Apantla Peticion Que No Falte Agua

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La Apantla: el agradecimiento

para que no falte el agua

Beatriz Elena Madrigal Calle


Pilar Alberti Manzanares
Beatriz Martnez Corona
Colegio de Postgraduados

Resumen: La Apantla es una fiesta en la que se celebra al agua en Santa Catarina del Monte,
Texcoco, Estado de Mxico. En esta poblacin de origen nhuatl los habitantes traducen la palabra
Apantla como el cao se limpia. Segn la tradicin oral, los habitantes de Texcoco la conservan
desde la poca prehispnica como pervivencia de un legado ancestral heredado de Netzahualcyotl.
El objetivo de este artculo es mostrar que este mtodo local para la valoracin del agua, por
parte de los integrantes de dicha comunidad, pervive como elemento de un sistema de control del
recurso desde lo sagrado, que se convierte en un ejemplo para la educacin ambiental. Se hizo
registro de testimonios etnogrficos a partir de entrevistas a los diferentes actores locales, en las
que se indag la manera cmo se celebraba y cmo se celebra en la actualidad. Se consultaron
cronistas tempranos. Asimismo, se discute cmo opera esta nocin de lo sagrado en el control del
monte-agua. Se concluye que esta prctica ritual ha contribuido al desarrollo de una conciencia,
no slo de la importancia del lquido vital, sino tambin de su sacralidad, insertada en la tradicin,
la identidad y la ritualidad, e incluso en la vida cotidiana.

Palabras clave: agua, ritualidad, limpia de canales, sagrado, conservacin.

Abstract: The Apantla Festival, celebrated in honor of water, is held in the town of Santa
Catarina del Monte, Texcoco, State of Mexico. Among this population, of nahuatl origin, people
translate the name as the ditch is cleaned. According to oral tradition from pre-Hispanic times,
Texcocos inhabitants preserved this ancestral legacy from Netzahualcoyotl. The purpose of this
paper is to show that this local method for valuing water among the members of this community
has survived as part of a control system for the resource from the sacred practices, and has become
an example for environmental education. A record was made of ethnographic testimonies from
interviews with different local actors regarding the form in which the celebration of the Festival
was carried out in both the past and the present. Early chroniclers were also consulted. It also
discusses how this notion of the sacred practices applied in the control of this mountain-water
resource is operated. We conclude that this ritual practice has contributed to the development of
awareness, not only of the importance of this vital liquid, but also of its sacredness, embedded in
tradition, identity, ritual and everyday life.

Keywords: water, rituality, clean channel, sacred, conservation.

nmero 63, mayo-agosto, 2015


30 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

Introduccin

La Apantla es una fiesta en honor al agua, realizada en la comunidad de


Santa Catarina del Monte, ubicada en la sierra del municipio de Texcoco,
Estado de Mxico. Segn sus nahuahablantes, la palabra apantla1 significa
el cao se limpia.2 La fiesta del 3 de Mayo o de la Santa Cruz es su com-
plemento.
El objetivo de este artculo es dar a conocer la importancia de esta fies-
ta como una muestra de que los pobladores de la comunidad estudiada
cuentan con un mtodo local para la valoracin del agua, el cual pervive
como parte de un sistema de control del recurso desde lo sagrado,3 he-
redado de sus ancestros, que en la actualidad se convierte en un ejem-
plo para la educacin ambiental4 sobre este recurso, y que est en crisis
mundial. Se consultaron cronistas tempranos, cdices de la regin y docu-
mentos histricos. Se hicieron entrevistas y una observacin participante
de campo durante 2011, 2012 y 2013 a los (as) encargados (as) del agua,
mayordomos(as), autoridades civiles, religiosas, jvenes, ancianos(as) y a
integrantes del Consejo Indgena Nhuatl de Texcoco, con un enfoque cua-
litativo para conocer el sentir de los y las habitantes de la comunidad en
relacin con el agua, describir la prctica e incluir la opinin de los diver-
sos grupos participantes; por lo que se incluyen citas textuales de personas
que pidieron permanecer en el anonimato.
Esta prctica ritual5 ha contribuido al desarrollo de una conciencia, no
slo de la importancia del lquido vital, sino de su sacralidad, insertada en

1
En el Diccionario de la lengua nhuatl o mexicana de Remi Simen [1988] apantli significa
cao, acequia.
2
Al respecto, y a sugerencia de algunos integrantes de la comunidad, se elabor un
video titulado Apantla: el agradecimiento por el agua, que fue entregado y presentado en
diversas ocasiones en la comunidad.
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3
Para Durkheim [1991] lo sagrado es aquello superior en dignidad (valor) y poder,
lo que est sujeto a prohibir, pero a lo que se puede acceder a travs de los rituales
y la religin misma. Para Yolotl Gonzlez [1983] es lo totalmente otro, es la parte
dinmica de lo sobrenatural, contiene mana o fuerza, es irracional (est ms all de
la razn), es una parte esencial de la religin. Para una discusin ms amplia sobre lo
sagrado vase Madrigal [2013].
4
Con este fin se hizo el video sobre dicha fiesta, donde se expresa el sentir de la
comunidad en relacin con el agua.
5
Fiesta que cumple con las caractersticas de una tipificacin del ritual: es cclica, tiene
un tiempo y espacio propios, es llevada a cabo por un especialista, es de carcter
colectivo y simblico, legitima prcticas y creencias de origen sagrado, y contribuye
a la reproduccin de la sociedad. Consagra un espacio y es la representacin del mito
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la tradicin, la identidad y la cotidianidad. Asimismo coadyuva al manteni-


miento de un control interno para el uso y manejo del recurso estrechamente
vinculado al monte (que se denominar monte-agua), presente en las cultu-
ras mesoamericanas y especficamente en la comunidad objeto de estudio.
De acuerdo con Caillois [1942], la fiesta tiene la misin de aligerar o
sobrellevar las prohibiciones que impone lo sagrado, donde el exceso y el
derroche tienen un sentido ritual que hace de la fiesta un estado de excep-
cin, el cual da comienzo a un nuevo ciclo de la naturaleza, con lo cual con-
tribuye a la renovacin de sta y de la sociedad, y anticipa un comienzo de
abundancia para ambas. Caillois propone articular la fiesta con una teora
del sacrificio.
El esfuerzo (sacrificio)6 invertido para darle realidad y sentido a la
fiesta, ao con ao es alentado por el agradecimiento, fundamento de esta
prctica, obsequio espiritual que se materializa en las ofrendas, las que,
como plantea Broda [2009a: 21]: Son un aspecto importante de la rituali-
dad mesoamericana [] una invitacin que se dirige a las divinidades por
medio de oraciones, plegarias y manipulacin de objetos para establecer
la comunicacin con sus entidades divinas. Sobre ese sustrato mesoameri-
cano se hicieron reelaboraciones simblicas de las creencias y las prcticas
prehispnicas, as como de sus divinidades; lo que Broda [2003 y 2009a]
define como sincretismo, y lo que, hasta cierto punto, dio como resultado
que se adaptara el culto a los santos catlicos, en una reinterpretacin de
sus divinidades con nuevas expresiones de la ritualidad asociada a ellas,
lo cual acontece por lo general en un contexto de dominio y de imposicin
(sobre todo en un contexto multitnico) [Broda 2009a: 9].
Esta festividad representa una manifestacin de la pervivencia de prc-
ticas muy antiguas que an se conservan en Santa Catarina del Monte, por
lo que se comenzar por abordar un aspecto histrico, para continuar con
una descripcin de la fiesta, dado que es poco lo que se ha encontrado sobre
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(retomado de diferentes autores en el curso Mito, rito y religin, impartido por el


doctor Jos Andrs Garca Mndez en la Escuela Nacional de Antropologa e Historia,
segundo semestre de 2010).
6
sta es la idea que los mismos sacerdotes catlicos alientan: Dar lo que cuesta, porque
as Dios lo multiplicar enormemente; lo que se aprecia en las siguientes palabras:
Precisamente es una obligacin dar gracias, todo el ao ya ocuparon el agua, gracias a
Dios, ya Dios nos dio la agita, ahora vamos a empezar otro ao, por eso precisamente
hacen ese sacrificio de dar un taco, no ms de cada ao (c.c.l., curandera). Para una
discusin ms amplia sobre el sacrificio y este sacrificio simblico vase Madrigal
[2013].
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ella.7 Posteriormente se realizar una discusin de cmo la fiesta contribu-


ye a recapitular la experiencia humana en su relacin con el entorno y, por
ltimo, se expondrn las conclusiones pertinentes al objetivo del artculo.
Manifestaciones similares se encuentran en Per, Bolivia, el noroeste de
Argentina y el norte de Chile, donde se tiene como ejemplo la limpia
de canales descrita por Matus [1993-1994] en Caspana, Chile, que tambin
es de carcter sagrado y de origen antiguo. Es una fiesta comunitaria en la
que intervienen las autoridades de la comunidad, hay participacin de ins-
trumentos musicales asociados a las ceremonias, rezos, palabras rituales de
agradecimiento, bailes y cantos, en un ambiente de intercambio de alimen-
tos, vino o chicha y cario. La poblacin de esta comunidad le da especial
importancia al intercambio de cario con el que se deben hacer las activi-
dades como una muestra de aprecio a sus tradiciones, aunque, como dice
la autora, cada pueblo le imprime sus propios matices [1993-1994: 65].8
Catherine Good [2005] habla de la fuerza o chicahualiztli en los nahuas de
Guerrero, la cual se intercambia en las fiestas, al interior de la familia, con
los antepasados y en el trabajo, estableciendo relaciones de reciprocidad ba-
sadas en el amor y el respeto; las cuales figuran de manera ms importante
en la vida ceremonial, pues esta fuerza o energa vital se intercambia en
el ritual con otras entidades, como los santos, los manantiales, los cerros, la
lluvia y los dioses, a travs de las ofrendas. Como se podr ver ms adelan-
te, en Santa Catarina del Monte el elemento que simboliza este intercambio
es la canasta.

Origen y aspectos histricos de la Apantla

A lo largo de este apartado se retomarn evidencias bibliogrficas que


describen las prcticas, sus objetivos, condiciones en que se dieron y
creencias fundamentadas en lo sagrado, que fueron recopiladas por los cro-
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nistas de la poca colonial, principalmente los cronistas tempranos, y

7
Una descripcin complementaria a la presente es la de Velzquez [2003].
8
Tambin se la denomina fiesta del agua, en algunos lugares de Espaa, en las que
se celebra haciendo bailes, y como el Sbado de Gloria en Mxico, arrojando agua
a los que pasan frente a la casa; en China adems se arroja agua como smbolo de
purificacin para comenzar el ao nuevo con buena suerte. En otros pases se toma
el nombre del agua como elemento representativo de un lugar, un tema, un arte
(Colombia, India, Bangalore y Estados Unidos), siendo organizada principalmente para
aspectos culturales, ambientales, intelectuales, educativos y de diversin. En muchos
otros sitios son ceremonias al agua (consultado en diversas pginas Web).
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otros documentos de inters, para despus contrastarlos con la memoria


oral de los y las informantes de Santa Catarina del Monte y con el evento
en la actualidad. El fin de ello es conocer la raigambre prehispnica de
la Apantla, su transformacin y permanencia a lo largo de la historia de la
comunidad, y su funcin en el control del recurso desde lo sagrado, ha-
ciendo adems evidente el valor pedaggico de este ritual como parte
de la educacin ambiental nativa que generaron los sistemas tradicionales de
valoracin y conservacin del entorno natural.
Remontndonos al arribo de los grupos toltecas a la sierra texcocana
en su peregrinar hacia el golfo, en el ao 1000 d. C.,9 segn Clavijero [1987:
51], fueron los que colocaron en el Monte Tlloc aquel dolo clebre, el
dios del agua,10 lo cual afirma tambin Pomar en la Relacin de Tezcoco
[Pomar 1891: 1-69]. Posteriormente llegan los chichimecas11 de Xlotl, do-
minan el rea, se entremezclan con los toltecas, y entre 1302 y 1318, cuando
ya ha avanzado el proceso de toltequizacin de estos grupos, Quinatzin
funda Texcoco.12 En la lmina 7 del Cdice Xolotl se ve una migracin de los
cuatro barrios de la ciudad de Texcoco hacia la montaa [Dibble 1980: 97],
cuando muere Ixtlilxchitl en 1418 y Netzahualcyotl debe huir de los te-
panecas hacia Tlaxcala, por recomendacin de su padre [Alva Ixtlilxchitl
1985, t. 1], por lo que algunos relacionan la fundacin de los pueblos de la
montaa texcocana, entre ellos Santa Catarina del Monte, con la migracin
y tambin se la adjudican directamente a Netzahualcyotl.13 El director

9
Comunicacin personal del cronista de Texcoco, el profesor Alejandro Contla
Carmona, septiembre de 2012.
10
Efectivamente, Parsons [2008: 169-171] se refiere a evidencias del Tolteca Tardo en
este centro ceremonial, entremezclados con los del periodo Azteca. Wicke y Horcasitas
[1957] enlistan varios cronistas que documentan el ascenso de los chichimecas al
Tlloc, material de la etapa de las invasiones chichimecas (circa 1100-1300 d. C.) y
anterior, tambin fragmentos pertenecientes al Tula-Mazapn y al complejo Azteca
para concluir que no pudo haber sido construido antes de los toltecas.
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11
Palerm y Wolf [1972: 119] plantean que se reorganizan por reas ecolgicas, los agricultores
toltecas permanecen en la planicie lacustre y en el somontano, los chichimecas ocupan
el somontano y la sierra como territorios de caza, controlan el rea y dan proteccin
militar a los agricultores. Parsons [2008: 224] ubica en el Tolteca Tardo este comienzo
de la toltequizacin y la serie de eventos posteriores al periodo Azteca.
12
Comunicacin personal del cronista de Texcoco, el profesor Alejandro Contla Carmona,
septiembre de 2012.
13
Gonzlez Rodrigo [1993: 23], basado en un documento de Coy [s/f, y al parecer sin
publicar] refiere a la migracin de 1418 la fundacin de los pueblos de la montaa
texcocana que, aunque coincide con la huida de Netzahualcyotl, no se la adjudica a l;
sin embargo, es de suponerlo, dado que huan de los tepanecas, eran aliados y estaban
sujetos a este seor; quizs por ello Lorente-Fernndez [2009: 100] deduce que los
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del Comit de Participacin Ciudadana (Copaci), don C. D. M., explica


que entre 1650 y 1730-1740 hubo un asentamiento en las faldas del cerro
Hueyacixtlahuac, ms abajo del actual, en la zona que est muy erosiona-
da, el cual fue producto de una migracin de los pueblos que habitaban la
ribera del lago, desplazados por las haciendas de la Colonia que vieron el
terreno propicio por los manantiales. Posteriormente hicieron la iglesia en
1747 y el pueblo se traslad donde se encuentra en la actualidad. Segn
este informante, antes de esta poca no haba gente por ac. La pobla-
cin habla de que recientemente se descubrieron ruinas arqueolgicas que
evidencian asentamientos ms arriba de la ubicacin actual, en el llano.
Palerm y Wolf [1972] documentan que en la poca de Netzahualcyotl
se registr un auge del sistema hidrulico14 complementado con terrazas de
cultivo, que coincida con los lmites de su seoro, el cual en parte estuvo
fuertemente motivado por una hambruna que hubo en el valle de Mxico
a mediados del siglo xv,15 cuando la situacin alcanz tal gravedad que la
gente se venda como esclava a los habitantes del golfo a cambio de comida.
En The Titles of Tetcotzinco (Santa Mara Nativitas), escritos en 1539
[McAfee y Barlow 1946], se manifiesta la relacin de Netzahualcyotl con
el ordenamiento del agua de los manantiales de la sierra para las comuni-
dades de la montaa, y aunque no se nombra a Santa Catarina del Monte,16

pueblos de la montaa (entre ellos Santa Catarina del Monte), fueron fundados
por Netzahualcyotl. Alva Ixtlilxchitl [1985, t. 1] registra varias migraciones a las
sierras a causa de guerras por parte de sus antecesores. Parsons [2008: 143, 146, 148 y
151] encontr en los lmites de Santa Catarina del Monte, cermicas, tiestos y restos
escasos de estructuras residenciales pertenecientes ms al Azteca Tardo que al Azteca
Temprano; y unos cuantos tiestos del Tolteca Tardo [2008: 144].
14
Palerm habla de cierta tecnologa desarrollada en el rea: Existan tcnicas para exca-
var los manantiales con el propsito de aumentar los caudales, as como tcnicas para
controlar el flujo de agua encerrndola en cajas y cercas [1990: 292-293].
15
Acerca de la sequa durante tres aos, dice Durn: En el ao de 1454 [] y los dos
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aos siguientes [] los manantiales se secaron, las fuentes y ros no corran, la tierra
arda como fuego, y de pura sequedad haca grandes hendeduras y grietas, de suerte
que las races de los rboles y de las plantas, abrasadas con el fuego que de la tierra
sala, se les caa la flor y hoja y se les secaban las ramas, y los magueyes no daban su
acostumbrado jugo de miel, ni los tunales podan fructificar [] el maz en naciendo
se pona luego amarillo y marchito y todas las dems legumbres [1984, t. 2: 241]. Alva
Ixtlilxchitl [1985, t. 2: 111] dice que fueron seis aos que duraron estas calamidades,
por lo que nacieron las guerras floridas para poder abastecer la solicitud de los
sacerdotes de hacer muchos sacrificios humanos.
16
Antes llamada Tepetlixpa, segn algunos habitantes de la comunidad. Palerm y Wolf
[1972: 130] ponen entre parntesis Sochiatiapan o Xochihuacan al referirse a Santa
Catarina del Monte.
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an persiste en la tradicin oral que los manantiales (Texapo, Agua de Palo-


ma, Minastlateli, Atlapulquito, Ro Chiquito y Almeyatl) fueron utilizados
por Netzahualcyotl para el sistema de riego del Tetzcutzingo17 (lugar de
recreacin de los descendientes del linaje de Xlotl), hacia donde se condu-
ca el agua que brotaba de estos manantiales a travs de canales de irriga-
cin (caos) que pasaban por Cao Quebrado:

Tena Netzahualcyotl sus ayudantes que venan a limpiar el cao, el da de la


Apantla, desde el manantial hasta el Tetcutzingo, y la poblacin de Santa Cata-
rina tambin participaba como una muestra de purificar el agua de manera
religiosa como limpiar el alma.18

Netzahualcyotl haca un sacrificio de una doncella arriba en el Tlloc y otra en


el lago de Texcoco, el da de la Apantla, y se limpiaban los caos; l siempre lo
haca un da lunes,19 pero con la colonizacin se pas a la cuaresma []. (P. J. E.,
integrante del Comit del Agua.)

Segn los pobladores, Netzahualcyotl les encomend que nunca de-


jaran de celebrar esta fiesta. La participacin de las otras comunidades de
la regin en esta celebracin queda un poco confusa y se pierde en la me-
moria colectiva. Algunos informantes sealaron que otras colectividades
de la montaa al igual la celebraban, y en fecha ms reciente otras comu-
nidades que tambin usaban el manantial Agua de Paloma comenzaron a

17
Y a la ciudad de Texcoco.
18
Esta idea de purificacin la describe Durn [1995, vol. 2: 175-177], al celebrar a Chalchi-
uhcueye, los sacerdotes les enseaban del agua, cmo en ella nacan y con ella vivan y
con ella lavaban sus pecados y con ella moran. Al nacer lavaban las criaturas en fuen-
tes para los nobles y a los dems en riachuelos o fuentes de poca estima [] lavatorios
sobre los cuales haba grandes ofrendas de joyas en figuras de peces y de ranas y de
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patos y de cangrejos de tortugas y joyas de oro que en ellas echaban los principales
Seores cuyos hijos en ellas se lavaban. Lavbanlos sacerdotes y sacerdotisas diputa-
das y sealadas as de ellos como ellas para aquellos oficios. Despus de la fiesta de
Mecoatl se lavaban chicos, grandes y enfermos, en lo cual tenan fe que quedaban
limpios en el nima y libres de los pecados cometidos hasta aquel punto, igual hacan
cuando una persona falleca. Azar y Johansson anotan que al morir le decan: Hijo
mo llega a vuestra madre la diosa Chalchiuhtlicue o Chalchiutlatonac, tenga ella por
bien de te recibir, y de lavarte; tenga ella por bien de apartar de ti la suciedad que to-
maste de tu padre y madre, tenga por bien de limpiar tu corazn, y de hacerlo bueno
y limpio; tenga por bien de te dar buenas costumbres [] [1992: 64].
19
Se observa la prdida en la memoria histrica de la calendarizacin prehispnica del
tiempo.
36 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

participar en la fiesta,20 en la que al menos contribuan con las ceras para


la celebracin.
Adems de la relacin de purificacin con Chalchiuhtlicue que anotan
Durn [1995, vol. 2: 175-177], y Azar y Johansson [1992: 64], podemos en-
contrar referencias escritas en algunos cronistas de la poca prehispnica
relativas a la existencia de prcticas de limpieza de los caos o acequias y
de ceremonias asociadas a estas aguas en Mxico.
Lpez de Gmara [2001: 187] explica, sobre el agua que se traa de Cha-
pultepec por medio de un acueducto en caos dobles a Tenochtitlan: La
traen por caos tan gruesos como un buey cada uno. Cuando uno de ellos
est sucio, la echan por el otro hasta que se ensucia. Los calpixque,21 entre
otras cosas, se encargaban de repartir los oficios y obras pblicas, y de la
limpieza de calles y acequias [Durn 1984, t. 1: 116]. Torquemada cita una
limpieza ritual de presas de agua en el mes de junio, junto al Templo Mayor
de Tenochtitlan:

[] el da que hacan fiesta en esta capilla y templo a estos dioses tlaloques, era
por el mes sexto, que llamaban etzalqualiztli, que en nuestra cuenta corresponde al
mes de junio; este da lababan [sic] todas las albercas y presas de agua, y jugaban
con caas de maz verde y hacan baile, que llamaban etzalmacehualoya, en todo el
pueblo; y mataban en este lugar, en honra de estos demonios tlaloques, algunos
cautivos y ayunaban uno de sus ayunos [] [Torquemada 1976, vol. 3: 220].

La ceremonia de un caso, mencionado por muchos de los cronistas, es


de inters para este trabajo por los elementos all mencionados, cuando
Ahuitzotl quiso aumentar a la fuerza el agua para Mxico a costa del ma-
nantial Acuecuexatl de Coyoacn:

Mando [sic] Ahuitzotl abrir un cao y trajeron el agua con grandes ceremonias
y supersticiones, yendo unos sacerdotes incensando a la orilla del cao, otros
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sacrificando codornices y untando con su sangre las paredes de la zanja o atar-


jea, otros taendo caracoles y haciendo msica al agua, llevando uno de los

20
Las comunidades de San Dieguito, Tlaminca y Nativitas reciben de esta agua. stas,
junto con un manantial al sur de Santa Catarina, dice Parsons [2008: 163], conformaban
la red sur de canales que abastecan al Tetcutzingo. El manantial al que se refiere, que
corre por San Pablo Ixayoc, es el Texapo [Palerm y Wolf 1972: 130].
21
Del nhuatl calli, casa, y pixqui, guardin. Diccionario de la Real Academia Espaola.
<http://lema.rae.es/drae/?val=calpixque>. Consultado el 12 de diciembre de 2014.
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ministros de Chalchiuhtlatonac (diosa del agua) vestidas sus ropas, fingiendo


ser ella la que la llevaba; y todos iban saludando al agua y dndola [sic] la bien-
venida [] [Torquemada 1976, vol. 1: 266].

Durn [1984, t. 2: 375-380] da ms detalles de la ceremonia, el color


del traje de Chalchiuhtlicue era el azul y los adornos de piedras azules y
verdes denotando el color del agua [] hablbale con mucha reverencia;
los cantantes de Tlloc y de la diosa del agua, todos taendo, bailando,
cantando cantares apropiados al agua; hace mencin a otros instrumentos
musicales, como flautas y bocinas, y a la presencia de muchos viejos
que traen animales relacionados con el agua; de gran nmero de gente,
con muchos gneros de danzas, bailes y cantos; con diferentes vestidos y
personajes; el rey le ofrece rosas al agua, humadazos encendidos, soli-
citndole muy respetuosa y sugerentemente, cumpla su oficio, adems, se
incensaba el agua en la boca de los canales. Toda la ceremonia se realizaba
en el curso de los canales.22
En la poca prehispnica se hacan varias fiestas y ofrendas a Chalchiuh-
tlicue y los tlaloque, aqu llamados tiochis, duendes o ahuaque. A continuacin
se resume cmo eran esas celebraciones: en el primer mes (atlacahualo), para
pedir lluvia, se les ofrendaban nios en el monte y en la laguna [Sahagn
1982: 98], banles taendo con flautas y trompetas [1982: 99]. En huey to-
zoztli, cuando bajaban a la laguna, en Pantitln, se le ofrendaba a Chalchiuh-
tlicue el rbol tota, con el que haban hecho un bosquecito, una nia vestida
de azul que representaba la laguna, las fuentes y arroyos, y oro, joyas, pie-
dras y collares; en el cerro ya le haban ofrendado a los tlaloque y a Tlloc
[Durn 1995, t. 2: 94-97]. En Etzalcualiztli [Sahagn 1982: 35] tambin los
festejaban. En el signo ce acatl hacan, en la primera casa, la decimocuarta
fiesta movible dedicada a Chalchiuhtlicue: hacan la fiesta todos los que
trataban en el agua, as vendiendo el agua como pescando, como haciendo
otras granjeras que hay en el agua [1982: 96-97]. En tlacaxipehualiztli, en
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los montes y cuevas se les ofrendaba a los idolillos de piedra y barro [Durn

22
Despus vino una inundacin, la gente tuvo que migrar de la ciudad, pues se
destruyeron los cultivos y casas y sobrevino el hambre [Durn 1984, t. 2: 379]; entonces
Ahuitzotl le pide ayuda a Netzahualpilli, quien, segn Alva Ixtlilxchitl [1985, t. 2:
292], ataj el agua, la meti dentro de una caja y cerca de argamasa y se cerr el ojo de
agua; segn Durn [1984: 380], le aconseja una nueva ceremonia de restitucin para
aplacar la ira que contra ti tiene Chalchiuhtlicue [] quiz con eso la aplacaremos
y detendr sus manantiales, para que no echen tanta agua como echan. Sugiere
deshacer las presas para que el agua siga su antiguo curso [Durn 1984, t. 2: 379-381].
Inundacin que lleg a orillas de Texcoco [Palerm 1990].
38 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

1995, t. 2: 248]. En tozoztontli, a Tlloc y sus compaeros [Sahagn 1982:


80]. En tepeilhuitl realizaban fiesta a los montes y en atemoztli a los tlaloque
[1982: 88 y 91].23 El agua era tan importante y venerada que Anzures y Bola-
os [1990] describe cmo todas las festividades estaban influidas por Tlloc
(con sus inseparables tlaloque), sugiriendo que constituan una especie de
mito de regulacin ecolgica. Broda [2009a: 49] observa cmo la mayora
de las ofrendas del Templo Mayor giraban alrededor del simbolismo de la
lluvia.24
Torquemada [1976, vol. 1: 265], Chimalpahin [1965: 155, 226-227], Tezo-
zomoc [Palerm 1990] y Clavijero [1987] registran que se llamaba a tratar los
asuntos del agua a todos los personajes con conocimientos sobre ella, as
como sobre las estrellas y los das, a quienes denominaban hechiceros,
medio ingenieros, medio brujos o brujos de cosas del agua.
Como se puede ver, en la poca prehispnica se hacan ceremonias,
ofrendas y danzas dedicadas a los manantiales, depsitos y acequias, du-
rante las cuales se les tocaba msica, se les cantaba y se les haca una lim-
pieza ritual. Todo ello asociado de manera importante no slo a Tlloc y los
tlaloque, sino principalmente a Chalchiuhtlicue. Estos rituales proporcio-
nan evidencias que nos permiten deducir que Chalchiuhtlicue fue parte de
aquel mito de regulacin ecolgica.
En Santa Catarina del Monte, hace unos 70 aos, los huenchillos
(hombres viejos disfrazados de mujeres como en el carnaval),25 segn
las personas de mayor edad, danzaban a lo largo del canal mientras otros
lo limpiaban. La danza era acompaada por la msica de una chirima y

23
Adems, Napatecutli y Opochtli eran dioses tlaloque a los que se les dedicaba una
fiesta. Uixtocihuatl, diosa de la sal, era hermana mayor de los tlaloque, festejada en
tecuilhuitontli, en el cu de Tlaloc le hacan sacrificios [Sahagn 1982].
24
Dice Torquemada [1976, t. 3: 78-79] que en la sierra de Tlaxcala, llamada Santa Ana
nmero 63, mayo-agosto, 2015

Chiauhtempan, se adoraba a Chalchiuhcueye (llamada Matlacueye por los tlaxcalte-


cas), tan venerada como Tlloc en Texcoco y Mxico.
25
[] huehuenches, huenchillos o viejos de carnaval; huehue quiere decir una gente mayor,
abuelito patrn, jefe de familia, igual se los invitaba, como ahora, a los de la danza
azteca era un grupo que se dedicaba a bailar en las calles o las casas la mayora
son puros hombres disfrazados de mujer (I. R. V., representante en la iglesia). El in-
formante da una interpretacin catlica al respecto, sin embargo, Torquemada [1976]
describe varios tipos de danzas para la poca prehispnica y aun en la Colonia, en las
que fue frecuente el aspecto jocoso, divertido, burlesco, no slo el ceremonial, y esto
de disfrazarse los hombres de mujeres era parte de ello, ahora indudablemente los
trajes han cambiado con una influencia colonial. Algunos fueron desapareciendo en la
Colonia debido a que los danzantes no se sentan aprobados.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 39

de un instrumento de viento caracterstico de esta festividad, el vbano.26


Ir al manantial exiga comportarse con respeto y slo algunos mayores
podan acercarse a l.

[] y hasta se quitaban el sombrero para saludarlo, en seal de respeto27 []


las personas mayores eran las nicas que podan disponer del agua [] lleva-
ban el incienso, se quitaban el sombrero, se lavaban las manos para poder ellos
entrar a donde estaba saliendo el agua y poner la cruz y, bueno, rezar []. (F. E.
V., integrante de la mayordoma.)

Antes todo era ordenado, se manejaban las jerarquas, las personas ms gran-
des eran las ms sabias y eran las que dirigan la Apantla, ahora cualquier per-
sona dice haz esto, haz lo otro []. (C. C. V., hijo del granicero.)

Tambin se dice entre los informantes que:

[] le hablaban en nhuatl al manantial: ya venimos a limpiarte agita linda,


gracias, por un ao ya nos serviste, ahora estamos aqu, si Dios nos concede, de
aqu a un ao volveremos a venir a limpiarte []28 (C. C. C., curandera.)

Al terminar la tarea llevaban alimentos, era de traje, para compartir


un taco, en otros casos era un aguador o el mismo granicero (el que de-

26
Este instrumento, que se toca como la flauta traversa, an sobrevive y slo en la
comunidad vecina de Santa Mara Tecuanulco lo saben tocar. En Santa Catarina del
Monte ya muri el ltimo que la tocaba en las fiestas, por lo que las chirimas de Santa
Mara Tecuanulco son invitadas para sta y otras fiestas religiosas de la comunidad.
nmero 63, mayo-agosto, 2015

27
Los duendes cuidan el agua, y cuando te acercas al manantial te pueden hacer mal, se
te va la voz, te enfermas y te puedes hasta morir, ese que se muere se va con los duen-
des (C. M. O., mujer de 79 aos). Aun en la actualidad se cree que los duendecitos,
tambin denominados localmente, tiochis, diotchis o ahuaque, andan rondando por all,
por lo que hay restricciones para grabar o tomar fotografas, especialmente el da de la
fiesta de la limpieza: Slo los graniceros de antes los podan ver y manejar. Se suban
encima de ellos y los acariciaban, cuando suban al Tlloc a preguntar por el agua
platicaban con ellos como compadritos (explicacin del granicero).
28
Traduccin de la informante. Una transcripcin de la grabacin hecha por Juan Pichar-
do Rub, profesor del idioma mexicano (nhuatl) de formacin tradicional, es como
sigue: Ye oti ualakeh ti to aton, ti aue ti mitz chipahuazkeh para okze xiuitl, ma Dios tech mo
nemiltia para okzepa ti ualazkeh ti mitz anakili.
40 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

tiene y/o arroja granizo) quien,29 mientras ocupaba el cargo de aguador,30


invitaba la comida para todos, como un tributo o una forma de agradecer a
los duendes y a la gente que lo apoyaba.31 Despus del taco, los que queran
bailaban. Se ofrendaban flores silvestres al manantial y la cruz, o ptalos de
rosa bajaban del manantial por el cao y cubran el depsito de agua. Este
evento duraba todo el da. El agua era muy abundante, cada quien dispo-
na de ella de acuerdo con su necesidad, haba para uso domstico y para
riego de los terrenos.32 Slo un aguador o regidor del agua se encargaba de
la fiesta. Algunos caos, como el del manantial de Atexcac, eran de unos
50 cm de profundidad por 50 cm de ancho, y estaban hechos de tepetate, el
cual se enlamaba ms que el de concreto de la actualidad. Otros caos,
como el de Almeyatl, eran de cal, arena y lajas de piedra, stos se usaron
posteriormente para poner sobre ellos la tubera. Segn los pobladores, en
1954 no haba misa en ese tiempo, las misas se hacan cada mes (M. L. V.,
integrante de la mayordoma). La parroquia quedaba en Huexotla, el padre
vena a caballo y daba misa en todos los pueblos.
Algunos informantes argumentan que en la medida en que fue aumen-
tando la poblacin y el agua fue disminuyendo por la tala del monte, la
forma de organizacin para regir y administrar el agua, como se ver ms
adelante, se volvi ms compleja.

29
Antecesores de los actuales graniceros, entre otros, podran ser los que Lpez Austin
[1967] denomina teciuhtlazqui o teciuhpeuhqui, que eran sacerdotes prehispnicos, cuyas
palabras l traduce como: el que arroja el granizo y el que vence al granizo. Cabe
aclarar que el granicero que an sobrevive en Santa Catarina del Monte considera que
no tiene el don para pedir lluvias.
30
Para Lorente-Fernndez [2010], el granicero de las comunidades de la montaa texco-
cana que l estudi, es un intercesor que integra dos aspectos, vincula monte y rega-
do: Ejerce el rol de aguador en la gestin del agua, coordina las obras, protege a los
vecinos, pero asciende tambin al Monte [Tlloc], sabedor de que los espritus apresa-
nmero 63, mayo-agosto, 2015

dos sern distribuidos por el monarca pluvial en los canales y acequias, en una fusin
de Tlloc y Netzahualcyotl, como la divinidad encargada del agua con la que ste
negocia. Segn este autor Tlloc-Netzahualcyotl es una deidad omnipresente que
gestiona todo lo relativo a las aguas celestes y terrenales: lluvia, manantiales, pozos y
ros subterrneos dependen de su control directo para el correcto flujo del ciclo meteo-
rolgico y del complejo de regado del rea [Lorente-Fernndez 2012: 64], aspecto que
no se encontr en esta investigacin.
31
Interpretacin exclusiva del ltimo granicero que sobrevive en la comunidad, de 83
aos, pues ninguno de los dems entrevistados relaciona a los graniceros con el evento.
32
El sistema de riego llegaba a cada casa-terreno en el pueblo, herencia de Netzahual-
cyotl, alrededor de la casa haba huertas y se cultivaba maz, frijol, haba, alberjn,
algunas flores, etc. En el monte tenan cultivos ms extensos y de temporal.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 41

En el 78 [fue que] empez a faltar el agua []. (M. L. V., integrante de la ma-
yordoma.)
Hace 45 aos, llova da y noche. En esos tiempos llova desde mayo, mitad
de abril, ahora ya se pasa mayo, abril, junio, y no llueve [hasta] principios de
julio. Antes llova todo el mes de junio, por eso mismo hasta las cosechas, aun-
que sea de riego, no se dan, slo algunos el agua tenemos, no alcanza para
riego, entonces ya, cuando llega la lluvia, ya no le da tiempo de crecer [].
(S. A. V., integrante del Comit del Agua.)
Cerquita del Comit sembraron porque el agua est a la mano, pero abajo,
ya no se da y ya se tiene que comprar []. (S. A. V., integrante del Comit del
Agua.)

En el monte tenan cultivos ms extensos y de temporal:

Los terrenos que haba ya son casas, ya se tupi de casa y ya no quieren trabajar
[]. (M. L. V., integrante mayordoma.)

En toda la regin, y especficamente en esta comunidad, es frecuente


adjudicar el cambio de rgimen de lluvias y el cambio climtico regional a
que se llevaron a Tlloc33 para la Ciudad de Mxico, y a que el gobierno
sec el lago de Texcoco, el cual contribua con la formacin de nubes que se
trasladaban y chocaban en la montaa con la masa forestal, que adems de
humedecerla se reflejaba en dos o tres fuertes aguaceros en el da.
Santa Catarina del Monte es un pueblo en el que antes la totalidad de
los habitantes se dedicaba a la agricultura y sobreviva de los recursos natu-
rales del monte. En la actualidad las cosas han cambiado, ahora ya slo una
parte de la poblacin contina viviendo del monte, como los recolectores
de plantas medicinales, de hongos y de materiales para las artesanas y
para los floristas, as como los talamontes; el resto se ha dividido segn
estimaciones de los mismos pobladores como sigue: 50% son msicos y
nmero 63, mayo-agosto, 2015

40% floristas, en tanto que el otro 10% se dedica a trabajar como asalariados
en Texcoco y el Distrito Federal. Algunos denuncian un cambio brusco a
partir de los aos ochenta (del siglo pasado) que repercuti en su sistema
tradicional de organizacin, sus creencias y sus costumbres.

33
O la mujer de Tlloc, Chalchiuhtlicue. Santos [2010] documenta el proceso y Arribal-
zaga [2010] resume la discusin acadmica e histrica acerca del gnero de la deidad.
42 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

El evento en la actualidad

Esta fiesta del agua, como se deduce de los siguientes testimonios, es par-
te de la identidad y de la supervivencia del pueblo:

La limpieza del cao es necesario hacerla segn nuestros antepasa-


dos para darle gracias a Dios que tenemos agua. (P. A. V., integrante
del Comit del Agua.)
La fiesta del Apantla ayuda a que quieran el agua. Todos adoramos
el agua porque es el que nos mantiene. (C. M. O., mujer de 79 aos.)
Es el agradecimiento para que no nos falte el agua. (M. D., hombre
de 72 aos.)
Anteriormente a sus dioses. (P. J. G., integrante del Comit del
Agua.)
El agua debe ser venerada porque, qu haramos sin agua? [] El
agua es lo ms sagrado que tenemos, pero slo una vez al ao ve-
neramos el agua, y tanto que nos sirve durante todo el ao. El agua
est en todo. (M. D. C., integrante de mayordoma.)
Todos los manantiales son sagrados porque gracias a Dios nos es-
tn reviviendo, las semillas, las plantas, habiendo agua estn fron-
dosas. (C. M. O., mujer de 79 aos.)

La Apantla es una fiesta que se recalendariza en funcin de la Semana


Santa del calendario catlico. Despus del mircoles de ceniza se cuentan
dos viernes y al siguiente lunes es la fiesta, por tal motivo sta puede caer
en febrero o en marzo. Ni la Apantla ni la celebracin del 3 de Mayo son
consideradas fiestas de la comunidad en el sistema de cargos religiosos o
mayordomas, no se clasifican dentro de las fiestas patronales, sin embargo,
aunque la organizacin es civil, tambin interviene la iglesia:
nmero 63, mayo-agosto, 2015

La Apantla es una ceremonia tanto civil como religiosa, actualmente ya se pide


misa por accin de gracias de que Dios ya nos da ese vital lquido. Entonces
con ms razn tenemos que cuidarla []. (M. R. V., representante en la iglesia.)

Es esa mezcla fuertemente entrelazada de lo mstico con lo religioso,


en la que ellos consideran lo mstico como:

[] las creencias de todo lo que las costumbres que se tiene, la forma de curar,
de festejar el agua, a los muertos, los lugares sagrados []. (C. J. C., hijo del
granicero.)
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 43

Y lo religioso lo consideran como la asiduidad a la iglesia; esto es lo que


permite que surjan sugerencias como la siguiente:

[] s me gustara que la iglesia se metiera ms a fondo con el agua, que la lla-


me ms en las palabras de Dios [] que en la misa se pidiera por el manantial
para que nos d ms agita []. (C. D. C., integrante de la mayordoma.)

Sin embargo, aunque el origen de la adoracin del agua tiene sus races
prehispnicas y una estructura organizativa propia que le permiti pervivir
hasta la actualidad, sta fue modificada y reelaborada, lo cual incluy que
los habitantes renombraran a sus deidades con el fin de hacerlas encajar en
las celebraciones catlicas.
Segn algunos testimonios, la penetracin de la religin catlica au-
ment de manera marcada en los aos ochenta del siglo pasado, aun as
hay quien explica al respecto: Pero no nos desprendemos de lo mstico
(C. J. C., hijo del granicero).
El hecho de no ser parroquia les permite cierta autonoma y la parti-
cipacin tanto de las mayordomas para las fiestas patronales como de las
numerosas peregrinaciones, lo que denota una ordenacin del transcurrir
del ao fuertemente religiosa,34 por lo que, quiz como una estrategia para
mantener la participacin en los cargos civiles y religiosos, festividades,
peregrinaciones, y costumbres en general, en la actualidad la mayor parte
de la poblacin se dedica a actividades como la de msico y florista. En este
sentido, retomando a Korsbaek y Gonzlez [2000], se puede apreciar que el
sistema de cargos relacionado con la vida ritual de esta comunidad es un
eje slido que rige el devenir de la comunidad y es la base de la identidad,
superando no slo la subordinacin poltica al gobierno municipal [2000:
57], sino tambin la subordinacin a la Iglesia catlica.
Los encargados de organizar la Apantla son los Comits del Agua.
Cada comit administra uno o ms manantiales. De ellos sale el agua para
nmero 63, mayo-agosto, 2015

los caos, la cual es utilizada para el riego de los terrenos,35 sembrar maz,
frijol, haba, etc. El agua entubada es para uso domstico. Por lo que los
comits que no tienen caos ya no tienen riego. En la actualidad solo uno
de los comits tiene caos que se limpien, en los otros se hace slo una lim-
pieza ritual del manantial.

34
Religiosidad que pervive como herencia de las sociedades teocrticas prehispnicas
existentes en Texcoco, con un ciclo festivo del que nos hablan Durn [1995, t. 2], y
Anzures y Bolaos [1990], marcando cada 20 das una celebracin religiosa.
35
Ya no se ocupa el agua como antes, en un terreno ya hay varias casas.
44 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

Temprano en la maana los vecinos de cada manantial van como vo-


luntarios (faeneros) a limpiar los manantiales y caos, as como la cisterna
o los depsitos de agua. En 2013 fueron acompaados por los tradicionales
vibaneros, como se haca anteriormente.36 Mientras, en la iglesia, los fisca-
les entregan un estandarte de la Santa Patrona a cada presidente de los
Comits del Agua, quienes a su vez lo ceden a sus esposas.37 En caso de
ser mujer la presidenta, ella misma traslada el estandarte, como en 2013.
Posteriormente salen de la iglesia acompaados de los msicos, campanas,
incienso y cohetes.
Al concluir la labor de limpieza, el Comit del Agua, o un aguador,38
invita a los faeneros a desayunar, junto con los msicos, autoridades
civiles (Delegacin, Comit de Bienes Comunales, Bienes Ejidales, Copaci
y Consejos de Vigilancia),39 autoridades religiosas (fiscales, mayordomos,
campaneros e incienseros), vecinos y los miembros del comit. Una vez
terminado el desayuno, salen de all todos los comits con las ofrendas
para la iglesia.40 Al repicar de las campanas le siguen los cohetes, y la ban-
da ameniza la procesin hasta llegar a la iglesia de la Santa Patrona,
donde se entregan las ofrendas. Las cruces azules son trasladas por los in-
tegrantes del Comit del Agua; stas tambin se llevan a or misa, pues
despus de eso sern colocadas en cada manantial y depsitos de agua con
sus respectivos arreglos florales.
La iglesia es el lugar de encuentro de los tres comits. El sacerdote ca-
tlico alienta esta costumbre e invita a la proteccin del agua, la toleran-
cia con el prjimo y a dar [ofrendar] lo que ms nos cuesta, pues Dios lo
multiplicar.41 Despus de la misa los asistentes se separan y cada comit
hace un recorrido que consiste en rezar y dejar una cruz azul,42 con su res-

36
Nativos de la misma comunidad, pero esta vez usaron una flauta dulce en lugar del
vbano original, hecho de carrizo, aunque la meloda era la tradicional, para ms fcil.
37
Tambin en las fiestas patronales del pueblo, el estandarte de la santita (la Santa
nmero 63, mayo-agosto, 2015

Patrona del pueblo, Santa Catarina mrtir) lo llevan las esposas de los mayordomos.
Para los pobladores es un honor que lo lleven a sus casas.
38
Dependiendo de la forma de organizacin del comit, aspecto que se ver ms adelante.
39
Se asigna un representante para cada uno de los Comits del Agua.
40
Se consulta a los encargados con antelacin para saber cules son las necesidades de
la iglesia y con base en stas, y de acuerdo con la capacidad del comit, se hacen las
ofrendas.
41
Idea que ya exista desde la poca prehispnica, cuando la exuberancia de las ofrendas
alcanz el extremo, pues rayaba en los sacrificios sangrientos.
42
Todas las cruces que se llevan en la Apantla son azules, sin embargo, se observ que
algunas de las que permanecen fijas en el manantial o depsitos en ocasiones son
blancas por lo que les sobreponen las azules en la ofrenda floral.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 45

pectiva ofrenda floral, en cada uno de los depsitos de agua o estanque


y en el manantial. Al llegar a cada uno de ellos,43 la banda debe entonar
las maanitas, como si llegara a una casa (P. J. E., integrante de Comit
del Agua). Tales recorridos tambin van acompaados del estandarte de
la Santa Patrona, las campanas, el incienso, la banda musical, los cohetes y
representantes de todos los comits mencionados anteriormente.
Se tiene especial cuidado de no echar cohetes cerca del manantial pues,
segn los habitantes de la localidad, esto podra espantar el agua, ya que
en la historia oral hay antecedentes de que esto ocurre.44 Los presidentes de
los Comits del Agua dirigen los recorridos, dan algunos mensajes, tanto
en el desayuno como en el manantial, donde, adems, los otros represen-
tantes de las autoridades civiles y religiosas dicen algunas palabras para
agradecer a todos los participantes e invitarlos a continuar con la tradicin
para agradecer a Dios por el agua, para que no nos falte. La banda ame-
nizar el baile para quienes se animen.
En el manantial de Atexcac invitan a un rezandero a orar, tanto a la
hora de hacer la limpieza del manantial como a la hora de poner la cruz.
En 2013, al lado de la cruz y el incienso, y junto a las ofrendas llevadas a
sta, el comit coloc ofrendas para los duendes, stas consistan en dos
canastas con galletas, fruta y trastes pequeos, las cuales haban sido ben-
decidas con anterioridad en la iglesia. Despus de la oracin la presidenta
dirigi unas palabras a los duendes entregndoles su ofrenda, y junto con
los integrantes del Comit del Agua, lanzaron ptalos de rosa,45 cubriendo
alrededor del manantial y el mero ojo de ste.
Dependiendo de cmo se organice cada Comit del Agua, al terminar
los recorridos se invita a una comida, ya sea en la casa de un aguador (como
en el Comit de Almeyatl-Minastlateli) o en el manantial (como en Atex-
cac, donde son los vecinos quienes se organizan para brindar un taco).
Despus del taco o comida, los tres comits se renen en la iglesia, donde
dejan los estandartes y campanas; los fiscales agradecen a todos su partici-
nmero 63, mayo-agosto, 2015

43
En el comit en el que son ms largos los recorridos, en cada estacin se reparte re-
fresco y licor.
44
Dicen que los manantiales tienen venas. Se percibe como un sistema hidrulico
(monte-agua) al interior del cerro, como algo sutil y delicado que puede ser alterado
por vibraciones de diversos grados. Hacen referencia al conocimiento tradicional de
los graniceros, quienes saban arreglar este tipo de problemas en los manantiales.
45
En el siglo xvi, durante la Colonia, Gonzlez Reyes [2002] hace mencin del ofreci-
miento de copal, flores, pulque y tamales, y de que en las fuentes de agua ponan
copal, rosas y papel.
46 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

pacin y los invitan a continuar con la tradicin, dando un reconocimiento


a la importancia del agua. Al atardecer cada comit y todas las autoridades
civiles y religiosas llevan a la iglesia una muestra de los alimentos para ofren-
darlos a la Santa Patrona, los cuales compartirn en la noche, en la expla-
nada de la delegacin, con toda la comunidad. Al anochecer cada Comit del
Agua llega con sus alimentos para compartir y con una banda musical. Un
maestro o una maestra de ceremonias habla de la importancia de la fiesta del
agua e invita a todas las autoridades a decir unas palabras de agradecimiento
a las personas que hicieron posible el evento y a la Santa Patrona por estar
llevando a cabo nuestra festividad por los manantiales que tenemos, por
el agua que tenemos y en la forma en que se est distribuyendo (P. J. E., in-
tegrante Comit del Agua). Se alienta a continuar con la tradicin y a hacerla
cada vez mejor para agradecer con mayor abundancia el agua que Dios nos
est mandando, para que en ese acto de donacin sea mayor la retribucin
incondicional, pues sin agua no hay vida. En la fiesta del agua, nuestra
fiestecita, hay cena, msica y baile para todo el pueblo.
Sin embargo, para muchos, por sus trabajos, la Apantla es slo el con-
vivir en la noche, pero en general consideran que es la fiesta ms bonita
[de todas las de la comunidad] porque convive todo el pueblo, todos los
comits llevan alimentos y comparten en la noche.
Algunos jvenes se quejan porque:

Lo hacemos por algo de mercadotecnia, todo se nos va en fiesta, licor, comida,


pero no se reflexiona sobre lo que es el verdadero sentido de la Apantla, que es
la conciencia del cuidado de nuestra agua, de nuestros manantiales y nuestros
recursos naturales debemos tomar conciencia de cmo nuestros antepasa-
dos s lo hacan, y nosotros que supuestamente tenemos ms recursos, ms
informacin, no lo hacemos! [] cuando uno es aguador es cuando uno se da
totalmente cuenta de que el agua est disminuyendo, porque no es solamente
tener el agua disponible para todos, entubada, sino hacer un uso adecuado de
nmero 63, mayo-agosto, 2015

ella. (C.G.T., integrante de la mayordoma.)

En los ltimos aos, de forma intermitente, se ha retomado la cere-


monia azteca-chichimeca en cada manantial, as como la danza, el tipo de
ofrenda y de msica.46 Con actividades paralelas a las antes descritas, la
ceremonia en el manantial fue organizada en 2012 y 2013 por un grupo de
jvenes de la comunidad denominado Juventud Comunitaria y por el Con-

46
Aunque ms en el estilo de la danza conchera.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 47

sejo Indgena Nhuatl de Texcoco,47 e invitaron a danzantes de la regin


que se reconocen a s mismos como guardianes de la mexicanidad, quie-
nes a su vez llevaron a un granicero de la zona. Dicha ceremonia, realizada
en los dos manantiales antes mencionados, consiste, segn los diferentes
actores, en abrir el cosmos para ponerse en contacto con la energa csmi-
ca dirigindose a los cuatro puntos cardinales, arriba y abajo, y nombran-
do a Ometotl.48 As se le habla a los lugares y en el centro va una ofrenda
con los cuatro elementos (agua, fuego, aire y tierra). Despus del ritual de
apertura se le toca al manantial una meloda con una flauta pequea y,
mientras se le sahma con copal, se le coloca una pequea ofrenda en una
vasija de barro con pan, fruta, dulces, galletas y trastes pequeos,49 y se
reparten ptalos de flores y rosas alrededor tanto de la ofrenda como del
manantial. Se comparte entre los asistentes el agua sacralizada en el ritual,
se entonan cantos y se baila una danza acompaada del huehuetl y la guita-
rra conchera. Se dan unas palabras de agradecimiento al manantial y a los
participantes y se les pide proteger a la naturaleza, la madre tierra y al agua;
se expresa el sentimiento de considerarse (al ser humano) parte de una na-
turaleza humanizada. Ser parte de la naturaleza humanizada es adems
una forma muy pedaggica de entender, en lo humanamente posible, que
todos somos parte de y cualquier integrante del sistema tiene la misma
importancia.
Ser parte de es un aspecto que est implcito en el concepto de ecosis-
tema, el cual incluye al ser humano como parte de la naturaleza. Al termi-
nar se entona un canto de despedida al manantial.

47
Grupo cultural constituido por representantes de los pueblos de la montaa texcocana
(San Jernimo Amanalco, Santa Mara Tecuanulco y Santa Catarina del Monte), que
trabajan por el rescate del idioma, la danza, el temazcal y la cultura en la regin.
48
El meollo de la profunda concepcin nhuatl de la divinidad es Ometotl, segn Len-
nmero 63, mayo-agosto, 2015

Portilla [1979: 153]: principio csmico en el que se genera y concibe cuanto existe
en el Universo [] cuya accin generativa est ms all del tiempo y del espacio, el
principio supremo, origen y fundamento de lo que existe y vive en el Cem-a-nhuac
(el mundo) [] Principio activo, generador y, simultneamente, receptor pasivo, ca-
paz de concebir [] y muestra cmo va tomando diversos aspectos en su actuar en el
Universo [1979: 163]. Ometotl est en el centro, entre los cuatro rumbos cardinales
(los cuatro dioses engendrados por l, o fuerzas primordiales que ponen en marcha
la historia del mundo), cimentado en s mismo, est en el Omeyocan, en el ombligo
de la Tierra, en su encierro de turquesas, en medio de las aguas, entre las nubes, en la
regin de los muertos [] [1979: 94-95].
49
Como la canasta en pequeo que ofrendaba el granicero en el Tlloc cuando iba a
pedir agua (C. C. C., curandera).
48 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

Aqu se considera al agua como la esencia de la vida, aunque para


las personas de mayor edad que an hablan nhuatl en la comunidad, con
un discurso no tan elaborado,el agua es como una criatura y por ello le
hablaban como tal en nhuatl, se quitaban el sombrero y le pedan permiso,
en tanto que ahora se le cantan las maanitas, se le aplaude, etctera.
Se concibe al agua como un ser vivo al que le gusta que le canten y le
dancen; uno de los danzantes agrega:

Al agua hay que cantarle porque el agua est viva, es un ser al que le agrada
que le cantemos como a nuestra madre, como a nuestros hermanitos cuando les
hablamos dulce. El agua se transforma, el agua nos da su vida, y cuando est
contenta nos la da con mucho mayor amor y como nosotros le podemos siquie-
ra dar un canto, como dice el abuelo Netzahualcyotl siquiera un canto, siquiera
una flor porque tambin va cantando el agua, tambin es una danza y va
danzando, entonces esa armona hace que fluya, hace que sea ms limpia y que
salga con ms alegra, con ms fuerza, la danza y el canto ayuda a que haya
ms agua, porque nos est oyendo, est conectada el agua con la madre tierra,
es parte de nuestra madre, el agua, y ella es una de sus mil voces, entonces
cuando canta con nosotros, todos estamos muy contentos, cuando danzamos
con ella []. (C. V. K., danzante.)

En la Apantla de 2012 el Consejo Indgena Nhuatl de Texcoco tambin


organiz una misa en nhuatl,50 en la que confluyen algunos elementos ca-
tlicos y de la cultura nhuatl (como el sahumador, el copal y los cuatro
elementos naturales). En esta misa destac la presencia de las personas de
mayor edad, pues son las que an hablan nhuatl.

Fiesta de la Santa Cruz o del 3 de mayo


nmero 63, mayo-agosto, 2015

Esta fiesta anteriormente se denominaba Atlazaziliztle, un trmino que


quiere decir llamado al agua. Se dedicaba a Tlloc y fue complementaria a la
Apantla, que se celebraba en honor de la deidad Chalchiuhtlicue (Juan Pi-
chardo Rub, profesor de mexicano nhuatl de la regin, comunicacin
personal, 28 de noviembre de 2013).

50
En fecha reciente a la celebracin, por primera vez, en la catedral de Texcoco, se ofici
una misa en nhuatl, organizada por el mismo consejo.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 49

En la fiesta de la Santa Cruz se bendicen en una misa o ceremonia ca-


tlica las cruces que fueron colocadas en los manantiales y depsitos el da
de la Apantla, por lo que sigue an muy vinculada a los manantiales, las
lluvias, los caos, los cerros y a la Apantla. Tambin quienes la organizan
son los Comits del Agua. Uno de los comits va al cerro, en medio del
bosque, donde, segn la tradicin oral, en una ocasin se apareci la Santa
Patrona para proteger al pueblo del ataque de los carrancistas. Desde este
punto denominado Tlaixtli,51 en el que hay tres cruces, se tiene una visin
panormica del pueblo, de Texcoco y del valle de Mxico. Se considera que
estas cruces cuidan al cerro y protegen a la poblacin de todo mal, son las
que representan a la comunidad: la cruz protege a uno, porque la cruz
es por delante, por delante del cuerpo de uno (C. C. C., curandera). All
se hace una ceremonia52 con el dicono de la capilla de la Santa. Despus
de la celebracin hay cohetes y se invita un refresco. En los manantiales,
donde se enfloraron las cruces en la Apantla, el sacerdote catlico oficia
una misa. Las cruces protegen tambin a los manantiales, pero hay que
bendecirlas. Las otras cruces que se hallan en los manantiales a cuatro
horas de camino, en el cerro o los depsitos, se bajan el domingo antes
del 3 de mayo para bendecirlas y para que oigan misa. En el Comit de
Almeyatl-Minastlateli hay padrinos de las cruces que se encargan de traer-
las a sus casas, limpiarlas, pintarlas, enflorarlas y llevarlas a la misa que se
realizar en el manantial de Almeyatl. El Comit de Atexcac las traslada
al depsito donde estn las oficinas y el auditorio adecuado para eventos
y misas, por lo que ellos mismos se encargan de limpiarlas, pintarlas y
enflorarlas.
Unos van al Almeyatl y otros al Tlaixtli. Los que van al Tlaixtli bajan al
depsito del manantial de Atexcac, donde hay misa, cohetes, banda53 y con-
vivio (desayuno o comida, dependiendo de la hora en que les den la misa).
Las personas tambin llevan las cruces que ponen al iniciar la construccin
de las casas, las cuales deben ser bendecidas cada ao y adornadas de flo-
nmero 63, mayo-agosto, 2015

res naturales o artificiales de muchos colores para asegurar la proteccin de


la casa (P. A. V., integrante Comit del Agua). Las cruces son tratadas con
mucho cuidado, especialmente las que tienen Cristo, y todo el atrio se llena,
pues hay una nutrida asistencia. En la misa y la ceremonia catlica se explica

51
Se encontr que hay otras dos formas de hacer referencia a este lugar: Claixcle y Tlaixcle.
52
La consideran ceremonia porque no hay comunin. Anteriormente all se haca cena y
baile despus de una misa, y tambin haba compadrazgo.
53
No siempre se da la participacin de los msicos en el 3 de Mayo, esto vara ao con
ao.
50 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

el significado de la cruz y de cmo todos llevamos una cruz que debe ser
cargada con gozo.54 El dicono explica que antes era muchsimo ms im-
portante esta fiesta, aunque todava es importante. Tambin hay misas par-
ticulares en las vsperas del 3 de mayo para pedir agua, las cuales se celebran
como reemplazo del pedimento de lluvias que hasta hace poco realizaba el
granicero en el mes de febrero o marzo en el cerro del Tlloc, custodiado por
cuatro o cinco personas.

La organizacin de los comits para las fiestas

Si no tuviramos el agua no viviramos, no existira este mundo. Esto lo entend


cuando tuve el cargo. Nadie entra sabiendo, todo se aprende a travs del cargo.
Sin el agua no existiera nada, no habran rboles, no habran campos, no ha-
bran animales, y no habra maz, ni frijol, ni otras semillas para sobrevivir. (S.
A. V., integrante del Comit del Agua.)

La comunidad est organizada por tres comits del agua, los cuales tie-
nen a cargo la administracin y mantenimiento de uno o varios manantiales,
sus depsitos y estanques. El nombre del comit se recibe de acuerdo con
el nombre del lugar en el cual se ubican los usuarios o el de los manan-
tiales ms importantes que estn bajo su direccin. Dichos organismos se
encargan del agua rodada para riego y del agua potable, as como de la
organizacin de la Apantla y la fiesta del 3 de Mayo. Aunque cada comit
se organiza con algunas variantes que se introducen ao con ao, hay dife-
rencias de organizacin entre los comits, por ejemplo, entre el de Atexcac
y el de Almeyatl-Minastlateli.
El Comit del Agua de Atexcac se elige cada ao55 conforme a la localiza-
cin de los comuneros propietarios de terrenos o casa/habitantes del sector
al que le surte cada manantial. Lo conforman un presidente, un secretario,
nmero 63, mayo-agosto, 2015

un tesorero, cada uno con su suplente, y ocho aguadores. El comit saliente


elige cul ser el cargo que ocuparn. Un aguador por semana se encarga
de cerrar y abrir las vlvulas para que se suministre el agua por sectores
cada tercer da y de saber las necesidades de agua para riego que tienen sus

54
Aspecto implcito en la idea del sacrificio (esfuerzo) que se hace para llevar a cabo el
cargo de aguador o en las mayordomas.
55
Al igual que en el tercer comit (el de Cuauhtenco), estos dos comits comparten el
agua y la limpieza del cao. En Cuauhtenco un aguador invita el desayuno y otro la
comida.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 51

usuarios. La mesa directiva se encarga del mantenimiento de manantiales y


depsitos, y de organizar las fiestas mencionadas. Los usuarios pagan una
cuota anual para cubrir el sustento de manantiales, depsitos y estanques,
y para los gastos de ofrendas, cohetes, flores, mantenimiento y enflorada de
las cruces para las fiestas. La banda musical la pone la delegacin.56 Quince
das antes de las fiestas salen los cobradores de las cuotas para los cohetes,
flores, misa y cantor. Cada miembro de la mesa directiva del comit debe
dar una cooperacin para el desayuno, la comida y la cena de la Apantla, y
3 de Mayo, el desayuno o la comida.
El cargo en el Comit del Agua es por un ao, como las mayordomas,
va parejo, desde abajo, hasta todo lo que corresponde al Comit de Atex-
cac. Para los pobladores esto trae consigo muchos problemas, al terminar,
los vecinos ni te saludan. Por el contrario, la mayordoma es considerada
una bendicin57 y todos quieren ser mayordomos.
Los hombres se relacionan con el agua a travs del cargo en el Comit
del Agua.

Generalmente son seores los que son aguadores, pero si por ejemplo la mujer
est sola o el esposo est trabajando, le toca a ella. Pero hay cosas como los
arreglos, s tienen que ser a fuerzas los hombres. (S. A. V., integrante del Comit
del Agua.)

Sin embargo, en 2013 una mujer ocup por primera vez el cargo de
presidente. Todos los cargos de la mesa directiva y casi la mitad de los del
comit fueron asumidos por mujeres: Las mujeres son las que ms se re-
lacionan con el agua por la comida, la lavada de trastes, la ropa, tambin la
usamos para el bao (S. A. V., integrante del Comit del Agua).
Las mujeres hablan con mucho aprecio del agua: Los manantiales nos
estn reviviendo, primero Dios y el agua, porque si no hay agua nos vamos
a morir (C. M. O., mujer de 79 aos).
nmero 63, mayo-agosto, 2015

En general, los que han participado en el cargo dicen que es a travs de


l que lo aprenden:

El cargo como aguador o en el Comit del Agua y la Apantla ayudan a que


quieran el agua, todos adoramos el agua porque es la que nos mantiene, apre-

56
Como son msicos de la comunidad, stos a cambio dejan de hacer tres faenas de
trabajo comunitario.
57
Cuando la virgen va a nuestras casas, nos cambia la vida (T. A. C., integrante
de Comit del Agua). Para otros es la oportunidad de hacerse de dinero.
52 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

ciamos el agua, la valoramos, es un lquido vital, es sagrado. Aunque hay al-


gunos de nosotros que no la cuidamos y la desperdiciamos. (D. F. T., integrante
de la delegacin.)

En este comit ya reforestaron un millar en el manantial dos, los del comit y


el pueblo en el monte. (P. J. G., integrante del Comit del Agua.)

Es persistente la siguiente idea:

[] hay que ser ms conscientes de que el agua se tiene que cuidar ms. La
contaminacin que estamos haciendo como habitantes en el suelo que tiene el
manantial, basura inorgnica, vasos, hule Van y tiran basura!, se debera sa-
car un tema en el convivio de no tirar basura en el manantial. Hacerle concien-
cia a la gente. Salir a recaudar basura, aparte de los caos []. (S. G. V., mujer
integrante del Comit del Agua.)

El Comit de Almeyatl-Minastlateli administra el agua para terrenos


ejidales, tambin lo conforman un presidente, secretario y tesorero con sus
respectivos suplentes y vocales. En la Apantla un primer aguador se encar-
ga del desayuno y el segundo de la comida. En 2013 dos mujeres ocuparon
el cargo de aguadoras por primera vez. El comit se ocupa de la cena y
con el dinero que aporta cada usuario se encarga del mantenimiento de
los manantiales, depsitos y estanques, del bombeo, los cohetes, la ofren-
da y la entrega de la canasta58 con la cual se invitar al primer y segundo
aguador a participar, en el caso de la Apantla, con el desayuno y la comida,
respectivamente. Hay un padrino de cada cruz que se dedicar a su man-
tenimiento y enflorada. La delegacin se encargar de la banda musical.
Este comit se elige cada tres aos por parte de la asamblea de usuarios.
nmero 63, mayo-agosto, 2015

Discusin

Cuidemos nuestros bosques para conservar nuestros manantiales, porque si


se acaban los bosques se acabaran los manantiales. Hay que tratar de inculcar
a los nios que cuiden eso que es algo tan sagrado que es el agua Yo en su
momento tuve la necesidad de ir al bosque porque no haba de otra, pero aho-

58
Es un obsequio con panes, fruta, galletas, licor, etc., elemento que simboliza el intercam-
bio presente en compadrazgos, fiestas, pedimento de la novia, bautizos, da de muer-
tos, en pequeo, como se anot anteriormente, en el pedimento de lluvias, etctera.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 53

rita en la actualidad ya no hay la necesidad de ir al bosque, el tipo de trabajo


cambi, ojal se siga conservando para seguir teniendo ese lquido que es tan
necesario para todos. (F. M. O., integrante de la mayordoma.)

Se observ cmo, en el interior de la comunidad, en diferentes sectores


de edad y gnero existe una sensibilidad especial hacia el agua, de lo cual
no se es muy consciente, y que ubicada en un mbito sagrado y desde
la ritualidad de la fiesta, opera como un control en la relacin profana
y cotidiana con el elemento. Adems, la organizacin social contribuye a
que, al pasar por este cargo (que va parejo en dos de los comits), todos
aprendan la leccin y adquieran conciencia sobre el cuidado del agua y su
sacralidad.
Esto, aunado al aprecio59 que se tiene por el monte, ligado a su identi-
dad, se refleja en la comprensin de una relacin inseparable entre el monte
y el agua y la persistencia de seres no humanos que manejan y controlan
el elemento (duendes, ahuaque o tiochis), que pueden causar enfermedad o
dao si no se procede de manera adecuada y ritual al estar en los lugares
donde stos habitan. Esto ha contribuido a la existencia del bosque y los
manantiales aun con la presin que se ha ejercido60 sobre estos recursos y a
pesar de la cercana de la masa urbana de la ciudad de Texcoco y el Distrito
Federal.
En las fiestas la gente establece un compromiso, que reitera ao tras
ao, ante su Dios (el catlico), la Santa Patrona y el manantial, donde lo
que se les obsequia en las ofrendas, en el sentido de Mauss [2007], refuerza
la devolucin, pues aunque se haga voluntariamente, la devolucin es casi
obligatoria. En este sentido es una forma de asegurar este intercambio con
las divinidades a travs de la fiesta, el baile, el agradecimiento espiritual y
el ritual, ya que, como anotaba Good [2005], en el ritual tambin se inter-
cambia energa. El gasto que hacen aguadores y comit es visto como un
sacrificio que se dona, el cual tiene la capacidad de influir sobre su Dios
nmero 63, mayo-agosto, 2015

(el catlico) o la Santa Patrona, pues al recibirlo se comprometen a devolver


ms de lo que les han donado. Se manifiesta la idea de que cuanto mejor
se haga la fiesta, ms abundante ser el agua. Lo que se negocia es la dis-
ponibilidad de agua, por lo que se agradece (pide) haber podido (y poder)
volver a hacer el ritual. Se restituir el especialista ritual que negociaba en

59
Vase al respecto una discusin ms amplia en Madrigal [2013].
60
Aspecto presente desde la poca prehispnica, colonial y hasta recientemente en la
actividad, en la que se abasteca de madera y carbn a Texcoco y el Distrito Federal.
54 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

el Tlloc la disponibilidad de agua61 con sus compadres, los duendes (tio-


chis o ahuaque)? Esta festividad podra suplir esa necesidad latente y muy
sentida en la comunidad. Los caos ya estn desapareciendo, en un sector
de la poblacin ya no hay, pero la fiesta no. La fiesta es el agradecimiento
que compromete el agua, un compromiso sagrado, por lo tanto, es quererla,
respetarla, valorarla, cuidarla y algunos dicen, adorarla. Adems, el cargo
se desempea como un servicio a la comunidad para atender todo lo rela-
cionado con el agua, lo cual incluye reforestar.
Los cambios que se han ido dando a lo largo del tiempo han transforma-
do las formas como se manifiesta la fiesta, pero no su esencia. Se modifican
los tipos de flores, pero sobrevive la ofrenda floral, cambia el copal al incien-
so, cambian los instrumentos musicales, el tipo de msica y la organizacin
de los msicos; cambia la danza o forma de bailar y los atuendos, pero no
la presencia de la msica. Al leer la descripcin detallada de las fiestas que
hace Sahagn [1982] podemos encontrar un estilo de organizacin social
para las festividades que an sobrevive, un aguador o encargado de la fiesta
que invita a comer, la participacin de las autoridades en todo el evento,
en otro momento la comunidad, las procesiones, las imgenes de divinida-
des que los acompaan. No encontramos el vestido azul de Chalchiuhtlicue
que simboliza el agua, pero s encontramos la cruz pintada de azul y a una
Santa Patrona que asumi sus funciones a la que se le ofrendan alimentos
y se le agradece (pide) por el agua y su distribucin. El agua habita en el
manantial, en un depsito, una presa, es una entidad a la que se le deben
entonar las maanitas, aplaudirle y hablarle (en el manantial), y para utili-
zarla se debe pedir permiso a los seres (los tiochis o ahuaque) que habitan esos
lugares. Esta agua, Chalchiuhtlicue, debe ser fertilizada por Tlloc dios de
las lluvias, truenos y relmpagos [Durn 1984, t. 1: 81], ahora es a Dios (el
catlico), al que en una misa se le pide por las lluvias. Sin embargo, con los
grandes cambios que est experimentando la comunidad para algunos es
una exageracin hacer una ofrenda con ptalos de rosas al manantial, ha-
nmero 63, mayo-agosto, 2015

cerle una ceremonia azteca-chichimeca al mismo, pero s sobreviven an el


agradecimiento, la msica y la danza, y una relacin sagrada con ella.
La presencia de la cruz resume la esencia de la ceremonia azteca-chichi-
meca en la que se invocaba a los cuatro rumbos cardinales62 y se estableca

61
Lorente Fernndez [2010] discute cmo el granicero fue un elemento integrador entre
Tlloc, ahuaque y la reina Xchitl, advocacin de Chalchiuhtlicue, que mediaba la dis-
ponibilidad tanto del agua de lluvia como de los manantiales y aguas corredizas.
62
Los tlaloque (aqu duendes o tiochis), segn Suzan [2004], aparecen asociados a los rum-
bos cardinales en la Leyenda de los Soles. Esto se observa en la Caja ritual de piedra en
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 55

contacto con el cosmos, la energa csmica y la divinidad. Algunos experi-


mentan una sacralidad en todo lo cotidiano, se bendicen todos los elemen-
tos, los cuales guardan una relacin sagrada con todo lo humano: la familia,
los cultivos, los alimentos y la educacin.

Dios va por delante en todo la cruz tambin cuando se est haciendo una
cura, se est haciendo, invocando al Todo poderoso, siempre que se va a hacer
algo (la masa para la tortilla, la sal para la comida, cuando empiezas a comer y
cuando terminas, etc.), todo lo que se va a hacer se bautiza. Son cuatro puntos
cardinales, se empieza del norte, al sur, oriente a poniente, se est formando
una cruz []. (P. J. E., integrante del Comit del Agua.)

Dicha ceremonia, actualizada y realizada en nhuatl, toma en cuenta


a todos los elementos de todo lo existente en la naturaleza, lo cual implica
concebir el espacio (los cuatro puntos cardinales), el centro, arriba y abajo,
como una referencia a la totalidad.
Por eso ahora esa cruz es una sntesis, un smbolo de proteccin que
representa la presencia de lo divino frente al Universo, es invocar a Dios (el
catlico), a la totalidad, al cosmos o a Ometotl. Por ello las cruces deben
or misa el 3 de mayo y ser bendecidas para reiterar su carcter sagrado,
su vnculo con Dios (el catlico) o la totalidad, y con ello su poder para pro-
teger manantiales, depsitos, casas, lugares, el monte y al pueblo.
La conciencia de que hay que conservar el monte, reforestar lo que se
est talando es algo constante en la comunidad. Se manifiesta un descon-
tento generalizado de la poblacin en relacin con los talamontes, pues
por reglamento interno de la comunidad el bosque no se debera tocar. Un
integrante de las autoridades hace la siguiente observacin: Nadie tiene
ese permiso, pero nadie los para, porque si se les dice a las personas y hay
problemas y no quieren enemigos [].
Sin embargo, es una mujer la que expresa:
nmero 63, mayo-agosto, 2015

Antes no cortaban cualquier parte, ellos noms como quien dice iban levan-
tando todos los palos que estaban, y las ramas, pero los troncos los dejaban,
y ahora van barriendo como chambusquina. La verdad yo soy muy venenosa
para esas cosas que hacen. No tienen precaucin. Lstima, yo tanto, ya me

Tizapn, San ngel, de la Ciudad de Mxico, que ilustra Broda [2009b: 64], en la que los
tlaloque estn orientados hacia los cuatro rumbos formando una cruz. En la leyenda
anotada, los tlaloque se ven como dueos de los alimentos, por lo que deciden su dis-
ponibilidad para los humanos [Chimalpahin 1965: 126].
56 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

cans de pedirles ayuda a cualquier vecino. Pero como ya no puedo salir, Yo


quisiera que me dieran el nombre de o nmero de sta de la Forestal, por
Dios! yo si viene la Forestal y me llevara para ensearles por dnde est el des-
trozadero, yo puedo ir con ellos aunque me corten el pescuezo, pero siquiera
que yo pudiera defender el patrimonio precisamente ya no hay rboles, ya no
hay agua. Y todava se ponen rebeldes! Y yo es lo que yo quisiera, que alguien
me apoyara. Ojal, si hay que alguien se aventara. Yo no le temo, si para morir
nac. Yo lo que quisiera que apoyaran el pueblo para defender nuestro patri-
monio. (C. C. C., curandera.)

Esta voz recuerda esa otra poca en que, en estas montaas, Netzahual-
cyotl, segn Alva Ixtlilxchitl [1985, t. 2: 129], alarg los montes, porque
de antes tena puestos los lmites sealados hasta dnde podan ir a traer
maderas para sus edificios y lea para su gasto ordinario, y tena puesta
pena de la vida al que se exceda de los lmites. Sin embargo, a pesar de
la dureza de las normas, en una ocasin que encontr a un nio en estos
lmites, recogiendo palitos para llevar a su casa, el mismo Netzahualcyotl
presenci la penuria del chico y mand que se quitasen los trminos sea-
lados, y que todos entrasen en los montes y se aprovechasen de las maderas
y leas que en ellos haba, con tal que no cortasen ningn rbol que estuvie-
se en pie, so pena de muerte [] [1985, t. 2: 129].
Para la poca de Moctezuma II ste haba prohibido el desmonte de
ciertas reas del imperio mexica, pero para el siglo xv y xvi grandes exten-
siones de la sierra haban sido desmontadas con el fin de abastecer de ma-
dera (que se usaba en la construccin de viviendas y como combustible) y
otros productos del monte a las ciudades de Texcoco y Mxico [Parra 1981;
Palerm-Viqueira et al. 1986].
En la actualidad Vivar [2007] describe la situacin de los bosques en la
montaa texcocana como sigue:
nmero 63, mayo-agosto, 2015

El bosque no ha dejado de sentir la presin de la explotacin. Los dueos de


los aserraderos, en contubernio con funcionarios gubernamentales de la Semar-
nat y Probosque, y con las mismas autoridades ejidales locales, han impulsado
una explotacin industrial con la consecuente sobreexplotacin del bosque y una
corrupcin en el manejo del dinero obtenido por parte de las autoridades ejida-
les, todo lo cual se ha venido incrementando desde que el control de la explota-
cin del bosque ha pasado a manos de los propios ejidatarios [].

Toda la racionalidad nativa de control desde lo sagrado hacia el monte


se ve afligida y se plasma en la existencia de un bosque fracturado, em-
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 57

pobrecido, y de un paisaje desacralizado y devorado por la racionalidad


econmica imperante en el entorno nacional.
Y, sin embargo, esta comunidad todava se da el lujo de tomar agua
directamente del manantial, estando a unos kilmetros del Distrito Fede-
ral: El agua aqu normalmente no se hierve, pues es agua limpia, sale de
las piedras y si no la cuidamos, la contaminamos pues vamos a tomar
agua contaminada []. (M. R. V., representante en la iglesia.)

Conclusiones

El ritual en su funcin pedaggica acta como parte de la educacin am-


biental nativa. Es as que la Apantla se convierte en un ejemplo para esa
educacin ambiental, en tanto hay una conciencia de la importancia del
agua para los humanos, los seres vivos en nuestro globo terrestre y como
elemento central en la naturaleza, lo cual la comunidad de Santa Catari-
na del Monte ha logrado a travs de la prctica descrita, como mtodo o
sistema que contribuye al control social del agua. Slo la fiesta, que es el
agradecimiento que busca comprometer el agua, todava instaura un com-
promiso sagrado en el que va implcita la valoracin del agua hasta el punto
de sacralizarla y adorarla.
Sin embargo, en su mtodo o sistema de control se observa una frac-
tura en la relacin sacra monte-agua al casi desaparecer la intervencin
de un intermediario, el especialista ritual (el granicero) que demandaba
a la comunidad su contraparte, quien poda integrar y cohesionar todo
lo relacionado con el agua y el monte en el mbito sagrado, de carcter
permanente. Aspecto que al no asumirse de manera coherente y ordenada,
se materializa en un control insuficiente ante la voraz amenaza de las mo-
tosierras y de los talamontes, afectando as la disponibilidad del agua.
Por ello, al no estar muy delimitada una nueva figura especialista o un
nmero 63, mayo-agosto, 2015

cargo que atienda enteramente lo relacionado con el bosque, dada una


debilidad en la organizacin social para el control desde lo sagrado, que s
es fuerte aun respecto al agua, el bosque se ve empobrecido y diezmado,
afectando la cantidad de agua que brota de los manantiales. Por ltimo, se
observa un eclipsamiento de las festividades relacionadas con el monte 3
de Mayo, tepeilhuitl, Santa Patrona Santa Catarina del Monte, que al
sacralizarlo contribuan a crear conciencia de la importancia del cuidado
de lo que se consideraba sagrado, lo que s se observa claramente an con
el elemento agua.
58 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona

Chalchiuhtlicue, elemento medular del mito de regulacin ecolgica por


el que se normaba el comportamiento hacia el agua, sobrevive reelabora-
da simblicamente en la Santa Patrona con la que gestionan el agua; Dios
(el catlico) tiende a reemplazar a Tlloc, pues es a quien se le solicitan las
lluvias en misa, y los tlaloque (duendes, tiochis o ahuaque) an se consideran
presentes en la Apantla y que siguen guardando los manantiales.
La leccin aprendida con las sequas y hambrunas vividas desde hace
siglos por los pueblos de la regin, busc con el ritual tratar de sujetar el
tiempo, esto es, tener un control de las manifestaciones del entorno en la
poca de mayor sequa y tramitar la ddiva divina. Tambin orient a la po-
blacin a ofrendar lo que tiene. Antes era la vida: sacrificios de seres vivos
y humanos; ahora es el esfuerzo, el trabajo, el sentimiento de poder hacer
la ofrenda, los alimentos, la msica, oraciones, danza o baile. Pero tambin
es lograr tener por este mtodo de educacin, un sentimiento genuino de
aprecio, cario y agradecimiento por el agua.

Agradecimientos. Este trabajo fue realizado gracias al apoyo de las becas


doctorales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa (Conacyt), el fi-
nanciamiento para investigacin de estudios doctorales al Colegio de Post-
graduados y la colaboracin de la comunidad Santa Catarina del Monte.

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Recepcin: 1 de octubre de 2013.


Aprobacin: 6 de marzo de 2014. nmero 63, mayo-agosto, 2015

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