciendo retencin de Na+ e HTA. La Na+K+ ATPasa se inhibe por
hipokalemia aguda y aumento de la presin arterial. Es producida y liberada por el
cerebro y suprarrenales en respuesta a dieta rica en sal. Est elevada en el 40% de
71
los pacientes con HTA primaria. La PST 2238 (rostafuroxin) antagoniza el efecto
de los smiles de digital en la bomba de sodio. Ratas jvenes espontneamente
hipertensas (YSHR) presentan actividad aumentada de Na+K+ ATPasa, que podra
explicar en parte la HTA (Magyar).
Figura 2
intracelular capilar peritubular
3 Na +
Sodium
pump
2K +
72
lumen
Captulo 9
intracelular
Na +
NCC
CI CI K+
Figura 4
lumen
intracelular
Na +
NCC
CI CI K+
73
lumen
intracelular
ENaC
Na +
K + channel
K+
K+
CI -
Conclusiones
En condiciones normales el rin maneja apropiadamente grandes cantidades de
sodio y ajusta los mecanismos homeostticos para no retener, ni perder sal. En condiciones de equilibrio y en sujetos sanos la excrecin de Na+ se corresponde con
la ingesta de Na+. Por ejemplo, a mayor ingesta de Na+ entre 0 y 6 gramos/da,
aumenta el volumen extracelular en un 18%. Sin embargo en este mismo rango de
variacin la presin arterial se eleva slo en un 1%. Se concluye que la presin arterial es ms rigurosamente protegida que el volumen extracelular.
En condiciones patolgicas estos mecanismos pueden alterarse y producirse o bien
cierto grado de retencin de sal, que genera hipertensin o, lo ms raro, prdidas
desproporcionadas de sal. Factores genticos o enfermedades renales tienden a producir uno u otro. Pero lo ms comn es la HTA derivada de retenciones de Na+. Se ha
observado la concurrencia de HTA en relacin con alteraciones genticas asociadas
a trasportadores tubulares de Na+ en el caso de NHE-3, Na/K ATPasa, NCC y eNaC.
74
Captulo 9
Bibliografa
1.
H. Adrogu, N. Madias. Sodium and Potassium in the Pathogenesis of Hypertension. NEJM 2007;
356: 1966-78.
2.
TP Patrick K. K. Leong, Angela Devillez, Monica B. Sandberg, Li E. Yang, Daniel K. P. Yip, Jon B. Klein,
and Alicia A. McDonough. Effects of ACE inhibition on proximal tubule sodium transport. Am J
Physiol Renal Physiol 290: F854F863, 2006.
3.
TP Patrick K. K. Leong, Li E. Yang, Harrison W. Lin, Niels H. Holstein-Rathlou, and Alicia A. McDonough. Acute hypotension induced by aortic clamp vs. PTH provokes distinct proximal tubule
Na_ transporter redistribution patterns. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol 287: R878R885,
2004.
4. AAH Helga Vitzthum, Hayo Castrop, Martina Meier-Meitinger, Gunther A.J. Riegger, Armin Kurttz,
Bernhard K. Kramer, and Konrad Wolf. Nephron specific regulation of chloride channel CLC-K2 RNA
in the rat. Kidney International, Vol. 61 (2002), pp. 547554.
5.
Bernhard K Krmer, Tobias Bergler, Benjamin Stoelcker and Siegfried Waldegger. Mechanisms of
Disease: the kidney-specific chloride channels ClCKA and ClCKB, the Barttin subunit, and their
clinical relevance.NCPNephr 2007;38-46.
6.
TP Clara E. Magyar, Yibin Zhang, Niels-H. Holstein-Rathlou and Alicia A. McDonough. Proximal tubule Na transporter responses are the same during acute and chronic hypertension. Am J Physiol
Renal Physiol 279:358-369, 2000.
7.
NCC Chao-Ling Yang, Jordan Angell, Rose Mitchell and David H. Ellison. WNK kinases regulate thiazide sensitive Na-Cl cotransport. J. Clin. Invest. 111:10391045 (2003).
8.- Vormfelde SV, SehrtD, Toliat MR, Schirmer M, Meineke I, Tzvetkov M, Nrnberg P, Brockmller J.
WNK kinases regulate thiazidesensitive Na-Cl cotransport. J. Clin. Invest. 111:10391045 (2003).
9.
NCC. Monica B. Sandberg, Arvid B. Maunsbach,2 and Alicia A. McDonough. Redistribution of distal
tubule Na_-Cl_ cotransporter (NCC) in response to a high-salt diet. Am J Physiol Renal Physiol 291:
F503F508, 2006.
10. TD. Hadchouel J, Jeunemaitre X. Life and death of the distal nephron: WNK4 and NCC as major
players. Cell Metab. 2006; (5):335-7.
11. Victoria McEneaney, Brian J. Harvey and Warren Thomas Aldosterone Regulates Rapid Trafficking of
ENaC Subunits in Renal Cortical Collecting Duct Cells via Protein Kinase D Activation. Mol Endocrinol. 2008 Jan 17.
12. Giovambattista Capasso, Maria Rizzo, Ciriana Evangelista, Patrizia Ferrari, Ghislaine Geelen, Florian
Lang, and Giuseppe Bianchi. Altered expression of renal apical plasma membrane Na_ transporters
in the early phase of genetic hypertension. Am J Physiol Renal Physiol 288: F1173F1182, 2005.
13. David H. Ellison. Disorders of water, electrolytes, and acid-base.
75
Captulo 10
Trials of Hypertension Prevention
(TOHP I y TOHP II)
Los resultados
Con 744 participantes en TOHP I y 2.382 en TOHP II randomizados a reduccin de
sodio o control. La reduccin neta de sodio en los grupos de intervencin fueron 44
mmol/24 h y 33 mmol/24 h, respectivamente. Los descensos de presin arterial sistlicos y diastlicos fueron 1,7/0,8 (P<0.01 y <0.05) en el estudio TOHP I y de 1,2/0,7
mmHg con P< 0.02 slo para presin sistlica. La condicin vital se obtuvo en un 100%
con informacin sobre morbilidad en 77% con 200 reportes de eventos cardiovasculares.
El riesgo cardiovascular fue un 25 % menor en el grupo con reduccin de sodio (riesgo
relativo 0,75) con intervalo de confianza de 95% 0,57 a 0,99, P menor de 0,04.
76
Captulo 10
Conclusin
Adems de un leve descenso de presin arterial se observ reduccin de eventos
cardiovasculares.
Enseanzas derivadas de estos estudios:
Son los primeros estudios en humanos que muestran una reduccin en morbimortalidad cardiovascular a travs de la reduccin de ingesta leve de cloruro de sodio.
La poblacin observada era relativamente joven y prehipertensa. El efecto en poblacin de mayor edad e hipertensa podra haber sido an mayor.
Se abren caminos de intervencin no farmacolgicos que retardan la aparicin de
hipertensin arterial.
Los niveles de reduccin de sal son posibles de lograr en forma persistente a travs
de educacin y motivacin sin daar la calidad de vida.
Podemos descartar definitivamente los temores de un incremento de riesgo cardiovascular por reduccin del consumo de sal.
Las reduccin de eventos est muy por encima de los beneficios que se pudieran
esperar a travs de tan modesta reduccin de presin arterial, lo que puede explicarse
por efectos directos de la sal que estimula la remodelacin miocrdica mediante un
aumento de especies reactivas de oxgeno por activacin de la NADPH oxidasa.
Figura 1
0.20
TOHP I
Sodio
0.16
Incidencia
acumulativa
en ECV.
Control
0.12
0.08
0.04
0
0.030
Incidencia
acumulativa
en ECV.
TOHP II
0.024
0.018
0.012
0.006
0
2
10
12
14
16
Seguimiento (aos)
Figura 1. Incidencia acumulativa de enfermedades cardiovasculares (ECV) en el grupo con intervencin de sodio en TOHP I y II, ajustado por edad, sexo y clnica. Modificado de Cook N. et al BMJ 2007;334; 885-893.
77
Figura 2
0.05
TOHP I
Sodio
0.04
Incidencia
acumulativa
Control
0.03
0.02
0.01
0
0.030
Incidencia
acumulativa
TOHP II
0.024
0.018
0.012
0.006
0
10
12
14
16
Seguimiento (aos)
Figura 2. Mortalidad total por intervencin de sodio en TOPH I y II, ajustado por
edad, sexo y clnica. Modificado de Cook N. et al BMJ 2007;334; 885-893.
Bibliografa
Cook N. et al. Long term effects of dietary sodium reduction on cardiovascular diseases outcomes:
observational follow-up of the trials of hypertension prevention (TOHP). BMJ 2007;334:885-893.
78
Captulo 11
Captulo 11
Polticas Internacionales
Cristin Marc E.
Economista, Universidad de Chile. Magster en Polticas
Pblicas, Universidad de Chicago. Jefe de Investigacin
y Estudios CIEDESS.
Introduccin
La Organizacin Mundial de la Salud (OMS), en su informe Reducing Salt Intake in Populations: Report of a WHO Forum and Technical meeting 5-7 October 2006, Paris, France
seala la existencia de solida evidencia entre el consumo excesivo de sal y enfermedades
cardiovasculares crnicas severas haciendo hincapi que intervenciones tendientes a disminuir la ingesta de sal en la poblacin son costo efectivas en relacin con el tratamiento
de las enfermedades causadas por el consumo excesivo de esta misma.
Una de las medidas propuestas por la OMS, es la fortificacin de la sal mediante micronutrientes(1), reemplazando sodio por potasio. Lo anterior se basa en la evidencia existente
que asocia una alta ingesta de sodio con elevados niveles de presin arterial como lo
proponen Feng y McGregor(2); Cuttler et al.(3, 4) y Law et. al(5), entre otros en sus estudios
clnicos. No obstante, lo sealado por la literatura la aplicabilidad de sustitutos de sal bajos
en sodio y ricos en potasio es limitada en pases econmicamente desarrollados, donde
gran mayora de la ingesta diaria de sal proviene de alimentos procesados.
Preliminar a la implementacin de una Poltica Pblica orientada a la disminucin del
consumo de sodio por la poblacin, complementado con un enriquecimiento de potasio,
los pases que han adoptado este tipo de polticas han realizado estudios tendientes a
identificar el aporte de sodio de los alimentos procesados a la ingesta diaria recomendada.
La OMS ha establecido un consumo promedio de 5 gramos diarios de cloruro de sodio,
como el nivel recomendado para la poblacin adulta, para todos los pases, excepto en
aquellos que se haya adoptado un consumo promedio menor a dicho nivel.
Altas concentraciones de sodio en los alimentos procesados han sido encontradas por
medio de evidencia proveniente de pases industrializados, donde un 75% de la ingesta
diaria de sodio es asociada a alimentos procesados y comida ingerida fuera del hogar. Mediante la disminucin en la ingesta diaria de sodio se puede lograr disminuir la mortalidad
de algunas enfermedades cardiovasculares, que en el mundo alcanzan a los 16,7 millones
de personas al ao, donde destaca que un 50% de estas muertes estn asociadas a la
hipertensin arterial.
Es interesante destacar que las estrategias que tienen como objetivo la reduccin de la
ingesta de sodio son ms costo efectivas que los programas tradicionales de control de enfermedades cardiovasculares. La reduccin en la ingesta diaria de sodio, en el corto y mediano plazo, slo dan respuesta a enfermedades cardiovasculares que estn relacionadas
79
con la hipertensin arterial. Dentro del contexto de un programa integral para controlar
este tipo de enfermedades, la reduccin en la ingesta de sodio debe que ser vista como un
componente altamente costo efectivo.
Experiencia Internacional
Algunos pases que han implementado polticas pblicas promoviendo una alimentacin
ms sana, estableciendo niveles mximos recomendados en la ingesta diaria de sodio como
tambin mediante el etiquetado de alimentos son: Finlandia, Noruega, China, Estados Unidos, Reino Unido, Portugal, Blgica, Canad, Irlanda del Norte y Francia, entre otros.
A continuacin se realiza una breve descripcin de la poltica pblica adoptada en alguno de estos pases:
a. Estados Unidos: La evidencia muestra que la composicin del aporte de sodio en los alimentos proviene en un 77% de los alimentos procesados, 12% es inherente al alimento,
6% adicionado en la mesa y un 5% adicionado al cocinar.
Considerando la informacin anterior, diversas instituciones de salud(6) han estado trabajando desde 1993, con el objetivo de prevenir y manejar la hipertensin por medio
del establecimiento de un nivel de ingesta de sodio objetivo de 2.400 mg/d, siendo avalada esta medida el ao 2002 por el Department of Health and Human Services, el cual
fija como objetivo para el ao 2010 que al menos el 65% de la poblacin debe consumir
menos de 2.400 mg/d de sodio. En la actualidad (2007) slo el 20% de la poblacin
cumple esta meta.
El ao 2006 la American Medical Association (AMA)(7) en su Consejo de Ciencias y Salud
Pblica, emiti un reporte recomendando reducir en un 50% el sodio en alimentos procesados y en restaurant en el perodo de 10 aos, como tambin el desarrollo de nuevos
etiquetados con el objetivo de advertir a la poblacin de los altos niveles de sodio en
las comidas junto con campaas de educacin pblica. Junto con lo anterior, la AMA ha
recomendado a la FDA (Food and Drug Administration) reconsiderar la clasificacin de
la sal como alimento, con el objetivo de quitarle esta categora, lo cual implicara establecer niveles especficos en alimentos que regulara dosis de sal.
b. Reino Unido(8): El Committee on Medical Aspects of Food Nutrition Policy (COMA), el
ao 1994, recomienda una reduccin en el consumo de sal para adultos a 6 gramos diarios, recomendacin que tambin es avalada por el Departamento de Salud de Irlanda
del Norte. A su vez, Escocia en su plan de accin para una dieta saludable (1996) ha
fijado una reduccin promedio en la ingesta diaria de sal desde 9,6 gramos al da a 6
gramos al da para el ao 2005.
Edad
0 - 6 meses
7 - 12
1 - 3 aos
4 - 6 aos
7 - 10 aos
11 - 14 aos
1 g/d
1 g/d
2 g/d
3 g/d
5 g/d
6 g/d
80
Captulo 11
Basado en evidencia que indica que una alta ingesta de sodio a edades tempranas
puede determinar el desarrollo de una alta presin en edades posteriores, considerando a la vez la funcin del sodio como nutriente esencial en las distintas
etapas de la vida, estableciendo como poltica publica un rango compatible con
un estado saludable en el corto y largo plazo, la gua referencial de ingesta de
nutrientes ha establecido los siguientes objetivos de ingesta promedio para nios
(RNI: Reference Nutrient Intake):
Junto con lo anterior la National Food Survey (2000) identifica como los mayores
contribuidores en la ingesta diaria de sodio a: cereales (incluido el pan), cereales
para el desayuno, carne y sus derivados, entre otros. Frente a esto, se ha adoptado
una estrategia para disminuir la ingesta diaria de sal, una mejora en el etiquetado
de los alimentos, incluyendo signos en las etiquetas de los productos, con el fin
de empoderar a los consumidores para elegir alimentos ms saludables.
Otra medida adoptada por el gobierno britnico mediante una agencia que regula
los estndares de los alimentos ha clasificado cerca de 70 clases de ellos, de los
cuales clasifica el porcentaje de sodio a la dieta diaria que aporta cada uno de
ellos. Paralelamente ha establecido programas de reduccin voluntaria de sodio
con el objetivo de reducir el consumo de sodio en un 33% al cabo de 5 aos.
La principal herramienta para lograr esto es el sistema de etiquetado, el cual se
encuentra posicionado en la cara del producto, el cual utiliza la simbologa de
un semforo identificando las concentraciones de sodio como alta (rojo), media
(amarilla) y baja (verde).
c. Finlandia, Blgica: ambos pases desde mediados de 1960 hasta 1980 impulsaron
una campaa tendiente a reducir el nivel de sodio en el pan. En Finlandia junto
con lo anterior se han impulsado campaas pblicas para reducir el riesgo cardiovascular por medio de reducciones en la ingesta de sal.
d. Francia: La creacin de grupos de trabajo con objetivos centrales de i) Estimar la
ingesta de sal por la poblacin adulta; ii) Identificar mayores fuentes de consumo
de sal; iii) Proponer medidas para reducir la ingesta de sal. Estos grupos de trabajo
identifican como los mayores contribuyentes de sodio en la dieta a: productos de
carnes, pan, sopas, quesos y comidas listas.
Como resultado de los grupos de trabajo antes mencionados, el ao 2004 el parlamento francs adopta una ley de salud pblica que establece 100 objetivos para el
ao 2008, donde uno de estos objetivos es la reduccin en la ingesta diaria de sal
a menos de 8 gramos al da por persona. No obstante lo anterior, no hay descritas
acciones ante el no cumplimiento de esta ley. La estrategia adoptada por Francia
para lograr este objetivo se basa en dos pilares, a saber: i) Prevencin de riegos
mediante informacin y educacin; ii) Acciones para mejorar la oferta alimenticia.
Mediante la adopcin de una estrategia basada en la dieta, actividad fsica y salud
recomendada por la OMS el 2004, Francia se mantiene a la vanguardia en lo que
a polticas alimenticias con respecto a la salud.
e. Canad (9): El ao 2007 el gobierno de este pas establece una poltica pblica que
tiene por objetivo limitar la ingesta diaria de sodio, estableciendo para esto un
nivel de ingesta diaria recomendado por el Institue of Medicine of the National
Academies en 2.300 mg de sodio al da; estimndose en 3.500 mg de sodio al da
la ingesta efectiva de sodio para la poblacin canadiense.
81
0 - 6 meses
7 - 12
1 - 3 aos
4 - 8 aos
9 - 50 aos
51 - 70 aos
> 70
120
370
1.000
1.200
1.500
1.300
1.200
Captulo 11
83
Proceso
Salida
Resultado
Cambios conductuales,
sociales, salud y beneficios
econmicos.
Ambiente de apoyo:
Polticas y Programas.
Liderazgo en la Estrategia
nacional en Actividad fsica
y dieta.
Reduccin de la ingesta de
sal para toda la poblacin
a < 5g/d de sal.
Existencia de un enfoque
multisectorial, multipropietarios (accionistas) y multi
escenarios en el enfoque
para la implementacin de
polticas en la reduccin
de sal.
Sistema de etiquetado
adecuado.
Existencia de regulacin
y/o legislacin apropiada.
Anlisis situacional.
Establecimiento de metas
realizables y objetivos para
toda la poblacin en la reduccin de la ingesta de sal.
Presupuesto claro y sustentable para actuar sobre la
ingesta de sal.
Publicacin de un plan de
accin nacional en la reduccin de ingesta de sal.
Discusin y conclusiones
Tal como es sealado en la literatura, intervenciones orientadas a disminuir la
ingesta de sal en la poblacin son altamente costo efectivas al ser comparadas en
tratamientos destinados a manejar y controlar enfermedades cardiovasculares (hipertensin) que son causadas por la ingesta de alimentos con altas concentraciones
de sodio (16).
Una intervencin realizada en Noruega mediante simulaciones, que estima la costo efectividad de una poltica de reduccin de la sal en los alimentos (17) para un perodo de 25 aos, seala que los factores claves a considerar en la aplicacin de esta
medida son: desde la perspectiva de los beneficiarios encontramos la prevencin de
infartos y cuidados por enfermedades al miocardio, incrementos en productividad,
ahorro en tiempo, reduccin de los tratamientos antihipertensivos (18). Como contrapunto, los costos involucrados son: costos de salud de los aos de vida adicionales,
campaas de informacin y desarrollo de nuevas recetas, prdidas de bienestar producidas por impuestos y subsidios. Ahorros netos de la aplicacin de esta medida
por un perodo de 25 aos es de $240 millones de dlares equivalentes a $120 millones. Asociado a lo anterior se presenta un incremento en la expectativa de vida de
la sociedad en su conjunto, con un total de 148.519 aos de vida salvados.
84
Captulo 11
85
Bibliografa
1.
Whelton P, He J, Cutler J, Brancanti F, Appel L, Follmann D, Klag M. Effects of oral potassium on blood
pressure: meta analysis of randomized controlled clinical trials. JAMA 1997: 277: 1624 1632.
2.
Feng JH, MacGregor GA. Effect of modest salt reduction on blood pressure. A meta-analysis of
randomized trials: implications for Public Health. J Hum Hypertens 2002; 16: 761770.
3.
Cutler JA, Follman D, Allender PS (1997). Randomized trials of sodium reduction: an overview. AM J
Clin Nutr, 65(suppl): 643S-651S.
4.
Cutler J et al (1991). An overview of randomized trials of sodium reduction and blood pressure.
Hypertension, 17:I27-I33.
5.
Law MR, Frost CD, Wald NJ (1991). By how much dietary salt reduction lower blood pressure? II
Analysis of observational data within populations. Br Med J, 302: 811-824.
6.
Nacional Heart, Lung, and blood Institute`s Nacional High blood pressure education program.
7.
Havas S., Dickinson B., Wilson M. The Urgent Need to Reduce Sodium Consumption. JAMA, September 26, 2007Vol 298, No. 12 1439-1441.
8.
The Stationery Office. Salt and Health Scientific Advisory Committee on Nutrition, 2003
9.
10. Feng JH, MacGregor GA. Effect of modest salt reduction on blood pressure. A meta-analysis of
randomized trials: implications for Public Health. J Hum Hypertens 2002; 16: 761770.
11. WHO. Reducing Salt Intake in Populations: Report of a WHO Forum and Technical meeting 5-7
October 2006, Paris, France.
12. Perry IJ. Salt, Science and Politics. Journal of Human Hypertension (17), 2003, 1-3.
13. Fodor J., Whitmore B., Lenen F., Lavochelle P. Recommendations on Dietary Salt. Canadian Medical
Association. CMAJ, May 4, 1999; 160 (9 (Supp).
14. Hill M. Helping the hypertensive Patient Control Sodium Intake. The American Journal of nursing,
Vol. 79, No. 5. (may, 1979), pp. 906-909.
15. WHO. Reducing Salt Intake in Populations: Report of a WHO Forum and Technical meeting 5-7
October 2006, Paris, France, pp 33.
16. The China Salt Substitute Study Collaborative Group. Salt substitution: a low-cost strategy for
blood pressure control among rural Chinese. A randomized, controlled trial. J Hypertens 25:2011
2018 Q 2007 Lippincott Williams & Wilkins.
17. Selmer, Randi M; Kristiansen, Ivar Sonbo; Haglerod, Anton; Graff-Iversen,Sidsel; Larsen, Hanne K;
Meyer, Haakon E; Bonaa, Kaare H; Thelle, Dag S. Cost and health consequences of reducing the
population intake of salt. Journal of Epidemiology and Community Health Volume 54(9), 1 September 2000, pp 697-702.
18. Redwood H. Hypertension, society, and public policy. European Heart Journal Supplements (2007)
9 (Supplement B), B13-B18.
19. Murray C., Lauer J., Hutubessy R., Niessen L., Tomijima N., Rodgers A., Lawes C., Evans D.. Effectiveness and costs of interventions to lower systolic blood pressure and cholesterol: a global and
regional analysis on reduction of cardiovascular-disease risk. Lancet 2003; 361: 71725.
20. Hooper L., Bartlett C., Smith G., Ebrahim S.. Systematic Review Of Long Term Effects Of Advice To
Reduce Dietary Salt In Adults. BMJ 2002;325;628-
86
Acelga
Alcachofa
Betarraga
Brcoli
Berenjena
Championes
Coliflor
Esprrago
Espinaca cocida
Espinaca cruda
Poroto Verde
Repollito de bruselas
Zanahoria cruda
Zanahoria cocida
Zapallo
Tomate
Zapallito italiano
Achicoria
Apio
Endivia
Lechuga
Rabanito
Cerezas
Chirimoya
Damascos
Higos frescos
Kiwi
Pasta de lcuma
Meln
Nspero
Palta
Pltano
Tuna
Higos secos
Pasas
Huesillos
Peras deshidratadas
Ciruelas secas
Jugo de naranja 100 Cc
Uvas
Habas cocidas
Choclo cocido
87
327
344
508
523
433
300
320
313
369
349
1588
315
360
325
223
349
342
914
658
524
1093
Papa cocida
Pin
Poroto granado
Carne de vacuno baja en grasas
Trucha
Conejo
Choritos
Almejas
Lentejas cocidas
Avena
Chuo
Chuchoca
Carne de caballo
Jamon de pavo
Jurel
Merluza
Pejerrey
Almendras
Man
Nuez
Pistacho
88