Libro 4 Lila Ferro 1
Libro 4 Lila Ferro 1
Libro 4 Lila Ferro 1
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Hacer trabajitos
o ensear el trabajo
Reflexiones acerca de la enseanza
de las ciencias sociales en el nivel inicial
Ediciones
Serie Formacin y Trabajo Docente
Hacer trabajitos
o ensear el trabajo
Reflexiones acerca de la enseanza
de las ciencias sociales en el nivel inicial
Serie Formacin y Trabajo Docente
Hacer trabajitos
o ensear el trabajo
Reflexiones acerca de la enseanza
de las ciencias sociales en el nivel inicial
Lrarfrbunet
Central de Educadores
de Suecia
Ediciones
Serie formacin y trabajo docente
Direccin
Silvia Andrea Vzquez
Comit cientfico asesor
Deolidia Martnez, Jos Tamarit, Rubn Cucuzza, Ins Dussel, Delia Lerner,
Susana Celman
ISBN 978-987-98165-8-5
Impreso en Argentina
Este edicin se termin de imprimir en Julio 2010,
en los talleres de Grfica Alsina 999 S.R.L.
LA DISPUTA POR EL SENTIDO
Poner a circular esta coleccin de textos pensados para aportar a la formacin
docente, tanto de grado como permanente, significa avanzar en el cumplimiento
de una de las ms claras definiciones estratgicas de la CTERA: disputar con
construcciones y producciones propias el sentido y la direccionalidad poltico-
pedaggica de la educacin y del trabajo docente.
Esta disputa se libra en muchos escenarios: la calle, las paritarias, los dispositivos
de formacin docente, la construccin de la identidad del trabajador/a de la
educacin, la investigacin, la produccin de textos y la sistematizacin de la
prctica pedaggica.
Desde hace muchos aos, cumpliendo un mandato constitutivo de la CTERA, se
han desarrollado lneas de investigacin y formacin a travs del Instituto y la
Escuela de Formacin Marina Vilte que se han entramado con producciones
locales de los sindicatos de nuestra Confederacin, y de intelectuales y
acadmicos/as que se han sentido convocados por la idea de la construccin de
una escuela pblica, popular y democrtica que sostiene la CTERA.
Los textos que rene esta coleccin tienen un hilo conductor: todos aportan una
mirada crtica, contrahegemnica sobre la escuela, los trabajadores/as y el
trabajo docente, la evaluacin, el conocimiento, etc.
Todos han sido producidos con una mirada puesta en el sujeto que produce el
hecho educativo en su cotidianidad: trabajadores/as de todos los niveles y
modalidades de la enseanza.
Se trata de poner en manos de los futuros docentes herramientas que permitan
desarmar el conocimiento hegemnico-tecnocrtico fuertemente enraizado an
en la formacin inicial.
Es en este sentido, que la CTERA hace un aporte significativo al campo de la
formacin docente con textos no slo pertinentes y con una clara intencionalidad
poltico-pedaggica, sino que al mismo tiempo garantiza su accesibilidad a los
estudiantes.
En toda nuestra lucha, los desarrollos de estas herramientas no se cieron al rol
histrico en el que pretenden situarnos a los docentes como ejecutores de las
polticas que disean las tecno-burocracias, sino que nos reposicionamos en
constructores de propuestas educativas a partir de la reflexin y sistematizacin
de nuestras acciones poltico-pedaggicas y nos asumimos sujetos plenos
hacedores de historia.*
STELLA MALDONADO
Secretaria General - CTERA
* Almazn, Silvia, Trabajo, Conocimiento y Poder. Ed. CTERA, Bs. As. 2002
INDICE
Introduccin 15
A modo de cierre 85
Bibliografa citada 95
Una virtud destacable del texto es el haber logrado un equilibrio entre el tono
que es propio del gnero informe de investigacin y la fuerte presencia de la voz
de la autora, cuya perspectiva personal se hace sentir desde el comienzo al
encarnar la cuestin indagada en un nio de doce aos que trabaja como
cartonero- y reaparece una y otra vez tanto en relacin con las posiciones tericas
asumidas como en relacin con diferentes aspectos del desarrollo de la
experiencia.
A lo largo del libro, Lila Ferro seala problemas que ser necesario continuar
indagando, as como nuevos desafos que pueden vislumbrarse a partir de los
resultados del estudio realizado. Entre ellos, subraya la necesidad de disear y
analizar rigurosamente el desarrollo en el aula de proyectos de enseanza
centrados en la conceptualizacin del trabajo.
DELIA LERNER
La primera cosa que hay que hacer es evitar que se perciba el ambiente como
algo ajeno, como una cosa que pertenece a unos misteriosos propietarios,
como un espacio que hay que recorrer de puntillas
FRABBONI, GALLETTI y SAVORELLI
El primer abecedario: el ambiente
Cristian tiene doce aos, lo conozco desde que iba al jardn. Ya en ese
entonces acompaaba a su familia a cartonear y era capaz de encontrar objetos
invisibles a los ojos no avezados. En estos aos se volvi experto en ese trabajo,
aunque no puede conceptualizar su experiencia que anuda conocimiento sensible
e injusticia.
1
La investigacin se llev a cabo con una beca de investigacin (categora perfeccionamiento) de la
Universidad Nacional de Lujn, durante el perodo 2004/2006 con direccin de la Dra Alicia Palermo. y co-
direccin de la Dra Brisa Varela. A ambas les agradezco su gua y apoyo.
2
Segn datos del INDEC, el lapso entre octubre 2001 y mayo 2002 fue un perodo de baja de la tasa de empleo y
aumento de la desocupacin. En mayo de 2002, la tasa de empleo cay al 32, 8 % respecto de la medicin previa
del 34, 5% (octubre 2001) mientras la desocupacin trep del 18,3% del mismo perodo previo al 21, 5%
(Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares: Evolucin de las tasas de actividad, empleo, desocupacin
y subocupacin. Total de aglomerados urbanos desde 1974 en adelante)
Como dato cualitativo, podemos recordar que, durante esos aos, se masificaron expresiones como
cartonear o nudo de trueque que daban cuenta de las estrategias que practicaban las familias para poder
sobrevivir.
3
A partir de octubre de 2002 empez a recuperarse la tasa de empleo (35, 3%) y, consecuentemente, a bajar la
de desocupacin (17, 8%); esta mejora continu y en mayo 2003, el empleo alcanz el 36,2 % y la desocupacin
descendi al 15,6% (Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares: Evolucin de las tasas de actividad,
empleo, desocupacin y subocupacin. Total de aglomerados urbanos desde 1974 en adelante). Segn un
informe del Ministerio de Trabajo (...) hasta octubre de 2002 se completa un perodo de destruccin de
puestos de trabajo que se agudiza entre diciembre de 2001 y marzo de 2002. En febrero de 2004, 16 meses
despus de iniciada la recuperacin se logra alcanzar el nivel de empleo de diciembre de 2001 y en octubre de
2004 se alcanza y supera el nivel de agosto de 2001, momento de inicio de esta serie. En otros trminos, fueron
necesarios dos aos de crecimiento para recuperar el empleo que se destruy en uno.
Tambin se observa en la serie que la primera fase de recuperacin del empleo (hasta septiembre de 2003)
tiene un ritmo ms lento de crecimiento, comportamiento que se vincula a la incertidumbre propia de la
salida de una crisis. La tasa mensual promedio de crecimiento en este perodo es de 0,3%. En la medida en la
que la etapa expansiva se consolida, en el segundo semestre de 2003, se acelera la creacin de puestos de
trabajo. As, durante el perodo comprendido entre octubre de 2003 y octubre de 2004, el ritmo mensual
promedio aumenta a 0,6%.
Los meses de abril y mayo de 2004 son meses de menor crecimiento del empleo (0,2% de promedio en el
bimestre), pero luego de las dudas existentes acerca de la profundidad de la crisis energtica, se retoman las
variaciones positivas previas a esos dos meses (Ministerio de Trabajo, Subsecretara de Programacin Tcnica
y Estudios Laborales: Encuesta de indicadores laborales: dos aos de crecimiento del empleo (octubre 2002 -
octubre 2004), pg. 12).
Como complemento de esta informacin estadstica, puedo agregar que durante el trabajo de campo de esta
investigacin, las directivas de los jardines tambin mencionaban esta mejora, la perciban, por ejemplo, en
el aumento de pedidos de formularios de asignacin por escolaridad, beneficio que un trabajador cobra slo
cuando goza de un empleo en blanco. Tambin comentaban que muchos padres, aunque hubieran vuelto a
encontrar trabajo asalariado, no abandonaban las estrategias practicadas durante su desocupacin; esto
constituye un ejemplo de lo que planteo en la introduccin acerca de las experiencias devenidas cotidianas en
las vidas de los nios del jardn y sus familias.
Agradezco a la Lic. Andrea Nuez su ayuda en la bsqueda de los datos estadsticos.
4
Obviamente este objetivo se debe trabajar a lo largo de toda la escolaridad. No puede alcanzarse slo en el
nivel inicial pero s el jardn puede ayudar a lograrlo segn cmo se plantee estas cuestiones.
5
Me refiero al ambiente como objeto de enseanza escolar.
Otro motivo para elegir el tema fue que el nivel inicial cuenta hasta hoy con
pocas investigaciones, a pesar de presentar un problema bien interesante: la
inclusin de un diseo con contenidos disciplinares en un nivel que no los tena ni
contaba con un modelo didctico acorde. En este sentido, las ciencias sociales en
el jardn son una novedad. Desde la didctica de tales ciencias, me interesaba
explorar qu aspectos del mundo del trabajo se enseaban como contenidos del
rea y qu prcticas desarrollaban las docentes al respecto.
Entrar a la vida cotidiana del jardn puede hacerse por muchas puertas: sin
duda una privilegiada es empezar a realizar distintas prcticas all, otra es
conocer investigaciones acerca de esa realidad para entender cmo funciona.
Para esto es necesario difundir, en los mbitos de formacin docente, los
resultados de tales investigaciones y cmo se ha llegado a ellos; en el prximo
apartado detallar ese proceso.
Para empezar a delinear una respuesta a esta pregunta, lo primero que hay
que aclarar es que el campo del nivel inicial abarca una gran variedad de
cuestiones: la organizacin y funcionamiento, la articulacin con otros niveles de
6
Tema desarrollado en el captulo 1.
Puede inferirse de los objetivos que tom como unidad de anlisis a las
docentes de estos jardines. La muestra qued conformada por quince maestras y
cinco docentes en cargos directivos que se desempeaban en tres jardines del
conurbano bonaerense (en el primer captulo presento una caracterizacin
detallada de los establecimientos). Las instituciones fueron seleccionadas
deliberadamente y los criterios para seleccionar a las maestras fueron: la
insercin institucional de las docentes (restring la muestra a las que tenan
continuidad en sus cargos) y la disponibilidad (as qued fuera una maestra que
expresamente me pidi no participar). La seleccin conforma una muestra segn
propsitos (PATTON citado por MAXWELL 1996) que consiste en una estrategia
mediante la cual escenarios, personas o eventos son seleccionados
deliberadamente con el fin de obtener informacin no generalizable pero muy
pertinente en relacin con las preguntas de investigacin.
Decid tomar como unidad a las docentes por el importante lugar que
poseen en la jerarquizacin y valoracin de las formas sociales y culturales dentro
de la escuela; en este sentido, la subjetividad del docente se revela central para
el cambio educativo (GLUZ, KANTAROVICH y KAPLAN octubre 2002). A lo largo de
su escolaridad, Cristian se encontr con distintas maestras: algunas lo aceptaron,
otras lo rechazaron, algunas valorizaron lo que traa, otras slo vieron carencias
en l. Ese abanico de actitudes, prcticas y sentidos diversos se repiti en las
docentes de la muestra y en este trabajo trato de dar cuenta de las articulaciones
entre elementos que, segn mis conclusiones, inciden en esa variedad.
7
Los conceptos de significados del trabajo (y su relacin con la teora de las representaciones sociales)
tareas escolares y repertorios de actividades se definen en la parte correspondiente.
8
Otro libro de la misma autora muy adecuado para trabajar en la formacin docente fue publicado en 2008 (ver
bibliografa)
[Por su parte, las investigaciones de significacin o hermenuticas] no se centran como las precedentes sobre
la elaboracin de lo posible, sino sobre el anlisis preciso de secuencias didcticas recogidas y (re)trabajadas
con los enseantes asociados. El trabajo consiste en superar el relato crnico y nocional de una sesin para
acercarse a su coherencia interna y esforzarse para comprender lo que se juega all, tanto para los maestros
como para los alumnos. Progresando en la interpretacin, suele verse aparecer la brecha que separa las
intenciones y los objetivos iniciales de los enseantes de sus modalidades reales de intervencin y de la
percepcin que pueden tener los alumnos.
[]El trabajo cientfico realizado con los docentes consiste en discutir, proponer, retomar, afinar la
interpretacin hasta el momento en que esta interpretacin se 'mantiene' a los ojos de los diferentes
participantes. Decir que se mantiene no significa que no sean posibles otras interpretaciones [] sino ms bien
que se super el marco de los intercambios subjetivos [] y se la corrobora como pertinente.
[]En cuanto a las investigaciones de regularidades (de tipo nomottico), ellas apuntan a una caracterizacin
de los elementos, los procesos, las relaciones aislables, eventualmente repetibles, emplean tcnicas y
mtodos cuyo criterio de validacin es la posibilidad de una rplica de los resultados y [la identificacin de
recurrencias].
[] Las dos modalidades fundamentales [de este paradigma] son la descripcin y la experimentacin; las
primeras persiguen la caracterizacin de lo real y las segundas, la administracin de la prueba (ASTOLFI,
1993: 8, 10, 11 y 13. La traduccin es ma).
10
En un prrafo ya citado, CAMILLONI (1994) los sintetiza en dos grandes propsitos: establecer la racionalidad
del objeto (cmo se produce la enseanza) y orientar fines y medios apropiados para lograr los objetivos
deseables (pg.38).
11
Desde el punto de vista de los alumnos, la contextualizacin requiere que el objeto de enseanza cumpla
una funcin para la realizacin de un propsito que ellos conocen y valoran y que puedan poner en accin
conocimientos previos para alcanzarlo. En relacin con el saber o prctica social de referencia, contextualizar
implica no apartarse demasiado de los usos que tal saber o prctica tiene en la vida social, por lo tanto, es
imprescindible representar algunos de esos usos en la situacin didctica. La indagacin de su
implementacin permite, entre otras cosas, empezar a distinguir los aspectos generales necesarios para
cumplir los propsitos de aquellos contingentes que pueden variar en cada contexto de aplicacin (LERNER,
1996: 7).
12
Como ejemplos se pueden mencionar: SARL (2001); SARL y ROSAS (2005) y MAIMONE y EDELSTEIN (2004).
Las dos primeras combinan un enfoque etnogrfico con la introduccin de situaciones creadas para observar su
desenvolvimiento. La tercera desarrolla una metodologa experimental. Se trata de investigaciones muy
diferentes entre s pero que coinciden en la eleccin de propuestas de intervencin didctica como objeto de
estudio.
13
La didctica se constituir [como disciplina] slo si rene un verdadero cuerpo de secuencias de aprendizaje
descritas, analizadas, escudriadas No sabemos nada o casi [nada] de los saberes realmente enseados en la
clase, ni de los que son adquiridos por los alumnos ni de las actividades puestas en prctica. [ Se trata] de
obligar a los discursos sobre la enseanza de las disciplinas de las ciencias del hombre y la sociedad a situarse
ms all de la mera esfera de las opiniones y de los recuerdos reconstruidos, para apoyarse sobre un verdadero
conocimiento de lo que se desarrolla en el curso de los actividades llamadas enseanza y aprendizaje
(AUDIGIER, 1988: 6. La traduccin es ma)
14
Las tipologas son una forma de contextualizar los datos analizados. Al ordenar los casos permiten la
elaboracin de hiptesis conceptuales sobre cada grupo de casos en cada una de sus categoras; a su vez, el
anlisis de las semejanzas en trayectorias o comportamientos permite crear tipos ideales que actan como
categoras conceptuales. Este proceso recursivo que va de la informacin a la conceptualizacin y vuelve a
contrastar la interpretacin terica con la informacin para validarla o enriquecerla es intrnseca al anlisis
cualitativo (GALLART, 1993: 125).
Hacia finales del siglo XVIII, Europa asiste al inicio de las relaciones de
produccin capitalista en las fbricas, mayoritariamente textiles y siderrgicas.
La introduccin de mquinas alimentadas por combustibles fsiles reemplaza la
Desde finales del S XIX hasta la dcada de los setenta del XX, el
capitalismo verifica un desarrollo intenso de las fuerzas productivas. Esta etapa
alcanza su mxima expresin con la denominada organizacin cientfica del
trabajo (CORIAT, 1982), asegurando un nuevo rgimen de acumulacin a travs
de la puesta en marcha de tcnicas que posibilitan un aumento sensible de la
productividad. Las formas de producir iniciadas por TAYLOR y perfeccionadas por
FORD representan una transformacin tan importante dentro del capitalismo que
suele denominarse a esta etapa como fordismo17. Como rgimen de
acumulacin, el fordismo est basado en una produccin en masa para un consumo
tambin en masa, promoviendo cambios en los estilos de vida. Para producir y
consumir mucho haca falta que los obreros tambin fuesen consumidores,
adems esta era una va para integrar psicolgica y financieramente a la clase
obrera en el funcionamiento del capitalismo, como trabajadores y como clientes.
[...] Va a pagar ms a sus asalariados [...] pero a condicin de plegarse a la
disciplina de la fbrica moderna, aquella en la que al obrero no se le paga para
17
Son varios los autores que adoptan esta denominacin. Entre otros CORIAT (1982), FERNNDEZ DURN
(1998).
Por un lado, esta se internacionaliza de tal modo que hace posible hablar
de una verdadera economa mundial. Otra caracterstica presentada por el autor
es la mayor concentracin de la actividad econmica en pocas empresas
transnacionales que dominan la produccin y comercio de productos y servicios.
Hoy las empresas mundiales ms importantes controlan la elaboracin de
productos industriales y tambin de materias primas y agrcolas; esto es posible
porque pueden conectar la produccin horizontalmente- enlazando elementos y
fases separados por grandes distancias espaciales- y verticalmente- articulando
desde la produccin propiamente dicha hasta la distribucin comercial-. Por otro
lado, se desmantela la gran fbrica propia del fordismo y, en sintona con este
desmantelamiento y con las necesidades cambiantes de los mercados, aparecen
nuevas formas de contratacin laboral, vinculadas con las polticas productivas de
flexibilizacin. Tambin hay que destacar el papel de las nuevas tecnologas para
concretar los procesos descriptos como otra caracterstica del posfordismo. La
contracara de esta modernizacin y transformacin de los procesos de produccin
muestra la precarizacin y vulnerabilizacin del trabajo y sus extremos ms
dolorosos: la desocupacin y la marginalidad.
Ahora bien, ante situaciones de cambio como las que vengo describiendo,
las viejas representaciones no se corresponden ms con la realidad pero todava
no se han cristalizado otras nuevas que ayuden a objetivar y anclar18 el nuevo
escenario. En tanto las fracturas del mundo de la cultura producen 'lo extrao', 'lo
no familiar' [] la formacin de nuevas representaciones restablece para los
agentes la familiaridad de los hechos sociales (CASTORINA y KAPLAN, 2003: 13).
19
A lo sealado por las autoras, agrego otro elemento: en la vida cotidiana de los/as nios/as de sectores
populares, no hay espacios claramente diferenciados de produccin por un lado y de formacin por otro: el
nio aprende haciendo y el adulto instruye mientras hace (MAIMONE y EDELSTEIN, 2004: 97), esta experiencia
pedaggica familiar (ACHILLI; 1996) y la forma en que la escuela la considere o no, tambin incide en la
formacin de representaciones sobre el trabajo.
Por mi parte, puedo agregar que al analizar los CBC de los distintos
niveles, se advierte que el abordaje de algunos problemas laborales se presenta
como un contenido del nivel inicial y, luego, recin se lo vuelve a encontrar,
bastante desdibujado, en el tercer ciclo de la EGB. Pero ese mismo contenido no
se encuentra en todos los diseos jurisdiccionales para aquel nivel. En el caso el
diseo de Provincia de Buenos Aires del 200120, los contenidos referidos al mundo
del trabajo en el ciclo jardn de infantes se restringen a los enunciados en los CBC.
20
Fue cambiado en 2007.
1.6) Planteos didcticos para abordar la enseanza del trabajo desde las
ciencias sociales
Los contenidos del nivel inicial reconocen una fuente amplia definida
como "ambiente. El ambiente como categora de labor didctica es, segn
FRABBONI GALLETTI y SAVORELLI (1980), un libro de lectura para el/a nio/a, un
testimonio de su propia biografa y un aula descentralizada para el/la maestro/a.
La eleccin de un objeto de enseanza tan flexible tiene que ver con la necesidad
de encontrar un objeto de inters y al alcance de los/as ms pequeos/as.
21
VARELA (1999) utiliza la primera denominacin y BENEJAM (1989), la segunda. Sobre estos conceptos,
pueden consultarse tambin BRUNER (1995), ZELMANOVICH (1998), SERULNICOFF (1995) y VARELA y FERRO
(1999), los dos ltimos escritos especficamente para el nivel inicial.
22
Si bien esta propuesta tambin se plantea para el primer ciclo de la escolaridad bsica y resuena en planteos
para los ciclos superiores, aqu me circunscribo al nivel inicial por ser el nivel del cual me ocup en esta
investigacin. La presentacin y fundamentacin de la propuesta se remonta a fines de la dcada del ochenta y
principios de la del noventa (ALDEROQUI y SERULNICOFF, 1988 y 1992; ALDEROQUI, 1994, SERULNICOFF, 1995)
Posteriormente se analizaron tericamente algunas implementaciones llevadas a cabo (SERULNICOFF, 1998 y
2003; FERRO, 2006. b) pero el planteo no ha sido an objeto de investigaciones sistemticas.
23
El trabajo con situaciones estructuradas en torno de los conceptos clave durante las primeras etapas de la
escolaridad se puede plantear como la presentacin de una casustica que permite observar, con claridad para
los nios, algunos de los procesos que los conceptos vienen a explicar. Ms adelante, esa casustica podr ser
incorporada en contextos ms amplios, segn ZELMANOVICH (1994: 31). Por mi parte, agrego que en algn
momento, ese trabajo podr llegar a favorecer la formalizacin y la reflexin sobre los conceptos mismos.
De este modo, los alumnos se involucran con otros sujetos que pasan a
tener un valor inestimable como fuentes de conocimiento; la maestra no aparece
como la nica que posee el saber, ella pasa a ser una organizadora del problema
a indagar que requiere necesariamente la participacin de otros referentes
adultos para ampliar el conocimiento que tiene el grupo. La maestra no sabe la
respuesta del problema porque este est anclado en la realidad, pero s conoce la
manera de enfrentarse con l, de plantear los interrogantes, cmo recoger los
datos y analizarlos, a qu otros actores sociales acudir para consultar. TONUCCI
(1979) resume as este complejo proceso de indagacin: [] Escuela y vida se
confundieron alrededor de la experiencia. Los nios, con sus maestras, salan de
las aulas e iban de un lugar a otro, recogiendo noticias y referencias, por los
campos, eras, etc. Muchas personas iban a la escuela a prestar su colaboracin en
forma de testimonio De nuevo en clase, reflexionaban, elaboraban,
comprobaban. (pg. 71)
24
Entre otros podemos mencionar: GARCA GARCA (1989), AUDIGIER (1994) TUTIAUX- GUILLON, POUETTRE
(1994), MERCHN IGLESIAS y GARCA PREZ (1994), LERNER (1997)
Por ltimo, los momentos de cierre tienen como propsito [] que los
alumnos sepan que este asunto que los mantuvo interesados y ocupados durante
un tiempo se termina. En esta etapa, el docente y los alumnos visualizan el
proceso recorrido y 'reaparece' de este modo el contexto en toda su dimensin
[].
Por supuesto que la inclusin del mundo del trabajo, proceso vasto y
central de la humanidad en el curriculum de ciencias sociales merece ser
celebrado, pero hay que advertir en qu contexto se dio esa inclusin y cmo la
significan y concretan los/las docentes. El concepto de "tareas escolares"25 me
permiti dar cuenta de esa concrecin curricular en el contexto del jardn.
25
El concepto es planteado por DOYLE (citado por GIMENO SACRISTAN, 1991) y, basado en ese autor, lo retoma
GIMENO SACRISTN (1991).
Dentro de las tareas, las actividades que se plantean a los alumnos son
clave para entender los alcances de la prctica docente; que se consiga o no un
objetivo buscado depende, precisamente, de qu acciones se implementan en el
aula. Junto a los contenidos que se han de atender, las actividades que se
conciben para los alumnos constituyen los elementos ms tiles como puntos de
apoyo al momento de planificar (GIMENO SACRISTAN, 1991: 304 y otras). Los/as
docentes cuentan con un repertorio de actividades que entienden posibles de
implementar, lo cual se relaciona con su cultura profesional. Este repertorio
permite una simplificacin y reduccin de la complejidad de la tarea, facilitando
la toma de decisiones (YINGER, 1977 citado por GIMENO SACRISTN, 1991: 303). Al
mismo se apela en muy distintas circunstancias, incluso cuando las maestras
aspiran a una enseanza diferente y se inclinan por propsitos renovadores,
resultantes de procesos reflexivos.
2.1) Cmo se perciben las transformaciones del mundo del trabajo en los
barrios?
!Jardn A
Convers con dos personas que trabajan en una de las huertas, ambas
diferenciaron los conocimientos sobre el tema que tienen las personas segn su
lugar de origen, tambin comentaron que antes de que el barrio creciera como
est ahora, era una zona de quintas y que varios vecinos siguen hacindolas en sus
! Jardn B
Ningn lugar del barrio tiene red de agua corriente ni cloacas y al ser una
zona de relleno de lo que se conoce como cinturn ecolgico, las napas
freticas se encuentran contaminadas, aunque el agua se consume igualmente.
En el barrio de emergencia, algunas casas poseen canillas individuales, aunque la
mayora se surte de las pblicas.
! Jardn C
Pero hay chispita, inters porque salgan adelante, son familias que
estn presentes, cumplen con los pedidos (Entrevista N 8, Jardin B)
Por ah, por lo que habl con esta mam ella quisiera algo ms. Como me
deca: yo no quiero cobrar los ciento cincuenta y quedarme en mi casa. Ella va a
trabajar en la sociedad de fomento y tejen y arman muecos y creo que los venden
y de ah, tienen para que la sociedad de fomento siga adelante o no s qu- no me
acuerdo que otra cosa ms me dijo- o si organizan viajes para ellos o para el da del
nio hacer algo para los chicos de afuera. Despus tengo una mam que tiene un
comedor en la casa. Puso un comedor para los chicos. Un merendero (se corrige)
Un merendero, antes les daban de comer pero ahora le dan la merienda. Me dijo
que se llama merendero (Entrevista N 3, Jardn B)
M, antes de enunciar los aspectos valiosos del barrio segn ella, aclar
que era del lugar y que, a lo mejor por eso, no le haba costado identificar
distintas cualidades. Seal que se trataba de una comunidad que saba agruparse
para hacer cosas en comn; dio como ejemplo que era habitual que los familiares
se ayudaran entre ellos a construir las casas; destac que le haba parecido muy
acertado, cuando sus compaeras haban previsto hacer algo todos juntos algo
para el jardn porque las familias conocan esa forma de organizarse y le pareca
bueno que tambin la emplearan para ayudar al jardn. (Reconstruccin Taller de
Reflexin, Jardn A)
Recuper dos ejemplos que ellas mismas haban dado como 'recortes'
que podan seleccionarse. Esos ejemplos eran las inundaciones y la erradicacin
de los habitantes de un monoblock con riesgos de derrumbarse. Al seleccionar
situaciones del contexto, prevalecan los aspectos catastrficos o de despojo.
La orientadora social dijo que esto pasaba porque 'lo que faltaba', 'lo
Una docente, no coincidi con esa opinin. Explic que haban dado esos
ejemplos buscando unos 'recortes' que fueran distintos a los que siempre se
seleccionan para trabajar.
M: No, no, ellos no te lo dicen as pero se nota que s, se nota que s porque
traen el, o sea la lectura que uno hace al verlo, traen por ah el tupper, vienen
avisados: 'guard, tra para tu hermano'. Y bueno, ah es como que uno Bueno,
aparte en las entrevistas que les hacs, ellos te informan que estn sin trabajo,
que son desocupados, es una manera de decir 'Bueno, ya la comida del nene est
cubierta'. Esa necesidad, al menos, est cubierta ac (Entrevista N 5, Jardn C)
Cuando la maestra asegura que los mandan para comer, no importa lo que
en rigor expresen los padres acerca de los motivos de eleccin del jardn, sino su
lectura- como ella misma aclara- de ciertos comportamientos que generaliza.
[] Destaca que las familias estn presentes, cumplen con los pedidos.
Luego reflexiona que esto sucede porque hay compromiso institucional, segn
ella no es un equipo docente que diga Son pobres y no hay nada que hacer.
(Reconstruccin de Entrevista N 8, Jardn B)
Dice que son muy pocos los padres o madres que tienen trabajos en
blanco, aclara que lo sabe por las preguntas de la entrevista inicial. Agrega que la
mayora tiene planes sociales, hacen changas y algunos cartonean.
- Trato de indagar si me dice [en la entrevista] tengo el plan, profundizar cmo
se las arreglan, porque no viven del plan, entonces, cuando vos invits a contar,
ellos te comentan las otras cosas (Reconstruccin de Entrevista N 8, Jardn B).
Los que mandan son los que tienen poder en Argentina, como en toda
Latinoamrica. Poder econmico que, a su vez, influye en los polticos. Mi mam
trabaja en el country 'Tortugas' donde estn todas las grandes familias y, ahora,
estn todos lo polticos, entonces vos te das cuenta de las relaciones que hay
entre ellos. (Entrevista N 6, jardn A).
Si bien son varias las docentes que brindan estas explicaciones, slo una
puede encontrar propsitos que orienten la transmisin- especificidad de la
educacin- en un sentido crtico. Cuando pregunt a la maestra que cit arriba si
consideraba que algunas estrategias laborales o de supervivencia podan
transformarse en contenidos de enseanza, ella respondi que se poda pero que
ella no saba cmo hacerlo ni cmo profundizar ms all de lo ms evidente y
concreto para los nios.
26
Diseo Curricular de la Pcia. de Buenos Aires Nivel Inicial (2001) y Diseo Curricular para la Educacin Inicial,
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. (2000)
[] Repite que los chicos suelen acompaar a sus padres y que eso no es
justo porque un nio debe estar jugando en casa, en el jardn, en la escuela, no
acompaando a padres a, digamos, trabajar (cuando dice esta ltima palabra
hace gestos de comillas con ambas manos) (Entrevista N 3, jardn C)
Entiendo que ese anlisis mostr que hay coherencia entre las
percepciones sobre el contexto, el sentido que para la maestra asume su tarea all
y la definicin de propsitos para ensear los contenidos que cada una considera
prioritarios.
Entre las docentes que promueven estas tareas parece haber dos grupos:
uno compuesto por maestras que se muestran preocupadas por moralizar a los
nios y, a travs de ellos, a sus familias. Se manifiesta una mirada altamente
estigmatizada y ultrageneralizadora (cuando se ha visto a uno, se han visto a
todos SINISI en NEUFELD y THISTED, 1999: 210) de la poblacin que atienden. Hay
que fomentar ciertos valores porque su cultura no se los da. Estas docentes
aluden con frecuencia a la educacin en valores, expresin que se ha puesto
27
Se recuerda que el concepto est definido en el captulo 1.
Las maestras del otro grupo, en cambio, entienden que hay que trabajar
los valores implcitos en las experiencias de la comunidad para dotarlas de
reconocimiento. Tales experiencias son tenidas en cuenta para fortalecer los
vnculos entre el jardn y las familias pero no se alcanza a proponer un trabajo
didctico que apunte al anlisis de las mismas. En este ltimo caso, hay una
mirada afectiva y despojada de prejuicios sobre las familias pero cuando se
interroga a estas docentes acerca del sentido de tomar las experiencias laborales
de las familias de estos nios, las respuestas se restringen a otorgar valor y
autoestima.
[] Esos ciento cincuenta pesos que yo siempre digo que otro, yo, por
ejemplo, con ciento cincuenta no hara tantos malabares como hacen ellos, ellos
con ciento cincuenta pesos hacen magia [enfatiza] [Hay una mam que cobra el
plan y mantiene a su hija] colabora con la cooperadora, tambin cuando le peds
algo. Y yo digo: Dios mo, cmo hace esta mam. Y bueno, a lo mejor va al
trueque que ac sigue existiendo [] y ella va a trabajar en la sociedad de
fomento y tejen y arman muecos y creo que los vende (Entrevista N 3, Jardn
B)
Sobre el tema, ver APPLE, M (1996) especialmente caps. 1 y 2; SINISI en NEUFELD y THISTED: (1999) y
REDONDO, P (2002): especialmente pgs. 99 a 160.
Estos supuestos parecen tener una raz iluminista por la fe que depositan
en el conocimiento como despegue para la integracin social y poltica. Estas
maestras se muestran confiadas en un cambio social que proceda del
conocimiento:
Todos a coro: A una visita. Otros agregan que la visita ser al horno de
ladrillos.
Lola: En un pisadero.
Este fragmento del dilogo evidencia que los nios que hablaron saban
del horno, muchas cosas que la docente no pareca haber previsto. Sin embargo,
esos conocimientos no fueron tomados en cuenta por ella, desde el momento en
que no la llevaron a modificar el rumbo de la actividad. Cuando acompa la
visita, el horno elegido por la docente estaba cerrado y la mam de la nena
interrumpida en el dilogo sugiri llegar hasta el que trabaja su marido donde
finalmente fuimos recibidos/as.
La maestra me cuenta que los nenes me han asignado un rol para que
juegue, deber dramatizar a una mujer embarazada. Segn la docente lo
propusieron y sugirieron que el soldado podra ayudarme. 'Sali algo ms sobre el
soldado, no que mata solamente,' comenta aliviada.
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Se trata de modalidades de juego en el contexto escolar. En el primer caso se plantea una situacin
generalmente para dramatizar, se reparten roles y todo el grupo juega a lo mismo. En el segundo, la docente
presenta materiales o ya estos estn ubicados en distintos sectores de la sala (rincones) Los nios eligen con
qu, con quines y a qu jugarn. El juego tiene cuatro momentos: anticipacin, desarrollo, evaluacin y
orden.
Maestra: Muy bien, si son plantas que estn en una huerta. Las cultivan
Maestra: Pero, por qu son importantes las plantas que tenemos que cuidarlas?
(Silencio)
A coro: S!!!
Maestra: S, por eso hay un trabajo de jardinera que sirve para cuidar las
plantas. (Lo escribe al lado de la tarjeta que ha pegado en el afiche)
(Observacin N 3, Jardn A)
Las formas de organizacin para las tareas siempre son con el grupo
total.
Las acciones previstas a desarrollar por los nios y nias son atencin,
ejecucin y se intenta favorecer la toma de decisiones en el proceso de trabajo
escolar. Los estimulan a elegir materiales para el juego, a seleccionar entre varios
los ms adecuados para realizar una produccin plstica concebida por ellos,
durante los intercambios se anticipa al grupo el transcurso del da y se hacen listas
de materiales que deben conseguir para realizar alguna tarea, entre otras.
[Me gusta] que no sea una cosa pesada, sino natural, estamos
intercambiando y hablando y, en ese ratito, surge todo, ya se enteran de todo lo
que hay que hacer, de lo que necesitamos, yo valoro mucho lo que traen de la
casa, el pedacito de imn grande o chico. Por ah soy exagerada: qu hermoso,
qu lindo, pero me parece que el tiempo que dispuso el adulto para el hijo me
parece interesante. (Entrevista N 2, Jardn B)
[...Hay que] ver las causas (enfatiza) de este trabajo [...] y por qu hay
gente que no tiene trabajo y cul es la salida.
3.2) Reflexin sobre las recurrencias y variaciones entre los tres tipos de
tareas escolares
Los casos que componen cada uno de los tipos presentados de tareas
escolares guardan semejanzas importantes entre ellos; justamente, fueron esas
semejanzas las que me permitieron agruparlos.
Por el contrario, entre un tipo y otro de tareas, las que se destacan son las
diferencias. Las ms notables se vinculan a los objetivos y contenidos sobre el
mundo del trabajo que las docentes explicitan. Las tareas se diferencian,
fundamentalmente, por los propsitos que las orientan y los contenidos que se
seleccionan. Se destacan algunos contenidos que resultan novedosos por su
referencia a las experiencias laborales extendidas entre los sectores populares o
porque dan cuenta de situaciones del mundo del trabajo que ayudan a
comprenderlo en su complejidad, por ejemplo, refieren cuestiones de gnero.
Cabe destacar que no estaban prescriptos en el diseo curricular bonaerense
vigente durante el perodo del trabajo de campo. Los denomino nuevos
contenidos sobre el mundo del trabajo. Estos contenidos exceden la
prescripcin curricular oficial, son una seleccin propia de las docentes en
30
La propuesta fue descripta en el punto 1.5.
Observamos los carteles de las jaulas para ver qu comen los animales;
observamos la lista de precios en la entrada del jardn zoolgico; observamos las
ocupaciones de las personas que trabajan all (Planificacin N 3, Jardn B).
Este tipo de actividades suelen ser planificadas por las docentes como
indagaciones de las ideas previas de los alumnos, interpretando aspectos
fragmentados de la teora psicogentica que se han difundido en
documentaciones oficiales y publicaciones masivas. Aquellas propuestas de
actividades son cuestionables cuando se las implementa en la escuela primaria
Los chicos que estn sentados adelante de todo son diez, de las cuales dos
son nenas; desde que llegaron empezaron a preguntar por su cuenta tambin se
los ve muy atentos mirando las revistas y haciendo comentarios entre ellos.
Ms atrs hay dos filas ms de nios, la mayora de las nenas estn en estas.
Permanecen quietos, parecen escuchar pero no hablan. La maestra comienza a
hablar ms fuerte como para que todos oigan.
Duea del puesto: - Ac trabajamos dos solamente, pero pueden ser tres
o cuatro si el puesto tiene reparto- agrega qu es el reparto.
Docente: - Los chicos decan que slo compraban el diario los varones, es
as?-
La duea responde que no, que comparan variedad, que muchas mujeres
compran revistas polticas. Se escucha un murmullo de las adultas.
31
AISENBERG (2000; 1998; 1994) CAMPANARIO y OTERO (2000)
Cuando les dije a los nenes que bamos a hablar del trabajo, ellos
relacionaron, claro, lo que nosotros siempre decimos: Bueno, ahora a trabajar,
vamos a pintar, vamos a hacer un trabajito (...) Me decan: s, porque vamos a
trabajar, seorita, porque hoy qu vamos a hacer, vamos a pintar, vamos a
recortar (Entrevista N 2, Jardn A)
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El trabajo para estos iniciadores tambin deba estar presente en el nivel en el desarrollo de la jardinera
para fomentar el amor, el conocimiento de la naturaleza y en la colaboracin en la limpieza de la sala como
forma de generar responsabilidad e independencia.
CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIN
En todos los casos, los contenidos que las docentes seleccionan estn
asociados con los sentidos y valoraciones que cada una otorga a su trabajo en el
contexto y al trabajo en general, conformando lo que se propone ensear. Se sabe
que no hay conocimiento especficamente social ni conocimiento en general que
pueda ser libre de valores. Es por esta razn [] que las ciencias, y, entre ellas las
ciencias sociales, deben construirse y reconstruirse permanentemente []. Si
bien los valores no pueden estar sujetos a verificacin, el desarrollo terico que
los sustenta s puede, y debe, ser validado. Porque los que estn en juego no son
los valores individuales sino que se trata de valores socialmente relevantes []
Exigen por lo dems, que el sujeto sea conciente de su existencia, sus supuestos y,
adems, que los someta a reflexin crtica. Deben ser problematizados en
trminos de su objetividad- subjetividad histrica y, por ende, de su
universalidad. (CAMILLONI, 1994: 30)
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La interrelacin paradigmtica es una estrategia propuesta por MAIMONE y EDELSTEIN (2004) desarrollada
en una investigacin con asiento en la Universidad Nacional de Lujn. La definen como consistente en
desocultar y colocar en interaccin teoras diferentes en la interpretacin de un fenmeno puntual;
interpretaciones pertenecientes a cosmovisiones diferentes y que el docente debe hacer actuar en un status
de igualdad valorativa. (213 y 214). El desocultamiento es necesario porque las poblaciones con culturas
diferentes a la oficial en su intento por integrarse y ser aceptadas, adoptan el mecanismo de ocultar lo propio
para pertenecer.
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Asumo la posibilidad de interaccin entre los dos sistemas de conceptos (cotidianos y cientficos); cabe
aclarar, no obstante, que esta idea no implica postular el reemplazo progresivo o la sustitucin de los primeros
por parte de los segundos. Los planteos acerca del desarrollo conceptual han atenuado esa primera
conceptualizacin y, actualmente, se habla de la coexistencia de los distintos tipos de concepciones, se valora
la capacidad del sujeto de discriminar entre ellos contextualmente y se reconocen distintas reorganizaciones
en funcin de la interaccin de los sistemas.
El papel de ambos sistemas en el desarrollo conceptual es un tema clave en los estudios psicolgicos. La
bibliografa al respecto es abundante y divergente. A continuacin menciono distintos textos- algunos clsicos
y otros recientes- que abordan la cuestin y/o temas vinculados desde distintas perspectivas: BACHELARD
(1985), BRUNER (2004), CAMILLONI (2001) CAMPANARIO y OTERO (2000), CASTORINA, BARREIRA y TOSCANO
(2005) CASTORINA y KAPLAN (2003), MOSCOVICI (2001 y 1986), MOSCOVICI y MARKOVA (2003), MOREIRA (1994),
PIAGET (1987), POZO (1999), POZO y GMEZ CRESPO (1997), RODRIGO (1993), VYGOTSKI (1998).
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El desocultamiento es necesario porque las poblaciones con culturas diferentes a la oficial en su intento por
integrarse y ser aceptadas, adoptan el mecanismo de ocultar lo propio para pertenecer, por lo tanto, para que
la estrategia funcione efectivamente hay que contar con las familias de los nios, comunicando la metodologa
a las madres y padres.
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La Prof. Adriana Rempe.
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La secuencia no form parte de la investigacin pero decid comentarla en esta parte final porque trataba de
contenidos referidos al objeto de estudio. En el jardn donde se implement, la investigacin haba generado
gran inters entre las docentes y la posibilidad de ensayar una propuesta distinta entusiasmaba a todas las
que, desde distintos lugares, habamos estado comprometidas con el estudio.
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Las obras vistas fueron: Juanito con la honda (dcada del 60), Juanito aprende a leer (1961), Juanito Laguna
va a la ciudad (1963), Juanito Laguna remontando su barrilete (1973), Juanito jugando con el trompo (1973),
otra obra del mismo ao, sin ttulo donde puede verse a Juanito mirando una mariposa gigante, Juanito
Laguna going to the factory (1977) Juanito Laguna y la aeronave (1978) y Juanito en la laguna (1973).
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Esta visita tena un propsito muy distinto a las salidas tursticas que, a veces, se ven en algunos jardines-
como podra ser ir al shopping, al Mc Donalds o al museo con el nico propsito de llegar con la escuela a
donde no llegarn con la familia-. En cambio, en este caso, la asistencia a la exposicin permita averiguar
datos que no se conseguiran de otro modo, por ejemplo, para identificar qu materiales conocidos utiliz
Berni para representar a Juanito y su entorno, haba que ver los cuadros en detalle y la salida al museo
ayudaba a resolver esa tarea.
Santiago: Treinta.
Maestra: Cunto?
Santiago: Cincuenta.
[]
Brian: $10.
A partir del registro citado podemos inferir que los nios aprendieron
que:
El trabajo est vinculado con la obtencin de recursos
El trabajo es una actividad transformadora del entorno
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Para mejorar su condicin y/o crear nuevas condiciones. A su vez, los conflictos sociales tambin se producen
en el seno de las relaciones de produccin.
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La que prim en el juego fue el cuentapropismo y, por momentos, las asociaciones de tipo cooperativo.
Posiblemente esto tenga que ver con que es una modalidad que las familias de los nios practican en
condiciones precarias y, tambin, con la propuesta de juego; este fue uno de los momentos en los cuales la
intencin de desocultar se sobreimpuso a la articulacin de los conocimientos previos con los nuevos
contenidos. Cabe preguntarse si hubieran aparecido otras formas de organizacin del trabajo si la propuesta
hubiera abarcado distintos mbitos de trabajo como escenarios de juego.
(1994): Para qu y cmo trabajar con los conocimientos previos de los alumnos:
un aporte de la psicologa gentica a la didctica de estudios sociales para la
escuela primaria en ALDEROQUI y AISENBERG (comps) (1994): Op cit.
ALDEROQUI, S (1994): Una didctica de los social: del jardn de infantes a tercer
grado en AISENBERG y ALDEROQUI (1994) (comps): Op. cit
CASTORINA, BARREIRA y TOSCANO (2005): Dos versiones del sentido comn: las
teoras implcitas y las representaciones sociales en CASTORINA (coord.):
Construccin conceptual y representaciones sociales, Bs As, Mio y Dvila
FEIJOO, M.C (2003): Nuevo pas, nueva pobreza, Bs As, FCE [2 edicin ampliada]
NUEZ, V (2004): Pedagoga social: Cartas para navegar en el nuevo milenio, Bs As,
Santillana, [1 reimpresin]
(octubre 2002) Los derechos del nio al aula: un modo de recomponer las ganas
de conocer en AA.VV La escuela: una segunda oportunidad Op cit
y FERRO, L (mayo- agosto 1999): "Las visiones del conflicto social en el nivel
inicial" en Educacin en Ciencias Sociales. Una revista de la Escuela de
Humanidades de la Universidad Nacional de Gral San Martn, Volumen I N 2 , San
Martn, UNSAM
Este libro, producto de una investigacin desarrollada durante los aos 2004
al 2006 en la Universidad Nacional de Lujn, surge de la inquietud por conocer
esas mltiples formas en que las docentes se sitan frente a la enseanza del
trabajo. En un contexto signado por el desempleo y la precarizacin laboral,
a la autora le interes indagar qu lugar se otorga en la enseanza al mundo
del trabajo en general y en particular, a las experiencias laborales de las
familias cuyos hijos asisten a los jardines.
LA AUTORA
Ediciones