Freud, El Espejo y La Lámpara
Freud, El Espejo y La Lámpara
Freud, El Espejo y La Lámpara
Freud y la mmesis
Era la poca en que todava firmaba y databa la adquisicin de un nuevo
libro aludiendo a veces a la ocasin motivadora. As encontr, en la pgina
ttulo de El espejo y la lmpara, de Meyer H. Abrams (1962), debajo de
mi firma, la inscripcin Esttica, 1965. Es la traza que remite al curso
de Esttica Literaria que ese ao profesaba en el Instituto de Profesores
Artigas Carlos Real de Aza. El libro y el curso dejaron en m huellas
indelebles. Real de Aza fue un extraordinario docente que acerc varias
generaciones de estudiantes a la complejidad y significacin del hecho
esttico. Desentraaba en l profundos significados que lo vinculaban a
la historia y a la sociedad, pero tambin a la evolucin de la cultura y a
las formas que esta produce para, entre otros fines, entender lo humano.
Preserv en m el inters de relacionar crticamente el conocimiento de
la condicin humana aportado por el arte y la literatura con el que nos
procuran las ciencias humanas y especialmente el psicoanlisis freudiano.
El ensayo del crtico estadounidense M. H. Abrams trata fundamentalmente de la transicin de las ideas estticas centradas en la mmesis,
que proviene de los pensadores griegos y latinos, con aquellas que se orientan, a partir del siglo xviii y fundamentalmente en el transcurso del xix
hasta la poca moderna, hacia la nocin de expresin, de fuente interior.
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Sin embargo Abrams seala por lo menos dos autores ingleses como precursores de las ideas estticas
freudianas: John Kleber y Alexander Smith.
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R. Barthes evoca lo novelesco de la vida psquica, comouna errtica de la vida cotidiana, de sus
pasiones y de sus escenas. (Traduccin del autor.)
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Tuve el alto honor de investigar este vnculo tan extrao como persistente entre Freud y la literatura
en un reciente libro coescrito con J.-B. Pontalis, Freud avec les crivains.
La carta saluda el envo de La lucha contra el demonio, de Zweig (triple ensayo sobre Hlderlin, Kleist
y Nietzsche), y termina as: Nuestro modo prosaico de luchar contra el Demonio consiste en esto:
describirlo como un objeto cientficamente aprehensible.
Quant au livre intrieur de signes inconnus (de signes en relief, semblait-il, que mon attention,
explorant mon inconscient, allait chercher, heurtait, contournait, comme un plongeur qui sonde), pour
la lecture desquels personne ne pouvait maider daucune rgle, cette lecture consistait en un acte de
cration o nul ne peut nous suppler ni mme collaborer avec nous. (Traduccin del autor.)
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Cf. S. Freud, Ms all del principio del placer, y Notas sobre la pizarra mgica.
Cf. En este sentido las reflexiones irnicas y autocrticas del gran Grard Genette en sus ltimas obras,
Bardadrac (2006), Codicille (2009).
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de su padre. Freud cuestiona as la nocin misma de autor. El investigador cientfico, el Narturforscher (investigador de la naturaleza, como l
se autodesigna), no es consciente del alcance significativo mltiple, de la
polisemia de lo que escribe mientras trabaja. El autor debe abandonarse a
la escritura para que esta autoproduzca significaciones nuevas, a veces
las ms importantes. El acto de escribir despierta trazas inconscientes que
el autor no ha decidido voluntariamente evocar, pero s conservar cuando
las descubre, como aspecto esencial de su trabajo psquico. La destinacin
y el destinatario secreto del escribir del libro fundador de la teora y de la
escritura psicoanaltica parecen as confundirse con su fuente originaria,
con el foco expresivo, irradiante, de donde surge el mensaje: las trazas de
un otro originario y desaparecido.
Freud encuentra en el espejo mgico de la escritura a su doble, identificado con el escritor. Como el Fausto de Goethe, dos almas parecen
habitar en su pecho. El investigador cientfico del sueo debe dejar trabajar
libremente al escritor que lo acompaa. La interpretacin de los sueos es
uno de los ejemplos contemporneos ms enriquecedores de esta alianza
secreta que pocas veces se produce en los grandes creadores de la cultura
humana entre el Dichter, el poeta, y el Forscher, el investigador o pensador.
La tensin entre estas dos actividades o presencias psquicas caracteriza la
singularidad de la obra y de la escritura freudianas. En La interpretacin,
Freud poetiza el sueo (sus sueos fundamentalmente, revelando as
aspectos ntimos de su personalidad, actitud inhabitual del cientfico).
No solo lo describe en sus mnimos detalles, sino que adems lo reproduce en su escritura. No solo transmite el contenido de los sueos, sino
que tambin presenta, hace presente su aspecto sensorial, fundamentalmente visual, a veces tambin sonoro. Logra incluso hacer partcipe al
lector del carcter hiperintenso, casi alucinatorio de algunos fragmentos
onricos. Necesita escribir el desarrollo de sus asociaciones para indagar en
ellas, investigarlas. El investigador teoriza luego o concomitantemente,
interpreta, elabora racionalmente una teora cientfica que descubre el
trabajo del sueo y sus principales procedimientos.
Freud caracteriz la escritura como una expresin. Por lenguaje
seala no se debe comprender simplemente la expresin de los pensamientos en palabras, pero tambin el lenguaje de los gestos y todo otro
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personalmente al admirado mdico escritor Arthur Schnitzler en la realidad fue el fantasma del doble. Le confiesa, en una clebre carta, que tema
reencontrar en el rostro del escritor admirado y envidiado el suyo propio.
Pontalis insisti en la ambivalencia de la figura del doble de Schnitzler con
respecto a Freud: era el escritor respetado por su inteligencia profunda del
alma humana, pero tambin el hombre apasionado, conocido por sus frecuentes historias amorosas, conocedor de la otra Viena, la de la Ronda,
ajena a los hbitos sociales y morales de Freud (1922).9
Freud hizo suyo el clebre apotegma de quien muchos crticos consideran como el primer romntico ingls, William Wordsworth: El nio es el
padre del hombre (1913: 185).10 Caracteriz el conjunto de trazas sensibles,
sin palabras, mudas, presencia psquica inconsciente y siempre activa que
se manifiesta fundamentalmente en la transferencia como lo infantil y
que puede hacerse presente tambin en el sueo o en el sntoma. No se
confunde con el nio de la infancia ni con una etapa de la evolucin del
ser humano. El infans, otro modo de designar la traza de las primeras vivencias mudas, fundadoras de la realidad psquica, es tambin una nocin
que implica ese poder de revival, de reviviscencia del pasado sin habla en
el presente habitado por el lenguaje, el presente pasado, o el presente
que no pasa. Son otras formas del irradiar de la lmpara fuente infantil
que ilumina la escena analtica an en nuestros das.
Uno de los nuevos aspectos del paradigma cientfico freudiano fue la
introduccin del principio de la represin psquica y su correlato del retorno de lo reprimido, as como la pulsin de muerte. Las figuras del sueo
o de lo infantil y del infans solo se presentan desfiguradas a la percepcin
consciente. La deformacin es una consecuencia inevitable del conflicto
psquico, lucha interminable en el interior mismo de la psique, entre eros,
la pulsin que tiende a reunir y preservar lo viviente, y el demonio o
la pulsin de muerte, que tiende a la destruccin de todo lo animado. Lo
deformado, lo desfigurado aparece en la literatura y el arte como un as-
Cf. E. Gmez Mango y J.-B. Pontalis, Freud avec les crivains, op. cit., 227 y sigs.
10
W. Wordsworth, poema El arco iris, retomado por Freud, sin indicar la fuente, en El inters por el
psicoanlisis.
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CF. W. Benjamin, Luvre dart lpoque de sa reproductibilit technique, en uvres iii, y Baudelaire.
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Resumen
Asocio en este artculo el nombre de Freud con el ttulo de una obra del
crtico literario de M. H. Abrams. Intento mostrar cmo se encuentran
en Freud concepciones de la esttica clsica (mmesis) y romntica (la
lmpara, como smbolo literario de la expresin). Freud rompe con
ambas participando de un nuevo paradigma epistemolgico que se impone
en su poca desde la ciencia, las artes y la literatura. Est centrado en los
descubrimientos esenciales del psicoanlisis freudiano: el sujeto escindido,
el inconsciente psquico y la represin en el origen de la deformacin de
las representaciones estticas del arte contemporneo.
Descriptores: cultura / psicoanlisis / doble / resignificacin / escritura /
Autores-tema: freud, sigmund
Abstract
The article associates Freuds name with the title of a piece by the literary
critic M. H. Abrams. It is an attempt to show some conceptions from
classical esthetics (mimesis) and romantic esthetics (the lamp as a literary
symbol of expression) can be found in Freud. Freud breaks away from
both by participating in a new epistemological paradigm which is imposed in his time by the fields of science, the arts and literature. Its focus
can be found in the essential discoveries of Freudian psychoanalysis: the
split subject, the psychic unconscious and repression, at the origin of the
distortion of the esthetic representations of contemporary art.
Keywords: culture / psychoanalysis / double / resignification / writing /
Authors-subject: freud, sigmund
Referencias bibliogrficas
Abrams, M. H. (1962). El espejo y la lmpara. Teora
romntica y tradicin crtica acerca del hecho
literario. Traduccin de G. Aroz. Buenos Aires:
Nova.
Barthes, R. (1977). Texte deux (parties). uvres iii.
Pars: Seuil.
Benjamin, W. (2000). Luvre dart lpoque de sa
reproductibilit technique. En uvres iii. Pars:
Gallimard.
(2013). Baudelaire. Pars: La Fabrique ditions.
Freud, S. & Breuer, J. (1895). Estudios sobre la histeria.
O. C., vol. ii. Buenos Aires: Amorrortu, 1979.
(1900). La interpretacin de los sueos. O. C., vol. iv.
Buenos Aires: Amorrortu, 1979.
(1913). El inters por el psicoanlisis. O. C. vol. xiii.
Buenos Aires: Amorrortu, 1979.
(1920). Ms all del principio del placer. O. C. t. xviii.
Buenos Aires: Amorrortu, 1979.