La Biografía y Su Técnica
La Biografía y Su Técnica
La Biografía y Su Técnica
LA BIOGRAFA Y SU TCNICA
A todos se nos puede plantear en nuestra vida profesional el problema de tener que escribir la
biografa de un compaero. Y ello por diversos motivos: porque el compaero (o el superior
jerrquico) ha fallecido, porque se distingui de algn modo en la vida profesional, o porque ha
sido designado para ocupar un puesto de responsabilidad.
Normalmente, el problema se resuelve con una simple nota biogrfica; pero tambin puede
exigrsenos una biografa, lo ms completa posible, o una semblanza biogrfica.
La tcnica es muy simple. Todo se reduce a exponer sucintamente y por orden cronolgico la serie
mencionada de datos biogrficos. Es el procedimiento ms sencillo, el menos comprometido. Pero
la nota, por su esquematismo, resulta el ms flojo de los procedimientos biogrficos; es fra,
carece de calor humano. Por muy completos que sean los datos, siempre les faltar el eco cordial.
La curiosidad del lector queda satisfecha... slo a medias.
La tcnica, pues, se complica; es difcil dar reglas. Porque una biografa exige dominar el arte
narrativo, la descripcin, el dilogo, la tcnica informativa, etc.
Para hacer una biografa completa, hace falta estudio, documentacin. Tras la documentacin
viene el estudio caracterolgico. Tenemos que ver al personaje, figurrnoslo tal como era,
meternos en su piel, antes de lanzarnos a hacer su retrato. Aqu, como en la descripcin, hay que
seleccionar previamente los datos necesarios para elegir despus los que sean ms reveladores.
Reunido ya todo el material de trabajo, hay que proceder a ordenarlo: conviene decidir lo que ir
al principio y al final. La biografa, como la novela, consta de introduccin, cuerpo y final.
En la introduccin conviene captar la atencin del lector desde el primer momento. Una biografa
se escribe para ser leda. El principio, el arranque, es de fundamental importancia. Por ello se
recomienda no seguir el orden cronolgico: resulta muy poco atractivo empezar diciendo, por
ejemplo: "Fulano de Tal naci el ao... en el pueblo de..." Conviene comenzar con algo que atraiga
la atencin del lector. Ese "algo" puede ser una ancdota expresiva, reveladora del carcter del
biografiado, o un dato personal de gran fuerza.
La ancdota es muy til en la biografa; pero hay que saberla manejar y, sobre todo, estar muy
seguro de su autenticidad. Rechacemos la ancdota falsa o insegura y la anodina, vulgar o
inexpresiva.
Veamos, a modo de ejemplo, cmo empieza Stefan Zweig, ese trozo biogrfico de Dostoiewski
titulado El momento heroico, y que forma parte de los Momentos estelares de la humanidad:
"El ruido de los sables, las voces de macado a lo largo de las casamatas, han turbado su sueo era
medio de la `coche. Por lo desconocido pasan sombras lgubres y fantasmales. Estas sombras le
empujaran por un camino estrecho, largo, inmensamente largo. Se oye el chirrido de un cerrojo.
Se abre la puerta. Entonces puede columbrar el cielo, y un viento helado le abofetea el rostro.
Aparece un carro, negro como el abismo. Y las sombras le empujan hacia aquel abismo..."
"Hizo sus estudios en Kazn. Estudios- mediocres. Se deca de cada' uno de los hermanos:
Insistimos en que, para la biografa, no pueden recomendarse sistemas fijos, ni puede hablarse de
tcnica predeterminada. Hay quien empieza a escribir reflejando los ltimos das del personaje,
quien elige un momento de la adolescencia o quien empieza por darnos los rasgos fsicos y
espirituales ms expresivos del biografiado.
Como pintor, hay que exigir al que escribe que el retrato se parezca al modelo. Dos requisitos han
de cumplirse: objetividad y sinceridad. No debe caerse en el elogio desmesurado (lo que los
pintores llaman "halagar al modelo") ni tampoco en la tendencia caricaturesca. Juzgar a un
hombre es muy difcil. Por ello recomendamos muy pocos juicios a cargo del que redacta la
biografa. La biografa ha de ser exacta, escueta y sin comentarios.
Para llenar estos requisitos el bigrafo ha de actuar como buen periodista (notario de la realidad).
El estilo directo se impone. Es preciso que los hechos hablen, para que el lector vea al biografiado
tal como fue en su vida. (Los comentarios... ya los pondr el lector por su parte).
Tcnica informativa pura, por tanto. No adjetivar: no decir simplemente que Fulano de Tal era
"bueno", "inteligente", "trabajador" o "animoso", sino demostrar con hechos reales que el
biografiado era as; que se vean esas cualidades de bondad, inteligencia, capacidad de trabajo o
buen nimo. Hay que contar cosas reveladoras del temperamento o carcter del personaje en
cuestin. Si yo digo, por ejemplo, que "Zutano" era un hombre "de muy buen humor", el lector
quedar o no convencido con mi afirmacin. Depende de la fe que tenga en m, en el autor. En
cambio, si cuento alguna ancdota reveladora de ese "buen humor", sin necesidad de que yo
afirme nada, el lector dir para s: "Este hombre tena muy buen humor". Le han convencido los
hechos, no las afirmaciones, ms o menos gratuitas, de quien escribe; forma aqulla la ms
efectiva de convencer.
La diferencia que hay entre una semblanza y una biografa es la misma que existe entre un dibujo
al carbn (un apunte expresivo) y un retrato al leo. Lo cual no quiere decir que este
procedimiento sea mejor o peor que aqul. Son diferencias de tcnica, no de valor.
En realidad, toda buena biografa es tambin semblanza (debe serlo), como todo retrato al leo
suele ir precedido de unos apuntes al carbn.
NOTA.-Recomendamos al alumno la lectura de buenas biografas. Por ejemplo: las escritas por
Emil Ludwid, Stefan Zweig, Andr Maurois, Romain Rolland, Ludwig Pfandl, Gregorio Maran, etc.
Especialmente indicada, sobre todo como florilegio de semblanzas, es la obra de Andr Maurois,
titulada "Destinos ejemplares" (Ediciones G. P. Barcelona. "Libros Plaza").