Apantla Peticion Que No Falte Agua
Apantla Peticion Que No Falte Agua
Apantla Peticion Que No Falte Agua
Resumen: La Apantla es una fiesta en la que se celebra al agua en Santa Catarina del Monte,
Texcoco, Estado de Mxico. En esta poblacin de origen nhuatl los habitantes traducen la palabra
Apantla como el cao se limpia. Segn la tradicin oral, los habitantes de Texcoco la conservan
desde la poca prehispnica como pervivencia de un legado ancestral heredado de Netzahualcyotl.
El objetivo de este artculo es mostrar que este mtodo local para la valoracin del agua, por
parte de los integrantes de dicha comunidad, pervive como elemento de un sistema de control del
recurso desde lo sagrado, que se convierte en un ejemplo para la educacin ambiental. Se hizo
registro de testimonios etnogrficos a partir de entrevistas a los diferentes actores locales, en las
que se indag la manera cmo se celebraba y cmo se celebra en la actualidad. Se consultaron
cronistas tempranos. Asimismo, se discute cmo opera esta nocin de lo sagrado en el control del
monte-agua. Se concluye que esta prctica ritual ha contribuido al desarrollo de una conciencia,
no slo de la importancia del lquido vital, sino tambin de su sacralidad, insertada en la tradicin,
la identidad y la ritualidad, e incluso en la vida cotidiana.
Abstract: The Apantla Festival, celebrated in honor of water, is held in the town of Santa
Catarina del Monte, Texcoco, State of Mexico. Among this population, of nahuatl origin, people
translate the name as the ditch is cleaned. According to oral tradition from pre-Hispanic times,
Texcocos inhabitants preserved this ancestral legacy from Netzahualcoyotl. The purpose of this
paper is to show that this local method for valuing water among the members of this community
has survived as part of a control system for the resource from the sacred practices, and has become
an example for environmental education. A record was made of ethnographic testimonies from
interviews with different local actors regarding the form in which the celebration of the Festival
was carried out in both the past and the present. Early chroniclers were also consulted. It also
discusses how this notion of the sacred practices applied in the control of this mountain-water
resource is operated. We conclude that this ritual practice has contributed to the development of
awareness, not only of the importance of this vital liquid, but also of its sacredness, embedded in
tradition, identity, ritual and everyday life.
Introduccin
1
En el Diccionario de la lengua nhuatl o mexicana de Remi Simen [1988] apantli significa
cao, acequia.
2
Al respecto, y a sugerencia de algunos integrantes de la comunidad, se elabor un
video titulado Apantla: el agradecimiento por el agua, que fue entregado y presentado en
diversas ocasiones en la comunidad.
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3
Para Durkheim [1991] lo sagrado es aquello superior en dignidad (valor) y poder,
lo que est sujeto a prohibir, pero a lo que se puede acceder a travs de los rituales
y la religin misma. Para Yolotl Gonzlez [1983] es lo totalmente otro, es la parte
dinmica de lo sobrenatural, contiene mana o fuerza, es irracional (est ms all de
la razn), es una parte esencial de la religin. Para una discusin ms amplia sobre lo
sagrado vase Madrigal [2013].
4
Con este fin se hizo el video sobre dicha fiesta, donde se expresa el sentir de la
comunidad en relacin con el agua.
5
Fiesta que cumple con las caractersticas de una tipificacin del ritual: es cclica, tiene
un tiempo y espacio propios, es llevada a cabo por un especialista, es de carcter
colectivo y simblico, legitima prcticas y creencias de origen sagrado, y contribuye
a la reproduccin de la sociedad. Consagra un espacio y es la representacin del mito
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 31
7
Una descripcin complementaria a la presente es la de Velzquez [2003].
8
Tambin se la denomina fiesta del agua, en algunos lugares de Espaa, en las que
se celebra haciendo bailes, y como el Sbado de Gloria en Mxico, arrojando agua
a los que pasan frente a la casa; en China adems se arroja agua como smbolo de
purificacin para comenzar el ao nuevo con buena suerte. En otros pases se toma
el nombre del agua como elemento representativo de un lugar, un tema, un arte
(Colombia, India, Bangalore y Estados Unidos), siendo organizada principalmente para
aspectos culturales, ambientales, intelectuales, educativos y de diversin. En muchos
otros sitios son ceremonias al agua (consultado en diversas pginas Web).
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 33
9
Comunicacin personal del cronista de Texcoco, el profesor Alejandro Contla
Carmona, septiembre de 2012.
10
Efectivamente, Parsons [2008: 169-171] se refiere a evidencias del Tolteca Tardo en
este centro ceremonial, entremezclados con los del periodo Azteca. Wicke y Horcasitas
[1957] enlistan varios cronistas que documentan el ascenso de los chichimecas al
Tlloc, material de la etapa de las invasiones chichimecas (circa 1100-1300 d. C.) y
anterior, tambin fragmentos pertenecientes al Tula-Mazapn y al complejo Azteca
para concluir que no pudo haber sido construido antes de los toltecas.
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11
Palerm y Wolf [1972: 119] plantean que se reorganizan por reas ecolgicas, los agricultores
toltecas permanecen en la planicie lacustre y en el somontano, los chichimecas ocupan
el somontano y la sierra como territorios de caza, controlan el rea y dan proteccin
militar a los agricultores. Parsons [2008: 224] ubica en el Tolteca Tardo este comienzo
de la toltequizacin y la serie de eventos posteriores al periodo Azteca.
12
Comunicacin personal del cronista de Texcoco, el profesor Alejandro Contla Carmona,
septiembre de 2012.
13
Gonzlez Rodrigo [1993: 23], basado en un documento de Coy [s/f, y al parecer sin
publicar] refiere a la migracin de 1418 la fundacin de los pueblos de la montaa
texcocana que, aunque coincide con la huida de Netzahualcyotl, no se la adjudica a l;
sin embargo, es de suponerlo, dado que huan de los tepanecas, eran aliados y estaban
sujetos a este seor; quizs por ello Lorente-Fernndez [2009: 100] deduce que los
34 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
pueblos de la montaa (entre ellos Santa Catarina del Monte), fueron fundados
por Netzahualcyotl. Alva Ixtlilxchitl [1985, t. 1] registra varias migraciones a las
sierras a causa de guerras por parte de sus antecesores. Parsons [2008: 143, 146, 148 y
151] encontr en los lmites de Santa Catarina del Monte, cermicas, tiestos y restos
escasos de estructuras residenciales pertenecientes ms al Azteca Tardo que al Azteca
Temprano; y unos cuantos tiestos del Tolteca Tardo [2008: 144].
14
Palerm habla de cierta tecnologa desarrollada en el rea: Existan tcnicas para exca-
var los manantiales con el propsito de aumentar los caudales, as como tcnicas para
controlar el flujo de agua encerrndola en cajas y cercas [1990: 292-293].
15
Acerca de la sequa durante tres aos, dice Durn: En el ao de 1454 [] y los dos
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aos siguientes [] los manantiales se secaron, las fuentes y ros no corran, la tierra
arda como fuego, y de pura sequedad haca grandes hendeduras y grietas, de suerte
que las races de los rboles y de las plantas, abrasadas con el fuego que de la tierra
sala, se les caa la flor y hoja y se les secaban las ramas, y los magueyes no daban su
acostumbrado jugo de miel, ni los tunales podan fructificar [] el maz en naciendo
se pona luego amarillo y marchito y todas las dems legumbres [1984, t. 2: 241]. Alva
Ixtlilxchitl [1985, t. 2: 111] dice que fueron seis aos que duraron estas calamidades,
por lo que nacieron las guerras floridas para poder abastecer la solicitud de los
sacerdotes de hacer muchos sacrificios humanos.
16
Antes llamada Tepetlixpa, segn algunos habitantes de la comunidad. Palerm y Wolf
[1972: 130] ponen entre parntesis Sochiatiapan o Xochihuacan al referirse a Santa
Catarina del Monte.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 35
17
Y a la ciudad de Texcoco.
18
Esta idea de purificacin la describe Durn [1995, vol. 2: 175-177], al celebrar a Chalchi-
uhcueye, los sacerdotes les enseaban del agua, cmo en ella nacan y con ella vivan y
con ella lavaban sus pecados y con ella moran. Al nacer lavaban las criaturas en fuen-
tes para los nobles y a los dems en riachuelos o fuentes de poca estima [] lavatorios
sobre los cuales haba grandes ofrendas de joyas en figuras de peces y de ranas y de
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patos y de cangrejos de tortugas y joyas de oro que en ellas echaban los principales
Seores cuyos hijos en ellas se lavaban. Lavbanlos sacerdotes y sacerdotisas diputa-
das y sealadas as de ellos como ellas para aquellos oficios. Despus de la fiesta de
Mecoatl se lavaban chicos, grandes y enfermos, en lo cual tenan fe que quedaban
limpios en el nima y libres de los pecados cometidos hasta aquel punto, igual hacan
cuando una persona falleca. Azar y Johansson anotan que al morir le decan: Hijo
mo llega a vuestra madre la diosa Chalchiuhtlicue o Chalchiutlatonac, tenga ella por
bien de te recibir, y de lavarte; tenga ella por bien de apartar de ti la suciedad que to-
maste de tu padre y madre, tenga por bien de limpiar tu corazn, y de hacerlo bueno
y limpio; tenga por bien de te dar buenas costumbres [] [1992: 64].
19
Se observa la prdida en la memoria histrica de la calendarizacin prehispnica del
tiempo.
36 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
[] el da que hacan fiesta en esta capilla y templo a estos dioses tlaloques, era
por el mes sexto, que llamaban etzalqualiztli, que en nuestra cuenta corresponde al
mes de junio; este da lababan [sic] todas las albercas y presas de agua, y jugaban
con caas de maz verde y hacan baile, que llamaban etzalmacehualoya, en todo el
pueblo; y mataban en este lugar, en honra de estos demonios tlaloques, algunos
cautivos y ayunaban uno de sus ayunos [] [Torquemada 1976, vol. 3: 220].
Mando [sic] Ahuitzotl abrir un cao y trajeron el agua con grandes ceremonias
y supersticiones, yendo unos sacerdotes incensando a la orilla del cao, otros
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20
Las comunidades de San Dieguito, Tlaminca y Nativitas reciben de esta agua. stas,
junto con un manantial al sur de Santa Catarina, dice Parsons [2008: 163], conformaban
la red sur de canales que abastecan al Tetcutzingo. El manantial al que se refiere, que
corre por San Pablo Ixayoc, es el Texapo [Palerm y Wolf 1972: 130].
21
Del nhuatl calli, casa, y pixqui, guardin. Diccionario de la Real Academia Espaola.
<http://lema.rae.es/drae/?val=calpixque>. Consultado el 12 de diciembre de 2014.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 37
los montes y cuevas se les ofrendaba a los idolillos de piedra y barro [Durn
22
Despus vino una inundacin, la gente tuvo que migrar de la ciudad, pues se
destruyeron los cultivos y casas y sobrevino el hambre [Durn 1984, t. 2: 379]; entonces
Ahuitzotl le pide ayuda a Netzahualpilli, quien, segn Alva Ixtlilxchitl [1985, t. 2:
292], ataj el agua, la meti dentro de una caja y cerca de argamasa y se cerr el ojo de
agua; segn Durn [1984: 380], le aconseja una nueva ceremonia de restitucin para
aplacar la ira que contra ti tiene Chalchiuhtlicue [] quiz con eso la aplacaremos
y detendr sus manantiales, para que no echen tanta agua como echan. Sugiere
deshacer las presas para que el agua siga su antiguo curso [Durn 1984, t. 2: 379-381].
Inundacin que lleg a orillas de Texcoco [Palerm 1990].
38 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
23
Adems, Napatecutli y Opochtli eran dioses tlaloque a los que se les dedicaba una
fiesta. Uixtocihuatl, diosa de la sal, era hermana mayor de los tlaloque, festejada en
tecuilhuitontli, en el cu de Tlaloc le hacan sacrificios [Sahagn 1982].
24
Dice Torquemada [1976, t. 3: 78-79] que en la sierra de Tlaxcala, llamada Santa Ana
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Antes todo era ordenado, se manejaban las jerarquas, las personas ms gran-
des eran las ms sabias y eran las que dirigan la Apantla, ahora cualquier per-
sona dice haz esto, haz lo otro []. (C. C. V., hijo del granicero.)
26
Este instrumento, que se toca como la flauta traversa, an sobrevive y slo en la
comunidad vecina de Santa Mara Tecuanulco lo saben tocar. En Santa Catarina del
Monte ya muri el ltimo que la tocaba en las fiestas, por lo que las chirimas de Santa
Mara Tecuanulco son invitadas para sta y otras fiestas religiosas de la comunidad.
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Los duendes cuidan el agua, y cuando te acercas al manantial te pueden hacer mal, se
te va la voz, te enfermas y te puedes hasta morir, ese que se muere se va con los duen-
des (C. M. O., mujer de 79 aos). Aun en la actualidad se cree que los duendecitos,
tambin denominados localmente, tiochis, diotchis o ahuaque, andan rondando por all,
por lo que hay restricciones para grabar o tomar fotografas, especialmente el da de la
fiesta de la limpieza: Slo los graniceros de antes los podan ver y manejar. Se suban
encima de ellos y los acariciaban, cuando suban al Tlloc a preguntar por el agua
platicaban con ellos como compadritos (explicacin del granicero).
28
Traduccin de la informante. Una transcripcin de la grabacin hecha por Juan Pichar-
do Rub, profesor del idioma mexicano (nhuatl) de formacin tradicional, es como
sigue: Ye oti ualakeh ti to aton, ti aue ti mitz chipahuazkeh para okze xiuitl, ma Dios tech mo
nemiltia para okzepa ti ualazkeh ti mitz anakili.
40 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
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Antecesores de los actuales graniceros, entre otros, podran ser los que Lpez Austin
[1967] denomina teciuhtlazqui o teciuhpeuhqui, que eran sacerdotes prehispnicos, cuyas
palabras l traduce como: el que arroja el granizo y el que vence al granizo. Cabe
aclarar que el granicero que an sobrevive en Santa Catarina del Monte considera que
no tiene el don para pedir lluvias.
30
Para Lorente-Fernndez [2010], el granicero de las comunidades de la montaa texco-
cana que l estudi, es un intercesor que integra dos aspectos, vincula monte y rega-
do: Ejerce el rol de aguador en la gestin del agua, coordina las obras, protege a los
vecinos, pero asciende tambin al Monte [Tlloc], sabedor de que los espritus apresa-
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dos sern distribuidos por el monarca pluvial en los canales y acequias, en una fusin
de Tlloc y Netzahualcyotl, como la divinidad encargada del agua con la que ste
negocia. Segn este autor Tlloc-Netzahualcyotl es una deidad omnipresente que
gestiona todo lo relativo a las aguas celestes y terrenales: lluvia, manantiales, pozos y
ros subterrneos dependen de su control directo para el correcto flujo del ciclo meteo-
rolgico y del complejo de regado del rea [Lorente-Fernndez 2012: 64], aspecto que
no se encontr en esta investigacin.
31
Interpretacin exclusiva del ltimo granicero que sobrevive en la comunidad, de 83
aos, pues ninguno de los dems entrevistados relaciona a los graniceros con el evento.
32
El sistema de riego llegaba a cada casa-terreno en el pueblo, herencia de Netzahual-
cyotl, alrededor de la casa haba huertas y se cultivaba maz, frijol, haba, alberjn,
algunas flores, etc. En el monte tenan cultivos ms extensos y de temporal.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 41
En el 78 [fue que] empez a faltar el agua []. (M. L. V., integrante de la ma-
yordoma.)
Hace 45 aos, llova da y noche. En esos tiempos llova desde mayo, mitad
de abril, ahora ya se pasa mayo, abril, junio, y no llueve [hasta] principios de
julio. Antes llova todo el mes de junio, por eso mismo hasta las cosechas, aun-
que sea de riego, no se dan, slo algunos el agua tenemos, no alcanza para
riego, entonces ya, cuando llega la lluvia, ya no le da tiempo de crecer [].
(S. A. V., integrante del Comit del Agua.)
Cerquita del Comit sembraron porque el agua est a la mano, pero abajo,
ya no se da y ya se tiene que comprar []. (S. A. V., integrante del Comit del
Agua.)
Los terrenos que haba ya son casas, ya se tupi de casa y ya no quieren trabajar
[]. (M. L. V., integrante mayordoma.)
40% floristas, en tanto que el otro 10% se dedica a trabajar como asalariados
en Texcoco y el Distrito Federal. Algunos denuncian un cambio brusco a
partir de los aos ochenta (del siglo pasado) que repercuti en su sistema
tradicional de organizacin, sus creencias y sus costumbres.
33
O la mujer de Tlloc, Chalchiuhtlicue. Santos [2010] documenta el proceso y Arribal-
zaga [2010] resume la discusin acadmica e histrica acerca del gnero de la deidad.
42 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
El evento en la actualidad
Esta fiesta del agua, como se deduce de los siguientes testimonios, es par-
te de la identidad y de la supervivencia del pueblo:
[] las creencias de todo lo que las costumbres que se tiene, la forma de curar,
de festejar el agua, a los muertos, los lugares sagrados []. (C. J. C., hijo del
granicero.)
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 43
Sin embargo, aunque el origen de la adoracin del agua tiene sus races
prehispnicas y una estructura organizativa propia que le permiti pervivir
hasta la actualidad, sta fue modificada y reelaborada, lo cual incluy que
los habitantes renombraran a sus deidades con el fin de hacerlas encajar en
las celebraciones catlicas.
Segn algunos testimonios, la penetracin de la religin catlica au-
ment de manera marcada en los aos ochenta del siglo pasado, aun as
hay quien explica al respecto: Pero no nos desprendemos de lo mstico
(C. J. C., hijo del granicero).
El hecho de no ser parroquia les permite cierta autonoma y la parti-
cipacin tanto de las mayordomas para las fiestas patronales como de las
numerosas peregrinaciones, lo que denota una ordenacin del transcurrir
del ao fuertemente religiosa,34 por lo que, quiz como una estrategia para
mantener la participacin en los cargos civiles y religiosos, festividades,
peregrinaciones, y costumbres en general, en la actualidad la mayor parte
de la poblacin se dedica a actividades como la de msico y florista. En este
sentido, retomando a Korsbaek y Gonzlez [2000], se puede apreciar que el
sistema de cargos relacionado con la vida ritual de esta comunidad es un
eje slido que rige el devenir de la comunidad y es la base de la identidad,
superando no slo la subordinacin poltica al gobierno municipal [2000:
57], sino tambin la subordinacin a la Iglesia catlica.
Los encargados de organizar la Apantla son los Comits del Agua.
Cada comit administra uno o ms manantiales. De ellos sale el agua para
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los caos, la cual es utilizada para el riego de los terrenos,35 sembrar maz,
frijol, haba, etc. El agua entubada es para uso domstico. Por lo que los
comits que no tienen caos ya no tienen riego. En la actualidad solo uno
de los comits tiene caos que se limpien, en los otros se hace slo una lim-
pieza ritual del manantial.
34
Religiosidad que pervive como herencia de las sociedades teocrticas prehispnicas
existentes en Texcoco, con un ciclo festivo del que nos hablan Durn [1995, t. 2], y
Anzures y Bolaos [1990], marcando cada 20 das una celebracin religiosa.
35
Ya no se ocupa el agua como antes, en un terreno ya hay varias casas.
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36
Nativos de la misma comunidad, pero esta vez usaron una flauta dulce en lugar del
vbano original, hecho de carrizo, aunque la meloda era la tradicional, para ms fcil.
37
Tambin en las fiestas patronales del pueblo, el estandarte de la santita (la Santa
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Patrona del pueblo, Santa Catarina mrtir) lo llevan las esposas de los mayordomos.
Para los pobladores es un honor que lo lleven a sus casas.
38
Dependiendo de la forma de organizacin del comit, aspecto que se ver ms adelante.
39
Se asigna un representante para cada uno de los Comits del Agua.
40
Se consulta a los encargados con antelacin para saber cules son las necesidades de
la iglesia y con base en stas, y de acuerdo con la capacidad del comit, se hacen las
ofrendas.
41
Idea que ya exista desde la poca prehispnica, cuando la exuberancia de las ofrendas
alcanz el extremo, pues rayaba en los sacrificios sangrientos.
42
Todas las cruces que se llevan en la Apantla son azules, sin embargo, se observ que
algunas de las que permanecen fijas en el manantial o depsitos en ocasiones son
blancas por lo que les sobreponen las azules en la ofrenda floral.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 45
43
En el comit en el que son ms largos los recorridos, en cada estacin se reparte re-
fresco y licor.
44
Dicen que los manantiales tienen venas. Se percibe como un sistema hidrulico
(monte-agua) al interior del cerro, como algo sutil y delicado que puede ser alterado
por vibraciones de diversos grados. Hacen referencia al conocimiento tradicional de
los graniceros, quienes saban arreglar este tipo de problemas en los manantiales.
45
En el siglo xvi, durante la Colonia, Gonzlez Reyes [2002] hace mencin del ofreci-
miento de copal, flores, pulque y tamales, y de que en las fuentes de agua ponan
copal, rosas y papel.
46 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
46
Aunque ms en el estilo de la danza conchera.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 47
47
Grupo cultural constituido por representantes de los pueblos de la montaa texcocana
(San Jernimo Amanalco, Santa Mara Tecuanulco y Santa Catarina del Monte), que
trabajan por el rescate del idioma, la danza, el temazcal y la cultura en la regin.
48
El meollo de la profunda concepcin nhuatl de la divinidad es Ometotl, segn Len-
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Portilla [1979: 153]: principio csmico en el que se genera y concibe cuanto existe
en el Universo [] cuya accin generativa est ms all del tiempo y del espacio, el
principio supremo, origen y fundamento de lo que existe y vive en el Cem-a-nhuac
(el mundo) [] Principio activo, generador y, simultneamente, receptor pasivo, ca-
paz de concebir [] y muestra cmo va tomando diversos aspectos en su actuar en el
Universo [1979: 163]. Ometotl est en el centro, entre los cuatro rumbos cardinales
(los cuatro dioses engendrados por l, o fuerzas primordiales que ponen en marcha
la historia del mundo), cimentado en s mismo, est en el Omeyocan, en el ombligo
de la Tierra, en su encierro de turquesas, en medio de las aguas, entre las nubes, en la
regin de los muertos [] [1979: 94-95].
49
Como la canasta en pequeo que ofrendaba el granicero en el Tlloc cuando iba a
pedir agua (C. C. C., curandera).
48 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
Al agua hay que cantarle porque el agua est viva, es un ser al que le agrada
que le cantemos como a nuestra madre, como a nuestros hermanitos cuando les
hablamos dulce. El agua se transforma, el agua nos da su vida, y cuando est
contenta nos la da con mucho mayor amor y como nosotros le podemos siquie-
ra dar un canto, como dice el abuelo Netzahualcyotl siquiera un canto, siquiera
una flor porque tambin va cantando el agua, tambin es una danza y va
danzando, entonces esa armona hace que fluya, hace que sea ms limpia y que
salga con ms alegra, con ms fuerza, la danza y el canto ayuda a que haya
ms agua, porque nos est oyendo, est conectada el agua con la madre tierra,
es parte de nuestra madre, el agua, y ella es una de sus mil voces, entonces
cuando canta con nosotros, todos estamos muy contentos, cuando danzamos
con ella []. (C. V. K., danzante.)
50
En fecha reciente a la celebracin, por primera vez, en la catedral de Texcoco, se ofici
una misa en nhuatl, organizada por el mismo consejo.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 49
51
Se encontr que hay otras dos formas de hacer referencia a este lugar: Claixcle y Tlaixcle.
52
La consideran ceremonia porque no hay comunin. Anteriormente all se haca cena y
baile despus de una misa, y tambin haba compadrazgo.
53
No siempre se da la participacin de los msicos en el 3 de Mayo, esto vara ao con
ao.
50 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
el significado de la cruz y de cmo todos llevamos una cruz que debe ser
cargada con gozo.54 El dicono explica que antes era muchsimo ms im-
portante esta fiesta, aunque todava es importante. Tambin hay misas par-
ticulares en las vsperas del 3 de mayo para pedir agua, las cuales se celebran
como reemplazo del pedimento de lluvias que hasta hace poco realizaba el
granicero en el mes de febrero o marzo en el cerro del Tlloc, custodiado por
cuatro o cinco personas.
La comunidad est organizada por tres comits del agua, los cuales tie-
nen a cargo la administracin y mantenimiento de uno o varios manantiales,
sus depsitos y estanques. El nombre del comit se recibe de acuerdo con
el nombre del lugar en el cual se ubican los usuarios o el de los manan-
tiales ms importantes que estn bajo su direccin. Dichos organismos se
encargan del agua rodada para riego y del agua potable, as como de la
organizacin de la Apantla y la fiesta del 3 de Mayo. Aunque cada comit
se organiza con algunas variantes que se introducen ao con ao, hay dife-
rencias de organizacin entre los comits, por ejemplo, entre el de Atexcac
y el de Almeyatl-Minastlateli.
El Comit del Agua de Atexcac se elige cada ao55 conforme a la localiza-
cin de los comuneros propietarios de terrenos o casa/habitantes del sector
al que le surte cada manantial. Lo conforman un presidente, un secretario,
nmero 63, mayo-agosto, 2015
54
Aspecto implcito en la idea del sacrificio (esfuerzo) que se hace para llevar a cabo el
cargo de aguador o en las mayordomas.
55
Al igual que en el tercer comit (el de Cuauhtenco), estos dos comits comparten el
agua y la limpieza del cao. En Cuauhtenco un aguador invita el desayuno y otro la
comida.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 51
Generalmente son seores los que son aguadores, pero si por ejemplo la mujer
est sola o el esposo est trabajando, le toca a ella. Pero hay cosas como los
arreglos, s tienen que ser a fuerzas los hombres. (S. A. V., integrante del Comit
del Agua.)
Sin embargo, en 2013 una mujer ocup por primera vez el cargo de
presidente. Todos los cargos de la mesa directiva y casi la mitad de los del
comit fueron asumidos por mujeres: Las mujeres son las que ms se re-
lacionan con el agua por la comida, la lavada de trastes, la ropa, tambin la
usamos para el bao (S. A. V., integrante del Comit del Agua).
Las mujeres hablan con mucho aprecio del agua: Los manantiales nos
estn reviviendo, primero Dios y el agua, porque si no hay agua nos vamos
a morir (C. M. O., mujer de 79 aos).
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56
Como son msicos de la comunidad, stos a cambio dejan de hacer tres faenas de
trabajo comunitario.
57
Cuando la virgen va a nuestras casas, nos cambia la vida (T. A. C., integrante
de Comit del Agua). Para otros es la oportunidad de hacerse de dinero.
52 Beatriz Elena Madrigal Calle Pilar Alberti Manzanares Beatriz Martnez Corona
[] hay que ser ms conscientes de que el agua se tiene que cuidar ms. La
contaminacin que estamos haciendo como habitantes en el suelo que tiene el
manantial, basura inorgnica, vasos, hule Van y tiran basura!, se debera sa-
car un tema en el convivio de no tirar basura en el manantial. Hacerle concien-
cia a la gente. Salir a recaudar basura, aparte de los caos []. (S. G. V., mujer
integrante del Comit del Agua.)
Discusin
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Es un obsequio con panes, fruta, galletas, licor, etc., elemento que simboliza el intercam-
bio presente en compadrazgos, fiestas, pedimento de la novia, bautizos, da de muer-
tos, en pequeo, como se anot anteriormente, en el pedimento de lluvias, etctera.
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 53
59
Vase al respecto una discusin ms amplia en Madrigal [2013].
60
Aspecto presente desde la poca prehispnica, colonial y hasta recientemente en la
actividad, en la que se abasteca de madera y carbn a Texcoco y el Distrito Federal.
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Lorente Fernndez [2010] discute cmo el granicero fue un elemento integrador entre
Tlloc, ahuaque y la reina Xchitl, advocacin de Chalchiuhtlicue, que mediaba la dis-
ponibilidad tanto del agua de lluvia como de los manantiales y aguas corredizas.
62
Los tlaloque (aqu duendes o tiochis), segn Suzan [2004], aparecen asociados a los rum-
bos cardinales en la Leyenda de los Soles. Esto se observa en la Caja ritual de piedra en
La Apantla: el agradecimiento para que no falte el agua 55
Dios va por delante en todo la cruz tambin cuando se est haciendo una
cura, se est haciendo, invocando al Todo poderoso, siempre que se va a hacer
algo (la masa para la tortilla, la sal para la comida, cuando empiezas a comer y
cuando terminas, etc.), todo lo que se va a hacer se bautiza. Son cuatro puntos
cardinales, se empieza del norte, al sur, oriente a poniente, se est formando
una cruz []. (P. J. E., integrante del Comit del Agua.)
Antes no cortaban cualquier parte, ellos noms como quien dice iban levan-
tando todos los palos que estaban, y las ramas, pero los troncos los dejaban,
y ahora van barriendo como chambusquina. La verdad yo soy muy venenosa
para esas cosas que hacen. No tienen precaucin. Lstima, yo tanto, ya me
Tizapn, San ngel, de la Ciudad de Mxico, que ilustra Broda [2009b: 64], en la que los
tlaloque estn orientados hacia los cuatro rumbos formando una cruz. En la leyenda
anotada, los tlaloque se ven como dueos de los alimentos, por lo que deciden su dis-
ponibilidad para los humanos [Chimalpahin 1965: 126].
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Esta voz recuerda esa otra poca en que, en estas montaas, Netzahual-
cyotl, segn Alva Ixtlilxchitl [1985, t. 2: 129], alarg los montes, porque
de antes tena puestos los lmites sealados hasta dnde podan ir a traer
maderas para sus edificios y lea para su gasto ordinario, y tena puesta
pena de la vida al que se exceda de los lmites. Sin embargo, a pesar de
la dureza de las normas, en una ocasin que encontr a un nio en estos
lmites, recogiendo palitos para llevar a su casa, el mismo Netzahualcyotl
presenci la penuria del chico y mand que se quitasen los trminos sea-
lados, y que todos entrasen en los montes y se aprovechasen de las maderas
y leas que en ellos haba, con tal que no cortasen ningn rbol que estuvie-
se en pie, so pena de muerte [] [1985, t. 2: 129].
Para la poca de Moctezuma II ste haba prohibido el desmonte de
ciertas reas del imperio mexica, pero para el siglo xv y xvi grandes exten-
siones de la sierra haban sido desmontadas con el fin de abastecer de ma-
dera (que se usaba en la construccin de viviendas y como combustible) y
otros productos del monte a las ciudades de Texcoco y Mxico [Parra 1981;
Palerm-Viqueira et al. 1986].
En la actualidad Vivar [2007] describe la situacin de los bosques en la
montaa texcocana como sigue:
nmero 63, mayo-agosto, 2015
Conclusiones
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