Libro El Sur de Córdoba-VD
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El SUR de
CRDOBA
conflicto sin fin?
Contenido
Presentacin
Las Catas
Ejemplo de un nuevo modelo de desarrollo rural?
12
18
25
37
58
67
El silencio de la violencia
85
90
99
El sur de Crdoba
cundo tendr paz y desarrollo?
107
Presentacin
Estos pueblos, tan viejos como Ayapel, tan recientes como La Apartada, tan
abandonados como San Jos de Ur, tan asediados como Buenavista, tan influenciados como Valencia, tan ricos en minerales como Montelbano y Puerto Libertador y tan de malas como Tierralta que en nada le benefici ser el
El sur de Crdoba | 7
lugar donde hubo el acuerdo de desmovilizacin entre el Gobierno y la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), esperan con paciencia franciscana que
los gobiernos departamental y nacional los miren siquiera de reojo para atenderle algunas de sus principales necesidades. A nadie ha importado que en
estos territorios y poblaciones haya nacido el Ejrcito Popular de Liberacin
(EPL), las Autodefensas Campesinas de Crdoba y Urab (ACCU) y sea considerada la casa paterna de las AUC. Sin olvidar que en los 60 aos de historia
del Departamento estn los rastros imborrables de cuatro grupos guerrilleros
liberales, cuatro grupos guerrilleros de izquierda, seis estructuras de las AUC,
cuatro de los grupos de la posdesmovilizacin y varios de los narcotraficantes
ms poderosos que tuvo el pas.
Debemos reconocer que las administraciones municipales, los gremios econmicos, los grupos polticos, la institucionalidad privada y las empresas poco
han hecho por el territorio y la poblacin. Sorprende que las alcaldas, concejos municipales y Personera, entre otros, no hayan tenido la disposicin y
el inters por ayudar a solucionar tantas penurias. Indiferencia, falta de gestin, iniciativas y capacitacin e indolencia han caracterizado a estos actores,
contrario a lo que sucede en muchos otros lugares del pas. En Crdoba, al
parecer, mientras ms pobres son los municipios ms despreocupadas e ineficientes son las administraciones, segn el decir popular.
Muchas comunidades y sus organizaciones, atosigadas por la escasez, la violencia y la fatalidad, estn convencidas de que los cambios no son posibles y
se aferran a la sobrevivencia y a la condicin de subordinadas como la nica manera de seguir viviendo. Para los que no estamos de acuerdo con estas
apreciaciones el reto es demostrar con hechos y procesos que existen otras
posibilidades y todava hay razones para la esperanza.
Montera, abril de 2013
8 | El sur de Crdoba
20 de febrero de 2013
Las CATAS
ara muchos los nombres de Las Catas y Corinto, especie de predios siameses, estn asociados a la lucha por la tierra en el municipio de Ayapel
en Crdoba. Fue una lucha ardua que libraron los campesinos en 1973
cuando decidieron ocupar una porcin mnima de esa inmensidad de miles
de hectreas de tierras ociosas o baldos pletricos de vegetacin, agua y animales de caza. Bast que los campesinos entraran a limpiar y sembrar para
que aparecieran empleados o funcionarios con supuestos o reales ttulos de
propiedad, amenazas de hombres armados y piquetes de polica desalojando
a los llamados invasores. Pocos recuerdan lo que sucedi esos das de ajetreo,
gritos, escaramuzas, detenciones y golpes. Tal vez el caso que nadie olvida es el
de Eduardo Mendoza por la crueldad del hecho que le toc soportar. Lo cont
David Snchez Juliao en el libro Historias de racamandaca con el ttulo de El
quemao de Corinto. Los testimonios dicen que a Eduardo, uno de los nuestros, a quien lo colgaron de aquella rama de totumo para quemarlo, acusado
de haber robado una silla, un radio y un portamoneda con ciento cincuenta
pesos, que nunca se rob porque nos metimos a quitarle quinientas hectEl sur de Crdoba | 9
reas de aquellas dieciocho mil que decan tena Corinto. El fuego, avivado por
momentos, debajo de los pies de Eduardo hizo estragos en los pies y las piernas, los genitales y el bajo vientre que lo dejaron imposibilitado para siempre.
Hoy, despus de tantos aos, no sabemos si todava vive ni en qu condiciones. Hasta qu punto estos hechos y otros similares, viejos y nuevos, junto
con fracasos, esperas prolongadas, decepciones, engaos, amenazas y miedos
influyen en el nimo, disposicin, credibilidad y esperanza de los campesinos,
muchos desplazados y vctimas, que en la actualidad ocupan o no han ingresado todava al predio Las Catas?
Ubicacin y
algo de cronologa reciente
El predio Las Catas pertenece al corregimiento Palotal, municipio de Ayapel.
Est situado a 20 y 17 kilmetros de las cabeceras municipales de Ayapel y La
Apartada respectivamente. Su rea es de 4.672 hectreas. Segn cuentan algunos lderes el predio ha pasado por varios momentos: en 1986 figuraba como
propietario Luis Galeano Berro; lo explotaba la empresa Ganadera La Unin
Limitada bajo la gerencia de Jos Botero Restrepo. En 1997 Luis Galeano comparta la propiedad con su pariente Rafael Galeano Zuleta. En el 2000 fue incautado por la Fiscala 31 de Bogot a los hermanos Moncada (Jos Francisco,
William y Gerardo), reconocidos por sus actividades con el narcotrfico. En
el 2004 pas a manos de la Direccin Nacional de Estupefacientes (DNE), ya
desaparecida. El mismo ao la entregaron en administracin a la Asociacin
de suboficiales retirados de Montera. En el 2005 por resolucin 1352 del 14
de diciembre le fue asignado provisionalmente al Instituto Colombiano de
Desarrollo Rural (Incoder). En el 2006, 4 de julio, fue entregado mediante acta
a 274 familias de campesinos sin tierra y campesinos vctimas del conflicto;
meses despus el Instituto les entreg resoluciones provisionales a ttulo a la
totalidad de las familias seleccionadas. En el 2012, 12 de enero, hizo presencia
en el predio el presidente Juan Manuel Santos, quien lo entreg protocolariamente a las familias que lo ocupaban.
el predio contaba con 2168
hectreas en pasto, 1300 en
rastrojos, 1000 en humedales
que permanecen inundados seis
meses al ao y 200 en
forestales protectoras.
10 | El sur de Crdoba
El predio
En el acta de entrega del 2006, de acuerdo con el estudio tcnico elaborado por
el Incoder, el predio contaba con 2168 hectreas en pasto, 1300 en rastrojos,
1000 en humedales que permanecen inundados seis meses al ao y 200 en forestales protectoras. Es decir, un rea pisccola, agrcola y ganadera, a la orilla
del ro San Jorge. Adems, estaba la casa principal de dos plantas construida
con bloque y cemento, una piscina, una pesebrera con diez divisiones, un casino para los obreros, un corral de varetas, ocho campamentos para trabajadores, planta elctrica y motobomba, entre otros elementos de infraestructura.
En el acta el Incoder deja constancia que conforme al carcter de asignacin
provisional del predio, los asignatarios que lo reciben se comprometen a no
establecer o implantar mejoras permanentes ni modificar el tipo de explotacin que se viene adelantando, salvo el deterioro normal por su uso. No
podrn instalar viviendas provisionales ni permanentes, por lo tanto no podrn asentarse permanentemente en los terrenos de la finca, la cual slo se
destinar como sitio o lugar de trabajo pero no de vivienda De igual manera
se establece la obligacin de los asignatarios de devolver dentro del trmino
sealado el predio a la DNE en caso el fallo judicial definitivo no declare la
extincin del derecho de dominio y sea por ende favorable a sus actuales propietarios.
El sur de Crdoba | 11
Los ocupantes
Las 274 familias seleccionadas llegaron de Ayapel, Tierralta, Montera, Montelbano y Ur agrupados en 16 asociaciones. En la actualidad las ocho asociaciones de desplazados se fusionaron en una, la Asociacin de desplazados
unidos para un futuro mejor, mientras las dems estn inactivas o suspendieron acciones. El nmero de familias que permanece estable en el terreno es de
130, dedicados a la ganadera en pequea escala y a 30 hectreas sembradas
con arroz, yuca, pltano, ame y patilla. Las familias de la parte baja, la inundable, cuentan con 55 viviendas provisionales por ser damnificados de la ola
invernal. Algunos beneficiarios ausentes y otros presentes estn vendiendo
sus derechos o arrendando el pasto de sus parcelas a ocho mil pesos la hectrea mensual. Al parecer la tierra arrendada supera las 600 hectreas. El Meridiano de Crdoba (14-1-13) inform que al rea llegaron terratenientes y
ganaderos de Antioquia y Ayapel alquilando pastos para el ganado y despus
les hicieron firmar a muchos promesas de compraventa. Todava no poseen
ttulos de propiedad, no hay programas en ejecucin y esperan los resultados
de los estudios de suelos y aguas que adelant una comisin el ao pasado. El
temor est presente, todos lo sienten aunque no lo manifiesten. Los lderes u
orientadores cuidan sus palabras, calculan sus acciones, saben que hace menos de dos aos hizo presencia un grupo armado ilegal, que el proceso del
predio lleva a cuestas muertos, amenazados y desplazados. En fin, la esperanza que les gener el proyecto hace varios aos terminar hecha pedazos si no
les atienden con prontitud.
12 | El sur de Crdoba
Conocimientos, propuestas
e historia
Un grupo de lderes han identificado los problemas y dificultades del predio;
elaborado propuestas de solucin o mejoramiento para los aspectos agrcola,
pecuario, pisccola, forestal, ambiental, social y econmico; tienen bosquejos
de bandera, himno y escudo del predio y estn empeados en reconstruir su
historia. Ya saben que en 1890 le llamaban El Playn y al supuesto dueo le decan Pitala. En 1900 apareci Ufracio Moreno como propietario, le cambi el
nombre por Puerto Velo y aseguraba tener mil hectreas. Fue l quien mand
construir el primer campamento; para atender a los trabajadores contrat una
muchacha llamada Catalina y poco despus para que le atendieran a la familia
busc a otra muchacha por casualidad con el mismo nombre. Por costumbre
usual en la Costa, la gente empez a llamar el lugar con la abreviatura cariosa
de Las Catas y as se qued. Aos despus Ufracio le vendi a Marcos Salazar y
este a su vez a una empresa no identificada con claridad que termin quebrada
y embargada por un banco. Los nuevos dueos ampliaron sus dominios con
compras de fincas pequeas aledaas hasta que le vendieron a Eduardo Uribe,
este a los Boteros, quienes terminaron negociando con Luis Galeano. Para entonces el rea de Las Catas alcanzaba las ocho mil hectreas. Tres mil de estas
eran montaa virgen en 1985.
En resumen: existen conocimientos, disposicin y experiencias que deben tenerse en cuenta y valorarse al momento de definir proyectos, programas y
polticas para el predio. Esperemos que as sea.
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25 de enero de 2013
Qu est PASANDO
en CRDOBA?
Seales desapercibidas
l jolgorio de las celebraciones con la llegada del nuevo ao opac algunas seales de preocupacin por la situacin de pobreza, inseguridad e
inequidad que vive el Departamento. Las autoridades, como es usual en
estas y otras fechas, dijeron que el orden pblico estaba controlado y exista
una relativa tranquilidad, sin entrar en detalles. En Montera y otras cabeceras municipales la percepcin era ms precisa: los medios de comunicacin
daban cuenta de uno u otro muerto sin indicar causas ni datos de los autores;
muchas personas de distintos niveles y ocupaciones expresaban sus inquietudes en reuniones con amigos y familiares por la persistencia de robos, atracos,
extorsin, fleteos y amenazas. Por conversaciones, encuentros fortuitos y llamadas telefnicas nos enteramos de hechos graves que suceden en el campo y
no trascienden. En general, de acuerdo con los registros anotados, el Departamento mejor sus ndices de seguridad y bienestar respecto al ao anterior. Lo
ms destacado para la prensa nacional fue el caso de los jvenes encontrados
decapitados, llamados los cabezas mochas, todava sin esclarecer del todo.
14 | El sur de Crdoba
La presencia de la realidad
A mediados del mes de enero una serie de hechos violentos y amenazantes
empezaron a sacarnos con brusquedad del letargo en que todava nos encontrbamos. La lista, incompleta por supuesto, es la siguiente:
1. La incursin de un grupo armado ilegal desconocido en la vereda Santa
Isabel del Manso en el alto Sin, municipio de Tierralta. Con datos todava
incompletos los organismos de seguridad hablaron de desplazados, desaparecidos, heridos y un muerto.
2. El desplazamiento de campesinos e indgenas de los ros Verde, Manso y
Esmeralda hacia las cabeceras de Valencia y Tierralta.
3. Los constantes reclamos por inseguridad (ataques con piedras a conductores y pasajeros, quema de vehculo y ocupacin de vas) de las empresas
prestadoras del servicio del transporte pblico en Montera.
4. Invasiones a predios en varios lugares de Montera.
5. Amenazas a periodistas y docentes.
6. Los 25 homicidios aproximadamente ocurridos en enero, por encima del
correspondiente al ao anterior. Las autoridades aseguran que es producto de
enfrentamientos entre bandas criminales y por lo tanto las investigaciones son
ms lentas de lo ordinario.
7. El peligro en que se encuentran los lderes de la restitucin de tierras por
amenazas de actores diversos opuestos al proceso, al tiempo que el gobierno
les restringi o suspendi sus esquemas de seguridad lo que ha ocasionado
desercin o desplazamiento en ellos.
8. El lanzamiento de una granada a una vivienda en Cinaga de Oro con saldo
de dos heridos.
9. La denuncia pblica que hizo el coordinador de la Unidad de Restitucin
de Tierras, Rodrigo Torres, al indicar que por falta de garantas no se ha comenzado el proceso de acompaamiento a las vctimas en los municipios de
Tierralta, Puerto Libertador y Montelbano. Sobre el particular el gobernador
Alejandro Lyons agreg que desde el ao pasado dijimos y resaltamos que
en muchos de los lugares donde se adelantan procesos de restitucin haba
presencia de bandas criminales y delincuencia.
El sur de Crdoba | 15
10. El bombardeo al campamento a orillas del ro Esmeralda en Tierralta donde se encontraba Luis Durango suga, alias Jacobo Arango, jefe del frente 5 de
las Farc y miembro del Estado Mayor Central.
11. El continuo aumento de violencia sexual.
12. La inconformidad manifiesta de mototaxistas, vctimas, desplazados y
desmovilizados.
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22 de enero de 2013
Los CONSEJOS
Municipales de
Desarrollo RURAL
Hay cambios
stamos de acuerdo: el campo, lo rural en otras palabras, empieza a recuperar su importancia despus de largo tiempo de atropellos y desconocimiento. A pesar de lo polmico y peligroso que es hablar sobre tierra y
desarrollo rural en el pas, el inters por estos temas avanza con la aprobacin
de leyes, discusin de proyectos, organizacin de eventos masivos, apertura
de oficinas de atencin y reparacin de vctimas y restitucin de tierras, elaboracin de estudios y anlisis de miles de propuestas por los gremios, juntas
de expertos, investigadores, lderes y los representantes del gobierno y las Farc
reunidos en La Habana. Las propuestas son de todo tipo y alcance, la mayora
de ellas por fortuna alejada de los radicalismos de derecha e izquierda. Aun
as, la oposicin que despiertan en ciertos grupos y sectores preocupa y asusta.
20 | El sur de Crdoba
Preparando herramientas
El gobierno dice estar dispuesto a hacer realidad los cambios que promete y
para ello prepara sus mejores herramientas. Una de ellas, fundamental, con
la que aspira a ejecutar sus polticas y programas en los municipios son los
Consejos Municipales de Desarrollo Rural (CMDR). Estos, prximos a cumplir veinte aos, fueron creados por la ley 101 de 1993, concebidos por las
concepciones democrticas de la Constitucin de 1991. La ley los define como
instancias superiores de concertacin sobre asuntos considerados prioritarios para el desarrollo rural del pas. Y enfatiza que en estos consejos la comunidad podr decidir sobre la orientacin, aplicacin y priorizacin de los
recursos de inversin pblica nacional, departamental y municipal, debatir
los problemas sociales, polticos, econmicos y culturales as como concertar
con el gobierno municipal y las dems instituciones del Estado las soluciones
y los proyectos que promuevan el desarrollo rural, la organizacin social y la
convivencia ciudadana.
El gobierno nacional envi la primera directiva presidencial en junio de 1996
a los ministros del despacho, directores de departamentos administrativos,
gerentes y directores de establecimientos pblicos nacionales, gobernadores y
alcaldes, entre otros, para convocarlos a apoyar, impulsar y promover la consolidacin de los CMDR o las instancias que hagan sus veces. La ms reciente carta la firm el ministro Juan Camilo Restrepo a mediados de 2011. Les
solicit a los gobernadores y alcaldes que creen e impulsen las instancias de
concertacin CMDR y los Consejos seccionales de desarrollos agropecuario,
pesquero, forestal, comercial y de desarrollo rural (Consea), este ltimo de la
incumbencia de la gobernacin.
El sur de Crdoba | 21
El escenario ideal
Veamos cmo funcionara un CMDR que cumple las funciones asignadas por
la ley. A manera de ejemplo tomemos una reunin ordinaria, celebrada cada
dos meses, del CMDR que particip activamente en la elaboracin del Plan
de desarrollo municipal. Estn presentes a la hora fijada el seor alcalde, parte
de su gabinete y el director de la Unidad municipal de asistencia tcnica agropecuaria (Umata); funcionarios departamentales y nacionales que tienen que
ver con el sector; con frecuencia participan representantes de la gobernacin,
el gobierno nacional, empresa privada, universidades y organismos de cooperacin internacional. Hacen presencia todos los representantes de los grupos
y sectores que conforman el CMDR, vinculados tanto a lo productivo como a
lo social. Los directivos son lderes reconocidos, bien preparados, ordenados
y responsables. El acta leda es precisa, bien elaborada, sin errores, recoge las
exposiciones de los participantes, sus propuestas, discusiones, compromisos
y plan de trabajo. Como todos o la gran mayora conoce el Plan de desarrollo,
los recursos y obras que contiene, la participacin es amplia, documentada y
crtica. Existe participacin y control sobre la inversin. El gobierno municipal rinde cuentas de lo hecho, explica sus acciones, desaciertos, omisiones y
los planes que posee. Todos son conscientes de la necesidad de evaluar y hacer
seguimiento. Las preguntas, aclaraciones e inquietudes son numerosas. Al final, todos tienen la percepcin que hubo avances, han tomado nota de lo importante y conversan con entusiasmo sobre determinados puntos. A pesar de
las diferencias entre los sectores y grupos que asisten funciona la tolerancia, la
superacin de los conflictos y la firme disposicin de mejorar las condiciones
de vida de la mayora de la poblacin.
22 | El sur de Crdoba
El caso Crdoba
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto
Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) adelantan el proyecto Desarrollo rural integral con enfoque territorial en seis municipios del suroriente de
Crdoba y seis del bajo Cauca antioqueo. Uno de los propsitos es averiguar
hasta qu punto es posible adelantar procesos de desarrollo rural en comunidades pobres con presencia de conflictos rurales y armados como sucede en
los municipios seleccionados.
El sur de Crdoba | 23
Municipio
Ayapel
Buenavista
La Apartada
Montelbano
San Jos de Ur
Pto. Libertador
Total
Crdoba
24 | El sur de Crdoba
Preguntas
Ayapel
Encuestas: 29
Si
No N/r
Encuestas: 26
Encuestas: 9
Si
No N/r
Si
No
N/r
Si
No
N/r
21 6
2 17
18
5 16
19
16 10 3 14
17
15
12 5
15
14 4
19
9 15
19
8. El CMDR particip en la
formulacin del Plan de De- 10 5 14 8
sarrollo?
12
17
17
16
9. La organizacin, entidad
o institucin que usted repre13 9
senta hace parte del CMDR?
Municipio
Total
Ayapel
El sur de Crdoba | 25
De acuerdo con las respuestas a las preguntas 1, 2 y 3, la mayora sabe que son
los CMDR y quienes hacen parte de ellos. Incluso, dicen conocer para qu sirven pero no los utilizan y la prueba es que no se sabe de peticiones, proyectos
o recomendaciones que hayan formulado a alguna institucin u obras realizadas. Las respuestas a las preguntas 4, 5 y 6 indican que entre el 44% y el 76%
de los asistentes no saben el papel que cumplen la Gobernacin y el Incoder
en cuanto al desarrollo rural ni la relacin que tienen con el Consea y Consa.
En las respuestas a las preguntas 7 y 8 la mayora afirman que los Planes de
desarrollo de los municipios si contienen inversiones en el sector agropecuario aunque aseguran que no participaron en su elaboracin. Las respuestas
a las preguntas 9, 10 y 11 muestran que aproximadamente el 50% de los encuestados no est enterado si la organizacin que representa hace parte de los
CMDR, si hay otra u otras organizaciones que hagan parte de ellos ni cundo
se renen.
Qu hacer entonces?
Con este balance queda claro que los CMDR de la zona no estn en capacidad
de ser las instancias de concertacin que se necesitan para hacer frente a los
cambios y oposiciones que estamos viviendo. Es urgente la adopcin de un
plan de reestructuracin y fortalecimiento que involucre a la gobernacin,
las alcaldas, el gobierno nacional, las asociaciones de productores y de accin social, los gremios y los organismos de cooperacin internacional. Hay
algunos hechos a favor de este plan: existen cierto nmero de organizaciones
activas, consolidadas y con logros a mostrar; algunas redes, aunque pocas, que
cuentan con experiencias y deseos de superacin e instancias oficiales, empresariales y religiosas que desde hace muchos aos trabajan con organizaciones
de base. Adems de la voluntad poltica de los mandatarios y funcionarios, es
de importancia vital contar con organizaciones fuertes, lderes y bases preparadas, con acompaamiento de gremios, iglesias y organismos de cooperacin
internacional. Ser posible en un departamento como Crdoba?
26 | El sur de Crdoba
26 de octubre de 2011
AGUA, conflicto y
desarrollo en
CRDOBA
El sur de Crdoba | 29
- La ley 9 de 1979 facult a los alcaldes a drenar humedales cercanos a las cabeceras por considerarlos criaderos de vectores.
- El Instituto Colombiano de Reforma Agraria, INCORA, permaneci en
Crdoba 40 aos (1963-2003), desec cerca de 12.000 hectreas de humedales en el Sin medio; construy dos distritos de riego (Montera-Ceret y La
Doctrina en Lorica) que permanecen subutilizados; algunos de los procesos
que adelant sobre deslinde, clarificacin de ttulos, restitucin y legalizacin
fueron tan lentos, pasan de 20 aos de trmite, que terminaron favoreciendo
a los hacendados. No era extrao ver un potrero donde antes quedaba una
cinaga sin que los funcionarios se percataran.
- La resolucin 10 de 1982 del Incora dispuso que los terrenos que conformaban la cinaga Grande del bajo Sin se dedicaran a programas de colonizacin.
- Con la tradicin y el ejemplo de estas polticas y programas lo que sigui
es fcil de suponer: ganaderos, grandes cultivadores, empresarios y polticos,
entre otros pero con menos incidencia, comenzaron, en desaforada carrera, a
ocupar baldos y ejercer dominio sobre los humedales que por naturaleza son
bienes pblicos. Desalojaron ocupantes con amenazas, engaos, papeles falsos, compras irrisorias, hostigamientos y daos a los bienes y a veces hasta con
la misma autoridad. As, cercaron, abrieron canales, hicieron obras de drenaje, levantaron terraplenes y desecaron numerosas cinagas, quebradas, caos,
pozos profundos y pantanos; taponaron, cambiaron y modificaron cursos de
agua; cambiaron el uso de los suelos. As tambin desplazaron y empobrecieron comunidades, disminuyeron drsticamente la capacidad de amortiguamiento de estas fuentes, destruyeron hbitat, ahuyentaron fauna, redujeron
flora, cambiaron paisajes.
- Y todo esto lo han podido hacer porque se creen con el derecho y el poder,
violan las normas legales y no ha habido autoridad municipal, departamental
ni nacional capaces de frenar tantos abusos. Como prueba estn la Ley 99
de 1993 que cre el Ministerio del Medio Ambiente y el Sistema Nacional
Ambiental que protegen los recursos hdricos; la sentencia de la Corte Constitucional T-194 de 1999 para preservar los humedales del departamento y
la Resolucin Defensorial 038 de 2005 para defender estos ecosistemas estratgicos, en particular de la cuenca media y baja del ro Sin, con el fin de
garantizar los derechos humanos vinculados a su conservacin.
- A raz de las grandes inundaciones sucedidas en Crdoba en los ltimos
aos, directivos de la empresa Urr S.A, funcionarios del gobierno nacional y
30 | El sur de Crdoba
empresarios locales defienden la versin que solo con hidroelctricas es posible controlarlas. Como Urr I, con una potencia instalada de 340 megavatios
y un embalse de 7.400 hectreas result insuficiente para controlarlas, desde
hace tres aos insisten en construir Urr II o Proyecto ro Sin que producira
80 megavatios ms pero el rea a inundar sera de 53.000 hectreas en territorio del Parque nacional natural Paramillo y parte del resguardo indgena de
los Embera.
Resumen
- El modelo basado en ganadera extensiva con detrimento de aguas, bosques
y economa campesina , contina. La vocacin y condiciones de suelos con
relieves bajos, inundables, aptos para otras actividades productivas terminarn convertidos en pasto como ha venido sucediendo si no hay un cambio
de mentalidad, intereses y modelos de desarrollo ms equitativos. Crdoba
tiene un rea de dos millones y medio de hectreas, de las cuales el 64% est
dedicado a la ganadera. El hato ganadero ha disminuido en los ltimos aos.
En la actualidad llega a 2.104.000 cabezas de ganado de acuerdo con el ciclo
de vacunacin.
- A pesar de las normas existentes y el rechazo de la mayora de la poblacin
no se ha podido evitar la continua desaparicin de los humedales ni el apoderamiento ilcito de estos ecosistemas.
- Segn estudios de la Corporacin autnoma regional de los valles del Sin
y San Jorge (CVS) en 2004 y 2005 el rea ocupada por los humedales de las
cuencas de los ros Sin y San Jorge fue de 27.695 hectreas en verano y 38.546
hectreas en invierno, cuando aos atrs el rea cubierta era de 110.000 hectreas en poca de lluvia. Es decir, desaparecieron 71.454 hectreas. De aguas
subterrneas la prdida debe ser enorme pero carecemos de informacin confiable.
- En cuanto a los bosques el departamento nicamente conserva 10.000 hectreas de mangle en la desembocadura del Sin, el 75% de bosque denso del
Parque nacional natural Paramillo, con 492.225 hectreas, el 72.8% en Crdoba y el resto en Antioquia y escasos relictos de bosque seco tropical en los
municipios de Canalete y Los Crdoba que no pasan de 700 hectreas. El Parque enfrenta serias amenazas: la construccin del proyecto Ro Sin o Urr II,
los cultivos de uso ilcito, las fumigaciones, la permanencia y enfrentamiento
entre grupos armados ilegales y la fuerza pblica, la tala ilegal y las solicitudes
y ttulos mineros concedidos en territorios cercanos.
El sur de Crdoba | 31
Preguntas
Las locomotoras recuperarn los ecosistemas intervenidos y despojados?,
evitarn su deterioro y apoderamiento ilegal?, les reconocern su carcter
de bienes pblicos?, protegern el Parque ante tantas amenazas?, resolvern
rpidamente los procesos de tierras y humedales que dej el Incora y el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) no han resuelto todava?,
elaborarn modelos de desarrollo que beneficien a pequeos y medianos
productores?, apoyarn y aplicarn el Plan departamental de prevencin y
atencin de emergencias?
32 | El sur de Crdoba
Resumen
Adems de generar energa y controlar parcialmente las inundaciones los efectos negativos de la represa son evidentes y no deben ignorarse desde ningn
punto de vista para bien del departamento. Insistir en construir la nueva represa en un parque de gran importancia hidrogeogrfica, histrico cultural y
biogeogrfico causar un dao irreparable a nuestra sociedad que no podrn
reponer con los beneficios econmicos que les proporcionar el negocio de la
energa. Es ms, hagan o no este proyecto, la conservacin y rehabilitacin de
los ecosistemas es una necesidad vital y urgente. Antes de tomar la decisin
el Consejo de Estado, donde est radicada la demanda de los que defienden
su construccin una vez el Ministerio del Ambiente les neg la solicitud de
licencia ambiental, los cordobeses opuestos al proyecto estn empeados en
adelantar conversaciones con los sectores interesados sobre su conveniencia
o no. Cualquier tipo de negociacin al respecto debe tener en cuenta los cambios que est generando el calentamiento global, el fenmeno de la nia, la
experiencia de Urr I y otras hidroelctricas, el desarrollo del departamento y
el bienestar en general de los cordobeses.
Preguntas
Las locomotoras sobre qu bases tomarn la decisin de apoyar o no este
proyecto?, permitirn su construccin en el parque y por consiguiente abriran la puerta para que la deforestacin, los cultivos de uso ilcito y la minera
legal e ilegal, sobre todo la que emplea grandes maquinarias, terminen poniendo en peligro su integridad?
4. La concentracin de la tierra
La concentracin de la propiedad rural
Propietarios
Rango
hectreas
Total rea
departamental
Hectreas
24,727
26,515
5,869
1-3
13,055
14,575
23,468
3-5
9,017
10,658
34,373
5-10
14,269
17,345
100,639
61,068
10-15
8,400
10,594
101,201
15-20
5,282
6,873
90,835
20-50
12,366
16,992
381,975
50-100
5,532
7,987
382,352
Medianos
Total
propiedad
rural
Total propiedad urbana y
otros
<1
Pequeos
Grandes
Nmero de Nmero de
predios Propietarios
31,580
42,446 35,74
2,868
4,513
382,627
200-500
1,308
2,104
385,710
500-1000
248
457
166,528
1000-2000
76
117
96,357
>2000
20
27
144,487
97,168
Ganadera
pequea y mediana escala, especies menores
956,363 41,64
100-200
4,520
Principal uso
Ganadera
extensiva
en un 80%
2.296.201
205,799
2.502.000
El sur de Crdoba | 35
Resumen
Cada vez es ms reducida el rea de los pequeos propietarios y crece el de
los medianos y grandes; aunque no est actualizada, los datos sobre tenencia y
uso de la tierra ofrece informacin suficiente para acordar programas y polticas que beneficien en especial a los sin tierra y a los pequeos propietarios; el
Instituto Geogrfico Agustin Codazzi, IGAC, tiene actualizado el catastro en
un 90%; la concentracin de la tierra se aceler en la ltima dcada, proceso
que persiste en el presente.
Preguntas
Las locomotoras evitarn que siga concentrndose la tierra a costa de pequeos y medianos propietarios?, redistribuirn la propiedad rural?, tienen
propuestas para los campesinos sin tierra y pequeos propietarios y productores?
5. El conflicto
La historia del departamento est marcada por la presencia y accin sucesiva
e ininterrumpida de grupos armados ilegales desde antes de ser departamento
en 1952. Primero fueron las guerrillas liberales de Julio Guerra, Mariano Sandn, Evaristo Calonge y otros; siguieron las guerrillas de izquierda: Ejrcito
Popular de Liberacin, FARC, Partido Revolucionario de los Trabajadores y
la Corriente de Renovacin Socialista; apareci Fidel Castao con sus Tangueros, por el nombre de su finca Las Tangas, cerca a Montera; prosigui con
las Autodefensas Campesinas de Crdoba y Urab y conformaron las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC. Cuando el proceso de desmovilizacin,
2003-2006, actuaban en el departamento los siguientes grupos de las AUC:
Casa Castao, Crdoba, Hroes de Tolov, Mineros, Montes de Mara y Elmer
Crdenas y por las FARC los frentes 5, 18, 58 y una columna mvil. Antes de
la desmovilizacin total ya estaban operando los grupos Los Traquetos y Vencedores del San Jorge que ms tarde dieron vida a Los Paisas y Urabeos con
la posterior incorporacin de Los Rastrojos.
Uno de los ndices del paso de estos grupos por la geografa del departamento
es el nmero de muertos que han ocasionado: en el 2005 hubo 158 homicidios, 253 en el 2006, 366 en el 2007, 512 en el 2008, 569 en el 2009, 575 en
el 2010 y 489 hasta el 11 de noviembre del presente ao, de acuerdo con el
36 | El sur de Crdoba
El sur de Crdoba | 37
6. Visin regional
La relacin de Crdoba con el departamento de Sucre, las zonas de los Urab
antioqueo y chocoano, bajo Cauca, sur de Bolvar y La Mojana es histrica,
social, cultural, econmica y ambiental, acompaada del conflicto armado
durante mucho tiempo. En este territorio de enorme importancia estratgica
por su ubicacin y recursos, Montera ha venido convirtindose en un centro
subregional clave para el desarrollo, mientras Crdoba sigue siendo un escenario de disputa y muerte.
Resumen
Los mandatarios elegidos en Montera y Crdoba no hacen mencin alguna
sobre esta realidad. Tampoco lo han hecho nunca los grupos polticos, gremios econmicos, academia y organizaciones de la sociedad civil. Sergio Fajardo, gobernador electo de Antioquia, reconoci que el Urab antioqueo
tambin es costeo y anunci su propsito de costeizarlo, lo que sin duda
traer nuevos cambios para esta regin que an no ha sido vislumbrada como
tal a pesar de su evidencia.
Preguntas
Las locomotoras como conciben el desarrollo en un territorio como el aqu
planteado?, los mandatarios elegidos, dirigentes y lderes de este territorio
tienen en sus planes una visin regional?, qu hacer para llamar su atencin?
Fuentes
- Banco de la Repblica.
- Centro de Estudios Sociales y Polticos de la Universidad del Sin.
- Dane. Crdoba, Informe de coyuntura econmica regional, 2010
- Fundacin del Sin.
- Parque nacional natural Paramillo
- Polica Nacional. Operacin Troya. Montera, octubre 2011
- Secretara de Desarrollo Econmico. Gobernacin de Crdoba, 20011.
38 | El sur de Crdoba
8 de octubre de 2012
Reforma RURAL
transformadora en una
REGIN rica con
CONFLICTOS
armados y rurales?
os departamentos de Crdoba, Sucre, Choc y las zonas Urab antioqueo, bajo Cauca antioqueo y sur de Bolvar conforman una regin,
an no reconocida, con fuertes y viejos vnculos a la que hemos llamado Interocenica biodiversa. El conocimiento del territorio, su poblamiento,
el uso de los recursos, la movilidad, las relaciones y parentescos establecidos
demand tiempo, laboriosidad y creatividad, sin faltar las hostilidades y desacuerdos. A pesar de tantas posibilidades de asociacin e integracin que tenan, al final, el territorio, nico en su diversidad, fue fragmentado en entidades territoriales diferentes y a veces divergentes. Las autoridades y diversos
grupos de poder, teniendo en cuenta sus concepciones e intereses, fomentaron las identidades particulares de las llamadas patrias chicas o localidades de cada quien, circunscribiendo sus simpatas, orgullos y compromisos a
territorios y poblaciones especficas (veredas, municipios o departamentos),
El sur de Crdoba | 39
Antecedentes
El propsito de conformar e integrar la regin viene de mucho tiempo atrs.
1. Los cronistas espaoles nos contaron que los indgenas de la poca dividieron el territorio en tres provincias: Fincen, que corresponda al actual valle
del ro Sin; Panzen a la hoya del ro San Jorge y Cenufana a los valles del
bajo Cauca y ro Nech.
2. En los territorios que hoy ocupan Turbo y Necocl, los espaoles levantaron
las primeras poblaciones San Sebastin de Urab y Santa Mara la Antigua del
Darin en los primeros aos de 1500. Despus siguieron con Panam, Santa
Marta, Cartagena y Tol.
3. La Provincia de Cartagena la conformaron con el territorio comprendido
desde Bocas de Ceniza en la desembocadura del ro Magdalena en su margen
izquierda hasta la provincia del Choc, incluyendo el Urab antioqueo, Darin y Panam.
4. La hacienda como estructura econmica y social es un producto de la regin. Desde su creacin en el siglo 16 hasta el presente ha determinado la vida
econmica de la poblacin, su vida social, as como su cultura e idiosincrasia.
Las haciendas ms antiguas aparecieron en cercanas de Cartagena, Momps
y Tol y aunque al principio eran agrcolas con el tiempo las convirtieron en
hatos ganaderos. As se explica el nacimiento y desarrollo de la produccin
campesina en predios personales o familiares, el pan coger. En otras palabras
la finca campesina costea con sus productos emblemticos como pltano,
yuca, ame, arroz, maz, sembrada de frutales, maderables, plantas medicinales, aromticas, ornamentales y hortalizas, cra de animales domsticos, de
carga y mascotas, represa y algunas reses.
5. Desde mediados del siglo 18 las autoridades espaolas estaban empeadas
en racionalizar y centralizar el control estatal y reordenar el agro mediante
composiciones de tierras y congregaciones de habitantes. La primera misin
para llevar a cabo este propsito la encomendaron a Antonio de la Torre y
Miranda, quien durante cuatro aos y medio (1774-1779) fund y refund
43 poblaciones, con 7.383 familias integradas por 41.108 personas, situadas
entre el sur de Cartagena y Montera. La congregacin de estos pueblos fue
El sur de Crdoba | 41
Importancia
La importancia de la regin radica fundamentalmente en su posicin geoestratgica al contar con costas en los ocanos Atlntico y Pacfico, los golfos
Urab, Morrosquillo, Cupica y Tribug, su proximidad al canal de Panam,
su talento humano producto de constantes flujos migratorios de gentes diferentes por sus caractersticas socio culturales como indgenas embera, cunas,
tules, katios y zenes, afro descendientes del pacfico y atlntico, sinuanos, sabaneros, caribeos y paisas, adems de la riqueza agroecolgica de sus suelos
y subsuelos ricos en minerales y variada y abundante fauna y flora.
La regin cuenta con ecosistemas estratgicos como los parques naturales
nacionales Paramillo con un rea de 492.000 hectreas y Katos con 72.000
hectreas; el Darin , la frontera biodiversa con la Repblica de Panam; sistemas de humedales del bajo Atrato, Sin, San Jorge y Cauca y recursos hdricos
como la Mojana, las cinagas de Tumarad, Grande del Bajo Sin, Ayapel;
los ros Cauca, Nech, Sin, San Jorge, Atrato, Len, Tumarad, San Juan, Baud; manglares, recursos minerales, forestales, agricultura, ganadera, turismo
de salud, cultural, playa, ecoturismo y etnoturismo.
El sur de Crdoba | 43
Nmero de
municipios
rea
Km2
Poblacin
Cabecera
Resto
Total
Crdoba
30
25.020
855.404
777.233 1.632.637
Sucre
26
30
17
10.670
46.530
16.136
546.390
280.390
826.780
238.067
99.213
247.476
166.732
485.543
265.945*
11
6
11.664
8.585
293.235
215.567
508.802 *
164.768
110.685 275.453 **
Choc
Sur de Bolvar
Urab Antioqueo
Bajo Cauca
Total
Total Nacional
Poblacin de los departamentos proyectada a 2012 / *Ao 2005 / **Ao 2011 - Fuente: Dane
Sur de Bolvar
Urab Antioqueo
Bajo Cauca
44 | El sur de Crdoba
Economa
El desarrollo econmico de la regin tuvo su principal soporte en los continuos flujos migratorios de pobladores de las diferentes subregiones atrados
por la riqueza aurfera de las cuencas de los ros San Jorge, la parte baja del
Cauca y Nech que estimul la presencia de comerciantes y mineros de Momps, Majagual y Ayapel; la tagua, caucho, ipecacuana o raicilla y maderas del
norte de Urab y Choc motiv la presencia de los sinuanos; y el San Jorge y
bajo Cauca la de los sabaneros. Colonos del sur del departamento de Bolvar
(hoy departamentos de Crdoba y Sucre) tambin se desplazaron a Cceres y
Nech ante la fiebre del oro. Los valles aluviales atrajeron a los cultivadores de
arroz y a los siriolibaneses o turcos para su comercializacin.
El transporte de ganado a pie al centro consumidor de Medelln, con la consiguiente merma en los semovientes por el viaje en las trochas llev a organizar
las grandes haciendas ganaderas en Montelbano, Ayapel, Planeta Rica, Caucasia, el Sin y Urab; lo cual se convertira posteriormente en presin de los
finqueros de las sabanas de Bolvar y Antioquia sobre campesinos e indgenas
como los Zenes y los Embera quienes, expulsados por la violencia, buscaron
las partes altas de los ros para sobrevivir. La construccin de las carreteras
MedellnTurbo y Medelln-Montera (troncal de occidente), estimul la presencia de grandes empresas mineras.
En 1960 establecieron cultivos de banano en reas significativas dando inicio
a la agroindustria del banano. En 1985 ya estaban las concesiones madereras en el Darin, aparecieron empresas grandes como Mineros de Antioquia,
Frontino Gold Mines, Cerro Matoso, Carbones del Caribe y Argos, entre
otras, y en las ltimas dcadas los palmicultores invadiendo territorios colectivos.
Mientras tanto, prosigui la economa de subsistencia mediante actividades
extractivas y cultivos sin o con poca tcnica como arroz, yuca y pesca, al lado
de una ganadera extensiva de terratenientes que acumularon tierras y las cultivaron con pastos en detrimento de la agricultura de productos alimenticios
humanos.
En 1980 introdujeron los primeros cultivos de coca, remplazando el auge marimbero de Urab y Guajira. Comenzaron por los municipios de Tierralta, Valencia, San Pedro de Urab, Turbo, Taraz, Ituango, aprovechando la situacin
geogrfica que permite establecer corredores estratgicos para todo tipo de
actividades ilegales que iniciaron con el contrabando de electrodomsticos,
menajes, cigarrillos, licores y telas.
El sur de Crdoba | 45
Crdoba
Minera (ferronquel, carbn, oro), comercio, servicios, energa elctrica, ganadera, agricultura, madera, forestal (teca, acacia, melina, eucalipto), agroindustrial (algodn, maz, yuca, palma aceitera y en
proceso: cacao y caucho), construccin, transporte,
cultivos de uso ilcitos.
Choc
Sucre
Sur de Bolvar
Urab Antioqueo
Bajo Cauca
Agricultura de exportacin (banano, pltano), puerto, ganadera, agricultura, turismo, comercio, pesca,
cultivos de uso ilcitos.
Minera (oro), comercio, ganadera, agricultura,
piscicultura, construccin, cultivos de caucho, arroz,
cultivos de uso ilcitos.
cos de desarrollo territorial con proyeccin a mediano y largo plazo, mediante contrato entre el gobierno nacional y las entidades territoriales de manera
independiente y eventualmente con participacin de otros actores, pblicos
o privados del desarrollo local. Dentro de los proyectos a ejecutar estn las
cadenas productivas de cacao, pltano y acuicultura; vivienda nueva, reubicacin y servicios pblicos de acueducto, alcantarillado y aseo; salud, inclusin
social, educacin e infraestructura.
b. La reaccin en la Costa
En algunos sectores de la Costa el tema de la regionalizacin sigue despertando inters porque an no han logrado el objetivo de constituirla como
entidad territorial. Ahora, con las nuevas normas sobre regalas y los llamados
Contratos Plan, ms las propuestas e iniciativas tomadas por el gobernador
de Antioquia, se observa una apertura en el anlisis. Por ejemplo, ya saben y
reconocen que Antioquia y Choc tienen costas en el Caribe y por lo tanto
son costeos, aunque no faltan los que siguen discriminndolos, haciendo la
diferencia entre costeos del Caribe y costeos Urabaenses.
El ao pasado entr a operar la Unidad Administrativa Especial para la Consolidacin y Reconstruccin Territorial en remplazo del Plan Nacional de
Consolidacin. Una de las oficinas, la Gerencia regional Nudo de Paramillo,
funciona en Montera y es la que atiende los 15 municipios incluidos en el
Plan: Montelbano, Puerto Libertador, Tierralta, Valencia y San Jos de Ur en
Crdoba e Ituango, Valdivia, Briceo, Anor, Nech, El Bagre, Zaragoza, Taraz, Cceres y Caucasia en Antioquia. Estas zonas de consolidacin las caracterizan por tener dbil presencia institucional, alta vulneracin de derechos
humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario, presencia de
cultivos ilcitos, centros de accin del terrorismo, narcotrfico y sus interconexiones y dependencias de la poblacin frente a economas ilcitas.
El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas PNUD y el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural Incoder, acordaron disear y gestionar programas de desarrollo rural integral con enfoque territorial desde la perspectiva
de planificacin y focalizacin de las reas de desarrollo rural, con el objetivo
de promover la recuperacin socio productiva de predios de familias vulnerables, vctimas del conflicto, pequeos productores rurales y/o beneficiarios de
reforma agraria e impulsar una poltica de desarrollo humano sostenible en
los territorios en que ambas instituciones intervienen.
Teniendo en cuenta el esquema general y los elementos de valor propios de la
poltica de tierras y con el fin de impulsar el desarrollo productivo el PNUD a
travs de su programa Redes y el Incoder suscribieron un convenio que busca el diseo de un modelo de gestin de desarrollo rural en la zona del Bajo
Cauca, la cual incluye 6 municipios del Sur de Crdoba (Montelbano, Puerto
Libertador, San Jos de Ur, La Apartada, Buenavista y Ayapel) y los 6 municipios de la subregin del Bajo Cauca en el Departamento de Antioquia (Taraz,
Cceres, Caucasia, Nech, El Bagre y Zaragoza). Este modelo de gestin debe
integrar propuestas concertadas entre actores sociales intersectoriales en torno al ordenamiento productivo y el desarrollo rural con enfoque territorial y
de sensibilidad al conflicto para los municipios priorizados.
Adems de estos programas y la presencia permanente de la fuerza pblica en
la regin y particularmente en la zona del sur de Crdoba, Urab y bajo Cauca
antioqueos, tambin intervienen el Departamento para la Prosperidad Social con sus diferentes programas, iglesias de distintas denominaciones, agencias y organismos de cooperacin nacional e internacional y organizaciones
no gubernamentales y aun as el conflicto y la pobreza continan.
El sur de Crdoba | 49
50 | El sur de Crdoba
Durante
Despus
Paisas,
Rastrojos,
guilas,
Farc.
EPL, Farc,
ELN, ACCU
Rastrojos,
Urabeos,
Farc.
EPL, PRT,
CRS, ACCU
guilas,
Rastrojos,
Urabeos,
Farc.
EPL, ELN,
Farc, ACCU
Urab
Antioqueo
EPL, Farc,
ACCU
Bajo Cauca
ELN, Farc,
ACCU
Crdoba
Choc
Sucre
Sur de
Bolvar
Antes
EPL, Farc,
ELN, PRT,
ACCU
Paisas,
Rastrojos,
Farc.
Urabeos,
Farc.
El sur de Crdoba | 51
52 | El sur de Crdoba
La permanencia de la
violencia
Violencia bipartidista
La ganadera extensiva a medida que remplaz a la agricultura tradicional
provoc aumentos inusitados en la mano de obra desocupada y semiocupada
que, para sobrevivir, debi hacer uso del arrendamiento de tierras, la aparcera, la medianera, el terraje, el jornal, el trabajo a destajo y la colonizacin. En
busca de esta ltima, marcharon en tandas al Darin, Golfo de Urab, riberas
de los ros Atrato, alto Sin y San Jorge y la zona minera del bajo Cauca, guiados por la esperanza del oro y la tierra.
El gobierno nacional a travs del Ministerio de Agricultura comenz la titulacin de baldos con la simple declaracin de posesin, estimulando cuadrillas
de campesinos sin tierra y minifundistas procedentes de las zonas mencionadas arriba. Entre los aos 1946 y 1947 se registraron en este territorio los
primeros desplazamientos de campesinos de la zona rural a las cabeceras municipales, producto de la llamada violencia bipartidista que permiti, entre
otras cosas, apoderarse de las tierras que haban sido ocupadas entre los aos
1920 y 1930 por jornaleros sin tierra provenientes de las sabanas del departamento de Bolvar, quienes terminaron desplazados en Urab, Alto Sin y San
Jorge, norte del Choc y Bajo Cauca.
Los campesinos, vctimas de la injusticia asumieron su propia autodefensa en
San Juan de Urab, Santa Catalina, Alto Sin, Alto San Jorge e Ituango. Fue el
principio del conflicto armado en la regin.
Violencia guerrillera
Entre 1953 y 1957, durante el gobierno de Rojas Pinilla, hubo cierta tranquilidad por la desmovilizacin que haba logrado de gran parte de los grupos
liberales alzados en armas, entre ellos el de Tierralta pero no el del San Jorge.
La calma aparente que sigui despus fue rota en el ao 1964 cuando apareci
la guerrilla de las Farc, proclamndose defensores de los campesinos ante el
acoso de los terratenientes que buscaban nuevamente tierras para expandir
su ganadera y los cultivos de banano. En 1967 apareci el Ejrcito Popular
de Liberacin EPL y casi simultneamente el Ejrcito de Liberacin Nacional
ELN.
El sur de Crdoba | 53
Han actuado en la regin los frentes 5, 18, 34, 36, 47, 53, 54 y 57 de la FARC,
varias columnas del EPL, del ELN en el bajo Cauca, sur de Bolvar y Choc,
as como el Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT y la disidencia
del ELN, la Corriente de Renovacin Socialista con paso fugaz por Sucre y
Crdoba, fundamentalmente en los Montes de Mara.
Violencia paramilitar
La presencia y accin de la guerrilla llev a los terratenientes a rearmar grupos de terroristas, trayendo los primeros del Magdalena Medio. En 1987 el
gobierno nacional mostr cierta tolerancia con los grupos de autodefensa
creados para resistir a la subversin, cuando acept como principio natural que cada cual tiene derecho a reclamarlo y si las comunidades se estn
organizando, hay que entender que quieren proteger sus bienes y sus vidas.
Esta apreciacin fue entendida por los violentos como una especie de respaldo
a sus acciones y en consecuencia aument el nmero de muertos, menores
reclutados, violaciones, boleteo a comerciantes y finqueros, incluso, a cocaleros, mineros y aserradores que no pertenecan a la organizacin o fuesen
propietarios de fincas que no estuviesen bajo el control de la compaa. Es
ms, hubo finqueros a quienes le imponan los administradores de las fincas
como ocurri en Sucre, Crdoba, Bolvar y Antioquia; crecieron los desplazamientos con el consiguiente desarraigo, desadaptacin y desercin escolar,
secuelas sicolgicas y emocional de muchos pobladores entre 1985 y la fecha.
Son representativos los desplazamientos y despojos de tierras del Medio Baud, Medio San Juan, Istmina, Sip, cuenca del Atrato, Darin, Bojay, Jiguamiand, Curvarad, El Salado, Blanquicet, La Chinita (barrio de Apartad) y
las masacres de El Tomate, Mejor Esquina, Tierradentro, Juan Jos, San Jos
de Apartad.
Una vez obtenido el control territorial por los paramilitares en connivencia
con militantes del EPL que haban sido cooptados, aument la presin sobre
los campesinos con el fin de despojarlos de las tierras, al igual que a los lderes sindicales y etnicos, defensores de derechos humanos, de organizaciones
campesinas o representantes de las diferentes iglesias en todos los niveles jerrquicos. La orden de los comandantes paramilitares era la de sumarse a su
causa o ser declarados objetivo militar.
En 1991 hubo dos desmovilizaciones: en Juan Jos, Crdoba y Pueblo Nuevo,
Antioquia, con gran parte de los integrantes del EPL, una de sus fracciones
54 | El sur de Crdoba
los paramilitares y cerraban el ciclo mediante contratacin a travs de organismos no gubernamentales y asociaciones de municipios.
Registro de tierras despojadas y abandonadas forzosamente *
Departamentos y zonas
Nro. de solicitudes
rea (has)
Crdoba
1.177
56.382
Sucre
1.177
46.502
Choc
445
25.579
Bajo Cauca
199
19.050
Sur de Bolvar
405
47.706
Urab Antioqueo
2.057
105.739
Total
5.460
300.958
27.183
2.026.847
Total nacional
Nro. de solicitudes
de ingreso al registro
dentro de la Regin
Nro. de solicitudes
de ingreso al registro
fuera de la Regin
Crdoba
274
903
Sucre
897
280
Choc
118
59
Bajo Cauca
Sur de Bolvar
Urab Antioqueo
Total
140
13
392
924
1133
2.285
3.175
56 | El sur de Crdoba
327
Cul es la propuesta?
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD en su informe
Colombia rural Razones para la esperanza, presenta la propuesta de reforma
rural transformadora con dos grandes objetivos: combatir la pobreza y resolver el conflicto rural para alcanzar una sociedad rural estable, sostenible e
involucrada en un proceso de modernizacin.
La reforma contiene cuatro componentes o procesos articulados: (a) la seguridad humana, (b) el desarrollo institucional, (c) el desarrollo rural y (d)
una poltica integral de tierras. Estos cuatro elementos conforman una red de
decisiones para la transformacin rural.
La reforma rural transformadora propone incidir fuertemente en el componente productivo y de mercados. Esto significa actuar sobre por lo menos
ocho grandes aspectos, con el liderazgo del Ministerio de Agricultura:
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
h.
La modernizacin de la produccin.
El avance tecnolgico.
La construccin de la infraestructura.
Los acuerdos comerciales.
La seguridad alimentaria.
El crecimiento de las exportaciones y del mercado interno.
El uso de potenciales agropecuarios, forestales y pesqueros.
El avance de la competitividad.
manera replicarlo en otros lugares de la regin. La participacin y coordinacin permanente de la institucionalidad en sus diferentes niveles, de los
grupos y organizaciones de las comunidades, de acompaantes nacionales e
internacionales y los equipos del proyecto son fundamentales. Por esta razn
recomendamos:
a. Redefinir la regin de manera integral, con sus antecedentes y procesos
vividos que nos asegure una mayor aceptacin..
b. Seleccionar las comunidades y territorios de estudio y aplicacin-enseanza.
c. Sistematizar y evaluar los conocimientos y experiencias locales, regionales
y nacionales. Ah estn por ejemplo los territorios colectivos de los negros en
el Choc, las Comunidades de Paz del Urab antioqueo, los Programas de
Desarrollo y Paz del sur de Bolvar y los Montes de Mara de Sucre y Bolvar,
los campesinos y pescadores del bajo Sin y los mineros del bajo Cauca, entre
otros.
d. Conocer la propuesta del PNUD-Incoder, la capacidad y disposicin real de
la institucionalidad y las lecciones aprendidas de los grupos, organizaciones y
comunidades. Buscar puntos comunes que sean puntos de partida para trabajar juntos propuestas ms convenientes para todos.
e. Celebrar reuniones peridicas con todos los actores del proyecto para asegurar su avance y desarrollo eficaz. Ser posible?
Agradecimientos
A los investigadores Diego Vellojn de la Rosa y Jos Galeano Snchez por sus
invaluables aportes.
Bibliografa
- Fals Borda, Orlando (1976). Capitalismo, hacienda y poblamiento en la Costa
Atlntica. Bogot.
- Garca de la Torre, Clara Ins & Aramburo Siergert, Clara Ins (2011). Geografas de la guerra, el poder y la resistencia. Oriente y Urab antioqueos 19902008. Cinep Odecofi, Instituto de Estudios Regionales. Universidad de Antioquia.
58 | El sur de Crdoba
El sur de Crdoba | 59
22 de julio de 2012
El principio
ni lugar para pagar regalas ni tampoco para una explotacin de carcter industrial transformando los minerales en el pas, no aclararon la participacin
colombiana en el negocio, ni el pago de primas, ni el compromiso de construir
obras de desarrollo, ni la reduccin del periodo de explotacin, ni la reversin
gratuita de la planta de tratamiento, ni la limitacin de las remesas de utilidades al exterior, ni la intervencin del Ministerio en la escogencia del proceso
y de la planta de transformacin, ni el control del mismo sobre los costos y
las inversiones. Ese mismo ao descubrieron que la Richmond haba suscrito
con el gobierno ocho contratos de explotacin de hierro, nquel, cromo, cobalto y haba formulado, adems, 16 propuestas sobre los mismos minerales.
Los derechos otorgados cubran la totalidad de las 8.266 hectreas de terrenos
niquelferos descubiertos hasta entonces.
Con semejantes privilegios la Richmond demand la resolucin del Consejo
de Estado, presion los distintos organismos oficiales que tenan que ver con
la determinacin tomada, negoci con otra compaa norteamericana la Hanna Mining Company su participacin en la concesin y al final, como era de
esperarse, inclinaron la balanza a su favor. Resuelto el litigio la Chevron-Hanna fund la Compaa de Nquel Colombiano S.A (Conicol), quien particip
en el proyecto con el 66.6% del capital y qued con el control administrativo
y operativo del proyecto, as como la explotacin del yacimiento, mientras el
gobierno cre la Empresa Colombiana de Nquel (Econiquel) con una participacin del 33.4%, a pesar de ser el yacimiento propiedad de la nacin, adems,
debi aportar no solo el capital para poner en marcha el proyecto sino que se
encarg de gestionar la financiacin necesaria para realizarlo.
El sur de Crdoba | 61
62 | El sur de Crdoba
El sur de Crdoba | 63
tos Caldern, Amilcar Acosta, Hctor Melo (La historia prohibida de Cerro
Matoso, editorial Latina, Bogot, 1973) y el libro de mi autora Montelbano,
pasado y presente, Fundacin del Caribe, Montera, 1981.
La actualidad
La empresa Cerro Matoso S.A est en manos de la anglo-australiana BHP Billiton desde el ao 2005 con el 99.9% de las acciones. El contrato de concesin
de 1990 le reconoci ttulos sobre 686 hectreas, 545 en Montelbano y 141 en
Puerto Libertador.
1. El prximo 30 de septiembre, despus de 30 aos de explotacin ininterrumpida con fabulosas ganancias, terminar el contrato de concesin. El
presidente de la empresa, Ricardo Escobar Prez, inform que la empresa
diligenci ante la autoridad minera (antes Ingeominas, hoy Agencia Nacional
de Minera) la solicitud de prrroga por 30 aos ms y ambas partes se encuentran en conversaciones alrededor de los trminos y condiciones en que se
hara efectiva la misma.
La empresa, como lo hizo la Richmond en el pasado, desde bien temprano
quiso asegurar su presencia en la zona. De acuerdo con el economista Guillermo Rudas, desde hace 15 aos solicit y obtuvo licencias de exploracin para
diversos minerales, entre los cuales se encuentra el nquel, mediante un ttulo
que incluye un territorio con un rea continua de 52.163 hectreas en los municipios de Puerto Libertador (18.664 hectreas), Montelbano (17.290 has),
Planeta Rica (15.064 has) en Crdoba y Taraz (1143 has) y Cceres (2 has)
en Antioquia. El mismo economista, citando fuentes del diario El Espectador
y La Silla Vaca dan a conocer la forma poco transparente como se estaban
adelantando las negociaciones con esta empresa, a pocos das de terminar el
gobierno Uribe. En palabras del profesor Francisco Azuero: intentaron valerse de la antiptica costumbre de las prolongaciones automticas que hoy se
presentan cada vez que se vence el trmino de una concesin minera
2. Una vez conocida la fecha de terminacin del contrato con Cerro Matoso
S.A y las negociaciones que se estaban celebrando en la ms absoluta reserva
entre representantes del gobierno y el equipo negociador de la empresa, las
primeras reacciones fueron de los especialistas en estos temas del Foro Crdoba 60 aos, un grupo compuesto por acadmicos, investigadores, periodistas y
64 | El sur de Crdoba
El sur de Crdoba | 65
rrollo.5) Adems de irregularidades en el pago de regalas e impuestos, contaminacin ambiental, poco cumplimiento de su responsabilidad social, una
normatividad demasiado beneficiosa para las empresas extractivas, ttulos
mineros y licencias ambientales notoriamente perjudiciales para las comunidades y la nacin, tambin est en juego el derecho de la ciudadana a estar
debidamente informada de estos proyectos para poder participar y controlar
de manera oportuna y decidida.
La poca participacin de los cordobeses en esta etapa de exploracin y explotacin minera (ferronquel, carbn y oro hasta el momento) y expansin
elctrica es preocupante por los efectos negativos que producirn si no existen intervenciones oficiales y de la sociedad que conozcan, vigilen, protejan
y minimicen al mximo los impactos de las obras y el reconocimiento de los
derechos de los cordobeses. El cese de actividades de 1.220 trabajadores rasos
que laboran en la construccin de una carboelctrica de la Generadora y comercializadora de energa del Caribe S.A, la llamada Gecelca 3, en Puerto Libertador, vecino de Montelbano, durante ms de 27 das es bastante diciente.
Simplemente reclaman mejores condiciones laborales como bonificaciones,
seguridad industrial, capacitaciones, descanso y salarios, adems, se senten
discriminados respecto a otros trabajadores y mal tratados por los ingenieros.
A propsito: hace varios meses le solicitamos a Gecelca informacin y aclaraciones sobre distintos temas y hasta el momento no hemos recibido ninguna
respuesta. Algo ms: quin nos da alguna informacin sobre la explotacin
de oro en Puerto Libertador y Ayapel?
La historia nos dice que la gente de Montelbano debi movilizarse durante
meses para lograr que la empresa la instalaran en Montelbano y no en Caucasia y Conicol cumpliera lo acordado con las obras. Qu estamos pensando
hacer los cordobeses ante esta nueva situacin?
68 | El sur de Crdoba
29 de mayo de 2012
El SUR de CRDOBA:
A la espera del Plan que acabe con el conflicto,
la pobreza y el deterioro ambiental
Presentacin
Municipio
Montelbano
Puerto Libertador
San Jos de Ur
Tierralta
Valencia
Total
Crdoba
Poblacin
Habitantes rea (km2)
76.010
1.282
43.287
2.062
10.514
518
92.948
4.728
40.160
968
262.919
9.558
1.632.167
25.020
70 | El sur de Crdoba
El sur de Crdoba | 71
al Plan nacional de
consolidacin
Cuatro aos despus el gobierno aprob el Plan Nacional de Consolidacin y
en el 2011 entr a operar la Unidad Administrativa Especial para la Consolidacin y Reconstruccin Territorial. Una de las oficinas funciona en Montera, la Gerencia regional Nudo de Paramillo, que atiende los cinco municipios
del sur de Crdoba incluidos en el Plan (Montelbano, Puerto Libertador,
Tierralta, Valencia y San Jos de Ur) y diez de Antioquia (Ituango, Valdivia,
Briceo, Anor, Nech, El Bagre, Zaragoza, Taraz, Cceres y Caucasia).
Las Zonas de consolidacin las caracterizan por tener dbil presencia institucional, alta vulneracin de derechos humanos e infracciones al Derecho
Internacional Humanitario, presencia de cultivos ilcitos, centros de accin
del terrorismo, narcotrfico y sus interconexiones y dependencia de la poblacin frente a economas ilcitas. En reunin efectuada el pasado 23 de abril la
Gerencia en Montera precis los componentes, el plan de accin y los retos.
En los componentes aparecen la institucionalizacin del territorio, la participacin ciudadana y bun gobierno y la integracin regional. El Plan de accin
est basado en el fortalecimiento de la fuerza pblica, erradicacin de cultivos
de uso ilcito, formalizacin de la explotacin minera artesanal, tenencia de la
tierra y ordenamiento territorial, presencia y operatividad de la justicia formal
y no formal, reparacin y reconciliacin, reforzar la gobernabilidad, organizacin y participacin ciudadana, productividad, infraestructura y conectividad. Dentro de los retos figuran la recuperacin del Parque natural nacional
El sur de Crdoba | 73
El sur de Crdoba | 75
Predios
Propietarios
1 a 10 10 a 200 200 a
ms
a
1 a 10 10 a 200 200
ms
1.126 1.457
Montelbano
Puerto Libertador 1.924 1.595
San Jos de Ur
Tierralta
Valencia
Total municipios
Total items
Superficie
1 a 10
a
10 a 200 200
ms
89 1.302 1.814
65 1.990 2.002
4.476 2.068
1.684 1.070
482 407
66 1.869 1.434
609 496
39
9.692 6.597
16.648*
17.967*
565.036
124.544*
152.100*
2.082.887
Crdoba
Fuente: Igac, 2012.
ciarios iniciales. Las razones expuestas son variadas: ventas forzadas o voluntarias, amenazas, extorsin, desplazamiento, homicidios, reclutamiento,
desapariciones, abandono o despojo. Y si nos vamos ms atrs, la violencia
fue el medio ms utilizado para hacerse a los predios. Con total impunidad impusieron las leyes del silencio y el ms fuerte, debido al aislamiento en
que se mantuvo la zona, la colonizacin, el poblamiento tardo, la inseguridad
permanente por parte de grupos armados ilegales de distintas concepciones e
intereses, en sntesis, la ausencia casi total del Estado.
Por esta y otras razones preguntamos: qu rea de tierra est protegida en la
zona?, hasta qu punto son efectivas estas medidas? De seguir el auge minero-energtico-forestal, el avance de los cultivos agroindustriales, persistan los
sembrados de coca y sigan presentes los grupos armados ilegales, es previsible
que aumente el rea de los medianos y grandes propietarios a costa del rea
de los pequeos y los ms vulnerables de los medianos. Los primeros tratarn
de asegurar la posesin, ampliarla si es posible y valorizarla. Qu medidas
estn tomando para proteger las propiedades de los pequeos propietarios
y los ms indefensos de los medianos. Sobre todo ahora cuando se afirma
que la restitucin de tierras comenzar por los municipios que atiende el Plan
Nacional de Consolidacin. Hasta el 13 de abril pasado en Crdoba haban
inscrito 569 solicitudes de restitucin de tierras y Tierralta aparece como uno
de los municipios ms despojados y abandonados con 4.425 hectreas, segn
la Unidad de Restitucin de Tierras.
El sur de Crdoba | 77
Total
Municipios
Montelbano
40
38
56
33
67
85
319
Puerto Libertador
13
44
49
16
40
45
207
Tierralta
46
60
51
20
31
64
272
Valencia
32
58
San Jos de Ur
20
Fuentes: Cuerpo Tcnico de Investigaciones, CTI, Montera, 2012 y Observatorio del delito Gobernacin Crdoba, 2011. - *No exista como municipio
Mucha gente no entiende por qu suceden estos hechos en la zona ms resguardada por la fuerza pblica, puesto que all actu el Comando operativo
especial de seguridad ciudadana del bajo Cauca antioqueo, creado por la
Polica en septiembre del 2009 con unidades operativas de Crdoba y Antioquia. Del primero hicieron parte las Estaciones de Polica de Montelbano,
Puerto Libertador, Ayapel, Ur, La Apartada y la subestacin Tierradentro.
Del segundo las Estaciones de Cceres, Caucasia, El Bagre, Nech, Taraz, Zaragoza y la subestacin La Caucana. La creacin obedeci a la importancia estratgica que tiene la zona para la economa del pas, la confluencia de
conflictos de tipo social, poltico y de orden pblico, as como el incremento
de los ndices delincuenciales. Al parecer por motivos administrativos dej
de operar poco tiempo despus. Tambin han hecho presencia en la zona el
CCAI, hoy Plan de Consolidacin, Operacin Troya con intervencin de la
Polica, Ejrcito, Armada y el DAS en un principio, Operacin Medusa adelantada por el Ejrcito y la seguridad que protege el complejo de Cerro Matoso
en Montelbano, la hidroelctrica de Urr y la penitenciaria en Tierralta y la
carboelctrica en construccin de la empresa Generadora y Comercializadora
de Energa del Caribe, Gecelca.
La Operacin Medusa la adelanta la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo, integrada por 4.572 hombres del ejrcito en la zona comprendida entre
Montelbano y Puerto Libertador en Crdoba y Taraz e Ituango en Antioquia. De acuerdo con los mandos en esta zona se ubican las estructuras ms
fuertes del bloque noroccidental de las Farc, con mayor poder de combate y
fuente de financiacines considerada como rea de retaguardia y acumulacin estratgica, adems de corredor de movilidad con salida al mar Caribe
los principales objetivos que persiguen son debilitar los frentes 5, 18 y 58 de
las Farc y la erradicacin de cultivos de uso ilcito.
78 | El sur de Crdoba
Total
Municipios
Montelbano
2417
1273
1857
1340
2014
2615
11.516
Puerto Libertador
1604
1828
4731
1539
1278
1180
12.160
Tierralta
1994
3138
3864
2072
1312
2757
Valencia
621
1449
1244
576
198
158
15.137
4.246
San Jos de Ur
19
52
63
207
106
103
550
6655
7740 11759
5734
4908
6813
43609
Crdoba
8398
9633 14093
8679
8993 10257
60.053
Fuentes: Departamento para la Prosperidad Social. Unidad para Victimas de la Violencia 2012
Lo minero-energtico
Segn observaciones, estudios preliminares y definitivos contamos con nquel, hierro, carbn, oro, hidrocarburos, calizas, arcilla, yeso, arenas cuarzosas, asbesto, cobalto, cobre, cromo, mrmol y materiales para la construccin.
Hace 24 aos escrib en el editorial de La Revista nmero 8 de la Academia de
Historia de Crdoba (marzo de 1988) que el departamento y la Corporacin
autnoma regional de los valles del Sin y San Jorge CVS se han quedado
cortos en la definicin y aplicacin de polticas y mecanismos de control para
la explotacin de nuestros minerales. As encontramos que los estudios de
impacto ambiental son escasos y no hay seguimiento de sus consecuencias, no
se sabe hasta dnde va la contaminacin de las aguas y las tierras por efecto
de la extraccin y se ignora por completo las condiciones tcnicas, sociales y
econmicas de los pequeos mineros. Falta pues, un inventario minero, medidas de asistencia tcnica y fiscalizacin de las explotaciones. Esto pues no es
nuevo. Viene de muchos aos atrs.
Les informo o recuerdo que la explotacin minera empez en 1742, aunque
existen datos de 13 minas de oro y 2 de cobre, las ms importantes fueron R,
El Penal, La Antigua o El Alacrn, todava activa, Soledad y Ur. En cuanto el
carbn, desde hace ms de 120 aos se saba de la existencia de un gran yacimiento, Luis Striffler lo rese en su obra El ro San Jorge. En 1943, grupos
de tcnicos hicieron las primeras visitas a los sitios reseados y un ao despus las primeras exploraciones de superficie. Hubo negociaciones e intentos
fallidos hasta 1982 cuando comenz la explotacin con la presencia de las
empresas Carbones del Caribe y Carbones de Colombia S.A. En 1956 descubrieron los ricos yacimientos de nquel, hierro y otros minerales en Cerro
Matoso, ocupado entonces por Villa Matoso con 500 habitantes que termin
desplazada a un basurero de la cabecera municipal. Tambin se presentaron
negociaciones y litigios hasta cuando principi la explotacin en 1982.
Hoy en da Crdoba es el tercer productor de carbn en el pas despus de
la Guajira y Cesar con reservas probadas de 378.5 millones de toneladas. La
empresa Gecelca est construyendo una termoelctrica en Puerto Libertador
con capacidad de 164 megavatios que debe entrar en operacin el prximo
ao y le fue asignada una segunda en el mismo municipio con capacidad de
250 megavatios para operar en el 2016. Empresas chinas son las encargadas de
fabricar los principales equipos como caldera, turbina y generador. Cerro Matoso termina sus primeros 30 aos de concesin el prximo mes de octubre.
80 | El sur de Crdoba
cursos naturales? Para terminar: dentro de los retos del Plan estn la recuperacin del Parque natural nacional Paramillo y la sustraccin de reas de reserva
del Pacfico qu significa esto?, en realidad qu es lo que quieren lograr?
En el mundo y en Colombia son bien conocidos los efectos de la explotacin
de minas de carbn a cielo abierto. Alguien debe informar y tomar medidas
por los efectos producidos por estas minas, an ms si tenemos en cuenta
los estudios realizados por la Universidad del Sin que confirman que existe
suficiente evidencia para demostrar que las actividades de minera de carbn
realizadas en Puerto Libertador liberan al medio sustancias capaces de generar dao en el material gentico de las poblaciones humanas y animales en
su cercana, es decir, se encuentran en riesgo ms elevado de padecer o desarrollar diferentes tipos de cncer comparados con poblaciones no expuestas.
Quin conoce la licencia ambiental concedida a Gecelca y vigila su cumplimiento estricto?, entre otras razones por la cercana del ro San Jorge y algunas
poblaciones.
Crdoba es paso obligado en la interconexin elctrica Colombia-Panam,
unir la subestacin Cerro Matoso con su similar Panam II y dentro de lo
proyectado por el gobierno nacional aparecen carreteras y la construccin
de una lnea frrea que unir a Barrancabermeja con Cupica en el Pacfico,
pasando por el sur de Crdoba. Los cambios siguen sucediendo de manera
acelerada en el Departamento, en especial en los municipios del sur y no contamos con un plan para hacerle frente con xito para bien de la mayora de la
poblacin. El uso y tenencia de tierra, las transformaciones que estn sucediendo en las reas urbanas y rurales de Puerto Libertador, ya conocemos lo
sucedido en Montelbano con Cerro Matoso y Tierralta con la hidroelctrica
de Urr, las actividades econmicas, la produccin, el empleo, la seguridad,
el aumento de poblacin, el reordenamiento de las veredas y corregimientos
y en medio de este torbellino el conflicto con sus actores armados ilegales, las
victimas de todo tipo, las administraciones locales dbiles y expuestas a intereses opuestos al bien pblico, la legalidad y la tica.
82 | El sur de Crdoba
Caractersticas de la pobreza
extrema en la zona
Veamos los datos de la Agencia nacional para la superacin de la pobreza extrema en su estado de avance en la gestin de logros en el sur de Crdoba en
el periodo 2009-2012. (San Jos de Ur todava no aparece como municipio,
est incluido en Montelbano). En su conjunto la poblacin atendida en el
programa es de 94.479 personas, el 21.6% del total atendido en el departamento que llega a 444.371 personas. De las primeras el 29.9% son desplazados por
la violencia, el 5.9% son discapacitados, la jefatura del 38.2% de los hogares
est en manos de mujeres solas, el 47.6% son menores de edad, el 7.7% indgenas y el 18.6% negros. El porcentaje de embarazos de adolescentes llega al
18%, el analfabetismo al 22.6% y el funcional al 34.1%, la tasa de desempleo al
42.7% y la informalidad laboral al 120.6%.
En el siguiente cuadro estn desagregadas por municipio estas y otras caractersticas de la pobreza extrema en la zona.
Caractersticas pobreza extrema municipios del sur
Puerto
Montelbano Libertador
Nmero de personas
26.772
14.607
Nmero de familias
6.995
3.435
Promedio de integrantes
4.3
3.8
49.9%
Porcentaje de mujeres
48.1%
21.2%
Porcentaje de desplazados
41.2%
24.6
Promedio de edad
24.4
71.1%
Porcentaje cabecera
39.9%
28.9%
Porcentaje resto
60.1%
Jefatura femenina
50.0%
37.0%
46.3%
49.8%
Porcentaje menores de edad
8.1%
21.0%
Indgenas
18.7%
15.6%
Afros
43.8%
42.3%
Tasa de desempleo
Indicadores
Informalidad laboral
Personas discapacitadas
Embarazo adolescentes
Analfabetismo
Analfabetismo funcional
67.6%
Tierralta
Valencia
35.934
8.987
4.0
49.1%
19.2%
25.1%
55.2%
44.8%
33.0%
47.7%
0.8%
8.1%
41.7%
17.166
4.432
3.9
48.1%
38.2%
26.1%
44.3%
55.7%
33.0%
46.6%
1.0%
32.0%
43.2%
6.6%
152.5%
4.1%
108.7%
5.0%
153.8%
7.9%
18.4%
15.6%
20.5%
17.8%
20.2%
31.6%
25.4%
23.5%
21.4%
38.8%
33.6%
32.6%
El sur de Crdoba | 83
Los antecedentes.
El Plan Nacional de
Rehabilitacin
El Plan Nacional de Rehabilitacin PNR (1982-1994) mantuvo vigencia durante los gobiernos de Belisario Betancur, Virgilio Barco y Csar Gaviria. Con
la llegada de Belisario Betancur a la jefatura de gobierno hubo un cambio en
el tratamiento del problema de la guerrilla. En noviembre de 1982 expidi la
ley nmero 35, conocida tambin con el nombre de Amnista para la paz, por
la cual decret una amnista y dict normas para el establecimiento y preservacin de la paz. El gobierno reconoci en el atraso econmico, el abandono
estatal y la pobreza, condiciones objetivas para la aparicin de la violencia
guerrillera y consider la reincorporacin a la vida civil de las personas alzadas en armas, el fortalecimiento de la presencia del Estado y la inversin
pblica en las zonas ms afectadas por problemas sociales y econmicos como
parte de las estrategias para conseguir la paz, segn las Memorias del PNR.
En consecuencia, para los municipios del sur adelantaron programas de adquisicin y dotacin de tierras para campesinos y desmovilizados de origen
campesino, mejoramiento de vas importantes como La Rica-Tierradentro y
Puerto Libertador-Juan Jos, construccin del puente Tierradentro-Puerto
Lpez sobre el ro San Jorge, derribado por la corriente aos despus y vuelto
a construir pasada ms de una dcada de larga espera. Tambin hicieron vas
84 | El sur de Crdoba
veredales, letrinas, represas, microacueductos, electrificaron pueblos, rehabilitaron escuelas y puestos de salud.
Fuera de las obras efectuadas la experiencia fue interesante por lo siguiente: a) La comunidad estaba organizada, especialmente en Juntas de Accin
Comunal. b) Las organizaciones contrataban directamente con el gobierno
la ejecucin de algunas obras y ejercan poder real de participacin, control y
decisin. c) La guerrilla del EPL respetaba las organizaciones y estaba al tanto
de la realizacin de las obras. d) La iglesia y el Sena eran garantes, adems,
del bun manejo de los recursos, el cumplimiento y calidad de las obras y
acciones. Sin embargo, cuando el gobierno dej de contratar con las organizaciones caus una profunda desmotivacin en ellas, facilitando el incremento
de los casos de corrupcin y obras mal hechas o inconclusas por parte de las
alcaldas y sus contratistas. Al final no bastaron las obras, por importante que
fueron, porque la violencia, pobreza, aislamiento y la desigualdad continuaron hasta el presente.
de apoyo por parte de las alcaldas, gobernacin del departamento e instituciones nacionales. De inmediato enumeraron sus problemas: 1. El empleo de
glifosato en la erradicacin de cultivos de uso ilcito, causndoles enormes
daos a sus sembrados de pancoger, incluso, no se explican por qu fumigan
en lugares donde no hay coca y s parcelas campesinas en produccin. 2. Las
Farc, Paisas y Aguilas les restringen movilidad a lugares de siembra por estar
minados los terrenos, limitndoles la produccin a sus propios predios, de
por si insuficientes. 3. Llaman la atencin sobre la posibilidad que en la zona
estn conformando grupos armados antirrestitucin de tierras. 4. Reclaman
les mejoren las vas de acceso, doten los puestos de salud y nombren mdicos
y enfermeras, construyan o reparen escuelas y designen maestros, adelanten
proyectos productivos que garanticen seguridad alimentaria y mejoramiento econmico. 5. Las autoridades no sigan estigmatizando los lderes campesinos e indgenas como guerrilleros o paracos. 6. Detengan o controlen
la explotacin de oro con gran maquinaria por el perjuicio irreparable que
estn causando a numerosas quebradas de los ros San Pedro y San Jorge y sus
territorios anexos, dejndolos sin agua para consumir ni tierra para cultivar. 7.
Los efectos de la explotacin de las minas de carbn en Puerto Libertador ya
empiezan a sentirse en el cabildo Unin Matoso, al presentarse casos de fatiga
y afecciones en la piel ocasionados al parecer por el polvillo que producen y
se esparce en el rea. 8. La inseguridad de la zona a pesar de la disminucin
de los homicidios en lo que va del ao. 9. El Plan de consolidacin no se convierta en la repeticin de la repetidera con tantos censos y estudios y pocos
hechos y obras.
3. El alcalde de Montelbano, Gabriel Calle De Moya, dijo en una entrevista
que con la nueva ley de regalas va a resultar mejor para los municipios que
tienen riqueza minera, no explotarla. Son ms los perjuicios que los beneficiosNo es rentable que la minera se siga explotando a tan alto impacto
social. Por ejemplo, antes de llegar la empresa Cerro Matoso a Montelbano les
pertenecan los hoy municipios La Apartada y San Jos de Ur con una poblacin de 13 mil habitantes. En la actualidad, sin esos municipios, tenemos 85
mil habitantes. Esto debido a la atraccin de la empresa que no se ve reflejada
en el desarrollo del municipio. En cambio, si vemos que cada da se nos crece
el nmero de desplazados, cuya cifra est en 19.513 personas. (El Meridiano
de Crdoba, 27-5-12, pg. D)
Por todo lo anterior me pregunto una y otra vez: cul es Plan que ayudar a
resolver los viejos y graves problemas del sur de Crdoba?
86 | El sur de Crdoba
30 de abril de 2011
El SILENCIO de la
violencia
Lo que observamos
Algo parecido vi hace poco en Bonito Viento, en lo que fue la Zona de Ubicacin del municipio de Tierralta. Es corregimiento desde el ao 1992, un
ao despus de la desmovilizacin del Ejrcito Popular de Liberacin EPL y
dos aos antes de la aparicin de las Autodefensas Campesinas de Crdoba y
Urab ACCU. Hacen parte de l las veredas Carrizola con 88 casas dispersas;
El sur de Crdoba | 87
88 | El sur de Crdoba
usan para colgar la hamaca y descansar, atender visitas, comer, jugar domin y
cartas. Ya en el interior las paredes las cubren con afiches de reinas, cantantes
y polticos, peridicos con modelos de carros y paisajes y en una esquina del
cuarto o colgados encima del bal las imgenes de la Virgen del Carmen y el
Corazn de Jess. En la sala colocan los retratos de los abuelos y los padres el
da del casamiento o compromiso y de los nios que han recibido grados de
estudios. En la mayora de los patios hay matas ornamentales como el bonche,
frutales como mangos, tamarindos, naranjas, papayas y hortalizas como habichuelas, berenjenas y ajes. El mobiliario est formado por taburetes (asientos
de madera y cuero de res), sillas plsticas, mesas rsticas, camas de madera,
bales con bases, el tinajero con su tinaja de barro para mantener fresca el
agua con sus vasos de plstico, vidrio o metal, las vitrinas o alacenas donde
guardan la loza y los utensilios de cocina.
En cuanto los servicios, el sistema de electrobomba que extrae agua de pozos
subterrneos para llevarla a un tanque elevado y distribuirla por presin a
travs de tuberas no funciona desde hace cuatro aos; la energa elctrica es
dbil y funciona irregularmente; el bao lo componen la taza del sanitario,
conectada al pozo sptico y el tanque con agua para evacuar la orina y excrementos y baarse. Los medios de transporte son las motocicletas, una camioneta de 16 pasajeros sentados que sale para Tierralta situado a 30 kilmetros
por un valor de 7 mil pesos por cabeza y un bus de 28 pasajeros para Montera
situado a 98 kilmetros por valor de 10 mil pesos persona, adems de caballos
y burros para distancias cortas. Ambos vehculos salen temprano en la maana y regresan en la tarde si no llueve. Las vas son destapadas y en tiempos de
lluvia terminan por ser intransitables.
No todos los hombres tienen oportunidad de jornalear ocasionalmente debido a la escasez de trabajo, edad o impedimentos fsicos. El valor que les reconocen por da es de nueve mil pesos en jornada de seis a once de la maana en
labores de desmonte, desmaleza, arreglo de cercas, ordeo y siembra de maz
o arroz. Las mujeres dedicadas al hogar, lavando ropa ajena, vendiendo rifas o
haciendo oficios en otras casas. En cualquier caso lo poco que reciben a duras
penas les alcanza para sobrevivir. Los animales que mantienen en la casa y el
patio son de gran ayuda en la alimentacin, la entretencin y compaa y la
atencin de otras necesidades, en especial los cerdos a los que consideran una
especie de alcanca porque es a lo primero que acuden cuando suceden calamidades o emergencias. En cada vivienda por lo regular tienen gallinas, patos,
perro, gato, pericos, loros y encerrados en jaulas canarios y picogordos. Los
burros y caballos son pocos. La alimentacin por lo regular consiste en pltano, yuca, huevo o queso en el desayuno; arroz, sopa con espagueti y huevos en
el almuerzo; arroz con queso en la cena, acompaado de vez en cuando con
presas de gallina, pato, cerdo o res.
90 | El sur de Crdoba
En la intimidad
En el pueblo, como ya es tradicin, la presencia de grupos armados ilegales
ha dividido a la comunidad en dos sectores: los que por ideologa, inters,
familiaridad, afecto, compromiso, conveniencia o forzados son miembros, colaboradores o simpatizantes del grupo presente y los que evitan tener relaciones estables o frecuentes con ellos sin darles a entender que exista oposicin,
desobediencia o inconformismo. Aunque los segundos son ms numerosos,
los primeros no dejan de crecer. Cada vez hay ms gente del pueblo vinculada
y por lo tanto con ms acceso a los adolescentes y jvenes a quienes tratan de
reclutar a todo momento. Ambos sectores viven el miedo y la preocupacin de
diferentes maneras. Los primeros temen la llegada de las autoridades y otros
grupos armados ilegales antagnicos, mientras los segundos les temen al grupo presente y a sus enemigos. Aunque se hablan y saludan, puesto que son
vecinos y paisanos, las visitas y reuniones entre ellos son escasas y formales.
La desconfianza es mutua, pues nadie sabe con exactitud qu estn pensando
y a quienes sirven. Las fiestas, reuniones, juegos y festejos ruidosos y francos
hasta altas horas de la noche o el amanecer, tan comunes antes, desaparecieron. Los comentarios y averiguaciones sobre lo que sucede en el pueblo y sus
alrededores son restringidos a familiares y amistades de rigurosa confianza.
Las conversaciones ocurren en voz baja y con cambios de tema cuando alguien se acerca.
En el hogar y en ciertos momentos del da o la noche la pareja sola o con alguno de los hijos siente la necesidad de hablar, de expresar sus ideas, sentimientos y presentimientos. En susurros cuentan la presin en que se encuentran,
los sueos que han tenido y las seales que han percibido, la tristeza que los
agobia, la desesperanza a punto de llegar, el miedo que no los deja, el llanto
que los alivia y la oracin que los reconforta pero tambin confiesan los malos
pensamientos que a veces los asalta. Hablan de sus relaciones como pareja, de
la necesidad de permanecer juntos, apoyndose a todo momento en medio
de la pobreza, de las dolencias y achaques por las condiciones de vida y la
vejez, de promesas y planes que estn seguros no van a lograr pero los anima
a seguires entonces cuando ella le aprieta las manos y l cierra los ojos.
Cuando llegan a los hijos el llanto silencioso es inevitable. Parece que vieran
con claridad a travs de las lgrimas el futuro que les espera y la imposibilidad
de evitar que ello ocurra. Quedan en silencio un largo rato hasta cuando un
perro ladra asustado, escuchan voces, un disparo y otra vez los murmullos de
la noche. Tratemos de dormir le dice y cada uno en su puesto piensa en lo que
les suceder maana.
El sur de Crdoba | 91
15 de junio de 2010
En Santaf Ralito
la vida sigue en la
mitad del caos
Un pueblo clebre
Las familias que habitan el rea conocida ahora con el nombre de Zona de
Ubicacin que se hizo clebre por su verdadero nombre, Santafe Ralito, el lugar donde se efectu el proceso de negociacin del gobierno de Uribe con las
Autodefensas Unidas de Colombia AUC en Tierralta, Crdoba, han atravesado en los ltimos cincuenta aos por diferentes etapas que han transformado
profundamente sus vidas.
92 | El sur de Crdoba
94 | El sur de Crdoba
participacin de los pueblos cercanos. Oyentes de programas musicales y deportivos en la radio. Ante la imposibilidad de seguir estudiando despus de
la primaria, la gran mayora terminaba de jornalero de medianos y grandes
propietarios.
Llega la guerrilla
A pesar de las deficiencias y desigualdades de la zona, la mayora de la poblacin no conceba otra forma de vida y mucho menos crea posible cambiarla.
Por esta razn, cuando lleg la guerrilla del EPL hablando de las injusticias de
los ricos contra los pobres, la corrupcin de polticos y administradores del
gobierno y el aprovechamiento de los gamonales, muchos se sorprendieron y
atemorizaron por semejante osada. Otro grupo, menos numeroso, expres su
apoyo por considerarlo justo.
Unos y otros quedaron convencidos de que las arengas de los guerrilleros no
eran simples bravuconadas cuando mataron a varios trabajadores del desaparecido Servicio Nacional de Erradicacin de la Malaria en 1978 cerca de la
zona y atacaron, dos aos despus, el puesto de polica de Santaf Ralito. Con
el paso del tiempo las muertes y ajusticiamientos fueron hechos frecuentes.
Los padres asumieron diferentes actitudes. Algunos, preocupados por la situacin, previendo el reclutamiento o la incorporacin voluntaria de los hijos
al grupo insurgente, trasladaron sus familias a Tierralta y Montera, la capital
del departamento.
Otros acogieron con entusiasmo las ideas y propuestas del grupo armado; ingresaron a sus filas o permitieron que sus hijos lo hicieran. Se convirtieron
El sur de Crdoba | 95
Se hablaba tambin de las haciendas y negocios que posean los jefes, de los vehculos lujosos, de costales con dinero, de fiestas deslumbrantes, de bacanales
con mujeres hermosas, de las relaciones con gobernantes, polticos, empresarios, comerciantes, periodistas, militares, jerarcas de la iglesia e intelectuales.
Al vislumbrar tantas posibilidades en medio de las penurias y zozobras, los
jvenes quedaron sorprendidos. Desde ese momento ser paramilitar, para
muchos, se convirti en obsesin y metas de sus vidas.
Escenario nacional
Ya en el proceso de negociacin los pueblos de la zona pudieron constatar
todo cuanto se deca del poder de los comandantes y sus grupos; algunos,
incluso, ni siquiera imaginaron que fuera tanto.
A Santaf Ralito lo convirtieron en un pueblo en feria permanente y a veces
en sitio solemne y austero donde se debata la suerte del pas. Los pobladores,
acostumbrados a su rutina de pueblo pobre y a una u otra fiesta o hecho ocasional, estaban abrumados, atosigados por gente extraa e importante que lo
ocuparon sin pedir permiso e hicieron con l lo que les dio la gana en todos
los sentidos, manifestaron los lderes de la zona y Tierralta, la cabecera, porque no los tuvieron en cuenta durante todo el proceso.
98 | El sur de Crdoba
Y la violencia sigue
Terminadas las desmovilizaciones los padres de familia pensaron que recobraran un poco de la tranquilidad perdida, pero bien pronto cayeron en cuenta
que los no desmovilizados empezaron a reorganizarse.
Despus fue obra de varios meses cuando notaron que desmovilizados activos
y vinculados nuevos tambin se haban sumado, ya en calidad de combatientes e informantes, dotados con celulares, motos, armas y algunos vehculos.
Y otra vez el viacrucis: control de territorios, vacunas a finqueros, maestros y
comerciantes; desplazamientos, amenazas; ajustes de cuentas a sapos o soplones, parientes o relacionados con el grupo enemigo y la angustia de los padres que, impotentes, no pueden impedir que los nuevos jefes, sobre todo los
que no son de la Zona, se encaprichen con sus hijas adolescentes y jvenes
ms bonitas. A cualquier hora del da las mandan a buscar y las devuelven
cuando quieren, aseguran algunos padres condolidos por no tener posibilidades de salir de la zona y poder brindarles a los hijos un futuro mejor.
18 de febrero de 2008
El sur de la Costa
caribe a la espera de
tiempos mejores
Poblacin y rea
Pob. total
Cabecera
Resto
Kilmetros
1.462.909
743.886
719.023
25.020
762.263
488.210
274.053
10.917
Bolvar
1.836.640
1.406.807
429.833
25.978
Total
4.061.812
2.638.903
1.422.909
61.915
Crdoba
Sucre
Pob. total
Cabecera
Resto
Montera
381.525
288.192
93.333
Sincelejo
236.780
218.430
18.350
cartagena
895.400
845.801
49.599
1.513.705
1.352.423
161.282
Total
Fuente: Dane, Censo 2005.
Sucre
Las guerrillas de izquierda (FARC, PRT y ELN) se instalaron primero en el
departamento de Sucre que en Crdoba. El Ejrcito Revolucionario del Pueblo ERP, disidencia del EPL surgi despus de la desmovilizacin, sigue activo
con poca presencia.
Los paramilitares llegaron a mediados de los aos 90.
La lucha campesina de la ANUC fue intensa. En 1971,en el Segundo congreso de la Asociacin naci la Lnea Sincelejo, radicalizada en la lucha por la
tierra, en contraposicin de la oficialista Lnea Armenia.
La economa la sostienen las actividades agropecuarias con cultivos de pancoger, tabaco, cacao, yuca y ganadera extensiva. Los cultivos de coca en la
serrana de San Lucas ocupan mano de obra de los municipios del sur del
departamento.
Cuentan con puerto martimo, oleoducto Cao Limn-Coveas, turismo, artesanas, fbrica de cemento y camaroneras. La Mojana, sigue siendo un potencial inexplotado.
Con la llegada de las AUC la situacin de orden pblico fue de tal envergadura que caus masacres, desplazamientos, parlisis econmica, caos administrativo y crisis de gobernabilidad. El gobierno nacional para hacer frente
a la perturbacin declar en septiembre del 2002 el Estado de conmocin interior, dando vida a las llamadas Zonas de rehabilitacin y consolidacin que
afect a municipios de Sucre, sur de Bolvar y Arauca.
La declaratoria contemplaba medidas excepcionales de orden pblico y obras
prioritarias. Con la Zona hubo controles y retenes, verificacin de identidades, inventario de vehculos, aparatos de comunicacin y armas, patrullajes
permanentes de tropas y capturas masivas de pobladores. Los excesos fueron tales que en abril del ao siguiente la declararon ilegal. Hasta hace poco
mantuvieron la restriccin de circulacin de transporte por la carretera que
comunica a Sincelejo con los departamentos vecinos del norte.
El sur de Crdoba | 103
Bolvar
De las guerrillas de izquierda la primera que incursion fue el ELN en 1972
por San Pablo, creci en la dcada de los 80 y primera mitad de los 90. Las
FARC aparecieron a principio de los 80.El ERP tiene poca influencia, est localizado en el Carmen de Bolvar.
Las Autodefensas surgieron desde mediados de los 80. A principios de los 90
empezaron a adoptar estructuras paramilitares en el sur, siguieron avanzando
por los Montes de Maria hasta llegar al Canal del Dique en el norte.
Entre 1999 y el 2001 hubo una gran agitacin social en el sur por la propuesta
del ELN de desmilitarizar un rea de influencia para con el fin de realizar la
Convencin nacional que proponan como principio de un acuerdo de paz.
La protesta fue organizada por la Asociacin civil para la paz, Asocipaz. La
denominaron No al despeje. Hubo bloqueo de carreteras, paro de transporte y
otras actividades. Como resultado la Convencin no la realizaron.
Recordemos que entre el 2002 y 2003 la declaratoria de Zona de rehabilitacin
y consolidacin afect a varios municipios de los Montes de Mara.
El sur de Bolvar es importante por el acceso a la serrana de San Lucas, al
ro Magdalena y al sistema vial de la troncal de occidente; por la extraccin de
oro, la ganadera extensiva y los cultivos de caa; por el trfico de drogas por
los ros San Jorge, Cauca y Magdalena y la riqueza hdrica.
En los Montes de Mara predomina la economa agropecuaria. Durante
varios aos, el ltimo fue hace dos aos, cientos de campesinos de muchas
104 | El sur de Crdoba
comunidades rurales del Carmen de Bolvar se han concentrado en la plaza principal para pedir el arreglo de las vas para poder sacar las cosechas
de aguacate y ame, maestros y materiales para escuelas, puestos de salud y
vacunas contra la lesmaniasis y agua potable. Las negociaciones de cada ao
todava no dan resultados.
Poblacin desplazada
De acuerdo con la oficina Accin Social de la Presidencia de la Repblica,
hasta el pasado 15 de octubre haba en los tres departamentos 362.612 desplazados por el conflicto armado.
Estaban distribuidos de la siguiente manera: en Crdoba, 93.465 ; los municipios con mayor nmero de desplazados: Montera, Tierralta, Montelbano,
Puerto Libertador, Valencia, Planeta Rica y Ceret. En Bolvar: 145.327; los
municipios con mayor presencia: Cartagena, Carmen de Bolvar, Magangu,
Maria La Baja, Santa Rosa, Monte Cristo y San Jacinto. En Sucre, 123.820; los
municipios ms afectados: Sincelejo, San Onofre, Corozal, Ovejas, Guaranda,
Los Palmitos y Sinc.
Poblacin desmovilizada
De acuerdo con los Centros de referencia y oportunidades de Montera y Sincelejo hasta hace pocos meses haba en los tres departamentos 5.437 desmovilizados.
Estaban distribuidos de la siguiente manera: en Crdoba, 3.800; municipios
con mayor nmero: Montera, Tierralta, Valencia, Montelbano, Planeta Rica
y Ceret. En Bolvar: 521; municipios con mayor nmero: Cartagena, Magangu, Maria La Baja, San Juan Nepomuceno y Turbaco. En Sucre: 671; municipios con mayor nmero: Sincelejo, Corozal, San Marcos, Tol Viejo, Sampus,
San Pedro y Majagual.
Otros aspectos
El sur de la Costa Caribe lo componen poblaciones mestizas, mulatas, negras, indgenas, blancas, grupos provenientes del interior del pais, en especial
antioqueos y de migraciones internacionales, en especial siriolibaneses. A
pesar de algunas similitudes historia, relieve, poblamiento, concentracin de
la tierra y manejo del poder poltico, entre otros- somos diferentes en otros
aspectos sociales, econmicos y culturales.
Nos caracteriza la pobreza, las desigualdades sociales, los conflictos sociales y
armados, zona rural y asentamientos subnormales empobrecidos y con mnimas posibilidades de mejoramiento e institucionalidad local dbil.
Los indicadores sociales son menores que el promedio nacional en educacin,
salud, nutricin, hbitat y empleo.
Fuentes
Centro de referencia y oportunidades de Montera y Sincelejo.
Dane, Censo 2005.
Informacin preliminar del equipo que coordina la elaboracin del Informe
regional de desarrollo humano del Caribe. Cartagena, 2006.
Mesa de prevencin del Sistema de Alertas Tempranas de las Defensoras del
Pueblo de Crdoba y Sucre.
Observatorio del Programa presidencial de derechos humanos y derecho
internacional humanitario. Bogot, 2005.
Oficina Accin Social de la Presidencia de la Repblica.
Vctor Negrete Barrera, Justapaz y las Iglesias Santuarios de Paz de Tierralta,
Sincelejo y Zambrano. Las Iglesias Santuarios de Paz y el desplazamiento forzado en el sur de la Costa Caribe Colombiana. Montera, 2005.
14 de abril de 2005
El sur de crdoba
a es suficiente. Han pasado demasiados aos y el abandono, los conflictos de diversa ndole, la pobreza, la marginalizacin y la estigmatizacin continan en los municipios de Montelbano, Puerto Libertador, Tierralta y Valencia, el sur de Crdoba. La historia es larga, dolorosa y
desconocida, tal vez esto ltimo ayude a explicar la indiferencia de la mayora
de los cordobeses y el pas en general. Es til entonces explicar un poco los
antecedentes de esta situacin.
El padre franciscano Joseph Palacios De la Vega en su campaa de evangelizacin y congregacin de los naturales y libres dispersos en parajes incultos
del San Jorge durante los aos 1787 y 1788 dej consignado en su diario de
notas lo difcil y dramtico que result conformar pueblos con indios indmitos, negros rebeldes, autoridades corrompidas, clrigos indiferentes y contrabandistas. El profesor Gerardo Reichel-Dolmatoff en el prlogo que escribi
del Diario de viaje del padre Palacios nos dice que a estos primeros grupos
se agregaron despus mestizos, mulatos y zambos que formaron poblaciones
que no estaban bajo el control de la administracin por ausencia de esta. El
El sur de Crdoba | 109
mismo profesor nos cuenta que en 1957 en las montaas del alto ro San Jorge,
en las faldas del cerro Murrucuc y en las cercanas de Ur se encontraban
indgenas viviendo en condiciones similares como los vi el padre Palacios.
En 1841 el qumico alsaciano Luis Striffler, recorri el Alto Sin en busca de
oro en el Cerro de Higuern y encontr indgenas, mestizos y aventureros
viviendo en condiciones lamentables en medio de selvas exuberantes, pletricas de encantos.
En 1900 el alto San Jorge todava era considerado como reino de los negros
rebeldes, los indgenas feroces, los maleantes sanguinarios y los colonos mestizos ms aventureros, donde las leyes y autoridades de la repblica no cumplan ninguna funcin. La lejana de los centros poblados, lo intrincado de
las trochas y lo caudaloso de los cauces de ros y quebradas, alimentaba y
exageraba la realidad. Algunos funcionarios y miembros de las autoridades lo
calificaron con el nombre de zona negra por lo aislado y peligroso. En el alto
Sin, aguas arriba de lo que hoy es Tierralta, la esclavitud primero y luego la
matrcula, contrato que obligaba a los peones y sirvientes a trabajar indefinidamente en casas y haciendas por supuestas deudas que casi nunca terminaban de pagar, continuaban vigentes.
En 1917 Laura Montoya Upegui, la Madre Laura, comenz a interesarse por
la vida miserable y pagana que llevaban los indgenas y negros de Ur y sus
alrededores. En su autobiografa cuenta que el casero del ro Ur que desemboca en el ro San Jorge estaba lleno de gentes, los ms miserables por dentro
y por fueratanta mugre, tantas enfermedades que aquello pareca una leprosera. Tan malos oloresen fin, un calor, una nube de zancudos
110 | El sur de Crdoba
A mediados de la dcada de 1920 llegaron de Espaa los Misioneros de Burgos con el fin de adelantar labores en el alto San Jorge. En sus informes daban
cuenta que las jornadas son penossimas y requieren guas veteranos. El terreno es quebrado, las continuas subidas, bajadas y paso de quebradas no impiden que nos deleitemos en la contemplacin del paisaje que es hermossimo.
Hay rboles gigantescos en tamao y altura. Los primeros indios que vi en
la quebrada de ro Verde me llamaron la atencin por la carencia de vestidos,
la pobreza de sus habitaciones, la mirada triste de sus mujeres, el imperfecto
desarrollo de sus nios
toso que quedaba donde est la mina de ferronquel de Cerro Matoso. Los
otros pueblos fueron Palma Amarga, Loma Seca, Puerto Unin, Campamento, Puerto Franco, Danubio, Gallo, Palo Negro y Abejal, entre otros.
Despus sigui el nacimiento del Ejrcito Popular de Liberacin EPL en las
montaas del alto Sin y San Jorge en 1967. Desde este momento al rea la
bautizaron con el nombre de zona roja. Y as, cronolgicamente, surgi las
FARC en lmites con el departamento de Antioquia en 1981, el narcotrfico en
1984, las Autodefensas Campesinas de Crdoba y Urab en 1994, las Autodefensas Unidas de Colombia AUC en i996, el proceso de negociacin Gobierno-AUC entre el 2002-2006 y desde entonces las acciones de los grupos que
no se desmovilizaron, los reincidentes y nuevos.
La guerra que libraron las FARC y las AUC ocasion la desaparicin de Barrancn y Yupe en marzo de 1997 y de 15 veredas ms en junio de 1998: Yupecito, Quebrada Seca, Santa Cruz, Santa Isabel, Jardin, El Anzuelo, Palestina,
Zancn, La Gloria, Puerto Fuerte y las Veredas unidas de los Llanos del Tigre.
Pocas veces hemos pasado por la situacin en la que nos encontramos actualmente: el alto nmero de homicidios, entre ellos muchos desmovilizados que viene sucediendo desde el ao
anterior, los distintos grupos armados ilegales que estn operando y el desconocimiento que existe sobre ellos, las deficiencias de los proyectos productivos, de vinculacin laboral y de capacitacin, el narcotrfico, la erradicacin
de cultivos de uso ilcito y el escaso apoyo a la recuperacin de la agricultura
campesina tradicional, el aumento de afectados por minas quiebrapatas, los
desplazamientos que no cesan, la poca atencin a las victimas y desplazados
en general, el incremento de la violencia domstica ocasionado por la mayora
de los desmovilizados, el rechazo a los desmovilizados, la falta de estudios e
investigaciones sobre estos temas. Fuera de estos hay dos que conoc la semana anterior: 1) El representante de Unicef en Colombia asegur que en el departamento 15 de cada 100 nios padecen desnutricin, cifra por encima del
Choc y del promedio nacional que es de 12. 2) El programa Familias en Accin de la Presidencia de la Repblica atiende a menores de edad en nutricin
y educacin primaria y secundaria de familias desplazadas por la violencia y
estrato 1 del Sisben. En Crdoba tienen registradas 10.877 familias desplaza112 | El sur de Crdoba
das y 129.985 familias de estrato 1. Este ltimo el ms alto del pas. En cuanto
a los municipios del sur, en total tienen inscritas 5.020 familias desplazadas y
19.273 familias en estrato 1.
Qu podemos y debemos
hacer?
El gobierno nacional hace presencia en la zona a travs de la fuerza pblica,
ejrcito y polica, y los programas Familias en Accin, Juntos para superar la
extrema pobreza, el Centro de Coordinacin de Accin Integral y lo que gestionen las alcaldas de cada municipio. Para las necesidades de la zona estos
recursos son totalmente insuficientes. Es necesario agregar nuevas iniciativas.
Mi propuesta en este sentido es la siguiente:
Ms vinculacin con las organizaciones de cooperacin internacional. En Crdoba por lo general contamos con la presencia de las siguientes organizaciones
internacionales: ONU, OEA, CICR, ACH, OIM, PMA, Oxfam, CHF, Mdicos
Sin Fronteras, Visin Mundial, Caritas Alemana, Acnur, Unicef, Fupad. Las
administraciones gubernamentales del departamento poco se han interesado
por la ayuda que prestan y el conocimiento que poseen estas organizaciones,
no muestran inters en coordinar programas ni solicitar su presencia por ms
tiempo. La gobernacin debe convocarlas para agradecerles, conocer a fondo
los programas que llevan a cabo, coordinar con ellas, solicitar nuevos programas o ampliacin de los que ejecutan y asesoras, adelantar anlisis sobre la
situacin de la zona, invitar a participar a nuevas organizaciones y a regresar a
las que se hayan retirado temporalmente, acordar planes de accin integrales.
Considerar a los municipios del sur como zona especial de atencin. Por los
antecedentes y la situacin actual los municipios del sur deben ser considerados zona especial de atencin. Con base en diagnsticos se definiran prioridades, programas y acciones en cada una de las reas de trabajo. Un equipo
coordinador se encargara del funcionamiento de todo el Plan .
Fortalecer la institucionalidad y las organizaciones de la comunidad. Es fundamental fortalecer las corregiduras, alcaldas, justicia, personera, Sistema
de alertas tempranas de la Defensora del pueblo, concejos municipales y en
fin, las distintas instancias del gobierno y el Estado. Asimismo promover y
organizar los distintos grupos y sectores de la comunidad, fomentar las redes
El sur de Crdoba | 113