Responsabilidad y Juicio Moral

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1.

3 Responsabilidad y juicio moral


RESPONSABILIDAD
Cualidad que desde la perspectiva del cuidado ha de
comprenderse como la capacidad para responder al otro y por el
otro.
Implica ese sentido de conexin desde el cual el yo se cambia
por un nosotros.
Los problemas que aquejan a una comunidad se asumen como
PROPIOS, aunque uno est afectado o no por esos problemas.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 95.

As, la responsabilidad para encontrar soluciones para el desempleo,


por mencionar un ejemplo, es asumida desde la lgica relacional como
tarea propia, aun cuando uno no est desempleado, ni haya sido el
causante directo del problema.

Por lo tanto, la responsabilidad alude a la voluntad de una persona de


decidir de manera libre y de forma razonada, actuar conforme a la
ciertos valores. Pero, adems, es asumir la implicacin de los motivos
de la accin, la correccin en caso de que se requiera y las
consecuencias de esa accin.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 315.

Algo en verdad valioso de llevar a cabo una accin tica responsable es


que permite el crecimiento moral a quien la ejecuta, encaminndolo a
aplicar esta tica de la responsabilidad en todos sus actos.
De este modo, no cae en el estereotipo de justificar sus acciones, antes
bien, ser su mejor crtico (autocrtico), lo cual lo conducir al hbito de
la responsabilidad como parte esencial de su vida cotidiana entre la
conviccin de que se debe hacer lo que debe ser hecho.

HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 316.

JUICIO MORAL

Considerando que en toda sociedad existen leyes justas y leyes que


deben ser modificadas, actualizadas o eliminadas por ser injustas, que
no existe legislacin absolutamente mala y que sera absurdo
aspirar a una legislacin que considerara todas las situaciones
posibles, es lgico esperar que nos habremos de enfrentar a
situaciones conflictivas en las que la decisin acertada depender de
nuestra COMPETENCIA moral.

HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 257.

Ahora bien, esta capacidad de juicio entraa tanto habilidades


deliberativas como argumentativas que pueden desarrollarse mediante
la discusin de situaciones que supongan conflictos entre principios, y
por medio de la discusin de dilemas morales.
No obstante, se requiere una disposicin genuina para involucrarse en
este tipo de actividades y la conviccin de que promover el desarrollo
moral es una meta digna y necesaria en la formacin de las personas.
Propiamente dicho, las actividades de la moralidad son las distinciones
morales, mientras que las actividades de la razn son los juicios
morales, siendo inevitablemente, la presencia conjunta de ambos
aspectos al ser el uno consecuencia del otro; teniendo conciencia as,
de la unidad ltima de la naturaleza.
TORRES H, Zacaras. Introduccin a la TICA. PATRIA. Mxico, 2010. pag. 95.

Marx y Engels constan de algunos juicios de valoracin moral


1) La moral, como toda forma de la super estructura ideolgica, cumple una
funcin social; en su caso, sancionar las relaciones y condiciones de
existencia de acuerdo con los intereses de la clase dominante. En las
sociedades divididas en clases antagnicas, la moral tiene, por ello, un
carcter de clase.
2) 2) Han existido hasta ahora diferentes morales de clase, e incluso en una
misma sociedad pueden coexistir varias morales, ya que a cada clase
corresponde una moral peculiar. Por ello, mientras no se den las
condiciones reales de una moral universal, vlida para toda la sociedad,
no puede existir un sistema de moral vlido para todos los tiempos y
todas las sociedades. Los intentos de construir semejante sistema en el
pasado, o de presentarse con tal universalidad, tendan a expresar en
una forma universal intereses particulares.
BILBENY, Norbert. La Revolucin en la Etica Hbitos y creencias en la sociedad. ANAGRAMA. Barcelona, 1997. pag. 114.

3) La moral de cada sociedad, o de cada clase, tiene un carcter


relativo, pero en la medida que se dan en ella, junto a sus elementos
caducos, elementos vivos, las morales particulares se integran en un
proceso de conquista de una moral verdaderamente humana y
universal. La moral proletaria es la moral de una clase que est
destinada histricamente a abolirse a s misma 40 como clase para dar
paso a una sociedad verdaderamente humana; por ello, prepara
tambin el trnsito a una moral universalmente humana.
4) La historia se haya sujeta a una necesidad objetiva, y las morales
surgen en ese proceso histrico necesario que determina, a su vez, su
aparicin. Los hombres necesitan la moral, como necesitan la
produccin; la necesidad de la moral se explica por la funcin social
que, de acuerdo con la estructura social dada, cumple.
BILBENY, Norbert. La Revolucin en la Etica Hbitos y creencias en la sociedad. ANAGRAMA. Barcelona, 1997. pag. 114.

5) Una nueva moral que ya no sea expresin de las relaciones sociales


enajenadas- se hace necesaria para regular las relaciones de los individuos tanto
con vistas a la transformacin de la vieja sociedad como con vistas a asegurar la
unidad y la armona entre los miembros de la nueva sociedad socialista. Puesto que
tanto la transformacin del viejo orden social como la construccin y el
mantenimiento del nuevo requieren la participacin consciente de los hombres, la
moral con sus nuevas virtudes- se convierte en una necesidad.
6) La necesidad de la moral en la transformacin radical de la sociedad no significa
caer en un moralismo propio del socialismo utpico- que aspira a esa
transformacin por una va moral, apelando a principios de justicia o a
sentimientos morales. Pero esto no quiere decir tampoco que se desdeen las
apelaciones morales. En efecto, una vez que se toma conciencia de que el hombre
es el ser supremo para el hombre, y de que ste se halla humillado, abandonado, la
transformacin de las relaciones sociales que lo mantienen en ese estado se
convierte para l en un imperativo categrico. Tal imperativo carecera de sentido,
ciertamente, si esa transformacin, o restauracin de la dignidad humana, fuera un
proceso automtico o fatal. Ahora bien, la posibilidad de que la historia tome otro
curso, si el hombre no acta conscientemente como sujeto de ella, le plantea un
problema moral.
BILBENY, Norbert. La Revolucin en la Etica Hbitos y creencias en la sociedad. ANAGRAMA. Barcelona, 1997. pag. 114.

1.4 tica y sociedad


La relacin de la tica con la sociedad se relaciona directamente con la
RESPONSABILIDAD CON LA SOCIEDAD.
Decimos que, con antecedencia e independientemente de cualquier
actividad, las personas tienen comprometida su inteligencia en la
opinin y sus energas en la accin, de las cuales depende la recta o
desastrosa conduccin del pueblo.
Hay una ley muy simple, pero rectora de la psicologa popular: el
pueblo marcha solo y siempre en pos de alguien que lo gua. Piensa
como su peridico o sus libros, y confa ciegamente en sus conductores
o caudillos, vivos o muertos, aunque est convencido de su propia
libertad y autonoma. Para que esto se realice, slo hay que hacer una
cosa: convencerlo.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 354.

Con razones verdaderas o falsas, pero hay que convencerlo!, porque el


hombre es un ser racional y sus actitudes o acciones se rigen
exclusivamente por razones verdaderas o falsas. Siempre habr lderes
de mala fe, maosos trapisondistas, profesionales del escndalo y
expertos en ocultar eficazmente la verdad diciendo siempre cosas
verdaderas.
Pero tambin hay lderes espontneos y sinceros, que no tienen la
culpa de su ignorancia y sus errores, y mucho menos de la valiente y a
veces heroica decisin con que defienden sus convicciones. Frente a
estas razones que gravitan en la desorientacin popular, y ante la
natural flexibilidad y maleabilidad de las masas, slo la responsabilidad
social del profesionista puede canalizar y darle cohesin a la voluntad
popular, que es siempre, en trminos sociolgicos, quien escribe la
historia.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 355.

Hay una accin ejecutiva y polmica, organizadora y visible, que es la


conjugacin normal de un temperamento y energas fsicas poco
comunes, especialmente cuando no existe la preocupacin de la
seguridad econmica.
Esta accin no se puede pedir, y menos imponer, a la totalidad de los
profesionista. Pero hay otra accin permanente e invisible, que
consideramos tanto ms efectiva, cuanto se realiza con ms inteligencia
y conciencia es la difusin sistemtica de la opinin profesional en el
organismo social, mediante la fidelidad insobornable a la verdad y a la
justicia. Y aqu est la responsabilidad social que queramos proclamar
y denunciar ante la inercia de muchos universitarios: la responsabilidad
de los que no quieren ser conductores, por no comprender la
responsabilidad que impone la cultura.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 355.

Si persiste la mentira y el mal, y el profesionista permanece en su torre


de marfil halagndose con la mezquindad restrictiva de pertenecer a
una carta superior y privilegiada, no solamente cargar con la mayor
responsabilidad social frente a todos los antagonismos, sufrimientos y
miserias, sino que justicieramente tambin ser la primera vctima, si
no le toca ser el primer reo ante sus conciudadanos.

HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 356.

1.5 Presentacin de casos


SCRATES
Es famoso por su mtodo de enseanza, denominado mayutica, a base de
preguntas que obligaban a sus discpulos a pensar por cuenta propia y
encontrar la solucin a sus problemas principalmente de ndole moral.
Comenzaba con la aseveracin yo slo s que no s nada. Con sus
preguntas lograba primero hacer caer en contradicciones a sus discpulos, y
en seguida, de un modo positivo, los iba conduciendo, siempre a base de
preguntas, por el camino de la verdad.
Acusado de corromper a la juventud y de no creer en los dioses de la ciudad,
fue condenado a beber la cicuta y muere en 399 a.C. La tica socrtica es
racionalista. Para Scrates el conocimiento, la bondad y la felicidad se
enlazan estrechamente. El hombre cuando conoce el bien no puede dejar de
practicarlo, ya que al perseguir el bien se siente dueo de s mismo y es por
tanto feliz.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 31.

PLATON
La tica de Platn se halla vinculada estrechamente a su filosofa poltica, ya que la
Polis es el terreno propio de la vida moral. El ncleo de su pensamiento est en la
teora de las ideas Las ideas son seres espirituales, perfectos, subsistentes, modelos
de todo ente material. En cambio los entes materiales de este mundo en realidad
no valen, no son seres propiamente dichos, son un plido reflejo de las ideas. Para
Platn la Idea del Bien es la cumbre de todas las ideas.
Ella debe ser el centro de nuestra actitud prctica. Debemos aspirar hacia ella y
purificarnos de todo lo material. Ascender a este mundo ideal, espiritual y perfecto
y desprenderse del mundo material, sensible e imperfecto es la norma
fundamental en el pensamiento platnico. Platn explic con detalle en que
consisten las virtudes, o sean, las perfecciones del alma. Trata las cuatro virtudes
cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.La justicia es entendida como
la armona, equilibrio entre las diferentes partes del alma humana.
El gran mrito de Platn es haber intuido las cualidades abstractas, universales y
espirituales que estn encarnadas en las cosas materiales, y cuyo concepto es mas
permanente e inmutable que lo material.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 31,60 y 138.

ARISTTELES
Aristteles se opone al dualismo ontolgico de Platn, para l, la idea no
existe separada de los individuos concretos, que son lo nico real y considera
al hombre como actividad, paso de la potencia al acto. El hilemorfismo
aristotlico es la ms aguda respuesta al idealismo de Platn.
sta teora afirma que todos los seres de este mundo estn compuestos de
materia y de forma. La materia es el elemento individualizador, y la forma es
el elemento especificador, es decir, todas las cosas de la misma especie
tienen la misma forma y solo difieren por la materia. El hilemorfismo tiene
una muy importante aplicacin en la esencia del hombre, la cual consta de
materia y forma, que son el cuerpo y el alma respectivamente. El hombre no
es solo el espritu, sino la sustancia compuesta por el cuerpo (la materia) y el
alma (la forma).
Aristteles identifica la nocin de bien y de fin. El hombre busca como fin
ltimo su propio bien, es decir su felicidad.
Hay dos clases de virtudes morales e intelectuales. Las virtudes morales
perfeccionan al hombre en cuanto tal y son la prudencia, la fortaleza, la
templanza y la justicia.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 11,32 y 113.

El ESTOICISMO
El ideal estoico es el sabio que se gobierna exclusivamente por la
razn, sin dar lugar a los impulsos de las pasiones, las cuales son
juzgadas como malas. Su lema es Vivir segn la razn.
La razn debe llevar al hombre a su adecuacin por su propia
naturaleza y con la naturaleza del Cosmos. Gracias a ella se adquieren
las virtudes y, por ende, la felicidad.
El estoico tiene que renunciar a los placeres y soportar los dolores y
penalidades propias. De aqu ha surgido la tan conocida expresin:
Soport la pena en actitud estoica. Es famosa la frase de Sneca al
respecto: Si accedes de grado, el destino te llevar; si no, te arrastrar
a la fuerza. El estoicismo tiene positivamente el ideal del deber, de la
renuncia y de la fraternidad universal.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 34.

HEDONISMO.
Es el valor supremo, al cual se subordinan todos los dems. La regla de
conducta prctica es procurar el mximo de placer con el mnimo
dolor. La virtud no es sino un medio subordinado al placer. Y aqu es
donde se encuentra la mxima oposicin con el estoicismo, el cual
propone la virtud como un fin, y no como un medio.
Efectivamente, el placer es un valor, y, por lo tanto, hay que saberlo
apreciar dentro del puesto que le corresponde, teniendo cuidado de no
exagerar, como el puritano y el estoico, que desprecian el placer; o
como el hedonista puro, que coloca a ste en la cumbre del valor y en
el centro de su vida prctica.
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE Learning. Mxico, 2006. pag. 25.

Referencias
HERNANDEZ B, Alberto. tica actual y profesional. CENGAGE
Learning. Mxico, 2006. pag. 460.

BILBENY, Norbert. La Revolucin en la tica Hbitos y creencias en la


sociedad. ANAGRAMA. Barcelona, 1997. pag. 284.
TORRES H, Zacaras. Introduccin a la TICA. PATRIA. Mxico, 2010.
pag. 272.

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