Calmar Los Ataques de Panico
Calmar Los Ataques de Panico
Calmar Los Ataques de Panico
ANICCA
Descle De Brouwer
Agradecimientos 13
Introduccin 15
Miedo 16
Pnico 17
Ansiedad 17
La base de nuestro enfoque 18
Visin de conjunto del libro 19
Sobre nosotros, los autores 22
Fundamentos 27
Las numerosas causas del pnico 28
Cmo ayuda el mindfulness 28
REBAP 29
Actitudes de mindfulness 31
Establecer una prctica formal de mindfulness: meditacin 34
Establecer una prctica informal de mindfulness:
el mindfulness en las actividades diarias 39
1. Calma el ataque de pnico en tu cuerpo 43
Respiracin consciente 44
Prctica fundamental: Respiracin consciente 45
La exploracin corporal 49
Prctica fundamental: La exploracin corporal 50
S.T.O.P. 58
Prcticas aplicadas 61
Ten un buen da 62
Empieza el da con mindfulness 64
Barre tu pnico 67
Conduce ms fcilmente 69
Haz una presentacin libre de preocupaciones 72
Adquiere un fundamento slido 75
Encuentra el equilibrio 78
Descansa bien 81
El punto al que hemos llegado 83
2. Calma el ataque de pnico en tus emociones y sentimientos 85
Indagacin consciente 86
Prctica fundamental: Indagacin consciente 92
R.A.I.N. 95
Prcticas aplicadas 97
Empieza bien el da 98
Restablece la paz en tu corazn 101
Un buen da de trabajo 104
Transforma tu ira 106
Librate de sentirte fuera de control 109
Trabaja las emociones dolorosas 112
Deja surgir las emociones 115
Descansa el tiempo necesario 118
El punto al que hemos llegado 120
3. Calma el ataque de pnico en tus pensamientos 121
Meditacin sentada 122
Prctica fundamental: Meditacin sentada 129
Haz una pausa, Observa/Experimenta y Permite 135
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Miedo
El miedo es una respuesta natural y directa a algo que percibi-
mos como una amenaza inmediata a nuestra seguridad. Los huma-
nos y otras muchas criaturas estn (pre-)programados para sentir
miedo. Es decir, el miedo y nuestra reaccin inmediata a l estn
gobernados por una parte primitiva del cerebro que no se halla bajo
nuestro control consciente. Cuando te enfrentas a un peligro inme-
diato, el miedo sirve para activar tu respuesta lucha, huye o qu-
date inmvil con el fin de ayudarte a sobrevivir. Esta respuesta
activa implica uno de los dos componentes opuestos del sistema
nervioso autnomo (autodirigido). Cuando actas contra una ame-
naza luchando o huyendo, se activa tu sistema nervioso simpti-
co, que pisa el acelerador, desencadenando cambios fsicos como
el aumento de la frecuencia cardiaca, el incremento de la presin
arterial, una respiracin ms rpida y la liberacin de endorfinas
para mitigar el dolor. Al mismo tiempo, las funciones corporales
menos cruciales para tu supervivencia inmediata, como la digestin,
la funcin inmunitaria y la funcin reproductora se ralentizan o se
detienen temporalmente. Esta clase de respuesta puede aportarte
una capacidad aparentemente sobrehumana, como la que permite
a una madre levantar la parte trasera del coche que ha pillado a su
hijo. Por otra parte, cuando la parte primitiva de tu cerebro consi-
dera que una situacin es desesperada que nada servir de ayuda,
activa tu sistema nervioso parasimptico, equivalente a un frenazo
en seco. Esto crea la respuesta paralizadora; reduce la presin san-
gunea y el ritmo cardiaco para ayudar a inmovilizar el cuerpo y
almacenar energa para un momento en que pueda ser ms til.
El miedo es instintivo, un producto de la evolucin que nos ha
acompaado desde tiempos inmemoriales. Es parte inevitable de
la vida.
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Pnico
El pnico es como una reaccin alrgica al miedo. El pni-
co afecta a nuestro cuerpo, nuestras emociones y pensamientos
de maneras extremas y puede hacerse sentir como una erupcin
violenta. Pongamos un ejemplo: si te acercas demasiado al borde
de un acantilado, tu respuesta de miedo podra activarse, hacin-
dote saltar hacia atrs hasta una distancia segura. Sin embargo,
si sientes pnico, al ver el borde del acantilado, tu piel podra
estremecerse, podras sentir calor y sudar, o podras sentir fro
y tiritar. La frecuencia de tus latidos y de tu respiracin podra
aumentar bruscamente o podras sentir el estmago revuelto o
agarrotado. Tal vez aprietes la mandbula o sientas los msculos
en tensin. Quiz tengas la sensacin de que ests atrapado y de
que tus emociones y pensamientos se descontrolan, indicndo-
te que debes escapar. Tu mente podra llenarse de imgenes de
terror, preocupacin, ira, vergenza, ineptitud, bochorno, o de
miedo a volverte loco o a morir. Podras reaccionar de manera
histrica o irracional. Tal vez trates de negociar, suplicar o rogar
para que esos sentimientos desaparezcan. O bien es posible que
se te quede la mente en blanco y quedes paralizado. Cualquiera
que sea tu reaccin, es probable que en el futuro trates de evi-
tar los precipicios (o situaciones similares) an ms, por miedo a
experimentar de nuevo esos sentimientos.
Ansiedad
La ansiedad est asociada sobre todo a la preocupacin por
posibles amenazas futuras. Por ejemplo, quiz te preocupe el
acercarte demasiado al borde de los acantilados, aun cuando no
ests cerca de un precipicio. Los pensamientos de ansiedad pue-
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Bob Stahl
Mi inters por el pnico es muy personal. Empez a la edad
de cuatro aos, cuando comprend por primera vez la verdad de
la muerte, de la que ninguno de nosotros puede escapar. Resul-
t una conmocin comprender que todos, tambin yo, vamos a
morir, y que la muerte puede tener lugar en cualquier momento.
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o helada. Pero, mira por dnde, cuando me volv hacia mis mie-
dos y mi pnico, estos empezaron a disminuir y yo me recuper.
De hecho, no solo se disiparon, sino que con el tiempo, a medida
que fui desarrollando una intuicin y comprensin ms profunda
de aquello que los provocaba, empec a sentir una libertad cada
vez mayor, mucho mayor de lo que podra haber imaginado que
resultara posible.
El mindfulness ha transformado realmente mi vida y confo
en que a ti te suceder lo mismo. Creo que no hay ms punto de
partida especial que la intencin de empezar aqu y ahora. No
importa cun paralizado por el pnico, desesperado, indigno o
inadecuado puedas sentirte, hay esperanza para ti. El camino del
mindfulness y el corazn est abierto a todos, sin que importe
quin seas o qu hayas hecho. Demos este primer paso que est a
nuestro alcance aqu y ahora.
Wendy Millstine
Mi primer ataque de pnico tuvo lugar poco despus de haber-
se cumplido mis trece aos de matrimonio. La persona de la que
haba llegado a creer que era mi cnyuge para toda la vida y mi
compaero del alma abandonaba el hogar, determinado en su
decisin de poner fin a nuestro matrimonio para irse con otra
persona. Despus empezaron a intervenir los dolorosos desenca-
denantes. Para m un desencadenante puede presentarse en for-
ma de un pensamiento, una emocin o una sensacin fsica. La
idea de llevar la etiqueta de divorciada me resultaba semejante
a la de ser viuda. En esas ocasiones me encontraba obsesionada,
como un hmster en su rueda, por pensamientos como este: Por
qu a m? Por qu a m? Por qu a m?... Mis sentimientos por
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