San Pio Pietrelcina
San Pio Pietrelcina
San Pio Pietrelcina
I. - Oh Jess mo!, que dijiste: "en verdad os digo: pedid y recibiris, buscad y
hallaris, llamad y se os abrir", he aqu que, confiado en tu Palabra divina, llamo,
busco y te pido la gracia...
II. - Oh Jess mo!, que dijiste: "en verdad os digo: todo lo que pediereis a mi
Padre en mi Nombre, l os lo conceder", he aqu que, confiado en tu Palabra
divina, pido al eterno Padre en tu Nombre la gracia...
III. - Oh Jess mo!, que dijiste: "en verdad os digo: los cielos y la tierra pasarn,
mas mis palabras no pasarn", he aqu que, confiado en la infalibilidad de tu
Oraciones y enseanzas
Palabra divina, te pido la gracia...
Ten por cierto que si un alma le es grata a Dios, ms la pondr a prueba. Por Santo padre Po, ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor
tanto, coraje! y adelante siempre. por los enfermos y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante el Padre
misericordiosos por los que sufren.
Por muy altas que sean las olas, el Seor es ms alto. Espera!... la calma Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo; sostn a quienes
volver. han perdido toda esperanza de curacin; consuela a quienes gritan o lloran por
sus tremendos dolores; protege a quienes no pueden atenderse o medicarse por
Las pruebas a las que Dios los somete y los someter, todas son signos del falta de recursos materiales o ignorancia; alienta a quienes no pueden reposar
amor divino y perlas para el alma. porque deben trabajar; vigila a quienes buscan en la cama una posicin menos
dolorosa; acompaa a quienes pasan las noches insomnes; visita a quienes ven
Uno puede ahogarse en alta mar y tambin puede sofocarse hasta el ahogo que la enfermedad frustra sus proyectos; alumbra a quienes pasan una "noche
con un simple vaso de agua. Donde est la diferencia? Acaso no es la oscura" y desesperan; toca los miembros y msculos que han perdido movilidad;
muerte, en cualquiera de esas formas? ilumina a quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados por dudas que los
atormentan; apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran; calma a
El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de l, quienes se estremecen por dolores y calambres; concede paciencia, humildad y
no ser mordido. constancia a quienes se rehabilitan; devuelve la paz y la alegra a quienes se lle-
naron de angustia; disminuye los padecimientos de los ms dbiles y ancianos;
Jess los gua hacia el cielo por campos o por desiertos, qu importancia vela junto al lecho de los que perdieron el conocimiento; gua a los moribundos al
tiene? Acomdense a las pruebas que l quiera enviarles, como si debieran gozo eterno; conduce a los que ms lo necesitan al encuentro con Dios; y bendice
ser sus compaeras para toda la vida; cuando menos lo esperen, quizs que- abundantemente a quienes los asisten en su dolor, los consuelan en su angustia y
den resueltas. los protegen con caridad.
Amn.
En una estampa que representaba la cruz, el Padre escribi estas palabras: "El
madero no los aplastar; si alguna vez vacilan bajo su peso, su poder los vol-
ver a enderezar". Consagracin a Dios
por la intercesin de San Po de Pietrelcina
Glgota. Una cima cuya ascensin nos reserva una visin beatifica de nuestro
amado Salvador. Padre de bondad y misericordia, fuente inagotable de vida y felicidad, te
pido, por intercesin de San Po de Pietrelcina, me concedas ser semejante a l:
Puede decirse con toda justicia que cada alma destinada a la gloria eterna es sencillo y humilde, como las florecillas del campo, libre y alegre, como los pjaros
una de esas piedras indispensables. Cuando un constructor quiere levantar del cielo; pobre y laborioso, como su padre San Francisco de Ass. Porque confo
una casa, debe ante todo limpiar y nivelar el terreno; el Padre celestial procede en tu amor y en tu gracia, hoy te ofrezco libremente cuanto soy y cuanto tengo:
de igual manera con el alma elegida que, desde toda la eternidad ha sido con- deposito mi pasado en tu misericordia, encomiendo mi futuro a tu providencia y
cebida para el fin que l se propone; por eso tiene que emplear el martillo y el me quedo tranquilo, como un nio pequeo en brazos de su madre cariosa, tra-
cincel. Esos golpes de cincel son las sombras, los miedos, las tentaciones, las tando de vivir cada da con su afn.
penas, los temores espirituales y tambin las enfermedades corporales. Den Te entrego mi inteligencia y mi voluntad. Te consagro mis fuerzas y mis l-
pues, gracias al Padre celestial por todo lo que impone a su alma. Abandnen- mites: tmame como soy y haz de m como hiciste de San Po de Pietrelcina, un
se a l totalmente. Los trata como trat a Jess en el Calvario. Es mediante buen cristiano y un honrado ciudadano que te alabe sirviendo a mis hermanos.
una sumisin completa y ciega que se sentirn guiados en medio de las som-
bras, las perplejidades y las luchas de la vida. "El hombre obediente cantar Amn.
victoria", nos dice la Escritura. Si Jess se manifiesta a ustedes, denle tambin
las gracias; si se oculta a su vista, denle tambin las gracias. Todo esto com-
pone el yugo del amor.