Manual Abordaje Violencia Familiar
Manual Abordaje Violencia Familiar
Manual Abordaje Violencia Familiar
Manual de
abordaje a la
VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR
Y DE GNERO
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PA R AG U AY
SECRETARA
DE LA MUJER
Presidencia de la Repblica
BICENTENARIO
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del Paraguay
SECRETARA
DE LA MUJER 1
Proyecto "Consolidacin y Fortalecimiento del Sistema de
P A RAtencin
AG U AY
BICENTENARIO
a las Mujeres Vctimas de Violencia Intrafamiliar".
Presidencia de la Repblica
del Paraguay
Ficha Tcnica
Manual de Abordaje a la Violencia Domstica Intrafamiliar y de Gnero
Impresin: M y M Industria Gr ca
Primera edicin: Mayo 2011
Esta publicacin fue elaborada en el marco del Proyecto: Consolidacin y Fortalecimiento del Sistema de Aten-
cin a Mujeres Vctimas de Violencia Intrafamiliar, con el apoyo nanciero de la Agencia Espaola de Coopera-
cin Internacional para el Desarrollo (AECID)
El lenguaje que utiliza esta publicacin nombra explcitamente a funcionarios y funcionarias, a beneciarios y bene-
ciarias, con la conviccin de que el lenguaje genrico no es incluyente.
Derechos reservados:
Secretara de la Mujer de la Repblica del Paraguay, (SMPR).
Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo, (AECID).
Asuncin, Agosto 2011
ISBN: 978-99967-639-1-5
Esta publicacin puede ser reproducida total o parcialmente, en cualquier forma o por cualquier medio electrnico,
mecnico, fotocopiado o de otro tipo, siempre y cuando se cite la fuente. Las ideas y opiniones expuestas en este
documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no reejan, necesariamente, la visin ni la opinin de la
Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo, (AECID)
Agradecimientos.
Se agradece especialmente a las consultoras Anglica Roa y Marta Oviedo, cuyos informes de consultora fundamentaron
y establecieron el punto de partida necesario para la construccin de este Manual de Abordaje a la Violencia Domstica,
Intrafamiliar y de Gnero. Al acompaamiento y gua de la Secretara de la Mujer de la Repblica del Paraguay y de la Agencia
Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo. A las enseanzas y aportes de quienes hacen parte del Comit
Interinstitucional para la Atencin Integral a Vctimas de Violencia, y a la energa, sabidura y enseanza de todas las mujeres
que luchan en Paraguay y en el mundo por una vida libre de violencia.
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Prlogo
Sabemos que todas las formas de violencia son graves. La violencia contra la mujer y la
nia, y de manera particular la violencia de gnero, es un fenmeno de enorme complejidad
y de alcance global que amenaza los derechos y la vida de las mujeres en todo el mundo.
Sus caractersticas la apartan del resto de las manifestaciones de violencia interpersonal, ya
que con ella los agresores pretenden perpetuar la relacin de desigualdad entre hombres y
mujeres; de ah la importancia que adquieren el desarrollo y la puesta en prctica de polticas
integrales que incidan sobre las causas que dan lugar a esa desigualdad, y que den respues-
tas preventivas y de proteccin a favor de la mujer y la nia vctima, frente al agresor.
Teniendo presente que la violencia domstica, intrafamiliar y de gnero reclama una res-
puesta especializada para prevenir y actuar en favor de la vctima, hemos pensado en un
documento de consulta que tiene por objeto ayudar a todas las personas que deben realizar
alguna accin dentro del proceso de restablecimiento de los derechos de las personas vcti-
mas.
En nuestras manos est encontrar la mejor forma de garantizar unos resultados ecaces
en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, las nias y las adolescentes como tambin
una ecaz y conjunta respuesta en todo el territorio de la Repblica del Paraguay.
Gloria Rubin
Ministra Secretaria Ejecutiva
Secretara de la Mujer
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Tradicionalmente, tanto en Paraguay como en otros pases del mundo, hemos visto casi como separados a
los Derechos Humanos y la igualdad de gnero. Ms all de que la igualdad sea reconocida como un derecho
humano bsico, la visin de gnero, el ejercicio de establecer un parmetro en las necesidades y violaciones
de derechos especcos de las mujeres, es imprescindible para establecer la correcta dimensin y abordajes
necesarios.
Este manual propone una mirada que entrelaza las particularidades de la mirada de derechos de las mujeres
y el gnero con los Derechos Humanos y la visin amplia de igualdad, sentando las bases para las garantas del
acceso a la justicia de las mujeres, las nias y las adolescentes. Una mirada de Derechos Humanos basada en la
equidad va mucho ms all de la discriminacin e incluye a la igualdad, la dignidad, el respeto y el acceso a los
Derechos Humanos y a la justicia, necesarios para que una persona pueda ejercer sus derechos democrticos.
La perspectiva de derechos para abordar la igualdad se centra en el efecto de todas las formas de discriminacin
y la exclusin de las personas en relacin al ejercicio de sus derechos.
Todas las formas de violencias son graves. Cuando estas formas de violencia de alguna manera se producen
basadas en la discriminacin, lo son ms. Y si ocurren dentro del mbito intrafamiliar son aterrorizantes. Pero
cuando estas formas de violencias son correspondidas, al mismo tiempo, por la violencia institucional de
poderes del Estado que la ignoran, se convierten en un problema social.
POR QU UN MANUAL?
En Paraguay la violencia intrafamiliar se ha convertido en un problema que afecta a la seguridad. Casi el
ochenta por ciento de las llamadas de auxilio que se recibieron en el ao 2009, en el sistema de emergencias
911 de la Polica Nacional correspondan a alguna forma de violencia dentro del hogar, y casi en un noventa por
ciento teniendo a mujeres, nias y nios como vctimas.
Desde el retorno de la democracia, el pas ha diseado propuestas, planes, proyectos y polticas destinadas
a promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, el reconocimiento de los derechos de la
infancia y la lucha contra todas formas de discriminacin. Sin embargo, no fue hasta la creacin de un espacio
comn entre la Secretara de la Mujer, la Secretara de la Niez y la Adolescencia, el Ministerio del Interior, el
Ministerio de Salud Pblica y Bienestar Social y la Corte Suprema de Justicia, que se consolid la determinacin
para responder a la violencia intrafamiliar y domstica de manera ecaz, eciente y coordinada.
PARA QU UN MANUAL?
Este Manual de Abordaje a la Violencia Domstica, Intrafamiliar y de Gnero, repasa las herramientas
mnimas que deben ser consideradas para recorrer la ruta de abordaje a la violencia domstica, intrafamiliar
y de gnero. Recoge las herramientas legales y de procedimientos existentes en la legislacin nacional y en la
costumbre institucional actual.
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ndice
I CONCEPTOS 6
Violencias
Violencia domstica
Violencia intrafamiliar
Violencia de gnero
Feminicidio y femicidio
La violencia contra la mujer
La violencia contra nios - nias y adolescentes
La violencia contra las personas adultas mayores
La violencia contra el personal de servicio: las domsticas, criadas y criados
II RESPONSABILIDADES 10
Rol del Estado
V DESPUS DE LA VIOLENCIA 16
Denuncia y atencin primaria
Medidas de asistencia
Medidas de proteccin urgentes
Exclusin del hogar
Denuncia de abandono de hogar
Prohibicin de acercamiento
Albergue: la familia, la comunidad y el Estado
Recomendaciones: propuestas sobre albergues transitorios o
casas-abrigo para mujeres vctimas de violencia y sus familias.
Hogares de abrigo
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I CONCEPTOS
Violencias
En general, por violencia se entiende cualquier accin u omisin intencional que dae o pueda daar a
una persona. El uso del trmino violencias es relativamente nuevo y como tantos otros se ha acuado como
concepto que describe la situacin en la cual una persona se enfrenta a un cmulo, a una suma de distintas
formas de violencia que lo hacen un todo.
Violencia domstica
Originalmente utilizado por el movimiento de defensa de los derechos de las mujeres, describe el tipo de
violencia que especcamente afecta a una mujer dentro del hogar y por parte de su pareja1.
Actualmente tambin se utiliza como genrico de las distintas formas de violencia que tienen como
caracterstica comn a dos o ms personas en un espacio de convivencia determinado y con una historia comn.
Esta perspectiva pretende ejemplicar la diferencia sustancial que signica el enfrentarse a una situacin de
violencia, cuando ocurre entre dos o ms personas, que no se conocen entre s o que se conocen parcialmente,
y aquella violencia que se produce entre personas que se conocen, que tienen una vida en comn. Este cambio
de paradigma en el abordaje del fenmeno de la violencia es indispensable para comprender el espanto y temor
que envuelve a una persona que convive en un mbito que debera ser acogedor y se encuentra inmersa en una
espiral de violencia de la cual no es fcil salir. Este abordaje supone la justicacin de los cambios legislativos que
ahora reconocen a la violencia domstica como un problema de Derechos Humanos y en donde la intervencin
para combatirla es una responsabilidad del Estado (por medio de sus agentes) y de toda la comunidad.
El que, en el mbito familiar, ejerciera o sometiera habitualmente a violencia fsica o dolores psquicos
considerables sobre otro con quien conviva, ser castigado con pena privativa de libertad de hasta dos
aos o multa
El Cdigo Penal del Paraguay tipica como delito a la violencia familiar. Violencia domstica intrafamiliar
se denomina a toda actividad sistemtica o eventual perjudicial destinadas a la manipulacin y al control de
1
Hoy en da es ms correcto e inclusivo referirse a los hechos como violencia intrafamiliar (pues puede ocurrir dentro, o fuera del
hogar, por parte de un miembro de su familia o pareja) o como violencia de gnero.
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la persona. Puede incluir el abuso fsico, sexual, psicolgico, emocional y verbal. Se reere a cualquier persona
que forme o form parte del grupo familiar, hubiere o no relacin de parentesco. La legislacin en Paraguay,
considerando a las personas protegidas por la Ley 1600/00, reere tambin a los supuestos de parejas no
convivientes, como noviazgos o relaciones sentimentales no formales. Puede incluir el abuso psicolgico,
verbal y emocional, que puede ser tan destructivo como la violencia fsica. Sucede en todos los grupos socio-
econmicos, religiosos, raciales, en relaciones heterosexuales u otras, entre personas de cualquier edad y con
distintas aptitudes fsicas.
Sin desconocer que la violencia domstica intrafamiliar puede ser cometida contra toda persona que hace
parte de un grupo familiar, es trascendentalmente importante reconocer el hecho de que en todos los pases
del mundo la principal vctima es una mujer, una nia o una mujer adolescente. Las estadsticas policiales en
Paraguay reeren a un 95% de vctimas con estas caractersticas.
Violencia de gnero
De todos modos, la vida de las mujeres indgenas, negras, de sectores populares, en el mbito rural, que no
acceden a las nuevas tecnologas, que se encuentran en distintos encierros, no ha variado en la medida que
hubiramos esperado o deseado. Luego de casi 15 aos de la Declaracin de Beijing y la conquista de la Plataforma
de Accin. Asimismo, las mujeres y jvenes de clase media, siguen incluidas en el riesgo de la pobreza, la desaliacin
o la exclusin si se mantienen las divisiones de roles y las divisiones sexuales del trabajo. Tenemos todava muchsimo
por hacer. Carmen Colazo, Colegio de las Amricas, (COLAM) y experta del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo, (PNUD).
El gnero hace referencia a las caractersticas y roles que la sociedad asigna a una persona, hombre o
mujer, asentadas sobre la diferencia biolgica que es el sexo. Dichas caractersticas estn dadas en un tiempo
determinado y varan de una sociedad a otra: por eso se dice que el gnero es el sexo construido socialmente.
La violencia hacia las mujeres ha sido (y sigue siendo en gran medida) un tipo de violencia que no era
considerada como tal, e invisible por lo tanto. La muerte de tantas mujeres en manos de su marido, amante o
compaero; el maltrato, la descalicacin, la cercenacin de su libertad o de sus derechos; la subordinacin de
sus capacidades como ser humano y muchas otras restricciones, han sido parte de una normalidad que merece
ser considerada patolgica.
Cuando decimos violencia de gnero estamos hablando de cualquier accin u omisin intencional que dae
o pueda daar a una persona, basada en los estereotipos sexuales, que es el gnero, y sustentada en la asimetra
y desigualdad que la sociedad construye en torno a la relacin entre hombres y mujeres. Especcamente:
entendemos la violencia de gnero como una relacin de poder entre desiguales que, en general, ejercen los
hombres en contra de mujeres bajo la forma de agresiones verbales, fsicas y sexuales, tanto en los espacios
privados como en los pblicos 2.
Feminicidio y Femicidio
Se entiende por femicidio/feminicidio el asesinato de mujeres por razones asociadas al orden de gnero
imperante y a las relaciones desiguales de poder que de l emanan.
Los feminicidios son crmenes de odio contra las mujeres, crmenes misginos acunados en una enorme
tolerancia social y estatal ante la violencia genrica.
Esa perversidad est alentada por la impunidad, alimentada por psimas investigaciones, averiguaciones
mal integradas, encargados de la persecucin del crimen que son dolosos o misginos y que desatienden las
denuncias de las vctimas, jueces misginos para quienes la vida de las mujeres es secundaria o que muestran
un claro sesgo descalicador y culpabilizador de las mujeres. Al feminicidio contribuyen de manera criminal
el silencio, la omisin, la negligencia y la complicidad (pacto ilcito) de autoridades encargadas de prevenir y
erradicar esos crmenes.
Hay feminicidio cuando el Estado no da garantas a las mujeres y no les crea condiciones de seguridad para
sus vidas en la comunidad, en la casa y en los espacios de trabajo, de trnsito o de esparcimiento. Suceden
los feminicidios cuando las autoridades no realizan con eciencia sus funciones para prevenirlos, evitarlos y
sancionarlos. El ambiente ideolgico y social del machismo y la misoginia alientan estos crmenes3.
2
Ximena Valds (Diciembre 2008). Haciendo Frente a la Violencia de Gnero: Intervenciones desde la Sociedad Civil. Asuncin.
Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM).
3
Marcela Lagarde: http://www.envio.org.ni/articulo/2888
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En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas cre ONU Mujeres, la Entidad de la ONU para la Igualdad de
Gnero y el Empoderamiento de la Mujer.
5
Artculo 1ro de la Convencin de Belm do Par
6
Poltica Nacional de Seguridad Ciudadana. Documento Base. Ministerio del Interior. Paraguay. 2010
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un miembro de su propia familia. Es habitual que los dirigentes familiares o comunitarios impongan a los
nios/as, a una edad temprana, prcticas tradicionales que son perjudiciales. Buena parte de esta violencia
se oculta a puertas cerradas debido a la vergenza o al miedo7. Con la aprobacin de la Convencin de
Derechos de la Niez se rechaza la idea de que la infancia pertenece al mundo puramente natural de las
relaciones privadas no reguladas por el derecho y sometidas a costumbres culturales o dinmicas afectivas
y tutelares, ya sean familiares o extra familiares.
El Cdigo de la Niez y la Adolescencia del Paraguay, Ley 1680/00, seala claramente la obligacin de toda
la sociedad, y subsidiariamente del Estado, de proteger a todo nio, nia o adolescente contra el abandono,
la desnutricin, la violencia, el abuso y la explotacin en cualquiera de sus formas. Esta obligacin incluye
la de denunciar los hechos, a las autoridades cuando se tenga conocimiento de tales hechos punibles. El
mismo Cdigo reconoce el derecho de todo nio, nia, o adolescente a realizar una denuncia, o peticionar
frente al Estado sin necesidad de hacerse acompaar por una persona adulta para hacerlo.
En trminos concretos de proteccin a toda persona menor de dieciocho aos, en el marco de la
perspectiva de igualdad de acceso a la justicia entre mujeres y hombres, esto signica:
Que es obligatorio denunciar toda forma de maltrato, explotacin y violencia hacia un nio, nia o
adolescente, incluyendo el que ocurra en el mbito familiar y de convivencia,
Que se deber considerar tambin a la violencia indirecta que se sufre cuando presencian hechos de
violencia entre personas adultas con las que conviven,
Que un nio, nia o adolescente podr denunciar como vctima de violencia aunque lo sea en forma
indirecta,
Que se debe considerar a la violencia familiar directa o indirecta como posible generadora de otras
situaciones como la huida del hogar, exposicin a la explotacin o a riesgos a su salud, integridad fsica o
de vida,
Que la situacin de calle y la mendicidad podra presumir una forma de violencia familiar en s misma
originada por abandono o desatencin deliberada y que requiere un abordaje integral, y
Que frente a toda situacin de vulneracin de derechos de personas menores de dieciocho aos, se
deber prestar especial atencin en aquellos casos que reeran a nias o adolescentes mujeres.
La violencia contra las personas adultas mayores
Ms del 10 por ciento de la poblacin actual del mundo supera los 60 aos y pertenece al grupo
poblacional del adulto mayor. Aunque a muchos de ellos les cuesta trabajo reconocerlo, son sometidos
a diversas formas de maltrato de manera aislada o reiterada en el hogar, la calle, los centros de salud
y otros lugares. Esta parece ser todava una forma de violencia desconocida e imperceptible en las
sociedades de hoy. Lena Campos 8.
Se considera como adulta mayor a toda persona que haya cumplido sesenta aos de edad. La violencia
al adulto mayor comprende actos contra su integridad fsica, psicolgica, descuido de su nutricin, vestido,
albergue y de sus cuidados mdicos.
Es obligacin de los miembros de la familia asistir y proteger a las personas de la tercera edad que sean
parientes de la misma, en la forma establecida en el Libro I, Titulo II, Captulo XII, del Cdigo Civil. La Constitucin
Nacional expresa claramente la obligacin, de quienes son hijos e hijas, o su familiares garantizar la integridad
fsica y cuidado de sus padres (Artculo 53).
Esta Ley 1885/02 establece la competencia del Juzgado de Paz para interponer medidas de alimentacin
y asistencia ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial por toda persona adulta mayor que
habite el territorio nacional.
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Las mujeres, las nias y las adolescentes son a quienes, tradicional y mayoritariamente se les han asignado
las tareas de trabajo domstico. A pesar de que hay hombres adultos que se dedican puntualmente a tareas de
servicios en hogares de terceros, el nivel de dependencia econmica y la relacin laboral, no los enfrenta tan
frecuentemente a situaciones de maltrato y violencia como a las mujeres, nias y nios.
La violencia contra las personas que realizan distintas formas de trabajo domstico est asociada a factores
de discriminacin en el marco de la pobreza y la marginacin social. En el caso de nios y nias que se dedican
a tareas domsticas o se encuentran bajo la gura de las criadas, esta situacin suele estar agravada por el
abandono o descuido de su formacin escolar. La falta de educacin afecta directamente al conocimiento de
las herramientas legales para exigir el acceso a la justicia y reclamar por sus derechos, incluido el derecho de
denunciar toda forma de violencia.
Todas las personas tienen derecho a denunciar toda forma de maltrato y violencia, en Paraguay, la legislacin
reconoce por medio de la Ley 1600/00 contra la violencia domstica que sean tomadas medidas de proteccin
urgentes, para toda persona que integre el grupo familiar, esto incluye al personal de servicio domstico.
II RESPONSABILIDADES
El reconocimiento social de la violencia contra las mujeres como un problema que no atae solo al mbito
privado, sino a la sociedad en su conjunto, es un hito clave en la consideracin de la violencia contra las mujeres
como una violacin a los Derechos Humanos, as como en el reconocimiento de que sta tiene su base en las
relaciones de gnero presentes en nuestras sociedades.
Toda persona que trabaja como funcionarios o funcionarias del Estado o como agentes responsables de
hacer cumplir las Leyes representan al Estado, y en el ejercicio de esta representacin estn obligados/as a
cumplir con todos y cada uno de los compromisos legales que el Estado asume por medio de la Constitucin
Nacional, los tratados internacionales y la legislacin nacional vigente.
La Violencia contra la Mujer es considerada una violacin a los Derechos Humanos desde la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993 y se explicita claramente en la Declaracin y el Plan
de Accin de Viena. Previamente en 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprob la Convencin
sobre la Eliminacin de Todas las formas de Discriminacin contra la Mujer (CEDAW).
La lucha contra la violencia y el maltrato dirigido especialmente a nios, nias y adolescentes se reconoce
como una obligacin subsidiaria del Estado, y sus agentes, por medio de la Convencin Internacional de los
Derechos del Nio (y la Nia) desde 1989.
Paraguay ratic convenios internacionales por medio de los cuales reconoce que los derechos de
las mujeres y las nias son Derechos Humanos universales consagrados y se compromete a promover y
proteger el pleno disfrute de estos derechos. Todo esto lo reitera posteriormente al incorporar la Convencin
Interamericana (Belm do Par) en el orden jurdico vigente. Estos instrumentos reconocen el derecho
fundamental a una vida libre de violencia, entre las que se encuentran el derecho a la vida, el respeto a la
integridad fsica, psquica y moral, la libertad y la seguridad personal, a no ser sometidas a torturas, tratos
inhumanos y degradantes, a la igualdad ante la ley.
9
Informe de Actividades al Comit de Expertas (CEVI). OEA/Ser.L/II.7.10 MESECVI/CEVI/doc.36/06, 12 de julio de 2006. Pg. 9
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La Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer se basa en el principio
de que todas las mujeres tienen Derechos Humanos. Su objetivo bsico es garantizar la igualdad entre mujeres y
hombres como una obligacin que recae en los Estados, y suprimir todas las leyes, normas y actitudes que fomenten
la desigualdad. La Convencin asume la violencia y la discriminacin contra las mujeres como formas de desigualdad
y exige a los Estados erradicarlas a travs de la Ley en todas sus prcticas institucionales. Cuando el funcionariado
pblico y agentes estatales violan el derecho a la igualdad estn contraviniendo esta responsabilidad del Estado.
La Cumbre Judicial Iberoamericana, dentro del marco de los trabajos de su XIV edicin del ao 2008, ha
considerado necesaria la elaboracin de unas Reglas Bsicas relativas al acceso a la justicia de las personas
que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad. De esta manera, se desarrollan los principios recogidos
en la Carta de Derechos de las Personas ante la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericano (Cancn 2002),
especcamente los que se incluyen en la parte titulada Una justicia que protege a los ms dbiles.
Basado en estos principios, el sistema judicial se debe congurar como un instrumento para la defensa
efectiva de los derechos de las personas en condiciones de vulnerabilidad.
Qu obligaciones tienen
1. Polica Nacional: La funcin principal de la Polica Nacional es la de cumplir y hacer cumplir las Leyes.
Debe responder obligatoriamente a todo pedido de auxilio o situacin de violencia domstica, intrafamiliar o
de gnero que tenga conocimiento e intervenir de ocio.
3. Juzgados de la Niez y Adolescencia: La Corte Suprema de Justicia y los Tribunales, junto a los Juzgados y
Defensoras especializadas creados por el Cdigo de la Niez y la Adolescencia, as como sus auxiliares, atendern
en todas las cuestiones que se relacionen con los derechos del nio/a y del adolescente.
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Su competencia incluye:
Atender todas las acciones relacionadas a las acciones de liacin, el ejercicio, suspensin o prdida de la patria
potestad sobre las/os hijos/as; la designacin o remocin de los tutores; las reclamaciones de ayuda prenatal y
proteccin a la maternidad; los pedidos de jacin de cuota alimentaria y los casos de guarda, abrigo y convivencia,
relacionamiento familiar, medidas de hospitalizacin entre otras,
Podrn solicitar informacin relativa a los casos en los que nios, nias y adolescentes sean vctimas indirectas de
violencia intrafamiliar o violencia de gnero.
4. Los Juzgados Penales de Garantas: Intervienen en todos los casos en los que se solicite la imputacin
de una persona como victimaria en un hecho vinculado a la violencia domstica, intrafamiliar o de gnero. Es
por medio de su intervencin que se reconoce la nica forma posible de desistimiento de una imputacin sin
perjuicio de que pueda ser apelada por los canales jurisdiccionales.
5. Secretara de Gnero de la Corte Suprema de Justicia: Fue creada en el mes de Junio de 2010 y
depende de un miembro de la Corte Suprema de Justicia.
Su competencia incluye:
Promover la incorporacin e institucionalizacin del Derecho Internacional de los Derechos Humanos de
las mujeres en la administracin de justicia,
Identicar las reas y acciones estratgicas para impulsar la igualdad de gnero e igualdad de
oportunidades para todas las personas usuarias del servicio de justicia, y para todas las que sean operadoras
del sistema, colaborando en la creacin de una poltica integral de gnero para el Poder Judicial,
Impulsar procesos de implementacin de la poltica de gnero, proporcionando una plataforma tcnica
a la misma, asesorando en su denicin, y logrando su transversalizacin efectiva en todas las reas de la
actividad institucional.
6. Secretara de la Mujer de la Presidencia de la Repblica del Paraguay: Es la instancia gubernamental
responsable del diseo y de la articulacin de polticas, planes, programas y proyectos que asistan y promuevan
los derechos de las mujeres y el Plan de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres.
Su competencia incluye:
Brindar orientacin a la vctima o a cualquier persona que conoce sobre cualquier hecho de violencia,
Solicitar la intervencin de la Polica Nacional y del Sistema Jurisdiccional ante hechos que pongan en
riesgo la vida o la integridad fsica de las mujeres y nias,
Administrar mecanismos de atencin primaria a mujeres vctimas de violencia y maltrato,
Instalar, supervisar y administrar las casas abrigo y centros regionales de referencia para asistencia y
proteccin a mujeres vctimas de violencia y maltrato y a sus dependientes que la acompaen.
7. Secretara Nacional de la Niez y la Adolescencia: Es la instancia gubernamental responsable de la articulacin
de polticas, planes, programas y proyectos que asistan y promuevan los derechos de nios, nias y adolescentes.
Su competencia incluye:
Brindar orientacin a la nia, nio o adolescente vctima o a cualquier persona que conoce los hechos de
maltrato o violencia,
Solicitar la intervencin de la Polica Nacional y del Sistema Jurisdiccional ante hechos que pongan en
riesgo la vida o la integridad fsica de cualquier persona menor de dieciocho aos,
Instalar y supervisar los albergues de nios, nias y adolescentes en riesgo o vctimas de violencia y malos tratos.
8. Ministerio Pblico (Fiscala): Representa a la sociedad ante los rganos jurisdiccionales para velar por el
respeto y las garantas constitucionales; promueve la accin penal pblica en defensa del patrimonio pblico y
social, del medio ambiente y de otros intereses difusos, y de los derechos de los pueblos indgenas, y ejerce la
accin penal en los casos en que para iniciarla o proseguirla no fuese necesaria instancia de parte.
Su competencia incluye:
Recibir la denuncia verbal o escrita de la vctima o de cualquier persona que conoce los delitos de
accin penal pblica, sin perjuicio de que pueda ser presentada en forma paralela al Juzgado de Paz para el
otorgamiento de una medida de proteccin urgente.
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Recibir la denuncia verbal o escrita de la nia, nio o adolescente vctima o de cualquier persona que
conoce los hechos de accin penal pblica, sin perjuicio de que pueda ser presentada en forma paralela
al Juzgado de Paz para el otorgamiento de una medida de proteccin urgente. Puede dictar medidas de
urgencia, para luego ser raticadas por el Juzgado,
Dirigir el proceso de investigacin preliminar e imputacin para la aplicacin de sanciones a quienes
fueran responsables.
9. El Ministerio de la Defensa Pblica: Es una institucin judicial compuesta por un equipo de profesionales
abogados/as cuyo sueldo es remunerado por el Estado paraguayo para la defensa de las personas de escasos
recursos econmicos, ausentes, incapaces y menores de edad.
Su competencia incluye:
Intervenir en el fuero de la Niez y la Adolescencia, en representacin de las personas beneciarias del
sistema en cuanto se trate del ejercicio de los derechos derivados de la patria potestad y para el rgimen
de relacionamiento judicial de las personas comprendidas en el articulo 95 de la Ley 1.680/01, Cdigo
de la Niez y de la Adolescencia, sin perjuicio de la intervencin necesaria del Defensor de la Niez y la
Adolescencia,
Intervenir de manera necesaria en todos los juicios donde pudiere devenir la interdiccin o inhabilitacin
de una persona. Asimismo, interviene en todos los asuntos judiciales que afecten a las personas incapaces
mayores de edad, incluyendo a las personas adultas mayores, cuando no tengan curador o cuando existan
conictos de intereses entre los mismos,
Ejercer en forma autnoma la directa representacin de las personas incapaces, peticionar las medidas
que hagan a la proteccin de su persona o bienes, en los casos expresamente previstos en la ley, o cuando
aquellas carecieran de asistencia o representacin legal, o resulte necesario suplir la inaccin u oposicin
de sus representantes legales o de las personas que los tuvieren a su cargo por disposicin judicial o de
hecho,
Dirigirse a cualquier persona, autoridad, funcionario/a pblico/a, solicitando informes, u otras
informaciones necesarias para el cumplimiento de sus funciones.
El Ministerio de la Defensa Pblica es parte del Poder Judicial y depende directamente de la Corte Suprema
de Justicia.
10. Ministerio de Salud Pblica y Bienestar Social: : Por intermedio de todos los hospitales, centros y
puestos de salud est obligado a la atencin primaria e inmediata de la salud y a la asistencia a toda persona
que sea vctima de violencia, abusos y malos tratos. De acuerdo a lo establecido en la Ley 1600/00, tendr
adems la responsabilidad de reglamentar y observar el cumplimiento de aquellos procedimientos que sean
necesarios para denunciar y asistir ante aquellos hechos de violencia domstica, intrafamiliar y de gnero de
los que tenga noticia.
El Ministerio de Salud Pblica y Bienestar Social es tambin el rgano estatal encargado de la articulacin
de polticas, planes, programas y proyectos que asistan y promuevan los derechos de las personas adultas
mayores.
A travs de la Direccin de Salud Integral de la Niez y la Adolescencia (DIRSINA), dependiente de la
Direccin General de Programas de Salud, crea en el ao 2010 el Programa Nacional para la prevencin y la
atencin integral a mujeres, nios, nias y adolescentes en situacin de violencia basada en gnero, domstica
e intrafamiliar.
El Programa est dirigido a prevenir situaciones de violencia de gnero y brindar atencin integral a
mujeres, nias, nios y adolescentes en situacin de violencia, para el periodo 2010-2015. Sus objetivos podrn
ser efectivizados en la medida en que todo el Sistema Nacional de Salud logre una articulacin y coordinacin
interna, externa y efectiva, adems de considerar los determinantes de la violencia en la salud.
Es el resultado de una serie de reuniones de trabajo y talleres participativos que el Equipo Tcnico
Multidisciplinario ha mantenido durante los primeros seis meses del ao, conjuntamente con la ONG Base
Educativa y Comunitaria de Apoyo (BECA), la Direccin de Salud Integral de la Niez y la Adolescencia y la
Direccin General de Programas de Salud, resalta un informe remitido por la DIRSINA.
Con la implementacin de este programa se dar cumplimiento a los diversos acuerdos que el pas ha
suscripto a nivel internacional y a las numerosas legislaciones nacionales que garantizan los derechos de
mujeres, nias, nios y adolescentes.
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El Programa Nacional para la prevencin y la atencin integral a mujeres, nios, nias y adolescentes en
situacin de violencia basada en gnero, domstica e intrafamiliar 2010-2015 se enmarca dentro del Plan
Nacional de Promocin en Calidad de Vida y Salud con Equidad en el Paraguay 2008 2013, en el cual se plantea
la salud como un derecho con un enfoque universal, integral, equitativo y con participacin social activa.
El Programa, aprobado mediante la Resolucin 964/10, toma adems como principios fundamentales los
enunciados en la Constitucin Nacional, en el Cdigo Penal, en la Convencin de las Naciones Unidas sobre la
Eliminacin de todas las Formas de Discriminacin contra la Mujer (CEDAW), en la Convencin Interamericana
Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convencin de Beln Do Para), en la Ley
1600/2000 (Contra la Violencia Domstica), en la Convencin de los Derechos del Nio y en la Ley 1.680/01
(Cdigo de la Niez y la Adolescencia). Responsabiliza de la coordinacin interinstitucional a la Direccin General
de Programas de Salud con sus dependencias tcnicas competentes, en el plano nacional, y a las Direcciones de
Regiones Sanitarias en sus respectivas reas de inuencia.
El Programa Nacional para la prevencin y la atencin integral a mujeres, nios, nias y adolescentes en
situacin de violencia basada en gnero, domstica e intrafamiliar es de obligatoria implementacin y aplicacin
a travs de los establecimientos de salud pblicos, privados y mixtos de todo el pas.
A inicios del ao 2011, el Ministerio de Salud Pblica y Bienestar Social, dict la Circular S.G. N 7/2011 que
determina la obligatoriedad de entregar, sin cargo y de manera inmediata, los diagnsticos mdicos relacionados
a denuncias de violencia domstica, intrafamiliar y de gnero en todos los centros de salud del pas.
11. Viceministerio de Justicia y Derechos Humanos: Administra el sistema de proteccin institucional del
Estado, sumada a la responsabilidad subsidiaria de la proteccin y cuidado de la niez y la adolescencia, puede
albergar la posibilidad de que asuma la competencia en la creacin de hogares de abrigo estatales para nios,
nias y adolescentes hurfanos/as, en la proteccin y asistencia de toda persona bajo tutela del Estado.
Por medio del Centro de Atencin a empleadas domsticas se promueven acciones de acceso a la justicia y
la igualdad de las mujeres que trabajan en hogares de terceros en todo el territorio nacional.
13. Consejera Municipal por los Derechos del Nio, Nia y Adolescente (CODENI): Instancia de mbito
municipal, que presta un servicio gratuito y permanente relativo a la proteccin y promocin de derechos de
personas menores de dieciocho aos. Puede ordenar la aplicacin de medidas de proteccin y apoyo cuando
la situacin lo amerite y las que pueden ser ordenadas de manera separada o conjunta, debiendo comunicar
las mismas al Juzgado competente, atendiendo a aquellas que requerirn autorizacin judicial, por medio de
informes con los antecedentes de lo actuado, habilitacin de hogares, instituciones de abrigo.
14. Defensora del Pueblo: Es una Institucin Gubernamental independiente responsable de recibir
e investigar denuncias, quejas y reclamos contra violaciones de los Derechos Humanos y otros hechos que
establecen la Constitucin y las leyes.
En cumplimiento de esta obligacin podr intervenir frente a denuncias de violencia institucional o de
cualquier tipo de acto u omisin que no permita el normal acceso a la justicia de cualquier persona que habite
el territorio nacional, incluyendo aquellas que se reeran a violencia domstica, intrafamiliar y de gnero.
15. Organizaciones de la Sociedad Civil: Instancias independientes que pueden organizarse para
contribuir a formar entornos para la prevencin, combate, asistencia e investigacin acadmica y estadstica de
todas las formas de abuso, violencia y malos tratos del mbito intrafamiliar y de gnero.
Aunque la sociedad civil puede tomar denuncias y realizar actos que promuevan y garanticen el acceso
a la justicia, estas acciones no podrn bajo ninguna circunstancia reemplazar al Estado en su capacidad de
provisin de justicia a travs del poder judicial.
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Machismo: El machismo, se dene como la actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.
Una denicin mas amplia lo dene como el conjunto de actitudes y prcticas aprendidas sexistas humillantes
u ofensivas llevadas a cabo en pro del mantenimiento de ordenes sociales en que las mujeres son sometidas o
discriminadas
Uno de los principales problemas para hacer frente y combatir toda forma de violencia intrafamiliar, en
donde mayoritariamente las vctimas son mujeres, nias, nios y adolescentes, es el hecho de que se conviva
con elementos culturales que minimizan esta problemtica o, escudados en factores tradicionales, la enmarcan
entre actos privados propios del control y sancin ejemplar dentro de la responsabilidad del jefe de hogar.
Las costumbres, la cultura y la religin son algunos de los factores que ms atentan y contribuyen a la
violencia y alimentan la pobreza. Se impide que las mujeres accedan a la educacin, que hagan or su voz, o
puedan tomar decisiones relacionadas con su vida, incluidas las de ser madres.
La discriminacin es uno de los principales factores que alimenta la violencia. La legislacin vigente debera
ser suciente para garantizar el acceso a la justicia de las personas que son vctimas de violencia intrafamiliar.
Sin embargo, la discriminacin fomentada por una cultura patriarcal y machista persiste, pese a la adopcin de
leyes de igualdad.
Pobreza: La pobreza es una situacin o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de
acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades fsicas y psquicas bsicas humanas, que
inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentacin, la vivienda, la
educacin, la asistencia sanitaria entre otras.
Esto inuye para que la victima de violencia domstica, intrafamiliar o de gnero, pueda romper el ciclo de
violencia desde el momento en que estn siendo violentadas por el, o los agresores.
Estos factores de discriminacin mltiple determinan el tipo de violencia que sufren las personas expuestas
a mayores condiciones de vulnerabilidad dentro del sistema intrafamiliar y las exponen a ms violencia, ya sea
por las reducidas posibilidades de denunciarla, o porque es menos probable que pidan ayuda o realicen una
denuncia por no contar con sustento econmico propio.
Apata: La apata es la falta de emocin, motivacin o entusiasmo. Es un trmino psicolgico para un estado
de indiferencia, en el que un individuo no responde a aspectos de la vida emocional, social o fsica. Estos tres
factores son preponderantes en el momento de producirse la violencia domstica, intrafamiliar y de gnero.
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V DESPUS DE LA VIOLENCIA
Denuncia y atencin primaria
Las denuncias por violencia domstica, intrafamiliar y de gnero son de atencin obligatoria del Estado.
Esto signica que para un funcionario/a estatal o agente responsable de hacer cumplir la Ley es imperativa su
intervencin a favor de la persona vctima en todos los casos.
Los casos por violencia domstica, intrafamiliar y de gnero son de denuncia obligatoria para toda persona
que tenga conocimiento. Esto signica que omitir una denuncia de cualquier hecho de violencia intrafamiliar
o de gnero del que se tenga conocimiento puede incurrir en una sancin penal por corresponsabilidad y
omisin de auxilio.
La denuncia se puede realizar por medio del sistema de atencin de denuncias telefnicas 911, en cualquier
Comisara Jurisdiccional o en las de Atencin a Vctimas de Violencia contra la Mujer, Nias, Nios o Adolescentes;
en cualquier Fiscala Barrial o dependencia del Ministerio Pblico, en cualquier Centros de Salud o Juzgados de
Paz, sin necesidad de realizarla en la misma jurisdiccin en la que ocurri el hecho de violencia.
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Las denuncias por violencia domstica, intrafamiliar y de gnero no requieren la asistencia de gestores/as,
abogados/as o profesionales del derecho y puede ser realizada sin ningn tipo de restriccin relativa a la edad, estado
de salud o condicin. Tampoco requiere de un certicado mdico o de cualquier otra ndole que la conrme.
Una denuncia por violencia domstica, intrafamiliar o de gnero debe ser remitida obligatoriamente al
sistema jurisdiccional y no puede ser sometida a mediacin. Toda conciliacin ser posible solamente en la
etapa de intervencin del Juzgado Penal de Garantas.
Cuando el hecho de violencia no sea un hecho aislado y fuera precedido por hechos de violencia anteriores,
se puede considerar el testimonio de la persona vctima como sospecha suciente para que se determine
habitualidad y se inicien las investigaciones preliminares por el delito de violencia familiar. Cuando ocurre un
hecho de violencia domstica, intrafamiliar o de gnero no suele ser un hecho aislado.
Es importante que cualquier registro de intervencin o denuncia recoja la mayor cantidad de datos posibles
de manera que se provea de la informacin necesaria para el proceso de la investigacin preliminar.
Medidas de asistencia
El Estado y la sociedad civil proveen de manera organizada y coordinada medida de asistencia para el
tratamiento de las consecuencias de la violencia domstica, intrafamiliar y de gnero. Estas medidas pueden
estar destinadas al tratamiento de las personas vctimas o victimarias.
Sin perjuicio de que sean tomadas medidas de proteccin urgentes, podrn ser articuladas medidas
de asistencia. Estas medidas, destinadas en su mayora a la atencin de personas vctimas de violencia, son
coordinadas por el Estado.
La atencin especializada que se proporcione en materia de violencia intrafamiliar por cualquier institucin
privada o de la Administracin Pblica, tiene siempre como objetivo la proteccin de las vctimas de la violencia
y la reeducacin respecto de quien la provoque en la familia: todas estas actuaciones, llevadas a cabos en
ausencia de prejuicios sexistas, de patrones estereotipados de comportamiento y de prcticas sociales y
culturales basadas en conceptos de inferioridad o de subordinacin.
La Ley 1600/00 es una ley civil cuyo objetivo es la de ofrecer medidas de proteccin urgentes, por las que
se atribuye al sistema jurisdiccional la funcin de ociosidad y premura en la intervencin para proteger a una
persona integrante del grupo familiar. La interposicin de esta medida de urgencia no limita el accionar del fuero
penal u otra disposicin administrativa. Otras leyes civiles, como el Cdigo de la Niez y la Adolescencia, o la Ley
1885/02 (De personas Adultas Mayores), complementan el sistema de proteccin y asistencia estableciendo la
posibilidad de solicitar este tipo de medidas cautelares en situaciones especcas.
Exclusin del hogar: Medida que podr ser dictada por cualquier Juzgado de Paz por la cual se ordena que la
persona agresora o victimaria de violencia salga de la vivienda familiar por un tiempo determinado. La medida que
ordena la exclusin del hogar presupone el uso de la fuerza pblica si fuera necesario, y el allanamiento de morada
sin restriccin de horario. La exclusin del hogar podr ser otorgada por un/a Agente Fiscal, Defensor o incluso la
CODENI, como medidas extraordinarias ante la ausencia o imposibilidad de contactar a un Juez o Jueza de Paz.
Denuncia de abandono de hogar: El abandono de hogar no existe como delito. Lo que s existe es el
incumplimiento a las obligaciones relativas a la patria potestad para con las/os hijos/as y personas menores
de dieciocho aos que estuvieran bajo la guarda de personas adultas y la obligacin de asistencia o cuidado
de alguna persona declarada incapaz por resolucin judicial, dictaminada por una autoridad competente, o de
una persona adulta mayor. Ante una situacin de abandono del hogar de quien debe cumplir alguna de estas
obligaciones, es recomendable que:
Si no hay personas menores de dieciocho aos involucradas se debe solicitar la intervencin del Juzgado
de Paz para que se puedan determinar eventuales medidas de abrigo, medidas de proteccin que fueran
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necesarias ante el riesgo de violencia, y que se solicite orientacin sobre las medidas legales posibles en
caso de matrimonios, concubinatos y/o divisin de bienes. Esta orientacin tambin puede ser solicitada a
los centros de atencin permanente del Poder Judicial.
Si hay personas menores de dieciocho aos involucradas se debe poner en conocimiento a un Juzgado de
la Niez y la Adolescencia para que se determine el rgimen de relacionamiento, de convivencia, prestacin
alimentaria, permisos o restricciones para viajes al exterior del pas u otras medidas relativas al abrigo o
guarda a terceras personas por la imposibilidad de cuidado y asistencia debida en casos extraordinarios.
Ante el riesgo de cualquier forma de violencia se podr solicitar una medida de proteccin o inclusive la
suspensin de la patria potestad.
Prohibicin de acercamiento: Se entender como prohibicin de acercamiento a la medida que,
solicitada o raticada por un Juez de Paz o Juez Penal de Garantas, sirve para evitar que una persona sindicada
o identicada como victimaria de otra u otras victima/s, pueda estar en contacto, ejercer alguna medida
coercitiva o presin sobre la/s vctima/s.
Hogar transitorio: la familia, la comunidad y el Estado
Si bien la familia se reconoce como el lugar prioritario en donde una persona establece sus vinculos,
ante una situacin de violencia muchas veces es necesario el apoyo y asistencia de la familia extendida, de la
comunidad o subsidiariamente; del Estado.
La prctica demuestra que alejar a la persona vctima de violencia de su entorno puede generar secuelas
muy graves en su desarrollo personal y en su recuperacin de la violencia. Sin embargo, se debe considerar
como una opcin posible que toda vctima de violencia necesite un hogar transitorio, o inclusive una residencia
temporal bajo cuidado y proteccin del/as profesional/es provista por el Estado.
Se considera hogar transitorio al lugar en donde la persona vctima de violencia domstica, intrafamiliar
o de gnero encuentra abrigo inmediato para escapar de la violencia: es el momento previo de asumir la
responsabilidad subsidiaria el Estado. Aunque siempre se recomienda evaluar la posibilidad de que la vctima
mantenga los lazos familiares y de amistades, se debe garantizar la integridad y seguridad fsica de quien es
vctima de violencia y se puede considerar la posibilidad de ser derivada a un centro especializado.
Cuando una persona realiza una denuncia por violencia domstica, intrafamiliar o de gnero ante un/a agente
responsable de hacer cumplir la Ley, o representante del Estado, se deber indagar sobre todas las personas de
su vnculo social y familiar, especialmente cuando son personas menores de dieciocho aos o personas adultas
mayores. Sin embargo, si la persona no lo desea, o el riesgo para su integridad fsica es evidente, se deber
garantizar un sitio alternativo de vida y casa abrigo para enfrentar el inicio de su recuperacin psicosocial frente
a la situacin de violencia a la que estuvo expuesta, y de la cual no puede salir sin ayuda profesional, por la
indefensin aprendida y el ciclo de la violencia.
La experiencia internacional demuestra que el trabajo de convivencia cotidiana en la casa-abrigo y los programas
ofrecidos pueden fortalecer la autonoma de las mujeres, mejorar la autoestima de nios, nias y adolescentes y
romper el ciclo de la violencia. El abordaje del trabajo debe ser integral, sistmico y estructurarse en la perspectiva de
gnero, a n de no caer en respuestas asistencialistas que slo refuerzan la impotencia ante la violencia vivida.
El objetivo nal es mostrar que hay otras formas de convivencia que no se basan en la violencia.
Recomendaciones principales propuestas sobre albergues transitorios o casas -abrigo para mujeres
vctimas de violencia y sus familias.
La demanda excede con creces la oferta de servicios. Probablemente se necesitara por lo menos un
refugio por cada 80.000 habitantes (180.000), que es la norma en algunos pases como Estados Unidos.
Resulta fundamental la adopcin de acuerdos mutuos para el ingreso, la estada y el egreso de las usuarias,
hijos e hijas, dentro de un marco de respeto a la voluntad y a las decisiones de la mujer fomentando la
responsabilidad compartida. Un Acuerdo de convivencia debera normatizar la permanencia en la casa
abrigo. En casos de mujeres con un cuadro inicial de crisis aguda, el tiempo requerido promedio es de dos
meses, de los cuales la primera quincena se dedica mayoritariamente a la contencin emocional.
La poltica del personal de la casa abrigo debera proporcionar capacitacin, con nfasis en una formacin
bsica comn que permita brindar contencin emocional en situaciones de crisis, as como atencin
psicolgica al equipo. Es aconsejable contar con un manual de organizacin y funciones. Una poltica de
recursos humanos efectiva incluye un buen trabajo de capacitacin, contencin y seguimiento permanente
de todos los miembros del personal.
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El principio que debe ser considerado como bsico es la de garantizar la atencin, acogida y reinsercin de
las mujeres solas, con hijos e hijas que hayan sido vctimas de cualquier forma de violencia, asegurando una
proteccin y una asistencia que les permita disfrutar de sus derechos fundamentales y su reinsercin socio-
laboral.
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Asistencialismo
El asistencialismo es la deformacin de la asistencia, obligacin que contraen los gobiernos con la ciudadana
a travs de una Constitucin por la cual se seala el carcter de dignidad de todo ser humano sin distinciones
de ningn tipo.
El asistencialismo crea una clara situacin de dependencia de las personas o grupos que lo reciben, al no
promover la dignidad y el desarrollo de proyectos de vida. La persona crea dependencia de una comodidad
alienante. La imagen clsica que se trae a colacin es que hay que ensear a la persona atendida a manejar la
caa (o sea, a desarrollar sus propias potencialidades), y no brindarle el pescado ya preparado.
Familismo
Se entiende como Familismo la creencia de que todo lo que es positivo para la familia, lo es para la mujer,
que es preferible mantener a la familia unida, aunque el costo sea la violencia, hasta la muerte para la mujer o
cualquier otra persona que hace parte del grupo familiar.
Si una persona es vctima de violencia domstica, intrafamiliar o de gnero toda mediacin est prohibida
y la realizacin de la denuncia es obligatoria. La omisin de auxilio y otras formas de evitar el acceso de una
persona vctima a la justicia estn penadas por Ley.
La paradoja es que las instituciones que deberan garantizar sus derechos, muchas veces los vulneran. El
concepto de violencia institucional es amplio y contempla diversos mbitos que van desde centros de salud
y acogimiento, hasta dependencias policiales, Ministerio Pblico, o Poder Judicial. La violencia institucional
reere a todos aquellos actos u omisiones de cualquier orden de Gobierno, institucin social, religiosa que
discriminen o tengan como n dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los Derechos Humanos de
las mujeres, nios, nias, adolescentes o personas adultas mayores, as como su acceso al disfrute de polticas
pblicas destinadas a prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia.
La violencia institucional tambin puede ser sufrida por cualquier grupo especco determinado a causa de
su caracterstica fsica, social, tnica, religin, opcin poltica, orientacin sexual o gnero.
Pero entre todas las formas de violencia, la relacionada con la violencia institucional no solo se ejerce con la
persona vctima de violencia, sino que se ejerce contra toda la sociedad porque contribuye a la creencia social
de que la problemtica de la violencia no es una preocupacin del Estado.
Toda persona que trabaja como funcionario/a del Estado o como agente responsable de hacer cumplir la
Ley representa al Estado y en el ejercicio de esta representacin est obligado/a a cumplir con todos y cada
uno de los compromisos legales que el Estado asume por medio de la Constitucin Nacional, los Tratados
Internacionales y la legislacin nacional vigente.
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En el marco de la investigacin de un hecho punible todos los actos que reeran a la violencia institucional,
podran ser penados bajo el tipo de frustracin de la persecucin penal, segn el artculo 292 del Cdigo
Penal, con la pena de privacin de libertad por tres aos o con multa.
Las personas que ejercen como periodistas, quienes editan, seleccionan imgenes y los medios de
comunicacin en general pueden contribuir positivamente en el combate a la violencia domstica, intrafamiliar
y de gnero, o revictimizar a las personas que son vctimas generando daos muchas veces irreversibles en el
mbito personal y social.
La falta de criterios unvocos para el abordaje del problema, la discontinuidad en su cobertura, el tratamiento
estereotipado y sexista o sensacionalista, conspiran contra la visibilidad de la problemtica de la violencia
domstica, intrafamiliar y de gnero, y deterioran el rol del periodismo como formador de opinin y contralor
de la funcin pblica.
Siendo una de las tareas de seleccin y jerarquizacin de hechos de la realidad para convertirlos en noticias,
el rol de quien ejerce el periodismo es determinante para inducir pautas de reexin, comportamiento y accin
en la sociedad, por lo que su responsabilidad social es fundamental a la hora de procesar la informacin.
Por iniciativa de la Secretaria de la Mujer de la Presidencia de la Repblica del Paraguay, se cre en el 2010
un Observatorio de Comunicacin y Gnero como espacio de investigacin, anlisis, incidencia, articulacin y
formacin para el trabajo del cambio en el imaginario social que sostiene patrones socio-culturales patriarcales,
que limitan el desarrollo pleno de las mujeres perpetuando el hecho de que mas del 50% de la poblacin viva
en situaciones de discriminacin, abuso, violencia y exclusin.
El primer informe que fue presentado como resultado del trabajo del Observatorio es el estudio Abordaje de la
violencia de gnero contra las mujeres en las piezas periodsticas de diarios10.
Entre sus principales hallazgos se encuentran:
El 90% de las piezas periodsticas que se difunden en los diarios aparecen en la seccin sucesos
(considerando, incluida en este dato la seccin local del diario Popular que, desde la teora de la informacin
y sus medios, puede sustentar que dicha seccin tiene el mismo concepto que sucesos). Este hecho le quita
a la problemtica de la violencia en contra de las mujeres, la posibilidad de un tratamiento serio y profundo
que aporte en su transformacin y superacin.
Al ser el abordaje sensacionalista el ms utilizado para la redaccin de notas sobre violencia de gnero, la
problemtica se convierte en objeto de burla o, en su defecto, las palabras comienzan a perder su sentido y
dejan de llamar la atencin, con lo que se aporta al imaginario social que vuelve a la violencia un elemento
de la cotidianidad, socialmente valorado como comn, natural, tolerado y aceptado por la sociedad.
El tamao de las notas sobre violencia da cuenta tambin de la poca importancia que se le da a la
problemtica: la mayora de las notas son pequeas, con detalles descriptivos sobre el hecho y con poco o
casi ningn anlisis sobre sus causas. Lo encontramos solo en las noticias de gnero educativo que son, como
evidencia el estudio con un abordaje ms completo, ello demuestra una contundente minora (10%).
Si bien los tipos de violencia ms abordados son la violencia fsica y la violencia sexual, llama la atencin la
existencia de unas pocas piezas periodsticas que abordan la violencia psicolgica; este elemento puede ser
un potenciador que abra la discusin de la problemtica de la violencia al incorporar este nuevo elemento,
generalmente invisible para la sociedad en general.
10
El informe completo se encuentra disponible en http://es.scribd.com/doc/30867141/Primer-informe-Violencia-de-genero-en-la-
prensa-escrita-de-Paraguay
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Para la elaboracin de este Manual se han analizado tres experiencias muy distintas entre s, que responden
a la problemtica de la violencia contra las mujeres en el mbito familiar y a la violencia hacia las mujeres por
motivos de gnero.
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La violencia intrafamiliar en la sociedad colombiana es de grandes dimensiones, pero, a la vez, es una de las
realidades que ms esconden las personas maltratadas o que conocen de una situacin de maltrato, sea por
temor a las reacciones del maltratante, por indiferencia o por ignorancia.
REDEPAZ (Red de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y Contra la Guerra) y el proyecto Planeta Paz,
organizaciones no gubernamentales, en conjunto con la dicesis de Duitama, emprendieron una campaa y
un programa en contra del maltrato intrafamiliar, especialmente en el departamento de Boyac, ubicado en el
centro del pas, en los municipios de Duitama y Sogamoso. Este emprendimiento busca, desde el trabajo con
los nios y nias, establecer un cambio cultural hacia toda la comunidad.
Actualmente, este grupo esta conformado por 45 educadores/as de Duitama y 80 de Sogamoso. Una vez
capacitado el personal se inicia un trabajo con los nios y nias, con los que por medio de obras de teatro
muestran esta problemtica y plantean soluciones; con la construccin de juegos didcticos se sensibiliza al
nio a que cada derecho implica un deber y que este derecho debe reclamarse cuando se le vulnera. Se suma a
todo esto la realizacin de actividades ldicas en el tiempo libre.
Terminada la primera fase con los/as nios/as, se inicia la promocin y ejecucin de una Escuela de Padres y
Madres, con el objetivo principal de sensibilizar y formar al pap y a la mam en el buen trato, en el respeto del otro,
en las consecuencias del maltrato fsico y emocional, en la tolerancia y en la resolucin eciente de los conictos,
especialmente los intrafamiliares. Paralelamente, se planea una convivencia por semestre en la que asisten padres,
madres, hijos/as y educadores/as, en las que se busca el refuerzo de los vnculos familiares y se tratan temas como
la superacin personal, el manejo del conicto y algunas cuestiones de carcter poltico y social.
Una dicultad es la falta de autorizacin por parte de las instituciones estatales encargadas del sector
educativo para participar en este tipo de eventos, ya que como no pertenece a un programa de la Secretara de
Educacin, no sirven para autorizar al personal docente su asistencia a estas actividades.
Este ejercicio de prevencin del maltrato ha motivado la participacin de un buen sector de la comunidad
educativa: padres y madres, profesorado y estudiantes. A la vez, la comunidad se ha involucrado, por iniciativa
de Planeta Paz y REDEPAZ, en discusiones de la actualidad social, especialmente la del Departamento, y en ellas
surgen posibles soluciones.
De esta manera, una persona vctima se dirige a una sola ocina pblica en donde encuentra a
representaciones de todas las instancias gubernamentales que necesita para una primera intervencin integral
frente a una situacin de violencia intrafamiliar, de gnero o de maltrato infantil. Como parte de este proceso
de respuesta a una situacin de violencia, adems, se articula un sistema de prevencin y atencin como una
iniciativa a escala local y cuyo objetivo es lograr una intervencin eciente y ecaz para el ejercicio y exigibilidad
de los derechos de las vctimas de violencia intrafamiliar, gnero, maltrato infantil y dems exclusiones sociales
en el Distrito Metropolitano. La iniciativa est a cargo del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, y
11
Para ms informacin sobre el trabajo de Redepaz y sus proyectos, visite: http://www.redepaz.org.co/
12
Para ms informacin sobre la metodologa y detalles de los Centros de Equidad y Justicia en Ecuador, visite: http://www.ayuda-
t.org.ec/index.php?option=com_instituciones&id=101&view=institucion&swc=1&Itemid=55
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Los Centros de Equidad y Justicia (CEJ) fueron creados en el 2003. Son espacios de atencin integral
que tienen como objetivo reparar y garantizar los derechos de la poblacin del Distrito Metropolitano de Quito,
basados en enfoques de gnero, derechos humanos, integralidad en la intervencin, trabajo interdisciplinario,
criterios de territorialidad y trabajo en red.
Esta metodologa, que integra las acciones de atencin primaria con la prevencin participativa junto a la
comunidad, busca contribuir a la construccin de una cultura de paz y participacin ciudadana, mediante una
administracin de justicia desconcentrada con el trabajo interinstitucional coordinado de calidad y calidez.
Los CEJ brindan servicios gratuitos en el rea legal, psicolgica, medicina, trabajo social y de promocin de
derechos, y para ello cuentan con un equipo de profesionales: abogados/as, trabajadoras sociales, psiclogos/
as, mdicos/as y promotores/as de derechos. Cuentan con reas de atencin multidisciplinaria en:
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Para ms informacin puede consultar en el sitio web del Instituto de la Mujer de Espaa, en http://www.inmujer.es/
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VII BIBLIOGRAFA
Amnista Internacional. (1998). Gua de 12 puntos para la formacin y la educacin en Derechos Humanos de los funcionarios
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mujeres. Buenos Aires. Argentina. Amnista Internacional
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Ley N 3440/08 Que modica varias disposiciones de la ley N 1160/97 Cdigo Penal del Paraguay.
Convencin para la eliminacin de todas formas de discriminacin contra la mujer y su Protocolo Facultativo
Convencin internacional de los derechos del nio y sus protocolos facultativos: protocolo facultativo sobre los derechos
del nio relativo a la venta, prostitucin y la utilizacin de nios en la pornografa y el protocolo facultativo sobre la utilizacin
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Convencin sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y su Protocolo Facultativo
100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en condicin de vulnerabilidad
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ANEXO
ELEMENTOS MNIMOS PARA CONSIDERAR EN LA CONSTRUCCIN Y HABILITACIN
DE ALBERGUES/CASAS ABRIGO O REFUGIOS PARA MUJERES VCTIMAS DE
VIOLENCIA DOMESTICA, INTRAFAMILIAR Y DE GNERO
Desde la Secretara de la Mujer de la Presidencia de la Repblica se ha pasado por un proceso de reexin y toma de decisiones sobre qu
elementos sera recomendable tener en cuenta a la hora de enfrentarse a la construccin y el funcionamiento de una casa-abrigo, albergue o
refugio para mujeres vctimas de violencia domestica, intrafamiliar y de gnero.
Este proceso se vio alimentado, adems, por la dinmica de trabajo en torno a la apertura de la primera casa-abrigo Mercedes Sandobal
de Paraguay en noviembre de 2010. Las recomendaciones aqu presentadas estn marcadas por diversas lecturas en torno al tema, por la
experiencia institucional y por las recomendaciones de distintos/as profesionales que han trabajado durante estos ltimos aos, junto con
el equipo de atencin a mujeres vctimas de violencia de la Secretara de la Mujer, en la construccin de un marco conceptual y una ruta
metodolgica de atencin integral.
As, se propone lo que viene a continuacin como sugerencias a tener en cuenta cuando una institucin pblica (nacional, departamental
o local), e incluso una organizacin privada, se plantee la creacin de un espacio de estas caractersticas.
La construccin de una casa-abrigo para mujeres vctimas de violencia domestica, intrafamiliar y de gnero, se da tras el anlisis de un prob-
lema social al que las instituciones deben dar respuesta. La necesidad de contar con un lugar seguro, transitorio, condencial y amigable, para
mujeres vctimas y sus hijas e hijos es la clave para tener en cuenta los elementos que tendrn que verse reejados en la construccin. Hay que
pensar, desde el momento del diseo y elaboracin de los planos de construccin o adecuacin de la casa, en cmo va a funcionar en el futuro ese
espacio, qu objetivos se quieren lograr, y que esto sea lo que marque la pauta para la planicacin del lugar.
Cualquier casa-abrigo o albergue debera aportar en la disolucin del crculo de la violencia que viven las mujeres vctimas de esta
patologa social, a travs del sostenimiento de un espacio que brinde cuidado, proteccin, atencin y afecto a quienes en ella se acogen,
impulsando procesos de autonoma en la toma de decisiones 1.
Como objetivos especcos de estos lugares se plantean los siguientes:
Garantizar un espacio digno y seguro de acogida temporal.
Favorecer la toma de conciencia individual y colectiva con el n de promover la autonoma de las mujeres y la apropiacin de sus
derechos. Paralelamente, apoyar el inicio de un proceso de toma de decisiones y dotar de los instrumentos necesarios para construir una
vida libre de violencia.
Ofrecer atencin integral mediante la satisfaccin de necesidades bsicas y el apoyo desde lo sicolgico, jurdico y social.
Contribuir a la coordinacin interinstitucional y el trabajo en Red, a n de optimizar los recursos destinados a visibilizar, prevenir y
atender este problema.
En este sentido, el modelo de atencin debe darse desde dos mbitos de accin:
1. Desde la institucin y el equipo de atencin.
2. Desde la interrelacin de instituciones pblicas y privadas.
Para aportar en la ruptura del crculo de la violencia, la atencin directa a las mujeres (y sus hijos/as) deber desarrollarse bajo los siguien-
tes parmetros:
El enfoque: toda actuacin se dar en el estricto marco de los derechos humanos y de los derechos especcos de las mujeres. El trabajo
estar guiado por el enfoque de gnero.
Los equipos: Los pensamientos y conductas de las personas que conforman los equipos de atencin no pueden circunscribirse a los
estereotipos de gnero. Es recomendable, por tanto, realizar capacitaciones de actualizacin y contar con espacios de reexin en torno
al funcionamiento de la casa y el proceso de atencin a las mujeres y sus hijos/as.
Los equipos estudiarn los casos pero se abstendrn en todas las situaciones de juzgar o hacer valoraciones morales de la conducta y las
actuaciones de las mujeres.
La salud integral de las personas que forman parte de los equipos es un requisito para su sostenimiento y para garantizar los resultados
esperados: el auto cuidado en los equipos de atencin se plantea como premisa para intentar evitar el sndrome de burn out o desgaste pro-
fesional considerado como fase avanzada del estrs profesional que se da cuando se desequilibran las expectativas en el mbito profesional
y la realidad del trabajo diario.
La atencin a vctimas de violencia deja huellas tanto psquicas como fsicas en los/as profesionales 2. El sndrome de burn out, segn
Maslach y Jackson3 , consta de tres dimensiones:
1
Parte de las recomendaciones que aparecen en este anexo conforman el Marco conceptual y ruta metodolgica para un modelo
de atencin integral a mujeres vctimas y sobrevivientes de la violencia, elaborado por Nidya Pesntez, Sandra Lpez y Alan
Bolt (equipo consultor) junto con el equipo del Servicio de Atencin a las Mujeres (SEDAMUR) de la Secretara de la Mujer de la
Presidencia de la Repblica (Proyecto Consolidacin y Fortalecimiento del Sistema de Atencin a Mujeres Vctimas de Violencia
Intrafamiliar, SMPR/AECID).
2
Cartagena Pastor, Juan Manuel. (2006). Quito, Ecuador. La entrevista a la vctima: sndrome de burn out. Seminario Mujer y
Justicia.
3
MASLACH, C.; JACKSON, S. (1981). The Measurement of Experienced Burnout. Journal of Occupational Behavior (2): 99-113
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1. El agotamiento emocional, es tanto el cansancio fsico como el psicolgico que se maniesta como la sensacin de falta de recursos
emocionales, y el sentimiento que embarga al personal de atencin de que nada puede ofrecer a otras personas a nivel afectivo.
2. La despersonalizacin, es lo que se conoce como actitudes consideradas deshumanizadas, aisladas, negativas y fras, que tiene el/la
profesional no slo con las usuarias/os sino con sus propios compaeros/as de equipo.
3. La baja autoestima, conocida tambin como falta de realizacin personal en el trabajo, se genera cuando el/la profesional siente que no
logra aportar en las tareas habituales que estn a su cargo, presentndose un rechazo hacia s mismo/a.
Por todo esto, y para garantizar una atencin especializada e integral a las vctimas de violencia, se estima necesario contar con un pro-
grama de auto cuidado para el personal de atencin. Adems, se potenciarn las alianzas estratgicas: se fortalecer el trabajo en red para
garantizar la integralidad de la atencin y la autonoma de las mujeres, con la premisa de que una sola institucin no cuenta con la capacidad
de resolver todos los mbitos que hay que atender: socio-econmico, legal, emocional, fsico
La convivencia: como ya se indic, la casa no es un espacio de control, sino de apoyo multidisciplinario. La convivencia estar marcada
por acuerdos conjuntos en los que el aporte del equipo de atencin partir de la capacidad de empata con las compaeras que se acogen.
Para ello, el equipo debera preguntarse: Cmo me gustara que fuera la casa si yo tuviera que recurrir a ella? Qu me gustara encontrar?
Los acuerdos que se debern establecer y que la usuaria rmar a la entrada de la casa sern una carta-compromiso y un acuerdo de
convivencia, que recoger todas aquellas cuestiones que hacen que el da a da en una casa en donde permanecen varias personas sea lo
ms agradable posible. Por ejemplo, en este acuerdo grupal estarn jados los horarios de comidas, los horarios de descanso y el uso de las
instalaciones colectivas y privadas.
La casa ser un espacio de construccin de nuevos parmetros de convivencia, intentando evitar relaciones agresivas, de subordinacin,
etc. en las que las usuarias puedan identicar los mismos patrones de los que intentan escapar.
Buena parte de las mujeres que se acogern en la casa llegarn con sus hijas e hijos, por lo que debe garantizarse una metodologa de
atencin y acompaamiento dirigida a ellos/as. Esta metodologa deber considerar los mismos aspectos conceptuales de ruptura de las
relaciones de violencia, de estereotipos de gnero, etc. que se trabajarn con las mujeres.
Cuando se construye un albergue se debe pensar en las instalaciones fsicas como un espacio alegre y acogedor (con plantas y colores
agradables, por ejemplo), digno y saludable, teniendo en cuenta las funciones que debe cumplir, los servicios que se quieren ofrecer y todos
los elementos interrelacionados.
La casa no se debe proyectar como un espacio de internamiento de las mujeres: es un espacio de acogida que garantiza el cuidado y la
proteccin, pero no de control sino de apoyo multidisciplinario. Esto debera marcar la construccin o adecuacin del lugar, garantizando la
seguridad para las personas que van a vivir all transitoriamente, debiendo ser un espacio pensado para que ellas (y sus hijos/as) se sientan
seguras, pero no para que estn aisladas.
Como requisito especco para la adecuacin o construccin, en general, se debe poder visualizar la diversidad de personas que pueden
habitar o trabajar en ese lugar, teniendo en cuenta cmo afectar esto al propio espacio: por ejemplo, podra haber personas con capacidades
diferentes entre las usuarias del servicio, por lo que se deben planicar construcciones sin barreras arquitectnicas. Igualmente, a pesar de que
las instalaciones estn pensadas para mujeres vctimas de violencia, sus hijas e hijos pueden ser parte de las personas que accedan a la casa,
por lo que deber garantizarse su intimidad, por ejemplo, habilitando baos para los varones.
Este ejercicio de proyeccin resulta bsico antes de ponerse efectivamente a adecuar o construir una casa-abrigo. En este sentido, sera
igualmente importante pensar en criterios de acercamiento o adecuacin de los espacios para que las mujeres puedan sentir el espacio amiga-
ble, no slo en las cuestiones habitacionales, sino en cuanto al diseo de los espacios, por ejemplo, por sus distintos modelos de socializacin
(teniendo en cuenta que los recursos suelen ser limitados y que las casas-abrigos son espacios donde conuyen personas de distintos orgenes
y procedencias).
Requisitos de habitabilidad
Para garantizar la dignidad de las usuarias, se instalarn en el albergue slo la cantidad de personas a las cuales se pueda proveer de espa-
cio para dormir, desplazarse, recrearse, preparar y tomar sus alimentos, y adems se administrar adecuadamente la asistencia que reciban.
Los albergues debern satisfacer requisitos mnimos de habitabilidad, que incluyan espacios especcos en un entorno seguro, pro-
tegido y acogedor, por lo menos con las siguientes instalaciones:
Un cuarto por grupo familiar (idealmente, si no puede ser uno por cada dos)
Un cuarto para personal nocturno.
Un espacio para la convivencia.
Un espacio para talleres, sesiones de trabajo
Un espacio para el trabajo con nios y nias.
Un espacio para atencin individual.
Al menos dos ocinas.
Una cocina.
Un comedor.
Un bao por cada dos grupos familiares.
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Un patio.
Un espacio para lavado y tendido.
Una despensa para alimentos.
Una bodega para materiales y equipamiento.
Aspectos urbansticos
La casa abrigo debe estar ubicada en una zona de baja vulnerabilidad, protegida de amenazas que pongan en peligro la seguridad de las
usuarias y del personal profesional, as como la de la poblacin de alrededor.
En la medida de lo posible, se tender a que el lugar pase desapercibido, intentando que sea una construccin acorde con las del entorno
sin ningn elemento como carteles o sealizacin.
Se debe disponer de servicios de agua y saneamiento, as como de instalaciones sociales cercanas como centros de salud y escuelas a las
cules se pueda acceder de forma segura. Cada persona necesita al da, como promedio, por lo menos 15 litros de agua para beber, cocinar y
para garantizar la higiene personal. Este requisito debe ser considerado a la hora de pensar dnde establecer una casa abrigo.
Si no se cuenta con una infraestructura y hace falta construirla, se utilizarn materiales y diseos acordes a los factores climticos, cultura-
les y socialmente dignos y aceptables para la poblacin. En el diseo se garantizar que haya iluminacin y ventilacin natural y que los mate-
riales no daen a la salud, ni pongan en riesgo la vida, el medio ambiente y que permitan un control adecuado de los vectores sanitarios.
Igualmente, se buscar un lugar en el que la infraestructura de transporte proporcione acceso al albergue, tanto para el movimiento de
personas como para la provisin de servicios.
En el lugar donde se ubique el albergue, se mantendrn rboles, y fomentar la vegetacin y construccin de huertas y espacios de
sombra (no slo por garantizar un ambiente saludable sino porque el contacto con la tierra y las plantas ayuda en el proceso de recuperacin
de las personas que han sufrido violencia 4).
Los caminos de acceso y circulacin desde, hacia y dentro de la casa deben permitir una adecuada seguridad personal y proteccin
climtica.
En lo posible, se garantizar la accesibilidad a personas con discapacidad motora, personas adultas mayores e infantes, evitando escalo-
nes y desniveles. Se asignar espacio especial en planta baja (en caso de contar con ms de una planta) para personas que tengan movilidad
reducida.
La provisin de artculos de primera necesidad viene a completar la asistencia y proteccin que se brinda a las personas afectadas. La casa
debe contar con prendas de vestir, elementos bsicos de higiene (cepillo de dientes, toallitas higinicas, jabn), ropas de cama y mantas
que satisfagan las necesidades ms personales y el mantenimiento de la salud. Es necesario contemplar productos y suministros bsicos que
permitan a las personas acogidas atender sus necesidades en materia de higiene personal en condiciones de dignidad.
Igualmente, se tendrn en cuenta cuestiones especcas: por ejemplo, si en la zona hay pocas en las cules hay mosquitos, se proporcio-
narn los elementos oportunos para reducir la propagacin de enfermedades.
Abrigo
Las personas albergadas contarn, por lo menos, con dos conjuntos completos de ropa de la talla correcta y de un tipo apropiado para
su cultura, estacin del ao y clima.
Bebs, nios y nias de hasta dos aos dispondrn de ropa adicional.
Todas las personas tendrn acceso a un juego de ropa de cama.
Las personas, segn sus necesidades podrn contar con ropa de vestir y de cama adicional.
** Alguno de los albergues o casas de abrigo de Brasil, Argentina o Ecuador, visitadas por el equipo tcnico de SEDAMUR de la Secretara
de la Mujer de la Presidencia de la Repblica de Paraguay, cuentan en su infraestructura con un cuarto en donde se almacenan ropas de
distintas tallas y donaciones de elementos de higiene. A su vez, cuentan con algunas ropas especcas como trajes de vestir, sacos, etc. que
puedan utilizar las usuarias, por ejemplo, a la hora de ir a una entrevista de trabajo.
Alimentacin
El equipo de trabajo de la casa abrigo deber programar una alimentacin adecuada al lugar y a la poca del ao en la que se est, in-
tentando utilizar productos autctonos. Una alimentacin equilibrada, en la que abunden frutas y verduras, nutren al cuerpo de los minerales
y aminocidos necesarios que ayudan a superar estados de estrs, ansiedad y/o depresin causados por la violencia.
La alimentacin, por otro lado, puede ser un elemento en torno al que trabajar procesos de socializacin diferente: preparar mens
semanales entre el equipo de la casa y las mujeres acogidas, preparar las comidas en grupo cuando sea posible o compartir recetas, son
elementos simples que ayudan en la apertura de las mujeres con el equipo y entre ellas mismas y generan espacios de conanza, necesarios
para la recuperacin.
4
Bolt, Alan. 2010. La violencia y sus consecuencias en el funcionamiento del cerebro, en Marco conceptual y ruta metodolgica
para un modelo de atencin integral a mujeres vctimas y sobrevivientes de la violencia. Secretara de la Mujer de la Presidencia
de la Repblica de Paraguay (Proyecto Consolidacin y Fortalecimiento del Sistema de Atencin a Mujeres Vctimas de Violencia
Intrafamiliar, SMPR/AECID).
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1. Cuidado: se entiende como garanta del bienestar material (que incide en el bienestar general), esto es: alimentacin, vivienda y
vestido en condiciones de dignidad.
Una alimentacin nutritiva y equilibrada, un lugar limpio y aseado, habitaciones cmodas, espacios para dejar los objetos personales y es-
pacios comunes agradables forman parte de este componente. El mismo estar garantizado por el equipo de la casa, pero tambin ser com-
partido por las propias personas que se acojan en ella, participando de las actividades de limpieza, orden, etc. propias de un espacio comn.
Desde el equipo de la casa se enfatizar este componente para que las compaeras albergadas y sus hijos/as cuenten con hbitos de
higiene que contribuyan a la salud emocional y fsica, as como al bienestar colectivo.
2. Proteccin: la casa abrigo debe resultar un espacio seguro en el que tanto las compaeras acogidas como el equipo puedan desarrollar
sus actividades sin temores y en libertad.
La garanta de la proteccin tiene que ver con elementos fsicos de seguridad pero tambin con la percepcin de las personas de la casa
ante situaciones complejas que se puedan dar en la convivencia. Una resolucin de los posibles conictos que se den en la casa con herramien-
tas de dilogo y consenso facilita la percepcin de la seguridad y de la proteccin que se tenga en la casa.
Por otra parte, un factor bsico de la proteccin es la condencialidad, es decir, la garanta de que aquellas expresiones, conductas y
actividades que desarrollen las mujeres no sern divulgadas fuera de la casa, as como tampoco sern motivo de conversaciones particulares
entre el equipo. La condencialidad pasa por no divulgar la direccin de la casa, as como tampoco los nombres ni las caractersticas de las
personas all acogidas. En el acuerdo de convivencia y en la carta de compromiso que asumen las personas que deciden acceder a este servicio
debern quedar plasmadas estas cuestiones.
Por ltimo, se propone que la sororidad sea un elemento constitutivo de proteccin, que debe desarrollarse y acrecentarse en el interior
de la casa. Sororidad, como la dene Marcela Lagarde 5, es un pacto entre mujeres que se reconocen como interlocutoras, sin jerarquas, en
el sentido de equivalencia humana (igual valor entre todas las personas). La sororidad tiene un principio de reciprocidad que potencia la
diversidad. Implica compartir recursos, tareas, acciones, xitos. Reconocer la igual vala est basado en reconocer la condicin humana de
todas, desde una conceptualizacin terica de lo que signica. Otro aporte de la sororidad es dar a conocer las aportaciones de las mujeres
para construir la valoracin no slo de la condicin humana sino de sus hechos. La cosa no es cmo nos queremos; la clave est en que nos
respetemos, algo difcil porque no estamos educadas en el respeto a las mujeres.
Para hacer esto posible, el equipo de trabajo debera marcar una pauta de convivencia que posibilite esta conducta y esta forma de rela-
cionarse de igual a igual, ms all del papel que toca a cada cual representar en el espacio comn que es la casa.
3. Atencin: Desde el momento de acogida a las mujeres que lleguen a la casa hasta que egresen de la misma (incluso a posteriori si as
se plantea), el trabajo en las diferentes reas debe conformar una carpeta personal donde se registre el apoyo integral y fundamentado en
programas individualizados establecidos a partir de un diagnstico que incluya:
Una evaluacin fsica y psicolgica de la mujer, realizada a su ingreso.
Informacin sobre redes sociales con las que cuentan, diferenciando aquellas que han aportado en el mantenimiento de la violencia (no
es lo mismo que la mujer pueda acudir a casa de un familiar que la va a ayudar a superar esta situacin que acudir a casa de una persona
que ha estado promoviendo la aceptacin de esta situacin de violencia).
Identicacin de los factores que le hicieron tomar la decisin de abandonar la violencia: est preparada o encaminada para iniciar un
proceso o solamente busca un tiempo para que el agresor reexione y cambie? De la identicacin de este factor se podr denir el tipo
de abordaje que se har para que la persona tenga posibilidades de visualizar que puede salir del crculo de la violencia.
A partir del diagnstico, el equipo tendr que construir un Plan de Egreso o Plan de Vida con cada mujer acogida, con metas concretas
que representen logros que se van consiguiendo como parte del proceso de recuperacin de la autoestima. La irregularidad en los tiempos
de permanencia de las mujeres acogidas y la diversidad de su problemtica exige que el trabajo de atencin responda a las necesidades
individuales, de tal manera que, si bien el equipo construye una propuesta con pasos metodolgicos concretos, se deber tener la exibilidad
suciente para que el equipo se adapte con el objetivo de responder a dichas diferencias.
Toda esta informacin deber conformar el expediente o carpeta personal de cada usuaria.
De acuerdo a la experiencia de distintos albergues, refugios y casas abrigo para personas vctimas de violencia, se recomienda la inclusin
de las siguientes reas de intervencin bsica:
A. La salud integral
Atencin psicolgica: individual y colectiva.
Las actividades cotidianas en el albergue deben ser teraputicas, creando espacios adecuados para poder pensar, denir, compartir sen-
timientos y creencias, y tomar decisiones.
Debe contemplarse un espacio privado para la terapia y un espacio grupal estructurado. En este rea de intervencin conuyen los
trabajos del personal especializado en psicologa y los/as trabajadores/as sociales, que como equipo programarn el proceso individual y el co-
5
Lagarde, Marcela. (Sestao, 2009) La poltica feminista de la sororidad, en http://www.nodo50.org/mujeresred/spip.
php?article1771
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BICENTENARIO del Paraguay
lectivo, planteando un plan de trabajo personal y un plan de actividades general para las personas que se encuentran en la casa. Se consideran
tcnicas privilegiadas en este rea (no slo para los nios/as, sino tambin para las personas adultas) el juego, el dibujo, los cuentos y las drama-
tizaciones para elaborar sus angustias, daos y sufrimientos, el trabajo con las manos y el contacto con la tierra, la danza y el baile, elementos
que posibilitan reorganizar nuestras conexiones cerebrales daadas por las situaciones de violencia y recuperar su funcionamiento.
Se recomienda que la msica que se utilice y se escuche en la casa sea msica sin letras que evoquen patrones culturales como el amor
eterno de las novelas, o las que hablan del sufrimiento como sinnimo de amor; tampoco canciones cuyas letras sean directamente promo-
toras de la violencia.
Igualmente se pueden utilizar pelculas u otros soportes que nos permitan hablar y reexionar en grupo, pero sern escogidas por el equipo
con la intencin de que no sean ni violentas ni profundicen en los estereotipos de gnero que se quieren romper con el trabajo en la casa.
Al igual que se intentar que las mujeres que cuentan con un trabajo sigan con su rutina garantizando en todo momento su seguridad,
o que los nios/as acudan a la escuela, el plan de actividades semanal deber incorporar algunas actividades fuera de la casa optimizando la
relacin institucional con otras organizaciones que ofrezcan alternativas que puedan contribuir al proceso de recuperacin de las personas
albergadas.
Atencin mdica
Una necesidad imperiosa es garantizar la atencin mdica de la mujer y sus hijos e hijas, a travs de un servicio de salud interno del refugio
o mediante el acceso a los servicios comunitarios.
El personal profesional de esta rea deber prestar apoyo para la denicin de la situacin jurdica de las mujeres acogidas, as como la de
sus hijos/as, e instrumentar y fortalecer la capacidad de las mujeres para acceder a los recursos y mecanismos institucionales para la defensa
de sus derechos, adems de atender los casos individuales.
C. La asistencia/trabajo social
Este rea se asienta efectivamente en la recuperacin y el fortalecimiento de las redes sociales, incorporando a las mismas a las institucio-
nes y organizaciones que pueden ofrecer algn servicio que aporte en la ruptura de la violencia y en la reconstruccin de la vida de las mujeres
y de sus hijos/as.
En algunos lugares existen dos reas separadas entre un/a asistente social, que es la persona que analiza la situacin de la usuaria y le
ofrece informacin sobre todos los recursos disponibles para mejorar su situacin y un/a trabajadora social, que apoya desde la propia prctica
la realizacin de determinadas actividades.
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Ms all de esto, lo que se plantean como premisas de trabajo de este rea estn las siguientes:
Facilitar la coordinacin interinstitucional (e interdisciplinaria) para apoyar el trabajo de las dems reas: salud, legal, psicolgica y
otras.
Generar espacios de capacitacin tcnica y de insercin laboral, e informar de la existencia de programas que permitan a la mujer salir
de la casa (vivienda, trabajo, acceso a formacin profesional, formacin para el autoempleo, etc.).
Fortalecer habilidades sociales y personales hacia el empoderamiento.
Garantizar la educacin y recreacin para los nios/as y adolescentes.
Elaborar, junto con el resto del equipo pertinente, planes de actividades para realizar dentro y fuera de la casa dependiendo de las
usuarias que haya en cada momento en la casa.
Elaborar, junto con el resto del equipo pertinente, el Plan de Egreso para la mujer y, en su caso, los hijos/as, con metas a conseguir para
poder ir recuperando su vida fuera de la casa.
Establecer un programa de seguimiento, posterior al paso por la casa, para que la mujer construya su proyecto personal tal y como ella
lo decida. Puede consistir en visitas recprocas, llamadas, asistencia a reuniones preestablecidas, etc., y debe extenderse hasta un periodo
determinado despus del egreso. No debera tener un carcter ni de supervisin ni de scalizacin ni de control. Ms bien se trata de
un apoyo solidario que prolonga los vnculos y las relaciones de conanza iniciadas durante la estada en la casa. Destacar la importancia
del apoyo para la reubicacin geogrca distante. Para ello se puede solicitar auxilio de instancias que puedan asumir el seguimiento
dentro de las condiciones nacionales.
Sistematizar los casos.
Las tareas mnimas del refugio no deben limitarse a estas reas de intervencin bsica se debern considerar adems los siguientes
puntos:
Apoyo administrativo y logstico.
La organizacin del funcionamiento interno (asignacin de roles, listado de necesidades, registro de salidas, canalizacin de emergen
cias, contacto del equipo, acompaamientos, apoyo a horarios nocturnos, etc.).
La labor secretarial y contable.
El abastecimiento.
El mantenimiento y la organizacin de la limpieza y las comidas de la casa.
La seguridad.
Todas las personas que conforman el equipo de profesionales de la casa debern aportar en la consecucin de los puntos anteriores,
remitiendo informacin a las personas designadas para estas tareas, entendiendo la casa como una casa comn y no un lugar en donde unas
personas trabajan para las otras.
Las labores de mantenimiento, limpieza y comidas son propicias para coordinarlas como labores comunes de las personas que estn en la
casa como parte del proceso de empoderamiento y terapia. En los mismos, en la medida de lo posible, participar el equipo de profesionales
apostando por la ruptura de imaginarios de subordinacin, por ejemplo, limpiando sus espacios de trabajo o compartiendo las comidas con
las personas albergadas.
Normas y procedimientos
Las casas abrigo deberan tener las normas (acuerdos de convivencia) y procedimientos bsicos establecidos a continuacin, como mni-
mos fundamentales hasta contar con una metodologa propia trabajada como proceso del propio equipo de profesionales y con un manual
de funcionamiento claro de la casa:
Se contar con unos requisitos de ingreso a la casa claros, manejados por las profesionales bajo el protocolo de admisin acordado.
Las mujeres accedern a la casa despus de un anlisis de riesgo, siendo prioritario el acceso al servicio de aquellas en situacin de
violencia crtica.
Las mujeres que presenten problemas de adiccin severa o problemas psiquitricos graves que puedan perjudicar la convivencia del
grupo, deben canalizarse hacia las instancias pertinentes.
En el caso de los hijos varones, existe admisin inmediata para los menores de 14 aos, previa entrevista de evaluacin de riesgo por
parte del equipo tcnico.
Al llegar a la casa, las mujeres y sus hijos/as sern atendidos por una persona designada para ello, ofrecindoles la bienvenida e infor-
mndoles sobre los acuerdos de convivencia establecidos para permanecer en la casa, y sobre el funcionamiento, alcance del programa
y actividades a las que la mujer y los nios y nias deben incorporarse.
Las mujeres que accedan a quedarse en la casa rmarn una carta/acuerdo de atencin voluntaria.
La permanencia promedio en los refugios debe estar claramente expresada con una cantidad mnima y una cantidad mxima de tiempo.
Las mujeres que accedan a la casa deben ser informadas de que se trata de un lugar transitorio y que el equipo va a trabajar con ella y con
sus hijas/os para que puedan hacer su vida fuera de la casa lo antes posible. En caso de que existan condiciones especcas que planteen la
necesidad de extender el plazo de permanencia de una mujer en la casa, el equipo justicar las mismas.
Segn la sistematizacin6 de un taller que hizo el BID sobre la experiencia de 18 albergues en el ao 2000, la permanencia promedio en
los refugios representados era de hasta 60 das y la mxima de 90 das.
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Igualmente, entre los factores determinantes del periodo de permanencia y del egreso se mencionan los siguientes:
Evaluacin por parte del equipo tcnico de las necesidades de la mujer y su familia, as como de su capacidad de reinsercin social y la
fortaleza de su red familiar y comunitaria.
Evolucin del plan de egreso segn fue concebido en la entrevista inicial y durante la evolucin del proceso de recuperacin.
Dictamen de medidas legales por parte de las instancias judiciales y evolucin del proceso judicial, as como de las aplicaciones legales.
El equipo tcnico puede reformular el plan de egreso y con ello modicar el periodo de permanencia conforme a su evaluacin de las
necesidades.
Todas las personas que conozcan o se alojen en la casa, deben tener claro desde el primer momento de que la condencialidad de la
ubicacin de la misma es una condicin que no se puede romper. Pese a que es difcil que las personas que habitan alrededor no conozcan de
qu se trata el lugar, hay que intentar preservarlo lo mximo posible.
Cuando las personas llegan a la casa, la profesional que da la bienvenida deber dejar clara esta premisa y lograr el compromiso de las
usuarias y sus hijos/as. En algunas ocasiones incluso se restringen las llamadas y se prohben las visitas para preservar no slo la seguridad de
la mujer sino de todas las personas que habitan y trabajan en la casa.
Como no se trata de aislar a las mujeres ni a sus hijos/as, en la medida de lo posible se estudiarn las visitas propuestas caso por caso,
analizando si las personas forman parte del crculo familiar y/o cercano que ha permitido la situacin de violencia. En el caso de darse estas
visitas, se intentar por todos los medios que sean fuera de la casa, y en compaa de alguna persona del equipo profesional.
En cualquier caso, la casa necesita tener tanto medidas de seguridad interna (que se extienden a las salidas necesarias de las usuarias
cuando requieren acompaamiento de personal para realizar gestiones) como vecinales y comunales, y contar con guardias permanentes o
convenios policiales.
Dado que la violencia de gnero es un problema causado por la conuencia de diversos factores, la prevencin, atencin y respuesta debe
estar abordada por distintas reas profesionales interrelacionadas que trabajen de la manera ms coordinada posible para no re-victimizar ni
alargar innecesariamente el proceso.
La ruta de atencin a las vctimas de violencia domestica, intrafamiliar y de gnero, marca qu le compete a cada institucin pblica en
la materia. Ms all de que se siga esa ruta con las personas acogidas, desde la casa se potenciarn al mximo las redes institucionales, sociales
o comunitarias. El equipo de profesionales de la casa deber mantener actualizada su base de datos de recursos, programas, instituciones y
contactos que puedan ofrecer algn tipo de ayuda, asistencia, trabajo, etc. a las mujeres y los hijos/as.
Al habilitarse la casa o albergue como servicio, la institucin y personas responsables de la misma debern ponerse en contacto con las
dems instituciones (pblicas o privadas) que deben atender o que ofrecen servicios a las vctimas, para que se incluya a la misma como parte
de la ruta de atencin y para poder denir criterios de referencia y contrarreferencia.
Para la referencia se recomienda utilizar una cha o formulario especco, al cual se le debera adjuntar un informe de situacin. Sera
idneo que entre las organizaciones remitentes se compartan criterios de riesgo, remisiones y egreso.
Como ya se ha mencionado, las/os profesionales de la casa trabajarn los primeros das con las mujeres, en un Plan de Vida o Plan de
Egreso que dena los objetivos a alcanzar y marque las pautas a trabajar para su consecucin.
Este Plan ser acompaado por las/os profesionales, monitoreando peridicamente la evolucin y los problemas que puedan surgir para
conseguir las metas planteadas, con el n de buscar soluciones alternativas si es que se necesita.
Para hacer este monitoreo, se utilizarn las herramientas establecidas en cada caso, como entrevistas, chas de registro de informacin,
informes de seguimiento que irn completando el expediente o carpeta personal.
Aunque en los criterios generales para la habilitacin de una casa abrigo ya se han mencionado algunas lneas fundamentales a tener en
cuenta, como el trabajo bajo el enfoque de derechos humanos y con perspectiva de gnero por todas las personas en la casa, en esta parte se de-
tallan aspectos especcos a tener en cuenta como poltica para seleccionar al personal que atender y acompaar a las mujeres y sus hijos/as.
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La poltica de recursos humanos requiere ejes de accin fundamentales, as como la denicin del perl bsico y de las necesidades
del personal:
Se requiere tanto de un equipo profesional interdisciplinario como personal de apoyo.
Se recomienda ofrecer capacitacin a todas las personas empleadas para poder brindar contencin emocional y seguridad en situa-
ciones de crisis.
Tambin es necesario contar con un programa de auto-cuidado para el equipo de profesionales que acompaa en la casa, con la inten-
cin de cuidar la salud de las personas que trabajan en el equipo. Si no se cuida a los/as profesionales, difcilmente se va a poder ofrecer
un servicio de calidad y con calidez como el que se necesita en esta situacin.
El personal mnimo necesario incluye: una persona que haga las funciones de coordinacin de la casa, una persona que organice la
alimentacin y la logstica relacionada con esta actividad y con la limpieza de la casa, una trabajadora social/asistente social, una abogada,
una psicloga. Adems, es recomendable contar con personal mdico que pueda asistir a la casa en caso de emergencia, y con personal
de seguridad durante los 7 das de la semana y las 24 horas del da.
En el manual de funciones de la casa abrigo/albergue o refugio deben establecerse claramente los requisitos mnimos y las funciones de
casa persona para asegurar el cumplimiento de los objetivos y facilitar el seguimiento para evaluar las metas establecidas.
Las casas deben garantizar un proceso de capacitacin y retroalimentacin permanente, para una mejor comprensin de la prob-
lemtica y prestacin de servicios por parte del personal. Se sugiere la siguiente agenda de capacitacin:
Ciclo de la violencia domstica.
Tipos de violencia.
Magnitud, causas, consecuencias y alternativas.
Resolucin de conictos.
Equidad, construcciones sociales de gnero y apoyo para la construccin de imaginarios incluyentes y no violentos.
Aspectos legales relacionados con los derechos de las mujeres.
Trabajo en equipo.
Propuesta de mtodos de intervencin y contencin emocional bsica.
Salud sexual y reproductiva.
Maltrato infantil.
Abuso sexual.
Personal voluntario 7
Algunas experiencias sugieren incorporar, normar y monitorear la participacin de personas voluntarias como estudiantes en prcticas
o profesionales interesadas.
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Bolt, Alan. La violencia y sus consecuencias en el funcionamiento del cerebro, en Marco conceptual y ruta metodolgica para un modelo
de atencin integral a mujeres vctimas y sobrevivientes de la violencia. Secretara de la Mujer de la Presidencia de la Repblica de Paraguay
(Proyecto Consolidacin y Fortalecimiento del Sistema de Atencin a Mujeres Vctimas de Violencia Intrafamiliar, SMPR/AECID). Asuncin,
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Castillo-Ruiz, Paz. Refugios para mujeres en situacin de violencia domstica. Banco Interamericano de Desarrollo, 2000.
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VV.AA Marco conceptual y ruta metodolgica para un modelo de atencin integral a mujeres vctimas y sobrevivientes de la violencia, elab-
orado por Nidya Pesntez, Sandra Lpez y Alan Bolt (equipo consultor) junto con el equipo del Servicio de Atencin a las Mujeres (SEDAMUR)
de la Secretara de la Mujer de la Presidencia de la Repblica (Proyecto Consolidacin y Fortalecimiento del Sistema de Atencin a Mujeres
Vctimas de Violencia Intrafamiliar, SMPR/AECID).
Para mayor informacin sobre este y otros proyectos del BID sobre violencia, vase: www.iadb.org/sds/violence.
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Todo afectado podr denunciar estos hechos ante el Juez de Paz del lugar, en forma oral o escrita, a n de obtener medidas de
proteccin para su seguridad personal o la de su familia. Las actuaciones sern gratuitas. En los casos en que la persona afectada
no estuviese en condiciones de realizar la denuncia por s misma, lo podrn hacer los parientes o quienes tengan conocimiento
del hecho. En los casos en que la denuncia se efectuara ante la Polica Nacional o en los centros de salud, la misma ser remitida
al Juez de Paz en forma inmediata.
En todos los casos, las medidas ordenadas mantendrn su vigencia hasta que el Juez/a que las dict ordene su levantamiento,
sea de ocio o a peticin de parte, por haber cesado las causas que les dieron origen, o haber terminado el procedimiento.
Juntamente con la implementacin de las medidas de proteccin ordenadas, el Juez/a dispondr la entrega de copia de los
antecedentes del caso al imputado y jar da y hora para la realizacin de la audiencia prevista en el Artculo 4 de esta Ley.
En caso de inasistencia injusticada del denunciado a la primera citacin, ste ser trado por la fuerza pblica. La vctima no
est obligada a comparecer personalmente. Las partes debern ofrecer y diligenciar sus pruebas en la misma audiencia.
Al inicio de la audiencia, el Juez/a de Paz informar a las partes sobre sus derechos.
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En caso necesario, la resolucin incluir la adopcin de medidas permanentes orientadas a proteger al grupo familiar o a
cualquiera de sus miembros, pudiendo disponer la asistencia a programas de reeducacin o tratamiento teraputico.
El recurso ser concedido sin efecto suspensivo cuando se haga lugar a la accin.
Artculo 10.- El procedimiento especial de proteccin establecido en la presente Ley, se llevar a cabo sin perjuicio de
la aplicacin de las sanciones penales que correspondan al denunciado en caso de comisin de hechos punibles tipica-
dos en el Cdigo Penal.
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JUZGADOS DE PAZ: En todo el Territorio Nacional. Instancia donde puede realizarse una denuncia, la ley 1600/00 les otorga
competencia para intervenir en los casos de violencia domstica.
SERVICIOS:
Si la polica recibe una denuncia, debe remitirla inmediatamente al Juzgado de Paz, as como tambin cumplir con las medidas de
proteccin dispuestas por el/la Juez/a de Paz , cuya ejecucin estuviese a su cargo.
Es un rgano jurisdiccional que tiene competencia para ordenar detenciones, medidas cautelares, anticipos de prueba, allana-
mientos, etc. Pueden intervenir en todas las diligencias de la etapa preparatoria del juicio penal que no admiten demora.
EMERGENCIAS MDICAS: OFICINA DE MEDICINA LEGAL. SEDE DE MINISTERIO PBLICO Y DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA. Gral. Santos y Teodoro S. Mongels. Telfono (021) 202 647
SERVICIOS:
Realizan diagnsticos y exmenes mdicos en casos de violencia domstica, sexual, fsica.
Todo el servicio es gratuito y el certicado mdico deber estar disponible al agente scal interviniente a la brevedad posible.
MINISTERIO PBLICO: CENTRO DE ATENCIN A VCTIMAS. Herminio Gimnez 3560 c/ Solar Guaran
Telfono (021) 210 785/7
SERVICIOS:
Realizan evaluaciones psicolgicas victimolgicas (pericia psicolgica), sociales victimolgicas (pericia social). Actan como un
organismo de apoyo a la investigacin scal del Ministerio Pblico.
Brinda atencin a las vctimas de hechos punibles: provee los primeros auxilios psicolgicos para contencin de las vctimas;
acompaa la declaracin de nios/as vctimas y/o testigos; acompaa la declaracin de adolescentes y adultos en condiciones
especiales; y las vctimas para la reconstruccin de los hechos y para el reconocimiento del agresor.
Prepara y acompaa en los juicios orales a las vctimas de los delitos y a los testigos menores de 18 aos. Deriva a la red de centros
y organismos de servicio a vctimas.
El servicio es gratuito.
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SERVICIOS:
Atencin de casos de maltratos, abusos, accidentes, inspeccin mdica solicitada por el Ministerio Pblico o Junta Mdica.
Realizan servicio gratuito de lunes a viernes de 7.00 horas a 19.00 horas. A partir de las 19.00 el personal mdico se
encuentra al llamado.
TEKO PYAHU. INSTITUTO DE BIENESTAR SOCIAL. Funciona en el Hospital Materno Infantil de Loma Pyta. Ruta Transchaco.
Telfono (021) 297 400.
SERVICIOS:
Atencin psicolgica para nia/os, adolescentes y mujeres vctimas de violencia intrafamiliar, y asesora legal.
Funciona como nexo para acompaamiento de acuerdos econmicos extrajudiciales de prestacin alimenticia, gastos de con-
troles prenatales, y gastos de parto.
La institucin se hace cargo de la recepcin y entrega de las cuotas econmicas del agresor para con la mujer vctima de violen-
cia y sus respectivos hijos/as.
El servicio es gratuito.
COLEGIO DE ABOGADAS/OS DEL PARAGUAY: Planta baja del Palacio de Justicia (Testanova y de la Conquista), de lunes a
viernes de 8.00 a 12.00 hs. telfono 0800 11 002.
SERVICIOS:
Asesora jurdica a vctimas de violencia intrafamiliar.
El servicio es gratuito.
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FUNDACIN KUA ATY: Celsa Speratti 3865 c/ Cap. Caiza. Telefax. (021) 226 793 - 208 641.
SERVICIOS:
Servicios Sociales: Apoyo y seguimiento en los trmites ante los Juzgados de Paz de mujeres vctimas de violencia domstica.
Apoyo para los trmites de denuncias ante el Ministerio Pblico de vctimas de abuso sexual o violacin sexual.
Evaluacin socio-econmica de las usuarias.
Servicios Psicolgicos: Atencin psicolgica personalizada a mujeres vctimas de violencia domstica, abuso sexual o coaccin
sexual.
Atencin grupal a mujeres, en grupos de autoayuda.
Atencin a adolescentes, varones y mujeres.
Atencin a nios y nias a partir de los 3 aos de edad.
Servicios Jurdicos: Consultas en general que tengan que ver con derechos civiles.
Ante los Juzgados civiles se llevan juicios de reconocimiento de matrimonio aparente, disolucin conyugal.
Ante los juzgados de la Niez y la Adolescencia en juicios de ayuda prenatal, liacin, asistencia alimenticia, relacionamiento,
convivencia y medidas cautelares
Se tramitan casos ante los juzgados de Asuncin, Luque, San Lorenzo y Lambar.
Con costo para la usuaria
SAF Servicio de Asistencia y Formacin. De las Residentas, Asuncin. Telfono: (021) 222 855.
SERVICIOS
Centro Comunitario de Atencin Psicolgica
Con costo
COP Centro de Orientacin Psicolgico de la Universidad Catlica Nuestra Seora de la Asuncin. Direccin: Inde-
pendencia Nacional y Comuneros, Asuncin.
Telfono: (021) 441 044 (interno 200).
SERVICIOS
Centro Comunitario de Atencin Psicolgica
Con costo
Mujeres por la Democracia, (MxD). Direccin: Cnel. Alfredo Ramos (ex Brasil) casi de las Cordilleras (22 Pytda) Tel. 392 549.
Asuncin.
SERVICIOS
Casa de la Mujer: Una consultora para la comunidad.
Brinda: Atencin sicolgica y jurdica a vctimas de violencia intrafamiliar.
Sin costo
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