El Cazador de Tortugas

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El CAZADOR DE TORTUGAS

Cuentan los abuelos que en un pueblo guajiro, junto al mar, viva un pescador que en los ltimos
aos se haba dedicado nicamente a cazar tortugas. No haba un solo da en que no llegara con
cinco o seis tortugas a su casa.
Una maana, al inspeccionar la red que haba lanzado la noche anterior, slo encontr una tortuga.
Cuando quiso sacarla, sta dio una vuelta y se lanz al mar. Entonces la tortuga empez a nadar
de una manera alocada y veloz.
Todo el da nad mar adentro y el pobre hombre segua ah, pegado a su espalda. Cuando lleg la
noche, la tortuga desembarc a su aterrorizado pasajero en una isla. Ni bien pis la arena, el
pescador se desmay y perdi el conocimiento.
Al otro da se despert con los primeros rayos del sol y con la burla de las tortugas. Claro, miren a
este hombre. Es el que todos los das caza a nuestros animales. El que da a da nos mata sin
tener en cuenta que el mar se est quedando sin tortugas. Lo nico que le importa es vendernos,
darnos como alimentos a sus gordiflones hijos o cambiarnos por alguna mercanca.
El hombre, tirado boca arriba, reciba de las tortugas todo tipo de humillaciones: golpes, patadas,
escupitajos y ofensas verbales.
Despus de un largo rato de gritera, los ultrajes cesaron porque vieron a una hermosa mujer que
vena caminando desde el centro del mar. Cuando lleg a la orilla observ al pobre hombre y
pregunt a las tortugas: Qu pas con este hombre? Qu hace aqu?. De inmediato las
tortugas expresaron su queja: Es el hombre que nos caza todos los das, sin piedad. Nunca le ha
importado que seamos jvenes, viejas o enfermas, ni tampoco que pronto desaparezcamos del
mar. Ah. T eres el salvaje inocente!, le dijo la mujer, pues te irs conmigo a mi casa y sers mi
esclavo. As fue. Lo tom de la mano y caminaron mar adentro. Cuando estaban en el centro del
mar se hundieron hasta el fondo y entraron a la hermosa casa de la dama. Al momento el hombre
empez sus labores de sirviente. Arreglaba las habitaciones, lavaba la ropa, barra y cocinaba.
Aunque pasaron los das y los meses, el pobre hombre no dejaba de suspirar y recordar a su
esposa y a sus hijos. Entre tanto, la mujer, se enamor de l hasta el punto de hacerlo su esposo.
Era muy celosa. Cuando ella reciba alguna visita, sobre todo de mujeres bellas, lo esconda para
que no lo vieran.

La mujer qued embarazada y a los pocos meses tuvo varios hijos de un solo parto. Nacieron
velludos y con unas uas largas, y se fueron por el lejano mar.
Pero el hombre segua triste; no poda olvidar a su familia. La mujer se daba cuenta de esto. Hasta
que un da le dijo: S que extraas a tu casa. Est bien. Te dar permiso para que la visites.
Estars all por unos das, pero volvers. Si no regresas ir por ti a cualquier parte del mundo.
Podrs irte con una condicin: a nadie le comentars de mi existencia, porque si lo haces, en el
acto morirs.
Al otro da el hombre sali de las profundidades y. despus de caminar todo el da por la superficie
del mar, lleg a su casa. All todo fue algaraba: la dicha, los llantos y los abrazos de su madre, su
padre, su esposa, sus hijos y amigos. No demoraron las preguntas lgicas y repetidas: Dnde
has estado todo este tiempo? Qu te sucedi?. Bueno, he estado por ah, en un lugar lejano,
contestaba el hombre de una manera evasiva.
Al momento, la casa se llen de familiares, amigos y vecinos curiosos. Como es costumbre, la
alegra se acompa con aguardiente y baile. Era ya medianoche y todos los festejantes no hacan
sino ofrecerle licor. No gracias, no debo tomar; Gracias, siga usted; Gracias, paso, deca el
hombre. Pero su fuerza de voluntad cedi ante tanta tentacin y termin aceptando un trago de
aguardiente. Despus acept otro, y ms tarde otro, y as hasta emborracharse y perder el
control de sus palabras y de su secreto. Por eso se le oy gritar a todos sus familiares, amigos y
vecinos: Yo soy el nico hombre que ha vivido con una pulohiu. Vivo con ella en el fondo del mar.
All he estado todo este tiempo. Diciendo estas palabras cay inconsciente. chenle agua, deca
la gente. Pero ya nada se poda hacer: estaba muerto.
Lo pusieron encima de una gran mesa y de inmediato comenz el velorio. Haca el medioda lo
enterraron en el cementerio del pueblo. Los familiares regresaron tristes a sus casas.
A medianoche. La pulohiu lleg al cementerio, sac la arena del hueco donde yaca el cadver de
su marido y, sin perder tiempo, se lo ech al hombro. As lleg hasta la playa. All le limpi la arena
y ambos se hundieron hasta el fondo del mar. Entraron en la casa. La mujer le ech perfume por
todo el cuerpo, y poco a poco el hombre fue recobrando la vida y la conciencia. Ya tuviste tu
castigo por haber hablado de m delante de tus familiares y amigos, lo regaaba la mujer. Jams
volvers a tu pueblo. Te di una oportunidad y fallaste a la promesa. Tampoco permitir que nadie
venga a visitarnos.

Y as fue: el cazador de tortugas jams sali del fondo del mar. Dicen los pescadores que ya nadie
volvi a cazar tortugas, y que cuando salen de pesca y llegan al centro del mar, lejos de la playa,
perciben un delicioso perfume, sobre todo en las noches de verano (Castillo Morales & Uha,
2009).
RESPONDO:

1. Qu le narra el abuelo a su nieto?


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2. La historia que narr el abuelo tiene elementos fantsticos o extraordinarios?
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3. Cules fueron los elementos fantsticos o extraordinarios presentes en el relato?
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4. Por qu el abuelo conoce esas historias?
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Qu tipo de historia es la contada por el abuelo?
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